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Elena Ramos Apr 2015
Elena Ramos


Aquí todo en mi mente da vueltas, nada es estable, no hay un objeto al cual pueda ver directo y guiarme para no caer. Para mí no sirve el simple hecho de tenerlo todo para ser feliz, ni el dinero, ni una familia reconocida en todo Miami y el resto del país. Me llamo Gimena Rodríguez, mis papas son de Honduras pero emigraron a los Estados Unidos cuando mi hermano mayor Roberto tenía apenas diez años en ese entonces yo tenía ocho horribles y apestosos años, era muy fea, mi mama siempre me ponía dos ganchitos en la frente para quitarme el pelo de la cara; bote todas las fotos que dejaban evidencia de ese abuso hacia el estilo y la dignidad de una niña pequeña.  

He buscado en la internet el significado de mi nombre, porque ni yo sé que soy. Hay unos sitios bien raros que dicen que soy de las que necesita ser apoyada por los demás, algo que no es cierto, pero he topado con un sitio que dice que soy de pensamiento firme, ágil y con capacidad analítica. Y por cierto mi número de la suerte dice ser el número cuatro, puede tener algo de sentido ya que el 4 de noviembre es mi cumpleaños, o que casualmente mis papas estén de aniversario el mismo día. Suelo ser de esas chicas que todo el mundo conoce o dice saber conocerme, por el simple hecho de tener una familia la cual, toda América conoce. Mi papa heredo el negocio de mi abuelo, (por lo general el abuelo o como yo lo llamaba Yeyo, era el único que me entendía hasta llegue a prometerle que seguiría los pasos de la familia y seguir el negocio) una empresa que distribuye muebles, ya sean sofás como camas y cosas así. La compañía se llama DecoArte, había empezado en 1934 con mi bisabuelo Arturo, que luego paso a ser mi mi Yeyo y ahora de mi padre (solo espero que Roberto pelee por su lugar en la compañía y decida quedarse todo para él, así no tendría que seguir en este negocio, porque realmente no me gusta). He decidido que quiero ir a Los Angeles y estudiar Fashion Management & Marketing, en la Universidad de Argosy. He aplicado a varias universidades y aun espero respuesta, seria decepcionante no ser aceptada en ninguna y entonces tendría que trabajar en DecoArte toda mi vida. Todos los días son decepcionantes, siempre es lo mismo, mi casa parece un lugar solitario. Roberto tiene su propio apartamento, todos los días sube fotos a su cuenta de Instagram haciendo fiestas, las cuales son mencionadas como las mejores. Fraternidades de muchas universidades terminan ahí, los vagabundos igual, y así todo Miami. Sería bueno si por lo menos me invitara a una de sus “reuniones”, como el las suele llamar cuando estamos frente a nuestros padres. No me veo pequeña, tengo diez y siete años y el próximo año me graduare de Miami Beach High School. Muchos me preguntan si realmente tengo la edad que les digo tener, nadie me cree, muchos dicen que me veo mucho mayor, algo que para mí no está mal. En mi cuenta de twitter me he fijado que Roberto dará una fiesta, tal vez pueda decir que voy a ver una película y me voy un rato a su casa, solo espero que mi propio hermano no me eche de la casa. En mi tiempo libre, después de clases, suelo agarra mi computadora portátil y abrir Word, y escribir todo el día. Hace poco subí gratis un libro de poemas de dicados a la gente que no sabe qué hacer con su vida. He tenido buenas respuestas, inclusive en mi blog recibo visitas y buenos comentarios a montones. Existen dos mundos parami, la realidad y el mundo que creo con los libros y la escritura. Cada libro que leo me envuelve en un sentimiento que hace que imagine estar en el libro. Al escribir siento que mis ideas fluyen y que soy yo honestamente, sin censura, sin miedo a expresarme. En este momento estoy escribiendo una historia ficticia de esta joven que desea encontrar el amor, ya que casi lo encontraba pero el murió. Por su falta de confianza no es capaz de hablar con ningún muchacho. Esta es la introducción del libro:
               Para amar hay un tiempo límite, o por lo menos para mí sí. Si tienes una enfermedad terminal, es muy probable que ese amor nunca llegue. Desearía tener por lo menos un romance que dure poco o hasta cuando yo siga viva. Mi vida se complica cada vez más, el único hombre que veo seguido es mi médico el doctor Collins, está casado y tiene una hermosa hija. En el hospital veo morir a diario personas de las cuales me hice amiga. Aun no olvido su rostro, su pálida cara, que me reía aun a pesar de tener peores condiciones de vida que yo. Se llamaba Mark, tenía doce años cuando lo conocí, y diez y siete cuando lo vi por última vez. Cada año lo volvía diferente, siempre había un problema más o algo en su cuerpo había cambiado por  completo. Lo conocí cuando yo tenía once años, llegue a emergencias esa noche, mi mente giraba, era más verde como la pared que trigueña. Gracias a dios detectaron mi cáncer con tiempo. Pero esa noche ahí estaba el, sentado en una camilla, me pareció muy guapo desde el primer instante en que nuestros ojos se cruzaron. Mientras mi mama hablaba con la enfermera afuera, yo estuve acostada, mirándolo y luego mirando el techo. No sabía que sucedía conmigo, solo sabía que  me sentía a morir. No llore porque él estaba ahí, a dos camillas de la mía. Sabía que me observaba aunque lo disimulaba muy bien. Entraron mi mama y varias enfermeras y un doctor,  después de un rato sacaron mi camilla y me llevaban a otro lugar. Deje a ese muchacho solo en ese espantoso cuarto, solo, y seguramente con dolor en alguna parte. Desperté el día siguiente en un cuarto, había dos camas más  pero al parecer solo yo ocupaba y llenaba aquella gran habitación. Me di cuenta que mi mama y mi papa estaban dormidos, me sorprendió ver a papa faltar al trabajo. No estoy muy segura, pero anoche tuve uno de los mejores sueños más reales que he tenido en mi vida. Soñé con el muchacho de la sala de emergencia. Vi su hermoso pelo, dorado que caía sobre sus orejas, sus perfectos ojos, que no se distinguían si eran grises o verdes. Tenía una camiseta roja, parecía el tipo de adolescente que se intoxica con algo y termina aquí. Definitivamente desearía poder volverlo a ver por lo menos un instante, para poder recordar mejor esa mirada y su hermosa sonrisa.  No hice ruido y me levante buscando un baño, estaba bien, solo algo cansada, y molesta por esa horrenda bata que llevaba puesta, ya que no tenía nada abajo. Hice ruido al levantarme ya que presione uno de los botones que levanta la camilla. Mi padre Augusto, se levantó en un abrir y cerrar de ojos del sofá donde dormía para ir en mi auxilio. –Papa estoy bien-,-No te creo, a dónde vas?-,-solo busco un baño, necesito ir ahorita-. La cara de papa estaba muy diferente, hoy no tenía esa mirada de las mañanas que me decían que todo estaba bien, que la economía estaba por las nubes, o que sasha mi perrita no le causaba alergia cuando todos sabíamos que sí. Me detuve a observarlo, sabía que algo le ocurría,  tal vez fue despedido, o tuvo una seria pelea con mi madre, algo que creo lógico, ya que Paty se pone muy insolente cuando tiene discusiones con papa. –qué ocurre?- le pregunte, tocándole la cara muy delicadamente, tratando de leer su mente o entenderlo-cariño, hay cosas de las cuales tenemos que hablar- al decir esto mi padre, supe que no era nada bueno, porque en ese mismo instante se puso a llorar, por un motivo yo hice lo mismo con él. Mi madre se despertó por el ruido.-Mary, el cáncer no te va a matar, te juro que te van a curar, te lo prometo hija pero por favor no llores-. Mi padre la observo fijamente a los ojos. Fue un golpe muy duro el que recibí, darme cuenta que tenía cáncer y de esta manera. Simplemente, busque la puerta y Salí corriendo, lo más rápido posible, segundos después me di la vuelta y vi que ya no sabía en qué parte del hospital me encontraba. –Mary!-se escuchaba en el fondo. Era mi mama que locamente me buscaba. Me imagino lo mal que se ha de sentir en este momento, pero no lo puedo creer aun, pero tengo cáncer…logre salir de esa situación, ya no estaba corriendo por los pasillos, estaba en un cuarto. –Hola- me di la vuelta y lo vi a él, creí no volver a ver esos ojos, pero si.-hola-creo que nunca estuve tan nerviosa en mi vida. Busque la forma en que la camilla cubriera mi bata, estaba descalza y muy despeinada, pero aun ocupaba ir a un baño. Al fondo vi una puerta, había un baño,-Perdón, pero me puedes prestar tu baño-, él se rio enseguida-si no hay problema, además no es mío es del hospital-. Fui caminando muy rápido, y me encerré, luego, me lave las manos, me enjuague la boca, lave mi cara, y Salí.-me llamo Mary- extendí mi mano hacia la suya.-un gusto Mary, soy Gabriel-. Nombre perfecto para un ángel, el cual él se parecía mucho. Sentía mi corazón palpitando mucho, en un instante sentía que me desmayaba y era enserio, no era por las mariposas ni nada por el estilo, realmente me sentía mal. Gabriel tomo mi mano, me ayudo a sentarme y enseguida llamo a una enfermera. Al rato todos estaban en la habitación, incluso mis papas. –Mary!!—mama estoy bien-.la enfermera me acostó en la camilla de Gabriel, y me tomo la presión, al segundo llego otra enfermera a sacarme sangre. Papa me tomo de la cintura, y me guiaban para ir a mi habitación. Estoy en este momento entrando en un túnel donde sentía que nunca llegaría a casa, pensaba en todas las cosas que hice antes por diversión, pero ahora vivo una pesadilla, que espero que sea simplemente eso, y despertar termine con ella. No pude decirle adiós a Gabriel, pero ya sabia que su numero era treinta y seis, y la mia era la sesenta y dos. Había un brillo que trataba de iluminar mi vida, mi cerebro, había tanta oscuridad, tanta tristeza oculta, cuando la gente que yo amo se de cuente de lo que tengo y en lo que me convertiré tendre miedo de su miedo. He visto tantas películas de esas en las que alguien tiene cáncer o una enfermedad terminal, tengo miedo de no querer luchar por mi vida, miedo a no querer salir de esa comodidad en mi mente y querer rendirme. Tengo solo pocos momentos en mi vida, que valen la pena ser contados. Qué tal si no lleguen mas momentos asi y muera sin haber vivido mi vida. He viajado mucho para que termine asi. Mi mente viaja por lugares muy profundos de mi alma, siento eterna la llegada  a mi habitación. Solo escucho bulla de afuera, tanta que no se en cual enfocarme. Mis papas respetan mi silencio, saben que quiero aclarar mejor las cosas pero que tal si no quiero saberlo y seguir así, viajando por la vida solo por viajar sin rumbo, porque la verdad asi me siento. –mary quieres desayunar, el doctor dice que no tienes dieta-. –Si mam, -dije para romper el silencio de aquella blanca habitación. Tengo una terraza, con hermosas flores, no tengo nada que perder ni ganar ahora, solo disfrutar de su belleza y el canto de los pájaros, es hermosa; la única que no me altera, la única que no se siente como bulla. –pero, creo que todos necesitamos una ducha—si, papa, pero no tengo ropa-.Mama ira a la casa y yo a comprar el desayuno, y tu te quedaras aqui con la enfermera mientra te terminan de revisar-. No  soportaba la idea de que tuvieran que sacarme sangre o que alguien estuviera tan cerca de mi, como esta enfermera. Mis papas salieron de la habitacion, y tuve el descaro de preguntarle en el oído a una de las enfermeras, de quien era Gabriel.-te gusta verdad?-,-no!, simplemente tengo curiosidad-.y ahí empezó la historia mas fasinante e interesante que había escuchacho antes.- Se llama Gabriel Cole y tiene doce años, su mama, no sabemos nada de ella. Vino hace seis meses y desde entonces vive aquí, su papa es Señor Cole,no pudo soportar verlo enfermo entonces pago para que viviera aquí, y se fue. Viene a visitarlo una vez a la semana pero tiene dos semanas sin venir.es un buen muchacho, no le vendría mal una amiga, ahora que no tiene a nadie-.no  puedo creer que su familia lo haya abandonado. No me imagino vivir sin mi mama o sin mi papa, seria horrible.-Bueno he terminado contigo, el doctor Collins vendrá en un rato, descansa-. Salieron por la puerta dejándome sola.
A chaque fois que tu rentres de bonne heure,
Mon coeur se remplit de Bonheur.
Tu illumines nos soirées monotones,
Tu nous fais rire avec tes blagues, même si elles redondonnent.
Avec toi on ne s'ennuie jamais,
On parle, on crie, on s'échange des secrets.
Tu n'hésites pas à nous faire des câlins,
Même quand tu t'en vas de bon matin.
On n'aime pas te voir partir si ****,
On préfère quand tu restes dans le coin.
La Russie, c'est comme le bout du monde,
Heureusement que tu n'es pas James Bond!
On aime te voir à la maison,
Avec tes pyjamas troués et ta barbe de bison.
Même pas peur quand tu vas chez le coiffeur,
On connaît ta tête de pomme par cœur!
On a beau se plaindre de ton penchant pour les sucreries,
Il faut avouer qu'un peu de graisse, c'est aussi confortable qu'un lit.
Même si tu trempes ton pain au fromage dans ton café,
Nous, on a même pas peur de t'embrasser.
On a toujours hâte que tu reviennes,
Même si ca ne fait pas une heure que tu es parti.
Ne t'inquiètes pas on restera les mêmes,
On sera toujours là pour te faire des guilis.
T'es le roi des bisous, t'es le roi des Papas,
On t'aimera toujours, même si tu manges du chocolat!
Mon papa, c'est le plus fort des papas.
Mon papa, c'est le plus beau des papas.
Mon papa, même quand il est fatigué, on dirait Richard Gere.
Mon papa, même si il est carnivore, moi, je l'aime quand même.
Mon papa, quand il mange, on dirait qu'il a 5 ans, mais moi, je l'aime quand même.
Mon papa, il a des voitures super cool qui font vroom.
Mon papa, quand il conduit, on dirait Michel Vaillant, même pas peur.
Mon papa, quand il me dit bonne nuit, j'ai même plus peur.
Les monstres sous mon lit, eux, ils se désintègrent avec la force des bisous de mon papa.
Mon papa, parfois, il ronfle et je l'aime quand même.
Mon papa, quand on est dans la piscine, il joue au crocrodile avec nous.
Mon papa, quand il porte des choses, les manches de sa chemise se déchire sous les   muscles.
Mon papa, avec une barbe, on dirait un homme des caverne, c'est trop cool.
Mon papa, quand il fait des câlins, on disparait sous ses couches d'amour.
Mon papa, quand il nous emmène faire du shopping, il supporte des heures et il sourit.
Mon papa, il nous laisse faire des trucs qui lui font peur, mais il veut nous faire plaisir, alors il dit oui.
Mon papa, il m'a laissé faire du saut en parachute, et je suis même pas morte.
Mon papa, il râle parfois mais on sait qu'en fait, c'est parce qu'il nous aime.
Mon papa, même quand il voyage, il pense à nous.
Mon papa, il nous emmène en voyage avec des photos tout le temps quand il travail.
Mon papa, il nous emmène en voyage tout le temps quand il est en vacances.
Mon papa, il fait des trucs de papa trop génial.
Par exemple, il connait nos restaurants préférés, et il sait ce qui nous fait plaisir.
Alors il nous y emmène.
Mon papa, même quand il est en colère, il est beau.
Mon papa, quand il sourit il est comme Thor, le dieu du tonnerre, il est puissant.
Du coup, parfois, ma maman elle fait un nervous break down.
Parce que mon papa il est trop beau c'est même pas normal.
Mon papa, il a un double menton pour que si un jour Game Of Thrones arrive dans la vraie vie, on pourra pas lui trancher la gorge.
Mon papa, il fait du vélo plus vite que le Tour de France. La preuve, ca fait des années qu'ils sont en France, mon papa, lui, il est déjà à Dubai.
Mon papa, parfois il oublie notre anniversaire quand on lui demande au pif, mais il oublie jamais de le souhaiter, donc on lui pardonne.
Mon papa, il voyage en first class.
Mon papa, il connait les aéroports mieux que James Bond.
Mon papa, il regarde des series TV de jeunes.
Mon papa, il porte des costards.
Mon papa, il nous emmène manger des dans endroits incroyables.
Mon papa, il nous emmène dans des hôtels de luxe.
Mon papa, il devrait être président du monde.
Mon papa, il est mieux que les autres papa parce que c'est le mien.
Mon papa, il est irremplaçable.  
Mon papa, si on m'en donnait un autre, j'en voudrais pas.
Mon papa, je veux que celui la.
Mon papa il est pas toujours là, mais c'est pas grave, parce qu'il est jamais ****.
Mon papa, il traverse le monde mais après il nous raconte, alors c'est cool.
Mon papa, il fait une super vinaigrette. Dommage que j'aime pas la vinaigrette.
Mon papa, quand il fait un barbeque, ca fait beaucoup de fumée et pas beaucoup de feu, mais c'est pour mieux nous impressioner quand il fait rôtir la viande.
Mon papa, il parle Anglais.
Mon papa, c'est le meilleur papa du monde.
Mon papa, je l'aime, même si maintenant, il a presque un demi siècle.
Mon papa, c'est comme un druide.
Ca meurt jamais.
C'est trop cool.
Mon papa, c'est comme une mode indémodable, tu veux jamais le remplacer, il est toujours tendance.
Mon papa, on peut pas le comparer a une mode fashion, parce que c'est un humain.
Mon papa, c'est le meilleur humain que je connaisse.
Avec ma maman et ma soeur et mon chat, mais chuuuuut.
C'est un secret.
Mais ce que je préfère à propos de mon papa, c'est que dès que je le vois, je peux lui dire:
"mon papa, je l'aime."
Such a hubbub in the nests,
  Such a bustle and squeak!
Nestlings, guiltless of a feather,
  Learning just to speak,
Ask--"And how about the fashions?"
  From a cavernous beak.

Perched on bushes, perched on hedges,
  Perched on firm hahas,
Perched on anything that holds them,
  Gay papas and grave mammas
Teach the knowledge-thirsty nestlings:
  Hear the gay papas.

Robin says: "A scarlet waistcoat
  Will be all the wear,
Snug, and also cheerful-looking
  For the frostiest air,
Comfortable for the chest too
  When one comes to plume and pair."

"Neat gray hoods will be in vogue,"
  Quoth a Jackdaw: "Glossy gray,
Setting close, yet setting easy,
  Nothing fly-away;
Suited to our misty mornings,
  A la negligee."

Flushing salmon, flushing sulphur,
  Haughty Cockatoos
Answer--"Hoods may do for mornings,
  But for evenings choose
High head-dresses, curved like crescents,
  Such as well-bred persons use."

"Top-knots, yes; yet more essential
  Still, a train or tail,"
Screamed the Peacock: "Gemmed and lustrous
  Not too stiff, and not too frail;
Those are best which rearrange as
  Fans, and spread or trail."

Spoke the Swan, entrenched behind
  An inimitable neck:
"After all, there's nothing sweeter
  For the lawn or lake
Than simple white, if fine and flaky
  And absolutely free from speck."

"Yellow," hinted a Canary,
  "Warmer, not less distingue."
"Peach color," put in a Lory,
  "Cannot look outre."
"All the colors are in fashion,
  And are right," the Parrots say.

"Very well. But do contrast
  Tints harmonious,"
Piped a Blackbird, justly proud
  Of bill aurigerous;
"Half the world may learn a lesson
  As to that from us."

Then a Stork took up the word:
  "Aim at height and chic:
Not high heels, they're common; somehow,
  Stilted legs, not thick,
Nor yet thin:" he just glanced downward
  And snapped to his beak.

Here a rustling and a whirring,
  As of fans outspread,
Hinted that mammas felt anxious
  Lest the next thing said
Might prove less than quite judicious,
  Or even underbred.

So a mother Auk resumed
  The broken thread of speech:
"Let colors sort themselves, my dears,
  Yellow, or red, or peach;
The main points, as it seems to me,
  We mothers have to teach,

"Are form and texture, elegance,
  An air reserved, sublime;
The mode of wearing what we wear
  With due regard to month and clime.
But now, let's all compose ourselves,
  It's almost breakfast-time."

A hubbub, a squeak, a bustle!
  Who cares to chatter or sing
With delightful breakfast coming?
  Yet they whisper under the wing:
"So we may wear whatever we like,
  Anything, everything!"
And so it goes  Oct 2013
Collaqui
And so it goes Oct 2013
Just as the sun sneaks over the Andes, eyes open.
Tap tap, as the birds peck the windows.
Almost 8am... Yep, there he is, selling potatoes over a megaphone.
Papas papas, buenas papas.
Same questions every morning, and it never gets old or frustrating. It's genuine.
The gas stove turns on, eggs hit the pan, tea bags drop into cups of blue. Shirt full of oranges comes inside.
Time to go cobbing.
No one's waiting for anyone to start a conversation during the walk. It just happens. Frenchman with speakers in hands, Marley playing, old Latvian hands grasping trash bags, English folks with food bags, a Korean with just a smile, Ecuadorean leading the way. Step by step on the dry, dusty hills. This is our ritual.
This is our rise.
It's the rise of the dogs. The Stray Dogs of Collaqui.
MicMag  Jul 2018
LLimerick (1)
MicMag Jul 2018
Walked through a field full of llamas
Wooly babies, papas, and mamas
But these llamas were purists
And spat on this tourist
Turning excitement to trauma
"Don't you want to pet the llamas too?!"
"No thanks."
"Come on! Why not?!
"OK, fine."
*five seconds later I'm covered in llama saliva

LLimerick 2:
https://hellopoetry.com/poem/2619328/llimerick-2/
Chisporrotea
en el aceite
hirviendo
la alegría
del mundo:
las papas
fritas
entran
en la sartén
como nevadas
plumas
de cisne matutino
y salen
semidoradas por el crepitante
ámbar de las olivas.

El ajo
les añade
su terrenal fragancia,
la pimienta,
polen que atravesó los arrecifes,
y
vestidas
de nuevo
con traje de marfil, llenan el plato
con la repetición de su abundancia
y su sabrosa sencillez de tierra.
Hal Loyd Denton Nov 2012
Sights and sounds of the sixties

Soon you will be going to the class reunion I over exaggerate as you head for the door I think my kids
Think I not only read ally Oop in the comic strip they act like I knew him personally. Here is what they
Don’t know let’s start easy when you’re setting in the country club and there is a lull listen with your mind
It not that far to the end of the golf course from the west south corner to the first road that is an eighth
Of a mile every hot rod man or girl already knows that. Play the song GTO in your head going to shut
Them down GTO. Listen to Jims engine howl he had it stroked and bored out in Taylorville you can do
that when daddy owns a bar to bad howl will turn to sobs really. Glen’s driving a dodge cornet with an
automatic on the floor sixty six factory line job you wouldn’t know it by looking Glen blew him away
coming out of the hole never touched or came close at top end Glen was a lone well I told you what Jim
was doing.
Strain a little more you can hear a fifty five chevy leaving the Dog & Suds headed for Elvers Skating rink
he floors it finally he lets it back off what a sound as that glass pack muffler rips the night air see any
Dinosaurs got rid of that old feeling yet. Out on the street here comes the bad with a capital B Lee miller
Is driving his fifty five Chevy burnished brown all the chrome plus the door handles are gone inside and out it is a
Dream are you getting it yet I’m talking about your achievements. Kenny Krivage is over at Rocks burning
cigarettes through five dollar bills on his arm before he was just a good looking kid then the sixties got
Him you were either at rocks or hiding from those that went there. Lot safer drinking cherry coke with
Janice at the hometown cafe even Karate didn’t protect you at rocks the Neece kid even taught it but
when you got a fist of fives coming at your head it not time for theory its time for action. Who can forget
the pied piper Jim Handy was the shortest guy in town unless you were in the first grade but the gang of
six foot behemoths that were his constant companions were hard to miss it must have been how the
poles felt when they saw the Germans on the march. They had a menacing sound long before they laid a
little love on you, your life’s last moments filled with terror until you realized they turned the corner and
went another way how selfish you felt as you sang someone else is going to die today give me a fire
breathing dragon any day. Poor oh pop sinnard never got any business just one kid drinking a vanilla
shake his special thin hamburger I bet that guy could get a hundred burgers out of a pound of ground round
well the pin ball machine was wide open I guess the kid got even for the hamburger there was a certin
Song on the juke box something about eighteen miners scrambled from a would be grave there he stood
all alone Big bad John. Let me tell you Pop knew it he heard it every day I think he stated crying for the
miners one day or was something else on his mind.
Well I would be remiss if I didn’t tell you about what was going on in the other part of the country west
coast on 101 going to Frisco going south 101 on the other side Jan and Dean the Beach boys came a live
for a mile and a half every blond guy and girl and all the hot rod chromed out zooped up cars of every
Description was headed to Laguna Seca to the races all the while we were in a Volkswagen bug military
haircuts civies on we looked like a bunch of confused narks like were going to fool any one in that car
And garb we were wearing not to worry hippies are not long on thinking especially when they stood on
the corner in the height and Ahbury in broad day light selling *** for a nickel a lid slang for five bucks you could get
small glad bag of Royal Gold hashish or do what the winos do get a bottle of thunderbird or ripple what
ever know this Wolf Man Jack is blasting the air waves from Mexico since he violated the rules our hero the
man could talk jive and if you were high you thought he was divine I guess you surmise I wasn’t a
Christian at this low point in my life but the Monterey Pop festival was in full swing. The line up Janis
Joplin Jimmy Hendricks mama and the Papas Otis Redding of Dock of the Bay fame and a cast of
Thousands of hippies you couldn’t find a bare spot down town Monterey sidewalks grass the kind you
walk on doorways every where a hippie and not a bar of soap among them. Know this you have been
tamed by time and age but to duck your head forget it this world won’t see your kind again.
Brent Kincaid Sep 2015
We were the ones,
Self-chosen ones,
And we had seen enough.
And we had heard enough
To be tired of the drama;
The games that our mamas
And our Papas played
The plans they laid
That so often did not work.
The pensions and the perks
That so often left them bitter
Mumbling curses about quitters
As they argued over parking spaces
And carefully averted their faces
When people were denied rights
Because they were not white
Or sometimes because Jews
And non-whites could not be
Members of their sororities
And country club amenities.

They demanded no dark skin
And objected to what we dressed in
And wanted us to cut our hair
And go find a decent job somewhere
To start an acceptable career
And get a decent nine to five
To work as long as we were alive.
We knew they were trying to protect
To drive us to the life they projected
That would help us get a salary
And develop the kind of misery
And sense of hopelessness;
The exact kind of mess
They were living
And they weren’t forgiving
When we rebelled and fought
And shunned the trinkets they bought
That they thought would tempt us
To buckle on the harness;
The long-term promise.

We rejected the temptation
To join the workaday nation
And get into the drinking
Nine-to-five way of thinking.
We swapped the whiskey
For something they found risky.
We smoked our marijuana
And talked about nirvana
In our love-beads and batik
We left family homes to seek
And ultimately to find friends
Who wanted the same ends
And would work with us,
And they would walk with us
To the love-ins and protests
And help us pen requests
For marches and gatherings
To demonstrate our misgivings
About who got what
And who did not
And how and when
And which were not seen as men.
But we saw poorly disguised slaves
We knew we wanted to save.

We were going to fix the world
So, we waded into insults hurled
And high-powered fire hoses.
They broke our arms and noses
And trod on our signs
And drew a line
Between us and the public.
We were criminals and suspects
In crimes they invented;
We patchouli oil scented
Hippies wearing Birkenstocks
Without any socks
And jeans with protest patches
Singing our snatches of songs
Like “We Shall Overcome Someday”.
They couldn’t hear a word we would say.
They just cursed us and objected
And made sure we were subjected
To as much stonewalling as the law
Could put up against us all.

We were going to fix the world,
And we got LBJ on our side, like Jack
He went on the attack
And changed things for the better
Still not to the letter of the law
But a bit more spirit
Began to exist in it
Because blacks were acknowledged
And could finally go to college
In white schools
Adhering to the rules
The bigots had always ignored.
And unlike before, the police
Actually kept the peace
Unless it involved demonstrations
Against the crimes of our nation
Against another nation
That never attacked us
Never even threatened us.
These protest made us criminals
And that is what the cops thought of us.

Yes, by the time Nixon was going
After everyone began knowing
What a rat he was and because
He got caught, we saw
Him get on the copter and leave
And without a thought to grieve
We wanted our country to cease
Being some kind of insane police
In an Asian country few of us knew.
To stop what they put our troops through
And bring the people back here
So they could end the killing and fear
That our country was generating.
The debating was through
And the country started anew
By ending that situation.
Peace descended on the nation
And we took credit.
We did do some of it.
Then, we quit.

We started small companies
Selling handmade gifts and soaps
Not becoming the dopes
We fought our parents not to be
But more the people we ought to be
Living in hippie enclaves
That turned into yuppie enclaves
And we got fatter.
But that didn’t matter.
We had our memories
And we had our old war stories
Of marching, and protesting
And they were interesting enough
That we lost the will to be tough
And let the objections slide
And hid inside our mini-farms
And ignored when people were harmed
By many of the same atrocities
That fueled our animosities
Just a generation before.
We decided it was not our war
And sat on our hands.
And drifted like the sands.
Desde el amanecer, se cambia la ropa sucia de los altares y de los santos, que huele a rancia bendición, mientras los plumeros inciensan una nube de polvo tan espesa, que las arañas apenas hallan tiempo de levantar sus redes de equilibrista, para ir a ajustarías en los barrotes de la cama del sacristán.

Con todas las características del criminal nato lombrosiano, los apóstoles se evaden de sus nichos, ante las vírgenes atónitas, que rompen a llorar... porque no viene el peluquero a ondularles las crenchas.

Enjutos, enflaquecidos de insomnio y de impaciencia, los nazarenos pruébanse el capirote cada cinco minutos, o llegan, acompañados de un amigo, a presentarle la virgen, como si fuera su querida.

Ya no queda por alquilar ni una cornisa desde la que se vea pasar la procesión.

Minuto tras minuto va cayendo sobre la ciudad una manga de ingleses con una psicología y una elegancia de langosta.

A vista de ojo, los hoteleros engordan ante la perspectiva de doblar la tarifa.

Llega un cuerpo del ejército de Marruecos, expresamente para sacar los candelabros y la custodia del tesoro.

Frente a todos los espejos de la ciudad, las mujeres ensayan su mirada "Smith Wesson"; pues, como las vírgenes, sólo salen de casa esta semana, y si no cazan nada, seguirán siéndolo...
¡Campanas!
¡Repiqueteo de campanas!
¡Campanas con café con leche!
¡Campanas que nos imponen una cadencia al
abrocharnos los botines!
¡Campanas que acompasan el paso de la gente que pasa en las aceras!
¡Campanas!
¡Repiqueteo de campanas!

En la catedral, el rito se complica tanto, que los sacerdotes necesitan apuntador.

Trece siglos de ensayos permiten armonizar las florecencias de las rejas con el contrapaso de los monaguillos y la caligrafía del misal.

Una luz de "Museo Grevin" dramatiza la mirada vidriosa de los cristos, ahonda la voz de los prelados que cantan, se interrogan y se contestan, como esos sapos con vientre de prelado, una boca predestinada a engullir hostias y las manos enfermas de reumatismo, por pasarse las noches -de cuclillas en el pantano- cantando a las estrellas.

Si al repartir las palmas no interviniera una fuerza sobrenatural, los feligreses aplaudirían los rasos con que la procesión sale a la calle, donde el obispo -con sus ochenta kilos de bordados- bate el "record" de dar media vuelta a la manzana y entra nuevamente en escena, para que continúe la función...
¡Agua!
¡Agüita fresca!
¿Quién quiere agua?

En un flujo y reflujo de espaldas y de brazos, los acorazados de los cacahueteros fondean entre la multitud, que espera la salida de los "pasos" haciendo "pan francés".

Espantada por los flagelos de papel, la codicia de los pilletes revolotea y zumba en torno a las canastas de pasteles, mientras los nazarenos sacian la sed, que sentirán, en tabernas que expenden borracheras garantizadas por toda la semana.

Sin asomar las narices a la calle, los santos realizan el milagro de que los balcones no se caigan.

¡Agua!
¡Agüita fresca!
¿Quién quiere agua?
pregonan los aguateros al servirnos una reverencia de minué.

De repente, las puertas de la iglesia se abren como las de una esclusa, y, entre una doble fila de nazarenos que canaliza la multitud, una virgen avanza hasta las candilejas de su paso, constelada de joyas, como una cupletista.

Los espectadores, contorsionados por la emoción,
arráncanse la chaquetilla y el sombrero, se acalambran en
posturas de capeador, braman piropos que los nazarenos intentan callar
como el apagador que les oculta la cabeza.

Cuando el Señor aparece en la puerta, las nubes se envuelven con un crespón, bajan hasta la altura de los techos y, al verlo cogido como un torero, todas, unánimemente, comienzan a llorar.

¡Agua!
¡Agüita fresca!
¿Quién quiere agua?Las tribunas y las sillas colocadas enfrente del Ayuntamiento progresivamente se van ennegreciendo, como un pegamoscas de cocina.

Antes que la caballería comience a desfilar, los guardias civiles despejan la calzada, por temor a que los cachetes de algún trompa estallen como una bomba de anarquista.

Los caballos -la boca enjabonada cual si se fueran a afeitar- tienen las ancas tan lustrosas, que las mujeres aprovechan para arreglarse la mantilla y averiguar, sin darse vuelta, quién unta una mirada en sus caderas.

Con la solemnidad de un ejército de pingüinos, los nazarenos escoltan a los santos, que, en temblores de debutante, representan "misterios" sobre el tablado de las andas, bajo cuyos telones se divisan los pies de los "gallegos", tal como si cambiaran una decoración.

Pasa:
El Sagrado Prendimiento de Nuestro Señor, y Nuestra Señora del Dulce Nombre.
El Santísimo Cristo de las Siete Palabras, y María Santísima de los Remedios.
El Santísimo Cristo de las Aguas, y Nuestra Señora del Mayor Dolor.
La Santísima Cena Sacramental, y Nuestra Señora del Subterráneo.
El Santísimo Cristo del Buen Fin, y Nuestra Señora de la Palma.
Nuestro Padre Jesús atado a la Columna, y Nuestra Señora de las Lágrimas.
El Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor, y La Quinta Angustia de María Santísima.

Y entre paso y paso:
¡Manzanilla! ¡Almendras garrapiñadas! ¡Jerez!

Estrangulados por la asfixia, los "gallegos" caen de rodillas cada cincuenta metros, y se resisten a continuar regando los adoquines de sudor, si antes no se les llena el tanque de aguardiente.

Cuando los nazarenos se detienen a mirarnos con sus ojos vacíos, irremisiblemente, algún balcón gargariza una "saeta" sobre la multitud, encrespada en un ¡ole!, que estalla y se apaga sobre las cabezas, como si reventara en una playa.

Los penitentes cargados de una cruz desinflan el pecho de las mamas en un suspiro de neumático, apenas menos potente al que exhala la multitud al escaparse ese globito que siempre se le escapa a la multitud.

Todas las cofradías llevan un estandarte, donde se lee:

                      S. P. Q. R.Es el día en que reciben todas las vírgenes de la ciudad.

Con la mantilla negra y los ojos que matan, las hembras repiquetean sus tacones sobre las lápidas de las aceras, se consternan al comprobar que no se derrumba ni una casa, que no resucita ningún Lázaro, y, cual si salieran de un toril, irrumpen en los atrios, donde los hombres les banderillean un par de miraduras, a riesgo de dejarse coger el corazón.

De pie en medio de la nave -dorada como un salón-, las vírgenes expiden su duelo en un sólido llanto de rubí, que embriaga la elocuencia de prospecto medicinal con que los hermanos ponderan sus encantos, cuando no optan por alzarles las faldas y persuadir a los espectadores de que no hay en el globo unas pantorrillas semejantes.

Después de la vigésima estación, si un fémur no nos ha perforado un intestino, contemplamos veintiocho "pasos" más, y acribillados de "saetas", como un San Sebastián, los pies desmenuzados como albóndigas, apenas tenemos fuerza para llegar hasta la puerta del hotel y desplomarnos entre los brazos de la levita del portero.

El "menú" nos hace volver en sí. Leemos, nos refregamos los ojos y volvemos a leer:

"Sopa de Nazarenos."
"Lenguado a la Pío X."

-¡Camarero! Un bife con papas.
-¿Con Papas, señor?...
-¡No, hombre!, con huevos fritos.Mientras se espera la salida del Cristo del Gran Poder, se reflexiona: en la superioridad del marabú, en la influencia de Goya sobre las sombras de los balcones, en la finura chinesca con que los árboles se esfuman en el azul nocturno.

Dos campanadas apagan luego los focos de la plaza; así, las espaldas se amalgaman hasta formar un solo cuerpo que sostiene de catorce a diez y nueve mil cabezas.

Con un ritmo siniestro de Edgar Poe -¡cirios rojos ensangrientan sus manos!-, los nazarenos perforan un silencio donde tan sólo se percibe el tic-tac de las pestañas, silencio desgarrado por "saetas" que escalofrían la noche y se vierten sobre la multitud como un líquido helado.

Seguido de cuatrocientas prostitutas arrepentidas del pecado menos original, el Cristo del Gran Poder camina sobre un oleaje de cabezas, que lo alza hasta el nivel de los balcones, en cuyos barrotes las mujeres aferran las ganas de tirarse a lamerle los pies.

En el resto de la ciudad el resplandor de los "pasos" ilumina las caras con una técnica de Rembrandt. Las sombras adquieren más importancia que los cuerpos, llevan una vida más aventurera y más trágica. La cofradía del "Silencio", sobre todo, proyecta en las paredes blancas un "film" dislocado y absurdo, donde las sombras trepan a los tejados, violan los cuartos de las hembras, se sepultan en los patios dormidos.

Entre "saetas" conservadas en aguardiente pasa la "Macarena", con su escolta romana, en cuyas corazas de latón se trasuntan los espectadores, alineados a lo largo de las aceras.

¡Es la hora de los churros y del anís!

Una luz sin fuerza para llegar al suelo ribetea con tiza las molduras y las aristas de las casas, que tienen facha de haber dormido mal, y obliga a salir de entre sus sábanas a las nubes desnudas, que se envuelven en gasas amarillentas y verdosas y se ciñen, por último, una túnica blanca.

Cuando suenan las seis, las cigüeñas ensayan un vuelo matinal, y tornan al campanario de la iglesia, a reanudar sus mansas divagaciones de burócrata jubilado.

Caras y actitudes de chimpancé, los presidiarios esperan, trepados en las rejas, que las vírgenes pasen por la cárcel antes de irse a dormir, para sollozar una "saeta" de arrepentimiento y de perdón, mientras en bordejeos de fragata las cofradías que no han fondeado aún en las iglesias, encallan en todas las tabernas, abandonan sus vírgenes por la manzanilla y el jerez.

Ya en la cama, los nazarenos que nos transitan las circunvoluciones redoblan sus tambores en nuestra sien, y los churros, anidados en nuestro estómago, se enroscan y se anudan como serpientes.

Alguien nos destornilla luego la cabeza, nos desabrocha las costillas, intenta escamotearnos un riñón, al mismo tiempo que un insensato repique de campanas nos va sumergiendo en un sopor.

Después... ¿Han pasado semanas? ¿Han pasado minutos?... Una campanilla se desploma, como una sonda, en nuestro oído, nos iza a la superficie del colchón.
¡Apenas tenemos tiempo de alcanzar el entierro!...

¿Cuatrocientos setenta y ocho mil setecientos noventa y nueve "pasos" más?

¡Cristos ensangrentados como caballos de picador! ¡Cirios que nunca terminan de llorar! ¡Concejales que han alquilado un frac que enternece a las Magdalenas! ¡Cristos estirados en una lona de bombero que acaban de arrojarse de un balcón! ¡La Verónica y el Gobernador... con su escolta de arcángeles!

¡Y las centurias romanas... de Marruecos, y las Sibilas, y los Santos Varones! ¡Todos los instrumentos de la Pasión!... ¡Y el instrumento máximo, ¡la Muerte!, entronizada sobre el mundo..., que es un punto final!

¿Morir? ¡Señor! ¡Señor!
¡Libradnos, Señor!
¿Dormir? ¡Dormir! ¡Concedédnoslo,
Señor!
Natalia Rivera Jun 2014
Perderte es duro pero la idea de que alguien más disfrute las maravillas que posees es como un suicidio. No quiero que alguien más bese esa boca cuando no puedes parar de hablar porque algo te pone nervioso, no quiero que alguien más tenga que darte consejos sobre que diseño puedes hacer o que color ponerle. No quiero que alguien más sea el que este ahí para ti cuando más lo necesites, cuando sientas que el mundo se cae, cuando quieras cantar alguna canción rara de esas tuyas, cuando quieras  cagarte en las papas, cuando quieras tener un encuentro glorioso & culminarlo con el orgasmo más rico, no quiero que sea otra persona la que este ahí. Así que por favor, no te enamores de alguien más.
Hal Loyd Denton Jan 2012
Sights and sounds of the sixties
Soon you will be going to the class reunion I over exaggerate as you head for the door I think my kids
Think I not only read ally Oop in the comic strip they act like I knew him personally. Here is what they
Don’t know let’s start easy when you’re setting in the country club and there is a lull listen with your mind
It not that far to the end of the golf course from the west south corner to the first road that is an eighth
Of a mile every hot rod man or girl already knows that. Play the song GTO in your head going to shut
Them down GTO. Listen to Jims engine howl he had it stroked and bored out in Taylorville you can do
that when daddy owns a bar to bad howl will turn to sobs really. Glen’s driving a dodge cornet with an
automatic on the floor sixty six factory line job you wouldn’t know it by looking Glen blew him away
coming out of the hole never touched or came close at top end Glen was a lone well I told you what Jim
was doing.
Strain a little more you can hear a fifty five chevy leaving the Dog & Suds headed for Elvers Skating rink
he floors it finally he lets it back off what a sound as that glass pack muffler rips the night air see any
Dinosaurs got rid of that old feeling yet. Out on the street here comes the bad with a capital B Lee miller
Is driving his fifty five Chevy burnished brown all the chrome plus the door handles are gone inside and out it is a
Dream are you getting it yet I’m talking about your achievements. Kenny Krivage is over at Rocks burning
cigarettes through five dollar bills on his arm before he was just a good looking kid then the sixties got
Him you were either at rocks or hiding from those that went there. Lot safer drinking cherry coke with
Janice at the hometown cafe even Karate didn’t protect you at rocks the Neece kid even taught it but
when you got a fist of fives coming at your head it not time for theory its time for action. Who can forget
the pied piper Jim Handy was the shortest guy in town unless you were in the first grade but the gang of
six foot behemoths that were his constant companions were hard to miss it must have been how the
poles felt when they saw the Germans on the march. They had a menacing sound long before they laid a
little love on you, your life’s last moments filled with terror until you realized they turned the corner and
went another way how selfish you felt as you sang someone else is going to die today give me a fire
breathing dragon any day. Poor oh pop sinnard never got any business just one kid drinking a vanilla
shake his special thin hamburger I bet that guy could get a hundred burgers out of a pound of ground round
well the pin ball machine was wide open I guess the kid got even for the hamburger there was a certin
Song on the juke box something about eighteen miners scrambled from a would be grave there he stood
all alone Big bad John. Let me tell you Pop knew it he heard it every day I think he stated crying for the
miners one day or was something else on his mind.
Well I would be remiss if I didn’t tell you about what was going on in the other part of the country west
coast on 101 going to Frisco going south 101 on the other side Jan and Dean the Beach boys came a live
for a mile and a half every blond guy and girl and all the hot rod chromed out zooped up cars of every
Description was headed to Laguna Seca to the races all the while we were in a Volkswagen bug military
haircuts civies on we looked like a bunch of confused narks like were going to fool any one in that car
And garb we were wearing not to worry hippies are not long on thinking especially when they stood on
the corner in the height and Ahbury in broad day light selling *** for a nickel a lid slang for five bucks you could get
small glad bag of Royal Gold hashish or do what the winos do get a bottle of thunderbird or ripple what
ever know this Wolf Man Jack is blasting the air waves from Mexico since he violated the rules our hero the
man could talk jive and if you were high you thought he was divine I guess you surmise I wasn’t a
Christian at this low point in my life but the Monterey Pop festival was in full swing. The line up Janis
Joplin Jimmy Hendricks mama and the Papas Otis Redding of Dock of the Bay fame and a cast of
Thousands of hippies you couldn’t find a bare spot down town Monterey sidewalks grass the kind you
walk on doorways every where a hippie and not a bar of soap among them. Know this you have been
tamed by time and age but to duck your head forget it this world won’t see your kind again.

— The End —