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Hoy amanecí con los puños cerrados
pero no lo tomen al pie de la letra
es apenas un signo de pervivencia
declaración de guerra o de nostalgia
a lo sumo contraseña o imprecación
al ciclo sordomudo y nubladísimo

sucede que ya es el tercer año
que voy ele gente en pueblo
ele aeropuerto en frontera
ele solidaridad en solidaridad
de cerca en lejos
de apartado en casilla
de hotelito en pensión
de apartamentito casi camarote
a otro con teléfono y water-comedor

además
de tanto mirar hacia el país
se me fue desprendiendo la retina
ahora ya la prendieron de nuevo,
así que miro otra vez hacia el país

llena pletórica de vacíos
mártir de su destino provisorio
patria arrollada en su congoja
puesta provisoriamente a morir
guardada por sabuesos no menos provisorios

pero los hombres de mala voluntad
no serán provisoriamente condenados
para ellos no habrá paz en la tierrita
ni de ellos será el reino de los cielos
ya que como es público y notorio
no son pobres de espíritu

los hombres de mala voluntad
no sueñan con muchachas y justicia
sino con locomotoras y elefantes
que acaban desprendiéndose de un guinche ecuánime
que casualmente pende sobre sus testas
no sueñan como nosotros con primaveras y alfabetizaciones
sino con robustas estatuas al gendarme desconocido
que a veces se quiebran como mazapán

los hombres de mala voluntad
no todos sino los verdaderamente temerarios
cuando van al analista y se confiesan
somatizan el odio y acaban vomitando

a propósito
son ellos que gobiernan
gobiernan con garrotes expedientes cenizas
con genuflexiones concertadas
y genuflexiones espontáneas
minidevaluaciones que en realidad son mezzo
mezzodevaluaciones que en realidad son macro

gobiernan con maldiciones y sin malabarismos
con malogros y malos pasos
con maltusianismo y malevaje
con malhumor y malversaciones
con maltrato y malvones
ya que aman las flores como si fueran prójimos
pero no viceversa

los hombres de pésima voluntad
todo lo postergan y pretergan
tal vez por eso no hacen casi nada
y ese poco no sirve

si por ellos fuera le pondrían
un durísimo freno a la historia
tienen pánico (le que ésta se desboque
y les galopo por encima pobres
tienen otras inquinas verbigracia
no les gustan los jóvenes tú el himno
los jóvenes bah no es una sorpresa
el himno porque dice tiranos temblad
y eso les repercute en el duodeno
pero sobre todo les desagrada
porque cuando lo oyen
obedecen y tiemblan
sus enemigos son cuantiosos y tercos
marxistas economistas niños sacerdotes
pueblos y más pueblos
qué lata es imposible acabar con los pueblos
y casi cien catervas internacionales
due tienen insolentes exigencias
como pan nuestro y amnistía
no se sabe por qué
los obreros y estudiantes no los aman

sus amigos entrañables tienen
algunas veces mala entraña
digamos Pinochet y el apartheid
dime con quién andas y te diré go home

también existen leves contradicciones
algo así como una dialéctica de oprobio
por ejemplo un presidio se llama libertad
de modo que si dicen con orgullo
aquí el ciudadano vive en libertad
significa que tiene diez años de condena

es claro en apariencia nos hemos ampliado
ya que invadimos los cuatro cardinales
en venezuela hay como treinta mil
incluidos cuarenta futbolistas
en sidney oceanía
hay una librería de autores orientales
que para sorpresa de los australianos
no son confucio ni lin yu tang
sino onetti vilariño arregui espínola
en barcelona un café petit montevideo
y otro localcito llamado el quilombo
nombre que dice algo a los rioplatenses
pero muy poca cosa a los catalanes
en buenos aires setecientos mil o sea no caben más
y así en méxico nueva york porto alegre la habana
panamá quito argel estocolmo parís
lisboa maracaibo lima amsterdam madrid
roma xalapa pau caracas san francisco montreal
bogotá londres mérida goteburgo moscú
efe todas partes llegan sobres de la nostalgia
narrando cómo hay que empezar desde cero
navegar por idiomas que apenas son afluentes
construirse algún sitio en cualquier sitio
a veces           lindas
veces             con manos solidarias
y otras           amargas
veces               recibiendo en la nunca
la mirada xenófoba

de todas partes llegan serenidades
de todas partes llegan desesperaciones
oscuros silencios de voz quebrada
uño de cada mil se resigna a ser otro

y sin embargo somos privilegiados

con esta rabia melancólica
este arraigo tan nómada
este coraje hervido en la tristeza
este desorden este no saber
esta ausencia a pedazos
estos huesos que reclaman su lecho
con todo este derrumbe misterioso
con todo este fichero de dolor
somos privilegiados

después de todo amamos discutimos leemos
aprendemos sueco catalán portugués
vemos documentales sobre el triunfo
en vietnam la libertad de angola
fidel a quien la historia siempre absuelve
y en una esquina de carne y hueso
miramos cómo transcurre el mundo
escuchamos coros salvacionistas y afónicos
contemplamos viajeros y laureles
aviones que escriben en el cielo
y tienen mala letra
soportamos un ciclón de trópico
o un diciembre de nieve

podemos ver la noche sin barrotes
poseer un talismán         o en su defecto un perro
hostezar escupir lagrimear
soñar suspirar confundir
quedar hambrientos o saciados
trabajar permitir maldecir
jugar descubrir acariciar
sin que el ojo cancerbero vigile

pero
         y los otros
qué pensarán los otros
si es que tienen ánimo y espacio
para pensar en algo

qué pensarán los que se encaminan
a la máquina buitre         a la tortura hiena
qué quedará a los que jadean de impotencia
qué a los que salieron semimuertos
e ignoran cuándo volverán al cepo
qué rendija de orgullo
qué gramo de vida
ciegos en su capucha
mudos de soledad
inermes en la espera

ni el recurso les queda de amanecer puteando
no sólo oyen las paredes
también escuchan los colchones si hay
las baldosas si hay
el inodoro si hay
y los barrotes que ésos siempre hay

cómo recuperarlos del suplicio y el tedio
cómo salvarlos de la muerte sucedánea
cómo rescatarlos del rencor que carcome

el exilio también tiene barrotes

sabemos dónde está cada ventana
cada plaza cada madre cada loma
dónde está el mejor ángulo ele cíelo
cómo se mueven las dunas y gaviotas
dónde está la escuelita con el hijo
del laburante que murió sellado
dónde quedaron enterrados los sueños
de los muertos y también de los vivos
dónde quedó el resto del naufragio
y dónde están los sobrevivientes

sabemos dónde rompen las olas más agudas
y dónde y cuándo empalaga la luna
y también cuándo sirve como única linterna

sabemos todo eso y sin embargo
el exilio también tiene barrotes

allí donde el pueblo a durísimas penas
sobrevive entre la espada tan fría que da asco
y la pared que dice libertad o muer
porque el adolesente ya no pudo

allí pervierte el aire una culpa innombrable
tarde horrenda de esquinas sin muchachos
hajo un sol que se desploma como buscando
el presidente ganadero y católico
es ganadero basta en sus pupilas bueyunas
y preconciliar pero de trento
el presidente es partidario del rigor
y la exigencia en interrogatorios
hay que aclarar que cultiva el pleonasmo
ya que el rigor siempre es exigente
y la exigencia siempre es rigurosa
tal vez quiso decir algo más simple
por ejemplo que alienta la tortura

seguro el presidente no opinaría lo mismo
si una noche pasara de ganadero a perdidoso
y algún otro partidario kyric eleison
del rigor y la exigencia kyrie eleison
le metiera las bueyunas en un balde de mierda
pleonasmo sobre el que hay jurisprudencia

parece que las calles ahora no tienen baches
y después del ángelus ni baches ni transeúntes
los jardines públicos están preciosos
las estatuas sin **** de palomas

después de todo no es tan novedoso
los gobiernos musculosos siempre se jactan
de sus virtudes municipales

es cierto que esos méritos no salvan un país
tal vez haya algún coronel que lo sepa

al pobre que quedó a solas con su hambre
no le importa que esté cortado el césped
los padres que pagaron con un hijo al contado
ignoran esos hoyos que tapó el intendente

a juana le amputaron el marido
no le atañe la poda de los plátanos

los trozos de familia no valoran
la sólida unidad de las estatuas

de modo que no vale la gloria ni la pena
que gasten tanto erario en ese brillo

aclaro que no siempre
amanezco con los puños cerrados

hay mañanas en que me desperezo
y cuando el pecho se me ensancha
y abro la boca como pez en el aire
siento que aspiro una tristeza húmeda
una tristeza que me invade entero
y que me deja absorto suspendido
y mientras ella lentamente se mezcla
con mi sangre y hasta con mi suerte
pasa por viejas y nuevas cicatrices
algo así como costuras mal cosidas
que tengo en la memoria en el estómago
en el cerebro en las coronarias
en un recodo del entusiasmo
en el fervor convaleciente
en las pistas que perdí para siempre
en las huellas que no reconozco
en el rumbo que oscila como un péndulo

y esa tristeza madrugadora y gris
pasa por los rostros de mis iguales
Unos lejanos perdidos en la escarcha
otros no sé dónde       deshechos o rehechos

el viejo que aguantó y volvió a aguantar
la llaca con la boca destruida
el gordo al que castraron
y los otros los otros y los otros
otros innumerables y fraternos
mi tristeza los toca con abrupto respeto
y las otras las otras y las otras
otras esplendorosas y valientes
mi tristeza las besa una por una

no sé qué les debemos
pero eso que no sé
sé que es muchísimo

esto es una derrota
hay cine decirlo
vamos a no mentirnos nunca más
a no inventar triunfos de cartón

si quiero rescatarme
si quiero iluminar esta tristeza
si quiero no doblarme de rencor
ni pudrirme de resentimiento
tengo que excavar hondo
hasta mis huesos
tengo que excavar hondo en el pasado
y hallar por fin la verdad maltrecha
con mis manos que ya no son las mismas

pero no sólo eso
tendré que excavar hondo en el futuro
y buscar otra vez la verdad
con mis manos que tendrán otras manos

que tampoco serán ya las mismas
pues tendrán otras manos

habrá que rescatar el vellocino
que tal vez era sólo de lana
rescatar la verdad más sencilla
y una vez que la hayamos aprendido
y sea tan nuestra como
las articulaciones o los tímpanos
entonces basta basta basta
de autoflagelaciones y de culpas
todos tenemos nuestra rastra
claro
pero la autocrítica
                               no es una noria
no voy a anquilosarme en el reproche
y no voy a infamar a mis hermanos
el baldón y la ira los reservo
para los hombres de mala voluntad
para los que nos matan nos expulsan
nos cubren de amenazas nos humillan
nos cortan la familia en pedacitos
nos quitan el país verde y herido
nos quieren condenar al desamor
nos queman el futuro
nos hacen escuchar cómo crepita

el baldón y la ira
que esto quede bien claro
yo los reservo para el enemigo

con mis hermanos porfiaré
es natural
sobre planes y voces
trochas atajos y veredas
pasos atrás y pasos adelante
silencios oportunos       omisiones que no
coyunturas mejores o peores
pero tendré a la vista que son eso
hermanos

si esta vez no aprendemos
será que merecemos la derrota
y sé que merecemos la victoria

el paisito está allá
                              y es una certidumbre
a lo mejor ahora está lloviendo
allá sobre la tierra

y aquí
bajo este transparente sol de libres
aquella lluvia cala hasta mis bronquios
me empapa la vislumbre
me refresca los signos
lava mi soledad

la victoria es tan sólo
un tallito que asoma
pero esta lluvia patria
le va a hacer mucho bien
creo que la victoria estará como yo
ahí nomás germinando
digamos aprendiendo a germinar
la buena tierra artigas revive con la lluvia
habrá uvas y duraznos y vino
barro para amasar
muchachas con el rostro hacia las nubes
para que el chaparrón borre por fin las lágrimas

ojalá que perdure
hace bien este riego
a vos a mí al futuro
a la patria sin más

hace bien si llovemos mi pueblo torrencial
donde estemos
                            allá
                                   o en cualquier parte

sobre todo si somos la lluvia y el solar
la lluvia y las pupilas y los muros
la bóveda la lluvia y el ranchito
el río y los tejados y la lluvia

furia paciente
                        lluvia
                                  iracundo silencio
allá y en todas partes

ah tierra lluvia pobre
modesto pueblo torrencial

con tan buen aguacero
la férrea dictadura
acabará oxidándose

y la victoria crecerá despacio
como siempre han crecido las victorias.
En los paisajes de Mansiche labra
imperiales nostalgias el crepúsculo;
y lábrase la raza en mi palabra,
como estrella de sangre a flor de músculo.
El campanario dobla... No hay quien abra
la capilla... Diríase un opúsculo
bíblico que muriera en la palabra
de asiática emoción de este crepúsculo.
Un poyo con tres patas, es retablo
en que acaban de alzar labios en coro
la eucaristía de una chicha de oro.
Más allá de los ranchos surge al viento
el humo oliendo a sueño y a establo,
como si se exhumara un firmamento.
La anciana pensativa, cual relieve
de un bloque pre-incaico, hila que hila;
en sus dedos de Mama el huso leve
la lana gris de su vejez trasquila.
Sus ojos de esclerótica de nieve
un ciego sol sin luz guarda y mutila...!
Su boca está en desdén, y en calma aleve
su cansancio imperial tal vez vigila.
Hay ficus que meditan, melenudos
trovadores incaicos en derrota,
la rancia pena de esta cruz idiota,
en la hora en rubor que ya se escapa,
y que es lago que suelda espejos rudos
donde náufrago llora Manco-Cápac.
Como viejos curacas van los bueyes
camino de Trujillo, meditando...
Y al hierro de la tarde, fingen reyes
que por muertos dominios van llorando.
En el muro de pie, pienso en las leyes
que la dicha y la angustia van trocando:
ya en las viudas pupilas de los bueyes
se pudren sueños qué no tienen cuándo.
La aldea, ante su paso, se reviste
de un rudo gris, en que un mugir de vaca
se aceita en sueño y emoción de huaca.
Y en el festín del cielo azul yodado
gime en el cáliz de la esquila triste
un viejo corequenque desterrado.
La Grama mustia, recogida, escueta
ahoga no sé qué protesta ignota:
parece el alma exhausta de un poeta,
arredrada en un gesto de derrota.
La Ramada ha tallado su silueta,
cadavérica jaula, sola y rota,
donde mi enfermo corazón se aquieta
en un tedio estatual de terracota.
Llega el canto sin sal del mar labrado
en su máscara bufa de canalla
que babea y da tumbos, ahorcado!
La niebla hila una venda al cerro lila
que en ensueños miliarios se enmuralla,
como un huaco gigante que vigila.
o es que existe un territorio
donde las sangres se mezclan(de una canción de Daniel Viglietti)

Ya van días y noche que pienso pobre flaco
y no puedo ni quiero apartar el recuerdo

no el subido al cajón a la tribuna
con su palabra de espiral velocisima
que blindaba los pregones del pueblo
o encendía el futuro con unas pocas brasas
ni el cruzado sin tregua que quería
salvar la sangre prójima aferrándose
a la justicia esa pobre lisiada

no es el rostro allá arriba el que concurre
mas bien el compañero del exilio
el cálido el silencio aquel buen parroquiano
del boliche de la calle maipú
fiel al churrasco y al budín de pan
rodeado de hijos hijas yernos nietos
ese flamante abuelo con cara de muchacho
hablando del paisito con la pasión ecuánime
sin olvidar heridas
y tampoco quedándose en el barro
siempre haciendo proyectos y eran viables
ya que su vocación de abrecaminos
lo llevaba a fundar optimismos atajos
cuando alguno se daba por maltrecho

y a pesar de la turbia mescolanza
que hay en el techo gris de la derrota
nadie consiguió que tildara de enemigos
a quienes bien o mal
radiantes o borrosos
faros o farolitos
eran pueblo
                      como él

y también comparece el vigilado
por esos tiras mansos con quienes conversaba
de cine libros y otras zancadillas
en el hotel o escala o nostalgia
de la calle corrientes

se que una vez el dueño que era amigo
lo reconvino porque había una cola
de cincuenta orientales nada menos
que venían con dudas, abandonos
harapos desempleos frustraciones conatos
pavores esperanzas cabalas utopías

y el escuchaba a todos
el ayudaba comprendía a todos
lo hacia cuerdamente y si algo prometía
lo iba a cumplir después con el mismo rigor
que si fuera contrato ante escribano público
no se puede agregar decia despacito
mas angustia a la angustia
no hay derecho

y trabaja siempre
noche y día
quizás para olvidar que la muerte miraba
de un solo manotazo espantaba sus miedos
como si fueran moscas o rumores
y pese a las calumnias las alarmas
su confianza era casi indestructible
llevaba la alegria siempre ilesa
de la gente que cumple con la gente

solo un imagen lo vencia
era la hija inerme
la hija en la tortura
durante quince insomnios la engañaron diciendole
que lo habian borrado en la Argentina
era un viejo proyecto por lo visto
entonces si pedia ayuda para
no caer en la desesperación
para no maldecir mas de la cuenta
ya van noches y días que pienso pobre flaco
un modo de decir pobres nosotros
que nos hemos quedado
sin su fraternidad sobre la tierra
no se me borra la sonrisa el gesto
de la ultima vez que lo vi junto a chicho
y no le dije adios sino cuidate
pero los dos sabiamos que no se iba a cuidar

por lo comun cuando cae un verdugo
un doctor en crueldad, un mitrione cualquiera
los canallas zalameros recuerdan
que deja tres cuatro
verduguitos en ciernes

ahora que problema este hombre legal
este hombre cabal acribillado
este muerto inmorible con las manos atadas
deja diez hijos tras de si
diez huellas
pienso en cecilia en chicho
en isabel margarita felipe
y los otros que siempre lo rodeaban
porque tambien a ellos inspiraba confianza
y que lindos gurises ojala
vayan poquito a poco entendiendo su duelo
resembrando a zelmar en sus diez surcos

puede que la tristeza me haga decir ahora
sin el aval de las computadoras
que era el mejor de nosotros
y era
pero nada me hará olvidar que fue
quien haciendo y rehaciendo
se purifico mas en el exilio

mañana apretaremos con los dientes
este gajo de asombro
este agrio absurdo gajo
y tragaremos
                       seguirá
la vida
pero hoy este horror es demasiado

que no profane el odio
a este bueno yacente este justo
que el odio quede fuera del recinto
donde estan los que quiso y que lo quieren
solo por esta noche
por esta pena apenas
para que nada tizne
esta vela de almas

pocos podran como él
caer tan generosamente
tan atrozmente ingenuos
tan limpiamente osados

mejor juntemos nuestras osadías
la generosidad mas generosa
y ademas instalemos con urgencia
fieles radares en la ingenuidad

convoquemos aquí a nuestros zelmares
esos que el mismo nos dejo en custodia
el que ayudo a cada uno en su combate
en su mas sola soledad
y hasta nos escucho los pobres sueños
                él
                que siempre salía
                de alguna pesadilla
y si tendia una mano era una mano
y si daba consuelo era un consuelo
y nunca un simulacro

convoquemos aquí a nuestros zelmares
en ellos no hay ceniza
ni muerte ni derrota ni tierno descalabro
nuestros zelmares siguen tan campantes
señeros renacidos
únicos y plurales
fieles y hospitalarios
convoquemos aquí a nuestros zelmares
y si aun asi fraternos
asi reunidos en un duro abrazo

en una limpia desesperación
cada uno de esos módicos zelmares
echa de menos a zelmar
                                          será
que el horror sigue siendo demasiado
y ya que nuestro muerte
como diria roque en plena vida
es un indócil
ya que es un difunto peliagudo
que no muere en nosotros
pero muere
que cada uno llore como pueda

a lo mejor entonces
nuestro zelmar
                           ese de cada uno
ese que el mismo nos dejo en custodio
a cada uno tendera una mano
y como en tantas otras
malas suertes y noches
nos sacara del pozo
desamortajara nuestra alegría
y empezara a blindarnos los pregones
a encender el futuro con unas pocas brasas
Una victoria. Es tarde, no sabías.
Llegó como azucena a mi albedrío
el blanco talle que traspasa
la eternidad inmóvil de la tierra,
empujando una débil forma clara
hasta horadar la arcilla
con rayo blanco o espolón de leche.
Muda, compacta oscuridad del suelo
en cuyo precipicio
avanza la flor clara
hasta que el pabellón de su blancura
derrota el fondo indigno de la noche
y de la claridad en movimiento
se derraman atónitas semillas.
Sólo una temporada provisoria,
tatuaje de incontables tradiciones,
oscuro mausoleo donde empieza
a existir el futuro, a hacerse piedra.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
del mago lejanísimo y borroso.

Sin embargo, la infancia se empecina,
comienza a levantar sus inventarios,
a echar sus amplias redes para luego.
Es una isla limpia y sobre todo
fugaz, es un venero de primicias
que se van lentamente resecando.

Queda atrás como un rápido paisaje
del que persistirán sólo unas nubes,
un biombo, dos juguetes, tres racimos,
o apenas un olor, una ceniza.
Con luces queda atrás, a la intemperie,
yacente y aplazada para nunca,
sola con su aptitud irresistible
y un pudor incorpóreo, agazapado.
Para nunca aplazada, fabulosa
infancia entre sus redes extinguida.

Por algo queda atrás. Esa entrañable
cede paso al fervor, al pasmo, al fruto,
el azar hinca el diente en otra bruma,
somos los moribundos que nacemos
a la carne, a la sangre, al entusiasmo,
nos burlamos del sol, de la penumbra,
manejamos la gloria como un lápiz
y en las vírgenes tapias dibujamos
el amor y su viejo colmo, el odio,
el grito que nos pone la vergüenza
en las manos mucho antes que en la boca.

El celaje se enciende. Somos niebla
bajo el cielo compacto, insolidario,
el asombro hace cuentas y no puede
mantenernos serenos, apacibles,
somos el invasor protagonista
que hace trizas el tiempo, que hace ruido
pueril, que hace palabras, que hace pactos,
somos tan poderosos, tan eternos,
que cerramos el puño y el verano
comienza a sollozar entre los árboles.

Mejor dicho: creemos que solloza.
El verano es un.vaho, por lo tanto
no tiene ojos ni párpados ni lágrimas,
en sus tardes de atmósfera más tenue
es calor, es calor, y en las mañanas
de aire pesado, corporal, viscoso,
es calor, es calor. Con eso basta.

De todos modos cambia a las muchachas,
las ilumina, las ondula, y luego
las respira y suspira como acordes,
las envuelve en amor, las hace carne,
les pinta brazos con venitas tenues
en colores y luz complementarios,
les abre escotes para que alguien vierta
cualquier mirada, ese poderhabiente.

La vida, qué región esplendorosa.
¿Quién escruta la muerte, quién la tienta?
A la horca con él. ¿Quién piensa en esa
imposible quietud cuando es la hora
para cada uno de morder su fruta,
de usar su espejo, de gritar su grito,
de escupir a los cielos, de ir subiendo
de dos en dos todas las escaleras?

La muerte no se apura, sin embargo,
ni se aplaca. Tampoco se impacienta.
Hay tantas muertes como negaciones.
La muerte que desgarra, la que expulsa,
la que embruja, la que arde, la que agota,
la que enluta el amor, la que excrementa,
la que siega, la que usa, la que ablanda,
la muerte de arenal, la de pantano,
la de abismo, la de agua, la de almohada.

Hay tantas muertes como teologías,
pero todas se juntan en la espera.
Esa que acecha es una muerte sola.
Escarnecida, rencorosa, hueca,
su insomnio enloquecido se desploma
sobre todos los sueños, su delirio
se parece bastante a la cordura.
Muerte esbelta y rompiente, qué increíble
sirena para el Mar de los Suicidas.

No canta, pero indica, marca, alude,
exhibe sus voraces argumentos,
sus afiches turísticos, explica
por qué es tan milagrosa su inminencia,
por qué es tan atractivo su desastre,
por qué tan confortable su vacío.

No canta, pero es como si cantara.
Su demagogia negra usa palomas,
telegramas y rezos y suspiros,
sonatas para piano, arpas de herrumbre,
vitrinas del amor momificado,
relojes de lujuria que amontonan
segundos y segundos y otras prórrogas.

No canta, pero es como si cantara,
su espanto vendaval silba en la espiga,
su pregunta repica en el silencio,
su loco desparpajo exuda un réquiem
que es prado y es follaje y es almena.

Hay que volverse sordo y mudo y ciego,
sordo de amor, de amor enmudecido,
ciego de amor. Olfato, gusto y tacto
quedan para alejar la muerte y para
hundirse en la mujer, en esa ola
que es tiempo y lengua y brazos y latido,
esa mujer descanso, mujer césped,
que es llanto y rostro y siembra y apetito,
esa mujer cosecha, mujer signo,
que es paz y aliento y cábala y jadeo.

Hay que amar con horror para salvarse,
amanecer cuando los mansos dientes
muerden, para salvarse, o por lo menos
para creerse a salvo, que es bastante.
Hay que amar sentenciado y sin urgencia,
para salvarse, para guarecerse
de esa muerte que llueve hielo o fuego.

Es el cielo común, el alba escándalo,
el goce atroz, el milagroso caos,
la piel abismo, la granada abierta,
la única unidad uniyugada,
la derrota de todas las cautelas.

Hay que amar con valor, para salvarse.
Sin luna, sin nostalgia, sin pretextos,
Hay que despilfarrar en una noche
-que puede ser mil y una- el universo,
sin augurios, sin planes, sin temblores,
sin convenios, sin votos, con olvido,
desnudos cuerpo y alma, disponibles
para ser otro y otra a ras de sueño.

Bendita noche cóncava, delicia
de encontrar un abrazo a la deriva
y entrar en ese enigma, sin astucia,
y volver por el aire al aire libre,
Hay que amar con amor, para salvarse.

Entonces vienen las contradicciones
o sea la razón. El mundo existe
con manchas, sin arar, y no hay conjuro
ni fe que lo desmienta o modifique.

El manantial se seca, el árbol cae,
la sangre fluye, el odio se hace muro,
¿Es mi hermano el verdugo? Ese asesino
y dios padrastro todopoderoso,
ese señor del vómito, ese artífice
de la hecatombe, ¿puede ser mi hermano?
Surtidor de ******, profeta imbécil,
¿ése, mi prójimo?, ¿ése, el
semejante?
Sindico en todo caso de la muerte,
argumento Y proclama de la ruina,
poder y brazo ejecutor. Estiércol.

Por esta vez no he de mirar mis pasos
sino el contorno triste, calcinado.
Miro a mi sombra que está envejeciendo,
la sombra de los míos que envejecen.

El mundo existe. Con o sin sus manes,
con o sin su señal. Existe. Punto.

El mundo existe con mis ex iguales,
con mis amigos-enemigos, esos
que ya olvidé por qué se traicionaron.

Tiendo mi mano a veces y está sola
y está más sola cuando no la tiendo,
pienso en los compradores emboscados
y tengo duelo y tengo rabia y tengo
un reproche que empieza en mis lealtades,
en mis confianzas sin mayor motivo,
en mi invención del prójimo-mi-aliado.
Ni aun ahora me resigno a creerlo.

No todos son así, no todos ceden.
Tendré que repetírmelo a escondidas
y barajar de nuevo el almanaque.

Mi corazón acobardado sigue
inventando valor, abriendo créditos,
tirando cabos sólo a la siniestra,
aprendiendo a aprender, pobre aleluya,
y quién sabe, quién sabe si entre tanta
mentira incandescente, no queda algo
de verdad a la sombra. Y no es metáfora.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
del mago lejanísimo y borroso.

Pero ¿por qué creerle a pie juntillas?
¿En qué galaxia está el certificado?

Algo aquí, nada allá. ¿Es tan distinto?
Lo propongo debajo de mis párpados
y en mi boca cerrada.
                                      ¿Es tan distinto?
Ya sé, hay razones nítidas, famosas,
hay cien teorías sobre la derrota,
hay argumentos para suicidarse,

Pero ¿y si hay un resquicio?
                                               ¿Es
tan distinto,
tan necio, tan ridículo, tan torpe,
tener un espacioso sueño propio
donde el hombre se muera pero actúe
como inmortal?
Jr Aug 2017
Como ola carmesí
fluye por el mar
de misterios
ocultos bajo tu falda

Narra con sumo detalle
y de manera borrosa
la intensidad de tus intenciones
marchita la sensación de control
y se escabuye frecuentemente
en forma de lágrima

Patea tus entrañas y causa dolor
ciclo de maldiciones e improperios
de alaridos y quejas
te derrota completamente
y caes tendida donde te encuentres

menos mal dura solo unos días
Sputnik Andrade Oct 2012
Estoy escribiendo un poema que no es igual a como lo pensé cuando yacía en el suelo, aplastada por la decepción.

Edificio en renta. Todo o en partes.

Esto soy yo. El eso inamovible, certero, negado, obstinada a ser un edificio que pertenece al pasado y que se ha desmembrado por la frase que lo ofrece al mercado, cruel patrón.

Pude ser piedra colgada, piedra salvaje, piedra que vive su eterna vida sintiendo el aire del cambio, pero soy edificio de oficinas y huelo a abandono y a derrota.

¿Dónde, en la ciudad, te encuentras?

Mi única esperanza ha quedado en estado larvario, un negativo separado de la tira, un pedazo rebelde y estúpido que se negó a tomar color.

En las manos tengo mi castigo.

Vestigio de lo que fue.

Amigos que envejecieron, ventanas ominosas, pedazos de espejo que refleja a alguien que conoces pero que dejo de existir.

El aire, el sol, las voces de la gente que pasa por la acera, todo sabe a fracaso, a proyecto a medias, a polvo que se acumula, a lejanía, a algo que se ha estirado más allá de lo que puede, a alguien que grita porque ya no puede hacer nada más.

La ciudad (nueva, antigua) sigue vacía. La plaza cívica, el pequeño restaurant, la banca fría de piedra que no lo parecía, la fuente.

Mi única esperanza se tiñó de colores falsos. Mi único puente se venció antes de que pudiera cruzarlo.

¿Dónde, en el mundo, te encuentras?

Esta es mi expiación.

Lágrimas que no corren, una pluma que sólo existe para escribir esto, uñas de color papel, labios que hablan otro idioma.

Where, in my life, are you?

What a sad, pathetic life, I say to myself (that only being who can hear me) what a sad situation, what a sad beginning, middle and, end.

Where are you? Cause I miss you.

I do miss you. I do miss you a lot.


Esta es mi rendición.
Sólo una temporada provisoria,
tatuaje de incontables tradiciones,
oscuro mausoleo donde empieza
a existir el futuro, a hacerse piedra.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
del mago lejanísimo y borroso.

Sin embargo, la infancia se empecina,
comienza a levantar sus inventarios,
a echar sus amplias redes para luego.
Es una isla limpia y sobre todo
fugaz, es un venero de primicias
que se van lentamente resecando.

Queda atrás como un rápido paisaje
del que persistirán sólo unas nubes,
un biombo, dos juguetes, tres racimos,
o apenas un olor, una ceniza.
Con luces queda atrás, a la intemperie,
yacente y aplazada para nunca,
sola con su aptitud irresistible
y un pudor incorpóreo, agazapado.
Para nunca aplazada, fabulosa
infancia entre sus redes extinguida.

Por algo queda atrás. Esa entrañable
cede paso al fervor, al pasmo, al fruto,
el azar hinca el diente en otra bruma,
somos los moribundos que nacemos
a la carne, a la sangre, al entusiasmo,
nos burlamos del sol, de la penumbra,
manejamos la gloria como un lápiz
y en las vírgenes tapias dibujamos
el amor y su viejo colmo, el odio,
el grito que nos pone la vergüenza
en las manos mucho antes que en la boca.

El celaje se enciende. Somos niebla
bajo el cielo compacto, insolidario,
el asombro hace cuentas y no puede
mantenernos serenos, apacibles,
somos el invasor protagonista
que hace trizas el tiempo, que hace ruido
pueril, que hace palabras, que hace pactos,
somos tan poderosos, tan eternos,
que cerramos el puño y el verano
comienza a sollozar entre los árboles.

Mejor dicho: creemos que solloza.
El verano es un.vaho, por lo tanto
no tiene ojos ni párpados ni lágrimas,
en sus tardes de atmósfera más tenue
es calor, es calor, y en las mañanas
de aire pesado, corporal, viscoso,
es calor, es calor. Con eso basta.

De todos modos cambia a las muchachas,
las ilumina, las ondula, y luego
las respira y suspira como acordes,
las envuelve en amor, las hace carne,
les pinta brazos con venitas tenues
en colores y luz complementarios,
les abre escotes para que alguien vierta
cualquier mirada, ese poderhabiente.

La vida, qué región esplendorosa.
¿Quién escruta la muerte, quién la tienta?
A la horca con él. ¿Quién piensa en esa
imposible quietud cuando es la hora
para cada uno de morder su fruta,
de usar su espejo, de gritar su grito,
de escupir a los cielos, de ir subiendo
de dos en dos todas las escaleras?

La muerte no se apura, sin embargo,
ni se aplaca. Tampoco se impacienta.
Hay tantas muertes como negaciones.
La muerte que desgarra, la que expulsa,
la que embruja, la que arde, la que agota,
la que enluta el amor, la que excrementa,
la que siega, la que usa, la que ablanda,
la muerte de arenal, la de pantano,
la de abismo, la de agua, la de almohada.

Hay tantas muertes como teologías,
pero todas se juntan en la espera.
Esa que acecha es una muerte sola.
Escarnecida, rencorosa, hueca,
su insomnio enloquecido se desploma
sobre todos los sueños, su delirio
se parece bastante a la cordura.
Muerte esbelta y rompiente, qué increíble
sirena para el Mar de los Suicidas.

No canta, pero indica, marca, alude,
exhibe sus voraces argumentos,
sus afiches turísticos, explica
por qué es tan milagrosa su inminencia,
por qué es tan atractivo su desastre,
por qué tan confortable su vacío.

No canta, pero es como si cantara.
Su demagogia negra usa palomas,
telegramas y rezos y suspiros,
sonatas para piano, arpas de herrumbre,
vitrinas del amor momificado,
relojes de lujuria que amontonan
segundos y segundos y otras prórrogas.

No canta, pero es como si cantara,
su espanto vendaval silba en la espiga,
su pregunta repica en el silencio,
su loco desparpajo exuda un réquiem
que es prado y es follaje y es almena.

Hay que volverse sordo y mudo y ciego,
sordo de amor, de amor enmudecido,
ciego de amor. Olfato, gusto y tacto
quedan para alejar la muerte y para
hundirse en la mujer, en esa ola
que es tiempo y lengua y brazos y latido,
esa mujer descanso, mujer césped,
que es llanto y rostro y siembra y apetito,
esa mujer cosecha, mujer signo,
que es paz y aliento y cábala y jadeo.

Hay que amar con horror para salvarse,
amanecer cuando los mansos dientes
muerden, para salvarse, o por lo menos
para creerse a salvo, que es bastante.
Hay que amar sentenciado y sin urgencia,
para salvarse, para guarecerse
de esa muerte que llueve hielo o fuego.

Es el cielo común, el alba escándalo,
el goce atroz, el milagroso caos,
la piel abismo, la granada abierta,
la única unidad uniyugada,
la derrota de todas las cautelas.

Hay que amar con valor, para salvarse.
Sin luna, sin nostalgia, sin pretextos,
Hay que despilfarrar en una noche
-que puede ser mil y una- el universo,
sin augurios, sin planes, sin temblores,
sin convenios, sin votos, con olvido,
desnudos cuerpo y alma, disponibles
para ser otro y otra a ras de sueño.

Bendita noche cóncava, delicia
de encontrar un abrazo a la deriva
y entrar en ese enigma, sin astucia,
y volver por el aire al aire libre,
Hay que amar con amor, para salvarse.

Entonces vienen las contradicciones
o sea la razón. El mundo existe
con manchas, sin arar, y no hay conjuro
ni fe que lo desmienta o modifique.

El manantial se seca, el árbol cae,
la sangre fluye, el odio se hace muro,
¿Es mi hermano el verdugo? Ese asesino
y dios padrastro todopoderoso,
ese señor del vómito, ese artífice
de la hecatombe, ¿puede ser mi hermano?
Surtidor de ******, profeta imbécil,
¿ése, mi prójimo?, ¿ése, el
semejante?
Sindico en todo caso de la muerte,
argumento Y proclama de la ruina,
poder y brazo ejecutor. Estiércol.

Por esta vez no he de mirar mis pasos
sino el contorno triste, calcinado.
Miro a mi sombra que está envejeciendo,
la sombra de los míos que envejecen.

El mundo existe. Con o sin sus manes,
con o sin su señal. Existe. Punto.

El mundo existe con mis ex iguales,
con mis amigos-enemigos, esos
que ya olvidé por qué se traicionaron.

Tiendo mi mano a veces y está sola
y está más sola cuando no la tiendo,
pienso en los compradores emboscados
y tengo duelo y tengo rabia y tengo
un reproche que empieza en mis lealtades,
en mis confianzas sin mayor motivo,
en mi invención del prójimo-mi-aliado.
Ni aun ahora me resigno a creerlo.

No todos son así, no todos ceden.
Tendré que repetírmelo a escondidas
y barajar de nuevo el almanaque.

Mi corazón acobardado sigue
inventando valor, abriendo créditos,
tirando cabos sólo a la siniestra,
aprendiendo a aprender, pobre aleluya,
y quién sabe, quién sabe si entre tanta
mentira incandescente, no queda algo
de verdad a la sombra. Y no es metáfora.

Nada aquí, nada allá. Son las palabras
del mago lejanísimo y borroso.

Pero ¿por qué creerle a pie juntillas?
¿En qué galaxia está el certificado?

Algo aquí, nada allá. ¿Es tan distinto?
Lo propongo debajo de mis párpados
y en mi boca cerrada.
                                      ¿Es tan distinto?
Ya sé, hay razones nítidas, famosas,
hay cien teorías sobre la derrota,
hay argumentos para suicidarse,

Pero ¿y si hay un resquicio?
                                               ¿Es
tan distinto,
tan necio, tan ridículo, tan torpe,
tener un espacioso sueño propio
donde el hombre se muera pero actúe
como inmortal?
Cuando me confiscaron la palabra
y me quitaron hasta el horizonte
cuando salí silvando despacito
y hasta hice bromas con el funcionario
de emigración o desintegración
y hubo el adiós de siempre con la mano
a la familia firme en la baranda
a los amigos que sobrevivían
y un motor el derecho tosió fuerte
y movió la azafata sus pestañas
como diciendo a vos yo te conozco
yo tenía estudiada una teoría
del exilio mis pozos del exilio
pero el cursillo no sirvió de nada

cómo saber que las ciudades reservaban
una cuota de su amor más austero
para los que llegábamos
con el odio pisándonos la huella
cómo saber que nos harían sitio
entre sus escaseces más henchidas
y sin averiguarnos los fervores
ni mucho menos el grupo sanguíneo
abrirían de par en par sus gozos
y también sus catástrofes
para que nos sintiéramos
igualito que en casa

cómo saber que yo mismo iba a hallar
sábanas limpias desayunos abrazos
en pueyrredón y french
en canning y las heras
y en lince
y en barranco
y en arequipa al tres mil seiscientos
y en el vedado
y dondequiera

siempre hay calles que olvidan sus balazos
sus silencios de pizarra lunar
y eligen festejarnos recibirnos llorarnos
con sus tiernas ventanas que lo comprenden todo
e inesperados pájaros entre flores y hollines
también plazas con pinos discretísimos
que preguntan señor cómo quedaron
sus acacias sus álamos
y los ojos se nos llenan de láminas
en rigor nuestros árboles están sufriendo como
por otra parte sufren los caballos la gente
los gorriones los paraguas las nubes
en un país que ya no tiene simulacros

es increíble pero no estoy solo
a menudo me trenzo con manos o con voces
o encuentro una muchacha para ir lluvia adentro
y alfabetizarme en su áspera hermosura
quién no sabe a esta altura que el dolor
es también un ilustre apellido

con éste o con aquélla nos miramos de lejos
y nos reconocemos por el rictus paterno
o la herida materna en el espejo
el llanto o la risa como nombres de guerra
ya que el llanto o la risa legales y cabales
son apenas blasones coberturas

estamos desarmados como sueño en andrajos
pero los anfitriones nos rearman de apuro
nos quieren como aliados y no como reliquias
aunque a veces nos pidan la derrota en hilachas
para no repetirla

inermes como sueños así vamos
pero los anfitriones nos formulan preguntas
que incluyen su semilla de respuesta
y ponen sus palomas mensajeras y lemas
a nuestra tímida disposición
y claro sudamos los mismos pánicos
temblamos las mismas preocupaciones

a medida que entramos en el miedo
vamos perdiendo nuestra extranjería
ei enemigo es una niebla espesa
es el común denominador o
denominador plenipotenciario

es bueno reanudar el enemigo
de lo contrario puede acontecer
que uno se ablande al verlo tan odioso
el enemigo es siempre el mismo cráte
todavía no hay volcanes apagados

cuando nos escondemos a regar
la maceta con tréboles venéreos
aceitamos bisagras filosóficas
le ponemos candado a los ex domicilios
y juntamos las viudas militancias
y desobedecemos a los meteorólogos
soñamos con axilas y grupas y caricias
despertamos oliendo a naftalina
todos los campanarios nos conmueven
aunque tan solo duren en la tarde plomiza
y estemos abollados de trabajo

el recuerdo del mar cuando no hay mar
nos desventura la insolencia y la sangre
y cuando hay mar de un verde despiadado
la ola rompe en múltiples agüeros

uno de los problemas de esta vida accesoria
es que en cada noticia emigramos
siempre los pies alados livianísirnos
del que espera la señal de largada
y claro a medida que la señal no llega
nos aplacamos y nos convertimos
en herines apiñados y reumáticos

y bien esa maciza ingravidez
alza sus espirales de huelo en el lenguaje
hablamos ele botijas o gurises
y nos traducen pibe riñe guagua
suena ta o taluego
y es como si cantáramos desvergonzadamente
do jamás se pone el sol se pone el sol

y nos aceptan siempre
nos inventan a veces
nos lustran la morriña majadera
con la nostalgia que hubieran tenido
o que tuvieron o que van a tener
pero además nos muestran ayeres y anteayeres
la película entera a fin de que aprendamos
que la tragedia es ave migratoria
que los pueblos irán a contramuerte
y el destino se labra con las uñas

habrá que agradecerlo de por vida
acaso más que el pan y la cama y el techo
y los poros alertas del amo
r habrá que recordar con un exvoto
esa pedagogía solidaria y tangible

por lo pronto se sienten orgullosos
de entender que no vamos a quedarnos
porque claro hay un cielo
que nos gusta tener sobre la crisma
así uno va fundando las patrias interinas
segundas patrias siempre fueron buenas
cuando no nos padecen y no nos compadecen
simplemente nos hacen un lugar junto al fuego
y nos ayudan a mirar las llamas
porque saben que en ellas vemos nombres y bocas

es dulce y prodigiosa esta patria interina
con manos tibias que reciben dando
se aprende todo menos las ausencias
hay certidumbres y caminos rotos
besos rendidos y provisionales
brumas con barcos que parecen barcos
y lunas que reciben nuestra noche
con tangos marineras sones rumbas
y lo importante es que nos acompañan
con su futuro a cuestas y sus huesos

esta patria interina es dulce y honda
tiene la gracia de rememorarnos
de alcanzarnos noticias y dolores
como si recogiera cachorros de añoranza
y los diera a la suerte de los niños

de a poco percibimos los signos del paisaje
y nos vamos midiendo primero con sus nubes
y luego con sus rabias y sus glorias
primero con sus nubes
que unas veces son fibras filamentos
y otras veces tan redondas y plenas
como tetas de madre treinteañera
y luego con sus rabias y sus glorias
que nunca son ambiguas

acostumbrándonos a sus costumbres
llegamos a sentir sus ráfagas de historia
y aunque siempre habrá un nudo inaccesible
un útero de glorias que es propiedad privada
igual nuestra confianza izará sus pendones
y creeremos que un día que también que ojalá

aquí no me segrego
tampoco me segregan
hago de centinela de sus sueños
podemos ir a escote en el error
o nutrirnos de otras melancolías

algunos provenimos del durazno y la uva
otros vienen del mango y el mamey
y sin embargo vamos a encontrarnos
en la indócil naranja universal

el enemigo nos vigila acérrimo
él y sus corruptólogos husmean
nos aprenden milímetro a milímetro
estudian las estelas que deja el corazón
pero no pueden descifrar el rumbo
se les ve la soberbia desde lejos
sus llamas vuelven a lamer el cielo
chamuscando los talones de dios

su averno monopólico ha acabado
con el infierno artesanal de leviatán

es fuerte el enemigo y sin embargo
mientras la bomba eleva sus hipótesis
y todo se asimila al holocausto
una chiva tranquila una chiva de veras
prosigue masticando en el islote

ella solita derrotó al imperio
todos tendríamos que haber volado
a abrazar a esa hermana
ella sí demostró lo indemostrable
y fue excepción y regla todo junto
y gracias a esa chiva de los pueblos
ay nos quedamos sin apocalipsis

cuando sentimos el escalofrío
y los malos olores de la ruina
siempre es bueno saber que en algún meridiano
hay una chiva a lo mejor un puma
un ñandú una jutía una lombriz
un espermatozoide un feto una criatura
un hombre o dos un pueblo
una isla un archipiélago
un continente un mundo
tan firmes y tan dignos de seguir masticando
y destruir al destructor y acaso
desapocalipsarnos para siempre

es germinal y aguda esta patria interina
y nuestro desconsuelo integra su paisaje
pero también lo integra nuestro bálsamo

por supuesto sabemos desenrollar la risa
y madrugar y andar descalzos por la arena
narrar blancos prodigios a los niños
inventar minuciosos borradores de amor
y pasarlos en limpio en la alta noche
juntar pedazos de canciones viejas
decir cuentos de loros y gallegos
y de alemanes y de cocodrilos
y jugar al pingpong y a los actores
bailar el pericón y la milonga
traducir un bolero al alemán
y dos tangos a un vesre casi quechua
claro no somos una pompa fúnebre
usamos el derecho a la alegría

pero cómo ocultarnos los derrumbes
el canto se nos queda en estupor
hasta el amor es de pronto una culpa
nadie se ríe de los basiliscos
he visto a mis hermanos en mis patrias suplentes
postergar su alegría cuando muere la nuestra
y ese sí es un tributo inolvidable

por eso cuando vuelva
                                      y algún día será
a mis tierras mis gentes y mi cielo
ojaló que el ladrillo que a puro riesgo traje
para mostrar al mundo cómo era mi casa
dure como mis duras devociones
a mis patrias suplentes compañeras
viva como un pedazo de mi vida
quede como un ladrillo en otra casa.
Dice octavio que en latinoamérica
los intelectuales somos la catástrofe
entre otras cosas porque defendemos
las revoluciones que a él no le gustan

somos la catástrofe asimismo
porque hemos sido derrotados
pero ¿no es raro que octavio ignore
que la verdad no siempre está
del lado de los victoriosos?

de cualquier manera
ya que con la derrota aprendimos la vida
exprimamos la memoria como un limón
quedémonos sin ángeles ni demonios
solos como la luna en el crepúsculo

desde paco pizarro y hernán cortés
hasta los ávidos de hogaño
nos han acostumbrado a la derrota
pero de la flaqueza habrá que sacar fuerzas
a fin de no humillarnos / no humillarnos
más de lo que permite el evangelio
que ya es bastante

para bien o para mal no es imposible
que los veteranos del naufragio
sobrevivamos como tantas veces
y como tantas veces empecemos
desde cero o desde menos cuatro

es casi una rutina

los derrotados mantenemos la victoria
como utopía más o menos practicable
pero una victoria que no pierda el turno
de la huesuda escuálida conciencia

los vencidos concebimos el milagro
como quimera de ocasión
pero siempre y cuando sea un milagro
que no nos cubra de vergüenza histórica
o simplemente de vergüenza
La luz devasta las alturas
      Manadas de imperios en derrota
      El ojo retrocede cercado de reflejos

      Países vastos como el insomnio
      Pedregales de hueso

      Otoño sin confines
      Alza la sed sus invisibles surtidores
      Un último pirú predica en
el desierto

      Cierra los ojos y oye cantar la luz:
      El mediodía anida en tu
tímpano

      Cierra los ojos y ábrelos:
      No hay nadie ni siquiera tú mismo
      Lo que no es piedra es luz


Como las piedras del Principio
Como el principio de la Piedra
Como al Principio piedra contra piedra
Los fastos de la noche:
El poema todavía sin rostro
El bosque todavía sin árboles
Los cantos todavía sin nombre

Mas ya la luz irrumpe con pasos de leopardo
Y la palabra se levanta ondula cae
Y es una larga herida y un silencio sin mácula


    La alegría madura como un fruto
    El fruto madura hasta ser sol
    El sol madura hasta ser hombre
    El hombre madura hasta ser astro
    Nunca la luz se repartió en tantas luces
    Los árboles las calles las montañas
    Se despliegan en olas transparentes
    Una muchacha ríe a la entrada del día
    Es una pluma ardiendo el canto del canario
    La música muestra sus brazos desnudos
    Su espalda desnuda su pensamiento desnudo
    En el calor se afila el instante dichoso
    Agua tierra y sol son un solo cuerpo
    La hora y su campana se disuelven
    Las piedras los paisajes se evaporan
    Todos se han ido sin volver el rostro
    Los amigos las bellas a la orilla del vértigo
    Zarpan las casas la iglesia los tranvías
    El mundo emprende el vuelo
    También mi cuerpo se me escapa
    Y entre las claridades se me pierde
    El sol lo cubre todo lo ve todo
    Y en su mirada fija nos bañamos
    Y en su pupila largamente nos quemamos
    Y en los abismos de su luz caemos
    Música despeñada
    Y ardemos y no dejamos huella
Sputnik Andrade Oct 2012
Y aún así te voy a escribir algo.

aunque no quiera.

aunque no pueda.

porque eras frágil, y porque yo te ame como a nada.

the sea lived on you
in all lenguages

en todos los idiomas.

y albergabas una esperanza de esas que obligan a escribir bellas elegías

but you fade
in my hands

en mis manos.

tristemente/penosamente/vulgarmente

como se acaba una pila en un objeto que nadie usa

sin más ceremonias, sin nadie quien llore por ella

nadie lloró por ti mar embotellado

ni siquiera yo

I wonder if you felt something
sorrow or abandonment
or bitterness towards me

I don’t blame you

no te culpo.

enterré a tus hermanos en una ciudad extraña en los mausoleos de heroes desconocidos

lejos de su padre y de su madre

luego borré todo vestigio/todo sentimiento/todo signo

pero a ti

I will mourn you forever

porque fue mi error llevarte conmigo para exhibirte como quien lleva una medalla, como un trofeo

cuando no eras más que un estandarte de mi derrota.
El poema a un souvenir roto.
Cameron Godfrey May 2014
Tu ganancia y la perdida mia
Busco sol dorado y encuentro joyas amarillas
Tienes torres de oro; tengo juguetes de plastica
Ganaste la loteria; yo perdi, que lastima

Mi derrota y el triumfo tuyo
Arruinas los castillos que yo construyo
Tienes torres de oro; no tengo nada
Pero yo soy fuerte y eres delicada
Spanish is not my first language so don't judge me too hard but I wanted to try to write something in Spanish to see if I could do it. Translation:

Your gain and my loss
I look for golden son and find yellow jewelry
You have towers of gold and I have toys of plastic
You won the lottery; I lost, what a shame

My disaster and your triumph
You ruin the castles that I construct
You have towers of gold; I have nothing
But I'm strong and you're delicate
Lightbulb Martin Dec 2013
Dos elefantes fugarse.
En paralelo.
En paralelo.

Caminan juntos
Hablan juntos.
Siempre lado a lado.

Uno es dueño de amor verdadero.
La única derrota.

Y todavía se
Caminar juntos ellos
Hablar juntos.

En paralelo.
En paralelo.
Cuando fue el bravo Guerrero
Presidente, yo era un chico
Y en aquel tiempo a Tampico
Llegó un general ibero.
¿Barradas?
...Justo; esto es;
Barradas precisamente
Queriendo, audaz y valiente,
Ser un nuevo Hernán Cortés.
Entonces, sólo al decir
Que extraña tropa llegaba
El Gobierno ya miraba
Enlutado el porvenir.
Y por prudencia o temor
Cesaban goces y fiestas,
Haciéndole mil protestas
A cualquier embajador.
Barradas, bravo y experto,
Vencer a Méjico anhela
Y entra altivo a toda vela,
Como virrey frente al puerto.
Santa-Anna, a la patria fiel,
Tan audaz como animoso
Derrotó al jefe ambicioso
Ganando eterno laurel.
Fue una derrota ejemplar
Que no olvidará la Historia
Pues allí alcanzó la gloria
De hacerlo capitular.
En Méjico ¡Qué ansiedad
Por saber el resultado!
Estaba en completo estado
De agitación la ciudad.
Una noche, a ver un drama
Guerrero fue al Coliseo,
Un teatro tosco y feo
Que «Principal» se le llama.
Llegado el acto tercero,
Ve con asombro la gente
Que al palco del Presidente,
Entra, con traje de cuero,
Un hombre y le da un papel;
Guerrero al leerlo llora;
Y el público en esa hora,
Enternecido como él,
Presiente lo que le avisa
Al Presidente el pliego
Y queda mudo, en sosiego,
Entre lágrimas y risa.
Cuando acabó de leer
Guerrero, se levantó
De su asiento y así habló
Sin poderse contener:
«Si con frases no me explico,
El llanto lo hará por mí...
¡Me comunican aquí
La victoria de Tampico...!
Vencido está el jefe ibero,
Santa-Anna lo derrotó...»
Y un gran grito resonó:
«¡Vivan Santa-Anna y Guerrero!»
Guerrero con alegría,
Dijo enseñando leal
La faja de general
Que en la cintura tenía:
«Mando al brigadier Santa-Anna,
Esta faja, no os asombre,
Para que la porte en nombre
De la Nación Mejicana».
Volvió el público a gritar
Nuevos vivas y a aplaudir,
En unos era el reír,
En otros era el llorar
Y no hay mármoles ni bronces,
Ni existen tinta y color,
Que puedan pintar, señor,
El patriotismo de entonces.
Tu buena memoria pasma
A cualquiera, mi sargento,
Tu relato da contento,
Enardece y entusiasma.
Cuando el teatro dejaron
Todos con gran ansiedad,
¿Sabéis lo que en la ciudad
Con asombro contemplaron?
Adornadas con festones
Todas las casas vecinas,
Con faroles y cortinas
En cornisas y balcones;
Sobre las torres bermejas
De los vetustos conventos,
Gallardetes, ornamentos,
Guirnaldas y candilejas.
Las calles... ¡que animación!
Las gentes si se encontraban,
Entusiastas se abrazaban
Con lágrimas de emoción.
No se escuchaba un reproche,
Todo era franco y sincero,
Que estaba Méjico entero
De triunfo en aquella noche.
¡Y todos los mejicanos
Que un mismo placer sentían,
Entonces sí se querían
Como si fuesen hermanos...!
Me enternezco cuando pienso
En esto, porque señor,
No he visto un modo mejor
De dar a un bravo un ascenso,
Ni un modo más natural,
Más franco y más elocuente
De expresar públicamente
El contento nacional.
Glorias del pasado son,
¡Mas para un viejo soldado,
Esas glorias del pasado
Dan vida a su corazón...!
En fin, esto no es justo. Soy siempre muy sensible.
Cuando daño me causas y mi orgullo has herido
Quiero el mal devolverte. Pero eso no es posible.
Más que tú siempre sufro; siempre más he sufrido.

Los enojos de días soportar has sabido,
Silencios obstinados y hasta miradas duras.
Amable sé conmigo. Todas mis amarguras,
Oh amada de mi vida, siempre grandes han sido.

Mas soy loco, muy loco. No me prestes oído.
Verdades peligrosas te he dicho tontamente.
Ya mi oculta franqueza te revelé imprudente,
Y de ella, en contra mía, sabrás sacar partido.
Evelin G hoffman Nov 2013
Como fue que entre en esta burbuja?
De un sentimiento que me empuja
Casi al borde de la locura!
Por tratar de encontrar la cura.

Burbuja que no explota
Lo intento y me agota
Sentimiento de derrota
Lujuria que aun me brota .

Una burbuja me tiene atrapada
Quiero salir, estoy ofuscada!
Encerrada en este amor
Te lo juro tiemblo de pavor

Que mas yo puedo hacer
No puedo amarte sin temer  
Esta burbuja no quiere reventar
Este amor ami me va matar.

                           11/15/13 EveGaby
Aquí paz,
y después gloria.
Aquí,
a orillas de Francia,
en donde Cataluña no muere todavía
y prolonga en carteles de «Toros à Ceret»
y de «Flamenco's Show»
esa curiosa España de las ganaderías
de reses bravas y de juergas sórdidas,
reposa un español bajo una losa:
                                                                paz
y después gloria.
Dramático destino,
triste suerte
morir aquí
                      -paz
y después...-
                              perdido,
abandonado
y liberado a un tiempo
(ya sin tiempo)
de una patria sombría e inclemente.
Sí; después gloria.
Al final del verano,
por las proximidades
pasan trenes nocturnos, subrepticios,
rebosantes de humana mercancía:
manos de obra barata, ejército
vencido por el hambre
                                             
-paz...-,
otra vez desbandada de españoles
cruzando la frontera, derrotados
-...sin gloria.
Se paga con la muerte
o con la vida,
pero se paga siempre una derrota.
¿Qué precio es el peor?
                                                  Me lo pregunto
y no sé qué pensar
ante esta tumba,
ante esta paz
                            -«Casino
de Canet: spanish gipsy dancers»,
rumor de trenes, hojas...-,
ante la gloria ésta
-...de reseco laurel-
que yace aquí, abatida
bajo el ciprés erguido,
igual que una bandera al pie de un mástil.
Quisiera,
a veces,
que borrase el tiempo
los nombres y los hechos de esta historia
como borrará un día mis palabras
que la repiten siempre tercas, roncas.
En el hondo silencio de la noche serena
se dilata un lejano perfume de azucena,
y aquí, bajo los dedos de seda de la brisa,
mi corazón se ensancha como en una sonrisa...

Y yo sé que el silencio tiene un ritmo profundo
donde palpita un eco del corazón del mundo,
un corazón inmenso que late no sé dónde,
pero que oye el latido del mío, y me responde...

El corazón que sientes latir en derredor,
es un eco del tuyo, que palpita de amor.
El corazón del mundo no es ilusorio: Existe.
Pero, para escucharlo, es preciso estar triste;

triste de esa tristeza que no tiene motivo,
en esta lenta muerte del dolor de estar vivo.
La vida es un rosal cuando el alma se alegra,
pero, cuando está triste, da una cosecha negra.

El amor es un río de luz entre la sombra,
y santifica el labio pecador que lo nombra.
Sólo el amor nos salva de esta gran pesadumbre,
levantando el abismo para trocarlo en cumbre.

Sólo el amor nos salva del dolor de la vida,
como una flor que nace de una rama caída;
pues si la primavera da verdor a la rama,
el corazón se llena de aroma, cuando ama.

Amar es triste a veces, más triste todavía
que no amar. El amor no siempre es alegría.
Tal vez, por eso mismo, es eterno el amor:
porque, al dejarnos tristes, hace dulce el dolor.

Amar es la tristeza de aprender a morir.
Amar es renacer. No amar, es no vivir.
El amor es a veces lo mismo que una herida,
y esa herida nos duele para toda la vida.

Si cierras esa herida tu vida queda muerta.
Por eso, sonriendo, haz que siempre esté abierta;
y si un día ella sola se cierra de repente,
tú, con tus propias manos, ábrela nuevamente.

Desdichada alegría que nace del dolor.
De un dolor de la rama también nace la flor.
Pero de esa flor efímera, como todas, se mustia,
y la rama se queda contraída de angustia.

Cada hoja que cae deja el sitio a otra hoja,
y así el amor -resumen de toda paradoja-
renace en cada muerte con vida duradera;
porque decir amor, es decir primavera.

Primavera del alma, primavera florecida
que deja un misterioso perfume en nuestra vida.
Primavera del alma, de perpetuo esplendor,
que convierte en sonrisa la mueca del dolor.

Primavera de ensueño que nos traza un camino
en la intrinca selva donde acecha el destino.
Primavera que canta si el huracán la azota
y que da nuevo aliento tras de cada derrota.

Primavera magnánima, cuyo verdor feliz
rejuvenece el árbol seco hasta la raíz...
Amor es la ley divina de plenitud humana;
dolor que hoy nos agobia y añoramos mañana...

Eso es amor, y amando, también la vida es eso:
¡Dos almas que se duermen a la sombra de beso!
Llovizna abrillanta-asfaltos
de la dormida calleja.
                              Llovizna canta-en-la-reja,
                              llovizna arrulla-a-la-oreja,
                              -escala de los asaltos
                              (Julieta habita en los altos.)
                              de Romeo-: historia añeja.

Llovizna moja-que-moja
trovador de Alda o Mafalda,
nocharniego rima-balda
cuyo manteo sofalda
-para colmo a su congoja-
la ventisca, y lo sonroja:
trovero-desnuda-espalda...

                              Llovizna pica y repica
                              con su yeloso goteo
                              por el raído manteo
                              del aterido Romeo:
                              si el balcón cierra la rica
                              -fembra, asaz se simplifica
                              la acción de Tristán e Iseo...

Llovizna llueve-que-llueve,
llovizna cala-que-cala.

                              Presto apróntale la escala,
                              pronto el partido por gala
                              en dos alista: a que pruebe
                              tu licor cálido ****,
                              cuaderno-azul-bajo-el-ala,
es decir vate-que-bate,
rimador rima-que-rima,
harpa-al-hombro, laúd-mima,
vihuela-pellizca, o lima
-violín, o teclas-abate...
                              Campo-de-pluma, el combate,
                              ****, de amor, se aproxima:
                              Campo-de-plumas, apresta
                              **** (Iseo, Isolda, Alda,
                              Julieta, Dido o Mafalda):
trovador-lira-a-la-espalda
apercibe su ballesta
y el dardo certero asesta
que clavar ha en tu guirnalda.

                              **** (Mafalda, Alda, Dido,
                              Iseo, Julieta, Isota,
                              Ulalume, ya remota,
                              Xatlí, morena-de-oliva,
                              Eglé, blonda delusiva,
                              deswertherada Carlota,
                              Ofelia ofélida ignota,
                              fugadas en el olvido):

Llega el trovador transido
-rota flámula en derrota,
rota flámula hecha criba,
gonfalón deshecho hecho
girón: pero avante el pecho
trae el trovador maltrecho
pujante: y en su lasciva
boca, el ascua-siempre-viva
que hoguera será en el lecho.
Sebastian Daneri Jul 2017
Tengo un vacío enorme en el pecho,
hambriento como buzón de sugerencias.
Y no quiero hacer nada.
Echarse a morir es terapéutico.
Buitres en la azotea, niños hurgando en basureros.
La última vez que hablé con alguien
ninguno de los dos estaba prestando atención.
A veces no quiero ser nada.
Para ti, vocecita de lector (que suena como tú
y habla como yo), son estas letras vagas
llenas de la sabiduría que otorga el sufrir
y el amar profundamente:
si te digo que la vida pesa lo mismo que pesa
un elefante de Dalí,
¿creerías en mí?
Sería la poesía un asunto académico
si vivir no fuera de dominio público.
Pero yo no quiero hacer nada.
Como disculpándose me abraza
la primera derrota del día
y al salir se le olvida
cerrar la puerta.
Hasta luego, poeta.
Hoy no quiero ser nada.
SonLy Apr 2018
Fueron más de tres horas durante las cuales me perdí
No pude diferenciar lo real de lo que en sueños percibí
A veces te veía a ti de nuevo, con esa sonrisa
La cual apenas recuerdo pero que me daba tanta alegría
Otras veces abría los ojos y veía allí, en lo alto
Una lámpara apagada en medio de un fondo blanco
Los colores de esta habitación son cambiantes durante el día
Se decoran gracias a las sombras por la escasa luz que se filtra
Esta ventana, con su persiana semicerrada, es mi escape
Noches de tormenta, lluvia y relámpagos, vaya paisaje
Cuán insignificantes son estos problemas ante el mundo
Somos protagonistas de misterios tan complejos como el futuro

Al estar despierto ahora, me cuesta creer que pude perdonarte
Incluso me sentía muy feliz de volver a encontrarte
Sin embargo esta vez tus ojos ni una expresión mía verían
Ahora eres un extraña que conozco más que tu familia
Las cosas han cambiado desde ese último Adiós
Día en el que tu ausencia se llevo toda la atención
En ese momento terminé de conocer todas tus facetas
Me había vuelto un símbolo de culpa aunque no lo dijeras
¿Pero por qué hablo de todo esto si comencé por lo opuesto?
Justamente, ahora que te pienso, esto es lo que recuerdo
No puedo imaginar, ni encontrar en mi cabeza el motivo
De ese perdón que no siento, el que te trae otra vez conmigo

Sé que durante todo ese confuso tiempo lo entendí
Nos veía sentados en el pórtico de tu casa el primero de abril
Éramos distintos, tú te esforzabas en todo momento por redimirte
Yo, en mi frialdad, porque mis palabras no llegaran a herirte
Hubo felicidad, sé que algo así alguna vez existió
Pero mi consciente tus recuerdos borró
Ahora son sólo fantasías de dos jóvenes que creo haber leído
O tal vez en alguno de mis viajes pude haber escrito
No hay detalles, no hay voces tuyas, no hay paisajes en los que creo
Que con un abrazo no habían límites en aquél eterno invierno
Ya no veo el brillo de tus ojos, ni siento la calidez de tu corazón
Terminaron como imágenes que se han perdido en mi interior

Trato de recordar apenas despierto, pero es eso
Creo que es parte de una alucinación en sueños
Me tiene bloqueado si quiero dibujar en mis pensamientos
Todo lo sucedido, mientras más lo intento más me alejo
Volverá a suceder y lo único que quedará después
Será la confusión y posterior reflexión de no cometer
Los errores que me llevaron a arriesgar las amistades
Que puse en juego por defender las falsas bondades
De alguien que no valía la pena tanto sacrificio
Tanto tiempo entregado y parte de la vida de uno mismo
Somos seres destinados a crecer, aún más después de perder
Para superarnos, evolucionar y entonces volver a creer

Es gracioso como a veces me hace feliz y otras me asusta
Que la pérdida de estos recuerdos no me parezca absurda
Es un gran lapso en blanco que revive en sucesos registrados
En las historias de alguien que vendió su memoria por unos tragos
De alguien que creyó en las mentiras del amor y la belleza
Consumiéndose en la miseria de un corazón roto y en pena
Ahora sus palabras se perdieron en los objetos de un desconocido
Un coleccionista de sueños y tragedias plasmados en libros
Es asombroso como me inspiran situaciones de las cuales
Estoy más que convencido de que no fueron reales
Te sorprendería leer que todo ese tiempo que compartimos
Se ha ido de mis sentidos, así como si no lo hubiera vivido
Ese tiempo ahora es un gran misterio cuyas pistas encuentro
Algunas noches, y cuando estoy a punto de resolverlo
Es ahí cuando mi voluntad de continuar en la vida
Derrota cualquier otro sentimiento y me despierta a un nuevo día
Caídos sí, no muertos, ya postrados titanes,
están los hombres de resuelto pecho
sobre las más gloriosas sepulturas:
las eras de las hierbas y los panes,
el frondoso barbecho,
las trincheras oscuras.

Siempre serán famosas
estas sangres cubiertas de abriles y de mayos,
que hacen vibrar las dilatadas fosas
con su vigor que se decide en rayos.

Han muerto como mueren los leones:
peleando y rugiendo,
espumosa la boca de canciones,
de ímpetu las cabezas y las venas de estruendo.

Héroes a borbotones,
no han conocido el rostro a la derrota,
y victoriosamente sonriendo
se han desplomado en la besana umbría,
sobre el cimiento errante de la bota
y el firmamento de la gallardía.

Una gota de pura valentía
vale más que un océano cobarde.

Bajo el gran resplandor de un mediodía
sin mañana y sin tarde,
unos caballos que parecen claros,
aunque son tenebrosos y funestos,
se llevan a estos hombres vestidos de disparos
a sus inacabables y entretejidos puestos.

No hay nada ***** en estas muertes claras.
Pasiones y tambores detengan los sollozos.
Mirad, madres y novias, sus transparentes caras:
la juventud verdea para siempre en sus bozos.
Recuérdalo tú y recuérdalo a otros,
Cuando asqueados de la bajeza humana,
Cuando iracundos de la dureza humana:
Este hombre solo, este acto solo, esta fe sola.
Recuérdalo tú y recuérdalo a otros.

En 1961 y en ciudad extraña,
Más de un cuarto de siglo
Después. Trivial la circunstancia,
Forzado tú a pública lectura,
Por ella con aquel hombre conversaste:
Un antiguo soldado
En la Brigada Lincoln.

Veinticinco años hace, este hombre,
Sin conocer tu tierra, para él lejana
Y extraña toda, escogió ir a ella
Y en ella, si la ocasión llegaba, decidió apostar su vida,
Juzgando que la causa allá puesta al tablero
Entonces, digna era
De luchar por la fe que su vida llenaba.
Que aquella causa aparezca perdida,
Nada importa;
Que tantos otros, pretendiendo fe en ella
Sólo atendieran a ellos mismos,
Importa menos.
Lo que importa y nos basta es la fe de uno.
Por eso otra vez hoy la causa te aparece
Como en aquellos días:
Noble y tan digna de luchar por ella.
Y su fe, la fe aquella, él la ha mantenido
A través de los años la derrota,

Cuando todo parece traicionarla.

Mas esa fe, te dices, es lo que sólo importa.

Gracias, Compañero, gracias

Por el ejemplo. Gracias porque me dices

Que el hombre es noble.

Nada importa que tan pocos lo sean:

Uno, uno tan sólo basta

Como testigo irrefutable

De toda la nobleza humana.
XVI
Compassadamente
as estruturas internas do edifício
começam a ruir
Ninguém se atreve a saltar da Torre
temem a morte eterna do espírito
e a dívida a ser paga eternamente
As labaredas do desespero já estavam acesas
consumindo dia a dia os alicerces que ainda estavam em construção
e os próprios pedreiros atiravam pedras à obra
Eis que o grande Arquiteto faz o prédio desabar
As lágrimas dos pedreiros escorrem
Já é tarde para arrependimentos

Um raio cósmico atravessa minha morada
Enquanto um buraco ***** engole meu alento
Sofro em silêncio... Como um guerreiro deve sofrer
Uma nova casa foi erguida
Um a um vejo meus irmãos retornarem para casa
Embora meu pai não aceite o meu retorno

Há uma multidão que escarnece minha amargura
Seus lábios se compadecem do meu exílio
Enquanto seus pensamentos louvam minha derrota

E eu... que tanto lutei...
Mas fora vaidade
Tudo fora vaidade
De nada valeu minhas batalhas
Eu permaneço no vale dos caídos
E meu pai se recusa a se dirigir a mim
Assassinei a minha honra
Descartei minha lealdade
Mas ei de edificar novamente minha própria morada
Para honrar a los héroes que murieron
En medio del fragor de la batalla,
Dadme la voz de las azules ondas
Que del indiano mar las costas bañan.

Dadme el rumor del viento que sacude
Los viejos ahuehuetes del Anáhuac,
Cuando de noche en el sagrado bosque
Surgen los manes de la edad pasada.
Desde el león espanto de la selva,
Hasta las cumbres en que duerme el águila,
Del cielo al mar y del hogar al nido,
En la alcoba lo mismo que en la rama,
La madre llora por el hijo tierno
Que la implacable muerte le arrebata.

Se enluta el nido cuando el ave muere,
Al arrancar la perla cruje el nácar
Y cruje cuando el hierro abre la veta,
El abrupto peñón en la montaña.

Desde el espacio azul al hondo abismo
Que la tiniebla pavorosa guarda,
Todo en amor palpita y todo sufre,
Todo ante el paso de la muerte calla.

Estas praderas que con rayos de oro
El sol de Agosto fecundante baña,
Donde el silvestre cardo erizas hojas
Con blancas flores adornando esmalta;

Estos campos que viste primavera
Con sus ricos tapices de esmeralda,
Fueron en tiempo de invasión injusta
Ensangrentados campos de batalla.

En ellos como altivos gladiadores
Que al ancho estadio con su arrojo pasman,
Lucharon desde el niño hasta el anciano
Con fe de Atenas y valor de Esparta.

¡Díganlo aquellos muros carcomidos
Que el ya desierto monasterio guardan
Y en cuyos tristes largos corredores
Las sombras cruzan de Rincón y Anaya!

¡Díganlo a todos con idioma augusto
Las negras bocas de arcos y ventanas,
Por las cuales sembrando luto y muerte
Entró la lluvia de extranjeras balas.

Nunca llaméis derrota al heroísmo,
La luz no sirve si los ojos faltan,
Y aquí sólo llegaron los extraños
Cuando faltó la pólvora en las armas.

Tendió la noche sus heladas sombras
Y sobre el ancho campo de batalla,
Fúnebres asomaron las estrellas
Brillando en el espacio como lágrimas.

Sabemos ya los nombres de los héroes,
Sus nobles hechos nuestra historia guarda
Y su grandioso ejemplo imitaremos
Si nuestro suelo el invasor profana.

No llanto femenil sobre sus tumbas
Los ojos melancólicos derraman,
Laurel y encina cubrirán las losas
Que tantos restos en silencio guardan.

Los que vivís aún desde aquel tiempo,
Alzad las frentes sin rubor ni mancha,
Cual los sabinos del sagrado bosque
Que al ciele elevan sus brillantes canas.

Llevadnos a jurar sobre las fosas
De los mártires mil de esta jornada,
Llevadnos a jurar con noble aliento,
Que la bandera hermosa y sacrosanta

Que el pueblo esclavo presintió en Dolores
Y el pueblo libre tremoló en Iguala;
Esa bandera con que pudo altivo
Proclamar la República Santa Anna,
Con la que en Veracruz venció a los galos
Y allá en Tampico derrotó a Barradas;

La bandera preciosa con que Juárez
Salvó la independencia mejicana,
La gloriosa bandera que da sombra
A tantas glorias de la edad pasada;

Llevadnos a jurar que será siempre
Grande, feliz, espléndida, sin mancha,
Lo mismo ante los pueblos de la Europa
Que ante la gran familia americana.

Siendo ese juramento en este instante
La oración a los muertos por la patria.
7
Sin armas. Ni las dulces
sonrisas, ni las llamas
rápidas de la ira.
Sin armas. Ni las aguas
de la bondad sin fondo,
ni la perfidia, corvo pico.
Nada. Sin armas. Sola.
Ceñida en tu silencio.
«Sí» y «no», «mañana» y «cuando»,
quiebran agudas puntas
de inútiles saetas
en tu silencio liso
sin derrota ni gloria.
¡Cuidado!, que te mata
-fría, invencible, eterna-
eso, lo que te guarda,
eso, lo que te salva,
el filo del silencio que tú aguzas.
Vengo de tu jardín de altos aromas,
con esta flor que embriaga como un vino.
Quizás por eso fue que en el camino
me siguió una bandada de palomas.
Y ahora, en mi huerto, en esta entristecida
paz del que nada odia y nada ama,
me tropiezan los pies con una rama
seca y rota, lo mismo que mi vida.
Y, como quien regresa del olvido
y se hermana al dolor de otra derrota,
pongo la flor sobre la rama rota
para hacerle creer que ha florecido.
taylor kathleen Dec 2016
lonesome eyes lock amidst the herbal steam in a zen cafe

twirling ruby noodles with cheesy jokes and promising smiles

lethargic lips draw near under a shower of new beginnings

a medley of possessions occupy the forgotten panels of a rustic home

her chiffon pearl gown glides across a narrow alley of blush rose pedals

his laborious hands cradle their infant: one salty bead crawls down his bristly cheek

unknown illness defeats her fragile heart: thirty-seven years young

enticing trigger releases in his despondent grip

forever eternally: the man and the woman


siempre eternamente: el hombre y la mujer

comunicados de gatillo sugerentes en su agarre abatido

enfermedad desconocida derrota a su frágil corazón: treinta y siete años de joven

sus manos laboriosas cuna su bebé: una perla salada se arrastra por sus mejilla hirsuta

su vestido de la gasa de la perla desliza a través de un estrecho callejón de rubor rosa pedales

un popurrí de las posesiones ocupan los paneles olvidados de una casa rústica

letárgicos labios se acercan bajo una lluvia de nuevos comienzos

haciendo girar los fideos rubí con sirve bromas y sonrisas prometedoras

ojos solitarios en medio del bloqueo de vapor de hierbas en un café zen
Patterson Nov 2019
Para mí el futuro es una página en blanco
y yo agarro el bolígrafo.
No es seguro donde vaya o qué vea
y no se quíen encuentre en mi viaje.
Pero caminaré y esperaré
-al bosque donde soñaré.

Tal vez cambiaré mucho
y no reconoceré la persona en el espejo.
Puede ser que ore por días y años
y al final reciba la lluvia.
Me imagino que muchas cosas podrán pasar:
buena suerte, congoja, victoria y derrota temporal
Pero el futuro es mío
y es mío para crear.
Excuse the utter simplicity of this poem...
I am studying languages at the moment, and although I'm a long way from fluent, I do nearly like this homework assignment. You see, everyone is asking me about what I plan to do with my life - and in truth, I really have no idea or any semblance of a plan.
So maybe this poem is my response.
En realidad lo que me duele es la derrota.

Los exiliados son inquilinos de la soledad. Pueden corregir su memoria, traicionar, descreer, conciliar, morir, triunfar. En este último caso, se miraron la cara como si fuese suya: estaba llena de traidores, descreídos, conciliadores, muertos, y también de compañeros que murieron con fe y arden bajo la noche y repiten sus nombres y no dejan dormir.

Nadie te deja dormir para que veas las distancias.

Crujís de huesos, vos.

Así sea.
Banderillero desganado.
Las guedejas del sueño cubren tu ojo derecho.
Te quedaste dormido con los brazos alzados,
y un derrote de Dios te ha atravesado el pecho.
Un piadoso pincel lavó con leves
algodones de luz tu carne herida,
y otra vez la apariencia de la vida
a florecer sobre tu piel se atreve.

No burlaste a la muerte. No pudiste.
El cuerno y el pincel, confabulados,
dejaron tu derrota confirmada.

Fue una aventura absurda, bella y triste,
que aún estremece a los aficionados:
¡qué cornada, Dios mío, qué cornada!
En el mercado verde,
bala
del profundo
océano,
proyectil
natatorio,
te vi,
muerto.

Todo a tu alrededor
eran lechugas,
espuma
de la tierra,
zanahorias,
racimos,
pero
de la verdad
marina,
de lo desconocido,
de la
insondable
sombra,
agua
profunda,
abismo,
sólo tú sobrevivías
alquitranado, barnizado,
testigo
de la profunda noche.

Sólo tú, bala oscura
del abismo,
certera,
destruida
sólo en un punto,
siempre
renaciendo,
anclando en la corriente
sus aladas aletas,
circulando
en la velocidad,
en el transcurso
de
la
sombra
marina
como enlutada flecha,
dardo del mar,
intrépida aceituna.

Muerto te vi,
difunto rey
de mi propio océano,
ímpetu
verde, abeto
submarino,
nuez
de los maremotos,
allí,
despojo muerto,
en el mercado
era
sin embargo
tu forma
lo único dirigido
entre
la confusa derrota
de la naturaleza:
entre la verdura frágil
estabas
solo como una nave,
armado
entre legumbres,
con ala y proa negras y aceitadas,
como si aún tú fueras
la embarcación del viento,
la única
y pura
máquina
marina:
intacta navegando
las aguas de la muerte.
Victor Marques May 2023
Nós somente vivemos sem nos aperceber,
Que temos vida depois de morrer.
A morte faz parte da caminhada,
A morte afinal não é nada...

Existe uma continuidade na nossa história,
Ficando no mundo a derrota,  a vitória.
Eu continuo eu,
Sem prejuízo do que é meu.
A morte nunca é nada comparada com o que tenho vivido,
Ressuscito com amor tudo que me amou com serenidade e sentido.
Nossa consciência permanente e inalterada,
Com a morte uma possibilidade à vida será dada.

Algo me faz acreditar que viverei eternamente,
Feito futuro, passado, presente.
A morte é apenas uma transformação,
Uma passagem para outra dimensão.
Nesta vida haja esperança, espiritualidade,
Misturada de amor pela humanidade.

Com  amor, verdade,  feito espírito da luz,
Me elevarei ao Céu  com Deus,  com Jesus.

Victor Marques
Deus, vida, alma ,morte
Después de tres combates iba en derrota. El día
Brillaba en «Macaregua», como una llamarada,
Y contra pedrejones, en la árida hondonada,
El Chicamocha en blancas espumas se rompía,

Guanentá con los guanes el peñascal subía,
Haciendo rodar piedras, la ira en la mirada;
Galiano y sus soldados siguieron la jornada
Por entre los barrancos de la agria serranía.

Ante los arcabuces su fila deshecha,
Subió el Cacique a un risco bañado en resplandores,
Y cuando ya en su aljaba faltó la última flecha.

Su airón de rojas plumas despedazó bravío,
El arco de macana lanzó a los invasores,
Y de un salto, sobre ellos, precipitose al río.
Alan Eshban May 2017
No llores por tristezas, llora por alegrías, ya tristezas hay muchas pero alegrías pocas, para que desperdiciar la valiocidad de tus lágrimas en cosas deprimentes, úsalas cuando realmente las necesites, donde las cosas te causen felicidad, porque las lágrimas, no deben llevarse con la derrota, mucho menos con la tristeza, solo con la victoria.
Marco Bo Jan 2019
the border of your defeat
the harbour of your shame
on this side of the wall
in the middle of the storm
free human being as I was born
I
refuse your food

your food
I do
refuse
..............................

il confine della tua sconfitta
l'approdo della tua vergogna
da questo lato del muro
nel mezzo della tempesta,
essere umano libero come sono nato

io
rifiuto il tuo cibo

il tuo cibo
io rifiuto
.......................

la frontera de tu derrota
el muelle de tu vergüenza
desde este lado de la pared
en medio de la tormenta
ser humano libre como nací

yo
rechazo tu comida

tu comida
yo rechazo

-------------------------

la frontière de votre défaite
le quai de votre honte
de ce côté du mur
en pleine tempête,
être humain libre comme je suis né

Je
refus
ta nourriture

ta nourriture
Je refuse
Te vas tan sola como siempre
te echaremos de menos
yo y los abrazos de la tarde
yo y mi alma y mi cuerpo

tu larga sombra se resiste
a abandonarnos / pero
has decidido que se fuera
contigo a todo riesgo

de todos modos no querría
que enterraras tu sueño
aquel en que tu amor de nadie
era como un estreno

te vas de nuevo no sé a dónde
y tu adiós es un eco
que se prolonga y nos alude
como un último gesto

nunca guardaste la ternura
como pan para luego
estoy seguro de encontrarla
liviana entre tus pechos

te vas con paso de derrota
pero no me lo creo
siempre has vencido en tu querella
contra el odio y el miedo

quién sabe allá lo que te aguarda
ese allá tan desierto
que se quedó sin golondrinas
todo erial/ todo invierno

mas si una tarde te extraviaras
entre el mar y el espejo
recuerda siempre que aquí estamos
yo y mi alma y mi cuerpo
¿oíste/corazón?/nos vamos
con la derrota a otra parte/
con este animal a otra parte/
los muertos a otra parte/

que no hagan ruido/callados como están/ni
se oiga el silencio de sus huesos/
sus huesos son animalitos de ojos azules/
se sientan mansos a la mesa/

rozan dolores sin querer/
no dicen una sola palabra de sus balazos/
tienen una estrella de oro y una luna en la boca/
aparecen en la boca de los que amaron/

pasan noticias de sus sueños/
arrastran sus lágrimas con un pañuelito detrás
como barriendo el padecer/
como no queriendo mojarlo/
para que el padecer estalle y arda y haga asiento donde sentarse a
pensar otra vez/

nos vamos/corazón/a otra parte/
hace mal que no podás sacar los pies de la tristeza/
aunque es tristeza que besa la mano que empuñó el fusil y
triunfó/
y tiene corazón y guarda en su corazón una mujer y un
hombre
pasando como tigres por el cielo del sur/

una mujer y un hombre como tires enjaulados en la memoria del sur/
besando hijitos que nunca más van a crecer/
compañeros que nunca más van a crecer y ahora cosen
la tierra al aire/cosen

tu corazón/corazón/sus animales/
una mujer y un hombre
caminando por el cielo del tigre
como tigre que canta/

vámonos con esta perra a otra parte/
no tenemos derecho a molestar/
nuestro solo derecho es empezar otra vez
bajo la luz del sol sereno/

los límites del cielo cambiaron/
ahora están llenos de cuerpos que se abrazan
y dan abrigo y consolación y tristeza
con una estrella de oro y una luna en la boca/

con un animal en la boca mirando el centellear
de los compañeritos que sembraron corazón
y levantan su corazón ardiente
como un pueblo de besos/

— The End —