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En la grana de un prado sanguíneo
o en un bosque de cabezas cercenadas,
la viuda reclama la carne
de un párvulo *******.

Allí donde entonan sus voces
un coro de lamentos disonantes.
Reniega de su apetito
la matriarca del barrio francés

Pues los gritos de Joliet
no inquietan su consciencia,
cosechan en cambio,
un jardín de culposos deleites

Placeres como solo admite,
la maquiavelia de una gioconda
que envuelta en lujosos atavíos
extiende sus garras al inocente
.
Ni hablar del perjurio voraz,
que oculta a la fantasía
la marea virgen del infortunio
y el propio siniestro.

La desesperación de una madre
que devora a sus hijos con el don de Saturno.

Para la que no hay erotismo
sino aquel que evoca
el rigor cadavérico.

Vapores que ascienden
desde el lecho en descomposición,
y alimentan su magia.

Celebran el cruento dolor del infante,
con la mirada de espanto
apenas visible en el carmesí
de sus finas pestañas

Porque es claro como la luna
y tan cierto como la muerte
que en la viuda no hay gozo,
sin el grito que desgarra la noche.

Sin la brea que desciende
sobre el horizonte,
y la angustia que acompaña
la pasión de la masacre.
... o mejor dicho, la viuda de Jacques Paris, Marie Laveau, la maga del Misisipi y su muñeca  Joliet, a quienes olvidara la historia por imitar a los titanes y consumir a sus hijos con el vigor de las masas famélicas
Iskra Silva Aug 2015
20.
A veces siento  cómo palpita mi corazón, siento todo
el dolor que martilla mi cabeza y que va carcomiendo mis deseos,
puedo olor la saturación de mi piel y escucho a mis
entrañas querer explotar, querer hacerse rojo tinta en la cama,
y en los oídos tengo un zumbido que me molesta todo el tiempo,
un zumbido que intenta arrancarme las orejas y ponerlas en un plato.

No puedo pensar con claridad, porque en mi cerebro
las ideas se extinguen y son sólo retazos de algún pensamiento vago,
¿cómo es que sigo de pie? Si no siento las piernas,
si parece que me las han cortado, igual que a mis brazos;
tampoco sé cómo escribo, ¿estoy escribiendo ahora mismo o tan sólo es la sobra inútil de una idea?

Estoy perdiendo los estribos, me estoy volviendo un
ser que no conozco, un ser que no puede centrar bien su cabeza
y que quiere marchitarse sin antes haber florecido.
Quiero paz, tan sólo quiero un momento de estática,
un momento en donde mi mente no grite con tanta locura
y donde la noche no se cole por todos mis poros y domine mis ideas.
Cuando siento que el raciocino me va a matar.
Natalia Rivera May 2015
Mi dulce niño:

Jamás le pediría a la luna que solo iluminara mi camino.
No puedo dominar el espíritu libre del mar.
Nunca le diría al viento que solo revuelque mi cabello.
Así que, vida mía, ¿Cómo podría pedirte que te quedaras queriendo irte?
Me has enseñado a que si me caigo, me tengo que levantar, a soltar las cosas que no podían quedarse, a pensar en mi misma, a volar. Me mostraste un mundo distinto del que vivía, solo con una mirada; volvías mis noches eternas entre versos sucios, sutiles, puros. Me pintabas tal  cual querías, era el canvas que siempre estaba en blanco y a tu disposición. Me has enseñado a vivir, a respirarte y lo que es amar a alguien sin medida.

Te has ido, y solo le pido a mis estrellas parlanchinas que jueguen a mi favor, y que en nuestros caminos, algún día, en algún rato, nos encontremos. Solo para saber que se siente estar viva, luego de estar muerta en vida. Jamás dejare de amarte, porque si miro la noche sé que en algún remoto lugar estarás mirando la misma noche.

Siempre seré tuya,
N
"Tu no eres sin mi... y yo solo soy contigo" Fito y los fitipaldis
Natalia Rivera May 2015
Duermo, para poder sentir tus manos acariciando mis mejillas. Para ver la delicada sonrisa que me da vida, y para ver el cielo estrellado en tus ojos.


No duermo, porque el dolor que siento al despertar y saber que te has ido me destruye.

No puedo respirar.
Me acostumbre a que tu eras el aire que respiraba.
Y ya no estas.

¿Cómo puedo decirle a mi cuerpo que no te podrá tocar más?
¿Cómo le digo a mi mente que ya no debo pensarte?
¿Cómo le digo a mi corazón que me amas igual, pero tu estas allí y yo acá?
Estoy muerta, vacía.
17th May 2015
Cuando no quiero
no comprendo
Cuando no entiendo
no espero
Cuando empiezo a entender
empiezo a querer

Solamente es temporal
solamente es una hoja
cayendo en el estado floral
rozando tus labios
y estoy celosa
porque yo quiero ser parte de esos labios
quiero tenerte cerca y hablarte
quiero estar cerca y besarte
quiero perdonar y entregar
cualquier sentimiento de vuelta
a su futuro dueño que convenga
y que no me maltrate, por favor
Natalia Rivera May 2015
Quieres un poco mas de vino?
-Se me antojan otras cosas por hacer. Seguido de una risita, y una sonrisa levante su copa y la invite a la sala de estar. Su traje ondeaba cuando caminaba, su pelo era caso perdido y yo intentaba llevarle el paso. Coloque una manta y dos cojines en el suelo y ella se acostó, y a su lado me senté. Ella me hablaba de su día, de sus superficiales compañeras del trabajo, de la economía y política; ella no parecía notar que su traje se le había subido más allá de su rodilla, no notaba que mi respiración se acortaba al imaginar…
Ella interrumpió mi mente antes de poder imaginar cualquier cosa, colocándose frente a mí, tambaleándose me miro fijo a los ojos y me dijo “Soy una mujer según muchos fácil de leer, me gusta la vida, el olor a sal, los libros, tomarme una que otra cerveza, ser casualmente coqueta. Tengo mis miedos, a ser olvidada, a no ser alguien, al fracaso, a la oscuridad. Fácil de leer, muchas personas son así. Pero no muchos saben que puedo sumergirme en aguas profundas, o que puedo ser tan indispensable como yo lo desee; puedo hacer que me necesites solo por una noche o por el resto de tu vida sin llegar al ****. Puedo ser una isla privada, o una playa nudista, todo depende de quién pase por mí. Soy más compleja que común, más viva que ordinaria.”
Perplejo y aturdido me quede sentado esperando, a que se marchara, a que continuara hablando, a que hiciera algo. Ella soltó una risa y se bebió lo que quedaba de la botella; la luz de la luna entraba por la ventana era el foco que le difuminaba el traje y le resaltaba sus ojos. Se acerco a mí y se bajo el traje dejando sus pechos respirar, y de manera dulce  y continuó “Lo que he querido decirte con todo esto, amor, es que quiero ser tuya, pero de todas mis maneras. Que cuando sea difícil me tomes y te importe poco cuanto haya costado el traje, que cuando este romántica me trates con delicadeza, pero, hoy solo quiero sentirte dentro de mí. Acariciando tus manos sobre mi pezón, suave, porque tenemos toda la noche.”

Dejo caer el vestido en el suelo y quedo su silueta desnuda frente a mí. Ella quería que la siguiera y no me resistí,  y allí estábamos, ella desnuda corriendo y yo entrando a un laberinto sin salida.  Cuando por fin la encontré, estaba empapada desde el pelo hasta el piso. Se veía jugosa y sin pedirle permiso la tome en mis brazos y fue como tomar un pedazo de cielo. Estaba radiante, como si estuviera esperando este momento desde que entro por mi puerta. La acosté, y le bese los pies con la sutileza hasta llegar a su punto, su cumbre, la sonrisa de su cuerpo. Estaba húmeda, podía sentirlo en la lengua y sabía que eso le gustaba; se retorcía en la cama, y su gemido se fusionaba con risas.  Hice que tuviera una lluvia de estrellas a las seis de la tarde, ella estaba enredada en mis sabanas y le di un beso. Deseaba que se quedara una vida, pero ¿a quién engañaba? Era viento, el viento jamás se queda. Al despertar mi cama estaba vacia y mi botella llena con una nota que decía:
Por si deseas otra noche te dejo la botella y mi número,
Por si deseas una vida, te regalo el viento.
Primer trabajo para alguien mas.
Natalia Rivera May 2015
El decía que mi único vicio era escribir.
Aún cuando tenía sus manos acariciando mis virtudes.
Aún cuando tenía su lengua dibujándome sonrisas.
Aún cuando su respiración era la brisa que me refrescaba.

El decía que mi único vició era escribir.
Escribir sobre su sonrisa.
Escribir mientras pintaba.
Escribir orgasmos.

El decía que mi único vició era escribir.
Sin importar que bebiera.
Sin importar las mujeres que me hacían soñar.
Sin importar cuanto gastara en páginas.

El decía que mi único vició era escribir.
Yo le decía: ¿y el mar?
¿Y el cielo?
¿Y la noche?

El decía que mi único vició era escribir.
Y le dije que sí, mi vicio era escribir.
Escribir todo lo que vivía con el; así que todo lo que escribía era para el.
Mi vicio era el, mi poesía.
Nicole May 2015
Tengo un corazón de piedra latente,
que se agrieta cada vez
que lo azotan contra el suelo.

Tengo un corazón de piedra latente,
que extrañamente sus pulsaciones crecen
cuando mis sentimientos por ti
trato de desvanecer.

Tengo un corazón de piedra latente,
que daría lo que fuera
para que su corriente sanguínea
no se desbalancee.

Tengo un corazón de piedra latente,
que a pesar de las caídas
se fuerza por mantener vivo
el cuerpo en el que habita.

Tengo un corazón de piedra latente,
que se polvoriza por querer estar
junto a ese corazón de acero,
pero conoce que no es pertinente.
Nicole Feb 2015
¿Y ahora qué hago?

Cada vez que pienso que te has ido decides reaparecer.
No soy la misma de antes y eso no lo puedes entender.

¿Quién sabe?
Sabrá Dios si esto se acabó para bien.

Te he echado de menos
y a diario te pienso.
Sería una tonta al negarlo,
solo a mí me estaría engañando.

Haces que mis entrañas padezcan
y mi mente se desalienta.

¿Por qué siempre tienes que hacerlo todo tan complicado?
Ahora dices que me quieres a tu lado.

Dicen que no sabes lo que tienes
hasta que lo pierdes,
pero tú siempre supiste lo que tenías,
solo pensaste que jamás lo perderías.

¿Qué quieres que haga con esta agonía?
No puedo mantenerme así para toda la vida.
4:08
karlotti Sep 2014
Femenina, pero sin excesos,
que fluya la luz de sus ojos
pero sin apagar los neones
de MONSANTO, luz biodegradable
pero agradable al tacto.
Libre y Natural, como un sombrero.
Mezcla sutil de lana y jacquard.
Silueta relajada a la altura del *****
como una virgen romana,
y un concierto de colores húmedos
según va cayendo la tarde
Muy casual a partir de los labios
y un lindo ABCdario  entre las piernas.
Transmisión sin pausa, dejando un eco
al volver a casa, sin caer en brazos
de una sonrisa armada hasta los dientes.
El color blanco es su aliado
y los pájaros pintados en el jardín
de sus sueños, en las manos, la imprescindible
lencería  de una imaginación sin prisas,
y la siempre impredecible pasión
en su fresquito pequeño, aroma a alba
con un poco de opio en los cristales.
Un look de muerte para terminar
con el ideal de hombre, todo sin dejar de ofrecer
la cara oculta de su luna, un poco descabellada
al caminar por el Mercado
dejando claro que su hogar no se marchita.
El éxito como una póliza de seguros
guardado a la altura de su láctea paradoja.
Y de vez en vez mostrar la plantación de flores
cultivadas por la maniquí secreta
que en ASIA o en los fiordos del alma, arde.
Sin dejar oír nunca un si te quiero
que no sea el fru fru de su trastienda,
seda y sede de coral *****, y una navajita
para degollar pecado como peces
sin dejar de ser sofisticada con los dedos
y una delicadez a prueba de balas.

Es lo que se va llevar en las Avenidas de este Otoño.
Y un cielo en rama para amar un poco.
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