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En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
        ¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
        ¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
        ¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
        ¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.
Jonathan Dyhre Jun 2013
Lyset på nattbordet
kaster lystige skygger utover rommet
de leker sammen
i en yndig vals
oppettet veggen.
Lyset slukkes og skyggene forsvinner
men valsen pågår enda
en absurd vals
som fyller tankene mine
en yndig vals
en vakker vals som dra meg med.
Jeg klarer ikke slippe taket .
Raskere og raksere går valsen,
helt til jeg ikke lenger klarer å holde taket å den
den kaster seg utover
prøver frebrilsk å fange virkeligheten,
men plutslig
så er valsen borte
og alt som er igjen
er meg
Los pianos golpean con sus colas
enjambres de violines y de violas.
Es el vals de las solas
y solteras,
el vals de las muchachas casaderas,
que arrebata por rachas
su corazón raído de muchachas.

A dónde llevará esa leve brisa,
a qué jardín con luna esa sumisa
corriente
que gira de repente
desatando en sus vueltas
doradas cabelleras, ahora sueltas,
borrosas, imprecisas
en el río de música y metralla
que es un vals cuando estalla
sus trompetas.

Todavía inquietas,
vuelan las flautas hacia el cordelaje
de las arpas ancladas en la orilla
donde los violoncelos se han dormido.
Los oboes apagan el paisaje.
Las muchachas se apean en sus sillas,
se arreglan el vestido
con manos presurosas y sencillas,
y van a los lavabos, como después de un viaje.
Volvieron a encontrarse después de muchos años;
El, como si evocara tiempos dichosos, y ella
Tal cual hilo de plata perdido en los castaños
Cabellos, triste y pálida, mas como siempre bella.

Como dos alas fueron de una ilusión amada,
Pero después la vida los separó inclemente...
Se levantan dos olas en una misma rada,
Y van, con sus rumores, a playa diferente.

Fue en verano, en el parque, frente al mar. La alameda
De pinos, como entonces. En vagas lejanías
Velas blancas; la tarde con suavidad de seda...
Y en un banco sentáronse... el banco de otros días.

(Sonaba un organillo bajo la doble fila
De árboles rumorosos en vesperal concierto,
Y entre el oro y las rosas de la rada tranquila
Volaban las gaviotas en la quietud del puerto).

«Me encontrarás cambiada», dijo triste. «Conmigo
Dura ha sido la vida... muy dura. De nosotros
Fue distinta la suerte, que es a veces castigo,
Felicidad de unos, y lágrimas dé otros».

Y continuó: «La mía... cual tantas... Ilusiones
Con su coro de ensueños... tú sabes... sabes cuándo.
Promesas, esperanzas, primeras emociones,
Después... un alma sola que se quedó esperando».

Y él dijo: «Si nacimos para sufrir, si en calma
Solamente hay instantes en que el dolor se olvida,
¿Porqué en esos instantes no concentrar el alma
Para que alumbren ellos las sombras de la vida?»

«¿Recordar?» ella dijo. «¿Qué conseguir podremos
De lo que ya no existe, de una ilusión borrada?
Si los ojos cerramos, un paraíso vemos,
Mas los ojos abrimos, y todo es sombra... y nada».

(De nuevo el organillo se oyó. Vals de otros días
Conocido por ambos).
                                        Bajó los ojos ella,
Y dijo melancólica: «Tus manos en las mías....
¿Te acuerdas?   Una tarde... viéndonos una estrella».

«¡Ya lo ves!   ¡El recuerdo!... Tú misma te desdices;
Al pasado ¿tu alma no sientes atraída?
Evocas lo lejano, dulces tiempos felices,
¡Y niegas que el recuerdo siempre será la vida!»

(Sonaba el vals, sonaba, y en la tarde radiosa
Iban, bajo los pinos, parejas enlazadas;
Y ella y él, recordando su juventud dichosa,
Como en risueños días, cruzaron las miradas).

Y al separarse, él dijo: «Hay siempre nueva vida,
Y el tronco guarda savia por más hojas que pierda».
«Tal vez»… ella repuso, «más feliz quien olvida»...
Y él dijo pensativo: «Dichoso el que recuerda».
brandon nagley Jun 2015
We shalt dance
The Cinderella waltz
Hopeless romance
One concoction
No human faults!!!
Natalia Rivera Mar 2015
7:15, viernes.
Era un viernes usual, llegue a su casa a eso de las 7:15; el cielo tenia pinceladas grises acompañado de una que otra estrella extraviada. Mientras observaba detenidamente, él se asoma por el balcón haciéndome un gesto de “entra” así que eso hice. Al entrar vi que en la sala no había nadie:
- ¿Dónde están tus padres? Le pregunte confundida
- Salieron a visitar a mi abuela.
Entre en su cuarto, el cual es demasiado espacioso para una sola persona. En las paredes cuelgan sus pinturas o algunas fotos de nosotros, en la esquina esta su computadora con los papeles compulsivamente organizados. Esta su cama con algunos cojines y un viejo y horrible sofá color amarillo. Como de costumbre deje mis zapatos al lado de la puerta, las ventanas estaban todas cerradas, lo único que le daba ventilación al cuarto era un viejo abanico en el piso así que encendí el aire acondicionado. Fui de camino hacia la puerta y me detuve justo frente al espejo, parecía una demente. Tenía unos pantalones cortos color crema con una camiseta negra la cual tenía un pequeño bordado de flores. Me encontraba frente a mi doble tratando de ver si me veía gorda cuando siento su mirada, penetrando en mi piel así que sonrió al instante.
-¿Qué se supone que haces?
- Tratando de no verme gorda
Él se queda callado y al cabo de varios minutos se va y cierra la puerta. Y ahí me encontraba yo, en el cuarto de mi novio, el que fue bendecido con tanta paciencia que podía llenar una tapa de botella. Molesta, fui a apagar la luz y me tire en su cama, pensando en que sucedería después cuando sonido de la ducha me trajo de vuelta a la realidad así que decidí arroparme y tratar de dormirme.
  
8:20, viernes.

El sonido de la puerta me despierta, busco mi teléfono y son las 8:20. Sigo dormida y algo confundida así que no logro ver dónde está el así que permanezco acostada intentando sin conseguirlo despertar. La cama se baja y sé que él se sentó así que me levanto y encuentro su cara.
-¿Por qué no me dijiste que te ibas a bañar?
- Estabas ocupada pensando en babosadas, en cambio, yo necesitaba un tiempo para pensarte detenidamente. – comenzó a acariciarme el rostro y continuo- ¿Acaso no entiendes que no tienes que ser flaca para que te desee? No te das cuenta, pero te deseo cada momento que te veo, cada vez que te tengo quisiera poder hacer estas cosas. Intente preguntar qué cosas pero su boca me lo impidió. Comenzó a besarme lento, como si hubiésemos tenido toda la noche para besarnos, como si sus padres jamás fueran a llegar. Seguido de un vals de  caricias buscando más allá de mi ropa, comenzó a quitármela despacio, como si estuviera escribiendo una historia. Lo tenía desnudo frente a mí, era mío y por ese lapso de tiempo podía hacer lo que quisiera con él. Podía besar cada centímetro de su cuerpo, acariciarlo en las partes que quisiera con la velocidad que quisiera, sentía como se hundía en mi cuerpo, como su respiración se iba cortando, como íbamos perdiendo la cordura hasta estallar.
11:54, casi sábado.

Yacíamos uno encima del otro, sin movernos, despeinados, sudados, saboreando el fulgor que brotaban nuestros cuerpos. Podía sentir su corazón latir, entrelazaba su pelo entre mis dedos preguntándome que sería de mis noches grises sin él. No podía parar de mirarlo, porque sabía que era el con quien quería pasar el resto de mis días, quería dejarle saber que lo iba a amar hasta que el cielo deje de dar espectáculos en las tardes, hasta que cada rincón del océano sea explorado, hasta que mi corazón este seco. Y aun así, lo amaría desenfrenadamente.
No salieron jamás
del vergel del abrazo.
Y ante el rojo rosal
de los besos rodaron.

Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes
y los rígidos rayos.

Aumentaron la tierra
de las pálidas manos.
Precipicios midieron,
por el viento impulsados
entre bocas deshechas.
Recorrieron naufragios,
cada vez más profundos
en sus cuerpos sus brazos.

Perseguidos, hundidos
por un gran desamparo
de recuerdos y lunas
de noviembres y marzos,
aventados se vieron
como polvo liviano:
aventados se vieron,
pero siempre abrazados.
Luciano Jun 2014
I'm stuck with sadness
I'm stuck In vain
Come take me madness
Lets dance again
But is ok, it starts to rain
And fear me not, I'm just insane
Lets dance our vals in tears of pain
Come kiss me love, we rise again
You're finally home, I kiss your eyes
I dance with you, this vals of lies
You're finally here and now I laugh
I love you still, it's that enough??
And now I see you crystal clear
And I won't be afraid to fear
This madman's song we dance again
Let's dance our vals in tears of pain
Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trino.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor.
Y yo también
porque cayó una hoja
y dos
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel
y la nieve podría con el mundo
si la nieve durmiera un mes,
y las ramas luchaban con el mundo
una a una,
dos a dos,
y tres a tres.
¡Oh duro marfil de carnes invisibles!
¡Oh golfo sin hormigas del amanecer!
Con el muuu de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas,
y el gloo amarillo de la miel.
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol,
y tres a tres
para que los marfiles se duerman bien.
Marian May 2013
~~~~~~English~~~~~~

Sunshine greets the pristine Dawn
With rays of dancing light
Misty paths of beauty...Everlasting beauty
Tiny violas kissed in dew
Red tulips drenched in fresh rain
And trees are greener still
Showing off with pride their shining leaves
Dark hunter moss soaked by the waters of the creek
Feels so soft and nice
A little mountain stream
Happily sings his morning song
As he flows along forever
Little birds warble sweetly to each other
And fill the air with beauty
Daisies dance in their cloak of pearly dew
And waltz with happiness in the meadows and fields
It is God Who made this lovely world
And it is He that this world sings to
In reverence and honor
They worship Him

~~~~~Romanian~~~~~

Soarele saluta zori curat
Cu raze de lumină de dans
Brumos căi de frumusete...Frumuseţea veşnică
Mici viole sărutat în rouă
Lalele rosii ud în ploaie proaspăt
Şi copacii sunt mai ecologice încă
Manifestare off cu mândrie lor frunze stralucitoare
Vânător de întuneric muşchi ud de apele pârâului
Se simte atât de moale şi frumos
Un râu de munte mic
Fericit cântă cântecul său de dimineaţă
Ca el curge de-a lungul pentru totdeauna
Păsărele warble dulce pentru fiecare alte
Şi umple aerul cu frumusetea
Margarete dans în mantie lor de mărgăritar roua
Şi vals cu fericirea în pajişti şi câmpuri
Este Dumnezeu care a făcut această lume minunată
Şi este că această lume cântă la
Din respect si onoare
Se închine

*~Marian~
Paul Arrighi Mar 2014
Notre ami, le Mouflon

Parfois ses cornes tire-bouchon e font ressembler le mâle à un faune farceur,
Peu haut sur pattes mais véloce, le Mouflon se révèle un remarquable Athlète bondissant de rochers en rochers,
Escaladant les rocs avec effronterie, il se   rend parfois en été ou lorsque la nourriture se fait rare, au cœur des clairières et dans le creux des vals
Pour goûter avec gourmandise ces mets de choix que sont pour lui les baies, glands, faînes, châtaignes et surtout les mannes du frêne à fleurs,
Le Mouflon est, avant tout animal des cimes et des à-pics ; il est aimant de tous les lieux inaccessibles sans le secours de jumelles ou de téléobjectifs.

Pour Mouflons et Mouflonnes, la saison de l’amour est l’automne ce qui révèle un goût de seigneur,
Car la vêture des clairières est alors rougeoyante de beauté, à l’instar de tapis persans,
Le Mouflon ne serait-il pas animal sauvage certes mais romantique car il se plait à admirer l’encolure des Mouflonnes, qui s’harmonise si bien avec les couleurs automnales ;  
Mais pour les Mouflons, le plaisir d’amour doit rester subtil et ne pas verser dans ces luttes meurtrières : l’ami Mouflon est un épicurien qui donne leçon de sagesse à tous les jaloux.

Le Mouflon fut longtemps, le maître des Montagnes et du maquis Corse qu'il ne partageait qu'avec l’aigle royal, les sangliers les plus hardis et quelques bandits ou patriotes traqués,
Mais trop chassé par certains Hommes, dépourvus de sagesse et à la gâchette trop faciles, il faillit disparaître de son île emblématique.
Aujourd'hui il revient de l'île sœur, la Sardaigne, mais reste encore plus caché dans quelques massifs impénétrables comme le «Monte Cinto» et les «aiguilles de Bavella».
C’est ainsi que la Corse retrouve l'un de ses plus beaux animaux dont le nom de ses enfants, "I Muvrini", a fait le tour des scènes du Monde pour magnifier son emblème et sa terre nourricière, la Corse.
Paul Arrighi
Stilgebore in afwagting op
'n môreson uit die legendes.
Die hoopswyg net voor aanvarding
, wanneer selfs vader tyd verboureerd bly staan.
Die onvoldoende doods-uur
Tussen die hap van n gifgoue appel
En die val van onskuld en skoonheid.
Die tingel in die vingers
van die Engel in swart,
nóg genoeg om te gryp
-Nóg genoeg om te los
, net genoeg om in die huiwer te dros
Dus dood wat geduldig
die venster bewasem.
Trek drogbeelde uit skadu's
Soos n laaste asem...
Dis nog hier, nog daar-
Nog vals, nog waar

En ons almal is n kat in n doos
- wandelend in beide lewe en dood
, want die verskeie dimensies
Is maar eintlik grensloos.

Die paradoks van einste bestaan
Word gekonsentreer in n tydstip
Van alles verstaan.
andenrangs poet Mar 2015
jeg så dig danse på en lørdag nat. jeg har aldrig set dig danse før.
det var allerførste gang jeg så dig danse.
du dansede til et nummer komponeret af en mand med et uforglemmeligt og krøllet navn.
og hele rummet summede af lyden af et klaver der blev slået an af en rystende finger og violin strengene der dansede rundt i luften, efterlod rummet i en skygge af pulver drømme og stjerner der faldt ned omkring dine fødder.

du dansede noget der kunne minde om en vals. men du dansede den alene.

vil du ikke danse lidt med mig i stedet for at gøre det helt alene? det ser så ensomt ud. smukt, dog ensomt.

du trak på smilebåndet. men så ej på mig.

så kom herhen.

du tog mig pludselig i dine arme og scenen var din, min, og vores. jeg har aldrig danset. kun i stuen som lille i min mors gamle balletskørt.
og det gik op for mig hvor perfekt min spinkle krop passede i den silhuet der før var udfyldt af noget ingen andre end du kunne se.

og scenen var din, min, og vores.
verden forsvandt omkring os mens vi dansede mellem stjernerne.
jeg forsøgte at få del i dine tanker ved at lade mig suge ind i dit blik....men du havde travlt med at koncentrere dig om dine trin. ikke bare for dansens skyld, men det blik du anstrengte dig for ikke at sende mig handlede ikke blot om dansen men angsten for at træde forkert.
hvad ville der ske hvis du så mig i øjnene?
jeg kunne mærke din kropsvarme helt ind i sjælen mens du snurrede mig rundt. let og elegant og tilbage i dine arme.

se på mig.

stjernene var for længst faldet ned men var ikke længere at finde for mine fødder. for du så på mig. du så mig lige ind i øjnene, længe nok til at det  begyndte at gøre ondt da du trådte et skridt tilbage men ikke længe nok til at jeg kom ind under huden på dig.

tak for dansen.

følelserne... var de ikke lige der?
og før jeg vidste af det var der ikke længere andet end mig og den sørgelige musik der nu fyldte rummet med opløste håb og tusind fejl og mangler.

på en lørdag nat så jeg dig danse for første gang. jeg havde aldrig set dig danse før. og på en lørdag nat så du mig i øjnene for første gang. du havde aldrig set mig i øjnene før....
.... og jeg har ikke danset siden
América, de un grano
de maíz te elevaste
hasta llenar
de tierras espaciosas
el espumoso
océano.
Fue un grano de maíz tu geografía.
El grano
adelantó una lanza verde,
la lanza verde se cubrió de oro
y engalanó la altura
del Perú con su pámpano amarillo.

Pero, poeta, deja
la historia en su mortaja
y alaba con tu lira
al grano en sus graneros:
canta al simple maíz de las cocinas.

Primero suave barba
agitada en el huerto
sobre los tiernos dientes
de la joven mazorca.
Luego se abrió el estuche
y la fecundidad rompió sus velos
de pálido papiro
para que se desgrane
la risa del maíz sobre la tierra.

A la piedra
en tu viaje, regresabas.
No a la piedra terrible,
al sanguinario
triángulo de la muerte mexicana,
sino a la piedra de moler,
sagrada
piedra de nuestras cocinas.
Allí leche y materia,
poderosa y nutricia
pulpa de los pasteles
llegaste a ser movida
por milagrosas manos
de mujeres morenas.

Donde caigas, maíz,
en la olla ilustre
de las perdices o entre los fréjoles
campestres, iluminas
la comida y le acercas
el virginal sabor de tu substancia.

Morderte,
panocha de maíz, junto al océano
de cantara remota y vals profundo.
Hervirte
y que tu aroma
por las sierras azules
se despliegue.

Pero, dónde
no llega
tu tesoro?

En las tierras marinas
y calcáreas,
peladas, en las rocas
del litoral chileno,
a la mesa desnuda
del minero
a veces sólo llega
la claridad de tu mercadería.

Puebla tu luz, tu harina, tu esperanza
la soledad de América,
y el hambre
considera tus lanzas
legiones enemigas.

Entre tus hojas como
suave guiso
crecieron nuestros graves corazones
de niños provincianos
y comenzó la vida
a desgranarnos.
Apenas vaho sobre el cristal
con ademanes de ceniza, con estelas de niebla,
señala el mayordomo el lugar reservado
a cada uno de los comensales,
y susurra sus nombres con sílabas de ráfaga.
Franz -todos- bebe copas, copas, copas
de un oro ajado, de un resplandor marchito,
una luz madura en otras tierras
diluidas en la memoria.
¿Dónde estarán los compañeros que no ve?
Acaso fueron arrastrados por las aguas de Heráclito
hasta donde el ocaso se remansa y languidece.
Han cesado las risas. Las palabras son ascuas.
Todo es en este instante
desolación, herrumbre, acabamiento.
Huele a manzanas y a membrillos
demasiado maduros.
A través del ojo de buey
Franz contempla los días
que se aproximan navegando.
La ciudad que lo espera le saluda
con sus brazos alzados a las nubes,
enfundados en terciopelo gris.
Paralizado, congelado, el tiempo
va adquiriendo la pátina de estar atardeciendo,
otoñándose sobre el mar,
sobre la muerte, sobre el amor, sobre la música
que se libera, misteriosamente,
de nadie sabe qué prisiones.
Esta música lleva mucha muerte dentro.
El amor lleva dentro mucha música,
mucho mar, mucha muerte.
La muerte es un amor que habla con el silencio.
El amor es una melodía hija del mar y de la muerte:
asciende, gira, enlaza el cuerpo, lo encadena
hasta asfixiarlo despiadadamente.
La nave fantasmal -pero real- navega-
sobre el amor, sobre la muerte
(también sobre el olvido),
y glisa sobre el arpa de las olas,
navega sobre el agua como el laúd sobre la música
(y es que música y mar tienen el mismo origen).
Este mar lleva dentro mucha música,
mucho amor, mucha muerte.
                        Y también mucha vida.
...Y también mucha vida.
No sólo la que testimonia
el hervor de los brazos blanquísimos de las olas
al otro lado del cristal -solar, lunar- del camarote,
sino la que agoniza en el lado de acá.
Abanicos de plumas y de oro  empiezan a girar.
Giran y giran cada vez más vertiginosamente
-acelerando, siempre acelerando-
absorbidos, cautivos, reclamados por bocas abisales,
fraques azules, grises, rumor de besos y batir de alas,
ojos ennoblecidos por las lágrimas,
labios besados hondamente, que por eso
tienen más vida que quitar,
y el giro, el giro, el vértigo del vals,
el del polaco tísico
que escuchaba en la Valldemosa invernal
golpear insistente sobre el suelo la gota de agua.
El vals futuro, felicidad florida
de la dinastía risueña de los vieneses
resucitados cada 1 de enero en los televisores,
supervivientes de un imperio feliz e injusto
que ya no puede ser.
Son absorbidos, chupados, esclavizados
por lo hondo tenebroso. En el embudo
caen y desaparecen gorjeos de las aves
de los bosques de Viena, huéspedes de las ramas
húmedas de los tilos y los abedules,
aroma de grosellas y frambuesas,
de fresas y de arándanos: todos aprisionados
en las redes de escarcha del otoño.
El implacable sumidero
devora tules, sedas, lámparas de luz azulada,
nubes que se suicidan arrojándose
al hueco que termina
en el corazón verde del mar,
en la hoguera sombría y helada de la nada,
en lo fatal, irreversiblemente mudo.
Los invisibles compañeros
contemplan aterrados y desamparados
ese derrumbamiento que acaba en el silencio.
...El silencio que surca el ataúd de caoba.
a sus desvanecidos compañeros.
Con la clarividencia del moribundo
oye su despedida, sus adioses
con voces de violines, de violas, de violonchelos.
Sonaban a diamante y penumbra.
La nave -¿o ataúd?- en que Franz llega,
irremediablemente solo, cabecea sobre las ondas,
las azota su quilla con ritmo sosegado:
-chasquido, pellizcado, pizzicatto sombrío-
entre dos nadas, entre dos nuncas.
...Entre dos nuncas. El recién llegado
contempla el cielo encajonado
entre dos muros, entre dos sombras, entre dos silencios,
entre dos nadas.
Sentado sobre su banco de cemento
saca de su bolsillo unos trozos de pan,
los desmiga. Da de comer a las palomas.
¡Se celebra el adulterio de María con la Paloma Sacra!
Una lluvia pulverizada lustra La Plaza de las Verduras, se hincha en globitos que navegan por la vereda y de repente estallan sin motivo.
Entre los dedos de las arcadas, una multitud espesa amasa su desilusión; mientras, la banda gruñe un tiempo de vals, para que los estandartes den cuatro vueltas y se paren.
La Virgen, sentada en una fuente, como sobre un bidé, derrama un agua enrojecida por las bombitas de luz eléctrica que le han puesto en los pies.
¡Guitarras! ¡Mandolinas! ¡Balcones sin escalas y sin Julietas! Paraguas que sudan y son como la supervivencia de una flora ya fósil. Capiteles donde unos monos se entretienen desde hace nueve siglos en hacer el amor.
El cielo simple, verdoso, un poco sucio, es del mismo color que el uniforme de los soldados.
LJW Aug 2014
You'd th nk, with HUNDREDS
of people flocking to yoga fest vals
'd be able to f nd someone
to talk to.

Dharma talks, people s t and l sten,
where do they go when they return home?

My door bell  s s lent,
none enter to s t and further the talk.

  guess  'll never reach Samad , passed by,
no one wants me to get there,
only myself,
   guess  'll walk alone.
Luciano Jul 2014
You're finally home, I kiss your eyes
I dance with you, this vals of lies
You're finally here and now I laugh
I love you still, it's that enough??
And now I see you crystal clear
And I won't be afraid to fear
This madman's song we dance again
Let's dance our vals in tears of pain
I love you still, she whispers in my ear
And from her eye it slowly falls a tear
I kiss her eyes, the tear I wash away
And now we dance , the price we have to pay.....
And now we dance
The dance of me and you
Come hold me love
In life we love a few
Il stand here by your side
I'll help you wash your sin
They wake me up.....
This dance was just a dream
And now I'm dancing in default
And now I know this was my fault
This madman's song I dance alone
Your love for me it turns to stone
Be satisfied. I know now what I've done
Be satisfied. Your love for me is gone
Be satisfied. I only cry at night
Be satisfied. You know now what is right
Be satisfied
Be satisfied
I don’t know even know where to start.
As a matter of fact
My heart aches, It feels like someone took a hammer and crushed it into a million pieces.
No poetry pieces can explain this feeling
No kind of speeches can explain her reasons
My boneless heart is broken and needs healing
I just want you to know I’m not mad at you.
I’m just upset, disappointed, and sad.
My heart is bleeding as a result of your stab I’m upset because I fell so madly in love with you.

And like a resturant menu there were many options but you is who I chose
I swear, I’m disappointed because you can’t see how amazing we were.
I was a fool to think that you actually wanted me.
See,I think the hardest part for me is the memories.
The memories i will forever hold onto for centries.
I can still feel your lips trace my body.
I can still hear my heart call you shoddy
I can still feel the warmth of your arms wrapped around me as we slept through the rainstorm.

I can still feel the sweet words and promises you made when you were tryna brainstorm me
The time you sang your heart out to me while looking into my eyes still haunts me every night.
I think the worst part is, you made me feel like the most lucky man in the world.
I hate that I let you take that away from me.
I hate that I feel empty without you.

The sad thing is, if you were to ask me for a second chance I would give it to you despite how bad you hurt me.
I miss you.
You were the best thing to ever happen to me, and for that I’m thankful for what we had.
Happy Vals Day ❤️
Y pensar que extraviamos
la senda milagrosa
en que se hubiera abierto
nuestra ilusión, como perenne rosa...
Y pensar que pudimos
enlazar nuestras manos
y apurar en un beso
la comunión de fértiles veranos...
Y pensar que pudimos
en una onda secreta
de embriaguez, deslizarnos,
valsando un vals sin fin, por el planeta...
Y pensar que pudimos,
al rendir la jornada,
desde la sosegada
sombra de tu portal y en una suave
conjunción de existencias,
ver las cintilaciones del Zodíaco
sobre la sombra de nuestras conciencias...
Ya era muy viejecita... Y un año y otro año
se fue quedando sola con su tiempo sin fin.
Sola con su sonrisa de que nada hace daño,
sola como una hermana mayor en su jardín.

Se fue quedando sola con los brazos abiertos,
que es como crucifican los hijos que se van,
con su suave manera de cruzar los cubiertos,
y aquel olor a limpio de sus batas de holán.

Déjenme recordarla con su vals en el piano,
como yéndose un poco con lo que se le fue;
y con qué pesadumbre se mira la mano
cuando le tintineaba su taza de café.

Se fue quedando sola, sola... sola en su mesa,
en su casita blanca y en su lento sillón;
y si alguien no conoce que soledad es esa,
no sabe cuánta muerte cabe en un corazón.

Y diré que en la tarde de aquel viernes con rosas,
en aquel «hasta pronto» que fue un adiós final,
aprendí que unas manos pueden ser mariposas,
dos mariposas tristes volando en su portal.

Sé que murió de noche. No quiero saber cuándo.
Nadie estaba con ella, nadie, cuando murió:
Ni su hijo Guillermo, ni su hijo Fernando,
ni el otro, el vagabundo sin patria, que soy yo.
De viajes y dolores yo regresé, amor mío,
a tu voz, a tu mano volando en la guitarra,
al fuego que interrumpe con besos el otoño,
a la circulación de la noche en el cielo.

Para todos los hombres pido pan y reinado,
pido tierra para el labrador sin ventura,
que nadie espere tregua de mi sangre o mi canto.
Pero a tu amor no puedo renunciar sin morirme.

Por eso toca el vals de la serena luna,
la barcarola en el agua de la guitarra
hasta que se doblegue mi cabeza soñando:

que todos los desvelos de mi vida tejieron
esta enramada en donde tu mano vive y vuela
custodiando la noche del viajero dormido.
¿Dónde estará la niña
que en aquel lugarejo
una noche de baile
me habló de sus deseos
de viajar, y me dijo
su tedio?Gemía el vals por ella,
y ella era un boceto
lánguido: unos pendientes
de ámbar, y un jazmín
en el pelo.Gemían los violines
en el torpe quinteto...
E ignoraba la niña
que al quejarse de tedio
conmigo, se quejaba
con un péndulo.Niña que me dijiste
en aquel lugarejo
una noche de baile
confidencias de tedio:
dondequiera que exhales
tu suspiro discreto,
nuestras vidas con péndulos...Dos péndulos distantes
que oscilan paralelos
en una misma bruma
de invierno.
Fuera, sonrisas y saludos,
vals, esnobismo de los clubs,
mundanidad oropelesca.
Pero al volver a casa, tú.

En el balcón, en la penumbra,
vueltos a los ojos al azul,
te voy buscando en cada estrella
del misterioso cielo augur.
¿Desde qué mundo me contemplas?
¿De qué callada excelsitud
baja tu espíritu a besarme?
¿Cuál el astro cuya luz
viene a traerme tus miradas?

¡Oh qué divina es la virtud
con que la noche penetra
bajo su maternal capuz!

Hasta mañana, salas frívolas,
trajín, ruidos, inquietud,
mundanidad oropelesca,
poligononales fracs, abur.
Y tú, mi muerta, ¡buenas noches!
¿Cómo te va? ¿Me amas aún?
Vuelvo al encanto misterioso,
a la inefable beatitud
de tus lejanos besos místicos.
¡Aquí no reinas más que tú!
Valeria Chauvel Jun 2018
Al esplendor de la luna,
los lobos aúllan,
y las montañas morenas,
se inclinan con astucia.

Las estrellas tintinean en goce,
con la luz cegadora de la noche,
que ilumina a las aves del bosque,
empezando el cántico de las doce.

Los arboles rugen al redoblar de los tambores,
que tocan aquellos pequeños roedores.
El aire silba y silba con dulzura y firmeza,
cortejando al gran reino de la naturaleza.

Los grillos se unieron al coro,
tarareando un melodioso tono,
mientras las luciérnagas, el aire escarchaban,
de ámbar, rosado y rojo escarlata.

Las hadas y duendes felices danzaban,
llenando las flores de rocío conforme bailaban.
El vals de la luna ya acababa,
pues el amanecer se asomaba.

Esta fiesta nocturna,
dejaba a la arboleda taciturna,
ya que el sol salía del horizonte,
apagando todas las luces del monte.
Valeria Chauvel Nov 2019
Aparente apariencia eres tú,
dilatada sombra anclada a mí,
silenciosa y locuaz, tras los días aprendí
de tu voz que fielmente no me dejaste
y con el tiempo te copié yo a ti.

Como presencia muda entre la gente vagué,
me volví como la sombra del probable mañana y del ayer,
de las calles concurridas de personas apuradas,
del niño que llora, el paño de lágrimas,
de las bandadas de aves, su elegante vals
y de las altas montañas, su solemne quietud.

Aunque una leve luz,
delató que mi sombra era sombra de una sombra
y que en las noches oscuras era yo
un sinfín de formas de otras cosas,
esclava a el opaco volumen de otra sombra.

— The End —