Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Sjr1000 Sep 2016
In a palapa in Yalapa
Drinking mezcal moonshine
with a local named Rudolpho
He waves his hands in circles and squares
in candle shadows

Eyes turn inward to see

becoming a mind in the present
childlike wonder
big moon rising
pulling internal tides
stretching roots
grounded in the earth

Rudolpho knows how to laugh in colors
He knows how to dance Zorba style
arms held high to the diamonds in the sky

Nothing was achieved but everything was fixed

Zooming towards a universal experience
among the universal mind

Don't know where the night went

Rudolpho knows the ritual of the sun
Told me what I needed to know
singing
"Hurray another day"
while a parrot calls my name
and a scorpion slips into my shoe.

A palapa has no walls
I didn't either
all I was
was windows

Drinking mezcal moonshine
with a local named Rudolpho
he knows all about goodbyes.
Turco Dimas Jun 2013
You, saying love
You, shaman's road
You, a bird
You, a yellow sun
You, Emperor
You, lovely door
You, my Walt Whitman
You, Neal
You, Sal Paradise
You, Pancho Villa
You, La Revolución Mexicana
You, navajo
You, the border
You, the river
You, chicana
You, Mafia
You, redemption
You, poetry
You, Salvador Dalí
You, Picasso
You, stereo
You, love
You, ***
You, youth
You, America
You, América
You, español
You, english
You, country side
You, cat
You, fire
You, books
You, E. E. Cummings
You, Bukowski
You, Octavio Paz
You, Coca-Cola
You, Coke
You, India
You, Mississippi
You, jazz
You, Miles
You, Davis
You, water
You, rain
You, lagoon
You, chest
You, car
You, road
You, reading
You, lines
You, Paris
You, Baudelaire
You, Poe
You, japanese
You, katana
You, Mishima
You, gun
You, rifle
You, cam
You, can
You, can't
You, Durango
You, Arizona
You, desert
You, gonzo
You, mezcal
You, alcohol
You, drive
You, crush
You, alive
You, again
Yo, Beremundo el Lelo, surqué todas las rutas
y probé todos los mesteres.
Singlando a la deriva, no en orden cronológico ni lógico -en sin orden-
narraré mis periplos, diré de los empleos con que
nutrí mis ocios,
distraje mi hacer nada y enriquecí mi hastío...;
-hay de ellos otros que me callo-:
Catedrático fui de teosofía y eutrapelia, gimnopedia y teogonía y pansofística en Plafagonia;
barequero en el Porce y el Tigüí, huaquero en el Quindío,
amansador mansueto -no en desuetud aún- de muletos cerriles y de onagros, no sé dónde;
palaciego proto-Maestre de Ceremonias de Wilfredo el Velloso,
de Cunegunda ídem de ídem e ibídem -en femenino- e ídem de ídem de Epila Calunga
y de Efestión -alejandrino- el Glabro;
desfacedor de entuertos, tuertos y malfetrías, y de ellos y ellas facedor;
domeñador de endriagos, unicornios, minotauros, quimeras y licornas y dragones... y de la Gran Bestia.

Fui, de Sind-bad, marinero; pastor de cabras en Sicilia
si de cabriolas en Silesia, de cerdas en Cerdeña y -claro- de corzas en Córcega;
halconero mayor, primer alcotanero de Enguerrando Segundo -el de la Tour-Miracle-;
castrador de colmenas, y no de Casanovas, en el Véneto, ni de Abelardos por el Sequana;
pajecillo de altivas Damas y ariscas Damas y fogosas, en sus castillos
y de pecheras -¡y cuánto!- en sus posadas y mesones
-yo me era Gerineldos de todellas y trovador trovadorante y adorante; como fui tañedor
de chirimía por fiestas candelarias, carbonero con Gustavo Wasa en Dalecarlia, bucinator del Barca Aníbal
y de Scipión el Africano y Masinisa, piloto de Erik el Rojo hasta Vinlandia, y corneta
de un escuadrón de coraceros de Westmannlandia que cargó al lado del Rey de Hielo
-con él pasé a difunto- y en la primera de Lutzen.

Fui preceptor de Diógenes, llamado malamente el Cínico:
huésped de su tonel, además, y portador de su linterna;
condiscípulo y émulo de Baco Dionisos Enófilo, llamado buenamente el Báquico
-y el Dionisíaco, de juro-.

Fui discípulo de Gautama, no tan aprovechado: resulté mal budista, si asaz contemplativo.
Hice de peluquero esquilador siempre al servicio de la gentil Dalilah,
(veces para Sansón, que iba ya para calvo, y -otras- depilador de sus de ella óptimas partes)
y de maestro de danzar y de besar de Salomé: no era el plato de argento,
mas sí de litargirio sus caderas y muslos y de azogue también su vientre auri-rizado;
de Judith de Betulia fui confidente y ni infidente, y -con derecho a sucesión- teniente y no lugarteniente
de Holofernes no Enófobo (ni enófobos Judith ni yo, si con mesura, cautos).
Fui entrenador (no estrenador) de Aspasia y Mesalina y de Popea y de María de Mágdalo
e Inés Sorel, y marmitón y pinche de cocina de Gargantúa
-Pantagruel era huésped no nada nominal: ya suficientemente pantagruélico-.
Fui fabricante de batutas, quebrador de hemistiquios, requebrador de Eustaquias, y tratante en viragos
y en sáficas -algunas de ellas adónicas- y en pínnicas -una de ellas super-fémina-:
la dejé para mí, si luego ancló en casorio.
A la rayuela jugué con Fulvia; antes, con Palamedes, axedrez, y, en época vecina, con Philidor, a los escaques;
y, a las damas, con Damas de alto y bajo coturno
-manera de decir: que para el juego en litis las Damas suelen ir descalzas
y se eliden las calzas y sustentadores -no funcionales- en las Damas y las calzas en los varones.

Tañí el rabel o la viola de amor -casa de Bach, búrguesa- en la primicia
de La Cantata del Café (pre-estreno, en familia protestante, privado).
Le piqué caña jorobeta al caballo de Atila
-que era un morcillo de prócer alzada: me refiero al corcel-;
cambié ideas, a la par, con Incitato, Cónsul de Calígula, y con Babieca,
-que andaba en Babia-, dándole prima
fui zapatero de viejo de Berta la del gran pie (buen pie, mejor coyuntura),
de la Reina Patoja ortopedista; y hortelano y miniaturista de Pepino el Breve,
y copero mayor faraónico de Pepe Botellas, interino,
y porta-capas del Pepe Bellotas de la esposa de Putifar.

Viajé con Julio Verne y Odiseo, Magallanes y Pigafetta, Salgan, Leo e Ibn-Batuta,
con Melville y Stevenson, Fernando González y Conrad y Sir John de Mandeville y Marco Polo,
y sólo, sin De Maistre, alredor de mi biblioteca, de mi oploteca, mi mecanoteca y mi pinacoteca.
Viajé también en tomo de mí mismo: asno a la vez que noria.

Fui degollado en la de San Bartolomé (post facto): secundaba a La Môle:
Margarita de Valois no era total, íntegramente pelirroja
-y no porque de noche todos los gatos son pardos...: la leoparda,
las tres veces internas, íntimas, peli-endrina,
Margarita, Margotón, Margot, la casqui-fulva...-

No estuve en la nea nao -arcaica- de Noé, por manera
-por ventura, otrosí- que no fui la paloma ni la medusa de esa almadía: mas sí tuve a mi encargo
la selección de los racimos de sus viñedos, al pie del Ararat, al post-Diluvio,
yo, Beremundo el Lelo.

Fui topógrafo ad-hoc entre El Cangrejo y Purcoy Niverengo,
(y ad-ínterim, administré la zona bolombólica:
mucho de anís, mucho de Rosas del Cauca, versos de vez en cuando),
y fui remero -el segundo a babor- de la canoa, de la piragua
La Margarita (criolla), que navegó fluvial entre Comiá, La Herradura, El Morito,
con cargamentos de contrabando: blancas y endrinas de Guaca, Titiribí y Amagá, y destilados
de Concordia y Betulia y de Urrao...
¡Urrao! ¡Urrao! (hasta hace poco lo diríamos con harta mayor razón y con aquese y este júbilos).
Tras de remero de bajel -y piloto- pasé a condueño, co-editor, co-autor
(no Coadjutor... ¡ni de Retz!) en asocio de Matías Aldecoa, vascuence, (y de un tal Gaspar von der Nacht)
de un Libraco o Librículo de pseudo-poemas de otro quídam;
exploré la región de Zuyaxiwevo con Sergio Stepánovich Stepansky,
lobo de donde se infiere, y, en más, ario.

Fui consejero áulico de Bogislao, en la corte margravina de Xa-Netupiromba
y en la de Aglaya crisostómica, óptima circezuela, traidorcilla;
tañedor de laúd, otra vez, y de viola de gamba y de recorder,
de sacabuche, otrosí (de dulzaina - otronó) y en casaciones y serenatas y albadas muy especializado.
No es cierto que yo fuera -es impostura-
revendedor de bulas (y de mulas) y tragador defuego y engullidor de sables y bufón en las ferias
pero sí platiqué (también) con el asno de Buridán y Buridán,
y con la mula de Balaám y Balaám, con Rocinante y Clavileño y con el Rucio
-y el Manco y Sancho y don Quijote-
y trafiqué en ultramarinos: ¡qué calamares -en su tinta-!,
¡qué Anisados de Guarne!, ¡qué Rones de Jamaica!, ¡qué Vodkas de Kazán!, ¡qué Tequilas de México!,
¡qué Néctares de Heliconia! ¡Morcillas de Itagüí! ¡Torreznos de Envigado! ¡Chorizos de los Ballkanes! ¡Qué Butifarras cataláunicas!
Estuve en Narva y en Pultawa y en las Queseras del Medio, en Chorros Blancos
y en El Santuario de Córdova, y casi en la de San Quintín
(como pugnaban en el mismo bando no combatí junto a Egmont por no estar cerca al de Alba;
a Cayetana sí le anduve cerca tiempo después: preguntádselo a Goya);
no llegué a tiempo a Waterloo: me distraje en la ruta
con Ida de Saint-Elme, Elselina Vanayl de Yongh, viuda del Grande Ejército (desde antaño... más tarde)
y por entonces y desde años antes bravo Edecán de Ney-:
Ayudante de Campo... de plumas, gongorino.
No estuve en Capua, pero ya me supongo sus mentadas delicias.

Fabriqué clavicémbalos y espinetas, restauré virginales, reparé Stradivarius
falsos y Guarnerius apócrifos y Amatis quasi Amatis.
Cincelé empuñaduras de dagas y verduguillos, en el obrador de Benvenuto,
y escriños y joyeles y guardapelos ad-usum de Cardenales y de las Cardenalesas.
Vendí Biblias en el Sinú, con De la Rosa, Borelly y el ex-pastor Antolín.
Fui catador de tequila (debuté en Tapachula y ad-látere de Ciro el Ofiuco)
y en México y Amecameca, y de mezcal en Teotihuacán y Cuernavaca,
de Pisco-sauer en Lima de los Reyes,
y de otros piscolabis y filtros muy antes y después y por Aná del Aburrá, y doquiérase
con El Tarasco y una legión de Bacos Dionisos, pares entre Pares.
Vagué y vagué si divagué por las mesillas del café nocharniego, Mil Noches y otra Noche
con el Mago de lápiz buido y de la voz asordinada.
Antes, muy antes, bebí con él, con Emmanuel y don Efe y Carrasca, con Tisaza y Xovica y Mexía y los otros Panidas.
Después..., ahora..., mejor no meneallo y sí escanciallo y persistir en ello...

Dicté un curso de Cabalística y otro de Pan-Hermética
y un tercero de Heráldica,
fuera de los cursillos de verano de las literaturas bereberes -comparadas-.
Fui catalogador protonotario en jefe de la Magna Biblioteca de Ebenezer el Sefardita,
y -en segundo- de la Mínima Discoteca del quídam en referencia de suso:
no tenía aún las Diabelli si era ya dueño de las Goldberg;
no poseía completa la Inconclusa ni inconclusa la Décima (aquestas Sinfonías, Variaciones aquesas:
y casi que todello -en altísimo rango- tan Variaciones Alredor de Nada).

Corregí pruebas (y dislates) de tres docenas de sota-poetas
-o similares- (de los que hinchen gacetilleros a toma y daca).
Fui probador de calzas -¿prietas?: ceñidas, sí, en todo caso- de Diana de Meridor
y de justillos, que así veníanle, de estar atán bien provista
y atán rebién dotada -como sabíalo también y así de bien Bussy d'Amboise-.
Temperé virginales -ya restaurados-, y clavecines, si no como Isabel, y aunque no tan baqueano
como ése de Eisenach, arroyo-Océano.
Soplé el ***** bufón, con tal cual incongruencia, sin ni tal cual donaire.
No aporreé el bombo, empero, ni entrechoqué los címbalos.

Les saqué puntas y les puse ribetes y garambainas a los vocablos,
cuando diérame por la Semasiología, cierta vez, en la Sorbona de Abdera,
sita por Babia, al pie de los de Úbeda, que serán cerros si no valen por Monserrates,
sin cencerros. Perseveré harto poco en la Semántica -por esa vez-,
si, luego retorné a la andadas, pero a la diabla, en broma:
semanto-semasiólogo tarambana pillín pirueteante.
Quien pugnó en Dénnevitz con Ney, el peli-fulvo
no fui yo: lo fue mi bisabuelo el Capitán...;
y fue mi tatarabuelo quien apresó a Gustavo Cuarto:
pero sí estuve yo en la Retirada de los Diez Mil
-era yo el Siete Mil Setecientos y Setenta y Siete,
precisamente-: releed, si dudaislo, el Anábasis.
Fui celador intocable de la Casa de Tócame-Roque, -si ignoré cuyo el Roque sería-,
y de la Casa del Gato-que-pelotea; le busqué tres pies al gato
con botas, que ya tenía siete vidas y logré dar con siete autores en busca de un personaje
-como quien dice Los Siete contra Tebas: ¡pobre Tebas!-, y ya es jugar bastante con el siete.
No pude dar con la cuadratura del círculo, que -por lo demás- para nada hace falta,
mas topé y en el Cuarto de San Alejo, con la palanca de Arquimedes y con la espada de Damocles,
ambas a dos, y a cual más, tomadas del orín y con más moho
que las ideas de yo si sé quién mas no lo digo:
púsome en aprietos tal doble hallazgo; por más que dije: ¡Eureka! ...: la palanca ya no servía ni para levantar un falso testimonio,
y tuve que encargarme de tener siempre en suspenso y sobre mí la espada susodicha.

Se me extravió el anillo de Saturno, mas no el de Giges ni menos el de Hans Carvel;
no sé qué se me ficieron los Infantes de Aragón y las Nieves de Antaño y el León de Androcles y la Balanza
del buen Shylock: deben estar por ahí con la Linterna de Diógenes:
-¿mas cómo hallarlos sin la linterna?

No saqué el pecho fuera, ni he sido nunca el Tajo, ni me di cuenta del lío de Florinda,
ni de por qué el Tajo el pecho fuera le sacaba a la Cava,
pero sí vi al otro don Rodrigo en la Horca.
Pinté muestras de posadas y mesones y ventas y paradores y pulquerías
en Veracruz y Tamalameque y Cancán y Talara, y de riendas de abarrotes en Cartagena de Indias, con Tisaza-,
si no desnarigué al de Heredia ni a López **** tuerto -que era bizco-.
Pastoreé (otra vez) el Rebaño de las Pléyades
y resultaron ser -todellas, una a una- ¡qué capretinas locas!
Fui aceitero de la alcuza favorita del Padre de los Búhos Estáticos:
-era un Búho Sofista, socarrón soslayado, bululador mixtificante-.
Regí el vestier de gala de los Pingüinos Peripatéticos,
(precursores de Brummel y del barón d'Orsay,
por fuera de filósofos, filosofículos, filosofantes dromomaníacos)
y apacenté el Bestiario de Orfeo (delegatario de Apollinaire),
yo, Beremundo el Lelo.

Nada tuve que ver con el asesinato de la hija del corso adónico Sebastiani
ni con ella (digo como pesquisidor, pesquisante o pesquisa)
si bien asesoré a Edgar Allan Poe como entomólogo, cuando El Escarabajo de Oro,
y en su investigación del Doble Asesinato de la Rue Morgue,
ya como experto en huellas dactilares o quier digitalinas.
Alguna vez me dio por beberme los vientos o por pugnar con ellos -como Carolus
Baldelarius- y por tomar a las o las de Villadiego o a las sus calzas:
aquesas me resultaron harto potables -ya sin calzas-; ellos, de mucho volumen
y de asaz poco cuerpo (si asimilados a líquidos, si como justadores).
Gocé de pingües canonjías en el reinado del bonachón de Dagoberto,
de opíparas prebendas, encomiendas, capellanías y granjerías en el del Rey de los Dipsodas,
y de dulce privanza en el de doña Urraca
(que no es la Gazza Ladra de Rossini, si fuéralo
de corazones o de amantes o favoritos o privados o martelos).

Fui muy alto cantor, como bajo cantante, en la Capilla de los Serapiones
(donde no se sopranizaba...); conservador,
conservador -pero poco- de Incunables, en la Alejandrina de Panida,
(con sucursal en El Globo y filiales en el Cuarto del Búho).

Hice de Gaspar Hauser por diez y seis hebdémeros
y por otras tantas semanas y tres días fui la sombra,
la sombra misma que se le extravió a Peter Schlémil.

Fui el mozo -mozo de estribo- de la Reina Cristina de Suecia
y en ciertas ocasiones también el de Ebba Sparre.
Fui el mozo -mozo de estoques- de la Duquesa de Chaumont
(que era de armas tomar y de cálida sélvula): con ella pus mi pica en Flandes
-sobre holandas-.

Fui escriba de Samuel Pepys -¡qué escabroso su Diario!-
y sustituto suyo como edecán adjunto de su celosa cónyuge.
Y fuí copista de Milton (un poco largo su Paraíso Perdido,
magüer perdido en buena parte: le suprimí no pocos Cantos)
y a la su vera reencontré mi Paraíso (si el poeta era
ciego; -¡qué ojazos los de su Déborah!).

Fui traductor de cablegramas del magnífico Jerjes;
telefonista de Artajerjes el Tartajoso; locutor de la Esfinge
y confidente de su secreto; ventrílocuo de Darío Tercero Codomano el Multilocuo,
que hablaba hasta por los codos;
altoparlante retransmisor de Eubolio el Mudo, yerno de Tácito y su discípulo
y su émulo; caracola del mar océano eólico ecolálico y el intérprete
de Luis Segundo el Tartamudo -padre de Carlos el Simple y Rey de Gaula.
Hice de andante caballero a la diestra del Invencible Policisne de Beocia
y a la siniestra del Campeón olímpico Tirante el Blanco, tirante al blanco:
donde ponía el ojo clavaba su virote;
y a la zaga de la fogosa Bradamante, guardándole la espalda
-manera de decir-
y a la vanguardia, mas dándole la cara, de la tierna Marfisa...

Fui amanuense al servicio de Ambrosio Calepino
y del Tostado y deMatías Aldecoa y del que urdió el Mahabarata;
fui -y soylo aún, no zoilo- graduado experto en Lugares Comunes
discípulo de Leon Bloy y de quien escribió sobre los Diurnales.
Crucigramista interimario, logogrifario ad-valorem y ad-placerem
de Cleopatra: cultivador de sus brunos pitones y pastor de sus áspides,
y criptogramatista kinesiólogo suyo y de la venus Calipigia, ¡viento en popa a toda vela!
Fui tenedor malogrado y aburrido de libros de banca,
tenedor del tridente de Neptuno,
tenedor de librejos -en los bolsillos del gabán (sin gabán) collinesco-,
y de cuadernículos -quier azules- bajo el ala.
Sostenedor de tesis y de antítesis y de síntesis sin sustentáculo.
Mantenedor -a base de abstinencias- de los Juegos Florales
y sostén de los Frutales -leche y miel y cerezas- sin ayuno.
Porta-alfanje de Harún-al-Rashid, porta-mandoble de Mandricardo el Mandria,
porta-martillo de Carlos Martel,
porta-fendiente de Roldán, porta-tajante de Oliveros, porta-gumía
de Fierabrás, porta-laaza de Lanzarote (¡ búen Lancelot tan dado a su Ginevra!)
y a la del Rey Artús, de la Ca... de la Mesa Redonda...;
porta-lámpara de Al-Eddin, el Loca Suerte, y guardián y cerbero de su anillo
y del de los Nibelungos: pero nunca guardián de serrallo ni cancerbero ni evirato de harem...
Y fui el Quinto de los Tres Mosqueteros (no hay quinto peor) -veinte años después-.

Y Faraute de Juan Sin Tierra y fiduciario de
v V v Aug 2015
(In some semblance of order)

(1967 to 1975)

kittens
carpet burns
fear
WGN presents “One-Eyed Jacks” starring Marlon Brando
my grandmother’s basement
slaps from my mother
fear
kicks from my father
fear
Nerf basketball
10CC “I'm Not in Love”
fear

(1976 to 1980)

sunny, cool, fall days
the woods on Sundays
tall green grass
raised red seams on a baseball
fear
Tickle Pink wine
the smell of hashish
the buzz of high tension wires
Stroh's beer, pull tab tall boys
the woods at night
the breeze through the car window
her breath in my ear
fear

(1981 to 1988)

“Footloose” starring Kevin Bacon
Michelob Light in bottles
extra spicy guacamole
fear
“Members Only” black jacket
para mutual wagering
*******
4 seam fastball
fear
the garlic taste of Dimethyl Sulfoxide (DMSO)
a 91 mph fastball
Feldene dissolved in Dimethyl Sulfoxide and applied to my skin via a tongue depressor
my 93.5 mph fastball
the roar of the crowd
fear
October
the swirling light and sound of a west Texas freight train at night in fog
Jesus Christ
fear

(1989 to 1999)

the anticipation of child #1
the birth of child #2
6 hours of uninterrupted sleep after child #3
an 8mm obstructed kidney stone
fear
morphine
fear
Vicodin
fear
sunny, cool, fall days
“The Road Less Traveled” by M Scott Peck
hydrocodone
fear
the woods in fall
thunder
******
fear
the woods in winter
the rumble of Niagara Falls
******
fear
Oxycontin
shame
******
fear
“Ruthless Trust” by Brennan Manning
the woods in spring
The Stanley Cup
fear

(2000 to 2004)

detox
nostalgia of my youth
photos of my children as children
hydrocodone
detox
fear
Jose Cuervo silver tequila
sunny, cool, spring days
Major League Baseball opening day
Jose Cuervo Gold tequila
fear
Chinaco Reposado tequila
the stench of pavement
Gran Patron tequila
the heat of pavement
Herradura Anejo tequila
detox
hydrocodone
fear
Marca Negra Mezcal
detox
AA meetings
Oxycontin
fear
Alice in Chains “Down in a Hole”
detox
nostalgia for opiates
fear

(2005 to 2007)

AA meetings
Camel 99's
her infidelity
fear
photos of my children as children
Camel 99's
the sweet, sweet voice of Martin Sexton
AA meetings
shame
regret
fear
Suboxone
regret
shame
fear

(2008 to 2010)

the tenderness of your touch
a king size memory foam mattress
the tenderness of your touch
Amerique Verte Absinthe
fear
discussions with the dead
the tenderness of your touch
Ray Lamontagne “Winter Birds”
the tenderness of your touch
ablution by Amerique Verte Absinthe
fear
visions of the dead
fear
visits from the dead

(2011 to 2014)

their forgiveness
AA meetings
Camel 99's
my inability to sleep
fear
www.hellopoetry.com
the tenderness of your touch
the tenderness of your touch
the tenderness of your touch
the tenderness of your touch
fear
Centenario Reposado tequila
regret
Tramadol in large amounts
regret
thoughts of you leaving me
thoughts of me being left alone
thoughts of you being left alone
regret

nothing
nothing
nothing

the words I have just written

darkness

fear
I am excited to announce that this poem was recently published in print in "Storm Cycle 2014" The Best of Kind of a Hurricane Press, copyright 2015 A.J. Huffman and April Salzano, editors. The anthology is available online at both Amazon and Barnes and Noble.
Jonny Angel Jul 2014
And how can
one go mad
Buttercup,
when one is already
crazier than a loon?

Does one get madder
through self-indulgence?
Pray tell me please,
put my mind at ease,
Buttercup.
Should I drink
a whole bottle of mezcal,
burn an ounce of herb or
snort a mountain of flake?

Oh, I do ache, Buttercup!
But should I
buy a Hummer,
spend my money
on frivolous things,
like endless raindrops?

Oh Buttercup,
how do you
keep your pain
in check?

Through
these
restless situations?

I think
methinks
not.
Sebastian Macias Apr 2019
Staring at the comp
The little worm eats my brain
Hole after hole he digs
Or she, I don't ******* care
It's a worm, you're a human
Spinning on a rock
Floating through space
Let's not make too much of it
Anyway, back to this
As the worm pushes along
******* out your brain mass
You're left with two options
Either you're even more dumb
Than you were before
Or somehow you begin to see
The pattern of your worm
How he eats, where he moves
What he likes and you become
The little worm
Feeding yourself what you need
Knowing that worm is there forever
What will your little worm do now?
Shuffle the cards
Lets play Maligas
Or perhaps
We are both already fated
To die
Death is certain
We know only this
But the cards are curtains
Of water falling
Reign in blood
m6e6t6al
Tu transmigración será ir de cama en cama,
durmiendo raros sueños parejos al segundo ocaso,
de las fábricas del tiempo verás el eterno paso
y serás como una vana sombra urdida por el karma.

El misterio de la identidad es sostenido
por las divinas piezas que forman la memoria.
el cerebro, único amanuense de la historia
rapsodia el ser que miente lo que has sido.

En el vino que es nepente y en el delirio del mezcal
buscaste el rostro que tenías antes de crearse el mundo,
y aunque la fiera enferma te convoque a lo profundo
no evitarás esa sustancia doble como lago de sal:

La voluntad.  Su potencia sugiere el arte o la copulación
y su tremendo motor vuelca decadencia en apogeo,
no escapan de su orbe las horas diseñadas por Morfeo
y su caravana te escolta de la abulia a la revelación.

Todos los días sos otro. Sin embargo,
hay algo que te pertenece:
la idea de la luna, el amor y la amistad,
la música, los dones y la fantasía.


                                                     ­                a Pascal Quignard
Jonny Angel May 2014
When the tequila stings my throat
things start to happen,
repression flows
forth
like a cat walking on water,
quick & frantic
I tell stories,
tales about things
I keep under lock & key,
living brokenhearted.

Well, **** mysteries,
don't let them stay bottled up,
guzzle gin instead of Mezcal.

Holy cow true believer,
poke yourself with ******
to find out what is righteous,
remember Camelot.
A character poem....I don't condone...just exploring the reasons.
A B Perales Jun 2016
Little Martha and her
yellow apples.
She drinks warm Mezcal
in the Poppy fields.

Copper canyon runners
wear thin leather
thongs on their
callused ash white feet.

Elevated Chicken coops
keep the Hens cool
in the summer and
safe from the
Copperheads on the
desert floor below.

Men soar like
Eagles and glide
around Polaris.
Trust in the
Hemp ropes
and trust in their
Creator.

Her father went South
to fight for his People.
That's the story she
still tells when asked
about him today.
Luis Mdáhuar Mar 2016
Her
**** she said
You are a ***** with no batteries
Like a sword with no handle
Then a cup of coffee flew straight
To my left eye
**** she said, you are worthless
That night I went to the store
Beer and mezcal were on my mind
**** she said
I've been looking all over for you
What happened to your eye?
Let me kiss you she said
I left her place this time
Early morning.
mark soltero Sep 2020
the hues of black
of the object in front of me
closely vibrates each shade of the spectrum of worldly colors
showing them self
they warn me
their caution to better my own
the chemical begins to gnaw at my ego
the green hallway to nowhere in my brain
where the monsters chased me as a child
where I’d run to hide away
seem endless
terror doesn’t live here
flashes of LEDs shining through the bottles of mezcal next to mescaline laying on the table
remind me you don’t live there
listen to the sounds of a voice you don’t want to hear
block out that **** you say
god I don’t even know
what day is it?
idk im bored is this ugly
wordvango Apr 2017
the mezcal incident, now
that was surely one doozy/
started out with a shot of Patrone
no lime or salt at ten in the morn'/
at this strip joint in Wicksburg
where they advertise
two hot babes three skinny one's
and one big mama,
on their marquee, which is one of
those lighted portable signs plastic letters things
the kids like to vandalize by
like on the Natural Light Deliverance Tabernacle
I minister at occasionaly, we have one of those ,
had In God We Trust , lettered on it on saturday.
Sunday, at eleven, when we arrived for worship ,
it said in dogs  we gust,
limited letters to arrange so,
I got the teen hoodlum gyst/
I ramble on so much, wouldn't
blame you
if you lost interest,
but anyways/
this day, what I mentioned early in this,
started out fairly innocent, a drink
a gander at female utilitarianism,
and a shot,
thing about tequila
sitting down you don' t know how ****** up you are
get up, try to stand and wow!
I keep digressing,
that day
hell I ******* forgot/
Sorry to lead you on.
Desiree Jul 2018
Flowing footsteps from skytrain to street
Trying to stay calm, but I'm so excited to meet
You, here, under the changing glow
Of signs, of places, hoping we slow our
Pace and enter. But we are in search
Of another establishment, on the whim
Of a word, a nudge in the right direction.
The winds blow us into the red glow
Of ambiance, of elegance, the right selection
Portobello perfection, Mezcal gin,
Beautiful soul sitting close with a grin,
We can't help but laugh "this is how you win!"

Foggy to recall the way that we went
Home on the bus, or the money we spent.
None of that matters much when you are lost
In the depth of another being, intriguing
To find kin where you are not used to seeing them.
Laughing up the stairs in the corridor,
Knowing in this moment, this is your life,
It is beautiful, you are not needing more.
Both of us feeling this as we reach the door,
"Welcome to Buzzer 2" let's see what's in store.

Waking up cuddling, always a delight.
So much accomplished already, but you might
Have to run out quickly and buy some beans
For the bullet coffee that will be our means
Of mobilization, into the street,
Rubber soles on our feet, ready to meet
The pavement outside which will guide
Our path from delicious morning smoothie
Over bridges, through the downtown core,
Both realizing we would make a great movie
If film could ever capture the way that we soar.

Hats tilted slightly sideways, we even get work done.
Painting quickly so we may continue our run,
Over the Granville bridge, lilac in the air.
And there is no hiding the way that you stare
At my ***, and the mountains, a beauty so fair.

Rangoli's is next, fine dining, the best chai!
Decadently treated to Portobello twice.
Sweaty in our running gear, we are here
Trying to avoid timestamped bills and clock chimes
But you give me your best guess, lately spot on!
I glance at the sun to figure how much day is gone.
Even though there are so many moments left
To unravel, I embody the feelings - being
Ever present to crystallize the memory of our travels.

We turn towards the sinking sun, and I run
My fingers through windblown lion-locks.
Basking in the energy we emanate, we stun
Onlookers with our badassery and good looks.

Granville island is next on the docket
Searching for elusive sumac, in the spice shop
It is tucked away on a shelf, among rarities.
You light up at the till, and guarantee
The next place we head to is going to be
The crown of the afternoon - The Distillery

In shorts and tanks we stroll in with class,
Walk up to the bar and order a glass
Of the finest and most signature gin,
But just a taste, not enough to make the head spin.
A nectar so pure, so incredibly smooth
We continue our stroll, we continue to lose
Sight of places you were expected to be,
Apparently easy to do when you hang out with me.

Crossing under the bridge, sunset rays shine
Through the city canopy, it is nearly time
For the moon to transition us into the night,
But I pull you aside for a moment, while its still light
And kiss you with passion, with fever, with might.
That gin in the afternoon has increased our delight.

And it's not over yet, we play for a while.
Horsing around at the bus stop, we smile
And pose on the blue wall, gangster-style.
Moments in snapshots, spirit of the child
Creating our reality, embracing our WILD.
Jonny Angel Apr 2015
It's truly a happy place,
scores of turistas
sitting
under the relentless
sun,
freedom club warriors
inhaling fifty-year-old anejo,
gulping those mezcal stingers
& imbibing golden
beverages
believing every girl
named Lupita
professes
true love.
We chose Ixtapa for our honeymoon
because it was not yet commercialized,
as so many other places in Mexico
had become. We spent a lot of time
in Zihuatanejo; We burned bay leaves
in static pots of delicacy, ignoring the fruit flies
as we drank mezcal.
You swallowed the maguey worm,
and hallucinated its life as a moth
before it's capture from the agave.
It hit you like the Gulf that
May of 1986; beautifully
and cold.
You looked like a watercolor
entangled in the rope hammock.
Wide-mouthed and muscular,
in the reflection
of my sterling cuff bracelet.
While I examined my jewelry,
our feet were buried in the sand
by the dust we swallowed during our upbringing.
Bred and raised for fighting, we made love
like a bull kissing capote;
Taunting one another in
a masculine ring, performing
in foreign terrain.
You were so delicate
with your hands around my throat.
You helped me forget
by pulling apart the wings of my droning youth
that week.
from "Evenings in Jackson Heights"
Jonny Angel Apr 2015
I remember the crazy times
we'd travel down south
to the outlaw town of Ensenada.
We'd swing by Hussong's
for some golden elixir
& Mezcal mixers.
It was a fun wild-place,
where having your face
rest in your own *****
was allowed at your table.
I mean nobody gave a ****** about such things.
It was truly a place where anything went,
especially drunkenness.
The last time we visited,
some twenty years ago,
we lost two hitchhikers
we had picked up
in Malibu
on the PCH.
Now years later,
I wonder how,
or if
they ever made it back.
I don't know how I walked on//
Almost like I was a six foot energy for just that half hour//
Just a piece of mass waiting to be created//
I was literally controlled by the voices//
But once the groove kicked in, I controlled the faces//
The eyeballs none, the hair stood up, and their ears mine//
Sounds insane to the smallest of minds//
But if you find a way to dissect your own brain//
You've pretty much answered the questions with no response//
Anyways, I looked out to the sea of people, which was no more than thirty people//
That's all I needed to be inspired,
That's all u needed to feel the higher,
The end of my words hit the microphone with so much sincerity//
I almost felt like it spoke back in the most native dialect//
And I understood every word,
I understood that it wasn't me anymore//
It was the shaman I've been seeing in my dreams//
I could hear the shells dance around the fire//
I could smell the mezcal in the air//
I felt my muscles melt to nothing,
But the burning in my gut made the heart rise//
She's never came down, she remains high//
Forever as long as I continue to show the birth of life//
Emily Jennie Apr 2017
You find yourself in another city
Feeling inspired with a friend
A pretty bird with a smile
You find a bar
Where typewriters are on the wall
And pages from books make up the wallpaper
Gin and mezcal
Passionfruit and cherries
The Pet Shop is open
Filled with the opposite ***
Everyone wants to get to know you
Get in your head like the words in a book
Making plans for road trips
And future apartments
Iceland and Nashville
Go before it's too late.
8/2/16
Evan Stephens Jul 2019
White roses hook sleeves
in a hot rain park
as we hurry to leave
a new fringing dark
of clouded eaves.
I drink mezcal, you sip
soft wine, we kiss
at the bar as storms slip
through streeted air
with a springing hiss.
Lightning lashes bare
angles of pink night.
We lean close, share
Sunday's appetite.
Louise Jul 22
Here is a list of things that are bigger,
greater than all of the world's oceans,
bigger than the storms in the seas,
than all the islands in the Pacific,
connecting all of us together,
being one great channel of culture...
Telenovela, chismes, galeones,
teleserye, chismis, galleon.
𝘚𝘪𝘣𝘢𝘵 𝘯𝘪 𝘓𝘢𝘱𝘶-𝘓𝘢𝘱𝘶, 𝘣𝘢𝘭𝘢𝘵 𝘯𝘪 𝘔𝘢𝘨𝘦𝘭𝘭𝘢𝘯.
𝘌𝘴𝘱𝘢𝘥𝘢 𝘯𝘪 𝘔𝘢𝘨𝘦𝘭𝘭𝘢𝘯? 𝘒𝘢𝘩𝘶𝘭𝘶𝘨𝘢𝘯 𝘯𝘨 𝘬𝘢𝘸𝘢𝘭𝘢𝘯.
Sangría? No, sangre de Magallanes.
𝘕𝘪ñ𝘰𝘴, 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘦𝘯𝘴𝘦 𝘦𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢 𝘦𝘯 𝘷𝘦𝘻
𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘯𝘻𝘢𝘳 𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰 𝘨𝘢𝘭𝘦𝘰𝘯𝘦𝘴.
And believe it or not;
Bulerías, danza, bachata, habaneras.
How do you like your coffee, bebe?
Con leche? Bueno.
Evaporada and condensada?
Tequila, San Miguel, Mezcal, Corona,
Cerveza, Serbesa, Cerrado, Sarado.
𝘈𝘯𝘨 𝘣𝘢𝘴𝘰 𝘯𝘨 𝘢𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘮𝘨𝘢 𝘴𝘦𝘳𝘣𝘦𝘴𝘢,
𝘢𝘵 𝘢𝘯𝘨 𝘭𝘶𝘮𝘶𝘭𝘶𝘵𝘢𝘯𝘨 𝘯𝘪𝘵𝘰𝘯𝘨 𝘺𝘦𝘭𝘰.
Actually, how do you like your coffee?
𝘛𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘴𝘪𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘧é?
𝘚𝘪 𝘯𝘰, 𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘢 𝘴𝘦𝘳 𝘵𝘶 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰.
So do you like it hot or con hielo?
And of course;
Canciones, c/kanta,
And nowㅡreggateon, budots.
Gasolina? Aserejé? Macarena?
Bad Bunny, being our new Columbus.
Playitas, islas, karagatan, nuestro paraíso.
Mas chismes, mas tazas de cafe.
How do you think we're so far yet so alike?
Of all these things? Con chisme? Claro.
So which one first? The juiciest or latest?
Dedicated to my Colombian, Mexican, Argentinian, Chilean, Dominican, Spanish, Filipino and other Latino friends (or Hispanameripinos as we like to call it).

Our friendship is my most favorite "galeon". ❤️
Ari Apr 2020
Lifting spirits will lift your spirits! Let’s
grab a goblet and have a guzzle.

I’ll toast to you my friend, and when
you’re done, pour you a double.

For those we’ve lost, we’ll spill a little
and stare down at the puddle.

Reflect on the pangs of life a moment,
commiserate about the struggle.

Then splash the liquid all about, and shout
“Barman, hustle!

If our cups didn’t runneth over before,
they better now or there’ll be trouble;

if our tankards aren’t foaming soon
our fists'll be balled and white of knuckle!”

We’ll drink chicha in Peru, and sake in Japan,
mezcal in Mexico, and palm wine in the jungle.

The bar’s our gym, it’s where we go
to train ye oulde esophageal muscle

but we’ll chug or glug or quaff anywhere,
be it farm or cave or hovel.

We live for libations, go goo-goo for grog,
and drain enough to dim the mind of any mere muggle.

The hoppy makes us sloppy; now
most of my drink lands on my stubble;

eyes are bloodshot, mouth is dry,
body wrecked like so much rubble.

You’re not faring much better…
we make quite the lively couple.

But we'll be back here tomorrow sister,
I’ll have no rebuttal!
You may be gone, but you’re alive
in me, a piece of my puzzle.

Let this ***** quench our pain
‘til off this mortal coil we shuffle.
Evan Stephens Mar 2022
I watch your legs -
not the denim or flesh,
but the long thigh bones

as they glide above the chevrons,
flourishes above the tile,
cursive scrawls in the wet air.

Strange thought, I know.
I cannot account for it.
My sister sends you regards

from New Jersey's Starland.
You smile with sweet tolerance.
Mezcal courses through my face.

Happy hour is ending,
& with it, my tenure in your kingdom.
I am cast adrift once again.

The moon is full tonight;
gravid, a white bursting.
It sings into the palms of my hands.

O bartender, bartender,
with your good posture:
who am I? Who am I?
Victoria Laws Sep 2020
i wrote you a letter last night
i was DRUNK
as i usually am at...                               2a.m. these days.

i don’t regret
empty bottles that were full
           when i had u           self-medication is
                 self-preservation
no chaser, no chaser.
click, sip, swallow
click, sip, swallow
click, chug, sip, chug, addiction kills identity

→ whoamiwithoutyou;←

SWALLOW. so then i wrote you
a letter…. last night…?

was it last night?

no chaser, no chaser.
click chug swallow.
chug swallow chug swallow. i’m filled with POISON
and i am drunk
like i usually am at

                 10a.m these days.
demonic awareness,
claws at my back
i see it all so clearly

and you… YOU
you, you’re a match

you’re the ******* match and my love lit you up and you burned me straight to the ground and i. sip chug sip chug swallow chug no chaser just the burnt taste of dad’s $100 bottle of mezcal and i sip, chug                          chug                               ­                         can’t believe we’re dead.


BLACKOUT.
wake up
            pencil scratches;  liquid diet.
love, victoria.
Evan Stephens May 2019
The left-hand
shadow of
the ocean
curdles in
the small of
the back,
& legs ache
down dune
lanes, dawn-
marbled
sand squares,
pine-pitted,
while lungs rub
the court of ribs.

I'm looking
for anything
that resembles
a memory
of my father.

Salting sun,
mezcal splash,
spiced crab -
hints of him
here and there.

I carry him
in a cradle
of tattoos
across my
arms but
it's not
the same.

So I run
the beaches,
recalling
the time we
stopped at
a flooded
road on the
way into
the city and
Dad thought
for five solid
minutes about
whether we might
make it across
the dark water.
ymmiJ Sep 2019
hurtin' for certain
sweating out lasts nights mezcal
mexicali blues
Sold down the Suwannee
prepackaged if only
we'd listened
to prophets and seers
but we were deaf in
both ears and blind to the
signs that were shown

ah,
that wild blackwater
we rode it to Mexico
and
passed out on Mezcal.

We had to try
if not to live
then to die
as men.
Evan Stephens Oct 2020
Drink with me,
at the Mexican restaurant
on the wharf that serves
mezcal with chili salt,
we'll talk about all the things
no one wants to talk about.  
The lost loves, the harsh
self-treatment, the way
you're recovering nicely.
I'll share oysters,
but I'll leave soon,
my mind full of her,
full of her, full of her.

— The End —