Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Tamara Toska Aug 3
Te amo,
Y sé que jamás podrás dimensionar.
El impacto que dejó tu ausencia.

Tal vez un día,
alguien —sin querer—
te rompa el corazón.

Una pizca es la medida justa.
Cuanto más me duele
verte sufrir.

Una pizca te dará la claridad.
Para que entiendas,
Con la frialdad de los hechos.
Y la lentitud del duelo,
Lo que significa
Vivir una vida
con tu sombra.
Tamara Toska Aug 3
Te elegí.
Y no fue casual.
Ni por falta.
Ni por costumbre.
Fue porque eras tú.
Y nadie más.

Te elegí cuando caminabas como un potro salvaje,
ágil, veloz, como si volaras por el mundo sin darte cuenta,
con esa fuerza desbordada que no pedía permiso
y que a mí me dejaba sin palabras.
Te miraba moverte y no sabía si quería alcanzarte…
o simplemente contemplarte.

Y también te elegí cuando el tiempo te volvió más hombre,
más contenido, más claro.
Cuando ya no corrías como antes,
pero brillabas distinto.
Te volviste un sol maduro:
menos impulso, más sentido.
Luz que no arde, pero acompaña.
Eras presencia serena,
conciencia que ya entendía de deberes y pausas,
y aún así, seguías siendo tú.
Más sabio. Más completo.

Te elegí también por tu aroma,
masculino, profundo, como a sándalo.
Ese olor que no se olvida,
que parecía nacer de tu piel,
y que a mí me daban ganas de respirar más de cerca,
como si al abrazarte pudiera empaparme de ti,
llenarme de eso que eras…
y quedarme así un instante más.

Estar contigo era sentir que lo ordinario podía ser maravilloso.
Las cosas simples —una conversación tranquila, verte trabajar,
un momento en silencio, el cruce de una mirada—
tenían un brillo distinto si tú estabas cerca.
Había una paz suave, una alegría callada,
como si el mundo se hiciera más habitable solo porque tú lo habitabas también.

Incluso un almuerzo preparado por ti —con esos sabores sencillos,
con tus manos midiendo sin reglas pero con cariño—
tenía algo especial.
Era alimento, pero también era gesto, era casa.
Y yo me quedaba ahí,
queriendo quedarme más.

Te elegí porque me hacías reír, pensar, dudar, aprender.
Porque podíamos hablar de lo importante…
y aunque no siempre fuera fácil,
buscabas entender.

Y a veces, ni siquiera hacía falta que estuvieras cerca.
Con solo verte un instante,
escuchar una palabra de tu voz,
o recibir un simple mensaje tuyo…
todo cambiaba.

Los problemas se deshacían sin explicación.
El mundo se teñía de rosa,
y el día, por gris que fuera, se volvía más claro,
como si tu presencia —aunque lejana—
pudiera encender la luz de todo.

Te elegí también por lo que me inspirabas sin saberlo.
Había momentos en los que te ponías nervioso,
cuando algo no salía como esperabas
y una sombra de vergüenza pasaba por tu rostro.
Pero a mí, eso no me alejaba…
me desbordaba de ternura.

Quería abrazarte, cubrirte con calma,
decirte sin palabras que estabas bien,
que yo te quería así, con todo.
Y a veces, esa ternura —tan limpia, tan honda—
se transformaba sin aviso.

Como llama que crece desde una brasa pequeña,
mi cuerpo también respondía.
No era solo ternura. Era deseo que sabía esperar.
Un querer acercarme no solo al alma…
sino también a tu piel.

Mi deseo por ti era completo y secreto.
Vivía en mi piel, en mi respiración,
en el impulso de abrazarte más tiempo del que se permite.

En la forma en que imaginaba quedarme contigo,
recostada en tu pecho,
mientras tus manos me acariciaban
como si supieran exactamente dónde nacía la emoción.

Haciéndome sentir tanto,
que dolía un poco…
como duelen las cosas hermosas
cuando son demasiado verdaderas.

Te deseé en silencio,
con ternura y con fuerza.
Quise desnudarte el alma…
y también el cuerpo.

Quise abrazarte sin prudencia,
besar tus dudas,
deshacer tu calma.
Te amaba también así.

Desde lo físico.
Desde lo más humano.
Desde donde el amor también arde.
Te elegí porque, sin querer, me inspirabas a ser mejor.

Porque eras tú:
sencillo y complejo,
fuerte y sensible.

Con una voz que, cuando hablaba con verdad,
aún podía enamorarme.

Te elegí por la forma en que mirabas,
por los puentes que sabías crear con tus palabras,
por el juego honesto de conocerse.
Por cómo cuidabas lo que no sabías decir.

Y sí…
Te elegí entonces,
y si pudiera elegir otra vez,
volvería a hacerlo.

No porque te idealice.
No porque no haya otro camino.

Sino porque aún hoy,
con todo lo que sé,
con todo lo vivido,
con todo lo que ya no es…
Sigues siendo tú.
nana May 6
2.
sólo quiero saber, con desesperación, qué debo hacer para reclamar mi vida devuelta, y poder borrar todo recuerdo tuyo, ya no quiero recordar lo mucho que quería observar tus ojos, ni el tiempo que tus labios me hicieron desesperar por sólo un roce de segundos, y cómo mi cuerpo se sentía inútil sin poder existir cerca al tuyo.
ya no quiero recordar que algún día te amé tan locamente que el simple recuerdo de mi devoción por ti me humilla, porque en el fondo, aún tengo miedo de que si tuviera oportunidad alguna, aún mi ser gruñiría de impotencia por comer tus labios.
11:15 p.m 05/05/25
Identified Mar 6
Lo siento,
no porque lo lamente,
sino porque realmente lo siento.

Perdona,
si te hice llorar,
Perdona,
si causo dolor.

Es algo que no esta en mi control,
Perdona pero hoy te digo,
Adiós.

Perdona,
pero de ti me olvidado,
ya no te amo.

De otra alma,
me he enamorado,
de un ser divino.

Un ser divino,
un buen amor.

De un ser distinto,
un ser adorable.

El me enseño a perdonar,
y valorar.

El me enseño lo que soy,
y que puedo alcanzar.  

Hoy te digo adios,
y..

Lo siento,
no porque lo lamente,
sino porque realmente lo siento.
Franciskovsky Dec 2024
Ella hizo ver que el no dar a cada quien lo que le corresponde también es posible,
ella comportóse como salvaje sin melena y creyó que sería mejor que Helena,
ella algo hizo intolerable: no solo fingió acciones, se engañó a sí misma y probablemente a montones,
ella te quiso y no en un sentido sentimental, tuvo intenciones de hacerte creer que fuiste el que se comportó de forma banal.
Ellos dijeron que no la justificaban, mas supiste que esas personas también se equivocaban.
A ti te gustaba pensar que era la diferente, que no era alguien de falsas promesas, pero una más entre tanta gente.
Te presentó hasta unas tres oportunidades, no hiciste caso a la llamada 'intuición',
ella estaba muy basada en la pasión.
Trató de reemplazarte y mostró más cosas de la vida de lo que en mucho tiempo no aprendiste ni desplazándote.
Ella te hizo ver lo que a muchos enceguece, ese que es su nombre no inicia con ce ni con ese.
Editado de entrada publicada originalmente en Blogger con el título "Prosa".
Yairis Dec 2024
Miraste en esa dirección, donde estábamos nosotras "obvio no me mira a mí" eso pensé. Pero dentro de mí deseaba, anhelaba que esos ojos verdes se perdieran con mis ojos cafés. No soy la más bonita o con curvas del salón, pero los únicos óvalos que te cuidan son los míos, con amor, con dolor. Sé que no te atraigo, ni te gusto. Pero no me ilusiones, el brillo de mis ojos se irá a un abismo."
A veces pasa
jg Aug 2022
Desde que nací, he mirado a miles de personas a los ojos,
miles de iris con diferentes matices, verdes, cafés y hasta azules.

Soy amante del café, aunque confieso no saber mucho, no sé qué grado de acidez exacto deba tener, como para que se considere un buen café, pero siempre me ha gustado simple; oscuro y sin azúcar.

Pero, cuando te conocí, me di cuenta que el café que siempre me ha gustado, ahora lo encontraba en tu mirada.
Si, así es. Tienes unos ojos del color café perfecto, del color de la tierra y de la arena, del color de aquellas tazas de café que me calentaban en las mañanas frías, del color que combina con tu piel morena.  Ahora tu mirada era mi taza de café, mi nicotina, mi adicción, mi necesidad por calor y energía.

Pero no me acordaba que las cosas cambian, que la vida es fría, y que igual que con mis tazas de café, nuestras mirada se volvieron frías, aguadas y sin sabor

Ahora, me gusta el café un poco más oscuro y con un toque de azúcar para endulzar mi pobre alma, aquella que solo busca el desvelo de cada noche, una más fría que la otra….
Nessa dieR Feb 2021
Volvi solo para decirte que
Inventé aquellas cosas que alguna vez nos prometimos.
Creo que tienes razon,
Tengo la culpa de enamorarme,
O a caso solo de querer, sin
Razon alguna de las personas equivocadas. Las
Imagenes permanecerán hasta que me canse de escribir, pero
A solas, por la noche, las palabras son mi unico consuelo.
Next page