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pieces Jan 2016
al verte parado frente a mi,
pense en todas las veces que miraba tu foto & te imaginaba junto a mi.
pense en lo pequeño que se ponen tus ojos cuando te ries & en lo amplia que se pone tu sonrisa cuando digo algo que te parece gracioso.
pense en lo agradecida que estaba, pues era yo la culpable de que sonrieras tanto.
te tuve tan cerca por mucho rato.
volvi a tocarte, a abrazarte, a sentirte, a hablarte, a mirarte, a pensarte.
hacias de cualquier momento uno util para hablarme. me preguntabas "estas cansada?" & sonreias.
puede que me sienta cansada fisicamente, pero jamas me sentire cansada de ver tu sonrisa, ver tus ojos, escuchar tu voz, & escucharte sonreir.
tu sonrisa es como la melodia que calma mis pensamientos & me ayuda a sentir viva.
tantos dias mirando tu foto imaginandote a mi lado, & hoy por fin te tuve frente a mi sonriente como siempre lo has estado.
aprovechabas cada momento para abrazarme & tocarme, observarme & hablarme.
me hacias pensar en la vez que me preguntaste si eramos algo mas, que con tanto rato al lado tuyo lo comenze a creer. solo queria mas & mas & mas de ti.
no solo te queria para ese rato.
te queria para mas.
para ese rato, & otro rato, & todos los ratos que puedan ser.
sentir tus manos en mi me hizo sentir como pieza de museo. como si tu fueras el escultor que moldeaba la pieza & le daba forma & vida. & yo era la pieza de museo que cobraba vida al ser moldeada & tocada por ti.
como si yo fuera esa pieza de museo que te sabes de memoria, te encanta tocar, & siempre esta en tus pensamientos.
pense que eras el escultor que vendia taquillas de museo para que todos fueran & puedan admirar tu amada pieza de museo que soy yo. como si yo fuera tu pieza de museo favorita & quisieras que todos lo supieran para que conozcan & esten consientes de tan majestuosa pieza de museo que soy. que solo tuya soy & tuya sere. que no importa cuantos ojos vengan a observarme, sabrias que ninguno podria mirarme de la misma manera en la que lo haces tu. que no importa cuantas manos vengan con la intencion de tocarme, ninguno podria hacerlo pues soy tu pieza favorita & no quisieras que me rompieran, aunque muy en el fondo sabias que una pieza como yo jamas podria romperse, pues estaba echa de un material unico que no se encuentra en todas partes, si no dentro de ti: tu gran amor hacia mi. tan delicada pero a la misma vez tan fuerte & llena de vida. no quisieras que hubieran piezas de otras personas en mi. total, sabias que ninguno otro podria tocarme con el amor & la dulzura que lo haces tu. tu me conoces, pues tu me creaste.
cuando me mirabas, te pensaba observando mi foto e imaginandome junto a ti. & que cuando estuve frente a ti, era la unica con la quien querias pasar todos tus ratos.
tantos pensamientos cobraron vida cuando te vi, hasta que volvi a la realidad & recorde que no soy tu pieza de museo favorita. hasta que recorde que existe otra pieza de museo que te gusta tocar & moldear aun mas. hasta que recorde que hay alguien mas en tu vida que ocupa todos tus pensamientos & con quien pasas todos tus ratos.
Elena Ramos Apr 2015
Elena Ramos


Aquí todo en mi mente da vueltas, nada es estable, no hay un objeto al cual pueda ver directo y guiarme para no caer. Para mí no sirve el simple hecho de tenerlo todo para ser feliz, ni el dinero, ni una familia reconocida en todo Miami y el resto del país. Me llamo Gimena Rodríguez, mis papas son de Honduras pero emigraron a los Estados Unidos cuando mi hermano mayor Roberto tenía apenas diez años en ese entonces yo tenía ocho horribles y apestosos años, era muy fea, mi mama siempre me ponía dos ganchitos en la frente para quitarme el pelo de la cara; bote todas las fotos que dejaban evidencia de ese abuso hacia el estilo y la dignidad de una niña pequeña.  

He buscado en la internet el significado de mi nombre, porque ni yo sé que soy. Hay unos sitios bien raros que dicen que soy de las que necesita ser apoyada por los demás, algo que no es cierto, pero he topado con un sitio que dice que soy de pensamiento firme, ágil y con capacidad analítica. Y por cierto mi número de la suerte dice ser el número cuatro, puede tener algo de sentido ya que el 4 de noviembre es mi cumpleaños, o que casualmente mis papas estén de aniversario el mismo día. Suelo ser de esas chicas que todo el mundo conoce o dice saber conocerme, por el simple hecho de tener una familia la cual, toda América conoce. Mi papa heredo el negocio de mi abuelo, (por lo general el abuelo o como yo lo llamaba Yeyo, era el único que me entendía hasta llegue a prometerle que seguiría los pasos de la familia y seguir el negocio) una empresa que distribuye muebles, ya sean sofás como camas y cosas así. La compañía se llama DecoArte, había empezado en 1934 con mi bisabuelo Arturo, que luego paso a ser mi mi Yeyo y ahora de mi padre (solo espero que Roberto pelee por su lugar en la compañía y decida quedarse todo para él, así no tendría que seguir en este negocio, porque realmente no me gusta). He decidido que quiero ir a Los Angeles y estudiar Fashion Management & Marketing, en la Universidad de Argosy. He aplicado a varias universidades y aun espero respuesta, seria decepcionante no ser aceptada en ninguna y entonces tendría que trabajar en DecoArte toda mi vida. Todos los días son decepcionantes, siempre es lo mismo, mi casa parece un lugar solitario. Roberto tiene su propio apartamento, todos los días sube fotos a su cuenta de Instagram haciendo fiestas, las cuales son mencionadas como las mejores. Fraternidades de muchas universidades terminan ahí, los vagabundos igual, y así todo Miami. Sería bueno si por lo menos me invitara a una de sus “reuniones”, como el las suele llamar cuando estamos frente a nuestros padres. No me veo pequeña, tengo diez y siete años y el próximo año me graduare de Miami Beach High School. Muchos me preguntan si realmente tengo la edad que les digo tener, nadie me cree, muchos dicen que me veo mucho mayor, algo que para mí no está mal. En mi cuenta de twitter me he fijado que Roberto dará una fiesta, tal vez pueda decir que voy a ver una película y me voy un rato a su casa, solo espero que mi propio hermano no me eche de la casa. En mi tiempo libre, después de clases, suelo agarra mi computadora portátil y abrir Word, y escribir todo el día. Hace poco subí gratis un libro de poemas de dicados a la gente que no sabe qué hacer con su vida. He tenido buenas respuestas, inclusive en mi blog recibo visitas y buenos comentarios a montones. Existen dos mundos parami, la realidad y el mundo que creo con los libros y la escritura. Cada libro que leo me envuelve en un sentimiento que hace que imagine estar en el libro. Al escribir siento que mis ideas fluyen y que soy yo honestamente, sin censura, sin miedo a expresarme. En este momento estoy escribiendo una historia ficticia de esta joven que desea encontrar el amor, ya que casi lo encontraba pero el murió. Por su falta de confianza no es capaz de hablar con ningún muchacho. Esta es la introducción del libro:
               Para amar hay un tiempo límite, o por lo menos para mí sí. Si tienes una enfermedad terminal, es muy probable que ese amor nunca llegue. Desearía tener por lo menos un romance que dure poco o hasta cuando yo siga viva. Mi vida se complica cada vez más, el único hombre que veo seguido es mi médico el doctor Collins, está casado y tiene una hermosa hija. En el hospital veo morir a diario personas de las cuales me hice amiga. Aun no olvido su rostro, su pálida cara, que me reía aun a pesar de tener peores condiciones de vida que yo. Se llamaba Mark, tenía doce años cuando lo conocí, y diez y siete cuando lo vi por última vez. Cada año lo volvía diferente, siempre había un problema más o algo en su cuerpo había cambiado por  completo. Lo conocí cuando yo tenía once años, llegue a emergencias esa noche, mi mente giraba, era más verde como la pared que trigueña. Gracias a dios detectaron mi cáncer con tiempo. Pero esa noche ahí estaba el, sentado en una camilla, me pareció muy guapo desde el primer instante en que nuestros ojos se cruzaron. Mientras mi mama hablaba con la enfermera afuera, yo estuve acostada, mirándolo y luego mirando el techo. No sabía que sucedía conmigo, solo sabía que  me sentía a morir. No llore porque él estaba ahí, a dos camillas de la mía. Sabía que me observaba aunque lo disimulaba muy bien. Entraron mi mama y varias enfermeras y un doctor,  después de un rato sacaron mi camilla y me llevaban a otro lugar. Deje a ese muchacho solo en ese espantoso cuarto, solo, y seguramente con dolor en alguna parte. Desperté el día siguiente en un cuarto, había dos camas más  pero al parecer solo yo ocupaba y llenaba aquella gran habitación. Me di cuenta que mi mama y mi papa estaban dormidos, me sorprendió ver a papa faltar al trabajo. No estoy muy segura, pero anoche tuve uno de los mejores sueños más reales que he tenido en mi vida. Soñé con el muchacho de la sala de emergencia. Vi su hermoso pelo, dorado que caía sobre sus orejas, sus perfectos ojos, que no se distinguían si eran grises o verdes. Tenía una camiseta roja, parecía el tipo de adolescente que se intoxica con algo y termina aquí. Definitivamente desearía poder volverlo a ver por lo menos un instante, para poder recordar mejor esa mirada y su hermosa sonrisa.  No hice ruido y me levante buscando un baño, estaba bien, solo algo cansada, y molesta por esa horrenda bata que llevaba puesta, ya que no tenía nada abajo. Hice ruido al levantarme ya que presione uno de los botones que levanta la camilla. Mi padre Augusto, se levantó en un abrir y cerrar de ojos del sofá donde dormía para ir en mi auxilio. –Papa estoy bien-,-No te creo, a dónde vas?-,-solo busco un baño, necesito ir ahorita-. La cara de papa estaba muy diferente, hoy no tenía esa mirada de las mañanas que me decían que todo estaba bien, que la economía estaba por las nubes, o que sasha mi perrita no le causaba alergia cuando todos sabíamos que sí. Me detuve a observarlo, sabía que algo le ocurría,  tal vez fue despedido, o tuvo una seria pelea con mi madre, algo que creo lógico, ya que Paty se pone muy insolente cuando tiene discusiones con papa. –qué ocurre?- le pregunte, tocándole la cara muy delicadamente, tratando de leer su mente o entenderlo-cariño, hay cosas de las cuales tenemos que hablar- al decir esto mi padre, supe que no era nada bueno, porque en ese mismo instante se puso a llorar, por un motivo yo hice lo mismo con él. Mi madre se despertó por el ruido.-Mary, el cáncer no te va a matar, te juro que te van a curar, te lo prometo hija pero por favor no llores-. Mi padre la observo fijamente a los ojos. Fue un golpe muy duro el que recibí, darme cuenta que tenía cáncer y de esta manera. Simplemente, busque la puerta y Salí corriendo, lo más rápido posible, segundos después me di la vuelta y vi que ya no sabía en qué parte del hospital me encontraba. –Mary!-se escuchaba en el fondo. Era mi mama que locamente me buscaba. Me imagino lo mal que se ha de sentir en este momento, pero no lo puedo creer aun, pero tengo cáncer…logre salir de esa situación, ya no estaba corriendo por los pasillos, estaba en un cuarto. –Hola- me di la vuelta y lo vi a él, creí no volver a ver esos ojos, pero si.-hola-creo que nunca estuve tan nerviosa en mi vida. Busque la forma en que la camilla cubriera mi bata, estaba descalza y muy despeinada, pero aun ocupaba ir a un baño. Al fondo vi una puerta, había un baño,-Perdón, pero me puedes prestar tu baño-, él se rio enseguida-si no hay problema, además no es mío es del hospital-. Fui caminando muy rápido, y me encerré, luego, me lave las manos, me enjuague la boca, lave mi cara, y Salí.-me llamo Mary- extendí mi mano hacia la suya.-un gusto Mary, soy Gabriel-. Nombre perfecto para un ángel, el cual él se parecía mucho. Sentía mi corazón palpitando mucho, en un instante sentía que me desmayaba y era enserio, no era por las mariposas ni nada por el estilo, realmente me sentía mal. Gabriel tomo mi mano, me ayudo a sentarme y enseguida llamo a una enfermera. Al rato todos estaban en la habitación, incluso mis papas. –Mary!!—mama estoy bien-.la enfermera me acostó en la camilla de Gabriel, y me tomo la presión, al segundo llego otra enfermera a sacarme sangre. Papa me tomo de la cintura, y me guiaban para ir a mi habitación. Estoy en este momento entrando en un túnel donde sentía que nunca llegaría a casa, pensaba en todas las cosas que hice antes por diversión, pero ahora vivo una pesadilla, que espero que sea simplemente eso, y despertar termine con ella. No pude decirle adiós a Gabriel, pero ya sabia que su numero era treinta y seis, y la mia era la sesenta y dos. Había un brillo que trataba de iluminar mi vida, mi cerebro, había tanta oscuridad, tanta tristeza oculta, cuando la gente que yo amo se de cuente de lo que tengo y en lo que me convertiré tendre miedo de su miedo. He visto tantas películas de esas en las que alguien tiene cáncer o una enfermedad terminal, tengo miedo de no querer luchar por mi vida, miedo a no querer salir de esa comodidad en mi mente y querer rendirme. Tengo solo pocos momentos en mi vida, que valen la pena ser contados. Qué tal si no lleguen mas momentos asi y muera sin haber vivido mi vida. He viajado mucho para que termine asi. Mi mente viaja por lugares muy profundos de mi alma, siento eterna la llegada  a mi habitación. Solo escucho bulla de afuera, tanta que no se en cual enfocarme. Mis papas respetan mi silencio, saben que quiero aclarar mejor las cosas pero que tal si no quiero saberlo y seguir así, viajando por la vida solo por viajar sin rumbo, porque la verdad asi me siento. –mary quieres desayunar, el doctor dice que no tienes dieta-. –Si mam, -dije para romper el silencio de aquella blanca habitación. Tengo una terraza, con hermosas flores, no tengo nada que perder ni ganar ahora, solo disfrutar de su belleza y el canto de los pájaros, es hermosa; la única que no me altera, la única que no se siente como bulla. –pero, creo que todos necesitamos una ducha—si, papa, pero no tengo ropa-.Mama ira a la casa y yo a comprar el desayuno, y tu te quedaras aqui con la enfermera mientra te terminan de revisar-. No  soportaba la idea de que tuvieran que sacarme sangre o que alguien estuviera tan cerca de mi, como esta enfermera. Mis papas salieron de la habitacion, y tuve el descaro de preguntarle en el oído a una de las enfermeras, de quien era Gabriel.-te gusta verdad?-,-no!, simplemente tengo curiosidad-.y ahí empezó la historia mas fasinante e interesante que había escuchacho antes.- Se llama Gabriel Cole y tiene doce años, su mama, no sabemos nada de ella. Vino hace seis meses y desde entonces vive aquí, su papa es Señor Cole,no pudo soportar verlo enfermo entonces pago para que viviera aquí, y se fue. Viene a visitarlo una vez a la semana pero tiene dos semanas sin venir.es un buen muchacho, no le vendría mal una amiga, ahora que no tiene a nadie-.no  puedo creer que su familia lo haya abandonado. No me imagino vivir sin mi mama o sin mi papa, seria horrible.-Bueno he terminado contigo, el doctor Collins vendrá en un rato, descansa-. Salieron por la puerta dejándome sola.
Spanish

Vagos preludios. En la noche espléndida
Su voz de perlas una fuente calla,
Cuelgan las brisas sus celestes pifanos
En el follaje. Las cabezas pardas
De los búhos acechan.
Las flores se abren más, como asombradas.
Los cisnes de marfil tienden los cuellos
En las lagunas pálidas.
Selene mira del azul. Las frondas
Tiemblan… y todo! hasta el silencio, calla…

Es que ella pasa con su boca triste
Y el gran misterio de sus ojos de ámbar,
A través de la noche, hacia el olvido,
Como una estrella fugitiva y blanca.
Como una destronada reina exótica
De bellos gestos y palabras raras.

Horizontes violados sus ojeras
Dentro sus ojos–dos estrellas de ámbar–
Se abren cansados y húmedos y tristes
Como llagas de luz que quejaran.

Es un dolor que vive y que no espera,
Es una aurora gris que se levanta
Del gran lecho de sombras de la noche,
Cansada ya, sin esplendor, sin ansias
Y sus canciones son como hadas tristes
Alhajadas de lágrimas…

              English

Murmuring preludes. On this resplendent night
Her pearled voice quiets a fountain.
The breezes hang their celestial fifes
In the foliage. The gray heads
Of the owls keep watch.
Flowers open themselves, as if surprised.
Ivory swans extend their necks
In the pallid lakes.
Selene watches from the blue. Fronds
Tremble…and everything! Even the silence, quiets.

She wanders with her sad mouth
And the grand mystery of amber eyes,
Across the night, toward forgetfulness
Like a star, fugitive and white.
Like a dethroned exotic queen
With comely gestures and rare utterings.

Her undereyes are violated horizons
And her irises–two stars of amber–
Open wet and weary and sad
Like ulcers of light that weep.

She is a grief which thrives and does not hope,
She is a gray aurora rising
From the shadowy bed of night,
Exhausted, without splendor, without anxiousness.
And her songs are like dolorous fairies
Jeweled in teardrops…

                          The strings of lyres
                          Are the souls' fibers.–

The blood of bitter vineyards, noble vineyards,
In goblets of regal beauty, rises
To her marble hands, to lips carved
Like the blazon of a great lineage.

Strange Princes of Fantasy! They
Have seen her languid head, once *****,
And heard her laugh, for her eyes
Tremble with the flower of aristocracies!

And her soul clean as fire, like a star,
Burns in those pupils of amber.
But with a mere glance, scarcely an intimacy,
Perhaps the echo of a profane voice,
This white and pristine soul shrinks
Like a luminous flower, folding herself up!
Vuelve otra vez tu día,
oh patria amada, el día de tu gloria.

Vuelve de nuevo a resonar triunfales
los himnos que eternizan tu memoria,
y el espléndido cielo de tu historia,
vuelve el sol de tus días inmortales.

Y otra vez a tu ara sacrosanta
llevan tus hijos fieles
flores que fecundaron tus vergeles;
y músicas marciales
al aire asordan, y doquier se oye,
en valles, montañas y llanuras,
en la extensión del suelo colombiano,
el canto jubiloso de los libres
que sube a las alturas,
de la gloria al alcázar soberano.

Y de nuevo flamea,
no como en días trágicos de horrores,
entre el ronco fragor de la pelea,
sino bajo arcos de laurel y flores,
el pendón de la patria,
la santa enseñanza de los tres colores...
la bandera inmortal que oyó las dianas
de los heroicos triunfos legendarios.

La que fue a despertar  los cóndores
a la cumbre más alta de los Andes
y fue más tarde a despertar la gloria;
la bandera inmortal, la santa egida,
que el camino marcó de la Victoria.

Besada por ondas de tus mares,
bajo el palio infinito de tu cielo,
tachonado de ardientes luminares;
lleno de flores tu fecundo suelo.
Y adormida el rumor de tus palmares,
lloras en silencio, Patria mía,
cansada de esperar luz en tu noche,
en la callada noche de tus penas;
cansada de esperar en tu agonía
el hierro que limara tus cadenas.

No, ya los hijos tuyos,
de las selvas antiguos moradores,
vagan libres, bajo el sol fulgente
que vio la gloria de tus días grandes,
ya desde la cima de los Andes
alumbraba ruinas solamente;
ni llevaban vencidos y humillados
por la invasora gente,
el cintillo de oro en la garganta
y el penacho de plumas en la frente,
ni ya el aire cortaba
las voladoras flechas,
ni en las noches de luna sollozaban
de la indígena raza los endechas.

Donde el templo del sol brilla espléndido
y sus láminas de oro refulgían,
ya los dolientes ojos no veían
sino campo infecundo y desolado.
Y el áureo trono de los reyes indios
en el polvo yacía destrozado.
Todo lo derribó cual hacha impía
del duro vencedor el brazo fuerte,
y al fin, de esa grandeza en los escombros
parecía vivir sólo la muerte...
eres, patria, la esclava envilecida;
eres, patria, el girón abandonado;
eres cual hado de baldón tu hado,
y cual vida de baldón tu vida
mas del mal el reinado no es eterno...
no su imperio perdura;
ni es eterna la noche pavorosa,
ni es eterna la humana desventura.

Que en las grandes catástrofes sombrías,
en las horas de angustia y desconsuelo,
cuando a las almas el dolor avanza,
siempre se ve la escala milagrosa
por donde sube la plegaría al cielo,
baja de los cielos la esperanza...
y llega por fin el día.

En que estallan, rugiendo los dolores
en los esclavos pechos comprimidos,
cuando alzan la cerviz los oprimidos
y bajo la cerviz los opresores,
y que tiemblen entonces los verdugos,
porque de sus dolores y sus lágrimas
pedirán los esclavos cuenta un día;
porque el llanto de un pueblo entre cadenas,
de su agonía en el mortal desmayo,
¡se alzan a los cielos, se condensa en nube,
y baja al suelo convertido en rayo!...

Y de lauro inmortal la sien ornada,
no retando a los duros opresores,
no al escape de caballos voladores,
sino en doliente precisión callada,
finge la mente que a la tierra vuelven
de las altas mansiones siderales,
al oír las alabanzas de los libres,
los que valientes en lid cayeron
y hogar y patria libertad nos dieron.

Y al fin llegó a la libertad la hora;
rompió en brillante aurora
la noche de tus penas,
y trocaste por cánticos de triunfo
los rumores de tus ayes y cadenas,
bajó a ti la victoria,
y sonaron las músicas marciales,
y empezaste el camino de la gloria,
el que lleva a las cumbres inmortales.

Y el combate se traba,
pero combate desigual, los unos
son los heroicos en sangrientas lides,
los que en el brazo llevan
empuje de Pelayos y de Cides;
Los que el paso cerraron
al corso altivo, forjadores de cetros,
y altas hazañas de una nueva aliada,
en Lepanto y Pavía renovaron...
Y los otros... Los parias infelices,
los que aun llevan en la espalda impresas
del tormento cruel las cicatrices
y del esclavo la ominosa marca,
más tenían la fe que salva montes,
la sacra fe que lo imposible abarca;
y busca de los amplios horizontes,
donde el sol de los libres centellea,
a la lid se lanzaron.

De esperanza inmortal henchido el pecho,
porque sabían que jamás sucumbe
quien lucha por una patria y su derecho.
Rota por la metralla
su bandera se vio, tintos en sangre
corrieron a la mar los patrios ríos,
y en la atónita tierra no se oía,
cual ronca marejada,
más que en el estruendo de la lid bravía,
fueron los días de la amarga prueba;
fueron los días de orfandad y  llanto
y de muerte y de horrores,
pero nada importaba los reversos
ni de la adversa suerte los rigores.

Y de inmortal la sien ornada,
no retando a los duros opresores,
no al escape de caballos voladores,
sino en doliente procesión callada,
finge la mente que a la tierra vuelven
de las altas misiones siderales,
al oír las alabanzas de los libres,
los que valientes en la lid cayeron
y  hogar y patria y libertad nos dieron.

Sonríen al ver que siempre grande
Por glorioso camino
la patria sigue a su inmortal destino;
y sonríen al ver que limpio brilla
el pendón colombiano
bajo el brillante cielo americano;
Que con amor guardamos su memoria,
Que somos dignos de sus altos hechos
Y dignos herederos de su gloria.
Y también surgen como blancos lirios,
como estrellas en diáfanas neblinas,
alta la sien, con nimbo esplendoroso,
de la patria las bellas heroínas.

También al resonar de las cadenas
indignas sus almas palpitaron;
también las cumbres del dolor hallaron...

También ellas, heroicas y serenas,
de la patria en las aras se inmolaron.
También los hechos brillan
como los hechos de los grandes hombres;
y también tienen la fama
corona de laureles para sus sienes.
Himnos de admiración tienen sus nombres;
que el corazón de la mujer, santuarios
de los puros y nobles idealismos,
también sube a la cima de la Gloria
y es capaz de los grandes heroísmos
para el amor y la virtud nacida
Ella es cordial de toda desventura;
doquiera su piedad enjuga lágrimas
y en toda sombra de dolor fulgura.
Por eso nunca desoyó el lamento
ni vio imposible el horrido quebranto
de la patria llorosa y desvalida.
¡Cuando llanto pidió, le dio su llanto;
cuando vidas pidió, le dio su vida!
¡Vuelve, oh patria, de nuevo
el día de tu gloria inmarcesible!
y otra vez a tu ara sacrosanto,
sube el himno de un pueblo redimido
de la grandeza de tus héroes canta.

Palpite eternamente en nuestros labios
y en nuestras almas su inmortal recuerdo,
porque ensalzando tus radiantes glorias,
oh patria, oh sol que sin ocaso brillas,
estaremos en pie para la tierra,
más para el cielo estamos de rodillas.
Mataron a mis hermanos, a mis hijos, a mis tíos. A la orilla del
lago Texcoco me eché a llorar. Del Peñon subían
remolinos de salitre. Me cogieron suavemente y me depositaron en el
atrio de la Catedral. Me hice tan pequeña y tan gris que muchos
me confundieron con un montoncito de polvo. Sí, yo misma, la
madre del pedernal y de la estrella, yo, encinta del rayo, soy ahora la
pluma azul que abandona el pájaro en la zarza. Bailaba, los
pechos en alto y girando, girando, girando hasta quedarme quieta;
entonces empezaba a echar hojas, flores, frutos. En mi vientre
latía el águila. Yo era la montaña que engendra
cuando sueña, la casa del fuego, la olla primordial donde el
hombre se cuece y se hace hombre. En la noche de las palabras
degolladas mis hermanas y yo, cogidas de la mano, saltamos y cantamos
alrededor de la I, única torre en pie del alfabeto arrasado.
Aún recuerdo mis canciones:


                                        Canta en la verde espesura
                                        la luz de garganta dorada,
                                        la luz, la luz decapitada.

Nos dijeron: la vereda derecha nunca conduce al invierno. Y ahora las
manos me tiemblan, las palabras me cuelgan de la boca. Dame una sillita
y un poco de sol.

En otros tiempos cada hora nacía de vaho de mi aliento, bailaba
un instante sobre la ***** de mi puñal y desaparecía por
la puerta resplandeciente de mi espejito. Y yo era el mediodía
tatuado y la noche desnuda, el pequeño insecto de jade que canta
entre las yerbas del amanecer y el zenzontle de barro que convoca a los
muertos. Me bañaba en la cascada solar, me bañaba en
mí misma, anegada en mi propio resplandor. Yo era el pedernal
que rasga la cerrazón nocturna y abre las puertas del chubasco.
En el cielo del Sur planté jardines de fuego, jardines de
sangre. Sus ramas de coral todavía rozan la frente de los
enamorados. Allá el amor es el encuentro en mitad del espacio de
dos aerolitos y no esa obstinación de piedras frotándose
para arrancarse un beso que chisporrea.

Cada noche es un párpado que no acaban de atravesar las espinas.
Y el día no acaba nunca, no acaba nunca de contarse a si mismo,
roto de monedas de cobre. Estoy cansada de tantas cuentas de piedra
desparramadas en el polvo. Estoy cansada de este solitario tronco.
Dichoso el alacrán madre, que devora a sus hijos. Dichosa la
araña. Dichosa la serpiente, que muda de camisa. Dichosa el agua
que se bebe a sí misma. ¿Cuándo acabarán de
devorarme estas imágenes? ¿Cuándo acabaré
de caer en esos ojos desiertos?

Estoy sola y caída, grano de maíz desprendido de la
mazorca del tiempo. Siémbrame entre los fusilados. Naceré
del ojo del capitán. Lluéveme, asoléame. Mi cuerpo
arado por el tuyo ha de volverse un campo donde se siembra uno y se
cosechan ciento. Espérame al otro lado del año: me
encontrarás como un relámpago tendido a la orilla del
otoño. Toca mis pechos de yerba. Besa mi vientre, piedra de
sacrificios. En mi ombligo el remolino se aquieta: yo soy el centro
fijo que mueve la danza. Arde, cae en mí: soy la fosa de cal
viva que cura los huesos de su pesadumbre. Muere en mis labios. Nace en
mis ojos. De mi cuerpo brotan imágenes: bebe en esas aguas y
recuerda lo que olvidaste al nacer. Soy la herida que no cicatriza, la
pequeña piedra solar: si me rozas, el mundo se incendia.
Toma mi collar de lágrimas. Te espero en ese lado del tiempo en
donde la luz inaugura un reinado dichoso: el pacto de los gemelos
enemigos, del agua que escapa entre los dedos de hielo, petrificado
como un rey en su orgullo. Allí abrirás mi cuerpo en dos,
para leer las letras de tu destino.
Danielle Furtado Nov 2014
Nasceu no dia dos namorados. Filho de mãe brasileira com descendência holandesa e pai português. Tinha três irmãos: seu gêmeo Fabrício, o mais velho, Renato, e o terceiro, falecido, que era sua grande dor, nunca dizia seu nome e ninguém se atrevia a perguntar.
A pessoa em questão chamaremos de Jimmy. Jimmy Jazz.
Jimmy morava em Portugal, na cidade de Faro, e passou a infância fazendo viagens ao Brasil a fim de visitar a família de sua mãe; sempre rebelde, colecionava olhares tortos, lições de moral, renegações.
Seu maior inimigo, também chamado por ele de pai, declarou guerra contra suas ideologias punk, seu cabelo que gritava anarquismo, e a vontade que tinha ele de viver.
Certo dia, não qualquer dia mas no natal do ano em que Jimmy fez 14 anos, seu pai o expulsou de casa. Mais um menino perdido na rua se tornou o pequeno aspirante à poeta, agora um verdadeiro marginal.
Não tinha para onde ir. Sentou-se na calçada, olhou para seus pés e agradeceu pela sorte de estar de sapatos e ter uma caneta no bolso no momento da expulsão, seu pai não o deixara com nada, nem um vintém, e tinha fome.
Rondou pelas mesmas quadras ao redor de sua casa por uns dias, até se cansar dos mesmos rostos e da rotina daquela região, então tomou coragem e resolveu explorar outras vidas, havia encontrado um caderno em branco dentro de uma biblioteca pública onde costumava passar o dia lendo e este seria seu amigo por um bom tempo.
Orgulhoso, auto-suficiente, o menino de apenas 14 anos acabou encontrando alguém como ele, por fim. Seu nome era Allan, um punk que, apesar de ainda ter uma casa, estava doido para ir embora viver sua rotina de não ter rotina alguma, e eles levaram isso muito à sério.
Logo se tornaram inseparáveis, arrumaram emprego juntos, que não era muito mas conseguiria mantê-los pelo menos até terminarem a escola, conseguiram alugar uma casa e compraram um cachorro que nunca ganhou nome pois não conseguiam entrar em acordo sobre isso, Jimmy tinha também um lagarto de estimação que chamava de Mr. White, sua paixão.
Os dois amigos começaram a frequentar o que antes só viam na teoria: as festas punk; finalmente haviam conseguido o que estavam procurando há tempos: liberdade total de expressão e ação. Rodeados por todos os tipos de drogas e práticas sexuais, mas principalmente, a razão de todo o movimento: a música.
Jimmy tinha inúmeras camisetas dos Smiths, sua banda favorita, e em seu quarto já não se sabia a cor das paredes que estavam cobertas por pôsteres de bandas dos anos 80 e 90, décadas sagradas para qualquer amante da música e Jimmy era um deles, sem dúvida.
Apesar da vida desregrada que levava com o amigo, Jimmy conseguiu ingressar na faculdade de Letras, contribuindo para sua vontade de fazer poesia, e Allan em enfermagem. Os dois, ao contrário do que seus familiares pensavam, eram extremamente inteligentes, cultos, criaram um clube de poesia com mais dois ou três amigos que conheceram em uma das festas e chamaram de "Sociedade dos Poetas Mortos... e Drogados!", fazendo referência ao filme de  Peter Weir.
O nome não era apenas uma piada entre eles, era a maior verdade de suas vidas, eles eram drogados, Jimmy  era viciado em heroína, Allan também mas em menos intensidade que seu parceiro.
Jimmy não era hétero, gay, bissexual ou qualquer outra coisa que se encaixe dentro de um quadrado exigido pela sociedade, Jimmy era do amor livre, Jimmy apenas amava. E com o passar o tempo, amava seu amigo de forma diferente, assustado pelo sentimento, escondeu o maior tempo que pôde até que o sentimento sumisse, afinal é só um hormônio e a vida voltaria ao normal, mas a amizade era e sempre seria algo além disso: uma conexão espiritual, se acreditassem em almas.
Ambos continuaram suas vidas sendo visitados pela família (no caso de Jimmy, apenas sua mãe) duas vezes ao ano, no máximo, e nesses dias não faziam questão de esconderem seus cigarros, piercings ou qualquer pista da vida que levavam sozinhos, afinal, não os devia mais nada já que seus vícios, tanto químicos quanto musicais, eram bancados por eles mesmos.
Era 14 de fevereiro e Jimmy completara 19 anos, a vida ainda era a mesma, o amigo também, mas sua saúde não, principalmente sua saúde mental.
O poeta de sofá, como alguns de nós, sofria de um existencialismo perturbador, o mundo inteiro doía no seu ser, e não podia fazer muito sobre aquilo, afinal o que poderia fazer à respeito senão escrever?
Até pensou em viver de música já que tocava dois instrumentos, mas a ideia de ter desconhecidos desfrutando ou zombando dos seus sentimentos mais puros não lhe era agradável. Continuou a escrever sobre suas dores e amores, e se perguntava por que se sentia daquela forma, por que não poderia ser como seu irmão que, apesar de possuírem aparência idêntica, eram extremos do mesmo corpo. Fabrício era apenas outro cidadão português que chegava em casa antes de sua mãe ficar preocupada, não que ele fosse um filho exemplar, ele só era... normal, e era tudo que Jimmy não era e jamais gostaria de ser; aliás, ter uma vida comum era visto com desprezo pelos olhos dele, olhos que, ainda tão cedo, haviam visto o melhor e o pior da vida, já não acreditava em nada, nem em si mesmo, nem em deus, nem no universo, nem no amor.
Como poderia alguém amar uma pessoa com tanta dor dentro de si? Como ele explicaria sua vontade de morrer à alguém que ele gostaria de passar a vida toda com? Era uma contradição ambulante. Uma contradição de olhos azuis, profundos, e com hematomas pelo corpo todo.
Aos 20 anos, o tédio e a depressão ainda controlavam seu estado emocional a maior parte do tempo, aos domingos era tudo pior, existe algo sobre domingo à tarde que é inexplicável e insuportável para os existencialistas, e para ele não seria diferente. Em um domingo qualquer, se sentindo sozinho, resolveu entrar em um chat online daqueles famosos, e na primeira tentativa de conversa conheceu uma moça do Brasil, que como ele, amava a banda Placebo e sendo existencialista, também sofria de solidão, o que facilitou na construção dos assuntos.
Ela não deu muita importância ao português que dizia "não ser punk porque punks não se chamam de punks", já estava cansada de amores e amizades à distância, decidiu se despedir. O rapaz, insistente e talvez curioso sobre a pessoa com quem se deparara por puro acaso, perguntou se poderiam conversar novamente, e não sabendo a dor que isso a causaria, cedeu.
Assim como havia feito com Allan, Jimmy conquistou Julien, a nova amiga, rapidamente. De um dia para o outro, se pegou esperando para que Jimmy voltasse logo para casa para que pudessem conversar sobre poesia, música, começo e fim da vida, todos os porquês do mundo em apenas uma noite, e então perceberam que já não estavam sozinhos, principalmente ela, que havia tempo não conhecia alguém tão interessante e único quanto ele.
Não demorou muito para que trocassem confidências e os segredos mais íntimos, mas nem tudo era tão sério, riam juntos como nunca antes, e todos sabem que o caminho para o coração de uma mulher é o bom humor, Julien se encontrava perdidamente apaixonada pelo ****** que conhecera num site de relacionamentos e isso se tornaria um problema.
Qualquer relacionamento à distância é complicado por natureza, agora adicione dois suicidas em potencial, um deles viciado em heroína e outra que de tão frustrada já não ligava tanto para sede de viver que sentia, queria apenas ler poesia longe de todas as pessoas comuns, essas que ambos abominavam.
Jimmy era todos os ídolos de Julien comprimidos dentro de si. Ele era Marilyn Manson, era Brian Molko, era Gerard Way, Billy Corgan, Kurt Cobain, mas acima de todos esses, Jimmy era Sid Vicious e Julien sonhava com seus dias de Nancy.
Ele era o primeiro e último pensamento dela, e se tornou o tema principal de toda as poesias que escrevia, assim como as que lia, parecia que todas eram sobre o luso-brasileiro que considerava sua cópia masculina. Jimmy, como ela, era feminista, cheio de ideologias e viciado em bandas, mas ao contrário dela, não teria tanto tempo para essas coisas.
Estava apaixonado por um rapaz brasileiro, Estêvão, que também dizia estar apaixonado por ele mas nunca passaram disso, e logo se formou um semi-triângulo amoroso, pois Julien sabia da existência da paixão de Jimmy, mas Estêvão não sabia que existia outra brasileira que amava a mesma pessoa perdidamente. Não sentiu raiva dele, pelo contrário, apoiava o romance dos dois já que tudo que importava à ela era a felicidade de Jimmy, que como ela, era infeliz, e as chances de pessoas como eles serem felizes algum dia é quase nula.
O brasileiro era amante da MPB e da poesia do país, assim como amava ouvir pós-punk e escrever, interesses que eram comum aos três perdidos, mas era profissional para ele já que conseguira que seus trabalhos fossem publicados diversas vezes. Se Jimmy era Sid Vicious, Julien desejava ser Nancy (ou Courtney Love dependendo do humor), Estêvão era Cazuza.
Morava sozinho e não conseguia se fixar em lugar algum, estava à procura de algo que só poderia achar dentro dele mesmo mas não sabia por onde começar; convivia com *** há alguns meses na época, mas estava relativamente bem com aquilo, tinha um controle emocional maior do que nosso Sid.
Assim como aconteceu com Allan e Julien, não demorou muito para que Estêvão caísse nos encantos de Jimmy, que não eram poucos, e não fazia mais tanta questão de esconder o que sentia por ele. Dono de olhos infinitamente azuis, cabelo bagunçado que mudava de cor frequentemente, corpo magro, pálido, e escrevia os versos mais lindos que poderia imaginar, Jimmy era o ser mais irresistível para qualquer um que quisesse um bom tema para escrever.
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Julien era de uma cidade pequena do Brasil, onde, sem a internet, jamais poderia ter conhecido Jimmy, que frequentava apenas as grandes cidades do país. Filha de pais separados, tinha o mesmo ódio pelo pai que ele, mas diferente do amigo, seu ódio era usado contra ela mesma, auto-destrutiva é um termo que definiria sua personalidade. Era de se esperar que ela se apaixonasse por alguém viciado em drogas, existe algo de romântico sobre tudo isso, afinal.
Em uma quarta-feira comum, antecipada por um dia nublado, escreveu:

Minhas palavras, todas tiradas dos teus poemas
Teu sotaque, uma voz imaginada
Que obra de arte eram teus olhos
Feitos de um azul-convite

E eu aceitei.


Jimmy era agora seu mundo, e qualquer lugar do mundo a lembrava dele. Qualquer frase proferida aleatoriamente em uma roda de amigos e automaticamente conseguia ouvir sua opinião sobre o assunto, ela o conhecia como ninguém, e em tão pouco tempo já não precisavam falar muita coisa, os dois sabiam dos dois.
Desejava que Jimmy fosse inteiramente dela, corpo e mente, que cada célula de seu ser pudesse tocar todas as células do dela, e que todos os pensamentos dele fossem sobre amá-la, mas como a maioria das coisas que queria, nada iria acontecer, se achava a pessoa mais azarada do mundo (e provavelmente era).
Em uma noite qualquer, após esperar o dia todo ansiosa pela hora em que Jimmy voltaria da faculdade, ele não apareceu. Bom, ele era mesmo uma pessoa inconstante e já estava acostumada à esse tipo de surpresa, mas existia algo diferente sobre aquela noite, sabia que Jimmy estava escondendo alguma coisa dela pois há dias estava estranho e calado, dormia cedo, acordava tarde, não comia, e as músicas que costumavam trocar estavam se tornando cada vez mais tristes, mas era inútil questionar, apesar da intimidade, ele se tornara uma pessoa reservada, o que era totalmente compreensível.
Após três ou quatro dias de aflição, ele finalmente volta e não parece bem, mesmo sem ver seu rosto, conhecia as palavras usadas por ele em todos os momentos. Preocupada com o sumiço, foi logo questionando sua ausência com certa raiva e euforia, Jimmy não respondia uma letra sequer. Julien deixou uma lágrima escorrer e implorou por respostas, tinha a certeza de que algo estava muito errado.
"Acalme-se, ou não poderei lhe contar hoje. Algo aconteceu e seu pressentimento está mais que correto, mas preciso que entenda o meu silêncio", disse à ela.
Julien não respondeu nada além de "me dê seu número, sinto que isso não é algo que se conta por escrito".
Discando o número gigantesco, cheio de códigos, sabia que assim que terminasse aquela ligação teria um problema muito maior do que a alta taxa que é cobrada por ligações internacionais. Ele atendeu e começou a falar interrompendo qualquer formalidade que ela viria a proferir:

– Apenas escute e prometa-me que não irá chorar.
Ela não disse nada, aceitando a condição.
– Há tempos não sinto-me bem, faço as mesmas coisas, não mudei meus costumes, embora deveria mas agora é tarde demais. Sinto-me diferente, meu corpo... fraco. Preciso te contar mas não tenho as palavras certas, acho que nem existem palavras certas para o que estou prestes à dizer então serei direto: descobri que sou *** positivo. ´
Um silêncio quase mórbido no ar, dos dois lados da linha.
Parecia-se com um tiro que atravessou o estômago dos dois, e nenhum podia falar.
Julien quebrou o silêncio desligando o telefone. Não podia expressar a dor que sentia, o sentimento de injustiça que a deixava de mãos atadas, Ele era a última pessoa do mundo que merecia aquilo, para ela, Jimmy era sagrado.

Apenas uma pessoa soube da nova situação de Jimmy antes de Julien: Allan.
Dois dias antes de contar tudo à amiga, Jimmy havia ido ao hospital sozinho, chegou em casa mais cedo, sentou-se no sofá e quis morrer, comparou o exame médico à um atestado de óbito e deu-se por morto. Allan chegou em casa e encontrou o amigo no chão, de olhos inchados, mãos trêmulas. Tirou o envelope de baixo dos braço de Jimmy, que o segurava como se fosse voar a qualquer instante, como se tivesse que apertar ao máximo para ter certeza de que aquilo era real. Enquanto lia os papéis, Jimmy suplicava sua morte, em meio à lágrimas, Allan lhe beijou como o amante oculto que foi por anos, com lábios fracos que resumiam a dor e o medo mas usou um disfarce para o pânico que sentia e sussurrou "não sinto nojo de ti, meu amigo, não estás morto".
Palavras inúteis. Já não queria ouvir nada, saber de nada. Jimmy então tentou dormir mas todas as memórias das vezes que usou drogas, que transou sem saber com quem, onde ou como, estavam piscando como flashes de luz quase cegantes e sentia uma culpa incomparável, um medo, terror. Mas nenhuma memória foi tão perturbadora quanto a da vez em que sofreu abuso ****** em uma das festas. Uma pessoa aleatória e sem grande importância, aproveitou-se do menino pálido e mirrado que estava dormindo no chão, quase desmaiado por culpa de todo o álcool consumido, mas ainda consciente, Jimmy conseguia sentir sua cabeça sendo pressionada contra a poça d'água que estava em baixo de seu corpo, e ouvia risos, e esses mesmos risos estavam rindo dele agora enquanto tentava dormir e rezava pra um deus que não acredita para que tudo fosse um pesadelo.
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Naquele dia, Jimmy, que já era pessimista por si só, prometeu que não se trataria, que iria apenas esperar a morte, uma morte precoce, e que este seria o desfecho perfeito para alguém que envelheceu tão rápido, mas ele não esperaria sentado, iria continuar sua vida de auto-destruição, saindo cedo e voltando tarde, dormindo e comendo mal, não pararia também com nenhum tipo de droga, principalmente cigarro, que era tão importante quanto a caneta ao escrever seus poemas, dizia que sentir a cinza ainda quente caindo no peito o inspirava.
Outra manhã chegou, e mesmo que desejasse com toda força, tudo ainda era real, seus pensamentos eram confusos, dúvidas e incertezas tão insuportáveis que poderiam causar dores físicas e curadas com analgésicos. Trocou o dia pela noite, já não via o sol, não via rostos crús como os que se vê quando estamos à caminho do trabalho, só via os personagens da noite, prostitutas, vendedores de drogas, pessoas que compravam essas drogas, e gente como ele, de coração quebrado, pessoas que perderam amigos (ou não têm), que perderam a si mesmos, que terminaram relacionamentos até então eternos, que já não suportavam a vida medíocre imposta por uma sociedade programada e hipócrita. Continuou indo aos mesmos lugares por semanas, e já não dormia em casa todos os dias, sempre arrumava um espaço na casa de algum amigo ou conhecido, como se doesse encara
D. Furtado
Erin E Esping Feb 2016
Hace frio.
Llueve.
Me gusta
Cuando llueve.

El agua
Baila
En las casa.
Yo Miro.

Escucho
A el agua;
Yo estoy
Feliz.

Hoy es
Sábado.
Y llueve,
Siempre.

Pero,
Yo corro.
Yo corro y yo corro
Cuando llueve.




Llevo
Los pantalones cortes
Además llueve
En sábado.  

Yo descanso.
Yo estoy cansada.
“Yo no trabajo más,” yo hablo.
Pero yo aprendo,
Yo trabajo,  siempre.

Pero, yo estoy feliz
Cuando yo trabajo
Porque, me gusta sábado
Y llueve, siempre,
Y yo bailo con el agua.

Canta, el agua.
Canta a me.
En sábado frio,
Nosotros cantamos,
El agua y me.

Sábado es bueno.
Sábado es simpático.
Me gusta sábado
Cuando el agua y yo
Cantamos y bailamos.
Pero no me gusta lunes,
Martes, miércoles,
Jueves, viernes.
Porque yo estoy en la casa,
No en la escuela.

Mi madre, no, mi madrastra
Es mala y seria.
“No les gustas,” ella habla.
“Tú eres débil y pobre. No les gustas,”
Ella habla otra vez y otra vez.  

Pero, en sábado,
Yo corro.
Porque yo no trabajo
Para mi madrastra
En la casa mala.

Yo corro, cuando
Miro una la chica.
No ella baila en el agua.
No ella canta en el agua.
¿Por qué?





Ella mira me.
Ella habla, “Hi. My name is Basil.”
Yo hablo, “No hablo inglés.”
Ella habla, “Ok. Me llamo Basil.”
Basil. Un nombre bonito.  

Basil habla, “¿Cómo te llamas?”
Yo hablo, “Catrin.”
“Mucho gusto, Catrin” Basil habla.
“Igualmente, Basil” Yo hablo,
Pero no nosotros paseamos.

“¿Estas tu nuevo aquí?” Basil habla.
“No,” Yo hablo.
“¿Estoy yo tu amiga?”
“No.” Ella habla, “¿Por qué?”
“El agua es mi amigo uno,” y yo corro.

Yo estoy en la casa.
No me gusta la casa.
No mi madrastra está aquí.
Pero, el gato está aquí.
Me gusta el gato.




Nombre del gato es Licorice.
Nosotros descansamos.
Yo leo mi libro inglés.
Yo práctico mi inglés.
“Hello,” yo hablo, “es Hola.”

El gato habla, “¡Miau!”
Licorice gusta comer.
“Paseas con me,” Yo hablo.
Él come.
Yo miro.

Yo miro y yo dibujo.
Yo dibujo Licorice.
“¿Miau?” Licorice habla.
“Está bien, Licorice.”
Pero no está bien.

Adiós sábado noches.
Hoy es domingo y mañana.
Mi madrastra no está aquí.  
Mi madrastra no está aquí sábado noches.
Que es bueno.


Hoy, yo corro, otra vez.
Yo miro la chica otra vez.
Basil pasea a me.
“¡Tú estás ilegal!” Basil habla.
“¿Qué?” yo hablo.

Yo miro.
“¿Por qué?” yo hablo.
Yo estoy triste.
Pero el agua baila y canta.

Mi casa es en Dallas Texas,
Pero yo soy de Chihuahua, México.
¿Soy yo libre?
Sí y no
Yo soy libre en México.

Sí, en Dallas,
Yo soy ilegal.
Pero cuando yo canto y bailo con el agua,
Yo soy
Libre.
hi da s Oct 2017
toda cheia de vontade de ser um outro formato cheio de glória e que insiste em viver apesar do ar quente e sufocante dos quartos. menina levanta. pega com a mão. te suja. respinga aquela tinta e prepara tua boca pra gritar. não espera sentada nessa cadeira velha de ferro com essa espuma que conforta teu peso. aprende a respirar: inspira e expira. é fácil, olha. alguns fazem parecer bem simples, só que não é e tais enganada. o jogo tem muito mais chão do que imaginas. querias, é claro, dominar o mundo desde que chegasses. não é bem assim. precisas escrever muitas páginas ainda. foram só algumas mil semanas. procuras um motivo não é mesmo? mas sempre escolhes o mais fácil: não, eu não preciso disso. a vida te venceu sem fazer muitos movimentos. te parece injusto esse processo? parabéns. descobrisse como é que funciona o sentido de acordar todos os dias. olhar os rostos, o peso dos narizes, as curvas das orelhas e a largura das cinturas. essa criatura percebe quando alguém chorou antes de dar bom dia. levantou e continua levantando diariamente sem horário pra levantar. a porta independente de aberta ou não, vai falar aquilo que queres saber. falo pra ti ainda tudo isso? não vale a pena tentar organizar a ***** cinzenta. ela desprovem de gavetas. segurar a cabeça pareceu uma boa ideia. foi só por alguns segundos. perdes a paciência pra certas coisas muito rápido. ficas nessa insistência de não sei o quê. primeiro olha pra dentro e não dificulta tudo. não entendes o alfabeto com números. escreves até sem pensar e te atentas em preencher os espaços em branco. tua obsessão exagerada por tudo que amas e veneras chega ao absurdo. és aficionada por ti mesma e sabes disso. que lindo se apaixonar pelo espelho. que lindo se apaixonar pelo espelho. todos os dias. essas manchas todas dentro de ti parecem não acabar nunca. não dá pra ser abstrata. ser diferente. ela insiste em querer falar bonito. tudo que ela queria era arrancar esse fluído embolorado que persistem em crescer dentro. não admite que precisa encerrar o assunto. quanto tempo já passou desde que tu descobriu tudo isso? para de ficar fingindo que não vês a enorme pedra encobrindo as passagens. ficas tão inquieta que acho que nunca dormisse de verdade. acordas cansada. mais ainda do que quando colocas a cabeça encostada no travesseiro. pensas que tais viva e vivendo, mas não tais sorrindo com a frequência que deverias. certas palavras são escritas com mais fúria do que outras. cansada de falar ela só olha pro chão e põe a cabeça pra imaginar, e vai tão longe que nem mesmo aqueles quinze metros de pernas não conseguiriam alcançar. é tão bom escrever sem pressão, né? já sei que vais querer parar a qualquer momento por que lidar com o medo te faz recuar. tens medo do que mesmo? tens vergonha? teu corpo tem curvas que só a luz, a pele, o osso e o tecido conhecem. curvas essas que não se parecem com teu sustento. percebe-se que são coisas muito difíceis de traduzir. será que em outra língua tua conseguirias? tenho dó. francamente: o que vai ser de ti daqui cinco anos? te assustasse agora? enche um copo de água gelada e prende a respiração. dá dois, três, quatro goles. querias era gritar junto com aquelas três ou quatro músicas que andas suportando ouvir. pequenas respirações que parecem vir a partir da metade. afinal já fazem dez anos. querias ser jovem pra sempre? pois saiba que não podes. sentes o pesa da alma? a carga da perda e a falta de controle cada vez maior. vai acumulando tudo isso pra tu ver até onde vai dar. só choras quando o assunto é tu mesma. a história dos outros é bateria pra tua solidão incompreensível. quando é que vais parar de escrever? será que vais ler isso amanha e querer jogar fora? chegar de pensar em como os átomos só seriam visíveis com olho mágico. chega. não pensa assim. não tem saída não. o controle não é um simples objeto. não compara a um relógio, por exemplo. achas que três páginas vão ser suficiente? precisas de mais o que pra entender que nada funciona do jeito que a gente quer. aquela menina pode parecer burra mas pode estar vivendo feliz. para de especular. olha só, ela virou poesia. termina de escrever o que queres pro teu coração pulsar mais calmo. vai devagar. tens outras coisas pra se importar. parece meio bobo eu sei. nunca dá pra confiar no que se escreve. a linguagem é uma coisa difícil. complicado. tanto a, e, i, o, u. que besteira tudo isso. te deu vontade de riscar tudo que foi escrito até aqui. boba. não é perda de tempo se expressar. querias ficar calma não é mesmo? te presenteio com tua mão esquerda que gasta essa tinta. formas as letras e tens as palavras. agora uma frase. um ponto. mais outro ponto, e agora outra vírgula. fiz certo? fecha a porta, diz a tua mãe. teu dia finalmente tá acabando. e o espaço pra escrever também. surgiu aquela dúvida que te martela todos os dias: quanto tempo eu tenho até que morra? coças o olho esquerdo. um cílio torto que te incomoda. tocando a ponta saliente da unha do mindinho. a do pé, não a da mão. sinal de ansiedade. tais quase desistindo, né? tudo bem, falta pouco. vais poder se sentir vitoriosa e aliviada. pensasse naquela boca. esquece. nunca mostra isso pra ninguém. promete. a ansiedade aumentou um pouco. os olhos piscam cada vez menos. concentra. vai valer a pena esse tempo perdido? ao menos tais guardando todas as lembranças boas de tempos sombrios. que linda a caneta em ação. ainda não acabei de expurgar. você também não.
sobre tudo que senti em três páginas datilografadas.
Victor Marques Feb 2014
Espero a madrugada

A noite escura estava cansada,
De esperar pela madrugada.
O galo ansioso por todos despertar,
Eu abandono-me a este fenómeno peculiar.

No ermo onde existe um Senhor da Boa morte,
Noite escura em Castanheiro do Norte.
Os cedros parecem ter luz,
Eu perdido no silêncio que seduz.

A noite aqui é simples, singular,
A madrugada de encantar.
Candeias de outrora, cavalos e suas ferraduras,
Madrugada de anseios e aventuras.

O vento sopra solitário e as mimosas são fustigadas,
As madrugadas que tantas vezes foram madrugadas.
E eu aqui sozinho espreito com curiosidade,
Uma madrugada sem tempo nem idade.

Victor Marques
madrugada, noite, espera
Mila Berlioz Sep 2015
Estoy aburrida de mi realidad
Estoy aburrida de mi vida,
De la misma rutina cada día
De no poder levantarme,
De no salir y forzarme a respirar
Estoy cansada, cansada de no tenerte a mi lado
Estoy aburrida de ser yo, de no poder cambiarlo todo.
Marco Bo Oct 2018
the evening breath resting in my coat
the taste of a good rest resounding in my mouth
the fingertips that quiver in the cold
the meeting point between the warm hat and the wind
houses and people flowing away
rainy and cold late Winter days,
you shouting on me but I do not hear you
every second is such an important  treasure
and no time to waste I have in my heart,
no,
I'm not tired,
  I won't get up because I'm tired of giving up

but wait and see
about this No of mine they will speak for ages and more under this sky
they will be millions and consider that on that Winter evening
I was alone
I was alone
Rose between the thorns
that can't be hurt anymore
...................................      ................­.
il giorno di Rosa

il respiro della sera nel risvolto del cappotto
il sapore del riposo che risuona in bocca
la ***** delle dita che fremono al freddo
il punto d'incontro tra il caldo del cappello e il vento
case e persone che scorrono lontano
giorni di pioggia, sordo inverno
e tu che mi gridi addosso ma io no ti sento
ogni secondo è un tesoro immenso
e nel mio cuore non ** tempo da regalare al vento
no,
non sono stanca,
non mi alzo perchè sono stanca di arrendermi

e tu stai a vedere
di questo mio NO parleranno per ere e ancora
saranno milioni sotto questo cielo

e pensare che quella sera d'Inverno ero sola
ero sola
Rosa tra la spine
che non può farsi male
-----------------------

El dia de Rosa

el aliento de la noche envuelto en la solapa
el sabor del descanso que resuena en la boca
las yemas de los dedos que tiemblan al frío
el punto de encuentro entre el calor del sombrero y el viento.
casas y personas que fluyen lejos
días de frio y de lluvia al final del Invierno
y tu que gritas sobre mi pero no te escucho
cada segundo es un tesoro inmenso
y yo en mi corazón no tengo tiempo para regalar al viento
no,
no estoy cansada
  no me levanto porque estoy cansada de rendirme

pero espera y verás
de esto NO mio hablarán por edades y aún más
serán millones bajo este cielo
  y pensar esa noche de invierno
yo estaba sola

yo estaba sola
Rosa entre las espinas
que ya no se lastima
dedicated to Rosa Louise Parks
Carolina May 2016
Se encuentra a la deriva.
Sin un manto, sin calor.
Sólo el frío en su alma,
y en sus ojos vacío eterno.
Si pudiera verse a sí misma,
a través de la mirada de otra persona,
se sorprendería al observar
bellísima tristeza que a su rostro decora.
Sin embargo sólo ve aquello visible al ojo,
lo que está más allá es invisible
a su pobre visión en su pequeño mundo gris.
Gris, gris como su cabello;
El que tanto desea acariciar con sus frágiles dedos.
Gris, gris como la neblina;
Similar a la de la naturaleza,
aunque ésta se encuentra en su corazón,
tapando sus conductos; causándole una silenciosa agonía.
Gris, tan gris como como el azul;
nunca sabes cuando se vuelve triste.
Y si hay algo que ella pueda hacer,
no lo sabe.
Porque si lo supiera sería capaz de sentir,
es un hecho.
Lo que no es certero
es el sentimiento que ronda su interior.
El cual atrae pensamientos oscuros
que su cansada mente no parece soportar.
Quebrándose cada noche,
oculta todo bajo una sonrisa.
Su cabeza sigue gritando,
monstruos aún susurrando
y ella casi a duras penas escapando.
¿Podrá algún día vivir?
¿Podrá algún día despertar de la pesadilla?
¿Será notada por alguien?
¿Será esta noche su última?
Ella quiere saber,
yo me quiero esconder.
Ella quiere vivir,
yo sólo quiero morir.
Ella está atrapada en un gran espacio vacío, sin encontrar salida.
Es espacio se encuentra dentro de mi.
Elena Jun 2016
Cansada de besos vacíos
suspiro tu recuerdo cada noche
las rosas que brotaban de tu boca
el onix de tus ojos
la saliva enamorada
tu piel de miel tostada
Y me pregunto que será de ti
en las noches solitarias
¿Recordarás la sauvidad de mi piel?
la dulzura de mis caricias
lo conmovedor de mis miradas
los labios          que juraste amar por la eternidad


Y como pregunta se queda
flotando en el aire
aire de anhelo y extrañamiento
aire de recuerdo
imito tus caricias en mi piel
y con eso me conformo
porque ya no hay más




también las flores mueren
Esta vista cansada
que te sigue al caminar,
esta lengua antigua
que te intenta atrapar.

Siempre has sabido
como hacerme esperar,
para luego dejarme
como perro con hambre.

Me gusta besarte
con cada mirar,
me gusta tus alas
que brillan a la mar.

Estoy rendido
al sabor de tu amor,
estoy perdido
como niño en la plaza,
me siento lleno cuando
estoy contigo
y siento un vacío
cuando no estas conmigo.

La luna brilla a lejos
como queriendo
decir tu nombre
sabe que es amor
lo que se esconde
entre el mar,
tus labios y yo.

Sabe que son tus besos
los que me roban el alma,
sabe que es tu aroma
el que arrastra las olas,
sabe que tu cabello *****
cubre la noche,
sabe que es tu lápiz afilado
el que dibuja las estrellas,
sabe que tu voz
ilumina mis noches
y que mi vista cansada
te sigue sin medida.

Sabe que es amor
lo que se esconde
entre tus pechos,
sabe que en mi mente
se ocultan los secretos
del mar, tú… y yo….
sometimes i miss you, sometimes i want you, sometimes i need you...
Creo a veces que estás a mi lado tendida,
sobre mi brazo izquierdo la cabeza dormida.
Realidad me parece mi amorosa locura,
me sonrío a mí mismo con inmensa dulzura
y silenciosamente para no despertarte
me inclino hacia tu rostro quieto para besarte
pero mis labios juntos se pierden en la nada
y mi beso se hiela sobre la fría almohada,
tal como un pajarito que en una noche eleve
al abatir su vuelo se cayera en la nieve.
Pesada la cabeza de sueño y de lectura,
y el corazón henchido de infinita ternura,
cierro el libro que leo, mato la rubia llama,
subo el mar del embozo y me abrigo en la cama.
Y, la ardiente mejilla sobre la fresca almohada,
digo tu claro nombre, casi sin hacer ruido:
Creo que está a mi lado tu orejita rosada
y el túnel de juguete de tu oído.
Esta noche hay tormenta pero aun late lejana,
el relámpago pinta de verde mi persiana,
entra un aire cargado de humedad y de rosas,
en las sombras se tuercen mis manos voluptuosas
y una fiebre dulcísima cosquillea mi pecho:
estoy como una cruz de carne sobre el lecho.
Ha empezado a caer la lluvia lentamente.
Pero mi almohada tiene un hueco solamente.
Redondos de vigilia tengo abiertos los ojos,
los brazos como remos, los dedos casi flojos.
Hay un montón de ropa negra sobre una silla
y la luz de una vela da su coma amarilla.
He aquí que una lágrima ha caído en la almohada
y ha sonado en la funda de hilo almidonada.
Si lloro alguna noche, cuando estés a mi lado,
a la aurora tendrás el cabello mojado.
No me puedo dormir de soledad y tristeza,
yo pondría en tu hombro la cansada cabeza,
y lloraría un poco, y lloraría apenas...
Pero hay una distancia de juncos y de arenas.
Y tú estarás dormida, con tu tierra y tu cielo,
rodeada de la noche cerrada de tu pelo.
Dentro de un par de horas, o más, cuando me acueste,
el zafiro nocturno será una flor celeste,
yo una red de rocío, y una cinta de grana:
ya perdida la noche, perderé la mañana.
Sobre mi techo aun varias estrellas quedan.
Dime si te despiertan las lágrimas que ruedan.
La noche para mí es fantasmagoría,
más excitante que la misma poesía.
En el postigo albar hay una luz rosada,
primero fue violeta, luego será dorada.
¡Cómo cantan los gallos! se ve que están contentos.
No cantarían con mis pensamientos.
Siempre a la madrugada hace un poco de frío,
estrecharé a estas horas tu cuerpo con el mío.
Ahora cruza los campos un gran carro sonoro.
El día entra en mi cuarto como un labriego de oro.
Aquesto dixo El Ebrio, una vegada.
Aquesto dixo con su voz cansada.
Aquesto dixo por la madrugada.

Yo dello non sé nada.

Bebamos en las cráteras de oro
que laboró el cincel benvenutino,
champagne, bulbente y bullicioso vino.

Bebamos en las ánforas de barro
doria hidromiel; en el panzudo jarro
blonda cerveza, y en las cristalinas
frágiles copas el anís sonoro
así como las finas
mixturas sibilinas.

Porque es dulce olvidar.

Bebamos en las cráteras de oro
el líquido tesoro
que enloquece las mentes
y elide los deseos,
y que sume los sueños impotentes
en helados Leteos!.

Porque es dulce olvidar. ¿Algo esculpido
quedar merece en el cerebro? Nada!
Porque es dulce olvidar...

El viento azota
la cima de los árboles, tedioso;
vacila el corazón ante la rota!
El espíritu vago!
¡La voluntad errátil
es un tortuoso Yago!
y el soñar aterido...:
¡el soñar aterido y nó vibrátil
ni altanero!... y nostálgico, anheloso
de una distinta vida...

Los jardines románticos
horros están de idilios.
Y son hueros los cánticos
jocundos de Himeneo!

Dormita ya el Deseo!
Ya dormita el Amor!.
Y yerra -enloquecida-
por sus ludies exilios
de Dolor,
l'alma pura de Ofelia,
mientras Hamlet, moroso y taciturno
sepultose en sí mismo!

Ya no existe
la verdad, si ha existido... Ya no es nada
la belleza, y lo es todo! y la tristeza
¡cómo es asaz ****** y adocenada!

Yo bucéo un abismo
y el tal abismo es hueco!
Todo es superficial, mentido y triste.
Todo: el Amor y la Naturaleza,
el Mar, las Nubes, la ideal Belleza:
sólo restan cinismo,
rutina, y el enteco
sentido de lo práctico y la cómica
metafísica vómica!

Es preciso beber la sangre cálida
de los magos elixires!
Complicados brebajes, quinta-esencia,
sudor de las retortas y alambiques;
todos los filtros químicos y alquímicos
el díctamo, el nepentes,
súmanme en la demencia!

En el absintio quiero que se esconda
-tras de sus de sirena glaucos ojos-
mi espíritu arbitrario,
mi corazón, y toda la amargura
de abolidos despojos!

Es preciso beber la sangre cálida,
sangre morena
o sangre blonda!
En el absintio quiero que se esconda
-tras de sus glaucos ojos de sirena-
mi corazón, y toda la amargura!

La azul locura pálida,
soberana locura,
se asile en mi cerebro solitario!

Bebamos en las cráteras de oro
todo el licor que corre por la vena
de la pródiga uva;
y hagamos la serena
-la serena o la loca-
vida del que en sí propio no se toca
y que en nada se halla...:

-Búdico sér en éxtasis,
Jaiyám bajo los astros,
Edgar en la taberna,
Diógenes en su cuba...
Desdeñosos e impávidos,
sonrientes,
mirando la batalla
sempiterna, mirando la batalla
de apetitos, la gresca y el estridir de dientes
y el ****** forcejeo
para ascender, para medrar, para vivir...

Nosotros -sí, nosotros-
olímpicos yazgamos sobre el trípode sacro:
claudicantes e irónicos,
sonrientes espectadores del simulacro,
sin recordar, sin añorar,
sin anhelar,
¡sin un solo deseo!

Brtiña el trágico véspero
con sus hórridas lumbres
incendiarias;
dóre el amanecer con vagas lumbres
y medias-tintas de atediada suavidad;
o aljofáre la luna
del bebedor la cabellera bruna
o la blonda o endrina cabellera
nimbada de doliente claridad,
y bebamos el vino,
y bebamos el vino,
y bebamos el vino!

Aquesto dixo El Ebrio una vegada.
Aquesto dixo con su voz cansada.
Aquesto dixo por la madrugada.

Yo dello non me curo. Yo dello non sé nada
ken park Nov 2013
Triste e sem caminho, assim ela pensava. Cansada de acordar todos os dias e ter aquela mesma sensação. Porra, eu já fiz isso! Todos os dias, toda hora, a mesma coisa. As pessoas não ligavam para isso, todo mundo sempre acha que o seu problema é maior do que o do outro. Mas no final, o problema de todo mundo é maior que o outro. É um ciclo repetitivo sem fim. Um ciclo de merda infinito. Assim era a vida dessa menina. Ela realmente estava perdida. Ou, achava que estava perdida. Nossa cabeça as vezes, ou sempre, nos faz prisioneiros de nós mesmos. Nós usamos, involuntariamente, nossos erros e medos contra nós mesmos. Onde ela estava com a cabeça? Eu quero ser assim, pensava ela... Pobre menina. Por que as pessoas acham "bonito" ter problemas emocionais, vidas dramáticas, coisas trágicas e o caralho a quatro de problema? Talvez a gente só queira ter uma aventura na vida, mas as vezes nós não lembramos, que a vida não é um filme, e que o final não vai ser feliz como sempre, ou que nós podemos evitar tal coisa, imaginamos sempre que sera aquela tragedia clichê tipo um Christiane f e no final tudo vai ficar bem. Não fica tudo bem. A nossa juventude está perdida. Realmente. Eu faço parte dessa geração. Nós temos vários tipos de pessoas, grupos sociais, gostos variados, culturas diferentes. Mas em uma coisa nós somos iguais. Nós sofremos. E isso meu amigo, não é brincadeira. Hoje em dia, não temos mais aquela amizade com as pessoas igual era 40 anos atrás, hoje em dia ta tudo muito superficial, muito mentiroso, muita encenação. O ser humano está perdendo cada vez mais a sua compaixão, a sua criatividade e a sua liberdade de se expressar. A nossa população está completamente alienada a coisas negativas e coisas que não levam a nada. Estamos perdidos. E eu, sou só mais uma, perdida. Mas em meus problemas, que eu não sei resolver.
Victor Marques May 2011
O amor de Pai

Na minha mente nobre e cansada,
Te vejo com carinho e abrigo,
Os anjos passam sem prévio aviso,
Caminhas pelas vinhas no paraíso.


A tua preocupação doentia,
O teu labor te bendizia.
Janela sempre aberta,
Teu amor me desperta.


Horizonte duriense que padece,
O teu amor vive e não se esquece.
O xisto continua inerte e não esmorece,
Teu amor é uma como uma prece.

Victor Marques

11/11/2005
Luna Oct 2018
El sol parece no querer salir y aquí dentro solo hay frío, el zumbido en mis oidos me impide pensar, sin norte ni sur, me he quedado hace un tiempo.

El pasado son recuerdos borrosos que de vez en cuando manchan el paisaje, el futuro es una doña vestida de ***** y encaje, el presente se me hace insoportable, a la deriva me encuentro entre miedos e ilusiones. Fantasmas y soledad son la única constante.

               Estoy cansada de olvidar.
               Estoy cansada de llorar.
Xv
En las arenas de Magallanes te recogimos cansada
navegante, inmóvil
bajo la tempestad que tantas veces tu pecho dulce y doble
desafió dividiendo en sus pezones.

Te levantamos otra vez sobre los mares del Sur, pero ahora
fuiste la pasajera de lo oscuro, de los rincones, igual
al trigo y al metal que custodiaste
en alta mar, envuelta por la noche marina.

      Hoy eres mía, diosa que el albatros gigante
      rozó con su estatura extendida en el vuelo,
      como un manto de música dirigida en la lluvia
      por tus ciegos y errantes párpados de madera.

      Rosa del mar, abeja más pura que los sueños,
      almendrada mujer que desde las raíces
      de una encina poblada por los cantos
      te hiciste forma, fuerza de follaje con nidos,
      boca de tempestades, dulzura delicada
      que iría conquistando la luz con sus caderas.

      Cuando ángeles y reinas que nacieron contigo
      se llenaron de musgo, durmiendo destinados
      a la inmovilidad con un honor de muertos,
      tú subiste a la proa delgada del navío
      y ángel y reina y ola, temblor del mundo fuiste.
      El estremecimiento de los hombres subía
      hasta tu noble túnica con pechos de manzana,
      mientras tus labios eran oh dulce! humedecidos
      por otros besos dignos de tu boca salvaje.

      Bajo la noche extraña tu cintura dejaba
      caer el peso puro de la nave en las olas
      cortando en la sombría magnitud un camino
      de fuego derribado, de miel fosforescente.
      El viento abrió en tus rizos su caja tempestuosa,
      el desencadenado metal de su gemido,
      y en la aurora la luz te recibió temblando
      en los puertos, besando tu diadema mojada.

      A veces detuviste sobre el mar tu camino
      y el barco tembloroso bajó por su costado,
      como una gruesa fruta que se desprende y cae,
      un marinero muerto que acogieron la espuma
      y el movimiento puro del tiempo y del navío.
      Y sólo tú entre todos los rostros abrumados
      por la amenaza, hundidos en un dolor estéril,
      recibiste la sal salpicada en tu máscara,
      y tus ojos guardaron las lágrimas saladas.
      Más de una pobre vida resbaló por tus brazos
      hacia la eternidad de las aguas mortuorias,
      y el roce que te dieron los muertos y los vivos
      gastó tu corazón de madera marina.

Hoy hemos recogido de la arena tu forma,
Al final, a mis ojos estabas destinada.
Duermes tal vez, dormida, tal vez has muerto, muerta:
tu movimiento, al fin, ha olvidado el susurro
y el esplendor errante cerró su travesía.
Iras del mar, golpes del cielo han coronado
tu altanera cabeza con grietas y rupturas,
y tu rostro como una caracola reposa
con heridas que marcan tu frente balanceada.

Para mí tu belleza guarda todo el perfume,
todo el ácido errante, toda su noche oscura.
Y en tu empinado pecho de lámpara o de diosa,
torre turgente, inmóvil amor, vive la vida.
Tú navegas conmigo, recogida, hasta el día
en que dejen caer lo que soy en la espuma.
Danielle Furtado Apr 2017
Acontece o tempo todo.
Sinto meu estômago embrulhar como alguém que acaba de sair de uma montanha russa, e isso é uma analogia perfeita já que vou de total satisfação à vazio completo em três tragadas num cigarro ou menos. Não importa com quem ou onde eu esteja, é hora de trocar de música, fixar o olhar no nada para tentar sacudir o vazio pesado que repousa sobre meu peito, como se tivesse me engolindo, mas de dentro para fora. Logo me sinto vulnerável, como se tivesse uma ferida aberta e necrosada no meu âmago e todos pudessem ver através de mim, como se meus olhos contassem meus segredos, as vontades que tive e tenho de me atirar em frente a um ônibus em movimento, então volto a mim geralmente com a pergunta de alguém que gosto questionando se está tudo bem, digo que sim, que estou com sono, cansada, o que não deixa de ser verdade, eu realmente estou cansada. Eu sempre sinto que preciso ir embora, afinal. Mesmo estando em minha casa quero ir embora, para onde?! Desconheço lugar no mundo e na história que me faria sentir em casa. Desconheço o abraço que me faria sentir que pertenço, ou que me querem ali. Então digo que estou atrasada, que sinto muito, que cancelo os planos, que estou doente, que tenho que estudar, peço licença e me retiro, volto pro conforto de estar triste e sozinha, sem precisar esconder o olhar vazio encarando o vazio, e esse é o melhor que posso fazer.
D. Furtado][
A Primavera, escrevi-a toda
em verso pelo Inverno
inventei-lhe as cores e o amor terno
mas, agora que chegou, está cansada,
o Sol não me aquece senão a pele
as flores são só flores de insuficiência carregada
a relva em que o corpo deito
faz-se desconforto de familiaridade excessiva
o céu sempre de uma tonalidade
tão azul e baça e cansativa;
E a vida, ah, a vida
a que estou tão dolorosamente condenada
posso apenas aceitar assim como me foi dada
maldosa e dorida e
Tão bela, ah, tão bela.
Levanten sus copas
que hoy la suerte
se cierne a la botella

Dionisio pagó con sangre
el trago amargo de la pérdida.
Laureada la seda que envuelve
el óbito de tu destino,

sobre el tinto que ateza de luto tu pecho
atribulan sus enemigos
en la cómplice oscuridad de un bar olvidado
que arrulla en secreto la muerte bajo un mar de Ginebra

Que aguarda entre mentiras al
íntimo ritual que sienta el pulso
y añeja el vértigo de tus palabras

Petaca en mano que enciende tu aliento
desgaja tus venas de oporto y ron
y pinta de sanguinos matices
la náusea ...

que apacigua el lamento
de tu Ménade solitaria
que entre espectros alcoholizados
maldice el acre juicio del azar

Danza macabra que
funde sus lenguas profanas,
en la misma apática letanía

Maldita esa noche de julio
parda como el veneno que rezuman tus vísceras
parda como la trama endeble
que corrompe tu hígado enfermo

Maldita la sed en tus ojos vidriosos
negros como el nectar que escancian la Nísiades
en la viña de tu cárdena mortaja.

Maldito el recuerdo
que aún te ve

Sentado con beoda inocencia
donde van a morir las ratas
y un perro viejo sella
con vos su pródigo pacto secuaz

Que entre pitada y pitada
escapan a vos en susurros los versos del turco Jayyam
batiendo suspiros al aire
flotando en castillos de alquitrán

Que pensando en la muerte
borracho y con voz cansada
solías preguntar

¿Habrá allí una pizca de lima que bese
el salitre de sus dedos renegridos?
Ah, pobre Dolores
Mais uma vez está cansada de suas mágoas e constipada com suas dores
Há quem diga que quando olha o céu, sonha com estrelas
Acalme-se Dolores, hoje tenho um presente para entretê-la
Acorde de seu sonho e largue esses afazeres
Olhe para A Casa Abandonada dos Prazeres
Almeja tanto assim?
O seu ignoto fim?
Por quê toma todos esses remédios?
Se o que deseja é pular do mais alto prédio
Para quê todas essas doenças inventadas?
E essas mulheres, para quê invejá-las?
Na casa encontrará a cura
Não mais carregará sua imaginária feiura
Lá será bela como sempre quis
Mas pergunte-se o que é ser feliz
Lá, em todas as paredes, encontrará espelhos
E em todas camas encontrará lençóis vermelhos
Onde finalmente poderá gozar
E a beleza que não é sua, contemplar
Goze, goze Dolores
Mistura seu prazer com suas dores
Goze, goze mais uma vez
Goze toda sua estupidez
Saiba que nem tudo que cintila é ouro
E fora da casa continuará seu agouro
Quando fora estiver, da vida perderá a crença
E a cada vez que entrar e sair, nascerá uma nova doença
Uma daquelas de sua hipocondria
E a cada dia verá a verdadeira agonia
Sentirá dor, e fome
Não se lembrará de seu nome
Não poderá comer, pois a doença te devastará
E para a casa todos os dias irá correr, a sonhar
Lembre-se de novo
Que nem tudo que brilha é ouro
Ganhará a casa e perderá o mundo
E seu eu estará perdido num poço profundo
Um dia dirá:

Será?
Toda aquela estética...
era tão assim... patética?
Nossas escolhas não tem volta
Para o destino não há revolta
Não devo mais chorar
Só me resta, agora, gozar

Goze, goze Dolores
Mistura seu prazer com suas dores
Goze, goze mais uma vez
Goze toda sua estupidez
Contos da Casa Abandonada dos Prazeres
Dolores - O primeiro conto
Brianna Hayley Oct 2013
"sí, sí, claro", digo,
cansada y agotada.
el sol se hunde en los arboles,
y mi cabeza quiere caer en la almohada,
pero no me permites,
"solo son las ocho y tres", te quejas,
"despierta, hablame."
ya he estado despierta durante casi 22 horas,
pero no te importas,
solo quieres mirarme marchitar despacio,
mira el dolor en mis ojos
y el temblor en mi voz.
pareces más viva como esto ,
casi puedo oir en tus pensamientos.
Entonces, quedo despierta, solo para tu placer.
Nunca me agradeces.
¡Oh tú, que inadvertido peregrinas
de osado monte cumbres desdeñosas,
que igualmente vecinas
tienen a las estrellas sospechosas,
o ya confuso vayas
buscando el Cielo, que robustas hayas
te esconden en las hojas,
o la alma aprisionada de congojas
alivies y consueles,
o con el vario pensamiento vueles
delante de esta peña tosca y dura,
que de naturaleza aborrecida
envidia de aquel prado la hermosura:
detén el paso y tu camino olvida,
y el duro intento, que te arrastra, deja,
mientras vivo escarmiento te aconseja!
En la que oscura ves, cueva espantosa,
sepulcro de los tiempos que han pasado,
mi espíritu reposa,
dentro en mi propio cuerpo sepultado,
pues mis bienes perdidos
sólo han dejado en mí fuego y gemidos,
victorias de aquel ceño
que, con la muerte, me libró del sueño
de bienes de la tierra,
y gozo blanda paz tras dura guerra,
hurtado para siempre a la grandeza,
al envidioso polvo Cortesano,
al inicuo poder de la riqueza,
al lisonjero adulador tirano.
¡Dichoso yo, que fuera de este abismo,
vivo me soy sepulcro de mí mismo!
Estas mojadas, nunca enjutas ropas,
estas no escarmentadas y deshechas
velas, proas y popas,
estos hierros molestos, estas flechas,
estos lazos y redes
que me visten de miedo las paredes,
lamentables despojos,
desprecio del naufragio de mis ojos,
recuerdos despreciados,
son, para más dolor bienes pasados.
Fue tiempo que me vio, quien hoy me llora,
burlar de la verdad y de escarmiento,
y ya, quiérelo Dios, llegó la hora,
que debo mi discurso a mi tormento:
ved cómo y cuán en breve el gusto acaba,
pues suspira por mí quien me envidiaba.
Aun a la muerte vine por rodeos,
que se hace de rogar, o da sus veces
a mis propios deseos;
mas ya que son mis desengaños jueces,
aquí solo conmigo
la angosta senda de los sabios sigo,
donde gloriosamente
desprecio la ambición de lo presente.
No lloro lo pasado,
ni lo que ha de venir me da cuidado,
y mi loca esperanza siempre verde,
que sobre el pensamiento voló ufana,
de puro vieja aquí su color pierde,
y blanca puede estar de puro cana.
Aquí, del primer hombre despojado,
descanso ya de andar de mí cargado.
Estos que han de beber, fresnos hojosos,
la roja sangre de la dura guerra;
estos olmos hermosos,
a quien esposa vid abraza y cierra
de la sed de los días,
guardan con sombras las corrientes frías;
y en esta dura sierra,
los agradecimientos de la tierra,
con mi labor cansada,
me entretienen la vida fatigada.
Orfeo del aire el Ruiseñor parece,
y ramillete músico el jilguero;
consuelo aquél en su dolor me ofrece;
éste, a mi mal, se muestra lisonjero;
duermo, por cama, en este suelo duro,
si menos blando sueño, más seguro.
No solicito el mar con remo y vela,
ni temo al Turco la ambición armada;
no en larga centinela,
al sueño inobediente, con pagada
sangre y salud vendida,
soy, por un pobre sueldo, mi homicida;
ni a fortuna me entrego,
con la codicia y la esperanza ciego,
por acabar diligente,
los peligros precisos del Oriente;
no de mi gula amenazada vive
la Fénix en Arabia temerosa,
ni a ultraje de mis leños apercibe
el mar su inobediencia peligrosa:
vivo como hombre, que viviendo muero
por desembarazar el día postrero.
Llenos de paz serena mis sentidos,
y la Corte del alma sosegada,
sujetos y vencidos
apetitos de la ley desordenada,
por límite a mis penas
aguardo que desate de mis venas
la muerte, prevenida
la alma que anudada está en la vida,
disimulando horrores
a esta prisión de miedos y dolores,
a este polvo soberbio y presumido,
ambiciosa ceniza, sepultura
portátil que conmigo la he traído,
sin dejarme contra hora segura.
Nací muriendo, y he vivido ciego,
y nunca al cabo de mi muerte llego.
Tú, pues, oh caminante que me escuchas,
si pretendes salir con la victoria
del monstruo con quien luchas,
harás que se adelante tu memoria
a recibir la muerte,
que oscura y muda viene a deshacerte.
No hagas de otro caso,
pues se huye la vida paso a paso;
y en mentidos placeres
muriendo naces, y viviendo mueres.
Cánsate ya, oh mortal, de fatigarte
en adquirir riquezas y tesoro,
que últimamente el tiempo ha de heredarte,
y al fin te dejarán la plata y oro:
vive para ti solo, si pudieres,
pues sólo para ti, si mueres, mueres.
Esto habrá de ser largo. Todo un mes. ¡Qué cansada
Durante un mes mi vida, sin tu charla adorada!

En mi última carta te dije que creía,
Que pensaba habituarme, que al fin valor tendría.
Sí, valor... pero sólo valor por un momento.
Después, mi dolor vuelve, vuelve como tormento.
Aquí está, lo percibo, lo siento aquí en mi alcoba;
Me persigue, me arrastra, y el sosiego me roba;
Va por entre los muebles, por las salas sombrías...
¡Ah! Estas noches sin besos, en soledad profunda.
Estas tristes mañanas sin oír «¡Buenos
días!»
Estas noches sin sueño,
En que tantos recuerdos de un pasado risueño
Se agolpan a mi mente conturbada;
Recuerdos que tu aliento no llena, ni el aroma
Que los cabellos tuyos dejan en tu almohada.
Si supieras qué horrible fastidio es verse solo,
¡Qué tristes noches, qué angustiosos días!

La alcoba me parece como muerta, la alcoba
En que orden y desorden siempre poner sabías.
Y después los armarios y puertas, un ruido
Hacen tan diferente, tan raro, entre la sombra,
Como un eco de queja dolorida,
De malestar muy hondo que persiste,
Y que en este vacío va poniendo algo triste,
Como la lluvia en torno de una cita incumplida.

Un son lúgubre todo va adquiriendo:
Ya voz que canta en notas desoladas,
O ya el grito de un niño, él son de un piano,
O en la escalera, al lado, fugitivas pisadas;
Y de pronto, en la calle, sordo rumor lejano,
Que se va, que se extingue... se extingue lentamente,
Y después, en la casa, las voces de las criadas...
Y Marta qué se queja, que regaña insistente,
Y para la comida pide órdenes. ¿Qué puedo
Decirle? Ni tengo hambre. Pues sabrás que en mi mente
Una idea grabada se encuentra solamente:
Esperar, solitario -mi angustia el cielo sabe-
Que este mes ¡ay! tan largo, tan largo, pronto acabe.
Para muchos el tiempo pasa siempre volando.
Y por creer me esfuerzo, con el alma dolida,
Que este mes, para ellos y para mí, en la vida
Será un mes como todos, que irá veloz pasando.

Y mientras tanto, cartas me ocupo en escribirte,
En que nunca he encontrado gran cosa que decirte;
De esas cartas que poco siempre dicen o nada,
Sin la voz, las sonrisas, el gesto y la mirada,
Y que sin eso siempre mal decimos
Todo lo que sentimos;
Y entonces ¿con qué fin ese deseo
Que nos hace escribir lo que escribimos?
Tenemos fe que en charlas de correo
Algo del alma va; pero esos largos
Monólogos de pluma deficiente
Siempre han hecho en la vida que la distancia aumente
La retórica indócil a que siempre le falta
En desoladas horas,
Y cual solaz de fiesta,
Lo que esas charlas hace encantadoras:
El íntimo placer de la respuesta.

Solo estoy. Hasta pronto, tú, ¡vida de mi vida!
¿Cierto es lo que me escribes en tu carta adorada?
¿Conque pensaste en ambos al quedarte dormida?
Mi corazón te envío, mi alma destrozada.
Te envío mi amargura, mi vida desolada,
Sin placer, sin los dulces pasados embelesos;
Y, corno suave arrullo de tu noche callada,
Muchos besos, más besos, siempre besos y besos.
Inés es joven: en su faz hermosa,
Luchando están como Hércules y Anteo,
El carmín pudibundo de la rosa,
Con la avarienta lumbre del deseo.

Torna los corazones en despojos,
Pues tiene en su diabólico albedrío,
Miel en sus frases, dardos en sus ojos
El alma en ascuas y el semblante frío.

Es blanca en su exterior como azucena
Negra en su fondo cual la noche oscura;
Roja adelfa es su boca, que envenena
Al que una gota de su miel apura.

A fuerza de sufrir, lleva consigo
Tal odio al mundo que su planta pisa,
Que, engañando al amante y al amigo,
Usa como una máscara la risa.

Visita los altares, y allí brota
De sus labios y en público la queja:
Que por ganar la fama de devota,
Ha dado, siendo joven, en ser vieja.

Cansada al fin de dar funesto ejemplo,
Suelta un ***** mantón sobre su talle,
Y aunque igual en la calle y en el templo,
Hoy ha cambiado el templo por la calle.

En la humildad con que su rostro juega,
Se juntan lo piadoso y lo pagano:
Un correcto perfil de estatua griega,
Y el colorido del pincel romano.

Tan modesta se viste, y tan seguido
Se la mira en el templo lacrimosa,
Que son juntos su faz y su vestido,
Hábito y faz de austera religiosa.

Cuando se haiia en el templo arrodillada,
Rezando en alta voz con gran tristeza,
La gente que la ve dice asombrada:
«Inés es muy devota porque reza».

Los ojos bajos y la faz contrita,
Trémulos y turbados sus acentos,
Toma y lleva a su frente agua bendita,
Para ahuyentar los malos pensamientos.

Se ven correr las cuentas del rosario
Entre sus dedos de alabastro y grana,
Como en el blanco lirio solitario
Las perlas de la púdica mañana

Cuantos miran a Inés rezar sumisa,
Y oyen la voz con que piedad implora,
Y ven que, puesta en cruz, toda la misa,
Solloza, ruega, se estremece y llora;

Al ver su rostro en lágrimas deshecho,
Con santa unción resplandecer ufano;
Las reliquias que cuelgan de su pecho,
Las novenas que tiemblan en su mano;

Juzgan verdad su devoción sagrada,
Cierta juzgan su mística tristeza,
E ignoran que la dama arrodillada
No viene a orar... y, sin embargo, reza.

Entre orar y rezar hay un abismo,
Que ni medir ni escudriñar me toca:
El rezo y la oración no son lo mismo,
Que no es lo mismo el alma que la boca.

Inés, del templo en la imponente calma,
Por rendir culto a Dios, le infiere agravios:
Su rezo está en la boca, no en el alma...
¡La oración en el alma, no en los labios!

La dulce fe de sus primeros días
Mataron en Inés los desengaños,
Y hoy reza en alta voz Avemarías
Iguales: ¡ay! a las de aquellos años.

¿Qué son las tiernas frases de su boca?
Gritos que aturdirán su propio duelo...
Flores con que su afán cubre una roca
Coronada de témpanos de hielo.

Víctima de su gracia y su belleza,
Tiene Inés una historia de dolores.
Y recuerda su historia cuando reza,
Queriendo despertar tiempos mejores.

Rezando sin orar, en voz muy alta,
Ofende al templo del Señor, sagrado,
Pues pone allí, para encubrir su falta,
El rezo como escudo del pecado.

Es incrédula, y júzganla creyente;
Llena con falso culto el alma hueca,
Y así a la faz de Dios rezando miente,
Y el mundo ignora que rezando peca.

¡El mundo! Vedlo... toma como ejemplo
De santa unción a Inés que está llorando...
¿Ejemplo? Sí: de las que van al templo,
Hijas del mal, para pecar rezando.

¿Cómo ensalzar sus aparentes galas
De misticismo y devoción? -¡Del cielo
Es la oración, que, al agitar sus alas
Ni polvo ni rumor alza en el suelo!
Talvez se escrever o sono venha
Cansada do excesso de cansaço
Nas alturas menos certas
Creio que há 2 horas que devia estar a dormir
Se pudesse
Mas embora o cansaço esteja presente
Nos meus músculos, olhos
Não chegou ainda à base.

Talvez o meu cérebro seja notivago.
Chego a estas conclusões na exaustão da noite
Quando, por desespero, pego num lápis
E desacredito-me ainda mais.
Mas passo a explicar:
Durante todo o dia sinto-me dormente
Ah, para quê falinhas mansas?
Sinto-me burra, sem conseguir pensar
Mas na chegada da noite
Com o silêncio e a escuridão que se sentem na noite
Tudo se liga e se ilumina
E o meu cérebro trabalha e penso, penso, penso
E mais certezas tenho de que sou burra
Não que tenha pensamentos burros, não!
Mas por que raio tê-los agora e
De forma tão agressiva e exaustiva
Sem chegar a ser agressiva e exaustiva o suficiente
Para escrever alguma coisa de jeito
Ou para me fazer cair para o lado
Suficiente apenas para uma mais noite em branco
Talvez nunca tenha acordado.
Diciembre ha congelado su aliento de dos filos,
y lo resopla desde los cielos congelados,
como una llama seca desarrollada en hilos,
como una larga ruina que ataca a los soldados.

Nieve donde el caballo que impone sus pisadas
es una soledad de galopante luto.
Nieve de uñas cernidas, de garras derribadas,
de celeste maldad, de desprecio absoluto.

Muerde, tala, traspasa como un tremendo hachazo,
con un hacha de mármol encarnizado y leve.
Desciende, se derrama como un deshecho abrazo
de precipicios y alas, de soledad y nieve.

Esta agresión que parte del centro del invierno,
hambre cruda, cansada de tener hambre y frío,
amenaza al desnudo con un rencor eterno,
blanco, mortal, hambriento, silencioso, sombrío.

Quiere aplacar las fraguas, los odios, las hogueras,
quiere cegar los mares, sepultar los amores:
y se va elevando lentas y diáfanas barreras,
estatuas silenciosas y vidrios agresores.

Que se derrame a chorros el corazón de lana
de tantos almacenes y talleres textiles,
para cubrir los cuerpos que queman la mañana
con la voz, la mirada, los pies y los fusiles.

Ropa para los cuerpos que pueden ir desnudos,
que pueden ir vestidos de escarchas y de hielos:
de piedra enjuta contra los picotazos rudos,
las mordeduras pálidas y los pálidos vuelos.

Ropa para los cuerpos que rechazan callados
los ataques más blancos con los huesos más rojos.
Porque tienen el hueso solar estos soldados,
y porque son hogueras con pisadas, con ojos.

La frialdad se abalanza, la muerte se deshoja,
el clamor que no suena, pero que escucho, llueve.
Sobre la nieve blanca, la vida roja y roja
hace la nieve cálida, siembra fuego en la nieve.

Tan decididamente son el cristal de roca
que sólo el fuego, sólo la llama cristaliza,
que atacan con el pómulo nevado, con la boca,
y vuelven cuanto atacan recuerdos de ceniza.
Juliet R May 2014
Sinto a necessidade de ter calor humano,
Por puro conforto,
De sentir o meu corpo absorto.
Necessidade tão intensa e imensa
Longe do que se pensa,
Longe de qualquer dano.

O vento ouve-me, benevolente,
O que vai na alma.
Das palavras que correm na mente,
Traz a minha outra metade na sua palma
Para a alegria tomar conta da calma.

Reparo no meu cabelo a voar,
Nos meus dedos a moldar
As linhas do horizonte.
E tento retratar, magicar e afeiçoar
A imagem que tenho de ti na fonte.

Aproximo-me em passo na calada
E os meus olhos aborvem cada camada
Que no meu ver emerge.
Tudo diverge
Pois apareceste tu.

O meu coração acelera
Calmo noutra era.
Num ápice lento
Num rápido murmúrio
Olho-te com um muito atento.

Procuro fugir do teu olhar,
Com o sangue a ferver,
Com a cara a escaldar
Cansada desta fuga por resolver:
É aqui que vou ficar.
Zazu Aug 8
I'm tired of writing letters
I'll never send
expecting they'll give me clarity
but leading me to a dead-end

J'ai fatigue de lui
is how you say it in French
it's not a language you understand
so I'll say this instead:
Estoy cansada de ti
I'm tired of you
and of the energy you bring

I'll write my poems about you
in old notebooks
I'll use the pages to write letters
I'll burn
but you'll never get
Estando yo en la mi choza   pintando la mi cayada,
las cabrillas altas iban   y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas,   no paran en la majada.
Vide venir siete lobos   por una oscura cañada.
Venían echando suertes   cuál entrará a la majada;
le tocó a una loba vieja,   patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos   como ***** de navaja.
Dio tres vueltas al redil   y no pudo sacar nada;
a la otra  vuelta que dio,   sacó la borrega blanca,
hija de la oveja churra,   nieta de la orejisana,
la que tenían mis amos   para el domingo de Pascua.
-¡Aquí, mis siete cachorros,   aquí, perra trujillana,
aquí, perro el de los hierros,   a correr la loba parda!
Si me cobráis la borrega,   cenaréis leche y hogaza;
y si no me la cobráis,   cenaréis de mi cayada.
Los perros tras de la loba   las uñas se esmigajaban;
siete leguas la corrieron   por unas sierras muy agrias.
Al subir un cotarrito   la loba ya va cansada:
-Tomad, perros, la borrega,   sana y buena como estaba.
-No queremos la borrega,   de tu boca alobadada,
que queremos tu pelleja   pa' el pastor una zamarra;
el rabo para correas,   para atacarse las bragas;
de la cabeza un zurrón,   para meter las cucharas;
las tripas para vihuelas   para que bailen las damas.
No sé cuál es la cara que me mira
cuando miro la cara del espejo;
No sé qué anciano acecha en su reflejo
con silenciosa y ya cansada ira.

Lento en mi sombra, con la mano exploro
mis invisibles rasgos. Un destello
me alcanza. He vislumbrado tu cabello
que es de ceniza o es aún de oro.

Repito que he perdido solamente
la vana superficie de las cosas.
El consuelo es de Milton y es valiente,

pero pienso en las letras y en las rosas.
Pienso que si pudiera ver mi cara
sabría quién soy en esta tarde rara.
Vivo na eterna incerteza das coisas boas.
Tal como a dor, a felicidade passa e os anos também. Vão ficando cada vez mais memórias e mais pessoas para trás. Vamos cada vez tendo mais passado do que futuro.
A nossa hora chegará.
Às vezes sento-me sozinha, penso e vejo os anos passar por mim... Já estou cansada e ainda só passaram 14 daqueles todos que irei viver...
Cómo llenarte, soledad,
Sino contigo misma.

De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
Quieto en ángulo oscuro,
Buscaba en ti, encendida guirnalda,
Mis auroras futuras y furtivos nocturnos
Y en ti los vislumbraba,
Naturales y exactos, también libres y fieles,
A semejanza mía,
A semejanza tuya, eterna soledad.

Me perdí luego por la tierra injusta
Como quien busca amigos o ignorados amantes;
Diverso con el mundo,
Fui luz serena y anhelo desbocado,
Y en la lluvia sombría o en el sol evidente
Quería una verdad que a ti te traicionase,
Olvidando en mi afán
Cómo las alas fugitivas su propia nube crean.

Y al velarse a mis ojos
Con nubes sobre nubes de otoño desbordado
La luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
Te negué por bien poco;
Por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
Por quietas amistades de sillón y de gesto,
Por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
Por los viejos placeres prohibidos,
Como los permitidos nauseabundos,
Útiles solamente para el elegante salón susurrando,
En bocas de mentira y palabras de hielo.

Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
Que yo fui,
Que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
Por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
Limpios de otro deseo,
El sol, mi dios, la noche rumorosa,
La lluvia, intimidad de siempre,
El bosque y su alentar pagano,
El mar, el mar como su nombre hermoso;

Y sobre todos ellos,
Cuerpo oscuro y esbelto,
Te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
Y tú me das fuerza y debilidad
Como al ave cansada los brazos de la piedra.

Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
Oigo sus oscuras imprecaciones,
Contemplo sus blancas caricias;
Y erguido desde cuna vigilante
Soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
Por quienes vivo, aun cuando no los vea;
Y así, lejos de ellos,
Ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
Roncas y violentas como el mar, mi morada,
Puras ante la espera de una revolución ardiente
O rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
Cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.

Tú, verdad solitaria,
Transparente pasión, mi soledad de siempre,
Eres inmenso abrazo;
El sol, el mar,
La oscuridad, la estepa,
El hombre y su deseo,
La airada muchedumbre,
¿Qué son sino tú misma?

Por ti, mi soledad, los busqué un día;
En ti, mi soledad, los amo ahora.
Geovanni Alfaro Oct 2015
Tengo las piernas largas
Piso Montevideo pero no piso sus suelos
Sueño
Con los pajarros
Y ando por los cielos.

Tengo puesto
Huaraches
Por eso me llaman "El Indio Huarachudo"
Aunque yo solo se que soy
"El Indio mas Chulo."

Me duelen los brazos
De tanto cargarte
Mi espalada cansada esta
Todavia haci mis largas piernas tienen fuerzas
Y caminan sobre Montevideo
Y sobre El Monte Olimpo si quiero.
Esto que escribo ahora es el postrero
son de mi pobre lira fatigada,
la mano de escribir está cansada
y el corazón me dice que me muero.

Canto de cisne moribundo, quiero
te ilumine como una llamarada
y te deje por siempre señalada
a la contemplación del mundo entero.

Ahora a vivir lo poco que nos queda,
yo cada vez más hierro y tú más seda,
trazo tu nombre una vez más, Dalmira.

Y ya que al lado mío estás callando
inclina sobre mi hombro el cuello blando
baja los ojos lentamente y mira.
Joana Jul 2014
Vivo na eterna incerteza das coisas boas.
Tal como a dor, a felicidade passa e os anos também. Vão ficando cada vez mais memórias e mais pessoas para trás. Vamos cada vez tendo mais passado do que futuro.
A nossa hora chegará.
Às vezes sento-me sozinha, penso e vejo os anos passar por mim... Já estou cansada e ainda só passaram 14 daqueles todos que irei viver...
Este texto estava publicado na minha outra conta.
Como la historia del amor me aparta
De las sombras que empañan mi fortuna,
Yo de esa historia recogí esta carta
Que he leído a los rayos de la luna:

Yo soy una mujer muy caprichosa
Y que me juzgue a tu conciencia dejo,
Para poder saber si estoy hermosa
Recurro a la franqueza de mi espejo

Hoy, después que te vi por la mañana,
Al consultar mi espejo alegremente,
Como un hilo de plata vi una cana
Perdida entre los rizos de mi frente.

Abrí para arrancarla mis cabellos
Sintiendo en mi alma dolorosas luchas,
¡Y cuál fue mi sorpresa, al ver en ellos
Esa cana crecer con otras muchas!

¿Por qué se pone mi cabello cano?
¿Por qué está mi cabeza envejecida?
¿Por qué cubro mis flores tan temprano
Con las primeras nieves de la vida?

¡No lo sé! Yo soy tuya, yo te adoro
Con fe sagrada, con el alma entera;
Pero sin esperanza sufro y lloro...
¿Tiene también el llanto primavera?

Cada noche soñando un nuevo encanto
Vuelvo a la realidad desesperada;
Soy joven, es verdad, mas sufro tanto
Que está mi triste juventud cansada.

Cuando pienso en lo mucho que te quiero,
Y llego a imaginar que no me quieres,
Tiemblo de celos y de orgullo muero;
(Perdóname: así somos las mujeres).

He cortado con mano cuidadosa
Esos cabellos blancos que te envío:
Son las primeras nieves de una rosa
Que imaginabas llena de rocío.

Tú me has dicho: "De todos tus hechizos,
Lo que más me cautiva y enajena,
Es la negra cascada de tus rizos
Cayendo en torno a tu faz morena".

Y yo, que aprendo todo lo que dices,
Puesto que me haces tan feliz con ello,
He pasado mis horas tan felices
Mirando cuan rizado es mi cabello.

Mas hoy no elevo dolorosa queja,
Porque de ti no temo desengaños;
¡Mis canas te dirán que ya está vieja
Una mujer que cuenta veintiún años!

¿Serán, para tu amor, mis canas nieve?
Ni a imaginarlo en mis delirios llego.
¿Quién a negarme sin piedad se atreve
Que es una nieve que brotó del fuego?

¿Lo niegan los principios de la ciencia
Y una antítesis loca se parece?
Pues es una verdad de la experiencia:
Cabeza que se quema se emblanquece.

Amar con fuego y existir sin calma;
Soñar sin esperanza de ventura,
Dar todo el corazón, dar toda el alma
En un amor que es germen de amargura;

Soñar la dicha lleno de tristeza,
Sin dejar que sea tuya el hado impío,
Llena de blancas hebras mi cabeza,
Y trae una vejez: la del hastío.

Enemiga de necias presunciones
Cada cana que brota me la arranco,
Y aunque empañe tus gratas ilusiones
Te mando, ya lo ves, un rizo blanco.

¿Lo guardarás? Es prenda de alta estima,
Y es volcán este amor a que me entrego:
Tiene el volcán sus nieves en la cima,
Pero circula en sus entrañas fuego.

— The End —