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A shadow we become in the midst of promise and peril.
A tingling voice fed by the imaginary monster of hope of prosperity.

They sell us a dream from which constant rude and lethargic awakenings auction us to the highest bidder.

We are political bargaining chips, fillers, collateral, surplussed aims and aspirations.

We are worth our blood but never true citizenship, but what does citizenship mean when our siblings are murdered with no consequence?

Quick some of us are to fantasize about trading fences and walls for humanity.
Ignoring that the very potion that will hold those borders together is our flesh, and the dreams of our children.

I always hoped for more out of this narrative, some sort of comedic relief or an alternative ending. But I’m just sitting here in this never ending opera with horrible singing and beer.

II.

Aquí, behind this rock I call my safe voice I stay rooting for you, I just don’t have it in me, the more crumbs we get, the closer we are to the cake, but if you get the bakery, I promise you I’ll be your cashier, plus I love cheesecake.

Waiting games... I don’t recall the last time you looked at me. Can you stamp me please?
Something within me still longs to be free and I don’t know what to do.

Fear of repatriation, when there’s really no country for you, you nationless, culturally ambiguous neoliberal residue.

One day they will ask me to speak, I will walk slowly towards the podium as people await to hear what I have to say, they imagine I’ll sing an anthology of resilience, but instead I’ll just say “ya pa’ que!”.
Sus manos tejian poesia, como torteaba, como cosia, como ella hacia para que el chile se convirtiera en su sinfonia, como ella asaba chiles serranos, como sus manos tejian poesia...
Literacy
“Please don’t tell anyone
My husband beats me…
I am undocumented, I don’t speak English…
And my child, el pobrecito thinks he’s the only one who can defend me
He thinks he’s the man of the house…”

His eyes get lost on the spotless white wall,
Thinking if his dad got home…
Yelling in that cursed language his mom can’t understand,
Language becomes a violent beast coming out of his dad’s mouth.

A monster that smells like alcohol and burnt tires,
Feels like broken glass, blood… and fear,
And he ain’t there to stop it.

What if his mom is calling him for help… in Spanish?
And he’s there instead,
Encased amongst all this English and them four pristine white walls,
“What are these letters good for if they won’t save my mom…” he thinks.

A teacher tells him
That he should learn how to read in English…
He then could teach his mom,
And one day she could defend herself from the beast.

He devours below-his-grade-level books.
Each letter: a weapon.
Each word: a shield.

And he begins to believe that through knowledge he could save her.
Every time he writes a word
He imagines himself as a victorious warrior,

The beast is tamed,
And his mom will one day be safe.

Yesterday he smuggled words inside his old torn backpack,
Stole a fruit cup and the entire alphabet, took them home.
“Here ama, this is for you!
One day you’ll talk so much English you’ll be free.”
Anoche te encontré
Flor de selva encabronada
Lengua libre y encontrada
Antiguo amor

Antenoche te encontré
Piedra de montaña verde
Amuleto de mi suerte
Antiguo amor

Ayer te vi
De reojo entre mis brazos
Escuchando la poesía de tus abrazos
En tu regazo amanecí
Antiguo amor

Amor dulce
Lento, perezoso, poseído,
Amor de viejos
Amor que triunfo después de ser vencido
Amor de esos que no mueren y se quedan ahí
Como humedad en la pared
Antiguo amor

Amor suave,
Te de arándanos y hierbas dulces
Mirada onda y media pérdida entre sus luces
Dulce poesía color azul
En todo su esplendor
Antiguo amor
Y vendrán tus monstruos a buscarte,
Escondidos en la solapa del pasado,
Recordando aquellos tiempos escaseados,
Donde existías sin necesidad de responsabilizarte,

Y vendrán tus monstruos a buscarte,
Todos ecos de tus gritos y tus golpes,
Alhajados con mil manillas de cobre,
Donde hay llaves que abren lo menos deseado,

Y vendrán todos tus monstruos a buscarte,
Desde el más pequeño y recóndito rincón,
¿Te recuerdas cuando te decías campeón?
Ahora vives haciéndole ofrendas al amor
Esperando que te vuelvan lo invencible

Y vendrán tus monstruos a enamorarte,
Pegándote los labios al oído,
Repitiendo cada prosa ya olvidada,
Con la que te hacías decir que eras un dios:
Los demás no valían nada.

Y vendrán tus monstruos a devorarte,
Como punto final de breve historia,
Llegaran mofándose de tu gloria,
Y no tendrás más que callar
Y volverte una memoria.
Y entre las piernas destruidas del imperio azul
Navegamos negadas gaviotas del sur buscando el sustento
Aros de plástico nos traban los picos
Y vemos miles de posibilidades más solo nos queda volar, imaginar y morir de hambre
Cuántas gaviotas cansadas no venderían sus alas por un bocado
Por hallar un puerto en medio del acantilado
Por caer al vacío en medio de un cielo oscuro y estrellado
Gaviotas pendejas
Acostumbradas a los vuelos tan normales
No sabiendo que ellas son tan desiguales
Y que a su imperio no le hacen falta más que para morir de hambre
Gaviotas acomplejadas
Que se limpian el plumaje
Y se quedan viendo las olas
En medio de las corrientes atravesadas
En sueños yo te salvo sin querer,
Y vuelvo hasta el antaño en un segundo,
Pensando en lo vano, en lo profundo,
En lo sincero y en lo vagabundo;
Y cuando tú apareces, mediodía,
Con el sol paralelo a tu sonrisa,
Desarmas las estrategias y guías
Y ganas la batalla por un día.
De noche yo te abrazo de costumbre,
Buscando el calorcito de tus brazos,
Escondiéndome como un niño en tu regazo,
Huyendo realidades con engaños.
Y a veces tú me miras "diadeberas",
Te das cuenta que existo y me liberas,
De lo mortificante que es quererte,
Sin a veces saber que puedes verme.
Quizás yo por mi letra y mis consejos,
Debería de quitarme de complejos,
Buscando algún guiño en aquel espejo,
O una señal de vida en tus montañas.
Yo soy expedición de vez en cuando,
Y tú un dios que se esconde en el ocaso,
Me vuelvo eterno como el firmamento,
A ver si en tu creación te pertenezco.
No quiero ser tu vida o tu sustento,
Ni tú necesidad semi-quimera,
Quiero ser tentación y vicio eterno,
Ser algo como una suave condena.
Vivimos entre espuma y medianoche,
Entre miel que nos cubre los adentros,
Llenando poco a poco los silencios,
Yo me lleno de ti
Y tú
Me salvas luego.
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