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Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.

Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,
y tu cabeza de bruja
la amarraste con peinetas.
Por no engordar sigues dietas
y estás flaca y hocicona.
Imitando a tu patrona
has aprendido a fumar.
Hasta en el modo de andar
cómo has cambiado, pelona.

Usas reloj de pulsera
y no sabes ver la hora.
Cuando un ***** te enamora
le tiras con la cartera.
¡Qué...! ¿También usas polvera?
permite que me sonría
¿Qué polvos se pone usía?:
¿ocre? ¿rosado? ¿rachel?
o le pones a tu piel
cisco de carbonería.

Te pintaste hasta el meñique
porque un blanco te miró
«¡Francica, botá frifró
que son comé venarique...!»
Perdona que te critique,
y si me río, perdona.
Antes eras tan pintona
con tu traje de percala
y hoy, por dártela de mala
te has vuelto una negra mona.

Deja ese estilo bellaco,
vuelve a ser la misma de antes.
Menos polvos, menos guantes,
menos humo de tabaco.
Vuelve con tu ***** flaco
que te adora todavía
Y si no, la policía
te va a llevar de la jeta
por dártela de coqueta
con tanta huachafería.
brandon nagley Jun 2015
ángeles belongeth a los ángeles, no ángel para el hombre, los ángeles merecen el cielo, no buscado planes falsos, ángel son angelical, volar a cosmos polvos, los diarios de estos ángeles, a nosotros los seres humanos, es imprescindible !!!!

Spanish version

English verison-

Angels belongeth to angels, not angel to man, angels deserve heaven, not sought fake plans, angels are angelic, flying to cosmos dusts, diaries by these angels, to thou humans, is a must !!!!
Nacen puestos de gafas, y una piel de levita,
y una perilla obscena de culo de bellota,
y calvos, y caducos. Y nunca se les quita
la joroba que dentro del alma les explota.

Pedos con barbacana, ceremoniosos pedos,
de su senil niñez de polvo enlevitado,
pasan a la edad plena con polvo entre los dedos,
sonando a sepultura y oliendo a antepasado.

Parecen candeleros infelices, escobas
desplumadas, retiesas, con toga, con bonete:
una congregación de gallardas jorobas
con callos y verrugas al borde del retrete.

Con callos y verrugas, y coles y misales,
la dignidad del asno se rebela en la enjalma,
mirando estos cochinos tan espirituales
con callos y verrugas en la extension del alma.

Alma verruguicida, callicida la vuestra.
Habéis nacido tiesos como los monigotes,
y vivís de puntillas, levantando la diestra
para cornamentar la voz y los bigotes.

Saludáis con el ano, no arrugáis nunca el traje,
disimuláis los cuernos con laureles de lata.
No paráis en la tierra, siempre vais de viaje
por un pais de luna maquinal, mentecata.

Nacéis inventariados, morís previa promesa
de que seréis cubiertos de estatuas y coronas.
Vais como procesados por el sol, que procesa
aquello que señala delito en las personas.

Os alimenta el aire sangriento de un juzgado,
de un presidio siniestro de abogados y jueces.
Y concedéis los pedos por audiencia de un lado,
mientras del otro lado jodéis, meáis a veces.


Herís, crucificáis con ojos compasivos,
cadáveres de todas la horas y los días:
autos de poca fe, pastos de los archivos,
habláis desde los púlpitos de muchas tonterías.

Nunca tenga que ver yo con estos doctores,
estas enciclopedias ahumanas, aplastantes.
Nunca de estos filósofos me ataquen los humores,
porque sus agudezas me resultan laxantes.

Porque se ponen huecos igual que las gallinas
para eructar sandeces creyéndose profundos:
porque para pensar entran en las letrinas,
en abismos rellenos de folios moribundos.

Sentenciosas tinajas vacías, pero hinchadas,
se repliegan sus frentes igual que acordeones,
y ascienden y descienden, tortugas preocupadas,
y el corazón les late por no sé qué rincones.

No se han hecho para estos boñigos los barbechos,
no se han hecho para estos gusanos las manzanas.
Sólo hay chocolateras y sillones deshechos
para estas incoherencias reumáticas y canas.

Retretes de elegancia, cagan correctamente:
hijos de puta ansiosos de politiquerías,
publicidad y bombo, se corrigen la frente
y preparan el gesto de las fotografías.

Temblad, hijos de puta, por vuestra puta suerte,
que unos soldados de alma patética deciden:
ellos son los que tratan la verdadera muerte,
ellos la verdadera, la ruda vida piden.

La vida es otra cosa, sucios señores míos,
más clara, menos turbia de folios, de oficinas.
Nadan radiantemente sus cuerpos en los ríos
y no usan esa cara de múltiples esquinas.

Nunca fuisteis muchachos, y queréis que persista
un mundo aparatoso de cartón estirado,
por donde el cartón vaya paticojo y turista,
rey entre maniquíes de pulso congelado.

Venís de la Edad Media donde no habéis nacido,
porque no sois del tiempo presente ni del ausente.
Os mata una verdad en el caduco nido:
la que impone la vida del siempre adolescente.

Yo soy viejo: tan viejo, que el primer hombre late
dentro de mis vividos y veintisiete años,
porque combato al tiempo y el tiempo me combate.
A vosotros, vencidos, os trata como a extraños.
Trapos, calcomanías, defunciones, objetos,
muladares de todo, tinajas, oquedades,
lápidas, catafalcos, legajos, mamotretos,
inscripciones, sudarios, menudencias, ruindades.

Polvos, palabrería, carcoma y escritura,
cornisas; orinales que quieren ser severos,
y se llevan la barba de goma a la cintura,
y duermen rodeados de siglos y sombreros.

Vilmente descosidos, pálidos de avaricia,
lo que más les preocupa de todo es el bolsillo.
Gotosos, desastrosos, malvados, la injusticia
se viste de acta en ellos con papel amarillo.

Los veréis adheridos a varios ministerios,
a varias oficinas por el ocio amuebladas.
Con el **** en la boca canosa, van muy serios,
trucosos, maniobreros, persiguiendo embajadas.

Los veréis sumergidos entre trastos y coños
internacionalmente pagados, conocidos:
pasear por Ginebra los cojones bisoños
con cara de inventores mortalmente aburridos.

Son los que recomiendan y los recomendados.
La recomendación es su procedimiento.
Por recomendación agonizan sentados
donde la muerte cómoda pone su ayuntamiento.

Cuando van a acostarse, se quitan la careta,
el disfraz cotidiano, la diaria postura.
Ante su sordidez se nubla la peseta,
se agota en su paciencia la estatua más segura.

A veces de la mala digestión de estos cuervos
que quieren imponernos su vejez, su idioma,
que quieren que seamos lenguas esclavas, siervos,
dependen muchas vidas con signo de paloma.

A veces son marquesas íntimas de ambiciones,
insaciables de joyas, relumbronas de trato:
fracasadas de título, caballares de acciones,
dispuestas a llevar el mundo en el zapato.

Putonas de importancia, miden bien la sonrisa
con la categoría que quien las trata encierra:
políticas jetudas, desgastan la camisa
jodiendo mientras hablan del drama de la guerra.

Se cae de viejo el mundo con tanto malotaje.
Hijos de la rutina bisoja y contrahecha,
valoran a los hombres por el precio del traje,
cagan, y donde cagan colocan una fecha.

Van del hotel al banco, del hotel al paseo
con una cornamenta notable de aire insulso.
Es humillar al prójimo su más noble deseo,
y el esfuerzo mayor le hacen meando a pulso.

Hemos de destrozaros en vuestras legaciones,
en vuestros escenarios, en vuestras diplomacias.
Con ametralladoras cálidas y canciones
os ametralllaremos, prehistóricas desgracias.

Porque, sabed: llevamos mucha verdad metida
dentro del corazón, sangrando por la boca:
y os vencerá la ferrea juventud de la vida,
pues para tanta fuerza tanta maldad es poca.

La juventud, motores, ímpetus a raudales,
contra vosotros, viejos exhombres, plena llueve:
mueve unánimemente sus músculos frutales,
sus máquinas de abril contra vosotros mueve.

Viejos exhombres viejos: ni viejos tan siquiera.
La vejez es un don que cederá mi frente,
y a vuestro lado es joven como la primavera.
Sois la decrepitud andante y maloliente.

Sois mis enemiguitos: los del mundo que siento
rodar sobre mi pecho más claro cada día.
Y con un soplo sólo de mi caliente aliento,
con este soplo dicté vuestra agonía.
Gonzalitu May 2018
En este mundo universal,
cada uno tendrá su espacio.

Hay personas pequeñas y grandes,
cercanas y distantes.
Las hay sólidas e inalterables,
como gaseosas y maleables.
Hay quienes que por su energía,
brillan con luz propia y
acogen a quienes las rodean.
Como también existen fugitivos:
los desprotegidos errantes.

Otros, cubrirán con sus polvos de colores
a todo lo que les rodea.
Mientras que otros, fulgurarán sólo una noche,
para quienes despiertos los vean.

Ensordecer con un destello es un final,
pero desaparecerse en lo oscuro,
o morir en el olvido del anillo,
también es válido.

En grupo, los astros
se comportan particularmente.
Veremos cúmulos que cerrados, sus miembros,
apagándose esperan la muerte.
En el otro extremo, aquellos abiertos,
son las nuevas y más brillantes generaciones.

Como galaxia, tenemos un objetivo (y) final
compartido.
Más allá de nuestra fauna, provenimos
del mismo caos inicial y residuos de estrellas antepasadas.
Aún más común será nuestro entrópico final.

Los cuerpos se atraen y orbitan,
para siempre tenerse a la vuelta.
De a pares, intercambian energía,
se calientan e iluminan.
Será un día que alineados,
algún humano los observaría.
A mixture of my two passions.
Hope you don't get annoyed by some scientific misassumptions.
bondad verdad belleza dijo
son las tres caras de Dios dijo
y se le caía una luz
de la memoria la mitad
donde Dios era como muerte
que persuadía al niño para
que corriera a la selva en traje
de 780 años
o como-cuando sedució
a la comtessa de dia alta
que sus graves penas pasó
por no entregar querer o amor
y ese fue su más grande yerro
en el lecho o cuando vestida
se miraba bajo la tela
el brazo solo el brazo oscuro
que no fue almohada para nadie
y se secó y trajo el otoño
y los días se le cayeron
como hojas que crujían y
parecían padecimientos
y nunca más las dulces cuitas
ese Leopoldo Marechal
bondad verdad belleza dijo
y se le caía una luz
y las mentiras viajan 100
años y jamás llegan la
verdad revela que es mejor
decir la verdad y morir
y Leopoldo se murió
no furioso contra los que
lo orinaron vivo y sangrante
o le pisaron el gran pájaro
que cantó y saltó como vivo
toda la tiempo que viviera
o le echaban en la mitad
tierrita sucia que les sobra
cada vez que la boca abren
ya que los polvos de la mundo
se depositan en algún
sitio o lugar y ciertamente
hay hambre por toda la cielo
se bajan a matar espadas
alzan un viento de caballo
eh don Leopoldo Marechal
por sus dos tiempos transcurrió
lo vestía como una túnica
tejida por el pueblo a
los buenos bellos verdaderos
que amasan pan atrás de todo
o dan de comer al claror
que sube de la muerte aunque
empuje niños a la selva
porque no hay Dios como la boca
hay que ofrendarse diariamente
para no hablar o no digamos
lo que es la garganta del alma
ea esas hambres vamos quiá
o ca mejor disimulemos
de Leopoldo saltó un leopardo
lleno de trágico valor
que se comía toda la hambre
la más violeta de guardar
el polvo o pardo en su león
o astro que ardía con sus noches
sin saber si iba alzarse otra
como temiendo por la luz
ea Leopoldo Marechal
cuando cesó se le pararon
todos los ojos que guardaba
donde llorar en la cocina
o cocinar el lloro como
un tallo de maíz cargado
de hijitos en la espalda o como
espada la más vengadora
la del pueblo que dulce viste
sus heridas como soldados
agradecidos a la mama
fue así que Leopoldo hizo:
un búfalo que anda en el aire
un falo que anda en la nación
un lo que anda hoy no andará
mañana cuando estemos suaves
como olvidados apagados
bajo la patria o tierrecita
que Leopoldo regó y amó
y levantaba ciudadelas
para cuidarla humanamente
y dejándose bien atrás
se puso delante de todos
y así le crecieron noches
al bueno bello verdadero
un gran silencio lo cubrió
un gran amor lo destapó
y de sus brazos descendían
calores para la mitad
herida donde se inclinaba
pasaba como ungüentos sobre
los como tristes leopardos
que crepitan en el país
ea esas hambres vamos quiá
de Leopoldo caía una luz
y cuando se fue su caballo
se encaminaba lento a
la grande sombra do lo pacen
y él sigue dando de comer
y su belleza se transforma
en otra parte de la mundo
diseminado como un pueblo
como si amaran no distintos
si dulcemente por tu cabeza pasaban las olas
del que se tiró al mar/ ¿qué pasa con los
hermanitos
que entierraron?/¿hojitas les crecen de los
dedos?/¿arbolitos/otoños
que los deshojan como mudos?/en silencio
los hermanitos hablan de la vez
que estuvieron a dostres dedos de la muerte/sonríen
recordando/aquel alivio sienten todavía
como si no hubieran morido/como si
paco brillara y rodolfo mirase
toda la olvidadera que solía arrastrar
colgándole del hombro/o Haroldo hurgando su amargura (siempre)
sacase el as de espadas/puso su boca contra el viento/
aspiró vida/vidas/con sus ojos miró la terrible/
pero ahora están hablando de cuando
operaron con suerte/nadie mató/nadie fue muerto/el enemigo
fue burlado y un poco de la humillación general
se rescató/con corajes/con sueños/tendidos
en todo eso los compañeros/mudos/
deshuesándose en la noche de enero/
quietos por fin/solísimos/ sin besos
"salud salud" decía jack hammerstein
se la pasaba saludando a:
todos a todos a todos
aunque lloraran ensuciando el mantel
aunque tuvieran leonas bravas

"afuera negra desventura afuera afuera" decía
entrando a cada casa y espantándola con la mano
como si las desgracias fuesen moscas o mosquitos o insectos
y miel la gente en su esplendor

"afuera muerte grima dolor peste o barbaridá de la tristeza"
decía jack hammerstein limpiando esos polvos
o arrancaba la yerba ya vieja crecida
sobre ternuras sobre zapatitos de seda que no hacen ruido en el amor

así jack hammerstein de color amarillo
como si pasara las noches entre claveles o alelí
en realidad tenía una amada
que se bañaba en agua clara

en realidad tenía una niña/que se bañaba en agua fría
y le crecían luces suavidades
entrando "qué lindo pelo tienes" le decía jack hammerstein
"qué linda frente ojos boca pechos tienes" le decía jack hammerstein
"qué lindo pie chiquito río de mármol"

"oh muerte que a todos convidás" dijo jack hammerstein ahí
la amada estaba bella bella
y sobre ella crecía yerba esta vez
dando color olor y sombra

al pie se acostó jack hammerstein para mirarla subir
"afuera desventura afuera afuera"
"afuera muerte grima dolor peste o barbaridá de la tristeza" decía
a los traidores bichos negros que le comían corazón

"salud salud" decía jack hammerstein
no lo pudrió la pena ni la furia
se la pasaba saludando a todos y aún arrancándoles yerba
pero a su amada no o la miraba subir
desde la mesma muerte
La culpa ha sido tuya. ¡Sí! Tuya. Te lo he dicho,
Lo repito, y no niegues que lo hiciste ex profeso,
Lo sabes, pues te dejas llevar de tu capricho.
Mas no llores, no llores... ¿Qué sacarás con eso?
Toma el té. Que esto acabe... Dos horas disputando.
Tómate el té; y hablemos de cosa diferente,
Porque inmediatamente
Me iré, te lo prevengo, si has de seguir llorando.
Pero ¿qué es lo que he dicho? ¿Qué tienes? ¿Tu porfía
A qué obedece? ¡Sea! Pues bien, la culpa es mía;
Mas enjúgate el llanto,
¡Porque has llorado tanto!
Y como soy sincero
-¿Y para qué callarlo?- te digo que te quiero;
Bien lo sabes, lo sabes, amor de mis amores,
Bien sabes que te quiero. Pero ¡Por Dios! no llores.

Dices... ¿Qué es lo que dices? ¿Dices que te he pegado?
¿Y cómo dices eso? ¡Si yo no te he tocado!
¿En dónde te he hecho daño? ¿Cómo aseguras eso?

Déjate de esas cosas... y dame pronto un beso;
Y que nuestra disputa quede ya terminada,
Que todo esto se acabe... Di: ¿no estás enojada?
Cálmate en el instante. Tómate el té. Te ruego...
Después te pondrás polvos... cuando venga el sosiego;
Y dime que me quieres, que soy tu solo amado,
Y toma mi pañuelo, que el tuyo está mojado.

¿Y qué quieres ahora?
¿Un poco más de crema? ¿La polvera?... ¡Señora!
¿Ya lo ves? Y ocultarlo tu corazón no puede,
Qué en todas las disputas siempre soy el que cede.

Pero tienes hinchados, muy hinchados, los ojos,
Y los tienes muy rojos.
¡Vamos! Sonríe ahora; que sonreír te vea,
Porque cuando te enojas hasta te pones fea;
Y dame un beso pronto, con labio apasionado,
Porque ya nuestra riña ¿no es cierto? ha terminado.

— The End —