Cae la noche.
Me abruman algunos recuerdos
de un pasado que no se va,
pero tampoco quiero de vuelta.
Quizás
no sea más que la costumbre,
adentrándose por mi piel
como topo en su madriguera.
Hoy toca dejarlo ir.
Soltar al viento
todo aquello que un día fue,
y no volverá.
Ahogar en mi verso el pasado.
Puede que de eso se trate la vida.
De soltar.
Renacer con cada golpe,
como ave Fénix de las cenizas.