Impregnada de tu olor me encuentro, en la posterioridad de tan excitante momento. Mi mente repite cada movimiento, el vaivén de caderas que majestaron nuestros cuerpos. Subiendo a tu boca lento, hasta que se mezclan nuestros alientos. Te deseo y siempre te pienso, eres una obra de arte que aún no se ha descubierto. ¿Quién me quita estos pensamientos? Al tenerte frente a mí, son los más perversos. Te he querido hace tiempo, pero anhelo de ese suceso uno perfecto. La postura ante ti mantengo, mas tu presencia provoca que eso sea un sufrimiento, al reflexionar sobre las causas del porqué dentro de mí no te tengo. Está oscureciendo y mis manos están enloqueciendo, cada parte de ti quieren ir conociendo, Existe una promesa y la tenemos que seguir manteniendo. Nuestra historia se está escribiendo y al pasar los años se verá el fruto de nuestro largo detenimiento. Habrá valido la pena tanto aplazamiento, nuevos libros serán creados relatando cada acontecimiento, mostrando la pasión que guardamos dentro.