Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
aldo kraas  Sep 2023
Despedida
aldo kraas Sep 2023
Despedida
Friend I am not
Looking forward
To say despedida
From you
Yes I always get sad
When I  have to say
Despedida to my friend
Friend I must say
That I hate also
To say despedida to
You
I know that you are
A lot older than me
And also you lived
A long life here on
Earth
Now you no longer
Can walk anymore
Or reconize me
Anymore
Because you
Have some dementia
Also, it is very sad
That you are ending up
That way
I never wished you would
End up with dementia
I had been in your life
For a long time
And also we had been
God friends for a lifetime
Friend now my father
Had shut your
Body down
And now is time for you
To die
Friend, I must say
That I will miss having you
Around here on earth
Also the angel my father
Had sent down from heaven
To take you to heaven
There in heaven you
Will live a second life
That my father made for you
I also know that
You are not going to suffer anymore
The way you had suffered with
You dementia
My friend, I will be praying for you
Every single day
A la luz de la tarde moribunda
Recorro el olvidado cementerio,
Y una dulce piedad mi pecho inunda
Al pensar de la muerte en el misterio.

Del occidente a las postreras luces
Mi errabunda mirada sólo advierte
Los toscos leños de torcidas cruces,
Despojos en la playa de la Muerte.

De madreselvas que el Abril enflora,
Cercado humilde en torno se levanta,
Donde vierte sus lágrimas la aurora,
Y donde el ave, por las tardes, canta.

Corre cerca un arroyo en hondo cauce
Que a trechos lama verdinegra viste,
Y de la orilla se levanta un sauce,
Cual de la Muerte centinela triste.

Y al oír el rumor en la maleza,
Mi mente inquiere, de la sombra esclava,
Si es rumor de la vida que ya empieza,
O rumor de la vida que se acaba.

«¿Muere todo?» me digo. En el instante
Alzarse veo de las verdes lomas,
Para perderse en el azul radiante,
Una blanca bandada de palomas.

Y del bardo sajón el hondo verso,
Verso consolador, mi oído hiere:
No hay muerte porque es vida el universo;
Los muertos no están muertos...  ¡Nada muere!
¡No hay muerte! ¡todo es vida!...
                                                     
El sol que ahora,
Por entre nubes de encendida grana
Va llegando al ocaso, ya es aurora
Para otros mundos, en región lejana.

Peregrina en la sombra, el alma yerra
Cuando un perdido bien llora en su duelo.
Los dones de los cielos a la tierra
No mueren... ¡Tornan de la tierra al cielo!
Si ya llegaron a la eterna vida
Los que a la sima del sepulcro ruedan,
Con júbilo cantemos su partida,
¡Y lloremos más bien por los que quedan!

Sus ojos vieron, en la tierra, cardos,
Y sangraron sus pies en los abrojos...
¡Ya los abrojos son fragantes nardos,
Y todo es fiesta y luz para sus ojos!

Su pan fue duro, y largo su camino,
Su dicha terrenal fue transitoria...
Si ya la muerte a libertarlos vino,
¿Porqué no alzarnos himnos de victoria?
La dulce faz en el hogar querida,
Que fue en las sombras cual polar estrella:
La dulce faz, ausente de la vida,
¡Ya sonríe más fúlgida y más bella!

La mano que posada en nuestra frente,
En horas de dolor fue blanda pluma,
Transfigurada, diáfana, fulgente,
Ya como rosa de Sarón perfuma.

Y los ojos queridos, siempre amados,
Que alegraron los páramos desiertos,
Aunque entre sombras los miréis cerrados,
¡Sabed que están para la luz abiertos!

Y el corazón que nos amó, santuario
De todos nuestros sueños terrenales,
Al surgir de la noche del osario,
Es ya vaso de aromas edenales.

Para la nave errante ya hay remanso;
Para la mente humana, un mundo abierto;
Para los pies heridos... ya hay descanso,
Y para el pobre náufrago... ya hay puerto.
No hay muerte, aunque se apague a nuestros ojos
Lo que dio a nuestra vida luz y encanto;
¡Todo es vida, aunque en míseros despojos
Caiga en raudal copioso nuestro llanto!

No hay muerte, aunque a la tumba a los que amamos
(La frente baja y de dolor cubiertos),
Llevemos a dormir... y aunque creamos
Que los muertos queridos están muertos.

Ni fue su adiós eterna despedida...
Como buscando un sol de primavera
Dejaron las tinieblas de la vida
Por nueva vida, en luminosa esfera.

Padre, madre y hermanos, de fatigas
En el mundo sufridos compañeros,
Grermen fuisteis ayer... ¡hoy sois espigas,
Espigas del Señor en los graneros!

Dejaron su terrena vestidura
Y ya lauro inmortal radia en sus frentes;
Y aunque partieron para excelsa altura,
Con nosotros están... no están ausentes!
Son luz para el humano pensamiento,
Rayo en la estrella y música en la brisa.
¿Canta el aura en las frondas?...  ¡Es su acento!
¿Una estrella miráis?...  ¡Es su sonrisa!

Por eso cuando en horas de amargura
El horizonte ennegrecido vemos,
Oímos como voces de dulzura
Pero de dónde vienen... ¡no sabemos!

¡Son ellos... cerca están!  Y aunque circuya
Luz eterna a sus almas donde moran
En el placer nuestra alegría es suya,
Y en el dolor, con nuestro llanto lloran.

A nuestro lado van.  Son luz y egida
De nuestros pasos débiles e inciertos
No hay muerte...  ¡Todo alienta, todo es vida!
¡Y los muertos queridos no están muertos!

Porque al caer el corazón inerte
Un mundo se abre de infinitas galas,
¡Y como eterno galardón, la Muerte
Cambia el sudario del sepulcro, en alas!
Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós. 1
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, 2
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé. 3

Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.
Mar Orellana Jun 2020
Es miércoles por la noche. La luz de mi móvil anuncia que son casi las 3. He pasado los 2 últimos meses sin ser capaz de escribir, pero algo se ha activado en mi mente esta noche y me ha obligado a redactar esta carta de despedida sobre un papel que ya está empapado por mis lágrimas, así que aquí está:

Se lo dedico a los finales, a los que duelen, a los que nunca llegan, a los que se agarran a nuestra piel y se niegan a dejarnos ir. A los finales que tintan los ojos de rojo durante semanas o meses o años, a los que nos quitan de nuestras manos, a los que desatan nudos en la garganta para que podamos aprender a hablar de nuevo, y a los que retrasamos para tener una excusa para volver a decirnos adiós una vez más.
Se lo dedico a todos los finales que imaginé para que cuando éste llegara no supiera tan amargo. Pero no, este no es el final que me imaginé y aunque lo vi venir hace mucho tiempo, no por eso hace que arañe un poquito menos.

Y es que tengo miedo. Tengo miedo de este final. Todos mis finales anteriores dolieron un poquito menos porque sabía que volvía a vosotros. Que volvía a casa.

Desde hace un tiempo he pensado en todas las posibles vidas y realidades que existían para mí. Las imagino en fila y repaso con detenimiento cada pliegue y milímetro de ellas, y me he dado cuenta de que ninguna es mínimamente tan bonita y brillante como esta. Y por fin he aprendido que no tengo que agradecérselo a cualquier ente extraño que me haya podido traer hasta aquí, si no a la gente tan bonita y cálida con la que he tenido el placer de compartir los mejores años de mi vida. Ya sabéis, el amor es un pueblo junto al mar. Y la gente que lo habita, que te inspira y que te cambia, siempre a mejor. Esas personas que poco a poco y sin saber como, se cuelan por los poros y cuando te das cuenta, han construido su casita dentro de ti, haciendo que sea raro imaginar cómo era la vida antes de conocerles. Que cubren y acarician, sin saberlo, las manchas de tinta de viejos diarios que ahora solo son prueba de que el frio no puede matarte.

Siento que a veces no soy capaz de verbalizar todo lo que me han traído estos últimos 4 años. Me abruma pensar en cómo ha podido cambiar tanto mi vida en tan poco tiempo. Pude empezar a escribir mi primer libro gracias a los infinitos viajes de tren volviendo a casa, y aquí creció, se nutrió y vio la luz, trayéndome solo cosas bonitas. Crecí. Crecí como nunca pensé que lo haría, y me convertí en algo muy parecido a lo que me imaginé cuando escribía y escondía cartas a mi yo de 20 años. Me he roto el corazón y me lo he curado, y me lo han curado. Pero sobre todo, he sido feliz, he sido más feliz de lo que pensaba que era lo más feliz que me sentiría nunca.

Para terminar, quería añadir algo que he encontrado en una de las tantas cartas de despedida que he escrito. Decía así:

“Y cuando todo acabe, nos sentaremos en algún lugar en el que nunca hemos estado pero que de algún modo nos resulta familiar. Los únicos testigos serán nuestros ojos, desnudos y encharcados. Y yo te contaré cómo aun puedo escuchar el mar, murmurando cuando me voy a dormir, y que cada vez que me tumbe en silencio, desearé estar tumbada en silencio contigo. Y sé que habrá muchos más días de invierno que de algún modo parecen de verano pero que seguro que ya no serán tan cálidos. Y sé que el árbol de la entrada se volverá rojo en primavera y sé que ya no florecerá para nosotros, pero también sé que llegará un momento en el que septiembre no nos escueza.
Entonces me abrazarás y mi cabeza caerá perfectamente sobre tu pecho. Sólo el latido de tu corazón podrá tapar las voces que me gritan que éste abrazo podría ser el último.”

Pero ahora, caminando de puntillas en una casa que mañana ya no será la mía y mientras descuelgo los girasoles de la pared, no puedo sentir dolor, ¿como puede doler dejar algo si los recuerdos ligados a ello son tan bonitos?
Y solo me queda decir gracias. Gracias, gracias, gracias. Por verme, por dejarme crecer y florecer, por ser Soles que siempre devuelven la mirada.
Os quiero más que a mi vida.
Hasta siempre <3
Michael R Burch Apr 2020
Mirza Ghalib Translations

Mirza Ghalib (1797-1869) is considered to be one of the best Urdu poets of all time. The last great poet of the Mughal Empire, Ghalib was a master of the sher (couplet) and the ghazal (a lyric poem formed from couplets). Ghalib remains popular in India, Pakistan, and among the Hindustani diaspora. He also wrote poetry in Persian.

It's Only My Heart!
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

It’s only my heart, not unfeeling stone,
so why be dismayed when it throbs with pain?
It was made to suffer ten thousand darts;
why let one more torment impede us?



Inquiry
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

The miracle of your absence
is that I found myself endlessly searching for you.



Near Sainthood
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Kanu V. Prajapati and Michael R. Burch

On the subject of mystic philosophy, Ghalib,
your words might have struck us as deeply profound
and we might have pronounced you a saint ...
Yes, if only we hadn't found
you drunk
as a skunk!



Ghazal
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Not the blossomings of songs nor the adornments of music:
I am the voice of my own heart breaking.

You toy with your long, dark curls
while I remain captive to my dark, pensive thoughts.

We congratulate ourselves that we two are different:
that this weakness has not burdened us both with inchoate grief.

Now you are here, and I find myself bowing—
as if sadness is a blessing, and longing a sacrament.

I am a fragment of sound rebounding;
you are the walls impounding my echoes.



The Mistake
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

All your life, O Ghalib,
You kept repeating the same mistake:
Your face was *****
But you were obsessed with cleaning the mirror!



The Infidel
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Ten thousand desires: each worth dying for ...
So many fulfilled, yet still I yearn for more.

Being in love, for me there was no difference between living and dying ...
and so I lived each dying breath watching you, my lovely Infidel, sighing                       afar.



Bleedings
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Love requires patience but lust is relentless;
what colors must my heart leak, before it bleeds to death?



Ghazal
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Life becomes even more complicated
when a man can’t think like a man ...

What irrationality makes me so dependent on her
that I rush off an hour early, then get annoyed when she's "late"?

My lover is so striking! She demands to be seen.
The mirror reflects only her image, yet still dazzles and confounds my eyes.

Love’s stings have left me the deep scar of happiness
while she hovers above me, illuminated.

She promised not to torment me, but only after I was mortally wounded.
How easily she “repents,” my lovely slayer!



Ghazal
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

It’s time for the world to hear Ghalib again!
May these words and their shadows like doors remain open.

Tonight the watery mirror of stars appears
while night-blooming flowers gather where beauty rests.

She who knows my desire is speaking,
or at least her lips have recently moved me.

Why is grief the fundamental element of night
when everything falls as the distant stars rise?

Tell me, how can I be happy, vast oceans from home
when mail from my beloved lies here, so recently opened?



Abstinence?
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Let me get drunk in the mosque,
Or show me the place where God abstains!



Shared Blessings
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Drunk on love, I made her my God.
She soon informed me that God does not belong to any one man!



Exiles
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Often we have heard of Adam's banishment from Eden,
but with far greater humiliation, I depart your paradise.



To Whom Shall I Complain?
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

To whom shall I complain when I am denied Good Fortune in acceptable measure?
Thus I demanded Death, but was denied even that dubious pleasure!



Ghazal
by Mirza Ghalib
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

You should have stayed a little longer;
you left all alone, so why not linger?

We’ll meet again, you said, some day similar to this one,
as if such days can ever recur, not vanish!

You left our house as the moon abandons night's skies,
as the evening light abandons its earlier surmise.

You hated me: a wife abnormally distant, unknown;
you left me before your children were grown.

Only fools ask why old Ghalib still clings to breath
when his fate is to live desiring death.


Bleedings
by Mirza Ghalib
loose translation by Michael R. Burch

Love requires patience while passion races;
must my heart bleed constantly before it expires?


Abstinence?
by Mirza Ghalib
loose translation by Michael R. Burch

Let me get drunk in the mosque,
Or show me the place where God abstains!


Step Carefully!
by Mirza Ghalib
loose translation by Michael R. Burch

Step carefully Ghalib—this world is merciless!
Here people will "adore" you to win your respect ... or your
downfall.


Drunk on Love
by Mirza Ghalib
loose translation by Michael R. Burch

Drunk on love, I made her my God.
She quickly informed me God belongs to no man!


Exiles
by Mirza Ghalib
loose translation by Michael R. Burch

We have often heard of Adam's banishment from Eden,
but with far greater humiliation, I abandon your garden.


A lifetime of sighs scarcely reveals its effects,
yet how impatiently I wait for you to untangle your hair!
—Mirza Ghalib, loose translation/interpretation by Michael R. Burch


Every wave conceals monsters,
and yet teardrops become pearls.
—Mirza Ghalib, loose translation/interpretation by Michael R. Burch


I’ll only wish ill on myself today,
for when I wished for good, bad came my way.
—Mirza Ghalib, loose translation/interpretation by Michael R. Burch


People don’t change, it’s just that their true colors are revealed.
—Mirza Ghalib, loose translation/interpretation by Michael R. Burch


Ten thousand desires: each one worth dying for ...
So many fulfilled, and yet still I yearn for more!
—Mirza Ghalib, loose translation by Michael R. Burch


Oh naïve heart, what will become of you?
Is there no relief for your pain? What will you do?
—Mirza Ghalib, loose translation by Michael R. Burch


I get that Ghalib is not much,
but when a slave comes free, what’s the problem?
—Mirza Ghalib, loose translation by Michael R. Burch


My face lights up whenever I see my lover;
now she thinks my illness has been cured!
—Mirza Ghalib, loose translation by Michael R. Burch


If you want to hear rhetoric flower,
hand me the wine decanter.
—Mirza Ghalib, loose translation by Michael R. Burch


I tease her, but she remains tight-lipped ...
if only she'd sipped a little wine!
—Mirza Ghalib, loose translation by Michael R. Burch


While you may not ignore me,
I’ll be ashes before you understand me.
—Mirza Ghalib, loose translation by Michael R. Burch

Keywords/Tags: Mirza Ghalib, translations, Urdu, Hindi, love, philosophy, heart, stone, sainthood



Earth’s least trace of life cannot be erased;
even when you lie underground, it encompasses you.
So, those of you who anticipate the shadows:
how long will the darkness remember you?
— by Mehmet Akif Ersoy, Turkish poet, loose translation by Michael R. Burch



The following translation is the speech of the Sibyl to Aeneas, after he has implored her to help him find his beloved father in the Afterlife, found in the sixth book of the Aeneid ...

The Descent into the Underworld
by Virgil
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

The Sibyl began to speak:

“God-blooded Trojan, son of Anchises,
descending into the Underworld’s easy
since Death’s dark door stands eternally unbarred.
But to retrace one’s steps and return to the surface:
that’s the conundrum, that’s the catch!
Godsons have done it, the chosen few
whom welcoming Jupiter favored
and whose virtue merited heaven.
However, even the Blessed find headway’s hard:
immense woods barricade boggy bottomland
where the Cocytus glides with its dark coils.
But if you insist on ferrying the Styx twice
and twice traversing Tartarus,
if Love demands you indulge in such madness,
listen closely to how you must proceed...”



Federico Garcia Lorca (1898-1936) was a Spanish poet, playwright and theater director. He was assassinated by Nationalist forces at the beginning of the Spanish Civil War and his body was never found.

Gacela of the Dark Death
by Federico Garcia Lorca
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

I want to sleep the dreamless sleep of apples
far from the bustle of cemeteries.
I want to sleep the dream-filled sleep of the child
who longed to cut out his heart on the high seas.

I don't want to hear how the corpse retains its blood,
or how the putrefying mouth continues accumulating water.
I don't want to be informed of the grasses’ torture sessions,
nor of the moon with its serpent's snout
scuttling until dawn.

I want to sleep awhile,
whether a second, a minute, or a century;
and yet I want everyone to know that I’m still alive,
that there’s a golden manger in my lips;
that I’m the elfin companion of the West Wind;
that I’m the immense shadow of my own tears.

When Dawn arrives, cover me with a veil,
because Dawn will toss fistfuls of ants at me;
then wet my shoes with a little hard water
so her scorpion pincers slip off.

Because I want to sleep the dreamless sleep of the apples,
to learn the lament that cleanses me of this earth;
because I want to live again as that dark child
who longed to cut out his heart on the high sea.

Gacela de la huida (“Ghazal of the Flight”)
by Federico Garcia Lorca
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

I have been lost, many times, by the sea
with an ear full of freshly-cut flowers
and a tongue spilling love and agony.

I have often been lost by the sea,
as I am lost in the hearts of children.

At night, no one giving a kiss
fails to feel the smiles of the faceless.
No one touching a new-born child
fails to remember horses’ thick skulls.

Because roses root through the forehead
for hardened landscapes of bone,
and man’s hands merely imitate
roots, underground.

Thus, I have lost myself in children’s hearts
and have been lost many times by the sea.
Ignorant of water, I go searching
for death, as the light consumes me.



La balada del agua del mar (“The Ballad of the Sea Water”)
by Federico Garcia Lorca
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

The sea
smiles in the distance:
foam-toothed,
heaven-lipped.

What do you sell, shadowy child
with your naked *******?

Sir, I sell
the sea’s saltwater.

What do you bear, dark child,
mingled with your blood?

Sir, I bear
the sea’s saltwater.

Those briny tears,
where were they born, mother?

Sir, I weep
the sea’s saltwater.

Heart, this bitterness,
whence does it arise?

So very bitter,
the sea’s saltwater!

The sea
smiles in the distance:
foam-toothed,
heaven-lipped.



Paisaje (“Landscape”)
by Federico Garcia Lorca
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

The olive orchard
opens and closes
like a fan;
above the grove
a sunken sky dims;
a dark rain falls
on warmthless lights;
reeds tremble by the gloomy river;
the colorless air wavers;
olive trees
scream with flocks
of captive birds
waving their tailfeathers
in the dark.



Canción del jinete (“The Horseman’s Song” or “Song of the Rider”)
by Federico Garcia Lorca
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Cordoba. Distant and lone.
Black pony, big moon,
olives in my saddlebag.
Although my pony knows the way,
I never will reach Cordoba.

High plains, high winds.
Black pony, blood moon.
Death awaits me, watching
from the towers of Cordoba.

Such a long, long way!
Oh my brave pony!
Death awaits me
before I arrive in Cordoba!

Cordoba. Distant and lone.



Arbolé, arbolé (“Tree, Tree”)
by Federico Garcia Lorca
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

Sapling, sapling,
dry but green.

The girl with the lovely countenance
gathers olives.
The wind, that towering lover,
seizes her by the waist.

Four dandies ride by
on fine Andalusian steeds,
wearing azure and emerald suits
beneath long shadowy cloaks.
“Come to Cordoba, sweetheart!”
The girl does not heed them.

Three young bullfighters pass by,
slim-waisted, wearing suits of orange,
with swords of antique silver.
“Come to Sevilla, sweetheart!”
The girl does not heed them.

When twilight falls and the sky purples
with day’s demise,
a young man passes by, bearing
roses and moonlit myrtle.
“Come to Granada, sweetheart!”
But the girl does not heed him.

The girl, with the lovely countenance
continues gathering olives
while the wind’s colorless arms
encircle her waist.

Sapling, sapling,
dry but green.



Despedida (“Farewell”)
by Federico Garcia Lorca
loose translation/interpretation by Michael R. Burch

If I die,
leave the balcony open.

The boy eats oranges.
(I see him from my balcony.)

The reaper scythes barley.
(I feel it from my balcony.)

If I die,
leave the balcony open!



In the green morning
I longed to become a heart.
Heart.

In the ripe evening
I longed to become a nightingale.
Nightingale.

(Soul,
become the color of oranges.
Soul,
become the color of love.)

In the living morning
I wanted to be me.
Heart.

At nightfall
I wanted to be my voice.
Nightingale.

Soul,
become the color of oranges.
Soul,
become the color of love!



I want to return to childhood,
and from childhood to the darkness.

Are you going, nightingale?
Go!

I want return to the darkness
And from the darkness to the flower.

Are you leaving, aroma?
Go!

I want to return to the flower
and from the flower
to my heart.

Are you departing, love?
Depart!

(To my deserted heart!)
Victor Marques Apr 2012
Saudades de ti

Labirinto que a todos convida,
Sofrimento que sempre sufoca,
Na despedida desta vida,
Fugiu a vontade própria.

Peregrinos cansados de sonhos vividos,
Esperança no reino de Deus,
Riscos por vezes corridos,
Saudade dos filhos teus.


Despedida que nunca acabe,
Famintos de nova luz,
Sentir sempre saudade,
Rezamos por ti a Jesus.

A tua companhia era tão terna,
Recordação deste teu dia,
Morte que a todos condena,
Nobre e eterna fidalguia.

Victor Marques
Llamarada de ayer, ceniza ahora,
ya todo será en vano,
como fijar el tiempo en una hora
o retener el agua en una mano.

Ah, pobre amor tardío,
es tu sombra no más lo que regresa,
porque si el vaso se quedó vacío
nada importa que esté sobre la mesa.

Pero quizás mañana,
como este gran olvido es tan pequeño,
pensaré en ti, cerrando una ventana,
abriendo un libro o recordando un sueño...

Tu amor ya está en mi olvido,
pues, como un árbol en la primavera,
si florece después de haber caído,
no retoña después de ser hoguera;

pero el alma vacía
se complace evocando horas felices,
porque el árbol da sombra todavía,
después que se han secado sus raíces;

y una ternura nueva
me irá naciendo, como el pan del trigo:
Pensar en ti una tarde, cuando llueva,
o hacer un gesto que aprendí contigo.

Y un día indiferente,
ya en olvido total sobre mi vida,
recordaré tus ojos de repente,
viendo pasar a una desconocida...
Natalia Rivera May 2015
Mi dulce niño:

Jamás le pediría a la luna que solo iluminara mi camino.
No puedo dominar el espíritu libre del mar.
Nunca le diría al viento que solo revuelque mi cabello.
Así que, vida mía, ¿Cómo podría pedirte que te quedaras queriendo irte?
Me has enseñado a que si me caigo, me tengo que levantar, a soltar las cosas que no podían quedarse, a pensar en mi misma, a volar. Me mostraste un mundo distinto del que vivía, solo con una mirada; volvías mis noches eternas entre versos sucios, sutiles, puros. Me pintabas tal  cual querías, era el canvas que siempre estaba en blanco y a tu disposición. Me has enseñado a vivir, a respirarte y lo que es amar a alguien sin medida.

Te has ido, y solo le pido a mis estrellas parlanchinas que jueguen a mi favor, y que en nuestros caminos, algún día, en algún rato, nos encontremos. Solo para saber que se siente estar viva, luego de estar muerta en vida. Jamás dejare de amarte, porque si miro la noche sé que en algún remoto lugar estarás mirando la misma noche.

Siempre seré tuya,
N
"Tu no eres sin mi... y yo solo soy contigo" Fito y los fitipaldis
Vete como quien llega, pero vete,
pues ya el trigo creció para la siega.
Mi amor es como un niño que no juega
para que no se rompa su jugete.

Te irás coomo la lluvia, gota a a gota;
y yo al cantar mi canto hacia el olvido,
soy la rama que sólo ha florecido
para que no se vea que está rota.

Y mientras tú te vas sin un sollozo
yo cruzaré los brazos sin un ruego,
muriéndome de sed igual que un ciego
que se sentara en el brocal de un pozo.

O he de mirarte como el moribundo
que ve llegar la primavera al huerto,
y piensa que después que se haya muerto
no debiera haber flores en el mundo.

Pues como el monje ante su crucifijo,
que es su esperanza y a la vez su yugo,
yo sentiré la angustia de un verdugo
que debe ajusticiar su único hijo.

Vete... pero es mejor que ni en el eco
pueda sobrevivir tu voz ausente,
porque mi amor es triste como un puente
sobre la cicactríz de un río seco...

Y aunque sonría como quien engaña,
viéndote ir como quien se equivoca,
mi corazón será una araña loca
que se enreda en su propia telaraña.

Yo he de fingir un ademán de hastío
en una despedida indiferente,
pero mi amor será como un demente
que sepultará un ataúd vacío.

Y, ya lejos mi boca de tu boca,
mi alma despertará cada mañana
con su oscuro silencio de campana
que se puede tocar y no se toca.

Pues aunque digas un adíos risueño
yo sentiré que cierras una puerta,
como esa mano cruel que nos despierta
cuando soñamos lo mejor de un sueño.
Al cabo, al fin, por último,
tomo, volví y acábome y os gimo, dándoos
la llave, mi sombrero, esta cartita para todos.
Al cabo de la llave está el metal en que aprendiéramos
a desdorar el oro, y está, al fin
de mi sombrero, este pobre cerebro mal peinado,
y, último vaso de humo, en su papel dramático,
yace este sueño práctico del alma.

¡Adiós, hermanos san pedros,
heráclitos, erasmos, espinosas!
¡Adiós, tristes obispos bolcheviques!
¡Adiós, gobernadores en desorden!
¡Adiós, vino que está en el agua como vino!
¡Adiós, alcohol que está en la lluvia!

¡Adiós también, me digo a mí mismo,
adios, vuelo formal de los milígramos!
¡También adiós, de modo idéntico,
frío del frío y frío del calor!
Al cabo, al fin, por último, la lógica,
los linderos del fuego,
la despedida recordando aquel adiós.
Por más que intente al despedirme
guardarte entero en mi recinto
de soledad, por más que quiera
beber tus ojos infinitos,
tus largas tardes plateadas,
tu vasto gesto, gris y frío,
sé que al volver a tus orillas
nos sentiremos muy distintos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.Este perfume de manzanas,
¿de dónde viene? ¡Oh sueño mío,
mar mío! ¡Fúndeme, despójame
de mi carne, de mi vestido
mortal! ¡Olvídame en la arena,
y sea yo también un hijo
más, un caudal de agua serena
que vuelve a ti, a su salino
nacimiento, a vivir tu vida
como el más triste de los ríos!Ramos frescos de espuma... Barcas
soñolientas y vagas... Niños
rebañando la miel poniente
del sol... ¡Qué nuevo y fresco y limpio
el mundo...! Nace cada día
del mar, recorre los caminos
que rodean mi alma, y corre
a esconderse bajo el sombrío,
lúgubre aceite de la noche;
vuelve a su origen y principio.¡Y que ahora tenga que dejarte
para emprender otro camino!...Por más que intente al despedirme
llevar tu imagen, mar, conmigo;
por más que quiera traspasarte,
fijarte, exacto, en mis sentidos;
por más que busque tus cadenas
para negarme a mi destino,
yo sé que pronto estará rota
tu malla gris de tenues hilos.
Nunca jamás volveré a verte
con estos ojos que hoy te miro.
A veces,
mi egoísmo me llena
de maldad,
y te odio casi
hasta hacerme daño
a mí mismo:
son los celos, la envidia,
el asco
al hombre, mi semejante
aborrecible, como yo
corrompido y sin remedio,
mi querido
hermano y parigual en la desgracia.

A veces -o mejor dicho:
casi nunca-,
te odio tanto que te veo distinta.
Ni en corazón ni en alma te pareces
a la que amaba sólo hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible y por lejano.

Pero el odio también me modifica
a mí mismo,
y cuando quiero darme cuenta
soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,
igual que tú,
el cabello largo.
Cuando sonríes, yo te reconozco,
identifico tu perfil primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como sigues
siendo,
como serás ya siempre, mientras te ame.
Tardan las cartas y son poco
para decir lo que uno quiere.
Después pasan los años, y la vida
(demasiado confusa para explicar por carta)
nos hará más perdidos.
Los unos en los otros, iguales a las sombras
al fondo un pasillo desvayéndonos,
viviremos de luz involuntaria
pero sólo un instante, porque ya el recuerdo
será como un puñado de conchas recogidas,
tan hermoso en sí mismo que no devuelve nunca
las palmeras felices y el mar trémulo.
Todo fue hace minutos: dos amigos
hemos visto tu rostro terriblemente serio
queriendo sonreír.
                            Has desaparecido.
Y estamos los dos solos y en silencio,
en medio de este día de domingo,
bellísimo de mayo, con matrimonios jóvenes
y niños excitados que gritaban
al levantarse tu avión.
Ahora las montañas parecen más cercanas.
Y, por primera vez,
pensamos en nosotros.
A solas con tu imagen,
cada cual se conoce por este sentimiento
de cansancio, que es dulce -como un brillo de lágrimas
que empaña la memoria de estos días,
esta extraña semana.
Y el mal que nos hacemos,
como el que a ti te hicimos, lo inevitablemente
amargo de esta vida en la que siempre, siempre,
somos peores que nosotros mismos,
acaso resucite un viejo sueño
sabido y olvidado.
El sueño de ser buenos y felices.
Porque sueño y recuerdo tienen fuerza
para obligar la vida,
aunque sean no más que un límite imposible.
Si este mar de proyectos
y tentativas naufragadas,
este torpe tapiz a cada instante
tejido y destejido,
esta guerra perdida,
nuestra vida,
da de sí alguna vez un sentimiento digno,
un acto verdadero,
en él tu estarás para siempre asociado
a mi amigo y a mí. No te habremos perdido.

— The End —