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Elena Ramos Apr 2015
Elena Ramos


Aquí todo en mi mente da vueltas, nada es estable, no hay un objeto al cual pueda ver directo y guiarme para no caer. Para mí no sirve el simple hecho de tenerlo todo para ser feliz, ni el dinero, ni una familia reconocida en todo Miami y el resto del país. Me llamo Gimena Rodríguez, mis papas son de Honduras pero emigraron a los Estados Unidos cuando mi hermano mayor Roberto tenía apenas diez años en ese entonces yo tenía ocho horribles y apestosos años, era muy fea, mi mama siempre me ponía dos ganchitos en la frente para quitarme el pelo de la cara; bote todas las fotos que dejaban evidencia de ese abuso hacia el estilo y la dignidad de una niña pequeña.  

He buscado en la internet el significado de mi nombre, porque ni yo sé que soy. Hay unos sitios bien raros que dicen que soy de las que necesita ser apoyada por los demás, algo que no es cierto, pero he topado con un sitio que dice que soy de pensamiento firme, ágil y con capacidad analítica. Y por cierto mi número de la suerte dice ser el número cuatro, puede tener algo de sentido ya que el 4 de noviembre es mi cumpleaños, o que casualmente mis papas estén de aniversario el mismo día. Suelo ser de esas chicas que todo el mundo conoce o dice saber conocerme, por el simple hecho de tener una familia la cual, toda América conoce. Mi papa heredo el negocio de mi abuelo, (por lo general el abuelo o como yo lo llamaba Yeyo, era el único que me entendía hasta llegue a prometerle que seguiría los pasos de la familia y seguir el negocio) una empresa que distribuye muebles, ya sean sofás como camas y cosas así. La compañía se llama DecoArte, había empezado en 1934 con mi bisabuelo Arturo, que luego paso a ser mi mi Yeyo y ahora de mi padre (solo espero que Roberto pelee por su lugar en la compañía y decida quedarse todo para él, así no tendría que seguir en este negocio, porque realmente no me gusta). He decidido que quiero ir a Los Angeles y estudiar Fashion Management & Marketing, en la Universidad de Argosy. He aplicado a varias universidades y aun espero respuesta, seria decepcionante no ser aceptada en ninguna y entonces tendría que trabajar en DecoArte toda mi vida. Todos los días son decepcionantes, siempre es lo mismo, mi casa parece un lugar solitario. Roberto tiene su propio apartamento, todos los días sube fotos a su cuenta de Instagram haciendo fiestas, las cuales son mencionadas como las mejores. Fraternidades de muchas universidades terminan ahí, los vagabundos igual, y así todo Miami. Sería bueno si por lo menos me invitara a una de sus “reuniones”, como el las suele llamar cuando estamos frente a nuestros padres. No me veo pequeña, tengo diez y siete años y el próximo año me graduare de Miami Beach High School. Muchos me preguntan si realmente tengo la edad que les digo tener, nadie me cree, muchos dicen que me veo mucho mayor, algo que para mí no está mal. En mi cuenta de twitter me he fijado que Roberto dará una fiesta, tal vez pueda decir que voy a ver una película y me voy un rato a su casa, solo espero que mi propio hermano no me eche de la casa. En mi tiempo libre, después de clases, suelo agarra mi computadora portátil y abrir Word, y escribir todo el día. Hace poco subí gratis un libro de poemas de dicados a la gente que no sabe qué hacer con su vida. He tenido buenas respuestas, inclusive en mi blog recibo visitas y buenos comentarios a montones. Existen dos mundos parami, la realidad y el mundo que creo con los libros y la escritura. Cada libro que leo me envuelve en un sentimiento que hace que imagine estar en el libro. Al escribir siento que mis ideas fluyen y que soy yo honestamente, sin censura, sin miedo a expresarme. En este momento estoy escribiendo una historia ficticia de esta joven que desea encontrar el amor, ya que casi lo encontraba pero el murió. Por su falta de confianza no es capaz de hablar con ningún muchacho. Esta es la introducción del libro:
               Para amar hay un tiempo límite, o por lo menos para mí sí. Si tienes una enfermedad terminal, es muy probable que ese amor nunca llegue. Desearía tener por lo menos un romance que dure poco o hasta cuando yo siga viva. Mi vida se complica cada vez más, el único hombre que veo seguido es mi médico el doctor Collins, está casado y tiene una hermosa hija. En el hospital veo morir a diario personas de las cuales me hice amiga. Aun no olvido su rostro, su pálida cara, que me reía aun a pesar de tener peores condiciones de vida que yo. Se llamaba Mark, tenía doce años cuando lo conocí, y diez y siete cuando lo vi por última vez. Cada año lo volvía diferente, siempre había un problema más o algo en su cuerpo había cambiado por  completo. Lo conocí cuando yo tenía once años, llegue a emergencias esa noche, mi mente giraba, era más verde como la pared que trigueña. Gracias a dios detectaron mi cáncer con tiempo. Pero esa noche ahí estaba el, sentado en una camilla, me pareció muy guapo desde el primer instante en que nuestros ojos se cruzaron. Mientras mi mama hablaba con la enfermera afuera, yo estuve acostada, mirándolo y luego mirando el techo. No sabía que sucedía conmigo, solo sabía que  me sentía a morir. No llore porque él estaba ahí, a dos camillas de la mía. Sabía que me observaba aunque lo disimulaba muy bien. Entraron mi mama y varias enfermeras y un doctor,  después de un rato sacaron mi camilla y me llevaban a otro lugar. Deje a ese muchacho solo en ese espantoso cuarto, solo, y seguramente con dolor en alguna parte. Desperté el día siguiente en un cuarto, había dos camas más  pero al parecer solo yo ocupaba y llenaba aquella gran habitación. Me di cuenta que mi mama y mi papa estaban dormidos, me sorprendió ver a papa faltar al trabajo. No estoy muy segura, pero anoche tuve uno de los mejores sueños más reales que he tenido en mi vida. Soñé con el muchacho de la sala de emergencia. Vi su hermoso pelo, dorado que caía sobre sus orejas, sus perfectos ojos, que no se distinguían si eran grises o verdes. Tenía una camiseta roja, parecía el tipo de adolescente que se intoxica con algo y termina aquí. Definitivamente desearía poder volverlo a ver por lo menos un instante, para poder recordar mejor esa mirada y su hermosa sonrisa.  No hice ruido y me levante buscando un baño, estaba bien, solo algo cansada, y molesta por esa horrenda bata que llevaba puesta, ya que no tenía nada abajo. Hice ruido al levantarme ya que presione uno de los botones que levanta la camilla. Mi padre Augusto, se levantó en un abrir y cerrar de ojos del sofá donde dormía para ir en mi auxilio. –Papa estoy bien-,-No te creo, a dónde vas?-,-solo busco un baño, necesito ir ahorita-. La cara de papa estaba muy diferente, hoy no tenía esa mirada de las mañanas que me decían que todo estaba bien, que la economía estaba por las nubes, o que sasha mi perrita no le causaba alergia cuando todos sabíamos que sí. Me detuve a observarlo, sabía que algo le ocurría,  tal vez fue despedido, o tuvo una seria pelea con mi madre, algo que creo lógico, ya que Paty se pone muy insolente cuando tiene discusiones con papa. –qué ocurre?- le pregunte, tocándole la cara muy delicadamente, tratando de leer su mente o entenderlo-cariño, hay cosas de las cuales tenemos que hablar- al decir esto mi padre, supe que no era nada bueno, porque en ese mismo instante se puso a llorar, por un motivo yo hice lo mismo con él. Mi madre se despertó por el ruido.-Mary, el cáncer no te va a matar, te juro que te van a curar, te lo prometo hija pero por favor no llores-. Mi padre la observo fijamente a los ojos. Fue un golpe muy duro el que recibí, darme cuenta que tenía cáncer y de esta manera. Simplemente, busque la puerta y Salí corriendo, lo más rápido posible, segundos después me di la vuelta y vi que ya no sabía en qué parte del hospital me encontraba. –Mary!-se escuchaba en el fondo. Era mi mama que locamente me buscaba. Me imagino lo mal que se ha de sentir en este momento, pero no lo puedo creer aun, pero tengo cáncer…logre salir de esa situación, ya no estaba corriendo por los pasillos, estaba en un cuarto. –Hola- me di la vuelta y lo vi a él, creí no volver a ver esos ojos, pero si.-hola-creo que nunca estuve tan nerviosa en mi vida. Busque la forma en que la camilla cubriera mi bata, estaba descalza y muy despeinada, pero aun ocupaba ir a un baño. Al fondo vi una puerta, había un baño,-Perdón, pero me puedes prestar tu baño-, él se rio enseguida-si no hay problema, además no es mío es del hospital-. Fui caminando muy rápido, y me encerré, luego, me lave las manos, me enjuague la boca, lave mi cara, y Salí.-me llamo Mary- extendí mi mano hacia la suya.-un gusto Mary, soy Gabriel-. Nombre perfecto para un ángel, el cual él se parecía mucho. Sentía mi corazón palpitando mucho, en un instante sentía que me desmayaba y era enserio, no era por las mariposas ni nada por el estilo, realmente me sentía mal. Gabriel tomo mi mano, me ayudo a sentarme y enseguida llamo a una enfermera. Al rato todos estaban en la habitación, incluso mis papas. –Mary!!—mama estoy bien-.la enfermera me acostó en la camilla de Gabriel, y me tomo la presión, al segundo llego otra enfermera a sacarme sangre. Papa me tomo de la cintura, y me guiaban para ir a mi habitación. Estoy en este momento entrando en un túnel donde sentía que nunca llegaría a casa, pensaba en todas las cosas que hice antes por diversión, pero ahora vivo una pesadilla, que espero que sea simplemente eso, y despertar termine con ella. No pude decirle adiós a Gabriel, pero ya sabia que su numero era treinta y seis, y la mia era la sesenta y dos. Había un brillo que trataba de iluminar mi vida, mi cerebro, había tanta oscuridad, tanta tristeza oculta, cuando la gente que yo amo se de cuente de lo que tengo y en lo que me convertiré tendre miedo de su miedo. He visto tantas películas de esas en las que alguien tiene cáncer o una enfermedad terminal, tengo miedo de no querer luchar por mi vida, miedo a no querer salir de esa comodidad en mi mente y querer rendirme. Tengo solo pocos momentos en mi vida, que valen la pena ser contados. Qué tal si no lleguen mas momentos asi y muera sin haber vivido mi vida. He viajado mucho para que termine asi. Mi mente viaja por lugares muy profundos de mi alma, siento eterna la llegada  a mi habitación. Solo escucho bulla de afuera, tanta que no se en cual enfocarme. Mis papas respetan mi silencio, saben que quiero aclarar mejor las cosas pero que tal si no quiero saberlo y seguir así, viajando por la vida solo por viajar sin rumbo, porque la verdad asi me siento. –mary quieres desayunar, el doctor dice que no tienes dieta-. –Si mam, -dije para romper el silencio de aquella blanca habitación. Tengo una terraza, con hermosas flores, no tengo nada que perder ni ganar ahora, solo disfrutar de su belleza y el canto de los pájaros, es hermosa; la única que no me altera, la única que no se siente como bulla. –pero, creo que todos necesitamos una ducha—si, papa, pero no tengo ropa-.Mama ira a la casa y yo a comprar el desayuno, y tu te quedaras aqui con la enfermera mientra te terminan de revisar-. No  soportaba la idea de que tuvieran que sacarme sangre o que alguien estuviera tan cerca de mi, como esta enfermera. Mis papas salieron de la habitacion, y tuve el descaro de preguntarle en el oído a una de las enfermeras, de quien era Gabriel.-te gusta verdad?-,-no!, simplemente tengo curiosidad-.y ahí empezó la historia mas fasinante e interesante que había escuchacho antes.- Se llama Gabriel Cole y tiene doce años, su mama, no sabemos nada de ella. Vino hace seis meses y desde entonces vive aquí, su papa es Señor Cole,no pudo soportar verlo enfermo entonces pago para que viviera aquí, y se fue. Viene a visitarlo una vez a la semana pero tiene dos semanas sin venir.es un buen muchacho, no le vendría mal una amiga, ahora que no tiene a nadie-.no  puedo creer que su familia lo haya abandonado. No me imagino vivir sin mi mama o sin mi papa, seria horrible.-Bueno he terminado contigo, el doctor Collins vendrá en un rato, descansa-. Salieron por la puerta dejándome sola.
Yo, Beremundo el Lelo, surqué todas las rutas
y probé todos los mesteres.
Singlando a la deriva, no en orden cronológico ni lógico -en sin orden-
narraré mis periplos, diré de los empleos con que
nutrí mis ocios,
distraje mi hacer nada y enriquecí mi hastío...;
-hay de ellos otros que me callo-:
Catedrático fui de teosofía y eutrapelia, gimnopedia y teogonía y pansofística en Plafagonia;
barequero en el Porce y el Tigüí, huaquero en el Quindío,
amansador mansueto -no en desuetud aún- de muletos cerriles y de onagros, no sé dónde;
palaciego proto-Maestre de Ceremonias de Wilfredo el Velloso,
de Cunegunda ídem de ídem e ibídem -en femenino- e ídem de ídem de Epila Calunga
y de Efestión -alejandrino- el Glabro;
desfacedor de entuertos, tuertos y malfetrías, y de ellos y ellas facedor;
domeñador de endriagos, unicornios, minotauros, quimeras y licornas y dragones... y de la Gran Bestia.

Fui, de Sind-bad, marinero; pastor de cabras en Sicilia
si de cabriolas en Silesia, de cerdas en Cerdeña y -claro- de corzas en Córcega;
halconero mayor, primer alcotanero de Enguerrando Segundo -el de la Tour-Miracle-;
castrador de colmenas, y no de Casanovas, en el Véneto, ni de Abelardos por el Sequana;
pajecillo de altivas Damas y ariscas Damas y fogosas, en sus castillos
y de pecheras -¡y cuánto!- en sus posadas y mesones
-yo me era Gerineldos de todellas y trovador trovadorante y adorante; como fui tañedor
de chirimía por fiestas candelarias, carbonero con Gustavo Wasa en Dalecarlia, bucinator del Barca Aníbal
y de Scipión el Africano y Masinisa, piloto de Erik el Rojo hasta Vinlandia, y corneta
de un escuadrón de coraceros de Westmannlandia que cargó al lado del Rey de Hielo
-con él pasé a difunto- y en la primera de Lutzen.

Fui preceptor de Diógenes, llamado malamente el Cínico:
huésped de su tonel, además, y portador de su linterna;
condiscípulo y émulo de Baco Dionisos Enófilo, llamado buenamente el Báquico
-y el Dionisíaco, de juro-.

Fui discípulo de Gautama, no tan aprovechado: resulté mal budista, si asaz contemplativo.
Hice de peluquero esquilador siempre al servicio de la gentil Dalilah,
(veces para Sansón, que iba ya para calvo, y -otras- depilador de sus de ella óptimas partes)
y de maestro de danzar y de besar de Salomé: no era el plato de argento,
mas sí de litargirio sus caderas y muslos y de azogue también su vientre auri-rizado;
de Judith de Betulia fui confidente y ni infidente, y -con derecho a sucesión- teniente y no lugarteniente
de Holofernes no Enófobo (ni enófobos Judith ni yo, si con mesura, cautos).
Fui entrenador (no estrenador) de Aspasia y Mesalina y de Popea y de María de Mágdalo
e Inés Sorel, y marmitón y pinche de cocina de Gargantúa
-Pantagruel era huésped no nada nominal: ya suficientemente pantagruélico-.
Fui fabricante de batutas, quebrador de hemistiquios, requebrador de Eustaquias, y tratante en viragos
y en sáficas -algunas de ellas adónicas- y en pínnicas -una de ellas super-fémina-:
la dejé para mí, si luego ancló en casorio.
A la rayuela jugué con Fulvia; antes, con Palamedes, axedrez, y, en época vecina, con Philidor, a los escaques;
y, a las damas, con Damas de alto y bajo coturno
-manera de decir: que para el juego en litis las Damas suelen ir descalzas
y se eliden las calzas y sustentadores -no funcionales- en las Damas y las calzas en los varones.

Tañí el rabel o la viola de amor -casa de Bach, búrguesa- en la primicia
de La Cantata del Café (pre-estreno, en familia protestante, privado).
Le piqué caña jorobeta al caballo de Atila
-que era un morcillo de prócer alzada: me refiero al corcel-;
cambié ideas, a la par, con Incitato, Cónsul de Calígula, y con Babieca,
-que andaba en Babia-, dándole prima
fui zapatero de viejo de Berta la del gran pie (buen pie, mejor coyuntura),
de la Reina Patoja ortopedista; y hortelano y miniaturista de Pepino el Breve,
y copero mayor faraónico de Pepe Botellas, interino,
y porta-capas del Pepe Bellotas de la esposa de Putifar.

Viajé con Julio Verne y Odiseo, Magallanes y Pigafetta, Salgan, Leo e Ibn-Batuta,
con Melville y Stevenson, Fernando González y Conrad y Sir John de Mandeville y Marco Polo,
y sólo, sin De Maistre, alredor de mi biblioteca, de mi oploteca, mi mecanoteca y mi pinacoteca.
Viajé también en tomo de mí mismo: asno a la vez que noria.

Fui degollado en la de San Bartolomé (post facto): secundaba a La Môle:
Margarita de Valois no era total, íntegramente pelirroja
-y no porque de noche todos los gatos son pardos...: la leoparda,
las tres veces internas, íntimas, peli-endrina,
Margarita, Margotón, Margot, la casqui-fulva...-

No estuve en la nea nao -arcaica- de Noé, por manera
-por ventura, otrosí- que no fui la paloma ni la medusa de esa almadía: mas sí tuve a mi encargo
la selección de los racimos de sus viñedos, al pie del Ararat, al post-Diluvio,
yo, Beremundo el Lelo.

Fui topógrafo ad-hoc entre El Cangrejo y Purcoy Niverengo,
(y ad-ínterim, administré la zona bolombólica:
mucho de anís, mucho de Rosas del Cauca, versos de vez en cuando),
y fui remero -el segundo a babor- de la canoa, de la piragua
La Margarita (criolla), que navegó fluvial entre Comiá, La Herradura, El Morito,
con cargamentos de contrabando: blancas y endrinas de Guaca, Titiribí y Amagá, y destilados
de Concordia y Betulia y de Urrao...
¡Urrao! ¡Urrao! (hasta hace poco lo diríamos con harta mayor razón y con aquese y este júbilos).
Tras de remero de bajel -y piloto- pasé a condueño, co-editor, co-autor
(no Coadjutor... ¡ni de Retz!) en asocio de Matías Aldecoa, vascuence, (y de un tal Gaspar von der Nacht)
de un Libraco o Librículo de pseudo-poemas de otro quídam;
exploré la región de Zuyaxiwevo con Sergio Stepánovich Stepansky,
lobo de donde se infiere, y, en más, ario.

Fui consejero áulico de Bogislao, en la corte margravina de Xa-Netupiromba
y en la de Aglaya crisostómica, óptima circezuela, traidorcilla;
tañedor de laúd, otra vez, y de viola de gamba y de recorder,
de sacabuche, otrosí (de dulzaina - otronó) y en casaciones y serenatas y albadas muy especializado.
No es cierto que yo fuera -es impostura-
revendedor de bulas (y de mulas) y tragador defuego y engullidor de sables y bufón en las ferias
pero sí platiqué (también) con el asno de Buridán y Buridán,
y con la mula de Balaám y Balaám, con Rocinante y Clavileño y con el Rucio
-y el Manco y Sancho y don Quijote-
y trafiqué en ultramarinos: ¡qué calamares -en su tinta-!,
¡qué Anisados de Guarne!, ¡qué Rones de Jamaica!, ¡qué Vodkas de Kazán!, ¡qué Tequilas de México!,
¡qué Néctares de Heliconia! ¡Morcillas de Itagüí! ¡Torreznos de Envigado! ¡Chorizos de los Ballkanes! ¡Qué Butifarras cataláunicas!
Estuve en Narva y en Pultawa y en las Queseras del Medio, en Chorros Blancos
y en El Santuario de Córdova, y casi en la de San Quintín
(como pugnaban en el mismo bando no combatí junto a Egmont por no estar cerca al de Alba;
a Cayetana sí le anduve cerca tiempo después: preguntádselo a Goya);
no llegué a tiempo a Waterloo: me distraje en la ruta
con Ida de Saint-Elme, Elselina Vanayl de Yongh, viuda del Grande Ejército (desde antaño... más tarde)
y por entonces y desde años antes bravo Edecán de Ney-:
Ayudante de Campo... de plumas, gongorino.
No estuve en Capua, pero ya me supongo sus mentadas delicias.

Fabriqué clavicémbalos y espinetas, restauré virginales, reparé Stradivarius
falsos y Guarnerius apócrifos y Amatis quasi Amatis.
Cincelé empuñaduras de dagas y verduguillos, en el obrador de Benvenuto,
y escriños y joyeles y guardapelos ad-usum de Cardenales y de las Cardenalesas.
Vendí Biblias en el Sinú, con De la Rosa, Borelly y el ex-pastor Antolín.
Fui catador de tequila (debuté en Tapachula y ad-látere de Ciro el Ofiuco)
y en México y Amecameca, y de mezcal en Teotihuacán y Cuernavaca,
de Pisco-sauer en Lima de los Reyes,
y de otros piscolabis y filtros muy antes y después y por Aná del Aburrá, y doquiérase
con El Tarasco y una legión de Bacos Dionisos, pares entre Pares.
Vagué y vagué si divagué por las mesillas del café nocharniego, Mil Noches y otra Noche
con el Mago de lápiz buido y de la voz asordinada.
Antes, muy antes, bebí con él, con Emmanuel y don Efe y Carrasca, con Tisaza y Xovica y Mexía y los otros Panidas.
Después..., ahora..., mejor no meneallo y sí escanciallo y persistir en ello...

Dicté un curso de Cabalística y otro de Pan-Hermética
y un tercero de Heráldica,
fuera de los cursillos de verano de las literaturas bereberes -comparadas-.
Fui catalogador protonotario en jefe de la Magna Biblioteca de Ebenezer el Sefardita,
y -en segundo- de la Mínima Discoteca del quídam en referencia de suso:
no tenía aún las Diabelli si era ya dueño de las Goldberg;
no poseía completa la Inconclusa ni inconclusa la Décima (aquestas Sinfonías, Variaciones aquesas:
y casi que todello -en altísimo rango- tan Variaciones Alredor de Nada).

Corregí pruebas (y dislates) de tres docenas de sota-poetas
-o similares- (de los que hinchen gacetilleros a toma y daca).
Fui probador de calzas -¿prietas?: ceñidas, sí, en todo caso- de Diana de Meridor
y de justillos, que así veníanle, de estar atán bien provista
y atán rebién dotada -como sabíalo también y así de bien Bussy d'Amboise-.
Temperé virginales -ya restaurados-, y clavecines, si no como Isabel, y aunque no tan baqueano
como ése de Eisenach, arroyo-Océano.
Soplé el ***** bufón, con tal cual incongruencia, sin ni tal cual donaire.
No aporreé el bombo, empero, ni entrechoqué los címbalos.

Les saqué puntas y les puse ribetes y garambainas a los vocablos,
cuando diérame por la Semasiología, cierta vez, en la Sorbona de Abdera,
sita por Babia, al pie de los de Úbeda, que serán cerros si no valen por Monserrates,
sin cencerros. Perseveré harto poco en la Semántica -por esa vez-,
si, luego retorné a la andadas, pero a la diabla, en broma:
semanto-semasiólogo tarambana pillín pirueteante.
Quien pugnó en Dénnevitz con Ney, el peli-fulvo
no fui yo: lo fue mi bisabuelo el Capitán...;
y fue mi tatarabuelo quien apresó a Gustavo Cuarto:
pero sí estuve yo en la Retirada de los Diez Mil
-era yo el Siete Mil Setecientos y Setenta y Siete,
precisamente-: releed, si dudaislo, el Anábasis.
Fui celador intocable de la Casa de Tócame-Roque, -si ignoré cuyo el Roque sería-,
y de la Casa del Gato-que-pelotea; le busqué tres pies al gato
con botas, que ya tenía siete vidas y logré dar con siete autores en busca de un personaje
-como quien dice Los Siete contra Tebas: ¡pobre Tebas!-, y ya es jugar bastante con el siete.
No pude dar con la cuadratura del círculo, que -por lo demás- para nada hace falta,
mas topé y en el Cuarto de San Alejo, con la palanca de Arquimedes y con la espada de Damocles,
ambas a dos, y a cual más, tomadas del orín y con más moho
que las ideas de yo si sé quién mas no lo digo:
púsome en aprietos tal doble hallazgo; por más que dije: ¡Eureka! ...: la palanca ya no servía ni para levantar un falso testimonio,
y tuve que encargarme de tener siempre en suspenso y sobre mí la espada susodicha.

Se me extravió el anillo de Saturno, mas no el de Giges ni menos el de Hans Carvel;
no sé qué se me ficieron los Infantes de Aragón y las Nieves de Antaño y el León de Androcles y la Balanza
del buen Shylock: deben estar por ahí con la Linterna de Diógenes:
-¿mas cómo hallarlos sin la linterna?

No saqué el pecho fuera, ni he sido nunca el Tajo, ni me di cuenta del lío de Florinda,
ni de por qué el Tajo el pecho fuera le sacaba a la Cava,
pero sí vi al otro don Rodrigo en la Horca.
Pinté muestras de posadas y mesones y ventas y paradores y pulquerías
en Veracruz y Tamalameque y Cancán y Talara, y de riendas de abarrotes en Cartagena de Indias, con Tisaza-,
si no desnarigué al de Heredia ni a López **** tuerto -que era bizco-.
Pastoreé (otra vez) el Rebaño de las Pléyades
y resultaron ser -todellas, una a una- ¡qué capretinas locas!
Fui aceitero de la alcuza favorita del Padre de los Búhos Estáticos:
-era un Búho Sofista, socarrón soslayado, bululador mixtificante-.
Regí el vestier de gala de los Pingüinos Peripatéticos,
(precursores de Brummel y del barón d'Orsay,
por fuera de filósofos, filosofículos, filosofantes dromomaníacos)
y apacenté el Bestiario de Orfeo (delegatario de Apollinaire),
yo, Beremundo el Lelo.

Nada tuve que ver con el asesinato de la hija del corso adónico Sebastiani
ni con ella (digo como pesquisidor, pesquisante o pesquisa)
si bien asesoré a Edgar Allan Poe como entomólogo, cuando El Escarabajo de Oro,
y en su investigación del Doble Asesinato de la Rue Morgue,
ya como experto en huellas dactilares o quier digitalinas.
Alguna vez me dio por beberme los vientos o por pugnar con ellos -como Carolus
Baldelarius- y por tomar a las o las de Villadiego o a las sus calzas:
aquesas me resultaron harto potables -ya sin calzas-; ellos, de mucho volumen
y de asaz poco cuerpo (si asimilados a líquidos, si como justadores).
Gocé de pingües canonjías en el reinado del bonachón de Dagoberto,
de opíparas prebendas, encomiendas, capellanías y granjerías en el del Rey de los Dipsodas,
y de dulce privanza en el de doña Urraca
(que no es la Gazza Ladra de Rossini, si fuéralo
de corazones o de amantes o favoritos o privados o martelos).

Fui muy alto cantor, como bajo cantante, en la Capilla de los Serapiones
(donde no se sopranizaba...); conservador,
conservador -pero poco- de Incunables, en la Alejandrina de Panida,
(con sucursal en El Globo y filiales en el Cuarto del Búho).

Hice de Gaspar Hauser por diez y seis hebdémeros
y por otras tantas semanas y tres días fui la sombra,
la sombra misma que se le extravió a Peter Schlémil.

Fui el mozo -mozo de estribo- de la Reina Cristina de Suecia
y en ciertas ocasiones también el de Ebba Sparre.
Fui el mozo -mozo de estoques- de la Duquesa de Chaumont
(que era de armas tomar y de cálida sélvula): con ella pus mi pica en Flandes
-sobre holandas-.

Fui escriba de Samuel Pepys -¡qué escabroso su Diario!-
y sustituto suyo como edecán adjunto de su celosa cónyuge.
Y fuí copista de Milton (un poco largo su Paraíso Perdido,
magüer perdido en buena parte: le suprimí no pocos Cantos)
y a la su vera reencontré mi Paraíso (si el poeta era
ciego; -¡qué ojazos los de su Déborah!).

Fui traductor de cablegramas del magnífico Jerjes;
telefonista de Artajerjes el Tartajoso; locutor de la Esfinge
y confidente de su secreto; ventrílocuo de Darío Tercero Codomano el Multilocuo,
que hablaba hasta por los codos;
altoparlante retransmisor de Eubolio el Mudo, yerno de Tácito y su discípulo
y su émulo; caracola del mar océano eólico ecolálico y el intérprete
de Luis Segundo el Tartamudo -padre de Carlos el Simple y Rey de Gaula.
Hice de andante caballero a la diestra del Invencible Policisne de Beocia
y a la siniestra del Campeón olímpico Tirante el Blanco, tirante al blanco:
donde ponía el ojo clavaba su virote;
y a la zaga de la fogosa Bradamante, guardándole la espalda
-manera de decir-
y a la vanguardia, mas dándole la cara, de la tierna Marfisa...

Fui amanuense al servicio de Ambrosio Calepino
y del Tostado y deMatías Aldecoa y del que urdió el Mahabarata;
fui -y soylo aún, no zoilo- graduado experto en Lugares Comunes
discípulo de Leon Bloy y de quien escribió sobre los Diurnales.
Crucigramista interimario, logogrifario ad-valorem y ad-placerem
de Cleopatra: cultivador de sus brunos pitones y pastor de sus áspides,
y criptogramatista kinesiólogo suyo y de la venus Calipigia, ¡viento en popa a toda vela!
Fui tenedor malogrado y aburrido de libros de banca,
tenedor del tridente de Neptuno,
tenedor de librejos -en los bolsillos del gabán (sin gabán) collinesco-,
y de cuadernículos -quier azules- bajo el ala.
Sostenedor de tesis y de antítesis y de síntesis sin sustentáculo.
Mantenedor -a base de abstinencias- de los Juegos Florales
y sostén de los Frutales -leche y miel y cerezas- sin ayuno.
Porta-alfanje de Harún-al-Rashid, porta-mandoble de Mandricardo el Mandria,
porta-martillo de Carlos Martel,
porta-fendiente de Roldán, porta-tajante de Oliveros, porta-gumía
de Fierabrás, porta-laaza de Lanzarote (¡ búen Lancelot tan dado a su Ginevra!)
y a la del Rey Artús, de la Ca... de la Mesa Redonda...;
porta-lámpara de Al-Eddin, el Loca Suerte, y guardián y cerbero de su anillo
y del de los Nibelungos: pero nunca guardián de serrallo ni cancerbero ni evirato de harem...
Y fui el Quinto de los Tres Mosqueteros (no hay quinto peor) -veinte años después-.

Y Faraute de Juan Sin Tierra y fiduciario de
Victor D López Feb 2019
Naciste siete años antes del comienzo de la guerra civil española,
Y viviste en una casita de dos pisos en la Calle de Abajo de Fontan,
Frente al mar que les regalo su riqueza y belleza,
Y les robo a tu hermano mayor, y el más noble, Juan, a los 19 años.

De chiquita eras muy llorona. Los vecinos te hacían rabiar con solo decirte,
“Chora, Litiña, chora” lo cual producía un largo llanto al instante.
A los siete u ocho años quedaste ciega por una infección en los ojos. Te salvó la vista
El medico del pueblo, pero no antes de pasar más de un año sin poder ir a la escuela.

Nunca recuperaste ese tiempo perdido. Tu impaciencia y la vergüenza de sentirte atrasada, Impidieron tus estudios. Tu profundo amor propio y la vergüenza de no saber lo que sabían tus
Amigas de tu edad, tu inquietud y tu inhabilidad de aguantar la lengua cuando te corregían,
Crearon una perfecta tormenta que desvió tu diminutiva nave hacia las rocas.

Cuando aún una niña, viste a Franco con su escolta salir de su yate en Fontan.
Con la inocencia de una niña que nunca supo aguantar la lengua, preguntaste a
Una vecina que también estaba presente “Quien es ese señor?”
“El Generalísimo Francisco Franco” te contestó en voz baja. Dile “Viva Franco” cuando pase.

Con la inocencia de una niña y con la arrogancia de una viejita incorregible gritaste señalándolo
“Ese es el Generalísimo?” Y con una carcajada seguiste en voz alta “Parece Pulgarcito!”
Un miembro de su escolta se acercó alzando su ametralladora con la aparente Intención de Golpearte con la culata. “Dejadla!” Exclamo Franco. “Es una niña—la culpa no es suya.”

Contaste ese cuento muchas veces en mi presencia, siempre con una sonrisa o riéndote.
Creo que nunca apreciaste el importe de esa “hazaña” de desprecio a la autoridad. Pudiera ser En parte por ese hecho de tu niñez que vinieron eventualmente por tu padre  
Que lo Llevaron preso. Que lo torturaron por muchos meses y condenaron a muerte?

El escapó su condena como ya he contado antes—con la ayuda de un oficial fascista.
Tan fuerte era su reputación y el poder de sus ideas hasta con sus muchos amigos contrarios.
Tal tu inocencia, o tu ceguera psíquica, en no comprender nunca una potencial causa de su Destrucción. A Dios gracias que nunca pudiste apreciar la posible consecuencia de tus palabras.

Tu padre, quien quisiste toda la vida entrañablemente con una pasión de la cual fue muy Merecedor, murió poco después del término de la guerra civil. Una madre con diez
Bocas para alimentar necesitaba ayuda. Tú fuiste una de las que más acudió a ese
Pedido silencioso. A los 11 años dejaste la escuela por última vez y comenzaste a trabajar.

Los niños no podían trabajar en la España de Franco. No obstante, un primo tomó piedad
De la situación y te permitió trabajar en su fábrica de embutidos de pescado en Sada.
Ganabas igual que todas tus compañeras mayores. Y trabajabas mejor que la mayoría de ellas,
Con la rapidez y destreza que te sirvieron bien toda tu vida en todos tus trabajos.

En tu tiempo libre, llevabas agua de la fuente comunal a vecinos por unos céntimos.
De chiquita también llevabas una sella en la cabeza para casa y dos baldes en las manos antes y Después de tu trabajo en la fábrica de Cheche para el agua de muchos pescadores en el puerto
Antes del amanecer esperando la partida a alta mar con tu agua fresca en sus recipientes.

Todo ese dinero era entregado tu madre con el orgullo de una niña que proveía
Más que el sueldo de una mujer grande—solo a cambio de tu niñez y de la escuela.
También lavabas ropa para algunos vecinos. Y siempre gratuitamente los pañales cuando había
Niños recién nacidos solo por el placer de verlos y poder estar con ellos.

Cuando eras un poco más grande, ya de edad de ir al baile y al cine, seguías la misma rutina,
Pero también lavabas y planchabas la ropa de los marineros jóvenes que querían ir muy limpios
Y bien planchados al baile los domingos. Ese era el único dinero que era solo tuyo—para
Pagar la peluquería todas las semanas y el baile y cine. El resto siempre para tu madre.


A los dieciséis años quisiste emigrar a Argentina a la casa de una tía en Buenos Aires.
Tu madre te lo permitió, pero solo si llevabas también a tu hermana menor, Remedios, contigo.
Lo hiciste. En Buenos Aires no podías trabajar tampoco por ser menor. Mentiste en las Aplicaciones y pudiste conseguir trabajo en una clínica como ayudanta de enfermera.

Lavaste bacinillas, cambiaste camas, y limpiaste pisos con otros trabajos similares.
Todo por ganar suficiente dinero para poder reclamar a tu madre y hermanos menores,
Sito (José) y Paco (Francisco). Luego conseguiste un trabajo de mucama en un hotel
En Mar del Plata. Los dueños apreciaron tu pasión por cuidar a sus niños pequeños.

Te mantuvieron como niñera y mucama—sin doble sueldo. Entre tu (pobre) sueldo y
Propinas de mucama, en un tiempo pudiste guardar suficiente dinero para comprar
Los pasajes para tu madre y hermanos. También pudiste volver a Buenos Aires y
Conseguiste alquilar un doble cuarto en una antigua casa cerca del Consulado español.

De aquellas, aun menor de edad, ya trabajabas en el laboratorio Ponds—al cargo de una
Máquina de empacado de productos de belleza. Ganabas buen dinero, y vivieron en el
Centro de Buenos aires en esa casa hasta que te casaste con papa muchos años después.
Aun te perseguía la mala costumbre de decir lo que penabas y de no dar el brazo a torcer.

El sindicato de la Ponds trató de obligarte a registrarte como Peronista.
A gato escaldado hasta el agua fría le hace daño, y reusaste registrarte al partido.
Le dijiste al sindicato que no le habías escapado a un dictador para aliarte a otro.
Te amenazaron con perder el trabajo. Y con repatriarte a ti y a tu madre y hermanos.

Tu respuesta no la puedo escribir aquí. Te llevaron frente al gerente general demandando
Que te despidiera de inmediato. Contestaste que te demostraran razones para hacerlo.
El gerente—indudablemente a propio riesgo—contestó que no había mejor trabajadora
En la fábrica y que no tenía el sindicato razones para pedir que te despidiera.

Después de un noviazgo de varios años, se casaron tú y papa. Tenían el mundo en sus
Manos. Buen trabajo con buenos ahorros que les permitirían vivir muy bien en el futuro.
No podías tener hijos—los cuales siempre anhelaste tener. Tres años de tratamientos
Lograron que me dieras vida. Vivimos por años en un hermoso apartamento en la ciudad.

Tengo uso de razón y recuerdos gratos desde antes de los dos años. Recuerdo muy bien ese Apartamento. Pero las cosas cambiaron cuando decidieron emprender un negocio
Que no fue sostenible en el caos de la Argentina en los años 60. Recuerdo demasiado bien el Sacrificio tuyo y el de papa—es eso un tema para otro día, pero no para hoy.

Fuiste la persona más trabajadora que conocí en mi vida. No le temías a ningún trabajo
Honesto por fuerte que fuese y tu inquietud y espíritu competitivo siempre te hicieron
Una empleada estelar en todos tus trabajos, la mayoría de ellos sumamente esclavos.
Hasta en casa no sabias parar a no ser que tuvieras con quien charlar un rato largo.

Eras una gran cocinera gracias en parte al chef del hotel en cual trabajaste en Argentina
Que era también un compatriota español (vasco) y te enseno a cocinar muchos de sus
Platos españoles e italianos favoritos. Fuiste siempre muy mal comedora. Pero te
Encantaba cocinar para amigos, familia y—cuantos mas mejor—y para las fiestas.

Papá también era buen cocinero aunque con un repertorio mas limitado. Y yo aprendí
De los dos con mucho afán también a cocinar desde joven. Ni en la cocina ni en ninguna
Fase de mi vida me puedo comparar contigo ni con papa, pero también me encanta
Cocinar y en especial para compartir con seres queridos.

Te daba gran placer introducir a mis amigos a tus platos favoritos como la cazuela de mariscos,
Paella, caldo gallego, tus incomparables canelones, ñoquis, orejas, filloas, buñuelos, flan,
Y todo el resto de tu largo repertorio de música culinaria. Papa me iba a buscar al colegio
Cuando en la escuela secundaria (JHS #10) todos los días antes del trabajo.

Los dos trabajaban el segundo turno y no partían hasta después de las 2:00 p.m.
Muchos días traía el coche lleno de mis compañeros. Recuerdo igual que si fuera ayer
Las caras de mis amigos judíos, chinos, japoneses, italianos, ingleses e irlandeses
Cuando primero probaron el pulpo, caldo gallego, la tortilla, las orejas o el flan.

Mediante el bachiller, la universidad y los estudios de derecho fue igual. A veces parecía
Una reunión de Las Naciones Unidas, pero siempre con comida. Siempre trataste a mis
Amigos íntimos como si fueran hijos tuyos también. Y algunos aun hoy día te quieren
Como una segunda madre y sienten tu ausencia aunque no te vieran por muchos años.

Tuviste una pasión por ser madre (una gran pena que solo tuvieras un hijo).
Que te hizo ser demasiado protectora de tu hijo.  Me vestías con ropa exclusiva de
Les Bebes—Fui un muñeco para quien no los tuvo de niña. No me dejabas fuera de tu vista.
El mantenerme en un ambiente libre de gérmenes produjeron algunos problemas de salud.

Mi pediatra te decía “Quiero verlo con las rodillas raspadas y las uñas sucias.”
Tú lo tomabas como un chiste. Me llevabas a menudo a un parque y a la calesita.
Lo recuerdo como si fuera ayer. Pero no recuerdo tener ningún amigo hasta los siete u ocho
Años. Y solo uno entonces. No recuerdo tener una pandilla de amigos hasta los 13 años. Triste.

Cuando comencé a hablar como una cotorra con un año, y a caminar al mismo tiempo,
Me llevaste al médico. El medico pensó que era solo idea tuya. Me mostro unas llaves y me
Pregunto “Sabes lo que es esto, Danielito?” “Si. Son las llaves de tu tutú,” le contesté.
Después de unas pruebas, le recomendaron a mi madre que alimentara mi curiosidad.

Según ella era yo insoportable (algunas cosas nunca cambian). Si le preguntaba a
Papá por que el sol quema, a que distancia esta, que son las estrellas, por qué una
Linterna enfocada al cielo en una noche oscura no se ve, por qué los aviones no tienen
Ruedas debajo de pontones para poder aterrizar y despegar en el agua? Etc., etc., etc.

Me contestaba con paciencia. Recuerdo viajes en tren o autobús sentado en las piernas de mi Padre haciéndole mil preguntas. Desafortunadamente, si le preguntaba algo a mama que No supiera contestar, inventaba cualquier respuesta con tal de hacerme callar en vez de decirme “No se” o “pregúntaselo a papá” o “vete al infierno de una ver por todas y dejame en paz.”

Cuando me contaba algún cuento y no me gustaba como terminaba, “Caperucita Roja” por Ejemplo, mi madre tenía que inventar un fin que me gustara mejor o aguantar un llanto
Interminable. Pobre madre. Inventar lo que a Danielito no le gustaba podía ser peligroso.
Recuerdo un día en el teatro viendo dibujos animados que me encantaban (y aun encantan).

El Pato Donald salió en una escena comiéndose un tremendo sándwich. Le dije a mamá que
Quería un sándwich igual. En vez de contestarme que no era un sándwich de verdad, o que me Llevarían a comer después del teatro (como de costumbre) se le ocurrió decirme que me
Lo iba a traer el Pato Donald al asiento. Cambio la escena y el Pato Donald salió sin el sándwich.


Se acabo el mundo. Empecé a chillar y llorar que el Pato Donald se comió mi sándwich.
Me había mentido y no me trajo el prometido sándwich. Eso era algo insoportable.
No hubo forma de consolarme o hacerme entender—ya tarde—que el Pato Donald también
Tenía hambre, que el sándwich era suyo y no mío, o que lo de la pantalla no era realidad.

Ardió Cristo. Se había comido el sándwich del nene el Pato Donald quien era (y es) mi favorito.
La traición de un ser querido así era inconcebible e insoportable. Me tuvieron que quitar del
Cine a grito pelado. No se me fue la pataleta por largo rato. Pero todo paso cuando mi querida Tía Nieves (una prima) me dio unas galletas marineras con mermelada más tarde en su casa.

Cuánta agua debajo del puente. Tus recuerdos como el humo en una placentera brisa ya se han Esparcido, son moléculas insubstanciales como estrellas en el cielo, que no pintan cuadros Coherentes. Una vida de conversaciones vitales vueltas a susurros de niños en una tormenta Tropical, impermisibles, insustanciales, solo un sueño que interrumpe una pesadilla eterna.

Así es tu vida hoy. Tu memoria fue siempre prodigiosa. Recordabas el nombre de todas las Personas que conociste en toda tu vida—y conversaciones enteras palabra por palabra.
Con solo tres años de escuela, te fuiste por el mundo rompiendo paso y aprendiste a leer y
Escribir ya después de os 16 años en una ciudad adoptiva. Te fue más que suficiente tu estudio.

Siempre dije que eras mucho mejor escritora que yo. Cuantas excelentes novelas u obras de Teatro y poesía hubieras escribido tú con la mitad de mi educación y el triple de trabajo?  
No ay justicia en este mundo. Por qué le da Dios pan a quien no tiene dientes? Tú prodigiosa Memoria no te permite ya que me reconozcas. Fui la última persona que olvidaste.

Pero aun ahora que ya no puedes tener una conversación normal en ningún idioma,
Alguna vez te brillan los ojos y me llamas “neniño” y sé que por un instante no estás ya sola.
Pero pronto se apaga esa luz y vuelve la oscuridad. Solo te puedo ver unas horas un día a la Semana. Las circunstancias de mi vida no me dejan otra mejor opción.

Algún día no tendré ni siquiera la oportunidad de compartir unas horas contigo. No tendrás
Monumento alguno salvo en mis recuerdos mientras me quede uso de razón. Toda una
Vida de incalculable sacrificio de la cual solo dejarás el más pobre rasgo viviente del amor
De tu único hijo quien no tiene palabras para honrarte adecuadamente ni nunca las tendrá.


*          *          *

Ya llegó ese día, demasiado pronto. Octubre 11, 2018. Llegó la llamada a las 03:30 horas,
Una o dos horas después de haber quedado yo dormido. Te trataron de resucitar en vano.
No habría ya mas oportunidades de decirte te quiero, de acariciar tus manos y cara,
De cantarte al oído, de poner crema en tus manos, de anhelar que esta semana me recordaras.

De contarte acontecimientos de seres queridos, a quien vi, que me dijeron, quien pregunto
Por ti, ni de rezar por ti o de pedirte si me dabas un besito poniendo mi mejilla cerca de tus Labios y del placer cuando respondías dándome muchos besitos. Cuando no me respondías,
Lo mas probable estos últimos muchos meses, te decía, “Bueno la próxima vez.”

Siempre al despedirme te daba un besito por Alice y un abrazo que siempre te mandaba,
Y tres besitos en tu frente de parte de papa (siempre te daba tres juntos), y uno mío. Te
Dejaba la tele prendida en un canal sin volumen que mostrara movimiento. Y en lo posible
Esperaba que quedaras con los ojos cerrados antes de marchar.

Se acabó el tiempo. No hay mas prorroga. Mis oraciones cambian de pedir que Dios te proteja
Y que por Su Gracia puedas sanar un poquito día a día a que Dios guarde tu alma y la de papá y
Permita que descansen en paz en Su reino. Te hecho mucho de menos ya, como a papá, y lo
Haré mientras viva y Dios me permita uso de razón. No sabia lo que es estar solo. Ahora si lo se.

Cuatro años viendo tu deslumbrante luz reducirse a una vela temblando en a oscuridad.
Cuatro años temiendo que te dieras cuenta de tu situación.
Cuatro años rogando que no tuvieras dolor, tristeza o soledad.
Cuatro años y sin aprender como decirte adiós. El resto de mi vida esperando verte otra vez.

Te quiero con todo mi corazón siempre y para siempre, mamá. Descansa en Paz.
You can hear all six of my Unsung Heroes poems read by me in my podcasts at https://open.spotify.com/show/1zgnkuAIVJaQ0Gb6pOfQOH. (plus much more of my fiction, non-fiction and poetry in English and Spanish)
Señor, deja que diga la gloria de tu raza,
la gloria de los hombres de bronce, cuya maza
melló de tantos yelmos y escudos la osadía:
!oh caballeros tigres!, oh caballeros leones!,
!oh! caballeros águilas!, os traigo mis canciones;
!oh enorme raza muerta!, te traigo mi elegía.Aquella tarde, en el Poniente augusto,
el crepúsculo audaz era en una pira
como de algún atrida o de algún justo;
llamarada de luz o de mentira
que incendiaba el espacio, y parecía
que el sol al estrellar sobre la cumbre
su mole vibradora de centellas,
se trocaba en mil átomos de lumbre,
y esos átomos eran las estrellas.Yo estaba solo en la quietud divina
del Valle. ¿Solo? ¡No! La estatua fiera
del héroe Cuauhtémoc, la que culmina
disparando su dardo a la pradera,
bajo del palio de pompa vespertina
era mi hermana y mi custodio era.Cuando vino la noche misteriosa
-jardín azul de margaritas de oro-
y calló todo ser y toda cosa,
cuatro sombras llegaron a mí en coro;
cuando vino la noche misteriosa
-jardín azul de margaritas de oro-.Llevaban una túnica espledente,
y eran tan luminosamente bellas
sus carnes, y tan fúlgida su frente,
que prolongaban para mí el Poniente
y eclipsaban la luz de las estrellas.Eran cuatro fantasmas, todos hechos
de firmeza, y los cuatro eran colosos
y fingían estatuas, y sus pechos
radiaban como bronces luminosos.Y los cuatro entonaron almo coro...
Callaba todo ser y toda cosa;
y arriba era la noche misteriosa
jardín azul de margaritas de oro.Ante aquella visión que asusta y pasma,
yo, como Hamlet, mi doliente hermano,
tuve valor e interrogué al fantasma;
mas mi espada temblaba entre mi mano.-¿Quién sois vosotros, exclamé, que en presto
giro bajáis al Valle mexicano?
Tuve valor para decirles esto;
mas mi espada temblaba entre mi mano.-¿Qué abismo os engendró? ¿De qué funesto
limbo surgís? ¿Sois seres, humo vano?
Tuve valor para decirles esto;
mas mi espada temblaba entre mi mano.-Responded, continué. Miradme enhiesto
y altivo y burlador ante el arcano.
Tuve valor para decirles esto;
¡mas mi espada temblaba entre mi mano...!Y un espectro de aquéllos, con asombros
vi que vino hacia mí, lento y sin ira,
y llevaba una piel sobre los hombros
y en las pálidas manos una lira;
y me dijo con voces resonantes
y en una lengua rítmica que entonces
comprendí: -«¿Que quiénes somos? Los gigantes
de una raza magnífica de bronces.»Yo me llamé Netzahualcóyotl y era
rey de Texcoco; tras de lid artera,
fui despojado de mi reino un día,
y en las selvas erré como alimaña,
y el barranco y la cueva y la montaña
me enseñaron su augusta poesía.»Torné después a mi sitial de plumas,
y fui sabio y fui bueno; entre las brumas
del paganismo adiviné al Dios Santo;
le erigí una pirámide, y en ella,
siempre al fulgor de la primera estrella
y al son del huéhuetl, le elevé mi canto.»Y otro espectro acercóse; en su derecha
levaba una macana, y una fina
saeta en su carcaje, de ónix hecha;
coronaban su testa plumas bellas,
y me dijo: -«Yo soy Ilhuicamina,
sagitario del éter, y mi flecha
traspasa el corazón de las estrellas.»Yo hice grande la raza de los lagos,
yo llevé la conquista y los estragos
a vastas tierras de la patria andina,
y al tornar de mis bélicas porfías
traje pieles de tigre, pedrerías
y oro en polvo... ¡Yo soy Ilhuicamina!»Y otro espectro me dijo: -«En nuestros cielos
las águilas y yo fuimos gemelos:
¡Soy Cuauhtémoc!  Luchando sin desmayo
caí... ¡porque Dios quiso que cayera!
Mas caí como águila altanera:
viendo al sol, y apedreada por el rayo.»El español martirizó mi planta
sin lograr arrancar de mi garganta
ni un grito, y cuando el rey mi compañero
temblaba entre las llamas del brasero:
-¿Estoy yo, por ventura, en un deleite?,
le dije, y continué, sañudo y fiero,
mirando hervir mis pies en el aceite...»Y el fantasma postrer llegó a mi lado:
no venía del fondo del pasado
como los otros; mas del bronce mismo
era su pecho, y en sus negros ojos
fulguraba, en vez de ímpetus y arrojos,
la tranquila frialdad del heroísmo.Y parecióme que aquel hombre era
sereno como el cielo en primavera
y glacial como cima que acoraza
la nieve, y que su sino fue, en la Historia,
tender puentes de bronce entre la gloria
de la raza de ayer y nuestra raza.Miróme con su límpida mirada,
y yo le vi sin preguntarle nada.
Todo estaba en su enorme frente escrito:
la hermosa obstinación de los castores,
la paciencia divina de las flores
y la heroica dureza del granito...¡Eras tú, mi Señor; tú que soñando
estás en el panteón de San Fernando
bajo el dórico abrigo en que reposas;
eras tú, que en tu sueño peregrino,
ves marchar a la Patria en su camino
rimando risas y regando rosas!Eras tú, y a tus pies cayendo al verte:
-Padre, te murmuré, quiero ser fuerte:
dame tu fe, tu obstinación extraña;
quiero ser como tú, firme y sereno;
quiero ser como tú, paciente y bueno;
quiero ser como tú, nieve y montaña.
Soy una chispa; ¡enséñame a ser lumbre!
Soy un gujarro; ¡enséñame a ser cumbre!
Soy una linfa: ¡enséñame a ser río!
Soy un harapo: ¡enséñame a ser gala!
Soy una pluma: ¡enséñame a ser ala,
y que Dios te bendiga, padre mío!.Y hablaron tus labios, tus labios benditos,
y así respondieron a todos mis gritos,
a todas mis ansias: -«No hay nada pequeño,
ni el mar ni el guijarro, ni el sol ni la rosa,
con tal de que el sueño, visión misteriosa,
le preste sus nimbos, ¡y tu eres el sueño!»Amar, ¡eso es todo!; querer, ¡todo es eso!
Los mundos brotaron el eco de un beso,
y un beso es el astro, y un beso es el rayo,
y un beso la tarde, y un beso la aurora,
y un beso los trinos del ave canora
que glosa las fiestas divinas de Mayo.»Yo quise a la Patria por débil y mustia,
la Patria me quiso con toda su angustia,
y entonces nos dimos los dos un gran beso;
los besos de amores son siempre fecundos;
un beso de amores ha creado los mundos;
amar... ¡eso es todo!; querer... ¡todo es eso!»Así me dijeron tus labios benditos,
así respondieron a todos mis gritos,
a todas mis ansias y eternos anhelos.
Después, los fantasmas volaron en coro,
y arriba los astros -poetas de oro-
pulsaban la lira de azur de los cielos.Mas al irte, Señor, hacia el ribazo
donde moran las sombras, un gran lazo
dejabas, que te unía con los tuyos,
un lazo entre la tierra y el arcano,
y ese lazo era otro indio: Altamirano;
bronce también, mas bronce con arrullos.Nos le diste en herencia, y luego, Juárez,
te arropaste en las noches tutelares
con tus amigos pálidos; entonces,
comprendiendo lo eterno de tu ausencia,
repitieron mi labio y mi conciencia:
-Señor, alma de luz, cuerpo de bronce.
Soy una chispa; ¡enséñame a ser lumbre!
Soy un gujarro; ¡enséñame a ser cumbre!
Soy una linfa: ¡enséñame a ser río!
Soy un harapo: ¡enséñame a ser gala!
Soy una pluma: ¡enséñame a ser ala,
y que Dios te bendiga, padre mío!.Tú escuchaste mi grito, sonreíste
y en la sombra infinita te perdiste
cantando con los otros almo coro.
Callaba todo ser y toda cosa;
y arriba era la noche misteriosa
jardín azul de margaritas de oro...
Hoy he visto un seto cubierto de rosas
Y he vuelto a mi casa loca de alegría.
¡Hoy he visto un seto cubierto de rosas!
¡Qué impresión de fiesta de amor, alma mía

He vuelto a mi casa llena de contento
Como cuando vemos de nuevo al amante,
Por quién suspiramos a cada momento
Y que hace ya mucho se hallaba distante.

Yo que amo las selvas, los campos, los prados,
Los largos caminos verdes y encantados,
El amor sin trabas en la paz campestre,

Sueño ya con dulces fiestas amorosas,
Ante este temprano florecer de rosas
Sobre la negrura de un cerco silvestre.
Robert Guerrero May 2013
Why did you come?
I enjoy the waking up at 10
I enjoy the relief from school
But why did you have to come
And take away my friends
The very few that I have
You brought me a job
Money in my pocket
Well needed for the ***** and drugs
For my Saturday night Fiestas
Also for my funds to go and see my beloved fiance one day
Summer
I hate you
Yet I love you all the same
I need some sleep
A hell of a lot more sleep
Short and sweet...I guess
Mío es el mundo: como el aire libre,
otros trabajan porque coma yo;
todos se ablandan si doliente pido
una limosna por amor de Dios.
El palacio, la cabaña
          son mi asilo,
si del ábrego el furor
troncha el roble en la montaña,
o que inunda la campaña
El torrente asolador.
Y a la hoguera
me hacen lado
los pastores
con amor.
Y sin pena
y descuidado
de su cena
ceno yo,
o en la rica
chimenea,
que recrea
con su olor,
me regalo
codicioso
del banquete
suntüoso
con las sobras
de un señor.Y me digo: el viento brama,
caiga furioso turbión;
que al son que cruje de la seca leña,
libre me duermo sin rencor ni amor.
    Mío es el mundo como el aire libre...
Todos son mis bienhechores,
          y por todos
a Dios ruego con fervor;
de villanos y señores
yo recibo los favores
sin estima y sin amor.

Ni pregunto
quiénes sean,
ni me obligo
a agradecer;
que mis rezos
si desean,
dar limosna
es un deber.
Y es pecado
la riqueza:
la pobreza
santidad:
Dios a veces
es mendigo,
y al avaro
da castigo,
que le niegue
caridad.Yo soy pobre y se lastiman
todos al verme plañir,
sin ver son mías sus riquezas todas,
qué mina inagotable es el pedir.
    Mío es el mundo: como el aire libre...
Mal revuelto y andrajoso,
          entre harapos
del lujo sátira soy,
y con mi aspecto asqueroso
me vengo del poderoso,
y a donde va, tras él voy.

Y a la hermosa
que respira
cien perfumes,
gala, amor,
la persigo
hasta que mira,
y me gozo
cuando aspira
mi punzante
mal olor.
Y las fiestas
y el contento
con mi acento
turbo yo,
y en la bulla
y la alegría
interrumpen
la armonía
mis harapos
y mi voz:Mostrando cuán cerca habitan
el gozo y el padecer,
que no hay placer sin lágrimas, ni pena
que no traspire en medio del placer.
    Mío es el mundo; como el aire libre...
Y para mí no hay mañana,
          ni hay ayer;
olvido el bien como el mal,
nada me aflige ni afana;
me es igual para mañana
un palacio, un hospital.

Vivo ajeno
de memorias,
de cuidados
libre estoy;
busquen otros
oro y glorias,
yo no pienso
sino en hoy.
Y do quiera
vayan leyes,
quiten reyes,
reyes den;
yo soy pobre,
y al mendigo,
por el miedo
del castigo,
todos hacen
siempre bien.Y un asilo donde quiera
y un lecho en el hospital
siempre hallaré, y un hoyo donde caiga
mi cuerpo miserable al espirar.
Mío es el mundo: como el aire libre,
otros trabajan porque coma yo;
todos se ablandan, si doliente pido
una limosna por amor de Dios.
¡Qué hermosa es la ciudad, oh Contemplado,
                    que eriges a la vista!

Capital de los ocios, rodeada
                    de espumas fronterizas,

en las torres celestes atalayan
                    blancas nubes vigías.

Flotante sobre el agua, hecha y deshecha
                    por luces sucesivas,

los que la sombra alcázares derrumba
                    el alba resucita.

Su riqueza es la luz, la sin moneda,
                    la que nunca termina,

la que después de darse un día entero
                    amanece más rica.

Todo en ella son canjes -ola y nube,
                    horizonte y orilla-,

bellezas que se cambian, inocentes
                    de la mercadería.

Por tu hermosura, sin mancharla nunca
                    resbala la codicia,

la que mueve el contrato, nunca el aire
                    en las velas henchidas,

hacia la gran ciudad de los negocios,
                    la ciudad enemiga.
No hay nadie, allí, que mire; están los ojos
                    a sueldo, en oficinas.

Vacío abajo corren ascensores,
                    corren vacío arriba,

transportan a fantasmas impacientes:
                    la nada tiene prisa.

Si se aprieta un botón se aclara el mundo,
                    la duda se disipa.

Instantánea es la aurora; ya no pierde
                    en fiestas nacarinas,

en rosas, en albores, en celajes,
                    el tiempo que perdía.

Aquel aire infinito lo han contado;
                    números se respiran

El tiempo ya no es tiempo, el tiempo es oro,
                    florecen compañías

para vender a plazos los veranos,
                    las horas y los días.

Luchan las cantidades con los pájaros,
                    los nombres con las cifras:

trescientos, mil, seiscientos, veinticuatro,
                    Julieta, Laura, Elisa.

Lo exacto triunfa de lo incalculable,
                    las palabras vencidas

se van al campo santo y en las lápidas
esperan elegías.

¡Clarísimo el futuro, ya aritmético,
                    mañana sin neblinas!

Expulsan el azar y sus misterios
                    astrales estadísticas.

Lo que el sueño no dio lo dará el cálculo;
                    unos novios perfilan

presupuestos en tardes otoñales:
                    el coste de su dicha.

Sin alas, silenciosas por los aires,
                    van aves ligerísimas,

eléctricas bandadas agoreras,
                    cantoras de noticias,

que desdeñan las frondas verdecientes
y en las radios anidan.

A su paso se mueren -ya no vuelven-
                    oscuras golondrinas.

Dos amantes se matan por un hilo
                    -ruptura a dos mil millas-;

sin que pueda salvarle una morada
                    un amor agoniza,

y Iludiéndose el teléfono en el pecho
                    la enamorada expira.

Los maniquíes su lección ofrecen,
                    moral desde vitrinas:

ni sufrir ni gozar, ni bien ni mal,
                    perfección de la línea.

Para ser tan felices las doncellas
                    poco a poco se quitan

viejos estorbos, vagos corazones
                    que apenas si latían.

Hay en las calles bocas que conducen
                    a cuevas oscurísimas:

allí no sufre nadie; sombras bellas
                    gráciles se deslizan,

sin carne en que el dolor pueda dolerles,
                    de sonrisa a sonrisa.

Entre besos y escenas de colores
                    corriendo va la intriga.

Acaba en un jardín, al fondo rosas
                    de trapo sin espinas.

Se descubren las gentes asombradas
                    su sueño: es la película,

vivir en un edén de cartón piedra,
                    ser criaturas lisas.

Hermosura posible entre tinieblas
                    con las luces se esquiva.

La yerba de los cines está llena
                    de esperanzas marchitas.

Hay en los bares manos que se afanan
                    buscando la alegría,

y prenden por el talle a sus parejas,
                    o a copas cristalinas.

Mezclado azul con rojo, verde y blanco,
                    fáciles alquimistas

ofrecen breves dosis de retorno
                    a ilusiones perdidas.

Lo que la orquesta toca y ellos bailan,
                    son todo tentativas

de salir sin salir del embolismo
                    que no tiene salida.

Mueve un ventilador aspas furiosas
                    y deshoja una Biblia.

Por el aire revuelan gemebundas
                    voces apocalípticas,

y rozan a las frentes pecadoras
                    alas de profecías.

La mejor bailarina, Magdalena,
                    se pone de rodillas.

Corren las ambulancias, con heridos
                    de muerte sin heridas.

En Wall Street banqueros puritanos
                    las escrituras firman

para comprar al río los reflejos
                    del cielo que está arriba.
Un hombre hay que se escapa, por milagro,
                    de tantas agonías.

No hace nada, no es nada, es Charlie Chaplin,
                    es este que te mira;

somos muchos, yo solo, centenares
                    las almas fugitivas

de Henry Ford, de Taylor, de la técnica,
                    los que nada fabrican

y emplean en las nubes vagabundas
                    ojos que no se alquilan.

No escucharán anuncios de la radio;
                    atienden la doctrina

que tú has ido pensando en tus profundos,
                    la que sale a tu orilla,

ola tras ola, espuma tras espuma,
y se entra por los ojos toda luz,
                    y ya nunca se olvida.
Natalia Rivera Sep 2014
El era fuego
Ella, agua.
Los dos cautivaban el mundo
Eran grandes, ingeniosos, brillantes
Pero diferentes.
El era artista
Ella una escritora
Ella leía hasta dormida
El no quería saber de libros
El salía a fiestas
Ella se quedaba en casa
Ella era demasiado sensible
El no creía en eso
Ambos arrasaban con lo que encontraban a su paso
Y poco a poco todo fue encajando
Juntos formaban uno
Un gran & hermoso caos
Una gran batalla les esperaba por delante debido a sus diferencias
Pero culminaban los días
Despidiendo al sol & saludando a la luna.
El palacio virreinal
Se encuentra sumido en sombra.
Sobre el techo y en el patio
La lluvia cae monótona;
Se ve una luz solamente
En una cerrada alcoba,
Y en ella están departiendo
En voz lenta, dos personas:
Con el Virrey don José
Solís y Folch y Cardona,
Habla el Alcalde ordinario
Moreno Escandón, que gloria
Como Fiscal de la Audiencia
Fue después; que la Colonia
Enalteció con ingenio
Y virtudes, y que en toda
Inquietud para el Virrey
Le dió ayuda cariñosa
Y fue noble confidente
De sus últimas congojas.
De pronto dice Moreno
En tono de quien reprocha:
-«Nada en Santa Fe dijisteis;
Tan sólo cuando a la Costa
Llegó el Bailío, supimos
Que de la Corte española
Un nuevo Virrey vendría».

-«Esta carga abrumadora,
Respondió Solís, depuse
Hace más de un año. En notas
Ante el Monarca he insistido.
Me oyó. Soy feliz ahora».

-«¿Y a uniros vais a Sevilla
A vuestro hermano, que es honra
De España como Arzobispo,
O a servirle a la Corona
Como Mariscal de Campo
Con vuestra espada gloriosa?»

Del Virrey la voz oyose
Que se extendía en la sombra...
No era la voz de otros días
Clara, vibrante, imperiosa,
Sino voz entrecortada,
Como de alguien que se agota,
Voz de quien hablar pretende
Pero en vez de hablar, solloza.

-«Aquí quedarme he pensado,
Y no es intención de ahora».

-«Qué es lo que decís?», Moreno
Con sorpresa lo interroga.
«¿Habéis resuelto quedaros,
Como holgazana persona
En Santa Fe, que os ha visto
Siempre el primero entre pompa,
Entre honores, y acatado,
Y en tanto, luciendo en otra
Mano la real insignia?
¿No dirán que una deshonra
Del aprecio del Monarca
Vuestro ilustre nombre borra?
¡En Santa Fe!... No comprendo...
¿Qué dirán todos?»
-«No importa.
Si al Cielo irroguele ofensas
Con mi vida licenciosa,
Aquí donde yo he debido
Ser de fiel creyente norma,
Es fuerza que se me vea
Como sombra de una sombra...»

Seguía tenaz la lluvia
Cayendo en la noche lóbrega.

Moreno Escanden decía:
-«Seréis de la gente ociosa
Comidilla. Bravas lenguas
En Santa Fe siempre sobran
Para hacer de todo burla
Y para regar ponzoña.
¿Vos Duque de Montellano,
Como cesante y de ronda
De noche por las callejas
Siendo aquí de todos mofa,
Cuando antes en torno vuestro
Se oían sólo lisonjas?»
-«¿A España? ¿A la Corte? ¿A
fiestas?
Hondo cansancio me postra...

»Busco el sueño, pero el sueño
Sólo es para mí zozobra:
Oigo ruido de cadenas,
Negras visiones se agolpan
A mi rededor; me hundo
Como entre revueltas olas;
Lucho con ellas, y sirtes
Veo ante mí tenebrosas,
Y en sobresalto despierto;
Sudor helado me moja
Las sienes; estrecho nudo
Al querer hablar, me ahoga...
Me incorporo; todo inútil,
Y en tanto... lejos la aurora
Que mis visiones disipe,
Visiones trágicas y horridas.
Busco amores olvidados,
Pido músicas ruidosas,
Bullicio de gente alegre,
Pero el tedio me devora.
Sangre soy empobrecida
De una raza que se agota,
Néctar quizá de otros tiempos
En una embriagante copa,
Y que hoy, al pasar los años,
Es de la vida una sobra».
-«¿Y no rezáis?»
-«Rezo... En vano».

-«Pero la misericordia
Del cielo, que es infinita,
Al pecador no abandona,
Al que los brazos le tiende
Y consuelo y paz implora».

-«Es verdad. Mas cuando triste,
En la quietud de mi alcoba,
Me postro a rezar, visiones
Me perturban tentadoras.
Aquí conmigo el pecado
Ha vivido; y se alzan formas
Que se acercan, que se alejan,
Que vuelven, después se borran,
Y vuelven después... y juntan
A mí la encendida boca».

Moreno Escandón callaba;
Era alta noche. En las hojas
Del patio se percibía
El lento caer de gotas.


Y Solís seguía:
-«A veces
Tristes claustros mi memoria
Cruzan en hondo silencio;
Arcos y arcos, grises losas,
Retablos en blancos muros
Donde se extiende la sombra
Que débil lámpara alumbra;
En la capilla el aroma
Del incienso; a media noche
Del órgano lentas notas
Que van borrando... borrando
Del mundo alegrías locas,
Y nos llevan lentamente
A una luz de eterna gloria,
En redor humildad viendo
Y el alma ante Dios absorta;
Y Cristo manando sangre,
Y entre sangre su corona
De espinas; albas risueñas
Sobre el huerto... olor de rosas
Que cuidan para la Virgen
Manos antes pecadoras...
La comunidad que pasa;
En el coro la salmodia...
¡Luz celestial que se enciende,
Y la tierra que se borra!»

Moreno Escandón callaba.
En Santa Fe silenciosa
Sonó una campana. Trinos,
Más trinos entre las frondas
Que se agitan en el patio.

Salió Moreno.
La alcoba
Quedó en silencio profundo...
Luego una voz que solloza...
Y otra vez silencio...
Un Cristo,
Divina misericordia,
Abre los brazos. El Duque
Las rodillas ante él dobla;
A sus pies se abraza. Llanto
Su rostro pálido moja,
Y abrazado al Mártir sigue
Hasta que llega la aurora.

Di a los pobres su fortuna;
En humilde ceremonia
Entregó el mando a Messía,
Y esa tarde en su carroza,
Con su uniforme de gala,
Por las calles silenciosas
Fue al convento franciscano
Donde sonaban las notas
Del órgano y ascendía
De incienso fragante aroma.
Llamó al Prior. Y esa noche
Vestido de tela hosca,
De rodillas, en su celda,
Vio nuevamente la aurora.
Pao Apr 2019
The vision is clear
Glowing like the sun above our heads
We have been escaping for a lifetime
Just to be
Dragged to where we started

Who are we kidding?
We are kids trying to grasp onto
The beam at the other end of the wire
Naïve spirits clouding our reality
We both understand the dangers of dreaming

Waking up to the croak of ravens
It’s time for us to craft a tunnel
Distant from our realm of possibility

Let’s escape to the sound
Of the roaring drums
Calling out our names

We will mount high
Higher than what we would call home
Climbing and passing by
The sea of children twirling to the hymn
The hymn of memories lost.

Flowers bloom and so do we
Sunflowers shine in their meadow bed and so do we

In this paradise
We are the rulers of our kingdom
With time we manifest our destiny
We control the man-made clock
That has so desperately tried to dictate our paths.

In this paradise
Houses clutter in rows
Damp shirts and pants sway lazily
On the wire connecting every neighbor
The language of love
Slips through the citizens’ tongues

The vision is clear
Fiestas are religiously thrown
Every weekend
Bottles of Sangria wine
Line the limestone streets
Families holler in laughter
In the joy of what it is to be alive
Nothing is sweeter than having a pulse
Feeling the sweat trickle down your spine
The children talking amongst each other.
Flamenco performers stomp
As people move from house to house
Never leaving a trace of unhappiness behind
Never leaving the group behind.

Fiestas keeps the city alive
The city of new dreams
The city where the man-made clock
Doesn’t hold anyone down
The city of fresh beginnings
And a destiny that can be controlled.

In this paradise
Waves silently crash against
The algae covered boulders
Seagulls sing their freedom cry

Give us hope
Bring us tangible rationality
In an era of irrationality
We need a savior
From fallen grace

Seashells adorn the delicate sand
That sticks to the soles of our feet
The warmth of the sun
Kiss our golden skin

Salty tears drip down our faces,
Is it the emptiness we feel?
When we are alone?
Or the realization
That we cease to exist.

The vision is clear
Our past lives
Become our past selves
And our past selves
Get lost in what we wished to be.

When will we learn?
That our vision isn’t clear
Twenty-twenty vision isn’t enough.
epictails Feb 2016
It's a sick, sick town
Where men have come to rot
As a worm infested fruit
Lying wet and rummaged on the ground

The neighbors with their bent noses
And upturned mouths
Bubbling with the agenda, the filth
Of their smiling counterparts next door
In town fiestas they squalor like
Emperors on roasted pigs, rice cakes
and goat bellies raised and slaughtered
They dine like fine crickets loud
And unconcerned about matters
Which the small town does not speak

Scoundrels of politicians
Fetchig money like leaves from their
Cotton pockets
Oh the election is under way!
Come come there is money this way!
Forget honesty it can only buy
You a rumbling stomach and a hut
Crumbling from debts and frets!

Who cares though
When seventy strides from you
Gunshots sparkle in the midnight skies
All eyes fainted all breaths shallow
And someone's just got wallowed
In a heat of greed and contempt
Poor son!Poor son!
Used to know the wretch
No family?No peso to his name?
Let's move on to our siestas
Justice won't spare us from hell

God has saved a seat for us instead
The church has made its job clear
Seven Sundays and we are but saved!
But the crowd upon
The altar thins like the old priest's head
Gleaming like chalice
In the dimming lights of the Lord
The people look on and yawn
For the gospel has now become
As good as miracle, literally.

The poor remain poor
The sinful prosper
And this sick, sick town
Has its marrows ******
Dry as a liar's throat
And you tell me to love it
Like a sweetheart of brazen days?
Like the grazing stars in the
Blank fields of bluish horizons
I painted with amulets and rockets
with my visions as a child?
And you tell me I was born of a town
About to sweep into nothing along
with the collapse of its people?
another day another episode of *******
Cuando fue el bravo Guerrero
Presidente, yo era un chico
Y en aquel tiempo a Tampico
Llegó un general ibero.
¿Barradas?
...Justo; esto es;
Barradas precisamente
Queriendo, audaz y valiente,
Ser un nuevo Hernán Cortés.
Entonces, sólo al decir
Que extraña tropa llegaba
El Gobierno ya miraba
Enlutado el porvenir.
Y por prudencia o temor
Cesaban goces y fiestas,
Haciéndole mil protestas
A cualquier embajador.
Barradas, bravo y experto,
Vencer a Méjico anhela
Y entra altivo a toda vela,
Como virrey frente al puerto.
Santa-Anna, a la patria fiel,
Tan audaz como animoso
Derrotó al jefe ambicioso
Ganando eterno laurel.
Fue una derrota ejemplar
Que no olvidará la Historia
Pues allí alcanzó la gloria
De hacerlo capitular.
En Méjico ¡Qué ansiedad
Por saber el resultado!
Estaba en completo estado
De agitación la ciudad.
Una noche, a ver un drama
Guerrero fue al Coliseo,
Un teatro tosco y feo
Que «Principal» se le llama.
Llegado el acto tercero,
Ve con asombro la gente
Que al palco del Presidente,
Entra, con traje de cuero,
Un hombre y le da un papel;
Guerrero al leerlo llora;
Y el público en esa hora,
Enternecido como él,
Presiente lo que le avisa
Al Presidente el pliego
Y queda mudo, en sosiego,
Entre lágrimas y risa.
Cuando acabó de leer
Guerrero, se levantó
De su asiento y así habló
Sin poderse contener:
«Si con frases no me explico,
El llanto lo hará por mí...
¡Me comunican aquí
La victoria de Tampico...!
Vencido está el jefe ibero,
Santa-Anna lo derrotó...»
Y un gran grito resonó:
«¡Vivan Santa-Anna y Guerrero!»
Guerrero con alegría,
Dijo enseñando leal
La faja de general
Que en la cintura tenía:
«Mando al brigadier Santa-Anna,
Esta faja, no os asombre,
Para que la porte en nombre
De la Nación Mejicana».
Volvió el público a gritar
Nuevos vivas y a aplaudir,
En unos era el reír,
En otros era el llorar
Y no hay mármoles ni bronces,
Ni existen tinta y color,
Que puedan pintar, señor,
El patriotismo de entonces.
Tu buena memoria pasma
A cualquiera, mi sargento,
Tu relato da contento,
Enardece y entusiasma.
Cuando el teatro dejaron
Todos con gran ansiedad,
¿Sabéis lo que en la ciudad
Con asombro contemplaron?
Adornadas con festones
Todas las casas vecinas,
Con faroles y cortinas
En cornisas y balcones;
Sobre las torres bermejas
De los vetustos conventos,
Gallardetes, ornamentos,
Guirnaldas y candilejas.
Las calles... ¡que animación!
Las gentes si se encontraban,
Entusiastas se abrazaban
Con lágrimas de emoción.
No se escuchaba un reproche,
Todo era franco y sincero,
Que estaba Méjico entero
De triunfo en aquella noche.
¡Y todos los mejicanos
Que un mismo placer sentían,
Entonces sí se querían
Como si fuesen hermanos...!
Me enternezco cuando pienso
En esto, porque señor,
No he visto un modo mejor
De dar a un bravo un ascenso,
Ni un modo más natural,
Más franco y más elocuente
De expresar públicamente
El contento nacional.
Glorias del pasado son,
¡Mas para un viejo soldado,
Esas glorias del pasado
Dan vida a su corazón...!
Borges Jun 2021
Mejores actores: digamos 20 años
Asexuales
Bisexuales
Neosexuales
Bipolares
Antipolar
Polar
Indiscreto
Discreto
Masturbador
Elocuente
Tiene Pegue
No tiene Pegue
Tiene Gato
Tiene perro
Oye Música
Odia la Música
No tiene Amigos
Tiene un chingo...
Habla Español
Odia Francés
Come Sushi
Come oatmeal
Cama grande
Cama chiquita
Vive en Mexico
Vive en Japon
Sabe mover sus pies
Sabe mover sus manos
Escribe de...
Nunca Escribe
Odia el Baño
Siempre en el Baño
Odia Ropa
Ama la ropa de otras personas
Nunca nacio
Sigue Naciendo
Toma agua sin parar
Toma Vino
Hace el amor a la cerveza
Lee Poesía LatinoAmericana
Lee Poesía Francesa
Lee Poesía Inglesa
Tiene diez carros todos feos
Tiene motto
Odia la pizza en restaurantes
Odia La música en domingos
No tiene Anteojos
Usa Wipes
Toca la electrónica
Toca la acústica
Lee libros de adultos
Lee manga
Le encanta el arte gótica
Le encanta el arte expressionista
Toma Tazo
Toma Harmless
Tiene ojos Azules
No tiene ojos blancos
Tiene ojos verdosos
Sueña con Ojos
No tiene tele
Tiene diez teles
Ama los muebles
Odia los restaurantes
Compra libró todos los días
Ama la poesía
Corre de gente extraña
Uye de librerías mal iluminadas
Toma ginger ale
Toma Sake como campion
Toma vino como idiota
Tiene muchos sombreros
No tiene uno
Nunca a tomado té blanco
Nunca a oído a Bjork
Odia a Bach
Uye desnudo de Otros compositores
Ama el aguacate
No sabe hacer guacamol
Lo a picado un insecto
Odia las abejas
No sabe quien es Kidman
Respeta a Tarkosvky o no lo entiende
A ido a Panajachel
Nunca a fumado motta
Colecciona motta
Se enamora todos los días
Nunca anda enamorado
Fue Pobre en sus años
Sigue Pobre
Juega video juegos
Nunca a comprado uno
Odia películas en otros idiomas
La ama a todas de su propia principia
El piensa en tercer persona
Nunca a ido a un play en la cuidad
Simpre lee
Ama fiestas
Sólo en peliculas
Ni en peliculas
Ni pal Tigre
Actores, hollywood, prophet, líricas, momentos,
Se dice, se rumora, afirman en los salones, en las fiestas, alguien o algunos enterados, que Jaime Sabines es un gran poeta. O cuando menos un buen poeta. O un poeta decente, valioso. O simplemente, pero realmente, un poeta.
Le llega la noticia a Jaime y éste se alegra: ¡qué maravilla! ¡Soy un poeta! ¡Soy un poeta importante! ¡Soy un gran poeta!
Convencido, sale a la calle, o llega a la casa, convencido. Pero en la calle nadie, y en la casa menos: nadie se da cuenta de que es un poeta. ¿Por qué los poetas no tienen una estrella en la frente, o un resplandor visible, o un rayo que les salga de las orejas?
¡Dios mío!, dice Jaime. Tengo que ser papá o marido, o trabajar en la fábrica como otro cualquiera, o andar, como cualquiera, de peatón.
¡Eso es!, dice Jaime. No soy un poeta: soy un peatón.
Y esta vez se queda echado en la cama con una alegría dulce y tranquila.
Un año antes del día, designado era
El mancebo sin tacha, cuyo cuerpo,
Perfecto igual en proporción que en alma,
Mantenían en delicia, y aprendía
A tañer flautas, cortar cañas de humo,
Recoger flores, aspirando su aroma,
Con gracia cortesana a expresarse y moverse.

Estaba luego su jornada exenta
De otro cuidado, e iba, ocioso y libre,
Por la espalda la cabellera oscura,
Ornado de guirnaldas y metales
El cuerpo, como el de un dios ungido,
Y a su paso los otros en honor le tenían
Hasta besar la tierra que pisaba.

Veinte días antes del día, desnuda ahora
La piel de los perfumes, afeites y resinas,
El cabello cortado como aquel de un guerrero,
Las galas ya trocadas por más simple atavío,
Puro en el cuerpo como puro en la mente,
Cuatro doncellas bajo nombres de diosas
Para acceso carnal destinadas le eran.

Cinco días antes del día, las finales
Fiestas le aderezaban, en jardines
De la ciudad, el campo, la colina y el lago,
Por cuyas aguas iba la falúa entoldada,
Con él y sus mujeres, para darle consuelo
Antes de desertarle, y en la ribera opuesta
Quedaba sólo al fin, sin afectos ni bienes.

Sobre cada escalón, en la pirámide del llano,
Cada una de las flautas tañidas por el gozo,
Rotas entre sus dedos, iban cayendo,
Hasta alcanzar el templo de la cima,
A cuyo umbral estaba el sacerdote:
Como una de sus cañas, allí, rota la vida,
Quedaba en su hermosura para siempre.
Los Oidores han citado,
En muy respetuosa carta,
Al Virrey Solís. La hora
De la cita es ya pasada
Y no llega. Desacato
Consideran la tardanza,
Y por el nuevo desaire
Han convenido en voz baja
En remitir otra enérgica
Queja a la Corte de España,
En que además de esta burla
Se haga mención detallada
De su vida censurable
Según es pública fama.

Y uno dice: «Es bien sabido
Que usando postiza barba,
De noche, por puerta oculta
Se sale, donde lo aguardan
Compañeros de jolgorio,
Y con ellos se va a casas
Que durante todo el día
Tienen la puerta cerrada,
A visitar a mujeres
De quienes todos mal hablan;
Y en Santa Fe muchos dicen
Que un día al rayar el alba
Por haber dejado en una
Casa mal vista, olvidada
La llave, se vio en el trance
De que lo vieran los guardias
Disfrazado entrar. ¡Vergüenza
Para esta ciudad cristiana,
Para quien debe enseñanza
Ser de honor y de virtudes
Pues representa al Monarca.
Y oyéronse en las iglesias
De esta cuaresma en las pláticas
Contra su libertinaje
Admoniciones muy claras,
Sin que él se cuidara de ellas…
Esa María Lugarda!...
Esa Lugarda de Ospina
De quien cuentan y no acaban,
Que se fugó de un convento
De noche, saltando tapias;
Esa Marichuela, escándalo
De toda la gente honrada,
Que al Virrey sorbiole el seso,
Que es perdición de su alma
Y con ella ¡Dios me ampare!
(Y el Oidor se santiguaba)
Olvidado de su rango,
Y pecando, a Dios le falta!...»

Los Oidores asentían
A lo que el decano hablaba,
Mientras que hacíanse cruces,
En la puerta la mirada.
El Virrey en ese instante
Entró muy grave a la sala.
Saludó con aire serio
A los señores garnachas,
Los que en pie, gran reverencia
Le hicieron, la frente baja;
Y quedó la puerta al punto
Con fuerte llave cerrada.

El Oidor decano entonces
Dijo con voz lenta y clara
(El Virrey se sonreía;
Grave el Oidor lo miraba):

-«Señor Virrey: por mandato
De nuestro augusto Monarca,
A quien vos, como nosotros,
Por la fe de nuestras almas
Acatamiento debemos
Por obediencia jurada,
Os hemos pedidos humildes,
En nombre de quien nos manda
Nuestro Rey Fernando Sexto,
Honor y gloria de España
(Y al decir esto, los ojos
Los tres Oidores bajaban
Como si allí, de rodillas,
Y rezando comulgaran),
Que vengáis, dejando a un lado
Por un momento la carga
Del gobierno, a que lectura
Oigáis, de una reservada

Cédula (el Virrey entonces
Se sonreía, y miraba
El cielo raso, adornado
Con farol de hoja de lata).

-«Señor Escribano», dijo
El Oidor, con voz pausada:
«Lectura dadle a la Cédula
En que del Virrey nos habla
Nuestro Rey Fernando Sexto»…

(El Virrey los ojos clava
Burlones de los Oidores
En las rollizas papadas).

«Al recibir esta Cédula»
-Tal decía el Rey de España-,
«Llamaréis ante vosotros
A mi Virrey, en privada
Sesión, y habréis de advertirle
Que todas sus graves faltas,
De que me habéis dado cuenta;
Sus nocturnas escapadas,
Sus disfraces y sus fiestas
Con hembras de vida mala,
Hanme causado amargura,
Y a esa oveja que mal anda,
De perdición por caminos
Que de Dios los pies le apartan,
Pedidle arrepentimiento
Para salvación de su alma.
Yo el Rey».
El Virrey entonces
Desabrochó su casaca,
Sacó un pliego, dio unos pasos,
Y alargándole la carta
Al Escribano, le dijo:

«De nuestro amado Monarca
Ya oí la Cédula. Ahora
Servíos, como posdata,
Leer lo que el Rey, mi amigo,
Me dice en carta privada:

»Querido primo: Que el cielo
Te colme de venturanza.
Yo, sin ti, muy aburrido.
¡Cómo mi vida alegrabas!
Mas siempre pienso que en ese
Nuevo Reino de Granada
Por los indios y las indias
Velas, como por España,
Para acrecentar la gloria
De mi cetro y nuestra raza.
Y de otra cosa he de hablarte,
Primo, y ríete a tus anchas.
De mi Audiencia he recibido
Una relación de faltas
De que te hace responsable,
Como si la edad y canas
De mis Oidores, acaso
Deslices no exageraran
De quien por su ardiente sangre
Necesita amor y holganza;
No hagas caso de chocheces;
Muéstrales risueña cara.
Ellos la vida gozaron;
Que para el cielo sus almas
Preparen, a Dios pidiéndole
Perdón por culpas pasadas,
Y en tanto, tú y yo gocemos
De lo que pronto se acaba».
El Escribano muy serio
Bajó al papel la mirada,
Mas se mordía los labios
Porque en ellos retozaba
La risa. Los tres Oidores
Con las manos en las calvas,
Tal vez entre sí decían:
«¡Cosas que en la vida pasan!
Trasquilados hemos vuelto
Y todos fuimos por lana;
Quien anda siempre con chismes
Lo que hemos sacado, saca;
Y todo esto por meternos
En camisa de once varas».

La carta del Rey Fernando
Otra vez puso doblada
En el bolsillo. Inclinose,
Y grave dejó la sala.
Era su vestido blanco,
Llevaba abierta la capa,
Y hacía la luz cambiantes
En su cruz de Calatrava.
Aaron LaLux Oct 2018
The 3 Crucifixes sit,
atop this city like a tombstone,
but this grave feels so alive,
so vibrant in it’s Post-Colonial glory,

the Spaniards came & went,
well “came & went” is too courteous a term,
but hey either way wherever your beliefs may lay,
they left & when they did they left behind their language & La Ermita Church,

now what’s left is gift wrapped & embodied in Native Blood & Colonial Skin,

ancient wisdom lost in translation all in the name of The Cross,
sacred status melted down for the gold they contained,
I wonder if Colombians or any South Americans for that matter,
think about the past past but the remnants that were left when speaking Spanish,

I guess the Spanish never really left,
& the Inquisition is finished but still I must confess,
Native Blood & Colonial Skin is a pretty good combination,
because 200 years after they left look what we get,

a vibrant culture a wonderful mix,
late night Salsa fiestas at Zaperoco,
hot weather hot food hot women hot music,
& vibes so alive you’d almost forget about the looming tombstone,

watching everything like it’s on replay,
like everyone is already gone which they as in we will all be one day,
when Nature finally returns to reclaim,
what was rightfully Hers in the first place,

in the same way Colombians reclaimed Colombia once the Spaniards went away,

but until Nature comes back to reclaim it’s arepas salsa & coffee,
it’s a beautiful day in Cali let’s have a lively debate over empanadas panela & pollo,
partying from sunset & on in to the humid Cali night,
making such amazing memories that we temporarily forget about the crucifix tombstones,

but all the while there those 3 Crucifixes sit,
atop this city like a tombstone,
but this grave feels so alive,
so vibrant in it’s Post-Colonial glory…

∆ Aaron LaLux ∆
Cómo era el instante, dígalo la musa
que las dichas trae, que las penas lleva:
la tristeza pasa, velada y confusa;
la alegría, rosas y azahares nieva.
Era en un amable nido de soltero,
de risas y versos, de placer sonoro;
era un inspirado cada caballero,
de sueños azules y vino de oro.
Un rubio decía frases sentenciosas:
negando y amando las musas eternas
un bruno decía versos como rosas,
dos sonantes rimas y palabras tiernas.
Los tapices rojos, de doradas listas,
cubrían panoplias de pinturas y armas,
que hablaban de bellas pasadas conquistas,
amantes coloquios y dulces alarmas.
El verso de fuego de D'Annunzio era
como un son divino que en las saturnales
guiara las manchadas pieles de pantera
a fiestas soberbias y amores triunfales.
E iban con manchadas pieles de pantera,
con tirsos de flores y copas paganas
las almas de aquellos jóvenes que viera
Venus en su templo con palmas hermanas.
Venus, la celeste reina que adivina
en las almas vivas alegrías francas,
y que les confía, por gracia divina,
sus abejas de oro, sus palomas blancas.
Y aquellos amantes de la eterna Dea,
a la dulce música de la regia rima
oyen el mensaje de la vasta Idea
por el compañero que recita y mima.
Y sobre sus frentes, que acaricia el lauro,
Abril pone amable su beso sonoro,
y llevan gozosos, sátiro y centauro,
la alegría noble del vino de oro.
Hubo tantas veces que casi me ahogué cuando era niño, durante lecciones de natación, fiestas de cumpleaños. Es por eso que todavía me da miedo bañarme en las piscinas, las playas, los lagos. Pero también me da pena mostrar al mundo mis escamas dolorosas, la piel que tema a las medusas que queman con sus besos, y las heridas, debajo de cuyas cicatrices, siguen respirando, ardiendo...

Quisiera que de agua yo fuera hecho. En Manila, cuando era estudiante universitaria, y tomaba el bus que por el boulevard Roxas pasaba, podía olvidar de mis problemas, del caos, solo con una mirada a la bahía. Y siempre me preguntaba, ¿podría ser que al mar le doliera su piel de agua?

Me acuerdo de cuando en silencio sufría, contra ondas como orilla padecía: el abandono de un amigo a quien quería en secreto, padecía el rechazo de las obras que había escrito, padecía la soledad en esta cruel ciudad... en aquellos momentos pensé en caminar, con piedras pesadas en mis bolsillos y zapatos, despacio, despacio hacía el mar, hacía el fondo... para que por fin se cumpliese mi destino de morir en el agua y su abrazo...

Pero a ella, nunca he aprendido odiarla. Y he llegado hasta mares gallegos, hasta Coruña y sus cristales, donde cada mañana le escribo canciones de amor y promesas al océano atlántico. Al agua, un día regresaré, un día en ella, me habré disuelto, sí, yo a mí mismo.

Porque es mi destino, yo que llevo alma azulada, el alma de aquel pez anciano que se hizo humano. Cuando un día me pregunte, "¿de dónde vienes?" un amante gallego, le diré que tierra yo no tengo, le diré, "amor, mírame los ojos, su blancura viene de las espumas de los mares filipinos"... y la noche en que me bese los labios y luego la piel, le diré, "amor, sigue, porque las escamas ya no me duelen, ves que del agua ya estoy hecho, de los aguas quietas, ya estoy hecho..."
Bajo sus lomos rojos, en la oscura caoba,
Tus libros duermen. Sigo los últimos autores:
Otras formas me atraen, otros nuevos colores
Y a tus fiestas paganas la corriente me roba.

Gozo de estilos fieros  anchos dientes de loba.
De otros sobrios, prolijos  cipreses veladores.
De otros blancos y finos - columnas bajo flores.
De otros ácidos y ocres  tempestades de alcoba.

Ya te había olvidado y al azar te retomo,
Y a los primeros versos se levanta del tomo
Tu fresco y fino aliento de mieles olorosas.

Amante al que se vuelve como la vez primera:
Eres la boca dulce que allá, en la primavera,
Nos licuara en las venas todo un bosque de rosas.
¿Vienes? Me llega aquí, pues que suspiras,
un soplo de las mágicas fragancias
que hicieron los delirios de las liras
en las Grecias, las Romas y las Francias.¡Suspira así! Revuelen las abejas,
al olor de la olímpica ambrosía,
en los perfumes que en el aire dejas;
y el dios de piedra se despierta y ría.Y el dios de piedra se despierte y cante
la gloria de los tirsos florecientes
en el gesto ritual de la bacante
de rojos labios y nevados dientes:En el gesto ritual que en las hermosas
Ninfalias guía a la divina hoguera,
hoguera que hace llamear las rosas
en las manchadas pieles de pantera.Y pues amas reír, ríe, y la brisa
lleve el son de los líricos cristales
de tu reír, y haga temblar la risa
la barba de Términos  joviales.Mira hacia el lado del boscaje, mira
blanquear el muslo de marfil de Diana,
y después de la Virgen,  la Hetaíra
diosa, blanca, rosa y rubia hermana.Pasa en busca de Adonis; sus aromas
deleitan a las rosas y los nardos;
síguela una pareja de palomas,
y hay tras ella una fuga de leopardos.¿Te gusta amar en griego? Yo las fiestas
galantes busco, en donde se recuerde,
al suave son de rítmicas orquestas,
la tierra de la luz y el mirto verde.(Los abates refieren aventuras
a las rubias marquesas. Soñolientos
filósofos defienden las ternuras
del amor, con sutiles argumentos,mientras que surge de la verde grama,
en la mano el acanto de Corinto,
una ninfa a quien puso un epigrama
Beaumarchais, sobre el mármol de su plinto.Amo más que la Grecia de los griegos
la Grecia de la Francia, porque Francia,
al eco de las Risas y los Juegos,
su más dulce licor Venus escancia.Demuestran más encantos y perfidias,
coronadas de flores y desnudas,
las diosas de Glodión  que las de Fidias;
unas cantan francés, otras son mudas.Verlaine es más que Sócrates; y Arsenio
Houssaye  supera al viejo Anacreonte.
En París reinan el Amor y el Genio.
Ha perdido su imperio el dios bifronte.Monsieur Prudhomme y Homais no saben nada.
Hay Chipres, Pafos, Tempes y Amatuntes,
donde el amor de mi madrina, un hada,
tus frescos labios a los míos juntes).Sones de bandolín. El rojo vino
conduce un paje rojo. ¿Amas los sones
del bandolín, y un amor florentino?
Serás la reina en los decamerones,
la barba de los Términos joviales.(Un coro de poetas y pintores
cuenta historias picantes. Con maligna
sonrisa alegre aprueban los señores.
Clelia enrojece, una dueña se signa).¿O un amor alemán?-que no han sentido
jamás los alemanes-: la celeste
Gretchen; claro de luna; el aria; el nido
del ruiseñor; y en una roca agreste,la luz de nieve que del cielo llega
y baña a una hermosa que suspira
la queja vaga que a la noche entrega
Loreley en la lengua de la lira. Y sobre el agua azul el caballero
Lohengrín; y su cisne, cual si fuese
un cincelado témpano viajero,
con su cuello enarcado en forma de S.Y del divino Enrique Heine un canto,
a la orilla del Rhin; y del divino
Wolfang la larga cabellera, el manto;
y de la uva teutona el blanco vino.O amor lleno de sol, amor de España,
amor lleno de púrpuras y oros;
amor que da el clavel, la flor extraña
regada con la sangre de los toros;flor de gitanas, flor que amor recela,
amor de sangre y luz, pasiones locas;
flor que trasciende a clavo y a canela,
roja cual las heridas y las bocas.¿Los amores exóticos acaso...?
Como rosa de Oriente me fascinas:
me deleitan la seda, el oro, el raso.
Gautier adoraba a las princesas chinas.¡Oh bello amor de mil genuflexiones:
torres de kaolín, pies imposibles,
tasas de té, tortugas y dragones,
y verdes arrozales apacibles!Ámame en chino, en el sonoro chino
de Li-Tai-Pe. Yo igualaré a los sabios
poetas que interpretan el destino;
madrigalizaré junto a tus labios.Diré que eres más bella que la Luna:
que el tesoro del cielo es menos rico
que el tesoro que vela la importuna
caricia de marfil de tu abanico.Ámame japonesa, japonesa
antigua, que no sepa de naciones
occidentales; tal una princesa
con las pupilas llenas de visiones,que aun ignorase en la sagrada Kioto,
en su labrado camarín de plata
ornado al par de crisantemo y loto,
la civilización del Yamagata.O con amor hindú que alza sus llamas
en la visión suprema de los mitos,
 y hacen temblar en misteriosas bramas
la iniciación de los sagrados ritos.En tanto mueven tigres y panteras
sus hierros, y en los fuertes elefantes
sueñan con ideales bayaderas
los rajahs, constelados de brillantes.O negra, negra como la que canta
en su Jerusalén al rey hermoso,
negra que haga brotar bajo su planta
la rosa y la cicuta del reposo...Amor, en fin, que todo diga y cante,
amor que encante y deje sorprendida
a la serpiente de ojos de diamante
que está enroscada al árbol de la vida.Ámame así, fatal cosmopolita,
universal, inmensa, única, sola
y todas; misteriosa y erudita:
ámame mar y nube, espuma y ola.Sé mi reina de Saba, mi tesoro;
descansa en mis palacios solitarios.
Duerme. Yo encenderé los incensarios.
Y junto a mi unicornio cuerno de oro,
tendrán rosas y miel tus dromedarios.
Me gusta que la gente es como chicle dulce que te abraza. De todos eres  “mija”
<<mi hija>> así me presenta mi madre

Adoro ver a los viejitos agarrados
cuando empiezan las baladas
sus cuerpos son como mazapán
frágiles pero las miradas que se dan
son suficientes para azúcar el paisaje

Me gusta ver a los niños corren por la pista de baile sobre sus caras se agranda la alegría.

La music es alta y constante
y se convierte en pan de vida
Victor D López Mar 2019
Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz, que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento apareció un saltamontes y les rogó que le otorgaran algunos granos. "Porque", dijo, "simplemente me muero de hambre". Las Hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuse en contra sus principios. "¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de alimentos para el invierno? "" El hecho es que ", respondió el Saltamontes," estuve tan ocupado cantando que no tuve tiempo ". " Si pasaste el verano cantando ", respondieron las hormigas, "no puedes hacer nada mejor que pasar el invierno bailando". Y ellas se echaron a reír y continuaron con su trabajo.
__________________­

Nueva versión del siglo XXI: El Saltamontes y las Hormigas (por Víctor D. López, fanático de las hormigas en todas partes del mundo y en todos los tiempos)

Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento llegó un saltamontes y exigió que le dieran una parte justa de su maíz almacenado. Las hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuese en contra de sus principios.

"¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de comida para el invierno? "

"El hecho es", respondió el Saltamontes, "Estaba ocupado con cosas más importantes, como abrazar árboles agarrado de las manos de personal con ideas compatibles y cantando “Cumba Ya”. Desafortunadamente, estas actividades no son apreciadas por las estúpidas élites que oprimen injustamente a las clases más bajas y tratan de explotarlas por medios tales como hacer que realicen trabajos mal pagados y sin sentido que están por debajo de su dignidad ".

“Si pasaste el verano cantando, agarrándote de las manos y abrazando árboles”, respondieron las hormigas, “cuando deberías haber estado planeando y construyendo tus tiendas para mantenerte a ti y a tu familia durante el invierno, no puedes hacerlo mejor que pasar el invierno bailando ”. Y se rieron y continuaron con su trabajo.

El saltamontes, que era un tipo de temperamento muy sensible, quedo profundamente ofendido por el egoísmo y la intransigencia de estas hormigas ricas que no estaban dispuestas a proporcionarle su parte justa para apoyar a los miembros menos afortunados de la comunidad, como él. “No construiste el maíz que cosechaste a través de tu avaricia en el verano, mientras que las personas más ilustres que tú trabajaron muy duro explorando su naturaleza sensual y artística. Ustedes no hicieron que lloviera, o que el sol brillara, o que las abejas polinizaran los cultivos nacientes. Simplemente cosecharon el beneficio de la generosidad de la naturaleza que pertenece a todos y tratan con avidez de conservar para ustedes una cosecha proporcionada no por su trabajo sino por la gracia de la madre tierra. Ustedes son ladrones, acaparadores y bestias egoístas que tomarán para sí mismos lo que la naturaleza proporciona a todos sus hijos en igual medida ”. Luego se marchó, mientras las hormigas sacudían la cabeza, sonriendo y regresaron a su trabajo.

Más tarde, ese mismo día, el saltamontes regresó con hordas de personas de ideas afines que hervían sobre la indignación y la falta de respeto que les mostraban estas hormiguillas egoístas, crueles y despiadadas. Cayeron sobre las mismas a golpes y patadas dejándolas a todas sin sentido. Luego tomaron la mayor parte de su cosecha y quemaron lo que no podían llevarse para enseñarles una lección a estas pequeñas hormigas malvadas, mientras cantaban: "Sí, podemos", "poder para la gente" "Si no hay justicia, no hay paz" y una serie de frases similares mientras golpeaban a las hormigas egoístas ya inconscientes, liberaban sus tiendas de alimentos y quemaban el que ya les sobraba. Fue un gran día para los saltamontes que bailaron día y noche alrededor de las hogueras de su victoria.

Ese invierno, las hormigas murieron de hambre, al igual que los saltamontes que pronto agotaron las tiendas liberadas de las hormigas egoístas en unos días de fiestas y orgías las veinticuatro horas del día. No pudieron encontrar ninguna ayuda de los otros espíritus libres en su pueblo ese invierno y, como su último acto, se reunieron, tomaron de las manos, abrazaron un árbol y cantaron al unísono su canción final: "Todo es culpa de las estúpidas hormigas que trajeron su destrucción sobre sus cabezas y las nuestras a través de su falta de voluntad y egoísmo en reusar compartir su generoso tesoro. Insignificante pequeñas hormigas estúpidas, egoístas, codiciosas. Todo es su culpa. Todo es su culpa. Si tan solo hubieran sido tan cultas como nosotros "
El Saltamontes y las Hormigas - Edición del Siglo XXI. . .
THE GRASSHOPPER Y THE ANTS por Aesop (Edición original con traducción al ingles de Proyecto Gutenberg, http://www.gutenberg.org. La traducción del ingles al español es mía. La edición nueva del Siglo XXI es mía también en ingles (2010?) y en español (2019).
En el bronce de Homero resplandece tu nombre,
***** vino que alegras el corazón del hombre.

Siglos de siglos hace que vas de mano en mano
desde el ritón del griego al cuerno del germano.

En la aurora ya estabas. A las generaciones
les diste en el camino tu fuego y tus leones.

Junto a aquel otro río de noches y de días
corre el tuyo que aclaman amigos y alegrías,

vino que como un Éufrates patriarcal y profundo
vas fluyendo a lo largo de la historia del mundo.

En tu cristal que vive nuestros ojos han visto
una roja metáfora de la sangre de Cristo.

En las arrebatadas estrofas del sufí
eres la cimitarra, la rosa y el rubí.

Que otros en tu Leteo beban un triste olvido;
yo busco en ti las fiestas del fervor compartido.

Sésamo con el cual antiguas noches abro
y en la dura tiniebla, dádiva y candelabro.

Vino del mutuo amor o la roja pelea,
alguna vez te llamaré. Que así sea.
Victor D López Dec 2019
Version original de Esopo...

Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz, que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento apareció un saltamontes y les rogó que le otorgaran algunos granos. "Porque", dijo, "simplemente me muero de hambre". Las Hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuse en contra sus principios. "¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de alimentos para el invierno? "" El hecho es que ", respondió el Saltamontes," estuve tan ocupado cantando que no tuve tiempo ". " Si pasaste el verano cantando ", respondieron las hormigas, "no puedes hacer nada mejor que pasar el invierno bailando". Y ellas se echaron a reír y continuaron con su trabajo.
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Nueva versión del siglo XXI: El Saltamontes y las Hormigas (por Víctor D. López, fanático de las hormigas en todas partes del mundo y en todos los tiempos)

Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento llegó un saltamontes y exigió que le dieran una parte justa de su maíz almacenado. Las hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuese en contra de sus principios.

"¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de comida para el invierno? "

"El hecho es", respondió el Saltamontes, "Estaba ocupado con cosas más importantes, como abrazar árboles agarrado de las manos de personal con ideas compatibles y cantando “Cumba Ya”. Desafortunadamente, estas actividades no son apreciadas por las estúpidas élites que oprimen injustamente a las clases más bajas y tratan de explotarlas por medios tales como hacer que realicen trabajos mal pagados y sin sentido que están por debajo de su dignidad ".

“Si pasaste el verano cantando, agarrándote de las manos y abrazando árboles”, respondieron las hormigas, “cuando deberías haber estado planeando y construyendo tus tiendas para mantenerte a ti y a tu familia durante el invierno, no puedes hacerlo mejor que pasar el invierno bailando ”. Y se rieron y continuaron con su trabajo.

El saltamontes, que era un tipo de temperamento muy sensible, quedo profundamente ofendido por el egoísmo y la intransigencia de estas hormigas ricas que no estaban dispuestas a proporcionarle su parte justa para apoyar a los miembros menos afortunados de la comunidad, como él. “No construiste el maíz que cosechaste a través de tu avaricia en el verano, mientras que las personas más ilustres que tú trabajaron muy duro explorando su naturaleza sensual y artística. Ustedes no hicieron que lloviera, o que el sol brillara, o que las abejas polinizaran los cultivos nacientes. Simplemente cosecharon el beneficio de la generosidad de la naturaleza que pertenece a todos y tratan con avidez de conservar para ustedes una cosecha proporcionada no por su trabajo sino por la gracia de la madre tierra. Ustedes son ladrones, acaparadores y bestias egoístas que tomarán para sí mismos lo que la naturaleza proporciona a todos sus hijos en igual medida ”. Luego se marchó, mientras las hormigas sacudían la cabeza, sonriendo y regresaron a su trabajo.

Más tarde, ese mismo día, el saltamontes regresó con hordas de personas de ideas afines que hervían sobre la indignación y la falta de respeto que les mostraban estas hormiguillas egoístas, crueles y despiadadas. Cayeron sobre las mismas a golpes y patadas dejándolas a todas sin sentido. Luego tomaron la mayor parte de su cosecha y quemaron lo que no podían llevarse para enseñarles una lección a estas pequeñas hormigas malvadas, mientras cantaban: "Sí, podemos", "poder para la gente" "Si no hay justicia, no hay paz" y una serie de frases similares mientras golpeaban a las hormigas egoístas ya inconscientes, liberaban sus tiendas de alimentos y quemaban el que ya les sobraba. Fue un gran día para los saltamontes que bailaron día y noche alrededor de las hogueras de su victoria.

Ese invierno, las hormigas murieron de hambre, al igual que los saltamontes que pronto agotaron las tiendas liberadas de las hormigas egoístas en unos días de fiestas y orgías las veinticuatro horas del día. No pudieron encontrar ninguna ayuda de los otros espíritus libres en su pueblo ese invierno y, como su último acto, se reunieron, tomaron de las manos, abrazaron un árbol y cantaron al unísono su canción final: "Todo es culpa de las estúpidas hormigas que trajeron su destrucción sobre sus cabezas y las nuestras a través de su falta de voluntad y egoísmo en reusar compartir su generoso tesoro. Insignificante pequeñas hormigas estúpidas, egoístas, codiciosas. Todo es su culpa. Todo es su culpa. Si tan solo hubieran sido tan cultas como nosotros "
El Saltamontes y las Hormigas - Edición del Siglo XXI...
THE GRASSHOPPER Y THE ANTS por Aesop (Edición original con traducción al ingles de Proyecto Gutenberg, http://www.gutenberg.org. La traducción del ingles al español es mía. La edición nueva del Siglo XXI es mía también en ingles (2010?) y en español (2019).

Translated from my English original "The Grasshopper and the Ants--XXI Century Version"
¡Cuántas, cuántas tiene el mar,
cuántas alegrías!

Seres de luz, sobre el agua,
bailan, en puntillas.

¡Qué bien acaban las ondas:
mueren bailarinas!

En las azules tramoyas
fiestas se perfilan.

Ni olas, ni reflejos son
todo lo que brilla.

Ni espumas son las que juegan,
ya desvanecidas.

Es la comedia que el gozo
monta cada día.

La constancia en lo feliz.
Sí, las que se obstinan

felicidades, en ser.
¡Tesón, en la dicha!

Las alegrías, al mar,
nunca se le quitan.

Entonces, ¿por qué estoy yo
con mano en mejilla?

¿Suyas, mías, qué más da,
si están a la vista,

al aire, al sol, refulgiendo
sus cuerpos de ondina?

¿Si todos los gozos suyos,
todos, me los brinda,

como la vida, a diario,
me ofrece mi vida,

con sólo aceptar la luz
que otra aurora envía?

Alegrías que me falten,
él me las fabrica.

Desde sus lejos profundos
a mí se encaminan.

Y aquí en los ojos, las suyas
se vuelven las mías.
Llueve, llueve, llueve. Detrás del balcón
Oye, triste y sola, de la lluvia el son.

Recuerda los años de su edad primera,
Los sueños de entonces. Feliz primavera!

Y pasan, cual sombras, memorias lejanas
De tardes risueñas y azules mañanas.

Fue amada y fue bella. Rumor de alas de oro
De las ilusiones en alegre coro....

¡Hoy en su tristeza solitaria y honda
Desfilan recuerdos en fúnebre ronda!

La primera cita bajo naranjales,
Y al oído el canto de los madrigales;

Músicas de bailes, remotas cadencias,
Con el dulce encanto de las confidencias;

Violines en noches de luna, violines
De las serenatas, bajo albos jazmines;

Fiestas de otros días, canción de esperanza:
¡El ensueño ha muerto y el dolor avanza!..

Llueve, llueve... Y triste de la lluvia el son
Va cayendo en sombras a su corazón.
Tú, Fuensanta, me libras de los lazos del mal;
queman mi boca exangüe de Isaías los carbones;
por ti me dan los cielos profundas contriciones
y el ensueño me otorga su gracia episcopal.
Para comer las viandas del convite nupcial
en que se han desposado nuestros dos corazones,
tomo el báculo y ciño mis pies y mis riñones
cual se hacía en las fiestas del Cordero Pascual.
Las llaves con que he abierto tu corazón, mis llaves
sagradas son las mismas de Pedro el Pescador;
y mis alejandrinos, por tristes y por graves,
son como los versículos proféticos de un canto,
y hasta las doce horas de mis días de amor
serán los doce frutos del Espíritu Santo.
Bajo cristales, en vitrinas,
reposando estáis olvidados,
abanicos de sedas finas
en lejanos tiempos bordados.

Y os abrís, en un sepulcral
silencio, en fondo carmesí,
a la luz de tarde otoñal,
en el Museo de Cluny.

Y al pensar en lo que no existe,
encanto ayer y hoy desengaño,
decir parece el alma triste:
«¿Dónde están las nieves de antaño?»

¿En cuáles manos marfilinas
lucirían vuestros encajes,
en dulces citas vespertinas
bajo los trémulos boscajes?

Corte de los Luises de Francia,
reverencias ante el estrado...
¡Abanicos! ¡Sois la fragancia
Que va surgiendo del pasado!...

Fragancia que se desvanece
en ideal mundo risueño,
mientras el alma se adormece
en una bruma azul de ensueño.

Al veros, llegan a la mente
ecos de fiestas cortesanas,
cuando os plegabais lentamente
como al compas de las pavanas.

«¡Delfín! ¡Callad, os lo suplico!»
decía la rubia Marquesa,
y en tanto, tras el abanico,
reía una boca de fresa.

Restos de antigua aristocracia
que llevó del tiempo el turbión.
¡Cómo os abriríais con gracia
en los jardines del Trianón!

¡Y qué encantadores secretos
guardareis de épocas remotas,
cuando en Versalles, los minuetos
alternaban con las gaviotas!

Abanicos de sedas finas
que durmiendo estáis olvidados,
desde el fondo de las vitrinas
¡cómo evocáis tiempos pasados!
deadboycreek Mar 2018
¡sí te creo que estámos hechos de agua!
¡porque ahorita me estoy haciendo agua!
me siento líquida aquí en tus brazos
pero no me gustan mis 18
a los 18 solo pienso en tener 81
no me gustan los amantes, las fiestas
los besos que van y vienen
y que nunca me atrevo a dar
no se que pasa se me va el aire
a veces siento que me haré agua
se me va a caer la cabeza de los hombros
siento que ya no tengo piernas

cuerpo débil
pechos blancos
símbolo perpetuo de mi ****
símbolo eterno de mi juventud
18 años ahí bajo mi camisa
maldecidos los miro
yo soy un cadáver
no me voy a morir
si me voy a morir
(por eso te tengo entre la boca)
no me gustan las amistades
ni las promesas
y ya decidí morir
justo ahorita en la banqueta
frente a ti
me voy a deshacer, vas a ver
me voy a ser una con el suelo
voy a ser agua

soñé ser un río, un lago
soñé ser del mar y ser agua
¡soñé de niña! ¡ser una anciana!
sin dientes de tanto vivir
¡me vi colgada! ¡sin cabeza!
sin cuerpo de tanto sentir
pero sin existir
si tan solo fuera por mi
sí me gustaría vivir
ahora si estoy flotando
sin pies ni cabeza
ahora si estoy volando
sí me voy a ver mejor te lo prometo
azul casi de ese color que sigue después
Mi carne pesa, y se intimida
porque su peso fabuloso
es la cadena estremecida
de los cuerpos universales
que se han unido con mi vida.
Ámbar, canela, harina y nube
que en mi carne al tejer sus mimos,
se eslabonan con el efluvio
que ata los náufragos racimos
sobre las crestas del Diluvio.
Mi alma pesa, y se acongoja
porque su peso es el arcano
sinsabor de haber conocido
la Cruz y la floresta roja
y el cuchillo del cirujano.
Y aunque todo mi ser gravita
cual un orbe vaciado en plomo,
que en la sombra paró su rueda,
estoy colgado en la infinita
agilidad del éter, como
de un hilo escuálido de seda.
Gozo... Padezco... Y mi balanza
vuela rauda con el beleño
de las esencias del rosal:
soy un harén y un hospital
colgados juntos de un ensueño.
Voluptuosa Melancolía:
en tu talle mórbido enrosca
el Placer su caligrafía
y la Muerte su garabato,
y en un clima de ala de mosca
la Lujuria toca a rebato.
Mas luego las samaritanas,
que para mí estuvieron prestas
y por mí dejaron sus fiestas,
se irán de largo al ver mis canas,
y en su alborozo, rumbo a Sión,
buscarán el torrente endrino
de los cabellos de Absalón.
¡Lumbre divina, en cuyas lenguas
cada mañana me despierto:
un día, al entreabrir los ojos,
antes que muera estaré muerto!
Cuando la última odalisca,
ya descastado mi vergel,
se fugue en pos de una nueva miel
¿qué salmodia del pecho mío
será digna de suspirar
a través del harén vacío?
Si las victorias opulentas
se han de volver impedimentas,
si la eficaz y viva rosa
queda superflua y estorbosa,
¡oh, Tierra ingrata, poseída
a toda hora de la vida:
en esa fecha de ese mal,
hazme humilde como un pelele
a cuya mecánica duele
ser solamente un hospital!
Mean Mrs Mustard Jan 2019
please dont lie
i make you see and taste and hear mud
i stain your plum-perfect existence

i of knees and elbows
not suited for your world
in your i’s break porcelain
laugh too hard
and smile too loud

i spirited lollypop
on your dry stuck-up tongue
you cough me up

i sunrays on sundays
and fiestas on mondays
and wildfire through my tributaries

i spicy thick warm wine
dancing and shouting
expanding

you?
you sick pallor
you suffocate in your bitter skin

you winter without christmas
thirsty turkey with no gravy

i stain you mustard
Fluffy, fuzzy, full grown adult,
she groans as she stretches.
Marks flowing out.
Every ditch, all the trenches,
you may start to doubt.

Early morning chills
and after noon siestas,
midnight thrills
and raving fiestas.
She whips them out still.

Cute, cuddly, captivating sight,
she drags me back to bed.
Crushing windpipes, she holds me tight.
The bags of her eyes lit and embedded,
her imperfections, my delight.

Tag-a-longs
and weekends away,
movie marathons
and the down the driveway.
Absent only when at play.

Bashful, budding bravely,
herself allowing comfort.
Brisk winds, I dive for safety.
I plot revenge, her days are numbered.
Our duals are aloft, crazy.

Night sky gazing
And role playing games,
Fandom crazing
And thinking of names.
For me their all amazing.

Dreamy, daring, lacking dramas,
We waste the day away at lay.
What honeymoon, perhaps the Bahamas?
I drape an arm, her skin like clay.
God, she looks good in pajamas.
LKenzo Dec 2020
Virginia es un sueño en nuestras mentes
cada vez que oscurece
atardece
y los viejos coches recorren las calles
en las calurosas noches
Camisas
que proyectan pequeños ángeles

DiCaprio es un sueño en nuestras mentes
cada vez que nos colocamos
atardece
y los viejos coches con matriculas “5HE BAD”
Camisas
anchas y antiguas
Pistolas, cruces y agua bendita
Cocaína
Cocaína
y mucha más cocaína

1996 es un sueño en nuestras mentes
cada vez que enciendo la tele,
este cigarrillo
y los jóvenes amores recorren las calles
prendiéndolas con el fuego de la Virgen
Pistolas, ángeles y estatuas
Arquitectura románica romántica

La playa es un sueño en nuestras mentes
cada vez que cojo
esta pistola
Sword 9mm Series S
Peces neón, soy un ángel
lo soy
lo soy, cariño
y he caído del cielo

Pastillas que alteren nuestras mentes
matricula CAP 005
Montague
Vivimos como en una película
te veo a través del acuario y soy una sirena
lo soy
lo soy, cariño
y me ahogo en tu boca.

Mosaico
amor divino
las fiestas locas
y las antiguas bellezas
y tu sobre mi cama
Graffitis
barrios bajos
esperas en mi ventana
y tu eres mi estrella Valentino
mi reina de Virginia
Helicópteros y palmeras

Tiremonos a la piscina
sumérgete y bucea bajo mi cuerpo
estemos mojados
última noche de este largo invierno
y tus besos en la mejilla ya no me interesan.

Dejo caer el cigarrillo de mi boca
y el suelo prende con la gasolina
estoy herido entre tantas luces de neón,
cruces de neón
Grito en la playa
con todas estás camisas anchas hawaianas
Quítate el velo y prométeme tu amor
tu prohibido amor
En la feria
junto a todas estas luces de neón,
peces de neón
Me apuntan con un arma
te pongo el anillo
y mueres en mis brazos
Entre las sábanas
encuentro tu amor
apareces y desapareces
serpiente de Virginia.
Autumn Sep 2016
Just a few reasons I think we really might work.
Well first because who else will fix your rogue eyebrow hairs?
Because I like your thrifty style, and I'm pretty sure you like mine. Because you scream, "AUTUMN!" like I fell off a cliff when I'm simply "lost" in target.
Because in the morning, when you turn to kiss me, I'm captivated by your sleepy eyes.  
Because you are hilarious, and most of the time know when it's best to be serious. Because I crack up at your relationships with Russians named Andre and Andrew.
Because I swear, you're perfect for me.
Because of your obsession with pugs, and my love for pugs on surfboards. Because you make wooden creatures.
Because we met in creative writing. Because you like to write creatively. Because you like to climb up a specific set of 45 stayers.
Because I'm scared of howler monkeys. Because we have a guardian angel named Calvin. Because you went to Nicaragua and that was brave, daring, and tough.
Because nobody else will do celebrate hands. Because we Skyped for 5 hours.
Because geese we think are swans are so lovable, even at 3 AM. "Tim" "I hear them."
Because you were tardy Tim to ol' chem.
Because you have an adventurous heart.
Because you get it.
Because you like early morning fiestas as much as me. Because you'll turn my head into a biscuit.
Because of how dang good you look on your long-board.
Because you fought for me and now it's my turn to fight for you. Because I know it's truly funny when you laugh so hard there's no noise and I love it. Because sometimes you laugh at me and I don't know why. Because I could stare at you forever and still not believe you're there.
Because we blamed Hisky for being naked. Because Hisky said he thought we were "it"
Because you ran cross country.
Because you love veebs more than me.
Because casio.
Because you have strong opinions about sensory loss. Because you freak out about Thursdays and groundhogs day. Because you enjoy the little things. Because you love mountain biking.
Because you'll dance with me even though I know you don't really like it.
Because if it weren't for my stupid self, we would've conquered long distance.
Because I get sick of everyone else.
Because I could sit in a coffee shop with you all day, even if I never beat you in chess.
Because there's a huge market for corn-dog holders.
Because you believe in ridiculous dreams. Because you like to be ridiculous.
Because you have soft lips and awesome hair.
Because you're different----
Because I fell in love with you, and don't wanna get back up.
If Pablo Picasso's name doesn't ring a bell, it is indeed a rarity,
Welcome to Malaga, Picasso's birthplace - an unique identity,
Known for his exquisite paintings & sculptures, Picasso is a legend,
That his work is still considered sensational, need not be questioned

As Costa del Sol's capital, Malaga in Spain's Andalusia is a vibrant coastal city,
Lying along a wide bay of the Mediterranean Sea, it constantly bustles with activity,
Excellent weather all-year round, renders it an idyllic tourist haven,
It's mountain geography and sun-drenched beaches - delight for a travel maven

The city is replete with a profusion of museums, daring street art and eateries,
Add to it, centuries-old heritage and beaches, that always hold peasant memories,
Delightful pedestrianized centers and stunning views add to the city's intrigue,
Casual strolls to several picturesque locales hardly gives room for any fatigue

The hilltop Arab palace fortress of Alcazaba provides panoramic sweeping sea views,
Roman marble pillars & Moorish horseshoe arches add to stunning architectural hues,
The once coastal-facing defense of Plaza de Armas now features beautiful gardens,
Evocative vast courtyards & bubbling fountains yield a pathway that seldom straightens

A Picasso museum visit is unmissable on the itinerary for anyone visiting Malaga,
The stamp of conceptual brilliance seen in the exhibits makes art lovers go gaga,
The manner in which cubism art has been displayed is thoughtfully amazing,
Picasso's  genius is reflected in his works and was perhaps his way of proclaiming

The majestic Cathedral de Malaga is situated right in the historic town's center,
A blend of Gothic, Renaissance & Baroque architectural styles adds to the splendor,
The grand marble staircase and a beautiful assortment of frescoes are a visual treat,
The vast colonaded nave, housing an enormous cedar-wood choir stall, is no mean feat

The Carmen Thyssen Museum is located in an aesthetically renovated 16th-century palace,
It features an unique cocktail of paintings with thematic variations, not in the least hapless,
The almost cartoonish costumbrismo paintings are a throwback to 19th-century Spain myths,
That depicted fiestas, banditry, flamenco, bar-room brawls as if 'twas the work of a jokesmith!

Beaches in Malaga are characterized by dark, long stretches of sand skirted by lofty palm trees,
With boarded promenades, shorefronts are adorned with colorful parasols, wafting in the breeze,
Visitors swarming the beaches can be seen lazing in hammocks while basking in the sunshine,
Having all the trappings of a sunbather's paradise, that can be seen along the entire coastline

Ever experienced walking along a walkway dangling up to 100 meters in the air?
Its Caminito del Rey, pinned along the steep hills of a narrow gorge - indeed rare,
Parts of the route clinging recklessly to the sheer rock face of the gorge are awe-inspiring,
While completely safe, the linear 8-km walk can cause vertigo and culminate in respiring

This walkway was once dubbed the most dangerous hike in Spain - yet, so far from reality,
Multi-layered landscapes encompass reservoirs, mountains, gorges & valleys in totality,
The accompanying guide regales trekkers with the canyon's fascinating history and folklore,
While numerous selfie-worthy clicks of the breath-taking dizzy views, are like never before

Malaga is centric for day trips to Tangier, Morocco and The Rock of Gibraltar,
It is one of the few European cities that experiences a relatively warm winter,
It's coastal location with the Mediterranean Sea wind makes summer less oppressive,
Loaded with history and a multi-layered past, is what makes the city so impressive

Malaga is a typical port city that epitomizes Andalusian lifestyle to the fullest,
The warmth and camaraderie displayed by locals can be experienced at its best,
Streets and by-lanes are always pleasantly crowded with folks in colorful attire,
A wholesome feeling of utmost satisfaction at the trip's end, is for all to aspire
I like that the people are sweet gum hugging you. You are everyone’s “daughter”
“My daughter” this is how my mother introduces me.

I adore looking at the elderly holding  each other as they start playing the ballads
they’re bodies like mazapán
fragile but the looks they give each other
suffice to sugar the landscape

I like to see the children run through the dance floor
on their faces joy is enlarged

The music is loud and constant
–and it becomes our bread of life
Some things are lost in translation.
Steep narrow streets
how long did you sleep in the sun?

Through long siestas and even longer fiestas,
the granite faced, white laced, interwoven alleyways look on and where has all the time gone?

How long did you sleep in the sun?
Andrei Corre Oct 2021
I look at her and saw dainty hands gripping an    
  adult’s finger,
Her little mouth singing for the first time—world’s
  sign of life.
I chortle thinking we shared the same shrill cry of
  unconsented
Breath. Now her fingertips know by routine all the
  keys they would press
And her palms—soft and feminine (I buy the same
  hand cream she uses)—
Rarely fatigued in household chores, while my hands
  are burnt and wounded,
Hard and rough ‘round the edges. Our mouths the
  similar absent stories
On the dining table drinking instant noodles soup,
  I see

How her hair is pulled up above her shoulders; the
  afternoon sun,
The scent of soil on her skin, a chorale of
  friends, sneaky attempts to dance
On fiestas with her cousins. My universe is vast
  with book and TV characters
My mind a horizon of imaginative dimensions and situations
I wish happened. Swimming in paper-thin planets
was inherited from her;
My decision to suffer trying to fabricate one came from my dreams that could’ve been
Potential realities. But if I’m honest, the swamp between
us might’ve also contributed

Now it’s a river with such erratic currents, but always the tranquil movement that warns 'bout
Its doubtful deepness. I was led to reach the abyss
  each time
I forget the special way my mother loves me. When I
  was forced to pick up the shards
Of glass under the cooking stove and I bled the
  blood pulsing through her veins.
I found there the apologies. I only then understood
  how wrong it was
Because it blended so well with everything the kids
  and I perceived as right.
Just to grow a little taller interacting with others’ half-full glasses while we glue ours
Back together; so they look like they can be filled
  and can pour from one cup to another

Her fingers are wrinkled
as we resurface the waters. I’m also getting used to their
Caresses. I wouldn’t flinch for all that’s coming is gentle.
I also notice the thinning hair,
Speckle of silver streaks. And despite the seemingly
  ocean of a gap, on the seashore, we
Are connected in the umbilical. In her eyes the
Traces of her youth and how we love the same
Way we are mistreated

#
Eleanor May 2020
En mi mente hay una nueva problema
¿Dónde está mi futuro?
Cuando es el tiempo correcto

Yo necesita libros, una capacidad por pintar, musica, y arte
Mi vida no es completo sin música y hombres y fiestas en la ciudad

Yo quiero entiendo más cosas en mi universidad
Yo quiero entender más hombres, más mujeres y amigos, posiblemente yo quiero reunirme por la primera vez con un profesor.

Yo quiero bebés, pero nada ahora, yo quiero ser presentado más personas y más cuerpos.

— The End —