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Yo la amé, y era de otro, que también la quería.
Perdónala Señor, porque la culpa es mía.

Después de haber besado sus cabellos de trigo,
nada importa la culpa, pues no importa el castigo.

Fue un pecado quererla, Señor, y, sin embargo
mis labios están dulces por ese amor amargo.

Ella fue como un agua callada que corría...
Si es culpa tener sed, toda la culpa es mía.
Perdónala Señor, tú que le diste a ella
su frescura de lluvia y esplendor de estrella.

Su alma era transparente como un vaso vacío.
Yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.

Pero, ¿cómo no amarla, si tú hiciste que fuera
turbadora y fragante como la primavera?

¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío
sobre la yerba seca y ávida del estío?

Traté de rechazarla, Señor, inútilmente,
como un surco que intenta rechazar la simiente.

Era de otro. Era de otro, que no la merecía,
y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.

Era de otro, Señor. Pero hay cosas sin dueño:
Las rosas y los ríos, y el amor y el ensueño.

Y ella me dio su amor como se da una rosa,
como quien lo da todo, dando tan poca cosa...

Una embriaguez extraña nos venció poco a poco:
ella no fue culpable, Señor... ¡ni yo tampoco!

La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella
y me diste los ojos para mirarla a ella.

Toda la culpa es tuya, pues me hiciste cobarde 1
para matar un sueño porque llegaba tarde. 1

Sí. Nuestra culpa es tuya, si es una culpa amar 2
y si es culpable un río cuando corre hacia el mar.

Es tan bella, Señor, y es tan suave, y tan clara,
que sería un pecado mayor si no la amara. 3

Y, por eso, perdóname, Señor, porque es tan bella,
que tú que hiciste el agua, y la flor, y la estrella,

tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
¡tú también la amarías, si pudieras ser hombre!
Victor D López Feb 2019
Heroes Desconocidos: Parte V: Felipe 1931 - 2016  
© 2016, 2019 Victor D. López

Naciste cinco años antes del comienzo de la Guerra Civil Española que vería a tu padre exiliado.
El lenguaje llegó más tarde a ti que a tu hermano pequeño Manuel, y tartamudeaste por un
Tiempo, a diferencia de aquellos que hablan incesantemente sin nada que decir. Tu madre
Confundió la timidez con la falta de lucidez un trágico error que te marcó por vida.

Cuando tu hermano Manuel murió a los tres años de la meningitis, oíste a tu madre exclamar:
"Dios me llevó el listo y me dejó el tonto." Tenías apenas cinco años. Nunca olvidaste esas
Palabras. ¿Como podrías hacerlo? Sin embargo, amaste a tu madre con todo tu corazón.
Pero también te retiraste más en ti mismo, la soledad tu compañera y mejor amiga.

De hecho, eras un niño excepcional. La tartamudez se alejó después de los cinco años para no
Volver jamás, y cuando estaba en la escuela secundaria, tu maestra llamó a tu madre para una
Rara conferencia y le dijo que la tuya era una mente dotada, y que deberías ingresar a la
Universidad para estudiar ciencia, matemáticas o ingeniería.

Ella escribió a tu padre exiliado en Argentina para decirle la buena noticia, que tus profesores
Creían que fácilmente ganarías la entrada a la (entonces y ahora) altamente selectiva universidad Pública donde los asientos eran pocos, y muy difíciles de alcanzar basado en exámenes Competitivos ¿La respuesta de tu padre? Comprale un par de bueyes para arar las tierras.

Esa respuesta de un hombre muy respetado, un pez grande en un pequeño estanque en su nativo Olearos en ese tiempo está más allá de la comprensión. Había optado por preservar su interés
Propio en que continuaras su negocio familiar y trabajara sus tierras en su ausencia. Esa cicatriz También fue añadida a aquellas que nunca sanarían en tu enorme y poro corazón.

Sin la ayuda para los gastos de vida universitarios (todo lo que habrías requerido), quedaste
Decepcionado y dolido, pero no enfadado; Simplemente encontrarías otra opción. Tomaste los Exámenes competitivos para las dos escuelas de entrenamiento militar que proporcionarían una Educación vocacional excelente y un pequeño sueldo a cambio del servicio militar.

De los cientos de aspirantes a los pocos puestos premiados en cada una de las dos instituciones,
Marcaste primero para el más competitiva de las dos (El Parque) y decimotercero para la Segundo, La Fábrica de Armas. Escogiste la inferior para dejarle el puesto a un compañero de
Clase que había quedado eliminado por pocos puntos. Ese eras tú, siempre y para siempre.

En la escuela militar, finalmente estuviste en tu elemento. Te convertiría en una mecánico /
Maquinista de clase mundial, una profesión que te brindaría trabajo bien pagado en cualquier
Parte de la tierra de por vida. Fuiste verdaderamente un genio mecánico quien años más tarde
Añadiría electrónica, mecánica de automóviles y soldadura especializada a tus capacidades.

Dado un taller de máquinas bien montado, podrías con ingeniería inversa duplicar cada maquina
Y montar uno idéntico sin referencia a planes ni instrucciones. Te convertiste en un mecánico
Maestro dotado, y trabajaste en posiciones de línea y de supervisión en un puñado de empresas
En Argentina y en los Estados Unidos, incluyendo a Westinghouse, Warner-Lambert y Pepsi Co.

Te encantó aprender, especialmente en tus campos (electrónica, mecánica, soldadura), buscando
La perfección en todo lo que hiciste. Cada tarea difícil en el trabajo se te dio a ti toda tu vida.
No dormías por la noche cuando un problema necesitaba solución. Hacías cálculos,
Dibujos, planes y trabajabas incluso literalmente en tus sueños con pasión singular.

Estabas en tu elemento enfrentando los rigores académicos y físicos de la escuela militar,
Pero la vida era difícil para ti en la época de Franco cuando algunos instructores
Te llamaban "Roxo" - "rojo" en gallego - que se refería a la política de tu padre en
Apoyo a la República fallida. Finalmente, el abuso fue demasiado para soportar.


Una vez mientras estabas de pie en la atención en un pasillo con los otros cadetes esperando
Dar lista, fuiste repetidamente empujado en la espalda subrepticiamente. Moverte provocaría
Deméritos, y deméritos podrían causar la pérdida de puntos en tu grado final y arresto por
Los fines de semana sucesivos. Lo aguantaste un rato hasta perder la paciencia.

Volteaste hacia el cadete detrás tuyo y en un movimiento fluido lo cogiste por la chaqueta y con
Una mano lo colgaste en un gancho por encima de una ventana donde estaban Parados. Se
Arremolinó, hasta que fue rescatado por dos instructores militares furiosos.
Tuviste detención de Fin de semana durante meses, y una reducción del 10% en el grado final.

Un destino similar le ocurrió un compañero de trabajo unos años más tarde en Buenos Aires que
Te llamó hijo de puta. Lo levantaste en una mano por la garganta y lo mantuviste allí hasta que
Tus compañeros de trabajo intervinieron, rescatándolo al por la fuerza. La lección fue aprendida
Por todos en términos inconfundibles: Dejar a la mamá de Felipe en paz.

Eras increíblemente fuerte, especialmente en tu juventud, sin duda en parte debido a un trabajo
Agrícola riguroso, tu entrenamiento militar y participación en deportes competitivos. A los quince
Años, una vez te doblaste para recoger algo en vista de un carnero, presentando al animal un
Objetivo irresistible. Te cabeceo encima de un pajar. También aprendió rápidamente su lección.

Te sacudiste el polvo, y corriste hacia el pobre carnero, agarrándolo por los cuernos, girándolo
Alrededor varias vueltas, y lanzándolo encima del mismo pajar. El animal no resultó herido, pero Aprendió a mantener su distancia a partir de ese día. En general, fuiste muy lentos en enfadar
Ausente cabeceos, empujones repetidos o referencias irrespetuosas a tu madre.

Rara vez te vi enfadado; y era mamá, no tú, la disciplinaria, con zapatilla en la mano. Recibí
Muy pocas bofetadas tuyas. Mamá me golpeaba con una zapatilla a menudo cuando yo era
Pequeño, sobre todo porque podía ser un verdadero dolor de cabeza, queriendo Saber / intentar / Hacerlo todo, completamente ajeno al significado de la palabra "no" o de mis limitaciones.

Mamá a veces insistía en que me dieras una buena paliza. En una de esas ocasiones por una Transgresión olvidada cuando yo tenía nueve años, me llevaste a tu habitación, quitaste el
Cinturón, te sentaste a mi lado y te pegaste varias veces a tu propio brazo y mano susurrándome
"Llora", lo cual hice fácilmente. "No se lo digas a mamá." No lo hice. Sin duda lo sabía.

La perspectiva de servir en un ejército que te consideraba un traidor por la sangre se te hizo
Difícil de soportar, y en el tercer año de escuela, un año antes de la graduación, te fuiste a unirte
A tu padre exiliado en Argentina, a comenzar una nueva vida. Dejaste atrás a tu amada madre y a
Dos hermanas para comenzar de nuevo en una nueva tierra. Tu querido perro murió de pena.

Llegaste a Buenos Aires para ver a un padre que no recordabas a los 17 años. Eras demasiado
Joven para trabajar legalmente, pero parecías más viejo que tus años (un rasgo compartido).
Mentiste acerca de tu edad e inmediatamente encontraste trabajo como maquinista / mecánico de
Primer grado. Eso fue inaudito y te trajo algunos celos y quejas en el taller sindical.

El sindicato se quejó con el gerente general sobre tu sueldo y rango. Él respondió, "Daré el
Mismo rango y salario a cualquier persona en la compañía que pueda hacer lo que Felipe hace."
Sin duda, los celos y los gruñidos continuaron durante un tiempo. Pero no había compradores.
Y pronto ganaste el grupo, convirtiéndote en su mascota protegida como "hermano pequeño".

Tu padre partió hacia España dentro de un año de tu llegada cuando Franco emitió un perdón
General a todos los disidentes que no habían derramado sangre. Quería que volvieras a
Reanudar el negocio familiar asumido por tu madre en su ausencia con tu ayuda. Pero te negaste a Renunciar tu alto salario, el respeto y la independencia que se te negaban en su casa.

Tendrías escasamente 18 años, viviendo en una habitación que habías compartido con tu padre al
Lado de una escuela. Pero también habías encontrado una nueva querida familia en tu tío José,
Uno de los hermanos de tu padre, y su familia. su hija, Nieves con su esposo, Emilio, y
Sus hijos, Susana, Oscar (Rubén Gordé) y Osvaldo, se convirtieron en tu nueva familia nuclear.

Te casaste con mamá en 1955 y tuviste dos negocios fallidos en el rápido desvanecimiento en la
Argentina a finales de los años 1950 y comienzos de los años 1960. El primero fue un taller
Con una pequeña fortuna de contratos de gobierno no pagados. El segundo, una tienda de
Comestibles, también falló debido a la hiperinflación y el crédito extendió a clientes necesitados.

A lo largo de todo esto, seguiste ganando un salario excepcionalmente bueno. Pero a mediados
De los años 60, casi todo fue a pagar a los acreedores de la tienda de comestibles fallada.
Tuvimos años muy difíciles. Algún día escribiré sobre eso. Mamá trabajo de sirvienta, incluso
Para amigos ricos. Tu salías de casa a las 4:00 a.m. volviendo de noche para pagar las facturas.

El único lujo que tú y mamá retuvieron fue mi colegio católico. No había otra extravagancia. No
Pagar las facturas nunca fue una opción para ustedes. Nunca entró en sus mentes. No era una
Cuestión de ley u orgullo, sino una cuestión de honor. Pasamos por lo menos tres años muy
Dolorosos con tu y mamá trabajando muy duro, ganando bien pero éramos realmente pobres.

Tú y mamá se cuidaron mucho de esconder esto de mí y sufrieron grandes privaciones para
Aislarme lo mejor que pudieron de las consecuencias de una economía destrozada y su efecto a
Sus ahorros de vida y a nuestra cómoda vida. Llegamos a Estados Unidos a finales de los años 60 Después de esperar más de tres años por visas, a una nueva tierra de esperanza.

Tu hermana y cuñado, Marisa y Manuel, hicieron sus propios sacrificios para traernos aquí.
Traíamos unos $ 1, 000 del pago inicial por nuestra diminuta casa, y las joyas empeñadas de Mamá.
(La hiperinflación y los gastos comieron los pagos restantes). Otras posesiones preciadas
Fueron dejadas en un baúl hasta que pudieran reclamarlas. Nunca lo hicieron.

Incluso los billetes de avión fueron pagados por Marisa y Manuel. Insististe al llegar en términos
Escritos para el reembolso con intereses. Fuiste contratado en tu primera entrevista como un
Mecánico de primer grado a pesar de no hablar una palabra de inglés. Dos meses más tarde, la
Deuda fue saldada, mamá también trabajaba, y nos mudamos a nuestro primer apartamento.

Trabajaste largas horas, incluyendo sábados y horas extras diarias. La salud en declive te obligó
A retirarte a los 63 años y poco después, tú y mamá se mudaron de Queens al Condado de Orange. Compraron una casa a dos horas de nuestra residencia permanente en el Condado de Otsego, y, en la Próxima década, fueron felices, viajando con amigos y visitándonos a menudo.

Entonces las cosas empezaron a cambiar. Problemas cardíacos (dos marcapasos), cáncer de
Colon, Melanoma, enfermedad de hígado y renal causada por sus medicamentos, presión arterial
Alta, la gota, Cirugía de la vejiga biliar, diabetes.... Y aún seguiste hacia adelante, como el
Conejito “Energizer”, remendado, golpeado, magullado pero imparable e imperturbable.

Luego mamá comenzó a mostrar señas de pérdida de memoria junto con sus otros problemas de
Salud. Ella oculto bien sus propias dolencias, y nos dimos cuenta mucho más tarde que había un Problema grave. Hace dos años, su demencia empeoraba pero seguía funcionando hasta que
Complicaciones de cirugía de la vesícula biliar requirieron cuatro cirugías en tres meses.

Ella nunca se recuperó y tuvo que ser colocada en un asilo de ancianos con cuido intensivo.
Varios, de hecho, ya que Rechazó la comida y tú y yo nos negamos a simplemente dejarla ir, lo que Pudiera haber sido más noble. Pero "mientras hay vida, hay esperanza" como dicen los españoles.
No hay nada más allá del poder de Dios. Los milagros suceden.

Durante dos años tu viviste solo, rechazando ayuda externa, engendrando numerosos argumentos Acerca de tener a alguien unos días a la semana para ayudar a limpiar, cocinar, y hacer las tareas.
Tu no eras nada sino terco (otro rasgo compartido). El último argumento sobre el tema hace unas
Dos semanas terminó en tu llanto. No aceptarías ayuda externa hasta que mamá regresara a casa.

Sufriste un gran dolor debido a los discos abultados en la columna vertebral y caminabas con uno
De esos asientos ambulatorios con manillares que mamá y yo te elegimos hace años. Te
Sentabas cuando el dolor era demasiado, y luego seguías adelante con pocas quejas. Hace diez
Días, finalmente acordaste que necesitabas ir al hospital para drenar el líquido abdominal.
Tu hígado y riñones enfermos lo producían y se te hinchó el abdomen y las piernas hasta el punto
Que ponerte los zapatos o la ropa era muy difícil, como lo era la respiración. Me llamaste de una
Tienda local llorando que no podías encontrar pantalones que te cupieran. Hablamos, un rato y te
Calmé, como siempre, no permitiendo que te ahogaras en la lástima propia.

Fuiste a casa y encontraste unos pantalones nuevos extensibles que Alice y yo te habíamos
Comprado y quedaste feliz. Ya tenías dos cambios de ropa que aún te cabían para llevar al
Hospital. Listo, ya todo estaba bien. El procedimiento no era peligroso y lo había ya pasado
Varias veces.  Sería necesario un par de días en el hospital y te vería de nuevo el fin de semana.

No pude estar contigo el lunes 22 de febrero cuando tuviste que ir al hospital, como casi siempre
Lo había hecho, por el trabajo. Se suponía que debías ser admitido el viernes anterior, para yo Acompañarte, pero los médicos también tienen días libres y cambiaron la cita. No pude faltar al
Trabajo. Pero no estabas preocupado; Esto era sólo rutina. Estarías bien. Te vería en unos días.

Iríamos a ver a mamá el viernes, cuando estarías mucho más ligero y te sentirías mucho mejor.
Tal vez podríamos ir a comprate más ropa si la hinchazón no disminuía lo suficiente. Condujiste
Al médico y luego te transportaron por ambulancia al hospital. Yo estaba preocupado, pero no Demasiado. Me llamaste sobre las cinco de la tarde para decirme que estabas bien, descansando.

“No te preocupes. Estoy seguro aquí y bien cuidado." Hablamos un poco sobre lo usual, y te
Asegure que te vería el viernes o el sábado. Estabas cansado y querías dormir. Te pedí que me Llamaras si despertabas más tarde esa noche o te hablaría yo al día siguiente. Alrededor de
Las 10:00 p.m. recibí una llamada de tu celular y respondí de la manera habitual optimista.

“Hola, Papi.” En el otro lado había una enfermera que me decía que mi padre había caído.
Le aseguré que estaba equivocada, ya que mi padre estaba allí para drenar el líquido abdominal.
"No entiendes. Se cayó de su cama y se golpeó la cabeza en una mesita de noche o algo,
Y su corazón se ha detenido. Estamos trabajando en él durante 20 minutos y no se ve bien ".

"¿Puedes llegar aquí?" No pude. Había bebido dos o tres vasos de vino poco antes de la llamada
Con la cena. No pude conducir las tres horas a Middletown. Lloré. Oré. Quince minutos después
Recibí la llamada de que te habías ido. Perdido en el dolor, sin saber qué hacer, llamé a mi
Esposa. Poco después vino una llamada del forense. Se requirió una autopsia. No pudría verte.

Cuatro días después tu cuerpo fue finalmente entregado al director de funeraria que había
Seleccionado por su experiencia con el proceso de entierro en España. Te vi por última vez para Identificar tu cuerpo. Besé mis dedos y toqué tu frente mutilada. Ni siquiera podrías tener la
Dignidad de un ataúd abierto. Querías cremación. Tu cuerpo lo espera mientras escribo esto.

Estabas solo, incluso en la muerte. Solo. En el hospital, mientras desconocidos trabajaron en ti. En la Oficina del médico forense mientras esperabas la autopsia. En la mesa de la autopsia
Mientras pinchaban, empujaban, y cortaban tu cuerpo buscando indicios irrelevantes que no
Cambiarían nada ni beneficiarían a nadie, y menos que a nadie a ti.

Tendremos un servicio conmemorativo el próximo viernes con tus cenizas y una misa el sábado.
Nunca más te veré en esta vida. Alice y yo te llevaremos a casa, a tu pueblo natal, al
Cementerio de Olearos, La Coruña, España este verano. Allí esperarás el amor de tu vida.
Quién se unirá contigo en la plenitud del tiempo. Ella no comprendió mis lágrimas ni tu muerte.

Hay una bendición en la demencia. Ella pregunta por su madre, y dice que está preocupada
Porque no ha venido a visitarla en algún tiempo. “Ella viene”, me asegura siempre que la veo.
Tú la visitabas todos los días, excepto cuando la salud lo impedía. Pasaste este 10 de febrero aparte,
El aniversario 61 de bodas, demasiado enfermo para visitarla. Tampoco yo pude ir. Primera vez.

Espero que no te hayas dado cuenta de que estabais aparte el 10, pero dudo que sea el caso.
No te lo mencioné, esperando que lo hubieras olvidado, y tú tampoco. Eras mi conexión con Mamá.
No puede marcar o contestar un teléfono. Tu le ponías el teléfono celular al oído cuando
Yo no estaba en clase o en reuniones y podía hablar con ella. Ella siempre me reconoció.
Estoy a tres horas de ella. Los visitaba una o dos veces al mes. Ahora incluso esa línea de
Vida está cortada. Mamá está completamente sola, asustada, confundida, y no puedo en el corto
Plazo al menos hacer mucho sobre eso. No habías de morir primero. Fue mi mayor temor, y el
Tuyo, pero como con tantas cosas que no podemos cambiar, lo puse en el fondo de mi mente.

Me mantuvo en pie muchas noches, pero, como tú, todavía creía --y creo-- en milagros.
Yo te hablaba todas las noches, a menudo durante una hora o más, en el camino a casa del trabajo Tarde por la noche durante mi hora de viaje, o desde casa mientras cocinaba mi cena.
La mayoría del tiempo te dejaba hablar, tratando de darte apoyo y aliento.

Estabas solo, triste, atrapado en un ciclo sin fin de dolor emocional y físico. Últimamente eras Especialmente reticente a colgar el teléfono. Cuando mamá estaba en casa y todavía estaba
Relativamente bien, yo llamaba todos los días también, pero por lo general hablaba contigo sólo
Unos minutos y le dabas el teléfono a mamá, con quien conversaba por mucho más tiempo.

Durante meses tuviste dificultades para colgar el teléfono. Sabía que no querías volver al sofá,
Para ver un programa de televisión sin sentido, o para pagar más facturas. Me decías adiós, o
"Ya basta para hoy", y comenzar inmediatamente un nuevo hilo, repitiendo el ciclo, a veces cinco o seis Veces. Me dijiste una vez llorando recientemente, "Cuélgame o seguiré hablando".

Te quería, papá, con todo mi corazón. Discutimos, y yo a menudo te gritaba con frustración,
Sabiendo que nunca lo tomarías a pecho y que por lo general solo me ignorarías y harías lo que querías. Sabía lo desesperadamente que me necesitabas, y traté de ser tan paciente como pude.
Pero había días en los que estaba demasiado cansado, frustrado, y lleno de otros problemas.

Había días en los que me sentía frustrado cuando te quedabas en el teléfono durante una hora
Cuando necesitaba llamar a Alice, comer mi cena fría o incluso mirar un programa favorito.
Muy rara vez te corté una conversación por lo larga que fuese, pero si estuve frustrado a veces,
Incluso sabiendo bien cuánto me necesitabas y yo a ti, y cuán poco me pediste.

¿Cómo me gustaría oír tu voz de nuevo, incluso si fuera quejándote de las mismas cosas, o
Para contarme en detalle más minucioso algún aspecto sin importancia de tu día. Pensé que te haría
Tener al menos un poco más de tiempo. ¿Un año? ¿Dos? Sólo Dios sabía. Habría tiempo. Tenía
Mucho más que compartir contigo, mucho más de aprender cuando la vida se relajara un poco.

Tú me enseñaste a pescar (no tomó) y a cazar (que tomó aún menos) y mucho de lo que sé sobre
La mecánica y la electrónica. Trabajamos en nuestros coches juntos durante años--cambios de
Frenos, silenciadores, “tuneas” en los días en que los puntos, condensadores y luces de
Cronometraje tenían significado. Reconstruimos carburadores, ventanas eléctricas, y chapistería.

Éramos amigos, bunos amigos. Fuimos los domingos en coche a restaurantes favoritos o a
Comprar herramientas cuando yo era soltero y vivía en casa. Me enseñaste todo lo que necesito
Saber en la vida sobre todas las cosas que importan. El resto es papel sin sentido y vestidor.
Conocí tus pocas faltas y tus colosales virtudes y te conocí ser el mejor hombre de los dos.

Ni punto de comparación. Nunca podría hacer lo que hiciste. Nunca podría sobresalir en mis
Campos como lo hiciste en los tuyos. Eras hecho y derecho en todos los sentidos, visto desde
Todos los ángulos, a lo largo de tu vida. No te traté siempre así, pero te amé siempre
Profundamente, como lo sabe cualquiera que nos conoce. Te lo he dicho a menudo, sin vergüenza.

El mundo se ha enriquecido con tu viaje sobre él. No dejas atrás gran riqueza, ni obras que te Sobrevivan. Nunca tuviste tus quince minutos al sol. Pero importaste. Dios conoce tu virtud, tu
Integridad absoluta y la pureza de tu corazón. Nunca conoceré a un hombre mejor. Te amaré, te Extrañaré y te llevaré en mi corazón todos los días de mi vida. Que Dios te bendiga, papá.

  Si desean oír mi lectura de la versión original de este poema en inglés, pueden hacerlo aquí:
https://www.youtube.com/channel/UCRUiSZr1_rWDEObcWJELP7w
This is a translation from the English original I wrote immediately after my dad's passing in February of 2016.  Even in the hardest of times suffering from his own very serious medical conditions, my dad was full of love and easy laughter. I will never see his equal, or my mom's. Tears still blur my eyes as they do now just thinking of them with great love and an irreparable sense of loss.
Leydis Nov 2017
HUELEME OTRA VEZ

Solo una sola oportunidad,
de repetir aquel evento,
donde por fin entendí
que me hiciste tuya…
sin ni siquiera ponerme un dedo.

Huéleme otra vez,
quiero sentir de nuevo tu respiración tan cerca de mí,
que puedas oler mis más íntimos pensamientos.

Huéleme, así, como lo hiciste aquella vez,
huméame, de tal manera, que se zafe un botón de mi túnica.

Husméame como lo hiciste aquel día,
haciéndome ruborizar de timidez,
como doncella que no sabe cómo proceder.

Haz que tu respiración me arrope en deseo.

Huéleme, no tienes que hacer más nada.
solo quiero que tu respiración, espire mi alma.

Huéleme como aquella vez,
fija tu mirada en mi pelo,
haz que tu respiración
empine mis vellos.

Fija tu nariz cerquita de mi oreja,
haz que se quiera ensordecer mi oído de delirio.
Haz que busque con que sostener estas ganas
que tu respirar en mi provoca.

Huéleme como lo hiciste aquel día,
cambiando por siempre
la forma de entregarme a alguien,
sin ni siquiera tocarme.

Huéleme otra vez.
hoy mi cuerpo y mi alma
necesitan hacer el amor contigo.  


LeydisProse
11/22/2017
https://m.facebook.com/LeydisProse/
De aquel hombre me acuerdo y no han pasado
sino dos siglos desde que lo vi,
no anduvo ni a caballo ni en carroza:
a puro pie
deshizo
las distancias
y no llevaba espada ni armadura,
sino redes al hombro,
hacha o martillo o pala,
nunca apaleó a ninguno de su especie:
su hazaña fue contra el agua o la tierra,
contra el trigo para que hubiera pan,
contra el árbol gigante para que diera leña,
contra los muros para abrir las puertas,
contra la arena construyendo muros
y contra el mar para hacerlo parir.

Lo conocí y aún no se me borra.

Cayeron en pedazos las carrozas,
la guerra destruyó puertas y muros,
la ciudad fue un puñado de cenizas,
se hicieron polvo todos los vestidos,
y él para mí subsiste,
sobrevive en la arena,
cuando antes parecía
todo imborrable menos él.

En el ir y venir de las familias
a veces fue mi padre o mi pariente
o apenas si era él o si no era
tal vez aquel que no volvió a su casa
porque el agua o la tierra lo tragaron
o lo mató una máquina o un árbol
o fue aquel enlutado carpintero
que iba detrás del ataúd, sin lágrimas,
alguien en fin que no tenía nombre,
que se llamaba metal o madera,
y a quien miraron otros desde arriba
sin ver la hormiga
sino el hormiguero
y que cuando sus pies no se movían,
porque el pobre cansado había muerto,
no vieron nunca que no lo veían:
había ya otros pies en donde estuvo.

Los otros pies eran él mismo,
también las otras manos,
el hombre sucedía:
cuando ya parecía transcurrido
era el mismo de nuevo,
allí estaba otra vez cavando tierra,
cortando tela, pero sin camisa,
allí estaba y no estaba, como entonces
se había ido y estaba de nuevo,
y como nunca tuvo cementerio,
ni tumba, ni su nombre fue grabado
sobre la piedra que cortó sudando,
nunca sabia nadie que llegaba
y nadie supo cuando se moría,
así es que sólo cuando el pobre pudo
resucitó otra vez sin ser notado.

Era el hombre sin duda, sin herencia,
sin vaca, sin bandera,
y no se distinguía entre los otros,
los otros que eran él,
desde arriba era gris como el subsuelo,
como el cuero era pardo,
era amarillo cosechando trigo,
era ***** debajo de la mina,
era color de piedra en el castillo,
en el barco pesquero era color de atún
y color de caballo en la pradera:
cómo podía nadie distinguirlo
si era el inseparable, el elemento,
tierra, carbón o mar vestido de hombre?

Donde vivió crecía
cuanto el hombre tocaba:
La piedra hostil,
quebrada
por sus manos,
se convertía en orden
y una a una formaron
la recia claridad del edificio,
hizo el pan con sus manos,
movilizó los trenes,
se poblaron de pueblos las distancias,
otros hombres crecieron,
llegaron las abejas,
y porque el hombre crea y multiplica
la primavera camino al mercado
entre panaderías y palomas.

El padre de los panes fue olvidado,
él que cortó y anduvo, machacando
y abriendo surcos, acarreando arena,
cuando todo existió ya no existía,
él daba su existencia, eso era todo.
Salió a otra parte a trabajar, y luego
se fue a morir rodando
como piedra del río:
aguas abajo lo llevó la muerte.

Yo, que lo conocí, lo vi bajando
hasta no ser sino lo que dejaba:
calles que apenas pudo conocer,
casas que nunca y nunca habitaría.

Y vuelvo a verlo, y cada día espero.

Lo veo en su ataúd y resurrecto.

Lo distingo entre todos
los que son sus iguales
y me parece que no puede ser,
que así no vamos a ninguna parte,
que suceder así no tiene gloria.

Yo creo que en el trono debe estar
este hombre, bien calzado y coronado.

Creo que los que hicieron tantas cosas
deben ser dueños de todas las cosas.

Y los que hacen el pan deben comer!

Y deben tener luz los de la mina!

Basta ya de encadenados grises!

Basta de pálidos desaparecidos!

Ni un hombre más que pase sin que reine.

Ni una sola mujer sin su diadema.

Para todas las manos guantes de oro.

Frutas de sol a todos los oscuros!

Yo conocí aquel hombre y cuando pude,
cuando ya tuve ojos en la cara,
cuando ya tuve la voz en la boca
lo busqué entre las tumbas, y le dije
apretándole un brazo que aún no era polvo:

«Todos se irán, tú quedarás viviente.

Tú encendiste la vida.

Tú hiciste lo que es tuyo».

Por eso nadie se moleste cuando
parece que estoy solo y no estoy solo,
no estoy con nadie y hablo para todos:

Alguien me está escuchando y no lo saben,
pero aquellos que canto y que lo saben
siguen naciendo y llenarán el mundo.
Helsy Flores Jan 2019
Mi amada Daisy
Ya no tengo quien me avise cuando hay alguien en la puerta
Quien se acurruque en mi panza cuando estoy triste
Quien me vea preocupada cuando estoy enferma
Quien duerma junto a mí en la cama, tapada de pies a cabeza
Era el paraíso despertar con un bultito tan bello y calientito

Mi chiquitita, my tiny
Tan fría que querías parecer, pero cuánto me querías
Todo el día pegada a mí, todo el día en mis piernas
Corrías a sentarte en el tapete para acompañarme hasta en el baño
Sabías perfectamente cuando me iba a ir de viaje
Te subías a mi maleta, y escuchaba tus lloridos desde la puerta

Mi vaquita, mi chilpetina
Ya no tengo quien me despierte en la mañana para ir al baño
Jamás te hiciste en la cama, ladrabas para que te bajara y te abriera
Ladrabas y corrías a tu platito de agua cuando querías agua
O frente a tu platito de comida exigiendo que era hora de comer
Solita lo aprendiste, "Such a smart puppy!"

Mi tinky winky, my ****** twinkle
Ya no tengo a quien soplarle en la carita
Y que como respuesta me llene de besos
No tengo con quien batallar para que coma
Ni a quien ponerle tus vestiditos todos chiquitos
A quien observar, morir de amor, e inevitablemente llenar de besos

Mi bébe, my puppy
Eras tan fuerte que jamás te quejaste de nada
Ni siquiera cuando tus pequeños riñones empezaron a fallar
Siempre estuviste alegre, moviendo tu colita
Excepto en tus últimos días, apagada
Sabías que ya habías cumplido tu misión, que ya era hora

Mi preciosura
GRACIAS por quererme, por hacerme feliz con sólo verte
GRACIAS por cuidarme, por absorber mis males y tristezas
GRACIAS por esperar a que llegara para irte
GRACIAS por ser fuerte cuando tu cuerpo más débil estaba, para poder decirnos adiós estando juntas, en casa
GRACIAS por escogerme como mamá

Mi florecita bella
Fuiste la mejor y más hermosa perrita del Universo
Tenerte fue lo mejor que me pudo haber pasado
¡Qué bonito habernos encontrado en esta vida!
No sabes lo inmensamente feliz que me hiciste
Te amo tanto y lo sabes, porque te lo decía cada 3 segundos


Mi pequeña angelita hermosa
Nos quedamos dormidas abrazadas, y viste el momento
Amaneciste aún abrazada a mi brazo, pegada a mi pecho
Con una carita feliz, llena de paz... pero ya en el arcoiris
Ya no tengo quien haga todas esas cosas aquí
Pero en todas partes te veo, y escucho tus ladriditos tan bellos
Te guardo en mi corazón mientras me esperas en el arcoiris
Jugando, corriendo, observándome y cuidándome
Espérame ahí, hasta que sea hora de que vaya a recogerte
I love you forever, my tiny
Daisy, 2013 (?) - 19/Ene/2019
Escrito el 20 de enero de 2019
Victor D López Feb 2019
Naciste siete años antes del comienzo de la guerra civil española,
Y viviste en una casita de dos pisos en la Calle de Abajo de Fontan,
Frente al mar que les regalo su riqueza y belleza,
Y les robo a tu hermano mayor, y el más noble, Juan, a los 19 años.

De chiquita eras muy llorona. Los vecinos te hacían rabiar con solo decirte,
“Chora, Litiña, chora” lo cual producía un largo llanto al instante.
A los siete u ocho años quedaste ciega por una infección en los ojos. Te salvó la vista
El medico del pueblo, pero no antes de pasar más de un año sin poder ir a la escuela.

Nunca recuperaste ese tiempo perdido. Tu impaciencia y la vergüenza de sentirte atrasada, Impidieron tus estudios. Tu profundo amor propio y la vergüenza de no saber lo que sabían tus
Amigas de tu edad, tu inquietud y tu inhabilidad de aguantar la lengua cuando te corregían,
Crearon una perfecta tormenta que desvió tu diminutiva nave hacia las rocas.

Cuando aún una niña, viste a Franco con su escolta salir de su yate en Fontan.
Con la inocencia de una niña que nunca supo aguantar la lengua, preguntaste a
Una vecina que también estaba presente “Quien es ese señor?”
“El Generalísimo Francisco Franco” te contestó en voz baja. Dile “Viva Franco” cuando pase.

Con la inocencia de una niña y con la arrogancia de una viejita incorregible gritaste señalándolo
“Ese es el Generalísimo?” Y con una carcajada seguiste en voz alta “Parece Pulgarcito!”
Un miembro de su escolta se acercó alzando su ametralladora con la aparente Intención de Golpearte con la culata. “Dejadla!” Exclamo Franco. “Es una niña—la culpa no es suya.”

Contaste ese cuento muchas veces en mi presencia, siempre con una sonrisa o riéndote.
Creo que nunca apreciaste el importe de esa “hazaña” de desprecio a la autoridad. Pudiera ser En parte por ese hecho de tu niñez que vinieron eventualmente por tu padre  
Que lo Llevaron preso. Que lo torturaron por muchos meses y condenaron a muerte?

El escapó su condena como ya he contado antes—con la ayuda de un oficial fascista.
Tan fuerte era su reputación y el poder de sus ideas hasta con sus muchos amigos contrarios.
Tal tu inocencia, o tu ceguera psíquica, en no comprender nunca una potencial causa de su Destrucción. A Dios gracias que nunca pudiste apreciar la posible consecuencia de tus palabras.

Tu padre, quien quisiste toda la vida entrañablemente con una pasión de la cual fue muy Merecedor, murió poco después del término de la guerra civil. Una madre con diez
Bocas para alimentar necesitaba ayuda. Tú fuiste una de las que más acudió a ese
Pedido silencioso. A los 11 años dejaste la escuela por última vez y comenzaste a trabajar.

Los niños no podían trabajar en la España de Franco. No obstante, un primo tomó piedad
De la situación y te permitió trabajar en su fábrica de embutidos de pescado en Sada.
Ganabas igual que todas tus compañeras mayores. Y trabajabas mejor que la mayoría de ellas,
Con la rapidez y destreza que te sirvieron bien toda tu vida en todos tus trabajos.

En tu tiempo libre, llevabas agua de la fuente comunal a vecinos por unos céntimos.
De chiquita también llevabas una sella en la cabeza para casa y dos baldes en las manos antes y Después de tu trabajo en la fábrica de Cheche para el agua de muchos pescadores en el puerto
Antes del amanecer esperando la partida a alta mar con tu agua fresca en sus recipientes.

Todo ese dinero era entregado tu madre con el orgullo de una niña que proveía
Más que el sueldo de una mujer grande—solo a cambio de tu niñez y de la escuela.
También lavabas ropa para algunos vecinos. Y siempre gratuitamente los pañales cuando había
Niños recién nacidos solo por el placer de verlos y poder estar con ellos.

Cuando eras un poco más grande, ya de edad de ir al baile y al cine, seguías la misma rutina,
Pero también lavabas y planchabas la ropa de los marineros jóvenes que querían ir muy limpios
Y bien planchados al baile los domingos. Ese era el único dinero que era solo tuyo—para
Pagar la peluquería todas las semanas y el baile y cine. El resto siempre para tu madre.


A los dieciséis años quisiste emigrar a Argentina a la casa de una tía en Buenos Aires.
Tu madre te lo permitió, pero solo si llevabas también a tu hermana menor, Remedios, contigo.
Lo hiciste. En Buenos Aires no podías trabajar tampoco por ser menor. Mentiste en las Aplicaciones y pudiste conseguir trabajo en una clínica como ayudanta de enfermera.

Lavaste bacinillas, cambiaste camas, y limpiaste pisos con otros trabajos similares.
Todo por ganar suficiente dinero para poder reclamar a tu madre y hermanos menores,
Sito (José) y Paco (Francisco). Luego conseguiste un trabajo de mucama en un hotel
En Mar del Plata. Los dueños apreciaron tu pasión por cuidar a sus niños pequeños.

Te mantuvieron como niñera y mucama—sin doble sueldo. Entre tu (pobre) sueldo y
Propinas de mucama, en un tiempo pudiste guardar suficiente dinero para comprar
Los pasajes para tu madre y hermanos. También pudiste volver a Buenos Aires y
Conseguiste alquilar un doble cuarto en una antigua casa cerca del Consulado español.

De aquellas, aun menor de edad, ya trabajabas en el laboratorio Ponds—al cargo de una
Máquina de empacado de productos de belleza. Ganabas buen dinero, y vivieron en el
Centro de Buenos aires en esa casa hasta que te casaste con papa muchos años después.
Aun te perseguía la mala costumbre de decir lo que penabas y de no dar el brazo a torcer.

El sindicato de la Ponds trató de obligarte a registrarte como Peronista.
A gato escaldado hasta el agua fría le hace daño, y reusaste registrarte al partido.
Le dijiste al sindicato que no le habías escapado a un dictador para aliarte a otro.
Te amenazaron con perder el trabajo. Y con repatriarte a ti y a tu madre y hermanos.

Tu respuesta no la puedo escribir aquí. Te llevaron frente al gerente general demandando
Que te despidiera de inmediato. Contestaste que te demostraran razones para hacerlo.
El gerente—indudablemente a propio riesgo—contestó que no había mejor trabajadora
En la fábrica y que no tenía el sindicato razones para pedir que te despidiera.

Después de un noviazgo de varios años, se casaron tú y papa. Tenían el mundo en sus
Manos. Buen trabajo con buenos ahorros que les permitirían vivir muy bien en el futuro.
No podías tener hijos—los cuales siempre anhelaste tener. Tres años de tratamientos
Lograron que me dieras vida. Vivimos por años en un hermoso apartamento en la ciudad.

Tengo uso de razón y recuerdos gratos desde antes de los dos años. Recuerdo muy bien ese Apartamento. Pero las cosas cambiaron cuando decidieron emprender un negocio
Que no fue sostenible en el caos de la Argentina en los años 60. Recuerdo demasiado bien el Sacrificio tuyo y el de papa—es eso un tema para otro día, pero no para hoy.

Fuiste la persona más trabajadora que conocí en mi vida. No le temías a ningún trabajo
Honesto por fuerte que fuese y tu inquietud y espíritu competitivo siempre te hicieron
Una empleada estelar en todos tus trabajos, la mayoría de ellos sumamente esclavos.
Hasta en casa no sabias parar a no ser que tuvieras con quien charlar un rato largo.

Eras una gran cocinera gracias en parte al chef del hotel en cual trabajaste en Argentina
Que era también un compatriota español (vasco) y te enseno a cocinar muchos de sus
Platos españoles e italianos favoritos. Fuiste siempre muy mal comedora. Pero te
Encantaba cocinar para amigos, familia y—cuantos mas mejor—y para las fiestas.

Papá también era buen cocinero aunque con un repertorio mas limitado. Y yo aprendí
De los dos con mucho afán también a cocinar desde joven. Ni en la cocina ni en ninguna
Fase de mi vida me puedo comparar contigo ni con papa, pero también me encanta
Cocinar y en especial para compartir con seres queridos.

Te daba gran placer introducir a mis amigos a tus platos favoritos como la cazuela de mariscos,
Paella, caldo gallego, tus incomparables canelones, ñoquis, orejas, filloas, buñuelos, flan,
Y todo el resto de tu largo repertorio de música culinaria. Papa me iba a buscar al colegio
Cuando en la escuela secundaria (JHS #10) todos los días antes del trabajo.

Los dos trabajaban el segundo turno y no partían hasta después de las 2:00 p.m.
Muchos días traía el coche lleno de mis compañeros. Recuerdo igual que si fuera ayer
Las caras de mis amigos judíos, chinos, japoneses, italianos, ingleses e irlandeses
Cuando primero probaron el pulpo, caldo gallego, la tortilla, las orejas o el flan.

Mediante el bachiller, la universidad y los estudios de derecho fue igual. A veces parecía
Una reunión de Las Naciones Unidas, pero siempre con comida. Siempre trataste a mis
Amigos íntimos como si fueran hijos tuyos también. Y algunos aun hoy día te quieren
Como una segunda madre y sienten tu ausencia aunque no te vieran por muchos años.

Tuviste una pasión por ser madre (una gran pena que solo tuvieras un hijo).
Que te hizo ser demasiado protectora de tu hijo.  Me vestías con ropa exclusiva de
Les Bebes—Fui un muñeco para quien no los tuvo de niña. No me dejabas fuera de tu vista.
El mantenerme en un ambiente libre de gérmenes produjeron algunos problemas de salud.

Mi pediatra te decía “Quiero verlo con las rodillas raspadas y las uñas sucias.”
Tú lo tomabas como un chiste. Me llevabas a menudo a un parque y a la calesita.
Lo recuerdo como si fuera ayer. Pero no recuerdo tener ningún amigo hasta los siete u ocho
Años. Y solo uno entonces. No recuerdo tener una pandilla de amigos hasta los 13 años. Triste.

Cuando comencé a hablar como una cotorra con un año, y a caminar al mismo tiempo,
Me llevaste al médico. El medico pensó que era solo idea tuya. Me mostro unas llaves y me
Pregunto “Sabes lo que es esto, Danielito?” “Si. Son las llaves de tu tutú,” le contesté.
Después de unas pruebas, le recomendaron a mi madre que alimentara mi curiosidad.

Según ella era yo insoportable (algunas cosas nunca cambian). Si le preguntaba a
Papá por que el sol quema, a que distancia esta, que son las estrellas, por qué una
Linterna enfocada al cielo en una noche oscura no se ve, por qué los aviones no tienen
Ruedas debajo de pontones para poder aterrizar y despegar en el agua? Etc., etc., etc.

Me contestaba con paciencia. Recuerdo viajes en tren o autobús sentado en las piernas de mi Padre haciéndole mil preguntas. Desafortunadamente, si le preguntaba algo a mama que No supiera contestar, inventaba cualquier respuesta con tal de hacerme callar en vez de decirme “No se” o “pregúntaselo a papá” o “vete al infierno de una ver por todas y dejame en paz.”

Cuando me contaba algún cuento y no me gustaba como terminaba, “Caperucita Roja” por Ejemplo, mi madre tenía que inventar un fin que me gustara mejor o aguantar un llanto
Interminable. Pobre madre. Inventar lo que a Danielito no le gustaba podía ser peligroso.
Recuerdo un día en el teatro viendo dibujos animados que me encantaban (y aun encantan).

El Pato Donald salió en una escena comiéndose un tremendo sándwich. Le dije a mamá que
Quería un sándwich igual. En vez de contestarme que no era un sándwich de verdad, o que me Llevarían a comer después del teatro (como de costumbre) se le ocurrió decirme que me
Lo iba a traer el Pato Donald al asiento. Cambio la escena y el Pato Donald salió sin el sándwich.


Se acabo el mundo. Empecé a chillar y llorar que el Pato Donald se comió mi sándwich.
Me había mentido y no me trajo el prometido sándwich. Eso era algo insoportable.
No hubo forma de consolarme o hacerme entender—ya tarde—que el Pato Donald también
Tenía hambre, que el sándwich era suyo y no mío, o que lo de la pantalla no era realidad.

Ardió Cristo. Se había comido el sándwich del nene el Pato Donald quien era (y es) mi favorito.
La traición de un ser querido así era inconcebible e insoportable. Me tuvieron que quitar del
Cine a grito pelado. No se me fue la pataleta por largo rato. Pero todo paso cuando mi querida Tía Nieves (una prima) me dio unas galletas marineras con mermelada más tarde en su casa.

Cuánta agua debajo del puente. Tus recuerdos como el humo en una placentera brisa ya se han Esparcido, son moléculas insubstanciales como estrellas en el cielo, que no pintan cuadros Coherentes. Una vida de conversaciones vitales vueltas a susurros de niños en una tormenta Tropical, impermisibles, insustanciales, solo un sueño que interrumpe una pesadilla eterna.

Así es tu vida hoy. Tu memoria fue siempre prodigiosa. Recordabas el nombre de todas las Personas que conociste en toda tu vida—y conversaciones enteras palabra por palabra.
Con solo tres años de escuela, te fuiste por el mundo rompiendo paso y aprendiste a leer y
Escribir ya después de os 16 años en una ciudad adoptiva. Te fue más que suficiente tu estudio.

Siempre dije que eras mucho mejor escritora que yo. Cuantas excelentes novelas u obras de Teatro y poesía hubieras escribido tú con la mitad de mi educación y el triple de trabajo?  
No ay justicia en este mundo. Por qué le da Dios pan a quien no tiene dientes? Tú prodigiosa Memoria no te permite ya que me reconozcas. Fui la última persona que olvidaste.

Pero aun ahora que ya no puedes tener una conversación normal en ningún idioma,
Alguna vez te brillan los ojos y me llamas “neniño” y sé que por un instante no estás ya sola.
Pero pronto se apaga esa luz y vuelve la oscuridad. Solo te puedo ver unas horas un día a la Semana. Las circunstancias de mi vida no me dejan otra mejor opción.

Algún día no tendré ni siquiera la oportunidad de compartir unas horas contigo. No tendrás
Monumento alguno salvo en mis recuerdos mientras me quede uso de razón. Toda una
Vida de incalculable sacrificio de la cual solo dejarás el más pobre rasgo viviente del amor
De tu único hijo quien no tiene palabras para honrarte adecuadamente ni nunca las tendrá.


*          *          *

Ya llegó ese día, demasiado pronto. Octubre 11, 2018. Llegó la llamada a las 03:30 horas,
Una o dos horas después de haber quedado yo dormido. Te trataron de resucitar en vano.
No habría ya mas oportunidades de decirte te quiero, de acariciar tus manos y cara,
De cantarte al oído, de poner crema en tus manos, de anhelar que esta semana me recordaras.

De contarte acontecimientos de seres queridos, a quien vi, que me dijeron, quien pregunto
Por ti, ni de rezar por ti o de pedirte si me dabas un besito poniendo mi mejilla cerca de tus Labios y del placer cuando respondías dándome muchos besitos. Cuando no me respondías,
Lo mas probable estos últimos muchos meses, te decía, “Bueno la próxima vez.”

Siempre al despedirme te daba un besito por Alice y un abrazo que siempre te mandaba,
Y tres besitos en tu frente de parte de papa (siempre te daba tres juntos), y uno mío. Te
Dejaba la tele prendida en un canal sin volumen que mostrara movimiento. Y en lo posible
Esperaba que quedaras con los ojos cerrados antes de marchar.

Se acabó el tiempo. No hay mas prorroga. Mis oraciones cambian de pedir que Dios te proteja
Y que por Su Gracia puedas sanar un poquito día a día a que Dios guarde tu alma y la de papá y
Permita que descansen en paz en Su reino. Te hecho mucho de menos ya, como a papá, y lo
Haré mientras viva y Dios me permita uso de razón. No sabia lo que es estar solo. Ahora si lo se.

Cuatro años viendo tu deslumbrante luz reducirse a una vela temblando en a oscuridad.
Cuatro años temiendo que te dieras cuenta de tu situación.
Cuatro años rogando que no tuvieras dolor, tristeza o soledad.
Cuatro años y sin aprender como decirte adiós. El resto de mi vida esperando verte otra vez.

Te quiero con todo mi corazón siempre y para siempre, mamá. Descansa en Paz.
You can hear all six of my Unsung Heroes poems read by me in my podcasts at https://open.spotify.com/show/1zgnkuAIVJaQ0Gb6pOfQOH. (plus much more of my fiction, non-fiction and poetry in English and Spanish)
Cebolla
luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes.

Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del aceite
se transforma en rizada pluma de oro.

También recordaré cómo fecunda
tu influencia el amor de la ensalada
y parece que el cielo contribuye
dándote fina forma de granizo
a celebrar tu claridad picada
sobre los hemisferios de un tomate.
Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta
en delicado
papel, sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.

Yo cuanto existe celebré, cebolla,
pero para mí eres
más hermosa que un ave
de plumas cegadoras,
eres para mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada

y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.
Mi vida, enferma de fastidio, gusta
de irse a guarecer año por año
a la casa vetusta
de los nobles abuelos
como a refugio en que en la paz divina
de las cosas de antaño
sólo se oye la voz de la madrina
que se repone del acceso de asma
para seguir hablando de sus muertos
y narrar, al amparo del crepúsculo,
la aparición del familiar fantasma.
A veces, en los ámbitos desiertos
de los viejos salones,
cuando dialogas con la voz anciana,
se oye también, sonora maravilla,
tu clara voz, como la campanilla
de las litúrgicas elevaciones.
Yo te digo en verdad, buena Fuensanta,
que tu voz es un verso que se canta
a la Virgen, las tardes en que mayo
inunda la parroquia con sus flores:
que tu mirada viva es como el rayo
que arranca el sol a la custodia rica
que dio para el altar mayor la esposa
de un católico Rey de las Españas;
que tu virtud amable me edifica,
y que eres a mis ósculos sabrosa,
no como de los reyes los manjares,
sino cual pan humilde que se amasa
en la nativa casa
y se dora en los hornos familiares.
¡Oh, Fuensanta!: mi espíritu ayudado
de tus manos amigas,
ha de exhumar las glorias del pasado:
En el ropero arcaico están las ligas
que en el día nupcial fueron ofrenda
del abuelo amador
a la novia de rostro placentero,
y cada una tiene su leyenda:
«Tú fuiste, Amada, mi primer amor,
y serás el postrero».
¡Oh, noble sangre, corazón pueril
de comienzos del siglo diecinueve,
para ti la mujer, por el decoro
de sus blancas virtudes,
era como una Torre de Marfil
en que después del madrigal sonoro
colgabas los románticos laúdes!
Yo obedezco, Fuensanta, al atavismo
de aquel alto querer, te llamo hermana,
fiel a mi bautismo,
sólo te ruego en mi amoroso mal
con la prez lauretana.
Tu llanto es para mí linfa lustral
que por virtud divina se convierte
en perlas eclesiásticas, bien mío,
para hacerme un rosario contra el frío
y las hondas angustias de la muerte.
Los vistosos mantones de Manila
que adornaron a las antepasadas
y tienes en las manos delicadas,
me sugieren la época intranquila
de los días feriales
en que el pueblo se alegra con la Pascua,
hay cohetes sonoros,
tocan diana las músicas triunfales,
y la tarde de toros
y la mujer son una sola ascua.
También tú, con las flores policromas
que engalanan los clásicos mantones
de Manila, pudieras haber ido
a la conquista de los corazones.
Mas ¡oh Fuensanta!, al buen Jesús le pido
que te preserve con su amor profundo:
tus plantas no son hechas
para los bailes frívolos del mundo
sino para subir por el Calvario,
y exento de pagano sensualismo
el fulgor de tus ojos es el mismo
que el de las brasas en el incensario.
Y aunque el alma atónita se queda
con las venustidades tentadoras
a las que dan el fruto de su industria
los gusanos de seda,
quiere mejor santificar las horas
quedándose a dormir en la almohada
de tus brazos sedeños
para ver, en la noche ilusionada,
la escala de Jacob llena de ensueños.
Y las alegres ropas,
los antiguos espejos,
el cristal empañado de las copas
en que bebieron de los rancios vinos
los amantes de entonces, y los viejos
cascabeles que hoy suenan apagados
y se mueren de olvido en los baúles,
nos hablan de las noches de verbena,
de horizontes azules,
en que cobija a los enamorados
el sortilegio de la luna llena.
Fuensanta: ha de ser locura grata
la de bailar contigo a los compases
mágicos de una vieja serenata
en que el ritmo travieso de la orquesta,
embriagando los cuerpos danzadores,
se acuerda al ritmo de la sangre en fiesta.
Pero es mejor quererte
por tus tranquilos ojos taumaturgos,
por tu cristiana paz de mujer fuerte,
porque me llevas de la mano a Sion
cuya inmortal lucerna es el Cordero,
porque la noche de mi amor primero
la hiciste de perfume y transparencia
como la noche de la Anunciación,
por tus santos oficios de Verónica,
y porque regalaste la paciencia
del Evangelio, a mi tristeza crónica.
Los muebles están bien en la suprema
vetustez elegante del poema.
Las arcas se conservan olorosas
a las frutas guardadas;
el sofá tiene huellas de los muslos
salomónicos de las desposadas;
entre un adorno artificial de rosas
surgen, en un ambiente desteñido,
las piadosas pinturas polvorientas;
y el casto lecho que pudiera ser
para las almas núbiles un nido,
nos invita a las nupcias incruentas
y es el mismo, Fuensanta, en que se amaron
las parejas eróticas de ayer.
Dos fantasmas dolientes
en él seremos en tranquilo amor,
en connubio sin mácula yacentes;
una pareja fallecida en flor,
en la flor de los sueños y las vidas;
carne difunta, espíritus en vela
que oyen cómo canta
por mil años el ave de la Gloria;
dos sombras dormidas
en el tálamo estéril de una santa.
A ti, con quien comparto la locura
de un arte firme, diáfano y risueño;
a ti, poeta hermano que eres cura
de la noble parroquia del Ensueño;
va la canción de mi amoroso mal,
este poema de vetustas cosas
y viejas ilusiones milagrosas,
a pedirte la gracia bautismal.
Te lo dedico
porque eres para mí dos veces rico;
por tus ilustres órdenes sagradas
y porque de tu verso en la riqueza
la sal de la tristeza
y la azúcar del bien están loadas.
Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi,
pero esa tarde me fui al cine e hice el amor.
Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta
con tus setenta años de virgen definitiva,
tendida sobre un catre, estúpidamente muerta.
Hiciste bien en morirte, tía Chofi,
porque no hacías nada, porque nadie te hacía caso,
porque desde que murió abuelita, a quien te consagraste,
ya no tenías qué hacer y a leguas se miraba
que querías morirte y te aguantabas.
¡Hiciste bien!
Yo no quiero elogiarte como acostumbran los arrepentidos,
porque te quise a tu hora, en el lugar preciso,
y harto sé lo que fuiste, tan corriente, tan simple,
pero me he puesto a llorar como una niña porque te moriste.
¡Te siento tan desamparada,
tan sola, sin nadie que te ayude a pasar la esquina,
sin quien te dé un pan!
Me aflige pensar que estás bajo la tierra
tan fría de Berriozábal,
sola, sola, terriblemente sola,
como para morirse llorando.
Ya sé que es tonto eso, que estás muerta,
que más vale callar,
¿pero qué quieres que haga
si me conmueves más que el presentimiento de tu muerte?
Ah, jorobada, tía Chofi,
me gustaría que cantaras
o que contaras el cuento de tus enamorados.
Los campesinos que te enterraron sólo tenían
tragos y cigarros,
y yo no tengo más.
Ha de haberse hecho el cielo ahora con tu muerte,
y un Dios justo y benigno ha de haberte escogido.
Nunca ha sido tan real eso en lo que tu creíste.
Tan miserable fuiste que te pasaste dando tu vida
a todos. Pedías para dar, desvalida.
Y no tenías el gesto agrio de las solteronas
porque tu virginidad fue como una preñez de muchos hijos.
En el medio justo de dos o tres ideas que llenaron tu vida
te repetías incansablemente
y eras la misma cosa siempre.
Fácil, como las flores del campo
con que las vecinas regaron tu ataúd,
nunca has estado tan bien como en ese abandono de la muerte.
Sofía, virgen, antigua, consagrada,
debieron enterrarte de blanco
en tus nupcias definitivas.
Tú que no conociste caricia de hombre
y que desjaste que llegaran a tu rostro arrugas antes que besos,
tú, casta, limpia, sellada,
debiste llevar azahares tu último día.
Exijo que los ángeles te tomen
y te conduzcan a la morada de los limpios.
Sofía virgen, vaso transparente, cáliz,
que la muerte recoja tu cabeza blandamente
y que cierre tus ojos con cuidados de madre
mientras entona cantos interminables.
Vas a ser olvidada de todos
como los lirios del campo,
como las estrellas solitarias;
pero en las mañanas, en la respiración del buey,
en el temblor de las plantas,
en la mansedumbre de los arroyos,
en la nostalgia de las ciudades,
serás como la niebla intocable, hálito de Dios que despierta.
Sofía virgen, desposada en un cementerio de provincia,
con una cruz pequeña sobre tu tierra,
estás bien allí, bajo los pájaros del monte,
y bajo la yerba, que te hace una cortina para mirar al mundo.
Natalia Rivera Apr 2015
El otro día estaba limpiando la vieja casa en donde crecí cuando era pequeña,  mis padres iban a venderla y necesitaban un poco de ayuda así que accedí. Quise limpiar mi habitación, y al decir limpiar hablaba de quitarle el polvo a los estantes y pasar una escoba. Al entrar la luz del sol entraba por la ventana, dejando todo el polvo que había al descubierto, mis estantes tenían una que otra pieza de porcelana, bailarinas y algunas fotos viejas. Le di la vuelta al cuarto hasta llegar al armario el que se suponía que estuviera vacío, se suponía. Habían dos cajas grandes una al lado de la otra, viejas y dañadas por la humedad; las tome y abrí una de ellas, frente a mi estaban cinco años de mi vida, guardadas todo este tiempo. Fotos, cartas, postales, discos, joyería, las sacaba una por una rápidamente preguntándome que hacían allí, quien las había puesto allí, desde cuando estaban allí. Limpie todo de prisa, le avise a mi madre que me iba y tome las cajas, me dirigía a mi apartamento.

Llegando tome un baño, me serví una cerveza y puse una de las cajas encima de la cama. Me tome el tiempo de ver cada una de las fotos; algunas eran mías usando algún traje espantoso, otras de amigos y familia. Reí leyendo las cartas que tenía y escogí la joyería que aun quería conservar. Fui a levantar la otra caja para ver que había dentro y era algo pesada, demasiado para ser ropa o chucherías como lo que contenía la otra. Grandes, pequeños, de todos los colores, carpeta dura y blanda, ahí estaba una colección inmensa de libros que había perdido. Mis libros. Las interrogantes que tuve en la casa volvieron, decidí abrir uno de ellos al azar. Era color verde y tenía algunos garabatos en la portada, “Poemas y Relatos” el mundo se había congelado. Tenía en mi mano uno de mis diarios de hace cinco, casi seis años atrás. Supe que esa noche, tendría de visitante a las lágrimas que hacen varias semanas no aparecían; pasaba las páginas y leí los poemas, las historias, las frases, hasta que en una de las paginas había algo que me llamo la atención. Era un fragmento de algún día.


“5 de junio de 2010

He pasado el verano cuidado a una pequeña, y esta casa es inmensa. Pero me reconforta el saber que en algún momento mi teléfono sonará mi teléfono y será un mensaje de él. Un como estas, que hiciste en el día, estuve esquiando, hace demasiado frio por acá, has comido algo. Me gusta mucho, me ha dicho te amo unas cuantas veces y mi corazón se va elevando con la rapidez que se acaba un suspiro. Blanco como la arena, sus ojos azules como el mar, hermosos, al igual que su sonrisa. Era inevitable no sonreír luego de verlo. Carismático, sarcástico y simpático; inteligente y cariñoso. Es como un ángel, el cual me  trae estúpida e imbécil. Enamorada me trae.


                                                         ­                                                        NARR”


No necesitaba saber el nombre, sabia para quien era aquello. Mucho tiempo había pasado desde que tuve la última conversación con él, pero así era. Como las estrellas fugaces, aparecen cuando quieren y así era él. Los sentimientos me invadían y quise con todas mis fuerzas saber porque se había ido, porque me había abandonado. Así que me asome a la ventana y susurre su nombre, como parte de un hechizo o un ritual.
-Llegue. Me volteé y ahí estaba. Parado frente a mí con sus enormes ojos azules. Me quede paralizada y solo pude decir “llegaste”.
-Oh valla. Demasiado tiempo para solo eso ¿no crees? Repentino silencio, pero luego comenzó a preguntarme que había hecho y como me iba. Hablamos de todo un poco, de las que todos hablan hasta que comenzó
-Hace algunos años atrás tuve un accidente y estuve en coma. Al despertar no recordaba caras, personas, amigos, sucesos. Pero me acorde de ti. No recuerdo exactamente como nos conocimos y porque hemos dejado de hablar, pero me acuerdo de ti.
La sangre la sentía correr fría, el corazón me iba a estallar. El seguía parado junto a mí y yo sentada en la ventana. Cuando finalmente pude hablar le dije
-Siempre me has acordado ese verano. En su mirada que no sabía de qué hablaba así que le mostré lo que había escrito en la libreta.
- Así que, ¿nos gustábamos?
-Al menos yo de ti me enamore, y llegaste a decirme unas cuantas veces un te amo. Perdimos comunicación porque jamás fui suficiente para ti, así que decidí dejar de intentarlo. Poco después supe que tenías pareja, hablamos por última vez y luego desapareciste.
- Lo supuse cuando después de todo me acordaba de tu nombre; eres mi único recuerdo de ese verano. “ángel” susurro casi tan bajo que apenas pude escucharlo. Sonreí y él lo hizo también. Se sentó al lado mío y dejo que descansara mi cabeza en su hombro. Pude sentir su olor, apreciarlo más, ver que aquel rostro de niño había evolucionado. Al lado mío estaba un viejo amor, un viejo amigo, al cual su corazón le pertenecía a alguien más igual que el mío. Pero mi corazón me pedía gritos unas últimas palabras así que le pregunte.
-¿Alguna vez me extrañas?

El me dio un beso en la frente y también recostó su cabeza en la mía, la brisa soplo y yo sonreí.
Para J.M
Quizá nunca supe mucho al respecto.
Sólo sabía sentir, y era el sentir más genuino y puro que yo hubiera conocido. No sabía nada, tan solo un instinto que me llamaba a adentrarme en aquel desconocido mundo lleno de aquellas inefables sensaciones que no comprendo del todo.
Una locura, fue. Lo sé, y quizá lo supe siempre, pero ya no vale decir más. Loco fue ese sentimiento, que me hacía pensar noche y día en ti. Ese sentimiento que hizo que quisiera defenderte a toda costa de cualquier daño que pudiera hacerte el mundo en tu existencia, a pesar de ser siempre yo quien necesitara una mano para salir de un hoyo interminable que me arrastraba de vez en cuando. Un sentir, que se sentía rapidísimo cuando estabas cerca, y lento e interminable cuando estabas ausente. El tiempo se detenía entre abrazos y canciones, pero eso, eso era solo en mi mente. Me perdía en el sonido de tus palabras para no saber de mí jamás... Pobre ingenuidad... Tenías otros planes...

Te fuiste, aparentándo que nada jamás te importó. Mandándome a mí o a mi madre a lugares a los que no se mandan ni a los enemigos, y te alejaste a tope. Todo por una palabra. Una simple palabra.
Me dijiste tantas cosas sin un solo insulto, que terminé por casi volver a hacer la misma estupidez de antaño, cuando la gente ya no quiere nada que ver con su existencia.

Y día a día, indirectamente, me hacías sentir culpable. ¿Sabes qué hizo esta idiota? Alegrarse cuando te veía sonreir, sonreir de verdad. Quizá era el único consuelo, para el unico sentimiento perdido que había sido verdaderamente real en una corta y monótona existencia.
Un día de esos en los que realmente no soy yo, te tuve frente a frente, pero las palabras no salieron. Hice lo que pude para no llorar, ni correr hacia ti, porque no sabía qué mas hacer. Lo único que sabía era que eso no iba a pasar. Que ya nada iba a pasar.

Luego sucedió. Me sacaste de quicio. Esa llamada. Esa persona desconocida, esas palabras, y tu risita en el fondo. ¿Qué tan mal tengo que estar para alimentar esa macabra sonrisa tuya? A veces me pregunto si era en serio aquella vez que me dijiste que eras un demonio. Conociste mi enfado ese día, pero de lejitos. No iba a hacerte daño, no soy como tú.

Y al final, te apareces, diciendo estar preocupado, con un montón de cosas que reiteradamente me dijiste que olvidara. Buscándome por todos lados. Te pregunté ¿Por qué lo hiciste?

Obtuve tu silencio.

Hoy hay otro sentimiento, el mismo que cuando te alejaste. Pero este si lo puedo expresar...

Siento un vacío profundo
Un vacío infinito.
No se llena de nada
esta cada vez mas vacío
como un hada
sin alas
sin mundo
al mar de lo desconocido
Se adentra,
lo que venga
Estoy lista
Dejé atrás todo sentir
Porque tengo miedo
a sentir lo mismo.
Alan Eshban Aug 2017
...
Imposible creer ese falso amor y
Poder caer otra vez en tus jugos, es mejor
Olvidarte ya qu tu
Eres un persona que con los sentimientos juega
La vida es una y recuerda que cada
Persona es diferente a ti a si que
Indicada es la hora para partir
Y no dejaré ir la oportunidad de
Dejarte fuera de mi corazón e
Ir en busca de alguien que si cuide de el y
No lo rompa como tú lo hiciste
Podré desearte suerte pero quiero que sepas que
No te guardo rencor ya que no
Importa somos humanos y sabemos
Que todos nos equivocamos, a lo mejor
Tan absurdo té suene esto que me es
Difícil comprender el como te sientes ahorita ya
Sea para bien o para mal.
No importa si lees esto por completo tampoco
Importa si me dejas abandonado
En una banca de la calle como vagabundo
Que trataré ponerme de pie a pesar de las
Situación que me encuentre, espero que
Nos comprendamos el uno al otro y
Situemos los pies en la tierra
Siempre, es mejor que
Te vayas retirando de mi vida ya que
Amaré a una nueva piel que
Mi alma y la de ella si formen una y que mi
Corazón este y
Se sienta en paz y sentir que se
Detiene el tiempo al tener
Por segunda y ultima vez
Un amor similar al tuyo y pasar el
Momento más feliz de mi vida
Al estar abrazándonos,
Estar besándonos, y decirle que  
Contigo solo fue un juego y
Mirar y decir que es real lo que siente como
Tus engaños los llegue a sentir
Hermosos por no saber la verdad ya que
Ojos que no ven corazón que no siente,
Me da curiosidad que será de ti, me
Hipnotizan los engaños que tuve ya que
Cada día me pregunto si alguna
Vez me amaste...
Que me tiene desesperado saber si
Me tenías como objeto.
Ven y te vuelvo a decir que yo era el único que
Me preocupaba por ti, hasta me
Desmaya el saber
Cuando salías con
Tu amante y aún así te perdone, recuerdo el
Aroma de las flores que te regalaba
Queda guardado en mi memoria como se quedo
Impregnado las caricias de amor.
En que momento
Mi suerte cambió? Y ahora el único
Pensamiento que tengo es de soledad.
Si pudiera tirar a la basura asi de fácil
Tus te quieros no escribirá esto, tus
Labios fueron testigos y
Yo solo decía afortunado es quien
Besaría tus labios...
Sería inútil intentar de nuevo,
Lo mejor y
Más conveniente es dejarlo ir.
Dulce fueron los momentos
Que pasamos juntos.
Mi alma se sienta sola y mi
Boca no tenga ahorita a quien besar.
Tocaria a lo mejor nos veamos en un futuro y
Sueño que todo quede en paz entre nosotros y
Con todo respeto el poder saludarnos.
Acariciar tu rostro aceptó que fue hermoso
Tú me hiciste sentir en la luna y tú
Rostro me fascinaba
Y que mejor cuando mirábamos el cielo y
Que me decías que nunca
Nos íbamos a separar y que nos
Amamos hasta que no haya vida.
Quizás haya sido mentirá pero fue bonito
Lo que me hacía sentir.
Que fue difícil darte lo que
Esperabas pero
De mi pude dar lo que podía.
Mi futuro dependerá de mis lecciones y  
No espero que sea al contrario contigo.
Lo que decías a lo mejor no se cumplió pero
Soy y eres humano y de experiencias vivimos,
Pero espero que esto sirva más de lo que duele
Te diré que siempre te amé y te
Prometo...
Que algún día te perdonare
Seré franco no sé si pueda ya que
El perdón es complicado y más si se trata de un
Hombre como yo que fue engañado,
Más intentaré poder hacerlo y
Contento será el mundo otra vez.
Si tuvieras sentimientos me entenderías pero
Te llenas de orgullo.
Sigo un buen camino desde que no estoy
Teniendo nada contigo aunque
A mi no me agrade se que lo llevó y con
Mi cabeza siempre en alto para a
Lado poder tener alguien que si me ame tanto.
Mola Feb 2012
Cuento mucho todo y nada ,asi empezo la tonada
con el mar que hay en tus labios, y el desierto de mi boca
podemos hacer que un rio corra
hasta por las mas secas praderas


Dime si estas jugando porque para mi es serio
no se como lo hiciste , pero de mi conciencia te deshiciste
lograste poner todo al revez
ahora soy yo la que no sabe ni leer

No se que pasaria si manana no te encuentro
se oiria mi suplicio, mi tortura y mi lamento,
y es que te has convertido en el aire que respiro, no se como ni donde
pero sin avisar llego a mi como, tornado
revolviendo y destrullendo todo lo que encontro a su paso


Y es que te has convertido en parte de mi alma
eres dueno  de mi corazon, de mis suenos y mis primaveras
como podria olvidarte, como podria arrancarte
si te arranco me arranco el corazon
y si te borro me muero de dolor.



Siempre seras parte de mi......
Ivan Sep 2015
Cuando has bebido tanto y juras que se puede ver su nombre en la parte inferior de la botella, de repente estás perforando tu puño a través de la pared seca y hablando en voz alta, tal vez ella podria responder, tal vez va a traerla de vuelta. ¿Cómo se puede creer que los sueños son al azar?, te levantas pensando que todavía puedes oler en sus hojas su recuerdo y tu almohada aun contiene cabellos, y que tal vez el lugar donde ella vuelva no es el sueño, tal vez el sueño es la parte en la que ella llegó por primera vez. Sigues mirando sus manos y no puedes recordar cómo temblaban, por que lo hacian, y por qué siempre lo hicieron por ti y ahora no está temblando, porque ahora no está, pero debido a que su sonrisa no dejará tu mente y cada vez esa canción regresa a ti, debes volver a escuchar su risa de nuevo y esta vez uedarte perplejo en esos tonos para siempre. Caminas por la calle y piensas que puedes ver su cabello rizado y su piel pálida pero recuerdas que se ha ido, pero ella no se ha ido porque todavía le puedes degustar cada vez que bebes whisky, vino tinto o nada. En realidad, no puedes recordar nada más que ella. Puedes saborearla en los labios como si estuviera todavía aquí contigo pero sin ella. Siempre se arruina por el recuerdo de su abandono y los brazos se sienten vacíos, aunque ella se había ido antes de que realmente se fuera para pregúntarse, como puedes leer en los libros más de lo que dices. No es porque mis ojos sólo ven su nombre, no es porque cada palabra en la página me recuerda a decir a mí mismo, a la razón, que nunca se podrá escribir más, y su nombre dejará de ser recordado. La forma en que él se aferró a sus caderas con tanta fuerza como si estuviera asustado. Iban a volar lejos y tal vez debió ser así, siempre quiso volar con ella, pero ella era demasiado frágil y el viento, por envidia, les hizo tomar su distancia. Fué la forma más difícil de separarse de ella. Ha intentado hacer lo que hiciste, y el viento pudo mas que tu, de ésta manera quedaste triste y ella por fin se fue a la luz.
No es el viento
no son los pasos sonámbulos del agua
entre las casas petrificadas y los árboles
a lo largo de la noche rojiza
no es el mar subiendo las escaleras
Todo está quieto
                                reposa el mundo natural
Es la ciudad en torno de su sombra
buscando siempre buscándose
perdida en su propia inmensidad
sin alcanzarse nunca
                                      ni poder salir de sí misma
Cierro los ojos y veo pasar los autos
se encienden y apagan y encienden
se apagan
                  no sé adónde van
Todos vamos a morir
                                        ¿sabemos algo más?

En una banca un viejo habla solo
¿Con quién hablamos al hablar a solas?
Olvidó su pasado
                                  no tocará el futuro
No sabe quién es
está vivo en mitad de la noche
                                                          habla para oírse
Junto a la verja se abraza una pareja
ella ríe y pregunta algo
su pregunta sube y se abre en lo alto
A esta hora el cielo no tiene una sola arruga
caen tres hojas de un árbol
alguien silba en la esquina
en la casa de enfrente se enciende una ventana
¡Qué extraño es saberse vivo!
Caminar entre la gente
con el secreto a voces de estar vivo

Madrugadas sin nadie en el Zócalo
sólo nuestro delirio
                                    y los tranvías
Tacuba Tacubaya Xochimilco San Ángel Coyoacán
en la plaza más grande que la noche
encendidos
                      listos para llevarnos
en la vastedad de la hora
                                                  al fin del mundo
Rayas negras
las pértigas enhiestas de los troles
                                                                        contra el cielo de piedra
y su moña de chispas su lengüeta de fuego
brasa que perfora la noche
                                                      pájaro
volando silbando volando
entre la sombra enmarañada de los fresnos
desde San Pedro hasta Mixcoac en doble fila
Bóveda verdinegra
                                      masa de húmedo silencio
sobre nuestras cabezas en llamas
mientras hablábamos a gritos
en los tranvías rezagados
atravesando los suburbios
con un fragor de torres desgajadas

Si estoy vivo camino todavía
por esas mismas calles empedradas
charcos lodos de junio a septiembre
zaguanes tapias altas huertas dormidas
en vela sólo
                        blanco morado blanco
el olor de las flores
                                      impalpables racimos
En la tiniebla
                          un farol casi vivo
contra la pared yerta
                                        Un perro ladra
preguntas a la noche
                                        No es nadie
el viento ha entrado en la arboleda
Nubes nubes gestación y ruina y más nubes
templos caídos nuevas dinastías
escollos y desastres en el cielo
                                                                Mar de arriba
nubes del altiplano ¿dónde está el otro mar?

Maestras de los ojos
                                          nubes
arquitectos de silencio
Y de pronto sin más porque sí
llegaba la palabra
                                    alabastro
esbelta transparencia no llamada
Dijiste
              haré música con ella
castillos de sílabas
                                      No hiciste nada
Alabastro
                 
sin flor ni aroma
tallo sin sangre ni savia
blancura cortada
                                  garganta sólo garganta
canto sin pies ni cabeza
Hoy estoy vivo y sin nostalgia
la noche fluye
                          la ciudad fluye
yo escribo sobre la página que fluye
transcurro con las palabras que transcurren
Conmigo no empezó el mundo
no ha de acabar conmigo
                                                  Soy
un latido en el río de latidos
Hace veinte años me dijo Vasconcelos
"Dedíquese a la filosolía
Vida no da
                      defiende de la muerte"
Y Ortega y Gasset
                                    en un bar sobre el Ródano
"Aprenda el alemán
y póngase a pensar
                                    olvide lo demás"

Yo no escribo para matar al tiempo
ni para revivirlo
escribo para que me viva y reviva
Hoy en la tarde desde un puente
vi al sol entrar en las aguas del río
Todo estaba en llamas
ardían las estatuas las casas los pórticos
En los jardines racimos femeninos
lingotes de luz líquida
frescura de vasijas solares
Un follaje de chispas la alameda
el agua horizontal inmóvil
bajo los cielos y los mundos incendiados
Cada gota de agua
                                    un ojo fijo
el peso de la enorme hermosura
sobre cada pupila abierta
Realidad suspendida
                                          en el tallo del tiempo
la belleza no pesa
                                    Reflejo sosegado
tiempo y belleza son lo mismo
                                                              luz y agua

Mirada que sostiene a la hermosura
tiempo que se embelesa en la mirada
mundo sin peso
                              si el hombre pesa
¿no basta la hermosura?
                                                  No sé nada
Sé lo que sobra
                                no lo que basta
La ignorancia es ardua como la belleza
un día sabré menos y abriré los ojos
Tal vez no pasa el tiempo
pasan imágenes de tiempo
si no vuelven las horas vuelven las presencias
En esta vida hay otra vida
la higuera aquella volverá esta noche
esta noche regresan otras noches

Mientras escribo oigo pasar el río
no éste
               
aquel que es éste
Vaivén de momentos y visiones
el mirlo está sobre la piedra gris
en un claro de marzo
                                          *****
centro de claridades
No lo maravilloso presentido
                                                          lo presente sentido
la presencia sin más
                                        nada más pleno colmado
No es la memoria
                                  nada pensado ni querido
No son las mismas horas
                                                    otras
son otras siempre y son la misma
entran y nos expulsan de nosotros
con nuestros ojos ven lo que no ven los ojos
Dentro del tiempo hay otro tiempo
quieto
              sin horas ni peso ni sombra
sin pasado o futuro
                                      sólo vivo
como el viejo del banco
unimismado idéntico perpetuo
Nunca lo vemos
                                  Es la transparencia
Borges Jun 2014
Me desaciste y me hiciste humano otra vez, con el silencio de una azul rosa y la terminación de una seńal, y la ortografia de tu cuerpo, la ****** que oculta mi novia...
Abba
Mariana Legaspi Mar 2015
Que tu amor no haya sido correspondido, no significa que no lo hiciste bien, o que no importó. Sólo significa que no fue reciproco, no que hiciste o sentiste mal.
Natalia Rivera Jun 2015
Quisiera guardar la aurora boreal  en una pequeña caja de cristal, y colocarla en mi tina.
Para que cuando me bañe, sea la luz tenue que me ilumine mi cuerpo.
Tomar las corrientes del río y echarles burbujas, que los cuatro vientos me las ponga a volar.
Pintar el cielo de verde y el suelo de turquesa.
Por mis venas corre el tequila y en mis oídos  tus cuadros me cantan la brisa de las praderas.
Miro el collar de estrellas que me hiciste, y el traje que siempre me quitaste.
La luna baja a besarme la ausencia de tus manos y me ahogo en el pensamiento de que te amo.
Dulce niño de ojitos morenos,me tienes en un embrujo.
Me revuelcas el alma con besos, y tus manos me hacen vivir el cielo.
Xv
En las arenas de Magallanes te recogimos cansada
navegante, inmóvil
bajo la tempestad que tantas veces tu pecho dulce y doble
desafió dividiendo en sus pezones.

Te levantamos otra vez sobre los mares del Sur, pero ahora
fuiste la pasajera de lo oscuro, de los rincones, igual
al trigo y al metal que custodiaste
en alta mar, envuelta por la noche marina.

      Hoy eres mía, diosa que el albatros gigante
      rozó con su estatura extendida en el vuelo,
      como un manto de música dirigida en la lluvia
      por tus ciegos y errantes párpados de madera.

      Rosa del mar, abeja más pura que los sueños,
      almendrada mujer que desde las raíces
      de una encina poblada por los cantos
      te hiciste forma, fuerza de follaje con nidos,
      boca de tempestades, dulzura delicada
      que iría conquistando la luz con sus caderas.

      Cuando ángeles y reinas que nacieron contigo
      se llenaron de musgo, durmiendo destinados
      a la inmovilidad con un honor de muertos,
      tú subiste a la proa delgada del navío
      y ángel y reina y ola, temblor del mundo fuiste.
      El estremecimiento de los hombres subía
      hasta tu noble túnica con pechos de manzana,
      mientras tus labios eran oh dulce! humedecidos
      por otros besos dignos de tu boca salvaje.

      Bajo la noche extraña tu cintura dejaba
      caer el peso puro de la nave en las olas
      cortando en la sombría magnitud un camino
      de fuego derribado, de miel fosforescente.
      El viento abrió en tus rizos su caja tempestuosa,
      el desencadenado metal de su gemido,
      y en la aurora la luz te recibió temblando
      en los puertos, besando tu diadema mojada.

      A veces detuviste sobre el mar tu camino
      y el barco tembloroso bajó por su costado,
      como una gruesa fruta que se desprende y cae,
      un marinero muerto que acogieron la espuma
      y el movimiento puro del tiempo y del navío.
      Y sólo tú entre todos los rostros abrumados
      por la amenaza, hundidos en un dolor estéril,
      recibiste la sal salpicada en tu máscara,
      y tus ojos guardaron las lágrimas saladas.
      Más de una pobre vida resbaló por tus brazos
      hacia la eternidad de las aguas mortuorias,
      y el roce que te dieron los muertos y los vivos
      gastó tu corazón de madera marina.

Hoy hemos recogido de la arena tu forma,
Al final, a mis ojos estabas destinada.
Duermes tal vez, dormida, tal vez has muerto, muerta:
tu movimiento, al fin, ha olvidado el susurro
y el esplendor errante cerró su travesía.
Iras del mar, golpes del cielo han coronado
tu altanera cabeza con grietas y rupturas,
y tu rostro como una caracola reposa
con heridas que marcan tu frente balanceada.

Para mí tu belleza guarda todo el perfume,
todo el ácido errante, toda su noche oscura.
Y en tu empinado pecho de lámpara o de diosa,
torre turgente, inmóvil amor, vive la vida.
Tú navegas conmigo, recogida, hasta el día
en que dejen caer lo que soy en la espuma.
No me confundas con alguien que ya conoces -Dijo- No hay nadie mejor que yo para ti y lo sabes.

Nunca hubo palabras más sabias que esa, más exactas ni poderosas. En mucho tiempo me creí invencible, reina y dueña de lo que me rodeaba, de mi cuerpo. Hasta que por primera vez oí su nombre, desde que vi sus ojos tan repugnantes y hermosos, de lo único que soy dueña es de mis parpados que cierran cada mirada para poder continuar.

Ella era una desconocida para mí y muchas personas que no sabían de su trabajo. Era una maravillosa pintora de sus ideas y yo una paria común. La conocí cuando la música sonaba, cuando no pude escuchar su nombre, no  necesario. Su cabello era como caramelo quemándose y su rostro tan imperfecto que encantaba; pálida y con dudosa importancia por su higiene. Era la persona más descuidada que había visto y la más bella. Supo que toda la noche la miré y no me importó, supo que toda la noche la deseé y eso era lo que buscaba.

Al final de la noche se abrió paso hacia mí, caminando lento y segura. Tomó el vaso de mis manos y me invitó otro, ella decidió, yo lo tomé. No  me gustaba su sabor pero pensé que sabría mejor en sus labios.

-Sé que escribes -me dijo- nunca vayas a escribir sobre escribir, ni mucho menos de esto. -Lo sentí una orden, un abuso de confianza, una demanda de su privacidad. Me besó como si no le gustara, podría decir que por lastima o como premio por mi insistencia. Yo lo sabía pero lo disfruté igual, mejor que otros besos, que todos los besos.

-Agradezco mucho tu bondad -le dije mientras sonreía-. No era necesario, hay mejores cosas a las que prestarle caridad que a esta pobre imbécil. Hay al menos diez personas aquí esperando que hagas lo mismo que hiciste por mí. Me siento privilegiada y al mismo tiempo, arrastrada, si así puedo decirlo.

Agradezco el mal de tu pureza, como agradezco este sol que quema mi cara. Te prefiero, así no seas nadie -continuó- porque aquí todos pretenden serlo todo. Tú me miras y piensas que me has visto en algún lado, me describes y piensas que soy perfecta. No me confundas con alguien que ya conoces, no hay nadie mejor que yo para ti y lo sabes. Pero tú sigues siendo nadie, como todos aquí y te quedarás siendo nadie mientras yo me voy tranquila.

No pensé nunca que sus palabras fueron crueles, me marcaron por su honestidad. No me dolió ninguna palabra que salía por su boca, me dolían sus pestañas parpadear, sus labios moverse. Me dolió más verla ir tranquila y que no me llevara para ser su nadie. Sin embargo todavía, me duele verla sentada en su sofá, me duele ver como sufre cuando pinta, cuando va sola a tomar agua por las noches. Me duele en este momento sentir que se acuesta en su cama, me duele estar debajo de ella y no encima. Me duelen mis manos en su cuello y su respiración tardía.
Era una noche
De primavera,
Azul el cielo,
La luna en llena,
Abajo flores,
Arriba estrellas,
Mi hogar completo,
Yo, muy contenta,
Y tú, mi amante,
Junto a mi puerta,
De pie esperaste
La cita aquella;
Cita en que hiciste
Tantas promesas,
Y en que, rendida
De pasión ciega,
Te di en un beso
Mi vida entera.
Lo que dijimos
Dicho se queda:
Amor sin nube,
Constancia eterna.
Unir las almas,
Callar las penas,
Y al fin juntarnos
Sobre la tierra,
Sin romper nunca
Nuestras cadenas...
Una casita
Blanca y modesta,
Único adorno
De una pradera;
Con fuentes claras,
Con flores nuevas,
Con dulces nidos
De aves parleras;
Y allí jugando
Las horas muertas
Dos angelitos
Que hermanos fueran:
Frente muy blanca,
Rubias cabezas,
Labios de rosa,
Pupilas negras...
-Calla y no sigas,
Que me atormentas.
Alma del alma,
¡Qué bien te acuerdas!
Era una noche
De enero, eterna:
El aire helado,
Las aves yertas,
Las fuentes mudas.
Las flores secas,
Mi nogar muy triste,
Mi madre muerta,
Y en torno suyo
La blanca cera
Lanzando débil
Su luz siniestra;
Y yo, velando
Con honda pena,
Oí en la torre
Sonar muy lentas
Las campanadas,
Que un tiempo fueran
Las escogidas
Con dicha inmensa
Para cumplirnos
La cita aquella;
Cita en que hiciste
Tantas promesas,
Y en que, rendida
De pasión trémula,
Te di en un beso
La vida entera...
¿Por qué olvidaste
Mi pasión ciega?
¿Por qué no vuelves?
¿Por qué te ausentas?
¿Por qué borraste
Dichas tan tiernas,
Cual borra el viento
Sobre la arena
Del caminante
La débil huella?
¡Viví tan sola!
¡Sola y enferma!
Con negros duelos,
Con horas negras,
Sin más familia
Que mis tristezas...
¡Ay! recordando
La noche aquella
En que dijiste
Cosas tan tiernas:
Que me adorabas,
Que en tu conciencia
Era mi imagen
La sola reina;
Y la casita
Con flores nuevas,
Con fuentes claras,
Y aves parleras;
Y aquellos niños
De faz serena,
Con frentes blancas,
Rubias cabezas,
Labios de rosa,
Pupilas negras...
-Calla y no sigas,
Que me atormentas.
Alma del alma,
¡Qué bien te acuerdas!
M Suárez Jan 2012
Si supieran los secretos guardados
Mañanas pesadas de aquel ayer
Noches envueltas de frágil placer
Los dulces besos a escondidas dados

El singular color de tu mirada
Recuerdos imperfectos de tu ser
Sin pensarlo me hiciste comprender
Que no hay mejor placer que ser amada

Mentiría al decir que no te extraño
Si tu esencia en mi se ha impregnado
Y tu ausencia me hace tanto daño

Te escondes de la vida, calcinado
Y te sumerges en un vil engaño
No permites amar sin ser amado
Si hubiera de morir dentro de unos instantes, escribiría estas sabias
palabras: árbol del pan y de la miel, ruibarbo, cocacola, zonite,
cruz gamada. Y me echaría a llorar.
Uno puede llorar hasta con la palabra «excusado» si tiene ganas de llorar.
Y esto es lo que hoy me pasa. Estoy dispuesto a perder hasta las uñas,
a sacarme los ojos y exprimirlos como limones sobre la taza de café.
(«Te convido a una taza de café con cascaritas de ojo, corazón
mío»).
Antes de que caiga sobre mi lengua el hielo del silencio, antes de que
se raje mi garganta y mi corazón se desplome como una bolsa de cuero,
quiero decirte, vida mía, lo agradecido que estoy, por este hígado
estupendo que me dejó comer todas tus rosas, el día que entré
a tu jardín oculto sin que nadie me viera.
Lo recuerdo. Me llené el corazón de diamantes -que son
estrellas caídas y envejecidas en el polvo de la tierra- y lo anduve
sonando como una sonaja mientras reía. No tengo otro rencor que
el que tengo, y eso porque pude nacer antes y no lo hiciste.
No pongas el amor en mis manos como un pájaro muerto.
I find myself drifting through the sand.
Walking in circles with only one guide:
Stars in the dark..
Endless heaven, endless doubts.

Stars are too small,
Some are too dim,
Loosing my track,
Untill I see it.

Shining bright behind a dune,
I find her smiling, and singing,
Its too far away, but I still listen!
Listen that beautiful tune.

I suddenly find a path,
My only guide is her
The most beautiful star
In an endless dark sky, in a living hell.

She guides me through the desert,
She shows me the unkown,
Takes me to wonderful places,
I never even knew before.

I suddenly reach my destination,
Forgot about all the rusty road,
Look up to thank her
But she is long gone.

For the light of a brighter star,
shall take its place,
One that in the morning,
will never fade away.

Gracias por todo lo que hiciste por mi.. Algún día encontraré esa otra estrella.. Ojalá tu encuentres a alguien a quien guiar.
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Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tú escribiste!

¡Oh Kempis, antes de leerte amaba
la luz, las vegas, el mar Oceano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano!

Antes, llevado de mis antojos,
besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grande ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!

Mas como afirman doctores graves,
que tú, maestro, citas y nombras,
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras...

huyo de todo terreno lazo,
ningún cariño mi mente alegra,
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra...

¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste!
Nicole Jul 2014
hoy
Alli estás y no tienes ni idea de todo lo que está aquí. A no mas de 1 metro de distancia, se desata una guerra en mi cabeza de la que no te voy a contar. Me duele el pecho, las manos y la cabeza, me siento estúpida pero también me siento rara. Por algún motivo no puedo hablar, es como si me hubieran cortado la lengua y todo lo que sale no sirve para comunicar. Esto es lo mejor que pude hacer.
Hace ya algún tiempo me enamore, de el chico menos indicado en el peor momento de mi vida. No, él no eres tú. Me hizo mas daño del que yo me hize a mi y eso esta bien, supongo que me lo merecí, siempre he sido una muy mala persona. Tiempo después te conocí y lo que siento por tí no es amor, ni es cariño, es desprecio. Te desprecio por hacerme amar a todos y cada uno de mis defectos solo por que tu dices que lo amas, sea verdad o no. Te desprecio por que en tu forma loca de hacerme reflexionar te tomas el tiempo de pensar que es lo mejor para mi, sin importar lo que tu quieras. O almenos eso me haz hecho creer. Te desprecio por la forma en la que duermes, respiras, vives. No lo tomes a mal, del odio al amor hay solo un paso.
Perdona si alguna vez sone un poco fuera de tono, con un vocabulario que yo se tu preferirias no escuchar. Pero ultimamente pienso que mis defectos se vuelven más yo de lo que deben ser. Perdona, mi vida, si te digo que te necesito conmigo. Perdon, pero tu me hiciste quererte.
Hace ya algunos meses me enamoré, del hombre más perfectamente hecho para mi en la tierra. Y si, este si eres tú. Tu no me haces daño
Albert Leon Jun 2013
Quiero llegar a encontrar una vez más
Eso que en su momento me llegó a asombrar
Y que perdí un día sin más
A lo que aún no me puedo acostumbrar

Quiero decir que me hiciste dudar
Si algún día yo sentiré igual
Aunque es de suponer que así pasará

Vida nueva es dejar salir
Todo lo que está adentro de mi
Esas palabras que muchas veces tuve que callar
Por ese gran miedo a fracasar
Ahora que no me queda más
Que escribir en poemas lo que en mi mente hay

He llegado a dudar si algún día pensarás
En todo aquello que dejaste pasar
Y así mismo tu me hablarás
Y una vida nueva ya he de llevar.
Era un niño que soñaba
un caballo de cartón.
Abrió los ojos el niño
y el caballito no vio.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía...
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!   Sobre la limpia arena, en el tartesio llano
por donde acaba España y sigue el mar,
hay dos hombres que apoyan la cabeza en la mano;
uno duerme, y el otro parece meditar.
El uno, en la mañana de tibia primavera,
junto a la mar tranquila,
ha puesto entre sus ojos y el mar que reverbera,
los párpados, que borran el mar en la pupila.
Y se ha dormido, y sueña con el pastor Proteo,
que sabe los rebaños del marino guardar;
y sueña que le llaman las hijas de Nereo,
y ha oído a los caballos de Poseidón hablar.
El otro mira al agua. Su pensamiento flota:
hijo del mar, navega -o se pone a volar-
Su pensamiento tiene un vuelo de gaviota,
que ha visto un pez de plata en el agua saltar.
Y piensa: «Es esta vida una ilusión marina
de un pescador que un día ya no puede pescar».
El soñador ha visto que el mar se le ilumina,
y sueña que es la muerte una ilusión del mar.   Érase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar,
y se metió a jardinero.
Estaba el jardín en flor,
y el jardinero se fue
por esos mares de Dios.   Sabe esperar, aguarda que la marea fluya
-así en la costa un barco- sin que al partir te inquiete.
Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte es un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.   Dios no es el mar, está en el mar, riela
como luna en el agua, o aparece
como una blanca vela;
en el mar se despierta o se adormece.
Creó la mar, y nace
de la mar cual la nube y la tormenta;
es el Criador y la criatura lo hace;
su aliento es alma, y por el alma alienta.
Yo he de hacerte, mi Dios, cual tú me hiciste,
y para darte el alma que me diste
en mí te he de crear. Que el puro río
de caridad que fluye eternamente,
fluya en mi corazón. ¡Seca, Dios mío,
de una fe sin amor la turbia fuente!   El Dios que todos llevamos,
el Dios que todos hacemos,
el Dios que todos buscamos
y que nunca encontraremos.
Tres dioses o tres personas
del solo Dios verdadero.   Dice la razón: Busquemos
la verdad.
Y el corazón: Vanidad.
La verdad ya la tenemos.
La razón: ¡Ay, quién alcanza
la verdad!
El corazón: Vanidad.
La verdad es la esperanza.
Dice la razón: Tú mientes.
Y contesta el corazón:
Quien miente eres tú, razón.
que dices lo que no sientes.
La razón: Jamás podremos
entendernos, corazón.
El corazón: Lo veremos.   Cabeza meditadora,
¡qué lejos se oye el zumbido
de la abeja libadora!
  Echaste un velo de sombra
sobre el bello mundo y vas
creyendo ver, porque mides
la sombra con un compás.
  Mientras la abeja fabrica,
melifica,
con jugo de campo y sol,
yo voy echando verdades
que nada son, vanidades
al fondo de mi crisol.
De la mar al percepto,
del percepto al concepto,
del concepto a la idea
-¡oh, la linda tarea!-,
de la idea a la mar,
¡Y otra vez a empezar!
Mira, ésta es nuestra casa, éste nuestro techo. Contra la lluvia, contra el sol, contra la noche, la hice. La cueva no se mueve y siempre hay animales que quieren entrar. Aquí es distinto, nosotros también somos distintos.

-¿Distintos porque nos defendemos, Adán? Creo que somos más débiles.

-Somos distintos porque queremos cambiar. Somos mejores.

-A mí no me gusta ser mejor. Creo que estamos perdiendo algo. Nos estamos apartando del viento. Entre todos los de la tierra vamos a ser extraños. Recuerdo la primera piel que me echaste encima: me quitaste mi piel, la hiciste inútil. Vamos a terminar por ser distintos de las estrellas y ya no entenderemos a los árboles.

-Es que tenemos uno que se llama espíritu.

-Cada vez tenemos más miedo, Adán.

-Verás. Conoceremos. No importa que nuestro cuerpo...

-¿Nuestro cuerpo?

-...esté más delgado. Somos inteligentes. Podemos más.

-¿Qué te pasa? Aquella vez te sentaste bajo el árbol de la mala sombra y te dolía la cabeza. ¿Has vuelto? Te voy a enterrar hasta las rodillas otra vez.
Victor D López Mar 2019
Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz, que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento apareció un saltamontes y les rogó que le otorgaran algunos granos. "Porque", dijo, "simplemente me muero de hambre". Las Hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuse en contra sus principios. "¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de alimentos para el invierno? "" El hecho es que ", respondió el Saltamontes," estuve tan ocupado cantando que no tuve tiempo ". " Si pasaste el verano cantando ", respondieron las hormigas, "no puedes hacer nada mejor que pasar el invierno bailando". Y ellas se echaron a reír y continuaron con su trabajo.
__________________­

Nueva versión del siglo XXI: El Saltamontes y las Hormigas (por Víctor D. López, fanático de las hormigas en todas partes del mundo y en todos los tiempos)

Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento llegó un saltamontes y exigió que le dieran una parte justa de su maíz almacenado. Las hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuese en contra de sus principios.

"¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de comida para el invierno? "

"El hecho es", respondió el Saltamontes, "Estaba ocupado con cosas más importantes, como abrazar árboles agarrado de las manos de personal con ideas compatibles y cantando “Cumba Ya”. Desafortunadamente, estas actividades no son apreciadas por las estúpidas élites que oprimen injustamente a las clases más bajas y tratan de explotarlas por medios tales como hacer que realicen trabajos mal pagados y sin sentido que están por debajo de su dignidad ".

“Si pasaste el verano cantando, agarrándote de las manos y abrazando árboles”, respondieron las hormigas, “cuando deberías haber estado planeando y construyendo tus tiendas para mantenerte a ti y a tu familia durante el invierno, no puedes hacerlo mejor que pasar el invierno bailando ”. Y se rieron y continuaron con su trabajo.

El saltamontes, que era un tipo de temperamento muy sensible, quedo profundamente ofendido por el egoísmo y la intransigencia de estas hormigas ricas que no estaban dispuestas a proporcionarle su parte justa para apoyar a los miembros menos afortunados de la comunidad, como él. “No construiste el maíz que cosechaste a través de tu avaricia en el verano, mientras que las personas más ilustres que tú trabajaron muy duro explorando su naturaleza sensual y artística. Ustedes no hicieron que lloviera, o que el sol brillara, o que las abejas polinizaran los cultivos nacientes. Simplemente cosecharon el beneficio de la generosidad de la naturaleza que pertenece a todos y tratan con avidez de conservar para ustedes una cosecha proporcionada no por su trabajo sino por la gracia de la madre tierra. Ustedes son ladrones, acaparadores y bestias egoístas que tomarán para sí mismos lo que la naturaleza proporciona a todos sus hijos en igual medida ”. Luego se marchó, mientras las hormigas sacudían la cabeza, sonriendo y regresaron a su trabajo.

Más tarde, ese mismo día, el saltamontes regresó con hordas de personas de ideas afines que hervían sobre la indignación y la falta de respeto que les mostraban estas hormiguillas egoístas, crueles y despiadadas. Cayeron sobre las mismas a golpes y patadas dejándolas a todas sin sentido. Luego tomaron la mayor parte de su cosecha y quemaron lo que no podían llevarse para enseñarles una lección a estas pequeñas hormigas malvadas, mientras cantaban: "Sí, podemos", "poder para la gente" "Si no hay justicia, no hay paz" y una serie de frases similares mientras golpeaban a las hormigas egoístas ya inconscientes, liberaban sus tiendas de alimentos y quemaban el que ya les sobraba. Fue un gran día para los saltamontes que bailaron día y noche alrededor de las hogueras de su victoria.

Ese invierno, las hormigas murieron de hambre, al igual que los saltamontes que pronto agotaron las tiendas liberadas de las hormigas egoístas en unos días de fiestas y orgías las veinticuatro horas del día. No pudieron encontrar ninguna ayuda de los otros espíritus libres en su pueblo ese invierno y, como su último acto, se reunieron, tomaron de las manos, abrazaron un árbol y cantaron al unísono su canción final: "Todo es culpa de las estúpidas hormigas que trajeron su destrucción sobre sus cabezas y las nuestras a través de su falta de voluntad y egoísmo en reusar compartir su generoso tesoro. Insignificante pequeñas hormigas estúpidas, egoístas, codiciosas. Todo es su culpa. Todo es su culpa. Si tan solo hubieran sido tan cultas como nosotros "
El Saltamontes y las Hormigas - Edición del Siglo XXI. . .
THE GRASSHOPPER Y THE ANTS por Aesop (Edición original con traducción al ingles de Proyecto Gutenberg, http://www.gutenberg.org. La traducción del ingles al español es mía. La edición nueva del Siglo XXI es mía también en ingles (2010?) y en español (2019).
Santiago May 2015
Cuan Hermoso Eres JESUS
Son Tus Palabras, Es Tu Amor
Cuan Glorioso Eres JESUS
Es Tu Poder, Fue Tu Cruz

La Que Me Salvo Me Rescato
Un Momento Ahí Nos Dio Libertad.

CORO:
//Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
A Ti JESUS//

Cuan Hermoso Eres JESUS
Son Tus Palabras, Es Tu Amor
Cuan Glorioso Eres JESUS
Es Tu Poder, Fue Tu Cruz

La Que Me Salvo Me Rescato
Un Momento Ahí Nos Dio Libertad.

CORO:
//Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
A Ti JESUS// (2)

//Con Una Corona
De Espinos
Te Hiciste
Rey Por Siempre// (6)

CORO:
//Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
A Ti JESUS// (4)
Gracias, amor, si hiciste que lloviera
en el último instante de este día,
pues, por ser una lluvia triste y fría,
hubo un rayo de sol sobre una hoguera.

Gracias, amor, si tu designio era
que lloviera del modo que llovía
para ofrecerme en una flor tardía
todo el perfume de la primavera.

Gracias, amor, si no la merecía,
gracias, amor, aunque la mereciera;
gracias también por la melancolía.

Que llueve dentro cuando escampa afuera,
y haz que vuelva a llover de esa manera
como llueve en mi alma todavía.
Victor D López Dec 2019
Version original de Esopo...

Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz, que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento apareció un saltamontes y les rogó que le otorgaran algunos granos. "Porque", dijo, "simplemente me muero de hambre". Las Hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuse en contra sus principios. "¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de alimentos para el invierno? "" El hecho es que ", respondió el Saltamontes," estuve tan ocupado cantando que no tuve tiempo ". " Si pasaste el verano cantando ", respondieron las hormigas, "no puedes hacer nada mejor que pasar el invierno bailando". Y ellas se echaron a reír y continuaron con su trabajo.
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Nueva versión del siglo XXI: El Saltamontes y las Hormigas (por Víctor D. López, fanático de las hormigas en todas partes del mundo y en todos los tiempos)

Un buen día en invierno, algunas hormigas estaban ocupadas secando su almacén de maíz que se había humedecido durante un largo período de lluvia. En ese momento llegó un saltamontes y exigió que le dieran una parte justa de su maíz almacenado. Las hormigas dejaron de trabajar por un momento, aunque esto fuese en contra de sus principios.

"¿Podemos preguntar", dijeron ellas, "qué hiciste todo el verano pasado? ¿Por qué no recolectaste un almacén de comida para el invierno? "

"El hecho es", respondió el Saltamontes, "Estaba ocupado con cosas más importantes, como abrazar árboles agarrado de las manos de personal con ideas compatibles y cantando “Cumba Ya”. Desafortunadamente, estas actividades no son apreciadas por las estúpidas élites que oprimen injustamente a las clases más bajas y tratan de explotarlas por medios tales como hacer que realicen trabajos mal pagados y sin sentido que están por debajo de su dignidad ".

“Si pasaste el verano cantando, agarrándote de las manos y abrazando árboles”, respondieron las hormigas, “cuando deberías haber estado planeando y construyendo tus tiendas para mantenerte a ti y a tu familia durante el invierno, no puedes hacerlo mejor que pasar el invierno bailando ”. Y se rieron y continuaron con su trabajo.

El saltamontes, que era un tipo de temperamento muy sensible, quedo profundamente ofendido por el egoísmo y la intransigencia de estas hormigas ricas que no estaban dispuestas a proporcionarle su parte justa para apoyar a los miembros menos afortunados de la comunidad, como él. “No construiste el maíz que cosechaste a través de tu avaricia en el verano, mientras que las personas más ilustres que tú trabajaron muy duro explorando su naturaleza sensual y artística. Ustedes no hicieron que lloviera, o que el sol brillara, o que las abejas polinizaran los cultivos nacientes. Simplemente cosecharon el beneficio de la generosidad de la naturaleza que pertenece a todos y tratan con avidez de conservar para ustedes una cosecha proporcionada no por su trabajo sino por la gracia de la madre tierra. Ustedes son ladrones, acaparadores y bestias egoístas que tomarán para sí mismos lo que la naturaleza proporciona a todos sus hijos en igual medida ”. Luego se marchó, mientras las hormigas sacudían la cabeza, sonriendo y regresaron a su trabajo.

Más tarde, ese mismo día, el saltamontes regresó con hordas de personas de ideas afines que hervían sobre la indignación y la falta de respeto que les mostraban estas hormiguillas egoístas, crueles y despiadadas. Cayeron sobre las mismas a golpes y patadas dejándolas a todas sin sentido. Luego tomaron la mayor parte de su cosecha y quemaron lo que no podían llevarse para enseñarles una lección a estas pequeñas hormigas malvadas, mientras cantaban: "Sí, podemos", "poder para la gente" "Si no hay justicia, no hay paz" y una serie de frases similares mientras golpeaban a las hormigas egoístas ya inconscientes, liberaban sus tiendas de alimentos y quemaban el que ya les sobraba. Fue un gran día para los saltamontes que bailaron día y noche alrededor de las hogueras de su victoria.

Ese invierno, las hormigas murieron de hambre, al igual que los saltamontes que pronto agotaron las tiendas liberadas de las hormigas egoístas en unos días de fiestas y orgías las veinticuatro horas del día. No pudieron encontrar ninguna ayuda de los otros espíritus libres en su pueblo ese invierno y, como su último acto, se reunieron, tomaron de las manos, abrazaron un árbol y cantaron al unísono su canción final: "Todo es culpa de las estúpidas hormigas que trajeron su destrucción sobre sus cabezas y las nuestras a través de su falta de voluntad y egoísmo en reusar compartir su generoso tesoro. Insignificante pequeñas hormigas estúpidas, egoístas, codiciosas. Todo es su culpa. Todo es su culpa. Si tan solo hubieran sido tan cultas como nosotros "
El Saltamontes y las Hormigas - Edición del Siglo XXI...
THE GRASSHOPPER Y THE ANTS por Aesop (Edición original con traducción al ingles de Proyecto Gutenberg, http://www.gutenberg.org. La traducción del ingles al español es mía. La edición nueva del Siglo XXI es mía también en ingles (2010?) y en español (2019).

Translated from my English original "The Grasshopper and the Ants--XXI Century Version"
Amairamy Paredes Nov 2022
And there you were standing in the center of the aisle
Even more handsome than I’d remember
In that moment I wondered if I'd stay still just still enough
Could I become invisible and stare at you forever

Slowly and then all at once the memories came rushing back
The memories I’d tried to drown out with alcohol
The memory of your skin touching mine
The way your lips felt on mine
The way you read my body
The way you dominated the beast in me, that never gave up control

Esa noche me hiciste brujería con tus labios
Esa noche me hiciste dudar todas mis verdad
Y me hiciste el amor con tus ojos
Despues de esa noche me dejaste sedienta de ti.
Ya no puedo dudar... Diste muerte a mi cándida
niñez, toda olorosa a sacristía, y también
diste muerte al liviano chacal de mi cartuja.
Que sea para bien...
Ya no puedo dudar... Consumaste el prodigio
de, sin hacerme daño, sustituir mi agua clara
con un licor de uvas... Y yo bebo
el licor que tu mano me depara.
Me revelas la síntesis de mi propio Zodíaco:
el León y la Virgen. Y mis ojos te ven
apretar en los dedos -como un haz de centellas-
éxtasis y placeres. Que sea para bien...
Tu palidez denuncia que en tu rostro
se ha posado el incendio y ha corrido la lava...
Día último de marzo; emoción, aves, sol...
Tu palidez volcánica me agrava.
¿Ganaste ese prodigio de pálida vehemencia
al huir, con un viento de ceniza,
de una ciudad en llamas? ¿O hiciste penitencia
revolcándote encima del desierto? ¿O, quizá,
te quedaste dormida en la vertiente
de un volcán, y la lava corrió sobre tu boca
y calcinó tu frente?
¡Oh tú, reveladora, que traes un sabor
cabal para mi vida, y la entusiasmas:
tu triunfo es sobre un motín de satiresas
y un coro plañidero de fantasmas!
Yo estoy en la vertiente de tu rostro, esperando
las lavas repentinas que me den
un fulgurante goce. Tu victorial y pálido
prestigio ya me invade... ¡Que sea para bien!
Si yo supiera de qué selva vino
El árbol vigoroso que dio el cedro
Para tornear la cuna de mi hijo…
Quisiera bendecir su nombre exótico.
Quisiera adivinar bajo qué cielo,
Bajo qué brisa fue creciendo lento
El árbol que nació con el destino
De ser tan puro y diminuto lecho.

Yo elegí esta cunita
Una mañana cálida de Enero.
Mi compañero la quería de mimbre,
Blanca y pequeña como un lindo cesto.
Pero hubo un cedro que nació hace años
Con el sino de ser para mi hijo
Y preferí la de madera rica
Con adornos de bronce. ¡Estaba escrito!

A veces mientras duerme el pequeñuelo
Yo me doy a forjar bellas historias:
Tal vez bajo su copa cobriza
Madre venía a amamantar su niño
Todas las tardecitas, a la hora
En que este cedro aparador de nidos
Se llenaba de pájaros con sueño,
De música de arrullos y de píos.

¡Debió de ser tan alto y tan erguido,
Tan fuerte contra el cierzo y la borrasca,
Que jamás el granizo le hizo mella
Ni nunca el viento doblegó sus ramas!

Él, en las primaveras retoñaba
Primero que ninguno. ¡Era tan sano!
Tenía el aspecto de un gigante bueno
Con su gran tronco y su ramaje amplio.

Árbol inmenso, que te hiciste humilde
Para acunar a un niño entre tus gajos:
¡Has de mecer los hijos de mis hijos!
¡Toda mi raza dormirá en tus brazos.
Los últimos vencejos revolean
en torno al campanario;
los niños gritan, saltan, se pelean.
En su rincón, Martín el solitario.

¡La tarde, casi noche, polvorienta,
la algazara infantil, y el vocerío,
a la par de sus doce en sus cincuenta!   ¡Oh alma plena y espíritu vacío,
ante la turbia hoguera
con llama restallante de raíces,
fogata de frontera
que ilumina las hondas cicatrices!   Quien se vive se pierde, Abel decía.
¡Oh distancia, distancia!, que la estrella
que nadie toca, guía.
¿Quién navegó sin ella?
Distancia para el ojo -¡oh lueñe nave!-,
ausencia al corazón empedernido,
y bálsamo suave
con la miel del amor, sagrado olvido.
¡Oh gran saber del cero, del maduro
fruto sabor que sólo el hombre gusta,
agua de sueño, manantial oscuro,
sombra divina de la mano augusta!
Antes me llegue, si me llega, el Día,
la luz que ve, increada,
ahógame esta mala gritería,
Señor, con las esencias de tu Nada.   El ángel que sabía
su secreto salió a Martín al paso.
Martín le dio el dinero que tenía.
¿Piedad?  Tal vez. ¿Miedo al chantaje?  Acaso.
Aquella noche fría
supo Martín de soledad; pensaba
que Dios no le veía,
y en su mundo desierto caminaba.   Y vio la musa esquiva,
de pie junto a su lecho, la enlutada,
la dama de sus calles, fugitiva,
la imposible al amor y siempre amada.
Díjole Abel: Señora,
por ansia de tu cara descubierta,
he pensado vivir hacia la aurora
hasta sentir mi sangre casi yerta.
Hoy sé que no eres tú quien yo creía;
mas te quiero mirar y agradecerte
lo mucho que me hiciste compañía
con tu frío desdén.
                  Quiso la muerte
sonreír a Martín, y no sabía.   Viví, dormí, soñé y hasta he creado
-pensó Martín, ya turbia la pupila-
un hombre que vigila
el sueño, algo mejor que lo soñado.
Mas si un igual destino
aguarda al soñador y al vigilante,
a quien trazó caminos,
y a quien siguió caminos, jadeante,
al fin, sólo es creación tu pura nada,
tu sombra de gigante,
el divino cegar de tu mirada.   Y sucedió a la angustia la fatiga,
que siente su esperar desesperado,
la sed que el agua clara no mitiga,
la amargura del tiempo envenenado.
¡Esta lira de muerte!
                      Abel palpaba
su cuerpo enflaquecido.
¿El que todo lo ve no le miraba?
¡Y esta pereza, sangre del olvido!
¡Oh, sálvame Señor!
                    Su vida entera,
su historia irremediable aparecía
escrita en blanda cera.
¿Y ha de borrarte el sol del nuevo día?
Abel tendió su mano
hacia la luz bermeja
de una caliente aurora de verano,
ya en el balcón de su morada vieja.
Ciego, pidió la luz que no veía.
Luego llevó, sereno,
el limpio vaso, hasta su boca fría,
de pura sombra -¡oh pura sombra!- lleno.
He vuelto de la cita con cuatro alas de abejas
Prendidas en los labios. Cuatro alas de abejas
              Doradas y bermejas.

    ¡Milagro como el de la barba de Dionisos,
El dios de acento dulce! La barba de Dionisos
Que tenía cuatro alas de abeja en vez de rizos.

    Tus labios en mis labios derramaron su miel
Y brotaron las alas. Derramaron su miel
Y tuve las dulzuras de un panal en la piel.

    No riáis. Las cuatro alas de abeja no se ven,
Mas las siento en la boca. Las alas no se ven,
Mas a veces, ¡prodigio!, vibran hasta en mi sien.

    Y más adentro aún. Las dulces alas vibran
Hasta en mi corazón. Las dulces alas vibran
Y a mi alma de toda angustia y pena libran.

    Mas si un día dejaran de aletear y zumbar...
Si se hicieran ceniza... Si cesara el zumbar
De las alas que hiciste en mis labios brotar...

    ¡Qué tristeza de muerte!
¡Qué alas negras de queja
Brotarían entonces! ¡Qué alas negras de queja
En lugar de las alas transparentes de abeja!
Leydis Jun 2017
Te invoco a ti Frida,
creo que entiendes mi padecer.
Tengo el moderno Diego Rivera como mi amor!
La mitad del tiempo vivo en sosiego,
más sin él, la vida no la entiendo.

Él es todas las greguerías habidas y por haber.
Me enciende y me apaga en el mismo instante.
Me habla pero su silencio es como el calor,
lo sientes, pero, no lo puedes ver.

Me habla de amor,
y me trata como como si estuviésemos en un campo de batalla.
Habla de una eternidad junto a mí,
más en sus planes del futuro, no figuro en ninguna parte.

Lo amo y lo odio paralelamente.
Amo cuando me ama,
Y odio la idiota, que por él, me convierto.
Si me toma de repente, surco los cinco continentes.
Veo el amor retoñar.
Lo veo revivir en sonrisas de jóvenes ilusos.
Los puentes se fortalecen de felicidad.
La mugre y el lodo se convierten en arte.
El agua sucia es tan cristalina como la misma pureza.
Cuando me olvida, cuando me ignora, es la más cruel crucifixión.
Es relamer la sangre coagulada.
Llueve contantemente, y los relámpagos truenan mis huesos.
La harmonía se entrega dócilmente a la desolación.
Se debilita el universo.
Me seco.
Yaga mi cuerpo en Seol..
porque amarlo a él como lo amo, es mi gran pecado!

Dime Frida,
¿cómo hiciste para soportar tanto amor?
¿para amarlo más que a ti misma?
¿Para desangrar el alma y sentirte plena con él, aunque por dentro estés vacía?

No me respondas. Me obligaría a tomar una decisión.
Lo amo, aunque me mate hacerlo!

LeydisProse
6/2/2017
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Deja la procesión, súbete al paso,
Íñigo; toma puesto en la coluna,
pues va azotando a Dios tu propio paso.
Las galas que se quitan sol y luna
te vistes, y, vilísimo gusano,
afrentas las estrellas una a una.
El hábito sacrílego y profano
en el rostro de Cristo juntar quieres
ron la infame saliva y con la mano.
Con tu sangre le escupes y le hieres;
con el beso de Judas haces liga,
y por escarnecer su muerte, mueres.
No es acción de piedad, sino enemiga,
a sangre y fuego perseguir a Cristo,
y quieres que tu pompa se lo diga.
No fue de los demonios tan bienquisto
el que le desnudó para azotalle,
como en tu cuerpo el traje que hemos visto,
pues menos de cristiano que de talle,
preciado con tu sangre malhechora,
la suya azotas hoy de calle en calle.
El sayón que de púrpura colora
sus miembros soberanos te dejara
el vil oficio, si te viera agora.
Él, mas no Jesucristo, descansara,
pues mudara verdugo solamente,
que más festivamente le azotara.
El bulto del sayón es más clemente:
él amaga el azote levantado,
tú le ejecutas, y el Señor le siente.
Menos vienes galán que condenado,
pues de la Cruz gracejas con desprecio,
bailarín y Narciso del pecado.
En tu espalda le hieres tú más recio
que el ministro en las suyas, y contigo
comparado, se muestra menos necio.
Él es de Dios, mas no de sí enemigo;
tú de Dios y de ti, pues te maltratas,
teniendo todo el cielo por castigo.
Vestido de ademanes y bravatas,
nueva afrenta te añades a la historia
de la pasión de Cristo, que dilatas.
¿No ves que solamente la memoria
de aquella sangre en que la Virgen pura
hospedó los imperios de la gloria,
el cerco de la Cruz en sombra obscura
desmaya la viveza de su llama
y apaga de la luna la hermosura?
La noche por los cielos se derrama,
vistiendo largo luto al firmamento;
el fuego llora, el Oceano brama,
gime y suspira racional el viento,
y, a falta de afligidos corazones,
los duros montes hacen sentimiento.
Y tú, cuyos delitos y traiciones
causan este dolor, das parabienes
de su misma maldad a los sayones.
Recelo que a pedir albricias vienes
desta fiereza al pueblo endurecido,
preciado de visajes y vaivenes.
Más te valiera nunca haber nacido
que aplaudir los tormentos del Cordero,
de quien te vemos lobo, no valido.
La habilidad del diablo considero
en hacer que requiebre con la llaga,
y por bien azotado, un caballero;
y en ver que el alma entera aquél le paga,
que capirote y túnica le aprueba,
mientras viene quien más cadera haga.
Y es invención de condenarse nueva
llevar la penitencia del delito
al mismo infierno que el delito lleva.
Desaliñado llaman al contrito,
pícaro al penitente y al devoto,
y sólo tiene séquito el maldito.
Dieron crédito al ruido y terremoto
los muertos, y salieron lastimados;
y cuando el templo ve su velo roto,
el velo, en que nos muestras tus pecados
transparentes, se borda y atavía,
de la insolencia pública preciados.
Considera que llega el postrer día
en que de este cadáver, que engalanas,
con asco y miedo, la alma se desvía;
y que de las cenizas que profanas,
subes al tribunal, que no recibe
en cuenta calidad y excusas vanas.
Allí verás cómo tu sangre escribe
proceso criminal contra tu vida,
donde es fiscal Verdad, que siempre vive.
Hallarás tu conciencia prevenida
del grito a que cerraste las orejas,
cuando en tu pecho predicó escondida.
Los suspiros, las ansias y las quejas
abrirán contra ti la negra boca
por el llanto de Cristo, que festejas.
¿Con qué [razón] podrá tu frente loca
invocar los azotes del Cordero,
si de ellos grande número te toca?
A los que Cristo recibió primero,
juntos verás los que después le diste
en competencia del ministro fiero.
A su Madre Santísima añadiste
el octava dolor, y en sus entrañas
cuchillo cada abrojo tuyo hiciste.
Acusaránte abiertas las montañas,
las piedras rotas, y a tan gran porfía
atenderán las furias más extrañas.
Y presto sobre ti verás el día
de Dios, y en tu castigo el desengaño
de tan facinorosa hipocresía.
La justicia de Dios reinará un año,
y en dos casas verás tus disparates
llorar su pena o padecer su daño.
Cristiano y malo, irás a los orates;
al Santo Oficio irás, si no lo fueres,
porque si no te enmiendas, te recates.
Y, crüenta oblación de las mujeres,
vivirás sacrificio de unos ojos
que te estiman, al paso que te hieres
y te llevan el alma por despojos.
lndd Jul 2017
¿Quien eres tu?
Yo ya no te conozco
Ya han pasado los meses
Y tu has cambiado
Te cortaste tu pelo
Ya no me hablas igual
¿Quien eres tu?
Y que hiciste con mi novio
El que me quiera
Y me decia chula de cariño
Me daba besos y abrasos
Yo a ti ya no te conozco
magalí Oct 2016
antes, inmensas, sentía que me miraban fijo desde las páginas mientras las trazaba, con miedo de usarlas y darles un significado tan vacío que dejarán de existir, que las convirtiera en la nada misma. y ahora pasaron de ser el manto que cubre el mundo a un pañuelo al fondo de mi cartera.
siempre tuve miedo de usarlas mal, de describir algo tan insignificante que sobrara todo lo que le diera. nunca se me ocurrió encontrarme con algo más grande que cualquier palabra, más complejo que lo que cualquier combinación de letras y espacios pueda llegar a ser.
las palabras nunca me fallaron hasta que hiciste que se vieran diminutas a tu lado.

— The End —