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Mi cuate
        Mi socio
                 Mi
hermano
Aparcero
        Camarado
                 Compañero
Mi pata
        M´hijito
                 Paisano...
He aquí mis vecinos.
He aquí mis hermanos.
Las mismas caras latinoamericanas
de cualquier punto de America Latina:
Indoblanquinegros
Blanquinegrindios
Y negrindoblancos
Rubias bembonas
Indios barbudos
Y negros lacios
Todos se quejan:
-¡Ah, si en mi país
no hubiese tanta política...!
-¡Ah, si en mi país
no hubiera gente paleolítica...!
-¡Ah, si en mi país
no hubiese militarismo,
ni oligarquía
ni chauvinismo
ni burocracia
ni hipocresía
ni clerecía
ni antropofagia...
-¡Ah, si en mi país...
Alguien pregunta de dónde soy
(Yo no respondo lo siguiente):
Nací cerca del Cuzco
admiro a Puebla
me inspira el ron de las Antillas
canto con voz argentina
creo en Santa Rosa de Lima
y en los orishás de Bahía.
Yo no coloreé mi Continente
ni pinté verde a Brasil
amarillo Perú
roja Bolivia.
Yo no tracé líneas territoriales
separando al hermano del hermano.
Poso la frente sobre Río Grande
me afirmo pétreo sobre el Cabo de Hornos
hundo mi brazo izquierdo en el Pacífico
y sumerjo mi diestra en el Atlántico.
Por las costas de oriente y occidente
doscientas millas entro a cada Océano
sumerjo mano y mano
y así me aferro a nuestro Continente
en un abrazo Latinoamericano.
Iv
Cuando he llegado aquí se detiene mi mano.
Alguien pregunta: -Dime por qué, como las olas
en una misma costa, tus palabras
sin cesar van y vuelven a su cuerpo?
Ella es sólo la forma que tú amas?
Y respondo: mis manos no se sacian,
en ella, mis besos no descansan
por qué retiraría las palabras
que repiten la huella de su contacto amado,
que se cierran guardando
inútilmente como en la red el agua,
la superficie y la temperatura
de la ola más pura de la vida?
Y, amor, tu cuerpo no sólo es la rosa
que en la sombra o la luna se levanta,
o sorprendo o persigo.
No sólo es movimiento o quemadura,
acto de sangre o pétalo del fuego,
sino que para mí tú me has traído
mi territorio, el barro de mi infancia,
las olas de la avena,
la piel redonda de la fruta oscura
que arranqué de la selva,
aroma de maderas y manzanas,
color de agua escondida donde caen
frutos secretos y profundas hojas.
Oh amor, tu cuerpo sube
como una línea pura de vasija
desde la tierra que me reconoce
y cuando te encontraron mis sentidos
tú palpitaste como si cayeran
dentro de ti la lluvia y las semillas!
Ay que me digan cómo
pudiera yo abolirte
y dejar que mis manos sin tu forma
arrancaran el fuego a mis palabras!
Suave mía, reposa
tu cuerpo en estas líneas que te deben
más de lo que me das en tu contacto,
vive en estas palabras y repite
en ellas la dulzura y el incendio,
estremécete en medio de sus sílabas,
duerme en mi nombre como te has dormido
sobre mi corazón, y así mañana
el hueco de tu forma
guardarán mis palabras
y el que las oiga un día recibirá una ráfaga
de trigo y amapolas:
estará todavía respirando
el cuerpo del amor sobre la tierra!
¿Qué es viento?
Arrastra el silencio.

¿Qué es viento?
Me pregunto
Y me respondo:
Es gas sonoro
Lleno de paz,
Es la tormenta
que me a traído
hasta acá.

El viento
Me ah tocado,
Tiene voz
Y canta.

Me arrulla como
La vida misma
Y lleva mensajes
Que recorren bosques
Y mares .

¿Que es viento?
Es el sonido del silencio,
Es el silbido de un insecto.

Viento que lleva el frio
O arrastra el calor,
Es viento que alimenta
Las llamas
y las encierra en amor.
Wrote in Guatemala.
Rosalie Walker Sep 2013
Sou medrosa
Sempre tive um vasto medo de te perder
Com minha simples prosa relembro bons momentos que passei com você

Das noites em que passávamos acordados vendo filmes e tomando sorvete,
Manhãs em que acordavamos cedo para ver desenhos animados,
Quando ia para sua cama no meio da noite pois estava com medo
Até quando me dava ovadas no meu aniversário,
Me diverti contigo.

Na medida em que crescemos,
Mudamos o nosso jeito de ser,
Tomamos rumos diferentes,
Você começou a me deixar em último plano,
Mas o pior de tudo,
Se afastou,
Afastou-se de um jeito inexplicável,
De um jeito doloroso

Pessoas me perguntam até hoje
"Onde está seu irmão? Vocês costumavam ir a todo lugar juntos..."
E eu, olho para os meus pés e relembro como éras
"Está em casa" respondo, quando naverdade, não sei onde está
Digo isso para não revelar o fato de que não me quer mais em seu mundo,
Para não mostrar aos outros que você não me aceita mais.

Estúpidas mudanças!
Por causa delas, você se tornou assim comigo:
Amargo, como o gosto da tristeza em minha boca,
Um desconhecido
E o pior de tudo,
Se tornou a pessoa que prometeras nunca se tornar,
E o meu pior pesadelo acabou acontecendo na vida real:
Te perdi.
Tristes calles derechas, agrisadas e iguales,
por donde asoma, a veces, un pedazo de cielo,
sus fachadas oscuras y el asfalto del suelo
me apagaron los tibios sueños primaverales.

Cuánto vagué por ellas, distraída, empapada
en el vaho grisáceo, lento, que las decora.
De su monotonía mi alma padece ahora.
-¡Alfonsina! -No llames. Ya no respondo a nada.

Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero
viendo en días de otoño tu cielo prisionero
no me será sorpresa la lápida pesada.

Que entre tus calles rectas, untadas de su río
apagado, brumoso, desolante y sombrío,
cuando vagué por ellas, ya estaba yo enterrada.
Me habéis preguntado qué hila el crustáceo entre sus patas de oro
y os respondo: El mar lo sabe.
Me decís qué espera la ascidia en su campana transparente? Qué espera?
Yo os digo, espera como vosotros el tiempo.
Me preguntáis a quién alcanza el abrazo del alga Macrocustis?
Indagadlo, indagadlo a cierta hora, en cierto mar que conozco.
Sin duda me preguntaréis por el marfil maldito del narwhal, para que yo os conteste
de qué modo el unicornio marino agoniza arponeado.
Me preguntáis tal vez por las plumas alcionarias que tiemblan
en los puros orígenes de la marea austral?
Y sobre la construcción cristalina del pólipo habéis barajado, sin duda,
una pregunta más, desgranándola ahora?
Queréis saber la eléctrica materia de las púas del fondo?
La armada estalactita que camina quebrándose?
El anzuelo del pez pescador, la música extendida
en la profundidad como un hilo en el agua?

Yo os quiero decir que esto lo sabe el mar, que la vida en sus arcas
es ancha como la arena, innumerable y pura
y entre las uvas sanguinarias el tiempo ha pulido
la dureza de un pétalo, la luz de la medusa
y ha desgranado el ramo de sus hebras corales
desde una cornucopia de nácar infinito.

Yo no soy sino la red vacía que adelanta
ojos humanos, muertos en aquellas tinieblas,
dedos acostumbrados al triángulo, medidas
de un tímido hemisferio de naranja.

Anduve como vosotros escarbando
la estrella interminable,
y en mi red, en la noche, me desperté desnudo,
única presa, pez encerrado en el viento.
Sofia Reis Nov 2014
Vou vagueando de rua em rua
Observando rostos desconhecidos
E vazios

Tenho a certeza que nunca andei por estas vielas
Mas algo nelas é tão familiar,
Tão meu

Sento-me num banco escondido
Pouco iluminado
E penso em ti

Tu que me persegues para onde quer que vá.
Fujo, corro para longe e por mais longe que esteja
Perguntam-me: Em que estás a pensar?

E eu como sempre respondo:
Em nada.

Porque tu és para mim
O Nada do Mundo
I'm a portuguese girl so sometimes I write in portuguese otheres in english
Sol espledente de primavera,
a cuyo beso, fresca y lozana,
la flor se yergue, la mariposa
viola el capullo, la yema estalla;
sol espledente de primavera:
¡yo te aborrezco! porque desgarras
las brumas leves, que me circundan
como rizado crespón de plata.
  A mí me gustan las tardes grises,
las melancolías, las heladas,
en que las rosas tiemblan de frío,
en que los cierzos gimiendo pasan,
en que las aves, entre las hojas,
el pico esconden bajo del ala.
  A mí me gustan esas penumbras
indefinibles de la enramada,
a cuyo amparo corren las fuentes,
surgen los gnomos, las hojas charlan...
  Sol espledente de primavera,
cede tu gloria, declina, pasa:
deja las brumas que me rodean
como rizado crespón de plata.
  Bellas mujeres de ardientes ojos,
de vivos labios, de tez rosada,
¡os aborrezco! Vuestros encantos
ni me seducen ni me arrebatan.
  A mí me gustan las niñas tristes,
a mí me gustan las niñas pálidas,
las de apacibles ojos obscuros
donde perenne misterio irradia;
las de miradas que me acarician
bajo el alero de las pestañas...
  Más que las rosas, amo los lirios
y las gardenias inmaculadas;
más que claveles de sangre y fuego,
la sensitiva mi vista encanta...
  Bellas mujeres de ardientes ojos,
de vivos labios, de tez rosada:
pasad en ronda vertiginosa;
vuestros encantos no me arrebatan...
  Himnos vibrantes de las victorias,
notas triunfales, bélicas marchas,
¡os aborrezco! porque, al oíros,
trémulas huyen mis musas blancas.
  A mí me gustan las notas leves...
las notas leves... las notas lánguidas,
las que parecen suspiros hondos...
suspiros hondos de almas que pasan...
  Chopin: delirio por tus nocturnos;
Beethoven: sueño con tus sonatas:
Weber: adoro tu Pensamiento
Schubert: me arroba tu Serenata.
  ¡Oh! Cuántas veces, bajo el imperio
de vuestra música apasionada,
Ella me dice: ¿Me quieres mucho?
y yo respondo: ¡Con toda el alma!
  Himnos vibrantes de las victorias,
notas triunfales, bélicas marchas:
¡chit! porque huyen al escucharos,
trémulas todas, mis musas blancas...
  Sol espledente de primavera,
lindas mujeres de faz rosada,
himnos triunfales...; ¡dejadme a solas
con mis ensueños y mis nostalgias!
  Pálidas brumas que me rodean
como rizado crespón de plata,
vagas penumbras, niñas enfermas
de ojos obscuros y tez de nácar,
notas dolientes: ¡venid, que os amo!
¡Venid, que os amo! ¡Tended las alas!
He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano,
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.
Madres desventuradas, pobres madres en duelo,
Vuestros gritos de angustia los oye siempre el cielo.
Dios, que guía en los aires al pájaro perdido,
A una misma paloma conduce a un mismo nido.
Madres desventuradas, ¡oh madres sin fortuna,
Siempre se comunican el sepulcro y la cuna!...
¡Cuántos secretos guarda la Eternidad sombría!

La madre cuya historia voy a narrar vivía
En Blois, su hogar quedaba contiguo a nuestra casa;
Lo que Dios da o permite lo tenía sin tasa;
Se casó con el hombre a quien amó rendida,
Y un hijo tuvo: el goce más grande de su vida.

La cuna parecía, bajo un blanco cendal,
Nido de encaje y seda, junto al lecho nupcial.
De noche, a ¡cuántos dulces ensueños se entreabría
Su corazón de madre, y cuál resplandecía
Su mirada en la sombra, cuando ahogando el aliento,
Sin sueño, y en la cuna clavado el pensamiento,
Incorporada oía, con maternal cariño,
La serena y tranquila respiración del niño!

Feliz, al verse madre, cantaba a toda hora;
Su vida, por lo alegre, semejaba una aurora.

Sentado en sus rodillas bajo el materno arrullo,
«¡Ángel mío!», decíale, loca de amor y orgullo;

Mil nombres inventaba para llamarlo, cuanto

Se inventa para un hijo: «¡Tesoro, luz, encanto!»

Lo alzaba, lo ponía sobre el seno. Después
Le devoraba a besos los sonrosados pies,
Tanta dicha en la tierra sueño le parecía...
Con sonrisa de ángel el niño sonreía.

Frágil trémulo, como cervatillo a que espanta
El ruido de una hoja que la brisa levanta,
Crecía, Para el niño crecer es vacilar.
Dio los primeros pasos. Después empezó a hablar,
Tres años tuvo, gárrula edad en que locuela,
La palabra, como ave, las alas bate y vuela.


«Hijo mío», decía con inefable goce;

«¡Cuán grande está, miradlo! Ya las letras conoce;
Pide vestidos de hombre. Ya no quiere el muy pillo
Ni dulces, ni juguetes, ni ropas de chiquillo.
Son el diablo estos niños de ahora. ¡Cómo aprenden!
¡Si todo lo adivinan, si todo ya lo entienden!
El mío irá muy lejos. Será hermoso su sino,
¡Y al correr de los años sabrá abrirse
camino!»
Y al mirarlo con ojos de orgullo y de pasión
Latir sentía en su hijo su propio corazón.

Un día -¡de esas fechas fúnebres quién no tiene!-
El crup, horrible buitre de las sombras, que viene
Siempre a traición, el vuelo para sobre ese techo
Que cubría tres seres felices; en acecho
Espera al niño; rápido cae sobre él; lo agarra,
Y en la garganta frágil hinca la artera garra.

Si acaso no habéis visto la horrorosa agonía
De esos pobres pequeños, de la tierra alegría,
No sabéis de amarguras, ni del dolor que mata.
Luchan y se retuercen bajo el nudo que ata
Sus gargantas; la sombra les invade los ojos
Que sin vida se mueven entre círculos rojos;
El aliento les falta... Se siente angustia y frío...
¿Por qué los niños sufren y uno vive, Dios mío?
Y surge de sus labios tan extraño extertor,
Tan triste y misterioso, que el alma con pavor
Parece oír en esos angustiosos quejidos
Del cuervo del sepulcro los fúnebres graznidos.

Silenciosa, furtiva, la Muerte entra a la alcoba,
Y de ese hogar la dicha como ladrón se roba.

Un padre y una madre de hinojos ante el lecho;
Lágrimas y sollozos que desgarran el pecho,
E impasible ante tanto dolor el infinito...
¡Oh, la palabra expira donde comienza el grito!

Con el alma transida por el dolor, la madre,
En tanto que a su lado lloraba el pobre padre,
Tres meses duró inmóvil, con aspecto sombrío,
Y los ojos clavados en el lecho vacío.

Triste, febril, sin fuerzas, a nadie respondía;
Y a veces en voz baja repetir se le oía
-Los labios temblorosos y el pensamiento fijo-
Como hablando con alguien: «¡Devuélveme a mi hijo!»


El médico, entretanto, viendo dolor tan hondo,
Tanta amargura, al padre decía: «No respondo

De su salud si sigue tan triste y silenciosa;
Es fuerza distraerla, que piense en otra cosa,
Que salga de su encierro».

Pasó el tiempo. Y un día
Volvió a sentirse madre.
Junto a la cuna fría

De aquel ángel efímero recordando el acento,
Sola, muda, dejaba vagar el pensamiento.

Y el día en que de pronto sintió la sacudida
De un ser en sus entrañas, nuncio de amor y vida,
Palideció. «¿Quién llama?
¿Quién viene de otro Mundo?»

Dijo con hondo acento de un gran dolor profundo;
Y en lágrimas de fuego bañadas las mejillas,
Y ante la cuna sola postrada de rodillas:
«¡No... no quiero! clamaba, «porque tendrías celos»

«Tú, mi ángel dormido, que todos los anhelos
Te llevaste y los sueños de mis felices días»;

«Ya otro ocupa mi puesto», sollozando dirías;

«Mi madre lo ama, ríe... lo besa, y yo entretanto
Sin el calor de un beso duermo en el Camposanto,
Olvidado de todos, tiritando de frío...»

«No, nunca!...»

Así lloraba ese dolor sombrío.
Y por la vez segunda se vio madre. Dichoso
Dijo el padre: Es un niño. «¡Cuan rollizo y hermoso!»

Pero ella continuaba llorosa y abatida,
Y en el recuerdo antiguo de su amor abstraída.
Y al acercarle el niño, pensando en el ausente,
En el que fué en su cielo ráfaga refulgente,
Como en delirio trata de incorporarse, y mustia,
«¡Ese ángel está solo!», dice con honda angustia.

Mas de pronto, ¡oh milagro!, con aquel conocido
Acento que no olvida, oye al recién nacido
Que cerca de su seno, y en la sombra callada,
Murmura: «¡Soy el mismo, pero no digas nada!»
Dryden Apr 2018
Sinto-me cansado, talvez nem neja cansaço,
É que todos os dias eu escrevo
Nem que seja o mais pequeno pedaço,
Na esperança de elaborar a melhor rima
Que exprima a dor dos meus fracassos.

Portanto eu insisto e deposito o que sinto,
Inconscientemente por instinto,
odeio-me porque minto
Engulo as minhas falhas como absinto.
Embriagado, caio deitado, ja vejo tudo desfocado,
Fecho os olhos, olho para dentro, fico assustado.

Cortava qualquer membro,
Se me prometessem sentir descansado,
Com uma visão mais clara
Do que se passa ao meu lado.

Todos os pensamentos de ontem ou do passado,
Repetem-se hoje como seria de esperado,
Estado mental em auto-piloto, caio desesperado.

Procuro na escrita algum alivio, algum silencio ,
Algo que á vida me faça sentir conectado.
Tento ir aos confins do meu subconsciente  
Desdobrar os efeitos dele no presente.

Sinto arrepios com a vibração do mundo
Enjoa-me a forma como escondemos a cara quando pecamos,
Como enterramos e oprimimos aquilo que condenamos
Como baseados em mentiras,
construímos verdades que agora acreditamos.

Sei que faço o mesmo, mas já o fiz mais,
talvez seja algo intrínseco a todos os animais,
escolhemos o caminho mais facil,
onde pensamos estar a fugir da dor
mas a resignação é um veneno
que nos torna incompatíveis e sem sabor.

Acumulamos mascaras, crucificamos o nosso bem estar
deixamo-nos mentalizar que temos de nos adaptar,
perdemos a essência, para uma sociedade de aparencias,
que temos consciência que nos esgotara a paciência.

As vezes o mais importante é ter um amigo,
outras vezes um simples antiquado papel.
O perfeito é encontrares uma alma,
E que possas fazer dela uma tela ,
Onde pintas a tua alma nua e deixas a tua chancela.

Alguém com quem promessas são feitas e recusadas,
Ou mal feitas e quebradas
No entanto insistimos em usa-las.

A eternidade delas é coisa de anjos
Não de mortais perdidos e inconstantes
Egoístas e ignorantes.
Somos apenas meras penas com destinos semelhantes.

Que envelhecem com as estaçoes
E que rejuvenescem com as ilusões.

A minha alma penso eu que já é velha
Com uma voz grave e rouca da exaustão
Transportada num corpo jovem fruto da reprodução.

Sinto que trouxe algo de novo ao meu ancião interior,
Que apesar das suas enumeras vidas sente constante pavor,
Trouxe-lhe frutos proibidos aos quais ele não estava habituado
Então ele sussurra aos meus ouvidos um grito angustiado
O que a estas horas estou a fazer acordado (?)

Então eu respondo-lhe,
Esta noite decidi voltar a pecar.
Que direito tenho eu de escrever e de me libertar ?

Tens razão, devia ficar quieto no meu canto,
Adormecer com a mente vazia de vez em quando.
No entanto gosto de te incomodar
E nos teus sonhos sem tu saberes participar,
Fiquei desiludido com a imagem que tens sobre mim
Quando me mostraste o espelho,
Julguei ter visto o meu fim.
Acho que tu me odeias, eu até gosto de ti ,
podias falar mais comigo, deixaria de te atacar,
Mas o teu silencio enerva-me, da-me vontade de te sufocar
Com a crueza do meu ser que tu tentas limitar.

Foi bom contigo hoje dialogar
Ou comigo monologar
Não passas de um grito que eu com versos consigo abafar.
Gil Mar 2018
um céu rosado ao fim da tarde
chuva e frio,
mas tu aqueces-me o coração
chove para adormecer
relaxo o corpo,
mas a mente não

perguntas-me: vamos?
eu percorro caminhos demasiado estreitos para ir acompanhado

e tu dizes: e se for atrás de ti?
és a minha voz da razão

em fila caminhamos de mãos dadas
afinal esta estrada solitária faz-se bem com companhia

-então? para onde vamos?
espreita-me por cima do ombro.
pelo canto do olho vejo-lhe o entusiasmo nas bochechas

olho para cima para pensar
vejo um bando de pássaros a voar por cima da estrada
para um horizonte distante e respondo: vamos por ali
Marco Bo Sep 2018
under this gray forgotten sky
I look to the ground and take flight

I reply to a distant call
of a deserved lonesome exodus

minimum quantum spaces
freedom in the first moments
voices and lights in the lips of a child
that takes life and peace from the breast of the world

under this gray forgotten sky
I look to the ground and take flight

I turn back I'm alone
but I do not fear this solo drum
and absorbed in my infinite intimacy
I migrate to the wild
sanctuary that will save my soul
-------------

sotto questo cielo grigio dimenticato
guardo a terra e prendo il volo

ad una chiamata remota rispondo
di un meritato esodo solitario

minimi spazi quantici
libertà dei primi momenti
voci e luci nelle labbra di un bambino
che prende vita e pace dal seno del mondo

sotto questo cielo grigio dimenticato
fisso la terra e prendo il volo

guardo indietro sono solo
ma non temo questo rullo di tamburo

  ed assorto nella mia infinita intimità
migro verso il selvatico
santuario che salverà la mia anima
----------------

bajo este olvidado cielo gris
miro el suelo e inicio el vuelo

respondo una llamada lejana
de un merecido éxodo solitario

mínimos espacios cuánticos
  libertad de los primeros momentos
voces y luces en los labios de un niño
eso agarra la vida y la paz del seno del mundo

bajo este olvidado cielo gris
miro la tierra e inicio el vuelo

me doy vuelta, estoy solo
pero no temo este rollo
  de tambor

   y absorto en mi infinita intimidad
migro a la naturaleza
santuario que mi alma salvará
...

sous ce ciel gris oublié
Je regarde le sol et commence le vol

Je réponds à un appel distant
d'un exode solitaire bien mérité

espaces quantiques minimaux
   la liberté des premiers instants
voix et lumières sur les lèvres d'un enfant
qui saisit la vie et la paix du sein du monde

sous ce ciel gris oublié
Je regarde la terre et je commence le vol

Je me retourne, je suis seul
mais je ne crains pas ce rouleau
   tambour

    et absorbé dans mon intimité infinie
Je migre vers la nature
sanctuaire que sauvera mon âme
¡Cuán fuera voy, Señor, de tu rebaño,
llevado del Antojo y gusto mío!
Llévame mi esperanza viento frío,
y a mí con ella disfrazado engaño.

Un año se me va tras otro año:
y yo más duro y pertinaz porfío
por mostrarme más verde mi Albedrío,
la torcida raíz de tanto daño.

Llámasme, gran Señor: nunca respondo.
Sin duda mi respuesta sólo aguardas,
pues tanto mi remedio solicitas.

Mas, ¡ay!, que sólo temo en Mar tan hondo,
que lo que en castigarme ahora aguardas,
doblando los castigos lo desquitas.
Andrea González Sep 2015
Así como todo, mi tiempo pasó.

Mis dedos fácilmente son podrido alimento
Mis dientes caen, como principiantes modelos
Mis ojos desenfocan y cuando el reloj se detiene
no distingo entre realidad y el mundo paralelo.

El tiempo se pierde, se corta, sin costra de leve mejora
se deshacen ya entre mis inexistentes dedos
mi corazón ya no más nuevo y las poses que nunca fui,
nunca tengo.

El tiempo es vértigo tomada de la mano del cambio
Cambio tóxico al que lentamente me entrego

Respondo ahora a este último llamado de tiempo y cambio
que me hacen sentir como arena entre dedos ajenos.

— The End —