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Frankie Gestone  Sep 2018
Iseo
Frankie Gestone Sep 2018
Play that melody for me

And whisper in my ears

You don't know it but you saw right through me and my worst fears

The game I was playing was in your court

Frozen still from your spell, I could not hide or run anymore

And you are toxic, but it is just what I need

Because you are beautiful especially when you scream or bleed

Enticing is your magic, mesmerized and hypnotized with tricks

Pure euphoria, I cannot help but love it

Blinking fading lights in a dark room is where I get my fix

Your pain is also my pain

For it is a pleasure in me to see you crying in the rain

Through chaos and order, your eyes ask for more

But you are taken and everyone wants some of you

The most elegant witch, a black widow crawling on a floor

You are just a lost little girl seeking a home

You are the witch but all your black clothes cannot cover your empty soul

I can see all the universe through my reflection in your eyes

Green emerald with a hint a blue liberates the waterfall of tears from your cries

I will search for you again through the skies of time

Somewhere between the seas and the mountains

I can conquer all and make you mine
waterfalls, dreams, love, Iseo, Italy, eyes, emerald, passion,
Llovizna abrillanta-asfaltos
de la dormida calleja.
                              Llovizna canta-en-la-reja,
                              llovizna arrulla-a-la-oreja,
                              -escala de los asaltos
                              (Julieta habita en los altos.)
                              de Romeo-: historia añeja.

Llovizna moja-que-moja
trovador de Alda o Mafalda,
nocharniego rima-balda
cuyo manteo sofalda
-para colmo a su congoja-
la ventisca, y lo sonroja:
trovero-desnuda-espalda...

                              Llovizna pica y repica
                              con su yeloso goteo
                              por el raído manteo
                              del aterido Romeo:
                              si el balcón cierra la rica
                              -fembra, asaz se simplifica
                              la acción de Tristán e Iseo...

Llovizna llueve-que-llueve,
llovizna cala-que-cala.

                              Presto apróntale la escala,
                              pronto el partido por gala
                              en dos alista: a que pruebe
                              tu licor cálido ****,
                              cuaderno-azul-bajo-el-ala,
es decir vate-que-bate,
rimador rima-que-rima,
harpa-al-hombro, laúd-mima,
vihuela-pellizca, o lima
-violín, o teclas-abate...
                              Campo-de-pluma, el combate,
                              ****, de amor, se aproxima:
                              Campo-de-plumas, apresta
                              **** (Iseo, Isolda, Alda,
                              Julieta, Dido o Mafalda):
trovador-lira-a-la-espalda
apercibe su ballesta
y el dardo certero asesta
que clavar ha en tu guirnalda.

                              **** (Mafalda, Alda, Dido,
                              Iseo, Julieta, Isota,
                              Ulalume, ya remota,
                              Xatlí, morena-de-oliva,
                              Eglé, blonda delusiva,
                              deswertherada Carlota,
                              Ofelia ofélida ignota,
                              fugadas en el olvido):

Llega el trovador transido
-rota flámula en derrota,
rota flámula hecha criba,
gonfalón deshecho hecho
girón: pero avante el pecho
trae el trovador maltrecho
pujante: y en su lasciva
boca, el ascua-siempre-viva
que hoguera será en el lecho.
León de Greiff  Jun 2017
Ínsula
Grave símbolo esquivo.
Grave símbolo esquivo, nocturna
torva idea en el caos girando.
Hámlet frío que nada enardece.
Aquí, allá, va la sombra señera,
allá, aquí, señorial, taciturna,
(señorial, hiperbóreo, elusivo):
fantasmal Segismundo parece
y harto asaz metafísico, cuando
cruza impávido el árida esfera.

Grave símbolo huraño.
Grave símbolo huraño, fantasma
vagueante por muelle archipiélago
-bruma ingrave y caletas de nube
y ensenadas y fjords de neblina-.
Grave símbolo hermético: pasma
su presciencia del huésped de ogaño,
su pergenio de gríseo querube
(del calígene caos murciélago)
vagueante en la onda opalina.

Más lontano que nunca.
Más lontano que nunca. Más solo
que si fuese ficción. Puro endriago
y entelequia y emblema cerébreo:
del antártico al ártico Polo
sombra aciaga de atuendo fatal
-exhumada de cúya espelunca?-,
gris fantasma lucífugo y vago
por el fondo angoroso, tenébreo,
que sacude hosco viento abisal.

Más lontano jamás.
Más lontano jamás. Ciego, mudo,
mares surca y océanos hiende
metafísicos: mástil de roble
que no curva el henchido velamen,
ni el de Zeus zig-zag troza crudo...,
ni se abate ante el tedio, quizás.
Más lontano jamás: Fosco, inmoble
De su hito insular no desciende
y aunque voces lascivas lo llamen.

Juglar ebrio de añejo y hodierno
mosto clásico o filtros letales.
Si Dionisos o Baco.
Baco rubio o Dionysos de endrino
crespo casco de obscuro falerno.
Trovador para el lay venusino.
Juglar ebrio de bocas o vino:
me dominan las fuerzas sensuales
-hondo amor o femíneo arrumaco-
trovador, amadís sempiterno.
Me saturan los zumos fatales
-denso aroma, perfume calino-
del ajenjo de oriente opalino.

Casiopeia de luz que amortigua
fonje niebla, tul fosco de bruma,
copo blándulo, flor de la espuma,
cendal níveo y aéreo...
Cendal níveo y aéreo... La ambigua
color vaga que apenas se esfuma
si aparece... fugaz Casiopeia
peregnina, la errátil Ligeia,
la de hoy y de ayer y la antigua
-entre un vaho letal, deletéreo... -

Casiopeia con ojos azules,
Elsa grácil y esbelta,
Elsa grácil y esbelta, Elsa blonda!
-si morena Xatlí, la lontana-.
Elsa blonda y esbelta, Elsa grácil!
Casiopeia en el mar! Quién Ulises
de esa núbil Calypso! Odiseo
de esa ingrávida Circe temprana
-blonda, ebúrnea y pueril!- Impoluta
Casiopeia -auniendnino su delta-.
Nea Aglae ni arisca ni fácil...
Casiopeia triscando en la onda,
Casiopeia en la playa! Sus gules
labios húmidos son los de Iseo!
Oh Tristán! de las sienes ya grises!
Oh Tristán!: con tus ojos escruta:
¿ves la nao en la linde lontana?

Turbio afán o morboso deseo
sangre y carne y espíritu incendie.
Ebrio en torno -falena-.
Ebrio en torno -falena piróvaga-
ronde, al cálido surco: Leteo
que el orsado senil vilipendie
si antes fuera la misma giróvaga...
-si ayer Paris de Helena la helena,
si ayer Paris, rival de Romeo... -
Turbio afán y deseo sin lindes,
siempre, oh Vida, me infundas y brindes!

Cante siempre a mi oído.
Cante siempre a mi oído la tibia
voz fragante de Circe y Onfalia.
Siempre séanme sólo refugio
pulcro amor y acendrada lascivia.
Bruna endrina de muslos de dahlia,
rubia láctea de ardido regazo!
Lejos váyase el frío artilugio
cerebral ante el lúbrico abrazo!

Casiopeia, los ojos de alinde
muy más tersos que vívidas gémulas
irradiantes: la frente de argento
-flava crencha a su frente,
flava crencha a su frente las alas
si a las róseas orejas los nidos;
frágil cinto; el eréctil portento
par sin par retador e insurgente;
frágil cinto que casi se rinde
de qué hechizo al agobio -tan grato-.
En sus ojos giraban sus émulas
-danzarinas lontanas y trémulas-:
estrellada cohorte: de Palas
la sapiencia, en sus ojos dormidos.
De Afrodita posesa el acento
caricioso. Medea furente...
Salomé, la bacante demente...

Casiopeia danzando.
Casiopeia danzando en la sombra
vagueante, irisada de ópalos:
nefelíbata al són de inasible
rumor lieto, velada armonía
cuasi muda y susurro inaudible
(muelle y tibio, melífico y blando)
para torpes oídos: que asombra
con febril sortilegio, si tópalos
sabio oído: les sigue, les halla,
les acoge, goloso, en su malla,
y en gozarlos su ser se extasía.

Casiopeia de luz.
Casiopeia de luz inexhausta,
halo blondo en el mar de zafiro,
rubia estrella en el mar de abenuz.
Irreal concreción de la eterna
maravilla del cosmos: su fausta
lumbre, siempre, y en éxtasis, miro
de la hórrida, absurda caverna
poeana o guindado en mi cruz.

Casiopeia, eternal Casiopeia,
sutil símbolo, lis, donosura;
su luz fausta y su música, hechizo
de sortílega acción obsesora
e inebriante, muy más que la obscura
flor dormida en las redes del rizo
toisón, urna que ensueño atesora
y el hastío a la vez: Casiopeia
peregrina, la errátil Ligeia,
la de hoy y de ayer y ventura...
Gira
la negra,
gira
la luna,
gira
la negra luna,
sobre sí propia,
gira
la negra
luna
de ebonita,
gira la negra luna de ebonita
-sobre sí propia- y canta:

-¡Bah! ¡Canciones! Y músicas abstractas...!

Y, lo que canta, es la Música Viva!
Oye el Viaje de Invierno, de Franz Schubert,
y el Rey de los Alisos,
y El Doble y Ganímedes y Ante el mar,
y de Schumann, Amores de un poeta,
y de Dupare, Invitación al viaje
y La vida anterior...,
y de Chopín, Preludios y Nocturnos:

tú, soñador romántico; tú, doliente elegíaco.
Oye la voz serena,
la voz profunda oye
de Bach -añosa encina,
inmensurable selva, órgano él mismo y templo
de la harmonía-:

tú, sereno y profundo.

Y de Mozart el diáfano y sortílego,
y de Haydn y Franck, la cortesana
y la mística voz, inconfundibles,

tú, gustador de lo pulcro y etéreo.
Los Cánticos y Danzas de la Muerte,
y Sin sol, de Musorgski,

tú, angustiado, febril, hiperestésico;

y Borís Godunov, Borís Godunov, oye,
(bárbara gesta, miedo, sangre, lujuria y fausto)

tú, Sátrapa en los sueños...
Y, catador sutil de quintaesencias,
gusta la mediatinta debussyana,
pesquisidora de inusados timbres
y lontanos acordes, 1
en un dorado ambiente de calígine.
Y, borracho de lumbres y colores,
Óye, de Rímski, Antar y Xeherazada
y el Gallo de oro -vértigo y lascivia-:

mas, si de ritmos ebrio, tú, frenético
danzarín, danza todas las furias de Stravínski
-del sabio y del bufón mezcladas dósis-:
fino humor ricos timbres, forma clara 2
(sobria, o en concertado cataclismo).
Y oye, en la noche, y en Tristán e Iseo,
la voz vigía de Brangane, plena
de lo fatal, o el corno quejumbroso;
si no los Funerales de Sigfrido;
o el Tránsito al Valhalla, milagroso tumulto.
Y tú, plasmado en bronce, los vastos himnos oye,
óye las soberanas sinfonías
con que la voz del Sordo el orbe nutre!

Las acendradas síntesis:
sonatas y quátuors, insólito prodigio, filtros puros:

la Misa en re, misterio panteísta,
denso peán a la Naturaleza!

Y el trágico clangor de Coriolano...:

oye la voz del Indomado Prometeo,
oye la voz del Sordo, oye la voz del Sordo!
Gira la negra luna,
gira
sobre sí propia,
gira la negra luna de ebonita,
gira
la negra
luna
de ebonita
-sobre sí propia- y canta:
-Bah! Ficciones! Y músicas abstractas...!

Y, lo que canta, es la Música Misma!

— The End —