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Todos venimos de un mismo lugar,pero no todos vamos al mismo lugar
es como si nuestros corazones estubieran enredados y si quisieras seguirlo llegarias a una estrella...esa estrella es lo que nos da vida y amor....pero todos estamos corriendo sin pensar y sin ver lo que esta enfrente de nosotros...no nos importa la gente que lastimamos...no nos importa nada...solo queremos tener lo que nos hace "feliz"....veo la gente pasar y nadie esta verdaderamente feliz...no saben lo que es la felicidad verdadera...piensan que teniendo la mejor carrera y mas dinero es felicidad...pero, se pierden de lo mejor...si tan solo se pararan y vieran lo malo que estan haciendo tal vez el mundo seria un lugar mejor...tal vez seria un lugar en la que todavia quiero vivir...pero viendo como es la gente...ya no quiero saber nada...me quiero dormir...dormir y no despertar...quiero seguir ese hilo y llegar a la estrella...porque esa estrella es la que me da fuerza para seguir...solo esa estrella nos deja vivir...porque no dejamos de ver solo para nosotros y parar y ayudar a la gente?!...porque no ponemos un alto a las cosas que no tienen significado?....como guerras, hambre, pobreza....pero me da tanta tristeza saber que eso nunca pasara...nadie quiere salir de su burbuja, de su mundo magico donde todo esta bien...donde todos estan como el...donde el mundo real es solo una ilusion...dios ayudame...ya no aguanto estar en este mundo....lleno de tristeza y gente de mundos de burbuja...
Mi carne aveces freída
sintiendo que estoy en la mira
de aquel que desata su ira
y el tiempo pierde medida.

Seguro se me cae la vida
cada vez que un ángel me mira
cada vez que toca su lira
mi alma luego lo olvida.

Siento que nada me importa
por que debería seguirlo
si el demonio igual lo exhorta.

Yo debo impedirlo
si el diablo roba la Bistorta
y así poder reducirlo.
Este es un ejercicio, pero queria compartirlo y ver que opinan.
Aquel que esperaba
sin saber su cara,
pasó hoy a mi lado
y llevóse mi alma.

La trova que en ese
momento cantaba,
se quebró en mis labios
y tornéme pálida.

Alguien me lo dijo
sin voz ni palabra:
-¡Levanta los ojos,
que pasa el que aguardas!

Me puse a seguirlo
como una sonámbula,
con las manos trémulas
y la cara pálida.

Mas él, sin mirarme,
se adentró a su casa,
sin saber que a rastras
se llevaba un alma.

Me volví tan triste
que lloré hasta el alba,
¡le daría la vida
y él no sabe nada!

— The End —