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magalí Mar 29
No pasa nada si vuelvo.
El colchón nuevo todavía no se acuerda de mí,
no me va a entrañar después de un solo día.
Solo pasó un día.
¿Puedo volver solo un día?
Es que me sigo durmiendo con los zapatos puestos,
cruzando la calle sin mirar a los dos lados,
vistiéndome con quemaduras de sol todo el verano.
Todavía necesito que me disfraces como a una muñeca
para no llegar al trabajo manchada o desnuda,
que me agarres de la mano como a la correa de un perro
para que no termine en una calzada juntando moscas,
que me vistas con protector solar
para que no se me pele la piel como cáscara.
Un día, ma,
y me acompañas al médico a ver por qué me están volviendo a crecer los dientes de leche,
y pasamos por mi casa de un día a mirar abajo de mi colchón de ni una noche a ver por qué le están creciendo monstruos.
Uno solo.
magalí Oct 2023
I think I might have loved her the most not when she was chest to toe next to me, but the nights that followed right after those.
The next day, at four in the morning, when I would go to the bathroom in the middle of the night and come back to my bed being nothing but a mattress and still-fitted sheets, no one to lump under the covers, no one to kick them down for me, no sleepy paradox velcroed to my back while complaining about the gluey heat.
Those nights, I loved her the way only children, dogs, and I know how to: a bit desperately and with no civility, every reason why she wasn't there unreasonable, every door a door to wait by for her to walk through.
magalí Jul 2023
LXV
Enamorar nunca me gustó. En-amor, como
si fuera un lugar al que llegar. Amor, el nombre de uno de esos países que el planisferio no le dedica más de dos gotas de tinta, jugando a la escondida entre isla e isla. O Amor, una escultura tallada a mano en la cima de una montaña solamente a un ferry, tres combinaciones de subte, un avión y medio y mil novecientos treinta kilómetros de donde yo estoy ahora. O Amor, lo que reseña tras reseña me prometió que es la mejor suite de este hotel. Una habitación a la que entro dejando los zapatos afuera, golpeando la puerta con dos nudillos y no más, asomando la cabeza como preguntando si puedo pasar o ya está ocupada (siempre esperando encontrarme a alguien cambiando las sábanas, al dueño mismo, a la huésped anterior que se llevó la llave de souvenir y vuelve cuando no hay nadie más que haga bulto para mantener la habitación llena).
Que si alguien más saca un pasaje de ida para ir al Amor y quedarse a vivir o si pasa de visita cada vez que tiene días de vacaciones, puede ser.
Yo nunca fui al Amor, nunca estuve en él, porque mi amor no tiene bandera ni llave ni cima.
Amor, el nombre de pila del cartero que espío desde mi ventana mientras se acerca a la puerta de la casa enfrente. El único Amor que conozco, que trabaja de ocho a cinco pero que no llega a tu puerta hasta las seis, porque en el medio se queda sin nafta, dobla en la esquina que no es, lee mal la dirección, duda de si tocar el timbre o hacer palmas, y que cuando le abrís la puerta te tiende una pila de sobres con mi letra. Amor,
el que te dice, hay una chica que te sigue escribiendo. No sabe hacer otra cosa.
magalí Jun 2023
You're born with wet paper for a voice.
It drips whenever you open your mouth,
makes a puddle on the floor wherever you go.
When they pull your wisdom teeth out,
your gums bleed toner,
and red lipstick shades
always turn copper.
You leave your first kiss' mouth's
black,
and you talk,
try to tell him sorry,
it'll go away,
I'll wipe it off,
but the words cry ink,
and you get harder and harder to read
until you're just one blob of color,
and all you do is stain.

You sit under the sun,
stick out your tongue,
and dry yourself out.
Wordless, but you're
lipstick red
and inkless blood
and a blank page for a voice.
magalí May 2023
Can I crash into you?
Burning rubber cologne
and a dislocated number plate,
I've dressed the part
for you to take me out.
I'll only fume like a wreck
and then melt like rubble.
I'll turn my nose to a pulp
trying to meet the bone in your chest,
and I'll bend my hands to your back
with the sound of wrenching metal,
like rusty parts of something
that shouldn't have been driven out this far.
magalí May 2023
Take me out,
I promise to dress the part.
I'll order the bones,
scrape the meat
off them and
onto your plate.
Spoonfeed me scraps,
and I promise I’ll get the bill,
and I’ll say thank you,
how sweet,
how full,
how whole I feel!

Can we do this again?
I'm free tonight,
just take me out.
magalí Mar 2023
Me acuerdo de tener seis años, de estar sentada en la mesa de la cocina, / de levantar la vista de donde estaba hundiendo las uñas en una fruta para desvestirla, / y de encontrar suspendida en el aire a una bolita blanca, como algodón pero más flaca.
Dejé los párpados al lado de la cáscara para pelar los ojos / y mirar a lo que no podía ser otra cosa que el esqueleto de un pompón entrar por la ventana.
¿Era un insecto?
Arácnido, capaz.
¿Viviría por días / o por horas?
Voló hasta que llegó a la mesa de la cocina, / se paró al lado de mi cáscara de mandarina / y yo no me pregunté por insectos ni arácnidos / ni por días ni por horas, / sino por como algo sin alas / podía igual volar.

Capturé a una, una vez. / No con un aplauso, como haría con un mosquito, / pero con manos juntas y ahuecadas, / dedos como rejas que supieron enjaularla, / y la adopté como mascota.
La paré sobre uno de mis nudillos con pies que ella no tenía / y la acerqué a un pedazo de durazno, / esperando a que volara desde mi mano hasta la fruta que estaba mudándose a marrones en colores / y a podrido en gusto, / para que coma con una boca que yo no veía.
Intenté / una y otra vez. / La mimé, / la acaricié con cuidado de no quebrarla, / le susurré que fuerza, que vamos, come algo. / Y ella no se dio ni vuelta a mirarme, / y yo viví con un gusto amargo en la boca / que tenía cualquier cosa en la que apoyara los dientes. / Hasta que una noche la bolita se da a la fuga, y yo me ahogo en duelo / hasta que llega algo nuevo a casa, / algo con cuatro patas, / con dientes que yo si veo y una lengua que da besos / cuando le doy la fruta más rancia que puedo encontrar al fondo del cajón de la heladera, / y la bolita me olvidó, / y yo la olvido.

Pasa un tiempo de algún tamaño hasta que aprendo que esa bolita con espinas incontables como pelos en ***** no era insecto / ni araña / ni vivió / ni murió.
Diente de león, le dice mi mamá, / lo pronuncia igual que cómo cuando yo le señalo algo de plástico o de metal, / redondo o plano, / en cuatro ruedas por la calle o echando raíces en el pasto, / y le pregunto qué es eso.
Diente, yo repito, / no cómo un que / sino como un nombre, / y pienso en mi Diente. Mascota, prisionera, compañera, / su cucha un frasco vacío de mermelada y sus días un montón de nada, / de tratar de escaparse cada vez que soplaba el viento y de hacerme echar a perder como fruta vieja de tanta angustia cada vez que llegaba la hora del almuerzo y Diente no comía / ni lloraba / ni gritaba / ni me miraba.
Diente ni siquiera era flor, / aprendí mucho después, / sino una congregación de semillas / que nace de una flor amarilla / y prende vuelo por el aire hasta que vuelve a tocar tierra, / para que broten nuevos dientes, / nuevas flores, / nuevas semillas, / y se repita.
Y entonces no la culpo / a mi Diente. Era solamente / un ramo de flores por nacer. / Yo igual me enamoré.
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