Qué otro final ha de esperarse Cuando a andar se decide Que no sea el suave extravío De todo aquello considerado propio De todo aquello por lo cual cruzamos De todo lo sido en ocasión alguna
Un viento nómada surge como una lengua Suyo es el mundo por quien se hace presente
Nos es dada la palabra para cobijar de nombre a lo imposible Nos es dada la voz para imantar de presencia al silencio Nos es dado el pensamiento para sabernos derrotados por lo divino Largo es el aliento de quien anda Puro su extravío Nítida su reconciliación
Que cada una de estas pisadas Sea guiada por una luz Igual a la que hace a la tierra Reverdecer desde sus vetas: Por haber raíz es que hay camino ¡No hay cielo que no sea tránsito!
Qué otra tierra ha de esperarse Sino la virgen e inacabable Tierra entera del exilio
Qué otra visión ha de brotarnos Sino la de quien viaja Atento por su propia soltura
Qué otra intuición ha de movernos Sino la de quien libra A sus vislumbres de certeza
(Pobreza careciendo de miseria)
Que no nos deje marcas la distancia Ni se acepten las sendas de atajo No habrá territorio que retenga Ni signo que nos lleve a guarecer
Resistencia: Que sea por esta sed de errancia Por quien ha de ganársele Metros a la casa.