Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Sophia Margarita Sep 2018
Lo que muchos creen
que es solo un mito
otros notan
lo asombroso que llega a ser.
Están abiertos a el
y lo reciben como es.
Para otros, en cambio
no es tan fácil aceptarlo.
Lo desprecian y malinterpretan.
Pero cuando les aparece,
no lo alejan si no que lo aceptan.
Descubren, al igual que los demás,
lo asombroso que llega a ser.
No se sabe que es algo real
y que es lo irreal,
ya que todos tienen realidades diferentes.
Lo que sucede,
es que ahora mismo
para mi,
ese sentimiento,
que me hace volar,
me hace ir a otro planeta,
y explorar,
es tan real
como cuando vemos
a una estrella tintinear.
Ya no es un mito,
aunque para mi nunca lo fue,
solo que me lo probaron
más temprano de lo que pensé.
Amigo Blas de Otero: Porque sé que tú existes,
y porque el mundo existe, y yo también existo,
porque tú y yo y el mundo nos estamos muriendo,
gastando nuestras vueltas como quien no hace nada,
quiero hablarte y hablarme, dejar hablar al mundo
de este dolor que insiste en todo lo que existe.
Vamos a ver, amigo, si esto puede aguantarse:
El semillero hirviente de un corazón podrido,
los mordiscos chiquitos de las larvas hambrientas,
los días cualesquiera que nos comen por dentro,
la carga de miseria, la experiencia -un residuo-,
las penas amasadas con lento polvo y llanto.
Nos estamos muriendo por los cuatro costados,
y también por el quinto de un Dios que no entendemos.
Los metales furiosos, los mohos del cansancio,
los ácidos borrachos de amarguras antiguas,
las corrupciones vivas, las penas materiales...
todo esto -tú sabes-, todo esto y lo otro.
Tú sabes. No perdonas. Estás ardiendo vivo.
La llama que nos duele quería ser un ala.
Tú sabes y tu verso pone el grito en el cielo.
Tú, tan serio, tan hombre, tan de Dios aun si pecas,
sabes también por dentro de una angustia rampante,
de poemas prosaicos, de un amor sublevado.
Nuestra pena es tan vieja que quizá no sea humana:
ese mugido triste del mar abandonado,
ese temblor insomne de un follaje indistinto,
las montañas convulsas, el éter luminoso,
un ave que se ha vuelto invisible en el viento,
viven, dicen y sufren en nuestra propia carne.
Con los cuatro elementos de la sangre, los huesos,
el alma transparente y el yo opaco en su centro,
soy el agua sin forma que cambiando se irisa,
la inercia de la tierra sin memoria que pesa,
el aire estupefacto que en sí mismo se pierde,
el corazón que insiste tartamudo afirmando.
Soy creciente. Me muero. Soy materia. Palpito.
Soy un dolor antiguo como el mundo que aún dura.
He asumido en mi cuerpo la pasión, el misterio,
la esperanza, el pecado, el recuerdo, el cansancio,
Soy la instancia que elevan hacia un Dios excelente
la materia y el fuego, los latidos arcaicos.
Debo salvarlo todo si he de salvarme entero.
Soy coral, soy muchacha, soy sombra y aire nuevo,
soy el tordo en la zarza, soy la luz en el trino,
soy fuego sin sustancia, soy espacio en el canto,
soy estrella, soy tigre, soy niño y soy diamante
que proclaman y exigen que me haga Dios con ellos.
¡Si fuera yo quien sufre! ¡Si fuera Blas de Otero!
¡Si sólo fuera un hombre pequeñito que muere
sabiendo lo que sabe, pesando lo que pesa!
Mas es el mundo entero quien se exalta en nosotros
y es una vieja historia lo que aquí desemboca.
Ser hombre no es ser hombre. Ser hombre es otra cosa.
Invoco a los amantes, los mártires, los locos
que salen de sí mismos buscándose más altos.
Invoco a los valientes, los héroes, los obreros,
los hombres trabajados que duramente aguantan
y día a día ganan su pan, mas piden vino.
Invoco a los dolidos. Invoco a los ardientes.
Invoco a los que asaltan, hiriéndose, gloriosos,
la justicia exclusiva y el orden calculado,
las rutinas mortales, el bienestar virtuoso,
la condición finita del hombre que en sí acaba,
la consecuencia estricta, los daños absolutos.
Invoco a los que sufren rompiéndose y amando.
Tú también, Blas de Otero, chocas con las fronteras,
con la crueldad del tiempo, con límites absurdos,
con tu ciudad, tus días y un caer gota a gota,
con ese mal tremendo que no te explica nadie.
Irónicos zumbidos de aviones que pasan
y muertos boca arriba que no, no perdonamos.
A veces me parece que no comprendo nada,
ni este asfalto que piso, ni ese anuncio que miro.
Lo real me resulta increíble y remoto.
Hablo aquí y estoy lejos. Soy yo, pero soy otro.
Sonámbulo transcurro sin memoria ni afecto,
desprendido y sin peso, por lúcido ya loco.
Detrás de cada cosa hay otra cosa que es la misma,
idéntica y distinta, real y a un tiempo extraña.
Detrás de cada hombre un espejo repite
los gestos consabidos, mas lejos ya, muy lejos.
Detrás de Blas de Otero, Blas de Otero me mira,
quizá me da la vuelta y viene por mi espalda.
Hace aún pocos días caminábamos juntos
en el frío, en el miedo, en la noche de enero
rasa con sus estrellas declaradas lucientes,
y era raro sentirnos diferentes, andando.
Si tu codo rozaba por azar mi costado,
un temblor me decía: «Ese es otro, un misterio.»
Hablábamos distantes, inútiles, correctos,
distantes y vacíos porque Dios se ocultaba,
distintos en un tiempo y un lugar personales,
en las pisadas huecas, en un mirar furtivo,
en esto con que afirmo: «Yo, tú, él, hoy, mañana»,
en esto que separa y es dolor sin remedio.
Tuvimos aún que andar, cruzar calles vacías,
desfilar ante casas quizá nunca habitadas,
saber que una escalera por sí misma no acaba,
traspasar una puerta -lo que es siempre asombroso-,
saludar a otro amigo también raro y humano,
esperar que dijeras -era un milagro-: Dios al fin escuchaba.
Todo el dolor del mundo le atraía a nosotros.
Las iras eran santas; el amor, atrevido;
los árboles, los rayos, la materia, las olas,
salían en el hombre de un penar sin conciencia,
de un seguir por milenios, sin historia, perdidos.
Como quien dice «sí», dije Dios sin pensarlo.
Y vi que era posible vivir, seguir cantando.
Y vi que el mismo abismo de miseria medía
como una boca hambrienta, qué grande es la esperanza.
Con los cuatro elementos, más y menos que hombre,
sentí que era posible salvar el mundo entero,
salvarme en él, salvarlo, ser divino hasta en cuerpo.
Por eso, amigo mío, te recuerdo, llorando;
te recuerdo, riendo; te recuerdo, borracho;
pensando que soy bueno, mordiéndome las uñas,
con este yo enconado que no quiero que exista,
con eso que en ti canta, con eso en que me extingo
y digo derramado: amigo Blas de Otero.
JDK Nov 2013
That and these and this and those
And in Spanish it's asombroso
And I just want you to text me first
So that I may practice my drunken verse

I wish it didn't have to be this way
I wish you could understand the things I say
But I've a history of being misunderstood
I'd teach you if I could
But I'm not sure if I should

I just want you to know how I feel
Honestly it's the only way to make it seem real
I've often told people my problem is that I'm emotionally detached
I'm hoping you can help me to take my feelings back

But where have they been?
I guess I don't know
Scattered through so many parts of the globe
Sometimes I feel I've exhausted them all
Way back with my mother when I was still small

Do I bother you?
I can clearly see why
I often delete your number until you reply

There was this one time
With this one guy
Who I once told that he was my best friend in life
He smoked DMT earlier in the night
Of which I refrained because I'd already seen the light

He proceeded to get to drunk
And he's got quite the temper
Then placed his hands around my neck and said something I'll always remember:
"Stop telling me how to think!"
It deeply affected me
And I accepted my fate of being strangled at a party
But then he let up
And I swear I felt let down
And struggled for weeks with the many revelations that I'd found

Am I a monster?
Am I obscene?
I always thought I was nice
But now I know that I'm mean
I can't bear the weight of how it all seems
Can't deal with these feelings
Don't know what they mean
And the worst part is
When he was choking me
I didn't panic
And I didn't scream
Because it was the way I've seen it ending so many times in my dreams
And when he couldn't go through with it,
I swear
I was angry
SonLy Apr 2018
Fueron más de tres horas durante las cuales me perdí
No pude diferenciar lo real de lo que en sueños percibí
A veces te veía a ti de nuevo, con esa sonrisa
La cual apenas recuerdo pero que me daba tanta alegría
Otras veces abría los ojos y veía allí, en lo alto
Una lámpara apagada en medio de un fondo blanco
Los colores de esta habitación son cambiantes durante el día
Se decoran gracias a las sombras por la escasa luz que se filtra
Esta ventana, con su persiana semicerrada, es mi escape
Noches de tormenta, lluvia y relámpagos, vaya paisaje
Cuán insignificantes son estos problemas ante el mundo
Somos protagonistas de misterios tan complejos como el futuro

Al estar despierto ahora, me cuesta creer que pude perdonarte
Incluso me sentía muy feliz de volver a encontrarte
Sin embargo esta vez tus ojos ni una expresión mía verían
Ahora eres un extraña que conozco más que tu familia
Las cosas han cambiado desde ese último Adiós
Día en el que tu ausencia se llevo toda la atención
En ese momento terminé de conocer todas tus facetas
Me había vuelto un símbolo de culpa aunque no lo dijeras
¿Pero por qué hablo de todo esto si comencé por lo opuesto?
Justamente, ahora que te pienso, esto es lo que recuerdo
No puedo imaginar, ni encontrar en mi cabeza el motivo
De ese perdón que no siento, el que te trae otra vez conmigo

Sé que durante todo ese confuso tiempo lo entendí
Nos veía sentados en el pórtico de tu casa el primero de abril
Éramos distintos, tú te esforzabas en todo momento por redimirte
Yo, en mi frialdad, porque mis palabras no llegaran a herirte
Hubo felicidad, sé que algo así alguna vez existió
Pero mi consciente tus recuerdos borró
Ahora son sólo fantasías de dos jóvenes que creo haber leído
O tal vez en alguno de mis viajes pude haber escrito
No hay detalles, no hay voces tuyas, no hay paisajes en los que creo
Que con un abrazo no habían límites en aquél eterno invierno
Ya no veo el brillo de tus ojos, ni siento la calidez de tu corazón
Terminaron como imágenes que se han perdido en mi interior

Trato de recordar apenas despierto, pero es eso
Creo que es parte de una alucinación en sueños
Me tiene bloqueado si quiero dibujar en mis pensamientos
Todo lo sucedido, mientras más lo intento más me alejo
Volverá a suceder y lo único que quedará después
Será la confusión y posterior reflexión de no cometer
Los errores que me llevaron a arriesgar las amistades
Que puse en juego por defender las falsas bondades
De alguien que no valía la pena tanto sacrificio
Tanto tiempo entregado y parte de la vida de uno mismo
Somos seres destinados a crecer, aún más después de perder
Para superarnos, evolucionar y entonces volver a creer

Es gracioso como a veces me hace feliz y otras me asusta
Que la pérdida de estos recuerdos no me parezca absurda
Es un gran lapso en blanco que revive en sucesos registrados
En las historias de alguien que vendió su memoria por unos tragos
De alguien que creyó en las mentiras del amor y la belleza
Consumiéndose en la miseria de un corazón roto y en pena
Ahora sus palabras se perdieron en los objetos de un desconocido
Un coleccionista de sueños y tragedias plasmados en libros
Es asombroso como me inspiran situaciones de las cuales
Estoy más que convencido de que no fueron reales
Te sorprendería leer que todo ese tiempo que compartimos
Se ha ido de mis sentidos, así como si no lo hubiera vivido
Ese tiempo ahora es un gran misterio cuyas pistas encuentro
Algunas noches, y cuando estoy a punto de resolverlo
Es ahí cuando mi voluntad de continuar en la vida
Derrota cualquier otro sentimiento y me despierta a un nuevo día

— The End —