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Oídos con el alma,
pasos mentales más que sombras,
sombras del pensamiento más que pasos,
por el camino de ecos
que la memoria inventa y borra:
sin caminar caminan
sobre este ahora, puente
tendido entre una letra y otra.
Como llovizna sobre brasas
dentro de mí los pasos pasan
hacia lugares que se vuelven aire.
Nombres: en una pausa
desaparecen, entre dos palabras.
El sol camina sobre los escombros
de lo que digo, el sol arrasa los parajes
confusamente apenas
amaneciendo en esta página,
el sol abre mi frente,
                                        balcón al voladero
dentro de mí.

                            Me alejo de mí mismo,
sigo los titubeos de esta frase,
senda de piedras y de cabras.
Relumbran las palabras en la sombra.
Y la negra marea de las sílabas
cubre el papel y entierra
sus raíces de tinta
en el subsuelo del lenguaje.
Desde mi frente salgo a un mediodía
del tamaño del tiempo.
El asalto de siglos del baniano
contra la vertical paciencia de la tapia
es menos largo que esta momentánea
bifurcación del pesamiento
entre lo presentido y lo sentido.
Ni allá ni aquí: por esa linde
de duda, transitada
sólo por espejeos y vislumbres,
donde el lenguaje se desdice,
voy al encuentro de mí mismo.
La hora es bola de cristal.
Entro en un patio abandonado:
aparición de un fresno.
Verdes exclamaciones
del viento entre las ramas.
Del otro lado está el vacío.
Patio inconcluso, amenazado
por la escritura y sus incertidumbres.
Ando entre las imágenes de un ojo
desmemoriado. Soy una de sus imágenes.
El fresno, sinuosa llama líquida,
es un rumor que se levanta
hasta volverse torre hablante.
Jardín ya matorral: su fiebre inventa bichos
que luego copian las mitologías.
Adobes, cal y tiempo:
entre ser y no ser los pardos muros.
Infinitesimales prodigios en sus grietas:
el hongo duende, vegetal Mitrídates,
la lagartija y sus exhalaciones.
Estoy dentro del ojo: el pozo
donde desde el principio un niño
está cayendo, el pozo donde cuento
lo que tardo en caer desde el principio,
el pozo de la cuenta de mi cuento
por donde sube el agua y baja
mi sombra.

                        El patio, el muro, el fresno, el pozo
en una claridad en forma de laguna
se desvanecen. Crece en sus orillas
una vegetación de transparencias.
Rima feliz de montes y edificios,
se desdobla el paisaje en el abstracto
espejo de la arquitectura.
Apenas dibujada,
suerte de coma horizontal (-)
entre el cielo y la tierra,
una piragua solitaria.
Las olas hablan nahua.
Cruza un signo volante las alturas.
Tal vez es una fecha, conjunción de destinos:
el haz de cañas, prefiguración del brasero.
El pedernal, la cruz, esas llaves de sangre
¿alguna vez abrieron las puertas de la muerte?
La luz poniente se demora,
alza sobre la alfombra simétricos incendios,
vuelve llama quimérica
este volumen lacre que hojeo
(estampas: los volcanes, los cúes y, tendido,
manto de plumas sobre el agua,
Tenochtitlán todo empapado en sangre).
Los libros del estante son ya brasas
que el sol atiza con sus manos rojas.
Se rebela el lápiz a seguir el dictado.
En la escritura que la nombra
se eclipsa la laguna.
Doblo la hoja. Cuchicheos:
me espían entre los follajes
de las letras.

                          Un charco es mi memoria.
Lodoso espejo: ¿dónde estuve?
Sin piedad y sin cólera mis ojos
me miran a los ojos
desde las aguas turbias de ese charco
que convocan ahora mis palabras.
No veo con los ojos: las palabras
son mis ojos. vivimos entre nombres;
lo que no tiene nombre todavía
no existe: Adán de lodo,
No un muñeco de barro, una metáfora.
Ver al mundo es deletrearlo.
Espejo de palabras: ¿dónde estuve?
Mis palabras me miran desde el charco
de mi memoria. Brillan,
entre enramadas de reflejos,
nubes varadas y burbujas,
sobre un fondo del ocre al brasilado,
las sílabas de agua.
Ondulación de sombras, visos, ecos,
no escritura de signos: de rumores.
Mis ojos tienen sed. El charco es senequista:
el agua, aunque potable, no se bebe: se lee.
Al sol del altiplano se evaporan los charcos.
Queda un polvo desleal
y unos cuantos vestigios intestados.
¿Dónde estuve?

                                  Yo estoy en donde estuve:
entre los muros indecisos
del mismo patio de palabras.
Abderramán, Pompeyo, Xicoténcatl,
batallas en el Oxus o en la barda
con Ernesto y Guillermo. La mil hojas,
verdinegra escultura del murmullo,
jaula del sol y la centella
breve del chupamirto: la higuera primordial,
capilla vegetal de rituales
polimorfos, diversos y perversos.
Revelaciones y abominaciones:
el cuerpo y sus lenguajes
entretejidos, nudo de fantasmas
palpados por el pensamiento
y por el tacto disipados,
argolla de la sangre, idea fija
en mi frente clavada.
El deseo es señor de espectros,
somos enredaderas de aire
en árboles de viento,
manto de llamas inventado
y devorado por la llama.
La hendedura del tronco:
****, sello, pasaje serpentino
cerrado al sol y a mis miradas,
abierto a las hormigas.

La hendedura fue pórtico
del más allá de lo mirado y lo pensado:
allá dentro son verdes las mareas,
la sangre es verde, el fuego verde,
entre las yerbas negras arden estrellas verdes:
es la música verde de los élitros
en la prístina noche de la higuera;
-allá dentro son ojos las yemas de los dedos,
el tacto mira, palpan las miradas,
los ojos oyen los olores;
-allá dentro es afuera,
es todas partes y ninguna parte,
las cosas son las mismas y son otras,
encarcelado en un icosaedro
hay un insecto tejedor de música
y hay otro insecto que desteje
los silogismos que la araña teje
colgada de los hilos de la luna;
-allá dentro el espacio
en una mano abierta y una frente
que no piensa ideas sino formas
que respiran, caminan, hablan, cambian
y silenciosamente se evaporan;
-allá dentro, país de entretejidos ecos,
se despeña la luz, lenta cascada,
entre los labios de las grietas:
la luz es agua, el agua tiempo diáfano
donde los ojos lavan sus imágenes;
-allá dentro los cables del deseo
fingen eternidades de un segundo
que la mental corriente eléctrica
enciende, apaga, enciende,
resurrecciones llameantes
del alfabeto calcinado;
-no hay escuela allá dentro,
siempre es el mismo día, la misma noche siempre,
no han inventado el tiempo todavía,
no ha envejecido el sol,
esta nieve es idéntica a la yerba,
siempre y nunca es lo mismo,
nunca ha llovido y llueve siempre,
todo está siendo y nunca ha sido,
pueblo sin nombre de las sensaciones,
nombres que buscan cuerpo,
impías transparencias,
jaulas de claridad donde se anulan
la identidad entre sus semejanzas,
la diferencia en sus contradicciones.
La higuera, sus falacias y su sabiduría:
prodigios de la tierra
-fidedignos, puntuales, redundantes-
y la conversación con los espectros.
Aprendizajes con la higuera:
hablar con vivos y con muertos.
También conmigo mismo.

                                                    La procesión del
año:
cambios que son repeticiones.
El paso de las horas y su peso.
La madrugada: más que luz, un vaho
de claridad cambiada en gotas grávidas
sobre los vidrios y las hojas:
el mundo se atenúa
en esas oscilantes geometrías
hasta volverse el filo de un reflejo.
Brota el día, prorrumpe entre las hojas
gira sobre sí mismo
y de la vacuidad en que se precipita
surge, otra vez corpóreo.
El tiempo es luz filtrada.
Revienta el fruto *****
en encarnada florescencia,
la rota rama escurre savia lechosa y acre.
Metamorfosis de la higuera:
si el otoño la quema, su luz la transfigura.
Por los espacios diáfanos
se eleva descarnada virgen negra.
El cielo es giratorio
lapizlázuli:          
viran au ralenti, sus
continentes,
insubstanciales geografías.
Llamas entre las nieves de las nubes.
La tarde más y más es miel quemada.
Derrumbe silencioso de horizontes:
la luz se precipita de las cumbres,
la sombra se derrama por el llano.

A la luz de la lámpara -la noche
ya dueña de la casa y el fantasma
de mi abuelo ya dueño de la noche-
yo penetraba en el silencio,
cuerpo sin cuerpo, tiempo
sin horas. Cada noche,
máquinas transparentes del delirio,
dentro de mí los libros levantaban
arquitecturas sobre una sima edificadas.
Las alza un soplo del espíritu,
un parpadeo las deshace.
Yo junté leña con los otros
y lloré con el humo de la pira
del domador de potros;
vagué por la arboleda navegante
que arrastra el Tajo turbiamente verde:
la líquida espesura se encrespaba
tras de la fugitiva Galatea;
vi en racimos las sombras agolpadas
para beber la sangre de la zanja:
mejor quebrar terrones
por la ración de perro del
labrador avaro
que regir las naciones pálidas
de los muertos;
tuve sed, vi demonios en el Gobi;
en la gruta nadé con la sirena
(y después, en el sueño purgativo,
fendendo i drappi, e mostravami'l
ventre,
quel mí svegliò col
puzzo che n'nuscia);
grabé sobre mi tumba imaginaria:
no muevas esta lápida,
soy rico sólo en huesos;
aquellas memorables
pecosas peras encontradas
en la cesta verbal de Villaurrutia;
Carlos Garrote, eterno medio hermano,
Dios te salve, me dijo al
derribarme
y era, por los espejos del insomnio
repetido, yo mismo el que me hería;
Isis y el asno Lucio; el pulpo y Nemo;
y los libros marcados por las armas de Príapo,
leídos en las tardes diluviales
el cuerpo tenso, la mirada intensa.
Nombres anclados en el golfo
de mi frente: yo escribo porque el druida,
bajo el rumor de sílabas del himno,
encina bien plantada en una página,
me dio el gajo de muérdago, el conjuro
que hace brotar palabras de la peña.
Los nombres acumulan sus imágenes.
Las imágenes acumulan sus gaseosas,
conjeturales confederaciones.
Nubes y nubes, fantasmal galope
de las nubes sobre las crestas
de mi memoria. Adolescencia,
país de nubes.

                            Casa grande,
encallada en un tiempo
azolvado. La plaza, los árboles enormes
donde anidaba el sol, la iglesia enana
-su torre les llegaba a las rodillas
pero su doble lengua de metal
a los difuntos despertaba.
Bajo la arcada, en garbas militares,
las cañas, lanzas verdes,
carabinas de azúcar;
en el portal, el tendejón magenta:
frescor de agua en penumbra,
ancestrales petates, luz trenzada,
y sobre el zinc del mostrador,
diminutos planetas desprendidos
del árbol meridiano,
los tejocotes y las mandarinas,
amarillos montones de dulzura.
Giran los años en la plaza,
rueda de Santa Catalina,
y no se mueven.

                                Mis palabras,
al hablar de la casa, se agrietan.
Cuartos y cuartos, habitados
sólo por sus fantasmas,
sólo por el rencor de los mayores
habitados. Familias,
criaderos de alacranes:
como a los perros dan con la pitanza
vidrio molido, nos alimentan con sus odios
y la ambición dudosa de ser alguien.
También me dieron pan, me dieron tiempo,
claros en los recodos de los días,
remansos para estar solo conmigo.
Niño entre adultos taciturnos
y sus terribles niñerías,
niño por los pasillos de altas puertas,
habitaciones con retratos,
crepusculares cofradías de los ausentes,
niño sobreviviente
de los espejos sin memoria
y su pueblo de viento:
el tiempo y sus encarnaciones
resuelto en simulacros de reflejos.
En mi casa los muertos eran más que los vivos.
Mi madre, niña de mil años,
madre del mundo, huérfana de mí,
abnegada, feroz, obtusa, providente,
jilguera, perra, hormiga, jabalina,
carta de amor con faltas de lenguaje,
mi madre: pan que yo cortaba
con su propio cuchillo cada día.
Los fresnos me enseñaron,
bajo la lluvia, la paciencia,
a cantar cara al viento vehemente.
Virgen somnílocua, una tía
me enseñó a ver con los ojos cerrados,
ver hacia dentro y a través del muro.
Mi abuelo a sonreír en la caída
y a repetir en los desastres: al
hecho, pecho.
(Esto que digo es tierra
sobre tu nombre derramada: blanda te
sea.)
Del vómito a la sed,
atado al potro del alcohol,
mi padre iba y venía entre las llamas.
Por los durmientes y los rieles
de una estación de moscas y de polvo
una tarde juntamos sus pedazos.
Yo nunca pude hablar con él.
Lo encuentro ahora en sueños,
esa borrosa patria de los muertos.
Hablamos siempre de otras cosas.
Mientras la casa se desmoronaba
yo crecía. Fui (soy) yerba, maleza
entre escombros anónimos.

                                                Días
como una frente libre, un libro abierto.
No me multiplicaron los espejos
codiciosos que vuelven
cosas los hombres, número las cosas:
ni mando ni ganancia. La santidad tampoco:
el cielo para mí pronto fue un cielo
deshabitado, una hermosura hueca
y adorable. Presencia suficiente,
cambiante: el tiempo y sus epifanías.
No me habló dios entre las nubes:
entre las hojas de la higuera
me habló el cuerpo, los cuerpos de mi cuerpo.
Encarnaciones instantáneas:
tarde lavada por la lluvia,
luz recién salida del agua,
el vaho femenino de las plantas
piel a mi piel pegada: ¡súcubo!
-como si al fin el tiempo coincidiese
consigo mismo y yo con él,
como si el tiempo y sus dos tiempos
fuesen un solo tiempo
que ya no fuese tiempo, un tiempo
donde siempre es ahora y a
todas horas siempre,
como si yo y mi doble fuesen uno
y yo no fuese ya.
Granada de la hora: bebí sol, comí tiempo.
Dedos de luz abrían los follajes.
Zumbar de abejas en mi sangre:
el blanco advenimiento.
Me arrojó la descarga
a la orilla más sola. Fui un extraño
entre las vastas ruinas de la tarde.
Vértigo abstracto: hablé conmigo,
fui doble, el tiempo se rompió.

Atónita en lo alto del minuto
la carne se hace verbo -y el verbo se despeña.
Saberse desterrado en la tierra, siendo tierra,
es saberse mortal. Secreto a voces
y también secreto vacío, sin nada adentro:
no hay muertos, sólo hay muerte, madre nuestra.
Lo sabía el azteca, lo adivinaba el griego:
el agua es fuego y en su tránsito
nosotros somos sólo llamaradas.
La muerte es madre de las formas…
El sonido, bastón de ciego del sentido:
escribo muerte y vivo en ella
por un instante. Habito su sonido:
es un cubo neumático de vidrio,
vibra sobre esta página,
desaparece entre sus ecos.
Paisajes de palabras:
los despueblan mis ojos al leerlos.
No importa: los propagan mis oídos.
Brotan allá, en las zonas indecisas
del lenguaje, palustres poblaciones.
Son criaturas anfibias, con palabras.
Pasan de un elemento a otro,
se bañan en el fuego, reposan en el aire.
Están del otro lado. No las oigo, ¿qué dicen?
No dicen: hablan, hablan.

                                Salto de un cuento a otro
por un puente colgante de once sílabas.
Un cuerpo vivo aunque intangible el aire,
en todas partes siempre y en ninguna.
Duerme con los ojos abiertos,
se acuesta entre las yerbas y amanece rocío,
se persigue a sí mismo y habla solo en los túneles,
es un tornillo que perfora montes,
nadador en la mar brava del fuego
es invisible surtidor de ayes
levanta a pulso dos océanos,
anda perdido por las calles
palabra en pena en busca de sentido,
aire que se disipa en aire.
¿Y para qué digo todo esto?
Para decir que en pleno mediodía
el aire se poblaba de fantasmas,
sol acuñado en alas,
ingrávidas monedas, mariposas.
Anochecer. En la terraza
oficiaba la luna silenciaria.
La cabeza de muerto, mensajera
de las ánimas, la fascinante fascinada
por las camelias y la luz eléctrica,
sobre nuestras cabezas era un revoloteo
de conjuros opacos. ¡Mátala!
gritaban las mujeres
y la quemaban como bruja.
Después, con un suspiro feroz, se santiguaban.
Luz esparcida, Psiquis…

                                 
¿Hay mensajeros? Sí,
cuerpo tatuado de señales
es el espacio, el aire es invisible
tejido de llamadas y respuestas.
Animales y cosas se hacen lenguas,
a través de nosotros habla consigo mismo
el universo. Somos un fragmento
-pero cabal en su inacabamiento-
de su discurso. Solipsismo
coherente y vacío:
desde el principio del principio
¿qué dice? Dice que nos dice.
Se lo dice a sí mismo. Oh
madness of discourse,
that cause sets up with and against
itself!

Desde lo alto del minuto
despeñado en la tarde plantas fanerógamas
me descubrió la muerte.
Y yo en la muerte descubrí al lenguaje.
El universo habla solo
pero los hombres hablan con los hombres:
hay historia. Guillermo, Alfonso, Emilio:
el corral de los juegos era historia
y era historia jugar a morir juntos.
La polvareda, el grito, la caída:
algarabía, no discurso.
En el vaivén errante de las cosas,
por las revoluciones de las formas
y de los tiempos arrastradas,
cada una pelea con las otras,
cada una se alza, ciega, contra sí misma.
Así, según la hora cae desen-
lazada, su injusticia pagan. (Anaximandro.)
La injusticia de ser: las cosas sufren
unas con otras y consigo mismas
por ser un querer más, siempre ser más que más.
Ser tiempo es la condena, nuestra pena es la historia.
Pero también es el lug
Caminas adentro de ti mismo y el tenue reflejo serpeante que te conduce
    no es la última mirada de tus ojos al cerrarse ni es el sol tímido golpeando tus párpados:
    es un arroyo secreto, no de agua sino de latidos: llamadas, respuestas, llamadas,
    hilo de claridades entre las altas yerbas y las bestias agazapadas de la conciencia a obscuras.
    Sigues el rumor de tu sangre por el país desconocido que inventan tus ojos
    y subes por una escalera de vidrio y agua hasta una terraza.
    Hecha de la misma materia impalpable de los ecos y los tintineos,
    la terraza, suspendida en el aire, es un cuadrilátero de luz, un ring magnético
    que se enrolla en sí mismo, se levanta, anda y se planta en el circo del ojo,
    géiser lunar, tallo de vapor, follaje de chispas, gran árbol que se enciende y apaga y enciende:
    estás en el interior de los reflejos, estás en la casa de la mirada,
    has cerrado los ojos y entras y sales de ti mismo a ti mismo por un puente de latidos:
                                  EL CORAZÓN ES UN OJO.

    Estás en la casa de la mirada, los espejos han escondido todos sus espectros,
    no hay nadie ni hay nada que ver, las cosas han abandonado sus cuerpos,
    no son cosas, no son ideas: son disparos verdes, rojos, amarillos, azules,
    enjambres que giran y giran, espirales de legiones desencarnadas,
    torbellino de las formas que todavía no alcanzan su forma,
    tu mirada es la hélice que impulsa y revuelve las muchedumbres incorpóreas,
    tu mirada es la idea fija que taladra el tiempo, la estatua inmóvil en la plaza del insomnio,
    tu mirada teje y desteje los hilos de la trama del espacio,
    tu mirada frota una idea contra otra y enciende una lámpara en la iglesia de tu cráneo,
    pasaje de la enunciación a la anunciación, de la concepción a la asunción,
    el ojo es una mano, la mano tiene cinco ojos, la mirada tiene dos manos,
    estamos en la casa de la mirada y no hay nada que ver, hay que poblar otra vez la casa del ojo,
    hay que poblar el mundo con ojos, hay que ser fieles a la vista, hay que
                  CREAR PARA VER.

    La idea fija taladra cada minuto, el pensamiento teje y desteje la trama,
    vas y vienes entre el infinito de afuera y tu propio infinito,
    eres un hilo de la trama y un latido del minuto, el ojo que taladra y el ojo tejedor,
    al entrar en ti mismo no sales del mundo, hay
ríos y volcanes en tu cuerpo, planetas y hormigas,
    en tu sangre navegan imperios, turbinas, bibliotecas, jardines,
    también hay animales, plantas, seres de otros mundos, las galaxias circulan en tus neuronas,
    al entrar en ti mismo entras en este mundo y en los otros mundos,
    entras en lo que vio el astrónomo en su telescopio, el matemático en sus ecuaciones:
    el desorden y la simetría, el accidente y las rimas, las duplicaciones y las mutaciones,
    el mal de San Vito del átomo y sus partículas, las células reincidentes, las inscripciones estelares.

    Afuera es adentro, caminamos por donde nunca hemos estado,
    el lugar del encuentro entre esto y aquello está aquí mismo y ahora,
    somos la intersección, la X, el aspa maravillosa que nos multiplica y nos interroga,
    el aspa que al girar dibuja el cero, ideograma del mundo y de cada uno de nosotros.
    Como el cuerpo astral de Bruno y Cornelio Agripa, como las granes transparentes de André Breton,
    vehículos de materia sutil, cables entre éste y aquel lado,
    los hombres somos la bisagra entre el aquí el allá, el signo doble y uno, V y ^ ,
    pirámides superpuestas unidas en un ángulo para formar la X de la Cruz,
    cielo y tierra, aire y agua, llanura y monte, lago y volcán, hombre y mujer,
    el mapa del cielo se refleja en el espejo de la música,
    donde el ojo se anula nacen mundos:

    LA PINTURA TIENE UN PIE EN LA ARQUITECTURA Y OTRO EN EL SUEÑO.


    La tierra es un hombre, dijiste, pero el hombre no es la tierra,
    el hombre no es este mundo ni los otros mundos que hay en este mundo y en los otros,
    el hombre es la boca que empaña el espejo de las semejanzas y dice sí,
    el equilibrista vendado que baila sobre la cuerda floja de una sonrisa,
    el espejo universal que refleja otro mundo al repetir a éste, el que transfigura lo que copia,
    el hombre no es el que es, célula o dios, sino el que está sienpre más allá.
    Nuestras pasiones no son los ayuntamientos de las substancias ciegas pero los combate y los abrazos de los elementos riman con nuestros deseos y apetitos,
    pintar es buscar la rima secreta, dibujar al eco, pintar el eslabón:
    El Vértigo de Eros es el vahído de la rosa al mecerse sobre el osario,
    la aparición de la aleta del pez al caer la noche en el mar es el centelleo de la idea,
    tú has pintado al amor tras una cortina de agua llameante

    PARA CUBRIR LA TIERRA CON UN NUEVO ROCÍO.


    En el espejo de la música las constelaciones se miran antes de disiparse,
    el espejo se abisma en sí mismo anegado de claridad hasta anularse en un reflejo,
    los espacios fluyen y se despeñan bajo la mirada del tiempo petrificado,
    las presencias son llamas, las llamas son tigres, los tigres se han vuelto olas,
    cascada de transfiguraciones, cascada de repeticiones, trampas del tiempo:
    hay que darle su ración de lumbre a la naturaleza hambrienta,
    hay que agitar la sonaja de las rimas para engañar al tiempo y despertar al alma,
    hay que plantar ojos en la plaza, hay que regar los parques con risa solar y lunar,
    hay que aprender la tonada de Adán, el solo de la flauta del fémur,
    hay que construir sobre este espacio inestable la casa de la mirada,
    la casa de aire y de agua donde la música duerme, el fuego vela y pinta el poeta.
Miru Mcfritz Jan 2019
isang mukhang naka kubli
itinatago ang totoong imahe
isang pagkukunwari kailanman
hindi maitatago ang katotohanan
sa maskara kasinungalingan


minsan masaya
minsan may pagsisisihan ka
minsan masasaktan
pero sa bandang huli
may matututunan ka

ito yung buhay na naranasan
ko sa likod ng maskara
na itinago ko sa paraan hindi ako
tinakasan ang buhay
na totoong nararanasan ko

gumawa ng sariling mundo
na hinango sa imahinasyon
paano pa ba makakatakas
sa aking buhay na binilanggo
ng pag papanggap na hindi ako

minahal nila na akala ay ako to
hinangaan nila akala totoo
marami naniwala na ang nasa
harap nila ay nabuhay
bilang malinis na tao

napag tanto ko na parehas
lamang ang tao napaniwala ko
at ako mismo ay nalinlang
lang din sa kainggitan ko
galing sa taong perpekto
na kinuhanan ko ng pagkatao.

na kahit ako mismo
ay nangarap na sana maging ganon man lang din ako
kahangaan ng iba at tanggapin bilang patas na tao sa mundo

minahal mo lang ba ako dahil
sa itsura ko?
nagustuhan dahil sinabi kong
mayaman at may kotse ako?
tinanggap kasi akala mo
nakahanap ka ng prince charming mo?

pasensya na nagising na rin
naman na ko sa katotohanan
kahit ako mismo ay napagod na
sa pagkukunwaring hindi
naman talaga ako.

kasi nangarap din ako na
tanggapin ako ng buo
di dahilsa istura nakaharap sayo
dahil gusto ko din ng may
taong mamahalin ako
kung sino at ano ba ako

ayoko na. pagod na ako.
dahil inaasahan ko rin naman
na kapag nalaman mo ang totoo
ay iiwan mo lang din naman ako

wala kahit sino mismo
ang makakaunawa sa taong
gumamit at napilitan
itago ang buhay sa isang maskara

dahil sa bandang huli
ako mismo parin naman
ang masasaktan dahil
umasa ako na matatanggap ang isang tulad ko sa lipunan
un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
                          un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,

un caminar entre las espesuras
de los días futuros y el aciago
fulgor de la desdicha como un ave
petrificando el bosque con su canto
y las felicidades inminentes
entre las ramas que se desvanecen,
horas de luz que pican ya los pájaros,
presagios que se escapan de la mano,

una presencia como un canto súbito,
como el viento cantando en el incendio,
una mirada que sostiene en vilo
al mundo con sus mares y sus montes,
cuerpo de luz filtrada por un ágata,
piernas de luz, vientre de luz, bahías,
roca solar, cuerpo color de nube,
color de día rápido que salta,
la hora centellea y tiene cuerpo,
el mundo ya es visible por tu cuerpo,
es transparente por tu transparencia,

voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano,

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,

corredores sin fin de la memoria,
puertas abiertas a un salón vacío
donde se pudren todos los veranos,
las joyas de la sed arden al fondo,
rostro desvanecido al recordarlo,
mano que se deshace si la toco,
cabelleras de arañas en tumulto
sobre sonrisas de hace muchos años,

a la salida de mi frente busco,
busco sin encontrar, busco un instante,
un rostro de relámpago y tormenta
corriendo entre los árboles nocturnos,
rostro de lluvia en un jardín a oscuras,
agua tenaz que fluye a mi costado,
busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
caigo con el instante, caigo a fondo,
invisible camino sobre espejos
que repiten mi imagen destrozada,
piso días, instantes caminados,
piso los pensamientos de mi sombra.
piso mi sombra en busca de un instante,

busco una fecha viva como un pájaro,
busco el sol de las cinco de la tarde
templado por los muros de tezontle:
la hora maduraba sus racimos
y al abrirse salían las muchachas
de su entraña rosada y se esparcían
por los patios de piedra del colegio,
alta como el otoño caminaba
envuelta por la luz bajo la arcada
y el espacio al ceñirla la vestía
de una piel más dorada y transparente,

tigre color de luz, pardo venado
por los alrededores de la noche,
entrevista muchacha reclinada
en los balcones verdes de la lluvia,
adolescente rostro innumerable,
he olvidado tu nombre, Melusina,
Laura, Isabel, Perséfona, María,
tienes todos los rostros y ninguno,
eres todas las horas y ninguna,
te pareces al árbol y a la nube,
eres todos los pájaros y un astro,
te pareces al filo de la espada
y a la copa de sangre del verdugo,
yedra que avanza, envuelve y desarraiga
al alma y la divide de sí misma,

escritura del fuego sobre el jade,
grieta en la roca, reina de serpientes,
columna de vapor, fuente en la peña,
circo lunar, peñasco de las águilas,
grano de anís, espina diminuta
y mortal que da penas inmortales,
pastora de los valles submarinos
y guardiana del valle de los muertos,
liana que cuelga del cantil del vértigo,
enredadera, planta venenosa,
flor de resurrección, uva de vida,
señora de la flauta y del relámpago,
terraza del jazmín, sal en la herida,
ramo de rosas para el fusilado,
nieve en agosto, luna del patíbulo,
escritura del mar sobre el basalto,
escritura del viento en el desierto,
testamento del sol, granada, espiga,

rostro de llamas, rostro devorado,
adolescente rostro perseguido
años fantasmas, días circulares
que dan al mismo patio, al mismo muro,
arde el instante y son un solo rostro
los sucesivos rostros de la llama,
todos los nombres son un solo nombre,
todos los rostros son un solo rostro,
todos los siglos son un solo instante
y por todos los siglos de los siglos
cierra el paso al futuro un par de ojos,

no hay nada frente a mí, sólo un instante
rescatado esta noche, contra un sueño
de ayuntadas imágenes soñado,
duramente esculpido contra el sueño,
arrancado a la nada de esta noche,
a pulso levantado letra a letra,
mientras afuera el tiempo se desboca
y golpea las puertas de mi alma
el mundo con su horario carnicero,

sólo un instante mientras las ciudades,
los nombres, los sabores, lo vivido,
se desmoronan en mi frente ciega,
mientras la pesadumbre de la noche
mi pensamiento humilla y mi esqueleto,
y mi sangre camina más despacio
y mis dientes se aflojan y mis ojos
se nublan y los días y los años
sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico
y no hay nada detrás de sus imágenes
el instante se abisma y sobrenada
rodeado de muerte, amenazado
por la noche y su lúgubre bostezo,
amenazado por la algarabía
de la muerte vivaz y enmascarada
el instante se abisma y penetra,
como un puño se cierra, como un fruto
que madura hacia dentro, echa raíces,
crece dentro de mí, me ocupa todo,
me expulsa el follaje delirante,
mis pensamientos sólo son sus pájaros
su mercurio circula por mis venas,
árbol mental, frutos sabor de tiempo,

oh vida por vivir y ya vivida,
tiempo que vuelve en una marejada
y se retira sin volver el rostro,
lo que pasó no fue pero está siendo
y silenciosamente desemboca
en otro instante que se desvanece:

frente a la tarde de salitre y piedra
armada de navajas invisibles
una roja escritura indescifrable
escribes en mi piel y esas heridas
como un traje de llamas me recubren,
ardo sin consumirme, busco el agua
y en tus ojos no hay agua, son de piedra,
y tus pechos, tu vientre, tus caderas
son de piedra, tu boca sabe a polvo,
tu boca sabe a tiempo emponzoñado,
tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
pasadizo de espejos que repiten
los ojos del sediento, pasadizo
que vuelve siempre al punto de partida,
y tú me llevas ciego de la mano
por esas galerías obstinadas
hacia el centro del círculo y te yergues
como un fulgor que se congela en hacha,
como luz que desuella, fascinante
como el cadalso para el condenado,
flexible como el látigo y esbelta
como un arma gemela de la luna,
y tus palabras afiladas cavan
mi pecho y me despueblan y vacían,
uno a uno me arrancas los recuerdos,
he olvidado mi nombre, mis amigos
gruñen entre los cerdos o se pudren
comidos por el sol en un barranco,

no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre,
presente sin ventanas, pensamiento
que vuelve, se repite, se refleja
y se pierde en su misma transparencia,
conciencia traspasada por un ojo
que se mira mirarse hasta anegarse
de claridad:
                  yo vi tu atroz escama,
melusina, brillar verdosa al alba,
dormías enroscada entre las sábanas
y al despertar gritaste como un pájaro
y caíste sin fin, quebrada y blanca,
nada quedó de ti sino tu grito,
y la cabo de los siglos me descubro
con tos y mala vista, barajando
viejas fotos:
                    no hay nadie, no eres nadie,
un montón de ceniza y una escoba,
un cuchillo mellado y un plumero,
un pellejo colgado de unos huesos,
un racimo ya seco, un hoyo *****
y en el fondo del hoy los dos ojos
de una niña ahogada hace mil años,

miradas enterradas en un pozo,
miradas que nos ven desde el principio,
mirada niña de la madre vieja
que ve en el hijo grande su padre joven,
mirada madre de la niña sola
que ve en el padre grande un hijo niño,
miradas que nos miran desde el fondo
de la vida y son trampas de la muerte
-¿o es al revés: caer en esos ojos
es volver a la vida verdadera?,

¡caer, volver, soñarme y que me sueñen
otros ojos futuros, otra vida,
otras nubes, morirme de otra muerte!
-esta noche me basta, y este instante
que no acaba de abrirse y revelarme
dónde estuve, quién fui, cómo te llamas,
cómo me llamo yo:
                              ¿hacía planes
para el verano -y todos los veranos-
en Christopher Street, hace diez años,
con Filis que tenía dos hoyuelos
donde veían luz los gorriones?,
¿por la Reforma Carmen me decía
"no pesa el aire, aquí siempre es octubre",
o se lo dijo a otro que he perdido
o yo lo invento y nadie me lo ha dicho?,
¿caminé por la noche de Oaxaca,
inmensa y verdinegra como un árbol,
hablando solo como el viento loco
y al llegar a mi cuarto -siempre un cuarto-
no me reconocieron los espejos?,
¿desde el hotel Vernet vimos al alba
bailar con los castaños - "ya es muy tarde"
decías al peinarte y yo veía
manchas en la pared, sin decir nada?,
¿subimos juntos a la torre, vimos
caer la tarde desde el arrecife?,
¿comimos uvas en Bidart?, ¿compramos
gardenias en Perote?,
                                  nombres, sitios,
calles y calles, rostros, plazas, calles,
estaciones, un parque, cuartos solos,
manchas en la pared, alguien se peina,
alguien canta a mi lado, alguien se viste,
cuartos, lugares, calles, nombres, cuartos,

Madrid, 1937,
en la Plaza del Ángel las mujeres
cosían y cantaban con sus hijos,
después sonó la alarma y hubo gritos,
casas arrodilladas en el polvo,
torres hendidas, frentes escupidas
y el huracán de los motores, fijo:
los dos se desnudaron y se amaron
por defender nuestra porción eterna,
nuestra ración de tiempo y paraíso,
tocar nuestra raíz y recobrarnos,
recobrar nuestra herencia arrebatada
por ladrones de vida hace mil siglos,
los dos se desnudaron y besaron
porque las desnudeces enlazadas
saltan el tiempo y son invulnerables,
nada las toca, vuelven al principio,
no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
verdad de dos en sólo un cuerpo y alma,
oh ser total...
                      cuartos a la deriva
entre ciudades que se van a pique,
cuartos y calles, nombres como heridas,
el cuarto con ventanas a otros cuartos
con el mismo papel descolorido
donde un hombre en camisa lee el periódico
o plancha una mujer; el cuarto claro
que visitan las ramas del durazno;
el otro cuarto: afuera siempre llueve
y hay un patio y tres niños oxidados;
cuartos que son navíos que se mecen
en un golfo de luz; o submarinos:
el silencio se esparce en olas verdes,
todo lo que tocamos fosforece;
mausoleos del lujo, ya roídos
los retratos, raídos los tapetes;
trampas, celdas, cavernas encantadas,
pajareras y cuartos numerados,
todos se transfiguran, todos vuelan,
cada moldura es nube, cada puerta
da al mar, al campo, al aire, cada mesa
es un festín; cerrados como conchas
el tiempo inútilmente los asedia,
no hay tiempo ya, ni muro: ¡espacio, espacio,
abre la mano, coge esta riqueza,
corta los frutos, come de la vida,
tiéndete al pie del árbol, bebe el agua!,

todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo, el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón, el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la Iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisible, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
                                      se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
                                    el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después;
                                    mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la sustancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;

mejor la castidad, flor invisible
que se mece en los tallos del silencio,
el difícil diamante de los santos
que filtra los deseos, sacia al tiempo,
nupcias de la quietud y el movimiento,
canta la soledad en su corola,
pétalo de cristal es cada hora,
el mundo se despoja de sus máscaras
y en su centro, vibrante transparencia,
lo que llamamos Dios, el ser sin nombre,
se contempla en la nada, el ser sin rostro
emerge de sí mismo, sol de soles,
plenitud de presencias y de nombres;

sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo adonde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja,
                                    el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre la yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso,

no pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
grande como la vida de cien soles),
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
-y el festín, el destierro, el primer crimen,
la quijada del asno, el ruido opaco
y la mirada incrédula del muerto
al caer en el llano ceniciento,
Agamenón y su mugido inmenso
y el repetido grito de Casandra
más fuerte que los gritos de las olas,
Sócrates en cadenas (el sol nace,
morir es despertar: "Critón, un gallo
a Esculapio, ya sano de la vida"),
el chacal que diserta entre las ruinas
de Nínive, la sombra que vio Bruto
antes de la batalla, Moctezuma
en el lecho de espinas de su insomnio,
el viaje en la carreta hacia la muerte
-el viaje interminable mas contado
por Robespierre minuto tras minuto,
la mandíbula rota entre las manos-,
Churruca en su barrica como un trono
es
Marge Redelicia Jun 2015
ang pangalan niya ay jesus.
oo, ang pangalan mismo ng kaibigan ko ay jesus.
seryoso ako.

si jesus
ay siyang dalaga,
morena, kulot ang buhok.
ang lalim ng mga dimples at
may mga pisngi na kay sarap kurotin.

parang musika ang himig ng kanyang tawa
at hindi kumpleto ang kanyang mga bati
kung walang kasamang yakap na kay higpit.
hindi ko gets kung bakit
hindi siya kumakain ng tinapay ng walang asukal.
at nakakatawa lang kung paano
lagi siyang may baon na sachet ng bear brand
na pinapapak niya kapag siya ay naiinip.

si jesus
ay isang iskolar,
magna *** laude standing,
bise presidente ng kanilang organisasyon.
balak mag law school pero may tumanggap na
nakumpanya sa kanya sa bgc.
meron din siyang mayamang boyfriend na
hinhatid siya pauwi sa taytay, rizal gabi-gabi.

huwebes ng nakaraang linggo,
bandang alas dyis:
si jesus
ay natagpuan sa labas ng kanilang bahay
walang malay
nakahandusay sa kalye.
sinugod sa ospital para kalagayan ay masuri.
ano kaya ang nangyari kay kawawang jesus?
heat stroke, stress, fatigue, high blood, food poisoning?
kulang lang ba sa tulog o pagkain?
walang natagpuang hindi pangkaraniwan kay jesus.
normal lang daw ang kanyang kalagayan
maliban lang sa paghinga niya na
tila humihikbi pero walang luha.
ilang oras din ang nagdaan bago si jesus
ay tuluyang nagising.
ang sabi ng doktor tungkol sa kanya:
depresyon, malubhang pagkalungkot
ang tunay at nag-iisang sanhi.

dahil kay jesus,
napagtanto ko na
hindi porket nakangiti,
masaya.
hindi porket bakas ang ligaya sa kanyang labi,
wala nang lungkot at lumbay na namamayani sa kanyang mga mata.
hindi porket ang lakas humalakhak kapag nandyan ka,
hindi na siya humihikbi, humahagulgol kapag wala siyang kasama.
hindi porket parang musika ang kanyang tawa,
hindi na siya umiiiyak nang umiiyak nang paulit-ulit-ulit na parang sirang plaka.
kasi
hindi porket masigla,
hindi na napapagod.
hindi porket matapang at palaban,
hindi na nasasaktan.
hindi porket laging nagbibigay, nag-aalay,
wala nang mga sariling pangangailangan.
hindi porket matalino,
ay may alam.

dahil kay Jesus,
ako'y namulat
na ang dami palang mga walang hiyang tao sa paligid ko
na nagsusuot ng mga maskarang pantago
sa kanilang mga kahinaan, takot, at sakit.
sa kabila pala ng kanilang mga yaman, tagumpay, talino, at
kung ano-ano pa mang sukatan ng galing
kung saan kinukumpara natin ng ating sarili
may isa palang
nabubulok, naagnas
na kaluluwa.

dahil kay jesus,
ako'y nalulungkot.
mata ko ay naluluha,
puso ko ay kumikirot
na may mga tao palang katulad niyang
naglalakbay nang di alam kung saan pupunta.
nangangarap na huwag na lang magising sa umaga.
nakuntento na lang sa wala.

dahil kay jesus,
ako'y naiilang
na ang nagaganap sa aking harapan
sa loob ng paaralan, bahay, o opisina
ay hindi tama.
maling-mali na
ang mga tao sa aking paligid ay nakakulong
sa selda ng anino at lamig.
hindi ito ang kanilang nararapat na tadhana.
hindi ka ba naiinis?

dahil kay jesus,
may apoy na nagpapaalab sa aking galit
nagtutulak sa akin na tumakbo
hangga't hindi natatama ang mali.

at lahat 'yan ay
sapagkat alam ko sa aking isip at puso na
dahil kay Hesus
lahat ng kahinaan at takot ay hindi na kailangan ikubli.
ilalapag na lang sa harap Niya
ang anumang alinlangan o mabigat na karamdaman.
wala nang pagpapanggap.
buong tapang na ipagmamalaki na
ito ay ako.
kasi ano man ang mangyari at kung sino man ako maging
ang tunay na dilag, dangal, at tagumpay
ay tanging
sa Kanya nakasalalay.

dahil kay Hesus
may ligaya at kapayapaan na hindi kaya matalos ng isip.
banayad ang layag
anumang dumaan na bagyo.
matatag nakakatindig
kahit yumanig pa ang lupa at magunaw man ang buong mundo.
dito sa dagat na kay lawak at lalim
hindi lalangoy,
kundi maglalakad, tatakbo,
lilipad pa nga sa ibabaw ng mga alon.

kay Hesus
may liwanag na pinapanatiling dilat
ang aking mga mata.
ano mang karumaldumal na karahasan ang masilayan,
hindi ako napapagod o nawawalan ng pag-asa.
hindi makukuntento at matatahimik.
hindi tatablan ng antok.
araw-gabi,
ako ay gising.

dalangin ko na sana puso mo rin ay hindi magmamanhid
na kailanman hindi mo masisikmura at matatanggap
ang kanilang sakit.
tulad ng dalagang si jesus
gusto nila ng pampahid para maibsan ang hapdi.
pero ang mayroon tayo
ay ang lunas, ang gamot,
ang sagot mismo.
tagos sa balat, sa puso diretso.
ang gamot ay ang dugo
na dumaloy sa mga palad Niya.
ang pangalan Niya ay Hesus.
*Hesu Kristo.
a spoken word.
090316 #AlphabetsOfLove #SpokenWords

Nag-aral ako't rumolyo ang panahon
Nagbilang ng taon, nabihag ng pag-ibig Niyang pabaon.
Naghalungkat ako ng mga mumunti Niyang Katha
Sa tarangkahang puno
Ng higit pa sa dalubhasang mga Salita.
At heto --
Heto ang Bukas na Liham
Ng pag-ibig ng isang tunay na Mandirigma.
Para sa lahat ng nanghihina't nasawi ng tadhana,
Para sa lahat ng humuhugot
Sa sandamakmak na nagdidilimang mga eskima
Heto, heto nga pala ang ABAKADA ng Pag-ibig.

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A-alalayan Kita't baka mahulog ka't masaktan pa ng iba. Baka magpasalo ka na naman sa mga bolerong nanunungkit ng pag-ibig -- silang susungkit ng mga bituin para sayo, silang haharana sayo ng kilig, silang magsasabing maghihintay sayo kahit pa sa magkabilang mundo -- silang magdudulot lamang ng matinding pait sa puso mo pag hindi ka pa handa, pag hindi ka pa nahilom at pag hindi pa panahon. Oo, silang muling gugusot ng pagkatao mo.

B-abalikan Kita, hindi dahil Ako ang nang-iwan. Pakiramdam mo kasi'y wala ka nang halaga; yung tipong iniwan ka na ng lahat sa ere't kaunti na lamang ay pabagsak ka na -- yung wala ka nang matakbuhan pa, yung paikut-ikot na lang, yung takbo ka na lang nang takbo -- hanggang sa mapagod ka na lang. Mapapagod at kusa kang hihinto -- yung bibitiw ka na, yung aayaw ka na, yung titigil ka na, yung wala ka nang pakialam. Kaya't --

K-akalingain Kita, di gaya ng pag-ibig na minsang nagpaluha sayo. Nang nasisilayan Kitang magdamagang umiiyak. At kasabay ng bawat teleseryeng pinapanood mo ay luluha ka't hahagulgol ka sa isang sulok. Paulit-ulit sa bawat alaala, parang lirikong sinasabayan mo sa bawat hugot na pasan-pasan mo. Na lahat na lang, tila ba'y konektado sa kanya. Na wala ka nang mapanghawakan pa. Iiyak ka na naman ba? Pero --

D-aramayan pa rin Kita, hindi lang sa mga pagkakataong sawi ka; pero pati sa mga oras na gusto mo siyang balikan. Doon ay papagitna Ako at pipigilin Kita. Gusto kong makita yung totoong ikaw, yung dapat sanang ikaw -- yung ikaw na kahit wala siya'y buo ka pa rin. Yung hindi mo malilimutang mahal -- mahalaga ka para sa Akin.

E-h nasasaktan ka na. Ganyan ba ang pag-ibig na gusto mo? Na siya na ang nagiging mundo mo? Na halos wala ka nang kibo sa roletang dapat sana'y para sayo? Ganyan ba, ganyan ba ang totoong nagmamahal? Na hahayaan **** malugmok ka't madungisan ang sarili ng paulit-ulit at miserable **** nakaraan? Na hindi ka na kikilos, na parang wala ka nang balak bumangon at salubungin ang araw. Na parang hahayaan mo na lamang manlamig ang kapeng itinimpla sayo ng mga higit pang nagmamahal sayo. Pero --

G-agamutin Kita. Lahat ng mga sugat at pasang idinulot sayo ng nakaraa'y pawang aalisin Ko. Ako mismo ang kukuha ng bulak at Siyang papahid at dadampi sa bawat kirot at hapding naiwan sayo ng minsang ipinaglaban mo. Ako mismo ang iihip sa bawat nangigitim at sariwang mga pantal at peklat na bumabalot at kumukubli sa dapat sanang ikaw. Handa Ako at kaya Ko -- kaya kong alisin ang lahat --

H-anggang sa makabangon kang muli't maranasan mo ang pagbabagong ganap. At mapagtanto **** hindi naman siya kawalan sa pagkatao at pagkatawag mo. Masakit man pakinggan pero oo, hindi siya ang buhay mo. Uulitin ko: hindi siya ang buhay mo. Tumingin ka sa mga mata Ko. Pagkat oo, buo ka pa rin at walang nagbago sa paningin Ko sayo.

I-iyak ka paminsan pero ang lahat ay mananatiling alaala na lamang; luha mo'y sasaluhi't pupunasan Ko. Bibilangin Ko ang bawat butil na walang humpay na dumarampi at darampi pa sayong mga pisngi, higit pa sa matatamis na pangako niyang napako na rin kalaunan. Oo, napako ang lahat -- napako ang lahat sa Akin.

L-umaban Ako at patuloy Kitang ipinaglalaban. Tiniis ko ang bawat matitinik na hagupit sa mga balat Ko; maging mga pangungutya ng mundo. Para sayo -- para sayo, lahat ay ginawa Ko na; lahat ay tinapos Ko na at lahat ay iginapos Ko na. Pagkat --

M-ahal Kita at hindi Ako magsasawang patunayan yan sayo. Walang anumang bagay sa mundo na makapagtitibag at makahihigit sa pag-ibig Kong laan sayo. Mahal Kita at mas mamahalin pa -- higit sa mga araw na bilang, higit sa mga oras na ninakaw ng dilim pagka maaga ang takipsilim, higit sa kaibuturan ng dagat na wala pang nakalalangoy -- higit sa mga panahong pipiliin **** mahalin na rin Ako.

N-i hindi Kita iiwan, ni hindi pababayaan. Kaya -- wag ka sanang matakot na buksang muli ang puso mo, pagkat ni minsan -- ni minsa'y hindi Ko naisip na biguin ka. At hindi Ko naisip na paasahin ka gamit lamang ang mga salita, pagkat kalauna'y darating Ako para sunduin ka. Totoo ang bawat pangako Ko at lahat ay para sa ikabubuti mo, kaya't panghawakan mo ito -- hindi gaya ng pagsalo ng tubig gamit ang mga kamay mo. Pero hindi, hindi masasayang ang pag-ibig mo.

O-o, naiintindihan Kita, na nahihirapan kang magtiwalang muli dahil sa sobrang nasaktan ka na. Hindi Kita minamadali at hindi Ko ipipilit ang pag-ibig Ko sayo. Hahayaan Kita -- hahayaan Kita kasi gusto kong kusa ang pagtitiwala't pagmamahal mo. At --

P-apasanin Kita. Gaya ng isang Inahing naglilimlim sa kanyang mga inakay, gaya ng isang Inahing hahagis sa kanila sa himpapawid gamit ang sariling mga pakpak. At Gaya ng isang Inahing sasalo at papasan sa kanila pag nahulog silang muli -- hanggang sa makalipad sila -- hanggang sa makalipad kang muli. At buhat sa ereng pinagtambayan, buhat sa ereng pinagkatakutan mo'y, ngayo'y makakaya mo na. Kahit na sabi mo'y naputulan ka na ng pakpak; kahit pa sabi mo'y hindi ka na muling makalilipad pa. Mali, mali ang paniniwala **** yan pagkat --

R-aragasa ang pagpapala't ibubuhos Kong ganap ang Sarili Ko sayo. Ayokong iniisip **** hindi mo na kaya ang buhay; ayokong mawalan ka ng pag-asa dahil lang umasa ka sa maling tao o maling mga bagay o mga sitwasyon. Sabi mo pa nga, wala nang saysay ang buhay mo. Sabi mo nga, hindi mo na kaya. Oo --

S-asabayan Kita -- sasabayan, hindi lamang sa pag-abot ng mga pangarap mo. At sa bawat lubak na madarapa ka, tandaan **** narito Ako't aagapay sayo, kahit ilang beses ka pang matisod sa pagtalikod o pagkatalisod ay handa pa rin Akong saluhin ka -- sasaluhin at payayabungin.

T-atayo Ako sa harap mo at Ako ang magsisilbing harang sa bawat balang ikaw ang puntirya. Manatili ka lang -- manatili nang may buong pananampalataya at Ako -- Ako ang gagawa ng mga bagay na imposible sa paningin mo -- mga bagay na mistulang imahinasyon mo lang; mga bagay na binaon mo na sa limot pagkat huminto ka, huminto ka dahil napagod ka. Pero tapos na, tapos na ang panahon ng kapaguran. At ngayo'y --

U-nti-unti **** mararamdamang kusa na ang pagyapak mo kasama Ako. Na kaya mo na pala, na nakahawak ka na rin sa mga kamay Ko; na hindi ka na bibitaw pa. Pagkat, kailanma'y hinding-hindi Kita binitawan. Oo, hindi Kita hinila noon pagkat ayokong napipilitan ka pero matagal na -- matagal na akong nakahawak sayo; hindi mo lang napapansin o hindi mo Ako nagagawang tingnan.

W-ag kang mag-alala't alam ko ang kapasidad mo - kung kailan mo kaya at kung kailan hindi. Alam kong minsan mahina ka, pero maging mahinahon ka.

Y-ayakapin Kita, Anak; at kung iiyak kang muli, pwede bang sa mga bisig Ko na lang? Ikaw ang tanging Yaman ko't alay Ko sayo ang lahat. Mahal Kita, at ito'y walang hanggan.

---
Ngayon, magtatapos Ako
Magtatapos ako kahit na sarado pa ang puso mo
Kahit na may iba ka pang mahal sa ngayon
Kahit tila naririndi ka na sa pagkatok Ko
Kahit pa pinagsasarudahan mo Ako
Kahit pa ayaw mo pa Akong tanggapin
Kahit pa sabi mo'y hindi ka pa handa
Kahit pa sambit mo'y sa susunod na lang
O kahit pa sigaw mo'y tumigil na Ako
Pero hindi, ayokong magtapos ng ganito.
Magtatapos Ako't maghihintay sa sagot mo
At sana, sana'y dugtungan mo ang liham ng paanyaya
Dalawang letrang magkatulad lang
Dalawang letra lang ay sapat na
At ito -- ito na marahil ang pagtatapos
Na Ikaw ang Simula.
anj Aug 2017
Pag-asa, tayo daw ang pag-asa
Kabataan ang pag-asa ng bayan sabi nila
Pag-asa, pag-asa sa pagbabago
Pero nasaan ang pag-asa,
Kung mismo tayo'y nababalisa
Nababalisa sa paikot-ikot na problema.
Droga,patayan,droga,patayan droga
Paikot-ikot nalang nakakapagod na.
Laman ng balita'y paulit-ulit nalang
At ang mga buhay, mga inosenteng buhay
Ay nasasayang, paulit-ulit nalang.
Pag-asa, nasaan na ang pag-asa
Kung mismo ang ugali natin ay nagbago na.
Ang respeto sa lahat ay nababalewala,
Ang pagpapahalaga sa damdamin ng iba' nawawala na.
Pag-asa, nasaan ang pag-asa kung
Ang ating lipunan ay nagdudusa na?
Nasaan ang pangako ng pagbabago,
Eto ba ay nawala, naglaho o napako?
Mistulang lasing ang mga tao
Nagbubulagbulagan sa sinasabing pagbabago.
Pero nasaan ang pagbabago kung mismo tayo'y di natututo?
Na parang alak ang ating lipunan,
Sa una'y walang epekto, walang pakiramdam
Pero habang tumatagal ika'y mababaliw,
Matutuwa, malulungkot, samu't-saring emosyon.
Pero habang tumatagal ikaw ay mapapaisip
Kung para saan nga ba ito.
Itong paglaklak ng napapakong pangako.
Nasaan na angand nasabing pag-asa at pangako,
Kung tayo ay uhaw sa alak na walang pagbabago?
First of all this poem is related to my country, the Philippines. Just a way of voicing out my opinion. Somehow, us teenagers need to take a stand and be heard.
bartleby Aug 2016
Patawad,
Sa lahat ng mga bagay na nawala
Sa mga oras na nasayang
Sa mga tawanan at kwentuhang hindi na mauulit
Sa mga luhang hindi alam kung kailan titigil
Sa mga pagkakataong pinalipas

Totoo nga
Hindi sapat ang pagmamahal
Kailangang paghirapan at pagtrabahuan
Pero paano mo nga ba masasabi na mahal mo talaga ang isang tao?
Kung puro sakit na lang ang nararanasan

Hindi sapat ang pagmamahal
Sa dinami-dami ng dahilan para umalis ka sa isang relasyon, bakit ka nga ba nananatili?
Dahil sa pagmamahal na pinanghahawakan mo?
Pero paano kung yung ka-isa isang dahilan kung bakit ka nananatili ay nararamdaman mo nang unti-unting nawawala?
'Wag mo nang pahirapan ang sarili mo at ang minamahal mo o nagmamahal sa'yo
'Wag **** hintayin dumating sa punto na wala nang matira sa inyo pareho
Hindi tama ang "ibigay mo ang lahat"
Tandaan mo na bago ka magmahal ng ibang tao, kailangang buo ang sarili mo

Sa isang relasyon, dalawang tao ang dapat na nagtutulungan
Hindi isa lang
Hindi isa lang ang masaya
Hindi isa lang ang umiintindi
Hindi sapat na "gagawin ko 'to para mapasaya siya"

Siguro nga, mahirap talagang magmahal
Pero ganun naman talaga diba?
Pag para sa taong mahal mo, lahat kakayanin mo
Pero sapat nga ba yun?
Hindi.
Dahil paano ka magmamahal kung ikaw mismo ubos na?
Paano ka magbibigay kung ikaw mismo wala na?

Hindi ka nagmamahal para buuin ang isang taong wasak
Hindi ka nagmamahal para baguhin ang isang tao
Hindi ka nagmamahal para may maipagyabang ka sa mga kaibigan mo
Hindi ka nagmamahal para waldasin ang pera ng magulang mo

Nagmamahal ka para sa ikabubuti ng pagkatao mo at ng minamahal mo
Nagmamahal ka para malaman mo kung bakit ka talaga nandito sa mundong 'to
Nagmamahal ka para maging masaya, hindi para maging miserable
Dahil kung gusto mo lang din naman maging problemado, maraming problema ang Pilipinas na pwede **** atupagin

Kung nagmamahal ka na lang para masaktan at makasakit, hindi na yan pagmamahal
Ang pagmamahal ay hindi katumbas ng pagpapakatanga
Oo, may mga bagay na magagawa mo lang dahil sa pag-ibig
Pero kung magpapaka-tanga ka na rin lang, hindi mo ba mas gugustuhin na matuto at malaman ang mga mas importanteng bagay sa mundo?

Totoo nga, there's more to life than love
Hindi mo kailangan madaliin ang pag-ibig dahil marami pang pwedeng mangyari sa buhay mo
Marami ka pang makikilala
'Wag **** paikutin ang mundo mo sa isang tao na walang kasiguraduhan na magtatagal sa buhay mo

Bakit hindi mo muna buuin ang sarili mo hanggang sa dumating ang taong magmamahal sa'yo na kapantay ng pagmamahal na kaya **** ibigay?
Ken Alorro Sep 2015
Sa isang gabi, tinapos ko ang lahat
Tinapos ko ang mga luhang nanlalamig
Luhang ikaw mismo ang nagdulot
Mga luhang ni minsa'y di inakalang manggagaling
sa pagmumukhang ito

Sa isang gabi, tinapos ko ang lahat
Tinapos ko ang sakit na ikaw mismo ang nagdulot
Mahal, 'wag nang itanggi
Ikaw ang nagdulot nito.

Sa anim na bote ng alak, tinapos ko ang bawat sandaling kapiling ka
Sa mga sinehan na pinuntahan, sa mga kamang inilapag ang mga katawan, sa mga piling lugar o sa kahit saang sulok na ninais.

Sa anim na bote ng alak, tinapos kita.

Ang unang bote ng alak ay para sa iyong panlalamig
Totoo, nanlamig ka
Mas malamig pa sa boteng hawak-hawak
Sa bawat gabing kapiling ka, ang mga bisig mo lamang ang nagsisilbing unan
Oo mahal, nasa bisig mo ako, pero ang lamig na.

Ang pangalawang bote ng alak ay para sa'yong di pagpaparamdam
Nagdaan ang mga araw na nasanay akong wala ka
Nasanay akong mag isa sa bawat gabing ako'y may pangangailangan
Nasanay akong bigyan ng init ang sarili gamit ang mga kamay
Sinanay ko ang sarili
Pero higit sa lahat, sinanay mo ako

Ang pangatlong bote ng alak ay para sa iyong pagsisinungaling
Alam kong nagsinungaling ka na wala kang iba
Pag uwi mo sa akin, iba ang amoy, iba ang itsura
Kasi naman diba? Iba na ang nag-alaga
"I love you" sabi mo, pero sinungaling ka
Sinungaling

Ang pang-apat na bote ng alak ay para sa hindi mo pag-uwi sa akin
Mahal, ako ang iyong tahanan
Pero pinili mo ang lansangan

Ang pang-lima na bote ng alak ay para sa hindi mo pag alala
Pinili **** limutin ang ating mga sarili
Pinili **** maging bulag upang di ako makitang nasasaktan
Puta ka? Sana naging bulag ka na lang talaga

Ang pang-anim at panghuling bote ng alak ay para sa hindi mo pag-laban
Ipinaglaban kita
Ipinaglaban kita sa mga taong pilit tayong paghiwalayin
Ipinaglaban kita sa mga kaibigan ko
Ipinaglaban kita sa buong mundo
Pero please naman, ipaglaban mo rin ang sarili mo
Gawin mo para sa'yo


Sa anim na bote ng alak
Tinapos ko ang lahat at naitanong ang sarili
Sino nga ba ang nagpapasya kung minahal kita o hindi?
Ikaw ba? Sila?
Hindi ikaw! Hindi sila! Kundi ako!
Hindi sila ang magpapasya kung inibig kitang tunay
Dahil sa huli
Ako ang nagmahal, hindi sila
Ako ang nasaktan, hindi sila

Sa anim na bote ng alak
Tatapusin na kita at patuloy pa kitang tatapusin hanggang sa hindi maghilom ang sugat sa puso na pinili **** iwaksi.
Euphoria Jan 2017
Hindi ikaw ang aking mundo.
Ikaw ay parte lamang ng aking kwento.

Hindi ikaw ang kalawakan.
Ikaw, tayo, kahit pagkakaibigan ay may hangganan.

Hindi ikaw ang buwan
Na nagbibigay liwanag sa aking karimlan

Hindi ako isang puno
Na aasa, mananatili, at maghihintay na mapansin mo.

Ang mga sugat na dulot ng ating mga sala
Ay hindi maghihilom basta- basta

...

Kaya ako na  ang hihinto, lalayo,
Ang magsasara ng pinto.
Ako na ang susunog ng tulay,
Ang puputol ng nag-uugnay.

Ako na ang bibitaw
Sa pagkakaibigang nasira ng pagmamahal na nag-uumapaw,
Ng bugso ng damdamin,
Ng tukso at mga tinagong saloobin.

Hindi naman maayos
Ang hindi sinusubukang i-ayos.

Kaya tama na nga siguro
Ito na ang dulo ng kayang tanggapin ng puso ko.

Paalam na sa mga tanong na kailanma'y hindi na masasagot,
Sa puso kong puno ng takot
Sa paglisan at pagbitaw
Hanggang sa ikaw na mismo ang umayaw.

Paalam na sa mga pangakong napako,
Sa mga katagang "walang magbabago",
Sa mga salitang binitawan
Ngunit hindi mo napanindigan.

Paalam na sa titulong "matalik na magkaibigan."

Paalam na sa lumabong pagkakaibigan,
Sa mga hinanakit at hindi pagkakaintindihan.

Paalam na sa sakit at pait
Na dala ng pag-ibig na hindi maaaring ipilit.

Paalam na sa labing-apat na taon.
Masasakit na alaala'y aking ibabaon.
Iiwan ka na sa nakaraan.
Papalayain ang sarili sa gapos ng nagdaan.

Sa pagiging estranghero nagsimula,
Estranghero rin akong lilisan.*
Ito na ang huli kong paalam.

-41-
This is the last poem I'll write for you for we will never have our goodbye. We were connected in a level unknown to us. We understood without words. Thanks for the memories.
supman Dec 2015
Ang sabi ko
ayaw ko na sayo
gusto ko nang harapin ang bukas,
ang bukas sa buhay ko

Ngunit hindi ko inaasahan
na sa iyong paglisan
ganito ang aking mararamdaman
ang pakiramdam ng masaktan

Makita ka na sumama sa ibang tao
na hindi para sa iyo
Ang para sa iyo ay isang tao,
na parang ako o ako mismo

Ito ang hinihingi ko
pero bakit iba,
bakit iba ang sinasabi ng aking puso
sa binubulong ng utak ko

Gusto kitang agawin,
pero ano ang laban ko
Siya ang mahal mo
at ako,kaibigan mo lang ako

Kaibigan mo
na nagsabi ng nararamdaman
at pinabayaan mo,
pinabayaan **** masaktan
madrid Feb 2016
totoo and sinasabi nila
na sa segundong mawalan ka
ng pakialam sa mundo ay bigla nalang itong
magpapakita ng pakialam sayo
na sa oras na maglaho sa iyong pansin ang tagtuyo
biglaan nalang iiyak ang mga ulap para sayo
na sa sandaling binitawan mo ang kamay
ng gusto ng makawala
darating ang ibang kamay na hahawak muli nito
ng mas mahigpit, totoo
ang sinasabi nila

tila mahirap lang maniwala
sa sabi-sabi, sa haka-haka
dahil hindi nga naman ikaw ang nakatayo sa sapatos nila
tiwala

tiwala sa pag-angat ng araw na hindi ka nito bibiguin
tiwala sa iyong pag-dasal sa mga bituin na
kumukuti-kutitap sa gitna ng dilim, ang buwan
na sa mga pagkakataong wala ng pag-asa
ay kakantahan ka ng may bukas pa, totoo
ang sinasabi nila

oo
darating ang mga araw na bigla ka nalang mapapaiyak
sa tuwa, sa lungkot
sa paglisan ng taong iniikutan ng buhay mo
darating ang mga araw na bigla ka nalang mapapaluhod
dahil wala ka ng magawa at wala ka ng matawagan
pero tatandaan mo na hindi ka nag-iisa
dahil nandito ako, ako

ako na kailan ma'y minahal, nagmamahal, at magmamahal sayo
kumapit ka lang
sa aking kamay
sa aking balikat
sa aking katawan
na kahit ulanan ng pasa at sugat
ay ibinibigay ko sayo
ng buong buo

uulitin ko, totoo
ang sinasabi nila
na sa gitna ng kawalan
sa gitna ng pagsuko
sa gitna ng pagbitaw
ito mismo ang maghahanap sayo
siya mismo ang maghahanap sayo
darating at darating ang parte nitong kwento
na bubuo sayo
at muli nanamang iikot ang iyong mundo
pero sa ngayon, sa dito, sa oras na ito
habang naghihintay ka pa,
ay mali pala, dahil hindi tayo maghihintay
at hindi tumigil ang pagtakbo ng oras sa buhay na ito
dahil maliwanag pa sa bumbilya ang kamalian ng nakaraan
bitawan mo lang
at hayaan mo kong isatupad ang aking mga pangako
hindi kita iiwanan, tiwala
magtiwala ka lang

sa huling pagkakataon,
uulitin ko, totoo
ang sinasabi nila
hindi ka nagbubulagbulagan
kundi pinagkakatiwalaan mo lang ako
ng buong isip at buong puso, ako
ako na nagtiwala rin sa Kanya
ako na hindi umasa, ngunit
humawak sa salita ng aking Ama, ako
ito ang tatandaan mo
para sa mga gabing isinisigaw ang mga kaisipang nagtatago mula sa liwanag
para sa mga bukang liwayway na  nagpupumilit humagap ng init ng araw ngunit hindi mahagip ang tapang upang bitawan ang lamig ng gabi
Elena Ramos Apr 2015
Elena Ramos


Aquí todo en mi mente da vueltas, nada es estable, no hay un objeto al cual pueda ver directo y guiarme para no caer. Para mí no sirve el simple hecho de tenerlo todo para ser feliz, ni el dinero, ni una familia reconocida en todo Miami y el resto del país. Me llamo Gimena Rodríguez, mis papas son de Honduras pero emigraron a los Estados Unidos cuando mi hermano mayor Roberto tenía apenas diez años en ese entonces yo tenía ocho horribles y apestosos años, era muy fea, mi mama siempre me ponía dos ganchitos en la frente para quitarme el pelo de la cara; bote todas las fotos que dejaban evidencia de ese abuso hacia el estilo y la dignidad de una niña pequeña.  

He buscado en la internet el significado de mi nombre, porque ni yo sé que soy. Hay unos sitios bien raros que dicen que soy de las que necesita ser apoyada por los demás, algo que no es cierto, pero he topado con un sitio que dice que soy de pensamiento firme, ágil y con capacidad analítica. Y por cierto mi número de la suerte dice ser el número cuatro, puede tener algo de sentido ya que el 4 de noviembre es mi cumpleaños, o que casualmente mis papas estén de aniversario el mismo día. Suelo ser de esas chicas que todo el mundo conoce o dice saber conocerme, por el simple hecho de tener una familia la cual, toda América conoce. Mi papa heredo el negocio de mi abuelo, (por lo general el abuelo o como yo lo llamaba Yeyo, era el único que me entendía hasta llegue a prometerle que seguiría los pasos de la familia y seguir el negocio) una empresa que distribuye muebles, ya sean sofás como camas y cosas así. La compañía se llama DecoArte, había empezado en 1934 con mi bisabuelo Arturo, que luego paso a ser mi mi Yeyo y ahora de mi padre (solo espero que Roberto pelee por su lugar en la compañía y decida quedarse todo para él, así no tendría que seguir en este negocio, porque realmente no me gusta). He decidido que quiero ir a Los Angeles y estudiar Fashion Management & Marketing, en la Universidad de Argosy. He aplicado a varias universidades y aun espero respuesta, seria decepcionante no ser aceptada en ninguna y entonces tendría que trabajar en DecoArte toda mi vida. Todos los días son decepcionantes, siempre es lo mismo, mi casa parece un lugar solitario. Roberto tiene su propio apartamento, todos los días sube fotos a su cuenta de Instagram haciendo fiestas, las cuales son mencionadas como las mejores. Fraternidades de muchas universidades terminan ahí, los vagabundos igual, y así todo Miami. Sería bueno si por lo menos me invitara a una de sus “reuniones”, como el las suele llamar cuando estamos frente a nuestros padres. No me veo pequeña, tengo diez y siete años y el próximo año me graduare de Miami Beach High School. Muchos me preguntan si realmente tengo la edad que les digo tener, nadie me cree, muchos dicen que me veo mucho mayor, algo que para mí no está mal. En mi cuenta de twitter me he fijado que Roberto dará una fiesta, tal vez pueda decir que voy a ver una película y me voy un rato a su casa, solo espero que mi propio hermano no me eche de la casa. En mi tiempo libre, después de clases, suelo agarra mi computadora portátil y abrir Word, y escribir todo el día. Hace poco subí gratis un libro de poemas de dicados a la gente que no sabe qué hacer con su vida. He tenido buenas respuestas, inclusive en mi blog recibo visitas y buenos comentarios a montones. Existen dos mundos parami, la realidad y el mundo que creo con los libros y la escritura. Cada libro que leo me envuelve en un sentimiento que hace que imagine estar en el libro. Al escribir siento que mis ideas fluyen y que soy yo honestamente, sin censura, sin miedo a expresarme. En este momento estoy escribiendo una historia ficticia de esta joven que desea encontrar el amor, ya que casi lo encontraba pero el murió. Por su falta de confianza no es capaz de hablar con ningún muchacho. Esta es la introducción del libro:
               Para amar hay un tiempo límite, o por lo menos para mí sí. Si tienes una enfermedad terminal, es muy probable que ese amor nunca llegue. Desearía tener por lo menos un romance que dure poco o hasta cuando yo siga viva. Mi vida se complica cada vez más, el único hombre que veo seguido es mi médico el doctor Collins, está casado y tiene una hermosa hija. En el hospital veo morir a diario personas de las cuales me hice amiga. Aun no olvido su rostro, su pálida cara, que me reía aun a pesar de tener peores condiciones de vida que yo. Se llamaba Mark, tenía doce años cuando lo conocí, y diez y siete cuando lo vi por última vez. Cada año lo volvía diferente, siempre había un problema más o algo en su cuerpo había cambiado por  completo. Lo conocí cuando yo tenía once años, llegue a emergencias esa noche, mi mente giraba, era más verde como la pared que trigueña. Gracias a dios detectaron mi cáncer con tiempo. Pero esa noche ahí estaba el, sentado en una camilla, me pareció muy guapo desde el primer instante en que nuestros ojos se cruzaron. Mientras mi mama hablaba con la enfermera afuera, yo estuve acostada, mirándolo y luego mirando el techo. No sabía que sucedía conmigo, solo sabía que  me sentía a morir. No llore porque él estaba ahí, a dos camillas de la mía. Sabía que me observaba aunque lo disimulaba muy bien. Entraron mi mama y varias enfermeras y un doctor,  después de un rato sacaron mi camilla y me llevaban a otro lugar. Deje a ese muchacho solo en ese espantoso cuarto, solo, y seguramente con dolor en alguna parte. Desperté el día siguiente en un cuarto, había dos camas más  pero al parecer solo yo ocupaba y llenaba aquella gran habitación. Me di cuenta que mi mama y mi papa estaban dormidos, me sorprendió ver a papa faltar al trabajo. No estoy muy segura, pero anoche tuve uno de los mejores sueños más reales que he tenido en mi vida. Soñé con el muchacho de la sala de emergencia. Vi su hermoso pelo, dorado que caía sobre sus orejas, sus perfectos ojos, que no se distinguían si eran grises o verdes. Tenía una camiseta roja, parecía el tipo de adolescente que se intoxica con algo y termina aquí. Definitivamente desearía poder volverlo a ver por lo menos un instante, para poder recordar mejor esa mirada y su hermosa sonrisa.  No hice ruido y me levante buscando un baño, estaba bien, solo algo cansada, y molesta por esa horrenda bata que llevaba puesta, ya que no tenía nada abajo. Hice ruido al levantarme ya que presione uno de los botones que levanta la camilla. Mi padre Augusto, se levantó en un abrir y cerrar de ojos del sofá donde dormía para ir en mi auxilio. –Papa estoy bien-,-No te creo, a dónde vas?-,-solo busco un baño, necesito ir ahorita-. La cara de papa estaba muy diferente, hoy no tenía esa mirada de las mañanas que me decían que todo estaba bien, que la economía estaba por las nubes, o que sasha mi perrita no le causaba alergia cuando todos sabíamos que sí. Me detuve a observarlo, sabía que algo le ocurría,  tal vez fue despedido, o tuvo una seria pelea con mi madre, algo que creo lógico, ya que Paty se pone muy insolente cuando tiene discusiones con papa. –qué ocurre?- le pregunte, tocándole la cara muy delicadamente, tratando de leer su mente o entenderlo-cariño, hay cosas de las cuales tenemos que hablar- al decir esto mi padre, supe que no era nada bueno, porque en ese mismo instante se puso a llorar, por un motivo yo hice lo mismo con él. Mi madre se despertó por el ruido.-Mary, el cáncer no te va a matar, te juro que te van a curar, te lo prometo hija pero por favor no llores-. Mi padre la observo fijamente a los ojos. Fue un golpe muy duro el que recibí, darme cuenta que tenía cáncer y de esta manera. Simplemente, busque la puerta y Salí corriendo, lo más rápido posible, segundos después me di la vuelta y vi que ya no sabía en qué parte del hospital me encontraba. –Mary!-se escuchaba en el fondo. Era mi mama que locamente me buscaba. Me imagino lo mal que se ha de sentir en este momento, pero no lo puedo creer aun, pero tengo cáncer…logre salir de esa situación, ya no estaba corriendo por los pasillos, estaba en un cuarto. –Hola- me di la vuelta y lo vi a él, creí no volver a ver esos ojos, pero si.-hola-creo que nunca estuve tan nerviosa en mi vida. Busque la forma en que la camilla cubriera mi bata, estaba descalza y muy despeinada, pero aun ocupaba ir a un baño. Al fondo vi una puerta, había un baño,-Perdón, pero me puedes prestar tu baño-, él se rio enseguida-si no hay problema, además no es mío es del hospital-. Fui caminando muy rápido, y me encerré, luego, me lave las manos, me enjuague la boca, lave mi cara, y Salí.-me llamo Mary- extendí mi mano hacia la suya.-un gusto Mary, soy Gabriel-. Nombre perfecto para un ángel, el cual él se parecía mucho. Sentía mi corazón palpitando mucho, en un instante sentía que me desmayaba y era enserio, no era por las mariposas ni nada por el estilo, realmente me sentía mal. Gabriel tomo mi mano, me ayudo a sentarme y enseguida llamo a una enfermera. Al rato todos estaban en la habitación, incluso mis papas. –Mary!!—mama estoy bien-.la enfermera me acostó en la camilla de Gabriel, y me tomo la presión, al segundo llego otra enfermera a sacarme sangre. Papa me tomo de la cintura, y me guiaban para ir a mi habitación. Estoy en este momento entrando en un túnel donde sentía que nunca llegaría a casa, pensaba en todas las cosas que hice antes por diversión, pero ahora vivo una pesadilla, que espero que sea simplemente eso, y despertar termine con ella. No pude decirle adiós a Gabriel, pero ya sabia que su numero era treinta y seis, y la mia era la sesenta y dos. Había un brillo que trataba de iluminar mi vida, mi cerebro, había tanta oscuridad, tanta tristeza oculta, cuando la gente que yo amo se de cuente de lo que tengo y en lo que me convertiré tendre miedo de su miedo. He visto tantas películas de esas en las que alguien tiene cáncer o una enfermedad terminal, tengo miedo de no querer luchar por mi vida, miedo a no querer salir de esa comodidad en mi mente y querer rendirme. Tengo solo pocos momentos en mi vida, que valen la pena ser contados. Qué tal si no lleguen mas momentos asi y muera sin haber vivido mi vida. He viajado mucho para que termine asi. Mi mente viaja por lugares muy profundos de mi alma, siento eterna la llegada  a mi habitación. Solo escucho bulla de afuera, tanta que no se en cual enfocarme. Mis papas respetan mi silencio, saben que quiero aclarar mejor las cosas pero que tal si no quiero saberlo y seguir así, viajando por la vida solo por viajar sin rumbo, porque la verdad asi me siento. –mary quieres desayunar, el doctor dice que no tienes dieta-. –Si mam, -dije para romper el silencio de aquella blanca habitación. Tengo una terraza, con hermosas flores, no tengo nada que perder ni ganar ahora, solo disfrutar de su belleza y el canto de los pájaros, es hermosa; la única que no me altera, la única que no se siente como bulla. –pero, creo que todos necesitamos una ducha—si, papa, pero no tengo ropa-.Mama ira a la casa y yo a comprar el desayuno, y tu te quedaras aqui con la enfermera mientra te terminan de revisar-. No  soportaba la idea de que tuvieran que sacarme sangre o que alguien estuviera tan cerca de mi, como esta enfermera. Mis papas salieron de la habitacion, y tuve el descaro de preguntarle en el oído a una de las enfermeras, de quien era Gabriel.-te gusta verdad?-,-no!, simplemente tengo curiosidad-.y ahí empezó la historia mas fasinante e interesante que había escuchacho antes.- Se llama Gabriel Cole y tiene doce años, su mama, no sabemos nada de ella. Vino hace seis meses y desde entonces vive aquí, su papa es Señor Cole,no pudo soportar verlo enfermo entonces pago para que viviera aquí, y se fue. Viene a visitarlo una vez a la semana pero tiene dos semanas sin venir.es un buen muchacho, no le vendría mal una amiga, ahora que no tiene a nadie-.no  puedo creer que su familia lo haya abandonado. No me imagino vivir sin mi mama o sin mi papa, seria horrible.-Bueno he terminado contigo, el doctor Collins vendrá en un rato, descansa-. Salieron por la puerta dejándome sola.
Eugene Aug 2017
"Hoy! Bata! Magpapakamatay ka ba?"

"Magpapakamatay ka nga e. Buhay nga naman o!"

"Sigurado ka na ba sa gagawin mo, bata? May maghahahanap ba sa iyo kapag nawala ka? May magluluksa ba sa bangkay mo kapag namatay ka?"

"Bata ka pa. Alam kong marami ka pang pangarap sa buhay mo. Kung may magulang ka pa at mga kapatid, sana naiisip mo rin sila. Sana mararamdaman mo rin ang mararamdaman nila kapag nalaman nilang magtatangka kang magpakamatay. Isipin mo bata."

"Kung desidido ka na at sa isip mo ay wala ng nagmamahal sa iyo, sige.. ituloy mo ang pagpapakamatay mo. Basta iyong pakatandaan na sa bawat yugto ng ating buhay, minsan lang tayo binigyan ng pagkakataong itama ang kung ano mang pagkakamaling nagawa natin. Wala tayong karapatang wakasan ang buhay na ipinagkaloob sa atin ng Maykapal. Sige, bata. Mauna na ako. Advance rest in peace."

Dinig na dinig ko pa ang paghampas ng malalakas na alon sa baybayin nang mga sandaling iyon. Naalala ko pang nababasa na rin ang aking mukha sa bawat tubig-alat na dumadampi sa akin noong mga panahong tinangka kong magpakamatay.

Gusto kong wakasan ang aking buhay.
Gusto kong malunod.
Gusto kong tangayin ng mga alon ang aking katawan.
Gusto kong mapuno ng tubig-alat ang aking ilong at bunganga hanggang sa mawalan na ako ng hininga at unti-unting bumulusok pailalim sa kailaliman ng dagat.

Ngunit... ang salitang binitiwan ng isang taong iyon ang nagsilbing leksiyon sa akin na pahalagahan pa ang aking buhay at ang mga taong nagmahal sa akin.

"Kung desidido ka na at sa isip mo ay walang nagmamahal sa iyo, sige, ituloy mo ang pagpapakamatay mo. Basta iyong pakatandaan na sa bawat yugto ng ating buhay, minsan lang tayo binigyan ng pagkakataong itama ang kung ano mang pagkakamaling nagawa natin. Wala tayong karapatang wakasan ang buhay na ipinagkaloob sa atin ng Maykapal."

Noon, akala ko ang pagpapakamatay ang solusyon upang takasan ko ang dagok sa aking buhay. Nawalan ako ng tunay na ina. Namatayan ako ng ama. Pinagmalupitan ako ng aking madrasta. Hindi ako minahal ng mga kapatid ko sa ama. Kaya naglayas ako at napadpad sa baybaying dagat at doon ay naisipan ko na lamang na magpatiwakal.

Nawalan man ako ng magulang pero alam kung may nagmamahal pa rin sa akin. Hindi ko sila kadugo pero lagi silang nariyan para palakasin ang loob ko. Sila ang mga tinatawag kong mga kaibigan.
Pagkatapos ng nangyari noong pagtatangka ko ay ipinagpatuloy ko ang aking buhay. Sa tulong ng aking mga kaibigan ay nagtagumpay akong maging masaya.

Hindi ako nag-iisa. Tinulungan din nila akong magbalik-loob sa Diyos. Ang mga nagawa nila ay isang napakalaking biyaya sa akin.

"Kung sa tingin mo ay hindi mo na kaya, magsabi ka lang. Kaming bahala sa iyo," naalala kong sabi ni Jem.

"Kaibigan mo kami. Huwag kang mahiyang magkuwento sa amin. Promise, makikinig kami," pag-aalo sa akin noon ni Jinky.

"Hindi lang ikaw ang may pinakamabigat na suliranin sa mundo, Igan. May mas mabigat pa sa pinagdaraanan mo. Tiwala lang na makakayanan mo ang lahat," kumpiyansa namang wika ni Kuya Ryan.

"Kalimutan mo ang mga bagay na nagpapadagdag lang ng kalungkutan diyan sa puso mo. Tandaan mo, ang Diyos ay laging nakaakbay sa iyo. Nandito ako. Narito kaming mga kaibigan mo. Tutulungan ka naming bumangon," nakangiting saad ni Charm.

"Huwag ka na ulit magtangkang magpakalunod sa dagat ha? Kapag ginawa mo ulit iyon, kami na ang lulunod sa iyo. Ha-ha. Biro lang. Lakasan mo ang loob mo. Hindi ka nag-iisa," ang loko-lokong wika ni Otep.

Sa tuwing maalala ko ang mga kataga at salitang galing sa mga tunay kong kaibigan, panatag palagi ang loob ko na hindi ko na uulitin ang nangyaring iyon sa buhay ko. Papahalagahan ko ang hiram na buhay na ipinagkaloob sa akin ng Maykapal. Gagawin ko ang lahat upang maging masaya.

Narito ako ngayon sa Manila Bay at naglalakad-lakad. Gusto ko lang sariwain ang mga alaalang naging tulay noon upang pahalagahan ang buhay ko ngayon. Hindi man lamang ako nakapagpasalamat sa taong sumaway sa akin noon. Kung may pagkakataong makita ko man siya ay taos-puso akong magpapasalamat sa kaniya.

Pinagmasdan ko ang karagatan. Wala pang isang minuto akong naroon ay may nahagip ng mga mata ako ang isang babae na dumaan sa harapan ko. Patungo siya sa mabatong bahagi. Tila wala siya sa kaniyang sarili.

Nilingon ko ang paligid. Wala man lamang nakapansin sa kaniya. At wala ngang masyadong tao na naroon nang mga oras na iyon.

Mukhang magpapakamatay yata siya. Alam ko ang eksenang ito. Kung dati ako ang nasa posisyon niya, ngayon naman ay ang babaeng ito. At dahil ayokong may mangyaring masama sa kaniya, ako naman ngayon ang gagawa ng paraan para matulungan siya.

"Miss, magpapakamatay ka ba?" hindi niya ako nilingon.

"Magpapakamatay ka nga. Sigurado ka na ba sa gagawin mo?" lumingon siya sa akin at kitang-kita ko ang luhaan niyang mukha.

"Alam ba ng pamilya mo ang gagawin mo? Alam mo ba ang mararamdaman ng ina at ama mo kapag nawala ka? Sa tingin mo ba ay tama ang gagawin mo?" nakita kong napabuntong-hininga siya na tila nag-iisip sa mga ibinabatong tanong ko.

"Napagdaanan ko na rin iyan at diyan din mismo sa mga batong iyan ako dapat na magpapakamatay. Pero... hindi ko itinuloy. Alam mo ba kung bakit?" tumingin siya sa gawi ko at nagtama ang aming paningin. Parehong nangungusap.

"Ba-bakit?" nauutal niyang tanong sa akin.

"Bakit? Dahil wala tayong karapatang wakasan ang buhay na ipinagkaloob sa atin ng Maykapal. Ang buhay natin ay mahalaga. Sana maisip mo iyon. Hindi pa huli ang lahat para itama ang mga bagay na sa tingin mo ay mali o nagawa mo. Hiram lamang ang buhay natin. Magtiwala ka, Miss. Mahal tayo ng Panginoon. Mahal niya ang buhay natin. At alam kong mahal mo rin ang buhay mo," iyon ang mga huling katagang binitiwan ko saka ako tumalikod sa kaniya.

Hindi pa man ako nakakahakbang ay narinig kong tinawag niya ako. At nang lumingon ako ay bigla na lamang niya akong niyakap.

**

Ang pangalan niya ay Yssa at siya lang naman ang babaeng tinulungan ko tatlong buwan na ang nakararaan. Siya lang naman ngayon ang kasintahan ko. Pareho kaming nagtangkang wakasan ang aming buhay, ngunit pareho din naming napagtantong hiram lamang ito at dapat na mahalin namin. Sinong mag-aakala na kami ang magkakatuluyan sa huli?
Marge Redelicia Jul 2015
naririnig mo ba?
ang bell ni manong na nagtitinda ng ice cream.
ang mga huni ng iba't ibang klase ng ibon.
ang mga harurot ng mga ikot jeep.
naririnig mo ba?
ang mga tawanan ng mga magkakaibigan
mga kuwentuhan, mga tanong at makabuluhang talakayan.
naririnig mo ba?
ang mga lapis at bolpen ng mga estudyante
na kumakayod sa mga papel:
husay
sa bawat ukit.
naririnig mo ba?
ang mga yapak ng mga iba't ibang klase ng Pilipino at talino
sa kalyeng binudburan ng mga dahong acacia
dangal
sa bawat apak at kumpas ng kamay,
sa bawat hinga.

naririnig mo ba?
ang mga salitang mapanlinlang, mapang-alipusta
ang mga sigaw sa sakit,
hiyaw sa hapdi, dahil sa
mga hampas at palo
ang mga tama ng mga kamao
naririnig mo ba?
ang mga iyak
ang mga hikbi ng mga kaibigan
para sa mga kapatid nilang nasaktan.
ang mga hagulgol ng mga magulang
na nawalan ng anak:
mga puso, mga pamilyang
hindi na buo.
wasak,
nasira na.

naririnig mo ba?
ang mga boses na nananawagan na
"tama na"
"utang na loob, itigil niyo na"
kasi
hanggang kailan pa
tutugtog ang ng paulit-ulit-ulit
ang sirang plaka ng karahasan
na patuloy na naririnig sa panahong ito
mula pa sa mga nagdaang dekada?

nakakalungkot, hindi, nakakasuklam
ang mga mapaminsalang kaganapan na nangyayari
sa ating mahal na pamantasan.
ang tawag sa atin ay mga
iskolar ng bayan,
para sa
bayan
pero paano tayo mabubuhay nang para sa iba
kung paminsan hindi nga makita ang
pagmamahal at respeto sa atin mismo,
mga kapwang magkaeskwela.

hahayaan na lang ba natin ang ating mga sarili
na magpadala sa indak ng
karumaldumal na kanta ng kalupitan?
hahayaan na lang ba ang mga isipan na matulog.
hahayaan na lang ba ang mga puso na magmanhid.
kailan pa?
tama na!
nabibingi na ang ating mga tenga.
nandiri. nagsasawa.
oras na para itigil ang pagtugtog ng mga nota.
oras na para tapusin ang karahasan.
oras na para talunin ang apatya at walang pagkabahala.
oras na para sa hustisya.
oras na para sa ating lahat,
estudyante man o hindi, may organisasyon man o wala
na tumayo, makilahok at umaksyon
para pahilumin ang sakit,
para itama ang mali.
oras na para sindihan ang liwanag dito sa diliman.
oras na para mabuhay ang pag-asa ng bayan.
a spoken word poem against fraternity-related violence
astrid Feb 2019
6th of december, 2018.

“Pinagtagpo ngunit hindi itinadhana.” Madalas kong naririnig ‘yan, palagay ko’y ikaw rin. Pero kung iisipin, napakarami nating mga taong natatagpuan na nakatakda ring umalis. Ang ilan ay babalik, ang ilan ay maglalaho na lang. Hindi ko alam kung saan ka riyan nabibilang. Walang pakiramdaman, walang pakialamanan, walang pakundangang naghahanap ng mga bagay para pilit kang makalimutan. Gigising ako nang nakangiti, masaya, at ang nasa isip ay
“kakalimutan na kita,” ngunit kahit kailan ay hindi ‘yan nagkatotoo. Ang pag-asang makaahon sa ‘yo ay palabo nang palabo. Sa bawat gabing nagdaan, napapatanong ako kung saan na naman ako nagkamali. Saan na naman ako nagkulang? Saan na naman ako kinapos? O baka naman sumobra? Paikot-ikot ang mga mata sa lugar kung saan tayo huling nagkita. Saan mo ako iniwan? Pareho tayo ng pinupuntahan, pero hindi ko na alam kung paano pa babalik. Hindi kita mahagilap; ang tanging palatandaan ko para makabalik ay hindi ko na mahagilap. Dahil naglaho ka sa isang iglap. Hindi ko na alam kung paano pa babalik. Dahil hindi pa kita nakikita.

Ilang eskinita lang naman ang pagitan nating dalawa. Nariyan ang mga tricycle para mahatid akong muli sa bahay ko. Nariyan ang mga dyip na pupwede kong masakyan para lang mapalayo sa ‘yo. Tayo’y palaging nasa ilalim ng parehong langit, aalis at uuwi sa iisang lugar ngunit hindi man lang kita makamit. Pareho ng sinasakyan, pareho ng mga dinadaanan. Iisa lang naman ang mga pinupuntahan natin, ngunit ang araw-araw kong biyahe ay naging ikaw na ang destinasyon. Nagbabakasakali lang naman akong baka matupad mo ang aking imahinasyong hindi ko na batid pa ang limitasyon. Sa bawat pag-alis ko ay nananalanging magkita tayo sa lalong madaling panahon.

Ngunit hindi ko pa rin alam kung paano babalik. Alam ko ang ruta, alam ko ang sasakyan. Ngunit ako mismo ang nagpupumigil. Dahil hindi mo ako tinutulak palayo. Hindi pa man tayo nagkikita, mas gugustuhin ko nang hilain mo ako paalis sa kung saan mo ako iniwan. O baka ang presensya mo lang ang hiling kong masilayan, para tuluyan na akong makalakad paalis sa piling mo. Hindi ko naman mapapantayan ang babaeng nagdala sa ‘yo sa tahanan mo— ni hindi ko nga alam kung paano umuwi sa dapat kong uwian. At sa bawat biyaheng sinusulong ko, hindi ko man lang naisip na baka mali ang daan na tinatahak ko. Iba pala ang langit na pinagmamasdan mo sa umaga, kahit ang mga bituing nais **** titigan sa gabi. Iba pala ang sinasakyan **** dyip sa bawat pag-uwi. Iba pala ang eskinitang napapadparan mo. Iba pala ang langit na sinisigawan mo ng pangalan niyang kaakibat na ng apilyedo mo. Iba pala ang inuuwian mo.

Pasensya na, tanga ang kasama mo. Mali, hindi mo pala ako “kasama” dahil kahit kailan ay hindi ka naman sumama. Hinayaan ko ang sariling maligaw sa mga mata mo. Hinayaan kong mawala ang isip sa mga salita **** nadadala ako sa ibang dimensyon ng mundo. Hinayaan kong magwala ang pusong binuhay mo— na bibitawan mo lang din pala, dahil masyado itong magulo. Ngayon lang ako nakalabas at hindi na muli pang magtatago, ngunit niligaw mo ako. Pasensya na, gagapangin ko pa ang sarili ko palayo sa ‘yo.

Hindi ko maintindihan kung paanong ako’y napadpad sa ‘yo kung hindi ko pa nasisilayan ang mga mata **** mapanlinlang, na kung saan ay nagpahatak pa rin ako— delikado, at muntik pa akong mabaldado. Huwag na sanang pahintulutan ng mundo na pagtagpuin pa tayo, dahil kung sakali ay baka hindi na ako umalis. At baka samahan pa kita kahit saan ka man papunta, kahit sa piling niya pa. At lalong hindi tayo isang halimbawa ng “Pinagtagpo ngunit hindi itinadhana”. Inaantay ko pa lang ang matagpuan kita, upang makaalis na ako.
m.r.
Gaby Comprés Feb 2018
hay un país en el mundo
colocado
en el mismo trayecto del sol.
y yo estoy en él.
intentando nadar en sus aguas de ron y morirsoñando,
intentando no ahogarme,
intentando volver al lugar de donde soy.
en las orillas del mar
de este país en el mundo
la arena cuenta la historia de aquellos que estuvieron antes de mí
de los barcos,
los barcos,
los barcos que dieron y robaron,
los barcos que me dieron mis rizos y mi nariz,
mi español y mi apellido.
hay un país en el mundo
colocado
en el mismo trayecto del sol.
y yo estoy en él,
con amor por sus lluvias de café y gente cálida,
sus calles y sus ríos,
playas y canciones.
hay un país en el mundo
colocado
en el mismo trayecto del sol.
y yo estoy en él,
temiendo por sus mujeres y su belleza,
temiendo por sus niñas,
temiendo por, y a, sus hombres sin amor.
hay un país en el mundo,
colocado
en el mismo trayecto del sol.
y yo estoy en él.
su tierra tiene más poemas de los que sabe leer,
más canciones de las que puede cantar,
más esperanza de la que ha perdido.
todavía hay esperanza
para este país en el mundo
colocado en el mismo trayecto del sol.
y yo estoy en él.
El césped. Desde la tribuna es un tapete verde. Liso, regular,
aterciopelado, estimulante. Desde la tribuna quizá crean que,
con semejante alfombra, es imposible errar un gol y mucho menos errar
un pase. Los jugadores corren como sobre patines o como figuras de
ballet. Quien es derrumbado cae seguramente sobre un colchón de
plumas, y si se toma, doliéndose, un tobillo, es porque el gesto
forma parte de una pantomima mayor. Además, cobran mucho dinero
simplemente por divertirse, por abrazarse y treparse unos sobre otros
cuando el que queda bajo ese sudoroso conglomerado hizo el gol
decisivo. O no decisivo, es lo mismo. Lo bueno es treparse unos sobre
otros mientras los rivales regresan a sus puestos, taciturnos, amargos,
cabizbajos, cada uno con su barata soledad a cuestas. Desde la tribuna
es tan disfrutable el racimo humano de los vencedores como el drama
particular de cada vencido. Por supuesto, ciertos avispados
espectadores siempre saben cómo hacer la jugada maestra y no
acaban de explicarse, y sobre todo de explicarlo a sus vecinos, por
qué este o aquel jugador no logra hacerla. Y cuando el
árbitro sanciona el penal, el espectador avispado también
intuye hacia qué lado irá el tiro, y un segundo
después, cuando el balón brinca ya en las redes, no
alcanza a comprender cómo el golero no lo supo. O acaso
sí lo supo y con toda deliberación se arrojó al
otro palo, en un alarde de masoquismo o venalidad o estupidez
congénita. Desde la tribuna es tan fácil. Se conoce la
historia y la prehistoria. O sea que se poseen elementos suficientes
como para comparar la inexpugnable eficacia de aquel zaguero
olímpico con la torpeza del patadura actual, que no acierta
nunca y es esquivado una y mil veces. Recuerdo borroso de una
época en que había un centre-half y un centre-forward,
cada uno bien plantado en su comarca propia y capaz de distribuir el
juego en serio y no jugando a jugar, como ahora, ¿no? El
espectador veterano sabe que cuando el fútbol se
convirtió en balompié y la ball en pelota y el dribbling
en finta y el centre-half en volante y el centre-forward en alma en
pena, todo se vino abajo y ésa es la explicación de que
muchos lleven al estadio sus radios a transistores, ya que al menos
quienes relatan el partido ponen un poco de emoción en las
estupendas jugadas que imaginan. Bueno, para eso les pagan,
¿verdad? Para imaginar estupendas jugadas y está bien.
Por eso, cuando alguien ha hecho un gol y después de los abrazos
y pirámides humanas el juego se reanuda, el locutor
idóneo sigue colgado de la "o" de su gooooooool, que en realidad
es una jugada suya, subjetiva, personal, y no exactamente del delantero
que se limitó a empujar con la frente un centro que, entre todas
las otras, eligió su cabeza. Y cuando el locutor idóneo
llega por fin al desenlace de la "ele" final de su gooooooool privado,
ya el árbitro ha señalado un orsai que favorece,
¿por qué no?, al locatario.

Es bueno contemplar alguna vez la cancha desde aquí, desde lo
alto. Así al menos piensa Benjamín Ferrés,
veintitrés años, digamos delantero de un Club Chico,
alguien últimamente en alza según los cronistas
deportivos más estrictos, y que hoy, después de empatarle
al Club Grande y ducharse y cambiarse, no se fue del estadio con el
resto del equipo y prefirió quedarse a mirar, desde la tribuna
ya vacía (sólo quedan los cafeteros y heladeros y
vendedores de banderitas, que recogen sus bártulos o tal vez
hacen cuentas) aquel campo en el que estuvo corriendo durante noventa
minutos e incluso convirtió uno, el segundo, de los dos goles
que le otorgan al Club Chico eso que suele llamarse un punto de oro.
Sí, desde aquí arriba el césped es una alfombra,
casi un paño verde como el del casino, con la importante
diferencia de que allá los números son fijos,
permanentes, y aquí (él, por ejemplo, es el ocho) cambian
constantemente de lugar y además se repiten. A lo mejor con el
flaco Suárez (que lleva el once prendido en la espalda)
podrían ser una de las parejas negras. O no. Porque de ambos,
sólo el Flaco es oscurito.

Ahora se levanta un viento arisco y las gradas de cemento son
recorridas por vasos de plástico, hojas de diario, talones de
entradas, almohadillas, pelotas de papel. Remolinos casi fantasmales
dan la falsa impresión de que las gradas se mueven, giran,
bailotean, se sacuden por fin el sol de la tarde. Hay papeles que suben
las escaleras y otros que se precipitan al vacío. A
Benjamín (Benja, para la hinchada) le sube una bocanada de
desconsuelo, de extraña ansiedad al enfrentarse, ¿por
primera vez?, con la quimera de cemento en estado de pureza (o de
basura, que es casi lo mismo) y se le ocurre que el estadio
vacío, desolado, es como un esqueleto de multitud, un eco
fantasmal de esa misma muchedumbre cuando ruge o aplaude o insulta o
agita banderas. Se pregunta cómo se habrá visto su gol
desde aquí, desde esta tribuna generalmente ocupada por las
huestes del adversario. Para los de abajo en la tabla, el estadio
siempre es enemigo: miles y miles de voces que los acosan, los
persiguen, los hunden, porque generalmente el que juega aquí, el
permanente locatario, es uno de los Grandes, y los de abajo sólo
van al estadio cuando les toca enfrentarlos, y en esas ocasiones apenas
si acarrean, en el mejor de los casos, algunos cientos de
fanáticos del barrio, que, aunque se desgañitan y agitan
como locos su única y gastada bandera, en realidad no cuentan,
es imposible que tapen, desde su islote de alaridos, el gran rugido de
la hinchada mayor. Desde abajo se sabe que existen, claro, y eso es
bueno, y de vez en cuando, cuando se suspende el juego por
lesión o por cambio de jugadores, los del Club Chico van con la
mirada al encuentro de aquel rinconcito de tribuna donde su bandera
hace guiños en clave, señales secretas como las del
truco. Y ésta es la mejor anfetamina, porque los llena de
saludable euforia y además no aparece en los controles
antidopping.

Hoy empataron, no está mal, se dice Benja, el número
ocho. Y está mejor porque todos sus huesos están enteros,
a pesar de la alevosa zancadilla (esquivada sólo por
intuición) que le dedicaran en el toletole previo al primer gol,
dos segundos antes de que el Colorado empujara nuevamente la globa con
el empeine y la colocara, inalcanzable, junto al poste izquierdo.
Después de todo, la playa es mía. Desde hace quince
años la vengo adquiriendo en pequeñas cuotas. Cuotas de
sol y dunas. Todos esos prójimos, prójimas y projimitos
que se ven tendidos sobre las rocas o bajo las sombrillas o corriendo
tras una pelota de engañapichanga o jugando a la paleta en una
cancha marcada en la arena con líneas que al rato se borran,
todos esos otros, están en la playa gracias a que yo les permito
estar. Porque la playa es mía. Mío el horizonte con
toninas remotas y tres barquitos a vela. Míos los peces que
extraen mis pescadores con mis redes antiguas, remendadas. El aire
salitroso y los castillos de arena y las aguas vivas y las algas que ha
traído la penúltima ola. Todo es mío.
¿Qué sería de mí, el número ocho,
sin estas mañanas en que la playa me convence de que soy libre,
de que puedo abrazar esta roca, que es mi roca mujer o tal vez mi roca
madre, y estirarme sin otros límites que mi propio límite
o hasta que siento las tenazas del cangrejo barcino sobre mi dedo
gordo? Aquí soy número ocho sin llevarlo en la espalda.
Soy número ocho sencillamente porque es mi identidad. Un cura o
un teniente o un payaso no necesitan vestir sotana o uniforme o traje
de colores para ser cura o teniente o payaso. Soy número ocho
aunque no lo lleve dibujado en el lomo y aunque ningún botija se
arrime a pedirme autógrafos, porque sólo se piden
autógrafos a los de los Clubes Grandes. Y creo que siempre
seré de Club Chico, porque me gusta amargarles la fiesta, no a
los jugadores que después de todo son como nosotros, sólo
que con más suerte y más guita, ni siquiera a la hinchada
grande por más que nos insulte cuando hacemos un fau y festeje
ruidosamente cuando el otro nos propina un hachazo en la canilla. Me
gusta arruinarles la fiesta, sobre todo a los dirigentes, esos
industriales bien instalados en su cochazo, en su piso de la Rambla y
en su mondongo, señores cuya gimnasia sabatina o dominical
consiste en sentarse muy orondos, arriba en el palco oficial, y desde
ahí ver cómo allá abajo nos reventamos, nos
odiamos, nos derretimos en sudores, y cuando sus jugadores ganan,
condescienden a llegar al vestuario y a darles una palmadita en el
hombro, disimulando apenas el asco que les provoca aquella piel
todavía sudada, y en cambio, cuando sus jugadores pierden, se
van entonces directamente a su casa, esta vez por supuesto sin ocultar
el asco. En verdad, en verdad os digo que yo ignoro si hacen eso, pero
me lo imagino. Es decir, tengo que imaginarlo así, porque una
cosa son las instrucciones del entrenador, que por supuesto trato de
cumplir si no son demasiado absurdas, y otra cosa son las instrucciones
que yo me doy, verbigracia vamo vamo número ocho hay que aguarle
la fiesta a ese presidente cogotudo, jactancioso y mezquino, que viene
al estadio con sus tres o cuatro nenes que desde ya tienen caritas de
futuros presidentes cogotudos. Bueno, no sé ni siquiera si tiene
hijos, pero tengo que imaginarlo así porque soy el número
ocho, insustituible titular de un Club Chico y, ya que cobro poco,
tengo que inventarme recompensas compensatorias y de esas recompensas
inventadas la mejor es la posibilidad de aguarle la fiesta al cogotudo
presidente del Grande, a fin de que el lunes, cuando concurra a su
Banco o a su banca, pase también su vergüenza rica, su
vergüenza suntuosa, así como nosotros, los que andamos en
la segunda mitad de la tabla, sufrimos, cuando perdemos, nuestra
vergüenza pobre. Pero, claro, no es lo mismo, porque los Grandes
siempre tienen la obligación de ganar, y los Chicos, en cambio,
sólo tenemos la obligación de perder lo menos posible. Y
cuando no ganamos y volvemos al barrio, la gente no nos mira con
menosprecio sino con tristeza solidaria, en tanto que al presidente
cogotudo, cuando vuelve el lunes a su Banco o a su banca, la gente, si
bien a veces se atreve a decirle qué barbaridad doctor porque
ustedes merecieron ganar y además por varios goles, en realidad
está pensando te jodieron doctor qué salsa les dieron
esos petizos. Por eso a mí no me importa ser número ocho
titular y que no me pidan autógrafos aquí en la playa ni
en el cine ni en Dieciocho. Los partidos no se ganan con
autógrafos. Se ganan con goles y ésos los sé
hacer. Por ahora al menos. También es un consuelo que la playa
sea mía, y como mía pueda recorrerla descalzo, casi
desnudo, sintiendo el sol en la espalda y la brisa en los ojos, o
tendiéndome en las rocas pero de cara al mar, consciente de que
atrás dejo la ciudad que me espía o me protege,
según las horas y según mi ánimo, y adelante
está esa llanura líquida, infinita, que me lame, me
salpica, a veces me da vértigo y otras veces me brinda una
insólita paz, un extraño sosiego, tan extraño que
a veces me hace olvidar que soy número ocho.
Alejandra. Lo extraño había sido que Benja conociera sus
manos antes que su rostro, o mejor aún, que se enamorara de sus
manos antes que de su rostro. Él regresaba de San Pablo en un
vuelo de Pluna. El equipo se había trasladado para jugar dos
amistosos fuera de temporada, pero Benja sólo había
participado en el primero porque en una jugada tonta había
caído mal y el desgarramiento iba a necesitar por lo menos cinco
días de cuidado, así que el preparador físico
decidió mandarlo a Montevideo para que allí lo atendieran
mejor. De modo que volvía solo. A la media hora de vuelo se
levantó para ir al baño y cuando regresaba a su sitio
tuvo la impresión de ser mirado pero él no miró.
Simplemente se sentó y reinició la lectura de Agatha
Christie, que le proponía un enigma afilado, bienhumorado y
sutil como todos los suyos.

De pronto percibió que algo singular estaba ocurriendo. En el
respaldo que estaba frente a él apareció una mano de
mujer. Era una mano delgada, de dedos largos y finos, con uñas
cuidadas pero sin color. Una mano expresiva, o quizá que
expresaba algo, pero qué. A los dos o tres minutos hizo
irrupción la otra mano, que era complementaria pero no igual.
Cada mano tenía su carácter, aunque sin duda
compartían una inquietante identidad. Benja no pudo continuar su
lectura. Adiós enigma y adiós Agatha. Las manos se
movían con sobriedad, se rozaban a veces. Él
imaginó que lo llamaban sin llamarlo, que le contaban una
historia, que le ofrecían respuestas a interrogantes que
aún no había formulado; en fin, que querían ser
asidas. Y lo más preocupante era que él también
quería asirlas, con todos los riesgos que un acto así
podía implicar, verbigracia que la dueña de aquellas
manos llamara inmediatamente a la azafata, o se levantara, enfrentada a
su descaro, y le propinara una espléndida bofetada, con toda la
vergüenza, adicional y pública, que semejante castigo
podía provocar. Hasta llegó a concebir, como un destello,
un título, a sólo dos columnas (porque era número
ocho, pero sólo de un Club Chico): conocido futbolista uruguayo
abofeteado en pleno vuelo por dama que se defiende de agresión
******.

Y sin embargo las manos hablaban. Sutiles, seductoras,
finísimas, dialogaban uña a uña, yema a yema, como
creando una espera, construyendo una expectativa. Y cuando fue ordenado
el ajuste de los cinturones de seguridad, desaparecieron para cumplir
la orden, pero de inmediato volvieron a poblar el respaldo y con ello a
convocar la ansiedad del número ocho, que por fin decidió
jugarse el todo por el todo y asumir el riesgo del ridículo, el
escándalo y el titular a dos columnas que acabaran con su
carrera deportiva. De modo que, tomada la difícil
decisión y tras ajustarse también él el
cinturón, avanzó su propia mano hacia los dedos
cautivantes, que en aquel preciso momento estaban juntos. Notó
un leve temblor, pero las manos no se replegaron. La suya
prolongó aquel extraño contacto por unos segundos, luego
se retiró. Sólo entonces las otras manos desaparecieron,
pero no pasó nada. No hubo llamada a la azafata ni bofetada.
Él respiró y quedó a la espera. Cuando el
avión comenzaba el descenso, una de las manos apareció de
nuevo y traía un papel, más bien un papelito, doblado en
dos. Benja lo recogió y lo abrió lentamente. Conteniendo
la respiración, leyó: 912437.

Se sintió eufórico, casi como cuando hacía un gol
sobre la hora y la hinchada del barrio vitoreaba su nombre y él
alzaba discretamente un brazo, nada más que para comunicar que
recibía y apreciaba aquel apoyo colectivo, aquel afecto, pero
los compañeros sabían que a él no le gustaba toda
esa parafernalia de abrazos, besos y palmaditas en el trasero, algo que
se había vuelto habitual en todas las canchas del mundo.
Así que cuando metía un gol sólo le tocaban un
brazo o le hacían desde lejos un gesto solidario. Pero ahora,
con aquel prometedor 912437 en el bolsillo, descendió del
avión como de un podio olímpico y diez minutos
después pudo mirar discretamente hacia la dueña de las
manos, que en ese instante abría su valija frente al funcionario
aduanero, y Benja comprobó que el rostro no desmerecía la
belleza y la seducción de las manos que lo habían enamorado.
Benja y Martín se encontraron como siempre en la pizzería
del sordo Bellini. Desde que ambos integraran el cuadrito juvenil de La
Estrella habían cultivado una amistad a prueba de balas y
también de codazos y zancadillas. Benja jugaba entonces de
zaguero y sin embargo había terminado en número ocho.
Martín, que en la adolescencia fuera puntero derecho, más
tarde (a raíz de una sustitución de emergencia, tras
lesiones sucesivas y en el mismo partido del golero titular y del
suplente) se había afincado y afirmado en el arco y hoy era uno
de los guardametas más cotizados y confiables de Primera A.

El sordo Bellini disfrutaba plenamente con la presencia de los dos
futbolistas. Él, que normalmente no atendía las mesas
sino que se instalaba en la caja con su gorra de capitán de
barco, cuando Martín y Benja aparecían, solos o
acompañados, de inmediato se arrimaba solícito a dejarles
el menú, a recoger los pedidos, a recomendarles tal o cual plato
y sobre todo a comentar las jugadas más notables o más
polémicas del último domingo.

Era algo así como el fan particular de Benja y Martín y
su caballito de batalla era hacerles bromas c
Chi Oct 2017
Mahal,

Naalala mo pa ba yung mga panahon na puro ngiti at saya?

Mga araw na puno ng kwentuhan, asaran at tawanan

Na hindi ko malaman

Kung saan nanggaling ang mga iyan

Naalala mo pa ba kung paano ko lagyan ng ngiti ang iyong mga labi

At tila nilagyan ng bituin ang iyong mga mata?

Naalala mo pa ba kung paano mo sinabi sa akin na gusto mo ako?

Tila hindi ka pa nga sigurado sa nadarama mo

Naalala mo pa ba nung tinanong mo ako kung pwede bang manligaw?

Tila nanlumo ka pa nga sa sagot ko.

At hindi nagtagal, ay unti unti mo din binitawan ang salitang “Mahal kita. Mahal na mahal kita”

Dahil ako? Naalala ko pa


Naalala ko pa kung paano tayo nagkakilala

Kung paano sinabi sa akin ng kaibigan mo, na gusto mo ako

Kung paano mismo nanggaling sa bibig mo, na gusto mo nga ako

Kung paano ko binigkas ang salitang “Mahal din kita”

Kung paano mo unti unting binabawi ang salitang “Mahal kita”

Dahil sabi mo,

Sabi mo pagod ka na, ayaw mo na, sawa ka na

Kung paano ako nagpakatanga, habang tinutulak ka sa babaeng gusto mo

Habang sinasabing “Kung saan ka masaya, duon ako

Kahit masakit, kakayanin ko”

At naalala ko pa, kung paano mo sinabing “Patawad, mahal pa din kita.”

Tinanggap kita.

Tinanggap ko lahat ng eksplenasyon at rason mo.

Lahat lahat, kahit ilang beses kong narinig na ang tanga ko

Dahil tinanggap kita, pero masisisi ba nila ako?

Masisisi ba nila ako kung mahal pa din kita?

Masisisi ba nila ako kung patuloy pa din akong umaasa na babalik yung tayo?

Hindi naman diba?

Kasi unang una sa lahat, hindi sila yung nagmahal

Hindi sila yung sinaktan at iniwan


Ilang gabi akong umiyak

Ilang gabi kong iniyakan ang paulit ulit na dahilan

Ilang beses akong nagpakatanga sa paulit ulit na rason

Ilang beses akong tinanong kung kaya ko pa ba?

Kung masaya pa ba ako?

Kung pagod na ba ako?

Hanggang saan yung kaya ko?

At duon ko natagpuan

Duon ko natagpuan ang sarili ko

Namamahinga sa pagitan ng “Mahal kita” at “Pagod na ako”


Pero mahal, masisisi mo ba ako kapag sinabi kong pagod na ako?

Masisisi mo ba ako kung sinabi ko sayong gusto kong magpahinga habang minamahal mo?

Kung ang gusto ko lang ay ipadama mo ulit sa akin ang nadarama mo?

Kung ang gusto ko lang kalimutan ang sakit na dinulot mo?

Kung pagod na ako kakaisip sa salitang “kayo”?

Kung pagod na ako kakaiyak dahil parang siya pa din ang gusto mo?

Kung lagi kong naiisip na baka kaya mo ako binalikan, dahil hindi ka niya gusto?

Mahal, wag **** iisipin na ayoko na sayo

Wag **** iisipin na kaya ko gustong magpahinga dahil pagod na ako

Dahil tulad ng sabi mo, kung pagod na ako, magpahinga ako

Kasi mahal, gusto kong magpahinga

Para muling madama ang init ng pagibig

Na tila ba sa akin ay iyong ipinagkait Muling masulyapan ang mga matang

Tila ba hinahanap ako sa libo libong tao


Mahal, patawad.

Mahal kita, pero pagod na ako

Pero hindi ibigsabihin nito ay palayain mo ako

Ibig kong sabihin, ipaglaban mo naman ako.

Ipaglaban mo naman ako, dahil pagod na ako.
Para sa’yo ito, Mahal ko.

Pagmulat ng iyong mga mata, kaninang umaga, ay nagising ka.
Nagising ka sa karagatan ng luha na nanggaling mismo sa iyong mga mata
Mga luha na tila itinakda para sa iyong pagdurusa
Kasama ang mga salitang “Kaya ko pa ba?”

“Kaya ko pa ba?”
Ang mga salitang itinatanong mo sa sarili mo noong ikaw ay umiiyak dahil sa ilang beses ka na niyang nabigo sa mga pangakong napako.
Sa iyong pagbangon ay iniisip mo siya.
Hanggang sa iyong pagtulog ay baon mo siya hanggang sa panaginip
At pinangalanan mo siyang “Pag-ibig”

Pag-ibig na itinuring **** totoo
Na pumuno ng kanyang pangalan sa likod ng iyong kuwaderno
Umaasang nakalimbag ang pangalan niyong dalawa sa palad ng isa’t isa

Pag-ibig na akala mo ay kukumpleto sa’yo
Ngunit siyang naging daan ng pagkawask mo

Pag-ibig na sumira sa paniniwala mo
Ang naging sanhi ng pagsabi mo ng mga salitang “Walang forever.”
At pinaniniwalaang ang pagmahal ay tila isang laro na maaaring may manalo ngunit laging may talo

Ngunit ito nga ba ang tunay na pag-ibig? Kung hindi, ano nga ba ito? Ano nga ba ang hugis ng pag-ibig?

Ang PAG-IBIG ay isang TATSULOK

Magsisimulang tumaas at umakyat sa tuwa
Ngunit pagkatapos ng ilang pagsubok
Ay magsisimula muli sa ibaba

Katulad na lamang ng isang pagbati na laging magtatapos sa paalam
Na tila kayo’y nagtagpo sa tuktok pagkat sa dulo kayo’y tinakda upang mawalay sa piling ng isa’t isa
Na kahit na ipinangako niyo sa isa’t isa ang walang hanggan ay narating niyo parin ang dulo.

Ang pag-ibig ay hindi tatsulok.

Ang PAG-IBIG ay isang PARISUKAT

Naroon ang pagmamahal sa bawat dalisdis
Ngunit sa bawat dulo ay magtatapos at maghahanap muli
At sa dami na ng pag-ibig na lumipas ay maaari mo nang iangkat ang pangalan nila sa isang malaking kahon na hugis parisukat

Ang pag-ibig ay hindi parisukat

Ang PAG-IBIG ay isang BILOG

Patuloy na umiikot sa sariling aksis at tila walang katapusan
Ngunit pag tinignan **** mabuti sa gitna ay ang landuyan nito ang sarili mo.
Na nagsasabing
“Mahal kita dahil maganda ka…”
Paano kapag tumanda ka na’t kumulubot ang iyong muka’t nawala ang kagandahan?
“Mahal kita dahil mabait ka..”
Paano kapag ang bait ay tila nawala sa mga pagsubok na inaasahang dumaan
Laging magkakaroon ng dahilan
Laging magkakaroon ng kondisyon

Ang pag-ibig ay hindi bilog

Ang PAG-IBIG ay isang PUSO

Patuloy na tumitibok para sa binabaybay niyang pagmamahal
Nagsasabi ng mga salitang matatamis at mabubulaklak
Pag-ibig na nakilala mo sa mundo at akala mo ay bibigyan ka na ng lahat ng iyong ninanais

Pero nagkamali ka. Ang puso ay napuno ng kiro’t biglang tumigil sa pagtibok. At tulad ng minsan nang umiinit na kape ay nanlamig. Ang iniwan nito ay mga sugat na hindi mo kayang pagalingin ng mag-isa. Ang pag-ibig ay hindi isang emosyon. Hindi ganito ang pag-ibig!

Ang PAG-IBIG ay isang KRUS

Ang Krus kung saan naganap ang pag-ibig. Pag-ibig kung saan ang pangako’y hindi napako pero ipinako. Pag-ibig na nagpakita ng sakripisyo upang maligtas ka lang sa kamatayan. Sabay ng aking pagkapako ay ang kapatawaran mo. Na kahit na ikaw dapat ang nasa posisyon ko ay ipinagdamot ko ang krus upang hindi ka na magdusa pa. Ito ang tunay na pag-ibig.

Ako ang una **** mangingibig na kahit na habang nililikha ko ang mga tala’t bitwin ay nasa isip kita.

Pag-ibig na lumikha sa’yo
Na kahit na itabi kita sa mga bulalakaw o alingawngaw ng mga nag-iingayan na kuliglig o sa bawat kariktan na madadaanan ay ikaw ang pinakamaganda sa lahat ng kariktan

Pag-ibig na talagang totoo
Na kahit na hindi ang pangalan ko ang pumuno sa likod ng iyong kwaderno ay minahal kita
At tuwing gumuguho ka na’y pinilit kong iangat ka sa iyong pagkabagsak

Pag-ibig na kukumpleto sa’yo
Tinanggal ko nga ang kasalanan mo, paano pa kaya ang mga puwang natititra sa loob ng iyong puso?

Ito ang hugis ng pag-ibig

Pagmulat ng iyong mga mata, kaninang umaga, ay nagising ka.
Ginisng kita sa katotohanan na ang mundo ay magsasabi sa’yo ng napakaraming salita
Pero mahal, ang salita ako ang pinakatotoo
Dahil kahit na ilang beses mo akong biguin, ang pangako ko ay kailanma’y hindi mapapako dahil ipinako na ito para sa’yo dalawang libong taon na ang nakalipas.
Ilang beses nang natanggihan ang pagkatok ko sa puso mo
Pero hindi parin ako sumuko, inaraw-araw ko ang pagkatok dito
Umaasang maiisipan **** bumalik sa ating tagpuan
Kaya kumakatok ako muli, Ang tanging katanungan ko lamang ngayon ay; Mahal, handa ka bang tanggapin ako?

Iyong iyo, Ang manlilikha mo
This piece is meant to be spoken.
Jean Cocteau es un ruiseñor mecánico a quien le ha dado cuerda Ronsard.

Los únicos brazos entre los cuales nos resignaríamos a pasar la vida, son los brazos de las Venus que han perdido los brazos.

Si los pintores necesitaran, como Delacroix, asistir al degüello de 400 odaliscas para decidirse a tomar los pinceles... Si, por lo menos, sólo fuesen capaces de empuñarlos antes de asesinar a su idolatrada Mamá...

Musicalmente, el clarinete es un instrumento muchísimo más rico que el diccionario.

Aunque se alteren todas nuestras concepciones sobre la Vida y la Muerte, ha llegado el momento de denunciar la enorme superchería de las "Meninas" que -siendo las propias "Meninas" de carne y hueso- colgaron un letrerito donde se lee Velázquez, para que nadie descubra el auténtico y secular milagro de su inmortalidad.

Nadie escuchó con mayor provecho que Debussy, los arpegios que las manos traslúcidas de la lluvia improvisan contra el teclado de las persianas.

Las frases, las ideas de Proust, se desarrollan y se enroscan, como las anguilas que nadan en los acuarios; a veces deformadas por un efecto de refracción, otras anudadas en acoplamientos viscosos, siempre envueltas en esa atmósfera que tan solo se encuentra en los acuarios y en el estilo de Proust.

¡La "Olimpia" de Manet está enferma de "mal de Pott"! ¡Necesita aire de mar!... ¡Urge que Goya la examine!...

En ninguna historia se revive, como en las irisaciones de los vidrios antiguos, la fugaz y emocionante historia de setecientos mil crepúsculos y auroras.

¡Las lágrimas lo corrompen todo! Partidarios insospechables de un "régimen mejorado", ¿tenemos derecho a reclamar una "ley seca" para la poesía... para una poesía "extra dry", gusto americano?

Todo el talento del "douannier" Rousseau estribó en la convicción con que, a los sesenta años, fue capaz de prenderse a un biberón.

La disección de los ojos de Monet hubiera demostrado que Monet poseía ojos de mosca; ojos forzados por innumerables ojitos que distinguen con nitidez los más sutiles matices de un color pero que, siendo ojos autónomos, perciben esos matices independientemente, sin alcanzar una visión sintética de conjunto.

Las frases de Oscar Wilde no necesitan red. ¡Lástima que al realizar sus más arriesgadas acrobacias, nos dejen la incertidumbre de su ****!

El cúmulo de atorrantismo y de burdel, de uso y abuso de limpiabotas, de sensiblería engominada, de ojo en compota, de retobe y de tristeza sin razón -allí está la pampa... más allá el indio... la quena... el tamboril -que se espereza y canta en los acordes del tango que improvisa cualquier lunfardo.

Es necesario procurarse una vestimenta de radiógrafo (que nos proteja del contacto demasiado brusco con lo sobrenatural), antes de aproximarnos a los rayos ultravioletas que iluminan los paisajes de Patinir.

No hay crítico comparable al cajón de nuestro escritorio.

Entre otras... ¡la más irreductible disidencia ortográfica! Ellos: Padecen todavía la superstición de las Mayúsculas.

Nosotros: Hace tiempo que escribimos: cultura, arte, ciencia, moral y, sobre todo y ante todo, poesía.

Los cubistas cometieron el error de creer que una manzana era un tema menos literario y frugal que las nalgas de madame Recamier.

¡Sin pie, no hay poesía! -exclaman algunos. Como si necesitásemos de esa confidencia para reconocerlos.

Esos tinteros con un busto de Voltaire, ¿no tendrán un significado profundo? ¿No habrá sido Voltaire una especie de Papa (*****) de la tinta?

En música, al pleonasmo se le denomina: variación.

Seurat compuso los más admirables escaparates de juguetería.

La prosa de Flaubert destila un sudor tan frío que nos obliga a cambiarnos de camiseta, si no podemos recurrir a su correspondencia.

El silencio de los cuadros del Greco es un silencio ascético, maeterlinckiano, que alucina a los personajes del Greco, les desequilibra la boca, les extravía las pupilas, les diafaniza la nariz.

Los bustos romanos serían incapaces de pensar si el tiempo no les hubiera destrozado la nariz.

No hay que admirar a Wagner porque nos aburra alguna vez, sino a pesar de que nos aburra alguna vez.

Europa comienza a interesarse por nosotros. ¡Disfrazados con las plumas o el chiripá que nos atribuye, alcanzaríamos un éxito clamoroso! ¡Lástima que nuestra sinceridad nos obligue a desilusionarla... a presentarnos como somos; aunque sea incapaz de diferenciarnos... aunque estemos seguros de la rechifla!

Aunque la estilográfica tenga reminiscencias de lagrimatorio, ni los cocodrilos tienen derecho a confundir las lágrimas con la tinta.

Renán es un hombre tan bien educado que hasta cuando cree tener razón, pretende demostrarnos que no la tiene.

Las Venus griegas tienen cuarenta y siete pulsaciones. Las Vírgenes españolas, ciento tres.

¡Sepamos consolarnos! Si las mujeres de Rubens pesaran 27 kilos menos, ya no podríamos extasiarnos ante los reflejos nacarados de sus carnes desnudas.

Llega un momento en que aspiramos a escribir algo peor.

El ombligo no es un órgano tan importante como imaginan ustedes... ¡Señores poetas!

¿Estupidez? ¿Ingenuidad? ¿Política?... "Seamos argentinos", gritan algunos... sin advertir que la nacionalidad es algo tan fatal como la conformación de nuestro esqueleto.

Delatemos un onanismo más: el de izar la bandera cada cinco minutos.

Lo primero que nos enseñan las telas de Chardin es que, para llegar a la pulcritud, al reposo, a la sensatez que alcanzó Chardin, no hay más remedio que resignarnos a pasar la vida en zapatillas.

Facilísimo haber previsto la muerte de Apollinaire, dado que el cerebro de Apollinaire era una fábrica de pirotecnia que constantemente inventaba los más bellos juegos de artificio, los cohetes de más lindo color, y era fatal que al primero que se le escapara entre el fango de la trinchera, una granada le rebanara el cráneo.

Los esclavos miguelangelescos poseen un olor tan iodado, tan acre que, por menos paladar que tengamos basta gustarlo alguna vez para convencerse de que fueron esculpidos por la rompiente. (No me refiero a los del Louvre; modelados por el mar, un día de esos en que fabrica merengues sobre la arena).

¡La opinión que se tendrá de nosotros cuando sólo quede de nosotros lo que perdura de la vieja China o del viejo Egipto!

¡Impongámosnos ciertas normas para volver a experimentar la complacencia ingenua de violarlas! La rehabilitación de la infidelidad reclama de nosotros un candor semejante. ¡Ruboricémonos de no poder ruborizarnos y reinventemos las prohibiciones que nos convengan, antes de que la libertad alcance a esclavizarnos completamente!

El cemento armado nos proporciona una satisfacción semejante a la de pasarnos la mano por la cara, después de habernos afeitado.

¡Los vidrios catalanes y las estalactitas de Mallorca con que Anglada prepara su paleta!

Los cubistas salvaron a la pintura de las corrientes de aire, de los rayos de sol que amenazaban derretirla pero -al cerrar herméticamente las ventanas, que los impresionistas habían abierto en un exceso de entusiasmo- le suministraron tal cúmulo de recetas, una cantidad tan grande de ventosas que poco faltó para que la asfixiaran y la dejasen descarnada, como un esqueleto.

Hay poetas demasiado inflamables. ¿Pasan unos senos recién inaugurados? El cerebro se les incendia. ¡Comienza a salirles humo de la cabeza!

"La Maja Vestida" está más desnuda que la "maja desnuda".

Las telas de Velázquez respiran a pleno pulmón; tienen una buena tensión arterial, una temperatura normal y una reacción Wasserman negativa.

¡Quién hubiera previsto que las Venus griegas fuesen capaces de perder la cabeza!

Hay acordes, hay frases, hay entonaciones en D'Annunzio que nos obligan a perdonarle su "fiatto", su "bella voce", sus actitudes de tenor.

Azorín ve la vida en diminutivo y la expresa repitiendo lo diminutivo, hasta darnos la sensación de la eternidad.

¡El Arte es el peor enemigo del arte!... un fetiche ante el que ofician, arrodillados, quienes no son artistas.

Lo que molesta más en Cézanne es la testarudez con que, delante de un queso, se empeña en repetir: "esto es un queso".

El espesor de las nalgas de Rabelais explica su optimismo. Una visión como la suya, requiere estar muellemente sentada para impedir que el esqueleto nos proporcione un pregusto de muerte.

La arquitectura árabe consiguió proporcionarle a la luz, la dulzura y la voluptuosidad que adquiere la luz, en una boca entreabierta de mujer.

Hasta el advenimiento de Hugo, nadie sospechó el esplendor, la amplitud, el desarrollo, la suntuosidad a que alcanzaría el genio del "camelo".

Es tanta la mala educación de Pió Baroja, y es tan ingenua la voluptuosidad que siente Pío Baroja en ser mal educado, que somos capaces de perdonarle la falta de educación que significa llamarse: Pío Baroja.

No hay que confundir poesía con vaselina; vigor, con camiseta sucia.

El estilo de Barres es un estilo de onda, un estilo que acaba de salir de la peluquería.

Lo único que nos impide creer que Saint Saens haya sido un gran músico, es haber escuchado la música de Saint Sáéns.

¿Las Vírgenes de Murillo?

Como vírgenes, demasiado mujeres.

Como mujeres, demasiado vírgenes.

Todas las razones que tendríamos para querer a Velázquez, si la única razón del amor no consistiera en no tener ninguna.

Los surtidores del Alhambra conservan la versión más auténtica de "Las mil y una noches", y la murmuran con la fresca monotonía que merecen.

Si Rubén no hubiera poseído unas manos tan finas!... ¡Si no se las hubiese mirado tanto al escribir!...

La variedad de cicuta con que Sócrates se envenenó se llamaba "Conócete a ti mismo".

¡Cuidado con las nuevas recetas y con los nuevos boticarios! ¡Cuidado con las decoraciones y "la couleur lócale"! ¡Cuidado con los anacronismos que se disfrazan de aviador! ¡Cuidado con el excesivo dandysmo de la indumentaria londinense! ¡Cuidado -sobre todo- con los que gritan: "¡Cuidado!" cada cinco minutos!

Ningún aterrizaje más emocionante que el "aterrizaje" forzoso de la Victoria de Samotracia.

Goya grababa, como si "entrara a matar".

El estilo de Renán se resiente de la flaccidez y olor a sacristía de sus manos... demasiado aficionadas "a lavarse las manos".

La Gioconda es la única mujer viviente que sonríe como algunas mujeres después de muertas.

Nada puede darnos una certidumbre más sensual y un convencimiento tan palpable del origen divino de la vida, como el vientre recién fecundado de la Venus de Milo.

El problema más grave que Goya resolvió al pintar sus tapices, fue el dosaje de azúcar; un terrón más y sólo hubieran podido usarse como tapas de bomboneras.

Los rizos, las ondulaciones, los temas "imperdibles" y, sobre todo, el olor a "vera violetta" de las melodías italianas.

Así como un estiló maduro nos instruye -a través de una descripción de Jerusalén- del gesto con que el autor se anuda la corbata, no existirá un arte nacional mientras no sepamos pintar un paisaje noruego con un inconfundible sabor a carbonada.

¿Por qué no admitir que una gallina ponga un trasatlántico, si creemos en la existencia de Rimbaud, sabio, vidente y poeta a los 12 años?

¡El encarnizamiento con que hundió sus pitones, el toro aquél, que mató a todos los Cristos españoles!

Rodin confundió caricia con modelado; espasmo con inspiración; "atelier" con alcoba.

Jamás existirán caballos capaces de tirar un par de patadas que violenten, más rotundamente, las leyes de la perspectiva y posean, al mismo tiempo, un concepto más equilibrado de la composición, que el par de patadas que tiran los heroicos percherones de Paolo Uccello.

Nos aproximamos a los retratos del Greco, con el propósito de sorprender las sanguijuelas que se ocultan en los repliegues de sus golillas.

Un libro debe construirse como un reloj, y venderse como un salchichón.

Con la poesía sucede lo mismo que con las mujeres: llega un momento en que la única actitud respetuosa consiste en levantarles la pollera.

Los críticos olvidan, con demasiada frecuencia, que una cosa es cacarear, otra, poner el huevo.

Trasladar al plano de la creación la fervorosa voluptuosidad con que, durante nuestra infancia, rompimos a pedradas todos los faroles del vecindario.

¡Si buena parte de nuestros poetas se convenciera de que la tartamudez es preferible al plagio!

Tanto en arte, como en ciencia, hay que buscarle las siete patas al gato.

El barroco necesitó cruzar el Atlántico en busca del trópico y de la selva para adquirir la ingenuidad candorosa y llena de fasto que ostenta en América.

¿Cómo dejar de admirarla prodigalidad y la perfección con que la mayoría de nuestros poetas logra el prestigio de realizar el vacío absoluto?

A fuerza de gritar socorro se corre el riesgo de perder la voz.

En los mapas incunables, África es una serie de islas aisladas, pero los vientos hinchan sus cachetes en todas direcciones.

Los paréntesis de Faulkner son cárceles de negros.

Estamos tan pervertidos que la inhabilidad de lo ingenuo nos parece el "sumun" del arte.

La experiencia es la enfermedad que ofrece el menor peligro de contagio.

En vez de recurrir al whisky, Turner se emborracha de crepúsculo.

Las mujeres modernas olvidan que para desvestirse y desvestirlas se requiere un mínimo de indumentaria.

La vida es un largo embrutecimiento. La costumbre nos teje, diariamente, una telaraña en las pupilas; poco a poco nos aprisiona la sintaxis, el diccionario; los mosquitos pueden volar tocando la corneta, carecemos del coraje de llamarlos arcángeles, y cuando deseamos viajar nos dirigimos a una agencia de vapores en vez de metamorfosear una silla en un trasatlántico.

Ningún Stradivarius comparable en forma, ni en resonancia, a las caderas de ciertas colegialas.

¿Existe un llamado tan musicalmente emocionante como el de la llamarada de la enorme gasa que agita Isolda, reclamando desesperadamente la presencia de Tristán?

Aunque ellos mismos lo ignoren, ningún creador escribe para los otros, ni para sí mismo, ni mucho menos, para satisfacer un anhelo de creación, sino porque no puede dejar de escribir.

Ante la exquisitez del idioma francés, es comprensible la atracción que ejerce la palabra "merde".

El adulterio se ha generalizado tanto que urge rehabilitarlo o, por lo menos, cambiarle de nombre.

Las distancias se han acortado tanto que la ausencia y la nostalgia han perdido su sentido.

Tras todo cuadro español se presiente una danza macabra.

Lo prodigioso no es que Van Gogh se haya cortado una oreja, sino que conservara la otra.

La poesía siempre es lo otro, aquello que todos ignoran hasta que lo descubre un verdadero poeta.

Hasta Darío no existía un idioma tan rudo y maloliente como el español.

Segura de saber donde se hospeda la poesía, existe siempre una multitud impaciente y apresurada que corre en su busca pero, al llegar donde le han dicho que se aloja y preguntar por ella, invariablemente se le contesta: Se ha mudado.

Sólo después de arrojarlo todo por la borda somos capaces de ascender hacia nuestra propia nada.

La serie de sarcófagos que encerraban a las momias egipcias, son el desafío más perecedero y vano de la vida ante el poder de la muerte.

Los pintores chinos no pintan la naturaleza, la sueñan.

Hasta la aparición de Rembrandt nadie sospechó que la luz alcanzaría la dramaticidad e inagotable variedad de conflictos de las tragedias shakespearianas.

Aspiramos a ser lo que auténticamente somos, pero a medida que creemos lograrlo, nos invade el hartazgo de lo que realmente somos.

Ambicionamos no plagiarnos ni a nosotros mismos, a ser siempre distintos, a renovarnos en cada poema, pero a medida que se acumulan y forman nuestra escueta o frondosa producción, debemos reconocer que a lo largo de nuestra existencia hemos escrito un solo y único poema.
¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas de hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!
Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
(que me contaran
viejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima 
que yo no tenga siquiera una espada!
Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!Sin embargo...
                            en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.
Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente al través de la ventana.

Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y le digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.
Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por el cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!
poetnamasakit Oct 2015
Simula sa unang pagupo ng puwet ko sa tagayan
Nakita ko sa mga mata mo ang saya ng isang misteryosong lalaki
Mga mata **** nakatitig sakin
Habang sinasabi mo sakin na “baka may magalit na iba?”
Ang sabi ko’y “wala”
Tinuloy mo ang usapan sa salitang “okay ka lang ba?”
Ang sabi ko’y “oo, basta kasama kita.”

Natataranta ako tuwing ika’y mananahimik pagkatapos **** magsalita
Nangangamba ako na baka may nasabi akong kakaiba na hindi ko natantsa
Nagpaliwanag kang “hindi ganto lang talaga ko”
Naisip ko na baka kasi lasing ka na
Ang sabi mo nama’y “hindi, kaya ko pa.”

Ako din.. Kaya ko pa.
Kaya ko pa….
Alam mo ang hindi ko kaya?
Yang mga mata **** nakatitig sa mga mata ko
Na parang ayaw mo kong mawala sa tabi mo
Yung mga kamay mo na naglalaro sa balikat ko
Yung mga haplos mo na tila sinasabing “ikaw ang gusto ko”

Hanggang sa ikinagulat ko na nagmula mismo sa bibig  mo
“Gusto kita.”
Hindi ko alam ang magiging reaksyon ko
Napatingin nalang ako sa malayo habang sinasabi sa isip kong
“Tangina! Tangina! Tangina!”
Napamura nalang ako kasi ngayon ko nalang ulit naramdaman 'to
Natutuwa ako pero natatakot ako na baka kasi ngayon lang 'to
Na baka lasing ka lang kaya yan ang nasasabi mo
Natatakot akong masaktan muli kaya kasunod non ay pagpigil nalang sa hininga ko at sinabi ko sayong “okay ka lang ba?”
Ang sabi mo’y “oo, kaya ko pa.”

Ayoko nang ituloy ang kuwento ko tungkol sayo
Wala din nga akong balak sanang sabihin to sa mga kaibigan ko
Kaya nga eto, sinusulat ko nalang ang mga pangyayari gamit ang mga piling letra para lang sayo
Sa dulo ng kuwentong ito, ipapahayag ko na iniwan mo nalang ako
Hindi sa paraang ikakasama mo..
Kundi sa paraang ikinalulungkot ko kasi hindi na nasundan ang pagkikita nating dal'wa
Ayoko  ng umasa..
Pagod na kong umasa..
Napagod nalang akong umasa..

Nasaktan na ko noon kaya inaalalayan ko lang ang sarili ko
Ayokong magpadalos dalos kasi alam kong nasasaktan padin ang nobya mo noon sa paghihiwalay niyo
At ako eto ngayon.. Sa sarili kong bersyon, ako yung nobya, na tila parehas ang nararamdaman namin ng nobya mo
Parehas kaming nanghihingi ng atensyon sa mga mahal namin

Ayokong agawin ka sakanya, kasi sabi mo nga sakin mahal ka pa niya
Hindi kita kukunin sakanya
Dahil alam ko ang pakiramdam ng kinukuha nalang basta-basta

Para matapos lang tong salaysay ko
Magiiwan ako ng mga salita na para sayo
Mga salitang sana maintindihan mo at wag **** tignan bilang mababaw
Gusto ko lang malaman mo 'to
Dahil pagod na kong itago lahat ng to dito sa puso ko

“Siguro masyadong mabilis ang mga pangyayari
Dumating ka nalang bigla na tila binagyo mo ang isip ko
Mga salitang binitawan mo na hindi maalis sa isipan ko
Para kong tanga na mabilis masawi
Nakakahiya..
Pero totoo to
“Gusto rin kita”
Hindi dahil sa alak o lakas lang ng loob
Hindi dahil malungkot ka at gusto kitang pasayahin

Yung mga titig mo
Yung mga titig mo

Yung mga mata **** nakatitig sa mata ko
Yung mga haplos **** namimiss ko
Yung mga salitang lumabas sa bibig mo

Yung ikaw

Yung ako

Pero…
Yung akala kong may “tayo”

Bigla ka nalang naglaho..
Bakit?
Anong problema?

Kulang pa ba yung alak na laman ng tiyan mo para sabihin mo saking…… “ikaw talaga ang gusto ko.””
JOJO C PINCA Nov 2017
Walang eksaktong kahulugan ang buhay, ang buhay ay buhay ganun lang kasimple yun, walang itong drama at lalong hindi kumplikado. Masdan ang galaw ng kalikasan. Sumisikat ang araw sa umaga at lumulubog ito pag hapon na. Ang buwan ganun din sumisinag ito sa pagsapit ng gabi at nagkukubli pagdating ng bukang-liwayway. Ganito rin ang mga bituin, lahat sila kumikilos nang ayon sa kanilang galaw at katalagahan. Kumbaga sa musika rock sila pero simple lang. Kalmante lang ang dagat pero minsan maligalig din s’ya kung kinakailangan. At ang hangin walang humpay sa kanyang pag-ihip.

Walang kahulugan ang buhay sapagkat tayo ang gumagawa ng kahulugan ng sarili nating buhay; tayo ang lumilikha ng sarili nating kasaysayan. Tayo ang pumipili ng sarili nating kahulugan. Doktor ka ba? Manggamot ka nang buong husay, sagipin mo ang maraming buhay. Sundalo ka ba? Makipaglaban ka nang buong giting, ialay mo ang buhay mo para sa bayan. Nagsusulat ka ba? Magsulat ka nang buong puso nang magliwanag ang isipan na malabo. Kung ano man ang napili mo’ng gawin, gawin mo ito nang buong galing. Kung umiibig ka naman, umibig ka nang buong tapat at iaalay mo sa iyong sinta ang lahat. Maging mabuti ka sa kanya, mahalin mo s’ya nang higit sa lahat.  

Walang kahulugan ang buhay, ‘wag mo itong hanapin sa relihiyon dahil wala ito roon. Panay kaulolan lang ang matutuhan mo sa mga nagbabanal-banalan at nag-aaring ganap, na kung umasta at magsalita akala mo ay kahuntahan nila ang Diyos. Wala rin ito sa pamahalaan at mga lingkod bayan kuno, lalong wala ito sa dami ng yaman.

Walang kahulugan ang buhay tulad sa isang tapayan na walang laman kailangan mo itong sidlan. Hindi bukas kundi ngayon ang panahon ng pagsalok ng kaalaman at karanasan kaya ‘wag mo itong sayangin. Walang kahulugan ang buhay ‘pagkat ang buhay ay isang kawalan na kailangan mo’ng punuan. Tulad ito sa blankong papel na kailangan mo’ng sulatan. Isang hiwaga na kailangan ikaw ang tumuklas. Walang kahulugan ang buhay basahin mo man ang lahat ng aklat at kahit pakinggan mo pa ang lahat ng talumpati sa mundo hindi mo ito makikita.

Walang kahulugan ang buhay ‘wag **** pagurin ang sarili mo sa paghahanap nito. Ang kahulugan ng buhay ay nand’yan sa loob ng puso mo. Kung saan ka maligaya naroon din ito. Aanhin mo ang maraming diploma at pagkilala kung hindi ka naman masaya? Ano’ng saysay ng mga palakpak kung huhupa rin pala ang mga ito? Hindi mo makikita ang kahulugan ng buhay sapagkat kailangan na ikaw mismo ang gumawa nito.
Ron Padilla Feb 2017
tayo: ikaw at ako.


kaba, takot at saya
ang pumapalibot sa ating dalawa.
ikaw na mismo ang nagpakita na
hindi dapat ako mangamba.

sa mundong hindi tumatahimik,
boses mo lamang ang aking naririnig.
at kahit anong pilit sa puso kong
hindi matahimik, hanap ko ang iyong pag idlip.

hindi ko matukoy kung ano ba talaga,
walang nakakaalam kung bakit nga ba.

hindi natin nakikita
hindi nahahawakan
hindi naamoy,
nalalasahan at naririnig.

pero alam nating dalawa.
alam natin na

tayo ay masaya.

masaya sa kung anong mayroon tayo
masaya sa kung anong wala tayo
masaya sa lahat ng bagay
basta masaya, masaya sa isa't isa.

tinangap ko na, mga ilang oras,araw at taon na ang lumipas
wala na ang sakit, wala na rin ang manhid
dahil masaya na ako kung saan ka masaya.

dito sa kung saang walang tayo
pero may ikaw at ako.


natutuwa ako sa'yo
kung pano ka natuwa para sa'kin,
napapangiti mo parin ako
kapag naririnig ko ang pangarap mo sa iba,
kung pano mo siya nakita, nakausap at higit sa lahat nakasama.

huwag ka na mag alala dahil
lagi naman ako nandito para maging gabay mo.
huwag mo na ring isipin ako masyado,
kaya ko naman na sarili ko.

paano ba naman
ikaw mismo ang nagturo sakin kung paano tumanggap ng maayos.
aba, ayos nga.  kasi hanggang ngayon kaya ko pa.

sabi nila, bakit daw hindi naging tayo.
ikaw na ang sumagot na hindi pwede maging tayo
kasi masaya ka kung anong mayroon tayo ngayon.
ngunit hindi ko na nahabol sagot ko.
"okay na akong sabihin **** tayo
huwag lang mawala ang ikaw at ako."
Karl Allen Jun 2016
And in the end, the love you take is the love you make.

-The Beatles

Isa ito sa mga argumentong dapat lamang pagtalunan.
Dahil hindi lahat ng pag-ibig na binibigay mo ay nasusuklian.
Masarap lamang itong pakinggan.

Noong inibig mo ako,
Hindi. Mas tamang sabihin na
noong naisip **** iniibig mo na ako,
Ay mas pinili **** huwag magbigay ng buo.
Hindi ko alam sa'yo pero ikaw na ang pinaka-duwag na taong nakilala ko.

Naaalala ko noon ang mga sugat at pilat na naiwan niyang nakatatak at nakakabit sa mga braso mo.
Nakikita ko ang mga bakas ng mga hampas nya sa mga balikat mo.
Bawat kagat at kalmot at gasgas na ibinigay n'ya sa'yo,
Sa mga pagkakataon na akala mo wala lang,
Naramdaman ko.
Pinaramdam mo silang lahat sa akin.

Anghirap palang pilitin na bumuo nang puso na ayaw magpabuo sa'yo.
Hindi ko din kasi alam dati na kailangan, ang kagustuhang maghilom,
Manggaling sa kanya mismo.

Pinilit kong pagtagpi-tagpiin ang mga piraso **** nakakalat sa sahig mula nang binitiwan ka n'ya.
Sinubukan kong gamutin ang lahat ng sakit na nagpapanatili sa iyong gising sa alas-tres ng umaga.
Pinili kong mahulog sa iyo kahit alam kong mas malabo pa sa tubig ng Ilog Pasig ang pag-asa
Na maisip **** sa iyo lang ako.
Iyong-iyo lang ako.

May mga pagkakataon na nakikita ng ibang tao ang mga pagbabago na akala nila ay ako ang dahilan pero ang hindi nila alam,
Sa dami at haba ng mga sakit na iyong naramdaman,
Natuto ka lamang na itago silang lahat sa loob mo.
Na sa kahit na anong oras, pwede silang lahat lumabas at lamunin na lang ako ng buo.
Oo.
Ako.
Dahil mas pinili kong lumapit sa'yo.
Iyong-iyo lang ako.

May mga pagkakataon na gusto kong isipin
Na ang bagong taginting ng mga tawa mo ay dahil sa akin.
Na ang mga panaginip mo kapag ikaw ay mahimbing, ako ang laman.
Na ang mga pangarap mo sa hinaharap ay ako ang hiling.
At ang bawat pulso mo ay para sa akin lamang.
Dahil sa iyo lang ako.
Iyong-iyo lang ako.

Pero hindi.
Dahil andami mo nang natutunang paraan para magtago.
Napakadami na ng mga pagkakataon na sinayang mo.

Ang akala mo, lahat ng pagkabigo mo sa pag-ibig dati
Ay natulungan kang maging mas malakas, mas matatag, mas matalino.
Pero hindi.
Dahil papasok sa isang bagong pag-ibig ay tinangay mo lahat ng galit.
Iniwan mo ang mga aral na natutunan mo maliban sa "Ang pag-ibig ay hindi dapat pagkatiwalaan."
Ang tanging bagay na hinahabol mo, na pinipilit **** makuha,
Na pinipilit mo dating kapitan kahit na wala na,
Ang bagay na akala mo ay lubos sa iyong magpapasaya,
Tinitignan mo na may pagdududa ang iyong mga mata.
At unti-unti kang nabulag.
At hindi mo nakita ang pagibig na nasa harap mo na.
Lumipad at nawala.

Hindi bulag ang pag-ibig.
Bulag ang mga taong pinipilit tumingin sa araw dahil gusto nilang makakita ng liwanag ngunit ayaw alisin ang kanilang mga de-kolor na antipara.

Wala kang natutunan sa nakaraan.
Hindi ka nga nasasaktan.
Hindi mo naman mahagilap ang tunay **** kaligayahan.
Ellos son, ellos vienen
cada noche a mi lado.
Por mucho que intentara
ocultarme, enterrarlos,
por mucho que quisiera
creer que está el pasado
para siempre dormido,
ellos, desde sus altos
tronos, ellos, siluetas
contra un cielo apagado,
ellos, amigos, hijos
del mismo tiempo, hermanos
en el mismo dolor,
silenciosos, doblados
por su pesada carga
vendrían a mi lado.
Ellos, son muy temblorosos,
muy lentos y muy pálidos.

Pedro, grave, tranquilo,
enorme, sosegado
como el mar en otoño.
Murió un día de marzo
allá lejos…

                    Fernando:
parecía una tapia
bajo el sol del ocaso.
Enterrado en la niebla
quedó un día.

                      Milagros:
yo no la conocí.
Tenía veinte años.
Dicen que eran sus ojos
transparentes y vagos;
que era alegre y muy linda…

Rodrigo, coronado
de espumas, semidiós
marino. Murió ahogado
frente a la playa un día
de tormenta.

                    ¡Qué
claros
los veo! Ellos son, vienen
cada noche a mi lado,
vestidos de jirones
oscuros del pasado.
Ellos quiebran el vidrio
de mis sueños, extraños
y ausentes, como si
nunca hubieran soñado
conmigo, bajo el mismo
cielo triste.

                    Descalzos
andan. Yo no los siento
descender de sus marcos.
Yo no sé que palabras
traen, que no he descifrado.
Nombres, fechas, lugares…
¡Señor, me está vedado
tu secreto! No puedo
darles mi sangre. Hablo
con ellos y no entienden
mis palabras. Los llamo
a voces y no me oyen.

Ellos, lentos y vagos,
ellos son, ellos vienen
cada noche a mi lado.
Ellos amigos, hijos
del mismo tiempo, hermanos
en el mismo dolor,
silenciosos, doblados,
llenos de pesadumbre,
misteriosos y vagos.
103115

Heto, bibilangin ko na naman ang araw,
Uno, dos, tres, at mapapahintong bigla sa ikaapat.
Hindi batid ang tamang oras
O hatian ng minuto't pag-istambay sa segundo,
Bagkus, iyon ang eksaktong araw.

Panahon na siguro para maisalta ang salita
Sa puso **** tila nakakahon pa't hindi pa malaya,
Sa pagbubukambibig ng itinabing damdamin,
Sa paglisan sa ipinaubaya **** pangakong
Minsang pinanghawakan ng pusong hindi pinagdamutan.

Kung pipili ako ng salita, baka maubos ito sa kawalan;
Gaya ng pagtampisaw ng bituin sa kalangitan.
Baka malusaw ito gaya ng yelong nakatiwangwang,
At masayang ang tubig na sana'y sagot sa uhaw.
O baka mapudpod gaya ng posporo,
Paulit-ulit na sinubok ng pagkakataon,
Bagkus hindi maisindi ang pag-ibig,
Kaya nanatiling walang pahiwatig.
At biglang itatapon, ikakahon ang natitirang damdamin,
Itatago, hanggang sa magkataong kailangan na talaga.

Panalangin ko'y magpalakas ka sa pananampalataya,
Wag **** lingunin ang nakaraan, at taglayin mo ang Liwanag.
Kung napapagal na'y, wag kang hihinto,
Bagkus, mas kumapit ka pa sa may mas mataas na pangako.

Narito ako't hindi tatalikod sayo,
Susuportahan ka kahit hindi mo makita ang pag-alalay.
Panalangin ko'y tapusin mo ang laban,
At mas masilayan ang kagintuan ng Haring Araw,
Wag kang mabubulag sa mukhang may ilaw.
Tingnan mo ang pawang mga kamay,
At wag matakot sa pagsuntok sa hangin,
Pagkat iilag ang sitwasyon,
Bagkus binibilang Niya ang lakas at determinasyon.
Mas ialay ang puso sa Kanya,
Higit pa para sa pag-ibig na inantala.

Hayaan **** makinig ang puso mo,
Pagkat nanalangin ang puso ko.
Kahit minsa'y kaylayo, kahit hindi ko madipa-dipa.
At sa paghihintay natin sa tamang panahon,
Kaya ko nang sambitin ang estado ng puso.
Hindi sa paghain ng mga letra sa pawang mga mata,
Na tila mananatili na lang sa papel na hindi nababasa.

Pag muling nagtagpo,
Ako mismo ang haharap sayo,
Pero tandaan **** baka wala akong masambit.
Hindi dahil mahina't naubos na ang lakas ng loob,
Bagkus, hindi ako makapapaniwala
Na ang oras ay tunay at eksakto para sa pagkikita.

Hindi ko mapipigil ang pagluha buhat sa saya,
Pagkat ang kabiyak ng pusong minsang nasugatan at hinulma'y
Kaya nang matitigan kahit hindi na magbilangan ng oras.
Mayayakap na hindi lang dahil sa pagmamahal,
Bagkus, pahiwatig sa pasasalamat na tunay ngang ikaw.

Pag-ibig Niya ang dahilan
Kung bakit patuloy na naghihintay,
At kung bakit patuloy kang ipinaglalaban,
Patuloy na ibinabatak sa Maykapal.

Sa Kanya ang papuri sa umusbong na damdamin,
Ang pag-ibig ko sayong patuloy na nananatili.
Oo, isinapuso ko ang pag-ibig ko sayo't
Pinili kong pillin ka, sa kabila nang tila magulong anggulo.

Ganoon ang pag-ibig ko,
Hindi mo masusukat, bagkus kaya Niyang higitan pa.
Kaya't hindi ako lumaban, pagka't mas iniibig ko rin Siya.
Hindi mo mababasa, pagkat Siya ang may katha.
At kung anuman ang nilalaman ng pusong may sagot,
Sana'y katimbang nito ang damdaming ipinaglalaban.

At kung kinaya nating magkanya-kanyang kasama Siya,
Mas kakayanin na nating magkaisa para rin sa Kanya.
At saka na natin sabay na ibabandera Kanyang Ngalan.
At pawang magiging patunay sa pag-ibig na nakapaghihintay.

Tila kayhirap bigkasin, kahit apat lamang ang kataga.
Mahal kita, sana makarating sayo,
Sa tamang panaho'y magpalitan nga ng kataga.
Sana ikaw ang unang magpatimbang sa Kanya,
Maniniwala akong makararating sa patutunguhan
Ang liham ng pusong may totoong damdamin.
Para sa taong pinagdarasal ko, maghihintay ako.
Dicen: «Este señor
habla tan sólo de sí mismo.
Pasa -dicen- cegado,
sin ver lo que sucede alrededor.
Va por el mundo como un barco viejo…,
ese señor…Bueno para cortar
con un hacha, y quemarlo, y calentarnos
si es capaz de calor…
ese señor que hablaba de su vida
y nada más…Ese señor…», han dicho.
Probablemente era ya viejo
cuando nací, cerca de un río.
Aunque yo no me acuerdo de ese río.
sino del mar bajo el sol de septiembre.
Sería complicado explicar las razones
por las que yo me hallaba allí
entre las olas y los estudiantes,
estrujando el momento
como quien quiere anclarse
a un trozo hermoso de la realidad.
Un sueño de oro entre las dos sirenas
que interrumpían el trabajo.
Era algo así como nostalgia
lo que me hacía estar allí
hasta mi encuentro con la máquina.
Ese señor que pasa por la vida
metido dentro de sí mismo,
entonces
era cilindrador. ¿Sabéis qué es eso,
vosotros que le habláis a este señor
de realidades? Es posible que haya
entre los libros de la biblioteca
de vuestros padres, uno que os aclare
ciertas palabras; apuntad: palero
moldeador, listero en unas obras,
transportista de leña a domicilio,
comisionista para la venta a plazos
de libros, ***** de escritor…Acaso
alguno de los libros que tenéis
en vuestra casa me haya a mí dejado
un porcentaje (un diez por ciento, creo).
No son éstas las únicas palabras.
Hay otras. Por ejemplo: Condenados
por auxilio a la rebelión.
(Creo que ese era el término jurídico).
Auxilio o adhesión: no estoy seguro.
O uno le fue aplicado
a mi padre, y el otro a mí.
No estoy seguro. Ya ha pasado el tiempo
y él ha muerto. Y han muerto muchas gentes
que estuvieron en una situación
semejante o peor. Y los demás
envejecimos. No hemos muerto,
afortunadamente.
Este señor
oyó una vez llorar a un niño
en el momento de la elevación
en una misa. (Necesitaría
demasiadas palabras
para que comprendierais por qué un hecho
tan aparentemente natural
me parecía irreal entonces, y ahora.
¿Cómo hacerlo sentir?…En cuatro años
no había oído voz de niño.
La de mujer, al otro lado,
desgarrada, voz casi masculina
por el esfuerzo para destacarse
del griterío. No podría
explicarlo. No es cosa de palabras
como estas mías. Solo un gran poeta
podría contagiarnos la emoción:
mis palabras no bastan). Lloró el niño.
Por las triples vidrieras entró el sol.
El corazón estaba
a punto de romperse hermosamente.
Después, fue un hombre muerto,
y otro hombre, muchos más…
He perdido la cuenta.
En los balcones los dejaban
por la noche, delante de la fuente
de aquel patio interior. Muertos calzados
con alpargatas nuevas, su sudario.
Amanecía y se les despedía
cantando el Dies irae
(ya no recuerdo si el de Verdi,
o es muy probable que el de Mozart).
Este señor apetecía ser
el Desdichado de la tierra,
el más miserable que nadie,
el más solitario que todos.
No se tenía lástima a sí mismo
y solo así sería libre,
sin nadie a quien compadecer…
Y un día volvió al mar. Fueron las olas
a lamerle las manos. «Aquí estás
-le dijeron-de nuevo-» Desplegaron
sus colores, olores y sonidos.
Pusieron en sus manos pan de amor.
Las gaviotas bajaron a picarlo.
pero las alas eran alpargatas
en los pies de los muertos. Y la música
del mar era el Dies irae…Sólo un día,
un momento, tendido-la cabeza
junto a un tronco rugoso de sabina-,
olvidó. Fue un momento. Eternidad
que le duró un momento. Se creía
tierra de paz. Y el árbol le nacía
de la frente, y las nubes…
(¿Quién no ha visto,
quién no ha vivido nubes, árbol, mar?…
Será mejor cambiar de tema,
dejar de hablar, aunque necesitaba
deciros esto. La palabra
es de piedra, impermeable a la emoción
lo vuelvo a recordar).
Lo del mar duró muy poco.
Todo duraba cada vez más poco.
Era lo mismo que un pantano.
Yo me hundía en el fango.
Y cada vez era mi cuerpo
menos libre. Gritaba, respiraba,
enloquecía, enloquecía, enloquecía.
Convocaba mi muerte
a aquellas gentes que yo vi morir.
Y yo escondía la cabeza
para no verlos, y que me dejaran
vivir, morir a gusto.
Y yo escondía la cabeza
bajo un acordeón. Yo le arrancaba
sonidos-lo recuerdo-, y las mujeres
bailaban , y Madama Leontine,
gorda y espiritual, recomendaba
silencio, por si acaso la multaba
la policía…
Ya ha pasado el tiempo
sobre todos nosotros.
Muchos se han liberado ya del tiempo.
Nuestros pequeños heroísmos
adquirieron su dimensión
verdadera. Aquel verdor de luna
de febrero, con nieve, entre vagones,
no es más que una viñeta. Aquella luna
de agosto, sobre el mar y las montañas,
se ha apagado. Es ******. Y tantas cosas
que fueron mías, nunca vuestras,
y hoy ni siquiera son ya mías.
Recorrí mi camino repicando
las sonoras campanas, encendiendo
las estrellas -creía en las campanas
y en las estrellas-… Todo fue rompiéndome
el corazón. Y me encontré de pronto
Nel mezzo del camin di nostra vita
(hago la cita para que digáis
que en esta historia existe, por lo menos,
un verso bueno: justo el que no es mío).
Ya no me importan nada
Mis versos ni mi vida.
Lo mismo exactamente que a vosotros.
Versos míos y vida mía, muertos
para vosotros y para mí.
Pero en vosotros, por lo menos, queda
vuestra vida, y en mí sólo momentos
inasibles, recuerdos o proyectos,
Alguna imagen descuajada
de mis años pasados o futuros.
Como ésta que me asalta en el instante
En que estoy escribiendo: un hombre esbelto,
con su cadena de oro en el chaleco.
Habla con alguien. Detrás de él, un fondo
de grúas en el puerto. Y hay un niño
que soy yo. Él es mi padre.
«El niño tiene cuatro años»,
acaba de decir.
Louise Sep 2018
Nakaukit na ang ngalan mo sa akin.
Ito ang katotohanan na alam ko.
Tila ba paulit-ulit nang ipinipilit ng panahon
na tayo'y pag-lapitin, na pag-lapatin pang muli ang ating mga palad. Ang ating mga labi.
Ngunit sa pagkakataong ito, nagpapanggap at nagsusumiksik ang panahon sa likod ng aking katawan at pagkatao.
Matagal nang kumawala ang tunay,
tangay nito ang ating awit at binitawang
mga sambit.
Hinalughog kong muli ang bawat tula mula sa pagkakawala ng mga ito sa lawak ng tagpuan ng makisig na buwan at payak na lupa.
Pilit kong isinaboy ang nakakapuwing na buhangin upang balutin nito ang mga bituin.
Upang mapadali ang sa kanila'y pag-dakip at sa mga pangamba mo'y aking itinakip.
Sinubukan kong gawing sigwa ang natitirang patak ng tuyot nang lawa.
Isang kasalanang pagbabayaran ng ilan mo pa kayang lihim na pagluha?
Sa dampi ng ginaw, isang ihip lang iyan, at hinding hindi na tayo muling magugunaw.
Ibinulong sa mga alitaptap na kung mabibigo at masusugatan man sa isa pang himagsik,
hindi alintana kung ang gantimpala ay
isa pang halik sa labi **** nilikha para sa akin, oo, ito'y para sa akin
ngunit mananatili ka namang naglilibot.
Kahit isa pang himagsik.

At isinumpa ko ang panahon. Ang relihiyon.
Hindi mo ba alam na ang pagmamahal ko sa'yo ang aking relihiyon?
Tawag ko ang ngalan mo hanggang sa pagbubukang-liwayway.
Dinarasal sa tuwina ang pamamalagi na lang sana ng iyong ngiti.
Niluhuran ang nagniningas na lahar,
nakayapak na nagtungo sa paanan ng iyong pagkabahala. Ito ang aking altar.
Patuloy ka pa rin namang maglalakbay.
Lingid sa iyong kaalaman na hinamon ko na ang araw sa gitna ng tag-ulan;
"Husgahan mo na ako. At kung mananatiling magmamahal itong puso,
maka-ilang ulit mang apak-apakan at kaladkarin, sa bawat araw man ay magalusan at mag-langib, habangbuhay mo pa akong sunugin at ito'y malugod kong titiisin! Sa araw na ang aking katawan ay masasawi, hanapin mo ako sa anyo at kulay ng mga puno at damo at siyang parusahan din."
Ngunit itong pag-ibig ay tila ba nagmimilagro o ito ang milagro mismo.
Araw na mismo ang tumanggi, pinasinayaan pa ng mga agila at payo ng mga talampas.
Anito'y mauubos raw ang sansinukob sa ugnayang ito. Natatawa kong tugon; "iyon nga ang aking punto!"
At ito ang naging kapanganakan ng kawalan ng ginaw dito sa piling ko.
Pinarusahan pa akong muli na mananatili kang maglalakbay, maglilibot, malayo sa aking tabi.
Na patuloy **** hahanapin ang lamig ng hatinggabi.
Kahit halinghing lang sana ng iyong tinig,
malaman ko man lang na tayo'y tumatanaw sa iisang langit.
Manatili ka lang na nakatungtong sa sansinukob na minsan ko na ring isinumpa.
Manatili ka lang na naglalakbay at naglalakad sa kulay ng damo na minsan ko nang inalay sa saliw ng pagkabalisa.
Manatili ka lang, giliw...
kahit hindi na sa aking bisig.

Sa hagupit, sa kamalasan na lamang ako makikipaghimagsik.
Hindi na magmamakaawa ngunit hindi pa rin magsasawa.
Tatanawin ka sa kabila ng ginaw,
ngunit ang awit ng pag-ibig para sayo'y hindi na malulusaw kahit sa tag-araw.
Ang tagtuyot ay pababayaan na lang o hihintayin kahit ang pag-ambon, hindi na ipagdarasal ang sa atin ay isa pang unos.
Mga buhangin ay isasauli na sa dalampasigan, upang sa pagbalik ng tag-init, mga halakhak natin ay mananatiling nakakabingi.
Sa iyong mata'y manatili sana ang mga bituin.
Marahil hihinto na rin sa paghahalughog ng nawawalang mga tula at prosa,
lilikha na lamang ng mga hungkag na pangungusap na tila ba pang-hele sa
sarili sa mga gabing nasasabik pa sanang basahin ang pagpapatuloy ng ating nakabitin na akda.
Ang iyong mga awit, ang iyong pag-awit... ipinagdarasal na aking mapagtagumpayan ang pagpapanggap na hindi na ito kailanman balak pang marinig.
Ang ika'y makadaupang-palad, ang sayo'y makipagpalitan ng maiinit na halik...
ay, para lamang dito'y lilikha na naman ba ng isa pang tula?
Panahon, isumpa mo ako pabalik.
Susukuan na ang pagpilit sa iyo.
Wag ka lang sukuan ng pag-asa na sa iyong nais at tunay na matungtungan ay pihitin ka pa-usbong. Ako na lamang sana ang gantihan ng panahon.
Ang katotohanan na sa kasaysayan at mga katha ay hindi na maaalis; kailanman, anuman at saan man...
nakaukit na ang ngalan mo sa akin.
Katryna Sep 2018
sabihin mo saakin kung paano kita mamahalin
dahil minahal kita sa paraang hindi mo inaakala

sabihin mo saakin kung paano ko tatapusin ang mga sayo ay tapos na pero pilit paring pinagtatagpo ng tadhana

sabihin mo sa akin kung paano ko kakalimutan ang mga bagay
na halos ayoko ng maalala

sabihin mo saakin,

paano ko ililigtas ang relasyong tayo lang ang nakakakilala.
ang relasyong sa dilim lang maliwanag

relasyong hinuhusgahan ng lahat,
relasyong kasiyahan mo ang mas mahalaga.

sabihin mo saakin ang kongkretong solusyon,
sa mga desisyong hindi ako kasama

pero sa pandaliang ligaya,
kamay natin ang magkalapat sa tuwi-tuwina

sabihin mo,
sabihin mo na,

dahil pagod na akong angkinin ka sa tuwing may aagaw na iba.

sa tuwing sasabihin nya at tatanungin nya ako kung ako ay maligaya.

paano ko sasabihing tayo ay masaya,
kahit wala sa kama

ang simpleng yakap, oras nating dalawa ay mahalaga

paano ko sasabihin,
kung ikaw mismo hindi mo masabi
at mas piniling pagtakpan na lang ang lahat
at manatali

na ang kawalan ng salita ay manahan at bigla na lang mawala

hindi ka man pumipili pero alam ko,
sa kabila ng lahat ng ito.

kapag ang lahat ay tumalikod

lahat ay tumiklop

ako at ikaw,
mas pipiliin paring maglayo.

iwan ako,
iwan ka.

wala.

narating nanaman natin ang dulo.
for the Nth time. pano ba sumuko? sa pag taas ba ng dalawang kamay? sa pag amin ba ng "Sige, ako na ang may kasalanan" sa pagtanggap ba ng pagkatalo, sa pagsabi ba ng "teka, pagod na talaga ako" sa pag iyak ng balde baldeng luha o sa pag gising mo bigla, wala na. wala ka ng maramdaman kasi sobrang manhid mo na sa sakit at sakit na lang din ang solusyon para maramdaman **** teka, buhay ka pa. Ang gulo no? ganon din ung tula ko, ganon din ung puso ko, ung utak ko. Pasensya na sa gawa ko. Pakiramdam ko, ito na ung pinaka walang silbi kong gawa. Pero gusto ko lang ibahagi ang nararamdaman ko. Jusko po, ang hirap magmahal. hahahaha big deal ba, pasensya na kung alam nio lang ang sakit sakit na to the point na wala na akong kayang ilabas pero hinihingi pa rin ng mundo ang lahat lahat. Paano ba kasi sumuko? Makikinig na lang ako kay Sarah Geronimo.
Domina Gamboa Nov 2015
Mga salita, mga letra,
Panulat ko at diwa.
Ngayo'y nagkaisa
Upang isulat ko itong tula.

Natatakot ako kasi hindi ito tama.
Natatakot ako kasi tayo ay di tugma.
Natatakot ako kasi, "bakit nga ba?"
Natatakot na lang ako bigla-bigla.

Ni hindi ko naman ito ninais,
Ni hindi ko naman ito ginusto.
Ako'y napapangiti, matatamis.
Hayan! Nangyari ka na sa buhay ko.

Natatakot ako sa sarili ko.
Natatakot ako sa iyo mismo.
Natatakot ako sa pag-ibig ko.
Natatakot ako sa paglisan mo.

Itong takot ko na bigla-bigla,
Sana mawala ring parang bula
Dahil lakip nito'y lungkot lamang,
Pangamba, balisa, agam-agam.

Tatapusin ko ang aking tula na may takot pa.
Umaasang pagsikat ng araw ako'y matapang na.
Matapang kong haharapin ang iyong paglisan,
Balang araw ika'y aking makakalimutan.
A Filipino poem about fear of falling in love with someone and fear of losing that someone. It is also about trying to forget that someone hoping that someday you'll be totally okay. :)
J Apr 2017
Eto nanaman ako nagsusulat ng mga tula,
Mga tulang nakakasakit ng damdamin ng iba,
Hindi ko alam paano mawala lahat ng sakit,
Para sa isang taong magulo lagi ang isip.

Paano nga ba? Paano mabura lahat ng pagkakamali?
Paano mabago at maulit muli?
Paano? Ilan sa mga tanong na hindi ko masagot,
Mga tanong na puno ng takot.

Tao lang naman ako hindi ba?
May damdamin at pwede masaktan tulad ng iba,
Ang buong akala ko ay okay na ako,
Okay na ako..... Siguro.

Pilit kong inayos ang tagpi-tagping nakaraan,
Ngunit sila na mismo ang hindi gumawa ng paraan.
Pinilit; ngunit hindi na pala— hindi na pala ito maaayos,
Umasa at hinangad na lahat ng ito ay matapos.
La hora se vacía.
Me cansa el libro y lo cierro.
Miro, sin mirar, por la ventana.
Me espían mis pensamientos.
                                                        Pienso que no pienso.
Alguien, al otro lado, abre una puerta.
Tal vez, tras esa puerta,
no hay otro lado.
                                  Pasos en el pasillo.
Pasos de nadie: es sólo el aire
buscando su camino.
                                        Nunca sabemos
si entramos o salimos.
                                          Yo, sin moverme,
también busco -no mi camino:
el rastro de los pasos
que por años diezmados me han traído
a este instante sin nombre, sin cara.
Sin cara, sin nombre.
                                      Hora deshabitada.
La mesa, el libro, la ventana:
cada cosa es irrefutable.
                                              Sí,
la realidad es real.
                                  Y flota
-enorme, sólida, palpable-
sobre este instante hueco.
                                              La realidad
está al borde del hoyo siempre.
Pienso que no pienso.
                                        Me confundo
con el aire que anda en el pasillo.
El aire sin cara, sin nombre.

Sin nombre, sin cara,
sin decir: he llegado,
                                      llega.
Interminablemente está llegando,
inminencia  que se desvanece
en un aquí mismo
     
                          más allá siempre.
Un siempre nunca.
                                  Presencia sin sombra,
disipación de las presencias,
Señora de las reticencias
que dice todo cuando dice nada,
Señora sin nombre, sin cara.

Sin cara, sin nombre:
miro
        -sin mirar;
pienso
                -y me despueblo.
Es obsceno,
dije en una hora como ésta,
morir en su cama.
                                Me arrepiento:
no quiero muerte de fuera,
quiero morir sabiendo que muero.
Este siglo está poseído.
En su frente, signo y clavo,
arde una idea fija:
todos los días nos sirve
el mismo plato de sangre.
En una esquina cualquiera
-justo, onmisciente y armado-
aguarda el dogmático sin cara, sin nombre.

Sin nombre, sin cara:
la muerte que yo quiero
lleva mi nombre,
                                  tiene mi cara.

Es mi espejo y es mi sombra,
la voz sin sonido que dice mi nombre,
la oreja que escucha cuando callo,
la pared impalpable que me cierra el paso,
el piso que de pronto se abre.
Es mi creación y soy su criatura.
Poco a poco, sin saber lo que hago,
la esculpo, escultura de aire.
Pero no la toco, pero no me habla.
Todavía no aprendo a ver,
en la cara del muerto, mi cara.
Con la cabeza lo sabía,
no con saber de sangre:
es un acorde ser y otro acorde no ser.
La misma vibración, el mismo instante
ya sin nombre, sin cara.
                                      El tiempo,
que se come las caras y los nombres,
a sí mismo se come.
El tiempo es una máscara sin cara.

No me enseñó a morir el Buda.
Nos dijo que las caras se disipan
y sonido vacío son los nombres.
Pero al morir tenemos una cara,
morimos con un nombre.
En la frontera cenicienta
¿quién abrirá mis ojos?
Vuelvo a mis escrituras,
al libro del hidalgo mal leído
en una adolescencia soleada,
con brutales violencias compartida:
el llano acuchillado,
las peleas del viento con el polvo,
el pirú, surtidor verde de sombra,
el testuz obstinado de la sierra
contra la nube encinta de quimeras,
la rigurosa luz que parte y distribuye
el cuerpo vivo del espacio:
geometría y sacrificio.

Yo me abismaba en mi lectura
rodeado de prodigios y desastres:
al sur los dos volcanes
hechos de tiempo, nieve y lejanía;
sobre las páginas de piedra
los caracteres bárbaros del fuego;
las terrazas del vértigo;
los cerros casi azules apenas dibujados
con manos impalpables por el aire;
el mediodía imaginero
que todo lo que toca hace escultura
y las distancias donde el ojo aprende
los oficios de pájaro y arquitecto-poeta.

Altiplano, terraza del zodíaco,
circo del sol y sus planetas,
espejo de la luna,
alta marea vuelta piedra,
inmensidad escalonada
que sube apenas luz la madrugada
y desciende la grave anochecida,
jardín de lava, casa de los ecos,
tambor del trueno, caracol del viento,
teatro de la lluvia,
hangar de nubes, palomar de estrellas.

Giran las estaciones y los días,
giran los cielos, rápidos o lentos,
las fábulas errantes de las nubes,
campos de juego y campos de batalla
de inestables naciones de reflejos,
reinos de viento que disipa el viento:
en los días serenos el espacio palpita,
los sonidos son cuerpos transparentes,
los ecos son visibles, se oyen los silencios.
Manantial de presencias,
el día fluye desvanecido en sus ficciones.

En los llanos el polvo está dormido.
Huesos de siglos por el sol molidos,
tiempo hecho sed y luz, polvo fantasma
que se levanta de su lecho pétreo
en pardas y rojizas espirales,
polvo danzante enmascarado
bajo los domos diáfanos del cielo.
Eternidades de un instante,
eternidades suficientes,
vastas pausas sin tiempo:
cada hora es palpable,
las formas piensan, la quietud es danza.

Páginas más vividas que leídas
en las tardes fluviales:
el horizonte fijo y cambiante;
el temporal que se despeña, cárdeno,
desde el Ajusco por los llanos
con un ruido de piedras y pezuñas
resuelto en un pacífico oleaje;
los pies descalzos de la lluvia
sobre aquel patio de ladrillos rojos;
la buganvilla en el jardín decrépito,
morada vehemencia…
Mis sentidos en guerra con el mundo:
fue frágil armisticio la lectura.

Inventa la memoria otro presente.
Así me inventa.
                              Se confunde
el hoy con lo vivido.
Con los ojos cerrados leo el libro:
al regresar del desvarío
el hidalgo a su nombre regresa y se contempla
en el agua estancada de un instante sin tiempo.
Despunta, sol dudoso,
entre la niebla del espejo, un rostro.
Es la cara del muerto.
                                        En tales trances,
dice, no ha de burlar al alma el hombre.
Y se mira a la cara:
                                    deshielo de reflejos.No he sido Don Quijote,
no deshice ningún entuerto
                                                  (aunque a veces
me han apedreado los galeotes)
                                                            pero quiero,
como él, morir con los ojos abiertos.
                                                                    Morir
sabiendo que morir es regresar
adonde no sabemos,
                                        adonde,
sin esperanza, lo esperamos.
                                                      Morir
reconciliado con los tres tiempos
y las cinco direcciones,
                                            el alma
-o lo que así llamamos-
vuelta una transparencia.
                                                Pido
no la iluminación:
                                  abrir los ojos,
mirar, tocar al mundo
con mirada de sol que se retira;
pido ser la quietud del vértigo,
la conciencia del tiempo
apenas lo que dura un parpadeo
del ánima sitiada;
                                  pido
frente a la tos, el vómito, la mueca,
ser día despejado,
                                  luz mojada
sobre tierra recién llovida
y que tu voz, mujer, sobre mi frente sea
el manso soliloquio de algún río;
pido ser breve centelleo,
repentina fijeza de un reflejo
sobre el oleaje de esa hora:
memoria y olvido,
                                    al fin,
una misma claridad instantánea.
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
Tristes recuerdos del placer perdido,
A aumentar la ansiedad y la agonía
De este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría
Le quedó al corazón sólo un gemido,
Y el llanto que al dolor los ojos niegan
Lágrimas son de hiel que el alma anegan.

¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas
De juventud, de amor y de ventura,
Regaladas de músicas sonoras,
Adornadas de luz y de hermosura?
Imágenes de oro bullidoras.
Sus alas de carmín y nieve pura,
Al sol de mi esperanza desplegando,
Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.

Gorjeaban los dulces ruiseñores,
El sol iluminaba mi alegría,
El aura susurraba entre las flores,
El bosque mansamente respondía,
Las fuentes murmuraban sus amores...
ilusiones que llora el alma mía!
¡Oh, cuán suave resonó en mi oído
El bullicio del mundo y su ruido!

Mi vida entonces, cual guerrera nave
Que el puerto deja por la vez primera,
Y al soplo de los céfiros suave
Orgullosa desplega su bandera,
Y al mar dejando que sus pies alabe
Su triunfo en roncos cantos, va velera,
Una ola tras otra bramadora
Hollando y dividiendo vencedora.

¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente
De amor velaba; el sol de la mañana
Llevaba yo sobre mi tersa frente,
Y el alma pura de su dicha ufana:
Dentro de ella el amor, cual rica fuente
Que entre frescuras y arboledas mana,
Brotaba entonces abundante río
De ilusiones y dulce desvarío.

Yo amaba todo: un noble sentimiento
Exaltaba mi ánimo, Y sentía
En mi pecho un secreto movimiento,
De grandes hechos generoso guía:
La libertad, con su inmortal aliento,
Santa diosa, mi espíritu encendía,
Contino imaginando en mi fe pura
Sueños de gloria al mundo y de ventura.

El puñal de Catón, la adusta frente
Del noble Bruto, la constancia fiera
Y el arrojo de Scévola valiente,
La doctrina de Sócrates severa,
La voz atronadora y elocuente
Del orador de Atenas, la bandera
Contra el tirano Macedonio alzando,
Y al espantado pueblo arrebatando:

El valor y la fe del caballero,
Del trovador el arpa y los cantares,
Del gótico castillo el altanero
Antiguo torreón, do sus pesares
Cantó tal vez con eco lastimero,
¡Ay!, arrancada de sus patrios lares,
Joven cautiva, al rayo de la luna,
Lamentando su ausencia y su fortuna:

El dulce anhelo del amor que guarda,
Tal vez inquieto y con mortal recelo;
La forma bella que cruzó gallarda,
Allá en la noche, entre medroso velo;
La ansiada cita que en llegar se tarda
Al impaciente y amoroso anhelo,
La mujer y la voz de su dulzura,
Que inspira al alma celestial ternura:

A un tiempo mismo en rápida tormenta
Mi alma alborotaban de contino,
Cual las olas que azota con violenta
Cólera impetuoso torbellino:
Soñaba al héroe ya, la plebe atenta
En mi voz escuchaba su destino:
Ya al caballero, al trovador soñaba,
Y de gloria y de amores suspiraba.

Hay una voz secreta, un dulce canto,
Que el alma sólo recogida entiende,
Un sentimiento misterioso y santo,
Que del barro al espíritu desprende;
Agreste, vago y solitario encanto
Que en inefable amor el alma enciende,
Volando tras la imagen peregrina
El corazón de su ilusión divina.

Yo, desterrado en extranjera playa,
Con los ojos extático seguía
La nave audaz que en argentado raya
Volaba al puerto de la patria mía:
Yo, cuando en Occidente el sol desmaya,
Solo y perdido en la arboleda umbría,
Oír pensaba el armonioso acento
De una mujer, al suspirar del viento.

¡Una mujer!  En el templado rayo
De la mágica luna se colora,
Del sol poniente al lánguido desmayo
Lejos entre las nubes se evapora;
Sobre las cumbres que florece Mayo
Brilla fugaz al despuntar la aurora,
Cruza tal vez por entre el bosque umbrío,
Juega en las aguas del sereno río.

¡Una mujer!  Deslizase en el cielo
Allá en la noche desprendida estrella,
Si aroma el aire recogió en el suelo,
Es el aroma que le presta ella.
Blanca es la nube que en callado vuelo
Cruza la esfera, y que su planta huella,
Y en la tarde la mar olas le ofrece
De plata y de zafir, donde se mece.

Mujer que amor en su ilusión figura,
Mujer que nada dice a los sentidos,
Ensueño de suavísima ternura,
Eco que regaló nuestros oídos;
De amor la llama generosa y pura,
Los goces dulces del amor cumplidos,
Que engalana la rica fantasía,
Goces que avaro el corazón ansía:

¡Ay! aquella mujer, tan sólo aquélla,
Tanto delirio a realizar alcanza,
Y esa mujer tan cándida y tan bella
Es mentida ilusión de la esperanza:
Es el alma que vívida destella
Su luz al mundo cuando en él se lanza,
Y el mundo, con su magia y galanura
Es espejo no más de su hermosura:

Es el amor que al mismo amor adora,
El que creó las Sílfides y Ondinas,
La sacra ninfa que bordando mora
Debajo de las aguas cristalinas:
Es el amor que recordando llora
Las arboledas del Edén divinas:
Amor de allí arrancado, allí nacido,
Que busca en vano aquí su bien perdido.

¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!
¡Sentimiento purísimo! ¡memoria
Acaso triste de un perdido cielo,
Quizá esperanza de futura gloria!
¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh qué mujer! ¡qué imagen ilusoria
Tan pura, tan feliz, tan placentera,
Brindó el amor a mi ilusión primera!...

¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,
¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?
¿Por qué, por qué como en mejores días,
No consoláis vosotras mis pesares?
¡Oh! los que no sabéis las agonías
De un corazón que penas a millares
¡Ay! desgarraron y que ya no llora,
¡Piedad tened de mi tormento ahora!

¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos
Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura
De mí, que entre suspiros angustiosos
Ahogar me siento en infernal tortura.
¡Retuércese entre nudos dolorosos
Mi corazón, gimiendo de amargura!
También tu corazón, hecho pavesa,
¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!

¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
Que fuera eterno manantial de llanto,
Tanto inocente amor, tanta alegría,
Tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
En que perdido el celestial encanto
Y caída la venda de los ojos,
Cuanto diera placer causara enojos?

Aun parece, Teresa, que te veo
Aérea como dorada mariposa,
Ensueño delicioso del deseo,
Sobre tallo gentil temprana rosa,
Del amor venturoso devaneo,
Angélica, purísima y dichosa,
Y oigo tu voz dulcísima y respiro
Tu aliento perfumado en tu suspiro.

Y aún miro aquellos ojos que robaron
A los cielos su azul, y las rosadas
Tintas sobre la nieve, que envidiaron
Las de Mayo serenas alboradas:
Y aquellas horas dulces que pasaron
Tan breves, ¡ay! como después lloradas,
Horas de confianza y de delicias,
De abandono y de amor y de caricias.

Que así las horas rápidas pasaban,
Y pasaba a la par nuestra ventura;
Y nunca nuestras ansias la contaban,
Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura.
Las horas ¡ay! huyendo nos miraban
Llanto tal vez vertiendo de ternura;
Que nuestro amor y juventud veían,
Y temblaban las horas que vendrían.

Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío
¡Ay! agostó la flor de tu pureza?
Tú fuiste un tiempo cristalino río,
Manantial de purísima limpieza;
Después torrente de color sombrío
Rompiendo entre peñascos y maleza,
Y estanque, en fin, de aguas corrompidas,
Entre fétido fango detenidas.

¿Cómo caiste despeñado al suelo,
Astro de la mañana luminoso?
Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo
A este valle de lágrimas odioso?
Aún cercaba tu frente el blanco velo
Del serafín, y en ondas fulguroso
Rayos al mando tu esplendor vertía,
Y otro cielo el amor te prometía.

Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído,
O mujer nada más y lodo inmundo,
Hermoso ser para llorar nacido,
O vivir como autómata en el mundo.
Sí, que el demonio en el Edén perdido,
Abrasara con fuego del profundo
La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego
La herencia ha sido de sus hijos luego.

Brota en el cielo del amor la fuente,
Que a fecundar el universo mana,
Y en la tierra su límpida corriente
Sus márgenes con flores engalana.
Mas ¡ay! huid: el corazón ardiente
Que el agua clara por beber se afana,
Lágrimas verterá de duelo eterno,
Que su raudal lo envenenó el infierno.

Huid, si no queréis que llegue un día
En que enredado en retorcidos lazos
El corazón con bárbara porfía
Luchéis por arrancároslo a pedazos:
En que al cielo en histérica agonía
Frenéticos alcéis entrambos brazos,
Para en vuestra impotencia maldecirle,
Y escupiros, tal vez, al escupirle.

Los años ¡ay! de la ilusión pasaron,
Las dulces esperanzas que trajeron
Con sus blancos ensueños se llevaron,
Y el porvenir de oscuridad vistieron:
Las rosas del amor se marchitaron,
Las flores en abrojos convirtieron,
Y de afán tanto y tan soñada gloria
Sólo quedó una tumba, una memoria.

¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento
Un pesar tan intenso!  Embarga impío
Mi quebrantada voz mi sentimiento,
Y suspira tu nombre el labio mío.
Para allí su carrera el pensamiento,
Hiela mi corazón punzante frío,
Ante mis ojos la funesta losa,
Donde vil polvo tu bondad reposa.

Y tú, feliz, que hallastes en la muerte
Sombra a que descansar en tu camino,
Cuando llegabas, mísera, a perderte
Y era llorar tu único destino:
¡Cuando en tu frente la implacable suerte
Grababa de los réprobos el sino!
Feliz, la muerte te arrancó del suelo,
Y otra vez ángel, te volviste al cielo.

Roída de recuerdos de amargura,
Árido el corazón, sin ilusiones,
La delicada flor de tu hermosura
Ajaron del dolor los aquilones:
Sola, y envilecida, y sin ventura,
Tu corazón secaron las pasiones:
Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran
Y hasta el nombre de madre te negaran.

Los ojos escaldados de tu llanto,
Tu rostro cadavérico y hundido;
único desahogo en tu quebranto,
El histérico ¡ay! de tu gemido:
¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto
Envolver tu desdicha en el olvido,
Disipar tu dolor y recogerte
En su seno de paz? ¡Sólo la muerte!

¡Y tan joven, y ya tan desgraciada!
Espíritu indomable, alma violenta,
En ti, mezquina sociedad, lanzada
A romper tus barreras turbulenta.
Nave contra las rocas quebrantada,
Allá vaga, a merced de la tormenta,
En las olas tal vez náufraga tabla,
Que sólo ya de sus grandezas habla.

Un recuerdo de amor que nunca muere
Y está en mi corazón: un lastimero
Tierno quejido que en el alma hiere,
Eco suave de su amor primero:
¡Ay de tu luz, en tanto yo viviere,
Quedará un rayo en mí, blanco lucero,
Que iluminaste con tu luz querida
La dorada mañana de mi vida!

Que yo, como una flor que en la mañana
Abre su cáliz al naciente día,
¡Ay, al amor abrí tu alma temprana,
Y exalté tu inocente fantasía,
Yo inocente también ¡oh!, cuán ufana
Al porvenir mi mente sonreía,
Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo
Pensé contigo remontarme al cielo!

Y alegre, audaz, ansioso, enamorado,
En tus brazos en lánguido abandono,
De glorias y deleites rodeado
Levantar para ti soñé yo un trono:
Y allí, tú venturosa y yo a tu lado.
Vencer del mundo el implacable encono,
Y en un tiempo, sin horas ni medida,
Ver como un sueño resbalar la vida.

¡Pobre Teresa!  Cuando ya tus ojos
Áridos ni una lágrima brotaban;
Cuando ya su color tus labios rojos
En cárdenos matices se cambiaban;
Cuando de tu dolor tristes despojos
La vida y su ilusión te abandonaban,
Y consumía lenta calentura,
Tu corazón al par de tu amargura;

Si en tu penosa y última agonía
Volviste a lo pasado el pensamiento;
Si comparaste a tu existencia un día
Tu triste soledad y tu aislamiento;
Si arrojó a tu dolor tu fantasía
Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento
A otra mujer tal vez acariciando,
Madre tal vez a otra mujer llamando;

Si el cuadro de tus breves glorias viste
Pasar como fantástica quimera,
Y si la voz de tu conciencia oíste
Dentro de ti gritándole severa;
Si, en fin, entonces tú llorar quisiste
Y no brotó una lágrima siquiera
Tu seco corazón, y a Dios llamaste,
Y no te escuchó Dios, y blasfemaste;

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel! ¡martirio horrendo!
¡Espantosa expiación de tu pecado,
Sobre un lecho de espinas, maldiciendo,
Morir, el corazón desesperado!
Tus mismas manos de dolor mordiendo,
Presente a tu conciencia lo pasado,
Buscando en vano, con los ojos fijos,
Y extendiendo tus brazos a tus hijos.

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel!... ¡Ay! yo entretanto
Dentro del pecho mi dolor oculto,
Enjugo de mis párpados el llanto
Y doy al mundo el exigido culto;
Yo escondo con vergüenza mi quebranto,
Mi propia pena con mi risa insulto,
Y me divierto en arrancar del pecho
Mi mismo corazón pedazos hecho.

Gocemos, sí; la cristalina esfera
Gira bañada en luz: ¡bella es la vida!
¿Quién a parar alcanza la carrera
Del mundo hermoso que al placer convida?
Brilla radiante el sol, la primavera
Los campos pinta en la estación florida;
Truéquese en risa mi dolor profundo...
Que haya un cadáver más, ¿qué importa al mundo?
ESP Mar 2016
Lasapin ang bunga ng paghihirap
Puso, isip at kaluluwa lang naman
Ang iyong nilaan para ikaw ay
bigyan ng kaunting sahuran.

Kung minsan, napapagod
Ay, madalas nga palang pagod
Ang katawan man ay bumabagsak
Gagaling ka rin at
Itutuloy ang paghihirap

Sabi ko noong bata pa ako
"Inay, gusto kong maging doktor
pagkalaki ko.
Pagka't gusto kong pagalingin
ang bawat maysakit na tao."

Hanggang sa nagpagtanto ****
Habang lumalaki
Ni hindi naman pagiging doktor
ang gusto mo paglaki

Ako ay sinanay upang maging alipin
Upang siyudad ng sikat na
Politiko ay yumaman sa aming kamay
Ngunit salapi'y nadudulas sa aking palad
Nalilipad-lipad at napunta sa
"tagapaglingkod ninyong totoo,
kami ay kasangga ninyo."

Sabi nga ng ilan ay
Buhay ay sadyang gulong ng palad
Hindi ako naniniwala dahil,
ikaw mismo na nabubuhay ang
siya lamang makapagsasabi at
makapagdidikta ng iyong kapalaran
Nasa iyong kamay ang kasagutan
Kaya pakilusin na ang mga paa
Buksan ang iyong mga mata
Pakinggan ng iyong mga tenga
ang bawat hinaing
Ito ay magbabago rin
kung bawat katawan ay kikilos
sabay-sabay muling galawin

Tayo ang sagot
sa hirap na dinaranas
Tayo rin mismo ang makapagbabago
Ng kung ano mang ang nakasanayan
Ng kung ano mang gawaing katakwil-takwil
Tayo lamang
Tayo lamang ang pagbabago.
Este campo fue mar
de sal y espuma.
Hoy oleaje de ovejas,
voz de avena.

Más que tierra eres cielo,
campo nuestro.
Puro cielo sereno...
Puro cielo.

¿De tu origen marino no conservas
más caracol que el nido del hornero?

No olvides que el azar hinchó sus velas
y a través de otra mar dio en tus riberas.

Ante el sobrio semblante de tus llanos
se arrancó la golilla el castellano.

Tienes, campo, los huesos que mereces:
grandes vértebras simples e inocentes,
tibias rudimentarias,
informes maxilares que atestiguan
tu vida milenaria;
y sin embargo, campo, no se advierte
ni una arruga en tu frente.

Ya sólo es un silencio emocionado
tu herbosa voz de mar desagotado.

¡Qué cordial es la mano de este campo!

Sobre tu tersa palma distendida
¡quién pudiese rastrear alguna huella
que revelara el rumbo de su vida!

Tus mismos cardos, campo, se estremecen
al presentir la aurora que mereces.

Une al don de tu pan y de tu mano
el de darle candor a nuestro canto.

¿Oyes, campo, ese ritmo?
¡Si fuera el mío!...
sin vocablos ni voz te expresaría
al galope tendido.

Estas pobres palabras
¡qué mal te quedan!
Pero qué quieres, campo,
no soy caballo
y jamás las diría
si tú me oyeras.

Por algo ante el apremio de nombrarte
he preferido siempre galoparte.

Ritmo, calma, silencio, lejanía...
hasta volverte, campo, melodía.

Sólo el viento merece acompañarte.

¿No podrá ni mentarse tu presencia
sin que te duela, campo, la modestia?

Eres tan claro y limpio y sin dobleces
que el vuelo de una nube te ensombrece.

¡Hasta las sombras, campo, no dan nunca
ni el más leve traspiés en tu llanura!

¿Cómo lograste, campo tan benigno,
asistir a los cruentos cataclismos
que describen tus nubes
y ver morir flameantes continentes,
inaugurarse mares,
donde jóvenes islas recalaban
en bahías de fuego,
con el vivo y remoto dramatismo
que recuerdan tus cielos?

Al galoparte, campo, te he sentido
cada vez menos campo y más latido.

Tenso y redondo y manso,
como un grávido vientre
virgen campo yacente.

Sin rubores, ni gestos excesivos,
-acaso un poco triste y resignada-
con el mismo candor que usan tus chinas
y reprimiendo, campo, su ternura,
-más allá del bañado, entre las parvas-
se te entrega la tarde ensimismada.

Pasan las nubes, pasan
-¿Quién las arrea?-
tobianas, malacaras,
overas, bayas;
pero toditas llevan,
campo, tu marca.

Dime, campo tendido cara  al cielo,
¿esas nubes son hijas de tu sueño?...

¡Cómo no han de llorarte las tropillas
de tus nubes tordillas
al otear, desde el cielo, esas praderas
y sentir la nostalgia de sus yerbas!

Lo que prefiero, campo, es tu llaneza.

Ya sé que tierra adentro eres de piedra,
como también de piedra son tus cielos,
y hasta esas pobres sombras que se hospedan
en tus valles de piedra;
pero al pensarte, campo, sólo veo,
en vez de esas quebradas minerales
donde espectros de muías se alimentan
con las más tiernas piedras,
una inmensa llanura de silencio,
que abanican, con calma, tus haciendas.

En lo alto de esas cumbres agobiantes
hallaremos laderas y peñascos,
donde yacen metales, momias de alga,
peces cristalizados;
peto jamás la extensa certidumbre
de que antes de humillarnos para siempre,
has preferido, campo, el ascetismo
de negarte a ti mismo.

Fuiste viva presencia o fiel memoria
desde mi más remota prehistoria.

Mucho antes de intimar con los palotes
mi amistad te abrazaba en cada poste.

Chapaleando en el cielo de tus charcos
me rocé con tus ranas y tus astros.

Junto con tu recuerdo se aproxima
el relente a distancia y pasto herido
con que impregnas las botas... la fatiga.

Galopar. Galopar. ¿Ritmo perdido?
hasta encontrarlo dentro de uno mismo.

Siempre volvemos, campo,
de tus tardes con un lucero humeante...
entre los labios.

Una tarde, en el mar, tú me llamaste,
pero en vez de tu escueta reciedumbre
pasaba ante la borda un campo equívoco
de andares voluptuosos y evasivos.

Me llamaste, otra vez, con voz de madre
y en tu silencio sólo hallé una vaca
junto a un charco de luna arrodillada;
arrodillada, campo, ante tu nada.

Cuando me acerco, pampa, a tu recuerdo,
te me vas, despacito, para adentro...
al trote corto, campo, al trotecito.

Aunque me ignores, campo, soy tu amigo.

Entra y descansa, campo. Desensilla.
Deja de ser eterna lejanía.

Cuanto más te repito y te repito
quisiera repetirte al infinito.

Nunca permitas, campo, que se agote
nuestra sed de horizonte y de galope.

Templa mis nervios, campo ilimitado,
al recio diapasón del alambrado.

Aquí mi soledad. Esta mi mano.
Dondequiera que vayas te acompaño.

Si no hubieras andado siempre solo
¿todavía tendrías voz de toro?

Tu soledad, tu soledad... ¡la mía!
Un sorbo tras el otro, noche y día,
como si fuera, campo, mate amargo.

A veces soledad, otras silencio,
pero ante todo, campo: padre-nuestro.

"No eres más que una vaca -dije un día-
con un millón de ubres maternales"...
sin recordar -¡perdona!- que enarbolas
entre el lírico arranque de tus cuernos
un gran nido de hornero.

"Si no tiene relieve, ni contornos.
Nada que lo limite, que lo encuadre;
allí... a las cansadas, un arroyo,
quizás una lomada..."
seguirán -¡perdonadlos!- murmurando,
aunque tu inmensa nada lo sea todo.

Comprendo, campo adusto, que sonrías
cuando sólo te habitan las espigas.

Aunque no sueñen más que en esquilmarte
e ignoren el sabor de tus raíces,
el rumbo de tus pájaros,
nunca te niegues, pampa, a abrir los brazos.
Has de ser para todos campo santo.

Al verte cada vez más cultivado
olvidan que tenías piel de puma
y fuiste, hasta hace poco, campo bravo.

No te me quejes, campo desollado.
Cubierto de rasguños y de espinas
-después de costalar entre tus cardos-
anduve yo también desamparado,
con un dolor caballo en las costillas.

Recuerda que tus nubes se desangran
sin decir, campo macho, ni palabra.

Son tan grandes tus noches, que avergüenzan.

Si los grillos dejasen de apretarle
una sola clavija a tu silencio,
¿alcanzarías, campo, el delirante
y agudo diapasón de las estrellas?

Hasta la oscura voz de tus pantanos
da fervor a tu sacro canto llano.

¡Qué buenos confesores son tus sapos!

Nada logra expresar, campo nocturno,
tu inmensa soledad desamparada
como el presentimiento que ensombrece
el insomne mugir de tus manadas.

Vierte, campo, sin tregua, en nuestras
venas la destilada luz de tus estrellas.

Tu santa luna, campo solitario,
convierte nuestro pecho en un hostiario.

Déjanos comulgar con tu llanura...
Danos, campo eucarístico, tu luna.

¿A qué sabrán tus pastos
cuando logren, por fin, domesticarte
y en vez de campo potro desbocado
te transformes en campo endomingado?

Cómo ríen tus sapos, tus maizales,
con dientes de potrillo,
del candor con que todas tus ciudades,
no bien salen del horno,
ya ostentan capiteles, frontispicios,
y arquitrabes postizos.

Sólo soportas, campo, los aleros
que aconsejan vivir como el hornero.

Te llevé de la mano
hacia aldeas y rutas patinadas
por leyendas doradas;
pero tú sonreías, campo niño,
y yo junto contigo...
siempre, siempre contigo
campo recién nacido.

Tantos viejos modales resobados
y tanta historia
con tantas mezquindades,
desde la ausencia, campo, musitaban
tus ingenuos yuyales.

-¡Qué tierras sin aliento! -balbuceabas-.
Sólo produce muertos...
grandes muertos insomnes y locuaces
que en vez de reposar y ser olvido
desertan de sus tumbas, vociferan,
en cada encrucijada,
en cada piedra.
Los míos, por lo menos, son modestos.
No incomodan a nadie.

Y el eco de tu voz, entre las ruinas:
"Dadle muerte a esos muertos", repetía.

¿Dónde apoyarnos, campo?
¡Ni una piedra!
Nada que indique el rumbo de tus huellas.
Persiste, campo nada, en acercarnos
la ocasión de perdernos... o encontrarnos.

Gracias, campo, por ser tan despoblado
y limpito de muertos,
que admites arriesgar cualquier postura
sin pedirle permiso a los espectros.

Muchas gracias por crearnos una muerte
de tu mismo tamaño y tan perfecta
que no deja ni el rastro de una huella.

Y mil gracias por darnos la certeza
de poder galopar toda una vida
sin hallar otra muerte que la nuestra.

Con sólo descansar sobre tu suelo
ya nos sentimos, campo, en pleno cielo.

-"¿Y si en vez de ser campo fuera ausencia?"
-"En mí perduraría tu presencia."

Espera, campo, espera.
No me llames.
¿Por qué esa voz tan negra,
campo madre?

-"¿Es tu silencio mar quien me reclama?"
-"Ven a dormir a orillas de mi calma."

Tú que estás en los cielos, campo nuestro.
Ante ti se arrodilla mi silencio.
Marge Redelicia May 2015
ilang oras,
ilang araw, linggo, buwan,
ilang taon
na akong naglalakbay.
nakita't nadaanan ko na lahat.
dito sa masalimuot na lansangan
memoryado ko na ang mga
pasikot-sikot sa mga eskinita,
bawat lubak at hukay sa kalye,
ang mga graffiti at nangangalawang na karatula.

pero kahit kay tagal na ng lumipas na panahon
hanggang ngayon,
di ko pa rin masikmura
ang mga nakakabinging busina at humaharurot na makina
ang nakakasulasok na baho ng usok at nagkalat na basura.

sa una ako'y nangangawit
pero ngayon nangmanhid
na ang mga kamay ko
sa higpit ng kapit sa manibela na
walang sinuman ang makakaangkin dahil
ito ay s'akin lamang,
akin.

puso ko ang mapa:
lukot at punit-punit.
dito ako sunudsunuran at alipin.
kahit alam kong mali,
di ako kikibo, ako'y tahimik.
naghahanap, pero siya rin mismo nawawala.
tahanan lang naman daw ang gusto niya
kung saan lulunasan ng yakap
ang pagod at pait,
kung saan ang mga simangot
ay masusuklian ng ngiti.
pero saan?
saan kaya?


ako ang hari ng daan.
walang kinikilala na batas.
nakikipagkarera sa hangin
sige-sige sa pag-arangkada.
kung may masagasaan,
kahit siya ang duguan,
siya pa rin ang may kasalanan.

dahil paminsan
naiisip ko na baka
mas swerte pa siyang nakahandusay sa kalsada
kaysa sa akin na pagod,
naiinip, naiinis sa likod ng manibela.
malapit nang maubusan ng gasolina,
ang mga gulong ay pudpud na.
'di ko pa rin mahanap ang tahanan
kaya tumungo na lang kaya ako
sa kamatayan?

"para po"
ako'y napalingon.
oo nga pala, may pasahero ako.
inaangkas lang Kita
paminsan umuupo likod
madalas nakasabit sa may salamin
o nakalapag sa harap
kasama ng mga abubot at basura.

"ate, para po"
hindi.
inapakan ko pa ang gasolina.
nagbibingibingihan sa mga bulong Mo.
oo,
alam kong pagod na ako
pero kaya ko 'to,
hindi ko kailangan ng tulong.

"para, diyan lang sa may tabi"
hindi.
hinigpitan ko pa ang hawak sa manibela.
gusto ko lang naman makauwi.
oo,
alam kong nawawala na ako
pero sigurado ako ang ginagawa ko
siguro, sigurado
siguro.

"para"
ngayon
napagtanto ko na
ako'y sawi, ako'y mali.
papakawalan na ang pagkapit sa patalim,
ang pagtiwala sa sarili.
sa wakas
ako ay

bibitaw.

sa Iyo na ang manibela, pati na rin
itong upuan na 'to, and trono.
Ikaw na,
ang gasolina at gulong na nagpapatakbo
ang mapang nagtuturo
mula ngayon hanggang magpakailanman.
Ikaw na
ang Kapitan
ang tagapagmaneho ng buhay na 'to.
wala nang pagkuha, pagdukot, pag-angkin.
mula ngayon,
iaalay ko na ang lahat.
ako ay Iyo.

ilang oras,
ilang araw, linggo, buwan,
ilang taon
na akong naglalakbay
at tuloy pa rin ang biyahe.
ganun pa rin ang kalagayan ng kalye:
malubak, maingay, madumi.
pero kapag Ikaw ang nandyan sa upuan,
para tayong lumilipad.
anumang madaanan
biyahe ay napakabanayad.

puso ko'y nananabik.
saan Mo ako sunod dadalhin?
saan kaya makakarating?

kahit saan man mapadpad,
kahit gaano man kalayo,
'di na ako mawawala.
ako ay nakarating na.
o tahanang tinatamasa,
nahanap na rin Kita.
basta't kasama Ka,
Hesus
*ako'y nakauwi na.
A spoken word performed for Para Sa Sining's Katha: Tula X Sayaw.
Ito ang umagang
Nanaisin kong huminto muna ang Araw nang saglit.
Kung pwede bang manatili muna Sya
At ako'y hayaang pagmasdan
Ang kanyang kariktan.

Nais kong bumilad sa sinag ng Araw
At magpasakop sa Liwanag Nyang taglay.
Nais kong malusaw ang bawat kamalian,
Ang bawat pagkukunwari.

Pagkat ayoko na..
Ayoko nang magpanggap pa..
Na kaya kong mag-isa
Mag-isa na wala ang mga kamay Nya --
Ang mga gabay Nya.
Na maging sa gabi'y
Nasisilayan ko pa rin
Ang kanyang anino sa aking pagpikit,
Ang nakasisilaw Niyang Liwanag
Na nagiging mitsa ng aking pagluhod.

Gusto kong huminto ang Araw,
At ako'y makita Nya..
Kahit isang iglap..
Kahit isang saglit lang..

Kung pwede lang,
Wag Mo akong iwan
Na sa gabi'y
Ikaw ang magbigay Ilaw sa aking landas
At ako'y Iyong yakapin
Habang ang Iyong sinag
Ang magsisilbing lakas
Sa bawat pagbangon ko sa Umaga.

Sayo ako magsisimula,
At ayokong ito'y magwakas
Na para bang hinahayaan ko lamang
Na malimot ko ang lahat --
Ang lahat ng mga misteryong
Iyong ipinakita na,
Iyong ipanaranas na.

Ayokong dumating sa katapusan
Na ako'y walang muang
Na Ikaw ang aking Simula..

Ayokong magtagpo tayo
Sa gitna ng aking mga kamalian --
Mga kamaliang hindi ko itinama
Kahit na pinagbuksan Mo na ako
Sa panibagong Umaga.

Kung ang bawat araw na lumilipas
Ay siya ring mga pahina ng aking buhay,
Bakit pa..
Bakit ko pa hahayaang
Dilim ang magsilbing umaga?
Kung Ikaw naman ang tunay na Simula ng lahat..
Kung landas ko nama'y
Kayang-kaya **** bigyang liwanag
At lahat ng masasaklawan ng aking mga mata
Ay simbolo ng Iyong paghahari.

Lilikumin Mo ang lahat
Gamit ang Iyong Liwanag.
Ang Iyong mga Salita'y
Hindi na mangungusap pa,
Ngunit Ikaw na mismo ang darating.

At buhat sa Iyong bibig,
Ang lahat ay handa nang makinig..
Nang buong puso..
Na may tunay na pagpapasakop.

At ang lahat ng mga naggising
Buhat sa pagkakahimbing
At mga bangungot na tila walang katapusan
Ay sabay-sabay na babangon
At lalakad sa Liwanag na Iyong hain.

Masisilayan ko rin ang mga ngiti
Ng pagpupunyagi at tagumpay
Na walang balot ng anumang pagkukunwari,
Walang tampo't galit.
Kung saan hubad ang lahat
Ngunit tanggap Mo
Ang bawat kamalian.

Ang Iyong paghuhusga ay darating --
Darating nang patas;
Patas at pawang katotohanan.
Ang lahat ay darating sa katapusan,
At Sayo ay handang magpaubaya.

Ang lahat ng mga nabago ng Iyong Liwanag
Ay kusang sisibol at uusbong
Nang may papuri
At hindi parang mga paupos na kandila
Na nauubusan rin ng lakas.
Ngunit sila'y tila mga tanim
Na Iyong dinidiligan sa bawat araw --
Mga ginintuang araw
Na hindi gaya ngayong kukupas din..

Balang araw, ang lahat ng salitang
Mamumutawi sa bawat labi'y
May iisang sigaw
May iisang palamuti na ibabandera
At susuko sa Iyong kabutihan.

Ang bawat nilalang
Ay mabinihag sa Iyong kaluwalhatian
At hindi na..
Hindi na mauubusan pa ng Liwanag,
Ikaw mismo ang magkukusang
Punasan ang mga matang lumuluha,
Lumuluha buhat sa paghihintay..
Pagkat nariyan ka na..
Nariyan na ang Iyong kaligtasan.

Ikaw, sa bawat oras
Sa bawat sandali'y
Ikaw pa rin ang maging dahilan
Ng pagtibok ng aking puso
Ang magiging sigaw
Ng aking napapaos na lalamunan.

Ikaw ang maging dahilan..
Ng aking pagtaas ng kamay
At sa ere'y hindi Mo ako iiwan,
Ni hindi Mo ako kinalimutan..
Ikaw, ang Araw at Gabi..
Sayo ang aking papuri!

— The End —