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Victor D López Feb 2019
Heroes Desconocidos: Parte V: Felipe 1931 - 2016  
© 2016, 2019 Victor D. López

Naciste cinco años antes del comienzo de la Guerra Civil Española que vería a tu padre exiliado.
El lenguaje llegó más tarde a ti que a tu hermano pequeño Manuel, y tartamudeaste por un
Tiempo, a diferencia de aquellos que hablan incesantemente sin nada que decir. Tu madre
Confundió la timidez con la falta de lucidez un trágico error que te marcó por vida.

Cuando tu hermano Manuel murió a los tres años de la meningitis, oíste a tu madre exclamar:
"Dios me llevó el listo y me dejó el tonto." Tenías apenas cinco años. Nunca olvidaste esas
Palabras. ¿Como podrías hacerlo? Sin embargo, amaste a tu madre con todo tu corazón.
Pero también te retiraste más en ti mismo, la soledad tu compañera y mejor amiga.

De hecho, eras un niño excepcional. La tartamudez se alejó después de los cinco años para no
Volver jamás, y cuando estaba en la escuela secundaria, tu maestra llamó a tu madre para una
Rara conferencia y le dijo que la tuya era una mente dotada, y que deberías ingresar a la
Universidad para estudiar ciencia, matemáticas o ingeniería.

Ella escribió a tu padre exiliado en Argentina para decirle la buena noticia, que tus profesores
Creían que fácilmente ganarías la entrada a la (entonces y ahora) altamente selectiva universidad Pública donde los asientos eran pocos, y muy difíciles de alcanzar basado en exámenes Competitivos ¿La respuesta de tu padre? Comprale un par de bueyes para arar las tierras.

Esa respuesta de un hombre muy respetado, un pez grande en un pequeño estanque en su nativo Olearos en ese tiempo está más allá de la comprensión. Había optado por preservar su interés
Propio en que continuaras su negocio familiar y trabajara sus tierras en su ausencia. Esa cicatriz También fue añadida a aquellas que nunca sanarían en tu enorme y poro corazón.

Sin la ayuda para los gastos de vida universitarios (todo lo que habrías requerido), quedaste
Decepcionado y dolido, pero no enfadado; Simplemente encontrarías otra opción. Tomaste los Exámenes competitivos para las dos escuelas de entrenamiento militar que proporcionarían una Educación vocacional excelente y un pequeño sueldo a cambio del servicio militar.

De los cientos de aspirantes a los pocos puestos premiados en cada una de las dos instituciones,
Marcaste primero para el más competitiva de las dos (El Parque) y decimotercero para la Segundo, La Fábrica de Armas. Escogiste la inferior para dejarle el puesto a un compañero de
Clase que había quedado eliminado por pocos puntos. Ese eras tú, siempre y para siempre.

En la escuela militar, finalmente estuviste en tu elemento. Te convertiría en una mecánico /
Maquinista de clase mundial, una profesión que te brindaría trabajo bien pagado en cualquier
Parte de la tierra de por vida. Fuiste verdaderamente un genio mecánico quien años más tarde
Añadiría electrónica, mecánica de automóviles y soldadura especializada a tus capacidades.

Dado un taller de máquinas bien montado, podrías con ingeniería inversa duplicar cada maquina
Y montar uno idéntico sin referencia a planes ni instrucciones. Te convertiste en un mecánico
Maestro dotado, y trabajaste en posiciones de línea y de supervisión en un puñado de empresas
En Argentina y en los Estados Unidos, incluyendo a Westinghouse, Warner-Lambert y Pepsi Co.

Te encantó aprender, especialmente en tus campos (electrónica, mecánica, soldadura), buscando
La perfección en todo lo que hiciste. Cada tarea difícil en el trabajo se te dio a ti toda tu vida.
No dormías por la noche cuando un problema necesitaba solución. Hacías cálculos,
Dibujos, planes y trabajabas incluso literalmente en tus sueños con pasión singular.

Estabas en tu elemento enfrentando los rigores académicos y físicos de la escuela militar,
Pero la vida era difícil para ti en la época de Franco cuando algunos instructores
Te llamaban "Roxo" - "rojo" en gallego - que se refería a la política de tu padre en
Apoyo a la República fallida. Finalmente, el abuso fue demasiado para soportar.


Una vez mientras estabas de pie en la atención en un pasillo con los otros cadetes esperando
Dar lista, fuiste repetidamente empujado en la espalda subrepticiamente. Moverte provocaría
Deméritos, y deméritos podrían causar la pérdida de puntos en tu grado final y arresto por
Los fines de semana sucesivos. Lo aguantaste un rato hasta perder la paciencia.

Volteaste hacia el cadete detrás tuyo y en un movimiento fluido lo cogiste por la chaqueta y con
Una mano lo colgaste en un gancho por encima de una ventana donde estaban Parados. Se
Arremolinó, hasta que fue rescatado por dos instructores militares furiosos.
Tuviste detención de Fin de semana durante meses, y una reducción del 10% en el grado final.

Un destino similar le ocurrió un compañero de trabajo unos años más tarde en Buenos Aires que
Te llamó hijo de puta. Lo levantaste en una mano por la garganta y lo mantuviste allí hasta que
Tus compañeros de trabajo intervinieron, rescatándolo al por la fuerza. La lección fue aprendida
Por todos en términos inconfundibles: Dejar a la mamá de Felipe en paz.

Eras increíblemente fuerte, especialmente en tu juventud, sin duda en parte debido a un trabajo
Agrícola riguroso, tu entrenamiento militar y participación en deportes competitivos. A los quince
Años, una vez te doblaste para recoger algo en vista de un carnero, presentando al animal un
Objetivo irresistible. Te cabeceo encima de un pajar. También aprendió rápidamente su lección.

Te sacudiste el polvo, y corriste hacia el pobre carnero, agarrándolo por los cuernos, girándolo
Alrededor varias vueltas, y lanzándolo encima del mismo pajar. El animal no resultó herido, pero Aprendió a mantener su distancia a partir de ese día. En general, fuiste muy lentos en enfadar
Ausente cabeceos, empujones repetidos o referencias irrespetuosas a tu madre.

Rara vez te vi enfadado; y era mamá, no tú, la disciplinaria, con zapatilla en la mano. Recibí
Muy pocas bofetadas tuyas. Mamá me golpeaba con una zapatilla a menudo cuando yo era
Pequeño, sobre todo porque podía ser un verdadero dolor de cabeza, queriendo Saber / intentar / Hacerlo todo, completamente ajeno al significado de la palabra "no" o de mis limitaciones.

Mamá a veces insistía en que me dieras una buena paliza. En una de esas ocasiones por una Transgresión olvidada cuando yo tenía nueve años, me llevaste a tu habitación, quitaste el
Cinturón, te sentaste a mi lado y te pegaste varias veces a tu propio brazo y mano susurrándome
"Llora", lo cual hice fácilmente. "No se lo digas a mamá." No lo hice. Sin duda lo sabía.

La perspectiva de servir en un ejército que te consideraba un traidor por la sangre se te hizo
Difícil de soportar, y en el tercer año de escuela, un año antes de la graduación, te fuiste a unirte
A tu padre exiliado en Argentina, a comenzar una nueva vida. Dejaste atrás a tu amada madre y a
Dos hermanas para comenzar de nuevo en una nueva tierra. Tu querido perro murió de pena.

Llegaste a Buenos Aires para ver a un padre que no recordabas a los 17 años. Eras demasiado
Joven para trabajar legalmente, pero parecías más viejo que tus años (un rasgo compartido).
Mentiste acerca de tu edad e inmediatamente encontraste trabajo como maquinista / mecánico de
Primer grado. Eso fue inaudito y te trajo algunos celos y quejas en el taller sindical.

El sindicato se quejó con el gerente general sobre tu sueldo y rango. Él respondió, "Daré el
Mismo rango y salario a cualquier persona en la compañía que pueda hacer lo que Felipe hace."
Sin duda, los celos y los gruñidos continuaron durante un tiempo. Pero no había compradores.
Y pronto ganaste el grupo, convirtiéndote en su mascota protegida como "hermano pequeño".

Tu padre partió hacia España dentro de un año de tu llegada cuando Franco emitió un perdón
General a todos los disidentes que no habían derramado sangre. Quería que volvieras a
Reanudar el negocio familiar asumido por tu madre en su ausencia con tu ayuda. Pero te negaste a Renunciar tu alto salario, el respeto y la independencia que se te negaban en su casa.

Tendrías escasamente 18 años, viviendo en una habitación que habías compartido con tu padre al
Lado de una escuela. Pero también habías encontrado una nueva querida familia en tu tío José,
Uno de los hermanos de tu padre, y su familia. su hija, Nieves con su esposo, Emilio, y
Sus hijos, Susana, Oscar (Rubén Gordé) y Osvaldo, se convirtieron en tu nueva familia nuclear.

Te casaste con mamá en 1955 y tuviste dos negocios fallidos en el rápido desvanecimiento en la
Argentina a finales de los años 1950 y comienzos de los años 1960. El primero fue un taller
Con una pequeña fortuna de contratos de gobierno no pagados. El segundo, una tienda de
Comestibles, también falló debido a la hiperinflación y el crédito extendió a clientes necesitados.

A lo largo de todo esto, seguiste ganando un salario excepcionalmente bueno. Pero a mediados
De los años 60, casi todo fue a pagar a los acreedores de la tienda de comestibles fallada.
Tuvimos años muy difíciles. Algún día escribiré sobre eso. Mamá trabajo de sirvienta, incluso
Para amigos ricos. Tu salías de casa a las 4:00 a.m. volviendo de noche para pagar las facturas.

El único lujo que tú y mamá retuvieron fue mi colegio católico. No había otra extravagancia. No
Pagar las facturas nunca fue una opción para ustedes. Nunca entró en sus mentes. No era una
Cuestión de ley u orgullo, sino una cuestión de honor. Pasamos por lo menos tres años muy
Dolorosos con tu y mamá trabajando muy duro, ganando bien pero éramos realmente pobres.

Tú y mamá se cuidaron mucho de esconder esto de mí y sufrieron grandes privaciones para
Aislarme lo mejor que pudieron de las consecuencias de una economía destrozada y su efecto a
Sus ahorros de vida y a nuestra cómoda vida. Llegamos a Estados Unidos a finales de los años 60 Después de esperar más de tres años por visas, a una nueva tierra de esperanza.

Tu hermana y cuñado, Marisa y Manuel, hicieron sus propios sacrificios para traernos aquí.
Traíamos unos $ 1, 000 del pago inicial por nuestra diminuta casa, y las joyas empeñadas de Mamá.
(La hiperinflación y los gastos comieron los pagos restantes). Otras posesiones preciadas
Fueron dejadas en un baúl hasta que pudieran reclamarlas. Nunca lo hicieron.

Incluso los billetes de avión fueron pagados por Marisa y Manuel. Insististe al llegar en términos
Escritos para el reembolso con intereses. Fuiste contratado en tu primera entrevista como un
Mecánico de primer grado a pesar de no hablar una palabra de inglés. Dos meses más tarde, la
Deuda fue saldada, mamá también trabajaba, y nos mudamos a nuestro primer apartamento.

Trabajaste largas horas, incluyendo sábados y horas extras diarias. La salud en declive te obligó
A retirarte a los 63 años y poco después, tú y mamá se mudaron de Queens al Condado de Orange. Compraron una casa a dos horas de nuestra residencia permanente en el Condado de Otsego, y, en la Próxima década, fueron felices, viajando con amigos y visitándonos a menudo.

Entonces las cosas empezaron a cambiar. Problemas cardíacos (dos marcapasos), cáncer de
Colon, Melanoma, enfermedad de hígado y renal causada por sus medicamentos, presión arterial
Alta, la gota, Cirugía de la vejiga biliar, diabetes.... Y aún seguiste hacia adelante, como el
Conejito “Energizer”, remendado, golpeado, magullado pero imparable e imperturbable.

Luego mamá comenzó a mostrar señas de pérdida de memoria junto con sus otros problemas de
Salud. Ella oculto bien sus propias dolencias, y nos dimos cuenta mucho más tarde que había un Problema grave. Hace dos años, su demencia empeoraba pero seguía funcionando hasta que
Complicaciones de cirugía de la vesícula biliar requirieron cuatro cirugías en tres meses.

Ella nunca se recuperó y tuvo que ser colocada en un asilo de ancianos con cuido intensivo.
Varios, de hecho, ya que Rechazó la comida y tú y yo nos negamos a simplemente dejarla ir, lo que Pudiera haber sido más noble. Pero "mientras hay vida, hay esperanza" como dicen los españoles.
No hay nada más allá del poder de Dios. Los milagros suceden.

Durante dos años tu viviste solo, rechazando ayuda externa, engendrando numerosos argumentos Acerca de tener a alguien unos días a la semana para ayudar a limpiar, cocinar, y hacer las tareas.
Tu no eras nada sino terco (otro rasgo compartido). El último argumento sobre el tema hace unas
Dos semanas terminó en tu llanto. No aceptarías ayuda externa hasta que mamá regresara a casa.

Sufriste un gran dolor debido a los discos abultados en la columna vertebral y caminabas con uno
De esos asientos ambulatorios con manillares que mamá y yo te elegimos hace años. Te
Sentabas cuando el dolor era demasiado, y luego seguías adelante con pocas quejas. Hace diez
Días, finalmente acordaste que necesitabas ir al hospital para drenar el líquido abdominal.
Tu hígado y riñones enfermos lo producían y se te hinchó el abdomen y las piernas hasta el punto
Que ponerte los zapatos o la ropa era muy difícil, como lo era la respiración. Me llamaste de una
Tienda local llorando que no podías encontrar pantalones que te cupieran. Hablamos, un rato y te
Calmé, como siempre, no permitiendo que te ahogaras en la lástima propia.

Fuiste a casa y encontraste unos pantalones nuevos extensibles que Alice y yo te habíamos
Comprado y quedaste feliz. Ya tenías dos cambios de ropa que aún te cabían para llevar al
Hospital. Listo, ya todo estaba bien. El procedimiento no era peligroso y lo había ya pasado
Varias veces.  Sería necesario un par de días en el hospital y te vería de nuevo el fin de semana.

No pude estar contigo el lunes 22 de febrero cuando tuviste que ir al hospital, como casi siempre
Lo había hecho, por el trabajo. Se suponía que debías ser admitido el viernes anterior, para yo Acompañarte, pero los médicos también tienen días libres y cambiaron la cita. No pude faltar al
Trabajo. Pero no estabas preocupado; Esto era sólo rutina. Estarías bien. Te vería en unos días.

Iríamos a ver a mamá el viernes, cuando estarías mucho más ligero y te sentirías mucho mejor.
Tal vez podríamos ir a comprate más ropa si la hinchazón no disminuía lo suficiente. Condujiste
Al médico y luego te transportaron por ambulancia al hospital. Yo estaba preocupado, pero no Demasiado. Me llamaste sobre las cinco de la tarde para decirme que estabas bien, descansando.

“No te preocupes. Estoy seguro aquí y bien cuidado." Hablamos un poco sobre lo usual, y te
Asegure que te vería el viernes o el sábado. Estabas cansado y querías dormir. Te pedí que me Llamaras si despertabas más tarde esa noche o te hablaría yo al día siguiente. Alrededor de
Las 10:00 p.m. recibí una llamada de tu celular y respondí de la manera habitual optimista.

“Hola, Papi.” En el otro lado había una enfermera que me decía que mi padre había caído.
Le aseguré que estaba equivocada, ya que mi padre estaba allí para drenar el líquido abdominal.
"No entiendes. Se cayó de su cama y se golpeó la cabeza en una mesita de noche o algo,
Y su corazón se ha detenido. Estamos trabajando en él durante 20 minutos y no se ve bien ".

"¿Puedes llegar aquí?" No pude. Había bebido dos o tres vasos de vino poco antes de la llamada
Con la cena. No pude conducir las tres horas a Middletown. Lloré. Oré. Quince minutos después
Recibí la llamada de que te habías ido. Perdido en el dolor, sin saber qué hacer, llamé a mi
Esposa. Poco después vino una llamada del forense. Se requirió una autopsia. No pudría verte.

Cuatro días después tu cuerpo fue finalmente entregado al director de funeraria que había
Seleccionado por su experiencia con el proceso de entierro en España. Te vi por última vez para Identificar tu cuerpo. Besé mis dedos y toqué tu frente mutilada. Ni siquiera podrías tener la
Dignidad de un ataúd abierto. Querías cremación. Tu cuerpo lo espera mientras escribo esto.

Estabas solo, incluso en la muerte. Solo. En el hospital, mientras desconocidos trabajaron en ti. En la Oficina del médico forense mientras esperabas la autopsia. En la mesa de la autopsia
Mientras pinchaban, empujaban, y cortaban tu cuerpo buscando indicios irrelevantes que no
Cambiarían nada ni beneficiarían a nadie, y menos que a nadie a ti.

Tendremos un servicio conmemorativo el próximo viernes con tus cenizas y una misa el sábado.
Nunca más te veré en esta vida. Alice y yo te llevaremos a casa, a tu pueblo natal, al
Cementerio de Olearos, La Coruña, España este verano. Allí esperarás el amor de tu vida.
Quién se unirá contigo en la plenitud del tiempo. Ella no comprendió mis lágrimas ni tu muerte.

Hay una bendición en la demencia. Ella pregunta por su madre, y dice que está preocupada
Porque no ha venido a visitarla en algún tiempo. “Ella viene”, me asegura siempre que la veo.
Tú la visitabas todos los días, excepto cuando la salud lo impedía. Pasaste este 10 de febrero aparte,
El aniversario 61 de bodas, demasiado enfermo para visitarla. Tampoco yo pude ir. Primera vez.

Espero que no te hayas dado cuenta de que estabais aparte el 10, pero dudo que sea el caso.
No te lo mencioné, esperando que lo hubieras olvidado, y tú tampoco. Eras mi conexión con Mamá.
No puede marcar o contestar un teléfono. Tu le ponías el teléfono celular al oído cuando
Yo no estaba en clase o en reuniones y podía hablar con ella. Ella siempre me reconoció.
Estoy a tres horas de ella. Los visitaba una o dos veces al mes. Ahora incluso esa línea de
Vida está cortada. Mamá está completamente sola, asustada, confundida, y no puedo en el corto
Plazo al menos hacer mucho sobre eso. No habías de morir primero. Fue mi mayor temor, y el
Tuyo, pero como con tantas cosas que no podemos cambiar, lo puse en el fondo de mi mente.

Me mantuvo en pie muchas noches, pero, como tú, todavía creía --y creo-- en milagros.
Yo te hablaba todas las noches, a menudo durante una hora o más, en el camino a casa del trabajo Tarde por la noche durante mi hora de viaje, o desde casa mientras cocinaba mi cena.
La mayoría del tiempo te dejaba hablar, tratando de darte apoyo y aliento.

Estabas solo, triste, atrapado en un ciclo sin fin de dolor emocional y físico. Últimamente eras Especialmente reticente a colgar el teléfono. Cuando mamá estaba en casa y todavía estaba
Relativamente bien, yo llamaba todos los días también, pero por lo general hablaba contigo sólo
Unos minutos y le dabas el teléfono a mamá, con quien conversaba por mucho más tiempo.

Durante meses tuviste dificultades para colgar el teléfono. Sabía que no querías volver al sofá,
Para ver un programa de televisión sin sentido, o para pagar más facturas. Me decías adiós, o
"Ya basta para hoy", y comenzar inmediatamente un nuevo hilo, repitiendo el ciclo, a veces cinco o seis Veces. Me dijiste una vez llorando recientemente, "Cuélgame o seguiré hablando".

Te quería, papá, con todo mi corazón. Discutimos, y yo a menudo te gritaba con frustración,
Sabiendo que nunca lo tomarías a pecho y que por lo general solo me ignorarías y harías lo que querías. Sabía lo desesperadamente que me necesitabas, y traté de ser tan paciente como pude.
Pero había días en los que estaba demasiado cansado, frustrado, y lleno de otros problemas.

Había días en los que me sentía frustrado cuando te quedabas en el teléfono durante una hora
Cuando necesitaba llamar a Alice, comer mi cena fría o incluso mirar un programa favorito.
Muy rara vez te corté una conversación por lo larga que fuese, pero si estuve frustrado a veces,
Incluso sabiendo bien cuánto me necesitabas y yo a ti, y cuán poco me pediste.

¿Cómo me gustaría oír tu voz de nuevo, incluso si fuera quejándote de las mismas cosas, o
Para contarme en detalle más minucioso algún aspecto sin importancia de tu día. Pensé que te haría
Tener al menos un poco más de tiempo. ¿Un año? ¿Dos? Sólo Dios sabía. Habría tiempo. Tenía
Mucho más que compartir contigo, mucho más de aprender cuando la vida se relajara un poco.

Tú me enseñaste a pescar (no tomó) y a cazar (que tomó aún menos) y mucho de lo que sé sobre
La mecánica y la electrónica. Trabajamos en nuestros coches juntos durante años--cambios de
Frenos, silenciadores, “tuneas” en los días en que los puntos, condensadores y luces de
Cronometraje tenían significado. Reconstruimos carburadores, ventanas eléctricas, y chapistería.

Éramos amigos, bunos amigos. Fuimos los domingos en coche a restaurantes favoritos o a
Comprar herramientas cuando yo era soltero y vivía en casa. Me enseñaste todo lo que necesito
Saber en la vida sobre todas las cosas que importan. El resto es papel sin sentido y vestidor.
Conocí tus pocas faltas y tus colosales virtudes y te conocí ser el mejor hombre de los dos.

Ni punto de comparación. Nunca podría hacer lo que hiciste. Nunca podría sobresalir en mis
Campos como lo hiciste en los tuyos. Eras hecho y derecho en todos los sentidos, visto desde
Todos los ángulos, a lo largo de tu vida. No te traté siempre así, pero te amé siempre
Profundamente, como lo sabe cualquiera que nos conoce. Te lo he dicho a menudo, sin vergüenza.

El mundo se ha enriquecido con tu viaje sobre él. No dejas atrás gran riqueza, ni obras que te Sobrevivan. Nunca tuviste tus quince minutos al sol. Pero importaste. Dios conoce tu virtud, tu
Integridad absoluta y la pureza de tu corazón. Nunca conoceré a un hombre mejor. Te amaré, te Extrañaré y te llevaré en mi corazón todos los días de mi vida. Que Dios te bendiga, papá.

  Si desean oír mi lectura de la versión original de este poema en inglés, pueden hacerlo aquí:
https://www.youtube.com/channel/UCRUiSZr1_rWDEObcWJELP7w
This is a translation from the English original I wrote immediately after my dad's passing in February of 2016.  Even in the hardest of times suffering from his own very serious medical conditions, my dad was full of love and easy laughter. I will never see his equal, or my mom's. Tears still blur my eyes as they do now just thinking of them with great love and an irreparable sense of loss.
El azul estaba inmovilizado entre el rojo y el *****.
El viento iba y venía por la página del llano,
encendía pequeñas fogatas, se revolcaba en la ceniza,
salía con la cara tiznada gritando por las esquinas,
el viento iba y venía abriendo y cerrando puertas y ventanas,
iba y venía por los crepusculares corredores del cráneo,
el viento con mala letra y las manos manchadas de tinta
escribía y borraba lo que había escrito sobre la pared del día.
El sol no era sino el presentimiento del color amarillo,
una insinuación de plumas, el grito futuro del gallo.
La nieve se había extraviado, el mar había perdido el habla,
era un rumor errante, unas vocales en busca de una palabra.

El azul estaba inmovilizado, nadie lo miraba, nadie lo oía:
el rojo era un ciego, el ***** un sordomudo.
El viento iba y venía preguntando ¿por dónde anda Joan Miró?
Estaba ahí desde el principio pero el viento no lo veía:
inmovilizado entre el azul y el rojo, el ***** y el amarillo,
Miró era una mirada transparente, una mirada de siete manos.
Siete manos en forma de orjeas para oír a los siete colores,
siete manos en forma de pies para subir los siete escalones del arco iris,
siete manos en forma de raíces para estar en todas partes y a la vez en Barcelona.

Miró era una mirada de siete manos.
Con la primera mano golpeaba el tambor de la luna,
con la segunda sembraba pájaros en el jardín del viento,
con la tercera agitaba el cubilete de las constelaciones,
con la cuarta escribía la leyenda de los siglos de los caracoles,
con la quinta plantaba islas en el pecho del verde,
con la sexta hacía una mujer mezclando noche y agua, música y electricidad,
con la séptima borraba todo lo que había hecho y comenzaba de nuevo.

El rojo abrió los ojos, el ***** dijo algo incomprensible y el azul se levantó.
Ninguno de los tres podía creer lo que veía:
¿eran ocho gavilanes o eran ocho paraguas?
Los ocho abrieron las alas, se echaron a volar y desaparecieron por un vidrio roto.

Miró empezó a quemar sus telas.
Ardían los leones y las arañas, las mujeres y las estrellas,
el cielo se pobló de triángulos, esferas, discos, hexaedros en llamas,
el fuego consumió enteramente a la granjera planetaria plantada en el centro del espacio,
del montón de cenizas brotaron mariposas, peces voladores, roncos fonógrafos,
pero entre los agujeros de los cuadros chamuscados
volvían el espacio azul y la raya de la golondrina, el follaje de nubes y el bastón florido:
era la primavera que insistía, insistía con ademanes verdes.
Ante tanta obstinación luminosa Miró se rascó la cabeza con su quinta mano,
murmurando para sí mismo: Trabajo como un jardinero.

¿Jardín de piedras o de barcas? ¿Jardín de poleas o de bailarinas?
El azul, el ***** y el rojo corrían por los prados,
las estrellas andaban desnudas pero las friolentas colinas se habían metido debajo de las sábanas,
había volcanes portátiles y fuegos de artificio a domicilio.
Las dos señoritas que guardan la entrada a la puerta de las percepciones, Geometría y Perspectiva,
se habían ido a tomar el fresco del brazo de Miró, cantando Une étoile caresse le sein d'une négresse.

El viento dio la vuelta a la página del llano, alzó la cara y dijo, ¿Pero dónde anda Joan Miró?
Estaba ahí desde el principio y el viento no lo veía:
Miró era una mirada transparente por donde entraban y salían atareados abecedarios.

No eran letras las que entraban y salían por los túneles del ojo:
eran cosas vivas que se juntaban y se dividían, se abrazaban y se mordían y se dispersaban,
corrían por toda la página en hileras animadas y multicolores, tenían cuernos y rabos,
unas estaban cubiertas de escamas, otras de plumas, otras andaban en cueros,
y las palabras que formaban eran palpables, audibles y comestibles  pero impronunciables:
no eran letras sino sensaciones, no eran sensaciones sino Transfiguraciones.

¿Y todo esto para qué? Para trazar una línea en la celda de un solitario,
para iluminar con un girasol la cabeza de luna del campesino,
para recibir a la noche que viene con personajes azules y pájaros de fiesta,
para saludar a la muerte con una salva de geranios,
para decirle buenos días al día que llega sin jamás preguntarle de dónde viene y adónde va,
para recordar que la cascada es una muchacha que baja las escaleras muerta de risa,
para ver al sol y a sus planetas meciéndose en el trapecio del horizontes,
para aprender a mirar y para que las cosas nos miren y entren y salgan por nuestras miradas,
abecedarios vivientes que echan raíces, suben, florecen, estallan, vuelan, se disipan, caen.

Las miradas son semillas, mirar es sembrar, Miró trabaja como un jardinero
y con sus siete manos traza incansable -círculo y rabo, ¡oh! y ¡ah!-
la gran exclamación con que todos los días comienza el mundo.
Desde temprano había menudeado las llamadas de
felicitación. Para el ex torturador (todavía no se
sentía cómodo con esa partícula: ex) ya no
había peligro. La tan cuestionada ley de amnistía ahora
tenía el aval del voto popular. A las felicitaciones él
había respondido con risas, con murmullos de aprobación,
con entusiasmo, sin escrúpulos. Sin embargo no se sentía
eufórico. Desayunó a solas, como siempre. A pesar de sus
cuarenta, se mantenía soltero. Estaba Eugenia, claro, pero en
una zona siempre provisional. Recogió los diarios que
habían deslizado bajo la puerta, pero se salteó
precisamente aquellas páginas, aparatosamente tituladas, que
analizaban la ahora confirmada amnistía. Sólo se detuvo
en Internacionales y en Deportes. Luego se dedicó a regar las
plantas y el césped del fondo. La recomendación oficial
decía que, hasta nuevo aviso, era imprescindible ahorrar agua
corriente y prohibía especialmente el riego de jardines. Pero
él gozaba de amnistía. Todo le estaba permitido. Si le
habían perdonado torturas, violaciones y muertes, no lo iban a
condenar por un gasto excesivo de agua. Democracia es democracia. El
agua salía con fuerza tal que algunos tallitos, los más
débiles, se inclinaban e incluso hubo uno que se quebró.
Lo apartó con el pie. Así estuvo dos horas. Regaba y
volvía a regar, dos o tres veces las mismas plantas, que ya no
agradecían la lluvia. Cuando sintió en los pies el
frío de las zapatillas húmedas, cerró por fin la
canilla, entró en la casa y se vistió informalmente para
ir al supermercado. Una vez allí, hizo un buen surtido de
bebidas y comestibles hasta llenar prácticamente el carrito y se
puso en la cola de la Caja. Un signo de igualdad y fraternidad,
pensó: aunque estaba amnistiado, de todos modos se resignaba a
hacer la cola. De pronto sintió que una mano fuerte le tomaba el
brazo y experimentó una corriente eléctrica. ¿Como
una picana? No. Simplemente una corriente eléctrica. Se dio
vuelta con rapidez y con cierta violencia y se encontró con un
vecino de rostro amable, un poco sorprendido por la reacción que
había provocado. Disculpe, dijo el señor, sólo
quería avisarle que se le cayó la billetera. Él
sintió que las mejillas le ardían. Emitió un breve
tartamudeo de excusas y agradecimiento y recogió la billetera.
Precisamente en ese momento había llegado su turno, así
que fue colocando sus compras frente a la cajera, pagó, y
metió todo en la bolsa que había traído a esos
efectos. Cuando abandonaba el supermercado, oyó que alguien le
decía, al pasar, enhorabuena, nadie hizo comentario alguno pero
él comprobó que uno de los clientes, un bancario que
pasaba a diario frente a su casa haciendo jogging, levantaba
inequívocamente las cejas. Pensó en los perros de caza,
cuando, al detectar la proximidad de la presa, levantan las orejas.
¿Él sería la presa? Boludeces, muchacho,
boludeces. Estoy amnistiado. Un hombre sin deudas con la sociedad. Todo
lo hice por obediencia debida (con alguna yapa, como es natural), mi
conciencia y yo estamos en paz. Ya en la casa, fue vaciando la bolsa,
metió en la heladera lo que correspondía, y lo
demás en la despensita, sin mayor orden. Mañana, cuando
viniera Antonia a hacer la limpieza, sabría a qué estante
pertenecía cada cosa. Encendió la radio pero sólo
había rock, así que la apagó y se quedó un
buen rato contemplando el techo y sus crecientes manchas de humedad.
Llamar al constructor, anotó mentalmente. Después fue al
dormitorio, se desnudó, se duchó, se vistió de
nuevo pero con ropa de salir, fue al garaje, encendió el motor
del Peugeot, pensó hacer todo el camino por la Rambla pero mejor
no, siempre es más seguro por Bulevar España y Maldonado.
Qué tontería. ¿Más seguro? Vamos, vamos, si
estoy amnistiado. Y rumbeó hacia la Rambla. No había
muchos coches. A la altura del puertito del Buceo, lo pasó un
Mercedes, que de pronto frenó. El conductor le hizo señas
para que se detuviera. Él vaciló. Sólo por una
décima de segundo. El corazón le golpeaba con fuerza. La
Rambla jamás es segura. Fue sólo un instante, pero en ese
destello calculó que, si bien había suficiente distancia
como para esquivar al otro coche y huir, el motor del otro era mucho
más potente y le daría alcance sin problemas. De modo que
se resignó y frenó junto al Mercedes. El otro
asomó una cara sonriente. Lleva la valija abierta, amigo,
¿no se había dado cuenta? No, no se había dado
cuenta, así que dijo gracias, ha sido muy amable, y se
bajó para cerrar la valija. Sin embargo, la valija no estaba
abierta. Todo él se llenó de sospecha y
prevención, pero el Mercedes ya había arrancado y se
había perdido tras la curva. Miró hacia atrás,
hacia el costado, hacia adelante. No había otros coches a la
vista. ¿Podría ser que la valija se cerrara sola?
¿Por qué no? Boludeces, muchacho, boludeces. Pero cuando
volvió a empuñar el volante, dejó abierta la
gaveta donde estaba el revólver y por supuesto no siguió
por la Rambla. Cuando llegó al Centro, y a pesar de que en esa
cuadra había dos sitios libres, no se arriesgó a dejar el
coche en la calle y lo llevó a una playa de estacionamiento.
Recordó que debía comprarse una camisa. Entró en
una tienda y le dijo al vendedor que la quería blanca, de mangas
largas, para vestir. ¿Es para usted? Sí, es para
mí. ¿La quiere con el cuello flojo o más bien
apretado? ¿Cómo apretado, qué quiere decir con
eso? Oh, no lo tome a mal, me parece bien que lo quiera flojo, hoy en
día nadie usa una camisa que lo estrangule. Hoy en día.
Naturalmente. Hoy en día nadie. Estoy amnistiado. Nadie quiere
que lo estrangulen. Ya no se usa. Se llevó la camisa blanca,
para vestir, de mangas largas, y de cuello flojo (39 en vez de 38, que
era su número). Le pareció carísima, pero no
quería llamar la atención, así que pagó con
un gesto de soberbia y a la vez de despreocupación por el
dinero, y empezó a caminar por Dieciocho. Desde un auto,
detenido porque el semáforo estaba en rojo, un desconocido le
gritó: felicidades. ¿Quién será? Por las
dudas saludó con la mano y entonces el otro le mostró la
lengua. Su intención fue acercarse, pero el semáforo se
había puesto verde y el auto arrancó con estruendo, entre
las risotadas de sus ocupantes. Guarangos, sólo eso, se dijo.
Pero por qué lo de felicidades. ¿Por la amnistía?
¿O simplemente había sido una palabra amable, destinada a
servir de contraste con el gesto ofensivo que la iba a seguir? Vaya,
después de todo no era la primera lengua que veía, por
cierto había visto otras, más dramáticas que la de
ese idiota. Cosas del pasado. Abur. Por orden del presidente, la buena
gente había cerrado los ojos de la nuca. Ahora ya no iban a
escribir verdugos a la cárcel, verdad y justicia, y otras
sandeces. Ahora habían aprendido a decir: se le cayó la
billetera, enhorabuena, amigo lleva la valija abierta, felicidades.
Almorzó solo, en un restaurante donde nadie lo conocía.
Sin embargo, cuando estaba en el churrasco a la pimienta, vio que desde
otra mesa alguien lo saludaba, pero estaba tan lejos que su
miopía no le permitió distinguir quién era. Al
rato vino el mozo con una tarjetita. El nombre era del corresponsal de
una agencia internacional, y había unas líneas
recién escritas: Tengo sumo interés en hacerle una
entrevista. Sobre la amnistía, ya se lo habrá imaginado.
Le pidió al mozo que le dijera a ese señor que muchas
gracias, pero que no era posible. Ya no pudo seguir comiendo a gusto.
Al concluir no pidió café sino un té de boldo,
pero ni así. Salió rápidamente, sin mirar al
corresponsal, que se quedó en el fondo, haciendo señas en
vano. Iría a lo de Eugenia, era la hora. Ella le había
telefoneado bien temprano para decirle que lo esperaba con
champán. Un alivio. Por lo menos aquel apartamento, que
él había financiado, era tierra conocida y no devastada.
Eugenia estaba vestida poco menos que para una fiesta. Estarás
tranquilo ahora, me imagino, fue la bienvenida. Sí, bastante.
Pero no lo estaba y ella lo advirtió. No seas estúpido,
mi amor, ese asunto se acabó, ya lo dijo el presidente, ahora
hay que mirar hacia adelante. En una ocasión como ésta, y
tras el brindis de rigor (por la democracia, dijo Eugenia, y
soltó una carcajada), estaba más que cantado que
irían a la cama. Y fueron. Durante todo el trámite,
él estuvo con la cabeza en otra parte, pero así y todo
pudo cumplir como un buen soldado. En un momento, ella había
apretado su abrazo de forma exagerada y él sintió que se
asfixiaba. Por un momento tuvo pánico, casi se mareó.
¿Será el abrazo, o el anís tendría algo?
¿Será posible? ¿Nada menos que Eugenia?
Afortunadamente, todo pasó, Eugenia había aflojado el
abrazo, dijo que había estado regio, él pudo respirar
normalmente, y ella empezó a besarlo, como lo hacía
siempre en la etapa post coitum, de abajo hasta arriba. De pronto
él anunció que se iba. ¿Ya? Esta noche tengo una
reunión y quiero estar despejado, quiero dormir un poco.
¿Es por la amnistía? No, dijo él, receloso, es por
otra cosa. ¿Y dónde es? Él la miró,
desconfiado. A esta altura del partido, no iba a caer en trampa tan
ingenua. También podía suceder que, precisamente por ser
tan ingenua, no fuese trampa. Todavía no lo sé, me
avisarán esta tarde. Nublado está mi cielo, dijo ella,
sí, es mejor que te vayas, a ver si mañana estás
menos tenso. Estoy cansado, sólo eso. Bajó a la calle,
caminó unas cuadras hasta donde había dejado el auto y
antes de arrancar lo examinó con cuidado. Esta vez no
tomó por la Rambla, entre otras cosas porque soplaba un viento
que auguraba tormenta. Trató de ir esquivando (antigua
precaución) las esquinas con semáforos, que obligaban
siempre a detenerse y de hecho convertirse en blanco fijo. Cuando
llegó a casa, notó con asombro que la luz de la cocina
estaba encendida. ¿Y eso? ¿La habré encendido yo
mismo hoy temprano, y luego, cuando me fui, como era de día, no
me di cuenta? Vaya, todo estaba en orden. Quería descansar.
Abrió la cama, se quitó la ropa (siempre dormía
desnudo) y tomó un somnífero suave, suficiente para
descansar unas horas. Por supuesto, no tenía ninguna
reunión esta noche. Experimentó un cosquilleo de
satisfacción cuando advirtió que sus ojos se iban
cerrando. Sólo cuando estuvo profundamente dormido,
comenzó a recorrer un corredor en tinieblas, una suerte de
túnel interminable, cuyas paredes eran sólo ojos, miles y
miles de ojos que lo miraban, sin ningún parpadeo. Y sin perdón.
John Desde Jun 2013
EL AGUA.*
Alba circulatoria deposita en boca fresadora
incontroladas gotas trazándose en el radio corporal
y flores comestibles en acueducto curvo disparan
las aguas como fuente dividida a la desembocadura
de la boca
que sonora diamantada graba en caricias de regadío
y sumerge en hábitat de lago la reunión química que eres.

Desandada en los abrigos inunda
labial esqueje,
en el sol del secano, espiga cerrándose
que expande granada con el humo breve
en camino recortado ajardinado hasta observatorio umbilical.

Solar verde con fondo marítimo
y el sol crudo penetra
efectuando fotosíntesis de lupa en las gotas.

Cadena floral circunvala
el artificio de la leche protectora
y pule suavidad sentada.
En un hilo laberíntico se construye
flor de los algodones nuevos
y vuelve el agua al juego de los brillos
a flote,

a fondo anclada en peso emerge cerámica náutica
que removiendo visualiza celosía de la seda
y transparencia de ala delta ante el beso de diluvio
indudable.

SafeCreative.org
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0
John Desde
http://www.johndesde.blogspot.com
Edna Sweetlove Dec 2014
A lovely Barry Hodges poem

People think that Calais is just a charming port on the flat French coast
Replete with exquisite restaurants patronised by English visitors
Who have crossed the Channel to get a decent meal for once,
And who want to take advantage of the wondrous *savoire vivre francais
,
Even though they will get wittily insulted for their English accents.
There is more: the town has some of the finest late 40s architecture
To be found anywhere in the western world, spontaneously thrown up
After la ville ancienne was 95% flattened by the gallant but clumsy Brits
In what is still patriotically referred to as "La Libération".
But there is yet more to this gourmands' and cheap ***** buyers' mecca:
Believe me, I know, I have suffered a grievous and terrible loss there
When I blundered into a cheese shop on the Rue Royale one summer's day.

My companion that day was my dear fifth wife,  Winifred
(a four foot high but stoutly built ***** with a major speech impediment),
And, being attracted from five streets away to Maison Le Merde,
The world-famous fromagerie, by its unearthly overpowering pong,
My dear one, my lovely ****** spouse, dragged me through the door.
Choking back a desire to gag, she started stammering away to M. Le Merde,
Trying to order a couple of hundred grams of Carré de Mort Absolue,
When Mr L.M lost his rag totally and assumed wifey was trying to mock him
(How could one have known Monsieur was the French stuttering champion?)
And so he took out the cleaver he habitually kept behind the counter
To deter English tourists from stealing his cheesy comestibles,
And severed Winny's darling head in a single fell coup de grace
Which left her dramatically shorter than she previously was.

I managed to escape a similar dire fate by running like the clappers
And hiding in a nice toilette publique (femmes) while he stampeded by,
His mighty chopper in his cheese-impregnated Gallic paw.
And when I reported the matter to the gendarmerie, were they sympa?
They were no more helpful than seins sur un taureau fou
And insisted I should pay for the funeral there and then in advance,
Threatening me with a real good thumping dans mes **** should I decline.
Dear God, I shall have to use a different entry port to France next time
(although sur le grapevine I hear Boulogne is a bit of a dump),
But at least there aren't so many ******* would-be refugees.
James Floss Mar 2019
So, it was a dark and stormy night and
Father Larry O’Flannigan
Was feeling excited as he
Maneuvered the rainy streets with
Five extra-large cheese pizzas

Elated and happy because
Teenage catechism class
Had gone so swimmingly well
He wanted to reward them
Hence the crusty comestibles

Crossing 10th and Vine
Rain pelting cars and pedestrians
He slipped and tripped
Pandemonium of pizza boxes
Pell-mell into puddles

The chagrined good father
In an unsettled state
Hurt, wet, disheveled,
Exclaims:
“Jesus Christ! God Almighty!"

A pious passerby exclaims
(An older lady dressed for rain)
“Father! Please! Language!”
The sheepish priest sputters:
“Em, cheese and crust got all muddy…?”
Tommy Johnson Jan 2015
The over-zealous zealot passed the buck to the drunk monk
Who just got back from his vacation in ****, France
Crunching numbers out of context
Inflicting catch 22's

Vocable
Colloquial  
Do-able
Crass
Exerting energy on inert beings
A hankering for mediocre comestibles
Velvet intuition
Ignore the meteorological forecast

Cut to the chase
Regale me
Regain my attention
Tell me the difference between value, price, cost and worth
Distill my soul
Make me more refined
And filter me
So I may reign supreme
Good luck
       -Tommy Johnson
...y las muchachas andan con las piernas desnudas:
¿por qué las utilizan
para andar?
Mentalmente repaso
oficios convincentes
para ellas -las piernas-,
digamos: situaciones
más útiles al hombre
que las mira
despacio,
silbando entre los dientes
una canción recuperada
apenas
          -ese oficio no me gusta...-
en el acantilado del olvido.
Si bien se mira, bien se ve que todas
son bellas: las que pasan
llevando hacia otro sitio
cabellos, voces, senos,
ojos, gestos, sonrisas;
las que permanecen
cruzadas,
dobladas como ramas bajo el peso
de la belleza cálida, caída
desde el dulce abandono de los cuerpos sentados;
las esbeltas y largas;
las tersas y bruñidas; las cubiertas
de leve vello, tocadas por la gracia
de la luz, color miel, comestibles
y apetitosas como frutas frescas;
y también -sobre todo- aquellas que demoran
su pesado trayecto hasta el tobillo
en el curvo perfil que delimita
las pueriles, alegres, inocentes,
irreflexivas, blancas pantorrillas.
Pensándolo mejor, duele mirarlas:
tanta gracia dispersa, inaccesible,
abandonada entre la primavera,
abruma el corazón del conmovido
espectador
que siente la humillante quemadura
de la renuncia,
y maldice en voz baja,
y se apoya en la verja del estanque,
y mira el agua,
y ve su propio rostro,
y escupe distraído, mientras sigue
con los ojos los círculos
que trazan en la tensa superficie
su soledad, su miedo, su saliva.
(visit https://www.aol.com/?ncid=
crosssellusaolc00000003 - for further details)

Courtesy rare derecho
killed four people
nearly forty eight hours ago
power outage affected more than
half a million people
in mid-Atlantic states.

Residents in Schwenksville, Pennsylvania
(the poet's hometown)
smack dab within swath.

The storms raced across
keystone and garden states
moving eastward at
over 80 mph at times.

Thus yours truly rendered incapacitated,
(albeit unable to access,
excel as word wizard)
to craft his trademark poetry.

How grateful (before being dead)
to write reasonable rhyme
galumphing within mine head
nsync with zeppelin comprised of lead.

Analogous giddy sensation
ascending stairway to heaven
or metaphorically kneading
figurative dough that doth leaven.

Great appreciation regarding
strapping size men/women,
whose hulking size rivals (or surpasses)
legendary Paul Bunyan,
who gingerly plucked fallen timbers
as outsize paws casually flicks

(think game giant size pick up sticks)
testing restored power outage easy
as ordinary size folks sticking toothpicks
into homemade apple pie
assessing readiness of just desserts
scrumptious piping hot pie à la mode.

Labor of love
meant abandoning taking shelter
'course donning protective suitable gear
'n trumpeting hallelujah
no matter motley crew
drenched with perspiration

imagining myself just
watching cutting crew
would find yours truly to swelter,
when veteran technicians
successfully troubleshot gridlocked
downed wires strewn helter skelter.

Despite Mother Nature's perilous whims,
whereby meteorologists issue stern warning
high severe winds risk taking innocent lives
hazardous falling limbs threaten to damage

property courtesy debris flying to and fro
hither and yon trapping unsuspected victims
wracking in my opinion impractical jokers,
(perhaps someone like me)
not necessarily strictly

being literally immobilized
more so figuratively
limiting basic activities
(think hermit administering his

necessary morning ablutions)
to daylight hours
additionally consuming comestibles
at frozen or room temperature.

Essentially western civilization
dependent upon flow of electrons
imposes quasi human *******,
especially when meteorological

or global warming necessitate
creature comfort of air conditioning
impossible mission to function otherwise
during hazy, hot, and humid dog days
blackout or brownout prospect ratchets up!
The pro fun ditty of above
stated poetic side - title aligned
into an unexpected Eureka
(out of a vacuum) find
just when I felt slight (creative/

cerebral constipation) bind
of writer's block about
to take residence, entwined
(no doubt, sans right wing
of leftist conspiracy) behind

many occurences, when
fountainhead shrugging atlas
without warning didst grind
abruptly to a halt seizing
as if glommed up

ore din aerie profusion of ideas
exhausted from out mum mind,
and without moment's hesitation
ready to conclude I did overwind
springy coils oh me noggin,

though as per usual spellbind
ding idea coalesced within gray matter
startling me, qua omnipresent question
arising since Dawn of womankind,
how can one grasp hold of world wide web

defying insight as if suddenly rendering
myopic (accompanied with floaters) vision blind,
hence hum aware information
superhighway servers
encircle the globe and most all humankind

no matter where cyber surfer "travels"
only represents bytesize piece, viz mastermind,
who dreamt up ability to become linkedin
with a complete stranger consigned
to make sense of mine pablum

lumpy globs of non comestibles opined
on par like trying to chew melon rind
courtesy this poetaster he unwittingly
in his feeble attempt to impress
held accountable, cuz he unwittingly signed


death sentence to innocent reader,
who before this muck cob bray
auto to have sacrificed himself
to a gremlin and resigned!
(similar physiological phenomena
affected yours truly
exactly one year ago),
yet nevertheless hunger,
not only for victuals
but peace on Earth
and goodwill to all men,
women, children, animals,
plants, et cetera

Mine corporeal complex edifice
unleashes convulsions of anxiety
less so regarding mine kampf,
one paltry existence among bajillions
of **** sapiens, but rather
indiscriminate violence of war.

Wanton aggression unleashed
upon defenceless civilians
caught in the crosshairs
of abhorrent, indignant, repugnant...
pillaging, ******, trespassing,
violating, xing sacrosanct boundaries
against humble people.

Said encroachment upon Ukraine
major reason lack of appetite
prevails to savor even smallest bite
unlike Pavlov's dog,
I neither salivate nor excite
at prospect (parking) body
against table not low but fahrenheit
unfair punishment fates did indict,
whereby yours truly decreed
to suffer wraith inflicted

akin to ghastly revengeful Jacobite
asitia struck with vengeance
sucker punched pit of stomach
with furious dog forsaken might
unsavory predicament figuratively
eating away me passion
to relish comestibles day and night,
hence feeble effort to craft poem quite
lame rhyming for no reason right?

Yours truly cannot remember,
how many days, weeks, months... ago
elapsed, whereby with voraciousness I ate
(above mentioned statement veracious -
food for thought) I plainly communicate
hoop fully buzzfeeding, dishing out quandary

in fortified effort to elucidate
thee dear anonymous reader great
if newfound (albeit tenuous) intrigue
awoke courtesy mine artful ruse to initiate
reciprocity, cuz regret iz the stealer of joy
thus verbally athletic, cryptic, enigmatic,

generic, idiotic, kinetic, magnetic, opportunistic
quixotic, solipsistic (ha) troubadour
who heartily hales within
southeastern keystone-state
dares himself to reach out across cyberspace
in an cautiously optimistic effort to mitigate

and extend his metaphorical (albeit empty) plate
maintaining netiquette, an amorphous,
yeah flirtatious nebulous groovy savoir faire,
which mine body, mind, spirit triage
suddenly seems restoration of natural craving
toward sustenance doth oscillate.

What relief long starved taste buds to appease
cuz methought (courtesy obsessive compulsive
worst case scenario catastrophizing)
one garden variety guy
acquired some generic disease
A deep sigh of relief he dryly heaves!
Uneasy thoughts commander in chief...

Will be elected president
(putative tsar of United States
forever long he lives)
until... he abdicates faux
official crown to Jared Kushner
will be handily elected
Tuesday November 3rd, 2020.

Said foreboding intimation
insinuates, percolates, undulates
within mine subconscious...
incumbent clinches Republican
presidential (rigged) election.

Afar off legion (aires)
herald and trumpet proclamation subjugation
heard within mine prescient mind,
yet amateur prognosticator (me)
gently suggests populace arise up in arms.

Analogous to extra sensory perception
awful fate would bestow
yours truly and/or the missus
when former 2009 Hyundai Sonata
exhibited unfamiliar noise,
though no mechanic,

I felt deep with these lovely bones
an apprehension... nay
strong aversion to drive,
whereby trusted automotive technicians
at CJ'S TIRE & AUTOMOTIVE SERVICE
1405 S Township Line Road

Royersford, Pennsylvania 19468
validated hunch initially experienced
while holed at Notre Dame
courtesy ghostly encounter
with incorporeal spirit Victor Hugo.

He also offered safe haven
to avoid (and sit out onset)
think subsequent resurgence
coronavirus (COVID-19) pandemic
and sanctuary when

Trump proclaimed king,
whose sixth sense (prescience)
chimed nsync with this beastie boy.

Though definitive ominous fate
yet to manifest as inevitable doom
best recourse would constitute
rousing rebellion to thwart
impending totalitarian control.

Become alert here and now
stark reality will find proletariat apprenticed
whereby sacred freedoms slated tubby scrapped,
and fidelity forced upon madding crowds
to bow down in obeisance
toward self anointed despot.

Savoir faire and square
every metaphorical morsel
relish exercising leftist rights
while still able, eager, ready, and willing
puncheon against expected restraints
slowly encroaching on American liberties.

Expect sacred enshrined inherited privileges
incrementally (barely discerned) undermined
with each passing day, week, month...
whereby an hour will arise
when strict mandatory obedience

violently enforced courtesy military
no merest hint of mutiny tolerated
as each surveilled individual
indeed monitored linkedin
near microscopic technologically

sophisticated electronic contrivances
think implanted microchips at birth
or rather requisite synthesized comestibles
mimicking texture, flavor, consistency...
blind taste tests could never distinguish

genuine animal products
versus plant based foodstuffs and drinks
expectant women forced to consume
formulated by products embryo absorbs
growing fetus subtly manipulated

chock full nutritious sustenance
effectively insinuating mind control
advanced biomedical engineering
sanctified integrated circuits
designed thru genius grants

offered **** kids
all other curriculums cost free,
ah.. at long last
free college/university education.
during and after a moderate snowfall
today January 19th, 2024,
within Southeastern Pennsylvania
and elsewhere across the Eastern Seaboard,
whereby blanket of whiteness
muffles sounds of civilization.

I hate a spoiler alert
regarding weather forecasters prediction,
especially when meteorologist
wannabe spouse doth blurt
out impending blizzard
which never materializes,
thus no need for yours truly to exert
himself shoveling and yet denying same
to frolic and gamely flirt
with Khione, the Greek goddess of snow,
daughter of Boreas, god of the North Wind
and Winter, and sister of Zethes and Calais.

I feel humbled and enamored
when Mother Nature
singly and/or nsync with old man winter
looses propensity to bestow majestic scene,
when expanse of pure white
individual ice crystals
that grow while suspended
in the atmosphere—

usually within clouds—
and then fall, accumulating
on the ground,
where they render further magic
changes landscape into blanket
of pure ****** whiteness;
I fondly think back
remembering '96 storm of the century.

At that time January 1996
me and the missus while timesharing
at Shawnee on the Delaware
ardently, diligently, and persistently strived, yet
unsuccessfully conceived Blizzard Baby.

Now wife far beyond procreative age,
(though nevertheless I wistfully envisage
begetting another progeny -
simultaneously stretching credulity
to breaking point)
all things considered
exhaustion would peter out
after capitulation of divining rod
announced, *******, and issued forth little squirt
necessitating lifetime to recoup energy.

Bound within figurative four walls
of Schwenksville, Pennsylvania domicile
courtesy appreciable snowfall,
I direct energy crafting poem.

Yours truly will actually
refrain comestibles despite feeling hungry -
(plus he will be undergoing a colonoscopy
five days hence and abstain eating fiber
unless inclement weather determines otherwise)
lest metabolism to digest food
decreases potential alertness,
and full belly finds me
able, eager, ready and willing
to lie supine, study
the backs of my eyes and digest.

"Mother Nature" commences
to baptize spilling
purity from sheltering overcast sky
bajillion year celestial tureen
while refulgent weak solar beams
desperately massage tender shoots
thawing frozen earth,
where frigid cold icy sheen
hermetically sealed, asper
horizontal frozen walled in pond,
Thoreau and thru,

when skaters waltzed
stealing lovers kisses unseen
soon thaw melts pools
of frozen precipitation
all a buzz with feeding
Gabriel donning primped
orange coiffure trumpeting
"NON FAKE" arrival herculean
kickstarting powers unleashed
since time immemorial worship,
and/or sacrifices made

to deities of webbed skein
viz, animal and/or plant
wide world rejoicing when
harvest yielded cornucopia
primitive, yet over keen
superstitious shutterfly scattered
bands of hominids plentitude
linkedin to sugar daddy's
favorite colored jelly bean
benediction, and veneration rituals
also included pagan dispensing

prayers believing
obeisance necessitated cyclopean
appeasement lest death
and destruction would rain
purple pearl drop monsoon,
traced to angry spirits
subsequently drowning
helpless prehistoric hygiene
cleansed **** sapiens
ancestors possessing gene

and chromosomes latent
within dormant flora lean
fauna coming alive
with the scent of fragrant bouquet
while the hills burst
with creativity healthy panacean
liberating tentative "cabin fever"
wrought by polar
vortex, the spell of warm weather,
a respite sunscreen

applied to ward off deadly
ultraviolet solar radiations
something in magnitude
bajillion extinctions obscene
spate of lost species
as seasons greetings witness hot
untenable global warming
affecting every calm serene
nook and cranny incumbent
to relish approximately

twelve weeks of cold temperatures
while sipping my ovaltine
reminiscing about Lake Wobegon days
recollected from fictitious boyhood,
when snowfall covered roofs
tops inconveniencing Rudolph,
and his deer friends a teen
nee tiny bit, and school cancellation
necessitated state requirement
resulting summer vacation
shelving reading Pygmalion
for Shaw!
dramatically expanding spouse,
when adorning buttons
pop off undersized blouse
which spurs yours truly to grouse,
and ruffle mine tail feathers
while listening to Scheherazade.

Eats her weigh out of home and house
unsolicited feedback courtesy
quite doubtful, she could pose
for ******* and/or penthouse
returning explicit volley
of trailing appellations lobbed

expletive laced epithets
directed at her husband the louse
in lame retaliation deftly
sparring as he doth rouse
himself out of his vittle catatonic state
thus muenster ring cheeses crust
squeaks (me) meek Mickey Mouse.

When I did pledge troth
after courtship she would not abate
aboot two plus dozen years ago
(spoiler alert) wheezing
heterosexually straight
half heartedly accepting her

asthma wife sne...
snee...sneezing mate
even then, she exhibited
appetite for consumption
defying four foot eleven
petite size then, a score
plus quarter years ago lightweight
possessed cute figure.

Now, she eats
non stop while rocking round the clock
stationing, lumbering, burgeoning
girth casting dock
shadows analogous to
edge of night
donning humongous frock
to allow growing room
for extra buttock

vacuuming any/all
comestibles in sight
downing, emptying, gulping
refrigerator contents chock a block
nearly suctioning him,
who doth tongue in cheek mock
think apple pie, yet for
grace of dog ad hoc
anchoring spindleshanks laughingstock
skinny chicken legs (mine)

with knees that knock
worse than concentration camp victim,
(this gentile Jewish atheist gently pock
king fun without intent to rock
the casbah, nor ethnically clash
mainly innocent poetic schlock),
nonetheless chicken legs
repurposed to anchor lock
stock and barrel Matthew Scott
madly flapping wings imitating flock

of seagulls to no avail
this shabby not so chic flabby baby boomer
body, mum mama
(deceased eighteen plus years)
followed dietary strictures touted by
the late Doctor Benjamin McLane Spock,
no matter, I got hoovered
into maw of tee misses,
who instantaneously
spit out awful poppycock.
Matthew and zee missus Harris
express gratitude concerning largesse
regarding quite a few bags of comestibles
plus two twenty five dollar gift cards
applicable at Giant supermarket.

After myself and the missus
(courtesy friendly youngish gal)
beckoned, motioned, and ushered us
into the food pantry
(approximately eleven o'clock this morning)
from out the blustery chill wind,
where Old Man Winter still prevails.

I felt an effusion of blessedness
viz being fêted, lorded over
and treated like some dignified churchly father,
when yours truly, (a garden variety Unitarian)
merely scheduled appointment
initially coordinated thru
the person named Joe Foley.

I frequently experience profound social anxiety
(mitigated courtesy prescription medications),
and ofttimes feel like taking flight,
as adrenaline courses (née rushes)
and rattles these lovely bones of mine,
particularly when yours truly
finds himself within madding crowd.

One hapless generic garden variety guy
(me, an aging baby boomer
formerly many scores earth orbitz ago,
a long haired pencil necked geek)
plagued with panic attacks since... birth
experienced accursed
lifetime psychological providence,
where profound anxiety prevailed.

Impossible mission to describe
how fast paced life in general
generates utter confusion
analogous to floundering trout
besieges mine mental redoubt
emotional helter skelter all about
as if mine entire body electric

forced, kickstarted, subjugated...
to perform (yes folks) hokey pokey
mental gears and cogs
snapping, crackling, popping
inside tumbler like noggin
purportedly linkedin hashtagged
with said mild personality disorder
punctuated with debilitating panic attacks,
hence qualification for social security disability.

Onset of emotional paralysis
stops me dead in my figurative track
metaphorically wishing me to skuttle
back into hermetically sealed manhole
invisible among interleaved bract
where safe and sound
within mine secret cubby hole
also known as apartment b44
at Highland Manor in Schwenksville.

While listening to natural soundtrack,
within the outer limits of twilight zone
usually variation upon binaural beats,
soothing relaxation by
Peder B. Helland, an enjoyable youtube track
I imagine playing knick knack paddywhack...
as well as really idling away leisure time
occupied with other favorite pastimes
such as: playing solitaire, scrabble,

reading - qua crack
binding of newly purchased books,
(usually at Liberty Thrift Store)
crafting poems, occasionally
testing my chess skills
pitted against computer, backgammon,
as well as solve crossword puzzles
meditate (on the gift of a watermelon pickle)
to self hypnotize snapchatting,
kickstarting, buzzfeeding biofeedback.
Shaindel (Sadie), variant of Shana Harris
died May 13th, 1959 exquisitely chiseled
alphanumeric characters legibly engraved
sepulchral casket entombing lovely bones
deoxyribonucleic acid repurposed into me
Matthew Scott Harris patronymic protector,
when I die taking family surname to netherland
who unwittingly named his youngest daughter
after his recently deceased father's mother.

Mortality encompasses subsequent cremation
never mind death of yours truly unbeknownst
mine soul will migrate towards deceased kith
kindred folks only known courtesy genealogy
descendents called Eastern Europe homeland
upon landing at Ellis Island émigrés hugged
immigration officials and illegibly scribbled
unpronounceable/ unreadable birth names
subsequently adopting common shorthand.

Chromosomes reconstituted genetic material
gifted from forebears ecstatic immigrants apt
to be regaled by relatives hustling newcomers
into fast paced frenzy, the latter gesticulating
at cityscape marveling over hubbub jabbering
babble synchronized in tandem with hawkers
and vendors selling, peddling comestibles,
gewgaws, papers, et cetera predating buyer
beware analogous to innocents abroad say
by George an American in Paris humming
Rhapsody in Blue.

Agog regarding novel sights never seen within
father/mother land, viz supposed New World
blitzkrieg eventually quieted, relegated, shelved...
analogous by Dickens perusing tchotchkes
commonly found within olde curiosity shop,
yet no matter acclimatization arose espying
eye opening merchandise, the dirt poor status
regarding bloodlines a couple generations ago
immediate deterrent experienced by Aaron
Harris (papa's father) as a boy, who provided
for his family, their hardscrabble existence
only somewhat alleviated thru hook and crook.

Please pardon poetic license usurped,
especially slight exaggeration of penury
promulgated concerning up by bootstraps
scenario evinced by paternal grandfather
after he attained and emerged out boyhood,
though destitution imprinted thru his infancy
until growing up hardened qua hard school
of knocks limiting him to eighth grade education.
I hate spoiler alert
regarding weather forecasters prediction,
especially when meteorologist
wannabe spouse doth blurt
out impending blizzard
which never materializes.

Yours truly humbled and enamored
when Mother Nature
singly and/or nsync with old man winter
looses propensity to wreak havoc
and/or blankets landscape
I fondly think back
remembering '96 storm of the century.

At that time January 1996
me and the missus timesharing
Shawnee on the Delaware
ardently striving, yet
unsuccessful conceiving Blizzard Baby.

Now far beyond procreative age,
(though I wistfully envisage
begetting another progeny -
simultaneously stretching credulity
to breaking point)
all things considered
exhaustion would peter out
after capitulation of divining rod
necessitating lifetime to recoup energy.

Bound within figurative four walls
of Schwenksville, Pennsylvania domicile
courtesy appreciable snowfall,
I direct energy crafting poem.

Yours truly will actually
refrain comestibles despite feeling hungry -
lest metabolism to digest food
decreases potential alertness,
and full belly finds me
ready able and willing
to doze immediately into deep slumber.

Hungry stomach in tandem
with eventful weather
sends surge of giddiness
coursing thru body electric
crackling, popping, and snapping
(while O Captain My Captain)
came to witty man (me) suddenly
enervating with poignant pregnant expectancy
papa pondering his empty nest syndrome
analogously attempting to offset void

coaxing poem into existence
unsure how literary endeavor
(mine) will thrive
amidst well suited
panoply of prolific writers,
whose unseen fingers
hop lightly and gracefully
across qwerty computer keyboard
akin to heavy armed soldiers
with fearlessness and deliberation
heading off to war to acquire poetic license.

Meanwhile chafed knuckles
of one garden variety primate
previously scraping along tundra
(methinks I espy frozen Mastodon)
(before twenty first century caveman
learned to stand *****)
endeavors to strike letter combinations
eliciting, facilitating, and generating
enticing curb appeal.
Saint Vincent dePaul Food Pantry
at Saint Mary's Parish
in Spring Mount blessed,
graced, and praised
courtesy grateful recipient,
he who crafts these words.

Acknowledgement forthcoming today
June 11th, 2022
Matthew Scott Harris
expresses gratitude concerning largesse
regarding quite a few bags
of comestibles, and toiletries.

I feel an effusion of blessedness
viz being fêted, lorded over
and treated like some
dignified churchly father,
for our countless food
and household supplies
(such as various gift cards)
not just today,
but countless occasions
receiving edible goods,
and sundry other items
to stock the cupboards.

I frequently experience
profound social anxiety
(mitigated courtesy prescription medications),
and ofttimes feel like taking flight,
as adrenaline courses (née rushes)
and rattles these lovely bones of mine,
particularly when yours truly
finds himself within madding crowd.

One hapless generic garden variety guy
(me, an aging baby boomer
formerly many scores earth orbitz ago,
a long haired pencil necked geek)
plagued with panic attacks since... birth
experienced accursed
lifetime psychological providence,
where profound anxiety prevailed.

Impossible mission to describe
how fast paced life in general
generates utter confusion
analogous to floundering trout
besieges mine mental redoubt
emotional helter skelter all about
as if mine entire body electric

forced, kickstarted, subjugated..
to perform (yes folks) hokey pokey (ha)
mental gears and cogs
snapping, crackling, popping
inside tumbler like noggin
purportedly linkedin hashtagged
with said mild personality disorder
punctuated with debilitating panic attacks,
hence qualification to receive
social security disability.

Onset of emotional paralysis
stops me dead in my figurative track
metaphorically wishing me to skuttle
back into hermetically sealed manhole
invisible among interleaved bract
where safe and sound
within mine secret cubby hole
also known as apartment b44
at Highland Manor in Schwenksville.

While listening to natural soundtrack,
within the outer limits of twilight zone
usually variation upon binaural beats,
soothing relaxation by
Peder B. Helland,
an enjoyable youtube melody,
I imagine playing knick knack paddywhack...
as well as really idling away leisure time
occupied with other favorite pastimes
such as: playing solitaire, scrabble,
reading - qua crack
binding of newly purchased books,

(usually at Liberty Thrift Store,
and/or Worthwhile)
spends his time reading,
playing Solitaire
crafting poems, occasionally
testing my chess skills
pitted against computer, backgammon,
as well as solve crossword puzzles
meditate (on the gift
of a watermelon pickle)
to self hypnotize snapchatting,
kickstarting, buzzfeeding biofeedback.
Mine corporeal complex edifice
unleashes convulsions of anxiety.

Lack of appetite
to savor even smallest bite
unlike Pavlov's dog,
I neither salivate nor excite
at prospect (parking) body
against table not low but fahrenheit
unfair punishment fates did indict,
whereby yours truly decreed
to suffer wraith inflicted

akin to ghastly revengeful Jacobite
asitia struck with vengeance
sucker punched pit of stomach
with furious dog forsaken might
unsavory predicament figuratively
eating away me passion
to relish comestibles day and night,
hence feeble effort to craft poem quite
lame rhyming for no reason right?

Yours truly cannot remember,
how many days, weeks, months... ago
elapsed, whereby with voraciousness I ate
(above mentioned statement veracious -
food for thought) I plainly communicate
hoop fully buzzfeeding, dishing out quandary

in fortified effort to elucidate
thee dear anonymous reader great
if newfound (albeit tenuous) intrigue
awoke courtesy mine artful ruse to initiate
reciprocity, cuz regret iz the stealer of joy
thus verbally athletic, cryptic, enigmatic,

generic, idiotic, kinetic, magnetic, opportunistic
quixotic, solipsistic (ha) troubadour
who heartily hales within
southeastern keystone-state
dares himself to reach out across cyberspace
in an cautiously optimistic effort to mitigate

and extend his metaphorical (albeit empty) plate
maintaining netiquette, an amorphous,
yeah flirtatious nebulous groovy savoir faire,
which mine body, mind, spirit triage
suddenly seems restoration of natural craving
toward sustenance doth oscillate.

What relief long starved taste buds to appease
cuz methought (courtesy obsessive compulsive
worst case scenario catastrophizing)
one garden variety guy
acquired some generic disease.
Courtesy garden variety/generic common Joe
who strives to achieve becoming
(even posthumously)
an esteemed writer likened to outstanding poe
whit – perhaps illusions
of grandeur must be reined in
courtesy horse sense and Whoa!

A short time ago today
(the ides of March 2021)
upon returning from nearest LIDL
(located at 1831 E Ridge Pike,
Royersford, Pennsylvania 19468
Latitude: 40.1845 Longitude: -75.5360),

I realized too late the opportunity
to exchange pleasant greetings
with another resident (a young man,
who shares a similar physique
to yours truly).

Preoccupied removing comestibles -
predominantly nine plastic
gallon jugs of distilled water
(tightly packed within large suitcase,
which luggage formerly
belonged to Boyce Harris - papa)
the notion occurred
(ex post facto).

Cursory aforementioned observation,
(viz forfeited interpersonal opportunity)
unexpectedly impetus awoke
regarding said unnamed bloke
(who I've seen scant
number of times before)
friendly exchange thus didst evoke

idea to craft poem,
cuz pleasant demeanor
generates figurative chain reaction
livingsocial among other
(mostly elderly) folk
here at Highland Manor
this credo to befriend others I invoke

(by Dickens) with little
or no great expectations
motivates me to risk
playing game of life no joke,
but good humor a masterstroke,
one generic American notes tis oak
kay for yours truly not to poke

intrusively, (albeit rudely
he thinks) and possibly also stoke
antipathy by ignoring
formalities of pleasantness
in either case saddle and yoke
me with unflattering
nom de plume.

Additionally I will allow
enable, and provide tolerance
if recipient of mine genuine
companionable intent
declines overture as potential
future ***** buddy
and/or sounding board,
plus will defend self
against blistering, excoriating, scathing...
metaphorical nonetheless hurtful assaults

against mine brow
will not figurative undermine
paltry self esteem, but endow
redoubled effort to risk
making acquaintance(s) and consort
with persons who cross my path
their nose in the air
trumpeting arrogance and how
never be deterred toward livingsocial
such personal promise I vow.
****** whiteness blankets terrestrial realm
bajillion snowflakes tumble out of sky
atavistic fascination awakened
agog at ice crystals stinging each eye
while I strike open mouthed stance
relishing tasting frozen water molecules.

No matter yours truly witnessed
countless winter wonderlands
since completing lxiii orbitz round the sun,
the first major seasonal substantial accumulation
excites the little boy inside me.

Additionally, I feel truly humbled and enamored
when Mother Nature
singly and/or nsync with old man winter,
whether she (former)
looses propensity to wreak havoc
(think climatological, geological,
meteorological, et cetera phenomena)
or latter trumpets weather,
whereby landscape magically transformed
into blinding brilliance,
I tip hat to personification of winter
and fondly think back
remembering '96 storm of the century.

At that time January 1996
me and the missus timesharing
seven nights and six days holed up
along Shawnee on the Delaware
(a honeymoon gift courtesy my parents)
spending disproportionate amount of time
frolicking under warm blankets
ardently, fervently, naturally...
both of us experiencing
devilish, feverish, impish,
loutish (more so me)... concupiscence
striving to beget offspring, yet unsuccessful
conceiving Blizzard Baby.

Now far beyond prime procreative age,
(though I wistfully envisage
begetting another progeny -
simultaneously stretching credulity
to breaking point)
all things considered
exhaustion would peter out
after capitulation of divining rod
necessitating lifetime to recoup energy.

Bound within figurative four walls
of Schwenksville, Pennsylvania domicile
courtesy appreciable snowfall,
I direct energy crafting poem.

Yours truly will actually
refrain comestibles despite feeling hungry -
lest metabolism to digest food
decreases potential alertness,
and full belly finds me
ready able and willing
to doze immediately into deep slumber.

Hungry stomach in tandem
with eventful weather
sends surge of giddiness
coursing thru body electric
crackling, popping, and snapping
(while O Captain My Captain)
came to witty man (me) suddenly
enervating with poignant pregnant expectancy
papa pondering his empty nest syndrome
analogously attempting to offset void

coaxing reasonable rhyme into existence
unsure how literary endeavor
(mine) will thrive
amidst well suited
panoply of prolific writers,
whose unseen fingers
hop lightly and gracefully
across qwerty computer keyboard
akin to heavy armed soldiers
with fearlessness and deliberation
heading off to war to acquire poetic license.

Meanwhile chafed knuckles
of one garden variety primate
previously scraping along tundra
(methinks I espy frozen Mastodon)
before said twenty first century caveman
learned to stand *****
endeavors to strike letter combinations
eliciting, facilitating, and generating
enticing curb appeal.
within hinterlands of
Perkiomen Valley Pennsylvania
occurred January 6th promptly at noon.

****** whiteness blankets terrestrial realm
bajillion snowflakes tumble out of sky
atavistic fascination awakened
agog at ice crystals stinging each eye
while I strike open mouthed stance
relishing tasting frozen water molecules.

No matter yours truly witnessed
countless winter wonderlands
since completing lxiv orbitz round the sun,
the first major seasonal substantial accumulation
excites the little boy inside me.

Additionally, I feel truly humbled and enamored
when Mother Nature
singly and/or nsync with old man winter,
whether she (former)
looses propensity to wreak havoc
(think climatological, geological,
meteorological, et cetera phenomena)
or latter trumpets weather,
whereby landscape magically transformed
into blinding brilliance,
I tip hat to personification of winter
and fondly think back
remembering '96 storm of the century.

At that time January 1996
me and the missus timesharing
seven nights and six days holed up
along Shawnee on the Delaware
(a honeymoon gift courtesy my parents)
spending disproportionate amount of time
frolicking under warm blankets
ardently, fervently, naturally...
both of us experiencing
devilish, feverish, impish,
loutish (more so me)... concupiscence
striving to beget offspring, yet unsuccessful
conceiving Blizzard Baby.

Now far beyond prime procreative age,
(though I wistfully envisage
begetting another progeny -
simultaneously stretching credulity
to breaking point)
all things considered
exhaustion would peter out
after capitulation of divining rod
necessitating lifetime to recoup energy.

Bound within figurative four walls
of Schwenksville, Pennsylvania domicile
courtesy appreciable snowfall,
I direct energy crafting poem.

Yours truly will actually
refrain comestibles despite feeling hungry -
lest metabolism to digest food
decreases potential alertness,
and full belly finds me
ready able and willing
to doze immediately into deep slumber.

Hungry stomach in tandem
with eventful weather
sends surge of giddiness
coursing thru body electric
crackling, popping, and snapping
(while O Captain! My Captain!)
came to witty man (me) suddenly
enervating with poignant pregnant expectancy
papa pondering his empty nest syndrome
analogously attempting to offset void

coaxing reasonable rhyme into existence
unsure how literary endeavor
(mine) will thrive
amidst well suited
panoply of prolific writers,
whose unseen fingers
hop lightly and gracefully
across qwerty computer keyboard
akin to heavy armed soldiers
with fearlessness and deliberation
heading off to war to acquire poetic license.

Meanwhile chafed knuckles
of one garden variety primate
previously scraping knuckles along tundra
in mock imitation of forebears
(methinks I espy frozen Mastodon)
before said twenty first century caveman
learned to stand *****
endeavors to strike letter combinations
eliciting, facilitating, and generating
enticing curb appeal.
The pyromaniac within yours truly
beckons sacrificial ritual
mine burning (man's)
sacred plastic bags
of ******* (comprised of: hairs combed,
ditto trimmed from dead head,
filthy lucre - ha, phlegm
wrapped in tissue paper,
snips and snails,
and puppy dogs' tails),
awaiting flame thence said materials
reincarnated into sooty ash

no matter such fiery rhetoric
would be deemed
illogical or brash,
cuz I would sooner serve as a crash
test dummy while riding *******
with spicy specie missus dash
(subsequently witnessing Chiroptera
bat out of hell bat an eyelash
at weird ways of wordsmith)
subsequently prompting me
a praetorian guard reincarnate,

whose coat of shining armor
after radiant dancing sunbeams
beating down ferociously
upon the terra firma indicating
resplendent morning has broken
to blindingly flash
belying onerous task
setting sharp teeth into
bite size meaty morsel that gnash,
whereby said raw bits of comestibles
masticated into hash.

Sheesh, yours truly the fire starter
his fiery soul he would willingly barter
with the devil, who might be repulsed
all the way to kingdom come
courtesy one powerful farter,
whose name alone sends shivers,
especially snaking down
the spines of Thamnophis.

Maybe being a garbage patch kid,
the progeny of renown Chemist
B.B. Harris and to slightly lesser extent
late culinary cuisine queen Harmit Harms
Kuritsky – (both parents deceased)
as well as a long haired
pencil necked geek
even going Halloweening once
as chief garbage taster
helps explain this fixation
retaining said plastic bags of trash,
which mode of disposal
would ideally be courtesy kindling tinder.

This combustible transunion link analogous
to their representative first electric kool aid
basic laboratory litmus test date), which
took place without a hitch, and telepathically
encouraged begetting retinue of revered
sons and daughters, whose ken hopefully
burned with passion KRISPR incubated,
inculcated, and incurred genetic outlook
ideally transmitted to prolific brood
of begotten babes.

This kid felt embers crackling, popping,
and snapping with yen that burned from
within and without buns sin burner of this
cingular earthlinked son.

Pardon me while I attend
to formidable task
to buzzfeed incinerator,
which cries out like a hungry caterpillar
a rumbling easily mistaken
for the Alaskan bull worm.
Since advent of **** sapiens
objection overruled against immortality
all across millenniums humans
generated, amplified, and

idly reverberated (Billy me) rebel yell,
when finality 'twixt consciousness
eternal existence doth die as well
grievous news laudable hospice staff did tell

us (meaning yours truly plus
his deux darling siblings), I
in addition to older and younger sister,
thru passionate love making
******* did propel

seeds of life embarking
upon parent trap role
til sands of time did runneth out, and
for whom (him) the death knell
bell tolled, now funereal shroud covers dell.

Born April 9th, 1929 - Hebrew
ancestry papa never witnessed affection,
whereby his father - a liberal Jew
(mine paternal grandfather)
purportedly gave nary a blues clue
about welfare regarding youngest son
christened Boyce Brandon Harris,

who harbored quashed feelings
glommed like figurative ague
nsync with chowing down
into his esophageal flue
peristalsis allowing, enabling,
and providing gurgling goo
gull faintly sounding

to (my lard) Doctor Seuss
eerily similar to Horton hears a hoo
after milk (deciduous) teeth
gave way to papa's adult choppers
(by George), whereby
he could thoroughly chew
heavily saturated high caloric ethnic cuisine

(albeit American, Chinese,
and eats of ethnic Jew),
which high cholesterol comestibles
probably contributed to congestive heart failure,
now plaguing papa on his deathbed - loo
zing his tenuous grip on life,
where rigor mortis will find his body
chilled courtesy cold storage queue.

I feel sad today (September 29th, 2020)
and inconsolably weep,
cuz the man who helped beget me
after coroner pronounces
lovely bones lifeless heap
immediate fate most likely cremated
versus buried six feet deep

despite absence of his presence
cherished memories of his value,
yours truly will keep
plus recalling mine boyhood
chuck of full of bliss
particularly driving, fending, staving... off
bogeyman or any other menacing creep.
Food glorious food

Asia generic guy gastronomy (and how gourmet foods eat destructively clearly beyond any) excess enthusiasm, the necessity to feed and clothe this lean mean exercising machine gunning corporeal essence christened Matthew Scott Harris revels more so within the medium of writing prevarication.

Aspirations toward fame nor fortune less significant then the mere pleasure to concoct a visually savory appetizing epistle. Food for thought more so then to fill the void, where growling heard across the world wide web, thus, no anterior, interior, or ulterior motive asper begging for money underlies this exercise. yet...if perchance a voluntary choice arises to dole out a smidgen of legal tender a name and address linkedin to this faux popinjay person, who tries to convey decency, humility, levity...qualities that wield zest.

Connoisseur of ethnic cuisine

More so a culinary pipe dream versus being an actual way of life, though savory sustenance certainly preferred than bland tasting comestibles.

Said theme (and title of poem) seems apropos during Holiday Fancy Feasts despite the plethora of – in my opinion bewitching barenaked lady hunting advertisements - reputable male personalities suddenly accused of ****** harassment after substantial time.

Yes granted so the unexpected name dropping felt like a bomb shell towards chaps, this baby boomer mwm would never suspect, point the finger, or accuse, especially one former Norwegian bachelor farmer from Lake Woebegone.

Though anonymous and hardly
a substantially (rather puny) sized
married sexagenarian baby boomer,
which dual disadvantages partly explains
lack of ubiquity among
claque of cooks, yet hoop full
to get attention, especially
after burning ghee
at the Spring Valley Y.M.C.A.
sparking flattery courtesy

some well proportioned dame
many popular rotund
gourmands l'chaim tame
their hungry beast –
wah hood put me to shame
vis a vis consuming in their one meal,
what yours truly eats in a lifetime,
none of those celery buddies,
whom this non television watcher can name
seen on any selective cable channel,

I still revel in writing while
on the hunt
(during Red October) for a meme
poetry and prose, and decided
to introduce myself quite lame
with NON GMO marginal uptick
in any sudden fortune or fame,
yet twould be pleasantly syrup prized
principally if compounded interest
from potential mistress didst exclaim

desire to enjoy a repast, though
said hypothetical gal need
not be a high society dame,
and if perchance such just desserts
came via the kitchen maiden kitty,
versus kit chin middens
no boastful claim
would be uttered by me,
her intellectual company satisfactory aim.

First and foremost on the agenda,
would be to locate an affordable,
casual and favorable eatery
tubby agreeable to our taste
indubitable choice without
(any formal dress code),
nor further haste.

Strait away to the great weigh
(or if vegetarian – whey)
station of delectable food
where the exquisite, expertise, and exotic
high steak king a claim on Michelin Guide,
Gayot Guide/Gault Millau, American
Automobile Association, Forbes
Travel Guide reputation good.

Testimony to legendary praise
explaining why patrons travel
for countless days
transforming him/her
into steady state,
where he/she shuffles along
in a dishabille quotidian famished daze
far and wide culinary craze
out of this world wide web, the wispy Lyft
wafts trace steamy filament up braise
our twitching noses,
whereat heads nod affirmation i.e. ayes.

Even before making a glad entrance
(into Restaurant) complete,
a host of fresh, enticing,
and delicious aromas serve as a treat.

Delicate, foreign, hefty indescribable
ole factory stimulants delight
infiltrating thru swinging kitchen doors
holding us smell bound,
though thin filaments invisibly light.

Thus upon a strategic seat we hoped for,
or politely sought from manager of the house
ah, our luck to be situated in close proximity,
where impossibility to stave gaming hunger,
though neither myself
nor honorable guest grouse.

Now decision time to select one delicacy equally
as appealing as the next on expansive menu list
the resultant penultimate
decision method resorted to twist
then flick (with eyes closed) the wrist.

This once difficult task complete
twas now the responsibility of the maitre'd
to store within his/her memory,
which tummy appeared like an amazing
sumptuous (promising scrumptious) feat
minutes ticked away
as our stomachs growled louder
patiently awaiting the grateful moment
to dine starting with clam chowder
poetry soup compiled
within me taste testing router.

Next in line from smorgasbord feast
hors d'oeuvres
ample enough to satiate thine palate
to whet from deep fried delicacies greased
and self restraint practiced
so the main course diminished least.

We fell upon butterfly jumbo shrimp
and marinated mushrooms when brought
an atavistic motion that memory wrought.

The Matzo ball soup with Jewish rye bread
went to the gullet with a dollop
of butter thinly spread.
A vegetable, venerable, veritable, and spinach pie
herbivorous delight, apple of my eye.

Parmgians, pasta and poultry
(albeit free ranging
NON GMO and gluten free) dishes galore
kept off figurative lid
(no matter stuffed to gills
ready to be mounted) to eat more
quite aware that mine waist
bulged whereby beltway buckle tore.

Last (but not least)
at the FINIS of this well stocked meal
comprises selection of dessert,
which samples visible
from a glass enclosed wheel
tickling that reserved “off limits” hot pocket
hashtagged for just such a sugary treat
thus summoning forth
within an engorged abdomen,
nonetheless, an audible zeal.

That reserved allotted sweet
baked, fried, or whipped parfait
or countless other grandiose
mouth watering delicacy.

Ah...juiced enough wiggle room
for one decadent byte, perchance small
enough to roll around in the mouth,
like a Chocolat Mousse, or a honey ball.

Despite that ready to explode
simply eyeing a food tray
no longer in an ala mode vis a vis
clamoring for consumption
well aware by the morrow or sooner
this bloated dirigible fulfilled human
would dearly caloric wise pay.

— The End —