antes me decías:
"cierra los ojos, cuenta hasta cien."
yo toda ilusionada.
yo contaba mucho más.
contaba hasta trescientos
y tú todavía no estabas.
hasta seiscientos
decías que vendrías.
y apareciste, como a los mil.
y ahora que estás aquí,
ahora te digo:
"cierra los ojos, cuenta hasta cien."
y yo te prometo,
que no te dejaré esperando.
La diferencia es que cuando los abras,
en el cien,
yo ya no estaré.