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Cedric Feb 2019
Napa-ibig ako sa aking kinakaibigan.
Sa una siguro’y ang pakiramdam ay magaan.
Nagkakilala ng basta-basta, walang dahilan.
Siguro dahil na rin sa  mabuting kapalaran.

Isang araw’y nalaman ko,
Magkapit-bahay lang pala kami.
Lalong nagkalapit ang puso’t damdamin.
Makalipas ang isang taon ng pagkikilala,
Sa dami ng tambay, kain, at gala,
Sa problema ng tropa o kaya’t sa pamilya,
Sa ngiti at ngisi sa bawa’t asaran,
Sa halip na ika’y may pagkasira,
Sa iyong puso na palaging hinihiwa,

Naroon ako sa iyong tabi,
Unti-unting napapangiti,
Napapamahal,
Nahuhulog ang dibdib,
Sa iyong pagkatao’t diwa.

Naaalala ko pa noong ika-siyam ng Mayo,
Bago matapos ang taon ng pag-aaral,
Sa isang buwan magkakahiwalayan na,
Magkokolehiyo na’t iiwan ang mga pinagdaanan.
Umiyak ka sakin habang nakain pa ng pakwan.
Na natatakot lang magsimula ulit,
Na makaranas ng bagong landas,
Na magbago, at maging kung sino man.
Na mahal mo ang iyong mga kaibigan,
Na ayaw mo silang iwanan.

Sinabi ko sayo,
Ika’y minamahal,
Ika’y itinatangi.
Ngunit hindi ko masabi,
Na ako ang magmamahal,
Ako ang magtatangi sa’yo.
Kaya ako’y gumawa ng katwiran,
Na kaming mga kaibigan mo,
Ay naririto lamang.

Ang pag-ibig ay parang nota,
Sa musika ng tadhana,
Sa teatro ng buhay.
Ito’y maligaya,
Upang hikayatin,
Ang ating puso na makinig.
Ngunit hindi kang saya ang ipinaparating.
Kundi’ hirap, lungkot, at paghihinagpis.

Parang emosyonal na gitara,
Na minsan nasisira,
Napuputol ang kwerdas,
Nasasaktan ang kamay,
Nalulumbay sa tono,
Habang humihiyaw,
Kumakanta ng buong puso,
Para sa ating mga sinta.

Dumating ang Agosto,
Miyerkules ng unang linggo,
Sa ika-beintidos ko nalaman,
Na galing pa sa iyong dila,
Na ako’y huli na sa paligsahan,
Na mayroon ng nanalo sa laban.
Ang puso mo’y nasagip na ng iba,
Ika’y nagkwento ng matagal-tagal.
Ang ningning sa iyong mata’y,
Parang ilaw sa entablado,
Nakikita ko ang mga sumasayaw,
Ligaya ang aking nararamdaman,
Habang ang aktor ay ako,
Na iyong tinitigan ng husto.
Pinipilit makinig nang maigi,
Sa kwentong busilak ng pag-ibig.

Ngunit pagkatapos ng kwento,
Naiwan akong mag-isa.
Sumigaw ng wala sa tono,
Sa kanta na puro hiyaw.
Hindi ko inakala,
Na ang kanta ko’y ganito,
Naisulat na ang mga nota,
Ngunit bakit masakit sa tenga?
Sa simula ng ika’y makita,
Nagsimula na ang tugtog.
Ngunit hindi ikaw ang aking kasayaw,
Hindi rin naiwasang mahulog.
Kahit pigilan ko man ang sarili,
Ako’y nahatak ng iyong tunog.
Magaling ka sumagaw,
Kwento mo’y ako’y napaikot.

Napapaisip ako,
Anong nangyari,
Bakit natapos,
Ang ating kanta.
Ng wala man lang paalam.
Ika’y bumula.
Nawala sa aking buhay.
Na para bang multo.
Hindi ko malapitan,
Mahawakan,
Matawag,
Ni mabanggit ang iyong pangalan.
Nawala ang ating teatro,
Nagkahiwalagan ang magkaibigan,
Ang direktor ay lumisan,
Upang maiwasan ang drama.

Napapaisip ako ngayon,
Bakit ikaw pa rin sa ngayon!
Ikaw na multo ng nakaraan,
Ang aking minamahal hanggang ngayon.
A Filipino poem about this girl I became close friends with. Originally a spoken word poetry for other purposes. I decided to post it here because, why not. I’m still in love with her up to this day. Well, it’s only been six months so this will be a long painful process.
Victor D López Feb 2019
Naciste siete años antes del comienzo de la guerra civil española,
Y viviste en una casita de dos pisos en la Calle de Abajo de Fontan,
Frente al mar que les regalo su riqueza y belleza,
Y les robo a tu hermano mayor, y el más noble, Juan, a los 19 años.

De chiquita eras muy llorona. Los vecinos te hacían rabiar con solo decirte,
“Chora, Litiña, chora” lo cual producía un largo llanto al instante.
A los siete u ocho años quedaste ciega por una infección en los ojos. Te salvó la vista
El medico del pueblo, pero no antes de pasar más de un año sin poder ir a la escuela.

Nunca recuperaste ese tiempo perdido. Tu impaciencia y la vergüenza de sentirte atrasada, Impidieron tus estudios. Tu profundo amor propio y la vergüenza de no saber lo que sabían tus
Amigas de tu edad, tu inquietud y tu inhabilidad de aguantar la lengua cuando te corregían,
Crearon una perfecta tormenta que desvió tu diminutiva nave hacia las rocas.

Cuando aún una niña, viste a Franco con su escolta salir de su yate en Fontan.
Con la inocencia de una niña que nunca supo aguantar la lengua, preguntaste a
Una vecina que también estaba presente “Quien es ese señor?”
“El Generalísimo Francisco Franco” te contestó en voz baja. Dile “Viva Franco” cuando pase.

Con la inocencia de una niña y con la arrogancia de una viejita incorregible gritaste señalándolo
“Ese es el Generalísimo?” Y con una carcajada seguiste en voz alta “Parece Pulgarcito!”
Un miembro de su escolta se acercó alzando su ametralladora con la aparente Intención de Golpearte con la culata. “Dejadla!” Exclamo Franco. “Es una niña—la culpa no es suya.”

Contaste ese cuento muchas veces en mi presencia, siempre con una sonrisa o riéndote.
Creo que nunca apreciaste el importe de esa “hazaña” de desprecio a la autoridad. Pudiera ser En parte por ese hecho de tu niñez que vinieron eventualmente por tu padre  
Que lo Llevaron preso. Que lo torturaron por muchos meses y condenaron a muerte?

El escapó su condena como ya he contado antes—con la ayuda de un oficial fascista.
Tan fuerte era su reputación y el poder de sus ideas hasta con sus muchos amigos contrarios.
Tal tu inocencia, o tu ceguera psíquica, en no comprender nunca una potencial causa de su Destrucción. A Dios gracias que nunca pudiste apreciar la posible consecuencia de tus palabras.

Tu padre, quien quisiste toda la vida entrañablemente con una pasión de la cual fue muy Merecedor, murió poco después del término de la guerra civil. Una madre con diez
Bocas para alimentar necesitaba ayuda. Tú fuiste una de las que más acudió a ese
Pedido silencioso. A los 11 años dejaste la escuela por última vez y comenzaste a trabajar.

Los niños no podían trabajar en la España de Franco. No obstante, un primo tomó piedad
De la situación y te permitió trabajar en su fábrica de embutidos de pescado en Sada.
Ganabas igual que todas tus compañeras mayores. Y trabajabas mejor que la mayoría de ellas,
Con la rapidez y destreza que te sirvieron bien toda tu vida en todos tus trabajos.

En tu tiempo libre, llevabas agua de la fuente comunal a vecinos por unos céntimos.
De chiquita también llevabas una sella en la cabeza para casa y dos baldes en las manos antes y Después de tu trabajo en la fábrica de Cheche para el agua de muchos pescadores en el puerto
Antes del amanecer esperando la partida a alta mar con tu agua fresca en sus recipientes.

Todo ese dinero era entregado tu madre con el orgullo de una niña que proveía
Más que el sueldo de una mujer grande—solo a cambio de tu niñez y de la escuela.
También lavabas ropa para algunos vecinos. Y siempre gratuitamente los pañales cuando había
Niños recién nacidos solo por el placer de verlos y poder estar con ellos.

Cuando eras un poco más grande, ya de edad de ir al baile y al cine, seguías la misma rutina,
Pero también lavabas y planchabas la ropa de los marineros jóvenes que querían ir muy limpios
Y bien planchados al baile los domingos. Ese era el único dinero que era solo tuyo—para
Pagar la peluquería todas las semanas y el baile y cine. El resto siempre para tu madre.


A los dieciséis años quisiste emigrar a Argentina a la casa de una tía en Buenos Aires.
Tu madre te lo permitió, pero solo si llevabas también a tu hermana menor, Remedios, contigo.
Lo hiciste. En Buenos Aires no podías trabajar tampoco por ser menor. Mentiste en las Aplicaciones y pudiste conseguir trabajo en una clínica como ayudanta de enfermera.

Lavaste bacinillas, cambiaste camas, y limpiaste pisos con otros trabajos similares.
Todo por ganar suficiente dinero para poder reclamar a tu madre y hermanos menores,
Sito (José) y Paco (Francisco). Luego conseguiste un trabajo de mucama en un hotel
En Mar del Plata. Los dueños apreciaron tu pasión por cuidar a sus niños pequeños.

Te mantuvieron como niñera y mucama—sin doble sueldo. Entre tu (pobre) sueldo y
Propinas de mucama, en un tiempo pudiste guardar suficiente dinero para comprar
Los pasajes para tu madre y hermanos. También pudiste volver a Buenos Aires y
Conseguiste alquilar un doble cuarto en una antigua casa cerca del Consulado español.

De aquellas, aun menor de edad, ya trabajabas en el laboratorio Ponds—al cargo de una
Máquina de empacado de productos de belleza. Ganabas buen dinero, y vivieron en el
Centro de Buenos aires en esa casa hasta que te casaste con papa muchos años después.
Aun te perseguía la mala costumbre de decir lo que penabas y de no dar el brazo a torcer.

El sindicato de la Ponds trató de obligarte a registrarte como Peronista.
A gato escaldado hasta el agua fría le hace daño, y reusaste registrarte al partido.
Le dijiste al sindicato que no le habías escapado a un dictador para aliarte a otro.
Te amenazaron con perder el trabajo. Y con repatriarte a ti y a tu madre y hermanos.

Tu respuesta no la puedo escribir aquí. Te llevaron frente al gerente general demandando
Que te despidiera de inmediato. Contestaste que te demostraran razones para hacerlo.
El gerente—indudablemente a propio riesgo—contestó que no había mejor trabajadora
En la fábrica y que no tenía el sindicato razones para pedir que te despidiera.

Después de un noviazgo de varios años, se casaron tú y papa. Tenían el mundo en sus
Manos. Buen trabajo con buenos ahorros que les permitirían vivir muy bien en el futuro.
No podías tener hijos—los cuales siempre anhelaste tener. Tres años de tratamientos
Lograron que me dieras vida. Vivimos por años en un hermoso apartamento en la ciudad.

Tengo uso de razón y recuerdos gratos desde antes de los dos años. Recuerdo muy bien ese Apartamento. Pero las cosas cambiaron cuando decidieron emprender un negocio
Que no fue sostenible en el caos de la Argentina en los años 60. Recuerdo demasiado bien el Sacrificio tuyo y el de papa—es eso un tema para otro día, pero no para hoy.

Fuiste la persona más trabajadora que conocí en mi vida. No le temías a ningún trabajo
Honesto por fuerte que fuese y tu inquietud y espíritu competitivo siempre te hicieron
Una empleada estelar en todos tus trabajos, la mayoría de ellos sumamente esclavos.
Hasta en casa no sabias parar a no ser que tuvieras con quien charlar un rato largo.

Eras una gran cocinera gracias en parte al chef del hotel en cual trabajaste en Argentina
Que era también un compatriota español (vasco) y te enseno a cocinar muchos de sus
Platos españoles e italianos favoritos. Fuiste siempre muy mal comedora. Pero te
Encantaba cocinar para amigos, familia y—cuantos mas mejor—y para las fiestas.

Papá también era buen cocinero aunque con un repertorio mas limitado. Y yo aprendí
De los dos con mucho afán también a cocinar desde joven. Ni en la cocina ni en ninguna
Fase de mi vida me puedo comparar contigo ni con papa, pero también me encanta
Cocinar y en especial para compartir con seres queridos.

Te daba gran placer introducir a mis amigos a tus platos favoritos como la cazuela de mariscos,
Paella, caldo gallego, tus incomparables canelones, ñoquis, orejas, filloas, buñuelos, flan,
Y todo el resto de tu largo repertorio de música culinaria. Papa me iba a buscar al colegio
Cuando en la escuela secundaria (JHS #10) todos los días antes del trabajo.

Los dos trabajaban el segundo turno y no partían hasta después de las 2:00 p.m.
Muchos días traía el coche lleno de mis compañeros. Recuerdo igual que si fuera ayer
Las caras de mis amigos judíos, chinos, japoneses, italianos, ingleses e irlandeses
Cuando primero probaron el pulpo, caldo gallego, la tortilla, las orejas o el flan.

Mediante el bachiller, la universidad y los estudios de derecho fue igual. A veces parecía
Una reunión de Las Naciones Unidas, pero siempre con comida. Siempre trataste a mis
Amigos íntimos como si fueran hijos tuyos también. Y algunos aun hoy día te quieren
Como una segunda madre y sienten tu ausencia aunque no te vieran por muchos años.

Tuviste una pasión por ser madre (una gran pena que solo tuvieras un hijo).
Que te hizo ser demasiado protectora de tu hijo.  Me vestías con ropa exclusiva de
Les Bebes—Fui un muñeco para quien no los tuvo de niña. No me dejabas fuera de tu vista.
El mantenerme en un ambiente libre de gérmenes produjeron algunos problemas de salud.

Mi pediatra te decía “Quiero verlo con las rodillas raspadas y las uñas sucias.”
Tú lo tomabas como un chiste. Me llevabas a menudo a un parque y a la calesita.
Lo recuerdo como si fuera ayer. Pero no recuerdo tener ningún amigo hasta los siete u ocho
Años. Y solo uno entonces. No recuerdo tener una pandilla de amigos hasta los 13 años. Triste.

Cuando comencé a hablar como una cotorra con un año, y a caminar al mismo tiempo,
Me llevaste al médico. El medico pensó que era solo idea tuya. Me mostro unas llaves y me
Pregunto “Sabes lo que es esto, Danielito?” “Si. Son las llaves de tu tutú,” le contesté.
Después de unas pruebas, le recomendaron a mi madre que alimentara mi curiosidad.

Según ella era yo insoportable (algunas cosas nunca cambian). Si le preguntaba a
Papá por que el sol quema, a que distancia esta, que son las estrellas, por qué una
Linterna enfocada al cielo en una noche oscura no se ve, por qué los aviones no tienen
Ruedas debajo de pontones para poder aterrizar y despegar en el agua? Etc., etc., etc.

Me contestaba con paciencia. Recuerdo viajes en tren o autobús sentado en las piernas de mi Padre haciéndole mil preguntas. Desafortunadamente, si le preguntaba algo a mama que No supiera contestar, inventaba cualquier respuesta con tal de hacerme callar en vez de decirme “No se” o “pregúntaselo a papá” o “vete al infierno de una ver por todas y dejame en paz.”

Cuando me contaba algún cuento y no me gustaba como terminaba, “Caperucita Roja” por Ejemplo, mi madre tenía que inventar un fin que me gustara mejor o aguantar un llanto
Interminable. Pobre madre. Inventar lo que a Danielito no le gustaba podía ser peligroso.
Recuerdo un día en el teatro viendo dibujos animados que me encantaban (y aun encantan).

El Pato Donald salió en una escena comiéndose un tremendo sándwich. Le dije a mamá que
Quería un sándwich igual. En vez de contestarme que no era un sándwich de verdad, o que me Llevarían a comer después del teatro (como de costumbre) se le ocurrió decirme que me
Lo iba a traer el Pato Donald al asiento. Cambio la escena y el Pato Donald salió sin el sándwich.


Se acabo el mundo. Empecé a chillar y llorar que el Pato Donald se comió mi sándwich.
Me había mentido y no me trajo el prometido sándwich. Eso era algo insoportable.
No hubo forma de consolarme o hacerme entender—ya tarde—que el Pato Donald también
Tenía hambre, que el sándwich era suyo y no mío, o que lo de la pantalla no era realidad.

Ardió Cristo. Se había comido el sándwich del nene el Pato Donald quien era (y es) mi favorito.
La traición de un ser querido así era inconcebible e insoportable. Me tuvieron que quitar del
Cine a grito pelado. No se me fue la pataleta por largo rato. Pero todo paso cuando mi querida Tía Nieves (una prima) me dio unas galletas marineras con mermelada más tarde en su casa.

Cuánta agua debajo del puente. Tus recuerdos como el humo en una placentera brisa ya se han Esparcido, son moléculas insubstanciales como estrellas en el cielo, que no pintan cuadros Coherentes. Una vida de conversaciones vitales vueltas a susurros de niños en una tormenta Tropical, impermisibles, insustanciales, solo un sueño que interrumpe una pesadilla eterna.

Así es tu vida hoy. Tu memoria fue siempre prodigiosa. Recordabas el nombre de todas las Personas que conociste en toda tu vida—y conversaciones enteras palabra por palabra.
Con solo tres años de escuela, te fuiste por el mundo rompiendo paso y aprendiste a leer y
Escribir ya después de os 16 años en una ciudad adoptiva. Te fue más que suficiente tu estudio.

Siempre dije que eras mucho mejor escritora que yo. Cuantas excelentes novelas u obras de Teatro y poesía hubieras escribido tú con la mitad de mi educación y el triple de trabajo?  
No ay justicia en este mundo. Por qué le da Dios pan a quien no tiene dientes? Tú prodigiosa Memoria no te permite ya que me reconozcas. Fui la última persona que olvidaste.

Pero aun ahora que ya no puedes tener una conversación normal en ningún idioma,
Alguna vez te brillan los ojos y me llamas “neniño” y sé que por un instante no estás ya sola.
Pero pronto se apaga esa luz y vuelve la oscuridad. Solo te puedo ver unas horas un día a la Semana. Las circunstancias de mi vida no me dejan otra mejor opción.

Algún día no tendré ni siquiera la oportunidad de compartir unas horas contigo. No tendrás
Monumento alguno salvo en mis recuerdos mientras me quede uso de razón. Toda una
Vida de incalculable sacrificio de la cual solo dejarás el más pobre rasgo viviente del amor
De tu único hijo quien no tiene palabras para honrarte adecuadamente ni nunca las tendrá.


*          *          *

Ya llegó ese día, demasiado pronto. Octubre 11, 2018. Llegó la llamada a las 03:30 horas,
Una o dos horas después de haber quedado yo dormido. Te trataron de resucitar en vano.
No habría ya mas oportunidades de decirte te quiero, de acariciar tus manos y cara,
De cantarte al oído, de poner crema en tus manos, de anhelar que esta semana me recordaras.

De contarte acontecimientos de seres queridos, a quien vi, que me dijeron, quien pregunto
Por ti, ni de rezar por ti o de pedirte si me dabas un besito poniendo mi mejilla cerca de tus Labios y del placer cuando respondías dándome muchos besitos. Cuando no me respondías,
Lo mas probable estos últimos muchos meses, te decía, “Bueno la próxima vez.”

Siempre al despedirme te daba un besito por Alice y un abrazo que siempre te mandaba,
Y tres besitos en tu frente de parte de papa (siempre te daba tres juntos), y uno mío. Te
Dejaba la tele prendida en un canal sin volumen que mostrara movimiento. Y en lo posible
Esperaba que quedaras con los ojos cerrados antes de marchar.

Se acabó el tiempo. No hay mas prorroga. Mis oraciones cambian de pedir que Dios te proteja
Y que por Su Gracia puedas sanar un poquito día a día a que Dios guarde tu alma y la de papá y
Permita que descansen en paz en Su reino. Te hecho mucho de menos ya, como a papá, y lo
Haré mientras viva y Dios me permita uso de razón. No sabia lo que es estar solo. Ahora si lo se.

Cuatro años viendo tu deslumbrante luz reducirse a una vela temblando en a oscuridad.
Cuatro años temiendo que te dieras cuenta de tu situación.
Cuatro años rogando que no tuvieras dolor, tristeza o soledad.
Cuatro años y sin aprender como decirte adiós. El resto de mi vida esperando verte otra vez.

Te quiero con todo mi corazón siempre y para siempre, mamá. Descansa en Paz.
You can hear all six of my Unsung Heroes poems read by me in my podcasts at https://open.spotify.com/show/1zgnkuAIVJaQ0Gb6pOfQOH. (plus much more of my fiction, non-fiction and poetry in English and Spanish)
Hermosa como la estrella
De la alborada de mayo
Fue en Méjico hará dos siglos
Doña Ana María de Castro.

Ninguna logró excederle
En la elegancia y el garbo
Ni en los muchos atractivos
De su afable y fino trato.

Sus maneras insinuantes,
Su genio jovial y franco,
Su lenguaje clara muestra
De su instrucción y su rango:

Su talle esbelto y flexible,
Sus ojos como dos astros
Y las riquísimas joyas,
Con que esmaltó sus encantos.

La hicieron en todo tiempo
La más bella en el teatro,
La mejor por sus hechizos,
La primera en los aplausos.

Los atronadores vivas,
Los gritos del entusiasmo
Siempre oyó, noche por noche,
Al pisar el escenario.

En canciones, en comedias,
En sacramentales autos,
Ninguna le excedió en gracia,
Ni le disputó los lauros.

Doña Ana entre bastidores
Era de orgullo tan alto,
Que a todos sus compañeros
Trató como a sus lacayos.

Las maliciosas hablillas,
Los terribles comentarios,
Los epigramas agudos
Y los rumores más falsos,

Siempre tuvieron origen
Según el vulgo, en su cuarto,
Centro fijo en cada noche
De los jóvenes más guapos.

Allí en torno de una mesa
Se charlaba sin descanso,
Sin escrúpulos ni coto
De lo bueno y de lo malo.

Si la gazmoña chicuela
Del marqués, ama a Fulano,
Y si éste le guiña el ojo
Escondido en algún palco;

Si la esposa de un marino
Mira con afán extraño
Al alabardero Azunza
Que de algún noble está al lado;

Si el Virrey fijó sus ojos
Con interés en el patio,
Como en busca de un amigo
Que subiera a acompañarlo,

Sobre el último alboroto
De tal calle y de tal barrio
Con alguaciles, corchetes
Mujerzuelas y soldados

La actriz, risueña y festiva
Oyendo tales relatos,
A todos daba respuestas
Como experta en cada caso.

Algunos por conquistarse
Su pasión más que su agrado,
Sin lograr sus esperanzas
Grandes sumas se gastaron;

Otros con menos fortuna
Sólo anhelaban su trato
Viviendo como satélites
En derredor de aquel astro.

Ana, radiante de gloria,
Miraba con desenfado
A los opulentos nobles
Que eclipsara con su encanto.

Y en la sociedad más alta
Censuraban su descaro
Creyéndola una perdida,
Foco de vicios y escándalos.

Mas no hay crónica que ponga
Tan duros juicios en claro,
Ni nos diga que a ninguno
Se rindió por los regalos.

Ella protegió conquistas
De sus amigos más francos,
Y quizá empujó al abismo
A los galanes incautos.

Astuta e inteligente
Guardó en su amor tal recato
Que tan valioso secreto
No han descubierto los años.

Se habla de un Virrey
Que estuvo de doña Ana enamorado,
Mas la historia no lo afirma
Ni puedo yo asegurarlo.

Mujer hermosa y ardiente,
De genio y en el teatro,
Por la calumnia y la envidia
Tuvo medidos sus pasos.
Por sabias disposiciones
Dictadas con gran acierto
Las actrices habitaban
Muy cerca del coliseo.

Este se alzó por entonces
Entre el callejón estrecho
Que del Espíritu Santo
Llamamos en nuestro tiempo,

Y la calle de la Acequia,
En los solares extensos
Que hoy las gentes denominan
Calle del Coliseo Viejo.

Y cerca, en vecina calle,
Que por tener un colegio
Destinado a las doncellas
«De las niñas» llama el pueblo,

Las artistas del teatro
Buscaron sus aposentos,
Y de las Damas llamóse
A tal motivo aludiendo.

Una noche gran tumulto
Turbó del barrio el sosiego,
A los más graves vecinos
Levantando de sus lechos;

Los jóvenes elegantes
Formando corrillo inmenso,
Seguidos de gente alegre
Y poco amiga del sueño,

A la puerta de una casa
Su carrera detuvieron
Acompañando sus trovas
Con sonoros instrumentos

-«Serenata a la de Castro»,
Dijo al mirarlos un viejo.
-¿Y por qué así la celebran?
Preguntó un mozo indiscreto.

-¡Cómo por qué! dijo alguno;
El Virrey loco se ha vuelto
Y prendado de la dama
Ordena tales festejos.

-¿El Virrey?-Así lo dicen.
-¡El Virrey! -Ni más ni menos;
Y allí cantan edecanes,
Corchetes y alabarderos.
-¿Será posible ?
-Miradlos...
-¡Qué locuras!
-Y ¡qué tiempos!
-Los oidores están sordos.
-Al menos están durmiendo.
-¡Turbar en tan altas horas
La soledad y el silencio!
¡Y alarmar a los que viven
Con recato en los conventos!

-¡Y por una mujerzuela!
-¡Una farsanta que ha puesto,
Como a Job, a tantos ricos
Que están limosna pidiendo!

-¿Y la Inquisición? -Se calla.
-¿Y la mitra? -¿Y el Gobierno?
-Doña Ana domina a todos
Con su horrible desenfreno.

-¿Y es hermosa? -Cual ninguna.
-¿Joven? -¡Y de gran talento!
-Y con dos ojos que vierten
Las llamas del mismo infierno.

-Con razón con sus hechizos
Vuelve locos a los viejos.
-El Virrey no es un anciano.
-Ni tampoco un arrapiezo.

-Pero escuchad lo que dicen
Cantando esos bullangueros.
-Es el descaro más grande
Tal cosa decir en verso.

Y al compás de la guitarra
Vibraba claro el acento
De un doncel que así decía
En obscura capa envuelto:

-«¡Sal a tu balcón, señora,
Que por mirarte me muero,
Piensa en que por ver tus gracias
El trono y la corte dejo».

-Más claro no canta un gallo.
-Y todos lo estáis oyendo.
El Virrey deja su trono
Por buscar a la... ¡Silencio!

-¡Cómo está la Nueva España!
-¡Pobre colonia! -Me atrevo
A decir que no se ha visto
Cosa igual en todo el reino.

Y los del corro cantaban,
Y al fin todos aplaudieron
Al mirar que la de Castro
A su balcón salió luego.

-«¡Vivan la luz y la gracia,
La sandunga y el salero!»
-«Ya asomó el sol en oriente».
-«¡Ya el alba tiñó los cielos!»

Y doña Ana agradecida
Buscando a todos un premio,
Llevó la mano a los labios
Y al grupo le arrojó un beso.

Creció el escándalo entonces
Rayó en locura el contento
Y volaron por los aires
Las capas y los sombreros,

Cerró su balcón la dama,
Apagáronse los ecos,
Dispersáronse las gentes
Y todo quedó en silencio
Con grande asombro se supo,
Trascurridas dos semanas
Desde aquella escandalosa
Aunque alegre serenata,

Que las glorias de la escena,
Los laureles de la fama,
El brillo y los oropeles
De la carrera dramática,

Por inexplicable cambio,
Por repentina mudanza,
Sin reserva y sin esfuerzo
Todo dejaba doña Ana.

Y alguno de los que saben
Cuanto en los hogares pasa
Y que exploran con cautela
Los secretos de las almas,

Dijo a todos los amigos
De artista tan celebrada
Que un sermón del Viernes Santo
Era de todo la causa.

El padre Matías Conchoso,
Cuya elocuente palabra
Los más duros corazones
Convirtiera en cera blanda,

Al ver entre su auditorio
A tan arrogante dama
Atrayéndose en el templo
De los hombres las miradas,

Habló de lo falso y breves
Que son las glorias mundanas;
De los mortales pecados
De los que viven en farsas;

De los escándalos graves
Que a la sociedad alarma
Cuando una actriz sin recato
Incautos pechos inflama;

Y con tan vivos colores
Pintó la muerte y sus ansias
Y al infierno perdurable
Que al pecador se prepara;

Que la de Castro, temblando,
Cayó al punto desmayada
Con el hechicero rostro
Bañado en ardientes lágrimas.

Sacáronla de aquel templo,
Condujéronla a su casa,
Y temiendo que muriera
Fueron a sacramentarla.

Cuando cesaron sus males,
Y estuvo en su juicio y sana,
En señal de penitencia
Resolvió dejar las tablas;

Y vendió trajes y joyas;
Y las sumas que dejaran
Se las entregó a la Iglesia
De su nuevo voto en aras.

Entró después de novicia
Y su conducta sin mancha
Y su piedad y su empeño
Por vivir estando en gracia,

Abreviaron sus afanes,
La dieron consuelo y calma
Y tomó el hábito y nunca
El mundo volvió a mirarla.

Fueron tales sus virtudes
Y sus hechos de enclaustrada,
Que cuentan los que lo saben
Que murió en olor de santa.

Por muchos años miróse
La celda pequeña y blanca
Que ocupó en Regina Coeli
La memorable doña Ana.

Y aun se conservan los muros
De la antigua estrecha casa
En que vivió aquella artista
En la «Calle de las Damas».

Pasó, dejando animosa
Riqueza, aplausos y fama,
Del escenario a la celda
¡Por la salvación del alma!
Sining ang gagawing prayoridad
Museo’t teatro sa lahat ng barangay
Musika, iskultura, pagpipinta, literatura uunlad
Tatatak ang dilaw bilang pambansang kulay.

-01/04/2015
(Dumarao)
*Pinuno Namin sa Panahong Ginto Collection
My Poem No. 304
trestrece May 2014
Hoy me di cuenta de que todos somos un horrible cliché. Que más que interactuar y aplicar papeles y máscaras con el mundo que nos rodea, sobreactuamos, somos farsantes. Ya nadie nos cree. Ni nosotros mismos ni nuestros mejores amigos. Estamos solos y exageramos. Nos convertimos en bufones de los otros y ellos de nosotros. Que lento, que estúpido, que patéticos.

Hoy me di cuenta de que aquellos que parecían gentiles, amables y chamanes se han perdido, se han ido. Se han convertido en malabarismo de onomatopeyas, en cacofonías de libertad artificial. Hoy me di cuenta de que perdí el respeto por lo que creía superior a mí y que tal vez en mi ego, en mi megalomanía, he superado al maestro.

Me han aburrido los grandes sabios del mundo. Todo aquel jurando que la verdad está en sus palabras y en un video bonito. En la prepotencia de la única razón, ortodoxa falsificación de poder. ¿Cuánto tiempo no preví esta charlatanería? Y los idiotas, al final han tenido la razón, la que no quisimos ver. Años pasaron desde mi encuentro con los falsos trogloditas borgianos; ahora me arrepiento de no haber prestado más atención.

Siempre uno cerca de la muerte aprende y recuerda algo. Epifanías de cincuenta centavos y hierbas toqueteadas por el kitsch y el sinsabor viejo de un hierbero, de una calabaza de mate sin un cebador profesional. ¿Cuántos años, siglos, nos hemos tardado en psicologizar a los perros? El epítome del ser humano: sanar el ánima animal.

Pretendemos que lo que hacemos es original y pretendemos crear rupturas en la conciencia pública. Nosotros no somos Hakim Bey y mucho menos agentes del caos. Somos pretensiones de unicidad que cansan al hablar. Somos odio e indiferencia entre protagonistas de cada película hedonista. Nadie será trastornado por una belleza brutal más que tu falsa autoestima.

He prometido a la virgen, exvoto tras milagros que creo sentir. Mater dolorosa, he visto tanto mal… He hecho tanto mal. ¡Que ignorancia la tolerancia! Sentirse humilde ante falsos profetas ha sido el peor de mis pecados, jamás miré de donde aparecía la paloma blanca. Caí muy bajo y al parecer es tarde para rectificar. ¿Será este el punto donde vi o veré la luz? ¿Habrá más allá después del inicio de semana? ¿Habrá amor? ¿Habrá algo más que esta triste apuesta con convicción de orador?

Pretensiones de Gingsberg y actores sobrevalorados por bellas sonrisas. Interpretaciones de aquello que se cree pretender, ni siquiera ser. Pero siempre, el bueno de la película. Yo prefiero a las locas y las putas que la doble moral del cínico con cara de ángel cocainómano. Yo prefiero aquella de la infección vaginal y la tristeza embarrada en el cuello. Yo prefiero al homosexual de closet que ama con pasión, y las lesbianas cristianas que se rasuran las axilas para encajar socialmente en la bella estética de portería, de revista “Teen Sport”, Sport Spice, Pepsi y futbol. Latinismos a la Salma Hayek y relojería armamentista.

Prefiero movimientos involuntarios y errores. Perder la conciencia para saber que se ha perdido todo, que solo quedan las buenas noticias debajo de la bata de un hospital, con el culo al aire y los tubos controlando tu cuerpo. Viajar no me sirve de nada si no huyo de los fantasmas, si revivo miradas de comadrejas y camaradas que piensan que el arte, la poesía y el comunismo salvarán de alguna manera y desde su liderazgo al mundo; y sobre todo, que todo debe ser como ellos crean que sea.

****: se dice “natzi” no “nasi”. Los alemanes y franceses son sensuales al hablar español. Pronunciando la “r” como un bello gargajo. Escupitajo en retretes de ideología escatológica. Jedis con obesidad exógena frenan el movimiento cerebral. Cefaleas de obscuridad y lipotimias que me recuerdan rasguños antiguos. Cicatrices de épocas salvajes.

Marchas de vaginas violentadas, liberadas y repletas de castigos divinos. Y tú, tú apenas eres un recuerdo forzoso. Una brisa con leve olor a meados. A triste esperanza de poeta maldito, que los reblogs de una página le recuerdan el pesar. Diálogos žižekianos preparados para impresionar hipsters. Lo posmoderno de un Manchester tercermundista y la bicicleta como justificación, como disfraz del ñoño, de aquel que sabe pero que igual es un loco con miedo y visiones conspiranoicas; con tanta incapacidad, con tanta tristeza y miedo a morir como cualquier otro animal.

Goffman se quedó corto, jamás miró Marimar; jamás tuvo perfil en Facebook, blog, ni presentó a Lady Gaga en los MTV. Vestidos de carne, así se describe el género humano: todos somos un artista pop. Preguntas perfectas para congresos de embaucadores, de gitanos sociales. De adivinos de tres pesos con beca del FONCA.

¿Enserio a los 30 años y dándote cuenta de la doble moral mexicana, renegando con cicatrices en las muñecas? ¿Cómo no me di cuenta antes de que lo que buscaba no estaba en este teatro? Cuanta pérdida de tiempo, cuánto desperdicié con sofistas y feministas que reúnen redes pro-ana en la clandestinidad de la diarrea polifacética y políticamente correcta.

Una de esas florecitas que creía solo crecían en mi pueblo, me cansas pequeña. Prefiero las sonrisas tachadas y los ojos cansados del escritor que juega billar. Poco tiene sentido y poco hay que hacer. He perdido el deseo de convivir con esta sociedad más no las ganas de estar vivo.
(bad) trip | 2012 | guadalajara | 313
Cuando fue el bravo Guerrero
Presidente, yo era un chico
Y en aquel tiempo a Tampico
Llegó un general ibero.
¿Barradas?
...Justo; esto es;
Barradas precisamente
Queriendo, audaz y valiente,
Ser un nuevo Hernán Cortés.
Entonces, sólo al decir
Que extraña tropa llegaba
El Gobierno ya miraba
Enlutado el porvenir.
Y por prudencia o temor
Cesaban goces y fiestas,
Haciéndole mil protestas
A cualquier embajador.
Barradas, bravo y experto,
Vencer a Méjico anhela
Y entra altivo a toda vela,
Como virrey frente al puerto.
Santa-Anna, a la patria fiel,
Tan audaz como animoso
Derrotó al jefe ambicioso
Ganando eterno laurel.
Fue una derrota ejemplar
Que no olvidará la Historia
Pues allí alcanzó la gloria
De hacerlo capitular.
En Méjico ¡Qué ansiedad
Por saber el resultado!
Estaba en completo estado
De agitación la ciudad.
Una noche, a ver un drama
Guerrero fue al Coliseo,
Un teatro tosco y feo
Que «Principal» se le llama.
Llegado el acto tercero,
Ve con asombro la gente
Que al palco del Presidente,
Entra, con traje de cuero,
Un hombre y le da un papel;
Guerrero al leerlo llora;
Y el público en esa hora,
Enternecido como él,
Presiente lo que le avisa
Al Presidente el pliego
Y queda mudo, en sosiego,
Entre lágrimas y risa.
Cuando acabó de leer
Guerrero, se levantó
De su asiento y así habló
Sin poderse contener:
«Si con frases no me explico,
El llanto lo hará por mí...
¡Me comunican aquí
La victoria de Tampico...!
Vencido está el jefe ibero,
Santa-Anna lo derrotó...»
Y un gran grito resonó:
«¡Vivan Santa-Anna y Guerrero!»
Guerrero con alegría,
Dijo enseñando leal
La faja de general
Que en la cintura tenía:
«Mando al brigadier Santa-Anna,
Esta faja, no os asombre,
Para que la porte en nombre
De la Nación Mejicana».
Volvió el público a gritar
Nuevos vivas y a aplaudir,
En unos era el reír,
En otros era el llorar
Y no hay mármoles ni bronces,
Ni existen tinta y color,
Que puedan pintar, señor,
El patriotismo de entonces.
Tu buena memoria pasma
A cualquiera, mi sargento,
Tu relato da contento,
Enardece y entusiasma.
Cuando el teatro dejaron
Todos con gran ansiedad,
¿Sabéis lo que en la ciudad
Con asombro contemplaron?
Adornadas con festones
Todas las casas vecinas,
Con faroles y cortinas
En cornisas y balcones;
Sobre las torres bermejas
De los vetustos conventos,
Gallardetes, ornamentos,
Guirnaldas y candilejas.
Las calles... ¡que animación!
Las gentes si se encontraban,
Entusiastas se abrazaban
Con lágrimas de emoción.
No se escuchaba un reproche,
Todo era franco y sincero,
Que estaba Méjico entero
De triunfo en aquella noche.
¡Y todos los mejicanos
Que un mismo placer sentían,
Entonces sí se querían
Como si fuesen hermanos...!
Me enternezco cuando pienso
En esto, porque señor,
No he visto un modo mejor
De dar a un bravo un ascenso,
Ni un modo más natural,
Más franco y más elocuente
De expresar públicamente
El contento nacional.
Glorias del pasado son,
¡Mas para un viejo soldado,
Esas glorias del pasado
Dan vida a su corazón...!
La hora se vacía.
Me cansa el libro y lo cierro.
Miro, sin mirar, por la ventana.
Me espían mis pensamientos.
                                                        Pienso que no pienso.
Alguien, al otro lado, abre una puerta.
Tal vez, tras esa puerta,
no hay otro lado.
                                  Pasos en el pasillo.
Pasos de nadie: es sólo el aire
buscando su camino.
                                        Nunca sabemos
si entramos o salimos.
                                          Yo, sin moverme,
también busco -no mi camino:
el rastro de los pasos
que por años diezmados me han traído
a este instante sin nombre, sin cara.
Sin cara, sin nombre.
                                      Hora deshabitada.
La mesa, el libro, la ventana:
cada cosa es irrefutable.
                                              Sí,
la realidad es real.
                                  Y flota
-enorme, sólida, palpable-
sobre este instante hueco.
                                              La realidad
está al borde del hoyo siempre.
Pienso que no pienso.
                                        Me confundo
con el aire que anda en el pasillo.
El aire sin cara, sin nombre.

Sin nombre, sin cara,
sin decir: he llegado,
                                      llega.
Interminablemente está llegando,
inminencia  que se desvanece
en un aquí mismo
     
                          más allá siempre.
Un siempre nunca.
                                  Presencia sin sombra,
disipación de las presencias,
Señora de las reticencias
que dice todo cuando dice nada,
Señora sin nombre, sin cara.

Sin cara, sin nombre:
miro
        -sin mirar;
pienso
                -y me despueblo.
Es obsceno,
dije en una hora como ésta,
morir en su cama.
                                Me arrepiento:
no quiero muerte de fuera,
quiero morir sabiendo que muero.
Este siglo está poseído.
En su frente, signo y clavo,
arde una idea fija:
todos los días nos sirve
el mismo plato de sangre.
En una esquina cualquiera
-justo, onmisciente y armado-
aguarda el dogmático sin cara, sin nombre.

Sin nombre, sin cara:
la muerte que yo quiero
lleva mi nombre,
                                  tiene mi cara.

Es mi espejo y es mi sombra,
la voz sin sonido que dice mi nombre,
la oreja que escucha cuando callo,
la pared impalpable que me cierra el paso,
el piso que de pronto se abre.
Es mi creación y soy su criatura.
Poco a poco, sin saber lo que hago,
la esculpo, escultura de aire.
Pero no la toco, pero no me habla.
Todavía no aprendo a ver,
en la cara del muerto, mi cara.
Con la cabeza lo sabía,
no con saber de sangre:
es un acorde ser y otro acorde no ser.
La misma vibración, el mismo instante
ya sin nombre, sin cara.
                                      El tiempo,
que se come las caras y los nombres,
a sí mismo se come.
El tiempo es una máscara sin cara.

No me enseñó a morir el Buda.
Nos dijo que las caras se disipan
y sonido vacío son los nombres.
Pero al morir tenemos una cara,
morimos con un nombre.
En la frontera cenicienta
¿quién abrirá mis ojos?
Vuelvo a mis escrituras,
al libro del hidalgo mal leído
en una adolescencia soleada,
con brutales violencias compartida:
el llano acuchillado,
las peleas del viento con el polvo,
el pirú, surtidor verde de sombra,
el testuz obstinado de la sierra
contra la nube encinta de quimeras,
la rigurosa luz que parte y distribuye
el cuerpo vivo del espacio:
geometría y sacrificio.

Yo me abismaba en mi lectura
rodeado de prodigios y desastres:
al sur los dos volcanes
hechos de tiempo, nieve y lejanía;
sobre las páginas de piedra
los caracteres bárbaros del fuego;
las terrazas del vértigo;
los cerros casi azules apenas dibujados
con manos impalpables por el aire;
el mediodía imaginero
que todo lo que toca hace escultura
y las distancias donde el ojo aprende
los oficios de pájaro y arquitecto-poeta.

Altiplano, terraza del zodíaco,
circo del sol y sus planetas,
espejo de la luna,
alta marea vuelta piedra,
inmensidad escalonada
que sube apenas luz la madrugada
y desciende la grave anochecida,
jardín de lava, casa de los ecos,
tambor del trueno, caracol del viento,
teatro de la lluvia,
hangar de nubes, palomar de estrellas.

Giran las estaciones y los días,
giran los cielos, rápidos o lentos,
las fábulas errantes de las nubes,
campos de juego y campos de batalla
de inestables naciones de reflejos,
reinos de viento que disipa el viento:
en los días serenos el espacio palpita,
los sonidos son cuerpos transparentes,
los ecos son visibles, se oyen los silencios.
Manantial de presencias,
el día fluye desvanecido en sus ficciones.

En los llanos el polvo está dormido.
Huesos de siglos por el sol molidos,
tiempo hecho sed y luz, polvo fantasma
que se levanta de su lecho pétreo
en pardas y rojizas espirales,
polvo danzante enmascarado
bajo los domos diáfanos del cielo.
Eternidades de un instante,
eternidades suficientes,
vastas pausas sin tiempo:
cada hora es palpable,
las formas piensan, la quietud es danza.

Páginas más vividas que leídas
en las tardes fluviales:
el horizonte fijo y cambiante;
el temporal que se despeña, cárdeno,
desde el Ajusco por los llanos
con un ruido de piedras y pezuñas
resuelto en un pacífico oleaje;
los pies descalzos de la lluvia
sobre aquel patio de ladrillos rojos;
la buganvilla en el jardín decrépito,
morada vehemencia…
Mis sentidos en guerra con el mundo:
fue frágil armisticio la lectura.

Inventa la memoria otro presente.
Así me inventa.
                              Se confunde
el hoy con lo vivido.
Con los ojos cerrados leo el libro:
al regresar del desvarío
el hidalgo a su nombre regresa y se contempla
en el agua estancada de un instante sin tiempo.
Despunta, sol dudoso,
entre la niebla del espejo, un rostro.
Es la cara del muerto.
                                        En tales trances,
dice, no ha de burlar al alma el hombre.
Y se mira a la cara:
                                    deshielo de reflejos.No he sido Don Quijote,
no deshice ningún entuerto
                                                  (aunque a veces
me han apedreado los galeotes)
                                                            pero quiero,
como él, morir con los ojos abiertos.
                                                                    Morir
sabiendo que morir es regresar
adonde no sabemos,
                                        adonde,
sin esperanza, lo esperamos.
                                                      Morir
reconciliado con los tres tiempos
y las cinco direcciones,
                                            el alma
-o lo que así llamamos-
vuelta una transparencia.
                                                Pido
no la iluminación:
                                  abrir los ojos,
mirar, tocar al mundo
con mirada de sol que se retira;
pido ser la quietud del vértigo,
la conciencia del tiempo
apenas lo que dura un parpadeo
del ánima sitiada;
                                  pido
frente a la tos, el vómito, la mueca,
ser día despejado,
                                  luz mojada
sobre tierra recién llovida
y que tu voz, mujer, sobre mi frente sea
el manso soliloquio de algún río;
pido ser breve centelleo,
repentina fijeza de un reflejo
sobre el oleaje de esa hora:
memoria y olvido,
                                    al fin,
una misma claridad instantánea.
He abierto la ventana. Entra sin hacer ruido
(afuera deja sus constelaciones).
«Buenas noches, Noche».
Pasa las páginas de sombra
en las que todo está ya escrito.
Viene a pedirme cuentas.

«Salí al rayar el alba -digo-.
Lamía el sol las paredes leprosas
Olía a vino, a miel, a jara»
(Deslumbrada por tanta claridad
ha entornado los ojos).
La llevan mis palabras por calles, ascuas, no lo sé:
oye la plata de las campanadas.
Ante la puerta de la iglesia
me callo, me detengo -entraría conmigo-
si yo no me callase, si no me detuviera-;
yo sé bien lo que quiere la Noche;
lo de todas las noches;
si no, por qué habría venido.

Ya mi memoria no es lo que era. En la misa del alba
no dije Agnus Dei qui tollis pecata mundi,
sino que dije Marta Dei  (ella también es cordero de Dios
que quita mis pecados del mundo).
La noche no podría comprenderlo,
y qué decirle, y cómo, para que lo entendiese.

No me pregunta nada la Noche,
no me pregunta nada. Ella lo sabe todo
antes que yo lo diga, antes que yo lo sepa.
Ella ha oído esos versos
que se escupen de boca en boca, versos
de un malaleche del Andalucía
al que otro malaleche de solar montañés
llamara «capellán del rey de bastos»
en los que se hace mofa de mí y de Marta,
amor mío, resumen de todos mis amores:
Dicho me han por una carta
que es tu cómica persona
sobre los manteles, mona
y entre las sábanas, Marta.
qué sabrá ese tahúr, ese amargado
lo que es amor.
La Noche trae entre los pliegues de su toga
un polvillo de música, como el del ala de la mariposa.
Una música hilada en la vihuela
del maestro del danzar, nuestro vecino.
En la cocina estará escuchando Marta;
danzará, mientras barre el suelo que no ve,
manchado de ceniza, de aroma, de trigo candeal,
de jazmines, de estrellas, de papeles rompidos.
Danza y barra Marta.

Pido a la Noche que se vaya. Hasta mañana, Noche.
Déjame que descanse. Cuando amanezca regaré el jardín,
saldré después a decir misa.
-Deus meus, Deus meus, quare tristis est amina mea-
luego volveré a casa, terminaré una epístola en tercetos
escribiré unas hojas
de la comedia que encargaron unos representantes.
Que las cosas no marchan bien en el teatro,
y uno no puede dormirse en los laureles.

Hasta mañana, Noche.
Tengo que dar la cena a Marta,
asearla, peinarla (ella no vive ya en el mundo nuestro),
cuidar que no alborote mis papeles,
que no apuñale las paredes con mis plumas
mis bien cortadas plumas,
tengo que confesarla. «Padre, vivo en pecado»
(no sabe que el pecado es de los dos),
y dirá luego: «Lope, quiero morirme»
(y qué sucedería si yo muriese antes que ella).
Ego te absolvo.

Y luego, sosegada, le contaré, para dormirla,
aventuras de olas, de galeones, de arcabuces, de rumbos marinos,
de lugares vividos y soñados: de lo que fue
y que no fue y que pudo ser mi vida.
Abre tus ojos verdes, Marta, que quiero oír el mar.
¡Oh corvas almas, oh facinorosos
espíritus furiosos!
¡Oh varios pensamientos insolentes,
deseos delincuentes,
cargados sí, mas nunca satisfechos;
alguna vez cansados,
ninguna arrepentidos,
en la copia crecidos,
y en la necesidad desesperados!
De vuestra vanidad, de vuestro vuelo,
¿qué abismo está ignorado?
Todos los senos que la tierra calla,
las llanuras que borra el Oceano
y los retiramientos de la noche,
de que no ha dado el sol noticia al día,
los sabe la codicia del tirano.
Ni horror, ni religión, ni piedad, juntos,
defienden de los vivos los difuntos.
A las cenizas y a los huesos llega,
palpando miedos, la avaricia ciega.
Ni la pluma a las aves,
ni la garra a las fieras,
ni en los golfos del mar, ni en las riberas
el callado nadar del pez de plata,
les puede defender del apetito;
y el orbe, que infinito
a la navegación nos parecía,
es ya corto distrito
para las diligencias de la gula,
pues de esotros sentidos acumula
el vasallaje, y ella se levanta
con cuanto patrimonio
tienen, y los confunde en la garganta.
Y antes que las desórdenes del vientre
satisfagan sus ímpetus violentos,
yermos han de quedar los elementos,
para que el orbe en sus angustias entre.
Tú, Clito, entretenida, mas no llena,
honesta vida gastarás contigo;
que no teme la invidia por testigo,
con pobreza decente, fácil cena.
Más flaco estará, ¡oh Clito!,
pero estará más sano,
el cuerpo desmayado que el ahíto;
y en la escuela divina,
el ayuno se llama medicina,
y esotro, enfermedad, culpa y delito.
El hombre, de las piedras descendiente
(¡dura generación, duro linaje!),
osó vestir las plumas;
osó tratar, ardiente,
las líquidas veredas; hizo ultraje
al gobierno de Eolo;
desvaneció su presunción Apolo,
y en teatro de espumas,
su vuelo desatado,
yace el nombre y el cuerpo justiciado,
y navegan sus plumas.
Tal has de padecer, Clito, si subes
a competir lugares con las nubes.
De metal fue el primero
que al mar hizo guadaña de la muerte:
con tres cercos de acero
el corazón humano desmentía.
Éste, con velas cóncavas, con remos,
(¡oh muerte!, ¡oh mercancía!),
unió climas extremos;
y rotos de la tierra
los sagrados confines,
nos enseñó, con máquinas tan fieras,
a juntar las riberas;
y de un leño, que el céfiro se sorbe,
fabricó pasadizo a todo el orbe,
adiestrando el error de su camino
en las señas que hace, enamorada,
la piedra imán al Norte,
de quien, amante, quiere ser consorte,
sin advertir que, cuando ve la estrella,
desvarían los éxtasis en ella.
Clito, desde la orilla
navega con la vista el Oceano:
óyele ronco, atiéndele tirano,
y no dejes la choza por la quilla;
pues son las almas que respira Tracia
y las iras del Noto,
muerte en el Ponto, música en el soto.
Profanó la razón, y disfamóla,
mecánica codicia diligente,
pues al robo de Oriente destinada,
y al despojo precioso de Occidente,
la vela desatada,
el remo sacudido,
de más riesgos que ondas impelido,
de Aquilón enojado,
siempre de invierno y noche acompañado,
del mar impetüoso
(que tal vez justifica el codicioso)
padeció la violencia,
lamentó la inclemencia,
y por fuerza piadoso,
a cuantos votos dedicaba a gritos,
previno en la bonanza
otros tantos delitos,
con la esperanza contra la esperanza.
Éste, al sol y a la luna,
que imperio dan, y templo, a la Fortuna,
examinando rumbos y concetos,
por saber los secretos
de la primera madre
que nos sustenta y cría,
de ella hizo miserable anatomía.
Despedazóla el pecho,
rompióle las entrañas,
desangróle las venas
que de estimado horror estaban llenas;
los claustros de la muerte,
duro, solicitó con hierro fuerte.
¿Y espantará que tiemble algunas veces,
siendo madre y robada
del parto, a cuanto vive, preferido?
No des la culpa al viento detenido,
ni al mar por proceloso:
de ti tiembla tu madre, codicioso.
Juntas grande tesoro,
y en Potosí y en Lima
ganas jornal al cerro y a la sima.
Sacas al sueño, a la quietud, desvelo;
a la maldad, consuelo;
disculpa, a la traición; premio, a la culpa;
facilidad, al odio y la venganza,
y, en pálido color, verde esperanza,
y, debajo de llave,
pretendes, acuñados,
cerrar los dioses y guardar los hados,
siendo el oro tirano de buen nombre,
que siempre llega con la muerte al hombre;
mas nunca, si se advierte,
se llega con el hombre hasta la muerte.
Sembraste, ¡oh tú, opulento!, por los vasos,
con desvelos de la arte,
desprecios del metal rico, no escasos;
y en discordes balanzas,
la materia vencida,
vanamente podrás después preciarte
que induciste en la sed dos destemplanzas,
donde tercera, aún hoy, delicia alcanzas.
Y a la Naturaleza, pervertida
con las del tiempo intrépidas mudanzas,
transfiriendo al licor en el estío
prisión de invierno frío,
al brindis luego el apetito necio
del murrino y cristal creció ansí el precio:
que fue pompa y grandeza
disipar los tesoros
por cosa, ¡oh vicio ciego!,
que pudiese perderse toda, y luego.
Tú, Clito, en bien compuesta
pobreza, en paz honesta,
cuanto menos tuvieres,
desarmarás la mano a los placeres,
la malicia a la invidia,
a la vida el cuidado,
a la hermosura lazos,
a la muerte embarazos,
y en los trances postreros,
solicitud de amigos y herederos.
Deja en vida los bienes,
que te tienen, y juzgas que los tienes.
Y las últimas horas
serán en ti forzosas, no molestas,
y al dar la cuenta excusarás respuestas.
Fabrica el ambicioso
ya edificio, olvidado
del poder de los días;
y el palacio, crecido,
no quiere darse, no, por entendido
del paso de la edad sorda y ligera,
que, fugitiva, calla,
y en silencio mordaz, mal advertido,
digiere la muralla,
los alcázares lima,
y la vida del mundo, poco a poco,
o la enferma o lastima.
Los montes invencibles,
que la Naturaleza
eminentes crió para sí sola
(paréntesis de reinos y de imperios),
al hombre inaccesibles,
embarazando el suelo
con el horror de puntas desiguales,
que se oponen, erizo bronco, al cielo,
después que les sacó de sus entrañas
la avaricia, mostrándola a la tierra,
mentida en el color de los metales,
cruda y preciosa guerra,
osó la vanidad cortar sus cimas
y, desde las cervices,
hender a los peñascos las raíces;
y erudito ya el hierro,
porque el hombre acompañe
con magnífico adorno sus insultos,
los duros cerros adelgaza en bultos;
y viven los collados
en atrios y en alcázares cerrados,
que apenas los cubría
el campo eterno que camina el día.
Desarmaron la orilla,
desabrigaron valles y llanuras
y borraron del mar las señas duras;
y los que en pie estuvieron,
y eminentes rompieron
la fuerza de los golfos insolentes,
y fueron objeción, yertos y fríos,
de los atrevimientos de los ríos,
agora navegados,
escollos y collados,
los vemos en los pórticos sombríos,
mintiendo fuerzas y doblando pechos,
aun promontorios sustentar los techos.
Y el rústico linaje,
que fue de piedra dura,
vuelve otra vez viviente en escultura.
Tú, Clito, pues le debes
a la tierra ese vaso de tu vida,
en tan poca ceniza detenida,
y en cárceles tan frágiles y breves
hospedas alma eterna,
no presumas, ¡oh Clito!, oh, no presumas
que la del alma casa, tan moderna
y de tierra caduca,
viva mayor posada que ella vive,
pues que en horror la hospeda y la recibe.
No sirve lo que sobra,
y es grande acusación la grande obra;
sepultura imagina el aposento,
y el alto alcázar vano monumento.
Hoy al mundo fatiga,
hambrienta y con ojos desvelados,
la enfermedad antiga
que a todos los pecados
adelantó en el cielo su malicia,
en la parte mejor de su milicia.
Invidia, sin color y sin consuelo,
mancha primera que borró la vida
a la inocencia humana,
de la quietud y la verdad tirana;
furor envejecido,
del bien ajeno, por su mal, nacido;
veneno de los siglos, si se advierte,
y miserable causa de la muerte.
Este furor eterno,
con afrenta del sol, pobló el infierno,
y debe a sus intentos ciegos, vanos,
la desesperación sus ciudadanos.
Ésta previno, avara,
al hombre las espinas en la tierra,
y el pan, que le mantiene en esta guerra,
con sudor de sus manos y su cara.
Fue motín porfiado
en la progenie de Abraham eterna,
contra el padre del pueblo endurecido,
que dio por ellos el postrer gemido.
La invidia no combate
los muros de la tierra y mortal vida,
si bien la salud propria combatida
deja también; sólo pretende palma
de batir los alcázares de l'alma;
y antes que las entrañas
sientan su artillería,
aprisiona el discurso, si porfía.
Las distantes llanuras de la tierra
a dos hermanos fueron
angosto espacio para mucha guerra.
Y al que Naturaleza
hizo primero, pretendió por dolo
que la invidia mortal le hiciese solo.
Tú, Clito, doctrinado
del escarmiento amigo,
obediente a los doctos desengaños,
contarás tantas vidas como años;
y acertará mejor tu fantasía
si conoces que naces cada día.
Invidia los trabajos, no la gloria;
que ellos corrigen, y ella desvanece,
y no serás horror para la Historia,
que con sucesos de los reyes crece.
De los ajenos bienes
ten piedad, y temor de los que tienes;
goza la buena dicha con sospecha,
trata desconfiado la ventura,
y póstrate en la altura.
Y a las calamidades
invidia la humildad y las verdades,
y advierte que tal vez se justifica
la invidia en los mortales,
y sabe hacer un bien en tantos males:
culpa y castigo que tras sí se viene,
pues que consume al proprio que la tiene.
La grandeza invidiada,
la riqueza molesta y espiada,
el polvo cortesano,
el poder soberano,
asistido de penas y de enojos,
siempre tienen quejosos a los ojos,
amedrentado el sueño,
la consciencia con ceño,
la verdad acusada,
la mentira asistente,
miedo en la soledad, miedo en la gente,
la vida peligrosa,
la muerte apresurada y belicosa.
¡Cuán raros han bajado los tiranos,
delgadas sombras, a los reinos vanos
del silencio severo,
con muerte seca y con el cuerpo entero!
Y vio el yerno de Ceres
pocas veces llegar, hartos de vida,
los reyes sin veneno o sin herida.
Sábenlo bien aquellos
que de joyas y oro
ciñen medroso cerco a los cabellos.
Su dolencia mortal es su tesoro;
su pompa y su cuidado, sus legiones.
Y el que en la variedad de las naciones
se agrada más, y crece
los ambiciosos títulos profanos,
es, cuanto más se precia de monarca,
más ilustre desprecio de la Parca.
El africano duro
que en los Alpes vencer pudo el invierno,
y a la Naturaleza
de su alcázar mayor la fortaleza;
de quien, por darle paso al señorío,
la mitad de la vista cobró el frío,
en Canas, el furor de sus soldados,
con la sangre de venas consulares,
calentó los sembrados,
fue susto del imperio,
hízole ver la cara al captiverio,
dio noticia del miedo su osadía
a tanta presunción de monarquía.
Y peregrino, desterrado y preso
poco después por desdeñoso hado,
militó contra sí desesperado.
Y vengador de muertes y vitorias,
y no invidioso menos de sus glorias,
un anillo piadoso,
sin golpe ni herida,
más temor quitó en Roma que en él vida.
Y ya, en urna ignorada,
tan grande capitán y tanto miedo
peso serán apenas para un dedo.
Mario nos enseñó que los trofeos
llevan a las prisiones,
y que el triunfo que ordena la Fortuna,
tiene en Minturnas cerca la laguna.
Y si te acercas más a nuestros días,
¡oh Clito!, en las historias
verás, donde con sangre las memorias
no estuvieren borradas,
que de horrores manchadas
vidas tantas están esclarecidas,
que leerás más escándalos que vidas.
Id, pues, grandes señores,
a ser rumor del mundo;
y comprando la guerra,
fatigad la paciencia de la tierra,
provocad la impaciencia de los mares
con desatinos nuevos,
sólo por emular locos mancebos;
y a costa de prolija desventura,
será la aclamación de su locura.
Clito, quien no pretende levantarse
puede arrastrar, mas no precipitarse.
El bajel que navega
orilla, ni peligra ni se anega.
Cuando Jove se enoja soberano,
más cerca tiene el monte que no el llano,
y la encina en la cumbre
teme lo que desprecia la legumbre.
Lección te son las hojas,
y maestros las peñas.
Avergüénzate, ¡oh Clito!,
con alma racional y entendimiento,
que te pueda en España
llamar rudo discípulo una caña;
pues si no te moderas,
será de tus costumbres, a su modo,
verde reprehensión el campo todo.
Mientras comían juntos y distantes y tensos
ella muy lentamente y él como ensimismado
hablaban con medida y doble parsimonia
de temas importantes y de algunos quebrantos

entonces como siempre o como casi siempre
el desvelo social condujo a la cultura
así que por la noche se fueron al teatro
sin tocarse un ojal ni siquiera una uña

su sonrisa       la de ella
era como una oferta un anuncio un esbozo
su mirada       la de él
iba tomando nota de cómo eran sus ojos

y como a la salida soplaba un aire frío
y unos dedos muy blancos indefensos y tristes
apenas asomaban por las sandalias de ella
no hubo más remedio que entrar en un boliche

y ya que el camarero se demoraba tanto
llegaron cautelosos hasta la confidencia
extra seca y sin hielo por favor       y fumaron
y entre el humo el amor era un rostro en la niebla

en sus labios       los de él
el silencio era espera la noticia era el frío
en su casa       la de ella
halló café instantáneo y confianza y cobijo

una hora tan sólo de memoria y sondeos
hasta que sobrevino un silencio a dos voces
como cualquiera sabe en tales circunstancias
es arduo decir algo que realmente no sobre

él probó       sólo falta que me quede a dormir
y ella también probó       y por qué no te quedas
y él sin mirarla       no me lo digas dos veces
y ella en voz baja       bueno y por qué no te quedas

y sus labios       los de él
se quedaron gustosos a besar sin usura
sus pies fríos       los de ella
que eran sólo el comienzo de la noche desnuda

fueron investigando deshojando nombrando
proponiéndose metas       preguntando a los cuerpos
mientras la madrugada y los temas candentes
conciliaban el sueño que no durmieron ellos

quién hubiera previsto aquella tarde
que el amor ese célebre informal
se dedicara a ellos tan formales
Luna,
Piuma di cielo,
Cosi velina,
Arida,
Trasporti il murmure d'anime spoglie?

E alla pallida che diranno mai
Pipistrelli dai ruderi del teatro,
In sogno quelle capre,
E fra **** foglie come in fermo fumo
Con tutto il suo sgolarsi di cristallo
Un usignuolo?
Louise Sep 29
Kasabay ng iyong pagpikit
ay ang imbay ng aking katawan,
pag-alon ng mga balikat at pagkibit.
Kasabay ng iyong pagtalikod
ay akma akong aapak at papalakpak,
dahan-dahang papalapit sa entablado.
Kasabay ng iyong pagkukubli ng damdamin
ay ang pag-muwestra ng tadhana sa akin,
pag-gabay tungo sa kung ano ang tuwid.
Kasabay ng pagtago ng nadaramang totoo,
ay ang siya ring paghahanap ko ng sagot
sa wari’y hindi mo masagot na tanong.
At kasabay ng pagsasara nitong kurtina,
ay ang paghinto sa pagpatak ng luha
at ang ating maligayang paglaya.
At kasabay ng pagdidilim nitong entablado
ay ang kaliwanagan na di nahanap sa’yo
at ang aking pagsuko para sa teatro.
At kasabay ng kanilang hikbi at palakpakan
ang pinakahihintay na pag-uwi sa kawalan
at pagsalubong sa sarswela na naman.
Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila,
mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yó sin dar un grito?
Ven a Guadalajara, dictador de cadenas,
carcelaria mandíbula de canto:
verás la retiradas miedosa de tu hienas,
verás el apogeo del espanto.

Rumoras provincia de colmenas,
la patria del panal estremecido,
la dulce Alcarria, amarga como el llanto,
amarga te ha sabido.

Ven y verás, mortífero bandido,
ruedas de tus cañones,
banderas de tu ejército, carne de tus soldados,
huesos de tus legiones,
trajes y corazones destrozados.

Una extensión de muertos humeantes:
muertos que humean ante la colina,
muertos bajo la nieve,
muertos sobre los páramos gigantes,
muertos junto a la encina,
muertos dentro del agua que les llueve.

Sangre que no se mueve
de convertida en hielo.
Vuela sin pluma un ala numerosa,
rojo y audaz, que abarca todo el cielo
y abre a cada italiano la explosión de una fosa.

Un titánico vuelo
de aeroplanos de España
te vence, te tritura,
ansiosa telaraña,
con su majestuosa dentadura.

Ven y verás sobre la gleba oscura
alzarse como un fósforo glorioso,
sobreponerse al hambre, levantarse del barro,
desprenderse del barro con emoción y brío
vívidas esculturas sin reposo,
españoles del bronce más bizarro,
con el cabello blanco de rocío.

Los verás rebelarse contra el frío,
de no beber la boca dilatada,
mas vencida la sed con la sonrisa:
de no dormir extensa la mirada,
y destrozada a tiros la camisa.

Manda plomo y acero
en grandes emisiones combativas,
con esa voluntad de carnicero
digna de que la entierren las más sucias salivas.

Agota las riquezas italianas,
la cantidad preciosa de sus seres,
deja exhaustas sus minas, sin nadie sus ventanas,
desiertos sus arados y mudos sus talleres.

Enviuda y desangra sus mujeres:
nada podrás contra este pueblo mío,
tan sólido y tan alto de cabeza,
que hasta sobre la muerte mueve su poderío,
que hasta del junco saca fortaleza.

Pueblo de Italia, un hombre te destroza:
repudia su dictamen con un gesto infinito.
Sangre unánime viertes que ni roza,
ni da en su corazón de teatro y granito.
Tus muertos callan clamorosamente
y te indican un grito
liberador, valiente.

Dictador de patíbulos, morirás bajo el diente
de tu pueblo y de miles.
Ya tus mismos cañones van contra tus soldados,
y alargan hacia ti su hierro los fusiles
que contra España tienes vomitados.

Tus muertos a escupirnos se levanten:
a escupirnos el alma se levanten los nuestros
de no lograr que nuestros vivos canten
la destrucción de tantos eslabones siniestros.
El viejo pozo de mi vieja casa
sobre cuyo brocal mi infancia tantas veces
se clavaba de codos, buscando el vaticinio
de la tortuga, o bien el iris de los peces,
es un compendio de ilusión
y de históricas pequeñeces.
Ni tortuga, ni pez; sólo el venero
que mantiene su estrofa concéntrica en el agua
y que dio fe del ósculo primero
que por 1850 unió las bocas
de mi abuelo y mi abuela... ¡Recurso lisonjero
con que los generosos hados
dejan caer un galardón fragante
encima de los desposados!
Besarse, en un remedo bíblico, junto al pozo,
y que la boca amada trascienda a fresco gozo
de manantial, y que el amor se profundice,
en la pareja que lo siente,
como el hondo venero providente...
En la pupila líquida del pozo
espejábanse, en años remotos, los claveles
de una maceta; más la arquitectura
ágil de las cabezas de dos o tres corceles,
prófugos del corral; más la rama encorvada
de un durazno; y en época de mayor lejanía
también se retrataban en el pozo
aquellas adorables señoras en que ardía
la devoción católica y la brasa de Eros;
suaves antepasadas, cuyo pecho lucía
descotado, y que iban, con tiesura y remilgo,
a entrecerrar los ojos a un palco a la zarzuela,
con peinados de torre y con vertiginosas
peinetas de carey. Del teatro a la Vela
Perpetua, ya muy lisas y muy arrebujadas
en la negrura de sus mantos.
Evoco, todo trémulo, a estas antepasadas
porque heredé de ellas el afán temerario
de mezclar tierra y cielo, afán que me ha metido
en tan graves aprietos en el confesionario.
En una mala noche de saqueo y de política
que los beligerantes tuvieron como norma
equivocar la fe con la rapiña, al grito
de «¡Religión y Fueros!» y «¡Viva la Reforma!»,
una de mis geniales tías,
que tenía sus ideas prácticas sobre aquellas
intempestivas griterías,
y que en aquella lucha no siguió otro partido
que el de cuidar los cortos ahorros de mi abuelo,
tomó cuatro talegas y con un decidido
brazo las arrojó en el pozo, perturbando
la expectación de la hora ingrata
con un estrépito de plata.
Hoy cuentan que mi tía se aparece a las once
y que, cumpliendo su destino
de tesorera fiel, arroja sus talegas
con un ahogado estrépito argentino.
Las paredes del pozo, con un tapiz de lama
y con un centelleo de gotas cristalinas,
eran como el camino de esperanza en que todos
hemos llorado un poco... Y aquellas peregrinas
veladas de mayo y junio
mostráronme del pozo el secreto de amor:
preguntaba el durazno: «¿Quién es Ella?»,
y el pozo, que todo lo copiaba, respondía
no copiando más que una sola estrella.
El pozo me quería senilmente; aquel pozo
abundaba en lecciones de fortaleza, de alta
discreción, y de plenitud...
Pero hoy, que su enseñanza de otros tiempos me falta,
comprendo que fui apenas un alumno ******
con aquel taciturno catedrático,
porque en mi diario empeño no he podido lograr
hacerme abismo y que la estrella amada,
al asomarse a mí, pierda pisada.
Magdalena, conozco que te amo
en que la más trivial de tus acciones
es pasto para mí, como la miga
es la felicidad de los gorriones.
Tu palabra más fútil
es combustible de mi fantasía,
y pasa por mi espíritu feudal
como un rayo de sol por una umbría.
Una mañana (en que la misma prosa
del vivir se tornaba melodiosa)
te daban un periódico en el tren
y rehusaste, diciendo con voz cálida:
«¿Para qué me das esto?» Y estas cinco
breves palabras de tu boca pálida
fueron como un joyel que todo el día
en mi capilla estuvo manifiesto:
y en la noche, sonaba tu pregunta:
«¿Para qué me das esto?»
Y la tarde fugaz que en el teatro
repasaban tus dedos, Magdalena,
la dorada melena
de un chiquillo... Y el prócer ademán
con que diste limosna a aquel anciano...
Y tus dientes que van
en sonrisa ondulante, cual resúmenes
del sol, encandilando la insegura
pupila de los viejos y los párvulos...
Tus dientes, en que están la travesura
y el relámpago de un pueril espejo
que aprisiona del sol una saeta
y clava el rayo férvido en los ojos
del infante embobado
que en su cuna vegeta...
También yo, Magdalena, me deslumbro
en tu sonrisa férvida; y mis horas
van a tu zaga, hambrientas y canoras,
como va tras el ama, por la holgura
de un patio regional, el cortesano
séquito de palomas que codicia
la gota de agua azul y el rubio grano.
"Ninì Santoro, il fine dicitore,
maestro di eleganza e di maniere,
il re del music-hall, il gran signore,
debutta questa sera al Trianon".
Guardanno 'o manifesto, chi liggeva
penzava: certo chisto è n'artistone.
Tenevemo st'attore? E chi 'o ssapeva!
Stasera stessa mm' 'o vaco a ssentì.

C' 'o tubbo, 'a caramella e nu bucchino
d'avorio giallo, luongo miezo metro;
un fazzoletto bianco nel taschino,
ncuollo nu frack 'e seta blummarè

Tutt' 'o teatro illuminato a giorno,
na marcia trionfale comm' "Aida",
Santoro ascette e cu na faccia 'e corne
pareva ca diceva: "Eccomi qua!

Mo v'aggia fa vedè chi è Santoro,
il fine dicitore, il fantasista
ca quanno arape 'a vocca caccia ll'oro,
oro colato 'e primma qualità".

'O pubblico ansioso s'aspettava:
chi sa mo ch'esce 'a vocca a stu Santoro.
Ma ch'era ascì... Santoro 'ncacagliava,
faceva smorfie, zumpe e niente cchiù.

Nun fernette nemmeno 'o riturnello
d' 'o primmo raccuntino d'avventure,
quann'uno arreto a me: "Santò, si bello!"
('Ndranghete!) E allazza nu pernacchio 'e nuvità.

Fuie cumm'a nu signale 'e na battaglia,
mancava poco e nce scappava 'o muorto:
'e sische mme parevano mitraglia.
Santoro nun putette continuà.

"Ll'artista" se facette 'a mappatella:
'o frack, 'o tubbo, 'o fazzuletto bianco,
s'annascunnette pure 'a caramella.
Dicette: "Aggio sbagliato,.. Ch'aggia fà?".

Trent'anne so passate 'a chella sera
che il fine dicitore fantasista
pe fforza avette chiudere 'a carriera
a beneficio dell'umanità.

Aiere steva scritto into 'o giurnale che:
"dopo varii e lunghi appostamenti
è stato assicurato un criminale
alla Giustizia delle Autorità".

E chi era, neh, stu disgraziato?
Santoro... il dicitore fantasista,
ca, pe magnà, al furto s'era dato
o pover'ommo pe putè campà.

Io penso che fu l'epoca sbagliata;
trent'anne fa tutto era n'ata cosa.
Oggi che il nostro gusto s'è cambiato
Santoro fosse na celebrità.
Mateuš Conrad Jul 2022
B-side

things have changed since the days of progressive rock,
the whole idea of the concept album...
i once owned this copy of a music magazine: MOJO...
when magazines were still in print...
that's the thing with me -

three passions in my life, three great loves in my life...
cycling, music and philosophy:
if i said that i loved poetry i'd be lying...
since i imagine myself as writing it -
with this little beast there's a love-hate relationship -
it's hardly a love: it's a medium where my three loves come together...

but a lot has changed since the progressive rock days of the concept album...
what album topped the MOJO top 50 albums from
the progressive rock genre?
Pink Floyd's dark side of the moon...
who was second? ah...
YES' close to the edge:
personally i preferred the yes album...
Jethro Tull's Aqualung was way down the list...
Radiohead's OK computer wasn't unsurprisingly high...

but i would have topped the list with
King Crimson's in the court of the crimson king...
never mind...
i'd love to start a petition for all
the Red Hot Chilli Pepper albums to be released...
only upon hearing some of the B-sides from By the Way...

then moving to the B-sides of Blood, Sugar, ***, Magik...
i'm not sieving through the B-sides of Californication...
i'd want to start a petition for
all the Red Hot Chilli Pepper albums to be released
like Stadium Arcadium was released...
as a double-album... ****'s sake...
the artistry of this band is inexhaustible!

ALL RED HOT CHILLI PEPPERS' ALBUMS SHOULD BE RELEASED AS DOUBLE-ALBUMS...
that would be ****** innovative:
a natural progression from progressive rock...
all other mentions of progression the spheres of politics and

sociology blah blah ought to begin with... this...
i'm just surprised "they" only figured it out with Stadium Arcadium...

i mean: this B-side of the band is like:
i remember the days when bands would have
INSTRUMENTAL tracks, most notably Iron Maiden and
Metallica... take for example the Teatro Jam...

vocals brought to a bare minimum or nothing at all...
yes... i feel privileged to get a sneak peek into
the potential for the "concept" of the double album...
oh... sly technicalities...

i'm seriously not the type of a Matthew Arnold type...
crying myself to sleep after seeing Liszt play and swoon
the ladies...

i stopped caring about the "lady department" of my life...
that's how the story goes...
Matthew Arnold went to a Liszt concert
and he went back home and cried about how Liszt:
the virtuoso managed to swoon the ladies...
it helped that i was working those two gigs
and i wasn't just a fan...
because watching the women watching
these guys on stage helped with
the required attire of the security services...

perhaps i wasn't jumping up and down...
but i was "secretly" tapping my feet...
i chose the wrong instrument:
like any boy does when he has no band mates...
tried my chances on the guitar...
i should have been a drummer...
envy of the world could not topple what i'm interested
in / with anyway...

my solitary existence is enough
for whatever is not enough for others...
beside the double-album fixation,
i have a more potent "fixation": it's an analogy...
the Matthew Arnold vs.
                 Matthew Conrad (that's me) analogy...

poor M. Arnold went home weeping
at his inadequacies, poets are never favoured by women...
poor sod... how could he cushion himself against
the onslaught of Liszt? he couldn't...
back in the day you went to see a composer play...
you just bought a ticket... even today...
you go to an opera... what can you scavenge?
merely the ******* programme... but moi?
i was working... sure...
but i was probably the only person working
that double shift who ended his shift buying
a T-shirt of the band... that's a nice cushion to have...

it sort of distanced me from envy...
from utter despair... i didn't want to be on the stage...
i didn't want to be those guys...
i was just happy buying the band's T-shirt...
i switched off in that moment...
moments prior i was worried about crowd
safety intrusions into my psyche...
the next... after all was said and sang...
i emerged like i just went and saw my
"new" favorite band for "free": well...
i got paid to see them... that's also crucial...
i was paid to see them overseeing the crowd seeing them...

maybe that's why... my focus was split...
splintered in half...
i was of a conscious akin
to a lightning bolt splitting a tree in half...
i forgot despair... i thought about seeing
them live back in circa 2004 when
the London Arena in the Docklands was still viable...
with Chad Smith pre-warming before the gig...
walking in the crowd seemingly unnoticed
in a cowboy hat... hell...
i was almost an optometrist
when Frank Bruno brushed shoulders
with me coming back from ring-side
at that Tyson fury match-up... patient little me...

i've landed the perfect job...
i remember the days when my former school-friends
would joke about me not having a job...
being misdiagnosed as a "schizophrenic"...
what the **** did they do? oh... right...
one worked in a pub... another worked in Homebase...
this general DIY wholesaler...
i was cycling past where he worked...
it's getting torn down...
i only laugh at things that other people
don't find funny: most notably my own thoughts:
or thereby a lack of them... and to think...

all it took: to be in the position
i'm in now was being "nice" to my next-door neighbour...
the same "******" story: it's not what you know...
it's who you know... no...
i couldn't possibly be the next Matthew Arnold
bemoaning whatever successes Liszt had with women...
i got a Red Hot Chilli Pepper T-shirt...

there is healthy consumerism and
there's unhealthy consumerism...
the healthy type of consumerism is akin to:
             buying a memento...
some sort of memorabilia...
i love that sort of consumerism...
since i was working i couldn't take pictures of the events...
but it has become apparent...
the T-shirt saved me from the agony
akin to Matthew Arnold's agony...
i rather think i know what i'm doing...
it's not exactly ontologically based with a bias...
it's what i've acquired...
of course i'm seeking fame...
but it's not fame associated with being alive...
it's more a fame centered with: when i am gone...

when i satiate all that's mortal about me...
that's why i reject the motives for employing
the tactics of: fake it until you make it i.e. CREDIT...
i work on a debit allowance...
i spend what i earn rather than borrow in order to spend...
sure... i'll miss out on... wait... wait...
what am i going to be missing out on?
i love the company of my coworkers...
sure... i'm not a brain surgeon...
my mother is currently watching this ****** show:

the good doctor... no! that's why doctors are not walking encyclopedias...

that's why they specialize...
no chance in hell is there a "god" in the medical profession... PLATE OF BROWN... sweet instrumental...
progressive instrumental...
bourbon is the sweeter version of whiskey...
probably the greatest "thing" to come out of H'america...
prior to the blues and jazz...
and i get told: white man bad... slavery bad...
sure...

until the original slavery emerged as introducing
the black man to musical instruments that gave
the poor white boy prune an escape from classical music...
i don't see what the "*******" problem is...
talentless people drowning gripping to razor blades...
sure... i'm sort of jealous... but i'm not envious...
i allocated myself a company of Ovid and Horace...
Milton is not going to be replicated...
i want to write something:
i will write something that's properly
resembling the sort of life worth living
at the turn of the 21st century... oh ****...
i forgot to mention my 4th love...

drinking... i mean...
whether it's bourbon or whether it's whiskey...
you can't really love something unless you bring it
to the altar of excesses... and i do just that...
perhaps i have room for a fifth... but?
seeing how my father behaves around my mother?
i hardly "think" that's a viable choice for me... ergo...
i can spare myself the unnecessary details
and go straight after the prostitutes:
i don't mind sharing... after all...
i'm not sharing alimony guilt / no guilt...
i figured out a way to avoid making "profile-contact":
eye-contact i can stomach...
but all this a priori modulations of man...
no wonder dates are so boring: dating...

i don't want to know anything about
another person: PRIOR...
i want to find out... gain knowledge...
but if i'm about to be served something on a:
precursor basis? that's... ******* boring...
no wonder i'm not interested... and never will be...
it like... you either get given a fish...
or you're given a fishing rod... and some maggots...
people have their fiddly bits...
but if people expose their fiddly bits...
the stereotype is that man is the "hunter"...
what the **** am i hunting?

i don't like hunting: i like scouting...
that's the entire problem
with Darwinism mingling with "humanism":
too much is borrowed from the natural world....
and when that happens?
imposing the natural world
on the technical world of man rarely helps anyone...

          by proxy or default... or perhaps by simply
the spiral in control of ad hoc...
i write... after all writing is an extension of thinking...
it's not an invitation to speak...
people complain about their internet access...
leverages of the comment section...
maybe i just figured a way to bypass unwarranted
"attention".... writing that's not to be sung...
lyricism: as much as i love it
i abhor it...
           because i'm not even close to singing it...
i'm also not even close to speaking
it... best left in the vaults of thought...
after all: i'm measuring my steps for a posthumous
fame...

           i couldn't rob an entertainer from his
today: our daily bread...
and there's always one member in the band
that's going to be grounded in:
a focus of creativiy:
grounded in not allowing all the caveats of fame
that come with it (fame):
the crab bucket principle...
me? i was lucky to watch both of their shows
in London...
                  while actually watching the crowd...
Matthew Arnold would have felt so much
better if he managed to get a Liszt T-shirt...
a consumer statement akin to:
i was there...
       i saw them live... look how happy i am
to be alive... i got the mother-******* T-shirt...
who gives a rat's *** about their private lives...
i too have a private life... i write scribbles that do not rhyme
and i'm juggling the idea of counter to
Nietzsche and poet-philosopher... philosophy is in
the background... but it's more a case of poet-journalist...
and i like the forest in the winter at night...
and i adore aloneness... which is a quality of being
that's un-reflective / restrictive of the expressions:
being alone or being lonely...
it's dissociative... not associative...

and i adore writing as a way to create constrains...
constraints...
                           because if i were to jump the fame
bandwagon of: "fame ruined my mortality"...
i'd be making videos... exposing myself to the world
of bad people with even more bad ideas...
**** me: filter in place...
all are welcome who seek to be served...
the rest can snuggle in a crab-bucket elsewhere...
by just consolation:
"being there" will pass me by...
i will have no concern for the world...
instead: the world will have concern for me
having past through it... that's how Heidegger's
idea is inverted:
   i have no concern for the world... for "being there":
i'm already "here"...
           for me the world is: there's being...
i can't pnpoint a "there" and couple it to "being"
to create Heidegger's bad grammar...
there's being: der welt... the world...
but there's also the self-being: selbst-sein...
                as much as there's the selbst-sein-im-der-welt...
there's also the selbst-sein-im-die-sein...
contrast: selbst-sein-im-die-selbst...

ha ha... me and a "girlfriend"? captain complications
"autistic"? no wonder i spend most of my time
around animals... this one time in the supermarket
a boy in a buggy started pointing at me...
see! that's the problem! the creatures that least understand
the complications of language: man can arrive at...
understand me best... we communicate on the focus
of onomatopoeias... syllables... vowels-alone...
finger-pointing: ooh! ooh! beard! tall man! beard!      

mein gott!
the idea of me being married is a bit like thinking
either Nietzsche or Kierkegaard being married...
or for that matter Kant...
i just kept focusing on the voyeurism presented
by pigeons... how many times they get rejected:
Darwinism is a fake:
it's not about the survival of the fittest...
it's about the survival of those who are subdue
about making the most mistakes...
i opted out... i like my comforts...
i'm not a social animal... i'm not a political animal...
ego: non animal-sociale...
   non animal-politica...
       ego-ergo: creatura-ex-solatium!
i'm a creature of comfort...
          
         i don't need complications
of womens' exfoliations...
"expectastions"...
                       bye bye... wave goodbye
the would be sinking Titanic...
       ice is a new hello!
         "women and children first"...
sink the ship... count the *****...
no... because this "****" doesn't end... unless it ends
with the DRILL FABRIC OF A MARCH...

not since it was so easy for the Islamic
Conquistadors to be made so easy
and for us "remainers" to have it made to "hard"...
then again... eh?! keep what?!
leap over what burp of a frog?!
            i'm pretty sure the Slavic world
imploded when they heard about the antics
of the "west"... i'm pretty sure the Russians were
like: before... we reach that summit of insanity...
i... a Russian... will sooner ****-fiddle an Ukrainian
with war... before the cancer spreads...
and so it happened...
                         west: my ungovernable wet ***!
"west"...
                       i might speak the language:
but churning through the outliers i'm ANTI...

  any deficiency in the orthodoxy use of language is:
HERESY...
           i have LIMITS...
**** it... i'm siding with the Russians...
i don't care...
              **** Ukraine: for Chernobyl!
we might as well find our nearest sacrifice...

BUT I KNOW THAT I'M ALREADY DEAD!
i'm just waiting for the "PAUSE" buttonz...

yeah... like that joke...
an Olaf... a Lothar and a Conrad walk into
a bar...
    only Conrad walks out...
why? because he didn't make any Hebrew jokes...
and he drank more whiskey than both
Olaf and Lothar...
i know i'm not funny...
i'm not supposed to be: ******* funny!
i'm supposed to be imitation-cannibal!

A-side

i'm truly lucky to be alive...
at least in my generation...
i was 13 when Californication came out,
i spent one afternoon
with my now estranged uncle
listening to the record while
he was working on his Porsche
eating take-away Kentucky fried
chicken...
                     talking about music and life
and *** and what not...
mostly girls...
            
my sympathy for Ukraine? none...
maybe Ukraine was part of the Soviet
Union maybe not (obviously)
but: yeah... thanks for Chernobyl...
my mother's premature chronic pain...
i might be the last drinker in the family
lineage who takes drinking
seriously: as a way to progress intellectually
but my mother's on opiates...
i was born with a "mark of Cain"...
whatever the hell it was...

it was a ******* nuclear REACTOR...
it wasn't a nuclear BOMB...
a bomb EXPLODES... a reactor IMPLODES...
who know what the ****** difference
is... but give it enough time
and you'll find out...

well... it must be bad... since how many *******
tests did the Americans the Russians
and the French carry out with bombs?
Godzilla blah blah...
       but it only took ONE bad reactor to make
people look all-crazy-at-each-other...
******* KARMA... oh yeah...
it wasn't enough to do both Hiroshima
and Nagasaki... more tests required!

and all those cases of freakish premature
cancers in eastern Europe... hell... elsewhere too...
last time i heard an imploding nuclear
reactor is like detonating 400 Hiroshima type
bombs...
and the effects were immediately apparent
in the botanical kingdom...
effects which even reached the region
where i was born...
   it was a case of Spring-Autumn...
     oh yeah... you had streaks of trees that
were autumn like: perhaps even past autumn...
sort of dead-ish... and streaks of trees
that were: spring-esque...

by then, no one knew...
                             the crescendo of the collapse
of the Soviet union...
a bit like the crescendo of the end of the second
world war and the all great h'american hard-on:

but let's face it... no other culture was so
good as the late 20th century American culture...
the Beatniks,
Charles Olson - the only post-modernist i have
any respect for... if i can call him that...
then again... i'm jumping hoops and conclusions
that that non-verbatim...

and you have to admit...
    no no... it wasn't because i was working both
the shifts for the Red Hot Chilli Peppers gig at
the London stadium: but let me tell you what...
i would have been completely ****** (OFF)
if i didn't buy tickets for both days...

day 1: opened with CAN'T STOP
day 2: opened with ALL AROUND THE WORLD
day 1: played UNDER THE BRIDGE for the encore
day 2: didn't play UNDER THE BRIDGE for the encore...

proper old-school...
that other shift i did where Weezer, Fall Out Boy
and Green Day played...
even the guys i was working with were like:
they (i.e. Green Day) 'these guys don't know when to
shut up'... i was like... oh... right, this song?
they'll finish on that one:
   it's one of those sentimental closure songs...
one of the girls sang that song
in an assembly when we were leaving school:
(have the) time of your life...

i was sure of it... oops... a ******* Dawid Bovie cover!
sure... people are at a gig... we're too,
but we also want to: ******* go home...
and we can't until all these ******* leave first!
ugh!

- thank god (casually expressed, eat dog doog...
yes - intentional, FELA'S **** is the *******
groove party - food)
i'm not one of those people forming a cliche
opinion about whether i'm a fan of the Beatles
or whether the Rolling Stones...
ask me again... James Brown yes...
and Red Hot Chilli Peppers' A-sides
or Red Hot Chilli Peppers' B-sides...

now... that's a tough one...

mind you: what gave birth to the Communist project?
pan-Slavism...
there were plenty of Hebrews living in Russia
and in Poland... i guess those people were
like... sure... let's try...
if we **** up: we'll **** up SPECTACULARILY...
and "we" did... but... the current reiteration
of "communism" in the VEST?
hmm... all this post-grammatical-mystique...
oh look! adjective, verbs, nouns,
the indefinite article and a definite article
are being neglected by the hyper-focus on pronouns...

it's like a second imaginary Chernobyl imploded
and fried people's intellectual capacity
for formal / casual conversation talking
about the weather and buses being late...

i'm only saying that Red Hot Chilli Peppers is
a band of / for my generation because...
i've already come across younglings
that haven't heard of them...
YES!                             and the band too...
but finally! i've reached the cut-off point
where i'm part of a zeitgeist that is reaching its
zenith-nadir...
                       the equilibrium akin to the Olympic
passing of the torch... although:
there's not much of a fire left...
       just an unlit torch... instead of fire: ambers
of a once fire...

but that's what happens... i understand the paranoid
Russians all too well...
back in 2007 they were such welcoming people:
i still don't understand why the western media
narrative about McDonald's being shut down
in Russia suddenly turned into a new fast food
chain under a different name serving the same food...
when i was in Russia: i swear to god...
i didn't see a single McDonald's... so... twinkle toes...
hum hum hmm...

were "my" people paid reparations
for the **** invasions? i know the Hebrews were...
oh yeah: we had that glorious task of being
invaded and then told to stack 'em bricks
for the crematorium CHIMNEYS...
well... it could have been worse...
we could have been told to ***** the NECROPHILIC
architecture of ancient Egypt in the guise
of the pyramids...

and because being under the Soviet yoke
of influence... and then... oh god! they gave "us" a
******* first non-Italian POPE!
one hand washes the other
but neither hand knows what the other hand
is doing... from ultra-atheism to ultra-catholic
conservatism...
"our" capital shouldn't be called Warsaw...
(no jokes about that, unlike Bangkok)
                                it should be called Seesaw...

backwards and forwards... as Norman Davis pointed
out: god's playground...
which it is... mind you: i'm sort of bad tempered
when it comes to being a Siamese-twin with
my Deutsche neighbours...
lucky that some of those Schwabs or Saxons
migrated... settled on some ****** weather island
and mingled with the Velsh and the Picts and
whatever other Celtic remains were left
in Europe...

oh but yesterday... that old man made me lose my
cool... i was already sweating it out for over
an hour and he exclaims in the street like
those manic street Apocalypse preachers:
where are you lights!
if i stopped i would have properly explained
than merely pointing at my rear-light glowing
red and telling to *******...
BUT YOU WOULDN'T SAY JUST AS MUCH
IF IT WAS ONE OF THOSE INDIAN
DELIVEROO ELECTRIC BICYCLE GUYS?!
would you, old man?
mind you: old man... you give a rat's *******
about one cyclist... then tell me...
who does your council employ... shouldn't
the street lights already be switched on?!
    hmm.. already be...
shouldn't the street lights be already switched on?
that sounds... eerie...

shouldn't the street lights already be switched on
shouldn't the street lights be already switched on...
i honestly can't decide upon the correct
grammar... let's be trans-grammatical about that one...
after all... it's all trans-biology anyway...
a bit like Plato telling Sisyphus that the gods
forgot about him and that he can stop his pointless
toiling... or what Plato mentioned about
being punished and being reincarnated
as a woman if one begins as a man...
well: to hell with reincarnation: time's up for
theology now that science speeds things up...

scary world... even scarier people...
THIS DOOR NEEDS HINGES!
bring in the unhinged experts in not-doors!
yesss... we need a house with enough of
BREEZE!
me? i'm just complementing their insanity with
my own special strain that prostitutes call:
GOOD-CRAZY.
Entre irse y quedarse duda el día,
enamorado de su transparencia.

La tarde circular es ya bahía:
en su quieto vaivén se mece el mundo.

Todo es visible y todo es elusivo,
todo está cerca y todo es intocable.

Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz
reposan a la sombra de sus nombres.

Latir del tiempo que en mi sien repite
la misma terca sílaba de sangre.

La luz hace del muro indiferente
un espectral teatro de reflejos.

En el centro de un ojo me descubro;
no me mira, me miro en su mirada.

Se disipa el instante. Sin moverme,
yo me quedo y me voy: soy una pausa.
Hexaedros de madera y de vidrio
apenas más grandes que una caja de zapatos.
En ellos caben la noche y sus lámparas.

Monumentos a cada momento
hechos con los desechos de cada momento:
jaulas de infinito.

Canicas, botones, dedales, dados,
alfileres, timbres, cuentas de vidrio:
cuentos del tiempo.

Memoria teje y destejo los ecos:
en las cuatro esquinas de la caja
juegan al aleleví damas sin sombra.

El fuego enterrado en el espejo,
el agua dormida en el ágata:
solos de Jenny Lind y Jenny Colon.

"Hay que hacer un cuadro", dijo Degas,
"como se comete un crimen". Pero tú construiste
cajas donde las cosas se aligeran de sus nombres.

Slot machine de visiones,
vaso de encuentro de las reminiscencias,
hotel de grillos y de constelaciones.

Fragmentos mínimos, incoherentes:
al revés de la Historia, creadora de ruinas,
tú hiciste con tus ruinas creaciones.

Teatro de los espíritus:
los objetos juegan al aro
con las leyes de la identidad.

Grand Hotel Couronne: en una redoma
el tres de tréboles y, toda ojos,
Almendrita en los jardines de un reflejo.

Un peine es un harpa
pulsada por la mirada de una niña
muda de nacimiento.

El reflector del ojo mental
disipa et espectáculo:
dios solitario sobre un mundo extinto.

Las apariciones son patentes.
Sus cuerpos pesan menos que la luz.
Duran lo que dura esta frase.

Joseph Cornell: en et interior de tus cajas
mis palabras se volvieron visibles un instante.
victoria Feb 2018
Cradled inside the affectionate arms of Sicily’s warm hearted streets, the November sunshine takes pity on her, nestles in and resides within her worn out body.
Eyes closed and face turned towards the light; she imagines herself as a sunflower, grounded, rooted, dependent on the sunshine for any movement.
She sits outside the gates of the Teatro Massimo and listens as the sounds of the deserted streets from the early morning, gently begin to swell with the eagerness of tourists and local students alike.

Her carelessly chosen cafe is nonchalant in character, and sets the theme for the day ahead.
She has nowhere to be, and no one to be nowhere with. She is as set in her unplanned ways, as the sun will eventually set into the sea.

She sits down by the harbour... the gentleness of the sea calms her swollen mind.
How she’d give up her soul to sail away and discover the inviting coastline.
But she couldn’t even navigate her own thoughts, even out here, where she feels at home, her mind is as unsettled as a compass that has fallen for a magnet, pulling in every direction but never actually leaving. Lost in science, but bound by love.
Too soon the evening sky dresses in her finest and she is draped within fine silks and the days newly found darkness

Nighttime falls all too quickly as the singing of the locals chatter begins to fade, and the sunshine pulls over the shades, she settles herself into the evenings cool breeze and forgets that soon it’ll be time to return back to her mundane life.
Holiday
Me enluto por ti, Mireya,
y te rezo esta epopeya.
Mis entrañables provincianas mías:
no sospeché alabar vuestro suicidio
en las facinerosas tropelías.
Antes de sucumbir al bandolero
se amortizaron las sonoras alas
que aleteaban en el fiel alero.
Cúspide del teatro pueblerino:
en un martirologio de palomas
tú las viste volar a su destino.
El novio llorará a su mártir perla,
y que luego lo mate la nostalgia
de no haber acertado a defenderla.
La amó porque tejía, y por su traza
de ángel custodio, cual la amó el gatito
juguetón con la bola de su hilaza.
¡Pobre novio aldeano! ¡Ya no teje
su perla, ya no lee el Oficio Parvol
¡El cabriolé del novio va sin eje!
Me enluto por ti, Mireya,
y te rezo esta epopeya.
Honorable pajar de la cosecha
honorable: tu incendio es la basílica
en que se ahoga la virgen deshecha.
¡Morir al fuego, si olían tan bien
y tenían su alma como el plúmbago
y un guardarropa como un almacén!
Gemirán las cocinas en que antes
las Mireyas criollas fueron una
bandeja de pozuelos humeantes.
Gime también esta epopeya, escrita
a golpes de inocencia, cuando Herodes
a un niño de mi pueblo decapita.
Santas de los terruños, cuerpos caros
y gratas almas: ved que me he hecho añicos
y azul celeste, y luz para rezaros.
Me enluto por ti, Mireya,
y te rezo esta epopeya.
Cuando los japoneses adquirieron
el rockefeller center
ellos que tienen geishas y la sony
y samurais y teatro no
y kamikazes y kurosawa
y matsuo basho y panasonic
y aprenden flamenco por computadora
y pueden cantar tangos sin entender palabra

cuando los japoneses adquirieron
el rockefeller center
supe que por fin había empezado
la sutilísima la dulce
venganza de hiroshima
Luna,
Piuma di cielo,
Cosi velina,
Arida,
Trasporti il murmure d'anime spoglie?

E alla pallida che diranno mai
Pipistrelli dai ruderi del teatro,
In sogno quelle capre,
E fra **** foglie come in fermo fumo
Con tutto il suo sgolarsi di cristallo
Un usignuolo?
Poned sobre los campos
un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis cómo el poeta admira y calla,
el sabio mira y piensa...
Seguramente, el carbonero busca
las moras o las setas.
Llevadlos al teatro
y sólo el carbonero no bosteza.
Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña.
El carbonero tiene
llena de fantasías la cabeza.
"Ninì Santoro, il fine dicitore,
maestro di eleganza e di maniere,
il re del music-hall, il gran signore,
debutta questa sera al Trianon".
Guardanno 'o manifesto, chi liggeva
penzava: certo chisto è n'artistone.
Tenevemo st'attore? E chi 'o ssapeva!
Stasera stessa mm' 'o vaco a ssentì.

C' 'o tubbo, 'a caramella e nu bucchino
d'avorio giallo, luongo miezo metro;
un fazzoletto bianco nel taschino,
ncuollo nu frack 'e seta blummarè

Tutt' 'o teatro illuminato a giorno,
na marcia trionfale comm' "Aida",
Santoro ascette e cu na faccia 'e corne
pareva ca diceva: "Eccomi qua!

Mo v'aggia fa vedè chi è Santoro,
il fine dicitore, il fantasista
ca quanno arape 'a vocca caccia ll'oro,
oro colato 'e primma qualità".

'O pubblico ansioso s'aspettava:
chi sa mo ch'esce 'a vocca a stu Santoro.
Ma ch'era ascì... Santoro 'ncacagliava,
faceva smorfie, zumpe e niente cchiù.

Nun fernette nemmeno 'o riturnello
d' 'o primmo raccuntino d'avventure,
quann'uno arreto a me: "Santò, si bello!"
('Ndranghete!) E allazza nu pernacchio 'e nuvità.

Fuie cumm'a nu signale 'e na battaglia,
mancava poco e nce scappava 'o muorto:
'e sische mme parevano mitraglia.
Santoro nun putette continuà.

"Ll'artista" se facette 'a mappatella:
'o frack, 'o tubbo, 'o fazzuletto bianco,
s'annascunnette pure 'a caramella.
Dicette: "Aggio sbagliato,.. Ch'aggia fà?".

Trent'anne so passate 'a chella sera
che il fine dicitore fantasista
pe fforza avette chiudere 'a carriera
a beneficio dell'umanità.

Aiere steva scritto into 'o giurnale che:
"dopo varii e lunghi appostamenti
è stato assicurato un criminale
alla Giustizia delle Autorità".

E chi era, neh, stu disgraziato?
Santoro... il dicitore fantasista,
ca, pe magnà, al furto s'era dato
o pover'ommo pe putè campà.

Io penso che fu l'epoca sbagliata;
trent'anne fa tutto era n'ata cosa.
Oggi che il nostro gusto s'è cambiato
Santoro fosse na celebrità.
Luna,
Piuma di cielo,
Cosi velina,
Arida,
Trasporti il murmure d'anime spoglie?

E alla pallida che diranno mai
Pipistrelli dai ruderi del teatro,
In sogno quelle capre,
E fra **** foglie come in fermo fumo
Con tutto il suo sgolarsi di cristallo
Un usignuolo?
Tu no me tienes que decir
que no madrugas que el sol te come
los ojos. Yo se que el ***** calor
de la noche es mas attractivo para perros que olfatean
las penas que haz enterados

La mente de nosotros es como un teatro
para toda tragedia y comedia.  Dictando
nuestro monologo, el que solo cada uno
de nosotros puede escuchar
"Ninì Santoro, il fine dicitore,
maestro di eleganza e di maniere,
il re del music-hall, il gran signore,
debutta questa sera al Trianon".
Guardanno 'o manifesto, chi liggeva
penzava: certo chisto è n'artistone.
Tenevemo st'attore? E chi 'o ssapeva!
Stasera stessa mm' 'o vaco a ssentì.

C' 'o tubbo, 'a caramella e nu bucchino
d'avorio giallo, luongo miezo metro;
un fazzoletto bianco nel taschino,
ncuollo nu frack 'e seta blummarè

Tutt' 'o teatro illuminato a giorno,
na marcia trionfale comm' "Aida",
Santoro ascette e cu na faccia 'e corne
pareva ca diceva: "Eccomi qua!

Mo v'aggia fa vedè chi è Santoro,
il fine dicitore, il fantasista
ca quanno arape 'a vocca caccia ll'oro,
oro colato 'e primma qualità".

'O pubblico ansioso s'aspettava:
chi sa mo ch'esce 'a vocca a stu Santoro.
Ma ch'era ascì... Santoro 'ncacagliava,
faceva smorfie, zumpe e niente cchiù.

Nun fernette nemmeno 'o riturnello
d' 'o primmo raccuntino d'avventure,
quann'uno arreto a me: "Santò, si bello!"
('Ndranghete!) E allazza nu pernacchio 'e nuvità.

Fuie cumm'a nu signale 'e na battaglia,
mancava poco e nce scappava 'o muorto:
'e sische mme parevano mitraglia.
Santoro nun putette continuà.

"Ll'artista" se facette 'a mappatella:
'o frack, 'o tubbo, 'o fazzuletto bianco,
s'annascunnette pure 'a caramella.
Dicette: "Aggio sbagliato,.. Ch'aggia fà?".

Trent'anne so passate 'a chella sera
che il fine dicitore fantasista
pe fforza avette chiudere 'a carriera
a beneficio dell'umanità.

Aiere steva scritto into 'o giurnale che:
"dopo varii e lunghi appostamenti
è stato assicurato un criminale
alla Giustizia delle Autorità".

E chi era, neh, stu disgraziato?
Santoro... il dicitore fantasista,
ca, pe magnà, al furto s'era dato
o pover'ommo pe putè campà.

Io penso che fu l'epoca sbagliata;
trent'anne fa tutto era n'ata cosa.
Oggi che il nostro gusto s'è cambiato
Santoro fosse na celebrità.
Louise Sep 21
Cuando la noche es gris y fría,
te espero como esperaría
un atardecer colorido cada día.

Cuando la montaña se vuelve traicionera,
me aferro a ti como a una piedrita
que me ayudará y salvará mi vida.

Pero cuando esta ciudad se vuelve demasiado exigente,
¿serán nuestro amor el teatro
al final de cada agotador mes?

Y cuando la vida se vuelve
demasiado implacable,
¿sería este hogar el confesionario
o la iglesia al fin de cada semana horrible?

Pero cuando la música se detenga
y todo deje de ser divertido,
¿me seguirás abrazando,
manteniéndome a salvo del frío?

Y cuando el telón cae
y el escenario se oscurece,
¿te quedarás aquí conmigo
hasta que veamos el amanecer?
Flamenco, teatro, Manila, et cetera...
Valeria Chauvel Mar 2019
Ardientes ojos
mirando de reojo
recorren mi piel
como la suave miel del amanecer.

Trepa muy ligero
por mi templado cuerpo
un silencio terciopelo
susurra en mi seno.

Tus besos perdurados
me apresan dicho encanto
al roce con tu tacto
en esta obra de teatro.

Mi cuerpo se estremece
en rodeo de abrazos
se prende en llamas
la piel que callaba.

Prohibido contacto
y deseo desmesurado
en ese leve parpadeo
de momento abstracto.
Onoma Mar 20
during the: Teatro alla Scala's

opening night (August 3, 1778).

Antonio Salieri's opera:

L' Europa rinconoscuita, a

chandelier so happened to

crash down...because all the

attendees were staring out at

one another with binoculars.

at the same time.
Valeria Chauvel Aug 2020
¿Eres tú, tristeza, vieja amiga?
Hoy es un día de aquellos,
y yo ya no estoy aquí, me hundí ante el vértigo y me entrego a la oscuridad, pero me parece ver tus ojos de invierno:
soledad poblada.

Exilio, mejor amigo,
abrázame, es un desierto íntimo y el tiempo se resiste a torcer.
Se queda conmigo el canto desgarrador de la estepa y se desliza desde la ***** de mis dedos los vestigios de mi ser.
Serán enterrados ante este teatro, del cual mis ojos nunca se acomodaron:
la vieja trama amarrada al resultado desaparecido.
¿Himno de victoria? Te equivocas.

Hoy me llevó lejos esta fotografía enmohecida que soy frente al espejo, pendiente de un solo clavo, algo chueca, hacia la izquierda.
Nunca podrá adaptarse -menos mimetizarse- con la pared.

— The End —