De su corazón salvaje arrancando notas de violin el oleaje me beso las manos saboreando el otoño y los años. Saboreando tu ir y venir en aras de partir a tu territorio de dragones y miedos irrisorios. Entrelazo tus dedos en mi pelo en destierro de sentimiento, escalando por tus lunares te veo como mi Venecia con esos canales que son tus ojos de chocolate impetuoso y labios color rojo.