Cómo gozo en recordar
-Y las recuerdo mil veces-
Aquellas tus timideces
Que al fin te enseñé a olvidar.
Cuando contigo me uní
Era al par de nuestro amor
Un encanto tu pudor...
¡Y ya perdido! ¡Ay de mí!
Ahora tu cuerpo todo
Desnudo, cambias camisa,
Y a mí te enlazas aprisa...
Antes era de otro modo;
Porque tímida mujer,
La luz miedo te infundía,
Y, casta, no te podía
Toda entera poseer.
Y te decía anhelante,
Mi cuerpo una llama viva:
«No serías tan esquiva
Si tú me amaras bastante».
Y tu beso pudoroso
Buscaba con ansia rara,
Para que le contestara
Al beso mío goloso.
Antes, entre riña y riña,
Adorable y seductora,
Cedías al fin. Ahora
Cómo echo menos la niña
Que de su pudor esclava,
Y encendida de sonrojos
¡Noches aquellas! los ojos
Con el brazo se tapaba.