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Después de que la noche al fin duerme
las incoherencias imprudente del día
tú, te acercas susurrando a mis oídos :
te deseo tanto!-
Sé que te mueres de ganas de poseerme
lo noto en tus ojos
en el pulso delicioso de tu cuello
en el roce de tus sudorosas manos maestras
cuando acarician mis caderas insolentes
de continuos estallidos.


Mía es tu carne amor, lo fue antes, lo es ahora
Soy la única que conoce tu cuerpo de memoria
la única que lo navega entera sin zozobrar nunca
la única que sabes que no dejarás que naufrague
en confusos oleajes

Adoro cuando me bebes entera
y entre mi falda juguetea tu aliento.
Tú me sacias con tu experiencia
eres mi delicioso bohemio atrevido
amante de mis pezones
que despiertan cuando suave los muerdes.

Ven amor, ya sabes que tu piel es mi locura
Ven que mi sangre hierve
al ver tu pene hinchado y apurado
ven cariño y clava tu lanza ardiente entre mis piernas
que ya están abiertos y humedos los capullos de mi flor.

No sabes como venero tu cuerpo navegante
gimiendo y gozando cuando te cabalgo.
Amor, es en tus ojos donde puedo ver
como te pierdes del mundo entero
como te pierdes acabado en mì.
Y te gozo lento
te hechizo
te blasfemo y te conjuro
antes de que mi boca comience el descenso.

Hoy tu marea está de fiesta
danzando apetitoso sobre mi lengua.
Que bello honor es recibir tus gotas
de diamante perla sobre mì.

AZUL STRAUSS MARKUART
TITULO :Gotas de Diamante Perla
Poema: Texto completo.]
Autora :Azul Strauss M
18 de Mayo del 2015
BUENOS AIRES.ARGENTINA
©Copyright –Derecho de Autor Reservado
_ Expediente nº EGXU-ZLQN-2W3E-96U2/1102180341429
Dirección Nacional de Derecho de Autor, República Argentina
Protegido por OMPI y el Tratado internacional de Suiza sobre derechos de autores
EME Feb 2015
El reloj va sonando, marcando un tempo de viejo afligido, como si estuviera desesperado por dictar una hora, o un día.
El perro se para a observar el "Tic tac" y su cola baila los danzones que el viejo reloj marca.
La comida hierve con delicadeza y el humo de la olla silba las baladas que el tocadiscos canta, el reloj marca y la cola del perro baila.
En la mesa se destapa el elixir que llena copas y embriaga almas cubriendo cuerpos como los ríos cubren al mar, y el mar inspira al escriba que roba suspiros que mueven manecillas de relojes para marcar tiempos y bailar colas de perros, hervir ollas que silban canciones y hacer luz que hacen cantar tocadiscos.
Entonces el reloj se detiene porque ya es Jueves y son las cinco de la tarde
By: Carlos Lorenzana
Al timón de un gallardo navío
maniobra con manos prudentes un joven piloto.
A través de la niebla trepida con pávido brío
el metálico ritmo de un tañido remoto…

Es la ronca campana marina,
la inquietante campana,
la campana de alarma que plañe en la costa lejana,
al vaiven de la olas coléricas, su inquietud repentina.

Suena, suena en la noche, vigilante campana costeña,
revelando el acecho del escollo bravío;
suena, suena con ímpetu, y despierta al piloto que sueña
al timón de su débil navío!

Pero el nauta inexperto
no olvidó la prudencia
en el puerto.
Avizor, ambicioso y altivo -tres veces despierto-,
oyó al punto, a lo lejos, la sonora advertencia.

Y el ligero navío, de incontables tesoros repleto,
bajo el sólido puño del piloto se inclina,
y levanta la proa espumaste después, como un reto,
mientras vibra más trémula y próxima la campana
marina…

Y el esplendido y noble navío se aleja ágilmente,
y su blanco velamen gentil se destaca
en la espesa y opaca
neblina, eludiendo la rauda corriente,

bajo el gélido azote de la racha inclemente,
mientras hierve con sordo fragor la resaca...
.......................................................­.....................
Sí, Dios mio:
¡Se ha salvado un navío! Pero el orto navío
inmortal,
el navío inmortal que va a bordo de ese frágil
navío,
¿Qué piloto es capaz de alejarlo del escollo fatal?

Navío del alma, que ninguna bonanza sosiega;
que en el tosco navío del cuerpo navegas en pos
de una costa de luz que no llega:
Navega, navío sin brújula, navega, navega, navega!,
atento a la eterna y magnánima campana de Dios!
Azucenas lunares y luciérnagas
en una sola isla. Derramada,
noche de miel sobre jardín y ciénagas,
en mi sien a dosel, y en su alaborada.

Incandescente noche de suspiros
y ciegas pomas y plurales manos.
Hierve el amor en nidos y manzanos,
en granito sin nervios, y zafiros.

Alta Selene, en Salambó madrina
por milenios. Amante transparente,
a pulsera y sortija diamantina.

Oh noche, noche, noche intrascendente
desde hace tantos años. Ahora fina
corona de coral sobre mi frente.
Dime, del tiempo resonando
en tu esfera parcial y dulce
no oyes acaso el sordo gemido?

No sientes de lenta manera,
en trabajo trémulo y ávido,
la insistente noche que vuelve?

Secas sales y sangres aéreas,
atropellado correr ríos,
temblando el testigo constata.

Aumento oscuro de paredes,
crecimiento brusco de puertas,
delirante población de estímulos,
circulaciones implacables.

Alrededor, de infinito modo,
en propaganda interminable,
de hocico armado y definido
el espacio hierve y se puebla.

No oyes la constante victoria
en la carrera de los seres
del tiempo, lento como el fuego,
seguro y espeso y hercúleo,
acumulando su volumen
y añadiendo su triste hebra?

Como una planta perpetua aumenta
su delgado y pálido hilo
mojado de gotas que caen
sin sonido en la soledad.
starlaxs Apr 2019
sos mas lindo cuando no puedo mirar
cuando tu cara es la misma
que la de todos los demas
y en esta habitacion hay tension siempre
asi que tirate si te queres tirar
senti las cosquillas de dedos en el pecho
y el frio en la ***** de los pies
sos mas lindo cuando no entiendo que decis
me rio y asiento
o doy respuestas automaticas
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
me deja de andar el cerebro
y el autopiloto me estaciona en tus brazos
que ganas de tirarme del balcon a veces
si la ciudad esta inundada
y vos la estas flasheando
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
en camara lenta me hundo sin llegar al piso
y la ciudad esta roja con las luces de los autos
el mar hierve alrededor mio
¿o solo sos vos?
espero que mis pies toquen el fondo
pero no llegan porque vos me haces flotar
no a la superficie pero si lo suficiente
como para dejarme estar
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
sos mas lindo cuando me tocas
y nunca llegas a ningun lado
me dejas con ganas de mas y mas y mas
y quiero hacer de tu cuello un hogar
donde vuelan platos y hay gritos
o hay silencio absoluto
como hay en mi mente ahora mismo
y literalmente no veo nada en vos
que no sea imaginario mio
tenes cara de mi ex
o de alguien que alguna vez conoci
y trato de ubicarte
mientras pienso
labio labio labio labio labio labio labio
pero no me acuerdo
o no me importa
total en mi mente sos
todo lo que quiero que seas
Bajando de la montaña
se oye de tarde un cantar:
boquita , dulce de caña,
¡quién te pudiera besar!

El trapiche está moliendo...
el humo se ve subir.
Las penas que estoy sintiendo
¡quién las pudiera decir!

El trapiche es alegría,
hierve en las pailas la miel
¡quién besar pudiera un día
tu boquita de clavel!

El trapiche muele y muele
la caña, y vuelve a empezar.
Cuando el alma duele y duele,
¡quién la podrá consolar!
Al comenzar la escalera
Del castillo solariego,
Se ve una estatua de mármol
De hermoso y turgente seno,
De líneas y formas puras,
De ensortijado cabello,
Y labios donde parece
Que están dormidos los besos.

Tostado por los ardientes
Soles del África, un *****,
Cuando declina la tarde
A la estatua llega trémulo,
Y clava en ella los ojos,
En donde hierve el deseo;
Enajenado la abraza,
Y los labios contrayendo
Lleva las crispadas manos,
Como en delirio a su pecho.

¡Cuántas veces cuando a solas
Lloro en mis noches sin sueño,
Tus desdenes, tus traiciones,
Y arde en mi alma el infierno
De un amor sin esperanza
Y la fiebre de los celos,
Viene a la memoria mía;
***** y trágico el recuerdo,
De aquel corazón de mármol,
De aquel corazón de fuego!
Valeria Chauvel Mar 2020
En los tiempos donde el sol huele a muerte
y en las noches barre por las casas,
nos acompaña como un fantasma
la guerra que en silencio vierte
incertidumbre en nuestras almas.

Hierve entre los hombres
un silencio prolongado
y las voces se hacen plomo,
negros augurios que carcomen.

Hoy tengo más miedo a la vida que a la muerte,
que si de riquezas se trata,
te entrego mis ojos
y que se desvanezcan ante la filantropía
como sombra de una utopía.

Temo por nosotros, por la humanidad
como un desolado ensueño surrealista.
Temo por la oscuridad que acecha,
de nuestras almas, la cara fría.

Hoy tengo más miedo a mi miedo que nunca,
cuando en la noche la esperanza trunca,
y desconfío.
Desconfío de la sombra que nos corroe.

Mis manos tiemblan cuando pienso,
pero al escribir se ponen firmes.
Mi moral, mis convicciones.

Vocifera una jauría inquieta,
el murmullo de la desesperación,
cuando veo a rostros hundirse en el vacío,
avivando la hoguera.

En el pasado vi escarlata que cubría la tinta.
Sobre los hombres sin derechos llovía,
el desgarrador improcedente vestigio
de un espacio sin salida.

Se habla de una conspiración
y se escudriña a un culpable,
pero no se habla de lo que desvela
la tragedia ante nuestras vendas.

Necesito saber que el burgués
no se llevará el pan
y que entre los muertos
no caminará la prole.

¿Será la vida digna de ser un fin?
si no es más que una guerra,
yo soy un zapato viejo e inútil.

Como geografías insulares en la ciudad
me retiro de las calles y renuncio.
Renuncio a ti, a nosotros, a mí misma,
y me niego a la enfermedad.

Nos miro y lloro a la injusticia
y a la vida calumniada.
Quiero creer en la humanidad.
Quiero creer en las personas
y naturaleza como estirpe del mismo oro.

Quiero creer que ganaremos
a quien irracionales dijo que éramos,
o parásitos de la vida misma,
y a la historia volcaremos.

Nos ganaremos a nosotros
como conquista, como humanos,
como el sentido a nuestro vacío.

Me arrodillo.
Me arrodillo ante calles desiertas
y por primera vez en mi vida rezo
y no es a Dios.
Rezo a la humanidad.
Rezo por valores que vivan
como virtud de nuestras almas,
aunque amenace la enfermedad.

— The End —