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Anna  Jun 2013
Gris-Gris
Anna Jun 2013
The birds outside
Screech ”gris gris, gris gris”
And I think it's a great suggestion.
I wouldn't mind an amulet
To protect or give me luck.
Even if it didn't work,
Something to hold would be enough.
Carolina  May 2016
Liberala.
Carolina May 2016
Se encuentra a la deriva.
Sin un manto, sin calor.
Sólo el frío en su alma,
y en sus ojos vacío eterno.
Si pudiera verse a sí misma,
a través de la mirada de otra persona,
se sorprendería al observar
bellísima tristeza que a su rostro decora.
Sin embargo sólo ve aquello visible al ojo,
lo que está más allá es invisible
a su pobre visión en su pequeño mundo gris.
Gris, gris como su cabello;
El que tanto desea acariciar con sus frágiles dedos.
Gris, gris como la neblina;
Similar a la de la naturaleza,
aunque ésta se encuentra en su corazón,
tapando sus conductos; causándole una silenciosa agonía.
Gris, tan gris como como el azul;
nunca sabes cuando se vuelve triste.
Y si hay algo que ella pueda hacer,
no lo sabe.
Porque si lo supiera sería capaz de sentir,
es un hecho.
Lo que no es certero
es el sentimiento que ronda su interior.
El cual atrae pensamientos oscuros
que su cansada mente no parece soportar.
Quebrándose cada noche,
oculta todo bajo una sonrisa.
Su cabeza sigue gritando,
monstruos aún susurrando
y ella casi a duras penas escapando.
¿Podrá algún día vivir?
¿Podrá algún día despertar de la pesadilla?
¿Será notada por alguien?
¿Será esta noche su última?
Ella quiere saber,
yo me quiero esconder.
Ella quiere vivir,
yo sólo quiero morir.
Ella está atrapada en un gran espacio vacío, sin encontrar salida.
Es espacio se encuentra dentro de mi.
La frente apoyo en la vidriera...
el cielo azul se engalana
y en la fúlgida primavera
canta su canción la mañana.

La mente inclino a lo más hondo
del alma en campos del Ayer;
y marchito miro en el fondo
todo lo que vi florecer.

Soplan auras primaverales
dando más vigor a los músculos.
¡Aquí las brumas otoñales
y el silencio de los crepúsculos!

En el parque crece la yerba
bajo el radiante resplandor.
En el alma todo se enerva
al paso lento del dolor.

Y evoco alegres ilusiones,
campos azules, abrileños;
la juventud con sus canciones
iba entre rosas y entre ensueños.

Fulgurante el cielo reía:
¡Cuán hermoso era el porvenir!
Vino la tarde en pleno día
y todo comenzó a morir.
La frente apoyo en la vidriera...
Verdes árboles, sol radiante
¡Juventud!… ¡también primavera
Fuiste del corazón amante!

¡Días que el alma triste evoca,
alba rosada del amor!
¡Boca que buscaba otra boca,
polen que va de flor en flor!...

En jardines primaverales
las libélulas entre aromas;
rosas rojas en los rosales
y destilando miel las pomas.

Y van surgiendo en un ensueño
amores de la juventud.
Pasan con el labio risueño
en concento de arpa y laúd.

Entonces... retoño y retoño
en los rosales a la aurora...
¡Como lenta bruma de otoño
la tristeza bajando ahora!

En el alma, al ensueño abierta,
algo de antiguo trovador,
y de la vida en la áurea puerta
con sus promesas el Amor.

De la luna la luz de plata
brillaba en el barrio desierto,
y una canción de serenata
subía al balcón entreabierto.

Pendiente la escala de seda
de los barrotes del balcón...
Del pasado ya sólo queda
un rescoldo en el corazón.

Paseos bajo luz de luna
por alamedas de rosales;
dos bocas que el amor aúna
en claras noches estivales...

Entonces... cantos, alegría,
juramentos de eterna fe;
y ahora, gris melancolía
del dichoso tiempo que fue...
La frente apoyo en la vidriera:
en el parque, vestidos blancos,
y amantes en su primavera
bajo los pinos en bancos.

Primeros versos a la amada,
cantos primeros de ilusión...
Son hoy cual queja desolada
en el fondo del corazón.

Tú, flor de la tierra nativa,
de los ojos fuiste embeleso.
Sólo a tu boca, rosa viva,
le dio la muerte el primer beso.

Cuando se recuerda el pasado
hay un deseo de llorar.
¡El árido camino andado
si se pudiera desandar!...

Sombras doloridas que vagan
y esperanzas muertas deploran:
Astros que en tinieblas se apagan
y voces que en silencio lloran!...

A la claridad matutina
fragante erguíase el rosal...
¡ya sobre el agua gris se inclina
la amarilla rama otoñal!...

Una palabra... un juramento...
¿era verdad o era mentira?
Mentira o verdad es tormento
cuando sola el alma suspira.

Se abría a la luz la ventana
en un radioso amanecer,
la ilusión decía: «¡Mañana!»
y el corazón dice: «¡Ayer!».

¡Mañana! ¡Ayer! Polos remotos...
lo que es dolor y lo que salva.
Claros sueños y sueños rotos,
gris de la tarde y luz del alba.

Y el Amor, que en sombras se aleja,
el alma dice: «¿Volverás?»
Y como una lejana queja
se oye en el pasado: «¡Jamás!»

La hiedra fija sus raíces
aún bajo nieve en la piedra.
Recuerdos de días felices:
sois del corazón... ¡siempre hiedra!
Aromadas rosas de Francia
en los casinos y en el Ritz;
Rosas que dais vuestra fragancia
en Montecarlo y en Biarritz.

Reservados de restaurantes;
de vida de goce ansias locas;
El áureo champaña espumante;
temblando de ósculo las bocas.

Nerviosa espera la cita,
Penumbra de la «garconniére»,
Fausto a los pies de Margarita
En el rosado atardecer…

Otra... Extraño acento de arrullo,
honda nostalgia en su mirada,
y severo siempre su orgullo
en su dolor de desterrada.

Su imagen el pasado alegra,
y fijos en la mente están
su traje blanco y su capa negra
en las carreras de Longchamps.

Días lejanos de estudiante,
embriaguez de ideal divino,
El corazón, rosa fragante,
en noches del Barrio Latino...

Midineta bulevardina,
boca roja, frente de lis,
Incitadora, parlanchina,
jilguero alegre de Paris.

Y del «cabaret» la alegría...
¿Era del Rhin o era del Volga?
¿en su vida un misterio había...
¿era su nombre Elisa u Olga?

En otra, del vuelo al arranque,
mirar nostálgico... y ¡pasó!
Muchas veces junto a un estanque
soñando la luna nos vio.

Tú, mejicana-parisina,
de cabellos como aureola
de luz de sol, y habla divina
entre francesa y española.

En la tristeza de un suspiro,
lejos, a la orilla del mar,
una margarita aún te miro
melancólica deshojar.

Húngara triste, flor bohemia,
De ojos miosotis de Danubio:
¡cuán adorable era anemia
En marco de cabello rubio!

Tus pupilas vagas de Isis
fingía decir un adiós;
Y casi exangüe por la tisis
caíste en golpe de tos...
La frente apoyo en la vidriera...
Un claro sol el cielo dora,
riega rosas la primavera...
El otoño en el alma llora.

Se oye como una voz que ruega,
como un gemido de laúd...
¡Es en la tarde que llega
el adiós de la juventud!
WHEN that Aprilis, with his showers swoot,                       *sweet
The drought of March hath pierced to the root,
And bathed every vein in such licour,
Of which virtue engender'd is the flower;
When Zephyrus eke with his swoote breath
Inspired hath in every holt
and heath                    grove, forest
The tender croppes
and the younge sun                    twigs, boughs
Hath in the Ram  his halfe course y-run,
And smalle fowles make melody,
That sleepen all the night with open eye,
(So pricketh them nature in their corages
);       hearts, inclinations
Then longe folk to go on pilgrimages,
And palmers  for to seeke strange strands,
To *ferne hallows couth
  in sundry lands;     distant saints known
And specially, from every shire's end
Of Engleland, to Canterbury they wend,
The holy blissful Martyr for to seek,
That them hath holpen, when that they were sick.                helped

Befell that, in that season on a day,
In Southwark at the Tabard  as I lay,
Ready to wenden on my pilgrimage
To Canterbury with devout corage,
At night was come into that hostelry
Well nine and twenty in a company
Of sundry folk, by aventure y-fall            who had by chance fallen
In fellowship, and pilgrims were they all,           into company.
That toward Canterbury woulde ride.
The chamber, and the stables were wide,
And well we weren eased at the best.            we were well provided
And shortly, when the sunne was to rest,                  with the best

So had I spoken with them every one,
That I was of their fellowship anon,
And made forword* early for to rise,                            promise
To take our way there as I you devise
.                describe, relate

But natheless, while I have time and space,
Ere that I farther in this tale pace,
Me thinketh it accordant to reason,
To tell you alle the condition
Of each of them, so as it seemed me,
And which they weren, and of what degree;
And eke in what array that they were in:
And at a Knight then will I first begin.

A KNIGHT there was, and that a worthy man,
That from the time that he first began
To riden out, he loved chivalry,
Truth and honour, freedom and courtesy.
Full worthy was he in his Lorde's war,
And thereto had he ridden, no man farre
,                       farther
As well in Christendom as in Heatheness,
And ever honour'd for his worthiness
At Alisandre  he was when it was won.
Full often time he had the board begun
Above alle nations in Prusse.
In Lettowe had he reysed,
and in Russe,                      journeyed
No Christian man so oft of his degree.
In Grenade at the siege eke had he be
Of Algesir, and ridden in Belmarie.
At Leyes was he, and at Satalie,
When they were won; and in the Greate Sea
At many a noble army had he be.
At mortal battles had he been fifteen,
And foughten for our faith at Tramissene.
In listes thries, and aye slain his foe.
This ilke
worthy knight had been also                         same
Some time with the lord of Palatie,
Against another heathen in Turkie:
And evermore *he had a sovereign price
.            He was held in very
And though that he was worthy he was wise,                 high esteem.

And of his port as meek as is a maid.
He never yet no villainy ne said
In all his life, unto no manner wight.
He was a very perfect gentle knight.
But for to telle you of his array,
His horse was good, but yet he was not gay.
Of fustian he weared a gipon,                            short doublet
Alle besmotter'd with his habergeon,     soiled by his coat of mail.
For he was late y-come from his voyage,
And wente for to do his pilgrimage.

With him there was his son, a younge SQUIRE,
A lover, and a ***** bacheler,
With lockes crulle* as they were laid in press.                  curled
Of twenty year of age he was I guess.
Of his stature he was of even length,
And *wonderly deliver
, and great of strength.      wonderfully nimble
And he had been some time in chevachie,                  cavalry raids
In Flanders, in Artois, and Picardie,
And borne him well, as of so little space,      in such a short time
In hope to standen in his lady's grace.
Embroider'd was he, as it were a mead
All full of freshe flowers, white and red.
Singing he was, or fluting all the day;
He was as fresh as is the month of May.
Short was his gown, with sleeves long and wide.
Well could he sit on horse, and faire ride.
He coulde songes make, and well indite,
Joust, and eke dance, and well pourtray and write.
So hot he loved, that by nightertale                        night-time
He slept no more than doth the nightingale.
Courteous he was, lowly, and serviceable,
And carv'd before his father at the table.

A YEOMAN had he, and servants no mo'
At that time, for him list ride so         it pleased him so to ride
And he was clad in coat and hood of green.
A sheaf of peacock arrows bright and keen
Under his belt he bare full thriftily.
Well could he dress his tackle yeomanly:
His arrows drooped not with feathers low;
And in his hand he bare a mighty bow.
A nut-head  had he, with a brown visiage:
Of wood-craft coud* he well all the usage:                         knew
Upon his arm he bare a gay bracer
,                        small shield
And by his side a sword and a buckler,
And on that other side a gay daggere,
Harnessed well, and sharp as point of spear:
A Christopher on his breast of silver sheen.
An horn he bare, the baldric was of green:
A forester was he soothly
as I guess.                        certainly

There was also a Nun, a PRIORESS,
That of her smiling was full simple and coy;
Her greatest oathe was but by Saint Loy;
And she was cleped
  Madame Eglentine.                           called
Full well she sang the service divine,
Entuned in her nose full seemly;
And French she spake full fair and fetisly
                    properly
After the school of Stratford atte Bow,
For French of Paris was to her unknow.
At meate was she well y-taught withal;
She let no morsel from her lippes fall,
Nor wet her fingers in her sauce deep.
Well could she carry a morsel, and well keep,
That no droppe ne fell upon her breast.
In courtesy was set full much her lest
.                       pleasure
Her over-lippe wiped she so clean,
That in her cup there was no farthing
seen                       speck
Of grease, when she drunken had her draught;
Full seemely after her meat she raught
:           reached out her hand
And *sickerly she was of great disport
,     surely she was of a lively
And full pleasant, and amiable of port,                     disposition

And pained her to counterfeite cheer              took pains to assume
Of court,* and be estately of mannere,            a courtly disposition
And to be holden digne
of reverence.                            worthy
But for to speaken of her conscience,
She was so charitable and so pitous,
                      full of pity
She woulde weep if that she saw a mouse
Caught in a trap, if it were dead or bled.
Of smalle houndes had she, that she fed
With roasted flesh, and milk, and *wastel bread.
   finest white bread
But sore she wept if one of them were dead,
Or if men smote it with a yarde* smart:                           staff
And all was conscience and tender heart.
Full seemly her wimple y-pinched was;
Her nose tretis;
her eyen gray as glass;               well-formed
Her mouth full small, and thereto soft and red;
But sickerly she had a fair forehead.
It was almost a spanne broad I trow;
For *hardily she was not undergrow
.       certainly she was not small
Full fetis* was her cloak, as I was ware.                          neat
Of small coral about her arm she bare
A pair of beades, gauded all with green;
And thereon hung a brooch of gold full sheen,
On which was first y-written a crown'd A,
And after, *Amor vincit omnia.
                      love conquers all
Another Nun also with her had she,
[That was her chapelleine, and PRIESTES three.]

A MONK there was, a fair for the mast'ry,       above all others
An out-rider, that loved venery;                               *hunting
A manly man, to be an abbot able.
Full many a dainty horse had he in stable:
And when he rode, men might his bridle hear
Jingeling  in a whistling wind as clear,
And eke as loud, as doth the chapel bell,
There as this lord was keeper of the cell.
The rule of Saint Maur and of Saint Benet,
Because that it was old and somedeal strait
This ilke
monk let olde thinges pace,                             same
And held after the newe world the trace.
He *gave not of the text a pulled hen,
                he cared nothing
That saith, that hunters be not holy men:                  for the text

Ne that a monk, when he is cloisterless;
Is like to a fish that is waterless;
This is to say, a monk out of his cloister.
This ilke text held he not worth an oyster;
And I say his opinion was good.
Why should he study, and make himselfe wood                   *mad
Upon a book in cloister always pore,
Or swinken
with his handes, and labour,                           toil
As Austin bid? how shall the world be served?
Let Austin have his swink to him reserved.
Therefore he was a prickasour
aright:                       hard rider
Greyhounds he had as swift as fowl of flight;
Of pricking
and of hunting for the hare                         riding
Was all his lust,
for no cost would he spare.                 pleasure
I saw his sleeves *purfil'd at the hand       *worked at the end with a
With gris,
and that the finest of the land.          fur called "gris"
And for to fasten his hood under his chin,
He had of gold y-wrought a curious pin;
A love-knot in the greater end there was.
His head was bald, and shone as any glass,
And eke his face, as it had been anoint;
He was a lord full fat and in good point;
His eyen steep,
and rolling in his head,                      deep-set
That steamed as a furnace of a lead.
His bootes supple, his horse in great estate,
Now certainly he was a fair prelate;
He was not pale as a forpined
ghost;                            wasted
A fat swan lov'd he best of any roast.
His palfrey was as brown as is a berry.

A FRIAR there was, a wanton and a merry,
A limitour , a full solemne man.
In all the orders four is none that can
                          knows
So much of dalliance and fair language.
He had y-made full many a marriage
Of younge women, at his owen cost.
Unto his order he was a noble post;
Full well belov'd, and familiar was he
With franklins *over all
in his country,                   everywhere
And eke with worthy women of the town:
For he had power of confession,
As said himselfe, more than a curate,
For of his order he was licentiate.
Full sweetely heard he confession,
And pleasant was his absolution.
He was an easy man to give penance,
There as he wist to have a good pittance:      *where he know
Nat Lipstadt Aug 2013
(Inspired by and dedicated to John Edward Smallshaw, and his "Spice")


I am a summer-man,
Because I'm blessed to sit by the sea.
Let it and the other two Musketeers,
boon companions to me,
Sun and Wind,
erase my discomposure as I
reside in the Poet's Nookery.
Let them have almost
all that troubles,
but not all.

I am a summer-man.

On the bay, on the beach,
I see birth, I see death,
osprey nests, carcasses of
mussels and horseshoe *****.
This, somehow reassuring,
the cycles,
this circularity,
the tides and inevitability.

I am a summer-man.

Student of languages seasonal,
Peaches, plums, cherries, poetry
and loving Woman.^
This, the  summer alphabet-soup
of my multiple tongues.

I am a summer-man.

Sancerre and Pinot Gris, super cold,
Paul Simon, Nina Simone,
with proper aging,
getting  hotter,
Salsa and Afrikaner hints,
super louder,
Even "Still Crazy After All These Years,"
that-who-wud-be-me,
chills outer.^^

I am a summer-man.

When ever this lad's writes appear,
it proves once again,
there is no truth that his  
name was once Dr. Seuss
In a prior life, even if
each is signed by
Ogdiddy Nash


I am a summer-man.

Disrespectful of the calendar,
if I can, try to make
summer season stretch-marks from
May to October.

I would add April,
but the IRS is already
****** at me.^^^

Though the cherry blossoms of May
now gone away,
the lilies of June
arrive, but but for a week or two,
soon, like my mom, withered away.

Acorns in August^^^^ have arrived too swiftly.


This summer, beloved,
and love of summer,
deep-rooted.

Season of my Peter Pan Poetry Galore Festival.

A love,  incapable, impossible, of ever
growing old, ever growing cold,
it cannot wither.
It is summer heat reminders exposed,
how it misses its man,
that hide in the flames of
the teasing, popping, reminding
Winter fireplace's crackling popping
^ See "The Summer Alphabet of Woman (I Speak Woman)"
August 23 2013

lipstadt-man

^^ See "Made the bed backwards"
August 24 2013

^^^  See "Caesar Has No Authority Over The Grammarians"
August 22 2013

^^^^ See "* Acorns in August (Sonata for Summer Cello and Fall Piano, No. 3)" August 19 2013

——————

* Paul Simon and Art Garfunkel

April come she will
When streams are ripe and swelled with rain;
May, she will stay,
Resting in my arms again

June, she´ll change her tune,
In restless walks she´ll prowl the night;
July, she will fly
And give no warning to her flight.

August, die she must,
The autumn winds blow chilly and cold;
September I´ll remember.
A love once new has now grown old

————
Tonya Maria

Tonya Maria  I am a summer-woman,
Because I'm blessed to sit by the sea.
I too display the summer season stretch marks.....
The sea, my lover, owns every inch of me......
ShamusDeyo Sep 2014
She's a Wrath of my Dreams
This fine Cajun Queen
Her Bare Breast Flashing
For all to see.
She Flirts with the Men
And kisses the Ladies
With her Magical Charms
Of Voodoo and Gris Gris
Igniting a Passion
Of Mardis Gras Fashion
That consumes me
In Fantasy


*This Poem is from the Collection "POETIC STALKINGS"
All the Work here is licensed under the Name
®SilverSilkenTongue and the © Property of J.Flack
Victor Hugo  Jun 2017
Fantômes
I.

Hélas ! que j'en ai vu mourir de jeunes filles !
C'est le destin. Il faut une proie au trépas.
Il faut que l'herbe tombe au tranchant des faucilles ;
Il faut que dans le bal les folâtres quadrilles
Foulent des roses sous leurs pas.

Il faut que l'eau s'épuise à courir les vallées ;
Il faut que l'éclair brille, et brille peu d'instants,
Il faut qu'avril jaloux brûle de ses gelées
Le beau pommier, trop fier de ses fleurs étoilées,
Neige odorante du printemps.

Oui, c'est la vie. Après le jour, la nuit livide.
Après tout, le réveil, infernal ou divin.
Autour du grand banquet siège une foule avide ;
Mais bien des conviés laissent leur place vide.
Et se lèvent avant la fin.

II.

Que j'en ai vu mourir ! - L'une était rose et blanche ;
L'autre semblait ouïr de célestes accords ;
L'autre, faible, appuyait d'un bras son front qui penche,
Et, comme en s'envolant l'oiseau courbe la branche,
Son âme avait brisé son corps.

Une, pâle, égarée, en proie au noir délire,
Disait tout bas un nom dont nul ne se souvient ;
Une s'évanouit, comme un chant sur la lyre ;
Une autre en expirant avait le doux sourire
D'un jeune ange qui s'en revient.

Toutes fragiles fleurs, sitôt mortes que nées !
Alcyions engloutis avec leurs nids flottants !
Colombes, que le ciel au monde avait données !
Qui, de grâce, et d'enfance, et d'amour couronnées,
Comptaient leurs ans par les printemps !

Quoi, mortes ! quoi, déjà, sous la pierre couchées !
Quoi ! tant d'êtres charmants sans regard et sans voix !
Tant de flambeaux éteints ! tant de fleurs arrachées !...
Oh ! laissez-moi fouler les feuilles desséchées,
Et m'égarer au fond des bois !

Deux fantômes ! c'est là, quand je rêve dans l'ombre,
Qu'ils viennent tour à tour m'entendre et me parler.
Un jour douteux me montre et me cache leur nombre.
A travers les rameaux et le feuillage sombre
Je vois leurs yeux étinceler.

Mon âme est une sœur pour ces ombres si belles.
La vie et le tombeau pour nous n'ont plus de loi.
Tantôt j'aide leurs pas, tantôt je prends leurs ailes.
Vision ineffable où je suis mort comme elles,
Elles, vivantes comme moi !

Elles prêtent leur forme à toutes mes pensées.
Je les vois ! je les vois ! Elles me disent : Viens !
Puis autour d'un tombeau dansent entrelacées ;
Puis s'en vont lentement, par degrés éclipsées.
Alors je songe et me souviens...

III.

Une surtout. - Un ange, une jeune espagnole !
Blanches mains, sein gonflé de soupirs innocents,
Un œil noir, où luisaient des regards de créole,
Et ce charme inconnu, cette fraîche auréole
Qui couronne un front de quinze ans !

Non, ce n'est point d'amour qu'elle est morte : pour elle,
L'amour n'avait encor ni plaisirs ni combats ;
Rien ne faisait encor battre son cœur rebelle ;
Quand tous en la voyant s'écriaient : Qu'elle est belle !
Nul ne le lui disait tout bas.

Elle aimait trop le bal, c'est ce qui l'a tuée.
Le bal éblouissant ! le bal délicieux !
Sa cendre encor frémit, doucement remuée,
Quand, dans la nuit sereine, une blanche nuée
Danse autour du croissant des cieux.

Elle aimait trop le bal. - Quand venait une fête,
Elle y pensait trois jours, trois nuits elle en rêvait,
Et femmes, musiciens, danseurs que rien n'arrête,
Venaient, dans son sommeil, troublant sa jeune tête,
Rire et bruire à son chevet.

Puis c'étaient des bijoux, des colliers, des merveilles !
Des ceintures de moire aux ondoyants reflets ;
Des tissus plus légers que des ailes d'abeilles ;
Des festons, des rubans, à remplir des corbeilles ;
Des fleurs, à payer un palais !

La fête commencée, avec ses sœurs rieuses
Elle accourait, froissant l'éventail sous ses doigts,
Puis s'asseyait parmi les écharpes soyeuses,
Et son cœur éclatait en fanfares joyeuses,
Avec l'orchestre aux mille voix.

C'était plaisir de voir danser la jeune fille !
Sa basquine agitait ses paillettes d'azur ;
Ses grands yeux noirs brillaient sous la noire mantille.
Telle une double étoile au front des nuits scintille
Sous les plis d'un nuage obscur.

Tout en elle était danse, et rire, et folle joie.
Enfant ! - Nous l'admirions dans nos tristes loisirs ;
Car ce n'est point au bal que le cœur se déploie,
La centre y vole autour des tuniques de soie,
L'ennui sombre autour des plaisirs.

Mais elle, par la valse ou la ronde emportée,
Volait, et revenait, et ne respirait pas,
Et s'enivrait des sons de la flûte vantée,
Des fleurs, des lustres d'or, de la fête enchantée,
Du bruit des vois, du bruit des pas.

Quel bonheur de bondir, éperdue, en la foule,
De sentir par le bal ses sens multipliés,
Et de ne pas savoir si dans la nue on roule,
Si l'on chasse en fuyant la terre, ou si l'on foule
Un flot tournoyant sous ses pieds !

Mais hélas ! il fallait, quand l'aube était venue,
Partir, attendre au seuil le manteau de satin.
C'est alors que souvent la danseuse ingénue
Sentit en frissonnant sur son épaule nue
Glisser le souffle du matin.

Quels tristes lendemains laisse le bal folâtre !
Adieu parure, et danse, et rires enfantins !
Aux chansons succédait la toux opiniâtre,
Au plaisir rose et frais la fièvre au teint bleuâtre,
Aux yeux brillants les yeux éteints.

IV.

Elle est morte. - A quinze ans, belle, heureuse, adorée !
Morte au sortir d'un bal qui nous mit tous en deuil.
Morte, hélas ! et des bras d'une mère égarée
La mort aux froides mains la prit toute parée,
Pour l'endormir dans le cercueil.

Pour danser d'autres bals elle était encor prête,
Tant la mort fut pressée à prendre un corps si beau !
Et ces roses d'un jour qui couronnaient sa tête,
Qui s'épanouissaient la veille en une fête,
Se fanèrent dans un tombeau.

V.

Sa pauvre mère ! - hélas ! de son sort ignorante,
Avoir mis tant d'amour sur ce frêle roseau,
Et si longtemps veillé son enfance souffrante,
Et passé tant de nuits à l'endormir pleurante
Toute petite en son berceau !

A quoi bon ? - Maintenant la jeune trépassée,
Sous le plomb du cercueil, livide, en proie au ver,
Dort ; et si, dans la tombe où nous l'avons laissée,
Quelque fête des morts la réveille glacée,
Par une belle nuit d'hiver,

Un spectre au rire affreux à sa morne toilette
Préside au lieu de mère, et lui dit : Il est temps !
Et, glaçant d'un baiser sa lèvre violette,
Passe les doigts noueux de sa main de squelette
Sous ses cheveux longs et flottants.

Puis, tremblante, il la mène à la danse fatale,
Au chœur aérien dans l'ombre voltigeant ;
Et sur l'horizon gris la lune est large et pâle,
Et l'arc-en-ciel des nuits teint d'un reflet d'opale
Le nuage aux franges d'argent.

VI.

Vous toutes qu'à ses jeux le bal riant convie,
Pensez à l'espagnole éteinte sans retour,
Jeunes filles ! Joyeuse, et d'une main ravie,
Elle allait moissonnant les roses de la vie,
Beauté, plaisir, jeunesse, amour !

La pauvre enfant, de fête en fête promenée,
De ce bouquet charmant arrangeait les couleurs ;
Mais qu'elle a passé vite, hélas ! l'infortunée !
Ainsi qu'Ophélia par le fleuve entraînée,
Elle est morte en cueillant des fleurs !

Avril 1828.
Henry Alexander Jan 2014
Anger fills my heart and soul
Anger takes a mighty toll
Anger lessens but can never leave
Anger you hope to never receive,
Anger stays forever within
Anger acts with the might of all sin
Anger is deadly to all around
Anger gets mad at the thought of sound
Anger is the thoughts in my head
Anger that’s mine all should dread
Anger for me is different from you
Anger you see tells me what to do
Anger will sit and whisper in my ear
Anger he sits and tells me all that you fear,

Anger…
He is here
He’s here to stay
Anger is the hole
In which we lay
Anger is
And Anger will
Always be with us

He is in me, and he is in you
He can make you do
What he wants you to
Anger will make you
Make you cry
Anger can make you
Want to die
Anger can make you
Go insane
Anger….. ... A blood filled rain
No more anger
No more…..
Walk to the bright light
Shinning through that door…
Not knowing what’s in store
But even then
Anger lives on
But you… nevermore
Why do we fall?...
Paul d'Aubin Nov 2015
Sonnets pour treize  amis Toulousains  

Sonnet pour l’ami Alain  

Il est malin et combatif,
Autant qu’un malin chat rétif,
C’est Alain le beau mécano,
Exilé par la poste au tri.

Avec Nicole, quel beau tapage,
Car il provoque non sans ravages
Quand il en a marre du trop plein
A naviguer il est enclin.

Alain, Alain, tu aimes le filin
Toi qui es un fier mécano,  
A la conscience écolo.

Alain, Alain, tu vas finir  
Par les faire devenir «cabourds [1]»,  
Aux petits chefs à l’esprit lourd.
Paul     Aubin


Sonnet pour l’ami Bernard
  
Cheveux cendrés, yeux noirs profonds
Bernard, surplombe de son balcon.
Son esprit vif est aiguisé
Comme silex entrechoqués.

Sous son sérieux luit un grand cœur
D’humaniste chassant le malheur.
Très attentif à ses amis,
Il rayonne par son l’esprit.

Bernard, Bernard, tu es si sérieux,
Mais c’est aussi ton talisman
Qui pour tes amis est précieux.

Bernard, Bernard, tu es généreux,
Avec ce zeste de passion,  
Qui réchauffe comme un brandon.
Paul     Aubin

Sonnet pour l’ami Christian  

Sous l’apparence de sérieux  
Par ses lunettes un peu masqué.
C’est un poète inspiré,
Et un conférencier prisé.

Dans Toulouse il se promène  
Aventurier en son domaine.
Comme perdu dans la pampa
Des lettres,   il a la maestria

Christian, Christian, tu es poète,
Et ta poésie tu la vis.
Cette qualité est si rare.

Christian, Christian, tu es lunaire.
Dans les planètes tu sais aller
En parcourant Toulouse à pied.
Paul d’   Aubin

Sonnet pour l’ami José
  
Le crâne un peu dégarni
Dans son regard, un incendie.
Vif, mobile et électrisé,
Il semble toujours aux aguets.

Des « hidalgos » des temps jadis
Il a le verbe et l’allure.
Il donne parfois le tournis,
Mais il possède un cœur pur.

José, José, tu as horreur,
De l’injustice et du mépris,
C’est aussi ce qui fait ton prix.

José, José, tu es un roc
Un mousquetaire en Languedoc
Un homme qui sait résister.
Paul  d’   Aubin

Sonnet pour l’ami  Jean-Pierre  

Subtil et sage, jamais hautain,
C’est Jean-Pierre,  le Toulousain,
qui de son quartier, Roseraie
apparaît détenir les clefs.

Pensée précise d’analyste,  
Il  est savant et optimiste,
Épicurien en liberté,
magie d’  intellectualité.

Jean-Pierre, Jean-Pierre, tu es plus subtil,
Que l’écureuil au frais babil,  
Et pour cela tu nous fascines.

Jean-Pierre, Jean-Pierre, tu es trop sage,
C’est pour cela que tu es mon ami
A cavalcader mes folies.
Paul  d’   Aubin

Sonnet pour l’ami Henry  

Henry  est un fougueux audois  
de la variété qui combat.
Dans ses yeux flamboie l’âpre alcool,
du tempérament espagnol.

Henry est un fidèle  ami
Mais en «section» comme «Aramits».
dans tous  les  recoins,  il frétille,
comme dans les torrents l’anguille.

Henry,  Henry, tu es bouillant
Et  te moques  des cheveux gris,
Sans toi même être prémuni.

Henry,  Henry, tu t’ingénies  
A transformer  ce monde gris
dans notre   époque de clinquant.
Paul   d’  Aubin

Sonnet pour l’ami Olivier  

Olivier l’informaticien    
à   un viking me fait penser.
Il aime d’ailleurs les fest noz,
Et  boit la bière autant qu’on ose

Olivier, roux comme  un flamand  
arpente Toulouse, à grand pas
avec cet  air énigmatique
qui nous le rend si sympathique

Olivier, tu es bretteur
dans le monde informatique,  
Tu gardes  un côté sorcier.

Olivier, tu as un grand cœur,
Tu réponds toujours, je suis là,  
Pour nous tirer de l’embarras.
Paul  d’   Aubin


Sonnet pour l’ami  Philippe  

Cheveux  de geai, les yeux luisants
Voici, Philippe le toulousain.
de l’ «Arsenal» à «Saint Sernin»
Il vous  salut de son allant.

Il est cordial et enjoué,
mais son esprit est aux aguets.
C’est en fait un vrai militant,
traçant sa   vie en se battant.

Philippe, Philippe, tu es partout,
Avec tes gestes du Midi
qui te valent  bien   des  amis.

Philippe, Philippe, tu es batailleur,
Et  ta voix chaude est ton atout,  
Dans notre  Toulouse frondeur.
Paul   d’  Aubin


Sonnet pour l’ami Pierre
  
Pierre est un juriste fin
Qui ne se prend pas au sérieux.
Et sait garder  la tête froide,
Face aux embûches et aux fâcheux.

Surtout, Pierre est humaniste
Et sait d’un sourire allumer.
le cœur  humains et rigoler,
Il doit être un peu artiste.

Pierre,  Pierre, tu es indulgent,
Mais tu as aussi un grand talent,
De convaincre et puis d’enseigner.

Pierre,  Pierre, tu manquerais
A l’ambiance du Tribunal
Quittant le «vaisseau amiral».
Paul  d’   Aubin

Sonnet pour l’ami Pierre-Yves    

Pierre-Yves est fin comme un lapin
mais c’est un si  gentil goupil,
à l’œil vif,  au regard malin;
en plus pense  européen.

Pierre-Yves est un fils d’historien,  
qui goûte  à la philosophe,
usant des plaisirs de la vie
en prisant le bon vin, aussi.

Pierre-Yves,   tu les connais bien,
tous nos notables toulousains,

Pierre-Yves,   tu nous as fait tant rire,
En parlant gaiement  des «pingouins»,
du Capitole,  avec ses  oies.
Paul  d’   Aubin


Sonnet pour l’ami  Rémy    
De son haut front, il bat le vent,
Son bras pointé, comme l’espoir,
C’est notre, Rémy, l’occitan,
Vigoureux comme un « coup à boire ».

De sa chemise rouge vêtue,
Il harangue tel un  Jaurès,
dans les amphis et dans les rues,
pour la belle Clio, sa déesse.

Olivier, Olivier,  ami  
Dans un bagad tu as ta place,  
Mais à Toulouse, on ne connait pas.

Rémy, Rémy, ils ne t’ont pas
Car tout Président  qu’ils t’ont fait,  
Tu gardes en toi, ta liberté.
Paul  d’   Aubin

Sonnet pour l’ami Sylvain    

Sylvain est un perpignanais
mais plutôt secret qu’enjoué.
N’allez pas croire cependant,
qu’il  vous serait indifférent.

Sylvain,   a aussi le talent  
de savoir diriger les gens,
simple, précis et amical,
il pourrait être cardinal.

Sylvain,   Sylvain,    tu es très fin
et dans la «com..» est ton destin,
sans être en rien superficiel.

Sylvain,   Sylvain,    tu es en  recherche
d’une excellence  que tu as.
Il faut que tu la prennes en toi.
Paul  d’   Aubin

Sonnet pour l’ami Toinou    

Tonnerre et bruits, rires et paris,
«Toinou » est fils de l’Oranie,
Quand sur Toulouse, il mit le cap,
On le vit,   entre houle et ressacs.

Dans la cité «Deromedi»
Au Mirail ou à Jolimont,
Emporté par un hourvari
On le connaît tel le « loup gris ».  

Toinou, Toinou, à la rescousse !
Dans la ville, y’a de la secousse!
Chez les «archis», dans les «amphis.»

Toinou, Toinou, encore un verre   !
Tu as oublié de te taire,
Et tes amis viennent tantôt.
Paul d’   Aubin
Sage King Nov 2011
Les jours passent si rapidement quand la vie est à l'arrêt
Un flou de gris et de bruns
Créer un fanées bouquet incomplète
Une fois qu'ils ont donné la beauté lys blancs et des violettes magnifiques
Puis il y avait une rose
Puis il n'y avait rien
Arpenter rythme rythme rythme
Fleurs sur le plancher de la chambre
Couleur dans la poussière, les pétales en gris
Fondu la décoloration à la décoloration à la cendre
Coincé dans les images
Se cacher dans les rêves
Nuits passent si lentement quand la vie est la fugue
Courir courir courir
Laissant mon bouquet fané.

Days pass so quickly when life is standing still
A blur of grays and browns
Creating a withered, incomplete bouquet
Once they gave beauty,  white lilies and magnificent violets
Then there was a rose
Then there was nothing
Pacing, pacing, pacing, pacing
Flowers on the bedroom floor
Color into dust, petals into gray
Fading, fading, fading  to ash
Lingering in  pictures
Hiding in dreams
Nights pass so slowly when life is running away
Running, running, running,
Leaving my withered bouquet.
Marco Bo Sep 2018
under this suburban sky
red stain on the dull gray, when you move away to your elsewhere
you revive
as a fish returning to the water after a short yet intense pain

for you I'm the bait
and the hook
and the fisherman too,
not in that order
in the order you decide
since you decide

you are elusive, you always look away and tighten your eyes
your words are lashes
I feel weak in your presence,
at the same time your fragility confuses me and it moves me
as a boat adrift in a lonely sea
...................
sotto questo cielo suburbano
macchia rossa su grigio opaco, quando ti muovi nel tuo altrove,

tu rivivi
come un pesce che ritorna in acqua dopo un'agonia breve ma intensa

per te io sono esca
amo ed anche  pescatore,
ma non in quell'ordine
nell'ordine in cui decidi
e tu decidi

sei inafferrabile, distogli sempre lo sguardo e stringi gli occhi
le tue parole sono staffilate
mi sento debole in tua presenza,
allo tempo stesso la tua fragilità mi confonde e mi commuove
come una  barca alla deriva in un solitario mare
..................

bajo este cielo suburbano
mancha roja en gris opaco, cuando te alejas a tu otro lugar,
tu revives

como un pez que regresa al agua después de un dolor breve pero intenso

yo soy cebo para ti
y gancho
y también  pescador
pero no en ese orden
en el orden en que tu decidas
y tu decides

eres evasiva, siempre mira hacia otro lado y cierras los ojos
tus palabras son latigazos
me siento débil en tu presencia,
al mismo tiempo, tu fragilidad me confunde y me conmueve
como un barco a la deriva en un solitario mar

— The End —