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Josias Barrios Jan 2016
Yo quiero tu bom bom de caramelo que se deshace en mi boca. Tu boca con sabor a cereza un manantial que refresca mi sed.
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No crees que vive la muerte
dentro del sol de una cereza?

No puede matarte también
un beso de la primavera?

Crees que el luto te adelanta
la bandera de tu destino?

Y encuentras en la calavera
tu estirpe a hueso condenada?
Leydis Sep 2017
Mi boca sangra de deseo,
chorrea por tu aliento,
se excita en tu anhelo,
en el poder con esa boca
comerte todito entero.

Mi boca quiere;
saborear contigo el tiempo,
en tus labios conocer
el sahumerio de tu pasión,
morderte la sabiduría,
mientras voy dejando
tu cuño en mi cintura.

Mis ardientes labios quieren;
corroer tu miedo a quererme,
a entregarte a mis locuras,
a carcomerte en dulzura,
de endulzarte la amargura,
apolillar esas rancias dudas,
con un beso…………..
que borre lo antiguo,
que embelesa al tiempo,
que se acobija en tu pecho,
y te derroque esos muros de desasosiego.

Mi boca es cristalinas,
para que en ella se refleje
un hombre deseado, amado y venerado
como ningún otro en esta vida.

Siempre pintada con el más lindo carmesí,
para que te transporte a un mundo
de amantes sin restricciones
que celebran sus pasiones,
entre besos, gozo, y culminantes gemidos.  

Quiero morderte el alma.
zamparte la existencia,
volver tu vida mía,
vinculándote a los sabores de mi providencia.

Te invito a que me pruebes.
a que te pierdas en mi travesía,
a que te endulces con mi néctar,
con los sabores que emito y
fluyen libremente por mi cuerpo,
cuando pienso yo en el tuyo.

Quiero que sean mis labios y mis sabores
por siempre tuyos,
pueden que te sepan
a candente pasión, canela o cereza.

Puede pasar que si me besas,
sean tus labios,
los que se desangren de impaciencia
por apropiarse de los míos.

LeydisProse
9/20/2017   https://www.facebook.com/LeydisProse/
Perdóname. No volverá a ocurrir.
Ahora quisiera
meditar, recogerme, olvidar: ser
hoja de olvido y soledad.
Hubiera sido necesario el viento
que esparce las escamas del otoño
con rumor y color.
Hubiera sido necesario el viento.

Hablo con la humildad,
con la desilusión, la gratitud
de quien vivió de la limosna de la vida.
Con la tristeza de quien busca
una pobre verdad en que apoyarse y descansar.
La limosna fue hermosa -seres, sueños, sucesos, amor
don gratuito, porque nada merecí.

¡Y la verdad! ¡Y la verdad!
Buscada a golpes, en los seres,
hiriéndolos e hiriéndome;
hurgada en las palabras;
cavada en lo profundo de los hechos
-mínimos, gigantescos, qué más da:
después de todo, nadie sabe
qué es lo pequeño y qué lo enorme;
grande puede llamarse a una cereza
(«hoy se caen solas las cerezas»,
me dijeron un día, y yo sé por qué fue),
pequeño puede ser un monte,
el universo y el amor.

Se me ha olvidado algo
que había sucedido.
Algo de lo que yo me arrepentía
o, tal vez, me jactaba.
Algo que debió ser de otra manera.
Algo que era importante
porque pertenecía a mi vida: era mi vida.
(Perdóname si considero importante mi vida:
es todo lo que tengo, lo que tuve;
hace ya mucho tiempo, yo la habría vivido
a oscuras, sin lengua, sin oídos, sin manos,
colgado en el vacío,
sin esperanza).

Pero se me ha borrado
la historia (la nostalgia)
y no tengo proyectos
para mañana, ni siquiera creo
que exista ese mañana (la esperanza).
Ando por el presente
y no vivo el presente
(la plenitud en el dolor y la alegría).
Parezco un desterrado
que ha olvidado hasta el nombre de su patria,
su situación precisa, los caminos
que conducen a ella.
Perdóname que necesite
averiguar su sitio exacto.

Y cuando sepa dónde la perdí,
quiero ofrecerte mi destierro, lo que vale
tanto como la vida para mí, que es su sentido.
Y entonces, triste, pero firme,
perdóname, te ofreceré una vida
ya sin demonio ni alucinaciones.
Carolina May 2018
Mujercita soñadora
de labios color cereza.
Músico de bares
de labios sabor cerveza.

Él la consumió
como a los 20 cigarrillos
que fuma por día.
Jamás aclaró
que a largo plazo
no la quería.

Y cuando se fue,
lo hizo sin decir adiós.
Músico de cuarta,
el enredo lo causaste vos.
Leo May 28
Tu belleza explota mi cabeza,
y la deja roja como una cereza.
O tal vez sea la vergüenza de tu grandeza,
al compararla con mi impureza, pobreza, simpleza.

La lindeza y sutileza, junto con tu gentileza,
genera tibieza en mi cabeza llena de crudeza,
y encabeza mi incerteza sobre tu naturaleza,
lo que, con franqueza, genera terqueza sobre tu rareza.

Hoy tal vez sienta tu calidez,
en la cama, cómodo, con tranquilidez.
Para enamorarme suelo tener sensatez,
pero tu sencillez hace hacer esta estupidez.

Medio que te quiero en la mediatez,
pero como mediana es mi madurez,
no haré ninguna estupidez, las cosas con fluidez.
Aunque, por mi cutrez y tal vez timidez,
pierda validez y llegue solo a la vejez.

— The End —