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Alimento del alma
trigo en la mente.

Transporte invisible
maquina del tiempo.

Castillo vagabundo
voz del universo.

Si hay dios del tiempo
eres la diosa omnisciente.

Ritmo cardiaco
instrumento del mundo.

Risas de niños
crujir en la madera.

Te escucho,
te siento
y luego te canto.
Dicen que nació del polvo
de una estrella
su madre la luna
y el padre era el sol.

Era de cabellos dorados
tenia la piel blanca
creció jugando
también soñando
se lleno de fantasias
su alma siguió bailando
su cuerpo se quedo intacto
seguia siendo
el niño de la luna.

Alguien lo esperaba
en un cohete a tierra
pero el nunca tomo el vuelo
ahora debía ser mas fuerte.

Una noche estrellada
una voz femenina lo llamaba
era la vida vestida de astronauta
lo arropo y luego lo lanzo.

Cuando el niño fue atraído
por la gravedad y sus pies
tocaron tierra, sus pulmones
se llenaron de aire
y su mente de nuevas ideas.
Se baño en lagrimas
La mujer que marco en mi
Los demonios que cargo.
La primera, ella fue,
La que no he podido sacar
De aquella tarde de octubre.
Cuando el odio contamino mi sangre
Expulsando fuego en unos textos
Palabras de las que quizas me arrepiento
Pero dolor el que me ahorre...
Soledad con la que tropecé...
Me dueles alma,
traga me tierra,
me dueles,
desde aquel día
de cielo triste
hojas muertas.
Me has dejado tu recuerdo punzante,
te fuiste con tres palabras en los labios:
"No tienes Agallas"
y desde ese día me has herido dentro,
en mis venas, en mi mente
y has estado rondando en mis entrañas.

Me dueles mujer de hierro,
me dueles, por que temo
a que tengas razón.
me dueles tanto
que desde ese día no puedo ni mirarme
no recuerdo como conjugar la palabra amar,
y quizá en el fondo no encuentro agallas
para volverte a hablar.
Veo luces , luces blancas
que se disipan a lo lejos
son como un recuerdo
de algo perdido en el pasado.

Son las luciérnagas en tus ojos
es un sueño en la eternidad
sigo viendo destellos
reflejados en el cristal.

Veo luces en el horizonte
son de la gran ciudad
he despertado en soledad.

Son lejanas, son frias
son las luces del alma
se las ha llevado el viento
como hojas en el suelo.

La luz en mi pecho
es parpadeante
mientras mi cuerpo tirita
en ausencia de tu amor.

El interruptor sigue puesto en ON
pero las luces no responden a la acción.

Luces, luces en mi mente
se pagan y se encienden
son de colores
colores frios
son los colores de tu ayer.
Crecí rodeado de leyendas urbanas
De pesadillas y demonios,
de mundos imaginarios que aun no
he logrado describir.

Me he ahogado con fantasmas
he charlado con los monstruos
más temibles de mi autoria
y me he nombrado creador
de lo oscuro y solitario.

Soy, soy y soy...
pero hoy me he lanzado
a la luz para contar historias
de un universo nacido
de la mente de un niño
callado.
Me he convencido de que
mis monstruos son más
humanos que gente que conozco.

También me he dado cuenta
de que la vida esta para aprender,
sentir y disfrutarla, pero más importante aun
compartirla atrás vez de letras, imagines y charlas.

Y que mis fantasías y las de los demás no podrían
haber sido más que experiencias y versiones alternas
de nuestra verdad.
Mi alma de viento
mi cuerpo de papel.
mis manos arrugadas
mi piel blanca.

Soy de papel,
papel doblado,
papel de regalo,
mis labios coloreados
mis ojos café,
mi cuerpo tatuado
de versos ajenos
y otros privados.

Soy de papel
un poco desgastado.

Me han escrito en la espalda
mensajes que no logro ver,
me han cortado con tijeras
y me he arrugado con el tiempo.
Me han besado
y me han dejado las marcas del labial,
hay quienes  leyeron mi alma descrita en prosa.

Pero se han ido, se han borrado
eso que con tanta pasión
un día nos unió.

Soy de papel,
papel de regalo,
papel de un cuaderno
olvidado.
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