En una isla, Un hombre dio a luz tres hermosas aves de su cabeza. Triste y muriendo él les dijo esto:
Eres hijos de una madre inmigrante, hijas de agonía. Deja que las montañas y los árboles escuchan su canción.
¡Vete! ¡Deja que los ríos te lavan y las arenas te enmascaran! Colorea tus plumas vibrantes con el sufrimiento y la guerra de su gente Y dejar que los mares se refunfuñan con sus canciones.
Usted está sin pies y orientación—¡Utilice sus plumas ahora! ¡Vete— Deje que la luna baile por su cuenta!
¡Cantar la canción! ¡Cantar canciones y cantar una canción! Despertar a los muertos de sus tumbas Y obligar los vivos bailar de bajo la corona de las estrellas y sol.