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Macstoire Feb 2014
Sucre I failed you
For I did not learn to speak
My teacher did not agree with me
So I did not last the week

Sucre you failed me
Bundled with a ***** because of gender
Her company a test of patience
So I escaped with the boys on a ******

But Sucre where we did not fail
Was the comfort that I could live in
A homely hostel with space more than most
Bar far the best place I’ve been

And so Sucre you succeeded
I got plenty well needed sleep
Lived a week of homelike activity
Regenerating energy whilst enjoying your pretty peace

Sucre where you excelled yourself
Was the endless extra sights to be seen
Many museums of my interest, devil hunting in the convent
And evidence of where dinosaurs have been

So Sucre overall
If I were to give you a grade
Considering fault beyond your control
I’d say you deserve an A!
Sucre, Bolivia. 10th October 2013
Cantar a ese gigante soberano
Que al soplo de su espíritu fecundo
Hizo triunfar el pensamiento humano,
Arrebatando al mar un nuevo mundo;
Cantar al que fue sabio entre los sabios,
Cantar al débil que humilló a los grandes,
Nunca osarán mi lira ni mis labios.
Forman su eterno pedestal los Andes,
El Popocatepelt su fe retrata,
Las pampas son sus lechos de coronas,
Su majestad refleja el Amazonas,
Y un himno a su poder tributa el Plata.

No es la voz débil que al vibrar expira,
La digna de su nombre; ¿puede tanto
La palabra fugaz?... ¿Quién no lo admira?
La mar, la inmensa mar, ésa es su lira,
Su Homero el sol, la tempestad su canto.

Cuando cual buzo audaz, mi pensamiento
Penetra del pasado en las edades,
Y mira bajo el ancho firmamento
De América las vastas soledades:
El inca dando al sol culto ferviente,
El araucano indómito y bravío,
El azteca tenaz que afirma el trono,
Adunando al saber el poderío:
¡A cuántas reflexiones me abandono!...
Todas esas sabanas calentadas
Por la luz tropical, llenas de flores,
Con sus selvas incultas, y sus bosques
Llenos de majestad; con sus paisajes
Cerrados por azules horizontes,
Sus montes de granito,
Sus volcanes de nieve coronados,
Semejando diamantes engarzados
En el esmalte azul del infinito;

Las llanuras soberbias e imponentes,
Que puebla todavía
En la noche sombría
El eco atronador de los torrentes;
Los hondos ventisqueros,
Las cordilleras siempre amenazantes,
Y al aire sacudiéndose arrogantes,
Abanicos del bosque, los palmeros;
No miro con mi ardiente fantasía
Sólo una tierra virgen que podría
Ser aquel legendario paraíso
Que sólo Adán para vivir tenía;
Miro las nuevas fecundantes venas
De un mundo a las grandezas destinado,
Con su Esparta y su Atenas,
Tan grande y tan feliz como ignorado.
Para poder cantarlo, busca el verso
Una lira con cuerdas de diamante,
Por único escenario el Universo,
Voz de huracán y aliento de gigante.

Que destrence la aurora
Sus guedejas de rayos en la altura:
Que los tumbos del mar con voz sonora
Pueblen con ecos dulces la espesura:
Que las aves del trópico, teñidas
Sus alas en el iris, su contento
Den con esas cadencias tan sentidas
Que van de selva en selva repetidas
Sobre las arpas que columpia el viento.
Venid conmigo a descorrer osados
El velo de los siglos ya pasados.

Tuvo don Juan Segundo
En Isabel de Portugal, la bella,
Un ángel, que más tarde fue la estrella
Que guió a Colón a descubrir un mundo.
El claro albor de su niñez tranquila
Se apagó en la tristeza y en el llanto.
En el triste y oscuro monasterio
Donde, envuelta en el luto y el misterio,
Fue Blanca de Borbón a llorar tanto.
Allí Isabel fortaleció su mente,
Y aquel claustro de Arévalo imponente
Fe le dio para entrar al mundo humano,
Dio vigor a su espíritu intranquilo,
Fue su primer asilo soberano,
Cual la Rábida fue primer asilo
Del Vidente del mundo americano.
Muerto Alfonso, su hermano,
En el convento de Ávila se encierra,
Y hasta allí van los grandes de la tierra,
Llenos de amor, a disputar su mano.
Ella da el triunfo de su amor primero
A su igual en grandeza y en familia,
Al que, rey de Sicilia,
Es de Aragón el príncipe heredero.
A tan gentil pareja
Con ensañado afán persigue y veja
De Enrique Cuarto la orgullosa corte;
Pero palpita el alma castellana
Que de Isabel en la gentil persona,
Más que la majestad de la corona,
Ve la virtud excelsa y soberana.
La España en Guadalete decaída,
Y luego en Covadonga renacida,
No vuelve a unirse, ni por grande impera,
Hasta que ocupa, sin rencor ni encono,
De Berenguela y Jaime el áureo trono,
El genio augusto de Isabel Primera.
Grande en su sencillez, es cual la aurora
Que al asomarse, todo lo ilumina;
Humilde en su piedad, cual peregrina
Va al templo en cada triunfo, y reza, y llora;
Nada a su gran espíritu le agobia:
Desbarata en Segovia
La infiel conjuración: libra a Toledo,
Fija de las costumbres la pureza,
El crimen blasonando en la nobleza
Castiga, vindicando al pueblo ibero:
Por todos con el alma bendecida,
Por todos con el alma idolatrada,
Rinde y toma vencida,
Edén de amores, la imperial Granada.
Dejadme que venere
A esa noble mujer... Llegóse un dia
En que un errante loco le pedía,
Ya por todos los reyes desdeñado,
Buscar un hemisferio, que veía
Allá en sus sueños por el mar velado.
No intento escudriñar el pensamiento
Del visionario que a Isabel se humilla.
¿La América es la Antilla
En que soñó Aristóteles? ¿La
Atlántida
Que Platón imagina en su deseo,
Y menciona en su diálogo el Timeo?
¿Escandinavos son los navegantes
Que cinco siglos antes
De que el insigne genovés naciera,
Fijo en Islandia su anhelar profundo,
Al piélago se arrojan animados,
Y son por ruda tempestad lanzados
A la región boreal del Nuevo Mundo?...
¡Yo no lo sé! Se ofusca la memoria
Entre la noche de la edad pasada;
Sólo hay tras esa noche una alborada:
Isabel y Colón: ¡la Fe y la Gloria!
¡Cuántos hondos martirios, cuántas penas
Sufrió Colón! ¡El dolo y la perfidia
Le siguen por doquier! ¡La negra envidia
Al vencedor del mar puso cadenas!
Maldice a Bobadilla y a Espinosa
La humanidad que amamantarlos plugo...
¡El hondo mar con voz estrepitosa
Aun grita maldición para el verdugo!
El mundo descubierto,
A hierro y viva sangre conquistado,
¿Fue solamente un lóbrego desierto?
¿Vive? ¿palpita? ¿crece? ¿ha progresado?
¡Ah sí! Tended la vista... Cien naciones,
Grandes en su riqueza y poderío,
Responden con sonoras pulsaciones
Al eco tosco del acento mío.
El suelo que Cortés airado y fiero,
Holló con planta osada,
Templando lo terrible de su espada
La dulzura y bondad del misionero,
Cual tuvo en Cuauhtemoc, que al mundo asombra
Tuvo después cien héroes: un Hidalgo,
Cuya palabra sempiterna vibra;
Un Morelos, en genio esplendoroso;
¡Un Juárez, el coloso
Que de la Europa y su invasión lo libra!
Bolívar, en Santa Ana y Carabobo,
Y en Ayacucho Sucre, son dos grandes,
Son dos soles de América en la historia,
Que tienen hoy por pedestal de gloria
Las cumbres gigantescas de los Andes.
¡Junín! el solo nombre
De esta epopeya mágica engrandece
El lauro inmarcesible de aquel hombre,
Que un semidiós al combatir parece.
Sucre, Silva, Salom, Córdoba y Flores,
Colombia, Lima, Chile, Venezuela,
En el Olimpo para todos vuela
La eterna fama, y con amor profundo
La ciñe eterna y fúlgida aureola:
¡Gigantes de la América española,
Hoy tenéis por altar al Nuevo Mundo!
Ningún rencor nuestro cariño entraña:
Del Chimborazo, cuya frente baña
El astro que a Colombia vivifica,
A la montaña estrella,
Que frente al mar omnipotente brilla,
Resuena dulce, sonorosa y bella
El habla de Castilla:
Heredamos su arrojo, su fe pura,
Su nobleza bravía.

¡Oh, España! juzgo mengua
Lanzarte insultos con tu propia lengua;
Que no cabe insultar a la hidalguía.
En nombre de Isabel, justa y piadosa,
En nombre de Colón, ningún agravio
Para manchar tu historia esplendorosa
Verás brotar de nuestro humilde labio.
¡A Colón, a Isabel el lauro eterno!
Abra el Olimpo su dorada puerta,
Y ofrezca un trono a su sin par grandeza:
Resuene en nuestros bosques el arrullo
Del aura errante entre doradas pomas:
Las flores en capullo
Denles por grato incienso sus aromas:
El volcán, pebetero soberano,
Arda incesante en blancas aureolas,
Y un himno cadencioso el mar indiano
Murmure eterno con sus verdes olas...
El universo en coro
Con arpas de cristal, con liras de oro,
Al ver a los latinos congregados,
Ensalce ante los pueblos florecientes
Por la América misma libertados,
Aquellos genios, soles esplendentes
De Colón e Isabel, y con profundo
Respeto santo y con amor bendito,
Libre, sereno, eterno, sin segundo,
Resuene sobre el Cosmos este grito:
¡Gloria al descubridor del Nuevo Mundo!
¡Gloria a Isabel, por quien miró cumplida
Su gigantesca empresa soberana!
¡Gloria, en fin, a la tierra prometida,
La libre y virgen tierra americana!
Nicole Lourette Sep 2010
I wasn’t vulnerable to you
I wasn’t hypnotized by your eyes
Your smile did not make me swoon
but I was oblivious to your lies

I had just recently thrown out a delicious cake –

only weeks later I am finding tiramisu,
not exactly in a pastry shop…

but nevertheless it was delectable
unbelievably creamy, with just the right amount of espresso to give it a kick.
Oh how I devoured its luscious flavor,
most people say to eat slowly,
take in every aspect and cherish every bite.

Don’t get me wrong – I usually do…
I try to anyway….
if there’s a fresh made dessert,
and if I’m hungry,
I am going to want it.

Only after having eaten this tiramisu
and licked the plate clean,
did I find out that it was made with spoiled crème…

I should have known.
I’m lactose and tolerant anyway.

It was so good –
unlike anything I had ever had before…

You came out of nowhere,
your charm and personality perfected
after hours of practice.
Well I am sorry to say that it worked.
You won.
******* I hate regrets,
but your game is done.
still, it’s gonna be awhile before I’m over this one.
Vamika Sinha Jul 2015
Wanderer.
From window to window.
Seeking
             something
in different glass scenes
from offices and trains and restaurants.
Like she'll see something or someone
or somebody.
And the world will no longer be
a tilted painting.

Clear spring cold
papers over
the scene of the city of her world.
She's freezing.

There is a cafe at the end of the
road
where sidewalk snow has mingled
with trod-on mud
from commuter's shoes.
It's called
'Les yeux qui voient tout'

She can smell coffee and cigarettes and paper and words
and smiles and wine all the way from Bordeaux.
She sits by the window.

Tendrils of hair cut
across her cheek
as she lowers.
The seat is cold.
Legs crossed,
                       arms clasped,
high-heeled shoes with straps
that cross,
head bent
over a crossword.

'Un cafe au lait, s'il vous plait.'

Last four-letter word pencilled in so
she crumples up the paper.
The eyes don't notice
origami birds dangling above her.
Somehow
they're all angled
towards the glass window
like sunflowers reaching for the sun.
Perhaps the casual
shuttered-open winds
are the birds' oxygen;
reminders that
                          something
like
sky,
air,
wind,
exist, beyond
coffee-smoked counters.
Reminders that
they could breathe, live, fly
in some other city of some other world.

Cup and saucer on a silver platter
hover over.
Idle fingers
and then a clatter.
She stares down into
the white porcelain pit,
teeming with hot brown
                                           alarms.
It isn't a portal
into
       something.
Just a cup of coffee.
Now that is an alarm.

Slow and
                shaking,
drip,
         drip,
                  drip.
The milk is poured.
Curling, italic, Persian carpet spread
from the cup's centre into warm-cream brown.
She imagines it is
blood in her heart.

She raises the little silver teaspoon
napping on the saucer and
stirs.

'Le sucre?'
Does she want it all
to be
sweeter?

Two packets, long like
Marlboros,
hastily, desperately dumped
into the mix.
Quick and
                  shaking,
she raises the little silver teaspoon and
stirs.
Little sugar grains ******
into a vortex,
dissolved and melted into
the city of the world of the cup.

With her little finger, she
dabs
stray sugar grains
on the table
and tries to bring sweetness
to her sleep-thick tongue.

Slow and
                shaking,
sip,
      sip,
            sip.

She's­ tricked herself
into feeling warmth.
Ticker-tape banner
pops up in her head:
'All of this will not
fix you.'

Porcelain clatter
as cup meets saucer.
Again.
She arms herself with
a cigarette case and a book.
Maybe now she will belong
amongst these people
with sad eyes and burning lips,
clinging on to cups and drinks.
So desperately-lit smoke
trails out of
her warm mouth,
steaming up her face
like a window on a cold winter day.
And meanwhile Camus perches
in her hand.

Her eyes swim
in the choppy seas
of French.
The cigarette dangles,
painting the air grey, grey,
tilting, tilting, tilting.
Slow and
                shaking,
she weeps.

Half-aglow in the white sunshine filter
from the glass window,
a woman is wondering.
She drinks her coffee,
wipes her smudged mouth
and leaves.

Nobody notices the wobble
in her high-heeled gait.
She's just a part of
another tilting painting,
another glass scene.

These simple acts,
           simple things,
define
the speaking soul.
In a scene of the city of the world.
It's all a metaphor.
marriegegirl Jul 2014
Il ya seulement deux jours restants dans cette jolie petite année.nous avons eu .et nous célébrons en grand style ici sur SMP Sud-Ouest.Je parle d'un hiver répond photo moderne tournage de certains des meilleurs vendeurs que vous rencontrerez jamais .Pensez Allen Tsai Photographie .Linge de lit BBJ arcs et de flèches à venir ensemble pour un tas de moments magiques de style à la perfection par Keestone événements .Téléchargez votre joli dans la galerie complète .\u003cp\u003eColorsSeasonsWinterSettingsHistoric VenueStylesModernTraditional Elegance

De Keestone événements .Notre objectif était d'avoir quelque chose que vous ne voyez pas souvent dans les mariages d'hiver .The Venue au robes demoiselles d honneur Nord 400 Ervay était l'endroit idéal pour essayer quelque chose de ce genre.car il est situé en plein cœur du centre-ville de Dallas .et dispose d'un toit spectaculaire qui pourrait mettre en valeur les gratte-ciel en toile de fond .Anecdote: C'est également un bureau de poste historique à l'intérieur!

Les couleurs or.argent.champagne et bleu turquoise ont été utilisés pour évoquer ce sentiment d' hiver .Cependant .nous voulions que les fleurs soient en mesure de se tenir debout sur ses propres et d'apporter une pop joyeuse à la création ainsi .Les arcs et les flèches épargné aucune dépense et utilisés pivoines de vol de Nouvelle-Zélande de faire ces arrangements !Personne ne dit un mariage d'hiver doit seulement être faible - il est une occasion joyeuse .après tout!

Nous voulions aussi apporter quelques éléments de la salle extérieur.ce qui a entraîné ES événements enfiler un lustre pour évoquer ce sentiment d' intimité

http://modedomicile.com

et d'élever le réglage en même temps .L' accueil doux venu avec des friandises délicieuses pour le tournage .Ils ont fourni des tireurs de chocolat chaud trempées dans le sucre .macarons avec des flocons de neige sur eux.des petits gâteaux et un simple mais élégant gâteau de mariage deux niveaux de lier le tout.
Ces tireurs de chocolat ne sont utiles aussi!Dallas avait un front froid venu ce jour-là et il gelait en particulier sur ce toit qui vient d'être ajouté à l'authenticité de celui-ci !Nos modèles sont mariés et d'énormes soldats pendant ce temps.La mariée a dû robes demoiselles d honneur avoir son maquillage pour les yeux constamment appliqué de nouveau parce qu'elle déchirait à cause du vent mais vous ne serait jamais en mesure de voir sur les photos !

J'espère vraiment que vous aimez ces images autant que nous faisons .J'espère que vous restez au chaud .aussi bien!

Photographie : Allen Tsai Photographie | Fleurs : arcs et des flèches | Papeterie: Les genoux de l'abeille | Réception Lieu: Le Lieu A robe de soirée grande taille 400 Nord Ervay | Éclairage
zumee Nov 2018
Les mots:
du sucre glace
saupoudré
sur les sommets
de nos pensées.
Déchirement les rideaux,
tomber autour de vos chevilles.
Ouvrez la porte et le laisser entrer,
tomber autour de vos chevilles.
Verser le thé et déposer le sucre,
laisser tomber autour de vos chevilles.
Permettez-moi de gagner, et permettez-moi de perdre,
Je vais tomber autour de vos chevilles.


*ENGLISH TRANSLATION:
Tearing the curtains
fall around your ankles.
Open the door and let him in to
fall around your ankles.
Pour the tea and drop sugar,
let it fall around your ankles.
Let me win, let me lose,
I will fall around your ankles.
Le Juste restait droit sur ses hanches solides :
Un rayon lui dorait l'épaule ; des sueurs
Me prirent : "Tu veux voir rutiler les bolides ?
Et, debout, écouter bourdonner les flueurs
D'astres lactés, et les essaims d'astéroïdes ?

"Par des farces de nuit ton front est épié,
Ô juste ! Il faut gagner un toit. Dis ta prière,
La bouche dans ton drap doucement expié ;
Et si quelque égaré choque ton ostiaire,
Dis : Frère, va plus ****, je suis estropié !"

Et le juste restait debout, dans l'épouvante
Bleuâtre des gazons après le soleil mort :
"Alors, mettrais-tu tes genouillères en vente,
Ô Vieillard ? Pèlerin sacré ! barde d'Armor !
Pleureur des Oliviers ! main que la pitié gante !

"Barbe de la famille et poing de la cité,
Croyant très doux : ô coeur tombé dans les calices,
Majestés et vertus, amour et cécité,
Juste ! plus bête et plus dégoûtant que les lices !
Je suis celui qui souffre et qui s'est révolté !

"Et ça me fait pleurer sur mon ventre, ô stupide,
Et bien rire, l'espoir fameux de ton pardon !
Je suis maudit, tu sais ! je suis soûl, fou, livide,
Ce que tu veux ! Mais va te coucher, voyons donc,
Juste ! je ne veux rien à ton cerveau torpide.

"C'est toi le Juste, enfin, le Juste ! C'est assez !
C'est vrai que ta tendresse et ta raison sereines
Reniflent dans la nuit comme des cétacés,
Que tu te fais proscrire et dégoises des thrènes
Sur d'effroyables becs-de-cane fracassés !

"Et c'est toi l'oeil de Dieu ! le lâche ! Quand les plantes
Froides des pieds divins passeraient sur mon cou,
Tu es lâche ! Ô ton front qui fourmille de lentes !
Socrates et Jésus, Saints et Justes, dégoût !
Respectez le Maudit suprême aux nuits sanglantes !"

J'avais crié cela sur la terre, et la nuit
Calme et blanche occupait les cieux pendant ma fièvre.
Je relevai mon front : le fantôme avait fui,
Emportant l'ironie atroce de ma lèvre...
- Vents nocturnes, venez au Maudit ! Parlez-lui,

Cependant que silencieux sous les pilastres
D'azur, allongeant les comètes et les noeuds
D'univers, remuement énorme sans désastres,
L'ordre, éternel veilleur, rame aux cieux lumineux
Et de sa drague en feu laisse filer les astres !

Ah ! qu'il s'en aille, lui, la gorge cravatée
De honte, ruminant toujours mon ennui, doux
Comme le sucre sur la denture gâtée.
- Tel que la chienne après l'assaut des fiers toutous,
Léchant son flanc d'où pend une entraille emportée.

Qu'il dise charités crasseuses et progrès...
- J'exècre tous ces yeux de Chinois à bedaines,
Puis qui chante : nana, comme un tas d'enfants près
De mourir, idiots doux aux chansons soudaines :
Ô Justes, nous chierons dans vos ventres de grès !
Fable I, Livre V.


« On suivait Paul hier, on le fuit aujourd'hui.
Me direz-vous, monsieur, à quelle circonstance
Il faut imputer l'inconstance
Que le public montre envers lui ? »
Après un moment de silence,
Monsieur l'abbé répond : « Mets d'abord, mets, mon fils,
« Ce bocal sur notre fenêtre.
« Est-il découvert ? - Non. - Découvre-le. - Mon maître,
Il est plein de sirop. - Fais ce que je te dis.
« - Vous en aurez regret. - Peut-être.
« Tu riras si je m'en repens.
« - Ne voyez-vous donc pas quel essaim nous arrive ?
« Voilà déjà plus d'un convive,
« Qui se régale à nos dépens.
« - Il faut que tout le monde vive, »
Répond le sage en souriant.
« Le sucre est un mets très friand ;
« Mais n'est-il fait que pour nos bouches ?
« Et la terre est-elle, entre nous,
« Chiche à ce point d'un mets si doux,
« Qu'on n'en puisse laisser aux mouches ?
« Il nous en reste assez pour toi.
« - Il est vrai. - Quant à Paul, quant à cette injustice
« Dont tu veux savoir le pourquoi,
« Nous en reparlerons ; pour l'instant laisse-moi :
« L'objet vaut qu'on y réfléchisse. »
Cependant autour du bocal
Bourdonne l'essaim parasite,
Et, comme à qui mieux mieux, chacun s'y précipite :
Si vaste qu'elle soit, la panse de cristal
Pour tant de commensaux bientôt est trop petite.
Ce spectacle amusa l'écolier jusqu'au soir.
N'ayant alors plus rien à voir,
Il reprit son propos. « - Un peu de patience.
« Est-ce en un jour, mon fils, que l'on peut tout savoir
« Demain peut-être, grâce à notre expérience,
« En dirai-je un peu plus. » De crainte d'accident,
L'enfant veut recouvrir le vase en attendant.
Mais notre précepteur autrement en décide.
Il avait ses raisons. Le sirop cependant,
De doux qu'il fut, devient acide.
Plus matinal que le soleil,
Notre écolier à son réveil
De courir au bocal. Mais quelle est sa surprise !
Il ne retrouve, au lieu de ce peuple goulu,
Q'une mouche confite, et qui, comme à la glu,
Dans le sucre se trouvait prise.
« D'où provient tout ce changement ?
« - Du motif qui, dans ce moment,
**** du malheureux Paul écarte tous les hommes.
« Les mouches, les amis dans le temps où nous sommes
« Se ressemblent plus qu'on ne croit.
« Cet essaim qui croît ou décroît,
« Suivant que la liqueur est plus douce ou plus aigre,
« T'apprend ce qu'entre humains parfois nous éprouvons,
« Suivant que le sort verse au vase où nous buvons,
« Ou du sirop, ou du vinaigre. »
Partout s'étalait, se répandait, s'ébaudissait le peuple en vacances. C'était une de ces solennités sur lesquelles, pendant un long temps, comptent les saltimbanques, les faiseurs de tours, les montreurs d'animaux et les boutiquiers ambulants, pour compenser les mauvais temps de l'année.

En ces jours-là il me semble que le peuple oublie tout, la douleur et le travail ; il devient pareil aux enfants. Pour les petits c'est un jour de congé, c'est l'horreur de l'école renvoyée à vingt-quatre heures. Pour les grands c'est un armistice conclu avec les puissances malfaisantes de la vie, un répit dans la contention et la lutte universelles.

L'homme du monde lui-même et l'homme occupé de travaux spirituels échappent difficilement à l'influence de ce jubilé populaire. Ils absorbent, sans le vouloir, leur part de cette atmosphère d'insouciance. Pour moi, je ne manque jamais, en vrai Parisien, de passer la ***** de toutes les baraques qui se pavanent à ces époques solennelles.

Elles se faisaient, en vérité, une concurrence formidable : elles piaillaient, beuglaient, hurlaient. C'était un mélange de cris, de détonations de cuivre et d'explosions de fusées. Les queues-rouges et les Jocrisses convulsaient les traits de leurs visages basanés, racornis par le vent, la pluie et le soleil ; ils lançaient, avec l'aplomb des comédiens sûrs de leurs effets, des bons mots et des plaisanteries d'un comique solide et lourd comme celui de Molière. Les Hercules, fiers de l'énormité de leurs membres, sans front et sans crâne, comme les orang-outangs, se prélassaient majestueusement sous les maillots lavés la veille pour la circonstance. Les danseuses, belles comme des fées ou des princesses, sautaient et cabriolaient sous le feu des lanternes qui remplissaient leurs jupes d'étincelles.

Tout n'était que lumière, poussière, cris, joie, tumulte ; les uns dépensaient, les autres gagnaient, les uns et les autres également joyeux. Les enfants se suspendaient aux jupons de leurs mères pour obtenir quelque bâton de sucre, ou montaient sur les épaules de leurs pères pour mieux voir un escamoteur éblouissant comme un dieu. Et partout circulait, dominant tous les parfums, une odeur de friture qui était comme l'encens de cette fête.

Au bout, à l'extrême bout de la rangée de baraques, comme si, honteux, il s'était exilé lui-même de toutes ces splendeurs, je vis un pauvre saltimbanque, voûté, caduc, décrépit, une ruine d'homme, adossé contre un des poteaux de sa cahute ; une cahute plus misérable que celle du sauvage le plus abruti, et dont deux bouts de chandelles, coulants et fumants, éclairaient trop bien encore la détresse.

Partout la joie, le gain, la débauche ; partout la certitude du pain pour les lendemains ; partout l'explosion frénétique de la vitalité. Ici la misère absolue, la misère affublée, pour comble d'horreur, de haillons comiques, où la nécessité, bien plus que l'art, avait introduit le contraste. Il ne riait pas, le misérable ! Il ne pleurait pas, il ne dansait pas, il ne gesticulait pas, il ne criait pas ; il ne chantait aucune chanson, ni gaie ni lamentable, il n'implorait pas. Il était muet et immobile. Il avait renoncé, il avait abdiqué. Sa destinée était faite.

Mais quel regard profond, inoubliable, il promenait sur la foule et les lumières, dont le flot mouvant s'arrêtait à quelques pas de sa répulsive misère ! Je sentis ma gorge serrée par la main terrible de l'hystérie, et il me sembla que mes regards étaient offusqués par ces larmes rebelles qui ne veulent pas tomber.

Que faire ? À quoi bon demander à l'infortuné quelle curiosité, quelle merveille il avait à montrer dans ces ténèbres puantes, derrière son rideau déchiqueté ? En vérité, je n'osais ; et, dût la raison de ma timidité vous faire rire, j'avouerai que je craignais de l'humilier. Enfin, je venais de me résoudre à déposer en passant quelque argent sur une de ses planches, espérant qu'il devinerait mon intention, quand un grand reflux de peuple, causé par je ne sais quel trouble, m'entraîna **** de lui.

Et, m'en retournant, obsédé par cette vision, je cherchai à analyser ma soudaine douleur, et je me dis : Je viens de voir l'image du vieil homme de lettres qui a survécu à la génération dont il fut le brillant amuseur ; du vieux poëte sans amis, sans famille, sans enfants, dégradé par sa misère et par l'ingratitude publique, et dans la baraque de qui le monde oublieux ne veut plus entrer !
amante Mar 2019
fluffy cream, beaten egg whites,
powdered sucre, brown and white,
mix it in a bowl, made from the wood of cupid's bow,
add in all your true feelings, affection, and hope,
and soon you'll have a sweet that makes you feel like you can float !
Evan Stephens Jun 2019
Ange rebelle
voyageur, nomade
le sucre dans vie:
pour vous, je fabrique des lustres -
j'écris des centaines de poèmes
qui éclaire l'été en noir.
Je regarde tes peintures
et je rends grâce aux esprits vaudous.
La rue pleure la nuit sans toi.
Le ciel va dans un sens.
La rivière l'autre.
Ange Nomade,
mon coeur va dans tes mains
si proprement.

"Rebel angel,
traveller, nomad,
the sugar in life:
for you I make chandeliers -
I write hundreds of poems
that illuminate the summer in black.
I gaze at your paintings
and give thanks to voodoo spirits.
The street cries at night without you.
The sky runs one way.
The river the other.
Nomad angel,
my heart fits inside your hands
so neatly."
for Ece
Mords-moi, ma Muse
Pince ton Musc
Crie ta rage
Cours **** de moi
Griffe-moi
Pleure, grogne, hurle
Débats-toi
Je suis là pour ça
Je suis là pour toi
Pour que tu puisses vivre ton monde
A ta guise
Pour que tu puisses danser comme une veuve joyeuse
Et rire aux éclats quand ça te chante
Je suis ton ombre thérapeutique
Ton ombre thérapeutique
Ton ombre thérapeutique

Gribouille sur mon corps
Tes rêves indescriptibles
Tes cauchemars imperceptibles
Prends la craie ou l'encre de Chine
Dessine-moi Pierrot et Colombine
Et barbouille-moi de Pinot blanc
Ou barbouille-toi de Pinot noir
Ou barbouille-nous de Cabernet Sauvignon
Qui coulent comme des fleuves où flottent
D'étranges gargouilles mélancoliques.
Je suis ton ombre thérapeutique
Tu fais rugir l'animal féroce et sauvage
Qui sommeille au fond de moi
Tu fais le musc monter en moi
Et il faut que je me domine
Quand le musc entre en rut
Au fond de la Muse.

Quand tu commences ton cirque
Quand ta tête tourne tourne tourne
Sous les pieds des otaries géantes
C'est moi qui bois du vin clairet
Du sylvaner ou du gewurtstraminer
Quand tu fais l 'éléphant et que tu barris
A la vue d'un sucre ou d'un café nu
Je me ressers un verre de prosecco italien
Et je me rince la gorge avec un dé d'eau de vie de mirabelle
Quand tu me lacères de ton fouet
Pour dompter les tigres de Bengale
Qui jonglent à travers les lacs de tes yeux
Je vide une bonne bouteille de Bologne
Et je suce la cuillère de sirop de batterie
Mélangé au citron vert
Quand ton regard se fige
Et qu'immobile comme une chatte tu restes à l'arrêt
Je me transforme en pelote de laine
Et je me balance sous tes yeux comme un pendule
A droite à gauche
A droite à gauche
Et je sais que tu attends que le coucou sorte à l'heure
Du fond de sa cage au fond de l'horloge
Et qu'il plonge dans tes eaux
Car je suis ton ombre thérapeutique
Ton ombre thérapeutique
Ton ombre thérapeutique
Laisse-moi respirer longtemps, longtemps, l'odeur de tes cheveux, y plonger tout mon visage, comme un homme altéré dans l'eau d'une source, et les agiter avec ma main comme un mouchoir odorant, pour secouer des souvenirs dans l'air.

Si tu pouvais savoir tout ce que je vois ! tout ce que je sens ! tout ce que j'entends dans tes cheveux ! Mon âme voyage sur le parfum comme l'âme des autres hommes sur la musique.

Tes cheveux contiennent tout un rêve, plein de voilures et de mâtures ; ils contiennent de grandes mers dont les moussons me portent vers de charmants climats, où l'espace est plus bleu et plus profond, où l'atmosphère est parfumée par les fruits, par les feuilles et par la peau humaine.

Dans l'océan de ta chevelure, j'entrevois un port fourmillant de chants mélancoliques, d'hommes vigoureux de toutes nations et de navires de toutes formes découpant leurs architectures fines et compliquées sur un ciel immense où se prélasse l'éternelle chaleur.

Dans les caresses de ta chevelure, je retrouve les langueurs des longues heures passées sur un divan, dans la chambre d'un beau navire, bercées par le roulis imperceptible du port, entre les pots de fleurs et les gargoulettes rafraîchissantes.

Dans l'ardent foyer de ta chevelure, je respire l'odeur du tabac mêlé à l'***** et au sucre ; dans la nuit de ta chevelure, je vois resplendir l'infini de l'azur tropical ; sur les rivages duvetés de ta chevelure je m'enivre des odeurs combinées du goudron, du musc et de l'huile de coco.

Laisse-moi mordre longtemps tes tresses lourdes et noires. Quand je mordille tes cheveux élastiques et rebelles, il me semble que je mange des souvenirs.
L'agneau cherche l'amère bruyère,
C'est le sel et non le sucre qu'il préfère,
Son pas fait le bruit d'une averse sur la poussière.

Quand il veut un but, rien ne l'arrête,
Brusque, il fonce avec de grands coups de sa tête,
Puis il bêle vers sa mère accourue inquiète...

Agneau de Dieu, qui sauves les hommes,
Agneau de Dieu, qui nous comptes et nous nommes,
Agneau de Dieu, vois, prends pitié de ce que nous sommes.

Donne-nous la paix et non la guerre,
Ô l'agneau terrible en ta juste colère.
Ô toi, seul Agneau, Dieu le seul fils de Dieu le Père.
Ma Dame ne donne pas
Des baisers, mais des appas
Qui seuls nourrissent mon âme,
Les biens dont les Dieux sont sous,
Du Nectar, du sucre doux,
De la cannelle et du bâme (1),

Du thym, du lis, de la rose,
Entre les lèvres écloses
Fleurante en toutes saisons,
Et du miel tel qu'en Hymette (2)
La desrobe-fleur avette
Remplit ses douces maisons.

O dieux, que j'ai de plaisir
Quand je sens mon col saisir
De ses bras en mainte sorte !
Sur moi se laissant courber,
D'yeux clos je la vois tomber
Sur mon sein à demi-morte.

Puis mettant la bouche sienne
Tout à plat dessus la mienne,
Me mord et je la remords :
Je lui darde, elle me darde
Sa languette frétillarde,
Puis en ses bras je m'endors.

D'un baiser mignard et long
Me resuce l'âme adonc (3),
Puis en soufflant la repousse,
La resuce encore un coup,
La ressoude (4) tout à coup
Avec son haleine douce.

Tout ainsi les colombelles
Trémoussant un peu des ailes
Avidement se vont baisant,
Après que l'oiseuse glace
A quitté la froide place
Au Printemps doux et plaisant.

Hélas! mais tempère un peu
Les biens dont je suis repu,
Tempère un peu ma liesse (5) :
Tu me ferais immortel.
Hé ! je ne veux être tel
Si tu n'es aussi Déesse.


1. Bâme : Baume parfumé très agréable.
2. Hymette : Le mont Hymette est un massif grec connu pour son miel.
3. Adonc : En ce moment, alors.
4. Ressoude : Se réunir, être soudé ensemble.
5. Liesse : Joie.
Aditya Roy Jul 2019
The aggressors can't be named if the service is forever
The version of your story is just lip-servicing
Equating the flexing flight of the mind, reeling in your doubts
The ebony and ivory of the piano man speakers, ringing the terse team of bandleaders in the sociable house
Gustave Flaubert lemme leave like the wind, inert in the auberge
Submerged condo, semaphoring in this serious veritable wine
The train of the trident offal rises to the shore, the smoldering
The effect of the fact of the scientific fact
The temerity of the fruitcake turned out to be an eggbox
Short of the 3 rotten eggs, I broke the rest of my cracks in the yonder China's
China's is churning out the Russian socialist revolution
Keeping all your eggs in another basket for you, trade unionizing
Unionizing, the humble job of the little free and the trees and the dated deeds
I'm sure your history correct, and the ***** statues look nice to your buildings
Monumental tragedy, the system of the ideological home of the Lord
The tocsin of a couple of sins, in the alarm-clock dream
The nun summed up my sins in one
Sell out of the sucre of the embarrassing crowd of faux pas behavior
The demeanor of the surreptitious invaders, guilt-ridden
The trill and striding ruse, that can criminally break principles
The women represent the principle of hating God
Men represent revelry in his love
An earring of six figures puts them in the same dour story
Let's not get sour about the salty crisps, scouse accent out of the south
De un gran «Te Deum» era el fausto día:
Bolívar, Santander, Sucre adelante,
Y con rico uniforme el «***** Infante»,
El primer uniforme que lucía.

En su sillón, nervioso se veía,
Y el sudor inundábale el semblante;
Y era tal su inquietud en ese instante
Que casi desmayarse parecía.

«¿Qué tendrá?» preguntaban, él, valiente,
Él, que en todo combate al ver al frente
A un español, le grita: «¡Cepos quedos!»

Y cuando estaba el Arzobispo alzando,
Ambas botas quitose murmurando:
«La libertad es buena hasta en los dedos».
À la barrière de l'étoile,
Un saltimbanque malfaisant
Dressait dans sa baraque en toile
Un chien de six mois fort plaisant.

Ce caniche, qui faisait rire
Le public au seuil rassemblé,
Était en conscrit de l'empire
Misérablement affublé.

Coiffé d'un bonnet de police,
Il restait là, fusil au flanc,
Debout, les jambes au supplice
Dans un piteux pantalon blanc ;

Le dos sous sa guenille bleue,
Il tentait un regard vainqueur,
Mais l'anxiété de sa queue
Trahissait l'état de son cœur.

Quand, las de sa fausse posture,
Le pauvre petit chien savant
Retombait, selon la nature,
Sur ses deux pattes de devant,

Il recevait une âpre insulte
Avec un lâche coup de fouet.
Mais, digne sous son poil inculte,
Sans crier il se secouait ;

Tandis qu'il étreignait son arme
Sous les horions sans broncher,
S'il se sentait poindre une larme,
Il s'efforçait de la lécher.

Ce qu'on trouvait surtout risible,
Et ce que j'admirais beaucoup,
C'est qu'il avait l'air plus sensible
Au reproche qu'au mauvais coup.

Son maître, pour sa part de lucre,
Lui posait sur le bout du nez
De vacillants morceaux de sucre,
Plus souvent promis que donnés.

Touché de voir dans ce novice
Tant de vrai zèle à si bas prix,
Quand, à la fin de son service,
Il rompit les rangs, je le pris.

Or, comme je tenais la bête
Par les oreilles, des deux mains,
L'élevant à hauteur de tête
Pour lire en ses yeux presque humains,

L'expression m'en parut double,
J'y sentais deux soucis jumeaux,
Comme dans l'histrion que trouble
L'obsession de ses vrais maux.

Un génie excédant sa taille
Me semblait étouffer en lui,
Et, du vieil habit de bataille,
Forcer le dérisoire étui.

Et j'eus l'illusion fantasque
Que, par les yeux de ce roquet,
Comme à travers les trous d'un masque,
Un regard d'homme m'invoquait...

Cet étrange regard fut cause,
J'en fais aux esprits forts l'aveu,
Qu'ami de la métempsycose,
En ce moment j'y crus un peu.

Mais bientôt, raillant le prodige :
« Ce bonnet, ce frac suranné,
Serait-ce, pauvre chien, lui dis-je,
Une géhenne de damné ? »

Lors j'ouïs une voix pareille
À quelque soupir m'effleurant,
Qui semblait me dire à l'oreille :
« Oui, plains-moi, j'étais conquérant. »
III.

J'ai vu comment, d'une patte,
En ce siècle sans pareil,
On épouse un cul-de-jatte,
Et de l'autre, le soleil.

J'ai vu comment grince et rôde,
**** des pages polissons,
L'auteur valet qui maraude
Des rimes dans les buissons.

Ces poètes à rhingraves  
Étaient hautains et hideux ;
C'étaient des Triboulets graves ;
Ils chantaient ; et chacun d'eux,

Pourvu d'un honnête lucre,
De sa splendeur émaillait
Le Parnasse en pain de sucre
Fait par Titon du Tillet.

Ces êtres, tordant la bouche,
Jetant leurs voix en éclats,
Prenaient un air très farouche
Pour faire des vers très plats.

Dans Marly qui les tolère,
Ils marchaient hagards, nerveux,
Les poings crispés, l'oeil colère,
Leur phrase dans leurs cheveux.

À Lavallière boiteuse
Ils donnaient Chypre et Paphos ;
Et leur phrase était menteuse,
Et leurs cheveux étaient faux.
Le Juste restait droit sur ses hanches solides :
Un rayon lui dorait l'épaule ; des sueurs
Me prirent : "Tu veux voir rutiler les bolides ?
Et, debout, écouter bourdonner les flueurs
D'astres lactés, et les essaims d'astéroïdes ?

"Par des farces de nuit ton front est épié,
Ô juste ! Il faut gagner un toit. Dis ta prière,
La bouche dans ton drap doucement expié ;
Et si quelque égaré choque ton ostiaire,
Dis : Frère, va plus ****, je suis estropié !"

Et le juste restait debout, dans l'épouvante
Bleuâtre des gazons après le soleil mort :
"Alors, mettrais-tu tes genouillères en vente,
Ô Vieillard ? Pèlerin sacré ! barde d'Armor !
Pleureur des Oliviers ! main que la pitié gante !

"Barbe de la famille et poing de la cité,
Croyant très doux : ô coeur tombé dans les calices,
Majestés et vertus, amour et cécité,
Juste ! plus bête et plus dégoûtant que les lices !
Je suis celui qui souffre et qui s'est révolté !

"Et ça me fait pleurer sur mon ventre, ô stupide,
Et bien rire, l'espoir fameux de ton pardon !
Je suis maudit, tu sais ! je suis soûl, fou, livide,
Ce que tu veux ! Mais va te coucher, voyons donc,
Juste ! je ne veux rien à ton cerveau torpide.

"C'est toi le Juste, enfin, le Juste ! C'est assez !
C'est vrai que ta tendresse et ta raison sereines
Reniflent dans la nuit comme des cétacés,
Que tu te fais proscrire et dégoises des thrènes
Sur d'effroyables becs-de-cane fracassés !

"Et c'est toi l'oeil de Dieu ! le lâche ! Quand les plantes
Froides des pieds divins passeraient sur mon cou,
Tu es lâche ! Ô ton front qui fourmille de lentes !
Socrates et Jésus, Saints et Justes, dégoût !
Respectez le Maudit suprême aux nuits sanglantes !"

J'avais crié cela sur la terre, et la nuit
Calme et blanche occupait les cieux pendant ma fièvre.
Je relevai mon front : le fantôme avait fui,
Emportant l'ironie atroce de ma lèvre...
- Vents nocturnes, venez au Maudit ! Parlez-lui,

Cependant que silencieux sous les pilastres
D'azur, allongeant les comètes et les noeuds
D'univers, remuement énorme sans désastres,
L'ordre, éternel veilleur, rame aux cieux lumineux
Et de sa drague en feu laisse filer les astres !

Ah ! qu'il s'en aille, lui, la gorge cravatée
De honte, ruminant toujours mon ennui, doux
Comme le sucre sur la denture gâtée.
- Tel que la chienne après l'assaut des fiers toutous,
Léchant son flanc d'où pend une entraille emportée.

Qu'il dise charités crasseuses et progrès...
- J'exècre tous ces yeux de Chinois à bedaines,
Puis qui chante : nana, comme un tas d'enfants près
De mourir, idiots doux aux chansons soudaines :
Ô Justes, nous chierons dans vos ventres de grès !
Et si sain de corps et d'esprit
Je donnais mon coeur à ta science ?
Par quoi commencerais-tu?
Me dissèquerais-tu à distance
En fredonnant
Au bistouri électronique
Sans gants et sans masque
Et sans anesthésie ?
Ou me mettrais-tu sous sérum
Pour recueillir mon consentement
LIBRE ET ÉCLAIRÉ
Avant d'opérer à coeur ouvert
De sang-froid, sans assistance ?

Et une fois prélevé ce coeur battant
Le conserverais-tu vitam aeternam
Dans le formol ou l 'azote liquide ?

Ou alors carrément la neige carbonique ?

Et si d'aventure tu procédais à la greffe
De mes veines et artères
Au C.H.U. de l'au-delà des mers
Me transplanterais-tu
Par avion sanitaire
Jusqu'à ce cocotier patient
Où repose depuis des lustres
Mon nombril séché ?

Si et seulement si c 'était toi la chirurgienne
Permets que je formule un voeu :
Prépare-moi avant l 'acte
Juste un plat fêté de riz galanga, pâtes, gombos
Et coquilles Saint-Jacques
Bien assaisonnées.
Non, merci, c'est gentil, mais pas de dessert !
Juste un dernier petit café pour la route
Avec un sucre de sourire-poème
Au goût de carotte et de pêche.
Aditya Roy Jul 2019
Mendaciousness amiss, my teenage
Fillibuster, towards my frescoed haired fray

Etude and capricious aria fawning in veritable aversion
Casting aspersions, with much alacrity

Surreptitiously digresses whilst crescendoing sucre sedulousness
Aspirations forced with petulance and force Carpe Omnia, rather jejune

Creedence clearwater crepuscular Crimean wars, perfunctory indeed
Katydids antediluvian lintels limit ospreys that fly across desires of frost

Dry dreary doth dubious dolorous dunes do much, take me too
Destined to dream beyond dimly lit dimes that count as time
Desired ecosystem
A Friend Sep 2021
Eh oui, c’est la dure réalité …

(The oceans are full of plastic)

Pouvez-vous m’aider?

(I could write about wars but which one?)

Ça te dit ?

(I use my passions as a form of escapism)

Faut pas casser du sucre sur le dos de quelqu'un!

(Is the sun exploding? Are workers being paid?)

Il faut croquer la vie à pleines dents.

(Am I ungrateful to want more?)

— The End —