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Caminas adentro de ti mismo y el tenue reflejo serpeante que te conduce
    no es la última mirada de tus ojos al cerrarse ni es el sol tímido golpeando tus párpados:
    es un arroyo secreto, no de agua sino de latidos: llamadas, respuestas, llamadas,
    hilo de claridades entre las altas yerbas y las bestias agazapadas de la conciencia a obscuras.
    Sigues el rumor de tu sangre por el país desconocido que inventan tus ojos
    y subes por una escalera de vidrio y agua hasta una terraza.
    Hecha de la misma materia impalpable de los ecos y los tintineos,
    la terraza, suspendida en el aire, es un cuadrilátero de luz, un ring magnético
    que se enrolla en sí mismo, se levanta, anda y se planta en el circo del ojo,
    géiser lunar, tallo de vapor, follaje de chispas, gran árbol que se enciende y apaga y enciende:
    estás en el interior de los reflejos, estás en la casa de la mirada,
    has cerrado los ojos y entras y sales de ti mismo a ti mismo por un puente de latidos:
                                  EL CORAZÓN ES UN OJO.

    Estás en la casa de la mirada, los espejos han escondido todos sus espectros,
    no hay nadie ni hay nada que ver, las cosas han abandonado sus cuerpos,
    no son cosas, no son ideas: son disparos verdes, rojos, amarillos, azules,
    enjambres que giran y giran, espirales de legiones desencarnadas,
    torbellino de las formas que todavía no alcanzan su forma,
    tu mirada es la hélice que impulsa y revuelve las muchedumbres incorpóreas,
    tu mirada es la idea fija que taladra el tiempo, la estatua inmóvil en la plaza del insomnio,
    tu mirada teje y desteje los hilos de la trama del espacio,
    tu mirada frota una idea contra otra y enciende una lámpara en la iglesia de tu cráneo,
    pasaje de la enunciación a la anunciación, de la concepción a la asunción,
    el ojo es una mano, la mano tiene cinco ojos, la mirada tiene dos manos,
    estamos en la casa de la mirada y no hay nada que ver, hay que poblar otra vez la casa del ojo,
    hay que poblar el mundo con ojos, hay que ser fieles a la vista, hay que
                  CREAR PARA VER.

    La idea fija taladra cada minuto, el pensamiento teje y desteje la trama,
    vas y vienes entre el infinito de afuera y tu propio infinito,
    eres un hilo de la trama y un latido del minuto, el ojo que taladra y el ojo tejedor,
    al entrar en ti mismo no sales del mundo, hay
ríos y volcanes en tu cuerpo, planetas y hormigas,
    en tu sangre navegan imperios, turbinas, bibliotecas, jardines,
    también hay animales, plantas, seres de otros mundos, las galaxias circulan en tus neuronas,
    al entrar en ti mismo entras en este mundo y en los otros mundos,
    entras en lo que vio el astrónomo en su telescopio, el matemático en sus ecuaciones:
    el desorden y la simetría, el accidente y las rimas, las duplicaciones y las mutaciones,
    el mal de San Vito del átomo y sus partículas, las células reincidentes, las inscripciones estelares.

    Afuera es adentro, caminamos por donde nunca hemos estado,
    el lugar del encuentro entre esto y aquello está aquí mismo y ahora,
    somos la intersección, la X, el aspa maravillosa que nos multiplica y nos interroga,
    el aspa que al girar dibuja el cero, ideograma del mundo y de cada uno de nosotros.
    Como el cuerpo astral de Bruno y Cornelio Agripa, como las granes transparentes de André Breton,
    vehículos de materia sutil, cables entre éste y aquel lado,
    los hombres somos la bisagra entre el aquí el allá, el signo doble y uno, V y ^ ,
    pirámides superpuestas unidas en un ángulo para formar la X de la Cruz,
    cielo y tierra, aire y agua, llanura y monte, lago y volcán, hombre y mujer,
    el mapa del cielo se refleja en el espejo de la música,
    donde el ojo se anula nacen mundos:

    LA PINTURA TIENE UN PIE EN LA ARQUITECTURA Y OTRO EN EL SUEÑO.


    La tierra es un hombre, dijiste, pero el hombre no es la tierra,
    el hombre no es este mundo ni los otros mundos que hay en este mundo y en los otros,
    el hombre es la boca que empaña el espejo de las semejanzas y dice sí,
    el equilibrista vendado que baila sobre la cuerda floja de una sonrisa,
    el espejo universal que refleja otro mundo al repetir a éste, el que transfigura lo que copia,
    el hombre no es el que es, célula o dios, sino el que está sienpre más allá.
    Nuestras pasiones no son los ayuntamientos de las substancias ciegas pero los combate y los abrazos de los elementos riman con nuestros deseos y apetitos,
    pintar es buscar la rima secreta, dibujar al eco, pintar el eslabón:
    El Vértigo de Eros es el vahído de la rosa al mecerse sobre el osario,
    la aparición de la aleta del pez al caer la noche en el mar es el centelleo de la idea,
    tú has pintado al amor tras una cortina de agua llameante

    PARA CUBRIR LA TIERRA CON UN NUEVO ROCÍO.


    En el espejo de la música las constelaciones se miran antes de disiparse,
    el espejo se abisma en sí mismo anegado de claridad hasta anularse en un reflejo,
    los espacios fluyen y se despeñan bajo la mirada del tiempo petrificado,
    las presencias son llamas, las llamas son tigres, los tigres se han vuelto olas,
    cascada de transfiguraciones, cascada de repeticiones, trampas del tiempo:
    hay que darle su ración de lumbre a la naturaleza hambrienta,
    hay que agitar la sonaja de las rimas para engañar al tiempo y despertar al alma,
    hay que plantar ojos en la plaza, hay que regar los parques con risa solar y lunar,
    hay que aprender la tonada de Adán, el solo de la flauta del fémur,
    hay que construir sobre este espacio inestable la casa de la mirada,
    la casa de aire y de agua donde la música duerme, el fuego vela y pinta el poeta.
Tristeza, escarabajo
de siete patas rotas,
huevo de telaraña,
rata descalabrada,
esqueleto de perra:
Aquí no entras.
No pasas.
Ándate.
Vuelve
al Sur con tu paraguas,
vuelve
al Norte con tus dientes de culebra.
Aquí vive un poeta.
La tristeza no puede
entrar por estas puertas.
Por las ventanas
entra el aire del mundo,
las rojas rosas nuevas,
las banderas bordadas
del pueblo y sus victorias.
No puedes,
Aquí no entras.
Sacude
tus alas de murciélago,
yo pisaré las plumas
que caen de tu manto,
yo barreré los trozos
de tu cadáver hacia
las cuatro puntas del viento,
yo te torceré el cuello,
te coseré los ojos,
cortaré tu mortaja
y enterraré tus huesos roedores
bajo la primavera de un manzano.
Entre ahora y ahora
entre yo soy y tú eres
la palabra puente.

Entras en ti misma
al entrar en ella:
como un anillo
el mundo se cierra.

De una orilla a otra
siempre se tiende un cuerpo,
un arcoiris.

Yo cantaré por sus repechos,
yo dormiré bajo sus arcos.
Sabés, vos sos como el amanecer.
Sorprendente.
Cada dia diferente pero, cada dia mas y mas bella.

Sabés, la manera en que sol cuando sale
Cada mañana de febrero cuarto a las 6,
Describe de algún modo, lo linda que sos.
Así como se que el sol saldrá, se lo linda que vos siempre serás.

Lo increíble no es el hecho que se que ambas cosas son otorgadas, no.
Lo increíble yace en que, asi como ningún amanecer es igual de encantador que el anterior, cada día te veo y te veo más y más fascinante.

Sabés, solo hay algo en que ustedes difieren, algo en lo que vos me demostrás ese perpetuo amor. Hay un momento en que, luego que pasa el amanecer, el sol me deja también.

Ahí entras tu, y la confianza que decidí depositar en vos, me da la tranquilidad de saber que, al contrario de esa grande estrella, tu, mi más grande y bella estrella,  nunca me dejarás.

Día y noche me acompañas, desde ese buenos días hasta ese buenas noches.
Te quiero, sabelo.
This is something I decided to write in spanish, hope you all enjoy it!
Evelin G hoffman Nov 2013
Y es que vuelves a mis pensamientos
Que sera esto que estoy sintiendo ?
Como cuando el mar golpea con olas fuertes
Entras derrepemte, sin avisar a mi mente.

Sombra que me persige que no puedo palpar
Te pienso, te siento y casi que te puedo tocar
Mas tocarte es solo ideas, parte de una fantasia
Ilogica, demente, pero sera erronea mi agonia?

Es que vienes y te vas
Y apareces una vez mas
Eres sombra oscura
La vida se me hace dura!

Pero esa sombra es a veces Brillante
Es la luz de tu belleza sin duda despampanante
Y me olvido si tu presencia hace mi vida dura
Porque mi ilucion de verte, es fantasia que perdura
I.

DAVID ! comme un grand roi qui partage à des princes
Les états paternels provinces par provinces,
Dieu donne à chaque artiste un empire divers ;
Au poète le souffle épars dans l'univers,
La vie et la pensée et les foudres tonnantes,
Et le splendide essaim des strophes frissonnantes
Volant de l'homme à l'ange et du monstre à la fleur ;
La forme au statuaire ; au peintre la couleur ;
Au doux musicien, rêveur limpide et sombre,
Le monde obscur des sons qui murmure dans l'ombre.

La forme au statuaire ! - Oui, mais, tu le sais bien,
La forme, ô grand sculpteur, c'est tout et ce n'est rien.
Ce n'est rien sans l'esprit, c'est tout avec l'idée !
Il faut que, sous le ciel, de soleil inondée,
Debout sous les flambeaux d'un grand temple doré,
Ou seule avec la nuit dans un antre sacré,
Au fond des bois dormants comme au seuil d'un théâtre,
La figure de pierre, ou de cuivre, ou d'albâtre,
Porte divinement sur son front calme et fier
La beauté, ce rayon, la gloire, cet éclair !
Il faut qu'un souffle ardent lui gonfle la narine,
Que la force puissante emplisse sa poitrine,
Que la grâce en riant ait arrondi ses doigts,
Que sa bouche muette ait pourtant une voix !
Il faut qu'elle soit grave et pour les mains glacée,
Mais pour les yeux vivante, et, devant la pensée,
Devant le pur regard de l'âme et du ciel bleu,
Nue avec majesté comme Adam devant Dieu !
Il faut que, Vénus chaste, elle sorte de l'onde,
Semant au **** la vie et l'amour sur le monde,
Et faisant autour d'elle, en son superbe essor,
Partout où s'éparpille et tombe en gouttes d'or,
L'eau de ses longs cheveux, humide et sacré voile,
De toute herbe une fleur, de tout œil une étoile !
Il faut, si l'art chrétien anime le sculpteur,
Qu'avec le même charme elle ait plus de hauteur ;
Qu'Âme ailée, elle rie et de Satan se joue ;
Que, Martyre, elle chante à côté de la roue ;
Ou que, Vierge divine, astre du gouffre amer,
Son regard soit si doux qu'il apaise la mer !

II.

Voilà ce que tu sais, ô noble statuaire !
Toi qui dans l'art profond, comme en un sanctuaire,
Entras bien jeune encor pour n'en sortir jamais !
Esprit, qui, te posant sur les plus purs sommets
Pour créer ta grande œuvre, où sont tant d'harmonies,
Près de la flamme au front de tous les fiers génies !
Voilà ce que tu sais, toi qui sens, toi qui vois !
Maître sévère et doux qu'éclairent à la fois,
Comme un double rayon qui jette un jour étrange,
Le jeune Raphaël et le vieux Michel-Ange !
Et tu sais bien aussi quel souffle inspirateur
Parfois, comme un vent sombre, emporte le sculpteur,
Âme dans Isaïe et Phidias trempée,
De l'ode étroite et haute à l'immense épopée !

III.

Les grands hommes, héros ou penseurs, - demi-dieux ! -  
Tour à tour sur le peuple ont passé radieux,
Les uns armés d'un glaive et les autres d'un livre,
Ceux-ci montrant du doigt la route qu'il faut suivre,
Ceux-là forçant la cause à sortir de l'effet ;
L'artiste ayant un rêve et le savant un fait ;
L'un a trouvé l'aimant, la presse, la boussole,
L'autre un monde où l'on va, l'autre un vers qui console ;
Ce roi, juste et profond, pour l'aider en chemin,
A pris la liberté franchement par la main ;
Ces tribuns ont forgé des freins aux républiques ;
Ce prêtre, fondateur d'hospices angéliques,
Sous son toit, que réchauffe une haleine de Dieu,
A pris l'enfant sans mère et le vieillard sans feu,
Ce mage, dont l'esprit réfléchit les étoiles,
D'Isis l'un après l'autre a levé tous les voiles ;
Ce juge, abolissant l'infâme tombereau,
A raturé le code à l'endroit du bourreau ;
Ensemençant malgré les clameurs insensées,
D'écoles les hameaux et les cœurs de pensées,
Pour nous rendre meilleurs ce vrai sage est venu ;
En de graves instant cet autre a contenu,
Sous ses puissantes mains à la foule imposées,
Le peuple, grand faiseur de couronnes brisées ;
D'autres ont traversé sur un pont chancelant,
Sur la mine qu'un fort recelait en son flanc,
Sur la brèche par où s'écroule une muraille,
Un horrible ouragan de flamme et de mitraille ;
Dans un siècle de haine, âge impie et moqueur,
Ceux-là, poètes saints, ont fait entendre en chœur,
Aux sombres nations que la discorde pousse,
Des champs et des forêts la voix auguste et douce
Car l'hymne universel éteint les passions ;
Car c'est surtout aux jours des révolutions,
Morne et brûlant désert où l'homme s'aventure,
Que l'art se désaltère à ta source, ô nature !
Tous ces hommes, cœurs purs, esprits de vérité,
Fronts où se résuma toute l'humanité,
Rêveurs ou rayonnants, sont debout dans l'histoire,
Et tous ont leur martyre auprès de leur victoire.
La vertu, c'est un livre austère et triomphant
Où tout père doit faire épeler son enfant ;
Chaque homme illustre, ayant quelque divine empreinte,
De ce grand alphabet est une lettre sainte.
Sous leurs pieds sont groupés leurs symboles sacrés,
Astres, lyres, compas, lions démesurés,
Aigles à l'œil de flamme, aux vastes envergures.
- Le sculpteur ébloui contemple ces figures ! -
Il songe à la patrie, aux tombeaux solennels,
Aux cités à remplir d'exemples éternels ;
Et voici que déjà, vision magnifique !
Mollement éclairés d'un reflet pacifique,
Grandissant hors du sol de moment en moment,
De vagues bas-reliefs chargés confusément,
Au fond de son esprit, que la pensée encombre,
Les énormes frontons apparaissent dans l'ombre !

IV.

N'est-ce pas ? c'est ainsi qu'en ton cerveau, sans bruit,
L'édifice s'ébauche et l'œuvre se construit ?
C'est là ce qui se passe en ta grande âme émue
Quand tout un panthéon ténébreux s'y remue ?
C'est ainsi, n'est-ce pas, ô maître ! que s'unit
L'homme à l'architecture et l'idée au granit ?
Oh ! qu'en ces instants-là ta fonction est haute !
Au seuil de ton fronton tu reçois comme un hôte
Ces hommes plus qu'humains. Sur un bloc de Paros
Tu t'assieds face à face avec tous ces héros
Et là, devant tes yeux qui jamais ne défaillent,
Ces ombres, qui seront bronze et marbre, tressaillent.
L'avenir est à toi, ce but de tous leurs vœux,
Et tu peux le donner, ô maître, à qui tu veux !
Toi, répandant sur tous ton équité complète,
Prêtre autant que sculpteur, juge autant que poète,
Accueillant celui-ci, rejetant celui-là,
Louant Napoléon, gourmandant Attila,
Parfois grandissant l'un par le contact de l'autre,
Dérangeant le guerrier pour mieux placer l'apôtre,
Tu fais des dieux ! - tu dis, abaissant ta hauteur,
Au pauvre vieux soldat, à l'humble vieux pasteur :
- Entrez ! je vous connais. Vos couronnes sont prêtes.
Et tu dis à des rois : - Je ne sais qui vous êtes.

V.

Car il ne suffit point d'avoir été des rois,
D'avoir porté le sceptre, et le globe, et la croix,
Pour que le fier poète et l'altier statuaire
Étoilent dans sa nuit votre drap mortuaire,
Et des hauts panthéons vous ouvrent les chemins !

C'est vous-mêmes, ô rois, qui de vos propres mains  
Bâtissez sur vos noms ou la gloire ou la honte !
Ce que nous avons fait tôt ou **** nous raconte.
On peut vaincre le monde, avoir un peuple, agir
Sur un siècle, guérir sa plaie ou l'élargir, -
Lorsque vos missions seront enfin remplies,
Des choses qu'ici-bas vous aurez accomplies
Une voix sortira, voix de haine ou d'amour,
Sombre comme le bruit du verrou dans la tour,
Ou douce comme un chant dans le nid des colombes,
Qui fera remuer la pierre de vos tombes.
Cette voix, l'avenir, grave et fatal témoin,
Est d'avance penché qui l'écoute de ****.
Et là, point de caresse et point de flatterie,
Point de bouche à mentir façonnée et nourrie,
Pas d'hosanna payé, pas d'écho complaisant
Changeant la plainte amère en cri reconnaissant.
Non, les vices hideux, les trahisons, les crimes,
Comme les dévouements et les vertus sublimes,
Portent un témoignage intègre et souverain.
Les actions qu'on fait ont des lèvres d'airain.

VI.

Que sur ton atelier, maître, un rayon demeure !
Là, dans le silence, l'art, l'étude oubliant l'heure,
Dans l'ombre les essais que tu répudias,
D'un côté Jean Goujon, de l'autre Phidias,
Des pierres, de pensée à demi revêtues,
Un tumulte muet d'immobiles statues,
Les bustes méditant dans les coins assombris,
Je ne sais quelle paix qui tombe des labris,
Tout est grand, tout est beau, tout charme et tout domine.
Toi qu'à l'intérieur l'art divin illumine,
Tu regardes passer, grave et sans dire un mot,
Dans ton âme tranquille où le jour vient d'en haut,
Tous les nobles aspects de la figure humaine.
Comme dans une église à pas lents se promène
Un grand peuple pensif auquel un dieu sourit,
Ces fantômes sereins marchent dans ton esprit.
Ils errent à travers tes rêves poétiques
Faits d'ombres et de lueurs et de vagues portiques,
Parfois palais vermeil, parfois tombeau dormant,
Secrète architecture, immense entassement
Qui, jetant des rumeurs joyeuses et plaintives,
De ta grande pensée emplit les perspectives,
Car l'antique Babel n'est pas morte, et revit
Sous les front des songeurs. Dans ta tête, ô David !
La spirale se tord, le pilier se projette ;
Et dans l'obscurité de ton cerveau végète
La profonde forêt, qu'on ne voit point ailleurs,
Des chapiteaux touffus pleins d'oiseaux et de fleurs !

VII.

Maintenant, - toi qui vas hors des routes tracées,  
Ô pétrisseur de bronze, ô mouleur de pensées,
Considère combien les hommes sont petits,
Et maintiens-toi superbe au-dessus des partis !
Garde la dignité de ton ciseau sublime.
Ne laisse pas toucher ton marbre par la lime
Des sombres passions qui rongent tant d'esprits.
Michel-Ange avait Rome et David a Paris.
Donne donc à ta ville, ami, ce grand exemple
Que, si les marchands vils n'entrent pas dans le temple,
Les fureurs des tribuns et leur songe abhorré
N'entrent pas dans le cœur de l'artiste sacré.
Refuse aux cours ton art, donne aux peuples tes veilles,
C'est bien, ô mon sculpteur ! mais **** de tes oreilles
Chasse ceux qui s'en vont flattant les carrefours.
Toi, dans ton atelier, tu dois rêver toujours,
Et, de tout vice humain écrasant la couleuvre,
Toi-même par degrés t'éblouir de ton œuvre !
Ce que ces hommes-là font dans l'ombre ou défont
Ne vaut pas ton regard levé vers le plafond
Cherchant la beauté pure et le grand et le juste.
Leur mission est basse et la tienne est auguste.
Et qui donc oserait mêler un seul moment
Aux mêmes visions, au même aveuglement,
Aux mêmes vœux haineux, insensés ou féroces,
Eux, esclaves des nains, toi, père des colosses !

Avril 1840.
Oye la palpitación del espacio
son los pasos de la estación en celo
sobre las brasas del año

Rumor de alas y de crótalos
tambores lejanos del chubasco
crepitación y jadeo de la tierra
bajo su vestidura de insectos y raíces

La sed despierta y construye
sus grandes jaulas de vidrio
donde tu desnudez es agua encadenada
agua que canta y se desencadena

Armada con las armas del verano
entras en mi cuarto entras en mi frente
y desatas el río del lenguaje
mírate en esas rápidas palabras

El día se quema poco a poco
sobre el paisaje abolido
tu sombra es un país de pájaros
que el sol disipa con un gesto
Rui Serra May 2014
Entras-te hoje nos meus domínios,
deusa de esmeralda, profanadora do oculto
Que ganhas-te? Que perdes-te?
Um mundo; a felicidade
Para lá do muro de coral
A sereia deusa do prazer
Tu mulher
sim,
tu mulher
Que me abafas o espírito
Que me atrocidas o coração
Juntos velejamos ao sabor de uma maresia húmida
Ideias
imagens de desvario
Antes
pôr do sol em teus olhos
Alegria
Amizade
Amor
Futuro
Querido tú,
Pase horas pensando en cómo iba a empezar esta carta. Y lo único que venía a mi mente fue “Solo se honesta”.
Cuando decidiste marcharte, te llevaste una parte de mi alma contigo. Un pedazo que no me arrepiento de haberte entregado. Espero hayas aprendido de mí, de mi forma de ser y de pensar, así como yo aprendí de ti.
Aprendí que-
• Las personas son prestadas, no importa que tan grande sea la conexión.
• Que las cosas diminutas valen demasiado. Ej. La respiración de una persona.
• Que a veces, dejarse llevar  trae muchas consecuencias.
• Que la humildad y sencillez pueden llevarte alrededor del mundo.
• Que debemos aprender a dar sin esperar
• Aprender a cuidar lo que decimos y lo que hacemos ya que no sabemos cómo pueden afectar a alguien.
• Que los malos tiempos pasan.
• Que hay que llenarnos de vida y dar amor.
• Que los sentimientos aparentemente desaparecen de la noche a la mañana.

Tanto que no podría ponerlo todo en estos momentos.
Eres un alma genuina y desde el primer mensaje caí rendida a tus pies.
Que a veces, aun regreso a torturarme y leer TODO.


Ahora que han pasado semanas desde tu partida, tengo una mejor comprensión de porque las cosas pasaron tal cual.
Y no te culpo, estás en tu total derecho de vivir tu vida sin hacerme parte de lo que queda de tu historia.

Estoy eternamente agradecida por todas las bonitas palabras que te tomaste el tiempo de decirme. En su momento y aun para mi significan tanto. Me llenaron de vida. Recordare todo y lo guardare muy en mí. Marcaste un pedazo de mi vida como ninguna otra persona lo a echo. Tengo tantos recuerdos de ti. Los llevare en mi corazón por siempre. Te abrí mi alma y me hiciste decir cosas de mí que jamás le había compartido a ninguna otra persona. Todo me salía natural. Porque eres una persona con una vibra woah.

Me gustaría que  una vez en tu vida te sientes y pienses en mí, en todo lo que viviste conmigo. Que te quedes con todo lo bonito que hice para ti. La noche que estuvimos en el lago para mí fue uno de los momentos más íntimos que he compartido con una persona. Recuerdas que pedimos un deseo?  Mi deseo fue “tenerte en mi vida el mayor tiempo posible y al irte poderte dejar ir y que tu vida estuviese llena de triunfos.” Para mi cada segundo valió la pena. Te invite a mi templo. Mi espacio personal. Ese al que no dejo entrar a cualquiera y me sentí completa. Me sentí en casa. Creí hacerte sentir en casa. Recuerdas la emoción al encontrar mi poema. Te lo recite a la mañana siguiente de haber dormido a tu lado. Jamás creí poder lograrlo. Pero así fue y ese momento esta tatuado en mi mente. Tu carita tan bonita y llena de felicidad. Si pudiera tener una máquina del tiempo regresaría a ese instante y lo pausaría solo para vivir en ese recuerdo por mucho tiempo.

Si hiciera una lista de todos mis momentos favoritos contigo no podría, ya que cada día aun lleno de un poco de confusión, fueron diferentes. Todos los momentos a tu lado son mis favoritos. Qué triste no? Habernos dejado llevar tan rápido. Pero es que como no íbamos a hacerlo si nosotros llevamos la pasión en nuestro ser.

Te advertí desde el principio con mi poema sin destino, que mi forma de querer no es común. Soy explosiva y lo doy todo a las personas que lo merecen. Tal-vez di de más y te asuste. Pero eso ya no importa. Las cosas pasan como deben pasar. Y yo debo aprender a soltar. Te dije que te quería solo si eras libre. Y tu libertad es la paz que necesito. Si esta noche te veo lleno de vida y feliz sabré que la decisión que tomamos fue la correcta.

Llegaras tan lejos porque alumbras el camino con esa luz que llevas por dentro. Cuando entras a una habitación eres como ese ser mágico que se supone que no existe. El universo es tan grande y hay millones de almas en el mundo y me dejo conocerte. No tanto como me hubiese gustado. Pero estoy profundamente agradecida. Eres un ser humano tan autentico y con un corazón tan único. Siempre das y ha beses siento que te da miedo recibirlo de regreso.

Deseo con todo mí ser que un día volvamos a vibrar y creemos conexión. Volver a escucharte y tener una conversación estimulante contigo. De esas que liberan. Por lo pronto esto creo que es todo.

Sinceramente, La chica del Poema
El ancla al peñón aferra
Sobre la mar espumante,
Lá fortaleza flotante
Que da terror en la guerra.
No amenaza nuestra tierra,
Ni viene en pos de conquista;
Surge, arrogante a la vista,
Y su hermoso pabellón,
Envuelto en ***** crespón,
Cubre los restos de Arista.

No nave de tierra extraña
La llaméis con voz impía,
Que nunca la patria mía
Vio nada ajeno en España.
Esa nave amor entraña,
Y en ella mis ojos fijos
Sorprenden los regocijos
Que causa a la madre ausente
Honrar el independiente
Y santo hogar de sus hijos.

De amistad símbolo cierto,
El fiero bajel hispano
Trae al suelo mejicano
Tristes despojos de un muerto.
Al verle entrar en el puerto,
De las brumas al través,
Grita el vigilante «él es»,
Y alza un himno de alegría
El mismo mar en que un día
Quemó sus naves Cortés.

Dando ejemplo a las naciones,
Sobre el bajel confundidos
De duelo flotan unidos
Dos hermosos pabellones.
Sus glorias, sus tradiciones
Allí enlazadas se ven;
Y, astros del honor sostén,
Irradian sobre la niebla,
Juntas las glorias de Puebla
Con las glorias de Bailén.

Alzando montes de espuma,
Encuentra el bajel abierta
A orillas del mar la puerta
Del país de Moctezuma.
Ningún recuerdo le abruma;
Cumple una santa misión:
Viene a honrar una nación
Que, llena de amor profundo,
Encierra en el nuevo mundo
El mundo del corazón.

¡Paso al bajel castellano!
Que de mi siglo a la faz,
Le den ósculos de paz
Las olas del golfo indiano.
¡Paso a España! al pueblo hermano,
Heroico, grande y experto,
Que, a toda virtud despierto,
Manda a mi patria querida
Laureles de eterna vida
Con las cenizas de un muerto.

Astro de unión, con tu luz
Dios nuestros pueblos ampare,
Y no haya mar que separe
A Cádiz de Veracruz.
Surge el Tabor tras la cruz,
La paz tras el batallar,
Y así podemos mirar
A España y Méjico unidas,
Hoy que flotan confundidas
Sus banderas sobre el mar.

Vuelve a tus playas, bajel,
Playas heroicas y bellas,
Y verán que entras en ellas
Llevando un nuevo laurel.
Va nuestra amistad con él,
Y no hay hoz que le destroce.
Interpreta nuestro goce:
Méjico republicana
Tendrá siempre por hermana
La España de Alfonso Doce.
Leydis Jun 2017
Yo estaba completamente negada,
obstinada, empeñada,
a nunca más entregar mi alma a otro ser humano!!!!!

Ya estaba harta, asqueada,
cansada, dolida
del amor, de las mentiras,
de las intrigas, del **** a medias.

Entras tú, como solo tú pudiste entrar;
repentinamente,
superlativamente,
sublimemente,
casualmen­te,
gloriosamente,
y como nada, borras todas mis
dudas y mis ansiedades.

Yo renuente amar de nuevo
y queriendo protegerme, y no pude,
pues tus palabras;
me desencajaban los miedos,
me armaban el autoestima,
me entusiasmaban y me llenaron de valentía,
y cuando vine a ver…..
mis alas, que como una Mariquita,
las tenía intricadamente guardadas y dobladas,
se fueron extendiendo hacia un vuelo de arrobamiento,
de rebasada pasión
de intenso amor, comprensión, y atención.

Como el macho Mariquita
te encolaste por detrás y no soltaste,
no hasta desvanecer mis ansiedades.
Hasta hacerme enloquecer cuando comiste de mi vorazmente, hasta saciarnos.
Hasta dejarnos impregnados de la magia del universo en un beso.
Hasta llevarme a ese lugar donde quede muerta frente a tu pasión.
Tu devoción en la entrega, me hizo firmarte una estrella.

Y como mariquita,
eclosione todo el veneno de la duda en la entrega.

LeydisProse
6/1/2017
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¿de este destierro subo a tu hermosura? /
¿entras en mí como contento? / ¿lágrimas
de contento o congoja? / ¿por qué aprietan
al corazón? / ¿tu mano es? / ¿apretando?/

¿acariciando moviendo? / ¿tus labios
besándome son? / ¿tu calor? / ¿tu pura
pasión donde me quiebro la cabeza? /
¿torpe? / ¿lágrimas o deseos? / ¿altos

en la humildad que das? / ¿bondad que sos? /
¿y qué es amar? / ¿o son señales del
amor lo que se ve? / ¿amar muchísimo? /
luz que bañas el apretado sueño /

meditación que vuela como pájaro
desatándome el cuerpo / corazón
que entendés en silencio / corazón /
como la tortolita del pensar
Bajo zarzas tupidas, del Citerón al lado,
Se abre la roca, abrigo donde erguida fulgura
Con sus ojos de oro y su altiva hermosura
La Virgen de alas de águila, y que nadie ha tocado.

En el umbral detúvose el Hombre, deslumbrado,
-¿Cuál es la sombra que hace mi mansión más oscura?
-El amor. -¿Dios acaso? -Soy el Héroe. -Segura
Tendrás la muerte, si entras. -Pues entro, ese es mi hado.

Domó Belerofonte a la Quimera loca;
-¡Huye! -Los labios míos hacen temblar tu boca,
-¡Ven, pues! Entre mis brazos se romperán tus huesos,

Y en tu carne mis uñas. -¡No importa tu servicia,
Si conquisté la gloria y arrebaté tus besos!
-Tu triunfo será vano: morirás... -Oh delicia.

— The End —