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Yo sólo soy un hombre débil, un espontáneo
que nunca tomó en serio los sesos de su cráneo.
A medida que vivo ignoro más las cosas;
no sé ni por qué encantan las hembras y las rosas,
Sólo estuve sereno, como en un trampolín,
para saltar las nuevas cinturas de las Martas
y con dedos maniáticos de sastre, medir cuartas
a un talle de caricias ideado por Merlín.
Admiro el universo como un azul candado,
gusto del cristianismo porque el Rabí es poeta,
veo arriba el misterio de un único cometa
y adoro en la Mujer el misterio encarnado.
Quiero a mi siglo; gozo de haber nacido en él;
los siglos son en mi alma rombos de una pelota
para la dicha varia y el calosfrío cruel
en que cesa la media y lo crudo se anota.
He oído la rechifla de los demonios sobre
mis bancarrotas chuscas de pecador ******,
y he mirado a los ángeles y arcángeles mojar
con sus lágrimas de oro mi vajilla de cobre.
Mi carne es combustible y mi conciencia parda;
efímeras y agudas refulgen mis pasiones
cual vidrios de botella que erizaron la barda
del gallinero, contra los gatos y ladrones.
¡Oh, Rabí, si te dignas, está bien que me orientes:
he besado mil bocas, pero besé diez frentes!
Mi voluntad es labio y mi beso es el rito...
¡Oh, Rabí, si te dignas, bien está que me encauces;
como el can de San Roque, ha estado mi apetito
con la vista en el cielo y la antorcha en las fauces!
Después de Azul... después de Los Raros, voces insinuantes, buena y mala intención, entusiasmo sonoro y envidia
subterránea -todo bella cosecha-, solicitaron lo que, en conciencia, no he creído fructuoso ni oportuno: un manifiesto.Ni fructuoso ni oportuno:a) Por la absoluta falta de elevación mental de la mayoría pensante de nuestro continente, en la cual impera el universal personaje
clasificado por Remy de Gourmont con el nombre de Celui-qui-ne-comprend-pas. Celui-qui-ne-comprend-pas es, entre nosotros, profesor, académico
correspondiente de la Real Academia Española, periodista, abogado, poeta, rastaquouer.b) Porque la obra colectiva de los nuevos de América es aún vana, estando muchos de los mejores talentos en el limbo de un completo desconocimiento
del mismo Arte a que se consagran. c) Porque proclamando, como proclamo, una estética acrática, la imposición de un modelo o de un código implicaría
una contradicción.Yo no tengo una literatura «mía» -como la ha manifestado una magistral autoridad-para marcar el rumbo de los demás: mi literatura
es mía en mí-; quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro personal y, paje o esclavo, no podrá ocultar sello o librea.
Wágner, a Augusta Holmés, su discípula, dijo un día: «lo primero, no imitar a nadie, y sobre todo, a mí». Gran decir.Yo he dicho, en la misa rosa de mi juventud, mis antífonas, mis secuencias, mis profanas prosas.-Tiempo y menos fatigas de alma y corazón
me han hecho falta para, como un buen monje artífice, hacer mis mayúsculas dignas de cada página del breviario. (A través
de los fuegos divinos de las vidrieras historiadas me río del viento que sopla afuera, del mal que pasa). Tocad, campanas de oro, campanas de
plata, tocad todos los días, llamándome a la fiesta en que brillan los ojos de fuego, y las rosas de las bocas sangran delicias únicas.
Mi órgano es un viejo clavicordio pompadour, al son del cual danzaron sus gavotas alegres abuelos; y el perfume de tu pecho es mi perfume, eterno incensario de carne.
Varona inmortal, flor de mi costilla.Hombres soy.¿Hay en mi sangre alguna gota de sangre de África, o de indio chorotega o nagrandano? Pudiera ser, a despecho de mis manos de marqués;
mas he aquí que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos o imposibles: ¡qué
queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer; y a un presidente de República no podré saludarle en el idioma
en que te cantaría a ti, ¡oh Halagabal!, de cuya corte -oro, seda, mármol- me acuerdo en sueños...
(Si hay poesía en nuestra América, ella está en las cosas viejas: en Palenke y Utatlán, en el indio legendario,
y en el inca sensual y fino, y en el gran Moctezuma de la silla de oro. Lo demás es tuyo, demócrata Walt Whitman).Buenos Aires; Cosmópolis.¡Y mañana!El abuelo español de barba blanca me señala una serie de retratos ilustres: «Éste, me dice, es el gran don Miguel de Cervantes
Saavedra, genio y manco; éste es Lope de Vega; éste, Garcilaso; éste, Quintana». Yo le pregunto por el noble Gracián, por
Teresa la Santa, por el bravo Góngora y el más fuerte de todos, don Francisco de Quevedo y Villegas. Después exclamo: ¡Shakespeare!
¡Dante! ¡Hugo...! (Y en mi interior: ¡Verlaine...!)Luego, al despedirme: «Abuelo, preciso es decíroslo; mi esposa es de mi tierra; mi querida, de París».¿Y la cuestión métrica? ¿Y el ritmo?Como cada palabra tiene un alma, hay en cada verso, además de la armonía verbal, una melodía ideal. La música es
sólo de la idea, muchas veces.La gritería de trescientas ocas no te impedirá, silvano, tocar tu encantadora flauta, con tal de que tu amigo el ruiseñor
esté contento de tu melodía. Cuando él no esté para escucharte, cierra los ojos y toca para los habitantes de tu reino
interior. ¡Oh pueblo de desnudas ninfas, de rosadas reinas, de amorosas diosas!Cae a tus pies una rosa, otra rosa, otra rosa, ¡Y besos!Y la primera ley, creador: crear. Bufe el eunuco. Cuando una musa te dé un hijo, queden las otras ocho encinta.
Pidiendo a las diez del día   papel a su secretario,
a la carta de Jimena   responde el rey por su mano;
y después de hacer la cruz   con cuatro puntos y un rasgo,
aquestas palabras pone   a guisa de cortesano:

«A vos, la noble Jimena,   la del marido envidiado,
vos envío mis saludos   en fe de quereros tanto.
Que estáis de mi querellosa,   decís en vuestro despacho,
que non vos suelto el marido   sino una vez en el año,

»y que cuando vos le suelto,   en lugar de regalaros,
en vuestros brazos se duerme   como viene tan cansado.
Si supiérades, señora,   que vos quitaba el velado
para mis namoramientos,   fuera bien el lamentarlo;

»mas si sólo vos lo quito   para lidiar en el campo
con los moros convecinos,   non vos fago mucho agravio;
que si yo no hubiera puesto   las mis huertas a su cargo,
ni vos fuerais más que dueña,   ni él fuera más que un hidalgo.

»A no vos tener encinta,   señora, el vuestro velado
creyera de su dormir   lo que me habedes contado.
Más pues el parto esperáis...   si os falta un marido al lado,
no importa, que sobra un rey   que os hará cien mil regalos.

»Decís que entregue a las llamas   la carta que habéis mandado;
a contener herejías,   fuera digna de tal caso;
mas pues razones contiene   dignas de los siete sabios,
mejor es para mi archivo   que non para el fuego ingrato.

»Y porque guardéis la mía   y no la fagáis pedazos,
por ella a lo que pariéredes   prometo buen aguinaldo:
si fuere hijo, daréle   una espada y un caballo
y cien mil maravedís   para ayuda de su gasto;

»si fija, para su dote   prometo poner en cambio
desde el día en que naciere   de plata cuarenta marcos.
 Con esto ceso, señora,   y no de estar suplicando
a la Virgen vos ayude   en los dolores del parto».
Eres un Angel
de cabellos de madera
hueles a flores
       puedo mirarte
               noche y día
                        una obra de arte
                                              con vida.


                                      Me hacen falta
                                palabras dignas,
                    para decirte
                 desde adentro    
    tu silencio
me calma.

Te soñe...
            que....
                     me... alumbras...
Te soñe...
               como...
                        sombra...
Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.

Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.

Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.

Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.
Muito me custa compreender este país onde vivo. Portugal precisa urgentemente de ordem, ideologia e patriotismo. Anos se passaram e tantos organismos criados, penso que com a finalidade de haver profissionalismo. Enfim, assistimos hoje a uma estúpida maneira de encarar a vida. As igrejas não espalham a fé, os hospitais não fazem o que poderiam fazer, a justiça é realmente cega, os políticos não sei para que servem e o que parece bonito não é a necessidade do povo, não é o benéfico do país. É urgente e necessário que quem comanda o país defina regras e é urgente que o patriotismo  de cada cidadão seja um sentimento profundo de comunidade em cumprimento dessas regras definidas. As televisões não são tribunais, os senhores jornalistas não são juízes e a praça pública não é local de justiça. Envergonha-me viver num país com poucos homens e poucas mulheres dignas desse nome e que raramente ocupam os cargos que deviam. Não se vive de fachada com caras bonitas ou filhos de papás a ocupar cargos de relevo e liderança. O estado não deve ser um abrigo de preguiçosos em poleiros indevidos. Portugal é dos Portugueses e só os que merecem devem chegar ao topo, não pelas alavancas mas sim pelo talento. Aquilo que hoje se perdeu em Torre de Moncorvo na Serra do Reboredo, como em outras regiões do país não volta mais, mas esses granfinos iluminados com ideologias antagônicas à razão da existência humana preocupam-se em acabar com o bom do homem e criar ilusões desastrosas na forma como hoje se vive.🤡🤡🤡🤡
Hakikur Rahman Apr 2021
Cumprimento de recebimento
E a dor de perder
Qual é o mais perturbador
No reino da vida.

Ambas as marcas são dignas de nota
Contudo,
Receber faz com que alguém tenha sucesso
E,
O fracasso faz com que alguém desapareça.
Tus ventanas, con pájaros y flores,
tus ventanas que miran al oriente,
están esclarecidas con la gracia
de la aurora riente
que con primicias de su luz decora
la virtud de tu frente.
Tus ventanas de antigua arquitectura
en que el canario, a trinos, alborota
la paz de tu silencio provinciano;
ventanas en que flota,
para embriaguez de los amantes fieles,
la desmayada ofrenda del perfume
de rosas y claveles...
Tus ventanas, Amor, de cuya clave
quise colgar la jaula de mi dicha
para que la cuidaras como una ave;
ventanas de madera
en que en vano soñé dejar prendida
mi devoción como una enredadera...
Tus ventanas que miran al oriente
y madrugan, fragantes, de limpieza
¿esperaron una alba,
de cándida belleza,
o el regreso del novio
que anda en tierras de olvido,
o esperaron, acaso,
el milagro de un sol desconocido?
Ventanas que rondé
en la alborada de mis mocedades,
rejas con agua, y luz, y caracoles
en que Ella gusta de escuchar el sordo
fragor de las marinas tempestades;
rejas dignas de célebres idilios,
rejas de mi noviazgo adolescente,
que yo os mire de nuevo
¡oh ventanas, abiertas al oriente!
margarida 19h
as flores que rego
pacientemente, o oposto
do que costumo sentir
são belas, não o nego
mas talvez se as tivesse posto
contigo, estas fossem abrir
mais belas e dignas
de se cheirar, tal como
banhos e raios de sol
com uma bela vista mar.
será sonhar muito alto
este meu desejo de transgredir
que é perseguido pelo medo
de tal como uma flor,
pousar nua num palco
onde nada que possa vestir
te faça querer comigo florir.
as flores que rego,
acabarão por desaparecer
assim como o desejo
de te ter por perto
se voltará a desvanecer
porque esse teu beijo
já não escorre como água
no jardim outrora nosso
que deu vida a este amor.
o que seria despedir-me
sem mágoa, sem regar as flores
que tanto gosto, sem ver a vida,
a ganhar nova cor?
rego estas flores, que sem ti,
aprendi que florirão
da mesma maneira
que na primeira passada.

— The End —