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I

Temblaban las manos, sudorosas a la temperatura,
se quebraban las piernas del suspense
mientras te veía caminar hacia mí.

Me detengo con el tiempo sin asegurar mi aliento
y me ahogo en el desasosiego de la espera,
los pasos cada vez más lentos,
siento las gotas de mis manos caer,
mis músculos titilar impacientes a tu llegada.

El verde hacia énfasis ese día,
lubricando mi pupila agitada.
El jardín de concreto nos presentó
de forma súbita,
y ahí, en ese lugar, te vi;
destruyendo cada partícula de temor
y volviéndome el alma y el color.

II

Las curvas que tomamos fueron insignificantes
comparadas a tu silueta esplendorosa.
Era inconsciente de todo lo que me rodeaba
pero tu presencia - aunque no tangible-
ya la reconocía y me sentía en curiosa paz.

Éramos niñas exaltadas en el momento,
turbadas por las miradas, los roces inocentes,
las risas nerviosas y los besos en el cuello.
Esperando, como nos es costumbre,
el instante previo.

Ese con el que tanto jugamos y evadimos
buscando ser perfecto,
pero la perfección no existe si no es de tus labios
que buscaron los míos sin importar el lance
y se adentraron en la ternura
haciendo paréntesis entre lugar,
dejándonos libres de los sentidos,
esos que nos distraen de nuestra causa.

III

Tu mirada entra en mí
como torrente de río bravo,
golpeándome con tus emociones
y haciendo las mía paralelas a las tuyas.

No hubo descanso alguno de mis ojos
desde ese instante, diligentes ante ti,
esperando cada movimiento, cada facción
de tu cara dulce.

Son anestesia tus manos sobre las mías,
tan suaves y delicadas,
fuertes y femeninas
que me tomaban como suya.

Cada palabra saliente de tu boca
eran milagros hechos de diosa,
retronando en mi cabeza
expandiéndola y haciéndome entender
la vida entre oraciones.

IV

Nunca presté atención a nada,
no recuerdo ningún rostro,
ni las palabras dichas esa noche.

Pasaba los minutos luchando,
esforzándome por mirar otra cosa
que no fuera tuya,
estar atenta, estar dócil,
calmando mi deseo mientras se acercaba el momento.
Estaba hipnotizada bajo tu aura,
tu presencia sobresaliente ante todo.

Tu mano siempre tomando la mía,
mi mano que se escapaba a tu pierna,
las personas hablando,
y yo escuchando nada.
"Vamos, vamos", pensaba repetidas veces,
intentando mantener mi compostura.
"Vamos, vamos", me dijiste o lo creí.

V

Desaparece la espera que me agota,
el cansancio que cerraba mis ojos por inercia,
para abrirse en su totalidad
admirando la belleza que expones.

Mientras bajan tus prendas,
subo a la búsqueda nerviosa de tus senos
que se encuentran primero con mi boca
y tus manos descubriendo mi espalda.

Ya había estado ahí,
presagio divino de la prórroga
que me hizo conocer tu olor,
tu sabor, tu esencia antes del acercamiento.

¡Qué desasosiego glorioso!
encontrarme entre tus piernas,
suicidio impetuoso de mi cuerpo
acabando en los mares de tus ganas.

VI

Se hacen las caricias infinitas en la noche
y se dejan entrar las luces
logrando iluminar la figura de tu cuerpo
sobre mío titilando.

Siento de nuevo las gotas de mis manos caer,
mis dedos se inundan en la complejidad de tu mares                                                           y puedo  sentir tu fuerza desintegrarse
perder tu mirada al vació,
oír tus sonatas acoplarse
mientras suenan venideros tus te amo
con los míos, se unen
dejándome incapaz de respirar
anegándome en suspiros.

Qué delicado tu pecho latiendo,                                                                                 el olor de tu cabello denso,                        
tus labios rojos cargados de los míos.                
El camino asomó tu esplendor                                  
y el azul cielo, me compensa…

VII

… Sin embargo pienso que tu rostro
-con todas sus expresiones- es más solemne
que las montañas que te rodean.
Que son más cálidas las paredes de tu interior
a la lava ardiente.

Invencible te miro un segundo
y al siguiente, débil,
tus ojos cerrados hacen juego con tu desnudez
y tus labios enaltecen los míos.

El largo de tus piernas son la ruptura del tiempo
dejando cicatrices desobedientes
y marcando un canon en mis quimeras.
Sigo la teoría de los mares;
arropan nuestras tierras
y me dispongo a imitarlos
arropando tus males.

VIII

Soy partidaria de la soledad,
de los espacios y del silencio
pero soy entusiasta de tu compañía,
de tus sonrisas suaves,
las conversaciones ajenas a lo serio
y las que se tornan formales.

Todas con el mismo fin;
marcar tus mejillas de sonrisas concluyentes.
Así se reducen los minutos
y volvemos a esperar,
esta vez a que termine
para seguir tenaces en la misma acción,
aguardar al momento del encuentro.

Reincidir en la ventura, que con él,
siempre nos alivia.

IX

Es fácil admirar tus gustos de erudita
y tan difícil dejarte ir.
Fácil la atracción de nuestras peculiaridades
y tan difícil soltarte.

Tan fácil aprender de ti y callarme
y tan difícil la espera.
Son verdaderos los momentos
y mentira el tiempo.

Reconstruyo los lugares
y te pierdes en sus caudales.
Tanto me lleve de ti
y tanto de mí se quedó contigo.

Recupero alientos mientras me alejo
y ya las montañas tan pequeñas se ven,
como hormigas claras y cómplices.

X

Hubo una vez un muro separando a los amantes,
desgarrándoles la cercanía pero nunca el deseo.
Estuvo y era tan frío que hería los pulmones,
esos con los que respiraban el aire del querido
y que ahogaban de desesperanza a aquél que esperaba.

Hubo una vez media república, separando nuestros cuerpos
pero no nuestras ideas.
Castigos de caminos largos por el llano o las favelas
que nacieron equívocos, erróneos
pero que no desune nuestra esencia.

Miles de infortunios puede haber
a lo largo de la existencia,
severos climas que acrecienten el temor
pero ninguno calcinará nuestro credo.

El concreto cae para convertirse en trenes
que nos adentran a la longevidad.
No importa el medio,
el encuentro es certero y perenne,
y los amantes eternos.
Nis Jun 2018
Entre escaques de cristal
perdida está mi alma
entre el azabache y el mármol
mi atontado corazón se halla.

Ven a mí rey de marfil
y libérame de esta desventura.
Corre reina de caoba,
necesito tu abrazo en esta hora.

Venid a mi, oh piezas de cristal,
pues entre escaques me hallo
y sólo vosotras sabéis
cómo encontrarme.

Y sólo vosotras sabéis
cómo he de encontrarme,
cómo he de ubicarme.
Entre la caoba y el marfil,
entre los escaques en que me hallo.

//

Between cristal squares
lost is my soul
among black amber and marble
my numbed heart is found.

Come to me ivory king
and free me from my misfortune.
Run mahogany queen,
I need your hug this hour.

Come to me, oh cristal piezes,
for among squares I am found
and only you know,
how to find me.

And only you know
how I shall find me,
how I shall locate me.
Among mahogany and ivory,
among the squares I am found.
I couldn't find a good replacement for "escaque", which means "chessboard square" so I just put square.
Natalia Rivera Dec 2015
Siempre he sabido encontrarme
En distintos lugares.
Por arriba en las montañas,
Volando como una cometa.
O por abajo en el mar,
Entre arrecifes y corales.
En lo verde de la pradera,
Y en lo gris de la lluvia.
Pero ayer me encontré
Entre las costuras de su boca.
Fui meticulosamente desvestida
Por una creación divina.
Embriagada por el aroma de su pelo,
Seducida por su sonrisa divertida.
Alocada por el color de su corteza.
Allí me encontré y me proclamo su diosa.
Yo, una chaparra de cabellos alborotados,
Un par de ojos verdes, un cuaderno con garabatos
Y con una historia que contar.
Un sábado en la noche, aquella alma me escucho
Y de paso, me desnudo el alma.
Beso cada detalle de mi complexión,
Hizo un himno con mi nombre.
Se unió en un pacto de cuerpos
Y el pago venia en orgasmos.
Aquel sábado me encontré
Cuando me proclamo su diosa,
Y al terminar se quedó.
Sputnik Andrade Jul 2013
Tal vez soy un pedazo de madera.

Un tronco que antaño fue encina, y ahora es nada más un pedazo del todo que me componía. Las agujas del pino que sigue en pie me caen en la cara, se sienten como arañas, pero son agujas que el pino deja caer sin mala intención. Las bellotas y las piñas de mis hermanos gigantes rebotan en medio de la noche. Caen miserables como yo yazgo miserable. Se cubren de tierra como yo me cubro de tierra. Y guardan silencio.

Tal vez soy una avenida en silencio.

Pavimento apaciguado y asfalto abandonado. Las pezuñas tranquilas de un venado pródigo me acarician por un momento, un brevísimo momento, el momento en que cruza de un campo a otro, de una arboleda a la otra, de ese mundo a mi izquierda y de ese otro a mi derecha. El frío cala hasta los huesos, las piernas se mueven ligeras mientras huyen de la luz; me extiendo ancha y larga como una carretera. Izquierda y derecha.

Tal vez, y esto es más factible, soy una decisión.

Me desdoblo en múltiples ramificaciones, opciones, alternativas, dilemas; me encuentro en una encrucijada para después encontrarme frente a otra encrucijada. Mi elección, en el primer segundo de que es pensada, me desarma y me vuelve a armar. Las piezas parecen estar en el mismo lugar pero no lo están. Mi pie, el primero en adelantarse, ya no me pertenece; mi mano se entrega a ese nuevo mundo sin miedo, y mis codos, mis rodillas, la nuca helada. La casi-luna ampara mi marcha.

Pero más seguramente soy solamente el cielo nocturno.

Aparentes pequeños puntos rutilantes, aparentes nubes quietas, aparente Luna Llena; un lienzo de apariencias, de tonalidades difuminadas, nunca de colores concretos, un manto oscurecido por las mentiras, por las verdades calladas, que se dicen en susurros a un centímetro de la oreja pero que se confunden con el sonido del viento, con las hojas de las árboles que bailan, con las nubes que corren febriles. Soy un sólo ojo atento. Siempre muy abierto. Soy el testigo del tronco de encina que abre los ojos y me mira, de la avenida aplastada por el mutismo, de las decisiones que se formulan detrás de los pulmones y no en la boca.

Y hablan todos: “Y la única sensación era el peso del cielo en mi frente. Te preguntaba que era todo aquello y me respondías con una quieta mirada.”

“No siento,” decían, “pero me muerdo los labios”.
Adrián Poveda Feb 2016
Ojalá todo fuera un circulo que vuelve a girar, así podría hacerme de sus oídos de nuevo y decirle querida dama que fui nefasto, de cierto modo tuve miedo, sus ojos esquivos turbaron mi cabeza y un laberinto imaginario caminé, un laberinto entre su cabello rizado a mano y sus expresiones extrañas , sus ganas de no perseguirme a pesar de haber robado su mochila y de haberla hecho esperar en aquel lugar cerrado, le aseguro que su abrigo gris de aquel día no solo guardaba su cuerpo del frío sino que también supo mágicamente envolverme de calor sin tocarme;

y aquellos besos que siempre quiso y que yo también quedaron afuera del café, pero no intente recogerlos tal vez alguien ya los pisó,  o alguien que pasó por ahí se nos robó las ganas de un beso, de explotar.

Admito sin lugar a dudas que hice que perdiera el tiempo fijándose en mí, pero le confieso que no era yo, o era un yo que no pudo ver ni sentir,

El tiempo pasa y los pesares se vuelven más pesados, en mi caso le agradezco por que fue la paciencia que necesité para encontrarme envuelto en su laberinto, solo lamento que hoy la paciencia se ha terminado.
Copyright © 2016 Adrián Poveda All Rights Reserved
A lo fugaz perpetuo
y sus hipoteseres
a la deriva al vértigo
al sublatir al máximo las reverberalíbido
al desensueño al alba a los cornubios dime sin titilar por ímpetu de bumerang de encelo
de gravitante acólito de tanto móvil tránsfuga cocoterráqueo efímero
y otros ripios del tránsito
meditaturbio exóvulo
espiritado en Virgo en decúbito en trance en aluvión de incógnitas
con más de un muerto huésped rondando la infraniebla del dédalo encefálico
junto a precoces ceros esterosentes dime al codeleite mudo del mimo mimo mixto
al desmelar los senos
o al trasvestirme de ola de sótano de ausencia de caminos de pájaros que lindan con la infancia
animamantemente me di por dar por tara por vocación de dado
por hacer noche solo entre amantes fogatas desinhalar lo hueco y encontrarme inhallable
hora tras otra lacra más y más cavernoso
menos volátil paria
más total seudo apoeta con esqueleto topo y suspensivas nueces de apetencias atávicas
al azar dime al gusto a las adultas menguas a las escleropsiquis
al romo tedio al pasmo al exprimir las equis a la veinteava esencia
y degustar los filtros del desencantamiento
o revertir mi arena en clepsidras sexuadas
y sincopar la cópula
me di me doy me he dado donde lleva la sangre
prostitutivamente
por puro pleno pánico de adherir a lo inmóvil
del yacer sin orillas
sin fe sin mí sin pauta sin sosías sin lastre sin máscara de espera
ni levitarme en busca del muy Señor nuestro ausente en todo
caso y tiempo y modo y **** y verbo que fecundó el vacío
obnubilado
inserto en el dislate cosmos, a todo todo dime alirrampantemente
para abusar del aire del sueño de lo vivo y redarme y masdarme
hasta el último dengue
                                                          y entorpecer la nada
Leydis Jun 2017
He did not care,
He did not hesitate,
not for a second did he ponder on the consequences of
risking his own life…..
to save that of a stranger.

He did not hesitate
to immerse himself in the violent waves of my life.

He did not care to find me,
lifeless, ethereal,
with my swollen stomach from all the bitter fluids imbibed throughout my life.

Did not care,
to find me with numbed hands,
my lifeless eyelids,
caused by the cruel cataracts of my life.

He did not care to find me without a pulse,
impulses nailed in tumbled dreams,
impetuously begging God for a little bit of oxygen…
for mercy,
I just need to breath!!

He did not care,
He just didn't think!
He threw himself in without hesitation,
to save an empty life,
without thinking about it,
he administered first aids,
watching my puffed chest, he closed in,
placed a kiss on my lips,
transferring all the oxygen from him to me,
causing me to expel all that poisoned water,
all those ungrateful fluids that sickened my body,
harassed my soul,
destroyed my fragile heart from all tsunamis, I’ve endured;
From torrential waters,
stagnant waters, where life doesn’t happen at all,
contaminated waters that poison the soul,
violent waters-that destroy homes.

He did not care
he did not hesitate
he thought to himself
“that lifeless woman..deep in the waters..
                                I will bring back to life”

I breathe with the verses and kisses he daily administers!

LeydisProse
6/20/2017
__________________

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A él no le importo,
en ningún momento pensó
que posiblemente perdería su vida, rescatando la mía.
A él no le importo hundirse en las profundidades de
los escombros de las oleadas de la vida.  

A él no le importo,
que me encontró cadavérica,
con la barriga crecida por los estragos
de todos los tragos amargos
que por no saber nadar, tuve que tragar en la vida.

A él no le importo encontrarme con las manos adormecida
con los párpados sin vida,
palpando las crueles torrentes que azotaban mi vida.

A él no le importo encontrarme sin pulso,
con impulsos clavados en sueños caídos,
a pulso rogando ¡que Dios me diera oxígeno!

¡A él no le importo!
Él no pensó,
él se arrojó a salvar una vida vacía,
él socorrió a mi sin pensarlo,
me dio los primeros auxilios,
viendo mi pecho inflado,
acerco su mejilla a mi boca,
con un beso lento, transfirió de su ser todo su oxigeno
hasta que de mí se expulsara;
toda esa agua envenenada
todos esos flujos ingratos que mareaban mi cuerpo,
hostigaban mi alma,
destruían mi corazón, por tantos maremotos que naufrague,
por las torrentes aguas,
las aguas estancadas donde no pasa nada,
las aguas tan sucias que envenenan el alma,
las aguas violentas que derrumban casas.

¡A él no le importo!
el solo pensó,
“esa mujer…casi muerta,
¡la revivo yo!.

Hoy respiro en los besos y versos
que él me suministra todos los días!
LeydisProse
6/20/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/about/
Natalia Rivera May 2015
Me muero a diario, a veces para ver quien me extraña.
Otras para encontrarme con personas que ya están muertas,
O para estar sola; me muero a diario.

Me muero porque se me va la vida.
Porque me ahoga la almohada,
Porque mi botella de Merlot esta vacía.
Porque el viento no me canta; me muero.

Muero, y los colores desaparecen
Las letras se derriten y a mis versos
Se los lleva el mar.
Me muero.

No hay luz que ilumine mis caminos,
No hay voces que me atormenten,
Solo es un vacío oscuro, un abismo.
Ahí he caído, ahí he muerto.
De esos días que suelo morirme, y solo el puede revivirme.
Naokko Jul 2014
Y vuelvo a encontrarme contigo,
tan fría , tan blanca, tan vacía.

Las palabras se cruzan,
se enredan, vacilan, se arrastran.

De un lado a otro en agonía febril,
gruñendo y gimiendo, gritando en silencio.

Ocultas bajo la mirada de nadie,
bajo la mirada del universo.
Lo que siento por ti es algo demente
Me mantiene despierta en las noches,
no logro encontrarme en mi propia mente
Mi sangre es caliente como el motor de los coches

Tu beso es mi café del día
Admiro tu piel suave y bronceada
Dices que mis obras son una maravilla
Tus greñas en mi oreja me causan una carcajada

Meterme en problemas ya es una costumbre contigo
Entiende que todo tiene un significado
Piérdete en el sendero conmigo
Ya ni sé cuántas veces he pecado

Mis pensamientos hacia ti no se pueden comparar
He aprendido la diferencia entre pedir y conseguir
Tus ausencias me han enseñado a llorar
Y con los años te he dejado ir

Tus recuerdos se quedaron grabados en mi ser
Duele ver las fotos
Y te he dejado de querer
Ahora todo lo veo como uno de mis grandes sucesos tontos

Meterme en problemas ya es una costumbre conmigo
Entiende que todo ha cambiada
Al amor ya no le veo sentido
Y no me arrepiento de haberte dejado

Mis pensamientos hacia ti no se pueden comparar
He aprendido la diferencia entre perder y dejar ir
Tus ausencias me han enseñado a avanzar
Y con los años he vuelto a sonreír

Lo mejor que uno puede hacer es ser feliz
Probando nuevas bocas
Ahora te desvaneces como el anís
Con mi presencia ya no te enfocas

Las horas me enseñaron a ser fuerte
Ya no me hace falta de tu calor
He aprendido a detenerte
Y ya ni siento ningún dolor

Meterme en problemas, eso ya no lo persigo
Entiendo que el camino está cerrado
El amor ya no le visto
Y no me arrepiento de haber progresado

Mis pensamientos hacia ti ya no los puedo imaginar
He aprendido la diferencia de ser feliz y consumir
Tus ausencias me han enseñado a superar
Y con los años dejé de sentir

En fin, con esto te agradezco por darme una lección
Te puede traicionar la persona que más amas
Pero es tu decisión si quieres que sea tu nueva adicción
No tengas tus expectativas altas

- Andrea Serment Ch.
Adrián Poveda May 2014
Escribir, para enredarme entre las ideas, ir desapareciendo con la tinta sobre este fondo blanco, desaparecer en mis sequías, en mis grises y colores, en esta cordura incierta de encontrarme cada día en el mismo lugar, sin recordar quien soy.

Escribir para huir del tiempo, y sin ser inoportuno, atravesando dimensiones y algunas decisiones para al final tomar el lápiz, como se toma la vida, escribiendo sin regresar, aunque queden dudas.

Escribir los pasos, tomar palabras de manera que la mente y el cuerpo se junten en el mismo universo, en cada verso, y en cada estrofa de la historia.
Copyright © 2014 Adrián Poveda All Rights Reserved
magalí Oct 2016
antes, inmensas, sentía que me miraban fijo desde las páginas mientras las trazaba, con miedo de usarlas y darles un significado tan vacío que dejarán de existir, que las convirtiera en la nada misma. y ahora pasaron de ser el manto que cubre el mundo a un pañuelo al fondo de mi cartera.
siempre tuve miedo de usarlas mal, de describir algo tan insignificante que sobrara todo lo que le diera. nunca se me ocurrió encontrarme con algo más grande que cualquier palabra, más complejo que lo que cualquier combinación de letras y espacios pueda llegar a ser.
las palabras nunca me fallaron hasta que hiciste que se vieran diminutas a tu lado.
A unos les gusta el alpinismo. A otros les entretiene el dominó. A mí me encanta la transmigración.

Mientras aquéllos se pasan la vida colgados de una soga o pegando puñetazos sobre una mesa, yo me lo paso transmigrando de un cuerpo a otro, yo no me canso nunca de transmigrar.

Desde el amanecer, me instalo en algún eucalipto a respirar la brisa de la mañana. Duermo una siesta mineral, dentro de la primera piedra que hallo en mi camino, y antes de anochecer ya estoy pensando la noche y las chimeneas con un espíritu de gato.

¡Qué delicia la de metamorfosearse en abejorro, la de sorber el polen de las rosas! ¡Qué voluptuosidad la de ser tierra, la de sentirse penetrado de tubérculos, de raíces, de una vida latente que nos fecunda... y nos hace cosquillas!

Para apreciar el jamón ¿no es indispensable ser chancho? Quien no logre transformarse en caballo ¿podrá saborear el gusto de los valles y darse cuenta de lo que significa "tirar el carro"?...

Poseer una virgen es muy distinto a experimentar las sensaciones de la virgen mientras la estamos poseyendo, y una cosa es mirar el mar desde la playa, otra contemplarlo con unos ojos de cangrejo.

Por eso a mí me gusta meterme en las vidas ajenas, vivir todas sus secreciones, todas sus esperanzas, sus buenos y sus malos humores.

Por eso a mí me gusta rumiar la pampa y el crepúsculo personificado en una vaca, sentir la gravitación y los ramajes con un cerebro de nuez o de castaña, arrodillarme en pleno campo, para cantarle con una voz de sapo a las estrellas.

¡Ah, el encanto de haber sido camello, zanahoria, manzana, y la satisfacción de comprender, a fondo, la pereza de los remansos.... y de los camaleones!...

¡Pensar que durante toda su existencia, la mayoría de los hombres no han sido ni siquiera mujer!... ¿Cómo es posible que no se aburran de sus apetitos, de sus espasmos y que no necesiten experimentar, de vez en cuando, los de las cucarachas... los de las madreselvas?

Aunque me he puesto, muchas veces, un cerebro de imbécil, jamás he comprendido que se pueda vivir, eternamente, con un mismo esqueleto y un mismo ****.

Cuando la vida es demasiado humana -¡únicamente humana!- el mecanismo de pensar ¿no resulta una enfermedad más larga y más aburrida que cualquier otra?

Yo, al menos, tengo la certidumbre que no hubiera podido soportarla sin esa aptitud de evasión, que me permite trasladarme adonde yo no estoy: ser hormiga, jirafa, poner un huevo, y lo que es más importante aún, encontrarme conmigo mismo en el momento en que me había olvidado, casi completamente, de mi propia existencia.
deadboycreek Sep 2018
dicen que no es bueno guardarse las cosas
porque las cosas son veneno
y si mi craneo se abriera como la tierra
como un cascarón donde en algún tiempo
vivió una serpiente gruesa y obscura
que arrastra su cuerpo pesado sobre
el piso de madera

dicen que las cosas no deben guardarse
atras de los ojos como un sótano
obsuro y húmedo donde solo ocurren
cosas obscuras y húmedas
cosas que palpitan
los recuerdos palpitan
y pesan mas que cualquier caja
cubierta de polvo

dicen que es bueno decir las cosas como son
pero me tiemblan las manos
cuando quiero hablar y quisiera correr hasta
encontrarme con el mar y ser nada
o morirme en los brazos de alguien
morirme en los brazos tuyos
lo que sea que me haga sentir
menos sola y pequeña, menos estúpida
un poco menos yo

dicen que no es bueno guardarse las cosas
y no se porque me las guardo
si me pesan tanto y no me dejan en paz
ni poder dejar de pensar, respirar
dicen que no es bueno guardarse nada
y también que es obscena la resignada
indeterminada, cansada, agotada
mirada fija que no logro adherir
a alguna parte

siento cosas que no me explico
que no logro alcanzar ni aunque extienda los brazos
intentando rodear el mundo con mi cabeza
como una tela, se resiste, se rompe y -
me dejo caer sobre tí
septiembre 4 2018
(septiembre 30 1:25 a.m. 2018)
Eres mi amor, Paula, mi amor, Paula, Clara quise decir.
Y cuánto tiempo, Paula, digo Clara,
sin ti y sin mí. Las diligencias
parten sin mí y sin ti.
O a ti te llevan hacia el norte, hacia el pobre Roberto.
A mí, hacia el sur, contigo hacia el sur, donde ya no estabas,
donde nunca estarías. Ahora he tomado el tren
para decirte adiós. Y sueño, sueño mío.

Cerré los ojos, deslumbrado por la memoria.
Apreté la cintura del paisaje, recorrí sus caderas,
miré sus ojos verdes, ceniza con sentido.
Tendía el cielo su metal hermético.
Y se superpusieron mediterráneos y cantábricos,
cipreses respirados desde un sótano,
casi a vista de muerto, y jazmineros.
Después, las cosas y sus nombres
perdieron sus contornos, su significación
y fueron nada más que ritmo, armonía viajera
liberada de los instrumentos que le dieron su carne.
No queda nadie ya que pueda perdonarte,
que pueda perdonarme, perdonarnos.
Nadie que pueda rescatar los besos que se pudren
sobre Roberto y su locura piadosa.
Ahora que voy a ti, a encontrarte en la aduana de la muerte
pienso, Clara, amor mío, que cuando nos besábamos
era a Roberto a quien besábamos, al engañado
hijo de nuestro amor. Él murió un día.
Su esposa, tú, amor mío, Clara, también has muerto ahora.
Yo tomé el tren para encontrarme en la frontera,
para decirte adiós desde el lado acá de la muerte, amor de mi vida.

Pero nunca llegaré a ti.
El viejo Brahms es viejo, y está gordo.
Me he quedado dormido y me he pasado de estación.
¿Comprendes, amor mío, que nunca llegaré a tu lado
por culpa de este sueño, que es mi bálsamo y mi enemigo?
Ya nunca llegaré a tu lado.
Puede ser, amor mío, que no te amara ya,
que no te hubiese amado nunca,
que sólo hubiese amado a mi propio amor,
el amor que te tuve, Clara, amor mío.
Leydis Jun 2017
Quien me va a querer?
Quien se va a conmover por mi chueca sonrisa?
Quien vera más allá del ***** velo?
Quien me quitara el luto?
Quien tendrá suficiente luz,
para alumbrar mi vida?
Quien va a encontrarme entre la fría bruma
que como espuma va formando hoyos cuando
estallan sus gotas?
Quien me prestara sus ojos para ver el color del cielo?
Quien quitara el rancio bilis de mis labios ya secos de dolor?
Quien humedecerá mi piel fruncida  por falta de amor?
Quien me salva, si ya Dios no escucha mis plegarias?
Quien me salva,
Si no quiero yo ser salvada?


LeydisProse
4/10/2017


Who will love me?
Who will be stirred by my crooked smile?
Who will see beyond the black shroud?
Who would clinch my mourning?
Who has enough light to illuminate my life?
Who will find me amidst the cold mist?
That obstinate haze which like foam, is beginning to produce holes when its bubbles burst?
Who will lend me their eyes, so that I may see the color of the sky?
Who will remove the rancid bile from my orifices? My lips, which have dried from all the pain.
Who will moisten and peel off the charred pieces of my skin?
Who will save me, if God no longer hears me?
Who will save me…………,
if I don’t want to be saved?

LeydisProse
4/10/2017
Resuelve tornar al padre
No temas, Cristo rey, si descarriado
tras locos ideales he partido:
ni en mis días de lágrimas te olvido,
ni en mis horas de dicha te he olvidado.
En la llaga crüel de tu costado
quiere formar el ánima su nido,
olvidando los sueños que ha vivido
y las tristes mentiras que ha soñado.
A la luz del dolor, que ya me muestra
mi mundo de fantasmas vuelto escombros,
de tu místico monte iré a la falda,
con un báculo: el tedio, en la siniestra;
con andrajos de púrpura en los hombros,
con el haz de quimeras a la espalda.De cómo se congratularán del retorno
Tornaré como el Pródigo doliente
a tu heredad tranquila; ya no puedo
la piara cultivar, y al inclemente
resplandor de los soles tengo miedo.
Tú saldrás a encontrarme diligente;
de mi mal te hablaré, quedo, muy quedo...
y dejarás un ósculo en mi frente
y un anillo de nupcias en mi dedo;
y congregando del hogar en torno
a los viejos amigos del contorno,
mientras yantan risueños a tu mesa,
clamarás con profundo regocijo:
«¡Gozad con mi ventura, porque el hijo
que perdido llorábamos, regresa!»Pondera lo intenso de la futura vida
¡Oh sí!, yo tornaré; tu amor estruja
con invencible afán al pensamiento,
que tiene hambre de paz y de aislamiento
en la mansa quietud de la cartuja.
¡Oh sí!, yo tornaré; ya se dibuja
en el fondo del alma, ya presiento
la plácida silueta del convento
con su albo domo y su gentil aguja...
Ahí, solo por fin conmigo mismo,
escuchando en las voces de Isaías
tu clamor insinuante que me nombra,
¡cómo voy a anegarme en el mutismo,
cómo voy a perderme en las crujías,
cómo voy a fundirme con la sombra!
Me deje ir
Toque fondo
Y cuando estava ahi
Me di cuenta
Que estaba
Completamente sola
Era yo acompañada
Pero no de personas
Sino
De mis miedos
De dolor
De mentiras
Crei que talvez
Seria encontrada
Pero como?
Si yo
No estaba dispuesta a encontrarme
Asi
Que decidi buscarme
A buscar mi proposito
Y empezar a cultivarme
Para crecer
Para encontrar la paz
Decidi que tengo que ser crucial
Con lo que acepto
Y que me empezaria
A aceptar
Porque me quiero
Con lo bueno de mi
Pero sobre todo con lo malo
Porque lo de afuera
No es importante
Es solo un buque
El que carga mi alma
Todo es energia
Y esta bien ser selectivo
Con la energia que quieres a tu lado
Me reclamo a mi
Y a todo lo que me hace ser yo
Me acepto
Con mis inmensas ganas de amar
Con mi torpeza
Con lo sencible que soy
Con mi ojo mas pequeño
Con mis derrotas
Y mi mayor deseo
Es
Que tu tambien.
magalí Jul 2023
LXV
Enamorar nunca me gustó. En-amor, como
si fuera un lugar al que llegar. Amor, el nombre de uno de esos países que el planisferio no le dedica más de dos gotas de tinta, jugando a la escondida entre isla e isla. O Amor, una escultura tallada a mano en la cima de una montaña solamente a un ferry, tres combinaciones de subte, un avión y medio y mil novecientos treinta kilómetros de donde yo estoy ahora. O Amor, lo que reseña tras reseña me prometió que es la mejor suite de este hotel. Una habitación a la que entro dejando los zapatos afuera, golpeando la puerta con dos nudillos y no más, asomando la cabeza como preguntando si puedo pasar o ya está ocupada (siempre esperando encontrarme a alguien cambiando las sábanas, al dueño mismo, a la huésped anterior que se llevó la llave de souvenir y vuelve cuando no hay nadie más que haga bulto para mantener la habitación llena).
Que si alguien más saca un pasaje de ida para ir al Amor y quedarse a vivir o si pasa de visita cada vez que tiene días de vacaciones, puede ser.
Yo nunca fui al Amor, nunca estuve en él, porque mi amor no tiene bandera ni llave ni cima.
Amor, el nombre de pila del cartero que espío desde mi ventana mientras se acerca a la puerta de la casa enfrente. El único Amor que conozco, que trabaja de ocho a cinco pero que no llega a tu puerta hasta las seis, porque en el medio se queda sin nafta, dobla en la esquina que no es, lee mal la dirección, duda de si tocar el timbre o hacer palmas, y que cuando le abrís la puerta te tiende una pila de sobres con mi letra. Amor,
el que te dice, hay una chica que te sigue escribiendo. No sabe hacer otra cosa.
¡Buenas noches, mi amor, y hasta mañana!
Hasta mañana, sí, cuando amanezca,
y yo, después de más de cuarenta años
de incoherente soñar, abra y estriegue
los ojos del espíritu,
como quien ha dormido mucho, mucho,
y vaya lentamente despertando,
y, en una progresiva lucidez,
ate los cabos del ayer de mi alma
(antes de que la carne la ligara)
y de hoy prodigioso
en que habré de encontrarme, en ese plano
en que ya nada es ilusión y todo
es verdad...

               ¡Buenas
noches, amor mío,
buenas noches! Yo quedo en las tinieblas
y tú volaste hacia el amanecer...
¡Hasta mañana, amor, hasta mañana!
Porque, aun en cuando el destino
acumulara lustro sobre lustro
de mi prisión por vida, son fugaces
esos lustros; sucédense los días
como rosarios, cuyas cuentas magnas
son los domingos...
Son los domingos, en que, con mis flores,
voy invariablemente al cementerio
donde yacen tus formas adoradas.
¿Cuántos ramos de flores
he llevado a tu tumba? No lo sé.
¿Cuántos he de llevar? Tal vez ya pocos.
¡Tal vez ya pocos! ¡Oh, qué perspectiva
deliciosa!

                 ¡Quizá el carcelero
se acerca con sus llaves resonantes
a abrir mi calabozo para siempre!
¿Es por ventura el eco de sus pasos
el que se oye, a través de la ventana,
avanzar por los quietos corredores?
¡Buenas noches, amor de mis amores!
Hasta luego, tal vez..., o hasta mañana.
¿Y por qué no ha de ser verdad el alma?
¿Qué trabajo le cuesta al Dios que hila
el tul fosfóreo de las nebulosas
y que traza las tenues pinceladas
de luz de los cometas incansables
dar al espíritu inmortalidad?

¿Es más incomprensible por ventura
renacer que nacer? ¿Es más absurdo
seguir viviendo que el haber vivido,
ser invisible y subsistir, tal como
en redor nuestro laten y subsisten
innumerables formas, que la ciencia
sorprende a cada instante
con sus ojos de lince?

Esperanza, pan nuestro cotidiano;
esperanza nodriza de los tristes;
murmúrame esas íntimas palabras
que en el silencio de la noche fingen,
en lo más escondido de mi mente,
cuchicheo de blancos serafines...
¿Verdad que he de encontrarme con mi muerta?
Si lo sabes, ¿por qué no me lo dices?
Traspasado de menta se va octubre, el soleado,
el de espejos de luna sumergida en el río,
el de fuertes pezuñas de bisonte y venado,
el de trébol seguro y asustado rocío.

Se va Octubre y se lleva sobre el flanco domado
la esperanza nacida sin calor ni albedrío.
calcedonia purpúrea sobre el pecho bloqueado
por tus piedras de hielo, desengaño vacío.

Llama fija y pequeña, ya se pierde, se pierde.
Donde estuvo, aun la falsa salamandra me muerde.
Sin su fuego es oscura la callada presencia.

Si regresas, ya nunca volverás a encontrarme;
cuando llegue Noviembre, bien sabrán ocultarme
mis gemas sacratísimas de acertada potencia.
Viajo como los nómadas
pero con una diferencia
carezco totalmente
de vocación viajera

sé que el mundo es espléndido
y brutal

viajo como las naves migratorias
pero con una diferencia
nunca puedo arrancarme
del invierno

sé que el mundo es benévolo
y feroz

viajo como las dóciles cometas
pero con una diferencia
nunca llego a encontrarme
con el cielo

sé que el mundo es eterno
y agoniza
Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.

Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...

Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas,
guardar estas cosas. Me da pena soñarme volviendo a buscarlas,
volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como esta de ramas que guarde en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.
Y por qué el sol es tan mal amigo
del caminante en el desierto?

Y por qué el sol es tan simpático
en el jardín del hospital?

Son pájaros o son peces
en estas redes de la luna?

Fue adonde a mí me perdieron
que logré por fin encontrarme?
Valeria Chauvel Oct 2020
Descose el espacio que nos separa, hilo por hilo, hasta que se desvanezca su entramado, suavemente, con tus ávidas garras que se posan sobre la curvatura de la silueta crepuscular que acontece.

Piérdete sin medida entre la marea ondulante que arde con la fiereza magnética que somos cuando el fuego se extiende en tus ojos al encontrarme.

Déjate llevar por el juego de nuestras lenguas tímidas que al conocerse violentas desafían toda regla impuesta.

Evoca el peligro de tus labios frágiles al deseo y bordea lentamente con tus ojos el entre abrir de mi mirada que te llama hacia el calor húmedo que nos envuelve.

Te doy el néctar que surge de la quebrada cuando tu desnudez abriga mi tacto al estrecharnos hambrientos.

Te pido que muerdas y consumas mi noche, sin miedo, sin calma, sin culpa, transgrediendo mi vientre y sucumbiendo ante las añoranzas de ambas montañas que, frente a ti, tiemblan.

Trepa hasta mis labios ansiosos sin despegar tu boca, sin quitar la vista, y fúndete conmigo en las llamas de la liquidez de nuestros cuerpos.

Hazme llegar sobre sábanas rasgadas que incitan cuando el oleaje jadea excitado ante la luna que lo observa.

Siénteme cuando susurras en mi piel la agitación sedienta de tu aliento desarmando el puente inverso de mi espalda.

Y en el ápice del desenfreno, nos abraza el sublime sabor del caos palpitante que los dioses envidian.

Nos abriga la noche y tus tibios labios son el placer del tiempo dilatándose entre las sombras.

— The End —