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Ete Sep 2011
El sufrimiento existe porque existen las mentiras.

Donde existen las mentiras?
En tu mente.

Las mentiras solo pueden existir en la mente,
porque todo lo que no existe en la mente,
es verdad.

La mente es futuro y pasado.

Cuando no hay mente,
solamente hay,
el presente.

El presente ES la realidad.

La gente no vive en la realidad,
porque la gente vive,
en la mente.

La mente es una realidad virtual.
Porque el trabajo de la mente es darte una realidad virtual.
Esa es nuestra arma.

El ser humano con la ayuda de la mente tiene la capacidad de hacer cosas que el resto de la naturaleza no puede hacer.

Pero,
la gente humana es esclava de la mente.

La gente humana no vive en el presente.
Porque sus mentes estan tan ocupadas,
TAN ocupadas...

A todo minuto esta esa voz de la mente diciendote: Que tienes que hacer --- que se te a olvidado---que tienes por terminar.

La mente no te deja vivir en el presente.

La mente a tomado control de ti,
y,
si tu no empiezas a tomar control de tu mente,
a medida de que vas creciendo,
a medida de que tus anos van pasando,
sera mas difícil de tomar control.

No todo el mundo va a lograr obtener su libertad.
Porque hay gente que ya a puesto tanta fe en sus creencias que han acumulado tanto miedo.

Piensan y creen tantas mentiras que le tienen miedo a sus propias mentiras.

Ellos creen en algo y creen que para que ellos sean felices,
para que ellos llegen a vivir en paz,
sea durante vida o despues de vida,
tienen que seguir luchando en el nombre de sus creencias.

Lo que la gente no sabe,
es que la mente vive en el pasado y en el futuro.

La mente siempre hablara de algo que tiene que pasar--- de algo que a pasado--- de algo que pasara.

Pero la mente no habla de el presente, de este momento.
NO PUEDE.

Entonces,
la gente vive su vida esperando...
ESPERANDO.

La gente espera a que ese momento de alegria eterna les llegue.

Pero,
como estan tan atrapados en su mente,
como estan tan poseados por su mente,
por sus creencias,
totalmente rechasan el presente.

Creen que vivir en el presente es una perdida de tiempo.
Creen que tienen que a toda hora estar haciendo algo.

El hacer nada para ellos, para la mente, significa : perdida de tiempo.

Entonces,
que hacen?
Siempre estan haciendo algo.
Siempre estan enfocados en obtener,
en ganar,
en LLEGAR.

Quieren llegar a la felicidad.
Quieren llegar a la paz,
a el amor,
a la verdad,
Pero estan siendo totalmente manipulados por la mentira de que la felicidad la van a obtener en algun futuro.

Totalmente separados de este momento,
de el presente.

Totalmente pre-ocupados.

La felicidad,
la paz,
el amor,
la verdad,
alegria,
SOLO se pueden experimentar en este momento.

Y este momento se vive totalmente cuando la mente esta en silencio.

Porque,
cuando la mente esta hablando,
te esta hablando o de el pasado o de el futuro,
NO de este momento.

Entonces,
para poder ser feliz,
alegre,
lleno de vida,
en paz,
lleno de amor,
la gente tiene que aprender a poner, mantener, la mente en silencio.

Y la unica forma de que la mente llege a su estado de silencio es :  OBSERVARLA .
Elena Ramos Apr 2015
Elena Ramos


Aquí todo en mi mente da vueltas, nada es estable, no hay un objeto al cual pueda ver directo y guiarme para no caer. Para mí no sirve el simple hecho de tenerlo todo para ser feliz, ni el dinero, ni una familia reconocida en todo Miami y el resto del país. Me llamo Gimena Rodríguez, mis papas son de Honduras pero emigraron a los Estados Unidos cuando mi hermano mayor Roberto tenía apenas diez años en ese entonces yo tenía ocho horribles y apestosos años, era muy fea, mi mama siempre me ponía dos ganchitos en la frente para quitarme el pelo de la cara; bote todas las fotos que dejaban evidencia de ese abuso hacia el estilo y la dignidad de una niña pequeña.  

He buscado en la internet el significado de mi nombre, porque ni yo sé que soy. Hay unos sitios bien raros que dicen que soy de las que necesita ser apoyada por los demás, algo que no es cierto, pero he topado con un sitio que dice que soy de pensamiento firme, ágil y con capacidad analítica. Y por cierto mi número de la suerte dice ser el número cuatro, puede tener algo de sentido ya que el 4 de noviembre es mi cumpleaños, o que casualmente mis papas estén de aniversario el mismo día. Suelo ser de esas chicas que todo el mundo conoce o dice saber conocerme, por el simple hecho de tener una familia la cual, toda América conoce. Mi papa heredo el negocio de mi abuelo, (por lo general el abuelo o como yo lo llamaba Yeyo, era el único que me entendía hasta llegue a prometerle que seguiría los pasos de la familia y seguir el negocio) una empresa que distribuye muebles, ya sean sofás como camas y cosas así. La compañía se llama DecoArte, había empezado en 1934 con mi bisabuelo Arturo, que luego paso a ser mi mi Yeyo y ahora de mi padre (solo espero que Roberto pelee por su lugar en la compañía y decida quedarse todo para él, así no tendría que seguir en este negocio, porque realmente no me gusta). He decidido que quiero ir a Los Angeles y estudiar Fashion Management & Marketing, en la Universidad de Argosy. He aplicado a varias universidades y aun espero respuesta, seria decepcionante no ser aceptada en ninguna y entonces tendría que trabajar en DecoArte toda mi vida. Todos los días son decepcionantes, siempre es lo mismo, mi casa parece un lugar solitario. Roberto tiene su propio apartamento, todos los días sube fotos a su cuenta de Instagram haciendo fiestas, las cuales son mencionadas como las mejores. Fraternidades de muchas universidades terminan ahí, los vagabundos igual, y así todo Miami. Sería bueno si por lo menos me invitara a una de sus “reuniones”, como el las suele llamar cuando estamos frente a nuestros padres. No me veo pequeña, tengo diez y siete años y el próximo año me graduare de Miami Beach High School. Muchos me preguntan si realmente tengo la edad que les digo tener, nadie me cree, muchos dicen que me veo mucho mayor, algo que para mí no está mal. En mi cuenta de twitter me he fijado que Roberto dará una fiesta, tal vez pueda decir que voy a ver una película y me voy un rato a su casa, solo espero que mi propio hermano no me eche de la casa. En mi tiempo libre, después de clases, suelo agarra mi computadora portátil y abrir Word, y escribir todo el día. Hace poco subí gratis un libro de poemas de dicados a la gente que no sabe qué hacer con su vida. He tenido buenas respuestas, inclusive en mi blog recibo visitas y buenos comentarios a montones. Existen dos mundos parami, la realidad y el mundo que creo con los libros y la escritura. Cada libro que leo me envuelve en un sentimiento que hace que imagine estar en el libro. Al escribir siento que mis ideas fluyen y que soy yo honestamente, sin censura, sin miedo a expresarme. En este momento estoy escribiendo una historia ficticia de esta joven que desea encontrar el amor, ya que casi lo encontraba pero el murió. Por su falta de confianza no es capaz de hablar con ningún muchacho. Esta es la introducción del libro:
               Para amar hay un tiempo límite, o por lo menos para mí sí. Si tienes una enfermedad terminal, es muy probable que ese amor nunca llegue. Desearía tener por lo menos un romance que dure poco o hasta cuando yo siga viva. Mi vida se complica cada vez más, el único hombre que veo seguido es mi médico el doctor Collins, está casado y tiene una hermosa hija. En el hospital veo morir a diario personas de las cuales me hice amiga. Aun no olvido su rostro, su pálida cara, que me reía aun a pesar de tener peores condiciones de vida que yo. Se llamaba Mark, tenía doce años cuando lo conocí, y diez y siete cuando lo vi por última vez. Cada año lo volvía diferente, siempre había un problema más o algo en su cuerpo había cambiado por  completo. Lo conocí cuando yo tenía once años, llegue a emergencias esa noche, mi mente giraba, era más verde como la pared que trigueña. Gracias a dios detectaron mi cáncer con tiempo. Pero esa noche ahí estaba el, sentado en una camilla, me pareció muy guapo desde el primer instante en que nuestros ojos se cruzaron. Mientras mi mama hablaba con la enfermera afuera, yo estuve acostada, mirándolo y luego mirando el techo. No sabía que sucedía conmigo, solo sabía que  me sentía a morir. No llore porque él estaba ahí, a dos camillas de la mía. Sabía que me observaba aunque lo disimulaba muy bien. Entraron mi mama y varias enfermeras y un doctor,  después de un rato sacaron mi camilla y me llevaban a otro lugar. Deje a ese muchacho solo en ese espantoso cuarto, solo, y seguramente con dolor en alguna parte. Desperté el día siguiente en un cuarto, había dos camas más  pero al parecer solo yo ocupaba y llenaba aquella gran habitación. Me di cuenta que mi mama y mi papa estaban dormidos, me sorprendió ver a papa faltar al trabajo. No estoy muy segura, pero anoche tuve uno de los mejores sueños más reales que he tenido en mi vida. Soñé con el muchacho de la sala de emergencia. Vi su hermoso pelo, dorado que caía sobre sus orejas, sus perfectos ojos, que no se distinguían si eran grises o verdes. Tenía una camiseta roja, parecía el tipo de adolescente que se intoxica con algo y termina aquí. Definitivamente desearía poder volverlo a ver por lo menos un instante, para poder recordar mejor esa mirada y su hermosa sonrisa.  No hice ruido y me levante buscando un baño, estaba bien, solo algo cansada, y molesta por esa horrenda bata que llevaba puesta, ya que no tenía nada abajo. Hice ruido al levantarme ya que presione uno de los botones que levanta la camilla. Mi padre Augusto, se levantó en un abrir y cerrar de ojos del sofá donde dormía para ir en mi auxilio. –Papa estoy bien-,-No te creo, a dónde vas?-,-solo busco un baño, necesito ir ahorita-. La cara de papa estaba muy diferente, hoy no tenía esa mirada de las mañanas que me decían que todo estaba bien, que la economía estaba por las nubes, o que sasha mi perrita no le causaba alergia cuando todos sabíamos que sí. Me detuve a observarlo, sabía que algo le ocurría,  tal vez fue despedido, o tuvo una seria pelea con mi madre, algo que creo lógico, ya que Paty se pone muy insolente cuando tiene discusiones con papa. –qué ocurre?- le pregunte, tocándole la cara muy delicadamente, tratando de leer su mente o entenderlo-cariño, hay cosas de las cuales tenemos que hablar- al decir esto mi padre, supe que no era nada bueno, porque en ese mismo instante se puso a llorar, por un motivo yo hice lo mismo con él. Mi madre se despertó por el ruido.-Mary, el cáncer no te va a matar, te juro que te van a curar, te lo prometo hija pero por favor no llores-. Mi padre la observo fijamente a los ojos. Fue un golpe muy duro el que recibí, darme cuenta que tenía cáncer y de esta manera. Simplemente, busque la puerta y Salí corriendo, lo más rápido posible, segundos después me di la vuelta y vi que ya no sabía en qué parte del hospital me encontraba. –Mary!-se escuchaba en el fondo. Era mi mama que locamente me buscaba. Me imagino lo mal que se ha de sentir en este momento, pero no lo puedo creer aun, pero tengo cáncer…logre salir de esa situación, ya no estaba corriendo por los pasillos, estaba en un cuarto. –Hola- me di la vuelta y lo vi a él, creí no volver a ver esos ojos, pero si.-hola-creo que nunca estuve tan nerviosa en mi vida. Busque la forma en que la camilla cubriera mi bata, estaba descalza y muy despeinada, pero aun ocupaba ir a un baño. Al fondo vi una puerta, había un baño,-Perdón, pero me puedes prestar tu baño-, él se rio enseguida-si no hay problema, además no es mío es del hospital-. Fui caminando muy rápido, y me encerré, luego, me lave las manos, me enjuague la boca, lave mi cara, y Salí.-me llamo Mary- extendí mi mano hacia la suya.-un gusto Mary, soy Gabriel-. Nombre perfecto para un ángel, el cual él se parecía mucho. Sentía mi corazón palpitando mucho, en un instante sentía que me desmayaba y era enserio, no era por las mariposas ni nada por el estilo, realmente me sentía mal. Gabriel tomo mi mano, me ayudo a sentarme y enseguida llamo a una enfermera. Al rato todos estaban en la habitación, incluso mis papas. –Mary!!—mama estoy bien-.la enfermera me acostó en la camilla de Gabriel, y me tomo la presión, al segundo llego otra enfermera a sacarme sangre. Papa me tomo de la cintura, y me guiaban para ir a mi habitación. Estoy en este momento entrando en un túnel donde sentía que nunca llegaría a casa, pensaba en todas las cosas que hice antes por diversión, pero ahora vivo una pesadilla, que espero que sea simplemente eso, y despertar termine con ella. No pude decirle adiós a Gabriel, pero ya sabia que su numero era treinta y seis, y la mia era la sesenta y dos. Había un brillo que trataba de iluminar mi vida, mi cerebro, había tanta oscuridad, tanta tristeza oculta, cuando la gente que yo amo se de cuente de lo que tengo y en lo que me convertiré tendre miedo de su miedo. He visto tantas películas de esas en las que alguien tiene cáncer o una enfermedad terminal, tengo miedo de no querer luchar por mi vida, miedo a no querer salir de esa comodidad en mi mente y querer rendirme. Tengo solo pocos momentos en mi vida, que valen la pena ser contados. Qué tal si no lleguen mas momentos asi y muera sin haber vivido mi vida. He viajado mucho para que termine asi. Mi mente viaja por lugares muy profundos de mi alma, siento eterna la llegada  a mi habitación. Solo escucho bulla de afuera, tanta que no se en cual enfocarme. Mis papas respetan mi silencio, saben que quiero aclarar mejor las cosas pero que tal si no quiero saberlo y seguir así, viajando por la vida solo por viajar sin rumbo, porque la verdad asi me siento. –mary quieres desayunar, el doctor dice que no tienes dieta-. –Si mam, -dije para romper el silencio de aquella blanca habitación. Tengo una terraza, con hermosas flores, no tengo nada que perder ni ganar ahora, solo disfrutar de su belleza y el canto de los pájaros, es hermosa; la única que no me altera, la única que no se siente como bulla. –pero, creo que todos necesitamos una ducha—si, papa, pero no tengo ropa-.Mama ira a la casa y yo a comprar el desayuno, y tu te quedaras aqui con la enfermera mientra te terminan de revisar-. No  soportaba la idea de que tuvieran que sacarme sangre o que alguien estuviera tan cerca de mi, como esta enfermera. Mis papas salieron de la habitacion, y tuve el descaro de preguntarle en el oído a una de las enfermeras, de quien era Gabriel.-te gusta verdad?-,-no!, simplemente tengo curiosidad-.y ahí empezó la historia mas fasinante e interesante que había escuchacho antes.- Se llama Gabriel Cole y tiene doce años, su mama, no sabemos nada de ella. Vino hace seis meses y desde entonces vive aquí, su papa es Señor Cole,no pudo soportar verlo enfermo entonces pago para que viviera aquí, y se fue. Viene a visitarlo una vez a la semana pero tiene dos semanas sin venir.es un buen muchacho, no le vendría mal una amiga, ahora que no tiene a nadie-.no  puedo creer que su familia lo haya abandonado. No me imagino vivir sin mi mama o sin mi papa, seria horrible.-Bueno he terminado contigo, el doctor Collins vendrá en un rato, descansa-. Salieron por la puerta dejándome sola.
Prohemium.

But al to litel, weylaway the whyle,
Lasteth swich Ioye, y-thonked be Fortune!
That semeth trewest, whan she wol bygyle,
And can to foles so hir song entune,
That she hem hent and blent, traytour comune;  
And whan a wight is from hir wheel y-throwe,
Than laugheth she, and maketh him the mowe.

From Troilus she gan hir brighte face
Awey to wrythe, and took of him non hede,
But caste him clene out of his lady grace,  
And on hir wheel she sette up Diomede;
For which right now myn herte ginneth blede,
And now my penne, allas! With which I wryte,
Quaketh for drede of that I moot endyte.

For how Criseyde Troilus forsook,  
Or at the leste, how that she was unkinde,
Mot hennes-forth ben matere of my book,
As wryten folk through which it is in minde.
Allas! That they sholde ever cause finde
To speke hir harm; and if they on hir lye,  
Y-wis, hem-self sholde han the vilanye.

O ye Herines, Nightes doughtren three,
That endelees compleynen ever in pyne,
Megera, Alete, and eek Thesiphone;
Thou cruel Mars eek, fader to Quiryne,  
This ilke ferthe book me helpeth fyne,
So that the los of lyf and love y-fere
Of Troilus be fully shewed here.

Explicit prohemium.

Incipit Quartus Liber.

Ligginge in ost, as I have seyd er this,
The Grekes stronge, aboute Troye toun,  
Bifel that, whan that Phebus shyning is
Up-on the brest of Hercules Lyoun,
That Ector, with ful many a bold baroun,
Caste on a day with Grekes for to fighte,
As he was wont to greve hem what he mighte.  

Not I how longe or short it was bitwene
This purpos and that day they fighte mente;
But on a day wel armed, bright and shene,
Ector, and many a worthy wight out wente,
With spere in hond and bigge bowes bente;  
And in the herd, with-oute lenger lette,
Hir fomen in the feld anoon hem mette.

The longe day, with speres sharpe y-grounde,
With arwes, dartes, swerdes, maces felle,
They fighte and bringen hors and man to grounde,  
And with hir axes out the braynes quelle.
But in the laste shour, sooth for to telle,
The folk of Troye hem-selven so misledden,
That with the worse at night homward they fledden.

At whiche day was taken Antenor,  
Maugre Polydamas or Monesteo,
Santippe, Sarpedon, Polynestor,
Polyte, or eek the Troian daun Ripheo,
And othere lasse folk, as Phebuseo.
So that, for harm, that day the folk of Troye  
Dredden to lese a greet part of hir Ioye.

Of Pryamus was yeve, at Greek requeste,
A tyme of trewe, and tho they gonnen trete,
Hir prisoneres to chaungen, moste and leste,
And for the surplus yeven sommes grete.  
This thing anoon was couth in every strete,
Bothe in thassege, in toune, and every-where,
And with the firste it cam to Calkas ere.

Whan Calkas knew this tretis sholde holde,
In consistorie, among the Grekes, sone  
He gan in thringe forth, with lordes olde,
And sette him there-as he was wont to done;
And with a chaunged face hem bad a bone,
For love of god, to don that reverence,
To stinte noyse, and yeve him audience.  

Thanne seyde he thus, 'Lo! Lordes myne, I was
Troian, as it is knowen out of drede;
And, if that yow remembre, I am Calkas,
That alderfirst yaf comfort to your nede,
And tolde wel how that ye sholden spede.  
For dredelees, thorugh yow, shal, in a stounde,
Ben Troye y-brend, and beten doun to grounde.

'And in what forme, or in what maner wyse
This town to shende, and al your lust to acheve,
Ye han er this wel herd it me devyse;  
This knowe ye, my lordes, as I leve.
And for the Grekes weren me so leve,
I com my-self in my propre persone,
To teche in this how yow was best to done;

'Havinge un-to my tresour ne my rente  
Right no resport, to respect of your ese.
Thus al my good I loste and to yow wente,
Wening in this you, lordes, for to plese.
But al that los ne doth me no disese.
I vouche-sauf, as wisly have I Ioye,  
For you to lese al that I have in Troye,

'Save of a doughter, that I lafte, allas!
Slepinge at hoom, whanne out of Troye I sterte.
O sterne, O cruel fader that I was!
How mighte I have in that so hard an herte?  
Allas! I ne hadde y-brought hir in hir sherte!
For sorwe of which I wol not live to morwe,
But-if ye lordes rewe up-on my sorwe.

'For, by that cause I say no tyme er now
Hir to delivere, I holden have my pees;  
But now or never, if that it lyke yow,
I may hir have right sone, doutelees.
O help and grace! Amonges al this prees,
Rewe on this olde caitif in destresse,
Sin I through yow have al this hevinesse!  

'Ye have now caught and fetered in prisoun
Troians y-nowe; and if your willes be,
My child with oon may have redempcioun.
Now for the love of god and of bountee,
Oon of so fele, allas! So yeve him me.  
What nede were it this preyere for to werne,
Sin ye shul bothe han folk and toun as yerne?

'On peril of my lyf, I shal nat lye,
Appollo hath me told it feithfully;
I have eek founde it be astronomye,  
By sort, and by augurie eek trewely,
And dar wel seye, the tyme is faste by,
That fyr and flaumbe on al the toun shal sprede;
And thus shal Troye turne to asshen dede.

'For certeyn, Phebus and Neptunus bothe,  
That makeden the walles of the toun,
Ben with the folk of Troye alwey so wrothe,
That thei wol bringe it to confusioun,
Right in despyt of king Lameadoun.
By-cause he nolde payen hem hir hyre,  
The toun of Troye shal ben set on-fyre.'

Telling his tale alwey, this olde greye,
Humble in speche, and in his lokinge eke,
The salte teres from his eyen tweye
Ful faste ronnen doun by eyther cheke.  
So longe he gan of socour hem by-seke
That, for to hele him of his sorwes sore,
They yave him Antenor, with-oute more.

But who was glad y-nough but Calkas tho?
And of this thing ful sone his nedes leyde  
On hem that sholden for the tretis go,
And hem for Antenor ful ofte preyde
To bringen hoom king Toas and Criseyde;
And whan Pryam his save-garde sente,
Thembassadours to Troye streyght they wente.  

The cause y-told of hir cominge, the olde
Pryam the king ful sone in general
Let here-upon his parlement to holde,
Of which the effect rehersen yow I shal.
Thembassadours ben answered for fynal,  
Theschaunge of prisoners and al this nede
Hem lyketh wel, and forth in they procede.

This Troilus was present in the place,
Whan axed was for Antenor Criseyde,
For which ful sone chaungen gan his face,  
As he that with tho wordes wel neigh deyde.
But nathelees, he no word to it seyde,
Lest men sholde his affeccioun espye;
With mannes herte he gan his sorwes drye.

And ful of anguissh and of grisly drede  
Abood what lordes wolde un-to it seye;
And if they wolde graunte, as god forbede,
Theschaunge of hir, than thoughte he thinges tweye,
First, how to save hir honour, and what weye
He mighte best theschaunge of hir withstonde;  
Ful faste he caste how al this mighte stonde.

Love him made al prest to doon hir byde,
And rather dye than she sholde go;
But resoun seyde him, on that other syde,
'With-oute assent of hir ne do not so,  
Lest for thy werk she wolde be thy fo,
And seyn, that thorugh thy medling is y-blowe
Your bother love, there it was erst unknowe.'

For which he gan deliberen, for the beste,
That though the lordes wolde that she wente,  
He wolde lat hem graunte what hem leste,
And telle his lady first what that they mente.
And whan that she had seyd him hir entente,
Ther-after wolde he werken also blyve,
Though al the world ayein it wolde stryve.  

Ector, which that wel the Grekes herde,
For Antenor how they wolde han Criseyde,
Gan it withstonde, and sobrely answerde: --
'Sires, she nis no prisoner,' he seyde;
'I noot on yow who that this charge leyde,  
But, on my part, ye may eft-sone hem telle,
We usen here no wommen for to selle.'

The noyse of peple up-stirte thanne at ones,
As breme as blase of straw y-set on fyre;
For infortune it wolde, for the nones,  
They sholden hir confusioun desyre.
'Ector,' quod they, 'what goost may yow enspyre
This womman thus to shilde and doon us lese
Daun Antenor? -- a wrong wey now ye chese --

'That is so wys, and eek so bold baroun,  
And we han nede to folk, as men may see;
He is eek oon, the grettest of this toun;
O Ector, lat tho fantasyes be!
O king Priam,' quod they, 'thus seggen we,
That al our voys is to for-gon Criseyde;'  
And to deliveren Antenor they preyde.

O Iuvenal, lord! Trewe is thy sentence,
That litel witen folk what is to yerne
That they ne finde in hir desyr offence;
For cloud of errour let hem not descerne  
What best is; and lo, here ensample as yerne.
This folk desiren now deliveraunce
Of Antenor, that broughte hem to mischaunce!

For he was after traytour to the toun
Of Troye; allas! They quitte him out to rathe;  
O nyce world, lo, thy discrecioun!
Criseyde, which that never dide hem skathe,
Shal now no lenger in hir blisse bathe;
But Antenor, he shal com hoom to toune,
And she shal out; thus seyden here and howne.  

For which delibered was by parlement
For Antenor to yelden out Criseyde,
And it pronounced by the president,
Al-theigh that Ector 'nay' ful ofte preyde.
And fynaly, what wight that it with-seyde,  
It was for nought, it moste been, and sholde;
For substaunce of the parlement it wolde.

Departed out of parlement echone,
This Troilus, with-oute wordes mo,
Un-to his chaumbre spedde him faste allone,  
But-if it were a man of his or two,
The whiche he bad out faste for to go,
By-cause he wolde slepen, as he seyde,
And hastely up-on his bed him leyde.

And as in winter leves been biraft,  
Eche after other, til the tree be bare,
So that ther nis but bark and braunche y-laft,
Lyth Troilus, biraft of ech wel-fare,
Y-bounden in the blake bark of care,
Disposed wood out of his wit to breyde,  
So sore him sat the chaunginge of Criseyde.

He rist him up, and every dore he shette
And windowe eek, and tho this sorweful man
Up-on his beddes syde a-doun him sette,
Ful lyk a deed image pale and wan;  
And in his brest the heped wo bigan
Out-breste, and he to werken in this wyse
In his woodnesse, as I shal yow devyse.

Right as the wilde bole biginneth springe
Now here, now there, y-darted to the herte,  
And of his deeth roreth in compleyninge,
Right so gan he aboute the chaumbre sterte,
Smyting his brest ay with his festes smerte;
His heed to the wal, his body to the grounde
Ful ofte he swapte, him-selven to confounde.  

His eyen two, for pitee of his herte,
Out stremeden as swifte welles tweye;
The heighe sobbes of his sorwes smerte
His speche him refte, unnethes mighte he seye,
'O deeth, allas! Why niltow do me deye?  
A-cursed be the day which that nature
Shoop me to ben a lyves creature!'

But after, whan the furie and the rage
Which that his herte twiste and faste threste,
By lengthe of tyme somwhat gan asswage,  
Up-on his bed he leyde him doun to reste;
But tho bigonne his teres more out-breste,
That wonder is, the body may suffyse
To half this wo, which that I yow devyse.

Than seyde he thus, 'Fortune! Allas the whyle!  
What have I doon, what have I thus a-gilt?
How mightestow for reuthe me bigyle?
Is ther no grace, and shal I thus be spilt?
Shal thus Criseyde awey, for that thou wilt?
Allas! How maystow in thyn herte finde  
To been to me thus cruel and unkinde?

'Have I thee nought honoured al my lyve,
As thou wel wost, above the goddes alle?
Why wiltow me fro Ioye thus depryve?
O Troilus, what may men now thee calle  
But wrecche of wrecches, out of honour falle
In-to miserie, in which I wol biwayle
Criseyde, allas! Til that the breeth me fayle?

'Allas, Fortune! If that my lyf in Ioye
Displesed hadde un-to thy foule envye,  
Why ne haddestow my fader, king of Troye,
By-raft the lyf, or doon my bretheren dye,
Or slayn my-self, that thus compleyne and crye,
I, combre-world, that may of no-thing serve,
But ever dye, and never fully sterve?  

'If that Criseyde allone were me laft,
Nought roughte I whider thou woldest me stere;
And hir, allas! Than hastow me biraft.
But ever-more, lo! This is thy manere,
To reve a wight that most is to him dere,  
To preve in that thy gerful violence.
Thus am I lost, ther helpeth no defence!

'O verray lord of love, O god, allas!
That knowest best myn herte and al my thought,
What shal my sorwful lyf don in this cas  
If I for-go that I so dere have bought?
Sin ye Cryseyde and me han fully brought
In-to your grace, and bothe our hertes seled,
How may ye suffre, allas! It be repeled?

'What I may doon, I shal, whyl I may dure  
On lyve in torment and in cruel peyne,
This infortune or this disaventure,
Allone as I was born, y-wis, compleyne;
Ne never wil I seen it shyne or reyne;
But ende I wil, as Edippe, in derknesse  
My sorwful lyf, and dyen in distresse.

'O wery goost, that errest to and fro,
Why niltow fleen out of the wofulleste
Body, that ever mighte on grounde go?
O soule, lurkinge in this wo, unneste,  
Flee forth out of myn herte, and lat it breste,
And folwe alwey Criseyde, thy lady dere;
Thy righte place is now no lenger here!

'O wofulle eyen two, sin your disport
Was al to seen Criseydes eyen brighte,  
What shal ye doon but, for my discomfort,
Stonden for nought, and wepen out your sighte?
Sin she is queynt, that wont was yow to lighte,
In veyn fro-this-forth have I eyen tweye
Y-formed, sin your vertue is a-weye.  

'O my Criseyde, O lady sovereyne
Of thilke woful soule that thus cryeth,
Who shal now yeven comfort to the peyne?
Allas, no wight; but when myn herte dyeth,
My spirit, which that so un-to yow hyeth,  
Receyve in gree, for that shal ay yow serve;
For-thy no fors is, though the body sterve.

'O ye loveres, that heighe upon the wheel
Ben set of Fortune, in good aventure,
God leve that ye finde ay love of steel,  
And longe mot your lyf in Ioye endure!
But whan ye comen by my sepulture,
Remembreth that your felawe resteth there;
For I lovede eek, though I unworthy were.

'O olde, unholsom, and mislyved man,  
Calkas I mene, allas! What eyleth thee
To been a Greek, sin thou art born Troian?
O Calkas, which that wilt my bane be,
In cursed tyme was thou born for me!
As wolde blisful Iove, for his Ioye,  
That I thee hadde, where I wolde, in Troye!'

A thousand sykes, hottere than the glede,
Out of his brest ech after other wente,
Medled with pleyntes newe, his wo to fede,
For which his woful teres never stente;  
And shortly, so his peynes him to-rente,
And wex so mat, that Ioye nor penaunce
He feleth noon, but lyth forth in a traunce.

Pandare, which that in the parlement
Hadde herd what every lord and burgeys seyde,  
And how ful graunted was, by oon assent,
For Antenor to yelden so Criseyde,
Gan wel neigh wood out of his wit to breyde,
So that, for wo, he niste what he mente;
But in a rees to Troilus he wente.  

A certeyn knight, that for the tyme kepte
The chaumbre-dore, un-dide it him anoon;
And Pandare, that ful tendreliche wepte,
In-to the derke chaumbre, as stille as stoon,
Toward the bed gan softely to goon,  
So confus, that he niste what to seye;
For verray wo his wit was neigh aweye.

And with his chere and loking al to-torn,
For sorwe of this, and with his armes folden,
He stood this woful Troilus biforn,  
And on his pitous face he gan biholden;
But lord, so often gan his herte colden,
Seing his freend in wo, whos hevinesse
His herte slow, as thoughte him, for distresse.

This woful wight, this Troilus, that felte  
His freend Pandare y-comen him to see,
Gan as the snow ayein the sonne melte,
For which this sorwful Pandare, of pitee,
Gan for to wepe as tendreliche as he;
And specheles thus been thise ilke tweye,  
That neyther mighte o word for sorwe seye.

But at the laste this woful Troilus,
Ney deed for smert, gan bresten out to rore,
And with a sorwful noyse he seyde thus,
Among his sobbes and his sykes sore,  
'Lo! Pandare, I am deed, with-oute
Golden Flower Aug 2019
Me recuesto para tras, solo para pensar,
En el mundo que vivo,
En un mundo contigo,
Pienso en la luna llena,
Y todos los veses que me dio pena,
Los momentos en que yo me ríe,
Y los momentos en que lloré,
este vida que estoy viviendo tiene sus problemas y sus calmas,
Una cosa que si pienso mucho en es mi alma,
Pienso en todo los mundos a allá arriba,
Y en el dia que al fin los animales no sufren,
Y que todos las personas no pelean simplemente escuchen,
Pienso en un mundo magnífico y seguro,
Pienso en el idea que mis hijos y nietos tendrán una vida más completo que la mía,
Todo el tiempo ando pensando,
Mi mente nunca deja de pensar en todo,
Hay veces que me reprocho por pensar tanto,
Imagina como es a vivir con un mente tan vivida,
Nunca dejando de pensar en todo aunque es grande o pequeño,
Me recuesto para tras solo para pensar,
En los noches oscuras,
Y mi mente juega con diferentes figuras,
Mi mente es loca y llena de vida,
Y con todo mi pensamiento se estira,
Se estira hasta el punto que ya no tiene tanto poder,
Soy una complicada mujer.
Anyelo Montero Jun 2014
Tener mente de escritor es probablemente una de las más grandes maldiciones que se le puede concebir a una persona.

    Primero; comienzas a cuestionar todo a tu alrededor, no pierdes ni un detalle. Ya no es buscar a tu novia, que vive pasando la esquina. Es despertar; ver que el día está algo nublado. Pensar que las nubes grises te gustan y te causan paz y eso te causa cierta bohemia y te da ganas de escribir algo. Ya no es caminar; es andar. Andar viendo el suelo y pensar: "Mis pasos son lentos... a mi alrededor todo es taciturno. Las nubes, oh, dulces nubes. Dulces pero amargas formas que luego destruirán el cielo y mojaran la arena con su transparente sangre".

   Segundo; no es ver a tu novia esperando en su puerta; es: "Y ahí estaba ella... tan hermosa... tan delicada. Tan irreal que me causaba gozo sólo existir para poder verla a la vuelta de la esquina...".

   Ahora, imaginemos aplicar éste principio mórbido e involuntario a cada aspecto de la vida.
   Tener mente de escritor es probablemente una de las más grandes maldiciones que se le puede concebir a una persona.
Venus May 2015
Estoy en esa etapa de la vida donde no sé para que rumbo voy, ni siquiera se en que rumbo estoy. Me siento perdida en el mundo, en mi mente. Es una nube que ha aparecido estos últimos meses, cegando por completo mis sueños y mis metas. Me siento vacía. Nada me hace feliz y nada me hace triste. Siento que me encuentro en un desierto tratando de buscar la salida, pero no veo nada. No veo esperanza. Me gustaría ver a alguien con sus brazos abiertos y con una sonrisa diciendome "Todo va estar bien Pamela". Me gustaría creerle. Siempre he dicho que no le tengo miedo a nada. La realidad es que me estoy muriendo de terror. El amor, el futuro, la vida, son cosas que temo. Encuentro tan interesante el amor y esos sentimientos que aparecen por una persona, pero tan dañino. Entregarle tu corazon a alguien y no ser correspondido me mata de miedo. Es por eso que me alejo. Siempre me alejo. Me alejo cuando tengo miedo. Me alejo cuando me acerco a alguien. Me alejo al futuro y a mis sueños. No puedo ni llorar. Tal vez mis lagrimas temen salir y dejar ver que soy humano, tal vez ya no tengo lagrimas, tal vez mis sentimientos se han ido con mi mente.
Evelin G hoffman Nov 2013
Dime tu ,  como hago?
Hay en mi mente un lago
Un lago de pensamientos
Que el agua dirije ati...

A ti que ignoras esta corriente
De deseos que pasan por mi mente
Tantas ganas de sentirte
Tantas ganas de tenerte.

No poder tan siquierA verte
Te digo en verdad abrume mi mente
Quiero terminar con esta agonia
Es como una enfermedad que me mata dia a dia.

Solo dime , como hago?
Es que acaso neesito un mago?
Que le haga entender ami mente
Que mi corazon es un demente.

           11/12/13 EveGaby
A la luz de la tarde moribunda
Recorro el olvidado cementerio,
Y una dulce piedad mi pecho inunda
Al pensar de la muerte en el misterio.

Del occidente a las postreras luces
Mi errabunda mirada sólo advierte
Los toscos leños de torcidas cruces,
Despojos en la playa de la Muerte.

De madreselvas que el Abril enflora,
Cercado humilde en torno se levanta,
Donde vierte sus lágrimas la aurora,
Y donde el ave, por las tardes, canta.

Corre cerca un arroyo en hondo cauce
Que a trechos lama verdinegra viste,
Y de la orilla se levanta un sauce,
Cual de la Muerte centinela triste.

Y al oír el rumor en la maleza,
Mi mente inquiere, de la sombra esclava,
Si es rumor de la vida que ya empieza,
O rumor de la vida que se acaba.

«¿Muere todo?» me digo. En el instante
Alzarse veo de las verdes lomas,
Para perderse en el azul radiante,
Una blanca bandada de palomas.

Y del bardo sajón el hondo verso,
Verso consolador, mi oído hiere:
No hay muerte porque es vida el universo;
Los muertos no están muertos...  ¡Nada muere!
¡No hay muerte! ¡todo es vida!...
                                                     
El sol que ahora,
Por entre nubes de encendida grana
Va llegando al ocaso, ya es aurora
Para otros mundos, en región lejana.

Peregrina en la sombra, el alma yerra
Cuando un perdido bien llora en su duelo.
Los dones de los cielos a la tierra
No mueren... ¡Tornan de la tierra al cielo!
Si ya llegaron a la eterna vida
Los que a la sima del sepulcro ruedan,
Con júbilo cantemos su partida,
¡Y lloremos más bien por los que quedan!

Sus ojos vieron, en la tierra, cardos,
Y sangraron sus pies en los abrojos...
¡Ya los abrojos son fragantes nardos,
Y todo es fiesta y luz para sus ojos!

Su pan fue duro, y largo su camino,
Su dicha terrenal fue transitoria...
Si ya la muerte a libertarlos vino,
¿Porqué no alzarnos himnos de victoria?
La dulce faz en el hogar querida,
Que fue en las sombras cual polar estrella:
La dulce faz, ausente de la vida,
¡Ya sonríe más fúlgida y más bella!

La mano que posada en nuestra frente,
En horas de dolor fue blanda pluma,
Transfigurada, diáfana, fulgente,
Ya como rosa de Sarón perfuma.

Y los ojos queridos, siempre amados,
Que alegraron los páramos desiertos,
Aunque entre sombras los miréis cerrados,
¡Sabed que están para la luz abiertos!

Y el corazón que nos amó, santuario
De todos nuestros sueños terrenales,
Al surgir de la noche del osario,
Es ya vaso de aromas edenales.

Para la nave errante ya hay remanso;
Para la mente humana, un mundo abierto;
Para los pies heridos... ya hay descanso,
Y para el pobre náufrago... ya hay puerto.
No hay muerte, aunque se apague a nuestros ojos
Lo que dio a nuestra vida luz y encanto;
¡Todo es vida, aunque en míseros despojos
Caiga en raudal copioso nuestro llanto!

No hay muerte, aunque a la tumba a los que amamos
(La frente baja y de dolor cubiertos),
Llevemos a dormir... y aunque creamos
Que los muertos queridos están muertos.

Ni fue su adiós eterna despedida...
Como buscando un sol de primavera
Dejaron las tinieblas de la vida
Por nueva vida, en luminosa esfera.

Padre, madre y hermanos, de fatigas
En el mundo sufridos compañeros,
Grermen fuisteis ayer... ¡hoy sois espigas,
Espigas del Señor en los graneros!

Dejaron su terrena vestidura
Y ya lauro inmortal radia en sus frentes;
Y aunque partieron para excelsa altura,
Con nosotros están... no están ausentes!
Son luz para el humano pensamiento,
Rayo en la estrella y música en la brisa.
¿Canta el aura en las frondas?...  ¡Es su acento!
¿Una estrella miráis?...  ¡Es su sonrisa!

Por eso cuando en horas de amargura
El horizonte ennegrecido vemos,
Oímos como voces de dulzura
Pero de dónde vienen... ¡no sabemos!

¡Son ellos... cerca están!  Y aunque circuya
Luz eterna a sus almas donde moran
En el placer nuestra alegría es suya,
Y en el dolor, con nuestro llanto lloran.

A nuestro lado van.  Son luz y egida
De nuestros pasos débiles e inciertos
No hay muerte...  ¡Todo alienta, todo es vida!
¡Y los muertos queridos no están muertos!

Porque al caer el corazón inerte
Un mundo se abre de infinitas galas,
¡Y como eterno galardón, la Muerte
Cambia el sudario del sepulcro, en alas!
Carolina Flores Jul 2013
Mis pensamientos se volvieron lentos desde tu partida
tal vez sea mi propia mente intentando mantener tu recuerdo,
pero mi piel perdió tu perfume, mis labios ya no tienen rastros de tus besos
y ya no recuerdo el sentir de tus brazos, te has ido de mi cuerpo
pero te has quedado en mi mente y de ahí, no hay forma de que salgas.
Mente de caballos de carnaval, mente inparable siempre soñando de deseos inalcansables. Mundo de fantasia, mundo perfecto lo que siempre yo he pensado que es correcto. No hay preocupasiones porque no hay tiempo para ellas es una accion sin existencia. Para mi esto es mi ser muy despejado de la realidad pero vivo de el, reacciono differente tal vez muy creativo es complicado vivir en dos mundos y que uno sea elusivo. No prefiero el ireal aunque nadie me crea, siempre estoy en el espacio sin nave y sin esfuerzo. Pero esta mente no es un juego es dificil vivir en dos mundos cuando solo uno de ellos es importante. Pero en este carnaval no hay tal cosa como el descanso. Intento lo mejor pero mi mente me llama me atrae de diferentes maneras con las cosas que trama. Soluciones para problemas de una manera poca visible, y possibilidades de gran interes en mi vida constante. Yo lo decidi ase mucho en sacar tiempo para los dos sin el mundo elusivo no existiria "yo".
Piramidal, funesta de la tierra
nacida sombra, al cielo encaminaba
de vanos obeliscos ***** altiva,
escalar pretendiendo las estrellas;
si bien sus luces bellas
esemptas siempre, siempre rutilantes,
la tenebrosa guerra
que con negros vapores le intimaba
la vaporosa sombra fugitiva
burlaban tan distantes,
que su atezado ceño
al superior convexo aún no llegaba
del orbe de la diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta;
quedando sólo dueño
del aire que empañaba
con el aliento denso que exhalaba.
Y en la quietud contenta
de impero silencioso,
sumisas sólo voces consentía
de las nocturnas aves
tan oscuras tan graves,
que aún el silencio no se interrumpía.
Con tardo vuelo, y canto, de él oído
mal, y aún peor del ánimo admitido,
la avergonzada Nictímene acecha
de las sagradas puertas los resquicios
o de las claraboyas eminentes
los huecos más propicios,
que capaz a su intento le abren la brecha,
y sacrílega llega a los lucientes
faroles sacros de perenne llama,
que extingue, sino inflama
en licor claro la materia crasa
consumiendo; que el árbol de Minerva
de su fruto, de prensas agravado,
congojoso sudó y rindió forzado.
Y aquellas que su casa
campo vieron volver, sus telas yerba,
a la deidad de Baco inobedientes
ya no historias contando diferentes,
en forma si afrentosa transformadas
segunda forman niebla,
ser vistas, aun temiendo en la tiniebla,
aves sin pluma aladas:
aquellas tres oficiosas, digo,
atrevidas hermanas,
que el tremendo castigo
de desnudas les dio pardas membranas
alas, tan mal dispuestas
que escarnio son aun de las más funestas:
éstas con el parlero
ministro de Plutón un tiempo, ahora
supersticioso indicio agorero,
solos la no canora
componían capilla pavorosa,
máximas negras, longas entonando
y pausas, más que voces, esperando
a la torpe mensura perezosa
de mayor proporción tal vez que el viento
con flemático echaba movimiento
de tan tardo compás, tan detenido,
que en medio se quedó tal vez dormido.
Este. pues, triste son intercadente
de la asombrosa turba temerosa,
menos a la atención solicitaba
que al suelo persuadía;
antes si, lentamente,
si su obtusa consonancia espaciosa
al sosiego inducía
y al reposo los miembros convidaba,
el silencio intimando a los vivientes,
uno y otro sellando labio obscuro
con indicante dedo, Harpócrates la noche silenciosa;
a cuyo, aunque no duro, si bien imperioso
precepto, todos fueron obedientes.
El viento sosegado, el can dormido:
éste yace, aquél quedo,
los átomos no mueve
con el susurro hacer temiendo leve,
aunque poco sacrílego ruido,
violador del silencio sosegado.
El mar, no ya alterado,
ni aún la instable mecía
cerúlea cuna donde el sol dormía;
y los dormidos siempre mudos peces,
en los lechos 1amosos
de sus obscuros senos cavernosos,
mudos eran dos veces.
Y entre ellos la engañosa encantadora
Almone, a los que antes
en peces transformó simples amantes,
transformada también vengaba ahora.
En los del monte senos escondidos
cóncavos de peñascos mal formados,
de su esperanza menos defendidos
que de su obscuridad asegurados,
cuya mansión sombría
ser puede noche en la mitad del día,
incógnita aún al cierto
montaraz pie del cazador experto,
depuesta la fiereza
de unos, y de otros el temor depuesto,
yacía el vulgo bruto,
a la naturaleza
el de su potestad vagando impuesto,
universal tributo.
Y el rey -que vigilancias afectaba-
aun con abiertos ojos no velaba.
El de sus mismos perros acosado,
monarca en otro tiempo esclarecido,
tímido ya venado,
con vigilante oído,
del sosegado ambiente,
al menor perceptible movimiento
que los átomos muda,
la oreja alterna aguda
y el leve rumor siente
que aun le altera dormido.
Y en 1a quietud del nido,
que de brozas y lodo instable hamaca
formó en la más opaca
parte del árbol, duerme recogida
la leve turba, descansando el viento
del que le corta alado movimiento.
De Júpiter el ave generosa
(como el fin reina) por no darse entera
al descanso, que vicio considera
si de preciso pasa, cuidadosa
de no incurrir de omisa en el exceso,
a un sólo pie librada fía el peso
y en otro guarda el cálculo pequeño,
despertador reloj del leve sueño,
porque si necesario fue admitido
no pueda dilatarse continuado,
antes interrumpido
del regio sea pastoral cuidado.
¡Oh de la majestad pensión gravosa,
que aun el menor descuido no perdona!
Causa quizá que ha hecho misteriosa,
circular denotando la corona
en círculo dorado,
que el afán es no menos continuado.
El sueño todo, en fin, lo poseía:
todo. en fin, el silencio lo ocupaba.
Aun el ladrón dormía:
aun el amante no se desvelaba:
el conticinio casi ya pasando
iba y la sombra dimidiaba, cuando
de las diurnas tareas fatigados
y no sólo oprimidos
del afán ponderosos
del corporal trabajo, más cansados
del deleite también; que también cansa
objeto continuado a 1os sentidos
aún siendo deleitoso;
que la naturaleza siempre alterna
ya una, ya otra balanza,
distribuyendo varios ejercicios,
ya al ocio, ya al trabajo destinados,
en el fiel infiel con que gobierna
la aparatosa máquina del mundo.
Así pues, del profundo
sueño dulce los miembros ocupados,
quedaron los sentidos
del que ejercicio tiene ordinario
trabajo, en fin, pero trabajo amado
-si hay amable trabajo-
si privados no, al menos suspendidos.
Y cediendo al retrato del contrario
de la vida que lentamente armado
cobarde embiste y vence perezoso
con armas soñolientas,
desde el cayado humilde al cetro altivo
sin que haya distintivo
que el sayal de la púrpura discierna;
pues su nivel, en todo poderoso,
gradúa por esemptas
a ningunas personas,
desde la de a quien tres forman coronas
soberana tiara
hasta la que pajiza vive choza;
desde la que el Danubio undoso dora,
a la que junco humilde, humilde mora;
y con siempre igual vara
(como, en efecto, imagen poderosa
de la muerte) Morfeo
el sayal mide igual con el brocado.
El alma, pues, suspensa
del exterior gobierno en que ocupada
en material empleo,
o bien o mal da el día por gastado,
solamente dispensa,
remota, si del todo separada
no, a los de muerte temporal opresos,
lánguidos miembros, sosegados huesos,
los gajes del calor vegetativo,
el cuerpo siendo, en sosegada calma,
un cadáver con alma,
muerto a la vida y a la muerte vivo,
de lo segundo dando tardas señas
el de reloj humano
vital volante que, sino con mano,
con arterial concierto, unas pequeñas
muestras, pulsando, manifiesta lento
de su bien regulado movimiento.
Este, pues, miembro rey y centro vivo
de espíritus vitales,
con su asociado respirante fuelle
pulmón, que imán del viento es atractivo,
que en movimientos nunca desiguales
o comprimiendo yo o ya dilatando
el musculoso, claro, arcaduz blando,
hace que en él resuelle
el que le circunscribe fresco ambiente
que impele ya caliente
y él venga su expulsión haciendo activo
pequeños robos al calor nativo,
algún tiempo llorados,
nunca recuperados,
si ahora no sentidos de su dueño,
que repetido no hay robo pequeño.
Estos, pues, de mayor, como ya digo,
excepción, uno y otro fiel testigo,
la vida aseguraban,
mientras con mudas voces impugnaban
la información, callados los sentidos
con no replicar sólo defendidos;
y la lengua, torpe, enmudecía,
con no poder hablar los desmentía;
y aquella del calor más competente
científica oficina
próvida de los miembros despensera,
que avara nunca v siempre diligente,
ni a la parte prefiere más vecina
ni olvida a la remota,
y, en ajustado natural cuadrante,
las cuantidades nota
que a cada cual tocarle considera,
del que alambicó quilo el incesante
calor en el manjar que medianero
piadoso entre él y el húmedo interpuso
su inocente substancia,
pagando por entero
la que ya piedad sea o ya arrogancia,
al contrario voraz necio la expuso
merecido castigo, aunque se excuse
al que en pendencia ajena se introduce.
Esta, pues, si no fragua de Vulcano,
templada hoguera del calor humano,
al cerebro enviaba
húmedos, mas tan claros los vapores
de los atemperados cuatro humores,
que con ellos no sólo empañaba
los simulacros que la estimativa
dio a la imaginativa,
y aquesta por custodia más segura
en forma ya más pura
entregó a la memoria que, oficiosa,
gravó tenaz y guarda cuidadosa
sino que daban a la fantasía
lugar de que formase
imágenes diversas y del modo
que en tersa superficie, que de faro
cristalino portento, asilo raro
fue en distancia longísima se veían,
(sin que ésta le estorbase)
del reino casi de Neptuno todo,
las que distantes le surcaban naves.
Viéndose claramente,
en su azogada luna,
el número, el tamaño y la fortuna
que en la instable campaña transparente
arriesgadas tenían,
mientras aguas y vientos dividían
sus velas leves y sus quillas graves,
así ella, sosegada, iba copiando
las imágenes todas de las cosas
y el pincel invisible iba formando
de mentales, sin luz, siempre vistosas
colores. las figuras,
no sólo ya de todas las criaturas
sublunares, mas aun también de aquellas
que intelectuales claras son estrellas
y en el modo posible
que concebirse puede lo invisible,
en sí mañosa las representaba
y al alma las mostraba.
La cual, en tanto, toda convertida
a su inmaterial ser y esencia bella,
aquella contemplaba,
participada de alto ser centella,
que con similitud en sí gozaba.
I juzgándose casi dividida
de aquella que impedida
siempre la tiene, corporal cadena
que grosera embaraza y torpe impide
el vuelo intelectual con que ya mide
la cuantidad inmensa de la esfera,
ya el curso considera
regular con que giran desiguales
los cuerpos celestiales;
culpa si grave, merecida pena,
torcedor del sosiego riguroso
de estudio vanamente juicioso;
puesta a su parecer, en la eminente
cumbre de un monte a quien el mismo Atlante
que preside gigante
a los demás, enano obedecía,
y Olimpo, cuya sosegada frente,
nunca de aura agitada
consintió ser violada,
aun falda suya ser no merecía,
pues las nubes que opaca son corona
de la más elevada corpulencia
del volcán más soberbio que en la tierra
gigante erguido intima al cielo guerra,
apenas densa zona
de su altiva eminencia
o a su vasta cintura
cíngulo tosco son, que mal ceñido
o el viento lo desata sacudido
o vecino el calor del sol, lo apura
a la región primera de su altura,
ínfima parte, digo, dividiendo
en tres su continuado cuerpo horrendo,
el rápido no pudo, el veloz vuelo
del águila -que puntas hace al cielo
y el sol bebe los rayos pretendiendo
entre sus luces colocar su nido-
llegar; bien que esforzando
mas que nunca el impulso, ya batiendo
las dos plumadas velas, ya peinando
con las garras el aire, ha pretendido
tejiendo de los átomos escalas
que su inmunidad rompan sus dos alas.
Las pirámides dos -ostentaciones
de Menfis vano y de la arquitectura
último esmero- si ya no pendones
fijos, no tremolantes, cuya altura
coronada de bárbaros trofeos,
tumba y bandera fue a los Ptolomeos,
que al viento, que a las nubes publicaba,
si ya también el cielo no decía
de su grande su siempre vencedora
ciudad -ya Cairo ahora-
las que, porque a su copia enmudecía
la fama no contaba
gitanas glorias, menéficas proezas,
aun en el viento, aun en el cielo impresas.
Estas que en nivelada simetría
su estatura crecía
con tal disminución, con arte tanto,
que cuánto más al cielo caminaba
a la vista que lince la miraba,
entre los vientos se desaparecía
sin permitir mirar la sutil *****
que al primer orbe finge que se junta
hasta que fatigada del espanto,
no descendida sino despeñada
se hallaba al pie de la espaciosa basa.
Tarde o mal recobrada
del desvanecimiento,
que pena fue no escasa
del visual alado atrevimiento,
cuyos cuerpos opacos
no al sol opuestos, antes avenidos
con sus luces, si no confederados
con él, como en efecto confiantes,
tan del todo bañados
de un resplandor eran, que lucidos,
nunca de calurosos caminantes
al fatigado aliento, a los pies flacos
ofrecieron alfombra,
aun de pequeña, aun de señal de sombra.
Estas que glorias ya sean de gitanas
o elaciones profanas,
bárbaros hieroglíficos de ciego
error, según el griego,
ciego también dulcísimo poeta,
si ya por las que escribe
aquileyas proezas
o marciales, de Ulises, sutilezas,
la unión no le recibe
de los historiadores o le acepta
cuando entre su catálogo le cuente,
que gloría más que número le aumente,
de cuya dulce serie numerosa
fuera más fácil cosa
al temido Jonante
el rayo fulminante
quitar o la pescada
a Alcídes clava herrada,
que un hemistiquio solo
-de los que le: dictó propicio Apolo-
según de Homero digo, la sentencia.
Las pirámides fueron materiales
tipos solos, señales exteriores
de las que dimensiones interiores
especies son del alma intencionales
que como sube en piramidal *****
al cielo la ambiciosa llama ardiente,
así la humana mente
su figura trasunta
y a la causa primera siempre aspira,
céntrico punto donde recta tira
la línea, si ya no circunferencia
que contiene infinita toda esencia.
Estos pues, montes dos artificiales,
bien maravillas, bien milagros sean,
y aun aquella blasfema altiva torre,
de quien hoy dolorosas son señales
no en piedras, sino en lenguas desiguales
porque voraz el tiempo no ]as borre,
los idiomas diversos que escasean
el sociable trato de las gentes
haciendo que parezcan diferentes
los que unos hizo la naturaleza,
de la lengua por solo la extrañeza; .
si fueran comparados
a la mental pirámide elevada,
donde, sin saber como colocada
el alma se miró, tan atrasados
se hallaran que cualquiera
graduara su cima por esfera,
pues su ambicioso anhelo,
haciendo cumbre de su propio vuelo,
en lo más eminente
la encumbró parte de su propia mente,
de sí tan remontada que creía
que a otra nueva región de sí salía.
En cuya casi elevación inmensa,
gozosa, mas suspensa,
suspensa, pero ufana
y atónita, aunque ufana la suprema
de lo sublunar reina soberana,
la vista perspicaz libre de antojos
de sus intelectuales y bellos ojos,
sin que distancia tema
ni de obstáculo opaco se recele,
de que interpuesto algún objeto cele,
libre tendió por todo lo criado,
cuyo inmenso agregado
cúmulo incomprehensible
aunque a la vista quiso manifiesto
dar señas de posible,
a la comprehensión no, que entorpecida
con la sobra de objetos y excedida
de la grandeza de ellos su potencia,
retrocedió cobarde,
tanto no del osado presupuesto
revocó la intención arrepentida,
la vista que intentó descomedida
en vano hacer alarde
contra objeto que excede en excelencia
las líneas visuales,
contra el sol, digo, cuerpo luminoso,
cuyos rayos castigo son fogoso,
de fuerzas desiguales
despreciando, castigan rayo a rayo
el confiado antes atrevido
y ya llorado ensayo,
necia experiencia que costosa tanto
fue que Icaro ya su propio llanto
lo anegó enternecido
como el entendimiento aquí vencido,
no menos de la inmensa muchedumbre
de tanta maquinosa pesadumbre
de diversas especies conglobado
esférico compuesto,
que de las cualidades
de cada cual cedió tan asombrado
que, entre la copia puesto,
pobre con ella en las neutralidades
de un mar de asombros, la elección confusa
equívoco las ondas zozobraba.
Y por mirarlo todo; nada veía,
ni discernir podía,
bota la facultad intelectiva
en tanta, tan difusa
incomprensible especie que miraba
desde el un eje en que librada estriba
la máquina voluble de la esfera,
el contrapuesto polo,
las partes ya no sólo,
que al universo todo considera
serle perfeccionantes
a su ornato no más pertenecientes;
mas ni aun las que ignorantes;
miembros son de su cuerpo dilatado,
proporcionadamente competentes.
Mas como al que ha usurpado
diuturna obscuridad de los objetos
visibles los colores
si súbitos le asaltan resplandores,
con la sombra de luz queda más ciego:
que el exceso contrarios hace efectos
en la torpe potencia, que la lumbre
del sol admitir luego
no puede por la falta de costumbre;
y a la tiniebla misma que antes era
tenebroso a la vista impedimento,
de los agravios de la luz apela
y una vez y otra con la mano cela
de los débiles ojos deslumbrados
los rayos vacilantes,
sirviendo va piadosa medianera
la sombra de instrumento
para que recobrados
por grados se habiliten,
porque después constantes
su operación más firme ejerciten.
Recurso natural, innata ciencia
que confirmada ya de la experiencia,
maestro quizá mudo,
retórico ejemplar inducir pudo
a uno y otro galeno
para que del mortífero veneno,
en bien proporcionadas cantidades,
escrupulosamente regulando
las ocultas nocivas cualidades,
ya por sobrado exceso
de cálidas o frías,
o ya por ignoradas simpatías
o antipatías con que van obrando
las causas naturales su progreso,
a la admiración dando, suspendida,
efecto cierto en causa no sabida,
con prolijo desvelo y remirada,
empírica
Hoje acordei e encontrei na rua frutos da vida,
Penduradas numa mente distante, doces vivencias,
Sim alguém falava comigo com mente sofrida,
Como eu, como tu, todos temos diferencias.

Simplesmente é complicado simplificar o fácil,
Essa é a minha dor, era a sua dor, é a dor do mundo
Não é fácil entender Deus no sentimento profundo,
Quer que amamos a família sendo comunidade volátil.

Aí a mente divaga, fumega e se acomoda na facilidade,
Facilidade, que na real não é fácil e complica o nosso dia,
Enfim que adianta dizer a alguém que por ele se morria,
Se tendo ele sede, lha saciar se torna grande dificuldade!

Então eu penso que porquê prometer se não quero fazer,
Porquê não fazer, se ajudar me daria tanto orgulho e prazer,
Serão acomodação a algo que não sabemos explicar ou dizer,
Será o corpo que segura e rompe com a mente para te ver morrer!

Autor: António Benigno
Código de Autor: 201608051243.08.01
My limbs are wasted with a flame,
My feet are sore with travelling,
For, calling on my Lady’s name,
My lips have now forgot to sing.

O Linnet in the wild-rose brake
Strain for my Love thy melody,
O Lark sing louder for love’s sake,
My gentle Lady passeth by.

She is too fair for any man
To see or hold his heart’s delight,
Fairer than Queen or courtesan
Or moonlit water in the night.

Her hair is bound with myrtle leaves,
(Green leaves upon her golden hair!)
Green grasses through the yellow sheaves
Of autumn corn are not more fair.

Her little lips, more made to kiss
Than to cry bitterly for pain,
Are tremulous as brook-water is,
Or roses after evening rain.

Her neck is like white melilote
Flushing for pleasure of the sun,
The throbbing of the linnet’s throat
Is not so sweet to look upon.

As a pomegranate, cut in twain,
White-seeded, is her crimson mouth,
Her cheeks are as the fading stain
Where the peach reddens to the south.

O twining hands!  O delicate
White body made for love and pain!
O House of love!  O desolate
Pale flower beaten by the rain!
La frente apoyo en la vidriera...
el cielo azul se engalana
y en la fúlgida primavera
canta su canción la mañana.

La mente inclino a lo más hondo
del alma en campos del Ayer;
y marchito miro en el fondo
todo lo que vi florecer.

Soplan auras primaverales
dando más vigor a los músculos.
¡Aquí las brumas otoñales
y el silencio de los crepúsculos!

En el parque crece la yerba
bajo el radiante resplandor.
En el alma todo se enerva
al paso lento del dolor.

Y evoco alegres ilusiones,
campos azules, abrileños;
la juventud con sus canciones
iba entre rosas y entre ensueños.

Fulgurante el cielo reía:
¡Cuán hermoso era el porvenir!
Vino la tarde en pleno día
y todo comenzó a morir.
La frente apoyo en la vidriera...
Verdes árboles, sol radiante
¡Juventud!… ¡también primavera
Fuiste del corazón amante!

¡Días que el alma triste evoca,
alba rosada del amor!
¡Boca que buscaba otra boca,
polen que va de flor en flor!...

En jardines primaverales
las libélulas entre aromas;
rosas rojas en los rosales
y destilando miel las pomas.

Y van surgiendo en un ensueño
amores de la juventud.
Pasan con el labio risueño
en concento de arpa y laúd.

Entonces... retoño y retoño
en los rosales a la aurora...
¡Como lenta bruma de otoño
la tristeza bajando ahora!

En el alma, al ensueño abierta,
algo de antiguo trovador,
y de la vida en la áurea puerta
con sus promesas el Amor.

De la luna la luz de plata
brillaba en el barrio desierto,
y una canción de serenata
subía al balcón entreabierto.

Pendiente la escala de seda
de los barrotes del balcón...
Del pasado ya sólo queda
un rescoldo en el corazón.

Paseos bajo luz de luna
por alamedas de rosales;
dos bocas que el amor aúna
en claras noches estivales...

Entonces... cantos, alegría,
juramentos de eterna fe;
y ahora, gris melancolía
del dichoso tiempo que fue...
La frente apoyo en la vidriera:
en el parque, vestidos blancos,
y amantes en su primavera
bajo los pinos en bancos.

Primeros versos a la amada,
cantos primeros de ilusión...
Son hoy cual queja desolada
en el fondo del corazón.

Tú, flor de la tierra nativa,
de los ojos fuiste embeleso.
Sólo a tu boca, rosa viva,
le dio la muerte el primer beso.

Cuando se recuerda el pasado
hay un deseo de llorar.
¡El árido camino andado
si se pudiera desandar!...

Sombras doloridas que vagan
y esperanzas muertas deploran:
Astros que en tinieblas se apagan
y voces que en silencio lloran!...

A la claridad matutina
fragante erguíase el rosal...
¡ya sobre el agua gris se inclina
la amarilla rama otoñal!...

Una palabra... un juramento...
¿era verdad o era mentira?
Mentira o verdad es tormento
cuando sola el alma suspira.

Se abría a la luz la ventana
en un radioso amanecer,
la ilusión decía: «¡Mañana!»
y el corazón dice: «¡Ayer!».

¡Mañana! ¡Ayer! Polos remotos...
lo que es dolor y lo que salva.
Claros sueños y sueños rotos,
gris de la tarde y luz del alba.

Y el Amor, que en sombras se aleja,
el alma dice: «¿Volverás?»
Y como una lejana queja
se oye en el pasado: «¡Jamás!»

La hiedra fija sus raíces
aún bajo nieve en la piedra.
Recuerdos de días felices:
sois del corazón... ¡siempre hiedra!
Aromadas rosas de Francia
en los casinos y en el Ritz;
Rosas que dais vuestra fragancia
en Montecarlo y en Biarritz.

Reservados de restaurantes;
de vida de goce ansias locas;
El áureo champaña espumante;
temblando de ósculo las bocas.

Nerviosa espera la cita,
Penumbra de la «garconniére»,
Fausto a los pies de Margarita
En el rosado atardecer…

Otra... Extraño acento de arrullo,
honda nostalgia en su mirada,
y severo siempre su orgullo
en su dolor de desterrada.

Su imagen el pasado alegra,
y fijos en la mente están
su traje blanco y su capa negra
en las carreras de Longchamps.

Días lejanos de estudiante,
embriaguez de ideal divino,
El corazón, rosa fragante,
en noches del Barrio Latino...

Midineta bulevardina,
boca roja, frente de lis,
Incitadora, parlanchina,
jilguero alegre de Paris.

Y del «cabaret» la alegría...
¿Era del Rhin o era del Volga?
¿en su vida un misterio había...
¿era su nombre Elisa u Olga?

En otra, del vuelo al arranque,
mirar nostálgico... y ¡pasó!
Muchas veces junto a un estanque
soñando la luna nos vio.

Tú, mejicana-parisina,
de cabellos como aureola
de luz de sol, y habla divina
entre francesa y española.

En la tristeza de un suspiro,
lejos, a la orilla del mar,
una margarita aún te miro
melancólica deshojar.

Húngara triste, flor bohemia,
De ojos miosotis de Danubio:
¡cuán adorable era anemia
En marco de cabello rubio!

Tus pupilas vagas de Isis
fingía decir un adiós;
Y casi exangüe por la tisis
caíste en golpe de tos...
La frente apoyo en la vidriera...
Un claro sol el cielo dora,
riega rosas la primavera...
El otoño en el alma llora.

Se oye como una voz que ruega,
como un gemido de laúd...
¡Es en la tarde que llega
el adiós de la juventud!
DAVID Feb 2017
el pliegue erogeno,
la piel deseada, y el deseo
en mi mente

camino entre los hombres,
con tu piel en mi mente, la dorada
verdad que emana de ti.

en tus ojos la calma de saberte amada,
deseada, y en tu cuerpo, y en tu mente,

la hermosa veracidad, y el juego
erotico, languido y sensual,
de mirarte a los ojos.

sentir la paz, que emana de
tu cuerpo, el balsamo, pleno
de tu delicada figura, van conmigo.

y la plena ensoñacion, se,
vuelve verdad, en tus ojos,
de leona.

besar tu cuerpo, y abrazarlo en silencio,
hermosa y serena, insegura, fragil
y salvaje, adorada.

cada desicion, no nos separa, nos une
aun mas, sigue tu alma , tu corazon.

en tus ojos y en tu cuerpo, esta mi
ferozidad perdida, y en tu pliegue erogeno,
mi deseo y devocion.

oh leona de montaña, eres la paz, el deseo,
y la serenidad, que me hace fuerte, sereno,
humano, en paz.

en tus ojos y en tu pecho, la bella y dulce tonada,
que arrulla mis sueños, en silencio.

lejos de haber perdido tiempo y vida,
solo preambulos, antes de tu calma, y tu bella
inseguridad.

y en mi mente tus ojos, tu piel,
tu presencia, firme segura, hermosa y
paciente.

y tu aparente fragilidad, es contrastada
con la belleza de tus ojos de leona
de montaña.
unfinished
naomivdwoodsen Nov 2013
Sentada en la esquina de mi habitación
pensando en las cosas que me hacen vivir.

Tu pensamiento roza mi mente
¿por qué tuviste que partir?

Te fuiste un día de enero
12 horas en el cielo
para aterrizar y no sé si volverás

El sol se fue contigo, al igual que mi brillo
y no tengo alegría para comprar más.

dime que volverás
aunque te duela la mentira
no me digas que me dejas tirada como una colilla.

Mis lagrimas me abrazan como tú lo hacías
no las quiero a ellas porque están vacias
como el invierno que llega y me agarra
hasta quedar dormida.
Almendra Isabel Jun 2014
A la mitad de mi metáfora me di cuenta que rimar no tenia solución. Pero tampoco seguir escribiendo.
Extrañamente me di cuenta que lo único que calma mis ansias de muerte es escribir,
        no redactar,
sino escupir palabras que deseas borrar.
Pero no puedes. Solo las plasmas.
Y pasaban las horas, y seguía mi música.
        Café      y cigarros. Taza tras taza y cigarro tras cigarro.
Se me acabó la quincena en drogas.
Falté al trabajo y renuncié.
Y al final:      me victimzé.
¿Qué hice al respecto? -Café. Café, cigarros, cigarros. Vamos a ver cuándo se me adormece el corazón. Vamos a ver cuándo se me adormece la razón. Y pasan los cigarros y pasan las horas, y ellas ya sabían desde el momento en que llegaste que me ibas a lastimar.
Condenada al ciclo de desesperación silenciosa y vergüenza pasajera.
Y tú y yo jugábamos, reíamos, amábamos.
Y jugamos a amarnos más hasta que me perdí,
y me encontré más perdida que buscada.
Llena de mentiras y más que nada, hecha trizas.
Traté de cerrar los ojos por unos minutos,
traté de interpretarte como te veía.
             Fallé.

Se me acaba la paciencia, se me suelta la demencia.
‘Lárgate de aquí, ya no te quiero’
palabras que mi corazón sacó.
Desesperación.
Haces falta, pero destruyes.

Me abrí: me rompiste.
No me veas,
no me llames,
no me busques:          pero hazlo.
Qué me duele que me ignores, pero no quiero saber de ti. No te quiero porque me duele no ser capaz de quererte de nuevo.

Te quiero muerto en mi mente
     pero vivo en vida.

Quiero saber cada detalle de ti, cada paso que das y casa suspiro que lanzas. Pero te quiero muerto en mi mente. Salté de mis sueños, son mis pesadillas, son mis drogas, no interfieras.
Salté de mi música, no se relaciona a ti.
Salté de mi mente. Sálte. Sálte.

SÁLTE.

Eres mi cajón de dolor.
De lamentación. De decepción.
¿Autoestima? ¿Ilusión?… ¿Confianza?      No.

Tú y yo teníamos esa casa turquesa con conejos y gatos, y uno que otro perro. Tú me hacías el café en la mañana y el amor en la tarde. Nos besábamos y nos abrazábamos. Nosotros debimos estar juntos. Permanecer juntos. Tú debiste ser mi amigo, no mi enemigo. Debimos viajar juntos, perdernos juntos, pintar juntos, cantar, volar.

      Permanecer.

Y yo, yo debí conocerte mejor antes de enamorarme. Debí enamorarme más y amar menos.
Debemos tanto. Tantas cuentas pendientes. Tantos pendientes inconclusos.
           Tantos abusos de ilusión. Tanto de sin sabor.
Y yo, yo debí quedarme, pero tú no debiste defraudarme.
Don Juan Rodríguez Fresle... sabréis quién fue Don Juan,
No aquel de la leyenda, sevillano galán
Que escalaba conventos, sino el burlón vejete,
Buen cristiano, que oía siempre misa de siete,
La ancha capa luciendo, ya un poco deslustrada,
Que le dejó en herencia Jiménez de Quesada;
Que fue amigo de Oidores, vivaz, dicharachero,
Que escribió muchas resmas de papel, y «El Carnero»;
Que de un tiempo lejano, casi desconocido,
Supo enredos y chismes, que narró y se han perdido;
Tiempo dichoso, cuando (lo que es y lo que fue)
tan sólo tres mil almas tenía Santa Fe,
Y ahora, según dicen, casi 300.000,
Con «dancings», automóviles, cines, ferrocarril
Al río, clubs, y todo lo que la mente fragua
En «confort» y progreso, verdad... ¡pero sin agua!
Tiempo de las Jerónimas, Tomasas, Teodolindas,
De nombres archifeos, pero de cara, lindas,
Y que además tenían, de Oidores atractivo,
Lo que en todas las épocas llaman «lo positivo»;
Cuando no acontecía nada de extraordinario,
Y a las seis, en las casas, se rezaba el rosario;
Días siempre tranquilos y de hábitos metódicos,
Sin petróleos, reclamos de ingleses ni periódicos,
Y cuando con pañuelos, damas de alcurnias rancias
Tapaban, en el cuello, ciertas protuberancias,
Que alguien llamó «colgantes, molestos arrequives»,
Causados por las aguas llovidas o de aljibes;
Cuando como en familia se arreglaban las litis
Y nadie sospechaba que hubiera apendicitis;
Cuando en vez de champaña se obsequiaba masato
De Vélez, y era todo barato, muy barato,
Y tanto, que un ternero (y eso era «toma y daca»)
Lo daban por un peso y encimaban la vaca;
Cuando las calles eran iguales en un todo
A éstas, polvo en verano, y en el invierno, lodo,
Por donde hoy es difícil que los «autos» circulen,
Y esto, cual muchos dicen, por culpa de la Ulen,
Mas afirman (en crónicas muchas cosas yo hallo)
Que entonces las visitas se hacían a caballo,
Y hoy ni así, pues es tanta la tierra que bazucan
Que en tan grandes zanjones los perros se desnucan.

Pero basta de «Introito», porque caigo en la cuenta
De que esto ya está largo...
                                                    Fue en 1630
O 31. A veces se me va la memoria
Y siempre quitan tiempo las consultas de Historia,
Y en años -no habrá nadie que a mal mi dicho tome-
Una cuarta de menos o de más no es desplome.
(Y antes de que los críticos se me vengan encima
Digo que «treinta» y «cuenta» no son perfecta rima,
Pero tengo en mi abono que ingenios del Parnaso,
Por descuido, o capricho, o por salir del paso,
Que es lo que yo confieso me ocurre en este instante,
Hicieron «mente» y «frente», de «veinte» consonante).

Diré, pues: «Hace siglos». Mi narración, exacta
Será, cual de elecciones ha sido siempre una acta,
Y escribiendo: «Hace siglos», nadie dirá que invento
O adultero las crónicas.
                                            Y sigo con mi cuento.
Don Juan Rodríguez Fresle (así yo di principio
A esta historia, que alguno dirá que es puro ripio);
Don Juan, en aquel día (la fecha no recuerdo
Pues en fechas y números el hilo siempre pierdo,
Aunque ya es necesario que la atención concentre
Y de lleno, en materia, sin más preámbulos entre).

Don Juan, el de «El Carnero», yendo para la Audiencia,
Donde copiaba Cédulas, le hizo gran reverencia
Al Arzobispo Almansa, que en actitud tranquila
A los trabajadores en el atrio vigila.
(Se decía «altozano», pero «atrio»
escribo, porque
No quiero que un «magíster» por tan poco me ahorque).

Debéis saber que entonces, frente a la Catedral
El agua de las lluvias formaba un barrizal,
Y para que los fieles cuando entraban a misa
Evitaran el barro de las charcas, aprisa
Puentecitos hacían frailes y monaguillos
Con tablas y cajones y piedras y ladrillos.

(Pobres santafereñas: tendrían malos ratos
Cuando allí se embarraban enaguas y zapatos,
Y también los tendrían los pobres «chapetones»
Porque sabréis que entonces no había zapatones.
Que yo divago mucho, me diréis impacientes;
Es verdad, pero tengo buenos antecedentes,
Como Byron, y Batres y Casti, el italiano,
A quienes en tal vicio se les iba la mano;
Mas sé que al que divaga poca atención se presta,
Y os prometo que mi última divagación es ésta).

Y sigo: El Arzobispo con el breviario en mano,
El atrio dirigía -que él llamaba «altozano».
Aquéllo a todas horas parecía colmena:
Unos, la piedra labran, traen otros arena
Del San Francisco, río donde pescando en corro
Se veía a los frailes, y que hoy es simple chorro.
Apresurados, otros, traen cal y guijarros.
Grandes yuntas de bueyes, tirando enormes carros
Llegan.
              El Arzobispo, puesta en Dios la esperanza,
Ve que es buena su obra. Y el altozano avanza.

Don Juan Rodríguez Fresle, la tarde de aquel día,
«Estas misas parece que acaban mal», decía.
Luego se santiguaba, pues no sé de qué modo,
De la vida de entonces era el sabelotodo.

El Marqués de Sofraga, Don Sancho; a quien repugna
Santa Fe; con Oidores y vasallos en pugna
Y con el Arzobispo, sale al balcón, y airado,
Airado como siempre, viendo que el empedrado
A su palacio llega cerrándole la entrada
A su carroza, grita con voz entrecortada
Por la cólera: «¡Basta! Se ha visto tal descaro?
Al que no me obedezca le costará muy caro.
Quiero franca mi puerta!»
                                                  Todos obedecieron,
Y dejando herramientas, aquí y allá corrieron.

Viendo esto los Canónigos que salían del coro,
Tiraron los manteos, y sin juzgar desdoro
El trabajo, que sólo a débiles arredra,
La herramienta empuñaron para labrar la piedra.
Luego vinieron frailes, vinieron monaguillos;
Y sonaban palustres, escoplos y martillos.

Don Juan Rodríguez Fresle, la tarde de aquel día,
De paseo a San Diego, burlón se sonreía,
Pensando en los Canónigos que en trabajos serviles
Estaban ocupados cual simples albañiles.

Ya de noche, a su casa fue y encendió su lámpara.
Cenó, rezó el rosario, después apartó el pan para
Su desayuno. (Advierto como cosa importante
Que «pan» y «para», juntos, son un buen consonante
De «lámpara». Es sabido que nuestra lengua, sobre
Ser difícil, en rimas esdrújulas es pobre,
Mas cargando el acento sobre «pan», y si «para»
Sigue, las dos palabras sirven de rima rara).

(Y el pan guardaba, porque con el vientre vacío
No gustaba ir a misa, y entonces por el frío
O miedo a pulmonías, en esta andina zona
Eran los panaderos gente muy dormilona;
Y Don Juan que fue en todo previsor cual ninguno,
No salía a la calle jamás sin desayuno).
Prometí los paréntesis suprimir, y estoy viendo
Que en esto de promesas ya me voy pareciendo
A todos los políticos tras la curul soñada:
Que prometen... prometen, pero no cumplen nada.

«¿Y qué fin tuvo el atrio?» diréis quizás a dúo.
Es verdad. Lo olvidaba. La historia continúo,
Sin que nada suprima ni cambie, pues me jacto
De ser de viejas crónicas siempre copista exacto,
Y porque a mano tengo de apuntes buen acopio
Que en polvosos archivos con buen cuidado copio.
Y como aquí pululan gentes asaz incrédulas,
Me apoyo siempre en libros, o Crónicas o Cédulas;
Y para que no afirmen que es relumbrón de talco
Cuanto escribo, mis dichos en la verdad yo calco,
Pues perdón no merece quien por la rima rica
A pasajero aplauso la Historia sacrifica,
La Historia, que es la base del patrimonio patrio...

Y os oigo ya impacientes decirme:
                                                              -«¿Pero el atrio?»
El atrio... Lo olvidaba, y hasta a Rodríguez Fresle;
Mas sabed que en Colombia, y en todas partes, esle
Necesario al poeta que busque algún remanso
En las divagaciones, y es divagar, descanso;
Porque es tarea dura, que aterra y que contrista,
Pasar a rima, y verso la prosa ele un cronista,
Que tan sólo a la prosa de diaristas iguala,
La que en todos los tiempos ha sido prosa mala;
Y aunque en rimas y verso yo sé que poco valgo,
Veré si de este apuro con buena suerte salgo...
Y en olla fío, porque... repararéis, supongo,
Que nunca entre hemistiquios, palabra aguda pongo,
Ni hiato, y de dos llenas no formo yo diptongo
Como hizo Núñez ele Arce (Núñez de Arce ¡admiraos!
Que en dos o tres estrofas nos dijo «cáus» por «caos»,
Y hay poetas, y buenos, de fuste y nombradía,
Que hasta en la misma España ¡qué horror! dicen
«puesía»,
Cual si del Arte fuera, para ellos, la Prosodia
De nuestra hermosa lengua, ridícula parodia);
Que duras sinalefas nunca en un verso junto
Y que jamás el ritmo, cual otros, descoyunto,
Porque eso siempre indica pereza o ningún tino,
Y al verso quita encanto, más al alejandrino,
Que es sin duela el más bello, que más gracia acrisola,
Entre todos los versos en Métrica española.
Que lo digan Valencia, Lugones y Chocano,
todos ellos artífices del verso castellano,
Y que al alejandrino, que es rítmico aleteo,
Dan el garbo y la música que adivinó Berceo.

Y sigo con el atrio.
                                Después de madrugada
Volvieron los canónigos a la obra empezada.

Al Marqués de Sofraga la ira lo sofoca.
Alcaldes, Regidores al Palacio convoca;
Y Alcaldes, Regidores, ante él vienen temblando,
Y díceles colérico: «¡A obedecer! Os mando
Que a todos los Canónigos llevéis a la prisión.
Mis órdenes, oídlo, mandatos del Rey son».

Don Juan Rodríguez Fresle rezó cual buen cristiano;
No escribió, y sin reírse se acostó muy temprano,
Porque muy bien sabía que el Marqués no se anda
Por las ramas, con bromas, y cuando manda, manda.
Mas desvelado estuvo pensando y repensando
En la noche espantosa que estarían pasando
Sin dormir, los Canónigos, en cuartucho sombrío
De la cárcel, sin camas, y temblando de frío.

La siguiente mañana no hubo sol.
                                                              Turbio velo
De llovizna y de brumas encapotaba el cielo.

Fray Bernardino Almansa llega a la Catedral.
Está sobrecogida la ciudad colonial.
Salmos penitenciales se elevan desde el coro,
Y en casullas y capas brilla a la luz el oro.
El Prelado aparece como en unción divina
En el altar, y toda la multitud se inclina;
Entre luces ele cirios destella el tabernáculo;
Hay indecible angustia y hay dolor. Alza el báculo,
Y mientras que en la torre se oye el gran esquilón,
Erguido el Arzobispo lanza la excomunión.
Alcaldes, Regidores, todos excomulgados
Porque al Cielo ofendieron.
                                                  Los fieles congregados
En la Iglesia, de hinojos, y en cruz oraban.

                                                                            Fue
Aquel día de llanto y duelo en Santa Fe.
Cerradas se veían las puertas y ventanas,
Y en todas las iglesias doblaban las campanas.

Don Juan Rodríguez Fresle se dijo: «¡Ya está hecho!»
Se dio, cual buen cristiano, tres golpes en el pecho;
Pero volvió de pronto su espíritu zumbón,
Y pensando en la hora suprema del perdón,
Vio a los excomulgados con sus blancos ropones,
Al cuello sendas sogas, y en las manos blandones,
Y murmuró: «Del cielo la voluntad se haga,
Donde las dan, las toman. Quien la debo la paga».

Y escribiendo, escribiendo, la noche de aquel día,
De los excomulgados, socarrón se reía,
Porque le fue imposible su sueño conciliar
Sin que viera en las sombras por su mente pasar
Regidores y Alcaldes, cada uno en su ropón,
Cual niños que reciben primera comunión.

Don Juan Rodríguez Fresle, siempre que los veía,
Del ropón se acordaba y a solas se reía.
Alev May 2014
Eres un caballo coriendo solitario
Y él trata de domarte
Te compara con un camino imposible
Con una casa en llamas
Dice que lo estás cegando
Que nunca podría dejarte
Olvidarte
No quiere nada excepto a ti
Lo mareas, eres irresistible
Cada mujer antes o después de ti
Está empapada en tu nombre
Llenas su boca
Sus dientes duelen con el recuerdo de tu sabor
Su cuerpo es sólo una sombra buscando la tuya
Pero siempre eres muy intensa
Atemorizante en el modo en que lo deseas
Desvergonzada y sacrificada
Él dice que ningún hombre puede compararse
Al que vive en tu mente
Y trataste de cambiar, ¿no es así?
Cerraste más tu boca
Trataste de ser más suave
Más linda
Menos volátil, menos despierta
Pero aun durmiendo podías sentirlo
Viajando lejos de ti en sus sueños
Así que, qué quieres hacer amor
¿Partir su cabeza en dos?
No puedes construir hogares de seres humanos.
Alguien debería haberte dicho eso
Y si él se quiere ir
entonces déjalo ir.
Eres estremecedora y extraña y hermosa
Algo que no todos saben cómo amar.*

― Warsan Shire
Victor D López Feb 2019
Heroes Desconocidos: Parte V: Felipe 1931 - 2016  
© 2016, 2019 Victor D. López

Naciste cinco años antes del comienzo de la Guerra Civil Española que vería a tu padre exiliado.
El lenguaje llegó más tarde a ti que a tu hermano pequeño Manuel, y tartamudeaste por un
Tiempo, a diferencia de aquellos que hablan incesantemente sin nada que decir. Tu madre
Confundió la timidez con la falta de lucidez un trágico error que te marcó por vida.

Cuando tu hermano Manuel murió a los tres años de la meningitis, oíste a tu madre exclamar:
"Dios me llevó el listo y me dejó el tonto." Tenías apenas cinco años. Nunca olvidaste esas
Palabras. ¿Como podrías hacerlo? Sin embargo, amaste a tu madre con todo tu corazón.
Pero también te retiraste más en ti mismo, la soledad tu compañera y mejor amiga.

De hecho, eras un niño excepcional. La tartamudez se alejó después de los cinco años para no
Volver jamás, y cuando estaba en la escuela secundaria, tu maestra llamó a tu madre para una
Rara conferencia y le dijo que la tuya era una mente dotada, y que deberías ingresar a la
Universidad para estudiar ciencia, matemáticas o ingeniería.

Ella escribió a tu padre exiliado en Argentina para decirle la buena noticia, que tus profesores
Creían que fácilmente ganarías la entrada a la (entonces y ahora) altamente selectiva universidad Pública donde los asientos eran pocos, y muy difíciles de alcanzar basado en exámenes Competitivos ¿La respuesta de tu padre? Comprale un par de bueyes para arar las tierras.

Esa respuesta de un hombre muy respetado, un pez grande en un pequeño estanque en su nativo Olearos en ese tiempo está más allá de la comprensión. Había optado por preservar su interés
Propio en que continuaras su negocio familiar y trabajara sus tierras en su ausencia. Esa cicatriz También fue añadida a aquellas que nunca sanarían en tu enorme y poro corazón.

Sin la ayuda para los gastos de vida universitarios (todo lo que habrías requerido), quedaste
Decepcionado y dolido, pero no enfadado; Simplemente encontrarías otra opción. Tomaste los Exámenes competitivos para las dos escuelas de entrenamiento militar que proporcionarían una Educación vocacional excelente y un pequeño sueldo a cambio del servicio militar.

De los cientos de aspirantes a los pocos puestos premiados en cada una de las dos instituciones,
Marcaste primero para el más competitiva de las dos (El Parque) y decimotercero para la Segundo, La Fábrica de Armas. Escogiste la inferior para dejarle el puesto a un compañero de
Clase que había quedado eliminado por pocos puntos. Ese eras tú, siempre y para siempre.

En la escuela militar, finalmente estuviste en tu elemento. Te convertiría en una mecánico /
Maquinista de clase mundial, una profesión que te brindaría trabajo bien pagado en cualquier
Parte de la tierra de por vida. Fuiste verdaderamente un genio mecánico quien años más tarde
Añadiría electrónica, mecánica de automóviles y soldadura especializada a tus capacidades.

Dado un taller de máquinas bien montado, podrías con ingeniería inversa duplicar cada maquina
Y montar uno idéntico sin referencia a planes ni instrucciones. Te convertiste en un mecánico
Maestro dotado, y trabajaste en posiciones de línea y de supervisión en un puñado de empresas
En Argentina y en los Estados Unidos, incluyendo a Westinghouse, Warner-Lambert y Pepsi Co.

Te encantó aprender, especialmente en tus campos (electrónica, mecánica, soldadura), buscando
La perfección en todo lo que hiciste. Cada tarea difícil en el trabajo se te dio a ti toda tu vida.
No dormías por la noche cuando un problema necesitaba solución. Hacías cálculos,
Dibujos, planes y trabajabas incluso literalmente en tus sueños con pasión singular.

Estabas en tu elemento enfrentando los rigores académicos y físicos de la escuela militar,
Pero la vida era difícil para ti en la época de Franco cuando algunos instructores
Te llamaban "Roxo" - "rojo" en gallego - que se refería a la política de tu padre en
Apoyo a la República fallida. Finalmente, el abuso fue demasiado para soportar.


Una vez mientras estabas de pie en la atención en un pasillo con los otros cadetes esperando
Dar lista, fuiste repetidamente empujado en la espalda subrepticiamente. Moverte provocaría
Deméritos, y deméritos podrían causar la pérdida de puntos en tu grado final y arresto por
Los fines de semana sucesivos. Lo aguantaste un rato hasta perder la paciencia.

Volteaste hacia el cadete detrás tuyo y en un movimiento fluido lo cogiste por la chaqueta y con
Una mano lo colgaste en un gancho por encima de una ventana donde estaban Parados. Se
Arremolinó, hasta que fue rescatado por dos instructores militares furiosos.
Tuviste detención de Fin de semana durante meses, y una reducción del 10% en el grado final.

Un destino similar le ocurrió un compañero de trabajo unos años más tarde en Buenos Aires que
Te llamó hijo de puta. Lo levantaste en una mano por la garganta y lo mantuviste allí hasta que
Tus compañeros de trabajo intervinieron, rescatándolo al por la fuerza. La lección fue aprendida
Por todos en términos inconfundibles: Dejar a la mamá de Felipe en paz.

Eras increíblemente fuerte, especialmente en tu juventud, sin duda en parte debido a un trabajo
Agrícola riguroso, tu entrenamiento militar y participación en deportes competitivos. A los quince
Años, una vez te doblaste para recoger algo en vista de un carnero, presentando al animal un
Objetivo irresistible. Te cabeceo encima de un pajar. También aprendió rápidamente su lección.

Te sacudiste el polvo, y corriste hacia el pobre carnero, agarrándolo por los cuernos, girándolo
Alrededor varias vueltas, y lanzándolo encima del mismo pajar. El animal no resultó herido, pero Aprendió a mantener su distancia a partir de ese día. En general, fuiste muy lentos en enfadar
Ausente cabeceos, empujones repetidos o referencias irrespetuosas a tu madre.

Rara vez te vi enfadado; y era mamá, no tú, la disciplinaria, con zapatilla en la mano. Recibí
Muy pocas bofetadas tuyas. Mamá me golpeaba con una zapatilla a menudo cuando yo era
Pequeño, sobre todo porque podía ser un verdadero dolor de cabeza, queriendo Saber / intentar / Hacerlo todo, completamente ajeno al significado de la palabra "no" o de mis limitaciones.

Mamá a veces insistía en que me dieras una buena paliza. En una de esas ocasiones por una Transgresión olvidada cuando yo tenía nueve años, me llevaste a tu habitación, quitaste el
Cinturón, te sentaste a mi lado y te pegaste varias veces a tu propio brazo y mano susurrándome
"Llora", lo cual hice fácilmente. "No se lo digas a mamá." No lo hice. Sin duda lo sabía.

La perspectiva de servir en un ejército que te consideraba un traidor por la sangre se te hizo
Difícil de soportar, y en el tercer año de escuela, un año antes de la graduación, te fuiste a unirte
A tu padre exiliado en Argentina, a comenzar una nueva vida. Dejaste atrás a tu amada madre y a
Dos hermanas para comenzar de nuevo en una nueva tierra. Tu querido perro murió de pena.

Llegaste a Buenos Aires para ver a un padre que no recordabas a los 17 años. Eras demasiado
Joven para trabajar legalmente, pero parecías más viejo que tus años (un rasgo compartido).
Mentiste acerca de tu edad e inmediatamente encontraste trabajo como maquinista / mecánico de
Primer grado. Eso fue inaudito y te trajo algunos celos y quejas en el taller sindical.

El sindicato se quejó con el gerente general sobre tu sueldo y rango. Él respondió, "Daré el
Mismo rango y salario a cualquier persona en la compañía que pueda hacer lo que Felipe hace."
Sin duda, los celos y los gruñidos continuaron durante un tiempo. Pero no había compradores.
Y pronto ganaste el grupo, convirtiéndote en su mascota protegida como "hermano pequeño".

Tu padre partió hacia España dentro de un año de tu llegada cuando Franco emitió un perdón
General a todos los disidentes que no habían derramado sangre. Quería que volvieras a
Reanudar el negocio familiar asumido por tu madre en su ausencia con tu ayuda. Pero te negaste a Renunciar tu alto salario, el respeto y la independencia que se te negaban en su casa.

Tendrías escasamente 18 años, viviendo en una habitación que habías compartido con tu padre al
Lado de una escuela. Pero también habías encontrado una nueva querida familia en tu tío José,
Uno de los hermanos de tu padre, y su familia. su hija, Nieves con su esposo, Emilio, y
Sus hijos, Susana, Oscar (Rubén Gordé) y Osvaldo, se convirtieron en tu nueva familia nuclear.

Te casaste con mamá en 1955 y tuviste dos negocios fallidos en el rápido desvanecimiento en la
Argentina a finales de los años 1950 y comienzos de los años 1960. El primero fue un taller
Con una pequeña fortuna de contratos de gobierno no pagados. El segundo, una tienda de
Comestibles, también falló debido a la hiperinflación y el crédito extendió a clientes necesitados.

A lo largo de todo esto, seguiste ganando un salario excepcionalmente bueno. Pero a mediados
De los años 60, casi todo fue a pagar a los acreedores de la tienda de comestibles fallada.
Tuvimos años muy difíciles. Algún día escribiré sobre eso. Mamá trabajo de sirvienta, incluso
Para amigos ricos. Tu salías de casa a las 4:00 a.m. volviendo de noche para pagar las facturas.

El único lujo que tú y mamá retuvieron fue mi colegio católico. No había otra extravagancia. No
Pagar las facturas nunca fue una opción para ustedes. Nunca entró en sus mentes. No era una
Cuestión de ley u orgullo, sino una cuestión de honor. Pasamos por lo menos tres años muy
Dolorosos con tu y mamá trabajando muy duro, ganando bien pero éramos realmente pobres.

Tú y mamá se cuidaron mucho de esconder esto de mí y sufrieron grandes privaciones para
Aislarme lo mejor que pudieron de las consecuencias de una economía destrozada y su efecto a
Sus ahorros de vida y a nuestra cómoda vida. Llegamos a Estados Unidos a finales de los años 60 Después de esperar más de tres años por visas, a una nueva tierra de esperanza.

Tu hermana y cuñado, Marisa y Manuel, hicieron sus propios sacrificios para traernos aquí.
Traíamos unos $ 1, 000 del pago inicial por nuestra diminuta casa, y las joyas empeñadas de Mamá.
(La hiperinflación y los gastos comieron los pagos restantes). Otras posesiones preciadas
Fueron dejadas en un baúl hasta que pudieran reclamarlas. Nunca lo hicieron.

Incluso los billetes de avión fueron pagados por Marisa y Manuel. Insististe al llegar en términos
Escritos para el reembolso con intereses. Fuiste contratado en tu primera entrevista como un
Mecánico de primer grado a pesar de no hablar una palabra de inglés. Dos meses más tarde, la
Deuda fue saldada, mamá también trabajaba, y nos mudamos a nuestro primer apartamento.

Trabajaste largas horas, incluyendo sábados y horas extras diarias. La salud en declive te obligó
A retirarte a los 63 años y poco después, tú y mamá se mudaron de Queens al Condado de Orange. Compraron una casa a dos horas de nuestra residencia permanente en el Condado de Otsego, y, en la Próxima década, fueron felices, viajando con amigos y visitándonos a menudo.

Entonces las cosas empezaron a cambiar. Problemas cardíacos (dos marcapasos), cáncer de
Colon, Melanoma, enfermedad de hígado y renal causada por sus medicamentos, presión arterial
Alta, la gota, Cirugía de la vejiga biliar, diabetes.... Y aún seguiste hacia adelante, como el
Conejito “Energizer”, remendado, golpeado, magullado pero imparable e imperturbable.

Luego mamá comenzó a mostrar señas de pérdida de memoria junto con sus otros problemas de
Salud. Ella oculto bien sus propias dolencias, y nos dimos cuenta mucho más tarde que había un Problema grave. Hace dos años, su demencia empeoraba pero seguía funcionando hasta que
Complicaciones de cirugía de la vesícula biliar requirieron cuatro cirugías en tres meses.

Ella nunca se recuperó y tuvo que ser colocada en un asilo de ancianos con cuido intensivo.
Varios, de hecho, ya que Rechazó la comida y tú y yo nos negamos a simplemente dejarla ir, lo que Pudiera haber sido más noble. Pero "mientras hay vida, hay esperanza" como dicen los españoles.
No hay nada más allá del poder de Dios. Los milagros suceden.

Durante dos años tu viviste solo, rechazando ayuda externa, engendrando numerosos argumentos Acerca de tener a alguien unos días a la semana para ayudar a limpiar, cocinar, y hacer las tareas.
Tu no eras nada sino terco (otro rasgo compartido). El último argumento sobre el tema hace unas
Dos semanas terminó en tu llanto. No aceptarías ayuda externa hasta que mamá regresara a casa.

Sufriste un gran dolor debido a los discos abultados en la columna vertebral y caminabas con uno
De esos asientos ambulatorios con manillares que mamá y yo te elegimos hace años. Te
Sentabas cuando el dolor era demasiado, y luego seguías adelante con pocas quejas. Hace diez
Días, finalmente acordaste que necesitabas ir al hospital para drenar el líquido abdominal.
Tu hígado y riñones enfermos lo producían y se te hinchó el abdomen y las piernas hasta el punto
Que ponerte los zapatos o la ropa era muy difícil, como lo era la respiración. Me llamaste de una
Tienda local llorando que no podías encontrar pantalones que te cupieran. Hablamos, un rato y te
Calmé, como siempre, no permitiendo que te ahogaras en la lástima propia.

Fuiste a casa y encontraste unos pantalones nuevos extensibles que Alice y yo te habíamos
Comprado y quedaste feliz. Ya tenías dos cambios de ropa que aún te cabían para llevar al
Hospital. Listo, ya todo estaba bien. El procedimiento no era peligroso y lo había ya pasado
Varias veces.  Sería necesario un par de días en el hospital y te vería de nuevo el fin de semana.

No pude estar contigo el lunes 22 de febrero cuando tuviste que ir al hospital, como casi siempre
Lo había hecho, por el trabajo. Se suponía que debías ser admitido el viernes anterior, para yo Acompañarte, pero los médicos también tienen días libres y cambiaron la cita. No pude faltar al
Trabajo. Pero no estabas preocupado; Esto era sólo rutina. Estarías bien. Te vería en unos días.

Iríamos a ver a mamá el viernes, cuando estarías mucho más ligero y te sentirías mucho mejor.
Tal vez podríamos ir a comprate más ropa si la hinchazón no disminuía lo suficiente. Condujiste
Al médico y luego te transportaron por ambulancia al hospital. Yo estaba preocupado, pero no Demasiado. Me llamaste sobre las cinco de la tarde para decirme que estabas bien, descansando.

“No te preocupes. Estoy seguro aquí y bien cuidado." Hablamos un poco sobre lo usual, y te
Asegure que te vería el viernes o el sábado. Estabas cansado y querías dormir. Te pedí que me Llamaras si despertabas más tarde esa noche o te hablaría yo al día siguiente. Alrededor de
Las 10:00 p.m. recibí una llamada de tu celular y respondí de la manera habitual optimista.

“Hola, Papi.” En el otro lado había una enfermera que me decía que mi padre había caído.
Le aseguré que estaba equivocada, ya que mi padre estaba allí para drenar el líquido abdominal.
"No entiendes. Se cayó de su cama y se golpeó la cabeza en una mesita de noche o algo,
Y su corazón se ha detenido. Estamos trabajando en él durante 20 minutos y no se ve bien ".

"¿Puedes llegar aquí?" No pude. Había bebido dos o tres vasos de vino poco antes de la llamada
Con la cena. No pude conducir las tres horas a Middletown. Lloré. Oré. Quince minutos después
Recibí la llamada de que te habías ido. Perdido en el dolor, sin saber qué hacer, llamé a mi
Esposa. Poco después vino una llamada del forense. Se requirió una autopsia. No pudría verte.

Cuatro días después tu cuerpo fue finalmente entregado al director de funeraria que había
Seleccionado por su experiencia con el proceso de entierro en España. Te vi por última vez para Identificar tu cuerpo. Besé mis dedos y toqué tu frente mutilada. Ni siquiera podrías tener la
Dignidad de un ataúd abierto. Querías cremación. Tu cuerpo lo espera mientras escribo esto.

Estabas solo, incluso en la muerte. Solo. En el hospital, mientras desconocidos trabajaron en ti. En la Oficina del médico forense mientras esperabas la autopsia. En la mesa de la autopsia
Mientras pinchaban, empujaban, y cortaban tu cuerpo buscando indicios irrelevantes que no
Cambiarían nada ni beneficiarían a nadie, y menos que a nadie a ti.

Tendremos un servicio conmemorativo el próximo viernes con tus cenizas y una misa el sábado.
Nunca más te veré en esta vida. Alice y yo te llevaremos a casa, a tu pueblo natal, al
Cementerio de Olearos, La Coruña, España este verano. Allí esperarás el amor de tu vida.
Quién se unirá contigo en la plenitud del tiempo. Ella no comprendió mis lágrimas ni tu muerte.

Hay una bendición en la demencia. Ella pregunta por su madre, y dice que está preocupada
Porque no ha venido a visitarla en algún tiempo. “Ella viene”, me asegura siempre que la veo.
Tú la visitabas todos los días, excepto cuando la salud lo impedía. Pasaste este 10 de febrero aparte,
El aniversario 61 de bodas, demasiado enfermo para visitarla. Tampoco yo pude ir. Primera vez.

Espero que no te hayas dado cuenta de que estabais aparte el 10, pero dudo que sea el caso.
No te lo mencioné, esperando que lo hubieras olvidado, y tú tampoco. Eras mi conexión con Mamá.
No puede marcar o contestar un teléfono. Tu le ponías el teléfono celular al oído cuando
Yo no estaba en clase o en reuniones y podía hablar con ella. Ella siempre me reconoció.
Estoy a tres horas de ella. Los visitaba una o dos veces al mes. Ahora incluso esa línea de
Vida está cortada. Mamá está completamente sola, asustada, confundida, y no puedo en el corto
Plazo al menos hacer mucho sobre eso. No habías de morir primero. Fue mi mayor temor, y el
Tuyo, pero como con tantas cosas que no podemos cambiar, lo puse en el fondo de mi mente.

Me mantuvo en pie muchas noches, pero, como tú, todavía creía --y creo-- en milagros.
Yo te hablaba todas las noches, a menudo durante una hora o más, en el camino a casa del trabajo Tarde por la noche durante mi hora de viaje, o desde casa mientras cocinaba mi cena.
La mayoría del tiempo te dejaba hablar, tratando de darte apoyo y aliento.

Estabas solo, triste, atrapado en un ciclo sin fin de dolor emocional y físico. Últimamente eras Especialmente reticente a colgar el teléfono. Cuando mamá estaba en casa y todavía estaba
Relativamente bien, yo llamaba todos los días también, pero por lo general hablaba contigo sólo
Unos minutos y le dabas el teléfono a mamá, con quien conversaba por mucho más tiempo.

Durante meses tuviste dificultades para colgar el teléfono. Sabía que no querías volver al sofá,
Para ver un programa de televisión sin sentido, o para pagar más facturas. Me decías adiós, o
"Ya basta para hoy", y comenzar inmediatamente un nuevo hilo, repitiendo el ciclo, a veces cinco o seis Veces. Me dijiste una vez llorando recientemente, "Cuélgame o seguiré hablando".

Te quería, papá, con todo mi corazón. Discutimos, y yo a menudo te gritaba con frustración,
Sabiendo que nunca lo tomarías a pecho y que por lo general solo me ignorarías y harías lo que querías. Sabía lo desesperadamente que me necesitabas, y traté de ser tan paciente como pude.
Pero había días en los que estaba demasiado cansado, frustrado, y lleno de otros problemas.

Había días en los que me sentía frustrado cuando te quedabas en el teléfono durante una hora
Cuando necesitaba llamar a Alice, comer mi cena fría o incluso mirar un programa favorito.
Muy rara vez te corté una conversación por lo larga que fuese, pero si estuve frustrado a veces,
Incluso sabiendo bien cuánto me necesitabas y yo a ti, y cuán poco me pediste.

¿Cómo me gustaría oír tu voz de nuevo, incluso si fuera quejándote de las mismas cosas, o
Para contarme en detalle más minucioso algún aspecto sin importancia de tu día. Pensé que te haría
Tener al menos un poco más de tiempo. ¿Un año? ¿Dos? Sólo Dios sabía. Habría tiempo. Tenía
Mucho más que compartir contigo, mucho más de aprender cuando la vida se relajara un poco.

Tú me enseñaste a pescar (no tomó) y a cazar (que tomó aún menos) y mucho de lo que sé sobre
La mecánica y la electrónica. Trabajamos en nuestros coches juntos durante años--cambios de
Frenos, silenciadores, “tuneas” en los días en que los puntos, condensadores y luces de
Cronometraje tenían significado. Reconstruimos carburadores, ventanas eléctricas, y chapistería.

Éramos amigos, bunos amigos. Fuimos los domingos en coche a restaurantes favoritos o a
Comprar herramientas cuando yo era soltero y vivía en casa. Me enseñaste todo lo que necesito
Saber en la vida sobre todas las cosas que importan. El resto es papel sin sentido y vestidor.
Conocí tus pocas faltas y tus colosales virtudes y te conocí ser el mejor hombre de los dos.

Ni punto de comparación. Nunca podría hacer lo que hiciste. Nunca podría sobresalir en mis
Campos como lo hiciste en los tuyos. Eras hecho y derecho en todos los sentidos, visto desde
Todos los ángulos, a lo largo de tu vida. No te traté siempre así, pero te amé siempre
Profundamente, como lo sabe cualquiera que nos conoce. Te lo he dicho a menudo, sin vergüenza.

El mundo se ha enriquecido con tu viaje sobre él. No dejas atrás gran riqueza, ni obras que te Sobrevivan. Nunca tuviste tus quince minutos al sol. Pero importaste. Dios conoce tu virtud, tu
Integridad absoluta y la pureza de tu corazón. Nunca conoceré a un hombre mejor. Te amaré, te Extrañaré y te llevaré en mi corazón todos los días de mi vida. Que Dios te bendiga, papá.

  Si desean oír mi lectura de la versión original de este poema en inglés, pueden hacerlo aquí:
https://www.youtube.com/channel/UCRUiSZr1_rWDEObcWJELP7w
This is a translation from the English original I wrote immediately after my dad's passing in February of 2016.  Even in the hardest of times suffering from his own very serious medical conditions, my dad was full of love and easy laughter. I will never see his equal, or my mom's. Tears still blur my eyes as they do now just thinking of them with great love and an irreparable sense of loss.
En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres bohemios.Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el imponente
y profundo silencio.El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se elevaba al cielo,
simbolizando al resolverse en nada,
la vida de los sueños.Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y, repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.Era curioso ver aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo que, melosa y delicada,
la música de un verso.A cada nueva libación, las penas
hallábanse más lejos del grupo,
y nueva inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto que venía
en alas del recuerdo.Olvidaba decir que aquella noche,
aquel grupo bohemio
celebraba entre risas, libaciones,
chascarrillos y versos,
la agonía de un año que amarguras
dejó en todos los pechos,
y la llegada, consecuencia lógica,
del "Feliz Año Nuevo"...Una voz varonil dijo de pronto:
-Las doce, compañeros;
Digamos el "requiéscat" por el año
que ha pasado a formar entre los muertos.
¡Brindemos por el año que comienza!
Porque nos traiga ensueños;
porque no sea su equipaje un cúmulo
de amargos desconsuelos...-Brindo, dijo otra voz, por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores del destino,
por la esperanza, nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga
y convierte en vergel nuestro camino.Brindo porque ya hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi frente mi venganza;
si en mi cielo de tul limpio y divino
no alumbrara mi sino
una pálida estrella: Mi esperanza.-¡Bravo! Dijeron todos, inspirado
esta noche has estado
y hablaste bueno, breve y sustancioso.
El turno es de Raúl; alce su copa
Y brinde por... Europa,
Ya que su extranjerismo es delicioso...-Bebo y brindo, clamó el interpelado;
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de amor y de alegría,
y en el que hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía...Brindo por el ayer que en la amargura
que hoy cubre de negrura
mi corazón, esparce sus consuelos
trayendo hasta mi mente las dulzuras
de goces, de ternuras,
de dichas, de deliquios, de desvelos.-Yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina y seductora,
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonríe, que canta y que enamora.Brindo porque mis versos cual saetas
Lleguen hasta las grietas
Formadas de metal y de granito
Del corazón de la mujer ingrata
Que a desdenes me mata...
¡pero que tiene un cuerpo muy bonito!Porque a su corazón llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me causan embelesos;
porque con creces mi pasión me pague...
¡vamos!, porque me embriague
con el divino néctar de sus besos.Siguió la tempestad de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas partes acomodo,
y en cada frase de entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones y reír y todo.Se brindó por la Patria, por las flores,
por los castos amores
que hacen un valladar de una ventana,
y por esas pasiones voluptuosas
que el fango del placer llena de rosas
y hacen de la mujer la cortesana.Sólo faltaba un brindis, el de Arturo.
El del bohemio puro,
De noble corazón y gran cabeza;
Aquél que sin ambages declaraba
Que solo ambicionaba
Robarle inspiración a la tristeza.Por todos estrechado, alzó la copa
Frente a la alegre tropa
Desbordante de risas y de contento;
Los inundó en la luz de una mirada,
Sacudió su melena alborotada
Y dijo así, con inspirado acento:-Brindo por la mujer, mas no por ésa
en la que halláis consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer ¡desventurados!;
no por esa que os brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificiosamente perfumados.Yo no brindo por ella, compañeros,
siento por esta vez no complaceros.
Brindo por la mujer, pero por una,
por la que me brindó sus embelesos
y me envolvió en sus besos:
por la mujer que me arrulló en la cuna.Por la mujer que me enseño de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero;
por la mujer que me arrulló en sus brazos
y que me dio en pedazos,
uno por uno, el corazón entero.¡Por mi Madre! Bohemios, por la anciana
que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y muy deseado,
porque sueña tal vez, que mi destino
me señala el camino
por el que volveré pronto a su lado.Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloró de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.Por esa brindo yo, dejad que llore,
que en lágrimas desflore
esta pena letal que me asesina;
dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente
que mi ausencia es un fuego que calcina.Por la anciana infeliz que sufre y llora
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto a estar con ella;
por mi Madre, bohemios, que es dulzura
vertida en mi amargura
y en esta noche de mi vida, estrella...El bohemio calló; ningún acento
profanó el sentimiento
nacido del dolor y la ternura,
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmensamente
un poema de amor y de amargura.
Incipit prohemium tercii libri.

O blisful light of whiche the bemes clere  
Adorneth al the thridde hevene faire!
O sonnes lief, O Ioves doughter dere,
Plesaunce of love, O goodly debonaire,
In gentil hertes ay redy to repaire!  
O verray cause of hele and of gladnesse,
Y-heried be thy might and thy goodnesse!

In hevene and helle, in erthe and salte see
Is felt thy might, if that I wel descerne;
As man, brid, best, fish, herbe and grene tree  
Thee fele in tymes with vapour eterne.
God loveth, and to love wol nought werne;
And in this world no lyves creature,
With-outen love, is worth, or may endure.

Ye Ioves first to thilke effectes glade,  
Thorugh which that thinges liven alle and be,
Comeveden, and amorous him made
On mortal thing, and as yow list, ay ye
Yeve him in love ese or adversitee;
And in a thousand formes doun him sente  
For love in erthe, and whom yow liste, he hente.

Ye fierse Mars apeysen of his ire,
And, as yow list, ye maken hertes digne;
Algates, hem that ye wol sette a-fyre,
They dreden shame, and vices they resigne;  
Ye do hem corteys be, fresshe and benigne,
And hye or lowe, after a wight entendeth;
The Ioyes that he hath, your might him sendeth.

Ye holden regne and hous in unitee;
Ye soothfast cause of frendship been also;  
Ye knowe al thilke covered qualitee
Of thinges which that folk on wondren so,
Whan they can not construe how it may io,
She loveth him, or why he loveth here;
As why this fish, and nought that, comth to were.  

Ye folk a lawe han set in universe,
And this knowe I by hem that loveres be,
That who-so stryveth with yow hath the werse:
Now, lady bright, for thy benignitee,
At reverence of hem that serven thee,  
Whos clerk I am, so techeth me devyse
Som Ioye of that is felt in thy servyse.

Ye in my naked herte sentement
Inhelde, and do me shewe of thy swetnesse. --
Caliope, thy vois be now present,  
For now is nede; sestow not my destresse,
How I mot telle anon-right the gladnesse
Of Troilus, to Venus heryinge?
To which gladnes, who nede hath, god him bringe!

Explicit prohemium Tercii Libri.

Incipit Liber Tercius.

Lay al this mene whyle Troilus,  
Recordinge his lessoun in this manere,
'Ma fey!' thought he, 'Thus wole I seye and thus;
Thus wole I pleyne unto my lady dere;
That word is good, and this shal be my chere;
This nil I not foryeten in no wyse.'  
God leve him werken as he can devyse!

And, lord, so that his herte gan to quappe,
Heringe hir come, and shorte for to syke!
And Pandarus, that ledde hir by the lappe,
Com ner, and gan in at the curtin pyke,  
And seyde, 'God do bote on alle syke!
See, who is here yow comen to visyte;
Lo, here is she that is your deeth to wyte.'

Ther-with it semed as he wepte almost;
'A ha,' quod Troilus so rewfully,  
'Wher me be wo, O mighty god, thow wost!
Who is al there? I se nought trewely.'
'Sire,' quod Criseyde, 'it is Pandare and I.'
'Ye, swete herte? Allas, I may nought ryse
To knele, and do yow honour in som wyse.'  

And dressede him upward, and she right tho
Gan bothe here hondes softe upon him leye,
'O, for the love of god, do ye not so
To me,' quod she, 'Ey! What is this to seye?
Sire, come am I to yow for causes tweye;  
First, yow to thonke, and of your lordshipe eke
Continuance I wolde yow biseke.'

This Troilus, that herde his lady preye
Of lordship him, wex neither quik ne deed,
Ne mighte a word for shame to it seye,  
Al-though men sholde smyten of his heed.
But lord, so he wex sodeinliche reed,
And sire, his lesson, that he wende conne,
To preyen hir, is thurgh his wit y-ronne.

Cryseyde al this aspyede wel y-nough,  
For she was wys, and lovede him never-the-lasse,
Al nere he malapert, or made it tough,
Or was to bold, to singe a fool a masse.
But whan his shame gan somwhat to passe,
His resons, as I may my rymes holde,  
I yow wole telle, as techen bokes olde.

In chaunged vois, right for his verray drede,
Which vois eek quook, and ther-to his manere
Goodly abayst, and now his hewes rede,
Now pale, un-to Criseyde, his lady dere,  
With look doun cast and humble yolden chere,
Lo, the alderfirste word that him asterte
Was, twyes, 'Mercy, mercy, swete herte!'

And stinte a whyl, and whan he mighte out-bringe,
The nexte word was, 'God wot, for I have,  
As feyfully as I have had konninge,
Ben youres, also god so my sowle save;
And shal til that I, woful wight, be grave.
And though I dar ne can un-to yow pleyne,
Y-wis, I suffre nought the lasse peyne.  

'Thus muche as now, O wommanliche wyf,
I may out-bringe, and if this yow displese,
That shal I wreke upon myn owne lyf
Right sone, I trowe, and doon your herte an ese,
If with my deeth your herte I may apese.  
But sin that ye han herd me som-what seye,
Now recche I never how sone that I deye.'

Ther-with his manly sorwe to biholde,
It mighte han maad an herte of stoon to rewe;
And Pandare weep as he to watre wolde,  
And poked ever his nece newe and newe,
And seyde, 'Wo bigon ben hertes trewe!
For love of god, make of this thing an ende,
Or slee us bothe at ones, er that ye wende.'

'I? What?' quod she, 'By god and by my trouthe,  
I noot nought what ye wilne that I seye.'
'I? What?' quod he, 'That ye han on him routhe,
For goddes love, and doth him nought to deye.'
'Now thanne thus,' quod she, 'I wolde him preye
To telle me the fyn of his entente;  
Yet wist I never wel what that he mente.'

'What that I mene, O swete herte dere?'
Quod Troilus, 'O goodly, fresshe free!
That, with the stremes of your eyen clere,
Ye wolde som-tyme freendly on me see,  
And thanne agreen that I may ben he,
With-oute braunche of vyce on any wyse,
In trouthe alwey to doon yow my servyse,

'As to my lady right and chief resort,
With al my wit and al my diligence,  
And I to han, right as yow list, comfort,
Under your yerde, egal to myn offence,
As deeth, if that I breke your defence;
And that ye deigne me so muche honoure,
Me to comaunden ought in any houre.  

'And I to ben your verray humble trewe,
Secret, and in my paynes pacient,
And ever-mo desire freshly newe,
To serven, and been y-lyke ay diligent,
And, with good herte, al holly your talent  
Receyven wel, how sore that me smerte,
Lo, this mene I, myn owene swete herte.'

Quod Pandarus, 'Lo, here an hard request,
And resonable, a lady for to werne!
Now, nece myn, by natal Ioves fest,  
Were I a god, ye sholde sterve as yerne,
That heren wel, this man wol no-thing yerne
But your honour, and seen him almost sterve,
And been so looth to suffren him yow serve.'

With that she gan hir eyen on him caste  
Ful esily, and ful debonairly,
Avysing hir, and hyed not to faste
With never a word, but seyde him softely,
'Myn honour sauf, I wol wel trewely,
And in swich forme as he can now devyse,  
Receyven him fully to my servyse,

'Biseching him, for goddes love, that he
Wolde, in honour of trouthe and gentilesse,
As I wel mene, eek mene wel to me,
And myn honour, with wit and besinesse  
Ay kepe; and if I may don him gladnesse,
From hennes-forth, y-wis, I nil not feyne:
Now beeth al hool; no lenger ye ne pleyne.

'But nathelees, this warne I yow,' quod she,
'A kinges sone al-though ye be, y-wis,  
Ye shal na-more have soverainetee
Of me in love, than right in that cas is;
Ne I nil forbere, if that ye doon a-mis,
To wrathen yow; and whyl that ye me serve,
Cherycen yow right after ye deserve.  

'And shortly, dere herte and al my knight,
Beth glad, and draweth yow to lustinesse,
And I shal trewely, with al my might,
Your bittre tornen al in-to swetenesse.
If I be she that may yow do gladnesse,  
For every wo ye shal recovere a blisse';
And him in armes took, and gan him kisse.

Fil Pandarus on knees, and up his eyen
To hevene threw, and held his hondes hye,
'Immortal god!' quod he, 'That mayst nought dyen,  
Cupide I mene, of this mayst glorifye;
And Venus, thou mayst maken melodye;
With-outen hond, me semeth that in the towne,
For this merveyle, I here ech belle sowne.

'But **! No more as now of this matere,  
For-why this folk wol comen up anoon,
That han the lettre red; lo, I hem here.
But I coniure thee, Criseyde, and oon,
And two, thou Troilus, whan thow mayst goon,
That at myn hous ye been at my warninge,  
For I ful wel shal shape youre cominge;

'And eseth ther your hertes right y-nough;
And lat see which of yow shal bere the belle
To speke of love a-right!' ther-with he lough,
'For ther have ye a layser for to telle.'  
Quod Troilus, 'How longe shal I dwelle
Er this be doon?' Quod he, 'Whan thou mayst ryse,
This thing shal be right as I yow devyse.'

With that Eleyne and also Deiphebus
Tho comen upward, right at the steyres ende;  
And Lord, so than gan grone Troilus,
His brother and his suster for to blende.
Quod Pandarus, 'It tyme is that we wende;
Tak, nece myn, your leve at alle three,
And lat hem speke, and cometh forth with me.'  

She took hir leve at hem ful thriftily,
As she wel coude, and they hir reverence
Un-to the fulle diden hardely,
And speken wonder wel, in hir absence,
Of hir, in preysing of hir excellence,  
Hir governaunce, hir wit; and hir manere
Commendeden, it Ioye was to here.

Now lat hir wende un-to hir owne place,
And torne we to Troilus a-yein,
That gan ful lightly of the lettre passe  
That Deiphebus hadde in the gardin seyn.
And of Eleyne and him he wolde fayn
Delivered been, and seyde that him leste
To slepe, and after tales have reste.

Eleyne him kiste, and took hir leve blyve,  
Deiphebus eek, and hoom wente every wight;
And Pandarus, as faste as he may dryve,
To Troilus tho com, as lyne right;
And on a paillet, al that glade night,
By Troilus he lay, with mery chere,  
To tale; and wel was hem they were y-fere.

Whan every wight was voided but they two,
And alle the dores were faste y-shette,
To telle in short, with-oute wordes mo,
This Pandarus, with-outen any lette,  
Up roos, and on his beddes syde him sette,
And gan to speken in a sobre wyse
To Troilus, as I shal yow devyse:

'Myn alderlevest lord, and brother dere,
God woot, and thou, that it sat me so sore,  
When I thee saw so languisshing to-yere,
For love, of which thy wo wex alwey more;
That I, with al my might and al my lore,
Have ever sithen doon my bisinesse
To bringe thee to Ioye out of distresse,  

'And have it brought to swich plyt as thou wost,
So that, thorugh me, thow stondest now in weye
To fare wel, I seye it for no bost,
And wostow which? For shame it is to seye,
For thee have I bigonne a gamen pleye  
Which that I never doon shal eft for other,
Al-though he were a thousand fold my brother.

'That is to seye, for thee am I bicomen,
Bitwixen game and ernest, swich a mene
As maken wommen un-to men to comen;  
Al sey I nought, thou wost wel what I mene.
For thee have I my nece, of vyces clene,
So fully maad thy gentilesse triste,
That al shal been right as thy-selve liste.

'But god, that al wot, take I to witnesse,  
That never I this for coveityse wroughte,
But only for to abregge that distresse,
For which wel nygh thou deydest, as me thoughte.
But, gode brother, do now as thee oughte,
For goddes love, and kep hir out of blame,  
Sin thou art wys, and save alwey hir name.

'For wel thou wost, the name as yet of here
Among the peple, as who seyth, halwed is;
For that man is unbore, I dar wel swere,
That ever wiste that she dide amis.  
But wo is me, that I, that cause al this,
May thenken that she is my nece dere,
And I hir eem, and trattor eek y-fere!

'And were it wist that I, through myn engyn,
Hadde in my nece y-put this fantasye,  
To do thy lust, and hoolly to be thyn,
Why, al the world up-on it wolde crye,
And seye, that I the worste trecherye
Dide in this cas, that ever was bigonne,
And she for-lost, and thou right nought y-wonne.  

'Wher-fore, er I wol ferther goon a pas,
Yet eft I thee biseche and fully seye,
That privetee go with us in this cas;
That is to seye, that thou us never wreye;
And be nought wrooth, though I thee ofte preye  
To holden secree swich an heigh matere;
For skilful is, thow wost wel, my preyere.

'And thenk what wo ther hath bitid er this,
For makinge of avantes, as men rede;
And what mischaunce in this world yet ther is,  
Fro day to day, right for that wikked dede;
For which these wyse clerkes that ben dede
Han ever yet proverbed to us yonge,
That "Firste vertu is to kepe tonge."

'And, nere it that I wilne as now tabregge  
Diffusioun of speche, I coude almost
A thousand olde stories thee alegge
Of wommen lost, thorugh fals and foles bost;
Proverbes canst thy-self y-nowe, and wost,
Ayeins that vyce, for to been a labbe,  
Al seyde men sooth as often as they gabbe.

'O tonge, allas! So often here-biforn
Hastow made many a lady bright of hewe
Seyd, "Welawey! The day that I was born!"
And many a maydes sorwes for to newe;  
And, for the more part, al is untrewe
That men of yelpe, and it were brought to preve;
Of kinde non avauntour is to leve.

'Avauntour and a lyere, al is on;
As thus: I pose, a womman graunte me  
Hir love, and seyth that other wol she non,
And I am sworn to holden it secree,
And after I go telle it two or three;
Y-wis, I am avauntour at the leste,
And lyere, for I breke my biheste.  

'Now loke thanne, if they be nought to blame,
Swich maner folk; what shal I clepe hem, what,
That hem avaunte of wommen, and by name,
That never yet bihighte hem this ne that,
Ne knewe hem more than myn olde hat?  
No wonder is, so god me sende hele,
Though wommen drede with us men to dele.

'I sey not this for no mistrust of yow,
Ne for no wys man, but for foles nyce,
And for the harm that in the world is now,  
As wel for foly ofte as for malyce;
For wel wot I, in wyse folk, that vyce
No womman drat, if she be wel avysed;
For wyse ben by foles harm chastysed.

'But now to purpos; leve brother dere,  
Have al this thing that I have seyd in minde,
And keep thee clos, and be now of good chere,
For at thy day thou shalt me trewe finde.
I shal thy proces sette in swich a kinde,
And god to-forn, that it shall thee suffyse,  
For it shal been right as thou wolt devyse.

'For wel I woot, thou menest wel, parde;
Therfore I dar this fully undertake.
Thou wost eek what thy lady graunted thee,
And day is set, the chartres up to make.  
Have now good night, I may no lenger wake;
And bid for me, sin thou art now in blisse,
That god me sende deeth or sone lisse.'

Who mighte telle half the Ioye or feste
Which that the sowle of Troilus tho felte,  
Heringe theffect of Pandarus biheste?
His olde wo, that made his herte swelte,
Gan tho for Ioye wasten and to-melte,
And al the richesse of his sykes sore
At ones fledde, he felte of hem no more.  

But right so as these holtes and these hayes,
That han in winter dede been and dreye,
Revesten hem in grene, whan that May is,
Whan every ***** lyketh best to pleye;
Right in that selve wyse, sooth to seye,  
Wax sodeynliche his herte ful of Ioye,
That gladder was ther never man in Troye.

And gan his look on Pandarus up caste
Ful sobrely, and frendly for to see,
And seyde, 'Freend, in Aprille the laste,  
As wel thou wost, if it remembre thee,
How neigh the deeth for wo thou founde me;
And how thou didest al thy bisinesse
To knowe of me the cause of my distresse.

'Thou wost how longe I it for-bar to seye  
To thee, that art the man that I best triste;
And peril was it noon to thee by-wreye,
That wiste I wel; but tel me, if thee liste,
Sith I so looth was that thy-self it wiste,
How dorst I mo tellen of this matere,  
That quake now, and no wight may us here?

'But natheles, by that god I thee swere,
That, as him list, may al this world governe,
And, if I lye, Achilles with his spere
Myn herte cleve, al were my lyf eterne,  
As I am mortal, if I late or yerne
Wolde it b
Emanuel Martinez Jan 2013
Cada ves que te mirava
Carisia queria darte
Esa carita linda

Amor como te queria
Nunca deje de amarte
En mi corazon gotas de sangre
Cuentan en la eternidad
La profundidad con la que te quiero
Como un reloj de arena eterna

Pedesito de mi alma
Cada momento de existencia
Tu tomas contingo

Que increible la vida
Saber que puedo amar
Pero como tu me rechasas

No quiero amar a nadie mas
Por que la perfeccion que yo busco
Esta escondida dentro de ti

Tras tu rechaso, me vuelvo loco
No entiendo las cadenas
Que me atan a ti
Sin rason, sin autonomia

Mi cuerpo, mi alma, y mi mente
Se atan sin mi permiso
A la idea de tu amor

Como quisiera correr
De la carcel de tu corazon
Donde mi amor esta escondido

Amor como te queria
Nunca deje de amarte
En mi corazon gotas de sangre
Cuentan en la eternidad
La profundidad con la que te quiero
Como un reloj de arena eterna


Pero todo lo que mi ser expressa
Esta fuera de mi control
Cuando me quiero escapar
De lo que siento por ti

Mi mente piensa de ti
Mi alma te siente aqui
Mi cuerpo añora tu carisia

Cada pena que mi corazon
Acumula por ti
Me deja en parálisis
Y no se como puedo escapar

Amor como te queria
Nunca deje de amarte
En mi corazon gotas de sangre
Cuentan en la eternidad
La profundidad con la que te quiero
Como un reloj de arena eterna
January 27, 2013
The double 12 sorwe of Troilus to tellen,  
That was the king Priamus sone of Troye,
In lovinge, how his aventures fellen
Fro wo to wele, and after out of Ioye,
My purpos is, er that I parte fro ye.  
Thesiphone, thou help me for tendyte
Thise woful vers, that wepen as I wryte!

To thee clepe I, thou goddesse of torment,
Thou cruel Furie, sorwing ever in peyne;
Help me, that am the sorwful instrument  
That helpeth lovers, as I can, to pleyne!
For wel sit it, the sothe for to seyne,
A woful wight to han a drery fere,
And, to a sorwful tale, a sory chere.

For I, that god of Loves servaunts serve,  
Ne dar to Love, for myn unlyklinesse,
Preyen for speed, al sholde I therfor sterve,
So fer am I fro his help in derknesse;
But nathelees, if this may doon gladnesse
To any lover, and his cause avayle,  
Have he my thank, and myn be this travayle!

But ye loveres, that bathen in gladnesse,
If any drope of pitee in yow be,
Remembreth yow on passed hevinesse
That ye han felt, and on the adversitee  
Of othere folk, and thenketh how that ye
Han felt that Love dorste yow displese;
Or ye han wonne hym with to greet an ese.

And preyeth for hem that ben in the cas
Of Troilus, as ye may after here,  
That love hem bringe in hevene to solas,
And eek for me preyeth to god so dere,
That I have might to shewe, in som manere,
Swich peyne and wo as Loves folk endure,
In Troilus unsely aventure.  

And biddeth eek for hem that been despeyred
In love, that never nil recovered be,
And eek for hem that falsly been apeyred
Thorugh wikked tonges, be it he or she;
Thus biddeth god, for his benignitee,  
So graunte hem sone out of this world to pace,
That been despeyred out of Loves grace.

And biddeth eek for hem that been at ese,
That god hem graunte ay good perseveraunce,
And sende hem might hir ladies so to plese,  
That it to Love be worship and plesaunce.
For so hope I my soule best avaunce,
To preye for hem that Loves servaunts be,
And wryte hir wo, and live in charitee.

And for to have of hem compassioun  
As though I were hir owene brother dere.
Now herkeneth with a gode entencioun,
For now wol I gon streight to my matere,
In whiche ye may the double sorwes here
Of Troilus, in loving of Criseyde,  
And how that she forsook him er she deyde.

It is wel wist, how that the Grekes stronge
In armes with a thousand shippes wente
To Troyewardes, and the citee longe
Assegeden neigh ten yeer er they stente,  
And, in diverse wyse and oon entente,
The ravisshing to wreken of Eleyne,
By Paris doon, they wroughten al hir peyne.

Now fil it so, that in the toun ther was
Dwellinge a lord of greet auctoritee,  
A gret devyn that cleped was Calkas,
That in science so expert was, that he
Knew wel that Troye sholde destroyed be,
By answere of his god, that highte thus,
Daun Phebus or Apollo Delphicus.  

So whan this Calkas knew by calculinge,
And eek by answere of this Appollo,
That Grekes sholden swich a peple bringe,
Thorugh which that Troye moste been for-do,
He caste anoon out of the toun to go;  
For wel wiste he, by sort, that Troye sholde
Destroyed ben, ye, wolde who-so nolde.

For which, for to departen softely
Took purpos ful this forknowinge wyse,
And to the Grekes ost ful prively  
He stal anoon; and they, in curteys wyse,
Hym deden bothe worship and servyse,
In trust that he hath conning hem to rede
In every peril which that is to drede.

The noyse up roos, whan it was first aspyed,  
Thorugh al the toun, and generally was spoken,
That Calkas traytor fled was, and allyed
With hem of Grece; and casten to ben wroken
On him that falsly hadde his feith so broken;
And seyden, he and al his kin at ones  
Ben worthy for to brennen, fel and bones.

Now hadde Calkas left, in this meschaunce,
Al unwist of this false and wikked dede,
His doughter, which that was in gret penaunce,
For of hir lyf she was ful sore in drede,  
As she that niste what was best to rede;
For bothe a widowe was she, and allone
Of any freend to whom she dorste hir mone.

Criseyde was this lady name a-right;
As to my dome, in al Troyes citee  
Nas noon so fair, for passing every wight
So aungellyk was hir natyf beautee,
That lyk a thing immortal semed she,
As doth an hevenish parfit creature,
That doun were sent in scorning of nature.  

This lady, which that al-day herde at ere
Hir fadres shame, his falsnesse and tresoun,
Wel nigh out of hir wit for sorwe and fere,
In widewes habit large of samit broun,
On knees she fil biforn Ector a-doun;  
With pitous voys, and tendrely wepinge,
His mercy bad, hir-selven excusinge.

Now was this Ector pitous of nature,
And saw that she was sorwfully bigoon,
And that she was so fair a creature;  
Of his goodnesse he gladed hir anoon,
And seyde, 'Lat your fadres treson goon
Forth with mischaunce, and ye your-self, in Ioye,
Dwelleth with us, whyl you good list, in Troye.

'And al thonour that men may doon yow have,  
As ferforth as your fader dwelled here,
Ye shul han, and your body shal men save,
As fer as I may ought enquere or here.'
And she him thonked with ful humble chere,
And ofter wolde, and it hadde ben his wille,  
And took hir leve, and hoom, and held hir stille.

And in hir hous she abood with swich meynee
As to hir honour nede was to holde;
And whyl she was dwellinge in that citee,
Kepte hir estat, and bothe of yonge and olde  
Ful wel beloved, and wel men of hir tolde.
But whether that she children hadde or noon,
I rede it naught; therfore I late it goon.

The thinges fellen, as they doon of werre,
Bitwixen hem of Troye and Grekes ofte;  
For som day boughten they of Troye it derre,
And eft the Grekes founden no thing softe
The folk of Troye; and thus fortune on-lofte,
And under eft, gan hem to wheelen bothe
After hir cours, ay whyl they were wrothe.  

But how this toun com to destruccioun
Ne falleth nought to purpos me to telle;
For it were a long digressioun
Fro my matere, and yow to longe dwelle.
But the Troyane gestes, as they felle,  
In Omer, or in Dares, or in Dyte,
Who-so that can, may rede hem as they wryte.

But though that Grekes hem of Troye shetten,
And hir citee bisegede al a-boute,
Hir olde usage wolde they not letten,  
As for to honoure hir goddes ful devoute;
But aldermost in honour, out of doute,
They hadde a relik hight Palladion,
That was hir trist a-boven everichon.

And so bifel, whan comen was the tyme  
Of Aperil, whan clothed is the mede
With newe grene, of ***** Ver the pryme,
And swote smellen floures whyte and rede,
In sondry wyses shewed, as I rede,
The folk of Troye hir observaunces olde,  
Palladiones feste for to holde.

And to the temple, in al hir beste wyse,
In general, ther wente many a wight,
To herknen of Palladion servyse;
And namely, so many a ***** knight,  
So many a lady fresh and mayden bright,
Ful wel arayed, bothe moste and leste,
Ye, bothe for the seson and the feste.

Among thise othere folk was Criseyda,
In widewes habite blak; but nathelees,  
Right as our firste lettre is now an A,
In beautee first so stood she, makelees;
Hir godly looking gladede al the prees.
Nas never seyn thing to ben preysed derre,
Nor under cloude blak so bright a sterre  

As was Criseyde, as folk seyde everichoon
That hir behelden in hir blake wede;
And yet she stood ful lowe and stille alloon,
Bihinden othere folk, in litel brede,
And neigh the dore, ay under shames drede,  
Simple of a-tyr, and debonaire of chere,
With ful assured loking and manere.

This Troilus, as he was wont to gyde
His yonge knightes, ladde hem up and doun
In thilke large temple on every syde,  
Biholding ay the ladyes of the toun,
Now here, now there, for no devocioun
Hadde he to noon, to reven him his reste,
But gan to preyse and lakken whom him leste.

And in his walk ful fast he gan to wayten  
If knight or squyer of his companye
Gan for to syke, or lete his eyen bayten
On any woman that he coude aspye;
He wolde smyle, and holden it folye,
And seye him thus, 'god wot, she slepeth softe  
For love of thee, whan thou tornest ful ofte!

'I have herd told, pardieux, of your livinge,
Ye lovers, and your lewede observaunces,
And which a labour folk han in winninge
Of love, and, in the keping, which doutaunces;  
And whan your preye is lost, wo and penaunces;
O verrey foles! nyce and blinde be ye;
Ther nis not oon can war by other be.'

And with that word he gan cast up the browe,
Ascaunces, 'Lo! is this nought wysly spoken?'  
At which the god of love gan loken rowe
Right for despyt, and shoop for to ben wroken;
He kidde anoon his bowe nas not broken;
For sodeynly he hit him at the fulle;
And yet as proud a pekok can he pulle.  

O blinde world, O blinde entencioun!
How ofte falleth al theffect contraire
Of surquidrye and foul presumpcioun;
For caught is proud, and caught is debonaire.
This Troilus is clomben on the staire,  
And litel weneth that he moot descenden.
But al-day falleth thing that foles ne wenden.

As proude Bayard ginneth for to skippe
Out of the wey, so priketh him his corn,
Til he a lash have of the longe whippe,  
Than thenketh he, 'Though I praunce al biforn
First in the trays, ful fat and newe shorn,
Yet am I but an hors, and horses lawe
I moot endure, and with my feres drawe.'

So ferde it by this fers and proude knight;  
Though he a worthy kinges sone were,
And wende nothing hadde had swiche might
Ayens his wil that sholde his herte stere,
Yet with a look his herte wex a-fere,
That he, that now was most in pryde above,  
Wex sodeynly most subget un-to love.

For-thy ensample taketh of this man,
Ye wyse, proude, and worthy folkes alle,
To scornen Love, which that so sone can
The freedom of your hertes to him thralle;  
For ever it was, and ever it shal bifalle,
That Love is he that alle thing may binde;
For may no man for-do the lawe of kinde.

That this be sooth, hath preved and doth yet;
For this trowe I ye knowen, alle or some,  
Men reden not that folk han gretter wit
Than they that han be most with love y-nome;
And strengest folk ben therwith overcome,
The worthiest and grettest of degree:
This was, and is, and yet men shal it see.  

And trewelich it sit wel to be so;
For alderwysest han ther-with ben plesed;
And they that han ben aldermost in wo,
With love han ben conforted most and esed;
And ofte it hath the cruel herte apesed,  
And worthy folk maad worthier of name,
And causeth most to dreden vyce and shame.

Now sith it may not goodly be withstonde,
And is a thing so vertuous in kinde,
Refuseth not to Love for to be bonde,  
Sin, as him-selven list, he may yow binde.
The yerde is bet that bowen wole and winde
Than that that brest; and therfor I yow rede
To folwen him that so wel can yow lede.

But for to tellen forth in special  
As of this kinges sone of which I tolde,
And leten other thing collateral,
Of him thenke I my tale for to holde,
Both of his Ioye, and of his cares colde;
And al his werk, as touching this matere,  
For I it gan, I wol ther-to refere.

With-inne the temple he wente him forth pleyinge,
This Troilus, of every wight aboute,
On this lady and now on that lokinge,
Wher-so she were of toune, or of with-oute:  
And up-on cas bifel, that thorugh a route
His eye perced, and so depe it wente,
Til on Criseyde it smoot, and ther it stente.

And sodeynly he wax ther-with astoned,
And gan hire bet biholde in thrifty wyse:  
'O mercy, god!' thoughte he, 'wher hastow woned,
That art so fair and goodly to devyse?'
Ther-with his herte gan to sprede and ryse,
And softe sighed, lest men mighte him here,
And caughte a-yein his firste pleyinge chere.  

She nas nat with the leste of hir stature,
But alle hir limes so wel answeringe
Weren to womanhode, that creature
Was neuer lasse mannish in seminge.
And eek the pure wyse of here meninge  
Shewede wel, that men might in hir gesse
Honour, estat, and wommanly noblesse.

To Troilus right wonder wel with-alle
Gan for to lyke hir meninge and hir chere,
Which somdel deynous was, for she leet falle  
Hir look a lite a-side, in swich manere,
Ascaunces, 'What! May I not stonden here?'
And after that hir loking gan she lighte,
That never thoughte him seen so good a sighte.

And of hir look in him ther gan to quiken  
So greet desir, and swich affeccioun,
That in his herte botme gan to stiken
Of hir his fixe and depe impressioun:
And though he erst hadde poured up and doun,
He was tho glad his hornes in to shrinke;  
Unnethes wiste he how to loke or winke.

Lo, he that leet him-selven so konninge,
And scorned hem that loves peynes dryen,
Was ful unwar that love hadde his dwellinge
With-inne the subtile stremes of hir yen;  
That sodeynly him thoughte he felte dyen,
Right with hir look, the spirit in his herte;
Blissed be love, that thus can folk converte!

She, this in blak, likinge to Troylus,
Over alle thyng, he stood for to biholde;  
Ne his desir, ne wherfor he stood thus,
He neither chere made, ne worde tolde;
But from a-fer, his maner for to holde,
On other thing his look som-tyme he caste,
And eft on hir, whyl that servyse laste.  

And after this, not fulliche al awhaped,
Out of the temple al esiliche he wente,
Repentinge him that he hadde ever y-iaped
Of loves folk, lest fully the descente
Of scorn fille on him-self; but, what he mente,  
Lest it were wist on any maner syde,
His wo he gan dissimulen and hyde.

Whan he was fro the temple thus departed,
He streyght anoon un-to his paleys torneth,
Right with hir look thurgh-shoten and thurgh-darted,  
Al feyneth he in lust that he soiorneth;
And al his chere and speche also he borneth;
And ay, of loves servants every whyle,
Him-self to wrye, at hem he gan to smyle.

And seyde, 'Lord, so ye live al in lest,  
Ye loveres! For the conningest of yow,
That serveth most ententiflich and best,
Him *** as often harm ther-of as prow;
Your hyre is quit ayein, ye, god wot how!
Nought wel for wel, but scorn for good servyse;  
In feith, your ordre is ruled in good wyse!

'In noun-certeyn ben alle your observaunces,
But it a sely fewe poyntes be;
Ne no-thing asketh so grete attendaunces
As doth youre lay, and that knowe alle ye;  
But that is not the worste, as mote I thee;
But, tolde I yow the worste poynt, I leve,
Al seyde I sooth, ye wolden at me greve!

'But tak this, that ye loveres ofte eschuwe,
Or elles doon of good entencioun,  
Ful ofte thy lady wole it misconstrue,
And deme it harm in hir opinioun;
And yet if she, for other enchesoun,
Be wrooth, than shalt thou han a groyn anoon:
Lord! wel is him that may be of yow oon!'  

But for al this, whan that he say his tyme,
He held his pees, non other bote him gayned;
For love bigan his fetheres so to lyme,
That wel unnethe un-to his folk he fayned
That othere besye nedes him destrayned;  
For wo was him, that what to doon he niste,
But bad his folk to goon wher that hem liste.

And whan that he in chaumbre was allone,
He doun up-on his beddes feet him sette,
And first be gan to syke, and eft to grone,  
And thoughte ay on hir so, with-outen lette,
That, as he sat and wook, his spirit mette
That he hir saw a temple, and al the wyse
Right of hir loke, and gan it newe avyse.

Thus gan he make a mirour of his minde,  
In which he saugh al hoolly hir figure;
And that he wel coude in his herte finde,
It was to him a right good aventure
To love swich oon, and if he dide his cure
To serven hir, yet mighte he falle in grace,  
Or elles, for oon of hir servaunts pace.

Imagininge that travaille nor grame
Ne mighte, for so goodly oon, be lorn
As she, ne him for his desir ne shame,
Al were it wist, but in prys and up-born  
Of alle lovers wel more than biforn;
Thus argumented he in his ginninge,
Ful unavysed of his wo cominge.

Thus took he purpos loves craft to suwe,
And thou
No Equity Nov 2013
A veces, en mi mente escucho tu dulce voz
Después, mis sueños se alivian
Y por una noche, otra vez estamos juntos
Hasta que los rayos de sol, de mis brazos te arrancan

A veces, en mi mente siento tu toque cariñoso
Después, en mi piel siento lo contrario
Y por unas horas, se me pone la piel de gallina
Cuando imagino tus manos sobre otra persona

A veces, en mi mente oigo tu sonreír
Después, en mi cara ocurre lo contrario
Y por unos minutos, me olvido
Cuántas noches me dejaste sin dormir

Ya sea por una noche, unas horas o unos minutos,
Después momentos en los que regresas
A veces mi cara, mi piel y mis sueños
No podrían desear más
Spanish
Evelin G hoffman Nov 2013
Esto es inaudito
Amarte hasta el infinito
El infinito de mis pensamientos
Es que te pienso y te pienso , y miento.
Te miento si te digo : no es cierto .

Ciertamente estas en mi mente
Incognita me entra de rrepente
Sera que deseas un minuto verme,
Un minuto porque con eso me conformo,
Ahora en mediocre me transformo ,
Que mas me da si me conformo..

Verte por un segundo multiplica mis fantasias
En mi mente todo el tiempo eres mia
Y se acortan mis agonias.  
Mas la igcognita sige presente
Si es que me llevas un ratito en tu mente ..
Incognita con espranza y fe
Que algun dia, me lleges tu a querer.

                    10-23-13 EveGaby
Dryden Apr 2018
Os dias acabam e a noite chega,
Acendo a minha pequena lanterna
Chamada consciência,
Com a minha solidão eterna.

A noite tranquiliza-me,
Meio mundo está a dormir
Sinónimo que está a progredir.
Durante o meu sonho
Nao existe gravidade
Posso voar, pecar ,
Ninguém estará lá para me julgar.

A madrugada costuma alimentar-se das minhas insónias,
Não me importo pois ao fim da noite encontro a aurora,
Nela encontro a minha esperança além da paranóia,
Perco o sono, levanto me, dou a volta ao mundo sem demora.

O meu quarto escuro,
Com o passar das horas
Cria um clima soturno.
É nesse ambiente que travo os meus duelos
Batalhando sob o admirável céu noturno
Mudando o rumo dos asteróides,
Faço os explodir
Apenas para alimentar esta alma nervosa,

Corro pelos anéis de Saturno
Escorrego no gelo e saio disparado pelo universo,
Enquanto gravito escrevo versos,
Sobre os mares, continentes
E formas de vida criadas na Terra.
Mas a minha mente envolvida por aquele espaço
É curiosa e faz me espreitar,
Procuro algo fantástico impossível de imaginar,
Infelizmente acordo e reparo que estava apenas a sonhar.

Dormir tornou-se um luxo,
Que raramente consigo suportar
Mas sem ele o meu pensamento fica turvo
Turvo de desencanto e claro de paixão,
Tão desorganizado como esta selva de betão.

Faz me desejar emigrar para ilhas de utopia,
Praias de naufragio onde Beethovem escreveu
Sonata ao luar á sua amada companhia..

Conheço-me, durante a noite aprendi a navegar
Tomo as minhas decisões depos d'agitaçao parar,
E sobre elas costumo meditar
Enumeros conflitos tento solucionar.

Quando tenho o corpo e a mente unidos
No unico tempo que interessa, o presente,
Foco me na respiraçao até que,
Subitamente uma decisão aparece,
Na minha totalidade transcendo-me
E vivo sem arrependimentos
Estando no presente,
Não me lamento do passado,
Não preparo o futuro ,
Apenas vivo no unico tempo existente,
Tudo o resto é a minha mente, que mente,
exageradamente.
Julia Jaros Nov 2016
Observo-te como observo a lua
Cobiçando o inalcançável
Esperando por um triunfo
Onde o fracasso já foi fadado.

Um vislumbre de suas emoções
Mil caminhos a considerar
Tais suposições me enlouquecem
Me chamando para dançar.

De mim as ações não tomam formas
Parada na pista de dança a observar
Um corpo separado da mente
Chora silenciosamente a luz do luar.

Platonicamente o mundo gira
Nossas vidas se entrelaçam
E juntas traçam
Um futuro indigno
Ouvindo outros gritos no espaço.

Guiada pelo medo
Com as estrelas a me chamar
Sussurrando-me a possibilidade
De nossas estrelas estarem juntas
A brilhar.

A mente grita não
A mente grita sim
Em um mundo de sonhos
Esperando da realidade
O estopim.
Incipit Prohemium Secundi Libri.

Out of these blake wawes for to sayle,
O wind, O wind, the weder ginneth clere;
For in this see the boot hath swich travayle,
Of my conning, that unnethe I it stere:
This see clepe I the tempestous matere  
Of desespeyr that Troilus was inne:
But now of hope the calendes biginne.
O lady myn, that called art Cleo,
Thou be my speed fro this forth, and my muse,
To ryme wel this book, til I have do;  
Me nedeth here noon other art to use.
For-why to every lovere I me excuse,
That of no sentement I this endyte,
But out of Latin in my tonge it wryte.

Wherfore I nil have neither thank ne blame  
Of al this werk, but prey yow mekely,
Disblameth me if any word be lame,
For as myn auctor seyde, so seye I.
Eek though I speke of love unfelingly,
No wondre is, for it no-thing of newe is;  
A blind man can nat Iuggen wel in hewis.

Ye knowe eek, that in forme of speche is chaunge
With-inne a thousand yeer, and wordes tho
That hadden prys, now wonder nyce and straunge
Us thinketh hem; and yet they spake hem so,  
And spedde as wel in love as men now do;
Eek for to winne love in sondry ages,
In sondry londes, sondry ben usages.

And for-thy if it happe in any wyse,
That here be any lovere in this place  
That herkneth, as the storie wol devyse,
How Troilus com to his lady grace,
And thenketh, so nolde I nat love purchace,
Or wondreth on his speche or his doinge,
I noot; but it is me no wonderinge;  

For every wight which that to Rome went,
Halt nat o path, or alwey o manere;
Eek in som lond were al the gamen shent,
If that they ferde in love as men don here,
As thus, in open doing or in chere,  
In visitinge, in forme, or seyde hire sawes;
For-thy men seyn, ech contree hath his lawes.

Eek scarsly been ther in this place three
That han in love seid lyk and doon in al;
For to thy purpos this may lyken thee,  
And thee right nought, yet al is seyd or shal;
Eek som men grave in tree, som in stoon wal,
As it bitit; but sin I have begonne,
Myn auctor shal I folwen, if I conne.

Exclipit prohemium Secundi Libri.

Incipit Liber Secundus.

In May, that moder is of monthes glade,  
That fresshe floures, blewe, and whyte, and rede,
Ben quike agayn, that winter dede made,
And ful of bawme is fleting every mede;
Whan Phebus doth his brighte bemes sprede
Right in the whyte Bole, it so bitidde  
As I shal singe, on Mayes day the thridde,

That Pandarus, for al his wyse speche,
Felt eek his part of loves shottes kene,
That, coude he never so wel of loving preche,
It made his hewe a-day ful ofte grene;  
So shoop it, that hym fil that day a tene
In love, for which in wo to bedde he wente,
And made, er it was day, ful many a wente.

The swalwe Proigne, with a sorwful lay,
Whan morwe com, gan make hir waymentinge,  
Why she forshapen was; and ever lay
Pandare a-bedde, half in a slomeringe,
Til she so neigh him made hir chiteringe
How Tereus gan forth hir suster take,
That with the noyse of hir he gan a-wake;  

And gan to calle, and dresse him up to ryse,
Remembringe him his erand was to done
From Troilus, and eek his greet empryse;
And caste and knew in good plyt was the mone
To doon viage, and took his wey ful sone  
Un-to his neces paleys ther bi-syde;
Now Ianus, god of entree, thou him gyde!

Whan he was come un-to his neces place,
'Wher is my lady?' to hir folk seyde he;
And they him tolde; and he forth in gan pace,  
And fond, two othere ladyes sete and she,
With-inne a paved parlour; and they three
Herden a mayden reden hem the geste
Of the Sege of Thebes, whyl hem leste.

Quod Pandarus, 'Ma dame, god yow see,  
With al your book and al the companye!'
'Ey, uncle myn, welcome y-wis,' quod she,
And up she roos, and by the hond in hye
She took him faste, and seyde, 'This night thrye,
To goode mote it turne, of yow I mette!'  
And with that word she doun on bench him sette.

'Ye, nece, ye shal fare wel the bet,
If god wole, al this yeer,' quod Pandarus;
'But I am sory that I have yow let
To herknen of your book ye preysen thus;  
For goddes love, what seith it? tel it us.
Is it of love? O, som good ye me lere!'
'Uncle,' quod she, 'your maistresse is not here!'

With that they gonnen laughe, and tho she seyde,
'This romaunce is of Thebes, that we rede;  
And we han herd how that king Laius deyde
Thurgh Edippus his sone, and al that dede;
And here we stenten at these lettres rede,
How the bisshop, as the book can telle,
Amphiorax, fil thurgh the ground to helle.'  

Quod Pandarus, 'Al this knowe I my-selve,
And al the assege of Thebes and the care;
For her-of been ther maked bokes twelve: --
But lat be this, and tel me how ye fare;
Do wey your barbe, and shew your face bare;  
Do wey your book, rys up, and lat us daunce,
And lat us don to May som observaunce.'

'A! God forbede!' quod she. 'Be ye mad?
Is that a widewes lyf, so god you save?
By god, ye maken me right sore a-drad,  
Ye ben so wilde, it semeth as ye rave!
It sete me wel bet ay in a cave
To bidde, and rede on holy seyntes lyves;
Lat maydens gon to daunce, and yonge wyves.'

'As ever thryve I,' quod this Pandarus,  
'Yet coude I telle a thing to doon you pleye.'
'Now, uncle dere,' quod she, 'tel it us
For goddes love; is than the assege aweye?
I am of Grekes so ferd that I deye.'
'Nay, nay,' quod he, 'as ever mote I thryve!  
It is a thing wel bet than swiche fyve.'

'Ye, holy god,' quod she, 'what thing is that?
What! Bet than swiche fyve? Ey, nay, y-wis!
For al this world ne can I reden what
It sholde been; som Iape, I trowe, is this;  
And but your-selven telle us what it is,
My wit is for to arede it al to lene;
As help me god, I noot nat what ye meene.'

'And I your borow, ne never shal, for me,
This thing be told to yow, as mote I thryve!'  
'And why so, uncle myn? Why so?' quod she.
'By god,' quod he, 'that wole I telle as blyve;
For prouder womman were ther noon on-lyve,
And ye it wiste, in al the toun of Troye;
I iape nought, as ever have I Ioye!'  

Tho gan she wondren more than biforn
A thousand fold, and doun hir eyen caste;
For never, sith the tyme that she was born,
To knowe thing desired she so faste;
And with a syk she seyde him at the laste,  
'Now, uncle myn, I nil yow nought displese,
Nor axen more, that may do yow disese.'

So after this, with many wordes glade,
And freendly tales, and with mery chere,
Of this and that they pleyde, and gunnen wade  
In many an unkouth glad and deep matere,
As freendes doon, whan they ben met y-fere;
Til she gan axen him how Ector ferde,
That was the tounes wal and Grekes yerde.

'Ful wel, I thanke it god,' quod Pandarus,  
'Save in his arm he hath a litel wounde;
And eek his fresshe brother Troilus,
The wyse worthy Ector the secounde,
In whom that ever vertu list abounde,
As alle trouthe and alle gentillesse,  
Wysdom, honour, fredom, and worthinesse.'

'In good feith, eem,' quod she, 'that lyketh me;
They faren wel, god save hem bothe two!
For trewely I holde it greet deyntee
A kinges sone in armes wel to do,  
And been of good condiciouns ther-to;
For greet power and moral vertu here
Is selde y-seye in o persone y-fere.'

'In good feith, that is sooth,' quod Pandarus;
'But, by my trouthe, the king hath sones tweye,  
That is to mene, Ector and Troilus,
That certainly, though that I sholde deye,
They been as voyde of vyces, dar I seye,
As any men that liveth under the sonne,
Hir might is wyde y-knowe, and what they conne.  

'Of Ector nedeth it nought for to telle:
In al this world ther nis a bettre knight
Than he, that is of worthinesse welle;
And he wel more vertu hath than might.
This knoweth many a wys and worthy wight.  
The same prys of Troilus I seye,
God help me so, I knowe not swiche tweye.'

'By god,' quod she, 'of Ector that is sooth;
Of Troilus the same thing trowe I;
For, dredelees, men tellen that he dooth  
In armes day by day so worthily,
And bereth him here at hoom so gentilly
To every wight, that al the prys hath he
Of hem that me were levest preysed be.'

'Ye sey right sooth, y-wis,' quod Pandarus;  
'For yesterday, who-so hadde with him been,
He might have wondred up-on Troilus;
For never yet so thikke a swarm of been
Ne fleigh, as Grekes fro him gonne fleen;
And thorugh the feld, in everi wightes ere,  
Ther nas no cry but "Troilus is there!"

'Now here, now there, he hunted hem so faste,
Ther nas but Grekes blood; and Troilus,
Now hem he hurte, and hem alle doun he caste;
Ay where he wente, it was arayed thus:  
He was hir deeth, and sheld and lyf for us;
That as that day ther dorste noon with-stonde,
Whyl that he held his blody swerd in honde.

'Therto he is the freendlieste man
Of grete estat, that ever I saw my lyve;  
And wher him list, best felawshipe can
To suche as him thinketh able for to thryve.'
And with that word tho Pandarus, as blyve,
He took his leve, and seyde, 'I wol go henne.'
'Nay, blame have I, myn uncle,' quod she thenne.  

'What eyleth yow to be thus wery sone,
And namelich of wommen? Wol ye so?
Nay, sitteth down; by god, I have to done
With yow, to speke of wisdom er ye go.'
And every wight that was a-boute hem tho,  
That herde that, gan fer a-wey to stonde,
Whyl they two hadde al that hem liste in honde.

Whan that hir tale al brought was to an ende,
Of hire estat and of hir governaunce,
Quod Pandarus, 'Now is it tyme I wende;  
But yet, I seye, aryseth, lat us daunce,
And cast your widwes habit to mischaunce:
What list yow thus your-self to disfigure,
Sith yow is tid thus fair an aventure?'

'A! Wel bithought! For love of god,' quod she,  
'Shal I not witen what ye mene of this?'
'No, this thing axeth layser,' tho quod he,
'And eek me wolde muche greve, y-wis,
If I it tolde, and ye it **** amis.
Yet were it bet my tonge for to stille  
Than seye a sooth that were ayeins your wille.

'For, nece, by the goddesse Minerve,
And Iuppiter, that maketh the thonder ringe,
And by the blisful Venus that I serve,
Ye been the womman in this world livinge,  
With-oute paramours, to my wittinge,
That I best love, and lothest am to greve,
And that ye witen wel your-self, I leve.'

'Y-wis, myn uncle,' quod she, 'grant mercy;
Your freendship have I founden ever yit;  
I am to no man holden trewely,
So muche as yow, and have so litel quit;
And, with the grace of god, emforth my wit,
As in my gilt I shal you never offende;
And if I have er this, I wol amende.  

'But, for the love of god, I yow beseche,
As ye ben he that I love most and triste,
Lat be to me your fremde manere speche,
And sey to me, your nece, what yow liste:'
And with that word hir uncle anoon hir kiste,  
And seyde, 'Gladly, leve nece dere,
Tak it for good that I shal seye yow here.'

With that she gan hir eiyen doun to caste,
And Pandarus to coghe gan a lyte,
And seyde, 'Nece, alwey, lo! To the laste,  
How-so it be that som men hem delyte
With subtil art hir tales for to endyte,
Yet for al that, in hir entencioun
Hir tale is al for som conclusioun.

'And sithen thende is every tales strengthe,  
And this matere is so bihovely,
What sholde I peynte or drawen it on lengthe
To yow, that been my freend so feithfully?'
And with that word he gan right inwardly
Biholden hir, and loken on hir face,  
And seyde, 'On suche a mirour goode grace!'

Than thoughte he thus: 'If I my tale endyte
Ought hard, or make a proces any whyle,
She shal no savour han ther-in but lyte,
And trowe I wolde hir in my wil bigyle.  
For tendre wittes wenen al be wyle
Ther-as they can nat pleynly understonde;
For-thy hir wit to serven wol I fonde --'

And loked on hir in a besy wyse,
And she was war that he byheld hir so,  
And seyde, 'Lord! So faste ye me avyse!
Sey ye me never er now? What sey ye, no?'
'Yes, yes,' quod he, 'and bet wole er I go;
But, by my trouthe, I thoughte now if ye
Be fortunat, for now men shal it see.  

'For to every wight som goodly aventure
Som tyme is shape, if he it can receyven;
And if that he wol take of it no cure,
Whan that it commeth, but wilfully it weyven,
Lo, neither cas nor fortune him deceyven,  
But right his verray slouthe and wrecchednesse;
And swich a wight is for to blame, I gesse.

'Good aventure, O bele nece, have ye
Ful lightly founden, and ye conne it take;
And, for the love of god, and eek of me,  
Cacche it anoon, lest aventure slake.
What sholde I lenger proces of it make?
Yif me your hond, for in this world is noon,
If that yow list, a wight so wel begoon.

'And sith I speke of good entencioun,  
As I to yow have told wel here-biforn,
And love as wel your honour and renoun
As creature in al this world y-born;
By alle the othes that I have yow sworn,
And ye be wrooth therfore, or wene I lye,  
Ne shal I never seen yow eft with ye.

'Beth nought agast, ne quaketh nat; wher-to?
Ne chaungeth nat for fere so your hewe;
For hardely the werste of this is do;
And though my tale as now be to yow newe,  
Yet trist alwey, ye shal me finde trewe;
And were it thing that me thoughte unsittinge,
To yow nolde I no swiche tales bringe.'

'Now, my good eem, for goddes love, I preye,'
Quod she, 'com of, and tel me what it is;  
For bothe I am agast what ye wol seye,
And eek me longeth it to wite, y-wis.
For whether it be wel or be amis,
Say on, lat me not in this fere dwelle:'
'So wol I doon; now herkneth, I shal telle:  

'Now, nece myn, the kinges dere sone,
The goode, wyse, worthy, fresshe, and free,
Which alwey for to do wel is his wone,
The noble Troilus, so loveth thee,
That, bot ye helpe, it wol his bane be.  
Lo, here is al, what sholde I more seye?
Doth what yow list, to make him live or deye.

'But if ye lete him deye, I wol sterve;
Have her my trouthe, nece, I nil not lyen;
Al sholde I with this knyf my throte kerve --'  
With that the teres braste out of his yen,
And seyde, 'If that ye doon us bothe dyen,
Thus giltelees, than have ye fisshed faire;
What mende ye, though that we bothe apeyre?

'Allas! He which that is my lord so dere,  
That trewe man, that noble gentil knight,
That nought desireth but your freendly chere,
I see him deye, ther he goth up-right,
And hasteth him, with al his fulle might,
For to be slayn, if fortune wol assente;  
Allas! That god yow swich a beautee sente!

'If it be so that ye so cruel be,
That of his deeth yow liste nought to recche,
That is so trewe and worthy, as ye see,
No more than of a Iapere or a wrecche,  
If ye be swich, your beautee may not strecche
To make amendes of so cruel a dede;
Avysement is good bifore the nede.

'Wo worth the faire gemme vertulees!
Wo worth that herbe also that dooth no bote!  
Wo worth that beautee that is routhelees!
Wo worth that wight that tret ech under fote!
And ye, that been of beautee crop and rote,
If therwith-al in you ther be no routhe,
Than is it harm ye liven, by my trouthe!  

'And also thenk wel that this is no gaude;
For me were lever, thou and I and he
Were hanged, than I sholde been his baude,
As heyghe, as men mighte on us alle y-see:
I am thyn eem, the shame were to me,  
As wel as thee, if that I sholde assente,
Thorugh myn abet, that he thyn honour shente.

'Now understond, for I yow nought requere,
To binde yow to him thorugh no beheste,
But only that ye make him bettre chere  
Than ye han doon er this, and more feste,
So that his lyf be saved, at the leste;
This al and som, and playnly our entente;
God help me so, I never other mente.

'Lo, this request is not but skile, y-wis,  
Ne doute of reson, pardee, is ther noon.
I sette the worste that ye dredden this,
Men wolden wondren seen him come or goon:
Ther-ayeins answere I thus a-noon,
That every wight, but he be fool of kinde,  
Wol deme it love of freendship in his minde.

'What? Who wol deme, though he see a man
To temple go, that he the images eteth?
Thenk eek how wel and wy
Juliet R Feb 2015
A melancolia do ser adormece a intenção de ressuscitar o movimento que nos mantém acordados.
Pertenço à lua com a mente e alma e com os pés à terra.
Não deixo que esta sensação de dormência me levite para outra dimensão, já que para lá vou a toda a hora.
Sinto-me presa a outro universo, sinto-me longe de onde estou.
Estou onde não devia de estar, distância permanente dirigida como um obstáculo intermitente.
Lanço à água a mágoa que aprisiona o coração. A alma quer ir atrás. Relembro-lhe que é a alma, juntamente com a mente, que me faz pertencer à lua. Sem ela não sou nada. Mesmo que escura ou a brilhar, eu não sou nada. A alma faz de mim um todo e com ela sinto-me viva.
O que somos nós sem a nossa essência?
Um vazio gigantesco. Somos um nada desprovido do todo.
Sempre que perder os pedaços do meu espírito em alma, perco pedaços de mim. Mesmo que esta já não seja pura, clara, límpida. Mesmo que já tenha habitado nela a escuridão, a obscuridade, a negridão, o abismo dos meus medos e receios. Sem ela sou um nada.
Purifico a alma. Com o que? Com amor. Amor por tudo o que amo e por todos os que me amam. Sentir-me de coração cheio limpa o *****. Ou pelo menos, ajuda.
De energia clarificada, deixo de novo a mente e a alma na lua e assento os pés na terra.
Fiorella Nov 2014
Tres cuartos de mi corazón cayeron en pedazos
Tres cuartos eres de mi mente,
Aunque tal vez nunca logre conocerte.

Ocupas un lugar en su mente,
No hay opción a perderte,
impregnada como amargo aroma,
revoloteas en su inconsciente.

Él no quiere olvidarte,
yo no pretendo borrarte,
fuiste inspiración,
fuiste nieblas,
fuiste sol.

Tres cuartos mides tú,
aún sigues siendo luz.

Entre nuevos recuerdos te apago,
entre nuevos recuerdos me convierto en ti,
entre nuevos recuerdos soy nueva luz
y poco a poco y lentamente se va llenando de mí.

Lo nublo, lo ahogo,
Lo dejo en el fondo
Te liquido de su mente
soy oscuridad ardiente.

Adió tres cuartos de alma,
Adiós musa.
Jr Aug 2017
Entre palabras disonantes, río.

Un trago baja por mi garganta irritada de tanto gritar,
mi cuerpo la pasa bien mientras yo me esfuerzo en distraer a mi mente y un concierto de pensamientos oscuros se ve opacado por el volumen de la música y de los aullidos apabullantes de una juventud que cree tener todo bajo control mientras están juntos, pero en el próximo momento de verdadera soledad, sus espaldas se quebrarán sobre sus seres y se verán desplomados sobre un suelo de incertidumbre absoluta.

Entre pensamientos distantes, me pierdo.

Humo de un cigarro barato innunda mis pulmones mientras la nicotina afecta mi sistema nervioso en un abrazo reconfortante que no es otra cosa que una mentira más, la promesa de una prostituta que cobra con tu vida, pero sigo besándola hasta que mis dedos se queman.

Entre gritos innentendibles, lloro.

No exteriorizo, pero las lágrimas están ahí, en la mente perturbada por fantasmas de quienes yo mismo maté, siluetas del pasado que no terminan de tomar forma porque no se los permito, pero a pesar de mis esfuerzos aún son reconocibles, aunque a duras penas.
Tengo el pecho lleno de calor,
el aire me lo dijo y me canto una canción.
Tengo el alma y grita a veces,
aveces me oculto entre la gente,
no por que tema a mostrarme,
es que prefiero pasar inadvertido,
para cuando el viento me señale,
haberlo antes sorprendido.

Las voces en mi mente
susurran como las ramas de un arbol,
me lo digo a mi mismo,
y en mi interior resueno;
aveces solo aveces
sueño con ella,
aún que ya no recuerdo su voz.
Aún recuerdo la lluvia,
el camino a mi casa,
un suspiro, un minuto de alavanza
y el dibujo de un sonrisa en mi cara.

Si escribo es para romperme en pedazos,
para que alguien, tan solo alguien
comparta mi canto,
por que no quiero volar solo,
quiero surcar los cielos
con un coro de voces que brillen
voces oscuras,
otros matices,
que sigan mi vuelo
o que me muestren el suyo.
The voice Nov 2014
Aquel el dolor sigue presente, Logró marcar un precedente…
Y hoy, hoy sigues mal…
Aquel recuerdo esta en tu mente, Como si fuera ayer lo sientes…
Y hoy, hoy sigues mal…
Confiabas en el tiempo como aliado para sanar tus heridas…
Mientras vives encerrado en el recuerdo y no encuentras la salida…

Y te destruye como el veneno que gota a gota llena la tasa…
Y la amargura es como un trueno que estremece toda tu casa…
Y la venganza entro en acción pero aquí te presento el perdón…
"Porque el perdón es…"
Es más que un sentimiento, es más que una emoción
El tiempo no te ayuda, tuya es la de decisión…
Enfrenta ese tormento, y sal de esa prisión
Porque no fue tu culpa, otorga el perdón...


Aquello que pasó, aquel suceso duro te marcó
Pensaste que lo habías olvidado pero no
Que ya no te afectaba ni pasaba por tu mente
Pero volvió a afectarte y todavía está latente…

Desde aquel momento has continuado por la vida
Esperando que sea el tiempo el que sane las heridas
A veces lo has recordado y con nada de templanza
Haz pensando en la opción de acudir a la venganza…

Si, fue doloroso, no fue nada bueno
Pero el resentimiento es similar a un veneno
Que gota a gota tomas para no enfrentar la pena
Pero termina contigo te destruye y te envenena…

Como tóxico que acaba con el alma y corazón
Que te presenta el odio como una gran opción
Pero al final tú eres quien recibe la aflicción
Pues se enfermó tu cuerpo por la falta de perdón…

Y te destruye como el veneno que gota a gota llena la tasa…
Y la amargura es como un trueno que estremece toda tu casa…
Y la venganza entro en acción pero aquí te presento el perdón…
"Porque el perdón es…"
Es más que un sentimiento, es más que una emoción
El tiempo no te ayuda, tuya es la de decisión…
Enfrenta ese tormento, y sal de esa prisión
Porque no fue tu culpa, otorga el perdón...


Perdona y saca todo veneno guardado
Permite la salida del rencor acumulado
Perdona, reacciona y regresa al presente
Lo que pasó se fue ya no lo tengas pendiente
Quizás hayas pensado que no hay una razón
Que no fuiste culpable de lo de tu corazón…

Pero en ocasiones el perdón por algo trágico
Habrá que darlo aunque suene ilógico
Como aquel caballero que por ti fue mal herido
Tomando tu lugar te dio un regalo inmerecido…

No suena razonable tampoco apetecible
Pero te perdonó y hoy por eso tú eres libre
Y que mejor ejemplo que la vida de Jesús
Que no tenia que hacerlo; pero en una cruz
Llevó toda la culpa que agobió su corazón
Pero con todo y eso recibiste su perdón…

**Y te destruye como el veneno que gota a gota llena la tasa…
Y la amargura es como un trueno que estremece toda tu casa…
Y la venganza entro en acción pero aquí te presento el perdón…
"Porque el perdón es…"
Es más que un sentimiento, es más que una emoción
El tiempo no te ayuda, tuya es la de decisión…
Enfrenta ese tormento, y sal de esa prisión
Porque no fue tu culpa, otorga el perdón...
Song by Alex Zurdo, just thought that somethings are better shared. i cant stop listening to this! Love it. Forgive!
1

Lo di che han detto a' dolci amici addio.    (Dante)
Amor, con quanto sforzo oggi mi vinci!    (Petrarca)

Come back to me, who wait and watch for you:--
    Or come not yet, for it is over then,
    And long it is before you come again,
So far between my pleasures are and few.
While, when you come not, what I do I do
    Thinking "Now when he comes," my sweetest when:"
    For one man is my world of all the men
This wide world holds; O love, my world is you.
Howbeit, to meet you grows almost a pang
    Because the pang of parting comes so soon;
    My hope hangs waning, waxing, like a moon
        Between the heavenly days on which we meet:
Ah me, but where are now the songs I sang
    When life was sweet because you call'd them sweet?

    2

Era gia 1′ora che volge il desio.    (Dante)
Ricorro al tempo ch' io vi vidi prima.    (Petrarca)

I wish I could remember that first day,
    First hour, first moment of your meeting me,
    If bright or dim the season, it might be
Summer or winter for aught I can say;
So unrecorded did it slip away,
    So blind was I to see and to foresee,
    So dull to mark the budding of my tree
That would not blossom yet for many a May.
If only I could recollect it, such
    A day of days! I let it come and go
    As traceless as a thaw of bygone snow;
It seem'd to mean so little, meant so much;
If only now I could recall that touch,
    First touch of hand in hand--Did one but know!

    3

O ombre vane, fuor che ne l'aspetto!    (Dante)
Immaginata guida la conduce.    (Petrarca)

I dream of you to wake: would that I might
    Dream of you and not wake but slumber on;
    Nor find with dreams the dear companion gone,
As summer ended summer birds take flight.
In happy dreams I hold you full in sight,
    I blush again who waking look so wan;
    Brighter than sunniest day that ever shone,
In happy dreams your smile makes day of night.
Thus only in a dream we are at one,
    Thus only in a dream we give and take
        The faith that maketh rich who take or give;
    If thus to sleep is sweeter than to wake,
        To die were surely sweeter than to live,
Though there be nothing new beneath the sun.

    4

Poca favilla gran fliamma seconda.    (Dante)
Ogni altra cosa, ogni pensier va fore,
E sol ivi con voi rimansi amore.    (Petrarca)

I lov'd you first: but afterwards your love
    Outsoaring mine, sang such a loftier song
As drown'd the friendly cooings of my dove.
    Which owes the other most? my love was long,
    And yours one moment seem'd to wax more strong;
I lov'd and guess'd at you, you construed me--
And lov'd me for what might or might not be
    Nay, weights and measures do us both a wrong.
For verily love knows not "mine" or "thine;"
    With separate "I" and "thou" free love has done,
        For one is both and both are one in love:
Rich love knows nought of "thine that is not mine;"
        Both have the strength and both the length thereof,
Both of us, of the love which makes us one.

    5

Amor che a nullo amato amar perdona.    (Dante)
Amor m'addusse in si gioiosa spene.    (Petrarca)

O my heart's heart, and you who are to me
    More than myself myself, God be with you,
    Keep you in strong obedience leal and true
To Him whose noble service setteth free,
Give you all good we see or can foresee,
    Make your joys many and your sorrows few,
    Bless you in what you bear and what you do,
Yea, perfect you as He would have you be.
So much for you; but what for me, dear friend?
    To love you without stint and all I can
Today, tomorrow, world without an end;
    To love you much and yet to love you more,
    As Jordan at his flood sweeps either shore;
        Since woman is the helpmeet made for man.

    6

Or puoi la quantitate
Comprender de l'amor che a te mi scalda.    (Dante)
Non vo' che da tal nodo mi scioglia.    (Petrarca)

Trust me, I have not earn'd your dear rebuke,
    I love, as you would have me, God the most;
    Would lose not Him, but you, must one be lost,
Nor with Lot's wife cast back a faithless look
Unready to forego what I forsook;
    This say I, having counted up the cost,
    This, though I be the feeblest of God's host,
The sorriest sheep Christ shepherds with His crook.
Yet while I love my God the most, I deem
    That I can never love you overmuch;
        I love Him more, so let me love you too;
    Yea, as I apprehend it, love is such
I cannot love you if I love not Him,
        I cannot love Him if I love not you.

    7

Qui primavera sempre ed ogni frutto.    (Dante)
Ragionando con meco ed io con lui.    (Petrarca)

"Love me, for I love you"--and answer me,
    "Love me, for I love you"--so shall we stand
    As happy equals in the flowering land
Of love, that knows not a dividing sea.
Love builds the house on rock and not on sand,
    Love laughs what while the winds rave desperately;
And who hath found love's citadel unmann'd?
    And who hath held in bonds love's liberty?
My heart's a coward though my words are brave
    We meet so seldom, yet we surely part
    So often; there's a problem for your art!
        Still I find comfort in his Book, who saith,
Though jealousy be cruel as the grave,
    And death be strong, yet love is strong as death.

    8

Come dicesse a Dio: D'altro non calme.    (Dante)
Spero trovar pieta non che perdono.    (Petrarca)

"I, if I perish, perish"--Esther spake:
    And bride of life or death she made her fair
    In all the lustre of her perfum'd hair
And smiles that kindle longing but to slake.
She put on pomp of loveliness, to take
    Her husband through his eyes at unaware;
    She spread abroad her beauty for a snare,
Harmless as doves and subtle as a snake.
She trapp'd him with one mesh of silken hair,
    She vanquish'd him by wisdom of her wit,
        And built her people's house that it should stand:--
        If I might take my life so in my hand,
And for my love to Love put up my prayer,
    And for love's sake by Love be granted it!

    9

O dignitosa coscienza e netta!    (Dante)
Spirto piu acceso di virtuti ardenti.    (Petrarca)

Thinking of you, and all that was, and all
    That might have been and now can never be,
    I feel your honour'd excellence, and see
Myself unworthy of the happier call:
For woe is me who walk so apt to fall,
    So apt to shrink afraid, so apt to flee,
    Apt to lie down and die (ah, woe is me!)
Faithless and hopeless turning to the wall.
And yet not hopeless quite nor faithless quite,
Because not loveless; love may toil all night,
    But take at morning; wrestle till the break
        Of day, but then wield power with God and man:--
        So take I heart of grace as best I can,
    Ready to spend and be spent for your sake.

    10

Con miglior corso e con migliore stella.    (Dante)
La vita fugge e non s'arresta un' ora.    (Petrarca)

Time flies, hope flags, life plies a wearied wing;
    Death following ******* life gains ground apace;
    Faith runs with each and rears an eager face,
Outruns the rest, makes light of everything,
Spurns earth, and still finds breath to pray and sing;
    While love ahead of all uplifts his praise,
    Still asks for grace and still gives thanks for grace,
Content with all day brings and night will bring.
Life wanes; and when love folds his wings above
    Tired hope, and less we feel his conscious pulse,
        Let us go fall asleep, dear friend, in peace:
        A little while, and age and sorrow cease;
    A little while, and life reborn annuls
Loss and decay and death, and all is love.

    11

Vien dietro a me e lascia dir le genti.    (Dante)
Contando i casi della vita nostra.    (Petrarca)

Many in aftertimes will say of you
    "He lov'd her"--while of me what will they say?
    Not that I lov'd you more than just in play,
For fashion's sake as idle women do.
Even let them prate; who know not what we knew
    Of love and parting in exceeding pain,
    Of parting hopeless here to meet again,
Hopeless on earth, and heaven is out of view.
But by my heart of love laid bare to you,
    My love that you can make not void nor vain,
Love that foregoes you but to claim anew
        Beyond this passage of the gate of death,
    I charge you at the Judgment make it plain
        My love of you was life and not a breath.

    12

Amor, che ne la mente mi ragiona.    (Dante)
Amor vien nel bel viso di costei.    (Petrarca)

If there be any one can take my place
    And make you happy whom I grieve to grieve,
    Think not that I can grudge it, but believe
I do commend you to that nobler grace,
That readier wit than mine, that sweeter face;
    Yea, since your riches make me rich, conceive
    I too am crown'd, while bridal crowns I weave,
And thread the bridal dance with jocund pace.
For if I did not love you, it might be
    That I should grudge you some one dear delight;
        But since the heart is yours that was mine own,
    Your pleasure is my pleasure, right my right,
Your honourable freedom makes me free,
    And you companion'd I am not alone.

    13

E drizzeremo gli occhi al Primo Amore.    (Dante)
Ma trovo peso non da le mie braccia.    (Petrarca)

If I could trust mine own self with your fate,
    Shall I not rather trust it in God's hand?
    Without Whose Will one lily doth not stand,
Nor sparrow fall at his appointed date;
    Who numbereth the innumerable sand,
Who weighs the wind and water with a weight,
To Whom the world is neither small nor great,
    Whose knowledge foreknew every plan we plann'd.
Searching my heart for all that touches you,
    I find there only love and love's goodwill
Helpless to help and impotent to do,
        Of understanding dull, of sight most dim;
        And therefore I commend you back to Him
Whose love your love's capacity can fill.

    14

E la Sua Volontade e nostra pace.    (Dante)
Sol con questi pensier, con altre chiome.    (Petrarca)

Youth gone, and beauty gone if ever there
    Dwelt beauty in so poor a face as this;
    Youth gone and beauty, what remains of bliss?
I will not bind fresh roses in my hair,
To shame a cheek at best but little fair,--
    Leave youth his roses, who can bear a thorn,--
I will not seek for blossoms anywhere,
    Except such common flowers as blow with corn.
Youth gone and beauty gone, what doth remain?
    The longing of a heart pent up forlorn,
        A silent heart whose silence loves and longs;
        The silence of a heart which sang its songs
    While youth and beauty made a summer morn,
Silence of love that cannot sing again.
Atypnoc Jan 2015
Johanna, Joanna,
Ella paga mañana
Volver para un frente
Teniendo la mente
Sin ropa, sin aire
Asfixia sin despair

(Johanna, Joanna
She'll pay tomorrow
Come back for a front
Having the mind
Without clothes, without air
Choking without despair)
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
Tristes recuerdos del placer perdido,
A aumentar la ansiedad y la agonía
De este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría
Le quedó al corazón sólo un gemido,
Y el llanto que al dolor los ojos niegan
Lágrimas son de hiel que el alma anegan.

¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas
De juventud, de amor y de ventura,
Regaladas de músicas sonoras,
Adornadas de luz y de hermosura?
Imágenes de oro bullidoras.
Sus alas de carmín y nieve pura,
Al sol de mi esperanza desplegando,
Pasaban ¡ay! a mi alredor cantando.

Gorjeaban los dulces ruiseñores,
El sol iluminaba mi alegría,
El aura susurraba entre las flores,
El bosque mansamente respondía,
Las fuentes murmuraban sus amores...
ilusiones que llora el alma mía!
¡Oh, cuán suave resonó en mi oído
El bullicio del mundo y su ruido!

Mi vida entonces, cual guerrera nave
Que el puerto deja por la vez primera,
Y al soplo de los céfiros suave
Orgullosa desplega su bandera,
Y al mar dejando que sus pies alabe
Su triunfo en roncos cantos, va velera,
Una ola tras otra bramadora
Hollando y dividiendo vencedora.

¡Ay! en el mar del mundo, en ansia ardiente
De amor velaba; el sol de la mañana
Llevaba yo sobre mi tersa frente,
Y el alma pura de su dicha ufana:
Dentro de ella el amor, cual rica fuente
Que entre frescuras y arboledas mana,
Brotaba entonces abundante río
De ilusiones y dulce desvarío.

Yo amaba todo: un noble sentimiento
Exaltaba mi ánimo, Y sentía
En mi pecho un secreto movimiento,
De grandes hechos generoso guía:
La libertad, con su inmortal aliento,
Santa diosa, mi espíritu encendía,
Contino imaginando en mi fe pura
Sueños de gloria al mundo y de ventura.

El puñal de Catón, la adusta frente
Del noble Bruto, la constancia fiera
Y el arrojo de Scévola valiente,
La doctrina de Sócrates severa,
La voz atronadora y elocuente
Del orador de Atenas, la bandera
Contra el tirano Macedonio alzando,
Y al espantado pueblo arrebatando:

El valor y la fe del caballero,
Del trovador el arpa y los cantares,
Del gótico castillo el altanero
Antiguo torreón, do sus pesares
Cantó tal vez con eco lastimero,
¡Ay!, arrancada de sus patrios lares,
Joven cautiva, al rayo de la luna,
Lamentando su ausencia y su fortuna:

El dulce anhelo del amor que guarda,
Tal vez inquieto y con mortal recelo;
La forma bella que cruzó gallarda,
Allá en la noche, entre medroso velo;
La ansiada cita que en llegar se tarda
Al impaciente y amoroso anhelo,
La mujer y la voz de su dulzura,
Que inspira al alma celestial ternura:

A un tiempo mismo en rápida tormenta
Mi alma alborotaban de contino,
Cual las olas que azota con violenta
Cólera impetuoso torbellino:
Soñaba al héroe ya, la plebe atenta
En mi voz escuchaba su destino:
Ya al caballero, al trovador soñaba,
Y de gloria y de amores suspiraba.

Hay una voz secreta, un dulce canto,
Que el alma sólo recogida entiende,
Un sentimiento misterioso y santo,
Que del barro al espíritu desprende;
Agreste, vago y solitario encanto
Que en inefable amor el alma enciende,
Volando tras la imagen peregrina
El corazón de su ilusión divina.

Yo, desterrado en extranjera playa,
Con los ojos extático seguía
La nave audaz que en argentado raya
Volaba al puerto de la patria mía:
Yo, cuando en Occidente el sol desmaya,
Solo y perdido en la arboleda umbría,
Oír pensaba el armonioso acento
De una mujer, al suspirar del viento.

¡Una mujer!  En el templado rayo
De la mágica luna se colora,
Del sol poniente al lánguido desmayo
Lejos entre las nubes se evapora;
Sobre las cumbres que florece Mayo
Brilla fugaz al despuntar la aurora,
Cruza tal vez por entre el bosque umbrío,
Juega en las aguas del sereno río.

¡Una mujer!  Deslizase en el cielo
Allá en la noche desprendida estrella,
Si aroma el aire recogió en el suelo,
Es el aroma que le presta ella.
Blanca es la nube que en callado vuelo
Cruza la esfera, y que su planta huella,
Y en la tarde la mar olas le ofrece
De plata y de zafir, donde se mece.

Mujer que amor en su ilusión figura,
Mujer que nada dice a los sentidos,
Ensueño de suavísima ternura,
Eco que regaló nuestros oídos;
De amor la llama generosa y pura,
Los goces dulces del amor cumplidos,
Que engalana la rica fantasía,
Goces que avaro el corazón ansía:

¡Ay! aquella mujer, tan sólo aquélla,
Tanto delirio a realizar alcanza,
Y esa mujer tan cándida y tan bella
Es mentida ilusión de la esperanza:
Es el alma que vívida destella
Su luz al mundo cuando en él se lanza,
Y el mundo, con su magia y galanura
Es espejo no más de su hermosura:

Es el amor que al mismo amor adora,
El que creó las Sílfides y Ondinas,
La sacra ninfa que bordando mora
Debajo de las aguas cristalinas:
Es el amor que recordando llora
Las arboledas del Edén divinas:
Amor de allí arrancado, allí nacido,
Que busca en vano aquí su bien perdido.

¡Oh llama santa! ¡celestial anhelo!
¡Sentimiento purísimo! ¡memoria
Acaso triste de un perdido cielo,
Quizá esperanza de futura gloria!
¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh qué mujer! ¡qué imagen ilusoria
Tan pura, tan feliz, tan placentera,
Brindó el amor a mi ilusión primera!...

¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,
¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?
¿Por qué, por qué como en mejores días,
No consoláis vosotras mis pesares?
¡Oh! los que no sabéis las agonías
De un corazón que penas a millares
¡Ay! desgarraron y que ya no llora,
¡Piedad tened de mi tormento ahora!

¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos
Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura
De mí, que entre suspiros angustiosos
Ahogar me siento en infernal tortura.
¡Retuércese entre nudos dolorosos
Mi corazón, gimiendo de amargura!
También tu corazón, hecho pavesa,
¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!

¿Quién pensara jamás, Teresa mía,
Que fuera eterno manantial de llanto,
Tanto inocente amor, tanta alegría,
Tantas delicias y delirio tanto?
¿Quién pensara jamás llegase un día
En que perdido el celestial encanto
Y caída la venda de los ojos,
Cuanto diera placer causara enojos?

Aun parece, Teresa, que te veo
Aérea como dorada mariposa,
Ensueño delicioso del deseo,
Sobre tallo gentil temprana rosa,
Del amor venturoso devaneo,
Angélica, purísima y dichosa,
Y oigo tu voz dulcísima y respiro
Tu aliento perfumado en tu suspiro.

Y aún miro aquellos ojos que robaron
A los cielos su azul, y las rosadas
Tintas sobre la nieve, que envidiaron
Las de Mayo serenas alboradas:
Y aquellas horas dulces que pasaron
Tan breves, ¡ay! como después lloradas,
Horas de confianza y de delicias,
De abandono y de amor y de caricias.

Que así las horas rápidas pasaban,
Y pasaba a la par nuestra ventura;
Y nunca nuestras ansias la contaban,
Tú embriagada en mi amor, yo en tu hermosura.
Las horas ¡ay! huyendo nos miraban
Llanto tal vez vertiendo de ternura;
Que nuestro amor y juventud veían,
Y temblaban las horas que vendrían.

Y llegaron en fin: ¡oh! ¿quién impío
¡Ay! agostó la flor de tu pureza?
Tú fuiste un tiempo cristalino río,
Manantial de purísima limpieza;
Después torrente de color sombrío
Rompiendo entre peñascos y maleza,
Y estanque, en fin, de aguas corrompidas,
Entre fétido fango detenidas.

¿Cómo caiste despeñado al suelo,
Astro de la mañana luminoso?
Ángel de luz, ¿quién te arrojó del cielo
A este valle de lágrimas odioso?
Aún cercaba tu frente el blanco velo
Del serafín, y en ondas fulguroso
Rayos al mando tu esplendor vertía,
Y otro cielo el amor te prometía.

Mas ¡ay! que es la mujer ángel caído,
O mujer nada más y lodo inmundo,
Hermoso ser para llorar nacido,
O vivir como autómata en el mundo.
Sí, que el demonio en el Edén perdido,
Abrasara con fuego del profundo
La primera mujer, y ¡ay! aquel fuego
La herencia ha sido de sus hijos luego.

Brota en el cielo del amor la fuente,
Que a fecundar el universo mana,
Y en la tierra su límpida corriente
Sus márgenes con flores engalana.
Mas ¡ay! huid: el corazón ardiente
Que el agua clara por beber se afana,
Lágrimas verterá de duelo eterno,
Que su raudal lo envenenó el infierno.

Huid, si no queréis que llegue un día
En que enredado en retorcidos lazos
El corazón con bárbara porfía
Luchéis por arrancároslo a pedazos:
En que al cielo en histérica agonía
Frenéticos alcéis entrambos brazos,
Para en vuestra impotencia maldecirle,
Y escupiros, tal vez, al escupirle.

Los años ¡ay! de la ilusión pasaron,
Las dulces esperanzas que trajeron
Con sus blancos ensueños se llevaron,
Y el porvenir de oscuridad vistieron:
Las rosas del amor se marchitaron,
Las flores en abrojos convirtieron,
Y de afán tanto y tan soñada gloria
Sólo quedó una tumba, una memoria.

¡Pobre Teresa! ¡Al recordarte siento
Un pesar tan intenso!  Embarga impío
Mi quebrantada voz mi sentimiento,
Y suspira tu nombre el labio mío.
Para allí su carrera el pensamiento,
Hiela mi corazón punzante frío,
Ante mis ojos la funesta losa,
Donde vil polvo tu bondad reposa.

Y tú, feliz, que hallastes en la muerte
Sombra a que descansar en tu camino,
Cuando llegabas, mísera, a perderte
Y era llorar tu único destino:
¡Cuando en tu frente la implacable suerte
Grababa de los réprobos el sino!
Feliz, la muerte te arrancó del suelo,
Y otra vez ángel, te volviste al cielo.

Roída de recuerdos de amargura,
Árido el corazón, sin ilusiones,
La delicada flor de tu hermosura
Ajaron del dolor los aquilones:
Sola, y envilecida, y sin ventura,
Tu corazón secaron las pasiones:
Tus hijos ¡ay! de ti se avergonzaran
Y hasta el nombre de madre te negaran.

Los ojos escaldados de tu llanto,
Tu rostro cadavérico y hundido;
único desahogo en tu quebranto,
El histérico ¡ay! de tu gemido:
¿Quién, quién pudiera en infortunio tanto
Envolver tu desdicha en el olvido,
Disipar tu dolor y recogerte
En su seno de paz? ¡Sólo la muerte!

¡Y tan joven, y ya tan desgraciada!
Espíritu indomable, alma violenta,
En ti, mezquina sociedad, lanzada
A romper tus barreras turbulenta.
Nave contra las rocas quebrantada,
Allá vaga, a merced de la tormenta,
En las olas tal vez náufraga tabla,
Que sólo ya de sus grandezas habla.

Un recuerdo de amor que nunca muere
Y está en mi corazón: un lastimero
Tierno quejido que en el alma hiere,
Eco suave de su amor primero:
¡Ay de tu luz, en tanto yo viviere,
Quedará un rayo en mí, blanco lucero,
Que iluminaste con tu luz querida
La dorada mañana de mi vida!

Que yo, como una flor que en la mañana
Abre su cáliz al naciente día,
¡Ay, al amor abrí tu alma temprana,
Y exalté tu inocente fantasía,
Yo inocente también ¡oh!, cuán ufana
Al porvenir mi mente sonreía,
Y en alas de mi amor, ¡con cuánto anhelo
Pensé contigo remontarme al cielo!

Y alegre, audaz, ansioso, enamorado,
En tus brazos en lánguido abandono,
De glorias y deleites rodeado
Levantar para ti soñé yo un trono:
Y allí, tú venturosa y yo a tu lado.
Vencer del mundo el implacable encono,
Y en un tiempo, sin horas ni medida,
Ver como un sueño resbalar la vida.

¡Pobre Teresa!  Cuando ya tus ojos
Áridos ni una lágrima brotaban;
Cuando ya su color tus labios rojos
En cárdenos matices se cambiaban;
Cuando de tu dolor tristes despojos
La vida y su ilusión te abandonaban,
Y consumía lenta calentura,
Tu corazón al par de tu amargura;

Si en tu penosa y última agonía
Volviste a lo pasado el pensamiento;
Si comparaste a tu existencia un día
Tu triste soledad y tu aislamiento;
Si arrojó a tu dolor tu fantasía
Tus hijos ¡ay! en tu postrer momento
A otra mujer tal vez acariciando,
Madre tal vez a otra mujer llamando;

Si el cuadro de tus breves glorias viste
Pasar como fantástica quimera,
Y si la voz de tu conciencia oíste
Dentro de ti gritándole severa;
Si, en fin, entonces tú llorar quisiste
Y no brotó una lágrima siquiera
Tu seco corazón, y a Dios llamaste,
Y no te escuchó Dios, y blasfemaste;

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel! ¡martirio horrendo!
¡Espantosa expiación de tu pecado,
Sobre un lecho de espinas, maldiciendo,
Morir, el corazón desesperado!
Tus mismas manos de dolor mordiendo,
Presente a tu conciencia lo pasado,
Buscando en vano, con los ojos fijos,
Y extendiendo tus brazos a tus hijos.

¡Oh! ¡cruel! ¡muy cruel!... ¡Ay! yo entretanto
Dentro del pecho mi dolor oculto,
Enjugo de mis párpados el llanto
Y doy al mundo el exigido culto;
Yo escondo con vergüenza mi quebranto,
Mi propia pena con mi risa insulto,
Y me divierto en arrancar del pecho
Mi mismo corazón pedazos hecho.

Gocemos, sí; la cristalina esfera
Gira bañada en luz: ¡bella es la vida!
¿Quién a parar alcanza la carrera
Del mundo hermoso que al placer convida?
Brilla radiante el sol, la primavera
Los campos pinta en la estación florida;
Truéquese en risa mi dolor profundo...
Que haya un cadáver más, ¿qué importa al mundo?
tangshunzi Jul 2014
Se devo essere completamente onesto .avrei davvero mai sentito parlare di Gotland fino ad ora.Ma venire a scoprire .è un vero gioiello al largo della costa della Svezia (grazie Google) e l'impostazione di questa pastello storditore da Sara Norrehed .Pensate capannone industriale incontra rive Beachy incontra perfetta storia d'amore con una splendida sposa e lo sposo rubare lo spettacolo .Si rompe lo stampo matrimonio nel migliore dei modi .e stiamo amando ogni secondo nella galleria qui .

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Da Sposa .Quando ** incontrato la prima volta mi sono innamorato .e sorriso .perché si sapeva .Beh questo è Shakespeare .ma lui deve aver letto la mia mente !E quando la persona più bella che abbia abiti da sposa 2014 mai incontrato proposto a me su una mattina di Natale io ero la ragazza più felice del mondo !Lo sono ancora .

Prima ** incontrato Gabriele non ero mai stato a Gotland .che è la più grande isola della Svezia situata al largo della costa orientale .Egli è nato sull'isola e la prima volta che ci siamo andati insieme mi sono innamorato di questo posto magico .Così.quando era il momento di trovare il posto perfetto per il nostro matrimonio abbiamo capito che doveva essere qui .Eravamo in una ricerca di last minute per un luogo e un giorno ventoso in aprile abbiamo trovato la posizione più incredibile in un vecchio tiglio pozzo .I colori.la luce .la natura .Tutto era pura magia .Come un sogno .

L'ambiente e gli edifici di questa ri- modellato .vecchia industria chiamato Fabriken Furillen sono molto spoglio e crudo con un sacco di cemento e metallo arrugginito .Questo si è rivelato essere il perfetto contrasto con il tema romantico che avevo in mente per il matrimonio .Essendo una persona furba fai da te volevo tutti i dettagli per essere personali e fatti in casa .Molte ore e fino a tarda notte sono stati spesi per piegare rose di carta .trasformando cucchiai d'epoca in segnaposti e fare zigoli juta .Il risultato era più di quanto potessi mai potuto desiderare !Mi piace che ogni impostazione tavolo era diverso.con le vecchie sciarpe di pizzo utilizzati come runner e candelabri Usato mia



mamma aveva raccolto per me dal giorno in cui la data delle nozze è stata impostata .
La sera prima del grande giorno avevamo un barbeque e tutti i nostri amici e parenti eravamo lì a mescolarsi .vino e cenare e festeggiare.Un ottimo modo per iniziare il week-end !Sul grande giorno il tempo era fortunatamente a nostro favore .La cerimonia è stata aperta su un piccolo portico con l'oceano successivo .La cena era deliziosa con abiti da sposa 2014 prodotti locali .i nostri amici e parenti fatto alcuni discorsi indimenticabili e tutti abbiamo ballato tutta la notte.Vorrei che potessimo farlo di nuovo !Avevamo un fotografo straordinario che è riuscito a catturare tutti i momenti preziosi e mi piace come le foto si è rivelato .assolutamente bellissimo e molto artistico .L' intero matrimonio era caldo .amorevole e divertente .E la cosa migliore di tutto questo ?Sono ora sposata con l'amore della mia vita

Fotografia : Sara Norrehed Fotografia | design floreale : ! Vaxthuset Lindsay | Scarpe : Jimmy Choo | Gioielli : Tiffany \u0026 Co. | Gioielli abiti da sposa on line : Jarl Sandin | capelli: Nyans | Illuminazione: Bordodesign \u0026 Technology | Abbigliamento dello sposo : NK Stockholm | fascia per capelli : Etsy | Luogo : Fabriken Furillen | abito da sposa ( " Aglaya " ) : Elie
http://www.belloabito.com/goods.php?id=806
http://188.138.88.219/imagesld/td//t35/productthumb/1/4256135353535_396367.jpg
http://www.belloabito.com/abiti-da-sposa-2014-c-13
Svezia Wedding da Sara Norrehed Fotografia_vestiti da sposa
Where words flow from the river of the mind like smooth rocks that fit perfectly in their beds, chiseled by the stream for a thousand years.

Where phrases fall from the sky in perfect and coherent mosaics of shadow colours between beams of murderous sunshine.

Where the beauty of a million lilies coalesce into one unbreakable leaf of immense colour and depth.

Where everything that falls, grows or flows cohere in the choir of the great magnet and its whims.

Where verbatim transcriptions of concepts are prevalent
This is where I wish to spend my time.
Vuelve otra vez tu día,
oh patria amada, el día de tu gloria.

Vuelve de nuevo a resonar triunfales
los himnos que eternizan tu memoria,
y el espléndido cielo de tu historia,
vuelve el sol de tus días inmortales.

Y otra vez a tu ara sacrosanta
llevan tus hijos fieles
flores que fecundaron tus vergeles;
y músicas marciales
al aire asordan, y doquier se oye,
en valles, montañas y llanuras,
en la extensión del suelo colombiano,
el canto jubiloso de los libres
que sube a las alturas,
de la gloria al alcázar soberano.

Y de nuevo flamea,
no como en días trágicos de horrores,
entre el ronco fragor de la pelea,
sino bajo arcos de laurel y flores,
el pendón de la patria,
la santa enseñanza de los tres colores...
la bandera inmortal que oyó las dianas
de los heroicos triunfos legendarios.

La que fue a despertar  los cóndores
a la cumbre más alta de los Andes
y fue más tarde a despertar la gloria;
la bandera inmortal, la santa egida,
que el camino marcó de la Victoria.

Besada por ondas de tus mares,
bajo el palio infinito de tu cielo,
tachonado de ardientes luminares;
lleno de flores tu fecundo suelo.
Y adormida el rumor de tus palmares,
lloras en silencio, Patria mía,
cansada de esperar luz en tu noche,
en la callada noche de tus penas;
cansada de esperar en tu agonía
el hierro que limara tus cadenas.

No, ya los hijos tuyos,
de las selvas antiguos moradores,
vagan libres, bajo el sol fulgente
que vio la gloria de tus días grandes,
ya desde la cima de los Andes
alumbraba ruinas solamente;
ni llevaban vencidos y humillados
por la invasora gente,
el cintillo de oro en la garganta
y el penacho de plumas en la frente,
ni ya el aire cortaba
las voladoras flechas,
ni en las noches de luna sollozaban
de la indígena raza los endechas.

Donde el templo del sol brilla espléndido
y sus láminas de oro refulgían,
ya los dolientes ojos no veían
sino campo infecundo y desolado.
Y el áureo trono de los reyes indios
en el polvo yacía destrozado.
Todo lo derribó cual hacha impía
del duro vencedor el brazo fuerte,
y al fin, de esa grandeza en los escombros
parecía vivir sólo la muerte...
eres, patria, la esclava envilecida;
eres, patria, el girón abandonado;
eres cual hado de baldón tu hado,
y cual vida de baldón tu vida
mas del mal el reinado no es eterno...
no su imperio perdura;
ni es eterna la noche pavorosa,
ni es eterna la humana desventura.

Que en las grandes catástrofes sombrías,
en las horas de angustia y desconsuelo,
cuando a las almas el dolor avanza,
siempre se ve la escala milagrosa
por donde sube la plegaría al cielo,
baja de los cielos la esperanza...
y llega por fin el día.

En que estallan, rugiendo los dolores
en los esclavos pechos comprimidos,
cuando alzan la cerviz los oprimidos
y bajo la cerviz los opresores,
y que tiemblen entonces los verdugos,
porque de sus dolores y sus lágrimas
pedirán los esclavos cuenta un día;
porque el llanto de un pueblo entre cadenas,
de su agonía en el mortal desmayo,
¡se alzan a los cielos, se condensa en nube,
y baja al suelo convertido en rayo!...

Y de lauro inmortal la sien ornada,
no retando a los duros opresores,
no al escape de caballos voladores,
sino en doliente precisión callada,
finge la mente que a la tierra vuelven
de las altas mansiones siderales,
al oír las alabanzas de los libres,
los que valientes en lid cayeron
y hogar y patria libertad nos dieron.

Y al fin llegó a la libertad la hora;
rompió en brillante aurora
la noche de tus penas,
y trocaste por cánticos de triunfo
los rumores de tus ayes y cadenas,
bajó a ti la victoria,
y sonaron las músicas marciales,
y empezaste el camino de la gloria,
el que lleva a las cumbres inmortales.

Y el combate se traba,
pero combate desigual, los unos
son los heroicos en sangrientas lides,
los que en el brazo llevan
empuje de Pelayos y de Cides;
Los que el paso cerraron
al corso altivo, forjadores de cetros,
y altas hazañas de una nueva aliada,
en Lepanto y Pavía renovaron...
Y los otros... Los parias infelices,
los que aun llevan en la espalda impresas
del tormento cruel las cicatrices
y del esclavo la ominosa marca,
más tenían la fe que salva montes,
la sacra fe que lo imposible abarca;
y busca de los amplios horizontes,
donde el sol de los libres centellea,
a la lid se lanzaron.

De esperanza inmortal henchido el pecho,
porque sabían que jamás sucumbe
quien lucha por una patria y su derecho.
Rota por la metralla
su bandera se vio, tintos en sangre
corrieron a la mar los patrios ríos,
y en la atónita tierra no se oía,
cual ronca marejada,
más que en el estruendo de la lid bravía,
fueron los días de la amarga prueba;
fueron los días de orfandad y  llanto
y de muerte y de horrores,
pero nada importaba los reversos
ni de la adversa suerte los rigores.

Y de inmortal la sien ornada,
no retando a los duros opresores,
no al escape de caballos voladores,
sino en doliente procesión callada,
finge la mente que a la tierra vuelven
de las altas misiones siderales,
al oír las alabanzas de los libres,
los que valientes en la lid cayeron
y  hogar y patria y libertad nos dieron.

Sonríen al ver que siempre grande
Por glorioso camino
la patria sigue a su inmortal destino;
y sonríen al ver que limpio brilla
el pendón colombiano
bajo el brillante cielo americano;
Que con amor guardamos su memoria,
Que somos dignos de sus altos hechos
Y dignos herederos de su gloria.
Y también surgen como blancos lirios,
como estrellas en diáfanas neblinas,
alta la sien, con nimbo esplendoroso,
de la patria las bellas heroínas.

También al resonar de las cadenas
indignas sus almas palpitaron;
también las cumbres del dolor hallaron...

También ellas, heroicas y serenas,
de la patria en las aras se inmolaron.
También los hechos brillan
como los hechos de los grandes hombres;
y también tienen la fama
corona de laureles para sus sienes.
Himnos de admiración tienen sus nombres;
que el corazón de la mujer, santuarios
de los puros y nobles idealismos,
también sube a la cima de la Gloria
y es capaz de los grandes heroísmos
para el amor y la virtud nacida
Ella es cordial de toda desventura;
doquiera su piedad enjuga lágrimas
y en toda sombra de dolor fulgura.
Por eso nunca desoyó el lamento
ni vio imposible el horrido quebranto
de la patria llorosa y desvalida.
¡Cuando llanto pidió, le dio su llanto;
cuando vidas pidió, le dio su vida!
¡Vuelve, oh patria, de nuevo
el día de tu gloria inmarcesible!
y otra vez a tu ara sacrosanto,
sube el himno de un pueblo redimido
de la grandeza de tus héroes canta.

Palpite eternamente en nuestros labios
y en nuestras almas su inmortal recuerdo,
porque ensalzando tus radiantes glorias,
oh patria, oh sol que sin ocaso brillas,
estaremos en pie para la tierra,
más para el cielo estamos de rodillas.
Salamandra
                        (negra
armadura viste el fuego)
calorífero de combustión lenta
entre las fauces de la chimenea
-o mármol o ladrillo-
                                          tortuga estática
o agazapado guerrero japonés
y una u otro
                      -el martirio es reposo -
impasible en la tortura.

                                            Salamandra
nombre antiguo del fuego
y antídoto antiguo contra el fuego
y desollada planta sobre brasas
amiante amante amianto

Salamandra
                        en la ciudad abstracta
entre geometrías vertigiosas
-vidrio cemento piedra hierro-
formidables quimeras
levantadas por el cálculo
multiplicadas por el lucro
al flanco del muro anónimo
amapola súbita

                              Salamandra
garra amarilla
                            roja escritura
en la pared de sal
                                  garra de sol
sobre el montón de huesos

Salamandra
                        estrella caída
en el sinfín del ópalo sangriento
sepultada
bajo los párpados del sílex
niña perdida
en el túnel del ónix
en los círculos del basalto
enterrada semilla
                                  grano de energía
dormida en la médula del granito

Salamandra
                      niña dinametera
en el pecho azul y ***** del hierro
estallas como un sol
te abres como una herida
hablas como una fuente

Salamandra
                        espiga
hija del fuego
espíritu del fuego
condensación de la sangre
sublimación de la sangre
evaporación de la sangre

Salamandra de aire
la roca es llama
                              la llama es humo
vapor rojo
                  recta plegaria
alta palabra de alabanza
exclamación
                      corona de incendio
en la testa del himno
reina escarlata
(y muchacha de medias moradas
corriendo despeinada por el bosque)

Salamandra
                      animal taciturno
***** paño de lágrimas de azufre
(Un húmedo verano
entre las baldosas desunidas
de un patio petrificado por la luna
oí vibrar tu cola cilíndrica)

Salamandra caucásica
en la espalda cenicienta de la peña
aparece y desaparece
breve y negra lengüeta
moteada de azafrán

                          Salamandra
bicho ***** y brillante
escalofrío del musgo
devorador de insectos
heraldo diminuto del chubasco
y familiar de la centella
(Fecundación interna
reproducción ovípara
las crías viven en el agua
ya adultas nadan con torpeza)

Salamandra
Puente colgante entre las eras
puente de sangre fría
eje del movimiento
(Los cambios de la alpina
la especie más esbelta
se cumplen en el claustro de la madre
Entre los huevecillos se logran dos apenas
y hasta el alumbramiento
medran los embriones en un caldo nutricio
la masa fraternal de huevos abortados)

La salamandra española
montañesa negra y roja

No late el sol clavado en la mitad del cielo
no respira
no comienza la vida sin la sangre
sin la brasa del sacrificio
no se mueve la rueda de los días
Xólotl se niega a consumirse
se escondió en el maíz pero lo hallaron
se escondió en el maguey pero lo hallaron
cayó en el agua y fue el pez axólotl
el dos-seres
                        y "luego lo mataron"
Comenzó el movimiento anduvo el mundo
la procesión de fechas y de nombres
Xólotl el perro guía del infierno
el que desenterró los huesos de los padres
el que coció los huesos en la olla
el que encendió la lumbre de los años
el hacedor de hombres
Xólotl el penitente
el ojo reventado que llora por nosotros
Xólotl la larva de la mariposa
del doble de la Estrella
el caracol marino
la otra cara del Señor de la Aurora
Xólotl el ajolote

                            Salamandra
dardo solar
                    lámpara de la luna
columna del mediodía
nombre de mujer
balanza de la noche.
(El infinito peso de la luz
un adarme de sombra en tus pestañas)

Salamandra
                      llama negra
heliotropo
                    sol tú misma
y luna siempre en torno de ti misma
granada que se abre cada noche
astro fijo en la frente del cielo
y latido del mar y luz ya quieta
mente sobre el vaivén del mar abierta

Salamandria
saurio de unos ocho centímetros
vive en las grietas y es color de polvo

Salamandra de tierra y de agua
piedra verde en la boca de los muertos
piedra de encarnación
piedra de lumbre
sudor de la tierra
sal llameante y quemante
sal de la destrucción
y máscara de cal que consume los rostros

Salamandra de aire y de fuego
avispero de soles
roja palabra del principio

La salamandra es un lagarto
su lengua termina en un dardo
su cola termina en un dardo
Es inasible Es indecible
reposa sobre brasas
reina sobre tizones
Si en la llama se esculpe
su monumento incendia.
El fuego es su pasión es su paciencia

Salamadre                           Aguamadre
Santiago Jan 2015
Todo lo ves rifando uno tres
Un padre entre el desmadre
El varrio de los pobres
Nunca tuvimos dinero
El meromero ser primero
Siempre seguir adelante
Controlando el bolante
No caer para ver mi progreso
Tambien aumentar el ingreso
No soy un pinchi menso
Porque que cres no me venso
Alcontrario con la mente yo pienso
Me voy recio miro hacia enfrente
Combirtiendome en el presidente
No son simple mentiras
Puro polvo es lo que respiras
Esclavitud es todo lo que tu miras
No lo cres en la noche sal y talves
Del mes ya despues de las tres
Muchos mueren otros pierden
La vida sigue rolando altanto
En las calles caminando
Soy commando con el mando
Con patadas te mando volando
A putasos y zintadazos
Te dejo tirado pisado a un lado
Carajo no sabias yo nunca me rajo
Te rompo las berijas y los labios
Te tumbo las orejas y manos
Pa que veas te quebro los dientes
No seas culo para que no mientas
Me aseguro que todo lo sientas
Te llene la frente de sangre roja
Y los ojos morados bien cortados
Hinchados como un pinchichango
Mi despedida sera mi ultima salida
Te lleno de plumas como gallina
Un maricon dejandote en el rincon
Llorando como la grand vieja
Te llamaran dona siega la ballunca
Que no se te cruze en mente nunca

— The End —