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Yorlan Jan 24
Puedo encontrar tu voz
en muchas otras bocas.
Encontrar tu piel,
y besarla.
Encontrar tus ojos.
Admirarlos por un momento.
Pero no basta.

Puedo encontrar esa silueta,
dibujada y esculpida
a tu auténtica figura.
El peso de tu mirada.
Tu olor a repollo,
una sonrisa cautivadora
que provoque tentaciones
más allá de lo permisible.
Pero no basta.

Puedo encontrar tus palabras,
tus frases, ademanes,
el sudor de tus manos,
besos cortos y sedosos,
el abrazo que no consumimos.
Pero no basta.

Incluso, puedo tenerte
otra vez a mi lado,
y entre mis brazos.
Pero no basta,
si no encuentro tu amor.
Miu Jan 24
Mi rayo de Sol

Cabellos de oro

El mar en tus ojos

La arena en tu piel

Corazón de azúcar

Alma de miel

Toma mis esperanzas,

no me dolera si las destrozas,

porque tocar el cielo no puede doler.
Mi cabellos de oro
Miu Jan 24
Pídeme consuelo en rosas

besos de azúcar

el cielo de un flechazo

y la eternidad en tus brazos.
Solo pidemelo
Yorlan Jan 24
Es de madrugada.
Me pesan los ojos,
mas mi mente no descansa.

Buscando sosiego
escribo estas líneas.

La monotonía del insomnio
se está convirtiendo
en mi mayor pelea.

Los pensamientos
se vuelven un eco incesante
que me recluye del sueño.

Noches eternas,
días vulgares,
estrecha sociedad,
perfil bajo.
A eso se reduce mi vida.
Yorlan Jan 21
¿Será el Karma
quien juega conmigo,
o la estupidez humana
mostrando su esplendor?.

Ya no lo sé.
La respuesta da igual
si el sentimiento es el mismo.
Yorlan Jan 21
La vida me castiga.
Repudio mis sentimientos.

Repudio a Cupido
y a las estúpidas historias de amor
que otras tantas veces amé.

Repudio el desasosiego
que mi pecho sufre,
como una tormenta incesante.

A las mentiras
y los mentirosos.

Y me repudio a mí,
por ser un pésimo alumno
en la escuela de la vida.
Yorlan Jan 21
Como duele el pecho
cuando se sufre.

Ya no son mariposas
lo que guarda en su interior.
Siento hormigas talandrándome
hasta lo más profundo.
Como miles de cuchillas
cortando a la vez.

A veces quisiera
poder abrir mi pecho,
como si fuera una maleta.
Sacar mi corazón y esconderlo.
O para preguntarle
cómo puede ser tan estúpido,
por qué vuelve a lanzarse
al mismo vacío,
una y otra vez.
Yorlan Jan 20
Tu cuerpo me habla,
y dice cosas muy bonitas.
Me implora que sea su dueño,
que lo sacuda, lo estremezca,
que lo muerda y lo bese.

Tu cuerpo me habla,
sobre tentaciones que nos llaman
a los placeres compartidos.
Me pide la brutalidad de la ternura
y la ternura de la violencia.
Quiere que lo azote con afecto,
que lo acaricie con rigor.

Tu cuerpo me llama y me invita,
a aquel instinto humano
de dibujarte con la boca;
a la supremacía de las caricias,
a la tortura de la lengua
que embelesa a los sentidos.

Tu cuerpo me habla,
y yo le escucho con mis manos,
respondiendo a cada orden
sediento por sus encantos.
Yorlan Jan 20
Caigo en mi propio juego.
Intento ser versátil.
Mi mente me juega en contra.

Lamentos llueven,
falsas ilusiones desfilan,
como primero de mayo
que nunca acaba.

Y cuando por fin parece
que logro escaparme
de tus encantos tentadores,
vuelves a besarme en la mejilla,
y a seducirme con tu sonrisa.
Yorlan Jan 20
Como duele que seas ajena.
Ajena de mis brazos
y mi cariño.

Saber que entregas tu boca,
como si fuera  el manantial
del cual todos pueden beber
su agua cristalina.

Me amargan
estos celos que no deberían
ser míos.

Sé que no somos nada,
porque eres
ajena a mí.

Ajena de esos besos
que podrían cubrir
tu cuerpo.

Ajena porque no sabes
la vida que podría
prometerte,
los desvelos libidinosos
para que nuestro placer conmute.

Pero prefieres vivir
libre como el aire
que te despeina,
probar todos los sabores
que la vida te sirva.

Por eso
malgido el haberte conocido
aquel diciembre inolvidable.

Porque ahora
mi mente solo sabe
de tí. De tus olores,
de tus labios de algodón
y tu piel café.

De tus gustos,
de esa risa que me atonta,
sabiendo que tú
eres ajena.
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