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Moon Humor Feb 2015
Touch
says it all
heart racing
ecstasy
sending
electric shocks
with each
brush
of sensual
velvet love.

Wrapped
in our
intimate bond
exuding
your scent
and
the fruit
of your
flesh
leaves
salt
on my tongue.

Warm skin
under my
palms
enveloped
in your touch
secure
feeling
the muscles
swimming
under
your skin.

Marble
Greek god,
started as
stone
you become
soft clay melded
in my hands.
Landscape of
landmarks
from your
prairie grass
chest
radiating the
summer sun’s
caress to
your river
bend elbows
and the
freckles
that form a
sunrise
on your
shoulders
and strawberry
stubble
that shines like
a sunset
on your face.

I’d spend
all day
wrapped
in the
cocoon
of your arms
with slow
warm
blood
coursing
beneath
the surface.

Lover,
I know
you’ll leave
and I will
miss
your skin-
keeping
me warm-
alone in
bed is
always cold.
Love you Pablo Neruda- king of odes.
Kushtrim Thaqi Dec 2014
Tonight,
I won’t write about love.
No, not tonight.
Tonight I will write
about the silent sky
and the moon,
that on his chest he holds.
I will write about this fog
that got my city strangled
just like a tight rope.
Tonight,
I will write about my garden
and the frozen flowers there
that show me that death
is a sight to behold.
Tonight,
I will write about life
and death
and how fast this fleeting life goes.

But, when I looked down
just like on every other night
tonight, I again,
on the spread page
“I miss you” wrote.*

Inspired by the great Pablo Neruda – “Tonight I can write the saddest lines”
Wuji Seshat Oct 2014
i

My ugly love, when you are so beautiful
to me it’s not enough for my mouth
whose kisses routinely bathe you

in an inventory of whispers, love-cries
with tenderness for however long
nature allows, you allow, fate allows
flower by flower, I would choose you
again and again, my loving angel

ii

Your body’s fragrance is my
shadow’s energy, your humid flesh
the channel of my dreams

if also for our child, who forgot to incarnate?
my truthful love, so sincere and honest
with armpits like the smell of wheat
and ******* as impetuous as a stormy sea
and eyes like wildfire, cutting me

iii

Into sweet obedience, I could not imagine
that I could have built a house of
sweetness without your splendor

and how you love cherries, your cheeks
an Asian wispy elven secret of youth
my soul-engaging love, I have to remind myself
we are getting older together in
beloved months, we sometimes forget the details

iv

Of why nothing mattered or had a name
except each other, we were made for this
an alchemy of spirits, while our shared beauty

allowed us to endure poverty
with gifts as plentiful as sparking
moments of gratitude that went on forever
like lessons learned from wise calming friends
and lovers that felt like they were

v

Gifts from the gods, plump-wide-eyed
spiritual dreams of some strange mineral belonging
we walk naked through the golden church

of our earthy love, as if we learned to be
one body, one shared soul wearing
clothes of separate bodies, laughing minds.
chris m Feb 2014
In you I have found
A discomfort
An uneasiness
I stand no shores of sand
And the ocean steals the ground
Where I have rooted
I do not know
How long I can stay
I do not know
Whether storm or tide
Will carry me forth
To other distant beaches
Where I may dock for a time
I do not know
If I will die here
I do not know
Where you are now
I only feel our world
Shift beneath me
And can only watch it being carried away
Neruda tribute
Prabhu Iyer Jul 2014
This is the night of the distant circles.
Tonight the gulls are in meditation.
Senora, tonight, I find your tracks
disappearing on the shores,
though the tide is afar.
I saw you, draped in a garment of colours, and
adorned of the golden dot on your forehead
vanish at the horizon.
In the morning when you
emerged fresh from the shower of mists
with your clouden hair still wet,
I was the wheezing breeze flying West.
I was the bumblebees returning to roost.
Now I am conversing with the echoes.
I want to decipher the language of the waves
whispering to the stars.
Neruda moments, again....
Alev May 2014
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

― Pablo Neruda
Alev May 2014
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.*

― Pablo Neruda
Alev May 2014
Siento tu ternura allegarse a mi tierra,
acechar la mirada de mis ojos, huir,
la veo interrumpirse, para seguirme hasta la hora
de mi silencio absorto y de mi afán de ti.
Hela aquí tu ternura de ojos dulces que esperan.
Hela aquí, boca tuya, palabra nunca dicha.
Siento que se me suben los musgos de tu pena
y me crecen a tientas en el alma infinita.

Era esto el abandono, y lo sabías,
era la guerra oscura del corazón y todos,
era la queja rota de angustias conmovidas,
y la ebriedad, y el deseo, y el dejarse ir,
y era eso mi vida,
era eso que el agua de tus ojos llevaba,
era eso que en el hueco de tus manos cabía.

Ah, mariposa mía y arrullo de paloma,
ah vaso, ah estero, ah compañera mía!
Te llegó mi reclamo, dímelo, te llegaba,
en las abiertas noches de estrellas frías
ahora, en el otoño, en el baile amarillo
de los vientos hambrientos y las hojas caídas?

Dímelo, te llegaba,
aullando o cómo, o sollozando,
en la hora de la sangre fermentada
cuando la tierra crece y se cimbra latiendo
bajo el sol que la raya con sus colas de ámbar?

Dímelo, me sentiste
trepar hasta tu forma por todos los silencios,
y todas las palabras?
Yo me sentí crecer. Nunca supe hacia dónde.
Es más allá de ti. Lo comprendes, hermana?
Es que se aleja el fruto cuando llegan mis manos
y ruedan las estrellas antes de mi mirada.

Siento que soy la aguja de una infinita flecha,
y va a clavarse lejos, no va a clavarse nunca,
tren de dolores húmedos en fuga hacia lo eterno,
goteando en cada tierra sollozos y preguntas.

Pero hela aquí, tu forma familiar, lo que es mío,
lo tuyo, lo que es mío, lo que es tuyo y me inunda,
hela aquí que me llena los miembros de abandono,
hela aquí, tu ternura,
amarrándose a las mismas raíces,
madurando en la misma caravana de frutas,
y saliendo de tu alma rota bajo mis dedos
como el licor del vino del centro de la uva.*

― Pablo Neruda

— The End —