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Piramidal, funesta de la tierra
nacida sombra, al cielo encaminaba
de vanos obeliscos ***** altiva,
escalar pretendiendo las estrellas;
si bien sus luces bellas
esemptas siempre, siempre rutilantes,
la tenebrosa guerra
que con negros vapores le intimaba
la vaporosa sombra fugitiva
burlaban tan distantes,
que su atezado ceño
al superior convexo aún no llegaba
del orbe de la diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta;
quedando sólo dueño
del aire que empañaba
con el aliento denso que exhalaba.
Y en la quietud contenta
de impero silencioso,
sumisas sólo voces consentía
de las nocturnas aves
tan oscuras tan graves,
que aún el silencio no se interrumpía.
Con tardo vuelo, y canto, de él oído
mal, y aún peor del ánimo admitido,
la avergonzada Nictímene acecha
de las sagradas puertas los resquicios
o de las claraboyas eminentes
los huecos más propicios,
que capaz a su intento le abren la brecha,
y sacrílega llega a los lucientes
faroles sacros de perenne llama,
que extingue, sino inflama
en licor claro la materia crasa
consumiendo; que el árbol de Minerva
de su fruto, de prensas agravado,
congojoso sudó y rindió forzado.
Y aquellas que su casa
campo vieron volver, sus telas yerba,
a la deidad de Baco inobedientes
ya no historias contando diferentes,
en forma si afrentosa transformadas
segunda forman niebla,
ser vistas, aun temiendo en la tiniebla,
aves sin pluma aladas:
aquellas tres oficiosas, digo,
atrevidas hermanas,
que el tremendo castigo
de desnudas les dio pardas membranas
alas, tan mal dispuestas
que escarnio son aun de las más funestas:
éstas con el parlero
ministro de Plutón un tiempo, ahora
supersticioso indicio agorero,
solos la no canora
componían capilla pavorosa,
máximas negras, longas entonando
y pausas, más que voces, esperando
a la torpe mensura perezosa
de mayor proporción tal vez que el viento
con flemático echaba movimiento
de tan tardo compás, tan detenido,
que en medio se quedó tal vez dormido.
Este. pues, triste son intercadente
de la asombrosa turba temerosa,
menos a la atención solicitaba
que al suelo persuadía;
antes si, lentamente,
si su obtusa consonancia espaciosa
al sosiego inducía
y al reposo los miembros convidaba,
el silencio intimando a los vivientes,
uno y otro sellando labio obscuro
con indicante dedo, Harpócrates la noche silenciosa;
a cuyo, aunque no duro, si bien imperioso
precepto, todos fueron obedientes.
El viento sosegado, el can dormido:
éste yace, aquél quedo,
los átomos no mueve
con el susurro hacer temiendo leve,
aunque poco sacrílego ruido,
violador del silencio sosegado.
El mar, no ya alterado,
ni aún la instable mecía
cerúlea cuna donde el sol dormía;
y los dormidos siempre mudos peces,
en los lechos 1amosos
de sus obscuros senos cavernosos,
mudos eran dos veces.
Y entre ellos la engañosa encantadora
Almone, a los que antes
en peces transformó simples amantes,
transformada también vengaba ahora.
En los del monte senos escondidos
cóncavos de peñascos mal formados,
de su esperanza menos defendidos
que de su obscuridad asegurados,
cuya mansión sombría
ser puede noche en la mitad del día,
incógnita aún al cierto
montaraz pie del cazador experto,
depuesta la fiereza
de unos, y de otros el temor depuesto,
yacía el vulgo bruto,
a la naturaleza
el de su potestad vagando impuesto,
universal tributo.
Y el rey -que vigilancias afectaba-
aun con abiertos ojos no velaba.
El de sus mismos perros acosado,
monarca en otro tiempo esclarecido,
tímido ya venado,
con vigilante oído,
del sosegado ambiente,
al menor perceptible movimiento
que los átomos muda,
la oreja alterna aguda
y el leve rumor siente
que aun le altera dormido.
Y en 1a quietud del nido,
que de brozas y lodo instable hamaca
formó en la más opaca
parte del árbol, duerme recogida
la leve turba, descansando el viento
del que le corta alado movimiento.
De Júpiter el ave generosa
(como el fin reina) por no darse entera
al descanso, que vicio considera
si de preciso pasa, cuidadosa
de no incurrir de omisa en el exceso,
a un sólo pie librada fía el peso
y en otro guarda el cálculo pequeño,
despertador reloj del leve sueño,
porque si necesario fue admitido
no pueda dilatarse continuado,
antes interrumpido
del regio sea pastoral cuidado.
¡Oh de la majestad pensión gravosa,
que aun el menor descuido no perdona!
Causa quizá que ha hecho misteriosa,
circular denotando la corona
en círculo dorado,
que el afán es no menos continuado.
El sueño todo, en fin, lo poseía:
todo. en fin, el silencio lo ocupaba.
Aun el ladrón dormía:
aun el amante no se desvelaba:
el conticinio casi ya pasando
iba y la sombra dimidiaba, cuando
de las diurnas tareas fatigados
y no sólo oprimidos
del afán ponderosos
del corporal trabajo, más cansados
del deleite también; que también cansa
objeto continuado a 1os sentidos
aún siendo deleitoso;
que la naturaleza siempre alterna
ya una, ya otra balanza,
distribuyendo varios ejercicios,
ya al ocio, ya al trabajo destinados,
en el fiel infiel con que gobierna
la aparatosa máquina del mundo.
Así pues, del profundo
sueño dulce los miembros ocupados,
quedaron los sentidos
del que ejercicio tiene ordinario
trabajo, en fin, pero trabajo amado
-si hay amable trabajo-
si privados no, al menos suspendidos.
Y cediendo al retrato del contrario
de la vida que lentamente armado
cobarde embiste y vence perezoso
con armas soñolientas,
desde el cayado humilde al cetro altivo
sin que haya distintivo
que el sayal de la púrpura discierna;
pues su nivel, en todo poderoso,
gradúa por esemptas
a ningunas personas,
desde la de a quien tres forman coronas
soberana tiara
hasta la que pajiza vive choza;
desde la que el Danubio undoso dora,
a la que junco humilde, humilde mora;
y con siempre igual vara
(como, en efecto, imagen poderosa
de la muerte) Morfeo
el sayal mide igual con el brocado.
El alma, pues, suspensa
del exterior gobierno en que ocupada
en material empleo,
o bien o mal da el día por gastado,
solamente dispensa,
remota, si del todo separada
no, a los de muerte temporal opresos,
lánguidos miembros, sosegados huesos,
los gajes del calor vegetativo,
el cuerpo siendo, en sosegada calma,
un cadáver con alma,
muerto a la vida y a la muerte vivo,
de lo segundo dando tardas señas
el de reloj humano
vital volante que, sino con mano,
con arterial concierto, unas pequeñas
muestras, pulsando, manifiesta lento
de su bien regulado movimiento.
Este, pues, miembro rey y centro vivo
de espíritus vitales,
con su asociado respirante fuelle
pulmón, que imán del viento es atractivo,
que en movimientos nunca desiguales
o comprimiendo yo o ya dilatando
el musculoso, claro, arcaduz blando,
hace que en él resuelle
el que le circunscribe fresco ambiente
que impele ya caliente
y él venga su expulsión haciendo activo
pequeños robos al calor nativo,
algún tiempo llorados,
nunca recuperados,
si ahora no sentidos de su dueño,
que repetido no hay robo pequeño.
Estos, pues, de mayor, como ya digo,
excepción, uno y otro fiel testigo,
la vida aseguraban,
mientras con mudas voces impugnaban
la información, callados los sentidos
con no replicar sólo defendidos;
y la lengua, torpe, enmudecía,
con no poder hablar los desmentía;
y aquella del calor más competente
científica oficina
próvida de los miembros despensera,
que avara nunca v siempre diligente,
ni a la parte prefiere más vecina
ni olvida a la remota,
y, en ajustado natural cuadrante,
las cuantidades nota
que a cada cual tocarle considera,
del que alambicó quilo el incesante
calor en el manjar que medianero
piadoso entre él y el húmedo interpuso
su inocente substancia,
pagando por entero
la que ya piedad sea o ya arrogancia,
al contrario voraz necio la expuso
merecido castigo, aunque se excuse
al que en pendencia ajena se introduce.
Esta, pues, si no fragua de Vulcano,
templada hoguera del calor humano,
al cerebro enviaba
húmedos, mas tan claros los vapores
de los atemperados cuatro humores,
que con ellos no sólo empañaba
los simulacros que la estimativa
dio a la imaginativa,
y aquesta por custodia más segura
en forma ya más pura
entregó a la memoria que, oficiosa,
gravó tenaz y guarda cuidadosa
sino que daban a la fantasía
lugar de que formase
imágenes diversas y del modo
que en tersa superficie, que de faro
cristalino portento, asilo raro
fue en distancia longísima se veían,
(sin que ésta le estorbase)
del reino casi de Neptuno todo,
las que distantes le surcaban naves.
Viéndose claramente,
en su azogada luna,
el número, el tamaño y la fortuna
que en la instable campaña transparente
arriesgadas tenían,
mientras aguas y vientos dividían
sus velas leves y sus quillas graves,
así ella, sosegada, iba copiando
las imágenes todas de las cosas
y el pincel invisible iba formando
de mentales, sin luz, siempre vistosas
colores. las figuras,
no sólo ya de todas las criaturas
sublunares, mas aun también de aquellas
que intelectuales claras son estrellas
y en el modo posible
que concebirse puede lo invisible,
en sí mañosa las representaba
y al alma las mostraba.
La cual, en tanto, toda convertida
a su inmaterial ser y esencia bella,
aquella contemplaba,
participada de alto ser centella,
que con similitud en sí gozaba.
I juzgándose casi dividida
de aquella que impedida
siempre la tiene, corporal cadena
que grosera embaraza y torpe impide
el vuelo intelectual con que ya mide
la cuantidad inmensa de la esfera,
ya el curso considera
regular con que giran desiguales
los cuerpos celestiales;
culpa si grave, merecida pena,
torcedor del sosiego riguroso
de estudio vanamente juicioso;
puesta a su parecer, en la eminente
cumbre de un monte a quien el mismo Atlante
que preside gigante
a los demás, enano obedecía,
y Olimpo, cuya sosegada frente,
nunca de aura agitada
consintió ser violada,
aun falda suya ser no merecía,
pues las nubes que opaca son corona
de la más elevada corpulencia
del volcán más soberbio que en la tierra
gigante erguido intima al cielo guerra,
apenas densa zona
de su altiva eminencia
o a su vasta cintura
cíngulo tosco son, que mal ceñido
o el viento lo desata sacudido
o vecino el calor del sol, lo apura
a la región primera de su altura,
ínfima parte, digo, dividiendo
en tres su continuado cuerpo horrendo,
el rápido no pudo, el veloz vuelo
del águila -que puntas hace al cielo
y el sol bebe los rayos pretendiendo
entre sus luces colocar su nido-
llegar; bien que esforzando
mas que nunca el impulso, ya batiendo
las dos plumadas velas, ya peinando
con las garras el aire, ha pretendido
tejiendo de los átomos escalas
que su inmunidad rompan sus dos alas.
Las pirámides dos -ostentaciones
de Menfis vano y de la arquitectura
último esmero- si ya no pendones
fijos, no tremolantes, cuya altura
coronada de bárbaros trofeos,
tumba y bandera fue a los Ptolomeos,
que al viento, que a las nubes publicaba,
si ya también el cielo no decía
de su grande su siempre vencedora
ciudad -ya Cairo ahora-
las que, porque a su copia enmudecía
la fama no contaba
gitanas glorias, menéficas proezas,
aun en el viento, aun en el cielo impresas.
Estas que en nivelada simetría
su estatura crecía
con tal disminución, con arte tanto,
que cuánto más al cielo caminaba
a la vista que lince la miraba,
entre los vientos se desaparecía
sin permitir mirar la sutil *****
que al primer orbe finge que se junta
hasta que fatigada del espanto,
no descendida sino despeñada
se hallaba al pie de la espaciosa basa.
Tarde o mal recobrada
del desvanecimiento,
que pena fue no escasa
del visual alado atrevimiento,
cuyos cuerpos opacos
no al sol opuestos, antes avenidos
con sus luces, si no confederados
con él, como en efecto confiantes,
tan del todo bañados
de un resplandor eran, que lucidos,
nunca de calurosos caminantes
al fatigado aliento, a los pies flacos
ofrecieron alfombra,
aun de pequeña, aun de señal de sombra.
Estas que glorias ya sean de gitanas
o elaciones profanas,
bárbaros hieroglíficos de ciego
error, según el griego,
ciego también dulcísimo poeta,
si ya por las que escribe
aquileyas proezas
o marciales, de Ulises, sutilezas,
la unión no le recibe
de los historiadores o le acepta
cuando entre su catálogo le cuente,
que gloría más que número le aumente,
de cuya dulce serie numerosa
fuera más fácil cosa
al temido Jonante
el rayo fulminante
quitar o la pescada
a Alcídes clava herrada,
que un hemistiquio solo
-de los que le: dictó propicio Apolo-
según de Homero digo, la sentencia.
Las pirámides fueron materiales
tipos solos, señales exteriores
de las que dimensiones interiores
especies son del alma intencionales
que como sube en piramidal *****
al cielo la ambiciosa llama ardiente,
así la humana mente
su figura trasunta
y a la causa primera siempre aspira,
céntrico punto donde recta tira
la línea, si ya no circunferencia
que contiene infinita toda esencia.
Estos pues, montes dos artificiales,
bien maravillas, bien milagros sean,
y aun aquella blasfema altiva torre,
de quien hoy dolorosas son señales
no en piedras, sino en lenguas desiguales
porque voraz el tiempo no ]as borre,
los idiomas diversos que escasean
el sociable trato de las gentes
haciendo que parezcan diferentes
los que unos hizo la naturaleza,
de la lengua por solo la extrañeza; .
si fueran comparados
a la mental pirámide elevada,
donde, sin saber como colocada
el alma se miró, tan atrasados
se hallaran que cualquiera
graduara su cima por esfera,
pues su ambicioso anhelo,
haciendo cumbre de su propio vuelo,
en lo más eminente
la encumbró parte de su propia mente,
de sí tan remontada que creía
que a otra nueva región de sí salía.
En cuya casi elevación inmensa,
gozosa, mas suspensa,
suspensa, pero ufana
y atónita, aunque ufana la suprema
de lo sublunar reina soberana,
la vista perspicaz libre de antojos
de sus intelectuales y bellos ojos,
sin que distancia tema
ni de obstáculo opaco se recele,
de que interpuesto algún objeto cele,
libre tendió por todo lo criado,
cuyo inmenso agregado
cúmulo incomprehensible
aunque a la vista quiso manifiesto
dar señas de posible,
a la comprehensión no, que entorpecida
con la sobra de objetos y excedida
de la grandeza de ellos su potencia,
retrocedió cobarde,
tanto no del osado presupuesto
revocó la intención arrepentida,
la vista que intentó descomedida
en vano hacer alarde
contra objeto que excede en excelencia
las líneas visuales,
contra el sol, digo, cuerpo luminoso,
cuyos rayos castigo son fogoso,
de fuerzas desiguales
despreciando, castigan rayo a rayo
el confiado antes atrevido
y ya llorado ensayo,
necia experiencia que costosa tanto
fue que Icaro ya su propio llanto
lo anegó enternecido
como el entendimiento aquí vencido,
no menos de la inmensa muchedumbre
de tanta maquinosa pesadumbre
de diversas especies conglobado
esférico compuesto,
que de las cualidades
de cada cual cedió tan asombrado
que, entre la copia puesto,
pobre con ella en las neutralidades
de un mar de asombros, la elección confusa
equívoco las ondas zozobraba.
Y por mirarlo todo; nada veía,
ni discernir podía,
bota la facultad intelectiva
en tanta, tan difusa
incomprensible especie que miraba
desde el un eje en que librada estriba
la máquina voluble de la esfera,
el contrapuesto polo,
las partes ya no sólo,
que al universo todo considera
serle perfeccionantes
a su ornato no más pertenecientes;
mas ni aun las que ignorantes;
miembros son de su cuerpo dilatado,
proporcionadamente competentes.
Mas como al que ha usurpado
diuturna obscuridad de los objetos
visibles los colores
si súbitos le asaltan resplandores,
con la sombra de luz queda más ciego:
que el exceso contrarios hace efectos
en la torpe potencia, que la lumbre
del sol admitir luego
no puede por la falta de costumbre;
y a la tiniebla misma que antes era
tenebroso a la vista impedimento,
de los agravios de la luz apela
y una vez y otra con la mano cela
de los débiles ojos deslumbrados
los rayos vacilantes,
sirviendo va piadosa medianera
la sombra de instrumento
para que recobrados
por grados se habiliten,
porque después constantes
su operación más firme ejerciten.
Recurso natural, innata ciencia
que confirmada ya de la experiencia,
maestro quizá mudo,
retórico ejemplar inducir pudo
a uno y otro galeno
para que del mortífero veneno,
en bien proporcionadas cantidades,
escrupulosamente regulando
las ocultas nocivas cualidades,
ya por sobrado exceso
de cálidas o frías,
o ya por ignoradas simpatías
o antipatías con que van obrando
las causas naturales su progreso,
a la admiración dando, suspendida,
efecto cierto en causa no sabida,
con prolijo desvelo y remirada,
empírica
Published in The Quill on November 19, 2014:

http://www.amazon.com/Quill-Fall-2014-ebook/dp/B00PNVT6PG

...

On being overweight (whatever that means)

Even if you were the moon, they would complain about how much space you took up in the sky, how you were too bright, wanted too much from the stars, demanded more light than the others.

And when you shifted, from waning to full to waxing to waning, they would remind you of how instable you were, how much of a hassle it was to keep track of your instability, your need for attention. Have you tried to be a vegan yet? All the stars are doing it.

You have tried. In fact, last week was your third try – an attempt, they call it – not enough, they emphasize, try again, they say this as if it is encouragement.

That’s when you found them - the celestial crescent, the earthshine, the perilune, how the lacus are lakes without lakes, why the Gibbous is brighter either way, especially during conjunction – all strung together in pearls.  

You are a full the night you return.

As you reflect off the lake, you see Selene, Hecate, Mani, Tsukuyomi, Iah, and Thoth. You tell the stars to look, to breathe your reflection, to succumb to the glow and the beauty of it all, that you are not alone—

They laugh.

Say how historical that is, how out-of-touch you are, how myths aren’t mirrors, how you -  you are not a mystery at all.

But when you died – if you died – (we still do not know) - they do not wonder where you went. They spin, spin, spin the entire night home, only once confessing to how empty the sky is without your shine.

But every night they burn.
Umi Aug 2018
Spacing out, allowing my mind to wander far, far off,
Into the distance, into a dream out of reach, my personal heaven,
A distorted world where meaning has no meaning and time stands still, space is instable and the melancholy of lonesomeness prevails,
Clouds, everlasting, ever orbiting floating islands and upside down waterfalls, yet I cannot share this pleasure with anyone, I'm alone,
If I were to believe I could fly, I would be free.
Not bound by physics dragging me down, not bound by gravity,
I keep this place dear to me, for it is a world made for escape,
Only if I could lose myself in the fragnance of this dimension,
My poor body calls my soul back to where it thinks it belongs,
The dream of pleasure, with a carefree attitude is burning away,
Reality is cruel and dark, with no comfort a place with no heart,
But certainly I can hope with all my might even though weak,
That this place I am carried to when my mind is giving away my soul,
Will take me in forever one day, so I won't have to wake up.
After all, I don't have to die in a dream..

~ Umi
I want to dream forever
Caio Consoli Oct 2018
I'm on Urge;
Do not Judge;
I love Fudge;
With all my Grudge;
~
Like Such;
Wanted so Much;
But i was Clutch;
Ate on a Brunch;
~
On a Saturday;
Like in May;
Let me Say;
Was in Clay...;
~
It was Good;
Like my Mood;
That i Could;
Send a ****..;
~
And in Despair;
I had a Flair;
But to be Fair;
I didn't Care;

--------

I'm Lost;
What's the Cost?;
I got Exhaust;
By the Frost;
~
I've Failed;
Got Jailed;
It Scaled;
Blackmailed...;
~
They're Blind;
Can't Find;
And Bind;
Got no Mind;
~
Left a Mark;
In the Dark;
Like a Quark;
Instable as a Shark;
~
In this Blend;
I Attend;
She my Friend;
Brings the END.
Empty, just like my mind.
Neal Emanuelson Oct 2015
The outer heart is dense
Made for nothing but defense
But every now and then, something pierces
But when it’s repairing the damage done
What of that which overcomes
It is constantly breaking through, creating lesions
So little the reparations mend
What little alive left to tend
When the tissue is dead and sordidly forgotten
Death will come from all that it's abandoned
Heartbeats constant yet instable
Will bring anyone down to their knees
Heartbeats that become unable
To liberate, only condemned to defeat
The outer heart shall rot and expose
What once was too precious to behold
Is now fighting until its last breath
Ill-prepared and defenseless still
Oft fueled by only pure will
Through all the abuse that the inner heart will suffer
None worse than sabotage by the love of another
Heartbeats lapsed, confused and fleeting
Destroyed after all it had found
Heartbeats faint, profuse bleeding
Drowning in pools on the ground

© 2015 Neal Emanuelson
Skeleton Prince Jan 2018
Burned lips, charcoal lungs prowling for a breath.
Death wags its tail smells for a flesh to sink its teeth into.
Mortal man;
Entangled in the sweet web of addiction. Caught in a suicidal company. Yet, never strayed.
Something beats within my frame. A rotten heart. Shallow, but it evokes pain.
Eyes dimmed by apathy. My bleeding wrist soaked the canvas in red.

Instable mind,
Infected void,
A vulnerable body which greets the morning with a fever. Between the fingers holding a brand new
*** subsides the itching.
Mediocre,
Lacking lustre,
Pushing pain into poetry and prose. Subconsciously, I, emulate the old dogs and the papery white
moon smirks at my endeavour.

With a razor,
With a rope,
I, tried to bid this poet a farewell. But, he never departed.
Madness off the leash,
Broken tiles of dreams pave the floor. Not the stars.
But,
Hung bodies crowded the sky.
I'm a cheat, a thief.
Sadness in a vessel. A dying light in the night and what made you think you could save me?
Daan Jun 2014
Perspective constantly changes when
you jump. The end pose makes your
view a little rusty. You cannot change
your final vision. I want to keep jumping.

Forever, never be a solid stone or dry
scraped wood. Wind makes me feel chilly,
I get shivers because of rustling leaves.
People call it fear of failing, my mind, downscaling.

But then I see a person, empty as it seems
not constantly thrilled by massive gleams.
I envy those who can control, those with
purpose and a whole different point of view.

Be my supplement, fulfill my instable needs,
enlarge my passion with such might, so I
don't need to learn control. My failure feeds
on insecurity. Stop my jumping, make me fly.
Please, make it stop.
I cried when I stopped staring.
Now I just stopped caring.
negesta Jun 2016
Every time when the Loneliness' twisting your soul
with her dark icy blade, my beloved,
think of me, of my eyes, of my voice and my call.
Do you know?, I am millions centuries old,
many thousands of miles far away,
but in your heart true love's melting tenderly all
dimensions, all times and all spaces.

We will meet where the Sun is caressing thin flowers,
in the deep of the forest who still loves the wind.
On the shores of the Lost land from many forgotten
you'll be dew on the leaves, I'll be clear mountain spring.

Just don't fear the storms, they are deeply instable,
they are feeding with darkness, you are child of the stars.
Take a spark of my love, light a candle and maybe
we will pass through the Gates, reunited in One.
be-no-one Mar 2019
Your hunger grows
a flame fanned
by desire
An instable voice
in your head
No sleep ,restless
Never present
running to stay a few
steps ahead
The more you see,you know
the praise is cheap
it doesn't translate
But now you've begun
they're watching
Prove it ! Prove it!
Burn it down.
Jacob Reilly Jan 2019
La vie est un bateau
Qui ne doit pas couler
Mais qui ne peut voler
Flottant sur l’eau

Sur une jolie toile
Il avance tranquillement
Grâce à la voile
Et au vent changeant

Mais parfois ça devient rugueux
Et l’équilibre devient instable
Et les vagues sont grandes
Et le bateau ne peut pas supporter la tempête

Il s’enfonce profondément,
Plus profond, encore plus
Et au fond
Le bateau est oublié

Mais pourquoi ? Pourquoi le bateau a-t-il été oublié ?
Parce qu’il n’y avait personne qui l’attendait.
Il a erré dans le monde
À la recherche de quelqu’un qui l’accepterait

Personne ne l’a vu pour qui il était
Mais c’est ainsi que la vie est parfois
Et ainsi, à jamais le bateau doit reposer
Sur le fond de l’océan.
The Dedpoet Oct 2017
The boy in me weeps,
Because you made a man.

Where is the simple hope
Of a bipolar beauty,
Failingntje hopeless hope,
Defiant of time the rejection
Of God in your goodbye,
I feel a martyr though
Having known you and sacrificing my stainless heart.
Your emptiness
Is a blank page and I feel
Like I have writers block,
And in the correlation
We become the dust of words
Unspoken,
In the silence in the sea
Waves crash on
Each other,
Setting sail the art of your
Self,
Walk away woman
The only way I know you were ever here
Because the sunsets over
The empty oceans only
Exist is the word of the
Unspoken,
Whispers of a presence,
The instable beauty you
Cursed me to love.
creative brilliance only
woke from sleep
when she was at
her most instable
stranger Nov 2021
Peridot
That's what I'll call you,
The wind lifting the leaves and carrying them on through time .
Gentle.
That's what I'll call you.
Soft spoken yet you sound like a cello,
Im holding onto
Peridot shards in your eyes splinting my thinking.
I brushed my teeth today so sickly,
Coated my teeth in stomach acid,
At the thought of being overbearing and you denying it.
Peridot smirks but peridot muses.
Peridot forgives me for being so ruthless.
What have I got to give to you?
Nothing but a placeholder in time,
Nothing but a spot in universal memory.
You'd live forever in words but it's no more than a pretentious fad.
I lack substance and my mom told me to stifle
And not to give eronate hopes to fictional lovers because I'm instable
"Don't let yourself love and rage when you leave 6 months later"
Peridot you're real
At least I hope you are.
As real as a breath of spring
As real as the glimmering of rivers,
As real as I'd imagine you to be.
another little timestamp

— The End —