Quisiera poder naufragar entre pensamientos
y ser una expertiz
en ese campo magnético
que atrae nuestros cuerpos.
Ven y hazme sentir tuya,
¡ yo soy tuya!
déjame probar de qué está hecha
esa hermosa escultura.
Dicen que no es debido,
pero esta pasión que guardamos
se siente como un delito.
Sostenme fuerte,
no me sueltes,
deja que los minutos pasen
mientras te contemplo detenidamente.
Recorre mi cuerpo,
no tengas miedo,
sincroniza danzas impecables
que tomen lugar en el escenario que te presento.
Quiero hacerte gemir,
¡hazme gemir!
Estoy bajo tu poder.
No habrá sonido más perfecto,
que aquel que se reproducirá
durante nuestro anhelado encuentro.
Nuestros cuerpos están ardiendo,
no perdamos más el tiempo.
Mírame,
tómame,
devórame,
¿no ves que te deseo?