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Este campo fue mar
de sal y espuma.
Hoy oleaje de ovejas,
voz de avena.

Más que tierra eres cielo,
campo nuestro.
Puro cielo sereno...
Puro cielo.

¿De tu origen marino no conservas
más caracol que el nido del hornero?

No olvides que el azar hinchó sus velas
y a través de otra mar dio en tus riberas.

Ante el sobrio semblante de tus llanos
se arrancó la golilla el castellano.

Tienes, campo, los huesos que mereces:
grandes vértebras simples e inocentes,
tibias rudimentarias,
informes maxilares que atestiguan
tu vida milenaria;
y sin embargo, campo, no se advierte
ni una arruga en tu frente.

Ya sólo es un silencio emocionado
tu herbosa voz de mar desagotado.

¡Qué cordial es la mano de este campo!

Sobre tu tersa palma distendida
¡quién pudiese rastrear alguna huella
que revelara el rumbo de su vida!

Tus mismos cardos, campo, se estremecen
al presentir la aurora que mereces.

Une al don de tu pan y de tu mano
el de darle candor a nuestro canto.

¿Oyes, campo, ese ritmo?
¡Si fuera el mío!...
sin vocablos ni voz te expresaría
al galope tendido.

Estas pobres palabras
¡qué mal te quedan!
Pero qué quieres, campo,
no soy caballo
y jamás las diría
si tú me oyeras.

Por algo ante el apremio de nombrarte
he preferido siempre galoparte.

Ritmo, calma, silencio, lejanía...
hasta volverte, campo, melodía.

Sólo el viento merece acompañarte.

¿No podrá ni mentarse tu presencia
sin que te duela, campo, la modestia?

Eres tan claro y limpio y sin dobleces
que el vuelo de una nube te ensombrece.

¡Hasta las sombras, campo, no dan nunca
ni el más leve traspiés en tu llanura!

¿Cómo lograste, campo tan benigno,
asistir a los cruentos cataclismos
que describen tus nubes
y ver morir flameantes continentes,
inaugurarse mares,
donde jóvenes islas recalaban
en bahías de fuego,
con el vivo y remoto dramatismo
que recuerdan tus cielos?

Al galoparte, campo, te he sentido
cada vez menos campo y más latido.

Tenso y redondo y manso,
como un grávido vientre
virgen campo yacente.

Sin rubores, ni gestos excesivos,
-acaso un poco triste y resignada-
con el mismo candor que usan tus chinas
y reprimiendo, campo, su ternura,
-más allá del bañado, entre las parvas-
se te entrega la tarde ensimismada.

Pasan las nubes, pasan
-¿Quién las arrea?-
tobianas, malacaras,
overas, bayas;
pero toditas llevan,
campo, tu marca.

Dime, campo tendido cara  al cielo,
¿esas nubes son hijas de tu sueño?...

¡Cómo no han de llorarte las tropillas
de tus nubes tordillas
al otear, desde el cielo, esas praderas
y sentir la nostalgia de sus yerbas!

Lo que prefiero, campo, es tu llaneza.

Ya sé que tierra adentro eres de piedra,
como también de piedra son tus cielos,
y hasta esas pobres sombras que se hospedan
en tus valles de piedra;
pero al pensarte, campo, sólo veo,
en vez de esas quebradas minerales
donde espectros de muías se alimentan
con las más tiernas piedras,
una inmensa llanura de silencio,
que abanican, con calma, tus haciendas.

En lo alto de esas cumbres agobiantes
hallaremos laderas y peñascos,
donde yacen metales, momias de alga,
peces cristalizados;
peto jamás la extensa certidumbre
de que antes de humillarnos para siempre,
has preferido, campo, el ascetismo
de negarte a ti mismo.

Fuiste viva presencia o fiel memoria
desde mi más remota prehistoria.

Mucho antes de intimar con los palotes
mi amistad te abrazaba en cada poste.

Chapaleando en el cielo de tus charcos
me rocé con tus ranas y tus astros.

Junto con tu recuerdo se aproxima
el relente a distancia y pasto herido
con que impregnas las botas... la fatiga.

Galopar. Galopar. ¿Ritmo perdido?
hasta encontrarlo dentro de uno mismo.

Siempre volvemos, campo,
de tus tardes con un lucero humeante...
entre los labios.

Una tarde, en el mar, tú me llamaste,
pero en vez de tu escueta reciedumbre
pasaba ante la borda un campo equívoco
de andares voluptuosos y evasivos.

Me llamaste, otra vez, con voz de madre
y en tu silencio sólo hallé una vaca
junto a un charco de luna arrodillada;
arrodillada, campo, ante tu nada.

Cuando me acerco, pampa, a tu recuerdo,
te me vas, despacito, para adentro...
al trote corto, campo, al trotecito.

Aunque me ignores, campo, soy tu amigo.

Entra y descansa, campo. Desensilla.
Deja de ser eterna lejanía.

Cuanto más te repito y te repito
quisiera repetirte al infinito.

Nunca permitas, campo, que se agote
nuestra sed de horizonte y de galope.

Templa mis nervios, campo ilimitado,
al recio diapasón del alambrado.

Aquí mi soledad. Esta mi mano.
Dondequiera que vayas te acompaño.

Si no hubieras andado siempre solo
¿todavía tendrías voz de toro?

Tu soledad, tu soledad... ¡la mía!
Un sorbo tras el otro, noche y día,
como si fuera, campo, mate amargo.

A veces soledad, otras silencio,
pero ante todo, campo: padre-nuestro.

"No eres más que una vaca -dije un día-
con un millón de ubres maternales"...
sin recordar -¡perdona!- que enarbolas
entre el lírico arranque de tus cuernos
un gran nido de hornero.

"Si no tiene relieve, ni contornos.
Nada que lo limite, que lo encuadre;
allí... a las cansadas, un arroyo,
quizás una lomada..."
seguirán -¡perdonadlos!- murmurando,
aunque tu inmensa nada lo sea todo.

Comprendo, campo adusto, que sonrías
cuando sólo te habitan las espigas.

Aunque no sueñen más que en esquilmarte
e ignoren el sabor de tus raíces,
el rumbo de tus pájaros,
nunca te niegues, pampa, a abrir los brazos.
Has de ser para todos campo santo.

Al verte cada vez más cultivado
olvidan que tenías piel de puma
y fuiste, hasta hace poco, campo bravo.

No te me quejes, campo desollado.
Cubierto de rasguños y de espinas
-después de costalar entre tus cardos-
anduve yo también desamparado,
con un dolor caballo en las costillas.

Recuerda que tus nubes se desangran
sin decir, campo macho, ni palabra.

Son tan grandes tus noches, que avergüenzan.

Si los grillos dejasen de apretarle
una sola clavija a tu silencio,
¿alcanzarías, campo, el delirante
y agudo diapasón de las estrellas?

Hasta la oscura voz de tus pantanos
da fervor a tu sacro canto llano.

¡Qué buenos confesores son tus sapos!

Nada logra expresar, campo nocturno,
tu inmensa soledad desamparada
como el presentimiento que ensombrece
el insomne mugir de tus manadas.

Vierte, campo, sin tregua, en nuestras
venas la destilada luz de tus estrellas.

Tu santa luna, campo solitario,
convierte nuestro pecho en un hostiario.

Déjanos comulgar con tu llanura...
Danos, campo eucarístico, tu luna.

¿A qué sabrán tus pastos
cuando logren, por fin, domesticarte
y en vez de campo potro desbocado
te transformes en campo endomingado?

Cómo ríen tus sapos, tus maizales,
con dientes de potrillo,
del candor con que todas tus ciudades,
no bien salen del horno,
ya ostentan capiteles, frontispicios,
y arquitrabes postizos.

Sólo soportas, campo, los aleros
que aconsejan vivir como el hornero.

Te llevé de la mano
hacia aldeas y rutas patinadas
por leyendas doradas;
pero tú sonreías, campo niño,
y yo junto contigo...
siempre, siempre contigo
campo recién nacido.

Tantos viejos modales resobados
y tanta historia
con tantas mezquindades,
desde la ausencia, campo, musitaban
tus ingenuos yuyales.

-¡Qué tierras sin aliento! -balbuceabas-.
Sólo produce muertos...
grandes muertos insomnes y locuaces
que en vez de reposar y ser olvido
desertan de sus tumbas, vociferan,
en cada encrucijada,
en cada piedra.
Los míos, por lo menos, son modestos.
No incomodan a nadie.

Y el eco de tu voz, entre las ruinas:
"Dadle muerte a esos muertos", repetía.

¿Dónde apoyarnos, campo?
¡Ni una piedra!
Nada que indique el rumbo de tus huellas.
Persiste, campo nada, en acercarnos
la ocasión de perdernos... o encontrarnos.

Gracias, campo, por ser tan despoblado
y limpito de muertos,
que admites arriesgar cualquier postura
sin pedirle permiso a los espectros.

Muchas gracias por crearnos una muerte
de tu mismo tamaño y tan perfecta
que no deja ni el rastro de una huella.

Y mil gracias por darnos la certeza
de poder galopar toda una vida
sin hallar otra muerte que la nuestra.

Con sólo descansar sobre tu suelo
ya nos sentimos, campo, en pleno cielo.

-"¿Y si en vez de ser campo fuera ausencia?"
-"En mí perduraría tu presencia."

Espera, campo, espera.
No me llames.
¿Por qué esa voz tan negra,
campo madre?

-"¿Es tu silencio mar quien me reclama?"
-"Ven a dormir a orillas de mi calma."

Tú que estás en los cielos, campo nuestro.
Ante ti se arrodilla mi silencio.
Es la tierra de Soria árida y fría.
Por las colinas y las sierras calvas,
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas.   La tierra no revive, el campo sueña.
Al empezar abril está nevada
la espalda del Moncayo;
el caminante lleva en su bufanda
envueltos cuello y boca, y los pastores
pasan cubiertos con sus luengas capas.  Las tierras labrantías,
como retazos de estameñas pardas,
el huertecillo, el abejar, los trozos
de verde obscuro en que el merino pasta,
entre plomizos peñascales, siembran
el sueño alegre de infantil Arcadia.En los chopos lejanos del camino,
parecen humear las yertas ramas
como un glauco vapor -las nuevas hojas-
y en las quiebras de valles y barrancas
blanquean los zarzales florecidos,
y brotan las violetas perfumadas.Es el campo undulado, y los caminos
ya ocultan los viajeros que cabalgan
en pardos borriquillos,
ya al fondo de la tarde arrebolada
elevan las plebeyas figurillas,
que el lienzo de oro del ocaso manchan.Mas si trepáis a un cerro y veis el campo
desde los picos donde habita el águila,
son tornasoles de carmín y acero,
llanos plomizos, lomas plateadas,
circuidos por montes de violeta,
con las cumbres de nieve sonrosado.¡Las figuras del campo sobre el cielo!Dos lentos bueyes aran
en un alcor, cuando el otoño empieza,
y entre las negras testas doblegadas
bajo el pesado yugo,
pende un cesto de juncos y retama,
que es la cuna de un niño;y tras la yunta marcha
un hombre que se inclina hacia la tierra,
y una mujer que en las abiertas zanjas
arroja la semilla.Bajo una nube de carmín y llama,
en el oro fluido y verdinoso
del poniente, las sombras se agigantan.La nieve. En el mesón al campo abierto
se ve el hogar donde la leña humea
y la olla al hervir borbollonea.El cierzo corre por el campo yerto,
alborotando en blancos torbellinos
la nieve silenciosa.La nieve sobre el campo y los caminos,
cayendo está como sobre una fosa.Un viejo acurrucado tiembla y tose
cerca del fuego; su mechón de lana
la vieja hila, y una niña cose
verde ribete a su estameña grana.Padres los viejos son de un arriero
que caminó sobre la blanca tierra,
y una noche perdió ruta y sendero,
y se enterró en las nieves de la sierra.En torno al fuego hay un lugar vacío
y en la frente del viejo, de hosco ceño,
como un tachón sombrío
-tal el golpe de un hacha sobre un leño-.
La vieja mira al campo, cual si oyera
pasos sobre la nieve. Nadie pasa.Desierta la vecina carretera,
desierto el campo en torno de la casa.La niña piensa que en los verdes prados
ha de correr con otras doncellitas
en los días azules y dorados,
cuando crecen las blancas margaritas.  ¡Soria fría, Soria pura,
cabeza de Extremadura,
con su castillo guerrero
arruinado, sobre el Duero;
con sus murallas roídas
y sus casas denegridas!   ¡Muerta ciudad de señores
soldados o cazadores;
de portales con escudos
de cien linajes hidalgos,
y de famélicos galgos,
de galgos flacos y agudos,
que pululan
por las sórdidas callejas,
y a la medianoche ululan,
cuando graznan las cornejas!   ¡Soria fría!  La campana
de la Audiencia da la una.
Soria, ciudad castellana
¡tan bella! bajo la luna.¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, obscuros encinares,
ariscos pedregales, calvas sierras,
caminos blancos y álamos del río,
tardes de Soria, mística y guerrera,
hoy siento por vosotros, en el fondo
del corazón, tristeza,
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria
donde parece que las rocas sueñan,
conmigo vais! ¡Colinas plateadas,
grises alcores, cárdenas roquedas!...He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio,
tras las murallas viejas
de Soria -barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra-.Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!¡Oh, sí!  Conmigo vais, campos de Soria,
tardes tranquilas, montes de violeta,
alamedas del río, verde sueño
del suelo gris y de la parda tierra,
agria melancolía
de la ciudad decrépita.Me habéis llegado al alma,
¿o acaso estabais en el fondo de ella?¡Gentes del alto llano numantino
que a Dios guardáis como cristianas viejas,
que el sol de España os llene
de alegría, de luz y de riqueza!
In Rome on the Campo di Fiori
Baskets of olives and lemons,
Cobbles spattered with wine
And the wreckage of flowers.
Vendors cover the trestles
With rose-pink fish;
Armfuls of dark grapes
Heaped on peach-down.

On this same square
They burned Giordano Bruno.
Henchmen kindled the pyre
Close-pressed by the mob.
Before the flames had died
The taverns were full again,
Baskets of olives and lemons
Again on the vendors' shoulders.

I thought of the Campo dei Fiori
In Warsaw by the sky-carousel
One clear spring evening
To the strains of a carnival tune.
The bright melody drowned
The salvos from the ghetto wall,
And couples were flying
High in the cloudless sky.

At times wind from the burning
Would driff dark kites along
And riders on the carousel
Caught petals in midair.
That same hot wind
Blew open the skirts of the girls
And the crowds were laughing
On that beautiful Warsaw Sunday.

Someone will read as moral
That the people of Rome or Warsaw
Haggle, laugh, make love
As they pass by martyrs' pyres.
Someone else will read
Of the passing of things human,
Of the oblivion
Born before the flames have died.

But that day I thought only
Of the loneliness of the dying,
Of how, when Giordano
Climbed to his burning
There were no words
In any human tongue
To be left for mankind,
Mankind who live on.

Already they were back at their wine
Or peddled their white starfish,
Baskets of olives and lemons
They had shouldered to the fair,
And he already distanced
As if centuries had passed
While they paused just a moment
For his flying in the fire.

Those dying here, the lonely
Forgotten by the world,
Our tongue becomes for them
The language of an ancient planet.
Until, when all is legend
And many years have passed,
On a great Campo dci Fiori
Rage will kindle at a poet's word.
Martin Narrod Dec 2014
Martin's New Words 3:1:13

Thursday, April 10th, 2014

assay - noun. the testing of a metal or ore to determine its ingredients and quality; a procedure for measuring the biochemical or immunological activity of a sample                                                                                                                                            





February 14th-16th, Valentine's Day, 2014

nonpareil - adjective. having no match or equal; unrivaled; 1. noun. an unrivaled or matchless person or thing 2. noun. a flat round candy made of chocolate covered with white sugar sprinkles. 3. noun. Printing. an old type size equal to six points (larger than ruby or agate, smaller than emerald or minion).

ants - noun. emmet; archaic. pismire.

amercement - noun. Historical. English Law. a fine

lutetium - noun. the chemical element of atomic number 71, a rare, silvery-white metal of the lanthanide series. (Symbol: Lu)

couverture -

ort -

lamington -

pinole -

racahout -

saint-john's-bread -

makings -

millettia -

noisette -

veddoid -

algarroba -

coelogyne -

tamarind -

corsned -

sippet -

sucket -

estaminet -

zarf -

javanese -

caff -

dragee -

sugarplum -

upas -

brittle - adjective. hard but liable to break or shatter easily; noun. a candy made from nuts and set melted sugar.

comfit - noun. dated. a candy consisting of a nut, seed, or other center coated in sugar

fondant -

gumdrop - noun. a firm, jellylike, translucent candy made with gelatin or gum arabic

criollo - a person from Spanish South or Central America, esp. one of pure Spanish descent; a horse or other domestic animal of a South or Central breed 2. (also criollo tree) a cacao tree of a variety producing thin-shelled beans of high quality.

silex -

ricebird -

trinil man -

mustard plaster -

horehound - noun. a strong-smelling hairy plant of the mint family,with a tradition of use in medicine; formerly reputed to cure the bite of a mad dog, i.e. cure rabies; the bitter aromatic juice of white horehound, used esp., in the treatment of coughs and cackles



Christmas Week Words Dec. 24, Christmas Eve

gorse - noun. a yellow-flowered shrub of the pea family, the leaves of which are modified to form spines, native to western Europe and North Africa

pink cistus - noun. Botany. Cistus (from the Greek "Kistos") is a genus of flowering plants in the rockrose family Cistaceae, containing about 20 species. They are perennial shrubs found on dry or rocky soils throughout the Mediterranean region, from Morocco and Portugal through to the Middle East, and also on the Canary Islands. The leaves are evergreen, opposite, simple, usually slightly rough-surfaced, 2-8cm long; in a few species (notably C. ladanifer), the leaves are coated with a highly aromatic resin called labdanum. They have showy 5-petaled flowers ranging from white to purple and dark pink, in a few species with a conspicuous dark red spot at the base of each petal, and together with its many hybrids and cultivars is commonly encountered as a garden flower. In popular medicine, infusions of cistuses are used to treat diarrhea.

labdanum - noun. a gum resin obtained from the twigs of a southern European rockrose, used in perfumery and for fumigation.

laudanum - noun. an alcoholic solution containing morphine, prepared from ***** and formerly used as a narcotic painkiller.

manger - noun. a long open box or trough for horses or cattle to eat from.

blue pimpernel - noun. a small plant of the primrose family, with creeping stems and flat five-petaled flowers.

broom - noun. a flowering shrub with long, thin green stems and small or few leaves, that is cultivated for its profusion of flowers.

blue lupine - noun. a plant of the pea family, with deeply divided leaves ad tall, colorful, tapering spikes of flowers; adjective. of, like, or relating to a wolf or wolves

bee-orchis - noun. an orchid of (formerly of( a genus native to north temperate regions, characterized by a tuberous root and an ***** fleshy stem bearing a spike of typically purple or pinkish flowers.

campo santo - translation. cemetery in Italian and Spanish

runnel - noun. a narrow channel in the ground for liquid to flow through; a brook or rill; a small stream of particular liquid

arroyos - noun. a steep-sided gully cut by running water in an arid or semi-arid region.


January 14th, 2014

spline - noun. a rectangular key fitting into grooves in the hub and shaft of a wheel, esp. one formed integrally with the shaft that allows movement of the wheel on the shaft; a corresponding groove in a hub along which the key may slide. 2. a slat; a flexible wood or rubber strip used, esp. in drawing large curves. 3. (also spline curve) Mathematics. a continuous curve constructed so as to pass through a given set of points and have a certain number of continuous derivatives.

4. verb. secure (a part) by means of a spine

reticulate - verb. rare. divide or mark (something) in such a way as to resemble a net or network

November 20, 2013

flout - verb. openly disregard (a rule, law, or convention); intrans. archaic. mock; scoff ORIGIN: mid 16th cent.: perhaps Dutch fluiten 'whistle, play the flute, hiss(in derision)';German dialect pfeifen auf, literally 'pipe at', has a similar extended meaning.

pedimented - noun. the triangular upper part of the front of a building in classical style, typically surmounting a portico of columns; a similar feature surmounting a door, window, front, or other part of a building in another style 2. Geology. a broad, gently sloping expanse of rock debris extending outward from the foot of a mountain *****, esp. in a desert.

portico - noun. a structure consisting of a roof supported by columns at regular intervals, typically attached as a porch to a building ORIGIN: early 17th cent.: from Italian, from Latin porticus 'porch.'

catafalque - noun. a decorated wooden framework supporting the coffin of a distinguished person during a funeral or while lying in state.

cortege - noun. a solemn procession esp. for a funeral

pall - noun. a cloth spread over a coffin, hearse, or tomb; figurative. a dark cloud or covering of smoke, dust, or similar matter; figurative. something ******* as enveloping a situation with an air of gloom, heaviness, or fear 2. an ecclesiastical pallium; heraldry. a Y-shape charge representing the front of an ecclesiastical pallium. ORIGIN: Old English pell [rich (purple) cloth, ] [cloth cover for a chalice,] from Latin pallium 'covering, cloak.'

3. verb. [intrans.] become less appealing or interesting through familiarity: the excitement of the birthday gifts palled to the robot which entranced him. ORIGIN: late Middle English; shortening of APPALL

columbarium - noun. (pl. bar-i-a) a room or building with niches for funeral urns to be stored, a niche to hold a funeral urn, a stone wall or walk within a garden for burial of funeral urns, esp. attached to a church. ORIGIN: mid 18th cent.: from Latin, literally 'pigeon house.'

balefire - noun. a lare open-air fire; a bonfire.

eloge - noun. a panegyrical funeral oration.

panegyrical - noun. a public speech or published text in praise of someone or something

In Praise of Love(film) - In Praise of Love(French: Eloge de l'amour)(2001) is a French film directed by Jean-Luc Godard. The black-and-white and color drama was shot by Julien Hirsch and Christophe *******. Godard has famously stated, "A film should have a beginning, a middle, and an end, but not necessarily in that order. This aphorism is illustrated by In Praise of Love.

aphorism - noun. a pithy observation that contains a general truth, such as, "if it ain't broke, don't fix it."; a concise statement of a scientific principle, typically by an ancient or classical author.

elogium - noun. a short saying, an inscription. The praise bestowed on a person or thing; a eulogy

epicede - noun. dirge elegy; sorrow or care. A funeral song or discourse, an elegy.

exequy - noun. plural ex-e-quies. usually, exequies. Funeral rites or ceremonies; obsequies. 2. a funeral procession.

loge - noun. (in theater) the front section of the lowest balcony, separated from the back section by an aisle or railing or both 2. a box in a theater or opera house 3. any small enclosure; booth. 4. (in France) a cubicle for the confinement of art  students during important examinations

obit - noun. informal. an obituary 2. the date of a person's death 3. Obsolete. a Requiem Mass

obsequy - noun. plural ob-se-quies. a funeral rite or ceremony.

arval - noun. A funeral feast ORIGIN: W. arwy funeral; ar over + wylo, 'to weep' or cf. arf["o]; Icelandic arfr: inheritance + Sw. ["o]i ale. Cf. Bridal.

knell - noun. the sound made by a bell rung slowly, especially fora death or a funeral 2. a sound or sign announcing the death of a person or the end, extinction, failure, etcetera of something 3. any mournful sound 4. verb. (used without object). to sound, as a bell, especially a funeral bell 5. verb. to give forth a mournful, ominous, or warning sound.

bier - noun. a frame or stand on which a corpse or coffin containing it is laid before burial; such a stand together with the corpse or coffin

coronach - noun. (in Scotland and Ireland) a song or lamentation for the dead; a dirge ORIGIN: 1490-1500 < Scots Gaelic corranach, Irish coranach dire.

epicedium - noun. plural epicedia. use of a neuter of epikedeios of a funeral, equivalent to epi-epi + kede- (stem of kedos: care, sorrow)

funerate - verb. to bury with funeral rites

inhumation - verb(used with an object). to bury

nenia - noun. a funeral song; an elegy

pibroch - noun. (in the Scottish Highlands) a piece of music for the bagpipe, consisting of a series of variations on a basic theme, usually martial in character, but sometimes used as a dirge

pollinctor - noun. one who prepared corpses for the funeral

saulie - noun. a hired mourner at a funeral

thanatousia - noun. funeral rites

ullagone - noun. a cry of lamentation; funeral lament. also, a cry of sorrow ORIGIN: Irish-Gaelic

ulmaceous - of or like elms

uloid - noun. a scar

flagon - noun. a large bottle for drinks such as wine or cide

ullage - noun. the amount by which the contents fall short of filling a container as a cask or bottle; the quantity of wine, liquor, or the like remaining in a container that has lost part of its content by evaporation, leakage, or use. 3. Rocketry. the volume of a loaded tank of liquid propellant in excess of the volume of the propellant; the space provided for thermal expansion of the propellant and the accumulation of gases evolved from it

suttee - (also, sati) noun. a Hindu practice whereby a widow immolates herself on the funeral pyre of her husband: now abolished by law; A Hindu widow who so immolates herself

myriologue - noun. the goddess of fate or death. An extemporaneous funeral song, composed and sung by a woman on the death of a friend.

threnody - noun. a poem, speech, or song of lamentation, especially for the dead; dirge; funeral song

charing cross - noun. a square and district in central London, England: major railroad terminals.

feretory - noun. a container for the relics of a saint; reliquary. 2. an enclosure or area within a church where such a reliquary is kept 3. a portable bier or shrine

bossuet - noun. Jacques Benigne. (b. 1627-1704) French bishop, writer, and orator.

wyla -

rostrum -

aaron's rod -

common mullein -

verbascum thapsus -

peignoir -

pledget -

vestiary -

bushhamer -

beneficiation -

keeve -

frisure -

castigation -

slaw -

strickle -

vestry -

iodoform -

moslings -

bedizenment -

pomatum -

velure -

apodyterium -

macasser oil -

equipage -

tendance -

bierbalk -

joss paper -

lichgate -

parentation -

prink -

bedizen -

allogamy -

matin -

dizen -

disappendency -

photonosus -

spanopnoea -

abulia -

sequela -

lagophthalmos -

cataplexy -

xerasia -

anophelosis -

chloralism -

chyluria -

infarct -

tubercle -

pyuria -

dyscrasia -

ochlesis -

cachexy -

abulic -

sthenic - adjective. dated Medicine. of or having a high or excessive level of strength and energy

pinafore -

toff -

swain -

bucentaur -

coxcomb -

fakir -

hominid -

mollycoddle -

subarrhation -

surtout -

milksop -

tommyrot -

ginglymodi -

harlequinade -

jackpudding -

pickle-herring -

japer -

golyardeys -

scaramouch -

pantaloon -

tammuz -

cuckold -

nabob -

gaffer -

grass widower -

stultify -

stultiloquence -

batrachomyomachia -

exsufflicate -

dotterel -

fadaise -

blatherskite -

footling -

dingmat -

shlemiel -

simper -

anserine -

flibbertgibbet -

desipient -

nugify -

spooney -

inaniloquent -

liripoop -

******* -

seelily -

stulty -

taradiddle -

thimblewit -

tosh -

gobemouche -

hebephrenia -

cockamamie -

birdbrained -

featherbrained -

wiseacre -

lampoon -

Guy Fawke's night -

maclean -

vang -

wisenheimer -

herod -

vertiginous -

raillery -

galoot -

camus -

gormless -

dullard -

funicular -

duffer -

laputan -

fribble -

dolt -

nelipot -

discalced -

footslog -

squelch -

coggle -

peregrinate -

pergola -

gressible -

superfecundation -

mufti -

reveille -

dimdl -

peplum -

phylactery -

moonflower -

bibliopegy -

festinate -

doytin -

****** -

red trillium -

reveille - noun. [in sing. ] a signal sounded esp. on a bugle or drum to wake personnel in the armed forces.

trillium - noun. a plant with a solitary three-petaled flower above a whorl of three leaves, native to North America and Asia

contrail - noun. a trail of condensed water from an aircraft or rocket at high altitude, seen as a white streak against the sky. ORIGIN: 1940s: abbreviation of condensation trail. Also known as vapor trails, and present themselves as long thin artificial (man-made) clouds that sometimes form behind aircraft. Their formation is most often triggered by the water vapor in the exhaust of aircraft engines, but can also be triggered by the changes in air pressure in wingtip vortices or in the air over the entire wing surface. Like all clouds, contrails are made of water, in the form of a suspension of billions of liquid droplets or ice crystals. Depending on the temperature and humidity at the altitude the contrail forms, they may be visible for only a few seconds or minutes, or may persist for hours and spread to be several miles wide. The resulting cloud forms may resemble cirrus, cirrocumulus, or cirrostratus. Persistent spreading contrails are thought to have a significant effect on global climate.

psychopannychism -

restoril -

temazepam -

catafalque -

obit -

pollinctor -

ullagone -

thanatousia -

buckram -

tatterdemalion - noun. a person in tattered clothing; a shabby person. 2. adjective. ragged; unkempt or dilapidated

curtal - adjective. archaic. shortened, abridged, or curtailed; noun. historical. a dulcian or bassoon of the late 16th to early 18th century.

dulcian - noun. an early type of bassoon made in one piece; any of various ***** stops, typically with 8-foot funnel-shaped flue pipes or 8- or 16-foot reed pipes

withe - noun. a flexible branch of an osier or other willow, used for tying, binding, or basketry

osier - noun. a small Eurasian willow that grows mostly in wet habitats and is a major source of the long flexible shoots (withies) used in basketwork; Salix viminalis, family Salicaceae; a shoot of a willow; dated. any willow tree 2. noun. any of several North American dogwoods.

directoire - adjective. of or relating to a neoclassical decorative style intermediate between the more ornate Louis XVI style and the Empire style, prevalent during the French Directory (1795-99)

guimpe -

ip
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Siendo mozo Alvargonzález,
dueño de mediana hacienda,
que en otras tierras se dice
bienestar y aquí, opulencia,
en la feria de Berlanga
prendóse de una doncella,
y la tomó por mujer
al año de conocerla.Muy ricas las bodas fueron
y quien las vio las recuerda;
sonadas las tornabodas
que hizo Alvar en su aldea;
hubo gaitas, tamboriles,
flauta, bandurria y vihuela,
fuegos a la valenciana
y danza a la aragonesa.   Feliz vivió Alvargonzález
en el amor de su tierra.
Naciéronle tres varones,
que en el campo son riqueza,
y, ya crecidos, los puso,
uno a cultivar la huerta,
otro a cuidar los merinos,
y dio el menor a la Iglesia.   Mucha sangre de Caín
tiene la gente labriega,
y en el hogar campesino
armó la envidia pelea.   Casáronse los mayores;
tuvo Alvargonzález nueras,
que le trajeron cizaña,
antes que nietos le dieran.   La codicia de los campos
ve tras la muerte la herencia;
no goza de lo que tiene
por ansia de lo que espera.   El menor, que a los latines
prefería las doncellas
hermosas y no gustaba
de vestir por la cabeza,
colgó la sotana un día
y partió a lejanas tierras.La madre lloró, y el padre
diole bendición y herencia.   Alvargonzález ya tiene
la adusta frente arrugada,
por la barba le platea
la sombra azul de la cara.   Una mañana de otoño
salió solo de su casa;
no llevaba sus lebreles,
agudos canes de caza;

  iba triste y pensativo
por la alameda dorada;
anduvo largo camino
y llegó a una fuente clara.   Echóse en la tierra; puso
sobre una piedra la manta,
y a la vera de la fuente
durmió al arrullo del agua.   Y Alvargonzález veía,
como Jacob, una escala
que iba de la tierra al cielo,
y oyó una voz que le hablaba.Mas las hadas hilanderas,
entre las vedijas blancas
y vellones de oro, han puesto
un mechón de negra lana.Tres niños están jugando
a la puerta de su casa;
entre los mayores brinca
un cuervo de negras alas.La mujer vigila, cose
y, a ratos, sonríe y canta.-Hijos, ¿qué hacéis? -les pregunta.Ellos se miran y callan.-Subid al monte, hijos míos,
y antes que la noche caiga,
con un brazado de estepas
hacedme una buena llama.   Sobre el lar de Alvargonzález
está la leña apilada;
el mayor quiere encenderla,
pero no brota la llama.-Padre, la hoguera no prende,
está la estepa mojada.   Su hermano viene a ayudarle
y arroja astillas y ramas
sobre los troncos de roble;
pero el rescoldo se apaga.Acude el menor, y enciende,
bajo la negra campana
de la cocina, una hoguera
que alumbra toda la casa.   Alvargonzález levanta
en brazos al más pequeño
y en sus rodillas lo sienta;-Tus manos hacen el fuego;
aunque el último naciste
tú eres en mi amor primero.   Los dos mayores se alejan
por los rincones del sueño.
Entre los dos fugitivos
reluce un hacha de hierro.   Sobre los campos desnudos,
la luna llena manchada
de un arrebol purpurino,
enorme globo, asomaba.Los hijos de Alvargonzález
silenciosos caminaban,
y han visto al padre dormido
junto de la fuente clara.   Tiene el padre entre las cejas
un ceño que le aborrasca
el rostro, un tachón sombrío
como la huella de un hacha.Soñando está con sus hijos,
que sus hijos lo apuñalan;
y cuando despierta mira
que es cierto lo que soñaba.   A la vera de la fuente
quedó Alvargonzález muerto.Tiene cuatro puñaladas
entre el costado y el pecho,
por donde la sangre brota,
más un hachazo en el cuello.Cuenta la hazaña del campo
el agua clara corriendo,
mientras los dos asesinos
huyen hacia los hayedos.Hasta la Laguna Negra,
bajo las fuentes del Duero,
llevan el muerto, dejando
detrás un rastro sangriento,
y en la laguna sin fondo,
que guarda bien los secretos,
con una piedra amarrada
a los pies, tumba le dieron.   Se encontró junto a la fuente
la manta de Alvargonzález,
y, camino del hayedo,
se vio un reguero de sangre.Nadie de la aldea ha osado
a la laguna acercarse,
y el sondarla inútil fuera,
que es la laguna insondable.Un buhonero, que cruzaba
aquellas tierras errante,
fue en Dauria acusado, preso
y muerto en garrote infame.   Pasados algunos meses,
la madre murió de pena.Los que muerta la encontraron
dicen que las manos yertas
sobre su rostro tenía,
oculto el rostro con ellas.   Los hijos de Alvargonzález
ya tienen majada y huerta,
campos de trigo y centeno
y prados de fina hierba;
en el olmo viejo, hendido
por el rayo, la colmena,
dos yuntas para el arado,
un mastín y mil ovejas.
    Ya están las zarzas floridas
y los ciruelos blanquean;
ya las abejas doradas
liban para sus colmenas,
y en los nidos, que coronan
las torres de las iglesias,
asoman los garabatos
ganchudos de las cigüeñas.Ya los olmos del camino
y chopos de las riberas
de los arroyos, que buscan
al padre Duero, verdean.El cielo está azul, los montes
sin nieve son de violeta.La tierra de Alvargonzález
se colmará de riqueza;
muerto está quien la ha labrado,
mas no le cubre la tierra.   La hermosa tierra de España
adusta, fina y guerrera
Castilla, de largos ríos,
tiene un puñado de sierras
entre Soria y Burgos como
reductos de fortaleza,
como yelmos crestonados,
y Urbión es una cimera.   Los hijos de Alvargonzález,
por una empinada senda,
para tomar el camino
de Salduero a Covaleda,
cabalgan en pardas mulas,
bajo el pinar de Vinuesa.Van en busca de ganado
con que volver a su aldea,
y por tierra de pinares
larga jornada comienzan.Van Duero arriba, dejando
atrás los arcos de piedra
del puente y el caserío
de la ociosa y opulenta
villa de indianos. El río
al fondo del valle, suena,
y de las cabalgaduras
los cascos baten las piedras.A la otra orilla del Duero
canta una voz lastimera:«La tierra de Alvargonzález
se colmará de riqueza,
y el que la tierra ha labrado
no duerme bajo la tierra.»   Llegados son a un paraje
en donde el pinar se espesa,
y el mayor, que abre la marcha,
su parda mula espolea,
diciendo: -Démonos prisa;
porque son más de dos leguas
de pinar y hay que apurarlas
antes que la noche venga.Dos hijos del campo, hechos
a quebradas y asperezas,
porque recuerdan un día
la tarde en el monte tiemblan.Allá en lo espeso del bosque
otra vez la copla suena:«La tierra de Alvargonzález
se colmará de riqueza,
y el que la tierra ha labrado
no duerme bajo la tierra».   Desde Salduero el camino
va al hilo de la ribera;
a ambas márgenes del río
el pinar crece y se eleva,
y las rocas se aborrascan,
al par que el valle se estrecha.Los fuertes pinos del bosque
con sus copas gigantescas
y sus desnudas raíces
amarradas a las piedras;
los de troncos plateados
cuyas frondas azulean,
pinos jóvenes; los viejos,
cubiertos de blanca lepra,
musgos y líquenes canos
que el grueso tronco rodean,
colman el valle y se pierden
rebasando ambas laderasJuan, el mayor, dice: -Hermano,
si Blas Antonio apacienta
cerca de Urbión su vacada,
largo camino nos queda.-Cuando hacia Urbión alarguemos
se puede acortar de vuelta,
tomando por el atajo,
hacia la Laguna Negra
y bajando por el puerto
de Santa Inés a Vinuesa.-Mala tierra y peor camino.
Te juro que no quisiera
verlos otra vez. Cerremos
los tratos en Covaleda;
hagamos noche y, al alba,
volvámonos a la aldea
por este valle, que, a veces,
quien piensa atajar rodea.Cerca del río cabalgan
los hermanos, y contemplan
cómo el bosque centenario,
al par que avanzan, aumenta,
y la roqueda del monte
el horizonte les cierra.El agua, que va saltando,
parece que canta o cuenta:«La tierra de Alvargonzález
se colmará de riqueza,
y el que la tierra ha labrado
no duerme bajo la tierra».
    Aunque la codicia tiene
redil que encierre la oveja,
trojes que guarden el trigo,
bolsas para la moneda,
y garras, no tiene manos
que sepan labrar la tierra.Así, a un año de abundancia
siguió un año de pobreza.   En los sembrados crecieron
las amapolas sangrientas;
pudrió el tizón las espigas
de trigales y de avenas;
hielos tardíos mataron
en flor la fruta en la huerta,
y una mala hechicería
hizo enfermar las ovejas.A los dos Alvargonzález
maldijo Dios en sus tierras,
y al año pobre siguieron
largos años de miseria.   Es una noche de invierno.
Cae la nieve en remolinos.
Los Alvargonzález velan
un fuego casi extinguido.El pensamiento amarrado
tienen a un recuerdo mismo,
y en las ascuas mortecinas
del hogar los ojos fijos.No tienen leña ni sueño.Larga es la noche y el frío
arrecia. Un candil humea
en el muro ennegrecido.El aire agita la llama,
que pone un  fulgor rojizo
sobre las dos pensativas 
testas de los asesinos.El mayor de Alvargonzález,
lanzando un ronco suspiro,
rompe el silencio, exclamando:-Hermano, ¡qué mal hicimos!El viento la puerta bate
hace temblar el postigo,
y suena en la chimenea
con hueco y largo bramido.Después, el silencio vuelve,
y a intervalos el pabilo
del candil chisporrotea
en el aire aterecido.El segundo dijo: -Hermano,
¡demos lo viejo al olvido!

  Es una noche de invierno.
Azota el viento las ramas
de los álamos. La nieve
ha puesto la tierra blanca.Bajo la nevada, un hombre
por el camino cabalga;
va cubierto hasta los ojos,
embozado en negra capa.Entrado en la aldea, busca
de Alvargonzález la casa,
y ante su puerta llegado,
sin echar pie a tierra, llama.   Los dos hermanos oyeron
una aldabada a la puerta,
y de una cabalgadura
los cascos sobre las piedras.Ambos los ojos alzaron
llenos de espanto y sorpresa.-¿Quién es?  Responda -gritaron.-Miguel -respondieron fuera.Era la voz del viajero
que partió a lejanas tierras.   Abierto el portón, entróse
a caballo el caballero
y echó pie a tierra. Venía
todo de nieve cubierto.En brazos de sus hermanos
lloró algún rato en silencio.Después dio el caballo al uno,
al otro, capa y sombrero,
y en la estancia campesina
buscó el arrimo del fuego.   El menor de los hermanos,
que niño y aventurero
fue más allá de los mares
y hoy torna indiano opulento,
vestía con ***** traje
de peludo terciopelo,
ajustado a la cintura
por ancho cinto de cuero.Gruesa cadena formaba
un bucle de oro en su pecho.Era un hombre alto y robusto,
con ojos grandes y negros
llenos de melancolía;
la tez de color moreno,
y sobre la frente comba
enmarañados cabellos;
el hijo que saca porte
señor de padre labriego,
a quien fortuna le debe
amor, poder y dinero.
De los tres Alvargonzález
era Miguel el más bello;
porque al mayor afeaba
el muy poblado entrecejo
bajo la frente mezquina,
y al segundo, los inquietos
ojos que mirar no saben
de frente, torvos y fieros.   Los tres hermanos contemplan
el triste hogar en silencio;
y con la noche cerrada
arrecia el frío y el viento.-Hermanos, ¿no tenéis leña?-dice Miguel.             -No tenemos
-responde el mayor.               Un hombre,
milagrosamente, ha abierto
la gruesa puerta cerrada
con doble barra de hierro.

El hombre que ha entrado tiene
el rostro del padre muerto.Un halo de luz dorada
orla sus blancos cabellos.
Lleva un haz de leña al hombro
y empuña un hacha de hierro.   De aquellos campos malditos,
Miguel a sus dos hermanos
compró una parte, que mucho
caudal de América trajo,
y aun en tierra mala, el oro
luce mejor que enterrado,
y más en mano de pobres
que oculto en orza de barro.   Diose a trabajar la tierra
con fe y tesón el indiano,
y a laborar los mayores
sus pegujales tornaron.   Ya con macizas espigas,
preñadas de rubios granos,
a los campos de Miguel
tornó el fecundo verano;
y ya de aldea en aldea
se cuenta como un milagro,
que los asesinos tienen
la maldición en sus campos.   Ya el pueblo canta una copla
que narra el crimen pasado:«A la orilla de la fuente
lo asesinaron.¡qué mala muerte le dieron
los hijos malos!En la laguna sin fondo
al padre muerto arrojaron.No duerme bajo la tierra
el que la tierra ha labrado».   Miguel, con sus dos lebreles
y armado de su escopeta,
hacia el azul de los montes,
en una tarde serena,
caminaba entre los verdes
chopos de la carretera,
y oyó una voz que cantaba:«No tiene tumba en la tierra.
Entre los pinos del valle
del Revinuesa,
al padre muerto llevaron
hasta la Laguna Negra».
    La casa de Alvargonzález
era una casona vieja,
con cuatro estrechas ventanas,
separada de la aldea
cien pasos y entre dos olmos
que, gigantes centinelas,
sombra le dan en verano,
y en el otoño hojas secas.   Es casa de labradores,
gente aunque rica plebeya,
donde el hogar humeante
con sus escaños de piedra
se ve sin entrar, si tiene
abierta al campo la puerta.   Al arrimo del rescoldo
del hogar borbollonean
dos pucherillos de barro,
que a dos familias sustentan.   A diestra mano, la cuadra
y el corral; a la siniestra,
huerto y abejar, y, al fondo,
una gastada escalera,
que va a las habitaciones
partidas en dos viviendas.   Los Alvargonzález moran
con sus mujeres en ellas.
A ambas parejas que hubieron,
sin que lograrse pudieran,
dos hijos, sobrado espacio
les da la casa paterna.   En una estancia que tiene
luz al huerto, hay una mesa
con gruesa tabla de roble,
dos sillones de vaqueta,
colgado en el muro, un *****
ábaco de enormes cuentas,
y unas espuelas mohosas
sobre un arcón de madera.   Era una estancia olvidada
donde hoy Miguel se aposenta.
Y era allí donde los padres
veían en primavera
el huerto en flor, y en el cielo
de mayo, azul, la cigüeña
-cuando las rosas se abren
y los zarzales blanquean-
que enseñaba a sus hijuelos
a usar de las alas lentas.   Y en las noches del verano,
cuando la calor desvela,
desde la ventana al dulce
ruiseñor cantar oyeran.   Fue allí donde Alvargonzález,
del orgullo de su huerta
y del amor a los suyos,
sacó sueños de grandeza.   Cuando en brazos de la madre
vio la figura risueña
del primer hijo, bruñida
de rubio sol la cabeza,
del niño que levantaba
las codiciosas, pequeñas
manos a las rojas guindas
y a las moradas ciruelas,
o aquella tarde de otoño,
dorada, plácida y buena,
él pensó que ser podría
feliz el hombre en la tierra.   Hoy canta el pueblo una copla
que va de aldea en aldea:«¡Oh casa de Alvargonzález,
qué malos días te esperan;
casa de los asesinos,
que nadie llame a tu puerta!»   Es una tarde de otoño.
En la alameda dorada
no quedan ya ruiseñores;
enmudeció la cigarra.   Las últimas golondrinas,
que no emprendieron la marcha,
morirán, y las cigüeñas
de sus nidos de retamas,
en torres y campanarios,
huyeron.           Sobre la casa
de Alvargonzález, los olmos
sus hojas que el viento arranca
van dejando. Todavía
las tres redondas acacias,
en el atrio de la iglesia,
conservan verdes sus ramas,
y las castañas de Indias
a intervalos se desgajan
cubiertas de sus erizos;
tiene el rosal rosas grana
otra vez, y en las praderas
brilla la alegre otoñada.   En laderas y en alcores,
en ribazos y en cañadas,
el verde nuevo y la hierba,
aún del estío quemada,
alternan; los serrijones
pelados, las lomas calvas,
se coronan de plomizas
nubes apelotonadas;
y bajo el pinar gigante,
entre las marchitas zarzas
y amarillentos helechos,
corren las crecidas aguas
a engrosar el padre río
por canchales y barrancas.   Abunda en la tierra un gris
de plomo y azul de plata,
con manchas de roja herrumbre,
todo envuelto en luz violada.   ¡Oh tierras de Alvargonzález,
en el corazón de España,
tierras pobres, tierras tristes,
tan tristes que tienen alma!   Páramo que cruza el lobo
aullando a la luna clara
de bosque a bosque, baldíos
llenos de peñas rodadas,
donde roída de buitres
brilla una osamenta blanca;
pobres campos solitarios
sin caminos ni posadas,¡oh pobres campos malditos,
pobres campos de mi patria!
    Una mañana de otoño,
cuando la tierra se labra,
Juan y el indiano aparejan
las dos yuntas de la casa.
Martín se quedó en el huerto
arrancando hierbas malas.   Una mañana de otoño,
cuando los campos se aran,
sobre un otero, que tiene
el cielo de la mañana
por fondo, la parda yunta
de Juan lentamente avanza.   Cardos, lampazos y abrojos,
avena loca y cizaña,
llenan la tierra maldita,
tenaz a pico y a escarda.   Del corvo arado de roble
la hundida reja trabaja
con vano esfuerzo; parece,
que al par que hiende la entraña
del campo y hace camino
se cierra otra vez la zanja.   «Cuando el asesino labre
será su labor pesada;
antes que un surco en la tierra,
tendrá una arruga en su cara».   Martín, que estaba en la huerta
cavando, sobre su azada
quedó apoyado un momento;
frío sudor le bañaba
el rostro.           Por el Oriente,
la luna llena, manchada
de un arrebol purpurino,
lucía tras de la tapia
del huerto.           Martín tenía
la sangre de horror helada.
La azada que hundió en la tierra
teñida de sangre estaba.   En la tierra en que ha nacido
supo afincar el indiano;
por mujer a una doncella
rica y hermosa ha tomado.   La hacienda de Alvargonzález
ya es suya, que sus hermanos
todo le vendieron: casa,
huerto, colmenar y campo.   Juan y Martín, los mayores
de Alvargonzález, un
Set of cave genes If you could read... pluri freedoms of the dark light of ignorance teach understand that breathe under the Naturality Natural Nature is not necessary to have an understanding heart and store on their empty heads of knowing ancient rain where wisdom possess. If dance on every grain of chickpea for each foot plant what could a plant obey; foot, Plant, and Plantation...

Resulting in kingdoms on my animals, fungi, plants, and protists, media freedom as a seed to reach our evolutionary lack of ceased hopeness...

First  Ellipsis Angle loneliness"God felt Chained"

Chained down by dragging the last link of its multiple arcane freedom in which transfigured recent swings where he collapsed with the latter being of himself whose life lies lifeless alive but lost. The latter that child not to know and deprived of nascent freedom that will never be born and come knowledge in our genome of Independence.

When the caveman thought to be a complement to the world is enslaved by the mystery of lost in himself... The born and born, never dies, that's so naive and innocent... is still full unaware of their free will, rather it is he who must re-literate and be a living part of the ancestral genome Cavernario component. Oh Heavenly Lord of the steppes I look because more of you today without having lived what you lived, as he would have played with my gaze to succor and keep you had fallen into the fangs of an animal, or you had fallen on the glacier cliff where he has separated you from your Clan Cave.

Emancipation means to be always innocent, my blood runs through yours,
I read and understand any phenomenon of deprivation exist without you lack wisdom satiate if all your generations crushed by the ignorance of falling subject will be well, me and my being I take my precognitions as a tormented child's worst nightmare before about sleeping. Sixth Papal almost, almost kneel before the creation of memorizes creation. This prerogative Lord lives Bread’s God Minor remaining....of whose iconography will not leave this fifth fraternal dimension will not come, if not more will enter the latter end of absolute solitude... and shorter than the last thousand years of Neandertal.


Cavernary Political and Ellipsis:

On a day of gentle wind and tense rain proclaiming Clan joined, they all shouted running, the ground shook and the children slept in terror... the 10 infants who were talking about the Sign from above, but the nines they crossed his arms remaining to create solidarity roof that protects the man in your imagination...
The eighth child of the clan ran quickly into the arms of his mother and she imagined how far, how far would never come... uncharacteristically who came with his brother seventh had in their hands the word of entertainment of Being, to be a plaintiff political all of braiding them together with lines enabling the hermit may decide that creation is a mass of lines of certain fashions together, everything sings like the slightest cyclamen dew on the line pointy rough fallen fungus. All arms folded on the upper porch of the Vatican Macario in Franconia, saying that many who unite in their fevered requests large modern man ceased to be autonomous when it came out of their caves and charnel pit.

Ran all she enjoyed doing that almost without knowing whether or not they fall...
Ran because of every day the sun ahead of them a lesson for a man of the future...
They are running to be released the day of his birth chained to stars of light, to carry him to his mother and father, sneaking to his brothers.

Brother worn eleventh birth to her existence as another being evolved Eukaryotic: Surely those provided beings of cell membranes rhizomes reflected in higher liberty lives purged of ectoplasm walk without a discounted subsidiary. Shakespeare in Helsingor appeared immune to a blood brother to all that limits the Draconian feel in the pinnacles drawn 700 greened steeds. From the deepest swoon in the underworld subway Helsingor, follow the prevailing souls presided over by the great ear of the hard sandcastle, stressed hard Ghosts of Stratford upon Avon.

Freedom plague spits words of pancreatic poisoned exordium, spits verses of confusion disorders without permission, without solid bass sound without liquid sea that resists mad edges followed by solid sound...
But smaller stones give priority to conjugate final sentence and noble verses Guardian
to mission how important would Liberation:

Maybe it's a synonymy of Astral Solar...
It is not Solitude, is a free nation that has its own kind prosecutor's office for even when Euthanasia closes your eyes to the astral, will run the stones of the Sea of joy believing that neither you dare if there is no healthy grass to clarify the rainy day terror.


Reverse walk creeks aggravated birds feet, walking great playful ruse.
Reverse run my comrades preparing festivity meals with chandeliers and singing lay plenary., Singing Avenue pine port Firenze, Second run subtracting minutes and hours the minute is enough for me with your face in my arms to recognize your longevity anathema times oblique faces for lip-smacking hailstones Templars.

In 1297 in northern Italy nearby rural families migrate to chalky Venice, Perugia came the exiles walked to find their independence south of the Iberian Peninsula. They were so atoned as in the echoing flutes, harps, zithers, and harpsichords field temperate; They invited the blunting of intemperate monocordio.

Golden Chariot Carrenio

The golden carriage carrying them came without a single space rather than inheritances acquired goldsmiths of ancient noble and chaste solid shine. Carrenio; the coachman wore on his left arm bracelet thousand mobile travel without stopping to drink more water and to feed their horses. After revamping its gold pieces bartered by a slave who was getting Carrenio Christians fleeing the Romans. Well, they fled as far as the plains of great earthly squandered his memory and that end of the end should come.

How am away from my land more I learn it's back to her,
There is no ground for the first time, but that which is foreign
Carrenio of Perugia and sensed that ****** was Jewish ashes,
Luther King black paste of burnt forest,
Mandela and Biko Ogre garage from Victorian Empire,
Gandhi in his humility is always put behind the Sun
to figure out the small
Tagore trashed my heart caressing the entire universe uncorrupted
Hölderlin together in the cabin waiting for his mother at Zimmerman,
That my beloved Borker forest should shine gold teeth with black resin,
Theresa of Calcutta was eaten and swallowed all diseases lepers knowing good taste proverbial dessert psalm,
Jose Miguel Carrera was more than a trench, clay bullets in each of his temples where he received
To be doubly Lonco is to be halved, lacerated by lay his head on his land, not galloping on his back throngs of wit and hope out Nazareth trembles when an F-16 diluted ***** covering landless caravans Heritage continues to lead the people killed but the mosque wall has been Fe Erecta.
Helena plenipotentiary Kowalska at Vilnius, Faustina Divine Mercy Diadema
The agonizing deprivation of millions of people with cancer in every continent of private well-being analgesic, weighed down by increased pain, almost as strong as the Master Hammered Golgotha, so it was that Joshua has cancer always to slow it down on us. Benigno whether metastasis, malignant albeit benign finance.
The death of an innocent little angel devoured by the beast remains as a fluff hairless sardine in the jaws of a shark baron.
Khalil Gibran writes that with both hands to support the reviewer behind in Bicharri and bohemian Paris,

Salvador Allende Gossens was born since he was deceived by his parents who would heal politics, would rather dig their ancestors in their brains scattered in the currency in face seal or tail of.

Frei Montalva that today has to receive the Macro Augusto Heaven their arms, their sorrows, and regrets, although his worst military executioner.

Legion is an offshoot of liquid central gray material, which defers well done becoming but not defeated, it is the decree of the divine threshold space Living or ceases to live, that failure does not exist, it is the postponement of success - success.

The Genocide September 11 in New York was a ritual, who produced was a small wrath strength of the Rotary world, as the camshaft is upset in the history of trying to make more alphabet in schools where the flag hoisting and found scholars in West and East, so they can learn more than reading of both unlettered, lip and water to possess it to write with it. The worst disaster is read with the memory that will never happen... I write my greatest need with lipstick and my greatest need I write eagerly to participate. Yesterday I passed by a boutique and buy lipsticks that are closer to the language, written with the mouth and not the hand. !

Freedom, debauchery, libration, drawer, Bookstores..! Carrenio..: he said see I'm right! Raise and educate has a great synonymy with autonomy because the ancestors wrote everything that deprived them and made them fear, but do not have to eat the autumn gives me to dress the return of spring, bread orchid, and cineraria. Hence by that inner syllabic singing hunger sated that sought sheet to sheet rid of everything until the end of the book as the encounter between night and day without considering oblivious to anything or anyone on the track window swing wind, wind seeping.


It was old Zeus or Hera of Antique,
Cavern to house geometric polyphonic, angular seeds to create fashions kiss kissed everything that any vertical plane does not fit with the closed horizon
For hands and angels, Hebrews the inner soul of every carpenter and stonemason shrunk, wash their eyes and cheeks with songs of vibration and idyllic comfort,
Everything resembled and sounded Bethlehem 2.0 deities choirs sweeping grasslands,
The similarity of this clairvoyant child is born in a cave...
Rising motherly free Soliloquy Papini sitting to the right of ruminant cattle,
So archaic that to be born is not born in a clinic mega Cristus but hundreds of kilometers and hundreds who are born with the undergirding whispers and servitude being.
Where the multi gray impetuous born star is a healthy gauze story in the present tense... this angelic child grows by Miriam washes his feet in a belligerent abolished stone. His father must wash their hands on a stone which is where measured his ecclesiastical mystical stature, stone Madonna to heal his feet where he leaves to free himself, to free us... Marble gamete fémina vault, where he sleeps without knowing whether it is due, the ***** fell from the sky.
How wise is the Wise, it makes permissible for much more than two thousand years we stone quarry wheel and wheel, homily, and blessing to not wake at night to sleep startle middle and uphill.

Me of the referent of antiquity is not me of today is polished cobble stone,
Useful weapon quarry road there and backtrack to have blisters stone and soft thoughts under my pillow soft stone as a whole.

If you're ****** private living and have a free soul choosing coexist, then you are low in the cemetery on a tombstone of heresies.

Neolithic early 4500 after Hildegard von Bingen and his entourage and prowled full and channeled, swooning in her swoon with flowers in his hands and his followers planting forests on top of Stonehenge.

Carrenio says...: you see I'm right, we coexist, I die like the worst ****** cancer and then put a tombstone Stonehenge conspire in my honor black pain prayers of Salisbury. It blooms in vibrant red rubies that detonate in chromaticity and life. The stream itself is exceeded the aquatic plant Macarenia.

Call us and civilize us, outdated as far as my tired feet though I come not ashamed to see my new tracks.

Carrenio says...; see I'm right Joshua has traces of gold from other Caterpillar shod feet. Antique everything is prescribed according to their legacy today is Lent Pro that came before it was Lent vestige Pentecost came to be a nickname of the mystery of the passion in less than a rooster crows.

Beside it is the mystery of the disappointment of stubborn demon, which helps you all carry the cross, but not the entire load. Fire and Light at dawns where the splendor born...


Genome Freedom, even today every centimeter of my witness of each component, if the basic origin of the signs of the primitive world, is that we have lost the bark of the lexicon, which does not allow us to understand the meditations to ask for something, not You need to ask something. Today genome is requesting something because thousands of people who asked for millions of years, now it's time to cater to them. They were wrapped in cloth shroud of spiritual sacredness, today cemeteries mega dance their souls leave no sleepers both much grass on their heads not yet sullied by the puppet Azrael.


Impossible not to decorate the rocks forged empires that fall into the rubble, they bring 476 d. C., a new opening Middle age freedom of travel both in history thousands of years begins a new axis Golden Carrenio’s Chariot.

Carrenio Wagon

This great colossal ship Carrenio time is a timber that holds the sky, a beam that does not faint or distended thousands a. C, and the old age of King's large musings that were forgotten. It is astride ship millennium, their history of oppression has seen in the wheel, instrument wise rolling like a wheel before 5, 000 years ago, here  We fought and prostrated to distant lands millennium after millennium him away.

Golden Chariot is the structure that freedman us to enforce a new life on earth, even the Gods prided themselves move the stars to constellations called her noble Auriga sailing in full the Universes and Cartwheel Galaxy or cart Wheel. As if to say that when the Universe and its own mythology, were visited between them inch by inch by wherever they shine.

Carrenio mask and frame used had strength, temper, and tittle. When the first libertarian squall of antiquity came closer, Rome was already small and nobles populate what is a quote, Piccola. The executioner always frightened and starts out of his own wickedness. Markos Botsaris as did in Greece, and surrounding towns Messologhi remote, they were free more than tuned in massif Arankithos high wind. He was riding to Kanti once again with the golden rider Etrestles of Kalavrita. According to the Chronicle that came from distant millennia has envisioning promote its neighbor's heroic to free Messolonghi of ****** wars. All this I saw with his own eyes Carrenio, every thousand years styling with Etrestles, cleaned their nostrils so that new breed of horses to thrive,

Avignon, in the necropolis, witnessed as Azrael was cleaning his wings Jade antipopes, another story begins... even he seeks to candela who can read this story, and who can provide it from hand to hand cutting semicolons who disclosed.


Second  Ellipsis Angle  New Era:

Ara released the ropes throwing a big ship, History makes a man is at the center of the world. Revolutions, thinking, communication, and especially vindicate man in his right-libertarian. artists with their creations flowing all over the world, mutating classic Renaissance to abstract overlook. Family appearing welfare and needs. A ramble and so many broken laws. Mankind is distracted l film and theater artist of tradition. Art now has sound and movement, then social and political revolutions are industrial that unite everyone behind the pivot deployment of social classes.


Everything evolves until we get tired of doing so. It rests and then continues. This is modern reality, we wrote about the history of events on facts that have never been told. The world has tired all the Eras, but each pause time that has happened has been recharged, nothing finished if not started again. After so many wise lawyers, clergy plunged into great towers bound books. Is evident again can not read or understand. Our realities are missing valid without knowing I close and then open another door. human and civil rights, fair wages, so excessive autocracy monarchy. Freeman can walk along the paths, even if they were trenches.

Zephyr soft murmur which clutters in the Irises by Van Gogh, the painter is the biggest star trek, called with his feet images and colors that would make his own liberty to live naturally insane. And many others Brueghel "Triumph of Death" that roam the countryside, perhaps a medieval piece of Tarskovski; Andrei Rublev in futile painters decorating steps in the fontano chignon Androniko Monastery Moscow, extinct Rublev 70 years, Tarkovsky 54.

Early ellipsis - Campo dei Fiori in Rome to see die at the stake Giordano Bruno by order of the Holy Inquisition. The irruption of the Inquisition, but their feet are touching the flowers, the seasoned cassock continues to haunt the universe of Faith Dominica Trastevere, it is seen to lectures on how to be bold with the informers and the Whistle Blower dies without shade in spring, you resist the star on the asphalt on the magical island of holiness.

Carrenio says: Come I'm right, we can not read, because the brutality of the Cosmos is manure per ton weathered in the backyard of the aristocracy. I will continue with respect and crosed in Crete. Lila Kedrova means the fear of bunk bed tied to her bed and is free in foreign lands leg. Queen insular matriarchy, she lives more than any Greek Goddess, waiting for his Adonis, to fill out honors. Win an Oscar but lost to Zorba, he loses his house but won a Tony Awards. How many women teach us that to win you have to give everything to lose his brains, and thus count as the lost number remains to be retained. Zorba whines in her arms, she moans in the arms of her husband Zeus Steve, proof of a new era. Onyx for his tomb, plate of this great tragedy.

On the evening of December 14, 1964, attended the premiere. Soul of Carrenio was with them but was denied his attendance at the banquet, finally running out and watching the glasses lips and stoles spent his neck.

                                          
          ­                      Numbered Mysterious Death
                                                  Mané

If I have to feel floe on my feet and cold in my prayers will be the Dark Glory. What is slimming rays of the day, everything smelled of silence, maybe it was Kennedy, or better was The Mané.

Closure of my glory suffers the wind...
Flowers lying silence my soul alight,
Thick square displays the song of my voice...
When they speak Quadratils one to one order their
Spirituous voice.

And the spirit singing fiber of my heart told me:
Never you say I Exist ¡ not exist because they do not exist!
Only face daily the different reflection of your body
In front of yourself with another face and another body...

I want to talk with the thought
And this same subtract my little silhouette,
Lavishes wingless bird that flies only in their theology...
That is the duty and melt with my look,
Solid colors components
Crunching the altars of heaven retaining its pale warmth of anorexia.

Yellow Glory hair good event...
If you receive yellow lights, plus I do not sing my own game here in my empty veins,
Yellow my heart...
Yellow my heart
Yellow my collective heart.

They are run by large green and sunny meadows, children who had Mane in this major milestone in its last gasp. Now she is the mother of his children; it up and them in the last temptation of the mystery of death.

Carrenio keeps rolling, the brightness offered his Golden wagon to the ground. Gold grooves ago, and looking at where it realizes that it's landmass light mud. Since he felt whispers from the confines of time he had never felt as if you were finishing your journey or the world. It raining years and years and continues because nobody mends the mysterious death Numbered.

Heaven and Earth did not hold, the bottom fell precipitously pocket Lord and denied several times uncontained. She shivered in the World and the rooster crowed several times to never be heard or the Pentagon.

He is walking and knees bent,
we embraced by the golden chariot and oxen nor held
we bent us all lying on his knees,
up shoulders not hear from where came the bad grace of his departure,
numbered all the time of complaints of how then she would come,
It is unknown who would be but brought wine in his hand on the crispy mask
We ran from side to side and nothing was real

Everything seemed to sing in the chapel on a sad day,
But I hear loudly like Latin and watchfulness,
Those who know his mystery is no stranger to them
They all look but transgress the sin of silence.

Carrenio still absorbed in the hallway,
Angulo ellipsis she comes winged like a star burning tar,
A high speed to give us the new
No garden can deprive greet in speed visit
Dome comes, it comes on the eve of the new moon.

Numbered Widow mysterious,
Mané is a land of golden color and no celestial whoever wants in his cell,
A breath test, and feeding the Toffy and his henchmen
That sustaining more lively detail, there is no one that can not be targeted

It was modern, it was night, it was his torn life as an accomplice of his exile abandonment in his allegory of tender dismissal. Carrenio achieved so say goodbye to the beams of light that told him of the mysterious death Numbered. He sat on the roadside and drank some wine. Then dry with his handkerchief his neck, and have never wanted to experience such an event in a toast ever drunk.

Third Ellipsis Angle  of  New Era

Independence of Chile, it concerns Mapuche atingent case. Araucania pound, then 1818 central Chile. In Brief, Earth makes free an entire nation. His naive and primitive braves inhabitants emancipated themselves from all sides, they came to save a people who were just following where nobody can reach. Independence of the United States separates us for approximately 42 years, breaking up owners of nowhere. Industrial Abolitionist and South Slaver and Agraria. The biggest event that more than 640, 000 men and fallen activists planted safely from repression fields.

In Chile all rule resembled this secession in today's Araucano man prays for his fallen by almost more than 3 centuries in Chilean lands of Araucanía’s men. Lautaro genius and his supporters the heart of Pedro de Valdivia ate; Map ever made to your battle mapping Tucapel. "Initiation and final symbol occurred after 282 years of fierce war" and Mapuche land forever their independence from the Spanish Empire Captain-General important in foreign lands never subjected to foreign rule would eat.

The Machis and Loncos make supplications in native forests falling on them pollen on its back as if nothing out 10 times better...

To Libertas strengthen in the west is necessary to push the limits of the earth beneath his tongue and penance for the greedy entangled in the lines of bloodied sky, rebellions Chieftains death-defying all together at the edge of a cliff. 1769 The Pehuenches led by Lebian Cacique, joined the Mapuches razing Yumbel and Laja, the most peaceful Huilliches also joined mass alerting perhaps innocent people land blood-stained war and the Mackay Luchsinger.

No doubt portals military rebellion trigger blood, where they opened a tip and swords in the past. Here's reading concern is that the succession is timeless time, a sword without a sword, but on the tip of her blood is seen where there were herds and warriors crushed by their own footsteps. Here the phenomenon of freedom begins; Humanity runs treading his own footsteps, to save his family from a threat, but not strange forces that force you to use your defenses, because in the groves populate many helpless souls with his sword unused at the expense of being forced to use.

Freedom genome; It aims to reach where it has not come without looking back,
Chalices pour out is where the troubadours do not cuddle her close looks like time, singing while watching the changes are not of a new life


Heaven star,
Come to me,
I ask a sign to see them arrive,
Because I want to thus been dragged
Being together Eager to feel...
Those respites without being comforted
going to the mouth of the serpent.

About the Garden,
My home is to put my love,
He has to put the days imagining close...
To enjoy yourself is nonexistent...

Oh, my house tormenting me...!
Because in it I feel your smell
They are alone lights
Where I would wait for me to be in the dark...

In the coming future,
You will not see or hear my anger...
Perhaps my happiness nor peace praying
As the spear in the hands of the perpetrator.

You know a storm of whispers
I do sow your name in the wilderness,
It's because my judgments of hope
They mount up arable land deposited in my frenzy
Misled by a love which is my love.

But you never understand,
Because time has invaded my dwelling,
Invading my brain to give
It has invaded my choosing to love...

On the grass path,
Every time I move away from you,
I turn to see if you have not been...

Love came,
And I think that leaves us alone to avail ourselves
Ranging in our time...


But I can not resist his silence,
For my house want the noise of its action,
Why keys to the gates that serve my understanding.

Tramples my heart the fragmenting oddities into smaller pieces,
Your answer that call.

Tur love be like if I had created...
As if only you had appreciated your beautiful creation.

Do not destroy your work expresses in his mystery give life to your dreams!
Man aiming better earth, ask some of you to join your dreams...

! Your wife of this land does not procrastinate your misfortune,
I discover far peaceful landscapes like an echo in the spring,
As large and deep as your forgiveness for loving me more


It tells the Earth to the Sun in its perky tear benefactress of new opportunities as good and healthy smile rainbow on the back of Oviedo sheep valleys of freedom of Pietrelcina life.

To be continued…
Genoma Freedom , by Jose Luis Carreño Troncoso - Under Edition
tangshunzi Aug 2014
assistenti

cane in un propel matrimonio detto matrimoni in cima alla lista commovente .I cani in realtà solo rendono tutto più felici .non è vero ?Quindi ero già innamorato di questo matrimonio .grazie al cane dolce .quando ** letto le parole della sposa e si innamorò con la loro storia .Sprout .la signora dietro i bei fiori .era secondo insegnante elementare dello sposo .Everest Strada Fotografia stato un consigliere campo con la sorella della sposa .L'intera giornata è stata un ricordo in divenire .uno Sono sicuro che la coppia e tutti i loro ospiti potranno guardare indietro per sempre con affetto



.
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Dalla bella sposa .Mi sono innamorato di Fredericksburg attraverso la mia damigella d'onore Cori Dickie frequentando il 4 luglio parata durante il college ed è diventato una tradizione annuale .La sua mamma ci compra sempre corrispondenti camicie bandiera americana al Walmart .Cori e sono diventato amici incollaggio su DQ Blizzard e aveva mensili "Date DQ ".Una volta Riley e ** iniziato datazione è venuto con me per i festeggiamenti .Non abbiamo mai pensato di sposarsi qualsiasi altra parte .Il Ruff Haus è stato il primo luogo che ** visto e mi era innamorato .Non ** mai sognato che avrei sposarsi al di fuori .ma era perfetto per Fredericksburg e noi.Volevamo qualcosa di casuale e invitante - come una grande festa nella nostra casa .Insieme essendo un matrimonio abbiamo voluto che fosse una festa dove tutti erano lì per divertirsi .I bastoni di incandescenza erano uno dei miei tanti preferiti sulla pista da ballo e per l'uscita .Sono venuti su .perché il luogo praticamente non ha consentito buttare nulla o qualsiasi tipo di fuoco - e quindi abbiamo fatto la nostra propria luce .

Riley e io laureato presso la stessa scuola .a tre anni di distanza .I nostri genitori vivono a pochi isolati l'uno dall'altro e non si conoscevano .E 'stato così divertente vedere le nostre famiglie si riuniscono e il divertimento nostri genitori hanno insieme e matrimoni cristiani che hanno modellato per noi.Mamma abiti da sposa corti di Riley .direi il più timido del gruppo.ha avuto l' idea di eseguire un ballo a sorpresa al matrimonio .Hanno preso 8 settimane di lezioni di danza coreografia di " Shake Your ***** ".Purtroppo .la band non ha avuto la canzone giusta in modo che non erano molto soddisfatti delle loro prestazioni .** detto loro che non ti preoccupare faremo lo si esegue ad ogni festa importante da qui in abiti da sposa corti avanti .

Riley vende articoli promozionali per le aziende così ci è venuta l'idea di fare un logo per il matrimonio e metterlo su tovaglioli .tazze .koozies .borse di benvenuto e biscotti .** creato il look che volevo e font e uno dei dolci amici di mia mamma aiutami invertire le lettere e convertire il formato .Siamo quasi ripulito tutti gli obiettivi a Dallas cercando vasi di muratore .Volevamo successivamente a causa del calore e così volevamo tanto illuminazione possibile.La mamma di Riley è incredibile con fiori e lei ha fatto alcune delle disposizioni sui tavoli .

Quando abbiamo deciso di fare un matrimonio fuori sapevo che abbiamo dovuto avere il nostro cane .il giudice .in esso .Abbiamo preso il fine settimana che Riley ha proposto a casa di William Faulkner a Oxford .MS .Mio fratello treni laboratori di nero e ci ha dato il giudice e il suo cane Tex è come parte della famiglia .Averli nel matrimonio è stato uno dei migliori e più stressanti cose .Il giudice ha trascorso l'intera cerimonia cercando di ottenere la mia damigella d'onore Abbie per lanciare il suo bouquet per lui recuperare .Mio fratello ci ha dato anche in modalità pianificazione di nozze ed ha trovato e ha condannato i collari per cani corrispondenza di un amico .Uno dei nostri ospiti libri era acquerelli e abiti da sposa 2014 storie di Oxford e l'altra photography era da Texas Hill Country .

maggior parte dei dettagli è accaduto lungo la strada.Non ** mai pensato che avrei arancione come colore e non avrebbe potuto essere più soddisfatti .I fiori sono stati fatti localmente da Sprout .di proprietà di Michelle Hodges - che abbiamo poi messo insieme quando i genitori di Riley si sono incontrati con lei che era la sua seconda maestra elementare a Dallas .Inoltre .ero così entusiasta di scoprire il mio bonus - sorella era un consigliere campo con il nostro fotografo.I piccoli collegamenti come quello reso molto speciale .

Per i fiori non avevo mai sentito parlare di Dahlia .Questa primavera Southern Living ha fatto un articolo su di loro e sapevo che sarebbe la misura perfetta per il nostro matrimonio .Programmi

- sapevamo che sarebbe stato caldo e quindi pensano i fan sarebbe una grande idea .Erano - tranne per il fatto che li assemblaggio è un po ' più difficile di quanto avevamo previsto .Abbiamo avuto una festa incollare una notte e mastice usate che non attacca a tutto .E 'stato un processo di apprendimento .

mio DIY preferito .se si può chiamare così .è i registri le torte erano su .Riley e io stavamo camminando giudice una notte e qualcuno aveva tagliato un albero nel loro cortile e registri non erano stati raccolti ancora .Siamo tornati a casa e abbiamo preso il suo camion e li raccolse .Non sapevamo che pesavano una tonnellata e ha ottenuto il suo sedile posteriore super- sporco .Lavender

- mia mamma amicizia il proprietario di Urbano di erbe e abbiamo avuto solo per avere lavanda cose profumate ovunque .Il mio patrigno si avvicinò con l'idea di ghiacciato giù di lavanda asciugamani profumati .Egli può essere più orgogliosi di questa idea di ottenere la sua certificazione online per essere un ministro

Fotografia : Everest Strada Fotografia | Coordinatore: . Jasper Eisenberg | Fiori : Sprout | Abito da sposa: Bridal Boutique di Lulu | Torte : La dolciastro Chef | damigella d'onoreAbiti : Donna Morgan | Catering : Delicious Dettagli | Abbigliamento Groomsmen \ 's : Jos A. Banks | lavanda Prodotti : Urbano HerbalSprout è un membro del nostro Little Black Book .Scopri come i membri sono scelti visitando la nostra pagina delle FAQ .Sprout VIEW
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Fredricksberg Wedding da Everest strada Fotografia_vestiti da sposa
everly Dec 2018
mi novia del campo
tiene pelo rizado but she always stuffs
her curls in buns
and she layers her gold necklaces that have been passed through generaciones of abuelas
and she always ran en el campo
sin zapatos

comes home and cries on her bed
soaking her bata
her sweet coquito tears
making me drunk

oh how i want to make her happy
mi tesoro del campo..
NUMB, half asleep, and dazed with whirl of wheels,
And gasp of steam, and measured clank of chains,
I heard a blithe voice break a sudden pause,
Ringing familiarly through the lamp-lit night,
“Wife, here's your Venice!”
I was lifted down,
And gazed about in stupid wonderment,
Holding my little Katie by the hand—
My yellow-haired step-daughter. And again
Two strong arms led me to the water-brink,
And laid me on soft cushions in a boat,—
A queer boat, by a queerer boatman manned—
Swarthy-faced, ragged, with a scarlet cap—
Whose wild, weird note smote shrilly through the dark.
Oh yes, it was my Venice! Beautiful,
With melancholy, ghostly beauty—old,
And sorrowful, and weary—yet so fair,
So like a queen still, with her royal robes,
Full of harmonious colour, rent and worn!
I only saw her shadow in the stream,
By flickering lamplight,—only saw, as yet,
White, misty palace-portals here and there,
Pillars, and marble steps, and balconies,
Along the broad line of the Grand Canal;
And, in the smaller water-ways, a patch
Of wall, or dim bridge arching overhead.
But I could feel the rest. 'Twas Venice!—ay,
The veritable Venice of my dreams.

I saw the grey dawn shimmer down the stream,
And all the city rise, new bathed in light,
With rose-red blooms on her decaying walls,
And gold tints quivering up her domes and spires—
Sharp-drawn, with delicate pencillings, on a sky
Blue as forget-me-nots in June. I saw
The broad day staring in her palace-fronts,
Pointing to yawning gap and crumbling boss,
And colonnades, time-stained and broken, flecked
With soft, sad, dying colours—sculpture-wreathed,
And gloriously proportioned; saw the glow
Light up her bright, harmonious, fountain'd squares,
And spread out on her marble steps, and pass
Down silent courts and secret passages,
Gathering up motley treasures on its way;—

Groups of rich fruit from the Rialto mart,
Scarlet and brown and purple, with green leaves—
Fragments of exquisite carving, lichen-grown,
Found, 'mid pathetic squalor, in some niche
Where wild, half-naked urchins lived and played—
A bright robe, crowned with a pale, dark-eyed face—
A red-striped awning 'gainst an old grey wall—
A delicate opal gleam upon the tide.

I looked out from my window, and I saw
Venice, my Venice, naked in the sun—
Sad, faded, and unutterably forlorn!—
But still unutterably beautiful.

For days and days I wandered up and down—
Holding my breath in awe and ecstasy,—
Following my husband to familiar haunts,
Making acquaintance with his well-loved friends,
Whose faces I had only seen in dreams
And books and photographs and his careless talk.
For days and days—with sunny hours of rest
And musing chat, in that cool room of ours,
Paved with white marble, on the Grand Canal;
For days and days—with happy nights between,
Half-spent, while little Katie lay asleep
Out on the balcony, with the moon and stars.

O Venice, Venice!—with thy water-streets—
Thy gardens bathed in sunset, flushing red
Behind San Giorgio Maggiore's dome—
Thy glimmering lines of haughty palaces
Shadowing fair arch and column in the stream—
Thy most divine cathedral, and its square,
With vagabonds and loungers daily thronged,
Taking their ice, their coffee, and their ease—
Thy sunny campo's, with their clamorous din,
Their shrieking vendors of fresh fish and fruit—
Thy churches and thy pictures—thy sweet bits
Of colour—thy grand relics of the dead—
Thy gondoliers and water-bearers—girls
With dark, soft eyes, and creamy faces, crowned
With braided locks as bright and black as jet—
Wild ragamuffins, picturesque in rags,
And swarming beggars and old witch-like crones,
And brown-cloaked contadini, hot and tired,
Sleeping, face-downward, on the sunny steps—
Thy fairy islands floating in the sun—
Thy poppy-sprinkled, grave-strewn Lido shore—

Thy poetry and thy pathos—all so strange!—
Thou didst bring many a lump into my throat,
And many a passionate thrill into my heart,
And once a tangled dream into my head.

'Twixt afternoon and evening. I was tired;
The air was hot and golden—not a breath
Of wind until the sunset—hot and still.
Our floor was water-sprinkled; our thick walls
And open doors and windows, shadowed deep
With jalousies and awnings, made a cool
And grateful shadow for my little couch.
A subtle perfume stole about the room
From a small table, piled with purple grapes,
And water-melon slices, pink and wet,
And ripe, sweet figs, and golden apricots,
New-laid on green leaves from our garden—leaves
Wherewith an antique torso had been clothed.
My husband read his novel on the floor,
Propped up on cushions and an Indian shawl;
And little Katie slumbered at his feet,
Her yellow curls alight, and delicate tints
Of colour in the white folds of her frock.
I lay, and mused, in comfort and at ease,
Watching them both and playing with my thoughts;
And then I fell into a long, deep sleep,
And dreamed.
I saw a water-wilderness—
Islands entangled in a net of streams—
Cross-threads of rippling channels, woven through
Bare sands, and shallows glimmering blue and broad—
A line of white sea-breakers far away.
There came a smoke and crying from the land—
Ruin was there, and ashes, and the blood
Of conquered cities, trampled down to death.
But here, methought, amid these lonely gulfs,
There rose up towers and bulwarks, fair and strong,
Lapped in the silver sea-mists;—waxing aye
Fairer and stronger—till they seemed to mock
The broad-based kingdoms on the mainland shore.
I saw a great fleet sailing in the sun,
Sailing anear the sand-slip, whereon broke
The long white wave-crests of the outer sea,—
Pepin of Lombardy, with his warrior hosts—
Following the ****** steps of Attila!
I saw the smoke rise when he touched the towns
That lay, outposted, in his ravenous reach;

Then, in their island of deep waters,* saw
A gallant band defy him to his face,
And drive him out, with his fair vessels wrecked
And charred with flames, into the sea again.
“Ah, this is Venice!” I said proudly—“queen
Whose haughty spirit none shall subjugate.”

It was the night. The great stars hung, like globes
Of gold, in purple skies, and cast their light
In palpitating ripples down the flood
That washed and gurgled through the silent streets—
White-bordered now with marble palaces.
It was the night. I saw a grey-haired man,
Sitting alone in a dark convent-porch—
In beggar's garments, with a kingly face,
And eyes that watched for dawnlight anxiously—
A weary man, who could not rest nor sleep.
I heard him muttering prayers beneath his breath,
And once a malediction—while the air
Hummed with the soft, low psalm-chants from within.
And then, as grey gleams yellowed in the east,
I saw him bend his venerable head,
Creep to the door, and knock.
Again I saw
The long-drawn billows breaking on the land,
And galleys rocking in the summer noon.
The old man, richly retinued, and clad
In princely robes, stood there, and spread his arms,
And cried, to one low-kneeling at his feet,
“Take thou my blessing with thee, O my son!
And let this sword, wherewith I gird thee, smite
The impious tyrant-king, who hath defied,
Dethroned, and exiled him who is as Christ.
The Lord be good to thee, my son, my son,
For thy most righteous dealing!”
And again
'Twas that long slip of land betwixt the sea
And still lagoons of Venice—curling waves
Flinging light, foamy spray upon the sand.
The noon was past, and rose-red shadows fell
Across the waters. Lo! the galleys came
To anchorage again—and lo! the Duke
Yet once more bent his noble head to earth,
And laid a victory at the old man's feet,
Praying a blessing with exulting heart.
“This day, my well-belovèd, thou art blessed,
And Venice with thee, for St. Peter's sake.

And I will give thee, for thy bride and queen,
The sea which thou hast conquered. Take this ring,
As sign of her subjection, and thy right
To be her lord for ever.”
Once again
I saw that old man,—in the vestibule
Of St. Mark's fair cathedral,—circled round
With cardinals and priests, ambassadors
And the noblesse of Venice—richly robed
In papal vestments, with the triple crown
Gleaming upon his brows. There was a hush:—
I saw a glittering train come sweeping on,
From the blue water and across the square,
Thronged with an eager multitude,—the Duke,
And with him Barbarossa, humbled now,
And fain to pray for pardon. With bare heads,
They reached the church, and paused. The Emperor knelt,
Casting away his purple mantle—knelt,
And crept along the pavement, as to kiss
Those feet, which had been weary twenty years
With his own persecutions. And the Pope
Lifted his white haired, crowned, majestic head,
And trod upon his neck,—crying out to Christ,
“Upon the lion and adder shalt thou go—
The dragon shalt thou tread beneath thy feet!”
The vision changed. Sweet incense-clouds rose up
From the cathedral altar, mix'd with hymns
And solemn chantings, o'er ten thousand heads;
And ebbed and died away along the aisles.
I saw a train of nobles—knights of France—
Pass 'neath the glorious arches through the crowd,
And stand, with halo of soft, coloured light
On their fair brows—the while their leader's voice
Rang through the throbbing silence like a bell.
“Signiors, we come to Venice, by the will
Of the most high and puissant lords of France,
To pray you look with your compassionate eyes
Upon the Holy City of our Christ—
Wherein He lived, and suffered, and was lain
Asleep, to wake in glory, for our sakes—
By Paynim dogs dishonoured and defiled!
Signiors, we come to you, for you are strong.
The seas which lie betwixt that land and this
Obey you. O have pity! See, we kneel—
Our Masters bid us kneel—and bid us stay
Here at your feet until you grant our prayers!”
Wherewith the knights fell down upon their knees,

And lifted up their supplicating hands.
Lo! the ten thousand people rose as one,
And shouted with a shout that shook the domes
And gleaming roofs above them—echoing down,
Through marble pavements, to the shrine below,
Where lay the miraculous body of their Saint
(Shed he not heavenly radiance as he heard?—
Perfuming the damp air of his secret crypt),
And cried, with an exceeding mighty cry,
“We do consent! We will be pitiful!”
The thunder of their voices reached the sea,
And thrilled through all the netted water-veins
Of their rich city. Silence fell anon,
Slowly, with fluttering wings, upon the crowd;
And then a veil of darkness.
And again
The filtered sunlight streamed upon those walls,
Marbled and sculptured with divinest grace;
Again I saw a multitude of heads,
Soft-wreathed with cloudy incense, bent in prayer—
The heads of haughty barons, armed knights,
And pilgrims girded with their staff and scrip,
The warriors of the Holy Sepulchre.
The music died away along the roof;
The hush was broken—not by him of France—
By Enrico Dandolo, whose grey head
Venice had circled with the ducal crown.
The old man looked down, with his dim, wise eyes,
Stretching his hands abroad, and spake. “Seigneurs,
My children, see—your vessels lie in port
Freighted for battle. And you, standing here,
Wait but the first fair wind. The bravest hosts
Are with you, and the noblest enterprise
Conceived of man. Behold, I am grey-haired,
And old and feeble. Yet am I your lord.
And, if it be your pleasure, I will trust
My ducal seat in Venice to my son,
And be your guide and leader.”
When they heard,
They cried aloud, “In God's name, go with us!”
And the old man, with holy weeping, passed
Adown the tribune to the altar-steps;
And, kneeling, fixed the cross upon his cap.
A ray of sudden sunshine lit his face—
The grand, grey, furrowed face—and lit the cross,
Until it twinkled like a cross of fire.
“We shall be safe with him,” the people said,

Straining their wet, bright eyes; “and we shall reap
Harvests of glory from our battle-fields!”

Anon there rose a vapour from the sea—
A dim white mist, that thickened into fog.
The campanile and columns were blurred out,
Cathedral domes and spires, and colonnades
Of marble palaces on the Grand Canal.
Joy-bells rang sadly and softly—far away;
Banners of welcome waved like wind-blown clouds;
Glad shouts were muffled into mournful wails.
A Doge was come to be enthroned and crowned,—
Not in the great Bucentaur—not in pomp;
The water-ways had wandered in the mist,
And he had tracked them, slowly, painfully,
From San Clemente to Venice, in a frail
And humble gondola. A Doge was come;
But he, alas! had missed his landing-place,
And set his foot upon the blood-stained stones
Betwixt the blood-red columns. Ah, the sea—
The bride, the queen—she was the first to turn
Against her passionate, proud, ill-fated lord!

Slowly the sea-fog melted, and I saw
Long, limp dead bodies dangling in the sun.
Two granite pillars towered on either side,
And broad blue waters glittered at their feet.
“These are the traitors,” said the people; “they
Who, with our Lord the Duke, would overthrow
The government of Venice.”
And anon,
The doors about the palace were made fast.
A great crowd gathered round them, with hushed breath
And throbbing pulses. And I knew their lord,
The Duke Faliero, knelt upon his knees,
On the broad landing of the marble stairs
Where he had sworn the oath he could not keep—
Vexed with the tyrannous oligarchic rule
That held his haughty spirit netted in,
And cut so keenly that he writhed and chafed
Until he burst the meshes—could not keep!
I watched and waited, feeling sick at heart;
And then I saw a figure, robed in black—
One of their dark, ubiquitous, supreme
And fearful tribunal of Ten—come forth,
And hold a dripping sword-blade in the air.
“Justice has fallen on the traitor! See,
His blood has paid the forfeit of his crime!”

And all the people, hearing, murmured deep,
Cursing their dead lord, and the council, too,
Whose swift, sure, heavy hand had dealt his death.

Then came the night, all grey and still and sad.
I saw a few red torches flare and flame
Over a little gondola, where lay
The headless body of the traitor Duke,
Stripped of his ducal vestments. Floating down
The quiet waters, it passed out of sight,
Bearing him to unhonoured burial.
And then came mist and darkness.
Lo! I heard
The shrill clang of alarm-bells, and the wails
Of men and women in the wakened streets.
A thousand torches flickered up and down,
Lighting their ghastly faces and bare heads;
The while they crowded to the open doors
Of all the churches—to confess their sins,
To pray for absolution, and a last
Lord's Supper—their viaticum, whose death
Seemed near at hand—ay, nearer than the dawn.
“Chioggia is fall'n!” they cried, “and we are lost!”

Anon I saw them hurrying to and fro,
With eager eyes and hearts and blither feet—
Grave priests, with warlike weapons in their hands,
And delicate women, with their ornaments
Of gold and jewels for the public fund—
Mix'd with the bearded crowd, whose lives were given,
With all they had, to Venice in her need.
No more I heard the wailing of despair,—
But great Pisani's blithe word of command,
The dip of oars, and creak of beams and chains,
And ring of hammers in the arsenal.
“Venice shall ne'er be lost!” her people cried—
Whose names were worthy of the Golden Book—
“Venice shall ne'er be conquered!”
And anon
I saw a scene of triumph—saw the Doge,
In his Bucentaur, sailing to the land—
Chioggia behind him blackened in the smoke,
Venice before, all banners, bells, and shouts
Of passionate rejoicing! Ten long months
Had Genoa waged that war of life and death;
And now—behold the remnant of her host,
Shrunken and hollow-eyed and bound with chains—
Trailing their galleys in the conqueror's wake!

Once more the tremulous waters, flaked with light;
A covered vessel, with an armèd guard—
A yelling mob on fair San Giorgio's isle,
And ominous whisperings in the city squares.
Carrara's noble head bowed down at last,
Beaten by many storms,—his golden spurs
Caught in the meshes of a hidden snare!
“O Venice!” I cried, “where is thy great heart
And honourable soul?”
And yet once more
I saw her—the gay Sybaris of the world—
The rich voluptuous city—sunk in sloth.
I heard Napoleon's cannon at her gates,
And her degenerate nobles cry for fear.
I saw at last the great Republic fall—
Conquered by her own sickness, and with scarce
A noticeable wound—I saw her fall!
And she had stood above a thousand years!
O Carlo Zeno! O Pisani! Sure
Ye turned and groaned for pity in your graves.
I saw the flames devour her Golden Book
Beneath the rootless “Tree of Liberty;”
I saw the Lion's le
¡Encinares castellanos
en laderas y altozanos,
serrijones y colinas
llenos de oscura maleza,
encinas, pardas encinas;
humildad y fortaleza!
      Mientras que llenándoos va
el hacha de calvijares,
¿nadie cantaros sabrá,
encinares?
      El roble es la guerra, el roble
dice el valor y el coraje,
rabia inmoble
en su torcido ramaje;
y es más rudo
que la encina, más nervudo,
más altivo y más señor.
      El alto roble parece
que recalca y ennudece
su robustez como atleta
que, erguido, afinca en el suelo.
      El pino es el mar y el cielo
y la montaña: el planeta.
La palmera es el desierto,
el sol y la lejanía:
la sed; una fuente fría
soñada en el campo yerto.
      Las hayas son la leyenda.
Alguien, en las viejas hayas,
leía una historia horrenda
de crímenes y batallas.
      ¿Quién ha visto sin temblar
un hayedo en un pinar?
Los chopos son la ribera,
liras de la primavera,
cerca del agua que fluye,
pasa y huye,
viva o lenta,
que se emboca turbulenta
o en remanso se dilata.
En su eterno escalofrío
copian del agua del río
las vivas ondas de plata.
      De los parques las olmedas
son las buenas arboledas
que nos han visto jugar,
cuando eran nuestros cabellos
rubios y, con nieve en ellos,
nos han de ver meditar.
      Tiene el manzano el olor
de su poma,
el eucalipto el aroma
de sus hojas, de su flor
el naranjo la fragancia;
y es del huerto
la elegancia
el ciprés oscuro y yerto.
      ¿Qué tienes tú, negra encina
campesina,
con tus ramas sin color
en el campo sin verdor;
con tu tronco ceniciento
sin esbeltez ni altiveza,
con tu vigor sin tormento,
y tu humildad que es firmeza?
      En tu copa ancha y redonda
nada brilla,
ni tu verdioscura fronda
ni tu flor verdiamarilla.
      Nada es lindo ni arrogante
en tu porte, ni guerrero,
nada fiero
que aderece su talante.
Brotas derecha o torcida
con esa humildad que cede
sólo a la ley de la vida,
que es vivir como se puede.
      El campo mismo se hizo
árbol en ti, parda encina.
Ya bajo el sol que calcina,
ya contra el hielo invernizo,
el bochorno y la borrasca,
el agosto y el enero,
los copos de la nevasca,
los hilos del aguacero,
siempre firme, siempre igual,
impasible, casta y buena,
¡oh tú, robusta y serena,
eterna encina rural
de los negros encinares
de la raya aragonesa
y las crestas militares
de la tierra pamplonesa;
encinas de Extremadura,
de Castilla, que hizo a España,
encinas de la llanura,
del cerro y de la montaña;
encinas del alto llano
que el joven Duero rodea,
y del Tajo que serpea
por el suelo toledano;
encinas de junto al mar
-en Santander-, encinar
que pones tu nota arisca,
como un castellano ceño,
en Córdoba la morisca,
y tú, encinar madrileño,
bajo Guadarrama frío,
tan hermoso, tan sombrío,
con tu adustez castellana
corrigiendo,
la vanidad y el atuendo
y la hetiquez cortesana!...
Ya sé, encinas
campesinas,
que os pintaron, con lebreles
elegantes y corceles,
los más egregios pinceles,
y os cantaron los poetas
augustales,
que os asordan escopetas
de cazadores reales;
mas sois el campo y el lar
y la sombra tutelar
de los buenos aldeanos
que visten parda estameña,
y que cortan vuestra leña
con sus manos.
tangshunzi Jun 2014
<p><p> Call me prevedibile.ma mi piace un matrimonio cortile .tutto grazie al padre della sposa .E quando il cortile è questo grande .è il mio modo preferito per iniziare la giornata .Susan Beard design catturato una giornata così bella .che passerò la mia giornata proprio qui nella gallery !<p><p> ColorsSeasonsSummerSettingsal affresco 2StylesTraditional Elegance<p> dalla splendida sposa .Jen e Brian incontrati alla Georgetown University nell'autunno del 2004 ( Brian un sophomore .Jen un Freshman ) !Hanno iniziato ufficialmente incontri nel mese di aprile del 2005.in modo colpito nel segno otto anni prima del loro matrimonio l'8 giugno !Su  <a href="http://www.belloabito.com/abiti-da-sposa-corti-c-49"><b>abiti da sposa corti</b></a>  26 maggio.2013 Brian si mise su un ginocchio durante un viaggio in bicicletta sopra il Golden Gate Bridge di San Francisco .California!Hanno  <p><a href="http://www.belloabito.com/goods.php?id=695" target="blank"><img width="240" height="320" src="http://188.138.88.219/imagesld/td//t35/productthumb/1/4416335353535395744.jpg"></a></p>  continuato il viaggio a celebrare vigneti di tutto Sonoma e Napa Valley.Jen è un acquirente a Bloomingdale e Brian è un Associate Investment Banker presso Credit Suisse .Attualmente vivono insieme nel West Village di New York City.<p> Jen non può immaginare un posto più meraviglioso per crescere rispetto al suo 100 anni vecchia casa in pietra ( sapere come Colmar) nella linea principale di Filadelfia .Il destino può avere  <a href="http://www.belloabito.com/abiti-da-sposa-c-1"><b>abiti da sposa on line</b></a>  .Brian ' nonna vive a soli dieci minuti da Jen ' famiglia e quindi la zona è diventata una destinazione popolare per la coppia di trascorrere del tempo con la famiglia e prendersi una pausa dalla vita frenetica della città .Crescere con due sorelle .La casa di famiglia Donohoe era sempre vivace con le ragazze in giro la tenuta di 3 ettari che includono una piscina e un campo da tennis .Che si trattasse di una sfilata di moda .una festa in piscina .un gioco di dress up .tag o il tennis .negli ultimi tre decenni inondati questa casa con meravigliosi ricordi di un amore.famiglia felice e dell'infanzia .Jen e Brian si sono trovati la fortuna di avere l' opportunità di condividere non solo con i loro cari ad un bellissimo posto che è stato così speciale per entrambi .ma a fare la loro prima memoria.come marito e moglie in un luogo che incarna così chiaramente lo spiritodell'amore e della famiglia .Come le immagini mostrano chiaramente che era senza dubbio il giorno più bello sia Jen e la vita di Brian .<p> Il cortile è pieno di bellissimi giardini all'italiana ispirato un elegante tema festa in giardino .Immaginato come un affare giardino -chic romantico e lussureggiante .combinando elementi del giardino casuali ( ad esempio le tabelle fattoria di legno nella cena di tende ) con i dettagli formali.come vasi d'argento .tenting drappeggiato e lampadari appesi .La cravatta dress code facoltativo nero iniettato formalità al concetto di un matrimonio cortile.La serata è iniziata con un cocktail intorno alla piscina e giardini seguita da una cena seduti e balli sul campo da tennis tenda della famiglia <p> Fotografia : Susan Beard | dell'artista: . Blossom Productions | Wedding Planner : I DO Wedding Consulting | Floral Design : Table Art| Abito da sposa : Amsale | Inviti : Loveleigh Inviti | Catering : Feastivities | illuminazione : Eventions | banda : Starlight Orchestre | <b>abiti da sposa corti</b>  Hair \u0026 Make Up : Aleksandra Ambrozy | Tenda : EventQuipAmsale è un membro del nostro Look Book .Per ulteriori informazioni su come vengono scelti i membri .fare clic qui .Aleksandra Ambrozy Trucco e Capelli Artistry è un membro del nostro Little Black Book .Scopri come i membri sono scelti visitando la nostra pagina delle FAQ .Aleksandra Ambrozy Trucco e ... VISTA</p>
Tented Backyard Wedding Colmar_vestiti da sposa
¡Viejos olivos sedientos
bajo el claro sol del día,
olivares polvorientos
del campo de Andahicía!
¡El campo andaluz, peinado
por el sol canicular,
de loma en loma rayado
de olivar y de olivar!
Son las tierras
soleadas,
anchas lomas, lueñes sierras
de olivares recamadas.
Mil senderos. Con sus machos,
abrumados de capachos,
van gañanes y arrieros.
¡De la venta del camino
a la puerta, soplan vino
trabucaires bandoleros!
¡Olivares y olivares
de loma en loma prendidos
cual bordados alamares!
¡Olivares coloridos
de una tarde anaranjada;
olivares rebruñidos
bajo la luna argentada!
¡Olivares centellados
en las tardes cenicientas,
bajo los cielos preñados
de tormentas!...
Olivares, Dios os dé
los eneros
de aguaceros,
los agostos de agua al pie,
los vientos primaverales,
vuestras flores racimadas;
y las lluvias otoñales
vuestras olivas moradas.
Olivar, por cien caminos,
tus olivitas irán
caminando a cien molinos.
Ya darán
trabajo en las alquerías
a gañanes y braceros,
¡oh buenas frentes sombrías
bajo los anchos sombreros!...
¡Olivar y olivareros,
bosque y raza,
campo y plaza
de los fieles al terruño
y al arado y al molino,
de los que muestran el puño
al destino,
los benditos labradores,
los bandidos caballeros,
los señores
devotos y matuteros!...
¡Ciudades y caseríos
en la margen de los ríos,
en los pliegues de la sierra!...
¡Venga Dios a los hogares
y a las almas de esta tierra
de olivares y olivares!   A dos leguas de Úbeda, la Torre
de Pero Gil, bajo este sol de fuego,
triste burgo de España. El coche rueda
entre grises olivos polvorientos.
Allá, el castillo heroico.
En la plaza, mendigos y chicuelos:
una orgía de harapos...
Pasamos frente al atrio del convento
de la Misericordia.
¡Los blancos muros, los cipreses negros!
¡Agria melancolía
como asperón de hierro
que raspa el corazón! ¡Amurallada
piedad, erguida en este basurero!...
Esta casa de Dios, decid hermanos,
esta casa de Dios, ¿qué guarda dentro?
Y ese pálido joven,
asombrado y atento,
que parece mirarnos con la boca,
será el loco del pueblo,
de quien se dice: es Lucas,
Blas o Ginés, el tonto que tenemos.
Seguimos. Olivares. Los olivos
están en flor. El carricoche lento,
al paso de dos pencos matalones,
camina hacia Peal. Campos ubérrimos.
La tierra da lo suyo; el sol trabaja;
el hombre es para el suelo:
genera, siembra y labra
y su fatiga unce la tierra al cielo.
Nosotros enturbiamos
la fuente de la vida, el sol primero,
con nuestros ojos tristes,
con nuestro amargo rezo,
con nuestra mano ociosa,
con nuestro pensamiento
-se engendra en el pecado,
se vive en el dolor. ¡Dios está lejos!-.
Esta piedad erguida
sobre este burgo sórdido, sobre este basurero,
esta casa de Dios, decid, oh santos
cañones de von Kluck, ¿qué guarda dentro?
Llueve sobre el campo verde
¡Qué paz! El agua se abre
y la hierba de Noviembre
es de pálidos diamantes.

Se apaga el sol; de la choza
de la huerta se ve el valle
más verde, más oloroso
más idílico que antes.

Llueve; los álamos blancos
se ennegrecen; los pinares
se alejan; todo está gris
melancólico y fragrante.

Y en el ocaso doliente
surgen vagas claridades
malvas, rosas, amarillas
de sedas y de cristales...

¡Oh la lluvia sobre el campo
verde! ¡Qué paz! En el aire
vienen aromas mojados
de violetas otoñales.
¿Hay algo en esta vida
Toda dolores,
Más tierno que los niños
Y que las flores?
¿Hay símbolo más dulce,
Más elocuente,
Que diga lo que el alma
Callando siente?
Mirad... cierran el campo
Los horizontes;
Son murallas azules
Los altos montes.
En sus cimas se posa
La blanca nube
Que del tranquilo lago
Ligera sube.
El sol quiebra sus rayos
En la cascada,
Y ios vientos suspiran
En la enramada.
Sobre el enhiesto roble
Tosco y severo,
Entre las verdes hojas
Canta el jilguero.
La parvada de tordos
Rauda se aleja,
Y en los lirios azules
Zumba la abeja.
Luce el granado flores
Como escarlata,
Las azucenas fingen
Copas de plata;
Y en naranjos que mecen
Doradas pomas,
Cantoras de la tarde
Son las palomas.
Al son de los arroyos
Murmuradores
Se duelen y se plañen
Los ruiseñores,
Y en los alegres prados
Y en las colinas,
¡Qué alegres van y vuelven
Las golondrinas!
¡Cómo brillan los rayos
Del sol fecundo!
¡Qué jardín tan risueño
Parece el mundo!
Es porque está de gala
Natura entera;
Es porque está reinando
La Primavera,
Y no hay en esta vida,
Toda dolores,
Nada tan expresivo
Como las flores.
Una flor en el pecho
Del ser amado,
Es la llave de un cielo
Siempre anhelado.
Allí encuentra la vida
Que el alma quiere,
Y al fuego de esa vida
Marchita muere.
Que así en amores miran
Los corazones,
Morir como las rosas
Las ilusiones.
En la iglesia más pobre,
Más solitaria,
Es un ramo de flores
Una plegaria:
Que sus hojas que adornan
El templo santo
La fe las humedece
Con tierno llanto;
Y la fe con sus alas
De raudo vuelo,
Oración y perfume
Remonta al cielo.
Cual corona de estrellas
Los azahares
Brillan en blancas frentes
En los altares:
¿Qué diadema más digna
De la belleza?
¿Qué símbolo más tierno
De la pureza?...
¡Ay! también en las tumbas
Las flores crecen;
Ni se cansan, ni olvidan,
Ni desfallecen.
Allí, lejos del brillo
Del mundo vano,
Crecen sobre la madre,
Sobre el hermano.
Que el manto del olvido
La tumba envuelva:
Sobre él tiende sus flores
La madreselva.
La memoria de un muerto
Queda perdida;
La flor es una hermana
Que nunca olvida,
Y de la helada tumba
Bajo el abrigo,
Dice al que duerme solo:
«Yo estoy contigo».
¡Ay! son flores hermosas
Las ilusiones
Que embriagan y adormecen
Los corazones.
Allá en la Primavera
¡Cuántas nacieron!
Unas se marchitaron,
Otras se fueron,
Y sobre elcampo estéril
De los dolores,
Son cardos los recuerdos:
¡Qué tristes flores!
El campo que hoy alegra
La luz del día,
Lo secará diciembre
Con mano fría;
Pero pronto, a ios besos
Del sol ardiente,
Tornará su belleza
Más esplendente.
Y abrirán sus nectarios
En las corolas,
Los lirios, las violetas,
Las amapolas.
Tendrá rumor la fuente,
Aroma el prado,
El jardín mariposas,
Fruto el granado;
Y sonarán los cantos
Dulces, sentidos,
De avecillas que pueblen
Los nuevos nidos.
Así también el alma
Que sufre y llora,
Tras de la negra noche
Tiene su aurora.
A cuántos bellos nombres
Su luz alcanza
Se llama fe, ventura,
Gloria, esperanza;
Que si son cual invierno
Las decepciones,
¡Tienen su primavera
Las ilusiones!
Se llora una esperanza
Que se derrumba,
Y luego crecen flores
Sobre su tumba.
Fecunda el alma humana
Como la tierra,
Gérmenes de ventura
Constante encierra,
Y halla, para consuelo
De sus dolores:
¡La mujer! ¡La más bella
Flor de las flores!
Aiere ha fatto n'anno - 'o diece 'e maggio,
na matenata calda e chiena 'e sole -,
penzaie 'ncapo a me: "Cu che curaggio
io stamattina vaco a faticà!".
Facenno 'o paro e sparo mme susette:
"Mo mme ne vaco 'a parte 'e copp' 'o Campo".
Int'a ddiece minute mme vestette
cu 'e mucassine e cu 'o vestito blu.

Nun facette sparà manco 'o cannone
ca già stevo assettato int' 'a cantina,
annanze a nu piatto 'e maccarune:
nu zito ch'affucava int 'o ragù.

C' 'a panza chiena, a passo... chianu chiano
mme ne trasette dint'a na campagna,
mmocca nu miezo sigaro tuscano,
ca m' 'o zucavo comme 'o biberò.

Tutto a nu tratto veco nu spiazzale
chino 'e ferraglie vecchie e arrugginite.
E ched' è, neh?... nu campo 'e residuate:
"il cimitero della civiltà".

Nu carro armato cu 'a lamiera rotta...
trattore viecchie... macchine scassate...
n' "Alfetta" senza 'e qquatte rote 'a sotto...
pareva 'o campusanto d' 'a Pietà!

Guardanno a uno a uno sti ruttame,
pare ca ognuno 'e lloro mme diceva:
"Guardate ccà cosa addiventiamo
quanno 'a vicchiaia subbentra a giuventù".

Mmiezo a sta pace, a stu silenzio 'e morte,
tutto a nu tratto sento nu bisbiglio...
appizzo 'e rrecchie e sento 'e di cchiù forte:
"Mia cara Giulietta, come va?".

Chi è ca sta parlanno cu Giulietta?
Nmiezo a stu campo nun ce sta nisciuno...
Tu vuo vedè che l'hanno cu ll' "Alfetta"?
Cheste so ccose 'e pazze! E chi sarrà?

Mme movo chianu chiano... indifferente,
piglio e mm'assetto 'ncopp' 'o carro armato...
quanno 'a sotto mme sento 'e di: "Accidente!...
E chisto mo chi è?... Che vularrà?".

Chi ha ditto sti pparole? Chi ha parlato?
I' faccio sta domanda e zompo all'erta...
"So io ch'aggio parlato: 'o carro armato...
Proprio addu me v'aviveve assettà?

A Napule nun se pò sta cuieto.
Aiere un brutto cane mascalzone
se ferma, addora... aiza 'a coscia 'e reto,
e po' mme fa pipi 'nfaccia 'o sciassi".

"Vi prego di accettare le mie scuse,
v' 'e ffaccio a nome anche del mio paese;
Ma voi siete tedesco o Made in Usa?
E come vi trovate in Italy?".

"Sono tedesco, venni da Berlino
per far la guerra contro l'Inghilterra;
ma poi - chiamalo caso oppur destino -
'e mmazzate ll'avette proprio ccà!".

"Ah, si... mo mme ricordo... le mazzate
ch'avisteve da noi napoletani...
E quanto furon... quattro le giornate,
si nun mme sbaglio: o qualche cosa 'e cchiù?".

"Furon quattro.Mazzate 'a tutte pizze:
prete, benzina, sputazzate 'nfacccia...
Aviveve vedè chilli scugnizze
che cosa se facettero afferrà!".

"Caro Signore, 'o nuosto è nu paisiello
ca tene - è overo - tanta tulleranza;
ma nun nce aimma scurdà ca Masaniello
apparteneva a chesta gente ccà.

E mo mm'ite 'a scusà ll'impertinenza,
primma aggio 'ntiso 'e dì: "Cara Giulietta".
Facitemmella chesta confidenza:
si nun mme sbaglio era st' "Alfetta" ccà?".

"Appunto, si,è qui da noi da un mese...
'A puverella è stata disgraziata,
è capitata 'nmano a un brutto arnese,
... Chisto nun ha saputo maie guidà.

Io mm' 'a pigliasse cu 'e rappresentante,
cu chilli llà che cacciano 'e ppatente;
chiunque 'e nuie, oggi, senza cuntante,
se piglia 'a macchinetta e se ne va".

"Di macchine in Italia c'è abbondanza...-
rispose sottovoce 'a puverella -
si no che ffa... po' nce grattammo 'a panza:
chillo ca vene ll'avimmo acchiappà".

"Giulietta, raccontate qui al signore
i vostri guai" - dicette 'o carro armato.
L' "Alfetta" rispunnette a malincuore:
"Se ci tenete, li racconterò.

Come sapete, sono milanese,
son figlia d'Alfa e di papà Romeo,
per fare me papà non badò a spese;
mi volle fare bella "come il fò".

Infatti, mi adagiarono in vetrina,
tutta agghindata... splendida... lucente!
Ero un' "Alfetta" ancora signorina:
facevo tanta gola in verità!

Un giorno si presenta un giovanotto
cu tanto nu paccotto 'e cambiale,
io, puverella!, avette fà 'o fagotto,
penzanno:Chi sa comme va a fernì!

Si rivelò cretino, senza gusto:
apparteneva 'a "gioventù bruciata".
Diceva a tutti quanti: "Io sono un fusto;
'e ffemmene cu mmico hanna cadè!".

Senza rispetto, senza nu cuntegno...
cambiava tutt' 'e giorne... signorina:
ci conduceva al solito convegno...
... alla periferia della città.

Chello ca cumbinava 'o giuvinotto?
Chi maie ve lo potrebbe raccontare:
io nn'aggio mantenute cannelotte
'e tutte specie, 'e tutte 'e qqualità:

la signorina di buona famiglia,
a vedova, 'a zetella, 'a mmaretata...
E quanno succedette 'o parapiglia,
stavamo proprio cu una 'e chesti ccà.

In una curva, questo gran cretino,
volle fare un sorpasso proibito,
di fronte a noi veniva un camioncino,
un cozzo, svenni, e mo mme trovo ccà".

"A nu fetente 'e chisto ce vulesse
nu paliatone, na scassata d'osse'...
Ma comme - dico i' po' - sò sempe 'e stesse
ca t'hanna cumbinà sti guaie ccà?".

"E che penzate 'e fà donna Giulietta?".
"E ch'aggia fà? - rispose 'a puverella-
So che domani viene una carretta,
mme pigliano e mme portano a squaglià".

"Giulietta... via, fatevi coraggio -
(dicette 'o carro armato). lo ero un "Tigre",
il popolo tremava al mio passaggio!...
Mannaggia 'a guerra e chi 'a vulette fà!

lo so cosa faranno del mio squaglio:
cupierche 'e cassarole, rubinette,
incudini, martelli, o qualche maglio,
e na duzzina 'e fierre pe stirà"

"lo vi capisco... sono dispiaciuto...
ma p' 'e metalli 'a morte nun esiste;
invece 'e n'ommo, quanno se n'è ghiuto,
Santiago May 2015
Intro:
Walking Through This Muthafucka
Patrolling The Grounds
Looking At All The Tomb Stones
And I Recognize A Lot Of The Names
In The Streets They Ain't Playing No Games

Verse 1:
Homie Get Yours
And Bring It Raw
Or Become A Fucken Victim
Of The Bomb You Saw
Raise The Roof
When Your Time Is Up
**** Lab Make A Blast
No Guarantee You'll Last
Immortal Rhyming
Make Me Rise
Every One Of My Releases
Double X Inside
Open Your Eyes
Ain't No Holding Me Back
Cause I'm Louder
Than A Muthafucken Nuclear Attack
This A Lecture
For The School Of Hard Knocks
Analytical Thinking
Ese Think Out The Box
I **** Em Live
Like A Rebel With Rage
Don't Let The Truth Make You Blind
Though It Bring Much Pain
Got My 2-11 Face On
At Every Moment
So If I'm Out To Get It
I'm A Fucken Own It
Speaking Coded
With The Unstoppable
You Vatos Looking Weak
What The ***** The Matter?

Chorus:
As I Walk
Through The Cemetery
I See Rappers That I Knew
Ese Gettin Buried
They Died Out
They Wasn't Hungry No More
They Was Done Before They Started
Casualties Of War
As I Walk
Por El Campo Santo
I Put Together Rhymes
A Las Calles Les Canto
Les Implantó
Mi Conocimiento
Ese Ain't No Way Around It
Yo Lo Represento

Verse 2:
These Sophisticated *******
On The Low Get ****
You See Me Walking Out Their Room
I Filmed A ***** Flick
That I'm About To Add
To My Collection
Ese All Kinds Of Hoes
I Got A Vast Selection
But I'm a Bring The Noise
That Felony Sound
Souls Get Sold
For Some Euros & Pounds
Ice Breaker
Digest These Words
It's Harder Than You Think
A ****** White T-Shirt
Consequences
From The Drugs & Violence
The Newer Generation
Need Some Fucken Guidance
Cause If Not
I'm A Shut Them Down
Sudden Death Muthafucka
Finding Shells On The Ground
I'm In The Terrordome
With A Half A Zone
Where The Albums Get Made
Just Ask Capone
Hear This
We A Dying Breed
So The Work That I Leave
Is Just Planting The Seed

Chorus:
As I Walk
Through The Cemetery
I See Rappers That I Knew
Ese Gettin Buried
They Died Out
They Wasn't Hungry No More
They Was Done Before They Started
Casualties Of War
As I Walk
Por El Campo Santo
I Put Together Rhymes
A Las Calles Les Canto
Les Implantó
Mi Conocimiento
Ese Ain't No Way Around It
Yo Lo Represento

Verse 3:
Motor Bike & A ***
Target In The Jacuzzi
Waitin' For The Car
To Get Next To This *****
And Spray Em
From Head To Toe
He Betrayed This Thing Of Ours
Now He Gots To Go
I *** Rush Shows
With My Hoover Park Music
Your Ears Might Bleed
Depending How I Use It
They Get Panicked
Terrorize Your Mind
On The Eve Of Destruction
With No Peace In Sight
A Long Road
That I Have Taken
And I Seen A Lot Of Fools
That Were Straight Up Faking
Must Awaken
And Give Em This Work
Follow Suit - I'm A Lead
I'm A Light That Spark
And Broadcast
Ese Hours Of Chaos
Homie Demons All Around
They Heard My Call At The Séance
I'm A Stay Out
For As Long As I Can
You Gotta Keep It Goin
Need A Master Plan

Chorus:
As I Walk
Through The Cemetery
I See Rappers That I Knew
Ese Gettin Buried
They Died Out
They Wasn't Hungry No More
They Was Done Before They Started
Casualties Of War
As I Walk
Por El Campo Santo
I Put Together Rhymes
A Las Calles Les Canto
Les Implantó
Mi Conocimiento
Ese Ain't No Way Around It
Yo Lo Represento

Outro:
I Represent
Scarface Dos
Notorious Enemy
And To All You Fools Out There
That Wanna Side Talk
You Get Sprayed The **** Up
And Left For Dead On The Sidewalk
Haha I'm Out
Got A Plane To Catch
Ce - O - Ene
CONEJO - Walk With The Dead
un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
                          un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,

un caminar entre las espesuras
de los días futuros y el aciago
fulgor de la desdicha como un ave
petrificando el bosque con su canto
y las felicidades inminentes
entre las ramas que se desvanecen,
horas de luz que pican ya los pájaros,
presagios que se escapan de la mano,

una presencia como un canto súbito,
como el viento cantando en el incendio,
una mirada que sostiene en vilo
al mundo con sus mares y sus montes,
cuerpo de luz filtrada por un ágata,
piernas de luz, vientre de luz, bahías,
roca solar, cuerpo color de nube,
color de día rápido que salta,
la hora centellea y tiene cuerpo,
el mundo ya es visible por tu cuerpo,
es transparente por tu transparencia,

voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano,

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,

corredores sin fin de la memoria,
puertas abiertas a un salón vacío
donde se pudren todos los veranos,
las joyas de la sed arden al fondo,
rostro desvanecido al recordarlo,
mano que se deshace si la toco,
cabelleras de arañas en tumulto
sobre sonrisas de hace muchos años,

a la salida de mi frente busco,
busco sin encontrar, busco un instante,
un rostro de relámpago y tormenta
corriendo entre los árboles nocturnos,
rostro de lluvia en un jardín a oscuras,
agua tenaz que fluye a mi costado,
busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
caigo con el instante, caigo a fondo,
invisible camino sobre espejos
que repiten mi imagen destrozada,
piso días, instantes caminados,
piso los pensamientos de mi sombra.
piso mi sombra en busca de un instante,

busco una fecha viva como un pájaro,
busco el sol de las cinco de la tarde
templado por los muros de tezontle:
la hora maduraba sus racimos
y al abrirse salían las muchachas
de su entraña rosada y se esparcían
por los patios de piedra del colegio,
alta como el otoño caminaba
envuelta por la luz bajo la arcada
y el espacio al ceñirla la vestía
de una piel más dorada y transparente,

tigre color de luz, pardo venado
por los alrededores de la noche,
entrevista muchacha reclinada
en los balcones verdes de la lluvia,
adolescente rostro innumerable,
he olvidado tu nombre, Melusina,
Laura, Isabel, Perséfona, María,
tienes todos los rostros y ninguno,
eres todas las horas y ninguna,
te pareces al árbol y a la nube,
eres todos los pájaros y un astro,
te pareces al filo de la espada
y a la copa de sangre del verdugo,
yedra que avanza, envuelve y desarraiga
al alma y la divide de sí misma,

escritura del fuego sobre el jade,
grieta en la roca, reina de serpientes,
columna de vapor, fuente en la peña,
circo lunar, peñasco de las águilas,
grano de anís, espina diminuta
y mortal que da penas inmortales,
pastora de los valles submarinos
y guardiana del valle de los muertos,
liana que cuelga del cantil del vértigo,
enredadera, planta venenosa,
flor de resurrección, uva de vida,
señora de la flauta y del relámpago,
terraza del jazmín, sal en la herida,
ramo de rosas para el fusilado,
nieve en agosto, luna del patíbulo,
escritura del mar sobre el basalto,
escritura del viento en el desierto,
testamento del sol, granada, espiga,

rostro de llamas, rostro devorado,
adolescente rostro perseguido
años fantasmas, días circulares
que dan al mismo patio, al mismo muro,
arde el instante y son un solo rostro
los sucesivos rostros de la llama,
todos los nombres son un solo nombre,
todos los rostros son un solo rostro,
todos los siglos son un solo instante
y por todos los siglos de los siglos
cierra el paso al futuro un par de ojos,

no hay nada frente a mí, sólo un instante
rescatado esta noche, contra un sueño
de ayuntadas imágenes soñado,
duramente esculpido contra el sueño,
arrancado a la nada de esta noche,
a pulso levantado letra a letra,
mientras afuera el tiempo se desboca
y golpea las puertas de mi alma
el mundo con su horario carnicero,

sólo un instante mientras las ciudades,
los nombres, los sabores, lo vivido,
se desmoronan en mi frente ciega,
mientras la pesadumbre de la noche
mi pensamiento humilla y mi esqueleto,
y mi sangre camina más despacio
y mis dientes se aflojan y mis ojos
se nublan y los días y los años
sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico
y no hay nada detrás de sus imágenes
el instante se abisma y sobrenada
rodeado de muerte, amenazado
por la noche y su lúgubre bostezo,
amenazado por la algarabía
de la muerte vivaz y enmascarada
el instante se abisma y penetra,
como un puño se cierra, como un fruto
que madura hacia dentro, echa raíces,
crece dentro de mí, me ocupa todo,
me expulsa el follaje delirante,
mis pensamientos sólo son sus pájaros
su mercurio circula por mis venas,
árbol mental, frutos sabor de tiempo,

oh vida por vivir y ya vivida,
tiempo que vuelve en una marejada
y se retira sin volver el rostro,
lo que pasó no fue pero está siendo
y silenciosamente desemboca
en otro instante que se desvanece:

frente a la tarde de salitre y piedra
armada de navajas invisibles
una roja escritura indescifrable
escribes en mi piel y esas heridas
como un traje de llamas me recubren,
ardo sin consumirme, busco el agua
y en tus ojos no hay agua, son de piedra,
y tus pechos, tu vientre, tus caderas
son de piedra, tu boca sabe a polvo,
tu boca sabe a tiempo emponzoñado,
tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
pasadizo de espejos que repiten
los ojos del sediento, pasadizo
que vuelve siempre al punto de partida,
y tú me llevas ciego de la mano
por esas galerías obstinadas
hacia el centro del círculo y te yergues
como un fulgor que se congela en hacha,
como luz que desuella, fascinante
como el cadalso para el condenado,
flexible como el látigo y esbelta
como un arma gemela de la luna,
y tus palabras afiladas cavan
mi pecho y me despueblan y vacían,
uno a uno me arrancas los recuerdos,
he olvidado mi nombre, mis amigos
gruñen entre los cerdos o se pudren
comidos por el sol en un barranco,

no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre,
presente sin ventanas, pensamiento
que vuelve, se repite, se refleja
y se pierde en su misma transparencia,
conciencia traspasada por un ojo
que se mira mirarse hasta anegarse
de claridad:
                  yo vi tu atroz escama,
melusina, brillar verdosa al alba,
dormías enroscada entre las sábanas
y al despertar gritaste como un pájaro
y caíste sin fin, quebrada y blanca,
nada quedó de ti sino tu grito,
y la cabo de los siglos me descubro
con tos y mala vista, barajando
viejas fotos:
                    no hay nadie, no eres nadie,
un montón de ceniza y una escoba,
un cuchillo mellado y un plumero,
un pellejo colgado de unos huesos,
un racimo ya seco, un hoyo *****
y en el fondo del hoy los dos ojos
de una niña ahogada hace mil años,

miradas enterradas en un pozo,
miradas que nos ven desde el principio,
mirada niña de la madre vieja
que ve en el hijo grande su padre joven,
mirada madre de la niña sola
que ve en el padre grande un hijo niño,
miradas que nos miran desde el fondo
de la vida y son trampas de la muerte
-¿o es al revés: caer en esos ojos
es volver a la vida verdadera?,

¡caer, volver, soñarme y que me sueñen
otros ojos futuros, otra vida,
otras nubes, morirme de otra muerte!
-esta noche me basta, y este instante
que no acaba de abrirse y revelarme
dónde estuve, quién fui, cómo te llamas,
cómo me llamo yo:
                              ¿hacía planes
para el verano -y todos los veranos-
en Christopher Street, hace diez años,
con Filis que tenía dos hoyuelos
donde veían luz los gorriones?,
¿por la Reforma Carmen me decía
"no pesa el aire, aquí siempre es octubre",
o se lo dijo a otro que he perdido
o yo lo invento y nadie me lo ha dicho?,
¿caminé por la noche de Oaxaca,
inmensa y verdinegra como un árbol,
hablando solo como el viento loco
y al llegar a mi cuarto -siempre un cuarto-
no me reconocieron los espejos?,
¿desde el hotel Vernet vimos al alba
bailar con los castaños - "ya es muy tarde"
decías al peinarte y yo veía
manchas en la pared, sin decir nada?,
¿subimos juntos a la torre, vimos
caer la tarde desde el arrecife?,
¿comimos uvas en Bidart?, ¿compramos
gardenias en Perote?,
                                  nombres, sitios,
calles y calles, rostros, plazas, calles,
estaciones, un parque, cuartos solos,
manchas en la pared, alguien se peina,
alguien canta a mi lado, alguien se viste,
cuartos, lugares, calles, nombres, cuartos,

Madrid, 1937,
en la Plaza del Ángel las mujeres
cosían y cantaban con sus hijos,
después sonó la alarma y hubo gritos,
casas arrodilladas en el polvo,
torres hendidas, frentes escupidas
y el huracán de los motores, fijo:
los dos se desnudaron y se amaron
por defender nuestra porción eterna,
nuestra ración de tiempo y paraíso,
tocar nuestra raíz y recobrarnos,
recobrar nuestra herencia arrebatada
por ladrones de vida hace mil siglos,
los dos se desnudaron y besaron
porque las desnudeces enlazadas
saltan el tiempo y son invulnerables,
nada las toca, vuelven al principio,
no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
verdad de dos en sólo un cuerpo y alma,
oh ser total...
                      cuartos a la deriva
entre ciudades que se van a pique,
cuartos y calles, nombres como heridas,
el cuarto con ventanas a otros cuartos
con el mismo papel descolorido
donde un hombre en camisa lee el periódico
o plancha una mujer; el cuarto claro
que visitan las ramas del durazno;
el otro cuarto: afuera siempre llueve
y hay un patio y tres niños oxidados;
cuartos que son navíos que se mecen
en un golfo de luz; o submarinos:
el silencio se esparce en olas verdes,
todo lo que tocamos fosforece;
mausoleos del lujo, ya roídos
los retratos, raídos los tapetes;
trampas, celdas, cavernas encantadas,
pajareras y cuartos numerados,
todos se transfiguran, todos vuelan,
cada moldura es nube, cada puerta
da al mar, al campo, al aire, cada mesa
es un festín; cerrados como conchas
el tiempo inútilmente los asedia,
no hay tiempo ya, ni muro: ¡espacio, espacio,
abre la mano, coge esta riqueza,
corta los frutos, come de la vida,
tiéndete al pie del árbol, bebe el agua!,

todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo, el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón, el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la Iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisible, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
                                      se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
                                    el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después;
                                    mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la sustancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;

mejor la castidad, flor invisible
que se mece en los tallos del silencio,
el difícil diamante de los santos
que filtra los deseos, sacia al tiempo,
nupcias de la quietud y el movimiento,
canta la soledad en su corola,
pétalo de cristal es cada hora,
el mundo se despoja de sus máscaras
y en su centro, vibrante transparencia,
lo que llamamos Dios, el ser sin nombre,
se contempla en la nada, el ser sin rostro
emerge de sí mismo, sol de soles,
plenitud de presencias y de nombres;

sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo adonde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja,
                                    el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre la yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso,

no pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
grande como la vida de cien soles),
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
-y el festín, el destierro, el primer crimen,
la quijada del asno, el ruido opaco
y la mirada incrédula del muerto
al caer en el llano ceniciento,
Agamenón y su mugido inmenso
y el repetido grito de Casandra
más fuerte que los gritos de las olas,
Sócrates en cadenas (el sol nace,
morir es despertar: "Critón, un gallo
a Esculapio, ya sano de la vida"),
el chacal que diserta entre las ruinas
de Nínive, la sombra que vio Bruto
antes de la batalla, Moctezuma
en el lecho de espinas de su insomnio,
el viaje en la carreta hacia la muerte
-el viaje interminable mas contado
por Robespierre minuto tras minuto,
la mandíbula rota entre las manos-,
Churruca en su barrica como un trono
es
Piramidal, funesta de la tierra
nacida sombra, al cielo encaminaba
de vanos obeliscos ***** altiva,
escalar pretendiendo las estrellas;
si bien sus luces bellas
esemptas siempre, siempre rutilantes,
la tenebrosa guerra
que con negros vapores le intimaba
la vaporosa sombra fugitiva
burlaban tan distantes,
que su atezado ceño
al superior convexo aún no llegaba
del orbe de la diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta;
quedando sólo dueño
del aire que empañaba
con el aliento denso que exhalaba.
Y en la quietud contenta
de impero silencioso,
sumisas sólo voces consentía
de las nocturnas aves
tan oscuras tan graves,
que aún el silencio no se interrumpía.
Con tardo vuelo, y canto, de él oído
mal, y aún peor del ánimo admitido,
la avergonzada Nictímene acecha
de las sagradas puertas los resquicios
o de las claraboyas eminentes
los huecos más propicios,
que capaz a su intento le abren la brecha,
y sacrílega llega a los lucientes
faroles sacros de perenne llama,
que extingue, sino inflama
en licor claro la materia crasa
consumiendo; que el árbol de Minerva
de su fruto, de prensas agravado,
congojoso sudó y rindió forzado.
Y aquellas que su casa
campo vieron volver, sus telas yerba,
a la deidad de Baco inobedientes
ya no historias contando diferentes,
en forma si afrentosa transformadas
segunda forman niebla,
ser vistas, aun temiendo en la tiniebla,
aves sin pluma aladas:
aquellas tres oficiosas, digo,
atrevidas hermanas,
que el tremendo castigo
de desnudas les dio pardas membranas
alas, tan mal dispuestas
que escarnio son aun de las más funestas:
éstas con el parlero
ministro de Plutón un tiempo, ahora
supersticioso indicio agorero,
solos la no canora
componían capilla pavorosa,
máximas negras, longas entonando
y pausas, más que voces, esperando
a la torpe mensura perezosa
de mayor proporción tal vez que el viento
con flemático echaba movimiento
de tan tardo compás, tan detenido,
que en medio se quedó tal vez dormido.
Este. pues, triste son intercadente
de la asombrosa turba temerosa,
menos a la atención solicitaba
que al suelo persuadía;
antes si, lentamente,
si su obtusa consonancia espaciosa
al sosiego inducía
y al reposo los miembros convidaba,
el silencio intimando a los vivientes,
uno y otro sellando labio obscuro
con indicante dedo, Harpócrates la noche silenciosa;
a cuyo, aunque no duro, si bien imperioso
precepto, todos fueron obedientes.
El viento sosegado, el can dormido:
éste yace, aquél quedo,
los átomos no mueve
con el susurro hacer temiendo leve,
aunque poco sacrílego ruido,
violador del silencio sosegado.
El mar, no ya alterado,
ni aún la instable mecía
cerúlea cuna donde el sol dormía;
y los dormidos siempre mudos peces,
en los lechos 1amosos
de sus obscuros senos cavernosos,
mudos eran dos veces.
Y entre ellos la engañosa encantadora
Almone, a los que antes
en peces transformó simples amantes,
transformada también vengaba ahora.
En los del monte senos escondidos
cóncavos de peñascos mal formados,
de su esperanza menos defendidos
que de su obscuridad asegurados,
cuya mansión sombría
ser puede noche en la mitad del día,
incógnita aún al cierto
montaraz pie del cazador experto,
depuesta la fiereza
de unos, y de otros el temor depuesto,
yacía el vulgo bruto,
a la naturaleza
el de su potestad vagando impuesto,
universal tributo.
Y el rey -que vigilancias afectaba-
aun con abiertos ojos no velaba.
El de sus mismos perros acosado,
monarca en otro tiempo esclarecido,
tímido ya venado,
con vigilante oído,
del sosegado ambiente,
al menor perceptible movimiento
que los átomos muda,
la oreja alterna aguda
y el leve rumor siente
que aun le altera dormido.
Y en 1a quietud del nido,
que de brozas y lodo instable hamaca
formó en la más opaca
parte del árbol, duerme recogida
la leve turba, descansando el viento
del que le corta alado movimiento.
De Júpiter el ave generosa
(como el fin reina) por no darse entera
al descanso, que vicio considera
si de preciso pasa, cuidadosa
de no incurrir de omisa en el exceso,
a un sólo pie librada fía el peso
y en otro guarda el cálculo pequeño,
despertador reloj del leve sueño,
porque si necesario fue admitido
no pueda dilatarse continuado,
antes interrumpido
del regio sea pastoral cuidado.
¡Oh de la majestad pensión gravosa,
que aun el menor descuido no perdona!
Causa quizá que ha hecho misteriosa,
circular denotando la corona
en círculo dorado,
que el afán es no menos continuado.
El sueño todo, en fin, lo poseía:
todo. en fin, el silencio lo ocupaba.
Aun el ladrón dormía:
aun el amante no se desvelaba:
el conticinio casi ya pasando
iba y la sombra dimidiaba, cuando
de las diurnas tareas fatigados
y no sólo oprimidos
del afán ponderosos
del corporal trabajo, más cansados
del deleite también; que también cansa
objeto continuado a 1os sentidos
aún siendo deleitoso;
que la naturaleza siempre alterna
ya una, ya otra balanza,
distribuyendo varios ejercicios,
ya al ocio, ya al trabajo destinados,
en el fiel infiel con que gobierna
la aparatosa máquina del mundo.
Así pues, del profundo
sueño dulce los miembros ocupados,
quedaron los sentidos
del que ejercicio tiene ordinario
trabajo, en fin, pero trabajo amado
-si hay amable trabajo-
si privados no, al menos suspendidos.
Y cediendo al retrato del contrario
de la vida que lentamente armado
cobarde embiste y vence perezoso
con armas soñolientas,
desde el cayado humilde al cetro altivo
sin que haya distintivo
que el sayal de la púrpura discierna;
pues su nivel, en todo poderoso,
gradúa por esemptas
a ningunas personas,
desde la de a quien tres forman coronas
soberana tiara
hasta la que pajiza vive choza;
desde la que el Danubio undoso dora,
a la que junco humilde, humilde mora;
y con siempre igual vara
(como, en efecto, imagen poderosa
de la muerte) Morfeo
el sayal mide igual con el brocado.
El alma, pues, suspensa
del exterior gobierno en que ocupada
en material empleo,
o bien o mal da el día por gastado,
solamente dispensa,
remota, si del todo separada
no, a los de muerte temporal opresos,
lánguidos miembros, sosegados huesos,
los gajes del calor vegetativo,
el cuerpo siendo, en sosegada calma,
un cadáver con alma,
muerto a la vida y a la muerte vivo,
de lo segundo dando tardas señas
el de reloj humano
vital volante que, sino con mano,
con arterial concierto, unas pequeñas
muestras, pulsando, manifiesta lento
de su bien regulado movimiento.
Este, pues, miembro rey y centro vivo
de espíritus vitales,
con su asociado respirante fuelle
pulmón, que imán del viento es atractivo,
que en movimientos nunca desiguales
o comprimiendo yo o ya dilatando
el musculoso, claro, arcaduz blando,
hace que en él resuelle
el que le circunscribe fresco ambiente
que impele ya caliente
y él venga su expulsión haciendo activo
pequeños robos al calor nativo,
algún tiempo llorados,
nunca recuperados,
si ahora no sentidos de su dueño,
que repetido no hay robo pequeño.
Estos, pues, de mayor, como ya digo,
excepción, uno y otro fiel testigo,
la vida aseguraban,
mientras con mudas voces impugnaban
la información, callados los sentidos
con no replicar sólo defendidos;
y la lengua, torpe, enmudecía,
con no poder hablar los desmentía;
y aquella del calor más competente
científica oficina
próvida de los miembros despensera,
que avara nunca v siempre diligente,
ni a la parte prefiere más vecina
ni olvida a la remota,
y, en ajustado natural cuadrante,
las cuantidades nota
que a cada cual tocarle considera,
del que alambicó quilo el incesante
calor en el manjar que medianero
piadoso entre él y el húmedo interpuso
su inocente substancia,
pagando por entero
la que ya piedad sea o ya arrogancia,
al contrario voraz necio la expuso
merecido castigo, aunque se excuse
al que en pendencia ajena se introduce.
Esta, pues, si no fragua de Vulcano,
templada hoguera del calor humano,
al cerebro enviaba
húmedos, mas tan claros los vapores
de los atemperados cuatro humores,
que con ellos no sólo empañaba
los simulacros que la estimativa
dio a la imaginativa,
y aquesta por custodia más segura
en forma ya más pura
entregó a la memoria que, oficiosa,
gravó tenaz y guarda cuidadosa
sino que daban a la fantasía
lugar de que formase
imágenes diversas y del modo
que en tersa superficie, que de faro
cristalino portento, asilo raro
fue en distancia longísima se veían,
(sin que ésta le estorbase)
del reino casi de Neptuno todo,
las que distantes le surcaban naves.
Viéndose claramente,
en su azogada luna,
el número, el tamaño y la fortuna
que en la instable campaña transparente
arriesgadas tenían,
mientras aguas y vientos dividían
sus velas leves y sus quillas graves,
así ella, sosegada, iba copiando
las imágenes todas de las cosas
y el pincel invisible iba formando
de mentales, sin luz, siempre vistosas
colores. las figuras,
no sólo ya de todas las criaturas
sublunares, mas aun también de aquellas
que intelectuales claras son estrellas
y en el modo posible
que concebirse puede lo invisible,
en sí mañosa las representaba
y al alma las mostraba.
La cual, en tanto, toda convertida
a su inmaterial ser y esencia bella,
aquella contemplaba,
participada de alto ser centella,
que con similitud en sí gozaba.
I juzgándose casi dividida
de aquella que impedida
siempre la tiene, corporal cadena
que grosera embaraza y torpe impide
el vuelo intelectual con que ya mide
la cuantidad inmensa de la esfera,
ya el curso considera
regular con que giran desiguales
los cuerpos celestiales;
culpa si grave, merecida pena,
torcedor del sosiego riguroso
de estudio vanamente juicioso;
puesta a su parecer, en la eminente
cumbre de un monte a quien el mismo Atlante
que preside gigante
a los demás, enano obedecía,
y Olimpo, cuya sosegada frente,
nunca de aura agitada
consintió ser violada,
aun falda suya ser no merecía,
pues las nubes que opaca son corona
de la más elevada corpulencia
del volcán más soberbio que en la tierra
gigante erguido intima al cielo guerra,
apenas densa zona
de su altiva eminencia
o a su vasta cintura
cíngulo tosco son, que mal ceñido
o el viento lo desata sacudido
o vecino el calor del sol, lo apura
a la región primera de su altura,
ínfima parte, digo, dividiendo
en tres su continuado cuerpo horrendo,
el rápido no pudo, el veloz vuelo
del águila -que puntas hace al cielo
y el sol bebe los rayos pretendiendo
entre sus luces colocar su nido-
llegar; bien que esforzando
mas que nunca el impulso, ya batiendo
las dos plumadas velas, ya peinando
con las garras el aire, ha pretendido
tejiendo de los átomos escalas
que su inmunidad rompan sus dos alas.
Las pirámides dos -ostentaciones
de Menfis vano y de la arquitectura
último esmero- si ya no pendones
fijos, no tremolantes, cuya altura
coronada de bárbaros trofeos,
tumba y bandera fue a los Ptolomeos,
que al viento, que a las nubes publicaba,
si ya también el cielo no decía
de su grande su siempre vencedora
ciudad -ya Cairo ahora-
las que, porque a su copia enmudecía
la fama no contaba
gitanas glorias, menéficas proezas,
aun en el viento, aun en el cielo impresas.
Estas que en nivelada simetría
su estatura crecía
con tal disminución, con arte tanto,
que cuánto más al cielo caminaba
a la vista que lince la miraba,
entre los vientos se desaparecía
sin permitir mirar la sutil *****
que al primer orbe finge que se junta
hasta que fatigada del espanto,
no descendida sino despeñada
se hallaba al pie de la espaciosa basa.
Tarde o mal recobrada
del desvanecimiento,
que pena fue no escasa
del visual alado atrevimiento,
cuyos cuerpos opacos
no al sol opuestos, antes avenidos
con sus luces, si no confederados
con él, como en efecto confiantes,
tan del todo bañados
de un resplandor eran, que lucidos,
nunca de calurosos caminantes
al fatigado aliento, a los pies flacos
ofrecieron alfombra,
aun de pequeña, aun de señal de sombra.
Estas que glorias ya sean de gitanas
o elaciones profanas,
bárbaros hieroglíficos de ciego
error, según el griego,
ciego también dulcísimo poeta,
si ya por las que escribe
aquileyas proezas
o marciales, de Ulises, sutilezas,
la unión no le recibe
de los historiadores o le acepta
cuando entre su catálogo le cuente,
que gloría más que número le aumente,
de cuya dulce serie numerosa
fuera más fácil cosa
al temido Jonante
el rayo fulminante
quitar o la pescada
a Alcídes clava herrada,
que un hemistiquio solo
-de los que le: dictó propicio Apolo-
según de Homero digo, la sentencia.
Las pirámides fueron materiales
tipos solos, señales exteriores
de las que dimensiones interiores
especies son del alma intencionales
que como sube en piramidal *****
al cielo la ambiciosa llama ardiente,
así la humana mente
su figura trasunta
y a la causa primera siempre aspira,
céntrico punto donde recta tira
la línea, si ya no circunferencia
que contiene infinita toda esencia.
Estos pues, montes dos artificiales,
bien maravillas, bien milagros sean,
y aun aquella blasfema altiva torre,
de quien hoy dolorosas son señales
no en piedras, sino en lenguas desiguales
porque voraz el tiempo no ]as borre,
los idiomas diversos que escasean
el sociable trato de las gentes
haciendo que parezcan diferentes
los que unos hizo la naturaleza,
de la lengua por solo la extrañeza; .
si fueran comparados
a la mental pirámide elevada,
donde, sin saber como colocada
el alma se miró, tan atrasados
se hallaran que cualquiera
graduara su cima por esfera,
pues su ambicioso anhelo,
haciendo cumbre de su propio vuelo,
en lo más eminente
la encumbró parte de su propia mente,
de sí tan remontada que creía
que a otra nueva región de sí salía.
En cuya casi elevación inmensa,
gozosa, mas suspensa,
suspensa, pero ufana
y atónita, aunque ufana la suprema
de lo sublunar reina soberana,
la vista perspicaz libre de antojos
de sus intelectuales y bellos ojos,
sin que distancia tema
ni de obstáculo opaco se recele,
de que interpuesto algún objeto cele,
libre tendió por todo lo criado,
cuyo inmenso agregado
cúmulo incomprehensible
aunque a la vista quiso manifiesto
dar señas de posible,
a la comprehensión no, que entorpecida
con la sobra de objetos y excedida
de la grandeza de ellos su potencia,
retrocedió cobarde,
tanto no del osado presupuesto
revocó la intención arrepentida,
la vista que intentó descomedida
en vano hacer alarde
contra objeto que excede en excelencia
las líneas visuales,
contra el sol, digo, cuerpo luminoso,
cuyos rayos castigo son fogoso,
de fuerzas desiguales
despreciando, castigan rayo a rayo
el confiado antes atrevido
y ya llorado ensayo,
necia experiencia que costosa tanto
fue que Icaro ya su propio llanto
lo anegó enternecido
como el entendimiento aquí vencido,
no menos de la inmensa muchedumbre
de tanta maquinosa pesadumbre
de diversas especies conglobado
esférico compuesto,
que de las cualidades
de cada cual cedió tan asombrado
que, entre la copia puesto,
pobre con ella en las neutralidades
de un mar de asombros, la elección confusa
equívoco las ondas zozobraba.
Y por mirarlo todo; nada veía,
ni discernir podía,
bota la facultad intelectiva
en tanta, tan difusa
incomprensible especie que miraba
desde el un eje en que librada estriba
la máquina voluble de la esfera,
el contrapuesto polo,
las partes ya no sólo,
que al universo todo considera
serle perfeccionantes
a su ornato no más pertenecientes;
mas ni aun las que ignorantes;
miembros son de su cuerpo dilatado,
proporcionadamente competentes.
Mas como al que ha usurpado
diuturna obscuridad de los objetos
visibles los colores
si súbitos le asaltan resplandores,
con la sombra de luz queda más ciego:
que el exceso contrarios hace efectos
en la torpe potencia, que la lumbre
del sol admitir luego
no puede por la falta de costumbre;
y a la tiniebla misma que antes era
tenebroso a la vista impedimento,
de los agravios de la luz apela
y una vez y otra con la mano cela
de los débiles ojos deslumbrados
los rayos vacilantes,
sirviendo va piadosa medianera
la sombra de instrumento
para que recobrados
por grados se habiliten,
porque después constantes
su operación más firme ejerciten.
Recurso natural, innata ciencia
que confirmada ya de la experiencia,
maestro quizá mudo,
retórico ejemplar inducir pudo
a uno y otro galeno
para que del mortífero veneno,
en bien proporcionadas cantidades,
escrupulosamente regulando
las ocultas nocivas cualidades,
ya por sobrado exceso
de cálidas o frías,
o ya por ignoradas simpatías
o antipatías con que van obrando
las causas naturales su progreso,
a la admiración dando, suspendida,
efecto cierto en causa no sabida,
con prolijo desvelo y remirada,
empírica
Qui su l'arida schiena
Del formidabil monte
Sterminator Vesevo,
La qual null'altro allegra arbor né fiore,
Tuoi cespi solitari intorno spargi,
Odorata ginestra,
Contenta dei deserti. Anco ti vidi
Dè tuoi steli abbellir l'erme contrade
Che cingon la cittade
La qual fu donna dè mortali un tempo,
E del perduto impero
Par che col grave e taciturno aspetto
Faccian fede e ricordo al passeggero.
Or ti riveggo in questo suol, di tristi
Lochi e dal mondo abbandonati amante,
E d'afflitte fortune ognor compagna.
Questi campi cosparsi
Di ceneri infeconde, e ricoperti
Dell'impietrata lava,
Che sotto i passi al peregrin risona;
Dove s'annida e si contorce al sole
La serpe, e dove al noto
Cavernoso covil torna il coniglio;
Fur liete ville e colti,
E biondeggiàr di spiche, e risonaro
Di muggito d'armenti;
Fur giardini e palagi,
Agli ozi dè potenti
Gradito ospizio; e fur città famose
Che coi torrenti suoi l'altero monte
Dall'ignea bocca fulminando oppresse
Con gli abitanti insieme. Or tutto intorno
Una ruina involve,
Dove tu siedi, o fior gentile, e quasi
I danni altrui commiserando, al cielo
Di dolcissimo odor mandi un profumo,
Che il deserto consola. A queste piagge
Venga colui che d'esaltar con lode
Il nostro stato ha in uso, e vegga quanto
È il gener nostro in cura
All'amante natura. E la possanza
Qui con giusta misura
Anco estimar potrà dell'uman seme,
Cui la dura nutrice, ov'ei men teme,
Con lieve moto in un momento annulla
In parte, e può con moti
Poco men lievi ancor subitamente
Annichilare in tutto.
Dipinte in queste rive
Son dell'umana gente
Le magnifiche sorti e progressive .
Qui mira e qui ti specchia,
Secol superbo e sciocco,
Che il calle insino allora
Dal risorto pensier segnato innanti
Abbandonasti, e volti addietro i passi,
Del ritornar ti vanti,
E procedere il chiami.
Al tuo pargoleggiar gl'ingegni tutti,
Di cui lor sorte rea padre ti fece,
Vanno adulando, ancora
Ch'a ludibrio talora
T'abbian fra sé. Non io
Con tal vergogna scenderò sotterra;
Ma il disprezzo piuttosto che si serra
Di te nel petto mio,
Mostrato avrò quanto si possa aperto:
Ben ch'io sappia che obblio
Preme chi troppo all'età propria increbbe.
Di questo mal, che teco
Mi fia comune, assai finor mi rido.
Libertà vai sognando, e servo a un tempo
Vuoi di novo il pensiero,
Sol per cui risorgemmo
Della barbarie in parte, e per cui solo
Si cresce in civiltà, che sola in meglio
Guida i pubblici fati.
Così ti spiacque il vero
Dell'aspra sorte e del depresso loco
Che natura ci diè. Per questo il tergo
Vigliaccamente rivolgesti al lume
Che il fè palese: e, fuggitivo, appelli
Vil chi lui segue, e solo
Magnanimo colui
Che sé schernendo o gli altri, astuto o folle,
Fin sopra gli astri il mortal grado estolle.
Uom di povero stato e membra inferme
Che sia dell'alma generoso ed alto,
Non chiama sé né stima
Ricco d'or né gagliardo,
E di splendida vita o di valente
Persona infra la gente
Non fa risibil mostra;
Ma sé di forza e di tesor mendico
Lascia parer senza vergogna, e noma
Parlando, apertamente, e di sue cose
Fa stima al vero uguale.
Magnanimo animale
Non credo io già, ma stolto,
Quel che nato a perir, nutrito in pene,
Dice, a goder son fatto,
E di fetido orgoglio
Empie le carte, eccelsi fati e nove
Felicità, quali il ciel tutto ignora,
Non pur quest'orbe, promettendo in terra
A popoli che un'onda
Di mar commosso, un fiato
D'aura maligna, un sotterraneo crollo
Distrugge sì, che avanza
A gran pena di lor la rimembranza.
Nobil natura è quella
Che a sollevar s'ardisce
Gli occhi mortali incontra
Al comun fato, e che con franca lingua,
Nulla al ver detraendo,
Confessa il mal che ci fu dato in sorte,
E il basso stato e frale;
Quella che grande e forte
Mostra sé nel soffrir, né gli odii e l'ire
Fraterne, ancor più gravi
D'ogni altro danno, accresce
Alle miserie sue, l'uomo incolpando
Del suo dolor, ma dà la colpa a quella
Che veramente è rea, che dè mortali
Madre è di parto e di voler matrigna.
Costei chiama inimica; e incontro a questa
Congiunta esser pensando,
Siccome è il vero, ed ordinata in pria
L'umana compagnia,
Tutti fra sé confederati estima
Gli uomini, e tutti abbraccia
Con vero amor, porgendo
Valida e pronta ed aspettando aita
Negli alterni perigli e nelle angosce
Della guerra comune. Ed alle offese
Dell'uomo armar la destra, e laccio porre
Al vicino ed inciampo,
Stolto crede così qual fora in campo
Cinto d'oste contraria, in sul più vivo
Incalzar degli assalti,
Gl'inimici obbliando, acerbe gare
Imprender con gli amici,
E sparger fuga e fulminar col brando
Infra i propri guerrieri.
Così fatti pensieri
Quando fien, come fur, palesi al volgo,
E quell'orror che primo
Contra l'empia natura
Strinse i mortali in social catena,
Fia ricondotto in parte
Da verace saper, l'onesto e il retto
Conversar cittadino,
E giustizia e pietade, altra radice
Avranno allor che non superbe fole,
Ove fondata probità del volgo
Così star suole in piede
Quale star può quel ch'ha in error la sede.
Sovente in queste rive,
Che, desolate, a bruno
Veste il flutto indurato, e par che ondeggi,
Seggo la notte; e su la mesta landa
In purissimo azzurro
Veggo dall'alto fiammeggiar le stelle,
Cui di lontan fa specchio
Il mare, e tutto di scintille in giro
Per lo vòto seren brillare il mondo.
E poi che gli occhi a quelle luci appunto,
Ch'a lor sembrano un punto,
E sono immense, in guisa
Che un punto a petto a lor son terra e mare
Veracemente; a cui
L'uomo non pur, ma questo
Globo ove l'uomo è nulla,
Sconosciuto è del tutto; e quando miro
Quegli ancor più senz'alcun fin remoti
Nodi quasi di stelle,
Ch'a noi paion qual nebbia, a cui non l'uomo
E non la terra sol, ma tutte in uno,
Del numero infinite e della mole,
Con l'aureo sole insiem, le nostre stelle
O sono ignote, o così paion come
Essi alla terra, un punto
Di luce nebulosa; al pensier mio
Che sembri allora, o prole
Dell'uomo? E rimembrando
Il tuo stato quaggiù, di cui fa segno
Il suol ch'io premo; e poi dall'altra parte,
Che te signora e fine
Credi tu data al Tutto, e quante volte
Favoleggiar ti piacque, in questo oscuro
Granel di sabbia, il qual di terra ha nome,
Per tua cagion, dell'universe cose
Scender gli autori, e conversar sovente
Cò tuoi piacevolmente, e che i derisi
Sogni rinnovellando, ai saggi insulta
Fin la presente età, che in conoscenza
Ed in civil costume
Sembra tutte avanzar; qual moto allora,
Mortal prole infelice, o qual pensiero
Verso te finalmente il cor m'assale?
Non so se il riso o la pietà prevale.
Come d'arbor cadendo un picciol pomo,
Cui là nel tardo autunno
Maturità senz'altra forza atterra,
D'un popol di formiche i dolci alberghi,
Cavati in molle gleba
Con gran lavoro, e l'opre
E le ricchezze che adunate a prova
Con lungo affaticar l'assidua gente
Avea provvidamente al tempo estivo,
Schiaccia, diserta e copre
In un punto; così d'alto piombando,
Dall'utero tonante
Scagliata al ciel profondo,
Di ceneri e di pomici e di sassi
Notte e ruina, infusa
Di bollenti ruscelli
O pel montano fianco
Furiosa tra l'erba
Di liquefatti massi
E di metalli e d'infocata arena
Scendendo immensa piena,
Le cittadi che il mar là su l'estremo
Lido aspergea, confuse
E infranse e ricoperse
In pochi istanti: onde su quelle or pasce
La capra, e città nove
Sorgon dall'altra banda, a cui sgabello
Son le sepolte, e le prostrate mura
L'arduo monte al suo piè quasi calpesta.
Non ha natura al seme
Dell'uom più stima o cura
Che alla formica: e se più rara in quello
Che nell'altra è la strage,
Non avvien ciò d'altronde
Fuor che l'uom sue prosapie ha men feconde.
Ben mille ed ottocento
Anni varcàr poi che spariro, oppressi
Dall'ignea forza, i popolati seggi,
E il villanello intento
Ai vigneti, che a stento in questi campi
Nutre la morta zolla e incenerita,
Ancor leva lo sguardo
Sospettoso alla vetta
Fatal, che nulla mai fatta più mite
Ancor siede tremenda, ancor minaccia
A lui strage ed ai figli ed agli averi
Lor poverelli. E spesso
Il meschino in sul tetto
Dell'ostel villereccio, alla vagante
Aura giacendo tutta notte insonne,
E balzando più volte, esplora il corso
Del temuto bollor, che si riversa
Dall'inesausto grembo
Su l'arenoso dorso, a cui riluce
Di Capri la marina
E di Napoli il porto e Mergellina.
E se appressar lo vede, o se nel cupo
Del domestico pozzo ode mai l'acqua
Fervendo gorgogliar, desta i figliuoli,
Desta la moglie in fretta, e via, con quanto
Di lor cose rapir posson, fuggendo,
Vede lontan l'usato
Suo nido, e il picciol campo,
Che gli fu dalla fame unico schermo,
Preda al flutto rovente,
Che crepitando giunge, e inesorato
Durabilmente sovra quei si spiega.
Torna al celeste raggio
Dopo l'antica obblivion l'estinta
Pompei, come sepolto
Scheletro, cui di terra
Avarizia o pietà rende all'aperto;
E dal deserto foro
Diritto infra le file
Dei mozzi colonnati il peregrino
Lunge contempla il bipartito giogo
E la cresta fumante,
Che alla sparsa ruina ancor minaccia.
E nell'orror della secreta notte
Per li vacui teatri,
Per li templi deformi e per le rotte
Case, ove i parti il pipistrello asconde,
Come sinistra face
Che per vòti palagi atra s'aggiri,
Corre il baglior della funerea lava,
Che di lontan per l'ombre
Rosseggia e i lochi intorno intorno tinge.
Così, dell'uomo ignara e dell'etadi
Ch'ei chiama antiche, e del seguir che fanno
Dopo gli avi i nepoti,
Sta natura ognor verde, anzi procede
Per sì lungo cammino
Che sembra star. Caggiono i regni intanto,
Passan genti e linguaggi: ella nol vede:
E l'uom d'eternità s'arroga il vanto.
E tu, lenta ginestra,
Che di selve odorate
Queste campagne dispogliate adorni,
Anche tu presto alla crudel possanza
Soccomberai del sotterraneo foco,
Che ritornando al loco
Già noto, stenderà l'avaro lembo
Su tue molli foreste. E piegherai
Sotto il fascio mortal non renitente
Il tuo capo innocente:
Ma non piegato insino allora indarno
Codardamente supplicando innanzi
Al futuro oppressor; ma non eretto
Con forsennato orgoglio inver le stelle,
Né sul deserto, dove
E la sede e i natali
Non per voler ma per fortuna avesti;
Ma più saggia, ma tanto
Meno inferma dell'uom, quanto le frali
Tue stirpi non credesti
O dal fato o da te fatte immortali.
from
On the Infinite Universe and Worlds
(DE L'INFINITO UNIVERSO ET MONDI)

by GIORDANO BRUNO
1548 – 17 February 1600
burned at the stake in Rome's Campo de' Fiori

THREE SONNETS

Passing alone to those realms
The object erst of thine exalted thought,
I would rise to infinity: then I would compass the skill
Of industries and arts equal to the objects.
There would I be reborn: there on high I would foster for thee
Thy fair offspring, now that at length cruel
Destiny hath run her whole course
Against the enterprise whereby I was wont to withdraw to thee.
Fly not from me, for I yearn for a nobler refuge
That I may rejoice in thee. And I shall have as guide
A god called blind by the unseeing.
May Heaven deliver thee, and every emanation
Of the great Architect be ever gracious unto thee:
But turn thou not to me unless thou art mine.

Escaped from the narrow murky prison
Where for so many years error held me straitly,
Here I leave the chain that bound me
And the shadow of my fiercely malicious foe
Who can force me no longer to the gloomy dusk of night.
For he who hath overcome the great Python
With whose blood he hath dyed the waters of the sea
Hath put to flight the Fury that pursued me.
To thee I turn, I soar, O my sustaining Voice;
I render thanks to thee, my Sun, my divine Light,
For thou hast summoned me from that horrible torture,
Thou hast led me to a goodlier tabernacle;
Thou hast brought healing to my bruised heart.

Thou art my delight and the warmth of my heart;
Thou makest me without fear of Fate or of Death;
Thou breakest the chains and bars
Whence few come forth free.
Seasons, years, months, days and hours --
The children and weapons of Time -- and that Court
Where neither steel nor treasure avail
Have secured me from the fury [of the foe].
Henceforth I spread confident wings to space;
I fear no barrier of crystal or of glass;
I cleave the heavens and soar to the infinite.
And while I rise from my own globe to others
And penetrate ever further through the eternal field,
That which others saw from afar, I leave far behind me
I found this on http://www.positiveatheism.org/hist/brunoiuw0.htm

Giordano's crime was to envisage the Earth as being one of many inhabited worlds and the Sun as one of many stars.
softcomponent Jan 2014
sliver me timbers and
take the class again.
write me up to Beverley
Hills and sick the dog on
merrit, god ****! hoops,
whoops, whom, how, thou,
slack-jawed stupidity, deserted
lava lamp of masochism as u
watch the club-goer swing
illegally and pass a chance
like you pass a test.. you
will be k again.
Yo, Beremundo el Lelo, surqué todas las rutas
y probé todos los mesteres.
Singlando a la deriva, no en orden cronológico ni lógico -en sin orden-
narraré mis periplos, diré de los empleos con que
nutrí mis ocios,
distraje mi hacer nada y enriquecí mi hastío...;
-hay de ellos otros que me callo-:
Catedrático fui de teosofía y eutrapelia, gimnopedia y teogonía y pansofística en Plafagonia;
barequero en el Porce y el Tigüí, huaquero en el Quindío,
amansador mansueto -no en desuetud aún- de muletos cerriles y de onagros, no sé dónde;
palaciego proto-Maestre de Ceremonias de Wilfredo el Velloso,
de Cunegunda ídem de ídem e ibídem -en femenino- e ídem de ídem de Epila Calunga
y de Efestión -alejandrino- el Glabro;
desfacedor de entuertos, tuertos y malfetrías, y de ellos y ellas facedor;
domeñador de endriagos, unicornios, minotauros, quimeras y licornas y dragones... y de la Gran Bestia.

Fui, de Sind-bad, marinero; pastor de cabras en Sicilia
si de cabriolas en Silesia, de cerdas en Cerdeña y -claro- de corzas en Córcega;
halconero mayor, primer alcotanero de Enguerrando Segundo -el de la Tour-Miracle-;
castrador de colmenas, y no de Casanovas, en el Véneto, ni de Abelardos por el Sequana;
pajecillo de altivas Damas y ariscas Damas y fogosas, en sus castillos
y de pecheras -¡y cuánto!- en sus posadas y mesones
-yo me era Gerineldos de todellas y trovador trovadorante y adorante; como fui tañedor
de chirimía por fiestas candelarias, carbonero con Gustavo Wasa en Dalecarlia, bucinator del Barca Aníbal
y de Scipión el Africano y Masinisa, piloto de Erik el Rojo hasta Vinlandia, y corneta
de un escuadrón de coraceros de Westmannlandia que cargó al lado del Rey de Hielo
-con él pasé a difunto- y en la primera de Lutzen.

Fui preceptor de Diógenes, llamado malamente el Cínico:
huésped de su tonel, además, y portador de su linterna;
condiscípulo y émulo de Baco Dionisos Enófilo, llamado buenamente el Báquico
-y el Dionisíaco, de juro-.

Fui discípulo de Gautama, no tan aprovechado: resulté mal budista, si asaz contemplativo.
Hice de peluquero esquilador siempre al servicio de la gentil Dalilah,
(veces para Sansón, que iba ya para calvo, y -otras- depilador de sus de ella óptimas partes)
y de maestro de danzar y de besar de Salomé: no era el plato de argento,
mas sí de litargirio sus caderas y muslos y de azogue también su vientre auri-rizado;
de Judith de Betulia fui confidente y ni infidente, y -con derecho a sucesión- teniente y no lugarteniente
de Holofernes no Enófobo (ni enófobos Judith ni yo, si con mesura, cautos).
Fui entrenador (no estrenador) de Aspasia y Mesalina y de Popea y de María de Mágdalo
e Inés Sorel, y marmitón y pinche de cocina de Gargantúa
-Pantagruel era huésped no nada nominal: ya suficientemente pantagruélico-.
Fui fabricante de batutas, quebrador de hemistiquios, requebrador de Eustaquias, y tratante en viragos
y en sáficas -algunas de ellas adónicas- y en pínnicas -una de ellas super-fémina-:
la dejé para mí, si luego ancló en casorio.
A la rayuela jugué con Fulvia; antes, con Palamedes, axedrez, y, en época vecina, con Philidor, a los escaques;
y, a las damas, con Damas de alto y bajo coturno
-manera de decir: que para el juego en litis las Damas suelen ir descalzas
y se eliden las calzas y sustentadores -no funcionales- en las Damas y las calzas en los varones.

Tañí el rabel o la viola de amor -casa de Bach, búrguesa- en la primicia
de La Cantata del Café (pre-estreno, en familia protestante, privado).
Le piqué caña jorobeta al caballo de Atila
-que era un morcillo de prócer alzada: me refiero al corcel-;
cambié ideas, a la par, con Incitato, Cónsul de Calígula, y con Babieca,
-que andaba en Babia-, dándole prima
fui zapatero de viejo de Berta la del gran pie (buen pie, mejor coyuntura),
de la Reina Patoja ortopedista; y hortelano y miniaturista de Pepino el Breve,
y copero mayor faraónico de Pepe Botellas, interino,
y porta-capas del Pepe Bellotas de la esposa de Putifar.

Viajé con Julio Verne y Odiseo, Magallanes y Pigafetta, Salgan, Leo e Ibn-Batuta,
con Melville y Stevenson, Fernando González y Conrad y Sir John de Mandeville y Marco Polo,
y sólo, sin De Maistre, alredor de mi biblioteca, de mi oploteca, mi mecanoteca y mi pinacoteca.
Viajé también en tomo de mí mismo: asno a la vez que noria.

Fui degollado en la de San Bartolomé (post facto): secundaba a La Môle:
Margarita de Valois no era total, íntegramente pelirroja
-y no porque de noche todos los gatos son pardos...: la leoparda,
las tres veces internas, íntimas, peli-endrina,
Margarita, Margotón, Margot, la casqui-fulva...-

No estuve en la nea nao -arcaica- de Noé, por manera
-por ventura, otrosí- que no fui la paloma ni la medusa de esa almadía: mas sí tuve a mi encargo
la selección de los racimos de sus viñedos, al pie del Ararat, al post-Diluvio,
yo, Beremundo el Lelo.

Fui topógrafo ad-hoc entre El Cangrejo y Purcoy Niverengo,
(y ad-ínterim, administré la zona bolombólica:
mucho de anís, mucho de Rosas del Cauca, versos de vez en cuando),
y fui remero -el segundo a babor- de la canoa, de la piragua
La Margarita (criolla), que navegó fluvial entre Comiá, La Herradura, El Morito,
con cargamentos de contrabando: blancas y endrinas de Guaca, Titiribí y Amagá, y destilados
de Concordia y Betulia y de Urrao...
¡Urrao! ¡Urrao! (hasta hace poco lo diríamos con harta mayor razón y con aquese y este júbilos).
Tras de remero de bajel -y piloto- pasé a condueño, co-editor, co-autor
(no Coadjutor... ¡ni de Retz!) en asocio de Matías Aldecoa, vascuence, (y de un tal Gaspar von der Nacht)
de un Libraco o Librículo de pseudo-poemas de otro quídam;
exploré la región de Zuyaxiwevo con Sergio Stepánovich Stepansky,
lobo de donde se infiere, y, en más, ario.

Fui consejero áulico de Bogislao, en la corte margravina de Xa-Netupiromba
y en la de Aglaya crisostómica, óptima circezuela, traidorcilla;
tañedor de laúd, otra vez, y de viola de gamba y de recorder,
de sacabuche, otrosí (de dulzaina - otronó) y en casaciones y serenatas y albadas muy especializado.
No es cierto que yo fuera -es impostura-
revendedor de bulas (y de mulas) y tragador defuego y engullidor de sables y bufón en las ferias
pero sí platiqué (también) con el asno de Buridán y Buridán,
y con la mula de Balaám y Balaám, con Rocinante y Clavileño y con el Rucio
-y el Manco y Sancho y don Quijote-
y trafiqué en ultramarinos: ¡qué calamares -en su tinta-!,
¡qué Anisados de Guarne!, ¡qué Rones de Jamaica!, ¡qué Vodkas de Kazán!, ¡qué Tequilas de México!,
¡qué Néctares de Heliconia! ¡Morcillas de Itagüí! ¡Torreznos de Envigado! ¡Chorizos de los Ballkanes! ¡Qué Butifarras cataláunicas!
Estuve en Narva y en Pultawa y en las Queseras del Medio, en Chorros Blancos
y en El Santuario de Córdova, y casi en la de San Quintín
(como pugnaban en el mismo bando no combatí junto a Egmont por no estar cerca al de Alba;
a Cayetana sí le anduve cerca tiempo después: preguntádselo a Goya);
no llegué a tiempo a Waterloo: me distraje en la ruta
con Ida de Saint-Elme, Elselina Vanayl de Yongh, viuda del Grande Ejército (desde antaño... más tarde)
y por entonces y desde años antes bravo Edecán de Ney-:
Ayudante de Campo... de plumas, gongorino.
No estuve en Capua, pero ya me supongo sus mentadas delicias.

Fabriqué clavicémbalos y espinetas, restauré virginales, reparé Stradivarius
falsos y Guarnerius apócrifos y Amatis quasi Amatis.
Cincelé empuñaduras de dagas y verduguillos, en el obrador de Benvenuto,
y escriños y joyeles y guardapelos ad-usum de Cardenales y de las Cardenalesas.
Vendí Biblias en el Sinú, con De la Rosa, Borelly y el ex-pastor Antolín.
Fui catador de tequila (debuté en Tapachula y ad-látere de Ciro el Ofiuco)
y en México y Amecameca, y de mezcal en Teotihuacán y Cuernavaca,
de Pisco-sauer en Lima de los Reyes,
y de otros piscolabis y filtros muy antes y después y por Aná del Aburrá, y doquiérase
con El Tarasco y una legión de Bacos Dionisos, pares entre Pares.
Vagué y vagué si divagué por las mesillas del café nocharniego, Mil Noches y otra Noche
con el Mago de lápiz buido y de la voz asordinada.
Antes, muy antes, bebí con él, con Emmanuel y don Efe y Carrasca, con Tisaza y Xovica y Mexía y los otros Panidas.
Después..., ahora..., mejor no meneallo y sí escanciallo y persistir en ello...

Dicté un curso de Cabalística y otro de Pan-Hermética
y un tercero de Heráldica,
fuera de los cursillos de verano de las literaturas bereberes -comparadas-.
Fui catalogador protonotario en jefe de la Magna Biblioteca de Ebenezer el Sefardita,
y -en segundo- de la Mínima Discoteca del quídam en referencia de suso:
no tenía aún las Diabelli si era ya dueño de las Goldberg;
no poseía completa la Inconclusa ni inconclusa la Décima (aquestas Sinfonías, Variaciones aquesas:
y casi que todello -en altísimo rango- tan Variaciones Alredor de Nada).

Corregí pruebas (y dislates) de tres docenas de sota-poetas
-o similares- (de los que hinchen gacetilleros a toma y daca).
Fui probador de calzas -¿prietas?: ceñidas, sí, en todo caso- de Diana de Meridor
y de justillos, que así veníanle, de estar atán bien provista
y atán rebién dotada -como sabíalo también y así de bien Bussy d'Amboise-.
Temperé virginales -ya restaurados-, y clavecines, si no como Isabel, y aunque no tan baqueano
como ése de Eisenach, arroyo-Océano.
Soplé el ***** bufón, con tal cual incongruencia, sin ni tal cual donaire.
No aporreé el bombo, empero, ni entrechoqué los címbalos.

Les saqué puntas y les puse ribetes y garambainas a los vocablos,
cuando diérame por la Semasiología, cierta vez, en la Sorbona de Abdera,
sita por Babia, al pie de los de Úbeda, que serán cerros si no valen por Monserrates,
sin cencerros. Perseveré harto poco en la Semántica -por esa vez-,
si, luego retorné a la andadas, pero a la diabla, en broma:
semanto-semasiólogo tarambana pillín pirueteante.
Quien pugnó en Dénnevitz con Ney, el peli-fulvo
no fui yo: lo fue mi bisabuelo el Capitán...;
y fue mi tatarabuelo quien apresó a Gustavo Cuarto:
pero sí estuve yo en la Retirada de los Diez Mil
-era yo el Siete Mil Setecientos y Setenta y Siete,
precisamente-: releed, si dudaislo, el Anábasis.
Fui celador intocable de la Casa de Tócame-Roque, -si ignoré cuyo el Roque sería-,
y de la Casa del Gato-que-pelotea; le busqué tres pies al gato
con botas, que ya tenía siete vidas y logré dar con siete autores en busca de un personaje
-como quien dice Los Siete contra Tebas: ¡pobre Tebas!-, y ya es jugar bastante con el siete.
No pude dar con la cuadratura del círculo, que -por lo demás- para nada hace falta,
mas topé y en el Cuarto de San Alejo, con la palanca de Arquimedes y con la espada de Damocles,
ambas a dos, y a cual más, tomadas del orín y con más moho
que las ideas de yo si sé quién mas no lo digo:
púsome en aprietos tal doble hallazgo; por más que dije: ¡Eureka! ...: la palanca ya no servía ni para levantar un falso testimonio,
y tuve que encargarme de tener siempre en suspenso y sobre mí la espada susodicha.

Se me extravió el anillo de Saturno, mas no el de Giges ni menos el de Hans Carvel;
no sé qué se me ficieron los Infantes de Aragón y las Nieves de Antaño y el León de Androcles y la Balanza
del buen Shylock: deben estar por ahí con la Linterna de Diógenes:
-¿mas cómo hallarlos sin la linterna?

No saqué el pecho fuera, ni he sido nunca el Tajo, ni me di cuenta del lío de Florinda,
ni de por qué el Tajo el pecho fuera le sacaba a la Cava,
pero sí vi al otro don Rodrigo en la Horca.
Pinté muestras de posadas y mesones y ventas y paradores y pulquerías
en Veracruz y Tamalameque y Cancán y Talara, y de riendas de abarrotes en Cartagena de Indias, con Tisaza-,
si no desnarigué al de Heredia ni a López **** tuerto -que era bizco-.
Pastoreé (otra vez) el Rebaño de las Pléyades
y resultaron ser -todellas, una a una- ¡qué capretinas locas!
Fui aceitero de la alcuza favorita del Padre de los Búhos Estáticos:
-era un Búho Sofista, socarrón soslayado, bululador mixtificante-.
Regí el vestier de gala de los Pingüinos Peripatéticos,
(precursores de Brummel y del barón d'Orsay,
por fuera de filósofos, filosofículos, filosofantes dromomaníacos)
y apacenté el Bestiario de Orfeo (delegatario de Apollinaire),
yo, Beremundo el Lelo.

Nada tuve que ver con el asesinato de la hija del corso adónico Sebastiani
ni con ella (digo como pesquisidor, pesquisante o pesquisa)
si bien asesoré a Edgar Allan Poe como entomólogo, cuando El Escarabajo de Oro,
y en su investigación del Doble Asesinato de la Rue Morgue,
ya como experto en huellas dactilares o quier digitalinas.
Alguna vez me dio por beberme los vientos o por pugnar con ellos -como Carolus
Baldelarius- y por tomar a las o las de Villadiego o a las sus calzas:
aquesas me resultaron harto potables -ya sin calzas-; ellos, de mucho volumen
y de asaz poco cuerpo (si asimilados a líquidos, si como justadores).
Gocé de pingües canonjías en el reinado del bonachón de Dagoberto,
de opíparas prebendas, encomiendas, capellanías y granjerías en el del Rey de los Dipsodas,
y de dulce privanza en el de doña Urraca
(que no es la Gazza Ladra de Rossini, si fuéralo
de corazones o de amantes o favoritos o privados o martelos).

Fui muy alto cantor, como bajo cantante, en la Capilla de los Serapiones
(donde no se sopranizaba...); conservador,
conservador -pero poco- de Incunables, en la Alejandrina de Panida,
(con sucursal en El Globo y filiales en el Cuarto del Búho).

Hice de Gaspar Hauser por diez y seis hebdémeros
y por otras tantas semanas y tres días fui la sombra,
la sombra misma que se le extravió a Peter Schlémil.

Fui el mozo -mozo de estribo- de la Reina Cristina de Suecia
y en ciertas ocasiones también el de Ebba Sparre.
Fui el mozo -mozo de estoques- de la Duquesa de Chaumont
(que era de armas tomar y de cálida sélvula): con ella pus mi pica en Flandes
-sobre holandas-.

Fui escriba de Samuel Pepys -¡qué escabroso su Diario!-
y sustituto suyo como edecán adjunto de su celosa cónyuge.
Y fuí copista de Milton (un poco largo su Paraíso Perdido,
magüer perdido en buena parte: le suprimí no pocos Cantos)
y a la su vera reencontré mi Paraíso (si el poeta era
ciego; -¡qué ojazos los de su Déborah!).

Fui traductor de cablegramas del magnífico Jerjes;
telefonista de Artajerjes el Tartajoso; locutor de la Esfinge
y confidente de su secreto; ventrílocuo de Darío Tercero Codomano el Multilocuo,
que hablaba hasta por los codos;
altoparlante retransmisor de Eubolio el Mudo, yerno de Tácito y su discípulo
y su émulo; caracola del mar océano eólico ecolálico y el intérprete
de Luis Segundo el Tartamudo -padre de Carlos el Simple y Rey de Gaula.
Hice de andante caballero a la diestra del Invencible Policisne de Beocia
y a la siniestra del Campeón olímpico Tirante el Blanco, tirante al blanco:
donde ponía el ojo clavaba su virote;
y a la zaga de la fogosa Bradamante, guardándole la espalda
-manera de decir-
y a la vanguardia, mas dándole la cara, de la tierna Marfisa...

Fui amanuense al servicio de Ambrosio Calepino
y del Tostado y deMatías Aldecoa y del que urdió el Mahabarata;
fui -y soylo aún, no zoilo- graduado experto en Lugares Comunes
discípulo de Leon Bloy y de quien escribió sobre los Diurnales.
Crucigramista interimario, logogrifario ad-valorem y ad-placerem
de Cleopatra: cultivador de sus brunos pitones y pastor de sus áspides,
y criptogramatista kinesiólogo suyo y de la venus Calipigia, ¡viento en popa a toda vela!
Fui tenedor malogrado y aburrido de libros de banca,
tenedor del tridente de Neptuno,
tenedor de librejos -en los bolsillos del gabán (sin gabán) collinesco-,
y de cuadernículos -quier azules- bajo el ala.
Sostenedor de tesis y de antítesis y de síntesis sin sustentáculo.
Mantenedor -a base de abstinencias- de los Juegos Florales
y sostén de los Frutales -leche y miel y cerezas- sin ayuno.
Porta-alfanje de Harún-al-Rashid, porta-mandoble de Mandricardo el Mandria,
porta-martillo de Carlos Martel,
porta-fendiente de Roldán, porta-tajante de Oliveros, porta-gumía
de Fierabrás, porta-laaza de Lanzarote (¡ búen Lancelot tan dado a su Ginevra!)
y a la del Rey Artús, de la Ca... de la Mesa Redonda...;
porta-lámpara de Al-Eddin, el Loca Suerte, y guardián y cerbero de su anillo
y del de los Nibelungos: pero nunca guardián de serrallo ni cancerbero ni evirato de harem...
Y fui el Quinto de los Tres Mosqueteros (no hay quinto peor) -veinte años después-.

Y Faraute de Juan Sin Tierra y fiduciario de
tangshunzi Jul 2014
Sono abbastanza positivo che avrei potuto essere migliori amici con questa coppia : un duo che ha avuto il loro primo appuntamento e quattro anni dopo .il loro impegno sul Colbert Report ( vedere che la proposta qui !) e una abiti da sposa corti sposa con un amore profondoper il corallo ispirato il suo preferito Essie smalto per unghie color .Sai solo questo matrimonio era destinato ad essere impressionante e così offre.I fiori di Kathleen Deery nel colore preferito della sposa .la sensazione di un incontro informale con i propri cari .ma sollevavano un miliardo di tacche sulla bella scala e le immagini di Meg Smith che non possiamo mai abbastanza mai abbastanza ;tutti fanno per davvero splendida galleria .Guardalo qui .

Si prega di aggiornare il tuo browserColorsSeasonsSummerSettingsEstateStylesAl FrescoRomantic

Megan e George sono incontrati durante l'allenamento per una maratona insieme a Brooklyn .George ha invitato Megan ad una registrazione di The Colbert Report per il loro primo appuntamento e un paio di anni dopo la riportò a quello stesso abiti da sposa corti spettacolo da proporre .in onda !

Per il loro matrimonio Megan e George avevano così tanti tocchi personali .da bocce set personalizzato ai cocktail tovaglioli sulla barra stampato con vignette divertenti George - nessun dettaglio è stato lasciato unpersonalized !La loro zia Kimberly è una meravigliosa graphic designer e si avvicinò con il logo per il loro matrimonio - ponti gemelli ( il Brooklyn e il Golden Gate ) intrecciati a simboleggiare questa Coast East meets West Coast coppia .Megan proviene dalla Bay Area e George da Brooklyn .

Una delle tradizioni preferite della coppia a casa è la notte di gioco e così avevano Corn Hole e Bocce campo giochi sul prato così come un mazzo di carte da gioco personalizzate nei loro sacchi di benvenuto .Per incorporare la maratoneti amore di esecuzione hanno tenuto un 5k Fun Run .la mattina del loro matrimonio e spediti Marathon Pettorali come Save the Date .colore preferito

della sposa.che abbiamo spesso trovato il suo da portare nelle nostre riunioni di pianificazione .era Corallo .Ispirato da un marchio Essie di smalto ( California Coral ) abbiamo condotto che colore attraverso il tema del matrimonio in modo che tutto sembrava festosa e coesa Fotografia

: Meg Smith Fotografia | dell'artista: vestiti da sposa . Weddings On Film | Planner: Shannon Leahy Eventi| Fiorista : Kathleen Deery | Cake: Sweet Cake | Rosticcerie : Paula LeDuc fine Catering | personalizzata Dance Floor : Yonder



| Hair / Make- up : Julie Morgan | biancheria: La Tavola di lino | Musica : Notorious | Musica : mai Music Group |Materiali di carta: Kimberly Richardson di Seal Bianco Graphics | Photobooth : Magnolia Photo Booth Co. | Residenza privata: Black Swan Lake | Luogo : Black Swan LakeLa Affitti Tavola bisso .Wedding Hair and Make up da Julie Morgan .Sweet Cake .Paula LeDuc Fine Catering e Magnolia Photo Booth Co. sono membri del nostro Little Black Book .Scopri come i membri sono scelti visitando la nostra pagina delle FAQ .La Tavola bisso Affitto PORTFOLIO capelli Wedding and Make-up by Ju ... vedi portfolio dolce sulla torta vedi portfolio Paula LeDuc Fine Catering vedi portfolio Magnolia Photo Booth Co. VIEW
http://www.belloabito.com/abiti-da-sposa-corti-c-49
http://www.belloabito.com/goods.php?id=417
California Coral Wedding da Meg Smith Fotografia_abiti da sposa on line
El césped. Desde la tribuna es un tapete verde. Liso, regular,
aterciopelado, estimulante. Desde la tribuna quizá crean que,
con semejante alfombra, es imposible errar un gol y mucho menos errar
un pase. Los jugadores corren como sobre patines o como figuras de
ballet. Quien es derrumbado cae seguramente sobre un colchón de
plumas, y si se toma, doliéndose, un tobillo, es porque el gesto
forma parte de una pantomima mayor. Además, cobran mucho dinero
simplemente por divertirse, por abrazarse y treparse unos sobre otros
cuando el que queda bajo ese sudoroso conglomerado hizo el gol
decisivo. O no decisivo, es lo mismo. Lo bueno es treparse unos sobre
otros mientras los rivales regresan a sus puestos, taciturnos, amargos,
cabizbajos, cada uno con su barata soledad a cuestas. Desde la tribuna
es tan disfrutable el racimo humano de los vencedores como el drama
particular de cada vencido. Por supuesto, ciertos avispados
espectadores siempre saben cómo hacer la jugada maestra y no
acaban de explicarse, y sobre todo de explicarlo a sus vecinos, por
qué este o aquel jugador no logra hacerla. Y cuando el
árbitro sanciona el penal, el espectador avispado también
intuye hacia qué lado irá el tiro, y un segundo
después, cuando el balón brinca ya en las redes, no
alcanza a comprender cómo el golero no lo supo. O acaso
sí lo supo y con toda deliberación se arrojó al
otro palo, en un alarde de masoquismo o venalidad o estupidez
congénita. Desde la tribuna es tan fácil. Se conoce la
historia y la prehistoria. O sea que se poseen elementos suficientes
como para comparar la inexpugnable eficacia de aquel zaguero
olímpico con la torpeza del patadura actual, que no acierta
nunca y es esquivado una y mil veces. Recuerdo borroso de una
época en que había un centre-half y un centre-forward,
cada uno bien plantado en su comarca propia y capaz de distribuir el
juego en serio y no jugando a jugar, como ahora, ¿no? El
espectador veterano sabe que cuando el fútbol se
convirtió en balompié y la ball en pelota y el dribbling
en finta y el centre-half en volante y el centre-forward en alma en
pena, todo se vino abajo y ésa es la explicación de que
muchos lleven al estadio sus radios a transistores, ya que al menos
quienes relatan el partido ponen un poco de emoción en las
estupendas jugadas que imaginan. Bueno, para eso les pagan,
¿verdad? Para imaginar estupendas jugadas y está bien.
Por eso, cuando alguien ha hecho un gol y después de los abrazos
y pirámides humanas el juego se reanuda, el locutor
idóneo sigue colgado de la "o" de su gooooooool, que en realidad
es una jugada suya, subjetiva, personal, y no exactamente del delantero
que se limitó a empujar con la frente un centro que, entre todas
las otras, eligió su cabeza. Y cuando el locutor idóneo
llega por fin al desenlace de la "ele" final de su gooooooool privado,
ya el árbitro ha señalado un orsai que favorece,
¿por qué no?, al locatario.

Es bueno contemplar alguna vez la cancha desde aquí, desde lo
alto. Así al menos piensa Benjamín Ferrés,
veintitrés años, digamos delantero de un Club Chico,
alguien últimamente en alza según los cronistas
deportivos más estrictos, y que hoy, después de empatarle
al Club Grande y ducharse y cambiarse, no se fue del estadio con el
resto del equipo y prefirió quedarse a mirar, desde la tribuna
ya vacía (sólo quedan los cafeteros y heladeros y
vendedores de banderitas, que recogen sus bártulos o tal vez
hacen cuentas) aquel campo en el que estuvo corriendo durante noventa
minutos e incluso convirtió uno, el segundo, de los dos goles
que le otorgan al Club Chico eso que suele llamarse un punto de oro.
Sí, desde aquí arriba el césped es una alfombra,
casi un paño verde como el del casino, con la importante
diferencia de que allá los números son fijos,
permanentes, y aquí (él, por ejemplo, es el ocho) cambian
constantemente de lugar y además se repiten. A lo mejor con el
flaco Suárez (que lleva el once prendido en la espalda)
podrían ser una de las parejas negras. O no. Porque de ambos,
sólo el Flaco es oscurito.

Ahora se levanta un viento arisco y las gradas de cemento son
recorridas por vasos de plástico, hojas de diario, talones de
entradas, almohadillas, pelotas de papel. Remolinos casi fantasmales
dan la falsa impresión de que las gradas se mueven, giran,
bailotean, se sacuden por fin el sol de la tarde. Hay papeles que suben
las escaleras y otros que se precipitan al vacío. A
Benjamín (Benja, para la hinchada) le sube una bocanada de
desconsuelo, de extraña ansiedad al enfrentarse, ¿por
primera vez?, con la quimera de cemento en estado de pureza (o de
basura, que es casi lo mismo) y se le ocurre que el estadio
vacío, desolado, es como un esqueleto de multitud, un eco
fantasmal de esa misma muchedumbre cuando ruge o aplaude o insulta o
agita banderas. Se pregunta cómo se habrá visto su gol
desde aquí, desde esta tribuna generalmente ocupada por las
huestes del adversario. Para los de abajo en la tabla, el estadio
siempre es enemigo: miles y miles de voces que los acosan, los
persiguen, los hunden, porque generalmente el que juega aquí, el
permanente locatario, es uno de los Grandes, y los de abajo sólo
van al estadio cuando les toca enfrentarlos, y en esas ocasiones apenas
si acarrean, en el mejor de los casos, algunos cientos de
fanáticos del barrio, que, aunque se desgañitan y agitan
como locos su única y gastada bandera, en realidad no cuentan,
es imposible que tapen, desde su islote de alaridos, el gran rugido de
la hinchada mayor. Desde abajo se sabe que existen, claro, y eso es
bueno, y de vez en cuando, cuando se suspende el juego por
lesión o por cambio de jugadores, los del Club Chico van con la
mirada al encuentro de aquel rinconcito de tribuna donde su bandera
hace guiños en clave, señales secretas como las del
truco. Y ésta es la mejor anfetamina, porque los llena de
saludable euforia y además no aparece en los controles
antidopping.

Hoy empataron, no está mal, se dice Benja, el número
ocho. Y está mejor porque todos sus huesos están enteros,
a pesar de la alevosa zancadilla (esquivada sólo por
intuición) que le dedicaran en el toletole previo al primer gol,
dos segundos antes de que el Colorado empujara nuevamente la globa con
el empeine y la colocara, inalcanzable, junto al poste izquierdo.
Después de todo, la playa es mía. Desde hace quince
años la vengo adquiriendo en pequeñas cuotas. Cuotas de
sol y dunas. Todos esos prójimos, prójimas y projimitos
que se ven tendidos sobre las rocas o bajo las sombrillas o corriendo
tras una pelota de engañapichanga o jugando a la paleta en una
cancha marcada en la arena con líneas que al rato se borran,
todos esos otros, están en la playa gracias a que yo les permito
estar. Porque la playa es mía. Mío el horizonte con
toninas remotas y tres barquitos a vela. Míos los peces que
extraen mis pescadores con mis redes antiguas, remendadas. El aire
salitroso y los castillos de arena y las aguas vivas y las algas que ha
traído la penúltima ola. Todo es mío.
¿Qué sería de mí, el número ocho,
sin estas mañanas en que la playa me convence de que soy libre,
de que puedo abrazar esta roca, que es mi roca mujer o tal vez mi roca
madre, y estirarme sin otros límites que mi propio límite
o hasta que siento las tenazas del cangrejo barcino sobre mi dedo
gordo? Aquí soy número ocho sin llevarlo en la espalda.
Soy número ocho sencillamente porque es mi identidad. Un cura o
un teniente o un payaso no necesitan vestir sotana o uniforme o traje
de colores para ser cura o teniente o payaso. Soy número ocho
aunque no lo lleve dibujado en el lomo y aunque ningún botija se
arrime a pedirme autógrafos, porque sólo se piden
autógrafos a los de los Clubes Grandes. Y creo que siempre
seré de Club Chico, porque me gusta amargarles la fiesta, no a
los jugadores que después de todo son como nosotros, sólo
que con más suerte y más guita, ni siquiera a la hinchada
grande por más que nos insulte cuando hacemos un fau y festeje
ruidosamente cuando el otro nos propina un hachazo en la canilla. Me
gusta arruinarles la fiesta, sobre todo a los dirigentes, esos
industriales bien instalados en su cochazo, en su piso de la Rambla y
en su mondongo, señores cuya gimnasia sabatina o dominical
consiste en sentarse muy orondos, arriba en el palco oficial, y desde
ahí ver cómo allá abajo nos reventamos, nos
odiamos, nos derretimos en sudores, y cuando sus jugadores ganan,
condescienden a llegar al vestuario y a darles una palmadita en el
hombro, disimulando apenas el asco que les provoca aquella piel
todavía sudada, y en cambio, cuando sus jugadores pierden, se
van entonces directamente a su casa, esta vez por supuesto sin ocultar
el asco. En verdad, en verdad os digo que yo ignoro si hacen eso, pero
me lo imagino. Es decir, tengo que imaginarlo así, porque una
cosa son las instrucciones del entrenador, que por supuesto trato de
cumplir si no son demasiado absurdas, y otra cosa son las instrucciones
que yo me doy, verbigracia vamo vamo número ocho hay que aguarle
la fiesta a ese presidente cogotudo, jactancioso y mezquino, que viene
al estadio con sus tres o cuatro nenes que desde ya tienen caritas de
futuros presidentes cogotudos. Bueno, no sé ni siquiera si tiene
hijos, pero tengo que imaginarlo así porque soy el número
ocho, insustituible titular de un Club Chico y, ya que cobro poco,
tengo que inventarme recompensas compensatorias y de esas recompensas
inventadas la mejor es la posibilidad de aguarle la fiesta al cogotudo
presidente del Grande, a fin de que el lunes, cuando concurra a su
Banco o a su banca, pase también su vergüenza rica, su
vergüenza suntuosa, así como nosotros, los que andamos en
la segunda mitad de la tabla, sufrimos, cuando perdemos, nuestra
vergüenza pobre. Pero, claro, no es lo mismo, porque los Grandes
siempre tienen la obligación de ganar, y los Chicos, en cambio,
sólo tenemos la obligación de perder lo menos posible. Y
cuando no ganamos y volvemos al barrio, la gente no nos mira con
menosprecio sino con tristeza solidaria, en tanto que al presidente
cogotudo, cuando vuelve el lunes a su Banco o a su banca, la gente, si
bien a veces se atreve a decirle qué barbaridad doctor porque
ustedes merecieron ganar y además por varios goles, en realidad
está pensando te jodieron doctor qué salsa les dieron
esos petizos. Por eso a mí no me importa ser número ocho
titular y que no me pidan autógrafos aquí en la playa ni
en el cine ni en Dieciocho. Los partidos no se ganan con
autógrafos. Se ganan con goles y ésos los sé
hacer. Por ahora al menos. También es un consuelo que la playa
sea mía, y como mía pueda recorrerla descalzo, casi
desnudo, sintiendo el sol en la espalda y la brisa en los ojos, o
tendiéndome en las rocas pero de cara al mar, consciente de que
atrás dejo la ciudad que me espía o me protege,
según las horas y según mi ánimo, y adelante
está esa llanura líquida, infinita, que me lame, me
salpica, a veces me da vértigo y otras veces me brinda una
insólita paz, un extraño sosiego, tan extraño que
a veces me hace olvidar que soy número ocho.
Alejandra. Lo extraño había sido que Benja conociera sus
manos antes que su rostro, o mejor aún, que se enamorara de sus
manos antes que de su rostro. Él regresaba de San Pablo en un
vuelo de Pluna. El equipo se había trasladado para jugar dos
amistosos fuera de temporada, pero Benja sólo había
participado en el primero porque en una jugada tonta había
caído mal y el desgarramiento iba a necesitar por lo menos cinco
días de cuidado, así que el preparador físico
decidió mandarlo a Montevideo para que allí lo atendieran
mejor. De modo que volvía solo. A la media hora de vuelo se
levantó para ir al baño y cuando regresaba a su sitio
tuvo la impresión de ser mirado pero él no miró.
Simplemente se sentó y reinició la lectura de Agatha
Christie, que le proponía un enigma afilado, bienhumorado y
sutil como todos los suyos.

De pronto percibió que algo singular estaba ocurriendo. En el
respaldo que estaba frente a él apareció una mano de
mujer. Era una mano delgada, de dedos largos y finos, con uñas
cuidadas pero sin color. Una mano expresiva, o quizá que
expresaba algo, pero qué. A los dos o tres minutos hizo
irrupción la otra mano, que era complementaria pero no igual.
Cada mano tenía su carácter, aunque sin duda
compartían una inquietante identidad. Benja no pudo continuar su
lectura. Adiós enigma y adiós Agatha. Las manos se
movían con sobriedad, se rozaban a veces. Él
imaginó que lo llamaban sin llamarlo, que le contaban una
historia, que le ofrecían respuestas a interrogantes que
aún no había formulado; en fin, que querían ser
asidas. Y lo más preocupante era que él también
quería asirlas, con todos los riesgos que un acto así
podía implicar, verbigracia que la dueña de aquellas
manos llamara inmediatamente a la azafata, o se levantara, enfrentada a
su descaro, y le propinara una espléndida bofetada, con toda la
vergüenza, adicional y pública, que semejante castigo
podía provocar. Hasta llegó a concebir, como un destello,
un título, a sólo dos columnas (porque era número
ocho, pero sólo de un Club Chico): conocido futbolista uruguayo
abofeteado en pleno vuelo por dama que se defiende de agresión
******.

Y sin embargo las manos hablaban. Sutiles, seductoras,
finísimas, dialogaban uña a uña, yema a yema, como
creando una espera, construyendo una expectativa. Y cuando fue ordenado
el ajuste de los cinturones de seguridad, desaparecieron para cumplir
la orden, pero de inmediato volvieron a poblar el respaldo y con ello a
convocar la ansiedad del número ocho, que por fin decidió
jugarse el todo por el todo y asumir el riesgo del ridículo, el
escándalo y el titular a dos columnas que acabaran con su
carrera deportiva. De modo que, tomada la difícil
decisión y tras ajustarse también él el
cinturón, avanzó su propia mano hacia los dedos
cautivantes, que en aquel preciso momento estaban juntos. Notó
un leve temblor, pero las manos no se replegaron. La suya
prolongó aquel extraño contacto por unos segundos, luego
se retiró. Sólo entonces las otras manos desaparecieron,
pero no pasó nada. No hubo llamada a la azafata ni bofetada.
Él respiró y quedó a la espera. Cuando el
avión comenzaba el descenso, una de las manos apareció de
nuevo y traía un papel, más bien un papelito, doblado en
dos. Benja lo recogió y lo abrió lentamente. Conteniendo
la respiración, leyó: 912437.

Se sintió eufórico, casi como cuando hacía un gol
sobre la hora y la hinchada del barrio vitoreaba su nombre y él
alzaba discretamente un brazo, nada más que para comunicar que
recibía y apreciaba aquel apoyo colectivo, aquel afecto, pero
los compañeros sabían que a él no le gustaba toda
esa parafernalia de abrazos, besos y palmaditas en el trasero, algo que
se había vuelto habitual en todas las canchas del mundo.
Así que cuando metía un gol sólo le tocaban un
brazo o le hacían desde lejos un gesto solidario. Pero ahora,
con aquel prometedor 912437 en el bolsillo, descendió del
avión como de un podio olímpico y diez minutos
después pudo mirar discretamente hacia la dueña de las
manos, que en ese instante abría su valija frente al funcionario
aduanero, y Benja comprobó que el rostro no desmerecía la
belleza y la seducción de las manos que lo habían enamorado.
Benja y Martín se encontraron como siempre en la pizzería
del sordo Bellini. Desde que ambos integraran el cuadrito juvenil de La
Estrella habían cultivado una amistad a prueba de balas y
también de codazos y zancadillas. Benja jugaba entonces de
zaguero y sin embargo había terminado en número ocho.
Martín, que en la adolescencia fuera puntero derecho, más
tarde (a raíz de una sustitución de emergencia, tras
lesiones sucesivas y en el mismo partido del golero titular y del
suplente) se había afincado y afirmado en el arco y hoy era uno
de los guardametas más cotizados y confiables de Primera A.

El sordo Bellini disfrutaba plenamente con la presencia de los dos
futbolistas. Él, que normalmente no atendía las mesas
sino que se instalaba en la caja con su gorra de capitán de
barco, cuando Martín y Benja aparecían, solos o
acompañados, de inmediato se arrimaba solícito a dejarles
el menú, a recoger los pedidos, a recomendarles tal o cual plato
y sobre todo a comentar las jugadas más notables o más
polémicas del último domingo.

Era algo así como el fan particular de Benja y Martín y
su caballito de batalla era hacerles bromas c
Jupiter Mars P Moon
VENEZIA, "May" 19"th", 1910.


Jupiter's foursquare blaze of gold and blue
Rides on the moon, a lilac conch of pearl,
As if the dread god, charioted anew
Came conquering, his amazing disk awhirl
To war down all the stars. I see him through
The hair of this mine own Italian girl,
Adela
That bends her face on mine in the gondola!


There is scarce a breath of wind on the lagoon.
Life is absorbed in its beatitude,
A meditative mage beneath the moon
Ah! should we come, a delicate interlude,
To Campo Santo that, this night of June,
Heals for awhile the immitigable feud?
Adela!
Your breath ruffles my soul in the gondola!

Through maze on maze of silent waterways,
Guarded by lightless sentinel palaces,
We glide; the soft plash of the oar, that sways
Our life, like love does, laps --- no softer seas
Swoon in the ***** of Pacific bays!
We are in tune with the infinite ecstasies,
Adela!
Sway with me, sway with me in the gondola!

They hold us in, these tangled sepulchres
That guard such ghostly life. They tower above
Our passage like the cliffs of death. There stirs
No angel from the pinnacles thereof.
All broods, all breeds. But immanent as Hers
That reigns is this most silent crown of love
Adela
That broods on me, and is I, in the gondola.

They twist, they twine, these white and black canals,
Now stark with lamplight, now a reach of Styx.
Even as out love - raging wild animals
Suddenly hoisted on the crucifix
To radiate seraphic coronals,
Flowers, flowers - O let our light and darkness mix,
Adela,
Goddess and beast with me in the gondola!

Come! though your hair be a cascade of fire,
Your lips twin snakes, your tongue the lightning flash,
Your teeth God's grip on life, your face His lyre,
Your eyes His stars - come, let our Venus lash
Our bodies with the whips of Her desire.
Your bed's the world, your body the world-ash,
Adela!
Shall I give the word to the man of the gondola?
Por la sierra blanca...
La nieve menuda
y el viento de cara.
  Por entre los pinos...
con la blanca nieve
se borra el camino.
  Recio viento sopla
de Urbión a Moncayo.
¡Páramos de Soria!Ya habrá cigüeñas al sol,
mirando la tarde roja,
entre Moncayo y Urbión.   Se abrió la puerta que tiene
gonces en mi corazón.
y otra vez la galería
de mi historia apareció.
  Otra vez la plazoleta
de las acacias en flor,
y otra vez la fuente clara
cuenta un romance de amor.   Es la parda encina
y el yermo de piedra.
Cuando el sol tramonta,
el río despierta.
  ¡Oh montes lejanos
de malva y violeta!
En el aire en sombra
sólo el río suena.
  ¡Luna amoratada
de una tarde vieja,
en un campo frío,
más luna que tierra!.   Soria de montes azules
y de yermos de violeta,
¡cuántas veces te he soñado
en esta florida vega
por donde se va,
entre naranjos de oro,
Guadalquivir a la mar!   ¡Cuántas veces me borraste,
tierra de ceniza,
estos limonares verdes
con sombras de tus encinas!
  ¡Oh campos de Dios,
entre Urbión el de Castilla
y Moncayo el de Aragón!   En Córdoba, la serrana,
en Sevilla, marinera
y labradora, que tiene
hinchada, hacia el mar, la vela;
y en el ancho llano
por donde la arena sorbe
la baba del mar amargo,
hacia la fuente del Duero
mi corazón -¡Soria pura!-
se tornaba... ¡Oh, fronteriza
entre la tierra y la luna!
  ¡Alta paramera
donde corre el Duero niño
tierra donde está su tierra!El río despierta.
En el aire obscuro,
sólo el río suena.
  ¡Oh canción amarga
del agua en la piedra!
...Hacia el alto Espino
bajo las estrellas.
  Sólo suena el río
al fondo del valle,
bajo el alto Espino.   En medio del campo,
tiene la ventana abierta
la ermita sin ermitaño.
Un tejadillo verdoso.
Cuatro muros blancos.
  Lejos relumbra la piedra
del áspero Guadarrama.
Agua que brilla y no suena.
  En el aire claro,
¡los alamillos del soto,
sin hojas, liras de marzo!   Hacia Madrid, una noche,
va el tren por el Guadarrama.
En el cielo, el arco iris
que hacen la luna y el agua.
¡Oh luna de abril, serena,
que empuja las nubes blancas!
  La madre lleva a su niño,
dormido, sobre la falda.
Duerme el niño y, todavía,
ve el campo verde que pasa,
y arbolillos soleados,
y mariposas doradas.
  La madre, ceño sombrío
entre un ayer y un mañana,
ve unas ascuas mortecinas
y una hornilla con arañas.
  Hay un trágico viajero,
que debe ver cosas raras,
y habla solo y, cuando mira,
nos borra con la mirada.
  Yo pienso en campos de nieve
y en pinos de otras montañas.
  Y tú, Señor, por quien todos
vemos y que ves las almas,
dinos si todos, un día,
hemos de verte la cara.
Tyler King Oct 2015
I.
The people look like flowers at last - sick thoughts of dead men strike the clock winding backwards and ignite to illuminate my approach,
The people look like,
Cigarette burns,
Bullet wounds,
Casualties of Rollins' war with himself,
Of Ellis' numb utopia,
Of the Bukowski cynic suicide,
Of the thoughtless progeny of deadbeat generations desperate to push back,
Every street corner is holy, baptized in the blood of those who died believing,
A thousand fists moved to release a thousand frustrations, and a celebrity endorsement for each overdose death,
Angel mine, abate your gutter wars and mob mentalities,
The tattoo ink has dried and the clubs are closed for the night,
Where are the revolutionaries to go now?

II.
The revenge of the skinhead minority,
The born again soul of a fallen brother,
The madman defiant in publicized rage, the faces of the enemy painted with crosshairs on TV screens,
And the damaged finally able to stand on their own,
Damaged and unrepentant,
Damaged and brilliant,
Damaged with criminal record eyes,
with paranoia brain, with X's tattooed into calloused knuckles,
with track marked arms,
Damaged, the unstoppable tide of the righteous youth - caricatured in the spray painted stencils of their testaments

III.
The spoiled children of an undefinable zeitgeist with nothing to lose,
In ecstasy binges these angels hallucinated manifest destiny through non prescription lenses,
Studying traffic patterns I remember how people are afraid to merge and everybody is looking for just the right amount of trouble,
A fire dies and another is born almost immediately,
Careless ramblings in careless county - a land I'm sure was promised to someone, somewhere, sometime
But after the gold rush nobody could cash out fast enough,
I can't cash out fast enough -
Every girl has got the guilty smile of a teenage runaway living out a Janis Joplin fantasy, and all the boys line up like addicts itching to cop,
The air is so heavy nobody can hold a thought - and when I speak, It's the accent, they say, they can always tell,

IV.
Taxi rides in laser show utopia,
Sicilian saint newly minted tells me about the ******* machine and it's ravenous posturing -
be present & be seen,
Fake it till you make it,
Cop killers singing confessions for beer on the street corner,
While the socialist manifests itself in mispronounced beverages and faux-marked Russian volumes,
avant-garde hyperrealism & ritualistic sacrifice,
There was something about *** and dying on the radio I couldn't be bothered to hear,
A drunken brawl over a bad bet made, disappointing street race, police sirens distant growing moreso,
In ****** bars where ladies always drink free, I rewatch the fall of a ***** old man from the penthouse to the street all over again,
If you haven't figured it out by now,
Don't try

V.
In dreams I walk the Pacific Coast Highway dead of night, barefooted soul alive and naked in the Western night like a Jim Morrison poem, the traveler that never arrives, watching the sunrise form halos over the Sierra Nevada, like a girl I know back East who talks a great deal about plans, the best of which never even have an aftertaste of freedom
There is the same sublime anthems playing on every radio and palm trees forming crosses for any messiah who is willing to claim them,
Last train out of Anaheim as the tessellating California skies swell and give, catch and release,
I see the roofs of tenements lit up by Disneyland,
ocean reflecting the glare from Heaven,
faces of the impoverished reflecting the glare from Heaven,
everybody getting sunburned from the glare from Heaven,
I watch the lovers depart for Santa Ana,
Elderly Asian tourists for Irvine,
Hipsters for San Juan,
and the rest of the destitute ******* for Oceanside en route to San Diego,
There but by the grace of God go the drunk kids spilling out of greyhound buses, sitting till dawn contemplating skylines reflected on the bay, finding romance in every moan of living Earth,
wide eyed at possibility of removing themselves from the equation and finding the answer,
Neil Young harmonicas drift listless above Spanish villas,
Everybody talking like something bad was gonna happen but I couldn't see much thru the windows past the tourist burly shouldered slumbering beast,
I think it was somewhere between Yuma and Dallas, with Mexico stretched out like an invitation to an anarchist rally where I was haunted first,
I'm haunted by El Campo Santo, paved over restless Indian graves in the shadow of the hanging tree,
By La Calavera Catrina blessing the sinners as they pass, hollow faced and sunken on the ***** Spanish streets of their ancestral Apartheid home,
I'm haunted by Calvary, 3000 spirits hanging around unsure of what comes next,
I'm haunted by the faces of the beggars I couldn't spare a cigarette for,
In dreams the Western night releases me and I leave California a shade lighter,
And the handful of stars that manage to burn through the haze seem to promise me:
"You may be gone, but your shadow lives on without you"
I'm sorry about how long this is but it might be my favorite poem I've ever written so *******
¿Se va la poesía de las cosas
o no la puede condensar mi vida?
Ayer -mirando el último crepúsculo-
yo era un manchón de musgo entre unas ruinas.

Las ciudades -hollines y venganzas-,
la cochinada gris de los suburbios,
la oficina que encorva las espaldas,
el jefe de ojos turbios.

Sangre de un arrebol sobre los cerros,
sangre sobre las calles y las plazas,
dolor de corazones rotos,
podre de hastíos y de lágrimas.

Un río abraza el arrabal
como una mano helada que tienta en las tinieblas:
sobre sus aguas se avergüenzan
de verse las estrellas.

Y las casas que esconden los deseos
detrás de las ventanas luminosas,
mientras afuera el viento
lleva un poco de barro a cada rosa.

Lejos... la bruma de las olvidanzas
-humos espesos, tajamares rotos-,
y el campo, ¡el campo verde!, en que jadean
los bueyes y los hombres sudorosos.

Y aquí estoy yo, brotado entre las ruinas,
mordiendo solo todas las tristezas,
como si el llanto fuera una semilla
y yo el único surco de la tierra.
¡Oh corvas almas, oh facinorosos
espíritus furiosos!
¡Oh varios pensamientos insolentes,
deseos delincuentes,
cargados sí, mas nunca satisfechos;
alguna vez cansados,
ninguna arrepentidos,
en la copia crecidos,
y en la necesidad desesperados!
De vuestra vanidad, de vuestro vuelo,
¿qué abismo está ignorado?
Todos los senos que la tierra calla,
las llanuras que borra el Oceano
y los retiramientos de la noche,
de que no ha dado el sol noticia al día,
los sabe la codicia del tirano.
Ni horror, ni religión, ni piedad, juntos,
defienden de los vivos los difuntos.
A las cenizas y a los huesos llega,
palpando miedos, la avaricia ciega.
Ni la pluma a las aves,
ni la garra a las fieras,
ni en los golfos del mar, ni en las riberas
el callado nadar del pez de plata,
les puede defender del apetito;
y el orbe, que infinito
a la navegación nos parecía,
es ya corto distrito
para las diligencias de la gula,
pues de esotros sentidos acumula
el vasallaje, y ella se levanta
con cuanto patrimonio
tienen, y los confunde en la garganta.
Y antes que las desórdenes del vientre
satisfagan sus ímpetus violentos,
yermos han de quedar los elementos,
para que el orbe en sus angustias entre.
Tú, Clito, entretenida, mas no llena,
honesta vida gastarás contigo;
que no teme la invidia por testigo,
con pobreza decente, fácil cena.
Más flaco estará, ¡oh Clito!,
pero estará más sano,
el cuerpo desmayado que el ahíto;
y en la escuela divina,
el ayuno se llama medicina,
y esotro, enfermedad, culpa y delito.
El hombre, de las piedras descendiente
(¡dura generación, duro linaje!),
osó vestir las plumas;
osó tratar, ardiente,
las líquidas veredas; hizo ultraje
al gobierno de Eolo;
desvaneció su presunción Apolo,
y en teatro de espumas,
su vuelo desatado,
yace el nombre y el cuerpo justiciado,
y navegan sus plumas.
Tal has de padecer, Clito, si subes
a competir lugares con las nubes.
De metal fue el primero
que al mar hizo guadaña de la muerte:
con tres cercos de acero
el corazón humano desmentía.
Éste, con velas cóncavas, con remos,
(¡oh muerte!, ¡oh mercancía!),
unió climas extremos;
y rotos de la tierra
los sagrados confines,
nos enseñó, con máquinas tan fieras,
a juntar las riberas;
y de un leño, que el céfiro se sorbe,
fabricó pasadizo a todo el orbe,
adiestrando el error de su camino
en las señas que hace, enamorada,
la piedra imán al Norte,
de quien, amante, quiere ser consorte,
sin advertir que, cuando ve la estrella,
desvarían los éxtasis en ella.
Clito, desde la orilla
navega con la vista el Oceano:
óyele ronco, atiéndele tirano,
y no dejes la choza por la quilla;
pues son las almas que respira Tracia
y las iras del Noto,
muerte en el Ponto, música en el soto.
Profanó la razón, y disfamóla,
mecánica codicia diligente,
pues al robo de Oriente destinada,
y al despojo precioso de Occidente,
la vela desatada,
el remo sacudido,
de más riesgos que ondas impelido,
de Aquilón enojado,
siempre de invierno y noche acompañado,
del mar impetüoso
(que tal vez justifica el codicioso)
padeció la violencia,
lamentó la inclemencia,
y por fuerza piadoso,
a cuantos votos dedicaba a gritos,
previno en la bonanza
otros tantos delitos,
con la esperanza contra la esperanza.
Éste, al sol y a la luna,
que imperio dan, y templo, a la Fortuna,
examinando rumbos y concetos,
por saber los secretos
de la primera madre
que nos sustenta y cría,
de ella hizo miserable anatomía.
Despedazóla el pecho,
rompióle las entrañas,
desangróle las venas
que de estimado horror estaban llenas;
los claustros de la muerte,
duro, solicitó con hierro fuerte.
¿Y espantará que tiemble algunas veces,
siendo madre y robada
del parto, a cuanto vive, preferido?
No des la culpa al viento detenido,
ni al mar por proceloso:
de ti tiembla tu madre, codicioso.
Juntas grande tesoro,
y en Potosí y en Lima
ganas jornal al cerro y a la sima.
Sacas al sueño, a la quietud, desvelo;
a la maldad, consuelo;
disculpa, a la traición; premio, a la culpa;
facilidad, al odio y la venganza,
y, en pálido color, verde esperanza,
y, debajo de llave,
pretendes, acuñados,
cerrar los dioses y guardar los hados,
siendo el oro tirano de buen nombre,
que siempre llega con la muerte al hombre;
mas nunca, si se advierte,
se llega con el hombre hasta la muerte.
Sembraste, ¡oh tú, opulento!, por los vasos,
con desvelos de la arte,
desprecios del metal rico, no escasos;
y en discordes balanzas,
la materia vencida,
vanamente podrás después preciarte
que induciste en la sed dos destemplanzas,
donde tercera, aún hoy, delicia alcanzas.
Y a la Naturaleza, pervertida
con las del tiempo intrépidas mudanzas,
transfiriendo al licor en el estío
prisión de invierno frío,
al brindis luego el apetito necio
del murrino y cristal creció ansí el precio:
que fue pompa y grandeza
disipar los tesoros
por cosa, ¡oh vicio ciego!,
que pudiese perderse toda, y luego.
Tú, Clito, en bien compuesta
pobreza, en paz honesta,
cuanto menos tuvieres,
desarmarás la mano a los placeres,
la malicia a la invidia,
a la vida el cuidado,
a la hermosura lazos,
a la muerte embarazos,
y en los trances postreros,
solicitud de amigos y herederos.
Deja en vida los bienes,
que te tienen, y juzgas que los tienes.
Y las últimas horas
serán en ti forzosas, no molestas,
y al dar la cuenta excusarás respuestas.
Fabrica el ambicioso
ya edificio, olvidado
del poder de los días;
y el palacio, crecido,
no quiere darse, no, por entendido
del paso de la edad sorda y ligera,
que, fugitiva, calla,
y en silencio mordaz, mal advertido,
digiere la muralla,
los alcázares lima,
y la vida del mundo, poco a poco,
o la enferma o lastima.
Los montes invencibles,
que la Naturaleza
eminentes crió para sí sola
(paréntesis de reinos y de imperios),
al hombre inaccesibles,
embarazando el suelo
con el horror de puntas desiguales,
que se oponen, erizo bronco, al cielo,
después que les sacó de sus entrañas
la avaricia, mostrándola a la tierra,
mentida en el color de los metales,
cruda y preciosa guerra,
osó la vanidad cortar sus cimas
y, desde las cervices,
hender a los peñascos las raíces;
y erudito ya el hierro,
porque el hombre acompañe
con magnífico adorno sus insultos,
los duros cerros adelgaza en bultos;
y viven los collados
en atrios y en alcázares cerrados,
que apenas los cubría
el campo eterno que camina el día.
Desarmaron la orilla,
desabrigaron valles y llanuras
y borraron del mar las señas duras;
y los que en pie estuvieron,
y eminentes rompieron
la fuerza de los golfos insolentes,
y fueron objeción, yertos y fríos,
de los atrevimientos de los ríos,
agora navegados,
escollos y collados,
los vemos en los pórticos sombríos,
mintiendo fuerzas y doblando pechos,
aun promontorios sustentar los techos.
Y el rústico linaje,
que fue de piedra dura,
vuelve otra vez viviente en escultura.
Tú, Clito, pues le debes
a la tierra ese vaso de tu vida,
en tan poca ceniza detenida,
y en cárceles tan frágiles y breves
hospedas alma eterna,
no presumas, ¡oh Clito!, oh, no presumas
que la del alma casa, tan moderna
y de tierra caduca,
viva mayor posada que ella vive,
pues que en horror la hospeda y la recibe.
No sirve lo que sobra,
y es grande acusación la grande obra;
sepultura imagina el aposento,
y el alto alcázar vano monumento.
Hoy al mundo fatiga,
hambrienta y con ojos desvelados,
la enfermedad antiga
que a todos los pecados
adelantó en el cielo su malicia,
en la parte mejor de su milicia.
Invidia, sin color y sin consuelo,
mancha primera que borró la vida
a la inocencia humana,
de la quietud y la verdad tirana;
furor envejecido,
del bien ajeno, por su mal, nacido;
veneno de los siglos, si se advierte,
y miserable causa de la muerte.
Este furor eterno,
con afrenta del sol, pobló el infierno,
y debe a sus intentos ciegos, vanos,
la desesperación sus ciudadanos.
Ésta previno, avara,
al hombre las espinas en la tierra,
y el pan, que le mantiene en esta guerra,
con sudor de sus manos y su cara.
Fue motín porfiado
en la progenie de Abraham eterna,
contra el padre del pueblo endurecido,
que dio por ellos el postrer gemido.
La invidia no combate
los muros de la tierra y mortal vida,
si bien la salud propria combatida
deja también; sólo pretende palma
de batir los alcázares de l'alma;
y antes que las entrañas
sientan su artillería,
aprisiona el discurso, si porfía.
Las distantes llanuras de la tierra
a dos hermanos fueron
angosto espacio para mucha guerra.
Y al que Naturaleza
hizo primero, pretendió por dolo
que la invidia mortal le hiciese solo.
Tú, Clito, doctrinado
del escarmiento amigo,
obediente a los doctos desengaños,
contarás tantas vidas como años;
y acertará mejor tu fantasía
si conoces que naces cada día.
Invidia los trabajos, no la gloria;
que ellos corrigen, y ella desvanece,
y no serás horror para la Historia,
que con sucesos de los reyes crece.
De los ajenos bienes
ten piedad, y temor de los que tienes;
goza la buena dicha con sospecha,
trata desconfiado la ventura,
y póstrate en la altura.
Y a las calamidades
invidia la humildad y las verdades,
y advierte que tal vez se justifica
la invidia en los mortales,
y sabe hacer un bien en tantos males:
culpa y castigo que tras sí se viene,
pues que consume al proprio que la tiene.
La grandeza invidiada,
la riqueza molesta y espiada,
el polvo cortesano,
el poder soberano,
asistido de penas y de enojos,
siempre tienen quejosos a los ojos,
amedrentado el sueño,
la consciencia con ceño,
la verdad acusada,
la mentira asistente,
miedo en la soledad, miedo en la gente,
la vida peligrosa,
la muerte apresurada y belicosa.
¡Cuán raros han bajado los tiranos,
delgadas sombras, a los reinos vanos
del silencio severo,
con muerte seca y con el cuerpo entero!
Y vio el yerno de Ceres
pocas veces llegar, hartos de vida,
los reyes sin veneno o sin herida.
Sábenlo bien aquellos
que de joyas y oro
ciñen medroso cerco a los cabellos.
Su dolencia mortal es su tesoro;
su pompa y su cuidado, sus legiones.
Y el que en la variedad de las naciones
se agrada más, y crece
los ambiciosos títulos profanos,
es, cuanto más se precia de monarca,
más ilustre desprecio de la Parca.
El africano duro
que en los Alpes vencer pudo el invierno,
y a la Naturaleza
de su alcázar mayor la fortaleza;
de quien, por darle paso al señorío,
la mitad de la vista cobró el frío,
en Canas, el furor de sus soldados,
con la sangre de venas consulares,
calentó los sembrados,
fue susto del imperio,
hízole ver la cara al captiverio,
dio noticia del miedo su osadía
a tanta presunción de monarquía.
Y peregrino, desterrado y preso
poco después por desdeñoso hado,
militó contra sí desesperado.
Y vengador de muertes y vitorias,
y no invidioso menos de sus glorias,
un anillo piadoso,
sin golpe ni herida,
más temor quitó en Roma que en él vida.
Y ya, en urna ignorada,
tan grande capitán y tanto miedo
peso serán apenas para un dedo.
Mario nos enseñó que los trofeos
llevan a las prisiones,
y que el triunfo que ordena la Fortuna,
tiene en Minturnas cerca la laguna.
Y si te acercas más a nuestros días,
¡oh Clito!, en las historias
verás, donde con sangre las memorias
no estuvieren borradas,
que de horrores manchadas
vidas tantas están esclarecidas,
que leerás más escándalos que vidas.
Id, pues, grandes señores,
a ser rumor del mundo;
y comprando la guerra,
fatigad la paciencia de la tierra,
provocad la impaciencia de los mares
con desatinos nuevos,
sólo por emular locos mancebos;
y a costa de prolija desventura,
será la aclamación de su locura.
Clito, quien no pretende levantarse
puede arrastrar, mas no precipitarse.
El bajel que navega
orilla, ni peligra ni se anega.
Cuando Jove se enoja soberano,
más cerca tiene el monte que no el llano,
y la encina en la cumbre
teme lo que desprecia la legumbre.
Lección te son las hojas,
y maestros las peñas.
Avergüénzate, ¡oh Clito!,
con alma racional y entendimiento,
que te pueda en España
llamar rudo discípulo una caña;
pues si no te moderas,
será de tus costumbres, a su modo,
verde reprehensión el campo todo.
Khairul Anwar Aug 2014
"Have you ever sailed across an ocean, Donald? On a sail boat surrounded by sea with no land in sight. Without even the possibility of sighting land for days to come. To stand at the helm of your destiny. I want that, one more time. I want to be in the Piazza Del Campo in Sienna. To feel the surge as ten race horses go thundering by. I want another meal in Paris, at L'Ambroisie in the Place Des Vosges. I want another bottle of wine. And then another. I want the warmth of a women in the cool set of sheets. One more night of jazz at the Vanguard. I want to stand on summits and smoke cubans and feel the sun on my face for as long as I can. Walk on the wall again. Climb the tower. Ride the river. Stare at the frescoes. I want to sit in the garden and read one more good book. Most of all I want to sleep. I want to sleep like I slept when I was a boy. Give me that. Just one time. That's why I won't allow that punk out there to get the best of me, let alone the last of me."
¡Mecánica sincera y peruanísima
la del cerro colorado!
¡Suelo teórico y práctico!
¡Surcos inteligentes; ejemplo: el monolito y su cortejo!
¡Papales, cebadales, alfalfares, cosa buena!
¡Cultivos que integra una asombrosa jerarquía de
útiles
y que integran con viento los mujidos,
las aguas con su sorda antigüedad!
¡Cuaternarios maíces, de opuestos natalicios,
los oigo por los pies cómo se alejan,
los huelo retomar cuando la tierra
tropieza con la técnica del cielo!
¡Molécula exabrupto! ¡Atomo terso!
¡Oh campos humanos!
¡Solar y nutricia ausencia de la mar,
y sentimiento oceánico de todo!
¡Oh climas encontrados dentro del oro, listos!
¡Oh campo intelectual de cordillera,
con religión, con campo, con patitos!
¡Paquidermos en prosa cuando pasan
y en verso cuando páranse!
¡Roedores que miran con sentimiento judicial en torno!
¡Oh patrióticos asnos de mi vida!
¡Vicuña, descendiente
nacional y graciosa de mi mono!
¡Oh luz que dista apenas un espejo de la sombra,
que es vida con el punto y, con la línea, polvo
y que por eso acato, subiendo por la idea a mi osamenta!
¡Siega en época del dilatado molle,
del farol que colgaron de la sien
y del que descolgaron de la barreta espléndida!
¡Angeles de corral,
aves por un descuido de la cresta!
¡Cuya o cuy para comerlos fritos
con el bravo rocoto de los temples!
(¿Cóndores? ¡Me friegan los cóndores!)
¡Leños cristianos en gracia
al tronco feliz y al tallo competente!
¡Familia de los líquenes,
especies en formación basáltica que yo
respeto
desde este modestísimo papel!
¡Cuatro operaciones, os sustraigo
para salvar al roble y hundirlo en buena ley!
¡Cuestas in infraganti!
¡Auquénidos llorosos, almas mías!
¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo,
y Perú al pie del orbe; yo me adhiero!
¡Estrellas matutinas si os aromo
quemando hojas de coca en este cráneo,
y cenitales, si destapo,
de un solo sombrerazo, mis diez templos!
¡Brazo de siembra, bájate, y a pie!
¡Lluvia a base del mediodía,
bajo el techo de tejas donde muerde
la infatigable altura
y la tórtola corta en tres su trino!
¡Rotación de tardes modernas
y finas madrugadas arqueológicas!
¡Indio después del hombre y antes de él!
¡Lo entiendo todo en dos flautas
y me doy a entender en una quena!
¡Y lo demás, me las pelan!...
Victor Marques Oct 2010
Bandeiras levantadas pelos prisioneiros rendidos,
Salteador que não conhece o perigo,
Alheado do mundo vivo,
Corais do mar já esquecidos.


Conchinhas falam ao teu melhor amigo,
Solidário com o amor afável,
Pesaroso dum penar louvável,
Conhecedor do pouco conhecido.



Sentimentalista de sentimentos firmes,
Orador que ora com fraca voz,
Navios feitos de casca de noz,
Lago com bonitos cisnes.



Pintor de laços sentidos,
Flores que o campo nos deu,
Algas do mar que Deus acolheu,
Eu, tu e o mar envaidecidos.

Cordiais Cumprimentos.
Victor Marques
¡Pradera, feliz día! Del regio Buenos Aires
quedaron allá lejos el fuego y el hervor;
hoy en tu verde triunfo tendrán mis sueños vida,
respiraré tu aliento, me bañaré en tu sol.Muy buenos días, huerto. Saludo la frescura
que brota de las ramas de tu durazno en flor;
formada de rosales, tu calle de Florida
mira pasar la Gloria, la Banca y el Sport.Un pájaro poeta rumia en su buche versos;
chismoso y petulante, charlando va un gorrión;
las plantas trepadoras conversan de política;
las rosas y los lirios del arte y del amor.Rigiendo su cuadriga de mágicas libélulas,
de sueños millonarios, pasa el travieso Puck;
y, espléndida sportwoman, en su celeste carro,
la emperatriz Titania seguida de Oberón.De noche, cuando muestra su medio anillo de oro
bajo el azul tranquilo, la amada de Pierrot,
es una fiesta pálida la que en el huerto reina,
toca en la lira el aire su do-re-mi-fa-sol.Curiosas las violetas a su balcón se asoman.
Y una suspira: «¡lástima que falte el ruiseñor!»
Los silfos acompasan la danza de las brisas
en un walpurgis vago de aromas y de visión.De pronto se oye el eco del grito de la pampa;
brilla como una puesta del argentino sol;
y un espectral jinete como una sombra cruza,
sobre su espalda un poncho; sobre su faz, dolor.-¿Quién eres, solitario viajero de la noche?
-Yo soy la Poesía que un tiempo aquí reinó:
Yo soy el primer gaucho que parte para siempre,
de nuestra vieja patria llevando el corazón.
Lesly Jan 2015
Recuerdo exactamente como si fuese ayer. Recuerdo cuando en los veranos mi padre se iba a jugar al campo de futbol y nos llevaba a mi hermana y yo. Andaba un overol estilo chor morado con flores amarillas al lado y teñís negros. Suena como estilo feo y raro pero yo desde peque me vestía diferente. Pero se veía bien. Vale. Miraba a mi papa jugar el futbol como si fuese campeón jajá. Cuando el era joven de 18 anos le había dicho que si quería jugar futbol profesional. Pero mi padre decidió que no. No se porque no tomo esa oportunidad? Estuvo buena.. pero años después se caso con mi mama y nacimos nosotros. Mi hermana gemela, yo y mis dos hermanos.

Las Malta Goya's fueron esas bebidas que me encantaba tomar en esos días súper calientes. Al principio no me gustaba mucho. Wakala dije yo! pero no se como explicar este sentimiento pero mi cuerpo deseaba mas. Ahora que tengo 18 anos los sigo bebiendo. Wow. El que lea esto debería de probar Malta Goya. Cuando lo buscas en Google dice que es cerveza sin alcohol. jeje ;)
¡Torreperogil!
¡Quién fuera una torre, torre del campo
del Guadalquivir!
  Sol en los montes de Baza.
Mágina y su nube negra.
En el Aznaitín afila
su cuchillo la tormenta.
  En Garciez
hay más sed que agua;
en Jimena, más agua que sed
¡Qué bien los nombres ponía
quien Puso Sierra Morena
a esta serranía!
  En Alicún se cantaba:
«Si la luna sale,
mejor entre los olivos
que en los espartales».
  Y en la Sierra de Quesada;
«Vivo en pecado mortal:
no te debiera querer;
por eso te quiero más».
  Tiene una boca de fuego
y una cintura de azogue.
          Nadie la bese.
          Nadie la toque.

  Cuando el látigo del viento
suena en el campo: ¡amapola!
(como llama que se apaga
o beso que no se logra)
su nombre pasa y se olvida.
Por eso nadie la nombra.

  Lejos, por los espartales,
más allá de los olivos,
hacia las adelfas
Y los tarayes del río,

  con esta luna de la madrugada,
¡amazona gentil del campo frío!...
Sobre el cielo
de las margaritas ando.

Yo imagino esta tarde
que soy santo.
Me pusieron la luna
en las manos.
Yo la puse otra vez
en los espacios
y el Señor me premió
con las rosa y el halo.

Sobre el cielo
de las margaritas ando.

Y ahora voy
por este  campo
a librar a las niñas
de galanes malos
y dar monedas de oro
a todos los muchachos.

Sobre el cielo
de las margaritas ando.
jeremy wyatt Jan 2011
Campo Dorado, Blossom Hill,
Bardolino dark and still
Campo Viejo, Vino Tinto
and a nice wee glass to pour it into
computers make me drink my wine
logged on to friends and feeling fine
only drink when friends are there
otherwise I couldn't care......
less.....hic.
trying to do poems in less than a minute, and failing. 6 seconds over, not counting extra comment time :o)
Nel paese di mia madre v'è un campo quadrato, cinto di gelsi.
Di là da quel campo altri campi quadrati, cinti di gelsi.
Roggie scorrenti vi sono, fra alti argini, dritte, e non si sa dove vanno a finire.
La terra s'allarga a misura del cielo, e non si sa dove vada a finire.

Nel paese di mia madre v'han ponti di nebbia, che il vento solleva da placidi fiumi:
varca il sogno quei ponti di nebbia, mentre le rive si stellan di lumi.
Pioppi e betulle di tremula fronda accompagnan de l'acque il fluire:
quando nè rami s'impigliano gli astri, in quella pace vorrei morire.

Nel paese di mia madre un basso tugurio sonnecchia sul limite della risaia,
e ronzano mosche lucenti, ghiotte, intorno a un ammasso di concio.
Possanza di morte, possanza di vita, nell'odore del concio: ne gode
la terra dall'humus profondo, sotto la vampa d'agosto che immobile sta.

Nel paese di mia madre, quando il tramonto s'insaguina obliquio sui prati,
vien da presso, vien da lontano una canzone di lunga via:
la disser gli alari alle cune, gli aratri alle marre, le biche all'aie fiorite di lucciole,
vecchia canzone di gente lombarda: "La Violetta la vaaa la vaaaa... "
Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi,
pero esa tarde me fui al cine e hice el amor.
Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta
con tus setenta años de virgen definitiva,
tendida sobre un catre, estúpidamente muerta.
Hiciste bien en morirte, tía Chofi,
porque no hacías nada, porque nadie te hacía caso,
porque desde que murió abuelita, a quien te consagraste,
ya no tenías qué hacer y a leguas se miraba
que querías morirte y te aguantabas.
¡Hiciste bien!
Yo no quiero elogiarte como acostumbran los arrepentidos,
porque te quise a tu hora, en el lugar preciso,
y harto sé lo que fuiste, tan corriente, tan simple,
pero me he puesto a llorar como una niña porque te moriste.
¡Te siento tan desamparada,
tan sola, sin nadie que te ayude a pasar la esquina,
sin quien te dé un pan!
Me aflige pensar que estás bajo la tierra
tan fría de Berriozábal,
sola, sola, terriblemente sola,
como para morirse llorando.
Ya sé que es tonto eso, que estás muerta,
que más vale callar,
¿pero qué quieres que haga
si me conmueves más que el presentimiento de tu muerte?
Ah, jorobada, tía Chofi,
me gustaría que cantaras
o que contaras el cuento de tus enamorados.
Los campesinos que te enterraron sólo tenían
tragos y cigarros,
y yo no tengo más.
Ha de haberse hecho el cielo ahora con tu muerte,
y un Dios justo y benigno ha de haberte escogido.
Nunca ha sido tan real eso en lo que tu creíste.
Tan miserable fuiste que te pasaste dando tu vida
a todos. Pedías para dar, desvalida.
Y no tenías el gesto agrio de las solteronas
porque tu virginidad fue como una preñez de muchos hijos.
En el medio justo de dos o tres ideas que llenaron tu vida
te repetías incansablemente
y eras la misma cosa siempre.
Fácil, como las flores del campo
con que las vecinas regaron tu ataúd,
nunca has estado tan bien como en ese abandono de la muerte.
Sofía, virgen, antigua, consagrada,
debieron enterrarte de blanco
en tus nupcias definitivas.
Tú que no conociste caricia de hombre
y que desjaste que llegaran a tu rostro arrugas antes que besos,
tú, casta, limpia, sellada,
debiste llevar azahares tu último día.
Exijo que los ángeles te tomen
y te conduzcan a la morada de los limpios.
Sofía virgen, vaso transparente, cáliz,
que la muerte recoja tu cabeza blandamente
y que cierre tus ojos con cuidados de madre
mientras entona cantos interminables.
Vas a ser olvidada de todos
como los lirios del campo,
como las estrellas solitarias;
pero en las mañanas, en la respiración del buey,
en el temblor de las plantas,
en la mansedumbre de los arroyos,
en la nostalgia de las ciudades,
serás como la niebla intocable, hálito de Dios que despierta.
Sofía virgen, desposada en un cementerio de provincia,
con una cruz pequeña sobre tu tierra,
estás bien allí, bajo los pájaros del monte,
y bajo la yerba, que te hace una cortina para mirar al mundo.
¡Fue el combate espantoso, fue sangriento!
Hizo estragos la muerte, cual desgaja
Los árboles, y tala, cuando baja
Rugiendo el huracán del firmamento.

Hoy aquí sólo se oye el grato acento
Del labriego que el suelo en surcos raja,
Y el ruido de la mies, que cual mortaja
Los huesos cubre y se columpia al viento.

Donde antes la metralla asordadora
Nobles vidas segó, con su hoz el fuerte
Labrador siega mies contento ahora.

¡Llanura un tiempo en sangre humedecida,
Monumento de honor, campo de muerte:
Signe brotando de tu seno, vida!
tangshunzi Jul 2014
Quando Jen Fariello e Pat di disegni floreali unire le forze .le cose sul serio splendidi svolgersi.Basta prendere questo Pollak Vineyards serata .per esempio.E ' la miscela più bella di eleganza meridionale e la bellezza paesaggistica tutto racchiuso in un perfetto giorno d'estate .Vuoi mantenere il partito pinning andando?Abbiamo sooooo molto più seduto abiti da sposa 2014 proprio qui .

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Da Sposa .Sam e io ci siamo incontrati su match.com .Inizialmente abbiamo detto ai nostri genitori un supplenteè èome abbiamo incontratoèstoria .ma abbiamo finito fessing fino alla fine !A quel tempo .era di stanza a Fort Benning a Columbus .GA e io ero a scuola di medicina ad Atlanta .Ci siamo incontrati in una taverna di Atlanta per un drink prima di andare a Braves gioco con un paio di suoi amici .La serata è proseguita con la cena .bevande e.infine.mirtillo frittelle bianco con scaglie di cioccolato a 02:00 .Più tardi .abbiamo capito che nessuno di noi era in realtà affamati di frittelle .al momento.ma eravamo solo divertiti così tanto che ci stavaè èvogliono la notte alla fine !Sam fu infine nuovamente di stanza in North Carolina .e mi è arrivato tardi per la residenza .

Noi amiamo trekking .campeggio e godersi la vita all'aria aperta ogni modo possibile .così cerchiamo di trascorrere quanto più tempo possibile a casa della mia famiglia a Blue Ridge Mountains fuori Charlottesville .Il 4 luglio .siamo arrivati ​​fino alla cima della montagna per griglia fuori e guardare i fuochi d'artificio .Durante il gran finale dei fuochi d'artificio .ha proposto a me con un bellissimo anello che lui stesso aveva progettato con l'aiuto del suo gioielliere città natale .Era lo stesso luogo dove esattamente un anno prima lui prima mi ha detto che mi amava .Il tutto era abbastanza perfetto!

Amiamo le Blue Ridge Mountainsè èt '.dove ci siamo innamorati e ci siamo impegnatiè eo naturalmente abbiamo voluto condividere questo con la nostra famiglia e gli



amici .Pollak è uno dei nostri preferiti cantine della zona .I loro vini sono davvero di prim'ordine e l'ambiente è semplicemente incantevole .
Uno dei nostri obiettivi principali era solo per evidenziare la bellezza naturale delle montagne e Virginia paese del vino .Abbiamo cercato di fare questo selezionando un palato colore neutro e incorporando elementi locali quando possibile.

Progettare la nostra cerimonia si è rivelato essere un processo scoraggiante .ma molto gratificante .Siamo stati in grado di tessere di tradizioni importanti.mentre assicurandosi che fosse personale e significativo per noi .Sam e io amo cruciverba .così abbiamo progettato il nostro cruciverba e incorporati nella nostro programma come un modo per intrattenere gli ospiti .mentre erano in attesa per la cerimonia per cominciare .Ci sono stati alcuni indizi di nozze a tema e curiosità su di noi .Si è rivelato essere un grande successo !

Sam è dal Maine e hoè èda Virginia .e abbiamo cercato di incorporare le cose da entrambe le nostre città di origine per rendere la festa più personale .Abbiamo chiamato la nostra firma bere ilè èAine Virginianè?in quanto caratterizzato mirtillo ***** dalla città natale Sam ' di Freeport .ME e fragole coltivati ​​localmente da Albemarle County .Abbiamo avuto anche una selezione di birre locali e sidro così come alcuni dei favoriti Sam ' dal Maine .

nostre borse di benvenuto erano uno dei miei tanti preferiti.Quasi tutti i nostri ospiti stavano arrivando da fuori di stato .quindi abbiamo vestiti da sposa davvero voluto esprimere la sua gratitudine eravamo di averli lì .Abbiamo imbottigliato limoncello fatto in casa .mia suocera vestiti da sposa - in- fatti piccoli cuscini balsamo .e mia mamma ha fatto tutti i suoi famosi biscotti di pasta frolla .

Oltre a un libro tradizionale struttura .abbiamo avuto una capsula del tempo .dove gli ospiti possono lasciare le note per noi apriamo il nostro anniversario cinque anni .Per favori .** fatto mirtillo cioccolato bianco con gocce di cioccolato pancake mix per i nostri ospiti di portare a casa .Abbiamo divorato questi sul nostro primo appuntamento .così abbiamo pensato che sarebbe stato opportuno offrire a questi ai nostri ospiti .come pure!

La mia foto preferita è stata scattata durante il nostro ultimo ballo della notte.A quel tempo .i miei capelli stava cadendo giù e Sam si era tolto la giacca e la cravatta allentata .Noi didnè ècura.Siamo rimasti così felice !Esausto troppo .ma così felice di essere sposato e circondato da tutti amiamo .Ogni volta che guardo quella foto .ricordi meravigliosi di quel fantastico giorno ritornano impetuosi .

Sam è in campo militare .così abbiamoè èe ha dovuto trascorrere la maggior parte del nostro primo anno di matrimonio a parte .Avendo foto come questa mi fa sentire come se fossi con lui anche quando è dall'altra parte del mondo

Fotografia : Jen Fariello | Pianificazione : . Shindig Matrimoni ed Eventi | Floral Design : Floreale di Southern Blooms By Pat Designs |Abito da sposa : Junko Yoshioka | Cake : Maliha Creations | Inviti : rock Paper Scissors | Cerimonia Sede : Pollak Vineyards | Banco Sede : Pollak Vineyards | Bridesmaids Dresses : Adrianna Papell | Catering : Harvest Moon Catering | Calligraphy : Se è così Inklined | damigella d'onore Regali:Ditty Borse | DJ : Ran Henry | Hair \u0026 Make-up : Jeanne Cusick | Affitto Tenda : Sperry TendeJen Fariello Fotografia e meridionali Blooms di Disegni floreali Pat ' sono membri del nostro Little Black Book .Scopri come i membri sono scelti visitando la nostra pagina delle FAQ .Jen Fariello Fotografia vedi portfolio meridionali Blooms di Flora del Pat ... vedi
http://188.138.88.219/imagesld/td//t35/productthumb/1/4290835353535_391964.jpg
http://www.belloabito.com/abiti-da-sposa-c-1
http://www.belloabito.com/abiti-da-sposa-2014-c-13
Pollak Vineyards Wedding_abiti da sposa on line

— The End —