Nuestro corazón es músculo.
Por más que esté ya tieso o flojo.
Uno lo tiene dentro suyo,
y hace grande al de los otros.
¿Hace cuánto no lo ejercitas?
Emblandecer un corazón apagado.
¿Recuerdas tu primera cita?
Terminas, dolor y agotado.
Has pensado en abandonarlo
Pero día a día, se sana.
El corazón inanimado,
ahora vivo, siente y ama.
El ejercicio ya es costumbre.
Rutina de amor, la jornada.
Siempre mágico, nunca aburre.
No para, corazón, se agranda.
El que una vez roto y solo.
Callado, oculto y en desuso.
Ahora, inmenso, fuerte y rojo.
Gracias a usted, que se antepuso.