Le susurrare a su cuello lo que no le puedo decir a usted
Llamaré su atención con la vaga excusa de querer perderme en sus ojos otra vez
Me convertiré en la epítome de su felicidad
Apretare sus curvas al compás, sin maldad
Seré todo lo que usted quiera que yo sea
Sera suya, seré de nadie
En sus manos encontraré el trabajo
En mis manos encontrará el centro de mando
Dormiré pensando en usted y en todo lo que no puedo hacer
Dormirá pensando en el y todo lo que no pudieron hacer
Pienso seguir soñando con su esencia hasta que me convierta en monigote
Monigote de sus caricias
De su mujeril delicia