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Helo, helo por do viene   el infante vengador,
caballero a la jineta   en un caballo corredor,
su manto revuelto al brazo,   demudada la color,
y en la su mano derecha   un venablo cortador;
con la ***** del venablo   sacarían un arador,
siete veces fue templado   en la sangre de un dragón
y otras tantas afilado   porque cortase mejor,
el hierro fue hecho en Francia,   y el asta en Aragón.
Perfilándoselo iba   en las alas de su halcón.
Iba buscar a don Cuadros,   a don Quadros, el traidor.
Allá le fuera a hallar   junto al emperador,
la vara tiene en la mano,   que era justicia mayor.
Siete veces lo pensaba   si lo tiraría o no
y al cabo de las ocho   el venablo le arrojó;
por dar al dicho don Cuadros,   dado ha al emperador,
pasado le ha manto y sayo,   que era de un tornasol,
por el suelo ladrillado   más de un palmo lo metió.
Allí le habló el rey,   bien oiréis lo que habló:
-¿Por qué me tiraste, infante?   ¿Por qué me tiras, traidor?
-Perdóneme tu alteza,   que no tiraba a ti, no,
tiraba al traidor de Cuadros,   ese falso engañador,
que siete hermanos tenía   no ha dejado si a mí, no.
Por eso delante de ti,   buen rey, lo desafío yo.
Todos fían a don Cuadros   y al infante no fían, no,
sino fuera una doncella,   hija es del emperador,
que los tomó por la mano   y en el campo los metió.
A los primeros encuentros   Cuadros en tierra cayó.
Apeárase el infante,   la cabeza le cortó
y tomárala en su lanza   y al buen rey la presentó.
De que aquesto vido el rey   con su hija le casó.
Hank Van Well Jr Oct 2014
My lips stroll along sultry soft skin
I close my eyes , and see your curves with my kisses,
fingers caressing your belly in infante swirls as if polishing the porcelain surface of a statue,
You lay entranced beneath my gentle stroking , your tummy stimulating the rest if your senses, ******* yearning for attention ,
Strings of a harp waiting to make music, my canvas , your desirable body,
****** finger painting
I meet your lips with mine , for your stamp of approval, my hands answer the call ,
My warm breath ,
Brushes your neck with the stroking of ****** feathers ,
Intensifying the raging desire within your ***** ,
Remnants saliva painted with my tongue evaporates into more of a magnetism, you open yourself to me,
The weight of my passion envelops you
Our tongues dance to the rhythm of our beating hearts
Blood flows through our veins at an increasing temperature
Ignited only by the meeting of our lips.
Intensified
My hands continue to brush your body ,
Answering all the yearning calls ,
I watch you lose yourself in the heat of the moment,
And I continue to stoke the fire
And with a burning wave of passion,
Enfolded bodies
I simply love you off to sleep .......
Telling a story without saying a word
¡Quién hubiera tal ventura   sobre las aguas del mar
como hubo el infante Arnaldos   la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza   para su falcón cebar,
vio venir una galera   que a tierra quiere llegar;
las velas trae de sedas,   la ejarcia de oro torzal,
áncoras tiene de plata,   tablas de fino coral.
Marinero que la guía,   diciendo viene un cantar,
que la mar ponía en calma,   los vientos hace amainar;
los peces que andan al hondo,   arriba los hace andar;
las aves que van volando,   al mástil vienen posar.
 Allí habló el infante Arnaldos,   bien oiréis lo que dirá:
-Por tu vida, el marinero,   dígasme ora ese cantar.
 Respondiole el marinero,   tal respuesta le fue a dar:
-Yo no canto mi canción   sino a quién conmigo va.
Nat G Asúnsolo Jul 2013
La vida ya no tiene mucho sentido
Podría estar atrapada en el limbo
Podría estar muerta; pero sólo traería un poco de tristeza y sería una mancha que borrar.

Estoy en una rutina en la que no hay por donde escapar
El tiempo es mi aliado y mi peor enemigo
Tengo tiempo de sobra, pero ansío momentos por llegar
La espera es eterna, y la eternidad se siente lenta, espesa y con mal sabor de boca que te llena de ansiedad.

Estoy clavada en el piso
Con pesadas cadenas que no me dejan volar
Y una jaula que evita mi escape final si es que me llego a liberar.

Soy una infante que se subió a un carrusel
Aquellos que se quedaron fuera para admirarla vagar, se distrajeron con algo más.
Soy una infante en un carrusel averiado
Que da vueltas y no hay un control para un final.

Todo es igual; la misma rutina, la misma jaula, y las mismas vueltas del carrusel. Yo soy igual; la misma criatura que esta encerrada y que ansía por salir.

Necesito algo que me libere de la rutina, algo que me quite las cadenas y abra la jaula; algo que tome el control y detenga el carrusel. Tiempo, ven ya. Te necesito.
De Antequera partió el moro   tres horas antes del día,
con cartas en la su mano   en que socorro pedía.
Escritas iban con sangre,   más no por falta de tinta.
El moro que las llevaba   ciento y veinte años había,
la barba tenía blanca,   la calva le relucía;
toca llevaba tocada,   muy grande precio valía.
La mora que la labrara   por su amiga la tenía;
alhaleme en su cabeza   con borlas de seda fina;
caballero en una yegua,   que caballo no quería.
Solo con un pajecico   que le tenga compañía,
no por falta de escuderos,   que en su casa hartos había.
Siete celadas le ponen   de mucha caballería,
mas la yegua era ligera,   de entre todos se salía;
por los campos de Archidona   a grandes voces decía:
-¡Oh buen rey, si tú supieses   mi triste mensajería,
mesarías tus cabellos   y la tu barba vellida!
El rey, que venir lo vido,   a recebirlo salía
con trescientos de caballo,   la flor de la morería.
-Bien seas venido, el moro,   buena sea tu venida.
-Alá te mantenga, el rey,   con toda tu compañía.
-Dime, ¿qué nuevas me traes   de Antequera, esa mi villa?
-Yo te las diré, buen rey,   si tú me otorgas la vida.
-La vida te es otorgada,   si traición en ti no había.
-¡Nunca Alá lo permitiese   hacer tan gran villanía!,
mas sepa tu real alteza   lo que ya saber debría,
que esa villa de Antequera   en grande aprieto se vía,
que el infante don Fernando   cercada te la tenía.
Fuertemente la combate   sin cesar noche ni día;
manjar que tus moros comen,   cueros de vaca cocida.
Buen rey, si no la socorres,   muy presto se perdería.
El rey, cuando aquesto oyera,   de pesar se amortecía;
haciendo gran sentimiento,   muchas lágrimas vertía;
rasgaba sus vestidudas,   con gran dolor que tenía,
ninguno le consolaba,   porque no lo permitía;
mas después, en sí tornando,   a grandes voces decía:
-Tóquense mi añafiles,   trompetas de plata fina;
júntense mis caballeros   cuantos en mi reino había,
vayan con mis dos hermanos   a Archidona, esa mi villa,
en socorro de Antequera,   llave de mi señoría.
Y ansí, con este mandado   se junto gran morería;
ochenta mil peones fueron   el socorro que venía,
con cinco mil de caballo,   los mejores que tenía.
Ansí en la Boca del Asna   este real sentado había
a la vista del infante,   el cual ya se apercebía,
confiando en la gran victoria   que de ellos Dios le daría,
sus gentes bien ordenadas;   de San Juan era aquel día
cuando se dió la batalla   de los nuestros tan herida,
que por ciento y veinte muertos   quince mil moros había.
Después de aquesta batalla   fue la villa combatida
con lombardas y pertrechos   y con una gran bastida
conque le ganan las torres   de donde era defendida.
Después dieron el castillo   los moros a pleitesía,
que libres con sus haciendas   el infante los pornía
en la villa de Archidona,   lo cual todo se cumplía;
y ansí se ganó Antequera   a loor de Santa María.
En la grana de un prado sanguíneo
o en un bosque de cabezas cercenadas,
la viuda reclama la carne
de un párvulo *******.

Allí donde entonan sus voces
un coro de lamentos disonantes.
Reniega de su apetito
la matriarca del barrio francés

Pues los gritos de Joliet
no inquietan su consciencia,
cosechan en cambio,
un jardín de culposos deleites

Placeres como solo admite,
la maquiavelia de una gioconda
que envuelta en lujosos atavíos
extiende sus garras al inocente
.
Ni hablar del perjurio voraz,
que oculta a la fantasía
la marea virgen del infortunio
y el propio siniestro.

La desesperación de una madre
que devora a sus hijos con el don de Saturno.

Para la que no hay erotismo
sino aquel que evoca
el rigor cadavérico.

Vapores que ascienden
desde el lecho en descomposición,
y alimentan su magia.

Celebran el cruento dolor del infante,
con la mirada de espanto
apenas visible en el carmesí
de sus finas pestañas

Porque es claro como la luna
y tan cierto como la muerte
que en la viuda no hay gozo,
sin el grito que desgarra la noche.

Sin la brea que desciende
sobre el horizonte,
y la angustia que acompaña
la pasión de la masacre.
... o mejor dicho, la viuda de Jacques Paris, Marie Laveau, la maga del Misisipi y su muñeca  Joliet, a quienes olvidara la historia por imitar a los titanes y consumir a sus hijos con el vigor de las masas famélicas
De un gran «Te Deum» era el fausto día:
Bolívar, Santander, Sucre adelante,
Y con rico uniforme el «***** Infante»,
El primer uniforme que lucía.

En su sillón, nervioso se veía,
Y el sudor inundábale el semblante;
Y era tal su inquietud en ese instante
Que casi desmayarse parecía.

«¿Qué tendrá?» preguntaban, él, valiente,
Él, que en todo combate al ver al frente
A un español, le grita: «¡Cepos quedos!»

Y cuando estaba el Arzobispo alzando,
Ambas botas quitose murmurando:
«La libertad es buena hasta en los dedos».
Decíame cantando mi niñera
que a mi madrina la embrujó la luna;
y una Dama de ardiente cabellera
veló mi sueño en torno de la cuna.
Su cabello -cauda sombría-
ondeando al viento, ondeando al viento,
ardía, ardía.
Ya en las tórridas noches, si derrama
su efluvio un huerto y me mitiga un lloro,
y en mi sueño de párvulo se inflama
un astro azul de abéñuelas de oro;
ya en el viaje feliz por los caminos
que moja un agua
de tenues hálitos,
entre brillos de aurora,
trinos de pájaros
y muchas lágrimas…
¡Oh, el viaje a Santa Rosa, sobre oro edificada!
Se ven las torres…
Bordeando los senderos
granan mortiños,
crecen romeros…
Ya en los juegos del Tenche, cuando llena
olor sensual la bóveda enramada,
vuela un mirlo, arde un monte, muere un día;
o en la aldea de incienso sahumada,
donde el melodium en el templo suena
y el alma vesperal responde: ¡Ave María!
O en San Pablo, de guijas luminosas,
no he visto pez, guayabas ambarinas,
platanares batidos con lamento
y un turpial que en la hondura se ha acallado:
en cada instante mío, en cada movimiento
-su cabellera un fuego desatado
y ondeando al viento, ondeando al viento-
¡ELLA estaba a mi lado!
Mirífica, invisible, muellemente,
sus manos aliñaban la blandura
de mi carne, volando por mi frente
con suave mimo de fruición impura.
Luego, cuando la luna iba llenando
y era azul el infante en su blancura,
o cuando llueve, o… yo no supe cuándo,
fue su beso en su dádiva
mi primera ambrosía,
y vi el mundo como una granada
que se abría.
La Dama de cabellos encendidos
transmutó para mí todas las cosas,
y amé la soledad, los prohibidos
huertos y las hazañas vergonzosas.
¡Qué intenso el fruto
de las tinieblas!
¡Qué grato el beso
de un labio en llamas!
Y oía un trino y su espiral me abría
caminos de ilusión al claro monte,
al claro cielo absorto en la extensión…
Mas al tornar del viaje vagaroso
por la escala de lumbre de una estrella,
me hundía nuevamente en el moroso
deleite en soledad: -¡solo con ELLA!
Y pasaba envolviéndome el aliento
de una honda, radiante poesía;
y en hazaña ideal por lauro y mirto
iba mi desatada fantasía.
¡Yo volvería!
Luna en San Pablo, novia de siempre,
yo volvería, aun en Abril.
Y entre las auras
de los maizales
que espigan lágrimas,
iba a partir.
Mas la Dama, sortílega a mi lado,
besó mi boca: ¡oh fruto llameante,
por mil íntimas mieles penetrado,
de misterio marino y montesino!…
Y en la onda rubia de la luz ligera,
dorando mi camino
iba su cabellera.
¡Oh, si entonces mi sangre refluyera,
y, manando del cuerpo como un vino
que se vierte, mi lúgubre jornada
fuera no más vertiginoso instante
de aquel vago crepúsculo ambarino!
ELLA me fascinó con la mirada,
y por hondos jardines irreales
en la onda rubia de la luz ligera
dorando mi camino
iba su cabellera.
Cantaba suavemente:
"Yo he mullido
tu carne con mis manos prodigiosas,
y por ellas tu lira da un lamento
a cada sensación, como las rosas
a cada brisa un poco de su aliento.
Pudiste ser el árbol sin la flama,
caduco en su ruindad y en su colina,
y eres la hoguera espléndida que inflama
los tules de la noche y la ilumina.
O el barro sordo, sordo, en que no encuentra
ni un eco fiel el trémolo del mundo,
y eres el caracol, donde concentra
y fija el mar su cántico profundo.
¡Todo por mí! Por la virtud secreta
que mis óleos balsámicos infunden,
rozando apenas la materia oscura,
y que sobre las sienes del poeta
el verde claro del laurel augura.
¡Todo por mí! La ardiente cabellera
flota en los manantiales de la vida,
y por mí, como un bosque en primavera,
la Muerte está de niños frutecida…"
Silbaban sus palabras como víboras
de fuego, llameantes, arrecidas,
y las sutiles lenguas de las víboras
destilaban dulzores homicidas.
¡Cómo me conmoví! Sobre las hierbas
sudor de sangre
marcó mis huellas.
Mas la Dama me ahondó tan blandamente
por el muelle jardín de su regazo,
tan íntima en la sombra refulgente
me ciñó las cadenas de su abrazo,
que me adormí, dolido y sonriente.
Me envolvió en sus cabellos
ondeantes y rojos,
y hallé el deleite en ellos
entornados los ojos.
Colinas del pudor en nieblas opalinas;
río del arte de ondas peregrinas,
sepulto entre montañas diamantinas;
mar del saber, mar triste, mar acerbo…
¡todo lo vi! Laurel, ternura, calma,
¡todo pudo ser mío Y la inefable gloria,
el silencioso gusto
del esfuerzo fallido en la victoria!
Mas la Dama me ahondó tan blandamente
por el muelle jardín de su regazo,
Tan íntima en la sombra refulgente
me ciñó las cadenas de su abrazo,
que me adormí, dolido y sonriente.
Me envolvió en sus cabellos,
ondeantes y rojos,
y está la Muerte en ellos,
insondables los ojos…
D A Do Fleming Sep 2010
O tempo é escasso e o espaço, amplo.
O prazo é laço e engancha o pampo.
o BERRO é surdo sem algum alcance
pra que o ouvido mudo do Universo dance.

Galanteiam nebulosas em destino infante
e trazem, ao eterno, singular instante.
Cada transição traçada a que avance
é passo dado em falso a fortuito lance.

Aferir feridas de um pleno plano
levará o homem a estado insano:
a narcose de saber um objeto nulo.

Na movimentação estática do engano,
toda teoria traz na cura um dano
entoado na garganta que, portanto, engulo.


* bestia cupidissima rerum novarum  - animal ansiosíssimo por coisas novas.
Pampo - rebento tardio de cana de açucar: pampos de cana caiana (Dicionário UNESP do Português contemporâneo)
Princípio poético da Teoria da nulidade teórica ampla (em desenvolvimento)
Un día estaré muerta, blanca como la nieve,
dulce como los sueños en la tarde que llueve.

Un día estaré muerta, fría como la piedra,
quieta como el olvido, triste como la hiedra.

Un día habré logrado el sueño vespertino,
el sueño bien amado donde acaba el camino.

Un día habré dormido con un sueño tan largo
que ni tus besos puedan avivar el letargo.

Un día estaré sola, como está la montaña
entre el largo desierto y la mar que la baña.

Será una tarde llena de dulzuras celestes,
con pájaros que callan, con tréboles agrestes.

La primavera, rosa, como un labio de infante,
entrará por las puertas con su aliento fragante.

La primavera rosa me pondrá en las mejillas
-¡la primavera rosa!- dos rosas amarillas...

La primavera dulce, la que me puso rosas
encarnadas y blancas en las manos sedosas.

La primavera dulce que me enseñara a amarte,
la primavera misma que me ayudó a lograrte.

¡Oh la tarde postrera que imagino yo muerta
como ciudad en ruinas, milenaria y desierta!

¡Oh la tarde como esos silencios de laguna
amarillos y quietos bajo el rayo de luna!

¡Oh la tarde embriagada de armonía perfecta:
cuán amarga es la vida! ¡Y la muerte qué recta!

La muerte justiciera que nos lleva al olvido
como al pájaro errante lo acogen en el nido.

Y caerá en mis pupilas una luz bienhechora,
la luz azul celeste de la última hora.

Una luz tamizada que bajando del cielo
me pondrá en las pupilas la dulzura de un velo.

Una luz tamizada que ha de cubrirme toda
con su velo impalpable como un velo de boda.

Una luz que en el alma musitará despacio:
la vida es una cueva, la muerte es el espacio.

Y que ha de deshacerme en calma lenta y suma
como en la playa de oro se deshace la espuma.Oh, silencio, silencio... esta tarde es la tarde
en que la sangre mía ya no corre ni arde.

Oh, silencio, silencio... en torno de mi cama
tu boca boca amada dulcemente me llama.

Oh silencio, silencio que tus besos sin ecos
se pierden en mi alma temblorosos y secos.

Oh silencio, silencio que la tarde se alarga
y pone sus tristezas en tu lágrima amarga.

Oh silencio, silencio que se callan las aves,
se adormecen las flores, se detienen las naves.

Oh silencio, silencio que una estrella ha caído
dulcemente a la tierra, dulcemente y sin ruido.

Oh silencio, silencio que la noche se allega
y en mi lecho se esconde, susurra, gime y ruega.

Oh silencio, silencio... que el Silencio me toca
y me apaga los ojos, y me apaga la boca.

Oh silencio, silencio... que la calma destilan
mis manos cuyos dedos lentamente se afilan...
Hank Van Well Jr Dec 2014
Boomerang

My love is like a boomerang
It starts and ends with you
Like midnight on the evening dial , that is also first dawn too.

A complete circle with no end
An infante figure eight
You've made destination into the journey
that is more than worth the wait

No matter how far apart we are
You won't long  be alone
cuz although I may have  gone away
Your love , is where I still call home
I.

Tu n'es certes pas, ma très-chère,
Ce que Veuillot nomme un tendron.
Le jeu, l'amour, la bonne chère,
Bouillonnent en toi, vieux chaudron !
Tu n'es plus fraîche, ma très-chère,

Ma vieille infante ! Et cependant
Tes caravanes insensées
T'ont donné ce lustre abondant
Des choses qui sont très-usées,
Mais qui séduisent cependant.

Je ne trouve pas monotone
La verdure de tes quarante ans ;
Je préfère tes fruits, Automne,
Aux fleurs banales du Printemps !
Non ! tu n'es jamais monotone !

Ta carcasse à des agréments
Et des grâces particulières ;
Je trouve d'étranges piments
Dans le creux de tes deux salières ;
Ta carcasse à des agréments !

Nargue des amants ridicules
Du melon et du giraumont !
Je préfère tes clavicules
À celles du roi Salomon,
Et je plains ces gens ridicules !

Tes cheveux, comme un casque bleu,
Ombragent ton front de guerrière,
Qui ne pense et rougit que peu,
Et puis se sauvent par derrière,
Comme les crins d'un casque bleu.

Tes yeux qui semblent de la boue,
Où scintille quelque fanal,
Ravivés au fard de ta joue,
Lancent un éclair infernal !
Tes yeux sont noirs comme la boue !

Par sa luxure et son dédain
Ta lèvre amère nous provoque ;
Cette lèvre, c'est un Eden
Qui nous attire et qui nous choque.
Quelle luxure ! et quel dédain !

Ta jambe musculeuse et sèche
Sait gravir au haut des volcans,
Et malgré la neige et la dèche
Danser les plus fougueux cancans.
Ta jambe est musculeuse et sèche ;

Ta peau brûlante et sans douceur,
Comme celle des vieux gendarmes,
Ne connaît pas plus la sueur
Que ton oeil ne connaît les larmes.
(Et pourtant elle a sa douceur !)

II.

Sotte, tu t'en vas droit au Diable !
Volontiers j'irais avec toi,
Si cette vitesse effroyable
Ne me causait pas quelque émoi.
Va-t'en donc, toute seule, au Diable !

Mon rein, mon poumon, mon jarret
Ne me laissent plus rendre hommage
À ce Seigneur, comme il faudrait.
« Hélas ! c'est vraiment bien dommage ! »
Disent mon rein et mon jarret.

Oh ! très-sincèrement je souffre
De ne pas aller aux sabbats,
Pour voir, quand il pète du soufre,
Comment tu lui baises son cas !
Oh ! très-sincèrement je souffre !

Je suis diablement affligé
De ne pas être ta torchère,
Et de te demander congé,
Flambeau d'enfer ! Juge, ma chère,
Combien je dois être affligé,

Puisque depuis longtemps je t'aime,
Étant très-logique ! En effet,
Voulant du Mal chercher la crème
Et n'aimer qu'un monstre parfait,
Vraiment oui ! vieux monstre, je t'aime !
Cristal, oro y rosa. Alba en Palestina.
Salen los tres reyes de adorar al rey,
flor de infancia llena de una luz divina
que humaniza y dora la mula y el buey.
Baltasar medita, mirando la estrella
que guía en la altura. Gaspar sueña en
la visión sagrada. Melchor ve en aquella
visión la llegada de un mágico bien.
Las cabalgaduras sacuden los cuellos
cubiertos de sedas y metales. Frío
matinal refresca belfos de camellos
húmedos de gracia, de azul y rocío.
Las meditaciones de la barba sabia
van acompasando los plumajes flavos,
los ágiles trotes de potros de Arabia
y las risas blancas de negros esclavos.
¿De dónde vinieron a la Epifanía?
¿De Persia? ¿De Egipto? ¿De la India? Es en vano
cavilar. Vinieron de la luz, del Día,
del Amor. Inútil pensar, Tertuliano.
El fin anunciaban de un gran cautiverio
y el advenimiento de un raro tesoro.
Traían un símbolo de triple misterio,
portando el incienso, la mirra y el oro.
En las cercanías de Belén se para
el cortejo. ¿A causa? A causa de que
una dulce niña de belleza rara
surge ante los magos, todo ensueño y fe.
¡Oh, reyes! -les dice-. Yo soy una niña
que oyó a los vecinos pastores cantar,
y desde la próxima florida campiña
miró vuestro regio cortejo pasar.
Yo sé que ha nacido Jesús Nazareno,
que el mundo está lleno de gozo por El,
y que es tan rosado, tan lindo y tan bueno,
que hace al sol más sol, y a la miel más miel.
Aún no llega el día... ¿Dónde está el establo?
Prestadme la estrella para ir a Belén.
No tengáis cuidado que la apague el diablo,
con mis ojos puros la cuidaré bien.
Los magos quedaron silenciosos. Bella
de toda belleza, a Belén tornó
la estrella y la niña, llevada por ella
al establo, cuna de Jesús, entró.
Pero cuando estuvo junto a aquel infante,
en cuyas pupilas miró a Dios arder,
se quedó pasmada, pálido el semblante,
porque no tenía nada que ofrecer.
La Madre miraba a su niño lucero,
las dos bestias buenas daban su calor;
sonreía el santo viejo carpintero,
la niña estaba temblando de amor.
Allí había oro en cajas reales,
perfumes en frascos de hechura oriental,
incienso en copas de finos metales,
y quesos, y flores, y miel de panal.
Se puso rosada, rosada, rosada...
ante la mirada del niño Jesús.
(Felizmente que era su madrina un hada,
de Anatole France o el doctor Mardrús).
¡Qué dar a ese niño, qué dar sino ella!
¿Qué dar a ese tierno divino Señor?
Le hubiera ofrecido la mágica estrella,
la de Baltasar, Gaspar y Melchor...
Mas a los influjos del hada amorosa,
que supo el secreto de aquel corazón,
se fue convirtiendo poco a poco en rosa,
en rosa más bella que las de Sarón.
La metamorfosis fue santa aquel día
(la sombra lejana de Ovidio aplaudía),
pues la dulce niña ofreció al Señor,
que le agradecía y le sonreía,
en la melodía de la Epifanía,
su cuerpo hecho pétalos y su alma hecha olor.
Acaso él mismo fuera en parte responsable,
Por el afán de parecer un ángel, eterno adolescente,
De aquel diminuto familiar en exceso con el mozo,
De sabor desdeñoso para el hombre,
Con el cual en privado y en público llamaban
Unos y otros, amigos como extraños,
Con esas peculiares maneras españolas,
Al cincuentón obeso en que se convirtiera.

En el poeta la espiritual compleja maquinaria
De sutil precisión y exquisito manejo
Requiere entendimiento, y no tan sólo
En quienes al poeta se aproximan
Sino también en quien detenta a aquélla.
Mas él, siempre movido por el capricho irrazonable del infante,
No quiso, tal vez no supo manejarla,
Ayudando a los otros, contra él, en el desdén artero.

Porque en la cuenta debe entrar la idiosincrasia indígena
Que jamás admitiera cómo excelencia puede corresponder a
varios:
Su fanatismo antes mejor prospera si se concentra en la de uno.
Así tantos compadres del Poeta en Residencia,
Sin excluir, por su interés en la guerrilla, a éste,
Quisieron consignar al olvido su raro don poético,
Cuidando de ver en él tan sólo y nada más que a "Manolito"
Y callando al poeta admirable que en él hubo.
Enid M Hughes Aug 2013
Drip, drop, down my nose. It hurts, yet so satisfying. I wish I could run down the corridor, screaming like a child. But I know I could never.
Into the infante darkness of frustration. There's nowhere to go but down.

I could lie here and think for hours on end. But stress wakes me and welcomes me to reality.As I listen I sing a happy tune, but inside I'm crying out for my non existent savers.
RJ Days Dec 2018
Desde un rascacielo miro
fijamente las luces brillantes
pero soy ciego, un infante
aparte del mundo de abajo
Desde las montañas, y sus picos
vientos suenan al horizonte
tocando el sol invariante
estar sólo, tan magnificado
Pero todo lo que ve no es nada
¿Qué es esta luz del cielo?
¡Un resol! El sol es tu sonrisa,
¿O la música de la tierra?
Las aves solo cantan ruido
Solo quiero oír tu risa
Para Guillermo
Hank Van Well Jr Oct 2014
Pain and paradox

A stairway to heaven ?
Or steps into hell , laden with torment ?
Miles walked in finger tying
Or oceans full of ink
My skin inverted in every page
And unfiltered view into my vulnerability
Over fourteen hundred
Poems , professions , purging's
Of my beating heart
To her
A box full of memoirs
I don't want to revisit alone
she never saw the affection
The reason
I can't reread without the yearning
The anger , the hurt
Behind the love that catalyzed
Each and every page
How I could pour myself
Into the abyss , which seems to be
Her heart
And never to be regarded
As anything more than a generic
Ode
I can never go back to the man
The neglect
re live that part of my life
That went unappreciated
The emptiness , of not even a response
How one could read such an innocent , pure affection
And not be overwhelmed
No , I can never reread those
Those offerings of unconditional,
Unwavering , infante love
because for each and every recollection
If just how much she was the life I lived
The love I've always wanted
I'm haunted by all the pain
How she tossed it aside
Rejection
How she never really appreciated
All I had to offer
So I'm stuck
With a pile , over fourteen hundred poems
That I can never reread
Not without her
The pain and paradox
Of a love lost ,
Or a love I never really had ....
Mi padre, apenas
en la mañana pajarina, pone
sus setentiocho años, sus setentiocho
ramos de invierno a solear.
El cementerio de Santiago, untado
en alegre año nuevo, está a la vista.
Cuántas veces sus pasos cortaron hacia él,
y tornaron de algún entierro humilde.
Hoy hace mucho tiempo que mi padre no sale
Una broma de niños se desbanda.
Otras veces le hablaba a mi madre
de impresiones urbanas, de política;
y hoy, apoyado en su bastón ilustre
que sonara mejor en los años de la Gobernación,
mi padre está desconocido, frágil,
mi padre es una víspera.
Lleva, trae, abstraído, reliquias, cosas,
recuerdos, sugerencias.
La mañana apacible le acompaña
con sus alas blancas de hermana de la caridad.
Día eterno es éste, día ingenuo, infante
coral, oracional;
se corona el tiempo de palomas,
y el futuro se puebla
de caravanas de inmortales rosas.
Padre, aún sigue todo despertando;
es enero que canta, es tu amor
que resonando va en la Eternidad.
Aún reirás de tus pequeñuelos,
y habrá bulla triunfal en los Vacíos.
Aún será año nuevo. Habrá empanadas;
y yo tendré hambre, cuando toque a misa
en el-beato campanario
el buen ciego mélico con quien
departieron mis sílabas escolares y frescas,
mi inocencia rotunda.
Y cuando la mañana llena de gracia,
desde sus senos de tiempo,
que son dos renuncias, dos avances de amor
que se tienden y ruegan infinito, eterna vida,
cante, y eche a volar Verbos plurales,
jirones de tu ser,
a la borda de sus alas blancas
de hermana de la caridad, ¡oh, padre mío!
Magdalena, conozco que te amo
en que la más trivial de tus acciones
es pasto para mí, como la miga
es la felicidad de los gorriones.
Tu palabra más fútil
es combustible de mi fantasía,
y pasa por mi espíritu feudal
como un rayo de sol por una umbría.
Una mañana (en que la misma prosa
del vivir se tornaba melodiosa)
te daban un periódico en el tren
y rehusaste, diciendo con voz cálida:
«¿Para qué me das esto?» Y estas cinco
breves palabras de tu boca pálida
fueron como un joyel que todo el día
en mi capilla estuvo manifiesto:
y en la noche, sonaba tu pregunta:
«¿Para qué me das esto?»
Y la tarde fugaz que en el teatro
repasaban tus dedos, Magdalena,
la dorada melena
de un chiquillo... Y el prócer ademán
con que diste limosna a aquel anciano...
Y tus dientes que van
en sonrisa ondulante, cual resúmenes
del sol, encandilando la insegura
pupila de los viejos y los párvulos...
Tus dientes, en que están la travesura
y el relámpago de un pueril espejo
que aprisiona del sol una saeta
y clava el rayo férvido en los ojos
del infante embobado
que en su cuna vegeta...
También yo, Magdalena, me deslumbro
en tu sonrisa férvida; y mis horas
van a tu zaga, hambrientas y canoras,
como va tras el ama, por la holgura
de un patio regional, el cortesano
séquito de palomas que codicia
la gota de agua azul y el rubio grano.
De Antequera sale un moro,   de Antequera, aquesa villa,
cartas llevaba en su mano,   cartas de mensajería,
escritas iban con sangre,   y no por falta de tinta,
el moro que las llevaba   ciento y veinte años había.
Ciento y veinte años el moro,   de doscientos parecía,
la barba llevaba blanca   muy larga hasta la cinta,
con la cabeza pelada   la calva le relucía;
toca llevaba tocada,   muy grande precio valía,
la mora que la labrara   por su amiga la tenía.
Caballero en una yegua   que grande precio valía,
no por falta de caballos,   que hartos él se tenía;
alhareme en su cabeza   con borlas de seda fina.

Siete celadas le echaron,   de todas se escabullía;
por los cabos de Archidona   a grandes voces decía:
-Si supieres, el rey moro,   mi triste mensajería
mesarías tus cabellos   y la tu barba vellida.
Tales lástimas haciendo   llega a la puerta de Elvira;
vase para los palacios   donde el rey moro vivía.
Encontrado ha con el rey   que del Alhambra salía 
con doscientos de a caballo,   los mejores que tenía.
Ante el rey, cuando le halla,   tales palabras decía:
-Mantenga Dios a tu alteza,   salve Dios tu señoría.
-Bien vengas, el moro viejo,   días ha que te atendía.
-¿Qué nuevas me traes, el moro,   de Antequera esa mi villa?
-No te las diré, el buen rey,   si no me otorgas la vida.
-Dímelas, el moro viejo,   que otorgada te sería.
-Las nuevas que, rey, sabrás   no son nuevas de alegría:
que ese infante don Fernando   cercada tiene tu villa.
Muchos caballeros suyos   la combaten cada día:
aquese Juan de Velasco   y el que Henríquez se decía,
el de Rojas y Narváez,   caballeros de valía.
De día le dan combate,   de noche hacen la mina;
los moros que estaban dentro   cueros de vaca comían,
si no socorres, el rey,   tu villa se perdería.
Wonthelimar brought Spinalonga up to the regency of Kalydon, with whom Theus was waiting for him, it was easy to spot Wonthelimar when he emerged, crossing from Lasithi near the town of Psicro. In the Dikti mountains, constituting the cordilleran fringe, he had to cross extended by the east of the island of Crete in the peripheral unit, and by the west by the peripheral unit of Heraklion. They continued on through the broken inner cavern outlets of Wonthelimar, and his entourage until they were on the west straight and across the surface that would join Plaka and Kalydon. The tornadoes were felt as they collided in the thousand isobars, here voices of an infant who was protected by some ibexes on Mount Dicte could be heard, the goddess Rea could be seen as she looked at them calmly when she had her son in Amalthea's nursery, near another complex on Mount Ida, at elevation 1500. They headed by land through Heraklion, before definitively setting off along the dictates of the Dicte, crossing the low peaks of Ida, being able to notice that Infante Zeus had already cracked one of the antlers of some Amalthea ibex, crashing into the Cornucopia with its rays. Further away, towards the mid-***** of the Ida, quarzian lightning bolts are seen that were deployed with explosive devices, with apparent paradoxes that were looming anthropomorphic linked to the logic of self-contradiction. Wonthelimar notices and was warned by Vlad who pointed out with his hand that he was a special being who knew how to disguise himself with the magins of lightning, leaving only his premise hidden in the corner of innocence, for those who do not warn multinational or being from the mountains that he would go out alone to walk away from his lair blessed by the ferocity of the fulminations. Being only appearances until the esoteric image of a sleepy being that walked sleepwalking materialized, with books that burned around him, reading all the languages ​​of the world when uttering them. Without a doubt it was Epimenides, managing to be distinguished by the Kyrios, who were the wise masters!

Here he announced the way to spot and distinguish himself with the Kyrios, who denied him when he was hiding behind the rays, but it was undoubtedly because it was stipulated that he lived in the cavern of the Ida and the Dicte, when he had to go with sandboxes. towards lower Crete, where he sometimes had to descend, only if authorized by Zeus. The Kyrios distinguished him because Paul of Tarsus had mentioned to them about his abilities and behaviors of some Cretans. Wonthelimar ran up to him defying some lightning that protected him, and hugged him, he resisted but Epimenides finally told him some phrases of his epistles in his immediate ears of Ibex, making it clear that the false statements ended up sunk in the Aegean by ingesting lightning that they took all the fictions towards the deep sea, where all logic does not knowingly false. The plot would become an essay on the democracy of knowing and witnessing, with the logic that got out of phase with politics with this stratagem, which converged on the true appearance of politics without democracy, as good of satisfaction of the humanity that emerged in the *****. of this same. This the succulent Athenian affirmation was based on Aristotle and Plato, this interweaving will lie in the administration of Spinalonga when it was ceased from the regency of the Ottomans and the religious orthodox who lived there, only leaving the Manes Apsidas with the open cells of Eden of darkness, pointing at influential reflections. Wonthelimar asserted that the Pergamon frieze was in contention with the democracy of Pericles, to rebuild an Athens overwhelmed by the Persians. From this boundary and political device arises the analogy or parody of a sunken homeland, to re-emerge as a globalized metropolis, as a social phenomenon that had to administer what its fellow man should do ethically if not made by the ghostly waste of abandonment; in this case, the Manes Apsidas incubated. Thus, for centuries and centuries, the good was represented more distant from the autarkic bureaucratic center, creating the distant spaces until the jurisdiction of Syracuse, Megara, and finally, the most emblematic one that is Spinalonga, characterized by prototypical oligarchic and democratic regimes, crowded with military ordinances that are divided into a total imperative and individualized democratic need of progeniture, on a dark and abandoned military island, inhabited by a grotesque theater of tragedy, then at the expense of a fortuitous anti-democratic ***** colony in the labor of the Manes Apsidas, who remained as the only promoters of a microcontinent to liberate.
Theus at Kalydon
Marbre de Paros.

Un jour, au doux rêveur qui l'aime,
En train de montrer ses trésors,
Elle voulut lire un poème,
Le poème de son beau corps.

D'abord, superbe et triomphante
Elle vint en grand apparat,
Traînant avec des airs d'infante
Un flot de velours nacarat :

Telle qu'au rebord de sa loge
Elle brille aux Italiens,
Ecoutant passer son éloge
Dans les chants des musiciens.

Ensuite, en sa verve d'artiste,
Laissant tomber l'épais velours,
Dans un nuage de batiste
Elle ébaucha ses fiers contours.

Glissant de l'épaule à la hanche,
La chemise aux plis nonchalants,
Comme une tourterelle blanche
Vint s'abattre sur ses pieds blancs.

Pour Apelle ou pour Cléoméne,
Elle semblait, marbre de chair,
En Vénus Anadyomène
Poser nue au bord de la mer.

De grosses perles de Venise
Roulaient au lieu de gouttes d'eau,
Grains laiteux qu'un rayon irise,
Sur le frais satin de sa peau.

Oh ! quelles ravissantes choses,
Dans sa divine nudité,
Avec les strophes de ses poses,
Chantait cet hymne de beauté !

Comme les flots baisant le sable
Sous la lune aux tremblants rayons,
Sa grâce était intarissable
En molles ondulations.

Mais bientôt, lasse d'art antique,
De Phidias et de Vénus,
Dans une autre stance plastique
Elle groupe ses charmes nus.

Sur un tapis de Cachemire,
C'est la sultane du sérail,
Riant au miroir qui l'admire
Avec un rire de corail ;

La Géorgienne indolente,
Avec son souple narguilhé,
Etalant sa hanche opulente,
Un pied sous l'autre replié.

Et comme l'odalisque d'Ingres,
De ses reins cambrant les rondeurs,
En dépit des vertus malingres,
En dépit des maigres pudeurs !

Paresseuse odalisque, arrière !
Voici le tableau dans son jour,
Le diamant dans sa lumière ;
Voici la beauté dans l'amour !

Sa tête penche et se renverse ;
Haletante, dressant les seins,
Aux bras du rêve qui la berce,
Elle tombe sur ses coussins.

Ses paupières battent des ailes
Sur leurs globes d'argent bruni,
Et l'on voit monter ses prunelles
Dans la nacre de l'infini.

D'un linceul de point d'Angleterre
Que l'on recouvre sa beauté :
L'extase l'a prise à la terre ;
Elle est morte de volupté !

Que les violettes de Parme,
Au lieu des tristes fleurs des morts
Où chaque perle est une larme,
Pleurent en bouquets sur son corps !

Et que mollement on la pose
Sur son lit, tombeau blanc et doux,
Où le poète, à la nuit close,
Ira prier à deux genoux.
Short Film

Scene:

I wished for these minutes to be frozen,
Paused-while-in-motion, congealed, kept eternally intact,
Like a slow-mute-black and white movie in constant repetition,
I, surrounded by your arms: an eternal art installation.

You sparked a procession within me,
All’the sudden… I remembered,
I recalled that which I did not care to forget,
Just like when I would memorize them old romantic Mexican movies grandpa used to watch,
I replayed every dialogue thinking that one day,
I would ride away into the horizon on top of a white horse locked into Pedro Infante’s arms.

Short film:
One which owns no plot,
No cathartic ending or even a narrative of love,
Random flicker of time,
Broken words and missed flights.

I apologize; I tend to arrive late to everything,
Including your life,
My bad.

Short film:
That long lost sense of belonging,
A plant with dumpy roots searching desperately for soil.
Somehow you triggered and meshed some recollections,
You know…
I have not felt someone caressing my mind at the same time as they desire my flesh.
Lost in lust: A short scene between your legs,
A brief script amongst our lips.

Melting glacier within
Resting ***** face
And cut…
L'an se rajeunissait en sa verte jouvence
Quand je m'épris de vous, ma Sinope cruelle ;
Seize ans étaient la fleur de votre âge nouvelle,
Et votre teint sentait encore son enfance.


Vous aviez d'une infante encor la contenance,
La parole, et les pas ; votre bouche était belle,
Votre front et vos mains dignes d'une Imrnortelle,
Et votre oeil, qui me fait trépasser quand j'y pense.


Amour, qui ce jour-là si grandes beautés vit,
Dans un marbre, en mon coeur d'un trait les écrivit ;
Et si pour le jourd'hui vos beautés si parfaites

Ne sont comme autrefois, je n'en suis moins ravi,
Car je n'ai pas égard à cela que vous êtes,
Mais au doux souvenir des beautés que je vis.
Star BG Feb 2020
Mind your thoughts
if they be laced with judgment
for that is a **** seed
not to be cultivated.
_______
Mind your thoughts
as they develop
inside energies that could
have negative consequences.
______

Mind your thoughts
for they hold infante power
of creation.
______

Mind your thoughts
to become embodied with love
laughter and happiness
_______

Mind your thoughts to expand
so you may reap the benefits
of an awaken soul.
_____

Mind you thoughts for they mirror
and orchestrate your journey.
______

Mind your thoughts and if they are negative
change thy computer program.
_____

Mind your thoughts
or ego will jump in and run the show
_______
Haiku
Mind your thoughts daily
or ego will have field day
life won’t be your own
just some thoughts about the thoughts that come in and out in any given day. Thoughts that can shape your being both physically and emotionally. And they have the power to create either what you want or don't want.
Quiso el buen Carpintero terminar un estante,
y encorvado en su banco, desde hora muy temprana,
escofina y garlopa manejando se afana
hasta que la madera queda lisa y brillante.

Ha visto muchas veces, con gozo en el semblante
que a la sombra de un árbol, ya la noche cercana,
a su lado la Virgen y su madre Santa Ana
a sentarse han venido con el Divino Infante,

En el aire ardoroso no se mueve una hoja,
y san José el escoplo dejó caer cansado,
el sudor enjugándose que las sienes le moja;

pero Jesús, la frente cercada de áureo brillo,
sigue en el fondo oscuro del taller, inclinado,
viendo virutas de oro volar de su cepillo.
Me gusta poesía en español
me recuerda a los momentos en mi adolecía  cuando my madre y yo íbamos solas a la playa
cuando mojadas nos acostábamos sobre la arena leyendo Sor Juana o Neruda

Me gustan las guitarras
me calman
siempre ha ávido músicos en la familia
para mi no es casa sin música
sin que alguien cante o toque algo
Segovia, Metallica, Violeta Parra, Led Zeppelin, Caetano, Ry Cooder, Pedro Infante
baladas, corridos, salsa, bachata, samba, cumbia
no hay alegria hasta que se libera el cuerpo sobre la pista de baile o en la cocina con una cuchara de palo batiendo el mole poblano
mi sangre mixta a heredado tantos sabores
y tanta riqueza de ideas y colores
que no cambiaria nada
me gusta a mi quien soy
y quiero seguir creciendo
y amando ser una ser humano
Bastian M Pop Dec 2020
sé mi falena
por cuatro noches faltas de compañía
dejé hasta de humedecer mis labios
&
los humos rechinantes entre mis falanges
abandonaron perplejos mi expresión

cómo hacerle daño a un reloj?
si sin ti ni tiempo reconozco

sé mi falena
ahora sin pétalos ni saetas
que esconder o desear

por eternidad
&
sin compañía
no podré abandonar mi infante

recuso a mi febril corazón
la puñalada que contigo traes

falena
no me reconozco

&
nuestras lagrimas
a quién pertenecen?

— The End —