Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
con todo mi amor para Arturo Patricio Linares Salgado, de quien florece por ti


No llegué buscándote, ni sabiendo qué querías.
Y aun así, sin darme cuenta, ya eras parte de mis días.
No hubo promesas, ni fondo musical,
solo tú, hablando de lo normal.
Y yo, entendiendo que algo dentro de mí
ya no volvería a sentirse igual.

No era azul, ni rojo, ni gris.
Era verde
como lo que crece sin pedir permiso,
como lo que nace donde algo ya estaba listo.

Desde entonces, todo tiene tu esencia.
Tu forma de estar cambió mi presencia.
El café sabe distinto, el cielo brilla más,
las cosas simples pesan, como si el tiempo no pasara jamás.

Me sorprendió esta forma en la que te volviste mi raíz,
como si al respirar te amara más, como si mi cuerpo te dijera: “aquí”.
Como si mis manos recordaran tu piel
y al tocarla, entendieran que no era por placer,
sino por fe.

Fe en eso que no se explica,
en las miradas largas,
en tus muecas raras,
en la forma en que se abren mis grietas
cuando nombras mis palabras.

Amar(te) en 4 días, ¿quién lo habría dicho?
Pero no hubo prisa, solo un salto al abismo.
Un “te amo” que no fue grande ni dramático,
solo real, tan simple y tan mágico.

Y sigo sin saber cómo explicarte
que mi sombra se mueve al mirarte,
que mi piel busca tu contacto,
y mi cuerpo se enreda si no estás al tanto.

Que no hay forma lógica de sostener este temblor,
este deseo de contar tus sonrisas
y entender el idioma de tu voz.
Que cada segundo contigo
es un eco sin reloj.

No te conocía, y sin embargo te reconocía.
Como si algo mío, que dormía,
se despertara con tu risa,
y dijera: “era por aquí,
era este el punto de partida”.

Y aunque no sepa darle nombre,
ni quiera encerrarte en una definición,
te juro que hay algo en ti
que vale cada contradicción.

Así que si no entiendes todo lo que siento,
no importa.
Yo tampoco lo entiendo.

Solo sé que me pasa contigo,
como un campo que florece después del frío.
Como si por cada respiro tuyo
yo también respirara más mío.

Y si todo esto se reduce a dos palabras,
que sean estas:
te amo
aunque no haya rima,
aunque no haya calma,
aunque solo quede el alma,
mirándote crecer
mientras crezco entre tus ramas.
Con todo mi amor para Arturo Patricio Linares Salgado 💌.
Un poema en verso libre sobre la forma inesperada, cotidiana y mágica en la que el amor transforma todo, desde cosas simples como el café, la luz, la piel, los días, hasta cosas mas personales como el autoconocimiento a través de otra persona. Escribirlo fue una manera de dejar constancia de lo que siento, aunque todavía no encuentre todas las palabras.
Y, Arturo, si estás leyendo esto...
quiero darte las gracias por inspirarme todos los días.
Gracias a ti soy capaz de escribir, de sentir y de crecer de maneras que antes no conocía.
Este poema es solo un reflejo de lo mucho que transformas mi vida.
No creo que sea dejar ir,
pero tampoco quedarse,
como dar algo que no tienes,
pero ¿cómo no darlo todo?

¿Qué forma le das al tiempo,
esa geometría que encaje contigo
pero sin llegar al egoísmo
o al olvido exterior?

Encontrar alguna señal o sinfonía
entre los enredos de una lengua
que al final no quiere hablar
o tratar de enredárnosla para remisir.

Pero al percibir esa conexión jamás tactada,
que te hace darte sentir
como si vives realmente por primera vez,
como si sintieras que vives otra vez

Tampoco es dejar ir
si regué todo este campo con mi sudor,
tanto que, si me voy,
por más que el suelo grite que es mío,
el cielo refleje mis ojos
y la brisa empape mi aroma,
si alguien más está aquí cuando no esté ni mi sombra,
al final nunca fue mío.

Por más camino y por más verde,
nunca fue mío.
Lo florecí, yo lo regué de mí,
pero antes de mí ya estaba.
Ya había brisa, ya había cielo
y ya había tierra.

Quedarse…
pero las brasas del sol adhieren mi piel al suelo.
Por más lunas, nuble o llueva,
siempre regresa al amanecer.
Siempre llega el día a derretir mi reloj
que marca mi horario.

¿Qué geometría le pondré ahora al tiempo?
¿Qué tenía que vestir?
¿Quién soy yo?

Soy de este verde,
este cielo con mis pupilas
y esta brisa de mí…
pero ¿quién soy yo ahora?
¿Quién era yo antes de sudar esto
hasta que germinara,
antes de que mi piel se adheriera al suelo?

Irme,
pero sin mi piel,
sin mis ojos,
dejar el viento que refrescaba mis noches,
sin mi aroma,
pero sin tener que esperar
a que los vapores llegaran
a tapar el sol.

Pero bueno…
¿Entender a la lengua
o tratar de enredármela yo?
¿La lengua quiere que la entienda?

— The End —