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Nicole May 2015
Tengo un corazón de piedra latente,
que se agrieta cada vez
que lo azotan contra el suelo.

Tengo un corazón de piedra latente,
que extrañamente sus pulsaciones crecen
cuando mis sentimientos por ti
trato de desvanecer.

Tengo un corazón de piedra latente,
que daría lo que fuera
para que su corriente sanguínea
no se desbalancee.

Tengo un corazón de piedra latente,
que a pesar de las caídas
se fuerza por mantener vivo
el cuerpo en el que habita.

Tengo un corazón de piedra latente,
que se polvoriza por querer estar
junto a ese corazón de acero,
pero conoce que no es pertinente.
Yi Jiun Liu Apr 2017
Este es el momento de un nuevo comienzo
Tantas cosas han pasado
Y
No  me arrepiento de nada
Mi corazón roto
Mis heridas temporales
Mi sonrisa incompleta
Mi tiempo que se va volando
Que simplemente me llevo a ti
Y se que no sería lo mismo sin ti
Tu compañía que me hizo olvidar
El tiempo
Tanta que al recordar que existía un límite
Algo en mí se agrieta, pero esta bien
Hasta las mejores amistades duelen un poco
Por eso solo quería decirte
Gracias por tu preciado tiempo.
favorite person
Cuando me sobrevenga
el cansancio del fin,
me iré, como la grulla
del refrán, a mi pueblo,
a arrodillarme entre
las rosas de la plaza,
los aros de los niños
y los flecos de seda de los tápalos.
A arrodillarme en medio
de una banqueta herbosa,
cuando sacramentando
al reloj de la torre,
de redondel de luto
y manecillas de oro,
al hombre y a la bestia,
al azar que embriaga
y a los rayos del sol,
aparece en su estufa el Divínisimo.
Abrazado a la luz
de la tarde que borda,
como el hilo de una
apostólica araña,
he de decir mi prez
humillada y humilde,
más que las herraduras
de las mansas acémilas
que conducen al Santo Sacramento.
«Te conozco, Señor,
aunque viajas de incógnito,
y a tu paso de aromas
me quedo sordomudo,
paralítico y ciego,
por gozar tu balsámica presencia.
»Tu carroza sonora
apaga repentina
el breve movimiento,
cual si fueran las calles
una juguetería
que se quedó sin cuerda.
»Mi prima, con la aguja
en alto, tras sus vidrios,
está inmóvil con un gesto de estatua.
»El cartero aldeano,
que trae nuevas del mundo,
se ha hincado en su valija.
»El húmedo corpiño
de Genoveva, puesto
a secar, ya no baila
arriba del tejado.
»La gallina y sus pollos
pintados de granizo
interrumpen su fábula.
»La frente de don Blas
petrificóse junto
a la hinchada baldosa
que agrietan las raíces de los fresnos.
»Las naranjas cesaron
de crecer, y yo apenas
si palpito a tus ojos
para poder vivir este minuto.
»Señor, mi temerario
corazón que buscaba
arrogantes quimeras,
se anonada y te grita
que yo soy tu juguete agradecido.
»Porque me acompasaste
en el pecho un imán
de figura de trébol
y apasionada tinta de amapola.

»Pero ese mismo imán
es humilde y oculto,
como el peine imantado
con que las señoritas
levantan alfileres
y electrizan su pelo en la penumbra.
»Señor, este juguete
de corazón de imán,
te ama y te confiesa
con el íntimo ardor
de la raíz que empuja
y agrieta las baldosas seculares.
»Todo está de rodillas
y en el polvo las frentes;
mi vida es la amapola
pasional, y su tallo
doblégase efusivo
para morir debajo de tus ruedas».
Victor D López Dec 2019
La libertad es tu legado,
Comprada con tu preciosa vida,
Lejos de casa y de la familia,
En guerras sabias e imprudentes.

Camino a la luz gracias a ti,
Enseño, escribo, hablo, pienso sin miedo,
Y nuestra bandera vuela libre sin tocar el suelo,
Faro de esperanza a través de los años.

Estoy orgulloso de nuestra bandera,
Mi mano sobre el corazón mientras canto,
Nuestro himno nacional,
Mientras mi voz se agrieta y los ojos lagrimean.

Siempre me emociono,
No de orgullo tonto y vacío,
Sino porque en ella veo,
Tu sacrificio conmovedor.

La libertad no viene de un deseo,
Ni la paz de las oraciones por sí solas,
Viene de soldados como tú,
Que desinteresadamente lo dieron todo.

Te llevo en mi corazón,
Todos los días de cada año,
La deuda que te debo no puede ser,
Paga con palabras ni con lágrimas.

Descansa en paz, amado muerto,
Que Dios te conceda honores debidos,
Hoy voy a enarbolar nuestra bandera,
Y en ella siempre te veré a ti.

— The End —