Soy el garabato de aquel verso,
que no ha escrito ningún poeta.
Un suspiro inquebrantable,
arrancado de un insomnio agotador.
El as de una baraja,
que desaparece bajo la manga
de un mago callejero,
y reaparece donde primero imagines.
Un hombre travieso
que en el cuerpo de un niño se esconde.
Soy la música que unos excluyen,
y otros prefieren.
Una mina de diamante,
para quien se gane mi cariño.
Soy sable y argumento.
Caída, precipicio y redención.
Soy el sol que se oculta
entre negros nubarrones,
y espera el momento cumbre
para realsarse con brillante luz.