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Victor D López Feb 2019
Naciste siete años antes del comienzo de la guerra civil española,
Y viviste en una casita de dos pisos en la Calle de Abajo de Fontan,
Frente al mar que les regalo su riqueza y belleza,
Y les robo a tu hermano mayor, y el más noble, Juan, a los 19 años.

De chiquita eras muy llorona. Los vecinos te hacían rabiar con solo decirte,
“Chora, Litiña, chora” lo cual producía un largo llanto al instante.
A los siete u ocho años quedaste ciega por una infección en los ojos. Te salvó la vista
El medico del pueblo, pero no antes de pasar más de un año sin poder ir a la escuela.

Nunca recuperaste ese tiempo perdido. Tu impaciencia y la vergüenza de sentirte atrasada, Impidieron tus estudios. Tu profundo amor propio y la vergüenza de no saber lo que sabían tus
Amigas de tu edad, tu inquietud y tu inhabilidad de aguantar la lengua cuando te corregían,
Crearon una perfecta tormenta que desvió tu diminutiva nave hacia las rocas.

Cuando aún una niña, viste a Franco con su escolta salir de su yate en Fontan.
Con la inocencia de una niña que nunca supo aguantar la lengua, preguntaste a
Una vecina que también estaba presente “Quien es ese señor?”
“El Generalísimo Francisco Franco” te contestó en voz baja. Dile “Viva Franco” cuando pase.

Con la inocencia de una niña y con la arrogancia de una viejita incorregible gritaste señalándolo
“Ese es el Generalísimo?” Y con una carcajada seguiste en voz alta “Parece Pulgarcito!”
Un miembro de su escolta se acercó alzando su ametralladora con la aparente Intención de Golpearte con la culata. “Dejadla!” Exclamo Franco. “Es una niña—la culpa no es suya.”

Contaste ese cuento muchas veces en mi presencia, siempre con una sonrisa o riéndote.
Creo que nunca apreciaste el importe de esa “hazaña” de desprecio a la autoridad. Pudiera ser En parte por ese hecho de tu niñez que vinieron eventualmente por tu padre  
Que lo Llevaron preso. Que lo torturaron por muchos meses y condenaron a muerte?

El escapó su condena como ya he contado antes—con la ayuda de un oficial fascista.
Tan fuerte era su reputación y el poder de sus ideas hasta con sus muchos amigos contrarios.
Tal tu inocencia, o tu ceguera psíquica, en no comprender nunca una potencial causa de su Destrucción. A Dios gracias que nunca pudiste apreciar la posible consecuencia de tus palabras.

Tu padre, quien quisiste toda la vida entrañablemente con una pasión de la cual fue muy Merecedor, murió poco después del término de la guerra civil. Una madre con diez
Bocas para alimentar necesitaba ayuda. Tú fuiste una de las que más acudió a ese
Pedido silencioso. A los 11 años dejaste la escuela por última vez y comenzaste a trabajar.

Los niños no podían trabajar en la España de Franco. No obstante, un primo tomó piedad
De la situación y te permitió trabajar en su fábrica de embutidos de pescado en Sada.
Ganabas igual que todas tus compañeras mayores. Y trabajabas mejor que la mayoría de ellas,
Con la rapidez y destreza que te sirvieron bien toda tu vida en todos tus trabajos.

En tu tiempo libre, llevabas agua de la fuente comunal a vecinos por unos céntimos.
De chiquita también llevabas una sella en la cabeza para casa y dos baldes en las manos antes y Después de tu trabajo en la fábrica de Cheche para el agua de muchos pescadores en el puerto
Antes del amanecer esperando la partida a alta mar con tu agua fresca en sus recipientes.

Todo ese dinero era entregado tu madre con el orgullo de una niña que proveía
Más que el sueldo de una mujer grande—solo a cambio de tu niñez y de la escuela.
También lavabas ropa para algunos vecinos. Y siempre gratuitamente los pañales cuando había
Niños recién nacidos solo por el placer de verlos y poder estar con ellos.

Cuando eras un poco más grande, ya de edad de ir al baile y al cine, seguías la misma rutina,
Pero también lavabas y planchabas la ropa de los marineros jóvenes que querían ir muy limpios
Y bien planchados al baile los domingos. Ese era el único dinero que era solo tuyo—para
Pagar la peluquería todas las semanas y el baile y cine. El resto siempre para tu madre.


A los dieciséis años quisiste emigrar a Argentina a la casa de una tía en Buenos Aires.
Tu madre te lo permitió, pero solo si llevabas también a tu hermana menor, Remedios, contigo.
Lo hiciste. En Buenos Aires no podías trabajar tampoco por ser menor. Mentiste en las Aplicaciones y pudiste conseguir trabajo en una clínica como ayudanta de enfermera.

Lavaste bacinillas, cambiaste camas, y limpiaste pisos con otros trabajos similares.
Todo por ganar suficiente dinero para poder reclamar a tu madre y hermanos menores,
Sito (José) y Paco (Francisco). Luego conseguiste un trabajo de mucama en un hotel
En Mar del Plata. Los dueños apreciaron tu pasión por cuidar a sus niños pequeños.

Te mantuvieron como niñera y mucama—sin doble sueldo. Entre tu (pobre) sueldo y
Propinas de mucama, en un tiempo pudiste guardar suficiente dinero para comprar
Los pasajes para tu madre y hermanos. También pudiste volver a Buenos Aires y
Conseguiste alquilar un doble cuarto en una antigua casa cerca del Consulado español.

De aquellas, aun menor de edad, ya trabajabas en el laboratorio Ponds—al cargo de una
Máquina de empacado de productos de belleza. Ganabas buen dinero, y vivieron en el
Centro de Buenos aires en esa casa hasta que te casaste con papa muchos años después.
Aun te perseguía la mala costumbre de decir lo que penabas y de no dar el brazo a torcer.

El sindicato de la Ponds trató de obligarte a registrarte como Peronista.
A gato escaldado hasta el agua fría le hace daño, y reusaste registrarte al partido.
Le dijiste al sindicato que no le habías escapado a un dictador para aliarte a otro.
Te amenazaron con perder el trabajo. Y con repatriarte a ti y a tu madre y hermanos.

Tu respuesta no la puedo escribir aquí. Te llevaron frente al gerente general demandando
Que te despidiera de inmediato. Contestaste que te demostraran razones para hacerlo.
El gerente—indudablemente a propio riesgo—contestó que no había mejor trabajadora
En la fábrica y que no tenía el sindicato razones para pedir que te despidiera.

Después de un noviazgo de varios años, se casaron tú y papa. Tenían el mundo en sus
Manos. Buen trabajo con buenos ahorros que les permitirían vivir muy bien en el futuro.
No podías tener hijos—los cuales siempre anhelaste tener. Tres años de tratamientos
Lograron que me dieras vida. Vivimos por años en un hermoso apartamento en la ciudad.

Tengo uso de razón y recuerdos gratos desde antes de los dos años. Recuerdo muy bien ese Apartamento. Pero las cosas cambiaron cuando decidieron emprender un negocio
Que no fue sostenible en el caos de la Argentina en los años 60. Recuerdo demasiado bien el Sacrificio tuyo y el de papa—es eso un tema para otro día, pero no para hoy.

Fuiste la persona más trabajadora que conocí en mi vida. No le temías a ningún trabajo
Honesto por fuerte que fuese y tu inquietud y espíritu competitivo siempre te hicieron
Una empleada estelar en todos tus trabajos, la mayoría de ellos sumamente esclavos.
Hasta en casa no sabias parar a no ser que tuvieras con quien charlar un rato largo.

Eras una gran cocinera gracias en parte al chef del hotel en cual trabajaste en Argentina
Que era también un compatriota español (vasco) y te enseno a cocinar muchos de sus
Platos españoles e italianos favoritos. Fuiste siempre muy mal comedora. Pero te
Encantaba cocinar para amigos, familia y—cuantos mas mejor—y para las fiestas.

Papá también era buen cocinero aunque con un repertorio mas limitado. Y yo aprendí
De los dos con mucho afán también a cocinar desde joven. Ni en la cocina ni en ninguna
Fase de mi vida me puedo comparar contigo ni con papa, pero también me encanta
Cocinar y en especial para compartir con seres queridos.

Te daba gran placer introducir a mis amigos a tus platos favoritos como la cazuela de mariscos,
Paella, caldo gallego, tus incomparables canelones, ñoquis, orejas, filloas, buñuelos, flan,
Y todo el resto de tu largo repertorio de música culinaria. Papa me iba a buscar al colegio
Cuando en la escuela secundaria (JHS #10) todos los días antes del trabajo.

Los dos trabajaban el segundo turno y no partían hasta después de las 2:00 p.m.
Muchos días traía el coche lleno de mis compañeros. Recuerdo igual que si fuera ayer
Las caras de mis amigos judíos, chinos, japoneses, italianos, ingleses e irlandeses
Cuando primero probaron el pulpo, caldo gallego, la tortilla, las orejas o el flan.

Mediante el bachiller, la universidad y los estudios de derecho fue igual. A veces parecía
Una reunión de Las Naciones Unidas, pero siempre con comida. Siempre trataste a mis
Amigos íntimos como si fueran hijos tuyos también. Y algunos aun hoy día te quieren
Como una segunda madre y sienten tu ausencia aunque no te vieran por muchos años.

Tuviste una pasión por ser madre (una gran pena que solo tuvieras un hijo).
Que te hizo ser demasiado protectora de tu hijo.  Me vestías con ropa exclusiva de
Les Bebes—Fui un muñeco para quien no los tuvo de niña. No me dejabas fuera de tu vista.
El mantenerme en un ambiente libre de gérmenes produjeron algunos problemas de salud.

Mi pediatra te decía “Quiero verlo con las rodillas raspadas y las uñas sucias.”
Tú lo tomabas como un chiste. Me llevabas a menudo a un parque y a la calesita.
Lo recuerdo como si fuera ayer. Pero no recuerdo tener ningún amigo hasta los siete u ocho
Años. Y solo uno entonces. No recuerdo tener una pandilla de amigos hasta los 13 años. Triste.

Cuando comencé a hablar como una cotorra con un año, y a caminar al mismo tiempo,
Me llevaste al médico. El medico pensó que era solo idea tuya. Me mostro unas llaves y me
Pregunto “Sabes lo que es esto, Danielito?” “Si. Son las llaves de tu tutú,” le contesté.
Después de unas pruebas, le recomendaron a mi madre que alimentara mi curiosidad.

Según ella era yo insoportable (algunas cosas nunca cambian). Si le preguntaba a
Papá por que el sol quema, a que distancia esta, que son las estrellas, por qué una
Linterna enfocada al cielo en una noche oscura no se ve, por qué los aviones no tienen
Ruedas debajo de pontones para poder aterrizar y despegar en el agua? Etc., etc., etc.

Me contestaba con paciencia. Recuerdo viajes en tren o autobús sentado en las piernas de mi Padre haciéndole mil preguntas. Desafortunadamente, si le preguntaba algo a mama que No supiera contestar, inventaba cualquier respuesta con tal de hacerme callar en vez de decirme “No se” o “pregúntaselo a papá” o “vete al infierno de una ver por todas y dejame en paz.”

Cuando me contaba algún cuento y no me gustaba como terminaba, “Caperucita Roja” por Ejemplo, mi madre tenía que inventar un fin que me gustara mejor o aguantar un llanto
Interminable. Pobre madre. Inventar lo que a Danielito no le gustaba podía ser peligroso.
Recuerdo un día en el teatro viendo dibujos animados que me encantaban (y aun encantan).

El Pato Donald salió en una escena comiéndose un tremendo sándwich. Le dije a mamá que
Quería un sándwich igual. En vez de contestarme que no era un sándwich de verdad, o que me Llevarían a comer después del teatro (como de costumbre) se le ocurrió decirme que me
Lo iba a traer el Pato Donald al asiento. Cambio la escena y el Pato Donald salió sin el sándwich.


Se acabo el mundo. Empecé a chillar y llorar que el Pato Donald se comió mi sándwich.
Me había mentido y no me trajo el prometido sándwich. Eso era algo insoportable.
No hubo forma de consolarme o hacerme entender—ya tarde—que el Pato Donald también
Tenía hambre, que el sándwich era suyo y no mío, o que lo de la pantalla no era realidad.

Ardió Cristo. Se había comido el sándwich del nene el Pato Donald quien era (y es) mi favorito.
La traición de un ser querido así era inconcebible e insoportable. Me tuvieron que quitar del
Cine a grito pelado. No se me fue la pataleta por largo rato. Pero todo paso cuando mi querida Tía Nieves (una prima) me dio unas galletas marineras con mermelada más tarde en su casa.

Cuánta agua debajo del puente. Tus recuerdos como el humo en una placentera brisa ya se han Esparcido, son moléculas insubstanciales como estrellas en el cielo, que no pintan cuadros Coherentes. Una vida de conversaciones vitales vueltas a susurros de niños en una tormenta Tropical, impermisibles, insustanciales, solo un sueño que interrumpe una pesadilla eterna.

Así es tu vida hoy. Tu memoria fue siempre prodigiosa. Recordabas el nombre de todas las Personas que conociste en toda tu vida—y conversaciones enteras palabra por palabra.
Con solo tres años de escuela, te fuiste por el mundo rompiendo paso y aprendiste a leer y
Escribir ya después de os 16 años en una ciudad adoptiva. Te fue más que suficiente tu estudio.

Siempre dije que eras mucho mejor escritora que yo. Cuantas excelentes novelas u obras de Teatro y poesía hubieras escribido tú con la mitad de mi educación y el triple de trabajo?  
No ay justicia en este mundo. Por qué le da Dios pan a quien no tiene dientes? Tú prodigiosa Memoria no te permite ya que me reconozcas. Fui la última persona que olvidaste.

Pero aun ahora que ya no puedes tener una conversación normal en ningún idioma,
Alguna vez te brillan los ojos y me llamas “neniño” y sé que por un instante no estás ya sola.
Pero pronto se apaga esa luz y vuelve la oscuridad. Solo te puedo ver unas horas un día a la Semana. Las circunstancias de mi vida no me dejan otra mejor opción.

Algún día no tendré ni siquiera la oportunidad de compartir unas horas contigo. No tendrás
Monumento alguno salvo en mis recuerdos mientras me quede uso de razón. Toda una
Vida de incalculable sacrificio de la cual solo dejarás el más pobre rasgo viviente del amor
De tu único hijo quien no tiene palabras para honrarte adecuadamente ni nunca las tendrá.


*          *          *

Ya llegó ese día, demasiado pronto. Octubre 11, 2018. Llegó la llamada a las 03:30 horas,
Una o dos horas después de haber quedado yo dormido. Te trataron de resucitar en vano.
No habría ya mas oportunidades de decirte te quiero, de acariciar tus manos y cara,
De cantarte al oído, de poner crema en tus manos, de anhelar que esta semana me recordaras.

De contarte acontecimientos de seres queridos, a quien vi, que me dijeron, quien pregunto
Por ti, ni de rezar por ti o de pedirte si me dabas un besito poniendo mi mejilla cerca de tus Labios y del placer cuando respondías dándome muchos besitos. Cuando no me respondías,
Lo mas probable estos últimos muchos meses, te decía, “Bueno la próxima vez.”

Siempre al despedirme te daba un besito por Alice y un abrazo que siempre te mandaba,
Y tres besitos en tu frente de parte de papa (siempre te daba tres juntos), y uno mío. Te
Dejaba la tele prendida en un canal sin volumen que mostrara movimiento. Y en lo posible
Esperaba que quedaras con los ojos cerrados antes de marchar.

Se acabó el tiempo. No hay mas prorroga. Mis oraciones cambian de pedir que Dios te proteja
Y que por Su Gracia puedas sanar un poquito día a día a que Dios guarde tu alma y la de papá y
Permita que descansen en paz en Su reino. Te hecho mucho de menos ya, como a papá, y lo
Haré mientras viva y Dios me permita uso de razón. No sabia lo que es estar solo. Ahora si lo se.

Cuatro años viendo tu deslumbrante luz reducirse a una vela temblando en a oscuridad.
Cuatro años temiendo que te dieras cuenta de tu situación.
Cuatro años rogando que no tuvieras dolor, tristeza o soledad.
Cuatro años y sin aprender como decirte adiós. El resto de mi vida esperando verte otra vez.

Te quiero con todo mi corazón siempre y para siempre, mamá. Descansa en Paz.
You can hear all six of my Unsung Heroes poems read by me in my podcasts at https://open.spotify.com/show/1zgnkuAIVJaQ0Gb6pOfQOH. (plus much more of my fiction, non-fiction and poetry in English and Spanish)
Nicole Apr 2015
¿Por qué, por qué tiene que ser así? Esto no es correcto, no para mí.
No quiero que me digan que pruebe el “Café de Costa Rica”, los “Bombones de Colombia”, las “Arepas de Venezuela”, las “Carnes de Argentina", las “Pastas italianas”, los “Tacos mexicanos”, la “Tortilla española”, la “Comida china” o la “Pizza con el ingrediente especial de Italia”. No quiero que me digan “Esto está hecho en China” ni “¡Wao! Esto no está hecho en China, está hecho en Taiwan”. No quiero que me digan “Mira este documental de África”, “Que hermosa se ve esa foto de la Torre Eiffel” o “Que alto debe estar ese edificio de New York”. No quiero que me cuenten cómo les fue en su viaje a Europa, su jornada en California o sus problemas mientras estuvieron en Canada. No quiero que me relaten las historias aprendidas durante su tiempo en Egipto o los bailes ensayados mientras estaban en Brasil. No quiero que hablen de su críticas respecto a la cutura de India, de Guyana o de Cuba. No quiero que me describan lo exquisita que estuvo la comida en Perú, en Australia o en República Dominicana. No quiero que me muestren la música de Jamaica o la de Rusia. No quiero que me digan  o me enseñen nada, nada más. Quiero yo poder probar los alimentos en su nacionalidad. Quiero sentir el aroma del café en las mañanas durante unas vacaciones en Costa Rica y probar ese toque especial que hace que la pizza en Italia sea diferente a la que acostumbramos a ordenar. Quiero ver cómo hacen los artefactos, estar en China y luego en Taiwan, tener esa experiencia de crear algo. Quiero visitar África y tomar mi propio documental, treparme en ese gigante edificio y apreciar la hermosa vista. Quiero ser yo la que cuente mi experiencia en las calles de Europa, California o Canada. Quiero aprender historias sobre Egipto y sus magníficas esculturas, incluso quiero aprender a darzar como lo hacen en Brasil y cada movimiento perfeccionar. Quiero dar las críticas sobre mis pensamientos hacia dichas culturas, pero con respeto. Quiero describir los suculentos platos y hacer que las personas se los imaginen, de tal manera que hasta en sus paladares puedan sentirlos. Quiero  escuchar la música de Jamaica y la de Rusia y si es en vivo, aún mejor, así podré meditarla e interpretarla. Puede sonar un poco alocado y para muchos sin sentido, pero para mí es más que un simple pensamiento o cualquier capricho, son sueños y metas que a diario me propongo. Para ello hay que trabajar duro, pero desde mi niñez me enseñaron que “el que quiere puede, solo hay que perseverar para triunfar”. Sé que algún día lo voy a alcanzar y todos se sorprenderán, cuando con orgullo les relate sobre lo que un día fue “un simple  deseo internacional ”.
Lavender Menace Oct 2020
the pope asked me what i really belived in, behind the lies and masks and the effect of saten.
you know what i told him?
wanna know what i said on that dry summer evenin?
i said that my holy book is read by the perfact way your hair looks messy when you just get out of bed,
when you call me late at night because our songs stuck inside your head.
i worship the way you always say that i know just what you think,
ill pray to the way your voice goes low as hell when you talk about true love.
the way your eyes make stars appear in all that dreary darkness of...all the rhods we take and lines we cross just to hold echother near. and at the end of this congregation i promise ill see you soon my dear.
you give new colors to every flower. evey lemon, every tree. and the colors sparkle only when i hold you close to me,
on the red platos of navajo, honey bees makeing a song so much better than the radio, your voice the lead singer and my spirit feels the flow.
so yeah i know its a little bit melo-dramadic, a bit manic, co dependent on the way you look at me, whatever you see thats just what i wanna be. babe.
and so my soul is saved with every touch from you.
preach in the pew about all the times we had at midnight solitary dances running from our taxes living life and death theres nothin left
but all that holy love we share.

so i told the prest the, minister the bishop and the father and the son and evry single holy ghost who was there, that im in love with this girl and i dont give a ****, what you think force me to drink that holy water to set me on that straigh and narrow bath, and i would laugh at all the **** that they belive will work on somone such as me.
and THATS how i got excommunicated
thankyou
oh my god, ANOTHER poem that makes no sense? bro lit!!
novedad de hoy y ruina de pasado mañana, enterrda y resucitada cada día,
  convivida en calles, plazas, autobuses, taxis, cines, teatros, bares, hoteles, palomares, catacumbas,
    la ciudad enorme que cabe en un cuarto de tres metros cuadrados inacabable como una galaxia,
    la ciudad que nos sueña a todos y que todos hacemos y deshacemos y rehacemos mientras soñamos,
    la ciudad que todos soñamos y que cambia sin cesar mientras la soñamos,
    la ciudad que despierta cada cien años y se mira en el espejo de una palabra y no se reconoce y otra vez se echa a dormir,
    la ciudad que brota de los párpados de la mujer que duerme a mi lado y se convierte,
    con sus monumentos y sus estatuas, sus historias y sus leyendas,
    en un manantial hecho de muchos ojos y cada ojo refleja el mismo paisaje detenido,
    antes de las escuelas y las prisiones, los alfabetos y los números, el altar y la ley:
    el río que es cuatro ríos, el huerto, el árbol, la Varona y el  Varón vestido de viento
    -volver, volver, ser otra vez arcilla, bañarse en esa luz, dormir bajo esas luminarias,
    flotar sobre las aguas del tiempo como la hoja llameante del arce que arrastra la corriente,
    volver, ¿estamos dormidos o despiertos?, estamos, nada más estamos, amanece, es temprano,
    estamos en la ciudad, no podemos salir de ella sin caer en  otra, idéntica aunque sea distinta,
    hablo de la ciudad inmensa, realidad diaria hecha de dos palabras: los otros,
    y en cada uno de ellos hay un yo cercenado de un nosotros, un yo a la deriva,
    hablo de la ciudad construida por los muertos, habitada por sus tercos fantasmas, regida por su despótica memoria,
    la ciudad con la que hablo cuando no hablo con nadie y que ahora me dicta estas palabras insomnes,
    hablo de las torres, los puentes, los subterráneos, los hangares, maravillas y desastres,
    El estado abstracto y sus policías concretos, sus pedagogos, sus carceleros, sus predicadores,
    las tiendas en donde hay de todo y gastamos todo y todo se vuelve humo,
    los mercados y sus pirámides de frutos, rotación de las cuatro estaciones, las reses en canal colgando
de los garfios, las colinas de especias y las torres de frascos y conservas,
    todos los sabores y los colores, todos los olores y todas las materias, la marea de las voces -agua, metal, madera, barro-, el trajín, el regateo y el trapicheo desde el comienzo de los días,
    hablo de los edificios de cantería y de mármol, de cemento, vidrio, hierro, del gentío en los vestíbulos y portales, de los elevadores que suben y bajan como el mercurio en los termómetros,
    de los bancos y sus consejos de administración, de las fábricas y sus gerentes, de los obreros y sus máquinas incestuosas,
    hablo del desfile inmemorial de la prostitución por calles largas como el deseo y como el aburrimiento,
    del ir y venir de los autos, espejo de nuestros afanes, quehaceres y pasiones (¿por qué, para qué, hacia dónde?),
    de los hospitales siempre repletos y en los que siempre morimos solos,
    hablo de la penumbra de ciertas iglesias y de las llamas titubeantes de los cirios en los altares,
    tímidas lenguas con las que los desamparados hablan con los santos y con las vírgenes en un lenguaje ardiente y entrecortado,
    hablo de la cena bajo la luz tuerta en la mesa coja y los platos desportillados,
    de las tribus inocentes que acampan en los baldíos con sus mujeres y sus hijos, sus animales y sus espectros,
    de las ratas en el albañal y de los gorriones valientes que anidan en los alambres, en las cornisas y en los árboles martirizados,
    de los gatos contemplativos y de sus novelas libertinas a la luz de la luna, diosa cruel de las azoteas,
    de los perros errabundos, que son nuestros franciscanos y nuestros bhikkus, los perros que desentierran los huesos del sol,
    hablo del anacoreta y de la fraternidad de los libertarios, de la conjura de los justicieros y de la banda de los ladrones,
    de la conspiración de los iguales y de la sociedad de amigos del Crimen, del club de los suicidas y de Jack el Destripador,
    del Amigo de los Hombres, afilador de la guillotina, y de César, Delicia del Género Humano,
    hablo del barrio paralítico, el muro llagado, la fuente seca, la estatua pintarrajeada,
    hablo de los basureros del tamaño de una montaña y del sol taciturno que se filtra en el polumo,
    de los vidrios rotos y del desierto de chatarra, del crimen de anoche y del banquete del inmortal Trimalción,
    de la luna entre las antenas de la televisión y de una mariposa sobre un bote de inmundicias,
    hablo de madrugadas como vuelo de garzas en la laguna y del sol de alas transparentes que se posa en los follajes de piedra de las iglesias y del gorjeo de la luz en los tallos de vidrio de los palacios,
    hablo de algunos atardeceres al comienzo del otoño, cascadas de oro incorpóreo, transfiguración de este mundo, todo pierde cuerpo, todo se queda suspenso,
    la luz piensa y cada uno de nosotros se siente pensado por esa luz reflexiva, durante un largo instante el tiempo se disipa, somos aire otra vez,
    hablo del verano y de la noche pausada que crece en el horizonte como un monte de humo que poco a poco se desmorona y cae sobre nosotros como una ola,
    reconciliación de los elementos, la noche se ha tendido y su cuerpo es un río poderoso de pronto dormido, nos mecemos en el oleaje de su respiración, la hora es palpable, la podemos tocar como un fruto,
    han encendido las luces, arden las avenidas con el fulgor del deseo, en los parques la luz eléctrica atraviesa los follajes y cae sobre nosotros una llovizna verde y fosforescente que nos ilumina sin mojarnos, los árboles murmuran, nos dicen algo,
    hay calles en penumbra que son una insinuación sonriente, no sabemos adónde van, tal vez al embarcadero de las islas perdidas,
    hablo de las estrellas sobre las altas terrazas y de las frases indescifrables que escriben en la piedra del cielo,
    hablo del chubasco rápido que azota los vidrios y humilla las arboledad, duró veinticinco minutos y ahora allá arriba hay agujeros azules y chorros de luz, el vapor sube del asfalto, los coches relucen, hay charcos donde navegan barcos de reflejos,
    hablo de nubes nómadas y de una música delgada que ilumina una habitación en un quinto piso y de un rumor de risas en mitad de la noche como agua remota que fluye entre raíces y yerbas,
    hablo del encuentro esperado con esa forma inesperada en la que encarna lo desconocido y se manifiesta a cada uno:
    ojos que son la noche que se entreabre y el día que despierta, el mar que se tiende y la llama que habla, pechos valientes: marea lunar,
    labios que dicen sésamo y el tiempo se abra y el pequeño cuarto se vuelve jardín de metamorfosis y el aire y el fuego se enlazan, la tierra y el agua se confunden,
    o es el advenimiento del instante en que allá, en aquel otro lado que es aquí mismo, la llave se cierra y el tiempo cesa de manar;
    instante del hasta aquí, fin del hipo, del quejido y del ansia, el alma pierde cuerpo y se desploma por un agujero del piso, cae en sí misma, el tiempo se ha desfondado, caminamos por un corredor sin fin, jadeamos en un arenal,
    ¿esa música se aleja o se acerca, esas luces pálidas se encienden o apagan?, canta el espacio, el tiempo se disipa: es el boqueo, es la mirada que resbala por la lisa pared, es la pared que se calla, la pared,
    hablo de nuestra historia pública y de nuestra historia secreta, la tuya y la mía,
    hablo de la selva de piedra, el desierto del profeta, el hormigüero de almas, la congregación de tribus, la casa de los espejos, el laberinto de ecos,
    hablo del gran rumor que viene del fondo de los tiempos, murmullo incoherente de naciones que se juntan o dispersan, rodar de multitudes y sus armas como peñascos que se despeñan, sordo sonar de huesos cayendo en el hoyo de la historia,
    hablo de la ciudad, pastora de siglos, madre que nos engendra y nos devora, nos inventa y nos olvida.

CARTA DE CREENCIA
trestrece May 2014
Soy huellas que no secan
en el vacío interminable de tu pecho
como marca hecha en desiertos
por el cadáver sediento de tu cuerpo

Soy un jugador con sonrisa de plata
que se burla a escondidas,
y se cree ganador de todo lo perdido
aceptando el trofeo en secreto

sabiendo que ha hecho bien
en romper silencios,
cadenas,
el alma,
y ha hecho jirones
la camisa de un amante,
en busca del elixir divino

Soy quien encontró ambrosía
en labios rosas
como almohadas celestiales
que bajan a su encuentro
entre noches perdidas,
secretas,
sedientas

Soy quien ríe al último
con honestidad y el alma limpia
pues no tengo nada que perder
ya que he dado todo
y regresó en migajas
en platos rotos
y en realidades
que no concuerdan con los sueños

y no me arrepiento de nada
la historia me absuelve
como algún matón cubano dijo
alguna vez
en algún lugar
pues todos los asesinos
tienen su razón
justificada.
El puño labrador se aterciopela,
y en cruz en cada labio se aperfila.
Es fiesta! El ritmo del arado vuela;
y es un chantre de bronce cada esquila.
Afílase lo rudo. Habla escarcela...
En las venas indígenas rutila
un yaraví de sangre que se cuela
en nostalgias de sol por la pupila.
Las pallas, aquenando hondos suspiros,
como en raras estampas seculares,
enrosarian un símbolo en sus giros.
Luce él Apóstol en su trono, luego;
y es, entre inciensos, cirios y cantares,
el moderno dios-sol para el labriego.
Echa una cana al aire el indio triste.
Hacia el altar fulgente va el gentío.
El ojo del crepúsculo desiste
de ver quemado vivo el caserío. ,
La pastora de lana y llanque viste,
con pliegues de candor en su atavío;
y en su humildad de lana heroica y triste,
copo es su blanco corazón bravío.
Entre músicas, fuegos de bengala,
solfea un acordeónl Algún tendero
da su reclame al viento: "Nadie iguala!"
Las chispas al flotar lindas, graciosas,
son trigos de oro audaz que el chacarero
siembra en los cielos y en las nebulosas.
Madrugada. La chicha al fin revienta
en sollozos, lujurias, pugilatos;
entre olores de urea y de pimienta
traza un ebrio al andar mil garabatos.
"Mañana que me vaya..." se lamenta
un Romeo rural cantando a ratos.
Caldo madrugador hay ya de venta;
y brinca un ruido aperital de platos.
Van tres mujeres.. ., silba un golfo... Lejos
el río anda borracho y canta y llora
prehistorias de agua, tiempos viejos.
Y al sonar una caja de Tayanga,
como iniciando un huaino azul, remanga
sus pantorrillas de azafrán la Aurora.
A B Perales Jun 2015
It's not the fear that brings
about the images the painter
paints.
The words the writer writes.
The shapes the sculptor
sculpts.
Or the sounds the
musician brings.

It's the knowledge that there is more
than the trash filled gutters.
The windowless bars and
loveless street girls.
The foreign commerce you are
expected to buy and the life
you've been trained to sink
yourself  into while still dreaming
of oh so much more.

Some gifts shine and cast rainbows
in the light and some gifts expose the
darkness we all know is there but still
refuse to see.

The masses look to make a Hero
out of the artist.
They set prices on the works
and attempt to understand the
view.

This craft here comes in waves.
All there is to do is
try to keep up with the demands
of this ongoing battle
for time.

Time to sacrifice more
to the machine.
Less time for all the bad things.
More time for the gift.

My need to shy away from
the crowds in order to
create hand woven magic in the
dark.
The need to challenge Platos
view.
The need to feel the numbing
cold of Dantes Hell.
The need to live out my days
in Bukowskis harsh vision
of the world.

The gears of their clocks
keep grinding.
Grinding like a junk yard tweekers
teeth.

My remaining pages remain
unfilled and the sun has already
set on my tomorrow.
Amo las cosas loca,
locamente.
Me gustan las tenazas,
las tijeras,
adoro
las tazas,
las argollas,
las soperas,
sin hablar, por supuesto,
del sombrero.

Amo
todas las cosas,
no sólo
las supremas,
sino
las
infinita-
mente
chicas,
el dedal,
las espuelas,
los platos,
los floreros.

Ay, alma mía,
hermoso
es el planeta,
lleno
de pipas
por la mano
conducidas
en el humo,
de llaves,
de saleros,
en fin,
todo
lo que se hizo
por la mano del hombre, toda cosa;
las curvas del zapato,
el tejido,
el nuevo nacimiento
del oro
sin la sangre,
los anteojos,
los clavos,
las escobas,
los relojes, las brújulas,
las monedas, la suave
suavidad de las sillas.

Ay cuántas
cosas
puras
ha construido
el hombre:
de lana,
de madera,
de cristal,
de cordeles,
mesas
maravillosas,
navíos, escaleras.

Amo
todas
las cosas,
un porque sean
ardientes
o fragantes,
sino porque
no sé,
porque
este océano es el tuyo,
es el mío:
los botones,
las ruedas,
los pequeños
tesoros
olvidados,
los abanicos en
cuyos plumajes
desvaneció el amor
sus azahares,
las copas, los cuchillos,
las tijeras,
todo tiene
en el mango, en el contorno,
la huella
de unos dedos,
de una remota mano
perdida
en lo más olvidado del olvido.

Yo voy por casas,
calles,
ascensores,
tocando cosas,
divisando objetos
que en secreto ambiciono:
uno porque repica,
otro porque
es tan suave
como la suavidad de una cadera,
otro por su color de agua profunda,
otro por su espesor de terciopelo.

Oh río
irrevocable
de las cosas,
no se dirá
que sólo
amé
los peces,
o las plantas de selva y de pradera,
que no sólo
amé
lo que salta, sube, sobrevive, suspira.
No es verdad:
muchas cosas
me lo dijeron todo.
No sólo me tocaron
o las tocó mi mano,
sino que acompañaron
de tal modo
mi existencia
que conmigo existieron
y fueron para mí tan existentes
que vivieron conmigo media vida
y morirán conmigo media muerte.
Me gusta ver el cielo
con negros nubarrones
y oír los aquilones
horrísonos bramar,
me gusta ver la noche
sin luna y sin estrellas,
y sólo las centellas
la tierra iluminar.

Me agrada un cementerio
de muertos bien relleno,
manando sangre y cieno
que impida el respirar;
y allí un sepulturero
de tétrica mirada
con mano despiadada
los cráneos machacar.

Me alegra ver la bomba
caer mansa del cielo,
inmóvil en el suelo,
sin mecha al parecer,
y luego embravecida
que estalla y que se agite
y rayos mil vomite
y muertos por doquier.

Que el trueno me despierte
con su ronco estampido,
y al mundo adormecido
le haga estremecer;
que rayos cada instante
caigan sobre él sin cuento,
que se hunda el firmamento
me agrada mucho ver.

La llama de un incendio
que corra devorando
escombros apilando
quisiera yo encender;
tostarse allí un anciano,
volverse todo tea,
oír como vocea,
¡qué gusto!, ¡qué placer!

Me gusta una campiña
de nieve tapizada,
de flores despojada,
sin fruto, sin verdor,
ni pájaros que canten,
ni sol haya que alumbre
y sólo se vislumbre
la muerte en derredor.

Allá, en sombrío monte,
solar desmantelado,
me place en sumo grado
la luna al reflejar;
moverse las veletas
con áspero chirrido
igual al alarido
que anuncia el expirar.

Me gusta que al Averno
lleven a los mortales
y allí todos los males
les hagan padecer;
les abran las entrañas,
les rasguen los tendones,
rompan los corazones
sin de ellos caso hacer.

Insólita avenida
que inunda fértil vega,
de cumbre en cumbre llega,
y llena de pavor,
se lleva los ganados
y las vides, sin pausa,
y estragos miles causa ...
¡qué gusto!, ¡qué placer!

Las voces y las risas,
el juego, las botellas,
en torno de las bellas
alegres apurar;
y en sus bocas lascivas,
un beso a cada trago
con voluptuoso halago
alegres estampar.

Romper después las copas,
los platos, las barajas,
y, abiertas las navajas,
buscando el corazón,
oír luego los brindis
mezclados con quejidos
que lanzan los heridos
en llanto y confusión.

Quisiera ver al uno
que arrastra un intestino,
y al otro pedir vino
muriendo en un rincón;
y otros, ya borrachos,
en trino desusado
cantar a Dios sagrado
impúdica canción.

Y mientras las queridas
tendidas en los lechos,
sin chales en los pechos
y flojo el cinturón,
mostrando sus encantos,
sin orden el cabello,
al aire el muslo bello.
¡Qué gozo! ¡Qué ilusión!
Los frescos pintados en la pared
transforman el "Salón Reservado"
en una "Plaza de Toros", donde el suelo
tiene la consistencia y el color de la "arena":
gracias a que todas las noches
se riega la tierra con jerez.

Jinetes en sillas esqueletosas,
tufos planchados con saliva,
una estrella clavada en la corbata,
otra en el dedo meñique,
los tertulianos exigen que el "cantaor"
lamente el retardo de las mujeres
con ¡aves! que lo retuercen
en calambres de indigestión.

De pronto,
en un sobresalto de pavor,
la cortina deja pasar seis senos
que aportan tres "mamás".

Los párpados como dos castañuelas,
las pupilas como dos cajas de betún,
***** el pelo,
negras las pestañas
y las extremidades de las uñas,
las siguen cuatro "niñas", que al entrar,
provocan una descarga de ¡oles!
que desmaya a las ratas que transitan el corredor.

La servilleta a guisa de "capote",
el camarero lidia el humo de los cigarros
y la voracidad de la clientela,
con "pases" y chuletas "al natural",
o "entra" a "colocar" el sacacorchos
como "pone" su vara un picador.

Abroqueladas en armaduras medioevales,
en el casco flamea la bandera de España,
las botellas de manzanilla
se agotan al combatir a los chorizos
que mugen en los estómagos,
o sangran en los platos
como toros lidiados.

Previa autorización de las "mamás",
las "niñas" van a sentarse
sobre las rodillas de los hombres,
para cambiar un beso por un duro,
mientras el "cantaor",
muslos de rana
embutidos en fundas de paraguas,
tartamudea una copla
que lo desinfla nueve kilos.

Los brazos en alto,
desnudas las axilas,
así dan un pregusto de sus intimidades,
las "niñas" menean, luego, las caderas
como si alguien se las hiciera dar vueltas por adentro,
y en húmedas sonrisas de extenuación,
describen con sus pupilas
las parabólicas trayectorias de un espasmo,
que hace gruñir de deseo
hasta a los espectadores pintados en la pared.

Después de semejante simulacro
ya nadie tiene fuerza ni para hacer rodar
las bolitas de pan, ensombrecidas,
entre las yemas de los dedos.

Poco a poco, la luz aséptica de la mañana
agrava los ayes del "cantaor"
hasta identificar
la palidez trasnochada de los rostros
con la angustiosa resignación
de una clientela de dentista.

Se oye el "klaxon" que el sueño hace sonar
en las jetas de las "mamás",
los suspiros del "cantaor"
que abraza en la guitarra
una nostalgia de mujer,
los cachetazos con que las "niñas"
persuaden a los machos
que no hay nada que hacer
sino dejarlas en su casa,
y sepultarse en la abstinencia
de las camas heladas.
Desde este mismo instante seremos dos extraños
por estos pocos días, quién sabe cuántos
años...
Yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido,
uno de esos que nadie confiesa haber leído.
Y así mañana, al vernos en la calle, al ocaso,
tu bajarás los ojos y apretarás el paso,
y yo, discretamente, me cambiaré de acera,
o encenderé un cigarro, como si no te viera...
Seremos dos extraños desde este mismo instante
y pasarán los meses, y tendrás otro amante:
Y como eres bonita, sentimental y fiel,
quizás, andando el tiempo, te casarás con él.
Y ya, más que un esposo será como un amigo,
aunque nunca le cuentes que has soñado conmigo,
y aunque, tras tu sonrisa, de mujer satisfecha,
se te empañen los ojos, al llegar una fecha.
Acaso, cuando llueva, recordarás un día
en que estuvimos juntos y en que también llovía.
Y quizás no te pongas nunca más aquel traje
de terciopelo verde, con adornos de encaje.
O harás un gesto mío, tal vez sin darte cuenta,
cuando dobles la almohada con mano soñolienta.
Y domingo a domingo, cuando vayas a Misa,
de tu casa a la Iglesia, perderás tu sonrisa.
¿Qué más puedo decirte? Serás la esposa honesta
que abanica al marido cuando ronca su siesta:
Tras fregar los platos y de tender las camas,
te pasarás las noches sacando crucigramas...
Y así, años y años, hasta que, finalmente,
te morirás un día, como toda la gente.
Y voces que aún no existen sollozarán tu nombre,
y cerrarán tus ojos los hijos de otro hombre.
Y no me importa quién pase después por un sendero,
si me queda el orgullo de haber sido el primero.
Y el vaso que embriagara mi ilusión y mi hastío,
aunque esté en otra mano seguirá siendo mío.
Por eso puedes irte mi pobre soñadora,
pues si el reloj se para no detiene la hora,
y tú serás la misma de las noches aquellas
aunque cierres los ojos por no ver las estrellas.
raphæl Dec 2018
Our cycle of grit and grind
The brutal societal kind
Left the warm insides dry
To want ***** on the fly

Stretch the muscles sore
Yet he runs back for more
Forget the need to vent
Boy, you need to pay rent

Those arms toned healthy
By street dancing and Tai Chi
Are used as gears of machines
Or to wipe **** ***** clean

Those great young Picassos
Or those potential Platos
Have their way to top so steep
Since ideas and art are cheap

Those beautiful people
Paid to lend their *******
To wolves of superior collar
Proudly sorted by the color

The herd united in this song
La la la, there's nothing wrong
We are all numb as hookers
The system—the avid customer
Se van rompiendo cosas
en la casa
como empujadas por un invisible
quebrador voluntario:
no son las manos mías,
ni las tuyas,
no fueron las muchachas
de uña dura
y pasos de planeta:
no fue nada y nadie,
no fue el viento,
no fue el anaranjado mediodía
ni la noche terrestre,
no fue ni la nariz ni el codo,
la creciente cadera,
el tobillo,
ni el aire:
se quebró el plato, se cayó la lámpara,
se derrumbaron todos los floreros
uno por uno, aquél
en pleno octubre
colmado de escarlata,
fatigado por todas las violetas,
y otro vacío
rodó, rodó, rodó
por el invierno
hasta ser sólo harina
de florero,
recuerdo roto, polvo luminoso.
Y aquel reloj
cuyo sonido
era
la voz de nuestras vidas,
el secreto
hilo
de las semanas,
que una a una
ataba tantas horas
a la miel, al silencio,
a tantos nacimientos y trabajos,
aquel reloj también
cayó y vibraron
entre los vidrios rotos
sus delicadas vísceras azules,
su largo corazón
desenrollado.

La vida va moliendo
vidrios, gastando ropas,
haciendo añicos,
triturando
formas,
y lo que dura con el tiempo es como
isla o nave en el mar,
perecedero,
rodeado por los frágiles peligros,
por implacables aguas y amenazas.

Pongamos todo de una vez, relojes,
platos, copas talladas por el frío,
en un saco y llevemos
al mar nuestros tesoros:
que se derrumben nuestras posesiones
en un solo alarmante quebradero,
que suene como un río
lo que se quiebra
y que el mar reconstruya
con su largo trabajo de mareas
tantas cosas inútiles
que nadie rompe
pero se rompieron.
Vi, debe haber tres días,
En las gradas de San Pedro,
Una tenebrosa boda,
Porque era toda de Negros.

Parecía Matrimonio
Concertado en el infierno:
***** esposo y negra esposa
Y ***** acompañamiento.

Sospecho yo que acostados
Parecerán sus dos cuerpos,
Junto el uno con el otro,
Algodones y tintero.

Hundíase de estornudos
La calle por do volvieron:
Que una boda semejante
Hace dar más que un pimiento.

Iban los dos de las manos
Como pudieran dos cuervos,
Otros dicen como grajos,
Porque a grajos van oliendo.

Con humos van de vengarse
(Que siempre van de humos llenos)
De los que, por afrentarlos,
Hacen los labios traseros.

Iba afeitada la novia
Todo el tapetado gesto
Con hollín y con carbón,
Y con tinta de sombreros.

Tan pobres son que una blanca
No se halla entre todos ellos,
Y por tener un cornado
Casaron a este moreno.

Él se llamaba Tomé,
Y ella, Francisca del Puerto,
Ella esclava, y él es clavo
Que quiere hincársele en medio.

Llegaron al ***** patio
Donde está el ***** aposento,
En donde la negra boda
Ha de tener ***** efecto.

Era una caballeriza,
Y estaban todos inquietos,
Que los abrasaban pulgas
Por perrengues o por perros.

A la mesa se sentaron,
Donde también les pusieron
Negros manteles y platos,
Negra sopa y manjar *****.

Echóles la bendición
Un ***** veintidoseno,
Con un rostro de azabache
Y manos de terciopelo.

Diéronles el vino tinto,
Pan, entre mulato y prieto,
Carbonada hubo, por ser
Tizones los que comieron.

Hubo jetas en la mesa
Y en la boca de los dueños,
Y hongos, por ser la boda
De hongos, según sospecho.

Trajeron muchas morcillas,
Y hubo algunos que de miedo
No las comieron, pensando
Se comían a sí mesmos.

Cuál por morder del mondongo,
Se atarazaba algún dedo,
Pues sólo diferenciaban
En la uña de lo *****.

Mas cuando llegó el tocino
Hubo grandes sentimientos,
Y pringados con pringadas
Un rato se enternecieron.

Acabaron de comer
Y entró un ministro Guineo,
Para darles aguamanos
Con un coco y un caldero.

Por toalla trujo al hombro
Las bayetas de un entierro,
Laváronse y quedó el agua
Para ensuciar todo un Reino.

Negros de ellos se sentaron
Sobre unos negros asientos,
Y en voces negras cantaron
También denegridos versos:

«Negra es la ventura
De aquel casado
Cuya Novia es Negra
Y el dote en Blanco».
Lavender Menace Dec 2020
the pope asked me what i really believed in, behind the lies and masks and the effect of saten.
you know what i told him?
wanna know what i said on that dry summer evenin?
i said that my holy book is read by the perfect way your hair looks messy when you just get out of bed,
when you call me late at night because our songs stuck inside your head.
i worship the way you always say that i know just what you think,
I'll pray to the way your voice goes low as hell when you talk about true love.
the way your eyes make stars appear in all that dreary darkness of...all the roads we take and lines we cross just to hold each other near. and at the end of this congregation i promise i'll see you soon my dear.
you give new colors to every flower. evey lemon, every tree. and the colors sparkle only when i hold you close to me,
on the red platos of navajo, honey bees making a song so much better than the radio, your voice the lead singer and my spirit feels the flow.
so yeah i know it's a little bit melo-dramadic, a bit manic, co dependent on the way you look at me, whatever you see that's just what i wanna be. babe.
and so my soul is saved with every touch from you.
preach in the pew about all the times we had at midnight solitary dances running from our taxes living life and death there's nothing left
but all that holy love we share.

so i told the priest the, minister the bishop and the father and the son and every single holy ghost who was there, that i'm in love with this girl and i dont give a ****, what you think force me to drink that holy water to set me on that straight and narrow bath, and i would laugh at all the **** that they believe will work on someone such as me.
and THAT'S how i got excommunicated
thankyou
church ****
cuando en Toledo Ohio andrew sinclair
empezó a caminar sobre el mundo
dijo "esto es así" y no lloró
pensó lo verde de la época

acostó la cabeza en los pechos maternos como fatigado de pronto
por tanta comprobación
los pechos daban flores de leche que caían al piso
y calentaban la memoria
ahora que andrew sinclair es grande

andrew sinclair es grande o es triste
con candelas encendidas pasó lo bajo de la noche
¡oh corazón ardiente hecho pedazos!
los fue sembrando como fieras o furias

¿pero andrew sinclair está aquí?
¿todavía hace sonar su tristeza como un terrible cañón?
¿no caza pajaritos?
¿anda por ahí andrew sinclair?

en la mitad de su memoria la mamá está de pie
dándole de comer a las gallinas o lavando los platos
con manos lentas bellas grises
que daban brillo como el sol

y abrigaban al andrew sinclair ¡ah caminante!
los demonios del valle le comieron los pies
pero él se inclinaba bajo el sol
brillando como madre

los demonios tiene dos cuernos en la cabeza y pelos en los pies
y echan llamas por la boca y el culo
se comen los ratones sin pelar
bailan como gitanos se beben de un trago medio balde de agua

pero andrew sinclair no
él tiene un joven corazón
lleno de islas con tigres y garzas
bellísimo bellísimo

abajo de andrew sinclair había un río
y más abajo un sol
y debajo la noche
para nosotros dos
marsh Sep 2017
Quiero irme lejos

A algún pequeño departamento en un 5to piso
Cuatro paredes de ladrillos que me vigilen
Sin calefacción y el frío tocando todo,
Un colchón volador que jamás abandona el piso
Silencio que sirve de abrigo
Junto a los restos de una pizza de hace dos días.

Sostén junto a la esquina desde hace un mes al igual que los platos si lavar
Cigarros asesinados una vez más tratando de vencer mi ansiedad.
Pintura seca y letras escritas sin cesar.

Por la ventana se ve caer constante la lluvia
Haciendo recreación de mis ojos cada noche desde hace un tiempo atrás.
Mi cobija que sirve como armadura
Contra todo aquello que no puedo controlar

Uñas al mínimo,
La depresión gana de nuevo.

Mis bolsillos en 0,
Justo como mis amigos.

Mis sueños atacan, y los dejo jugar a su manera llevándome de un lado a otro
Entrando y saliendo de pesadilla a pesadilla
De realidad a realidad

Recuerdos que queman cuan licor amargo un viernes por la noche.

Notas escritas y mensajes sin borrar
Llamadas perdidas que nunca deseo contestar

Cosas filosas ocultas
Ya que jamás sabes hasta dónde serás capaz de llevar todo este circo

Y eso está bien,
Realmente estoy feliz aquí
En mi pequeño castillo de papel
Que se sacude cada vez que gimo
Cada vez que me levanto gritando
Con cada nota de placer auto creado

En mis pequeñas cuarto paredes.
Racheal King Apr 2019
hamisha asar, hamisha asar
vena vermos vamos cantar
labalabaya mosas perta
con quince platos de fruta
labalabaya mosas perta
con quince patos de fruta
ben dichosu nombre sinor del mundo
frutas de Israel
be dichosu nombre sinor del mundo
frutas de Israel.
Hamisha asar, hamisha asar
vena vermos vamos balyar
labalabaya mos a pera
la bak la bai cave
labalabaya mos as pera
la bak la bai cave.
ben dichosu nombre sinor del mundo
frutas de Israel
ben dichosu nombre sinor del mundo
frutas de Israel.
This i also one of the songs that I sang with my choir, it is basically Isralian with some Spanish and different languages!!
starlaxs Apr 2019
sos mas lindo cuando no puedo mirar
cuando tu cara es la misma
que la de todos los demas
y en esta habitacion hay tension siempre
asi que tirate si te queres tirar
senti las cosquillas de dedos en el pecho
y el frio en la ***** de los pies
sos mas lindo cuando no entiendo que decis
me rio y asiento
o doy respuestas automaticas
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
me deja de andar el cerebro
y el autopiloto me estaciona en tus brazos
que ganas de tirarme del balcon a veces
si la ciudad esta inundada
y vos la estas flasheando
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
en camara lenta me hundo sin llegar al piso
y la ciudad esta roja con las luces de los autos
el mar hierve alrededor mio
¿o solo sos vos?
espero que mis pies toquen el fondo
pero no llegan porque vos me haces flotar
no a la superficie pero si lo suficiente
como para dejarme estar
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
sos mas lindo cuando me tocas
y nunca llegas a ningun lado
me dejas con ganas de mas y mas y mas
y quiero hacer de tu cuello un hogar
donde vuelan platos y hay gritos
o hay silencio absoluto
como hay en mi mente ahora mismo
y literalmente no veo nada en vos
que no sea imaginario mio
tenes cara de mi ex
o de alguien que alguna vez conoci
y trato de ubicarte
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
pero no me acuerdo
o no me importa
total en mi mente sos
todo lo que quiero que seas

— The End —