Ante la lluvia que cala,
el viento que golpea,
el frío sin abrigo,
o los días sin color.
Si lo que viene se va,
sin pena ni gloria,
y con fuego o sin chispa,
la vida sigue sin parar.
¡Pura vida y a por más!
Suma y sigue sin parar,
no hay sombra que espante,
si tu alma quiere más.
Como la gaviota,
que al viento se entrega,
buscando el horizonte,
alza el vuelo sin más.
Si lo que has sido y hecho
contigo partirá;
mejor seguro en ti,
que no en los demás.
Sigue firme sin parar,
el tiempo pasa rápido;
no dejes para mañana
lo que hoy en ti no será.
¡Pura vida y a por más!
Suma y sigue sin parar,
no hay sombra que espante,
si tu alma quiere más.
Como aquel suspiro
de esa estrella fugaz,
que llega y pronto se va,
no te dejes derrotar.
La vida es puro arte:
firme y adelante;
lo malo deja atrás,
y avanza sin parar.
¡Pura vida y a por más!
Suma y sigue sin parar,
no hay sombra que espante,
si tu alma quiere más.
Si el tiempo es escaso,
el hoy es ya lo eterno,
y el mañana es un milagro;
agradece y a por más.
Como las agujas del reloj,
que por cada tic-tac
guardan sus secretos,
imposibles de descifrar.
¡Pura vida y a por más!
Suma y sigue sin parar,
no hay sombra que espante,
si tu alma quiere más.
Si el humo de la niebla
esconde sus misterios
que están por llegar,
más que aquí de allá.
Como la muerte ha de llegar,
y ese fin no has de evitar;
exprime hoy el tiempo,
que, como es, también se irá.
¡Pura vida y a por más!
Suma y sigue sin parar,
no hay sombra que espante,
si tu alma quiere más…
¡No hay sombra que espante,
si tu alma quiere más!