Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Nat G Asúnsolo Jul 2013
Deberías de estar aquí a mi lado, bailando al mismo ritmo de la música; moviendo tu cuerpo de la misma manera que el mío, con nuestros brazos en el aire y nuestras manos entrelazadas.
Deberías de distinguirte, vestimenta llamativa y con estilo especial, tez clara cubriendo tu delgado pero al mismo tiempo ejercitado cuerpo, tu cabello  quebrado color ***** que lleba una cachucha plana decorándolo por encima; tus ojos azules con tus largas y pobladas pestañas cruzándose con los mios y tus labios, naturalmente rojos, esperando tocar mis labios.
¿Porqué no te encuentro? Si ambos procurámos estar en la parte delantera en cada comcierto, aquí estoy y no te veo.
¿Porqué no encuentro tu encantadora sonrisa que adorna tu forma peculiar de reír? Si estuvieras a mi lado la vería más seguido.
Debería de localizarte al momento de ver al hombre que está más emocionado y metído en la música del rave.
Las luces neon no iluminan mucho tu rostro, pero sí lo suficiente para darte un beso. Quizá así no te encuentre.
¿Dónde estás? ¡No te veo! ¡No te encuentro! Y es que aún no te conozco.
Tomame, de verdad
Dame tu mala semilla, dame toda tu malicia
Rasguños en la espalda, manos entrelazadas
Un solo aliento
Te he dicho que tu interior
tiene las paredes podridas?
aberrantes manchas
en los muros de tu utero
templo del sadismo
hostal del *******
cadenas que cuelgan
entra y
sale
como el empalamiento
y una cascada de sangre, yace de tu boca
una abrazadora euforia, grito de placer.
arbol envenenado.
oceano de personas sufriendo
estoy exhausto
ya solo me queda
exhalar este olvido
y fumar otro cigarro.
No es el amor quien muere
somos nosotros mismos.

Inocencia prístina
abolida en deseo
olvido de sí mismo en otro olvido
ramas entrelazadas
¿por qué vivir si desaparecéis un día?

Fantasmas de la pena
a lo lejos los otros
los que ese amor perdieron
recorriendo las tumbas
como un recuerdo en sueños
otro vacío estrechan.

Por allá van y gimen
muertos en pié vidas tras de la piedra
golpeando impotencia
arañando la sombra
con inútil ternura.

No no es el amor quien muere.
Habitas un bosque de vidrio. El mar de labios delgados, el mar de las cinco de la mañana centellea a las puertas de tu dormir. Cuando
lo rozan tus ojos, su lomo metálico brilla como un cementerio de corazas. El mar amontona a tus pies espadas, azagayas, picas,
ballestas, dagas. Hay rnoluscos resplandecientes, hay plantaciones de joyas vivas en tus alrededores. Hay una pecera de ojos en tu alcoba.
Duermes en una cama hecha de un solo fulgor. Hay miradas entrelazadas en tus dominios, hay una sola mirada fija en tus umbrales. En cada uno
de los caminos que conducen hacia ti hay una pregunta sin revés, un hacha, una indicación ambigua en su inocencia, una copa que
contiene fuego, otra pregunta que es un solo tajo, muchas viscosidades lujosas, una espesura de alusiones entretejidas y falaces. En tu alcoba
de telarañas dictas edictos de sal. Te sirves de las claridades, manejas bien las armas frías. En otoño vuelves a los salones.
d-propano Sep 2019
la realidad y sus defectos nos abruman pero debajo del algodón nuestras piernas entrelazadas y tus manos recorriendo mi cintura son todo en lo que puedo pensar.

incluso si nuestros corazones laten a 300 kilometros de distancia, tu voz en la oscuridad crea ese aura de tranquilidad y es un hechizo imposible de quebrar.

es la magia de tu amor, nuestra burbuja de paz.
es saber que en ese momento nada puede hacernos mal.
Iremos por los campos, de la mano,
A través de los bosques y los trigos,
Entre rebaños cándidos y amigos,
Sobre la verde placidez del llano.

Para comer, el fruto dulce y sano
De las rústicas vides y los higos
Que coronan las tunas. Como amigos
Partiremos el pan, la leche, el grano.

Y en las mágicas noches estrelladas,
Bajo la calma azul, entrelazadas
Las manos, y los labios temblorosos,

Renovaremos nuestro muerto idilio,
Y será como un verso de Virgilio
Vivido ante los astros luminosos.

— The End —